\u00a1Maravillosos! En estos actos divinos de estos escritos, a nombre de todos: gracias, te amo, te bendigo, en todo y por todo<\/p><\/div>\n\t\t\t\t\t\t\t\t\t
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
\u00a0<\/p>
BIOGRAF\u00cdA<\/p>
Naci\u00f3 el 14.3.1897, en Caserta, Italia. Su padre, sargento mayor del Ej\u00e9rcito Italiano, era de car\u00e1cter tierno y amoroso. Fue hija \u00fanica. Su madre, profesora de franc\u00e9s, era dura y severa.
A los cuatro a\u00f1os y medio, la llevaron a estudiar en el asilo de las Religiosas Ursulinas de V\u00eda Lanzone, donde tuvo su primer encuentro con Dios. All\u00ed comenz\u00f3 a nacer en la peque\u00f1a \u201cel ansia por consolar a Jes\u00fas, haci\u00e9ndose semejante a El en el dolor voluntariamente aceptado por amor\u201d.
En 1904, a los siete a\u00f1os de edad, pas\u00f3 al Instituto de las Religiosas Marcelinas, para iniciar all\u00ed los estudios elementales, distingui\u00e9ndose de inmediato como la \u201cprimera de la clase por la inteligencia, don de Dios\u201d. En 1907 pas\u00f3 a la escuela estatal, asistiendo contempor\u00e1neamente, por exigencia de su madre, a las lecciones de franc\u00e9s dadas por un grupo de religiosas expulsadas de Francia.
Gracias a las religiosas francesas, en 1908 pudo recibir su Primera Comuni\u00f3n. Con gran dolor por su parte, el padre no asisti\u00f3 porque la madre hab\u00eda juzgado in\u00fatil su presencia. En 1909, por el despotismo de su madre y por la timidez de su padre debi\u00f3 dejar su casa para entrar en un internado (el Colegio Bianconi de las Hermanas de la Caridad de Mar\u00eda Sant\u00edsima Ni\u00f1a). Permaneci\u00f3 all\u00ed hasta 1913.
Su car\u00e1cter \u201cgeneroso, firme, fuerte, fiel\u201d mereci\u00f3 el sobrenombre de \u201cvaltortino\u201d; su amor al estudio, al orden, a la obediencia le procur\u00f3 ser citada como \u201calumna modelo\u201d. Una vez m\u00e1s su madre se interpuso en su vida, y oblig\u00f3 a Mar\u00eda a que estudiase Tecnolog\u00eda, a\u00fan cuando ella no ten\u00eda cualidades para las matem\u00e1ticas. No super\u00f3 las pruebas en ciencias exactas, por lo cual no tuvo m\u00e1s remedio que recuperar el tiempo perdido con todas sus fuerzas y terminar el programa cl\u00e1sico, consiguiendo el diploma.
En 1913 su familia se traslad\u00f3 a Florencia. All\u00ed Mar\u00eda conoci\u00f3 a Roberto, de hermosa presencia, rico y doctorado en literatura. Era muy bueno, serio y afable. Se quisieron mucho, \u201ccon un amor silencioso, paciente y respetuoso\u201d.\u201cluz\u201d, de \u201cgu\u00eda\u201d, para que \u201cllegase a ser un buen hombre, y un valiente oficial\u201d. Para Mar\u00eda \u201camar era tan necesario como el respirar\u201d, pero hab\u00eda de ir a Dios \u201cdespu\u00e9s de haber visto cu\u00e1n ef\u00edmeros son los cari\u00f1os humanos\u201d. Pero inexorablemente la madre tronch\u00f3, en su nacimiento, aquel tierno sentimiento. Suerte que le cupo nueve a\u00f1os despu\u00e9s, cuando se encontr\u00f3 con otro joven llamado Mario, \u201cun joven cuya madre hab\u00eda muerto\u201d. Al principio Mar\u00eda trat\u00f3 con \u00e9l para servirle de
En 1916, \u201cen un per\u00edodo tremendo, de desesperaci\u00f3n y de ansias\u201d, el Se\u00f1or volvi\u00f3 a llamarla por medio de un sue\u00f1o, que permaneci\u00f3 \u201cvivo\u201d en Mar\u00eda durante toda la vida. En el sue\u00f1o, Mar\u00eda es socorrida por Jes\u00fas, cuyas palabras de admonici\u00f3n y de piedad, unidas a un gesto de absoluci\u00f3n y de bendici\u00f3n, fueron para ella \u201cun lavado que la purific\u00f3 completamente\u201d. Se despert\u00f3 \u201ccon el alma iluminada por algo que no era terrenal\u201d.
En 1917 Mar\u00eda entr\u00f3 en las filas de las enfermeras samaritanas, y durante dieciocho meses prodig\u00f3 sus cuidados en el hospital militar de Florencia. Pidi\u00f3 que se le confiasen los soldados y no los oficiales porque \u201chab\u00eda ido a servir a los que sufren, no por alardes o para buscar<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
marido\u201d. Ejercitando la caridad se sinti\u00f3 obligada \u201cdulcemente a acercarse cada vez m\u00e1s a Dios\u201d.
El gesto de su gradual inmolaci\u00f3n parti\u00f3 de un golpe violento que sufri\u00f3 el 17 de marzo de 1920. Iba con su madre por la calle \u201ccuando un rapaz delincuente le peg\u00f3 en los ri\u00f1ones con una barra de hierro, que hab\u00eda arrancado de una cama. Con todas sus fuerzas le dio un terrible golpe\u201d. Permaneci\u00f3 en cama tres meses y fue como comenzar a saborear su futura y completa enfermedad.
En ocasi\u00f3n de visitar a su t\u00eda Clotilde, \u201cuna mujer muy culta\u201d, el Se\u00f1or se sirvi\u00f3 de un libro para darle otro \u201cimpulso fuerte\u201d. El Santo de Antonio Fogazzaro fue la novela que \u201cimprimi\u00f3 en su coraz\u00f3n una se\u00f1al, indeleble, una se\u00f1al por dem\u00e1s buena\u201d.
Mar\u00eda Valtorta experiment\u00f3 en manera m\u00e1s sensible ciertas percepciones ps\u00edquicas, que ya en los a\u00f1os precedentes hab\u00eda advertido bajo la forma de \u201cpremoniciones\u201d o de \u201cotros hechos extra\u00f1os\u201d. Se trataba, en particular, de la sensaci\u00f3n \u201ccomo de que sus dedos se alargaban, se hicieran largu\u00edsimos hilos lanzados al espacio, y que estos hilos se fueran uniendo a otros iguales\u201d que sal\u00edan de otras personas, como con deseo de unirse entre s\u00ed.
En septiembre de 1924, la familia Valtorta se traslad\u00f3 definitivamente a Viareggio, en donde ocuparon una \u201ccasita\u201d reci\u00e9n comprada. All\u00ed, Mar\u00eda continu\u00f3 llevando una vida retirada, fuera de \u201calguna salida al mar o al bosque\u201d y de las que hiciera \u201ca comprar lo necesario para cada d\u00eda\u201d, lo que le permit\u00eda hacer visitas a Jes\u00fas Sacramentado, sin atraerse las iras de la madre. Hab\u00eda empezado para ella \u201cuna nueva etapa en su vida, en la que crec\u00eda m\u00e1s en Dios\u201d.
Atra\u00edda por el ejemplo de Santa Teresita del Ni\u00f1o Jes\u00fas, cuyo libro Historia de un Alma, ley\u00f3 con sumo gusto. El 28 de enero de 1925 se ofreci\u00f3 como v\u00edctima al Amor Misericordioso, renovando despu\u00e9s \u201ccada d\u00eda\u201d este acto de ofrecimiento. A partir de ese momento creci\u00f3 sin medida su amor por Jes\u00fas, hasta llegar a sentir su presencia en sus propias palabras y en sus propias acciones. Llevada del ansia de servir a Dios, quiso entrar en la Compa\u00f1\u00eda de San Pablo, pero tuvo que contentarse con desarrollar \u201cun apostolado humilde, escondido, conocido s\u00f3lo por Dios, fortalecido m\u00e1s por el sufrir que por el obrar\u201d. Pero, a partir de 1929, cuando entr\u00f3 en la Acci\u00f3n Cat\u00f3lica como delegada de cultura de los j\u00f3venes, pudo darse abiertamente al bien de las almas, trabajando con entusiasmo y dando conferencias que atra\u00edan numerosos oyentes \u201ca\u00fan entre los no practicantes\u201d.
En tanto ven\u00eda madurando en ella la fuerte decisi\u00f3n de ofrecerse como v\u00edctima a la Justicia Divina, a lo cual se preparaba \u201ccon una vida que crec\u00eda cada vez m\u00e1s en pureza y mortificaci\u00f3n\u201d. Ya \u201cde tiempo atr\u00e1s\u201d hab\u00eda \u201checho los votos de virginidad, pobreza y obediencia\u201d. Cumpli\u00f3 su nuevo acto de ofrecimiento el 1\u00b0 de julio de 1931. Mas los sufrimientos f\u00edsicos y espirituales no cedieron un s\u00f3lo momento.
El 4 de enero de 1933 fue el \u00faltimo d\u00eda que Mar\u00eda, caminando con extrema fatiga, pudo salir de casa. Y desde el 1\u00b0 de abril de 1934 no se levant\u00f3 ya m\u00e1s del lecho, dando inicio en un \u201cintenso transporte de amor\u201d, a su larga y penosa enfermedad. Se convirti\u00f3 \u201cen el instrumento de las manos de Dios\u201d. Su misi\u00f3n era la de \u201csufrir, expiar y amar\u201d.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
El 24 de mayo de 1935, en la casa de Mar\u00eda Valtorta entr\u00f3 Marta Diciotti, quien llegar\u00eda a ser la compa\u00f1era fiel de Mar\u00eda, la \u201coyente\u201d de sus escritos, la que la asistir\u00eda amorosamente hasta la muerte, y que conserv\u00f3 \u201csus memorias\u201d.
Y Mar\u00eda continu\u00f3 en su lecho de enferma, a sufrir y a amar, haci\u00e9ndose cada vez m\u00e1s disponible a la Voluntad de Dios, consolando a los afligidos, enderezando a los desviados en el esp\u00edritu, recibiendo dolorosas advertencias sobre su grave hora presente, revelando en cada cosa la fuerza varonil de su car\u00e1cter y la clara inteligencia de su mente fija en Dios.
