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Mar\u00eda es Madre no por t\u00edtulo honor\u00edfico por ser \u00fanicamente Madre del Verbo, de Dios.\u00a0 Se nos revela en el LdC que su maternidad divina fue posible por reunir la condici\u00f3n necesaria:<\/p>
-Poseer la misma Voluntad del Padre<\/p>
-Poseer la Potencia creadora<\/p>
-Haber recibido la Fecundidad virginal<\/p>
S\u00f3lo Mar\u00eda ha recibido este \u00faltimo don no dado a ninguna otra criatura. Ella es lo que nosotros ten\u00edamos que haber sido*, excepto el don \u00fanico de esta Fecundidad virginal, que es la misma que la del Padre.\u00a0<\/p>
En Juan 6,57 dice Jes\u00fas: \u00abComo el Padre que me ha enviado vive y Yo vivo por el Padre\u00bb , es decir, el Padre me da la vida, esta es mi vida: la vida del Padre.\u00a0<\/strong><\/p>A Mar\u00eda se le ha dado esta Vida Divina (como a nosotros en nuestro origen) y Jes\u00fas la recibe INCESANTEMENTE : en sus respiros, miradas, palabras, pasos, penas…todo!! A Ella Padre Dios la constituye Madre de todos los actos de Jes\u00fas, pues la humanidad tanto en Jes\u00fas como en nosotros, ha sido creada PRECISAMENTE, para esto: para que cada acto fuese materia, objeto del deshahogo del amor divino, a cada instante.\u00a0 Y Mar\u00eda, cuida, desea, es su labor encomendada por el Padre, la custodia de esta vida divina en cada criatura.\u00a0<\/strong><\/p>Jes\u00fas, por haberse encarnado, recibe la vida del Padre a trav\u00e9s de Mar\u00eda<\/strong>.\u00a0 Jes\u00fas no hizo nada, ni un paso, ni un milagro…sin pedirle a su Madre su consentimiento, su plena participaci\u00f3n, incluso que le ORDENASE hacerlo SEG\u00daN LA Voluntad del Padre. (ej. Hijo, que te crucifiquen). Jes\u00fas es Hijo de obediencia y Mar\u00eda es Madre de obediencia.\u00a0<\/p>Este F\u00edat que pronunci\u00f3 en la eternidad, lo repite siempre. Cada p\u00e1gina del Evangelio es un S\u00ed de Mar\u00eda.\u00a0<\/p>
Toda la vida de Jes\u00fas<\/strong>, que nace de este Fiat, est\u00e1 depositada en Mar\u00eda<\/strong>=la vida de Jes\u00fas es de Mar\u00eda y por eso, Ella puede ahora disponer sin l\u00edmites para FORMARLA en sus hijos.\u00a0<\/p>Mar\u00eda, Mediatrix, de TODA la Voluntad del Padre. (Y El s\u00f3lo quiere repetir una sola cosa: generarse. Esta es su Voluntad maravillosa).\u00a0 Mar\u00eda se sustituy\u00f3 a toda las voluntades humanas, como si las hubiera parido de nuevo desde sus entra\u00f1as.\u00a0<\/p>
Nos har\u00e1 como hizo a Jes\u00fas. \u00a1Maravilla sin igual! Cada acto nuestro en DV, podemos considerarlo como acto formado y alimentado por Mar\u00eda.\u00a0 Ella es la Madre de todos nuestros actos buenos.\u00a0<\/p>
——————–<\/p>
*<\/strong>Al salirse Ad\u00e1n de la DV, es necesario una nueva re-creaci\u00f3n.\u00a0<\/p>- Llega Mar\u00eda, con el germen humano y el divino (Fecundidad virginal del Padre, Fecundidad divina). Con esto se puede encarnar el Verbo en ella<\/li>
- Tenemos al nuevo Ad\u00e1n, donde se da la paridad de lo humano con lo divino, tal como lo ten\u00eda Ad\u00e1n<\/li>
- Mar\u00eda es ahora Madre de Dios y Madre del hombre por tener los dos g\u00e9rmenes. En ella se rehace la uni\u00f3n primera ahora recuperada.\u00a0<\/li><\/ul>
A Mar\u00eda no se la dej\u00f3 sola como a Ad\u00e1n, con quien Dios hizo un juego de azar.\u00a0 Con ella:<\/p>
\u00a019-22\u00a0 Mayo 18, 1926 Ahora t\u00fa debes saber que cuando hacemos nuestras obras, la criatura que es elegida y a la cual le es confiada la obra, debemos darle tanto amor, luz, gracia, que pueda darnos toda la correspondencia y la gloria de la obra a ella confiada. Nuestra potencia y sabidur\u00eda no se pondr\u00edan desde el principio de una obra nuestra en el banco de la criatura como en acto de fallar, as\u00ed que en la criatura que es llamada como acto primero, nuestra obra debe quedar al seguro en ella, y Nosotros debemos rescatar todo el inter\u00e9s y gloria equivalente a nuestra obra confiada a ella; y aunque despu\u00e9s nuestra obra fuese comunicada a las dem\u00e1s criaturas, y por su ingratitud estuviese en peligro de fallar, para Nosotros es m\u00e1s tolerable, porque a quien fue confiada al principio nos hizo rescatar todo el inter\u00e9s de los fallos de las otras criaturas<\/strong>; he aqu\u00ed por qu\u00e9 todo dimos y todo recibimos de Ella, a fin de que todo el capital de la Redenci\u00f3n pudiese quedar \u00edntegro y por su medio nuestra gloria completada y nuestro amor correspondido.\u00a0<\/strong><\/span><\/p>La raz\u00f3n de este aseguramiento por parte de Dios es porque, el que el hombre viva en su Reino de Voluntad Divina,\u00a0 es un decreto: Dios ha sacado de s\u00ed vidas divinas que han de tener sus propietarios (y esto tambi\u00e9n es la raz\u00f3n por la que indica a Luisa que pidi\u00f3 n\u00ba actos de santidad humana en el AT, a fin de la venida del Redentor, cosa que se cumpli\u00f3 en Mar\u00eda, la plenitud de los tiempos). Si los hombres no las toman, est\u00e1n al seguro con Mar\u00eda pues en su seno escondi\u00f3 y custodi\u00f3 estas vidas.\u00a0 No obstante, el amor divino es expansivo y tendr\u00e1 la generaci\u00f3n de hijos poseedores de estas vidas, cuya Madre de ellas (las vidas) es Mar\u00eda.\u00a0<\/p>\t\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/section>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