Hacia el a\u00f1o 1942, un sacerdote fue a visitarla. Era el buen padre Romualdo Migliorini, de la Orden de los Siervos de Mar\u00eda, que durante cuatro a\u00f1os fue su director Espiritual. En 1943 le orden\u00f3 a Mar\u00eda Valtorta que escribiera su autobiograf\u00eda, y que dijese \u201ctodo lo bueno y todo lo malo\u201d, sin preocuparse de cosa alguna.
Pero su verdadera actividad de escritora deb\u00eda iniciarse de inmediato, por una fuerte presi\u00f3n del Alt\u00edsimo, que encontr\u00f3 en ella un instrumento d\u00f3cil y pronto. En pocos a\u00f1os, entre indecibles sufrimientos del alma y del cuerpo, provocados por acontecimientos y personas, en condiciones absolutamente desfavorables, Mar\u00eda Valtorta llen\u00f3 quince mil p\u00e1ginas de cuaderno, que hoy en d\u00eda son casi universalmente reconocidas como un monumento de doctrina y de literatura. Esta maravilla de Dios es una colecci\u00f3n de varios tomos denominada \u201cEl Hombre-Dios\u201d.
Los actos de ofrecimiento no hab\u00edan terminado. El 18 de abril de 1949 Mar\u00eda ofrec\u00eda a Dios el sacrificio de no ver la aprobaci\u00f3n de su Obra, uniendo a este sacrificio el precioso don de su propia inteligencia. El Se\u00f1or acept\u00f3 este sacrificio. Mar\u00eda no pudo tener la satisfacci\u00f3n de saber que su obra era aprobada.
Cuando qued\u00f3 del todo inactiva (ella a\u00fan en el lecho escrib\u00eda o trabajaba y jam\u00e1s hab\u00eda sido ociosa), conserv\u00f3 su aspecto l\u00facido y sereno. Permanec\u00eda quieta en su lecho como una ni\u00f1a grande, llegando por \u00faltimo a la necesidad de ser alimentada, pero no ped\u00eda jam\u00e1s nada. Pocos la visitaban. Pocos eran los amigos. En medio de este silencio Mar\u00eda acab\u00f3 sus \u00faltimos d\u00edas el 12 de octubre de 1961, a los 65 a\u00f1os de edad y 28 de enferma. En un escrito suyo de 1944 leemos lo que el Se\u00f1or le hab\u00eda dicho: \u201cCu\u00e1n feliz ser\u00e1s cuando te des cuenta de estar en Mi mundo para siempre y de haber venido del pobre mundo. Lo har\u00e1s sin pensar en ello, pasando de una visi\u00f3n a la realidad, como un peque\u00f1uelo que sue\u00f1a con su madre y que se despierta abrazado a ella, que lo aprieta contra su coraz\u00f3n. As\u00ed har\u00e9 Yo contigo\u201d.
Muri\u00f3 en el mismo lecho que hab\u00eda visto los sufrimientos, los trabajos, el ofrecimiento y la piadosa muerte de la enferma escritora de Viareggio, que desde varios a\u00f1os atr\u00e1s hab\u00eda dispuesto la frase que deb\u00eda escribirse en los recordatorios: \u201cHe terminado de sufrir, pero continuar\u00e9 amando\u201d.
Los pocos y respetuosos visitantes pudieron admirar el candor de su mano derecha, la que hab\u00eda sido considerada la \u201cpluma del Se\u00f1or\u201d, mientras la izquierda iba livideciendo. Y sus rodillas, que hab\u00edan sido su escritorio, aparec\u00edan ligeramente dobladas, ahora que ella se encontraba en reposo verdadero.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Diez a\u00f1os m\u00e1s tarde, el 12 de octubre de 1971 fueron exhumados sus restos, que fueron sometidos a un tratamiento especial para asegurar su conservaci\u00f3n, y fueron colocados en el nicho de la familia en la Galer\u00eda del Redentor del mismo cementerio de Viareggio.
El 2 de julio de 1973 los restos de Mar\u00eda Valtorta pudieron ser trasladados a la Sant\u00edsima Annunziata de Florencia y sepultados en la Capilla del Cap\u00edtulo que da al grande claustro que forma parte de la famosa bas\u00edlica florentina, que est\u00e1 a cargo de los padres servitas.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
22 de abril de 1943<\/p>
Me parece que sea casi in\u00fatil escribir a\u00fan habi\u00e9ndolo dicho todo1. Pero usted 2 me insta a que escriba las cosas que m\u00e1s me impresionan y yo obedezco.
Es la tarde del Jueves Santo. Hablando de Jes\u00fas no me distraigo de \u00c9l, sino al contrario me concentro en \u00c9l. Le dir\u00e9 pues c\u00f3mo he pasado estas \u00faltimas veinticuatro horas. Ayer por la tarde usted me ha visto agotada. Estaba realmente agotada. Pero cuando toco el fondo de la resistencia humana, y a quien me ve doy la impresi\u00f3n de ser un pobre ser incapaz hasta de pensar, es precisamente entonces cuando tengo -dir\u00e9 as\u00ed- iluminaciones.
Ayer por la tarde hab\u00eda le\u00eddo el peri\u00f3dico; despu\u00e9s, cansada tambi\u00e9n de eso, hab\u00eda cerrado los ojos y estaba as\u00ed… inerte. De repente he visto, mentalmente, un terreno muy pedregoso y yermo. Parec\u00eda la cima de un mont\u00edculo, como tantos que se ven sobre nuestras colinas. Desnudo de vegetaci\u00f3n, tan s\u00f3lo rico de piedras y rocas toscas y blanquecinas, ten\u00eda alrededor un vasto horizonte. Precisamente sobre la cima hab\u00eda nacido una planta de violetas. Lo \u00fanico que viviese en tanta desolaci\u00f3n. Ve\u00eda claramente la mata de hojas bien espesa y apretada como para presentar resistencia a los vientos que bat\u00edan la cima. Alg\u00fan capullo de violeta, m\u00e1s o menos abierto, asomaba la cabecita entre la mata verde. Pero s\u00f3lo una estaba completamente abierta. Hermosa, de un s\u00f3lo color, abierta y estirada hacia lo alto.
Fue su estar tan derecha, casi como si estuviera atra\u00edda por una fuerza especial, lo que llam\u00f3 mi atenci\u00f3n y me hizo buscar con la mirada. Y vi un asta, una gran asta clavada en el suelo. Parec\u00eda un tronco apenas cepillado, burdo y \u00e1spero. A un medio metro del suelo, o quiz\u00e1s menos, hab\u00eda dos pies traspasados… Ayer por la tarde no he visto m\u00e1s que \u00e9stos. Dos pies torturados. Y que estuvieran torturados cruelmente lo dec\u00eda la contracci\u00f3n de los mismos con los dedos casi replegados hacia la planta como por espasmo tet\u00e1nico.
La sangre, resbalando hasta los talones, descend\u00eda sobre el asta escabrosa y la estriaba hasta el suelo. Otras gotas ca\u00edan de los dedos contra\u00eddos y llov\u00edan sobre la mata de violetas. \u00a1A esto tend\u00eda la violeta toda tersa hacia lo alto! A esa sangre que la nutr\u00eda como, entre tanta desolaci\u00f3n de suelo, nutr\u00eda aquella \u00fanica mata, que hab\u00eda sabido nacer junto a aquel madero.
Muchas cosas me ha dicho aquella visi\u00f3n… Y cuando usted ha venido, yo estaba tras de ver aquel signo que era mi serm\u00f3n del Mi\u00e9rcoles Santo. No se ha disipado la figuraci\u00f3n. No se disipan f\u00e1cilmente. Permanecen n\u00edtidas en el cerebro a\u00fan cuando las cosas habituales las sobrepasen, o intenten sobrepasarlas.
Esta ma\u00f1ana tambi\u00e9n, antes de que usted viniera, he entrevisto el resto del cuerpo. Digo: entrevisto, porque me aparec\u00eda y desaparec\u00eda como entre el fluctuar de velos de niebla. Otras veces ha sido mucho m\u00e1s n\u00edtido… Pero entonces me parec\u00eda muerto.<\/p>
1 Maria Valtorta hab\u00eda ya escrito la Autobiograf\u00eda por obediencia a P. Migliorini, su director espiritual. (Ver la nota siguiente).
2 Se trata del P. Romualdo M. Migliorini, a quien la escritora se dirige m\u00e1s adelante y muy a menudo en sus escritos. Nacido en
Volegno (Lucca) en el 1884, entr\u00f3 en la Orden de los Siervos de Mar\u00eda en el 1900 y fue ordenado sacerdote en el 1908. Hasta el 1911 ejerci\u00f3 el sagrado ministerio en Italia, despu\u00e9s fue p\u00e1rroco en Canad\u00e1, y a continuaci\u00f3n pas\u00f3 a las misiones de \u00c1frica del Sur donde lleg\u00f3 a ser superior regular y prefecto apost\u00f3lico. De regreso a Italia en el 1939, fue prior del Convento de San Andr\u00e9s en Viareggio, donde se dedic\u00f3 a un apostolado infatigable sobre todo durante y tras el paso de la guerra. Hacia el 1942 fue a visitar a la enferma Maria Valtorta y se convirti\u00f3 en su director espiritual y testigo de sus escritos, que celosamente transcrib\u00eda a m\u00e1quina aventurando la primera difusi\u00f3n. Pero en el 1946 tuvo que retirarse a Roma, donde confi\u00f3 al hermano de comunidad P. Corrado M. Berti la existencia de Maria Valtorta. Con sufrimientos cada vez mayores, falleci\u00f3 en Carsoli (L’Aquila) en el 1952.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Ahora me parece vivo. Y pienso que sea una gran piedad de Jes\u00fas no mostrarme hoy su rostro. Jes\u00fas est\u00e1 tan dolorido, su tristeza ha alcanzado una intensidad tan fuerte por toda la iniquidad humana que no se cansa de serlo -sino que, al contrario, cada vez se hace m\u00e1s iniquidad- que no podr\u00edamos soportar, sin morir de dolor, la expresi\u00f3n de su divino rostro.
Jes\u00fas, mi Maestro, con su palabra sin sonido, me dice que mi puesto est\u00e1 m\u00e1s que nunca a los pies de su cruz. S\u00f3lo de su Sangre, yo debo sacar vida… y mi tarea es tan s\u00f3lo ser incienso a los pies de su trono de Redentor. Incienso que cubre, con su perfume, el hedor del pecado, de la maldad, de la crueldad que la Tierra exhala. El in- cienso no perfuma sino ardiendo y consum\u00e1ndose. Y yo debo hacer lo mismo.
Me dice tambi\u00e9n que la flor puede atraer otras miradas a su Cruz, puede hacer inclinar a otras criaturas bajo la lluvia de su Sangre. \u00c9sta es la tarea de la flor hacia el pr\u00f3jimo y hacia Dios. Reparaci\u00f3n de amor hacia Jes\u00fas y atracci\u00f3n a Jes\u00fas de muchos corazones, aceptando vivir, por esto, en un desnudo desierto, sola con la cruz.
Podr\u00eda decir que me he quedado con los labios apoyados en aquellos pies traspasados como bebiendo en un manantial que es frescura y ardor al mismo tiempo. Una sensaci\u00f3n espiritual, pero tan viva que parece real…
Esta ma\u00f1ana, en fin, a las 10 me ha llegado de Roma una carta de una Religiosa, carta que le mostrar\u00e9 y en la cual se habla precisamente de esta misi\u00f3n a los pies de la cruz, y a la carta est\u00e1 unida una imagen con un Crucifijo y debajo un incensario ardiente y el escrito: \u00abSe eleve mi oraci\u00f3n como incienso en tu presencia\u00bb. He tomado todo esto como un discurso mudo de mi Jes\u00fas a su peque\u00f1a hostia que se consuma poco a poco m\u00e1s de amor que de enfermedad.
Pienso que ma\u00f1ana es Viernes Santo: el d\u00eda de los d\u00edas para m\u00ed. Quisiera acumular sacrificios para hacer de \u00e9l un verdadero d\u00eda de expiaci\u00f3n. \u00a1Pero ya puedes hacer tan pocas cosas Mar\u00eda! Pues bien, haremos esas pocas cosas. Por lo dem\u00e1s… puede ser que ma\u00f1ana piense Jes\u00fas en darme mi parte de dolor expiatorio. Yo estoy aqu\u00ed, bien apretada a la Cruz. Es el puesto de las Mar\u00edas, por otra parte. As\u00ed no se me escapar\u00e1 ni siquiera una se\u00f1al de mi Redentor…<\/p>
23 de abril Ma\u00f1ana del Viernes Santo 3<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abLa primera vez mi Padre, para purificar la tierra, mand\u00f3 un ba\u00f1o de aguas, la segunda un ba\u00f1o de sangre, \u00a1y de qu\u00e9 Sangre! Ni el primero ni el segundo ba\u00f1o han valido para hacer de los hombres hijos de Dios. Ahora el Padre est\u00e1 cansado, y para hacer perecer la raza humana deja que se desencadenen los castigos del infierno, porque los hombres han preferido al Cielo el infierno y su dominador, Lucifer, les tortura para empujarles a blasfemar y hacerles completamente hijos suyos.
Yo vendr\u00eda a morir por segunda vez, para salvarles de una muerte m\u00e1s atroz todav\u00eda… Pero mi Padre no lo permite… Mi Amor lo permitir\u00eda, la Justicia no. Sabe que<\/p>
3 Es el primer dictado recibido por Maria Valtorta. Marta Diciotti (ver la nota 4 de p\u00e1g. 19) relata que sucedi\u00f3 hacia mediod\u00eda del 23 de abril de 1943, viernes santo, y que Maria se qued\u00f3 sorprendida, le confi\u00f3 el hecho y le pidi\u00f3 ir a buscar al Padre Migliorini. Marta sali\u00f3 de casa usando cualquier pretexto para no despertar la curiosidad de la madre de Maria, que era mujer muy autoritaria y no inclinada a cosas de religi\u00f3n. Padre Migliorini vino enseguida y se entretuvo en confidencial coloquio con la enferma escritora.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
ser\u00eda in\u00fatil. Por ello vendr\u00e9 tan s\u00f3lo en la \u00faltima hora. Pero \u00a1ay de los que en aquella hora me ver\u00e1n habiendo elegido por su se\u00f1or a Lucifer! No se necesitar\u00e1n armas en manos de mis \u00e1ngeles para vencer la batalla contra los anticristos. Bastar\u00e1 mi mirada.
\u00a1Oh! \u00a1si los hombres supieran todav\u00eda volverse a M\u00ed que soy la salvaci\u00f3n! S\u00f3lo deseo esto y lloro porque veo que nada es capaz de hacerles levantar la cabeza hacia el Cielo desde donde Yo les extiendo mis brazos.
Sufre, Mar\u00eda, y di a los buenos que sufran para suplir mi segundo martirio que el Padre no quiere que Yo cumpla. A cada criatura que se inmola le es concedido salvar alg\u00fan alma. Alguna… y no es para sorprenderse el que sean pocas las concedidas a cada peque\u00f1o redentor si se piensa que Yo, el Redentor divino, sobre el Calvario, en la hora de la inmolaci\u00f3n, de todos los millares de personas presentes en mi muerte he logrado salvar al ladr\u00f3n, a Longinos, y a pocos, pocos m\u00e1s…\u00bb.
Reflexi\u00f3n sobre un discurso que me viene relatado, en el cual est\u00e1 dicho que se cuenta mucho con mis oraciones para obtener algo, habiendo reconocido que aquello que he pedido se ha cumplido.
\u00abNo me viene ning\u00fan orgullo, sino un m\u00e1s profundo agradecimiento a Dios que es tan bueno que permite que yo sepa obtener la felicidad de otros corazones. Pero a estos corazones quiero decir, y lo dir\u00e9 -especialmente a aquel que esta ma\u00f1ana me ha hecho saber su pensamiento- que lo que se cumple no es por mi m\u00e9rito. Todos podr\u00edan llegar a la misma capacidad si quisieran. No hay un m\u00e9todo o un estudio especial para llegar a esta potencia de s\u00faplica. Lo importante es hacer del propio coraz\u00f3n un pesebre de Bel\u00e9n para acoger a Jes\u00fas ni\u00f1o y de s\u00ed mismos una cruz para llevar a Jes\u00fas Redentor. Cuando lo llevamos as\u00ed, indisolublemente, nosotros no somos m\u00e1s que un complemento suyo, y s\u00f3lo \u00c9l es el verdadero protagonista de todo. El secreto para obtener todas las gracias, que el pr\u00f3jimo atribuye a nuestros m\u00e9ritos inexistentes, est\u00e1 \u00fanicamente en nuestra anulaci\u00f3n en Cristo, tan completa que disuelva nuestra persona- lidad humana y obligue a Jes\u00fas a actuar s\u00f3lo \u00c9l en todo acontecimiento. Nosotros no hacemos sino llevarle las voces de cada uno unidas a un beso de amor. El resto lo hace \u00c9l\u00bb.<\/p>
24 de abril S\u00e1bado Santo<\/p>
Mientras el \u00abGloria\u00bb canta en las iglesias…
Una de las cosas que m\u00e1s me lleva a reflexionar sobre la doctrina de misericordia de mi Jes\u00fas es el episodio que se lee en el evangelio de San Juan: \u00abMar\u00eda estaba fuera llorando junto al sepulcro… se volvi\u00f3 hacia detr\u00e1s y vio en pie a Jes\u00fas… Y Jes\u00fas le dijo: ‘\u00a1Mar\u00eda!’…\u00bb. No contento todav\u00eda de haber amado tanto a los pecadores hasta el punto de dar su vida por ellos, Jes\u00fas reserva su primera manifestaci\u00f3n, despu\u00e9s de la Pasi\u00f3n, a una pecadora convertida.
No es seguro que Jes\u00fas se hubiera ya presentado a su Madre. El coraz\u00f3n nos induce a creerlo, pero ninguno de los 4 evangelistas lo dice. Es seguro en cambio esta aparici\u00f3n a Mar\u00eda Magdalena. A ella, que encarna la inmensa corte de los redimidos por el amor de Cristo, \u00c9l aparece por primera vez y se manifiesta en su segunda apariencia de Dios Hombre para siempre. Antes era ‘el Hombre en el que se escond\u00eda un Dios. Antes a\u00fan, en los tiempos de la espera, el Verbo era s\u00f3lo Dios. Ahora es el Dios Hombre que lleva a los cielos nuestra carne mortal. Y esta obra de arte de divinidad,<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
por la cual la carne nacida de mujer se hace inmortal y eterna, se revela a una criatura que fue pecadora… No s\u00f3lo: sino que a ella, precisamente a ella, conf\u00eda el mensaje para sus propios ap\u00f3stoles: \u00abVe a mis hermanos y diles que subo al Padre m\u00edo y Padre vuestro, Dios m\u00edo y Dios vuestro\u00bb. Antes a\u00fan que al Padre, \u00a1a Mar\u00eda la pecadora!
\u00a1Qu\u00e9 r\u00edo de confianza se vuelca en m\u00ed meditando esto! C\u00f3mo, c\u00f3mo deber\u00eda ser dicho, redicho, continuamente dicho a las pobres almas titubeantes y vergonzosas, porque saben que han pecado, que Jes\u00fas les ama tanto de anteponerlas al Padre y a su Madre. Porque pienso que si todav\u00eda no hab\u00eda subido al Padre, en aquella primera hora de resurrecci\u00f3n, tampoco se hab\u00eda mostrado a\u00fan a la Madre. En el fondo es una necesidad de amorosa justicia. Jes\u00fas ha venido por los pecadores. Por lo tanto que la primicia de su resurrecci\u00f3n vaya a quien es arquetipo de los pecadores redimidos.
\u00abA mis hermanos -al Padre m\u00edo y vuestro- Dios m\u00edo y Dios vuestro\u00bb. Estas palabras suenan en mi coraz\u00f3n como tantas alegres campanas. Hermanos los disc\u00edpulos, hermanos nosotros que descendemos de ellos. Si todav\u00eda nos queda una duda, cae como la piedra del sepulcro, sacudida por este torbellino de amor, y la confianza surge en los corazones m\u00e1s aprisionados y oprimidos por el recuerdo de sus errores y de la reflexi\u00f3n de la inmensa distancia que nos separa a nosotros, polvo, de Dios. Jes\u00fas lo dice: somos hermanos, tenemos un \u00fanico Padre y un \u00fanico Dios con Cristo.
\u00a1Oh! \u00c9l nos agarra con sus manos traspasadas -es el primer gesto que hace despu\u00e9s de su muerte- y nos lanza sobre el coraz\u00f3n de Dios, en los cielos no m\u00e1s cerrados sino abiertos por el amor, para que all\u00ed se lloren las dulces l\u00e1grimas de la reconciliaci\u00f3n con nuestro Padre.