Ahora, en el Libro de Cielo, se nos muestra a Mar\u00eda como la plenitud de la gracia perfecta del Padre. En Mar\u00eda se biloca la Paternidad divina, pero ahora es Maternidad divina. Mar\u00eda es Madre de todos los actos de Jes\u00fas y nuestros, tambi\u00e9n.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"aside","meta":{"ocean_post_layout":"full-screen","ocean_both_sidebars_style":"","ocean_both_sidebars_content_width":0,"ocean_both_sidebars_sidebars_width":0,"ocean_sidebar":"0","ocean_second_sidebar":"0","ocean_disable_margins":"enable","ocean_add_body_class":"","ocean_shortcode_before_top_bar":"","ocean_shortcode_after_top_bar":"","ocean_shortcode_before_header":"","ocean_shortcode_after_header":"","ocean_has_shortcode":"","ocean_shortcode_after_title":"","ocean_shortcode_before_footer_widgets":"","ocean_shortcode_after_footer_widgets":"","ocean_shortcode_before_footer_bottom":"","ocean_shortcode_after_footer_bottom":"","ocean_display_top_bar":"off","ocean_display_header":"on","ocean_header_style":"full_screen","ocean_center_header_left_menu":"0","ocean_custom_header_template":"0","ocean_custom_logo":0,"ocean_custom_retina_logo":0,"ocean_custom_logo_max_width":0,"ocean_custom_logo_tablet_max_width":0,"ocean_custom_logo_mobile_max_width":0,"ocean_custom_logo_max_height":0,"ocean_custom_logo_tablet_max_height":0,"ocean_custom_logo_mobile_max_height":0,"ocean_header_custom_menu":"5","ocean_menu_typo_font_family":"0","ocean_menu_typo_font_subset":"","ocean_menu_typo_font_size":0,"ocean_menu_typo_font_size_tablet":0,"ocean_menu_typo_font_size_mobile":0,"ocean_menu_typo_font_size_unit":"px","ocean_menu_typo_font_weight":"","ocean_menu_typo_font_weight_tablet":"","ocean_menu_typo_font_weight_mobile":"","ocean_menu_typo_transform":"","ocean_menu_typo_transform_tablet":"","ocean_menu_typo_transform_mobile":"","ocean_menu_typo_line_height":0,"ocean_menu_typo_line_height_tablet":0,"ocean_menu_typo_line_height_mobile":0,"ocean_menu_typo_line_height_unit":"","ocean_menu_typo_spacing":0,"ocean_menu_typo_spacing_tablet":0,"ocean_menu_typo_spacing_mobile":0,"ocean_menu_typo_spacing_unit":"","ocean_menu_link_color":"","ocean_menu_link_color_hover":"","ocean_menu_link_color_active":"","ocean_menu_link_background":"","ocean_menu_link_hover_background":"","ocean_menu_link_active_background":"","ocean_menu_social_links_bg":"","ocean_menu_social_hover_links_bg":"","ocean_menu_social_links_color":"","ocean_menu_social_hover_links_color":"","ocean_disable_title":"default","ocean_disable_heading":"on","ocean_post_title":"","ocean_post_subheading":"","ocean_post_title_style":"background-image","ocean_post_title_background_color":"","ocean_post_title_background":13635,"ocean_post_title_bg_image_position":"center center","ocean_post_title_bg_image_attachment":"","ocean_post_title_bg_image_repeat":"no-repeat","ocean_post_title_bg_image_size":"cover","ocean_post_title_height":1,"ocean_post_title_bg_overlay":0.5,"ocean_post_title_bg_overlay_color":"","ocean_disable_breadcrumbs":"default","ocean_breadcrumbs_color":"","ocean_breadcrumbs_separator_color":"","ocean_breadcrumbs_links_color":"","ocean_breadcrumbs_links_hover_color":"","ocean_display_footer_widgets":"default","ocean_display_footer_bottom":"default","ocean_custom_footer_template":"0","ocean_post_oembed":"","ocean_post_self_hosted_media":"","ocean_post_video_embed":"","ocean_link_format":"","ocean_link_format_target":"self","ocean_quote_format":"","ocean_quote_format_link":"post","ocean_gallery_link_images":"off","ocean_gallery_id":[],"footnotes":""},"categories":[27,24],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/20484"}],"collection":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=20484"}],"version-history":[{"count":187,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/20484\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":20708,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/20484\/revisions\/20708"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=20484"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=20484"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=20484"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}