\u00a1Aleluya! \u00a1Gloria a Ti, Maestro y Dios, que nos salvas con tu dolor y nos das como camino de salvaci\u00f3n el Amor!<\/p>
1 de mayo
S\u00e1bado 11 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfTe entristeces? Yo tambi\u00e9n. \u00a1Pobres ni\u00f1os! \u00a1Los peque\u00f1uelos que Yo amaba tanto y que deben morir as\u00ed! \u00a1Y Yo que les acariciaba con una ternura de Padre y de Dios que ve en el ni\u00f1o la obra de arte, a\u00fan no profanada, de su creaci\u00f3n! Los ni\u00f1os que mueren, matados por el odio y entre un coro de odio.
\u00a1Oh\u00a1 \u00a1que los padres y las madres no profanen, con sus imprecaciones, el holocausto inocente de sus flores truncadas! Que sepan los padres y las madres que ni una l\u00e1grima de sus peque\u00f1os, ni un gemido de estos inocentes inmolados queda sin eco en mi Coraz\u00f3n. A ellos se abre el Cielo, porque no se diferencian en nada de sus lejanos hermanos, matados por Herodes por odio hacia M\u00ed. Tambi\u00e9n \u00e9stos han sido matados por los malvados Herodes, custodios de un poder que Yo les he dado para que lo usaran para el bien y del cual me deber\u00e1n rendir cuentas.
Yo vendr\u00eda por todos. Pero especialmente por \u00e9stos, reci\u00e9n nacidos a la vida, don de Dios, y ya arrancados a la vida por la crueldad, don del demonio. Pero sabed que para lavar la sangre contaminada que ensucia la tierra, que es derramada con hast\u00edo y maldici\u00f3n en hast\u00edo y maldici\u00f3n hacia M\u00ed que soy el Amor, es necesario este roc\u00edo de sangre inocente, el \u00fanico que a\u00fan sabe brotar sin maldecir, sin odiar, as\u00ed como Yo, el Cordero, derram\u00e9 mi sangre por vosotros. Los inocentes son los peque\u00f1os corderos de la nueva era, los \u00fanicos cuyo sacrificio, recogido por los \u00e1ngeles, es completamente<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
agradable a mi Padre.
Despu\u00e9s vienen los penitentes. Pero despu\u00e9s. Porque incluso el m\u00e1s perfecto entre ellos arrastra en su sacrificio escorias de imperfecciones humanas, de odios, de ego\u00edsmos. Los primeros en la hilera de los nuevos redentores son los ni\u00f1os cuyos ojos se cierran en un horror para reabrirse sobre mi Coraz\u00f3n en el Cielo.\u00bb<\/p>
10 de mayo<\/p>
Mi Jardinero me ha donado un lirio. Antes las violetas. Mis queridas violetas que hab\u00edan sido todas arrancadas por la prepotencia de los dem\u00e1s y que han nacido espont\u00e1neas, despu\u00e9s de tres a\u00f1os de que ya no hubiera, en las jardineras de la terraza.
Pero mientras sean violetas no hay mucho de qu\u00e9 sorprenderse, \u00bfverdad? El mismo viento puede traer las semillas; un pajarillo las puede dejar caer de su pico… \u00a1Pero un lirio! La planta del lirio se propaga s\u00f3lo por bulbo, y un bulbo de lirio es demasiado grueso y pesado para que lo pueda traer el viento con sus alas o un p\u00e1jaro con su pico. Sin embargo ha nacido en la jardinera del balc\u00f3n.
Muchos podr\u00edan decir que soy una loca, pero yo sostengo que este nacer de un lirio as\u00ed, es milagroso y veo en este milagro una exquisita delicadeza y una cari\u00f1osa respuesta de mi Jes\u00fas. \u00c9l sabe c\u00f3mo yo ame los lirios y c\u00f3mo sufriera al verlos todos arrancados del parterre de mi patio. Sabe que los amo como flor y como s\u00edmbolo y sabe qu\u00e9 miedo, que amargura ten\u00eda en el coraz\u00f3n pensando que quiz\u00e1s mi lirio ya no era c\u00e1ndido e intacto. Y \u00c9l, de pocos terrones ya infecundos, empobrecidos, endurecidos, descuidados, hace surgir un lirio.
\u00c9l bien lo puede hacer. \u00a1\u00c9l que ha creado los lirios de los anchos valles y que los nombra con tanto amor en su evangelio! \u00bfPor qu\u00e9 debo dudar de la procedencia de esta flor? El Jes\u00fas que ha dado a Teresita 4 la nieve el d\u00eda de su toma de h\u00e1bito, \u00bfno puede dar a Mar\u00eda una flor de nieve? \u00a1Ay si mano humana me la rompiera! Me parecer\u00eda un sacrilegio y tendr\u00eda un dolor sumo.
Escribo tambi\u00e9n esto que a algunos podr\u00eda parecer una nonada y que para m\u00ed es en cambio algo muy profundo. Tambi\u00e9n \u00e9sta es una caricia de mi Dios, una delicadeza suya y que me confirma y refuerza la dulce sensaci\u00f3n del 2 de marzo pasado, 5 sensaci\u00f3n vuelta a sentir, si bien m\u00e1s levemente, en estos d\u00edas.
\u00a1Oh! \u00a1Para\u00edso! \u00bfQu\u00e9 ser\u00e1s si aqu\u00ed s\u00f3lo el rozarte levemente es tal bienaventuranza?<\/p>
Estoy cansada y agotada y con el coraz\u00f3n en ansia por tantas cosas. .
Pienso en mis parientes de Calabria… Les he escrito mucho en estos d\u00edas hablando abiertamente de Dios y de los deberes de un cristiano de cara a la muerte. Pienso en Clotilde paralizada… pienso en Paola, en Giuseppe con sus teor\u00edas… extra\u00f1as, pienso en todos6. \u00bfC\u00f3mo morir\u00e1n, si deben morir? Que la Mano, que ha sembrado los lirios y las violetas para la pobre Mar\u00eda, descienda sobre esos corazones y les atraiga a S\u00ed…
Me escribe la Abadesa de las Trapenses y yo le he escrito a ella. Estoy contenta de haber orado y de orar, as\u00ed, por la unidad de las Iglesias. Ignoraba que se orase por<\/p>
4 S. Teresa de Lisieux
5 Est\u00e1 explicada en el escrito del 13 de mayo
6 Los parientes Belfanti, propietarios de albergues en Reggio Calabria: Giuseppe era
un primo de Iside Fioravanzi, madre de la escritora; Paola era hija de Giuseppe; Clotilde era la mujer de un hermano de Giuseppe.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
esto. Jes\u00fas, mi \u00fanico Maestro, me ha guiado, como siempre, tambi\u00e9n en esto. As\u00ed como me ha guiado hacia su sierva Sor M. Gabriella 7. Tengo la sensaci\u00f3n de estar cogida de la mano por \u00c9l que me conduce donde puedo encontrar el bien, o almas que, por estar ya en la gloria, me pueden ayudar, con su doctrina de santidad, a aumentar mi obra de santificaci\u00f3n.
Puedo decir que nunca me sucede que trate de conocer una \u00abVida\u00bb en la cual no encuentre una semejanza con la m\u00eda. Semejanza mucho m\u00e1s grande y perfecta pero que siempre es: semejanza. He le\u00eddo infinitas \u00abVidas\u00bb pero, por mi parte, siempre he adquirido aqu\u00e9llas que tienen puntos de contacto con mi mezquina vida y, por la repercusi\u00f3n que tienen en m\u00ed, mientras las otras me despiertan una admiraci\u00f3n est\u00e9ril y basta, comprendo que yo tambi\u00e9n estoy en la misma estela (si bien muy atrasada) de ardor de amor, de inmolaci\u00f3n, de confianza.
Encuentro en la \u00abVida\u00bb de Sor M. Gabriella frases iguales, hasta en las m\u00e1s peque\u00f1as palabras, a las m\u00edas. Y esto me conmueve mucho. Siento que donde Jes\u00fas reina, due\u00f1o absoluto de nuestro yo, las almas, como arpas tocadas por la misma mano, dan el mismo sonido… m\u00e1s o menos fuerte seg\u00fan su perfecci\u00f3n, pero siempre en las mismas notas.<\/p>
13 de mayo Ma\u00f1ana<\/p>
Hace poco usted ha vuelto a decirme que escriba. La fatiga f\u00edsica no es nada frente a la fatiga moral que debo de hacer para levantar los velos tras los cuales est\u00e1 lo sobrenatural. \u00bfPor qu\u00e9? Por varias razones.
La primera es que casi me parece cometer una profanaci\u00f3n dando a conocer los secretos de Dios en m\u00ed. Y temo siempre que \u00e9sta, si no profanaci\u00f3n, ciertamente proclamaci\u00f3n, me pueda producir un castigo: ser privada de las divinas caricias y de las divinas palabras. Somos siempre un poco ego\u00edstas, nosotros los vivientes. Y no se piensa que cuanto Dios nos dona puede dar alegr\u00eda a otros y que, siendo algo de Dios, Padre de todos, no nos es l\u00edcito ser avaros y privar de ello a los hermanos.
La segunda raz\u00f3n es que un resto de desconfianza humana, hacia m\u00ed y hacia los dem\u00e1s, me hace siempre pensar si cuanto yo advierto como \u00absobrenatural\u00bb no deba ser en cambio valorado por m\u00ed como ilusi\u00f3n y por los dem\u00e1s como un delirio. He o\u00eddo tanto llamarme loca que pienso que… todav\u00eda el pr\u00f3jimo me pueda poner en esta categor\u00eda.
La tercera raz\u00f3n es que yo tengo miedo de estos favores. Miedo porque tengo siempre el terror de que puedan ser un enga\u00f1o… \u00bfEs posible que yo, que no soy nada, pueda merecer estos favores de mi Rey? Y miedo de que me provoquen soberbia. Siento que si me ensoberbeciera, aunque fuera s\u00f3lo por un instante, cesar\u00edan enseguida, no s\u00f3lo, sino que me quedar\u00eda incluso sin ese m\u00ednimo de sobrenatural que es com\u00fan a much\u00edsimos. En castigo por mi soberbia. \u00a1Oh! \u00a1estoy segura de que Jes\u00fas me castigar\u00eda as\u00ed!
Y ahora que le he dicho las razones por las cuales no me gusta hablar, le dir\u00e9 aqu\u00e9llas por las cuales siento que no soy una ilusa, tomando apariencias de delirio por verdades sobrenaturales y palabras demoniacas por palabras divinas.
Estoy segura por la suavidad y la paz que me invaden despu\u00e9s de esas palabras y<\/p>
7 Sor Mar\u00eda Gabriella, trapense de Grottaferrata (1914-1939)<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
de esas caricias y por la fuerza que me inviste, oblig\u00e1ndome a escucharlas y a escribirlas sin poder cambiar una palabra. A la dulc\u00edsima fuerza con la que soy obligada a escucharlas o a escribirlas -y siempre en momentos extra\u00f1os a cualquier voluntad m\u00eda de o\u00edr esas cosas (le ruego que crea que yo no hago nada para ponerme, dir\u00e9 as\u00ed, en posici\u00f3n receptora)-‘ siento, si es el caso, una fuerza m\u00e1s viva que me dice: \u00abHaz conocer esto. Calla a todos esto otro\u00bb. Y con esta suave prepotencia no se transige…
Pero de m\u00edo no hay nada. Si yo pienso tambi\u00e9n (y me aflijo por ello): \u201cJes\u00fas calla.
\u00a1Oh! \u00a1si se dejara o\u00edr para consolarme un poquito!\u00bb, est\u00e9 seguro que \u00c9l contin\u00faa callando. S\u00f3lo cuando quiere se le oye; y entonces aunque yo estoy ocupada en otras cosas, cualquier otra cosa que quiz\u00e1s me urge hacer, debo dejarla y ocuparme s\u00f3lo de \u00c9l. Como si, seg\u00fan mi estilo, prefiero un modo de decir a otro y trato de cambiarlo, no puedo. As\u00ed est\u00e1 dicho y as\u00ed debe quedar.
Tambi\u00e9n esta ma\u00f1ana usted me dec\u00eda que escribiera sobre sensaciones pasadas. Le he dicho que no podr\u00eda repetir ahora exactamente aquellas palabras y por ello no las repito. De m\u00edo no debe haber nada. Pero le puedo hacer una peque\u00f1a enumeraci\u00f3n de las cosas que he advertido.
Como le he dicho otras veces,8 reiteradamente, he so\u00f1ado con Jes\u00fas, Mar\u00eda y los Santos. Pero mientras Jes\u00fas siempre estaba \u00abvivo\u00bb, la Virgen y los Santos eran como estatuas o cuadros: figuraciones. S\u00f3lo he visto dos veces como persona viva a un frailecillo franciscano, que ciertamente era santo. Y en una me dec\u00eda que de todos los males \u00abme habr\u00eda matado aquello que ten\u00eda all\u00ed\u00bb y me tocaba los pulmones. Este sue\u00f1o lo tuve hace ahora siete a\u00f1os, cuando en los pulmones no ten\u00eda nada de nada.
En otra ocasi\u00f3n el mismo frailecillo franciscano, que no me ha parecido ni S. Francisco ni S. Antonio, con un rostro de luz, me dec\u00eda: \u00abHas merecido m\u00e1s t\u00fa con esta enfermedad que una religiosa en el convento. Cada a\u00f1o de los tuyos vale una vida conventual\u00bb. Me respond\u00eda esto porque yo, viendo la muerte en acecho, me aflig\u00eda por haber hecho tan poco… Mi Superiora (muerta desde 1925) me alejaba de la muerte, me ocultaba de ella diciendo: \u00abVive alg\u00fan a\u00f1o todav\u00eda\u00bb, mas yo dec\u00eda: \u00abPero \u00bfqu\u00e9 hago yo? iNada! \u00a1Si fuera monja!\u00bb, y fue entonces cuando el frailecillo me dijo aquellas palabras.
Como le he dicho, a mi \u00c1ngel le he visto s\u00f3lo aquella vez. Pero a veces siento como un vientecillo soplarme en el rostro y pienso que sea mi buen \u00e1ngel que me conforta en los momentos en los que estoy tan abatida que no puedo ni mover el abanico. En el verano de 1934 esta sensaci\u00f3n ha durado meses: los meses. de continuo peligro mortal. Desaparecido esto, mi \u00e1ngel… se hace el muerto. \u00c9l que me ha tutelado tan bien, cuando era a\u00fan una ni\u00f1a de pecho que berreaba en los surcos ardientes de \u00abTerra di Lavoro\u00bb,9 que me ha socorrido en el s\u00edncope del 4 de enero de 1932, no se ha mostrado nunca o hecho o\u00edr abiertamente, salvo aquella vez. A no ser que sea \u00e9l quien ahora ha plantado el lirio y las violetas 10, cogi\u00e9ndolos de los jardines provistos… pero
\u00bfqui\u00e9n lo sabe?
En cambio he visto y hablado (en sue\u00f1os) con Padre P\u00edo de Pietrelcina. Le he visto, siempre en sue\u00f1os, en \u00e9xtasis, despu\u00e9s de la S. Misa, he visto su mirada penetrante y advertido en mi mano la cicatriz del estigma cuando me cogi\u00f3 de la mano. Y; no en sue\u00f1os sino bien despierta, he percibido su perfume. Ning\u00fan jard\u00edn colmado de flores<\/p>
8 Estas continuas referencias est\u00e1n, sobre todo, en la Autobiograf\u00eda ya escrita por deseo del Padre Migliorini
9 En Caserta, donde naci\u00f3 el 14 de marzo de 1897 y donde permaneci\u00f3 en los primeros dieciocho meses de vida, Maria Valtorta
hab\u00eda sido confiada a una nodriza depravada, que llegaba hasta el punto de abandonar a la peque\u00f1a en los campos.
10 En el escrito del 10 de mayo.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
en plena florescencia puede emanar las fragancias paradisiacas que llenaron mi habitaci\u00f3n la noche entre el 25 y 26 de julio de 1941 y la tarde del 21 de septiembre de 1942, precisamente mientras que un amigo nuestro hablaba de m\u00ed al Padre (yo ignoraba que \u00e9l hubiera ido a S. Giovanni Rotondo). Las dos veces he obtenido adem\u00e1s las gracias pedidas. El perfume fue percibido tambi\u00e9n por Marta 11. Era tan fuerte que la despert\u00f3. Despu\u00e9s ces\u00f3 de golpe como de golpe hab\u00eda venido.
Pero percibir el perfume es algo habitual. Tambi\u00e9n esta ma\u00f1ana, despu\u00e9s de mi despiadada noche de agon\u00eda, lo sent\u00ed. Mejor dicho me despert\u00f3 del sue\u00f1o que me hab\u00eda cogido al alba. Eran las 6 cuando fui despertada. La ventana estaba cerrada, flores en la habitaci\u00f3n por la noche no tengo, perfumes no tengo, la puerta estaba cerrada. Por lo tanto ning\u00fan olor pod\u00eda penetrar desde fuera. Fue como una columna de fragancia al lado derecho de la cama. Como vino desapareci\u00f3, dej\u00e1ndome una dulzura en el coraz\u00f3n. Decir que es el olor de \u00e9sta o aquella flor es decir poco. Todas las fragancias est\u00e1n en este perfume. Todas las venas odor\u00edferas se mezclan como si las almas de todas las flores creadas se agitaran en una paradisiaca danza.
Y ahora vayamos a las sensaciones m\u00e1s n\u00edtidas y que vienen todas de Jes\u00fas. S\u00ed. Es s\u00f3lo \u00c9l quien se manifiesta as\u00ed.
Le he mencionado la sensaci\u00f3n de tener en m\u00ed la mirada de Jes\u00fas y de mirar, a trav\u00e9s de sus ojos, a mis semejantes. Esto es muy dif\u00edcil de explicarse y ha sucedido por muchos a\u00f1os seguidos, cuando todav\u00eda caminaba.
Despu\u00e9s han venido, dir\u00e9 as\u00ed: las invasiones de amor, los sobresaltos de amor: angustiosos en su suavidad. Era como si Dios precipitara en m\u00ed con su voluntad de ser amado. Tambi\u00e9n esto se explica mal. \u00c9stos han durado y duran todav\u00eda.
Pero desde que han sobrevenido manifestaciones m\u00e1s vivas dir\u00eda que \u00e9stos las advierto menos. Quiz\u00e1 porque me he estabilizado en ellos. Cuando se est\u00e1 parados en un puesto, bien arraigados, no hay m\u00e1s temblores. \u00bfNo le parece?
Hace dos a\u00f1os advert\u00ed por primera vez una \u00abvoz\u00bb sin sonido que respond\u00eda a mis preguntas (preguntas que hago a m\u00ed misma meditando sobre esto o aquello) y con la voz una visi\u00f3n (mental). Recuerdo bien. Era despu\u00e9s de la discusi\u00f3n con mi primo (el espiritista) 12. Le hab\u00eda respondido con una burlona e hiriente carta.
Tres horas m\u00e1s tarde, mientras consideraba lo escrito, ya expedido, y me lo aplaud\u00eda poniendo razones humanas, y un poco m\u00e1s que humanas, como aprobaci\u00f3n de mi carta de fuego, advert\u00ed la ‘voz’: \u00abNo juzgues. T\u00fa no puedes saber nada. Hay cosas que Yo permito. Hay otras que Yo provoco. Y ninguna es sin finalidad. Y ninguna es entendida con justicia por vosotros humanos. S\u00f3lo Yo soy Juez y Salvador. Piensa en cuantos siervos m\u00edos fueron tachados de endemoniados porque hablaron repitiendo palabras venidas de zonas de misterio. Piensa en cuantos otros, cuya vida parec\u00eda siempre desarrollarse en la m\u00e1s fiel observancia de la Ley de Dios y de mi Iglesia, est\u00e1n ahora entre los condenados por M\u00ed. No juzgues. Y no temas. Yo estoy contigo. Mira: ten un instante de percepci\u00f3n de mi Luz y ver\u00e1s que la m\u00e1s viva luz humana es tenebrosa respecto a mi Luz\u00bb.
Y vi como abrirse una puerta, una gran puerta de bronce, pesada, alta. Giraba sobre los pernos con un sonido de arpa. No ve\u00eda quien la empujase a abrirse lentamente… Por la rendija se filtr\u00f3 una luz tan viva, tan alegre, tan… no hay adjetivo para describirla,<\/p>
11 Marta Diciotti naci\u00f3 en Lucca en el 1910 y vivi\u00f3 junto a Maria Valtorta, asisti\u00e9ndola cari\u00f1osamente, desde 1935 hasta la muerte de la enferma escritora, acaecida el 12 de octubre de 1961. Ahora custodia sus memorias en la casa de Viareggio.
12 Giuseppe Belfanti, primo de la madre de la escritora<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
que me colm\u00f3 de cielo. La puerta continuaba abri\u00e9ndose, y del hueco cada vez m\u00e1s amplio un r\u00edo de rayos de oro, de perlas, de topacios, de brillantes, de todas las gemas hechas luces, me abraz\u00f3 toda y me sumergi\u00f3. Comprend\u00ed en aquella Luz que es necesario amar a todos, no juzgar a nadie, perdonar todo, vivir s\u00f3lo de Dios. Han pasado dos a\u00f1os pero yo veo todav\u00eda aquel fulgor…
Despu\u00e9s la semana santa de 1942. Mejor dicho la semana de Pasi\u00f3n. El mi\u00e9rcoles de Pasi\u00f3n, al improviso, una frase me son\u00f3 en el o\u00eddo. Tan viva era la impresi\u00f3n que puedo propiamente decir \u00abme son\u00f3\u00bb, aunque no oyese sonido alguno. \u00abDe aquellos que Yo te he dado, ninguno ha perecido salvo el hijo de la perdici\u00f3n, y esto para que t\u00fa tambi\u00e9n conocieras la amargura de no haber logrado salvar a todos los tuyos\u00bb.
Como usted ve, una frase mitad evang\u00e9lica, y por ello antigua, y mitad nueva. Una frase para quedarse perplejos porque Jes\u00fas me ha dado muchos -parientes, amigos, maestros, condisc\u00edpulas y disc\u00edpulas- muchos por los cuales he sufrido, actuado, orado. Entre estos muchos, he tenido m\u00e1s de uno que me ha desilusionado en mi sed de espiritual amor. Por ello pod\u00eda quedarme perpleja acerca de la persona definida: hijo de perdici\u00f3n. Pero cuando Jes\u00fas habla, aunque si la frase es en apariencia de lo m\u00e1s sibilina, est\u00e1 unida a una tal luz especial que el alma, a la que la frase est\u00e1 dicha, entiende exactamente a quien alude Cristo. .
Comprend\u00ed pues que el \u00abhijo de la perdici\u00f3n\u00bb era una de mis hijitas de Asociaci\u00f3n 13. Una por la cual hab\u00eda hecho tanto, poni\u00e9ndomela sobre el coraz\u00f3n para salvarla porque hab\u00eda entendido su naturaleza… En apariencia, el a\u00f1o pasado, no hab\u00eda nada que hiciera pensar en un error suyo. Pero yo comprend\u00ed. Entonces he aumentado mis oraciones por ella… y no he podido hacer m\u00e1s que impedir un delito de infanticidio.
El Viernes Santo vi por primera vez a Jes\u00fas Crucificado, entre los dos ladrones, sobre la cima del G\u00f3lgota. Visi\u00f3n que dur\u00f3 meses, no continua pero muy frecuente. Jes\u00fas me aparec\u00eda sobre un cielo sombr\u00edo, en una luz p\u00e1lida, desnudo en la cruz oscura, un cuerpo muy largo y m\u00e1s bien delgado, muy blanco como si estuviera desangrado, un velo de un azul apagado a los lados, el rostro inclinado sobre el pecho en el abandono de la muerte, con los cabellos que le sombreaban. La cruz estaba siempre en direcci\u00f3n hacia oriente. Ve\u00eda bien al ladr\u00f3n de la izquierda, mal al de la derecha. Pero \u00e9stos estaban vivos; Jes\u00fas estaba muerto. Alguna vez veo a\u00fan a Jes\u00fas en cruz pero ahora est\u00e1 siempre solo. Por m\u00e1s que lo piense, no he visto nunca un cuadro semejante a esto.
En junio, bajo esta impresi\u00f3n, escrib\u00ed la poes\u00eda siguiente. Hac\u00eda ya varios a\u00f1os que no compon\u00eda porque, con tanto mal, la vena po\u00e9tica se ha secado como una flor que muere. Se la transcribo no porque sea una obra maestra, sino porque expresa la impresi\u00f3n de mis impresiones tras aquella visi\u00f3n y la da mejor que mis frases en prosa. Inmediatamente despu\u00e9s escrib\u00ed tambi\u00e9n una a la Virgen Mar\u00eda, aunque a la Virgen yo no la vea ni la oiga nunca. Copio las dos.<\/p>
Redemisti nos Deo in sanguine tuo.<\/p>
Siniestro es el monte de la escabrosa roca.
El cielo se enfosca sobre tu dolor mientras que te desangras, gota a gota,<\/p>
13 La Asociaci\u00f3n es la \u00abAzione Cattolica Italiana\u201d<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
sobre la alta cima, por nosotros, Se\u00f1or. Est\u00e1s con los brazos abiertos en cruz la cabeza inclinada bajo la corona,
la mirada velada, apagada la voz,
vivo tan s\u00f3lo el coraz\u00f3n que amor provoca.
Miras, de los hombres, el odio y la guerra, que hambre y estragos, en su andar fatal, como fieras siembran por toda la tierra.
y el hombre siempre prefiere el Mal al Bien que es tu hijo, a la Paz
que es santa flor de celestial vergel,
al Amor, en que todo ego\u00edsmo enmudece, a la \u00fanica vida de los pueblos, la Fe.
y T\u00fa, a pesar de todo, de nuevo por nosotros te ofreces y a tu Calvario, por nosotros, subes,
hostia que nos rescatas de nuestros males, y sobre el le\u00f1o, erguido hacia el cielo, sufres.
\u00bfPor qu\u00e9? \u00bfpor qu\u00e9 nuevamente has ascendido a la cruz dolorosa? El hombre
de loca codicia y de ira encendido contra s\u00ed mismo enfurecido y rendido
no est\u00e1 hasta que, vencido, en el fango triste, de donde lo sacaste a mayor fortuna,
de nuevo no est\u00e9. Y contra Ti, Cristo, arremete con furor ciego de muerte.
Y a pesar, T\u00fa vuelves, por el hombre que te ofende, a expiar, que te has hecho escudo
por nosotros contra los tremendos fulgores de tu Padre y solo, l\u00edvido, desnudo,
en el \u00faltimo espasmo alzando el rostro gritas: \u00ab\u00a1Todo est\u00e1 cumplido! \u00a1Por esta hora, Padre, perdona! \u00a1Para ellos el Para\u00edso!
\u00a1Yo les he redimido, de nuevo, ahora!\u00bb.<\/p>
16 de junio de 1942.<\/p>
A la Virgen.<\/p>
\u00a1Dios te salve Mar\u00eda! T\u00fa que eres la santa protege a esta juventud p\u00eda,
t\u00fa que est\u00e1s colmada, dulce Mar\u00eda, de tanta gracia.
Por el Se\u00f1or que est\u00e1 contigo y t\u00fa con \u00c9l, t\u00fa, bendita entre las criaturas, defi\u00e9ndelas de las sombr\u00edas insidias
y de las tristes jornadas oscuras.
Por aquel Hijo que en el vientre tuviste<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
permaneciendo virgen, y que es Jes\u00fas piadoso, vuelve, \u00a1oh! vuelve tu mirar amoroso.
Eres la Reina de los afligidos.
\u00a1Santa Mar\u00eda! Ruega por nosotros mortales. Nuestra vida sin ti, \u00a1oh Madre nuestra!,
es como golondrina desfallecida con alas cansadas por tanto vuelo,
o navecilla sacudida por la furia de las olas sobrepujadas.
\u00a1Ay! aplaca el nimbo sobre las aguas airadas t\u00fa que eres del mar la estrella.
En la vida y a\u00fan m\u00e1s en la hora en que las luces se nos apagan en la oscuridad de la muerte
t\u00fa, Virgen y Madre, las eternas puertas \u00e1brenos y a Dios cond\u00facenos.<\/p>
17 de junio de 1942.<\/p>
Estoy contenta de haber hecho mis dos \u00faltimas chapuzas po\u00e9ticas para Jes\u00fas y Mar\u00eda. Aunque las rimas est\u00e1n cojas no importa. De todas formas Jes\u00fas me las califica con una buena nota, porque no mira la m\u00e9trica sino el amor.
Yen junio, una tarde que estaba entre la muerte y la vida, sent\u00ed tambi\u00e9n llamarme por aquella hijita – \u00abel hijo de la perdici\u00f3n\u00bb que estaba en Roma. Un grito de invocaci\u00f3n infinita: \u00ab\u00a1Se\u00f1orita, se\u00f1orita! \u00bfNo me mira? \u00bfNo me oye? \u00bfYa no me quiere?\u00bb. Yo lo o\u00ed claramente. Nadie m\u00e1s lo oy\u00f3. Un mes y medio despu\u00e9s supe por ella, vuelta a su casa, la verdad verdadera sobre su ausencia: un hijo. Y aquella tarde, desesperada, hab\u00eda estado a punto de suicidarse… y me hab\u00eda llamado para resistir a la tentaci\u00f3n. Me hab\u00eda llamado a m\u00ed, con su alma, a m\u00ed que no sab\u00eda nada en concreto, que la cre\u00eda fuera por motivos de trabajo, que no quer\u00eda creer aquella \u00abvoz\u00bb del mi\u00e9rcoles de pasi\u00f3n.
Despu\u00e9s, a veces, he visto a Jes\u00fas ni\u00f1o sobre los siete, diez a\u00f1os. Bell\u00edsimo. Jes\u00fas hombre en la plenitud de la virilidad. A\u00fan m\u00e1s bello.
Pero la sensaci\u00f3n m\u00e1s dulce, m\u00e1s llena, m\u00e1s sensible, la he tenido el 2 de marzo de este a\u00f1o. No se r\u00eda, Padre. Pero la he tenido la ma\u00f1ana de la muerte de Giacomino, mi pobre pajarillo.
Lloraba porque… soy una tonta. Lloraba porque me encari\u00f1o mucho con todo. Lloraba porque en mi segregaci\u00f3n de enferma desde hace diez a\u00f1os tengo un verdadero deseo de afectos a mi alrededor, aunque sean afectos de los animalillos. Y me lamentaba, bajito, con Jes\u00fas. Le dec\u00eda: \u00abPero, me lo pod\u00edas dejar. Me lo hab\u00edas dado. \u00bfPor qu\u00e9 me lo has quitado? \u00bfEres celoso tambi\u00e9n de un p\u00e1jaro?\u00bb. Despu\u00e9s conclu\u00ed: \u00abEst\u00e1 bien… toma tambi\u00e9n este dolor m\u00edo. Te lo ofrezco con todo lo dem\u00e1s, por lo que T\u00fa sabes\u00bb.
Y entonces he sentido dos brazos a mi alrededor y atraerme contra un coraz\u00f3n, con la cabeza sobre un hombro. He notado la templanza de una carne contra mi gota, el respiro y el latir de un coraz\u00f3n dentro de un pecho vivo. Me he abandonado a aquel abrazo sintiendo sobre mi cabeza una voz murmurarme en los cabellos: \u00abPero te quedo Yo. Te tengo Yo, sobre mi Coraz\u00f3n. No llores que te amo Yo\u00bb.
Y no he llorado m\u00e1s. Y no he sentido m\u00e1s dolor. Note que cuando se me muere un p\u00e1jaro, un perro, son llantos que duran meses… Aquel d\u00eda… termin\u00f3 todo con el abrazo<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
de Jes\u00fas. Alguna vez, menos intenso, se repite.
Despu\u00e9s, con el viernes santo de este a\u00f1o, o sea el 23 de abril, el primer dictado de Jes\u00fas, y el 1\u00b0 de mayo el segundo.
\u00a1Oh! al fin lo he dicho todo y me paro con los hombros tan rotos que me parece haber llevado la cruz arriba y abajo por el Calvario.<\/p>
14 de mayo<\/p>
Pero despu\u00e9s del Calvario viene siempre el Para\u00edso. \u00a1Qu\u00e9 noche de bienaventuranza!
Desde las 19 a las 22 medio muerta, hundida en las nieblas del colapso. Desde las 22 a las 24 en duermevela. Despu\u00e9s en el desasosiego de la sofocaci\u00f3n. As\u00ed me cogi\u00f3 la alarma 14 de la 1,05. Comenc\u00e9 a rezar, como siempre, por aquellos que estaban bajo las bombas.
Pero despu\u00e9s la oraci\u00f3n se mut\u00f3, sin querer, en dulc\u00edsimo coloquio. Me sent\u00eda rostro a rostro con Jes\u00fas, mejor contra su Coraz\u00f3n. No han habido largas charlas. No. Breves frases, de Esposo a esposa, de enamorados, para decirse que nos amamos con todo el coraz\u00f3n… He quedado perfumada. He quedado saturada, como sumergida en un mar de alegr\u00eda, de dulzura, de paz.
He visto disiparse la hora beata con un santo pesar… Pero era justo que tuviera fin. S\u00f3lo en el Para\u00edso no terminar\u00e1. Ahora vivo en su recuerdo, en el eco que a\u00fan vibra en el fondo del coraz\u00f3n y que me da ganas de cantar, de re\u00edr, de amar, con c\u00e9ntuplo ardor, a todas las criaturas, porque estoy saturada de amor, nutrida y consumada por \u00e9l.<\/p>
19 de mayo Noche<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00c9ste es el castigo de vuestra soberbia humana. Demasiado hab\u00e9is querido y as\u00ed perd\u00e9is incluso aquello que os hab\u00eda concedido tener. Las obras del genio y del ingenio humanos, dones m\u00edos, de los cuales est\u00e1is tan orgullosos, se hacen polvo para recordaros que s\u00f3lo Yo soy Eterno, que s\u00f3lo Yo soy el Dios, que s\u00f3lo Yo soy Yo.
Pero lo que es m\u00edo permanece. Ni el hombre ni el demonio lo pueden destruir. Ning\u00fan atentado, ninguna astucia sirve para destruir aquello que Yo hice y que ser\u00e1 siempre igual, hasta que Yo quiera. El mar, el cielo, las estrellas, los montes, las flores de las colinas y los verdes bosques. Intocables los primeros como Yo mismo, rena- cientes los segundos de cada fr\u00e1gil muerte a la que les lleva el hombre, como Yo resucit\u00e9 de la breve muerte que el hombre me dio. Y las plantas troncadas, las hierbas pisoteadas por la guerra volver\u00e1n a vivir como Yo las hice el primer d\u00eda.
Vuestras obras no. No las obras de arte. No volver\u00e1n nunca m\u00e1s a existir las iglesias y las c\u00fapulas, los palacios y los monumentos de los cuales os gloriasteis, hechos en los siglos y sucumbidos en un instante por vuestro castigo. Y tambi\u00e9n las obras del progreso caen lo mismo en fragmentos junto a vuestro necio orgullo que se cree un dios, s\u00f3lo porque las invent\u00f3, y se os vuelven en contra aumentando la destrucci\u00f3n y el dolor.
Pero mi creaci\u00f3n permanece, y permanece m\u00e1s hermosa porque en su<\/p>
14 Las alarmas, de las cuales se habla en el curso del volumen, son los se\u00f1ales que preanunciaban las incursiones a\u00e9reas de la segunda guerra mundial<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
inmutabilidad, que ning\u00fan instrumento rasgu\u00f1a, habla todav\u00eda m\u00e1s fuerte de M\u00ed.
Todo lo que es vuestro se destruye. Pero recordaos, pobres hombres, que es mejor para vosotros quedaros sin nada teni\u00e9ndome a M\u00ed, que vivir entre los lujos del arte y del progreso habi\u00e9ndome perdido a M\u00ed. Una sola cosa es necesaria para el hombre: el reino del esp\u00edritu donde Yo estoy, el Reino de Dios\u00bb.<\/p>
21 de mayo<\/p>
Reflexiono sobre el \u00faltimo coloquio entre usted y yo y en su deseo de que le diga si me he dado cuenta de haber hecho un poco de bien a las almas.
S\u00ed. Por bondad de Dios, s\u00ed. Por m\u00e9rito m\u00edo es, por lo menos, muy incierto, salvo alg\u00fan caso en que es seguro porque en esos casos he pagado yo, de persona.
Hasta el 1923 he tratado de llevar al bien a las almas, pero a un bien puramente humano. Me he mostrado recta, seria, pasablemente buena, para llevar a otros a serlo tambi\u00e9n. Pero no miraba a fines sobrenaturales. Era una obra, dir\u00e9 as\u00ed: de bonificaci\u00f3n puramente limitada a un c\u00f3digo de moral humana. Era ajena a mi modo de actuar la idea de hacer algo agradable a Dios, de hacer algo \u00fatil a las almas. Obedec\u00eda a mi instinto, naturalmente recto, complaci\u00e9ndome tambi\u00e9n de ser citada como modelo. Esto me ha salvado, muy probablemente, de pasos falsos. Era, quiz\u00e1s, el fruto natural de tantas oraciones puras hechas en la infancia y despu\u00e9s en la adolescencia, en el colegio, que me alcanzaban el permanecer buena al menos seg\u00fan el concepto humano y de llevar as\u00ed a otros a serlo.
Despu\u00e9s, hecha la luz en m\u00ed, comprend\u00ed que era necesario elevar la bondad natural a un plano sobrenatural, preocup\u00e1ndose no de lo \u00fatil que podemos tener en esta vida por ser buenos, sino de lo que ser\u00e1 \u00fatil en la vida eterna. Comprend\u00ed que es necesario ser buenos y llevar a otros a serIo, no por nuestra alegr\u00eda, sino por \u00abatenci\u00f3n\u00bb a Jes\u00fas.
Helo aqu\u00ed. Encontrada esta verdad lo encontr\u00e9 todo, y todo cambi\u00f3. Empernada toda mi forma de existir sobre el amor, tambi\u00e9n mi modo de actuar cambi\u00f3 m\u00e9todo y aspiraci\u00f3n. Por ello, desde 1923, dej\u00e9 caer cada vez m\u00e1s abajo y en la sombra mi yo humano, con todas sus humanas sensaciones, ideas, obras, etc., etc., y sin nunca m\u00e1s reflexionar sobre aquello que pod\u00eda, humanamente, producirme el seguir el camino de Dios, me ocup\u00e9 s\u00f3lo de aquel camino por el que encauc\u00e9 a m\u00ed misma y… aspir\u00e9 detr\u00e1s de m\u00ed misma a muchos otros.
La primera criatura llevada a Dios con la palabra y con la oraci\u00f3n -se lo he dicho ya 15- fue una viejecita de m\u00e1s de 70 a\u00f1os, y despu\u00e9s, arriba, arriba, con un modo o con otro, he pescado otros pececillos meti\u00e9ndoles en el vivero del Se\u00f1or. Desgraciadamente he tenido algunos tan… vivaces que una vez pescados se han escabullido de nuevo, prefiriendo el barro fangoso y el agua p\u00fatrida y estancada a la ola pura, cristalina, beatificante del divino vivero.
Pero los abandonos de algunos, mis derrotas, no me han amilanado. He continuando lo’ mismo hablando de Dios incluso cuando estaba convencida de hablar a un coraz\u00f3n impenetrable. He continuado orando y actuando indiferente a las iron\u00edas, a los desaires, a las desilusiones. \u00a1Algo bueno quedar\u00e1 en esos corazones! \u00bfNo le parece? Y Dios har\u00e1 el resto. Las derrotas sirven para mostrarme que yo sin la ayuda de Dios soy menos de cero. Las victorias sirven para mostrarme que la benignidad de Dios es tan<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
paterna y grande que est\u00e1 siempre dispuesta a escucharnos cuando pedimos cosas justas, y ayudamos cuando trabajamos en su honor.
Le he hablado de aquella ni\u00f1a, salvada de la muerte 16. Y no me repito. Hablando le he dicho que ni uno de aquellos que he encomendado al Se\u00f1or, entre los combatientes, ha perecido. Le puedo tambi\u00e9n a\u00f1adir que muchas de las cosas que pido de parte de otros las obtengo. M\u00e1s bien es dif\u00edcil que no las obtenga. Jes\u00fas es tan bueno que no me niega nada de aquello que yo pido para mis hermanos. Si acaso es m\u00e1s reacio conmigo, para cosas que yo pido para m\u00ed misma.
Pero quiz\u00e1s depende de que yo rezo m\u00e1s por los dem\u00e1s que por m\u00ed y tambi\u00e9n del hecho de que para m\u00ed no recurro a ciertos medios… draconiano s que ponen al buen Jes\u00fas en la imposibilidad de negarme una cosa. Quiz\u00e1s tambi\u00e9n depende de que yo… s\u00e9 decir \u00abgracias\u00bb a Jes\u00fas cuando me concede un favor. \u00a1Son tan pocos los que saben decide ese \u00abgracias\u00bb que no se niega siquiera al barrendero que nos limpia la acera!… Se trata al buen Dios como a un siervo obligado a satisfacemos… y el buen Dios desea tanto o\u00edr decir: \u00ab\u00a1Gracias, Padre!\u00bb.
De mis muchachas puedo decir que he puesto en ellas una huella que no morir\u00e1, aunque si por ahora, al menos en una, parece huella destruida. En mis amigos lo mismo y lo mismo en mis antiguas oyentes de cuando daba las conferencias.
S\u00ed, puedo decir, sin falsas modestias, que no he pasado in\u00fatilmente sobre la tierra. Como puedo decir que he visto y veo llover en mis manos las gracias que pido. Dulce lluvia que yo derramo sobre los corazones, contenta s\u00ed por ella, obtenida incluso a precio de sangre, un alma se vuelve a Dios y se estrecha a \u00c9l cada vez m\u00e1s. Estoy tan contenta cuando oigo decir a uno por el cual he orado: \u00ab\u00a1He obtenido la gracia!\u00bb. Contenta porque pienso que en aquella hora, ese est\u00e1 con el coraz\u00f3n contento y por ello es bueno, contenta porque cada vez me convenzo m\u00e1s de c\u00f3mo Jes\u00fas me ama.
Hay una Religiosa m\u00eda, ahora Provincial en Roma, que dice abiertamente que se ha dado cuenta de que aquello que yo pido lo obtengo y que por ello cuenta conmigo. \u00a1Oh! pero la pobre Mar\u00eda lo obtiene todo porque ha sabido hacer como Jes\u00fas: ponerse en la cruz. y despu\u00e9s, confiar, confiar, en Jes\u00fas, con una confianza mucho m\u00e1s grande de la que tuve en mi padre.
Muchos no obtienen porque no saben dirigirse a Dios como a un verdadero Padre, Hermano,.Esposo, y le hablan con afectaci\u00f3n. Parecen los discursos ampulosos de las antiguas tragedias o de los embajadores: \u00abSe\u00f1or, en este fastuoso d\u00eda… Con el \u00e1nimo a vuestros.
pies nos humillamos etc., etc.,\u00bb. \u00a1Oh! \u00a1no! No es mi estilo. Yo con la sonrisa, con las l\u00e1grimas, con la sencillez, la insistencia, la seguridad, hablo a Jes\u00fas hasta que \u00c9l sonr\u00ede… y cuando sonr\u00ede la gracia es segura.
Y no es para decir que pida poco. \u00a1Soy una demandante que nunca se da por contenta! \u00a1Pero el Se\u00f1or es tan feliz de hacerle de Rey que derrama sus tesoros! A veces es talla lluvia de gracias que obtengo, que me quedo asombrada, conmovida, extasiada.
Quiz\u00e1 no deber\u00eda decir as\u00ed, por humildad. Pero miro a Mar\u00eda mi Madre, la Humilde por excelencia… y yo Mar\u00eda, de una peque\u00f1ez de hormiga respecto a Ella, la imito cantando el Magnificat, porque tambi\u00e9n en m\u00ed el Se\u00f1or, sin mirar la peque\u00f1ez de su sierva, \u00a1ha hecho grandes cosas!<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
22 de mayo<\/p>
Yo me s\u00e9 explicar mal, probablemente porque soy una flor salvaje nacida, florecida, crecida \u00fanicamente por voluntad de Jes\u00fas y no s\u00e9 de vocablos m\u00edsticos, no conozco los matices de las asc\u00e9tica. Nada. Amo porque amo. Vivo como Dios quiere. Gozo o padezco aquello que Dios me manda o me permite. Pero no s\u00e9 decir los \u00abnombres\u00bb de esto o aquello que yo siento.
Usted me hace preguntas a las cuales no s\u00e9 responder, y como no quiero hacer caer en error. a nadie dando por mi cuenta un concepto que no responda a la verdad, humildemente le digo lo que s\u00e9, como lo s\u00e9, y nada m\u00e1s. Quiz\u00e1s usted leyendo y hablando conmigo entender\u00e1 mejor que yo a qu\u00e9 punto estoy.
Hace poco me ha preguntado si yo alguna vez he estado absorbida en Dios hasta el punto de no advertir nada m\u00e1s.
Pues no s\u00e9 si he entendido bien su pensamiento. Si usted habla del \u00e9xtasis, como se entiende normalmente, ciertamente no lo he tenido nunca. Si en cambio habla de ese sentido ext\u00e1tico en el cual no est\u00e1 suspendida la vitalidad humana, pero toda la vitalidad est\u00e1 concentrada en un punto, polarizada en \u00e9l, de modo que cualquier otra cosa pierde valor y se vive entre las cosas de cada momento como circundados por un vestido que nos a\u00edsla y protege, haciendo a nuestro alrededor como un velo de fuego dentro del cual nos movemos y actuamos mirando \u00fanicamente el fulero que nos atrae, entonces s\u00ed, lo he tenido muchas veces. Todo el mundo, que nos apremia alrededor, pierde forma y valor hasta el punto de aparecernos (durante unos instantes) como algo quim\u00e9rico mientras que la realidad verdadera es lo que las potencias de nuestra alma adoran, absorben, viven. No s\u00e9 si me he explicado.
Creo que si esto durase matar\u00eda en poco tiempo. Pero creo tambi\u00e9n que quien ha vivido, aunque s\u00f3lo una vez, tal experiencia m\u00edstica, queda signado para toda la vida. Es como un crecimiento de nuestra vitalidad espiritual, un pasaje de una edad menor a una edad mayor por lo cual, despu\u00e9s de cada inmersi\u00f3n en esta experiencia m\u00edstica, nos encontramos crecidos en gracia y en sabidur\u00eda espiritual. Y as\u00ed permanecemos para siempre, si sabemos ser dignos de ello.
No s\u00f3lo, hasta creo que, aunque si por debilidad humana, tenemos alguna vez una ca\u00edda, pero no poniendo en ello la malicia, la gracia conseguida anteriormente no se anula: queda entorpecida, esto s\u00ed, de modo que se retrasa el episodio de una nueva inmersi\u00f3n en la \u00abalegr\u00eda de gustar y ver la esencia de Dios\u00bb (creo que lo que se prueba sea esto), pero no se pierde el beneficio conseguido. S\u00f3lo actuando con persistente, consciente malicia, se pierde.
Es necesario pensar que esta \u00abalegr\u00eda\u00bb, que nos abstrae de lo sensible humano para sumergirnos en un sobre sensible divino, nos viene donada por Dios y por ello de un Ser que no desperdicia sus dones don\u00e1ndolos con imprevista prodigalidad. Se supone por ello que \u00c9l, junto con el don, d\u00e9 otras fuerzas aptas a hacernos capaces de defender su don en nosotros, contra los enemigos que est\u00e1n en nosotros mismos: la carne, las pasiones, etc. etc., y por ello s\u00f3lo una querida, sacr\u00edlega malicia puede hacernos incapaces de conservar el don de Dios en nosotros.
\u00a1Si al menos me hubiera explicado bien! Pero repito: soy una analfabeta en la ciencia m\u00edstica. y por ello digo con palabras humanas aquello que es sobrehumano.
Hoy me hab\u00eda venido a los labios una pregunta que me quema saber: \u00ab\u00bfHa sentido<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
mis oraciones en estos d\u00edas? \u00bfHan conseguido el fin por el cual las hac\u00eda?\u00bb. No le he preguntado nada; poniendo tambi\u00e9n este peque\u00f1o sacrificio en la hoguera donde ardo por tantas cosas, de tantos modos. \u00c9stas parecen tonter\u00edas. Pero a veces cuestan una verdadera fatiga. Se suda para cumplirlas…
\u00a1Oh! Padre, \u00a1qu\u00e9 martirizante es el amor! \u00a1El amor cuando precipita con toda su violencia en un coraz\u00f3n que es demasiado peque\u00f1o para contenerlo!
\u00a1Oh! Padre, \u00a1c\u00f3mo entiendo el deseo, la necesidad de los enamorados de Cristo de poner soledad alrededor de sus ardores! C\u00f3mo deseo la noche que me da la ocasi\u00f3n de estar sola, cuando el amor me embriaga, me tortura, me da l\u00e1grimas y risas.
\u00a1Si le pudiera hacer ver lo que siento! Entiendo, en ciertos momentos, c\u00f3mo se pueda morir de amor. Y sin embargo, por nada del mundo, quisiera ser librada de esta suav\u00edsima angustia que es agon\u00eda para la carne, que no puede soportar la fuerza sin sentir que se rompe, y que es bienaventuranza para el esp\u00edritu.
Pienso en una frase del Cantar de los Cantares, cuyo recuerdo me aletea en la mente: \u00abExtendedme sobre las flores, apoyadme en los manzanos, porque peno de amor\u00bb. Me parece que diga as\u00cd… y dice tan bien porque realmente se siente languidecer destruidos por el amor.<\/p>
24 de mayo<\/p>
\u00a1Qu\u00e9 bueno es el Se\u00f1or! Cuando yo contemplo la bondad infinita de Dios siento que el coraz\u00f3n se me derrite de gratitud y de amor. Y tambi\u00e9n de dolor porque veo qu\u00e9 pocos son aquellos que ven cu\u00e1n bueno sea el Se\u00f1or.
Muchos para decirle \u00abbueno\u00bb quieren de \u00c9l cosas estrepitosas, para despu\u00e9s proclamarle no bueno si apenas a uno le roza algo desagradable. Pero es \u00abbueno\u00bb siempre, es un verdadero \u00abPap\u00e1\u00bb para sus hijos fieles, y es bueno tambi\u00e9n con los menos fieles para los que dispensa infinitos tesoros de amor paciente que sabe esperar el arrepentimiento.
\u00a1Pero con sus hijos fieles! Con los que ponen su mano de hijos en su mano de Padre y van as\u00ed, mir\u00e1ndole con el santo, amoroso orgullo de hijos enamorados del padre, \u00a1oh!
\u00a1con esos, qu\u00e9 poema, qu\u00e9 perfecci\u00f3n de bondad obra Dios!
Tiene previsiones conmovedoras de todas las horas, de todos los acontecimientos. \u00c9l convierte en realidad no s\u00f3lo las necesidades sino tambi\u00e9n los m\u00ednimos deseos de sus peque\u00f1os hijos fieles y nos da estas realidades como dones, como premios, precisamente como un buen \u00abPap\u00e1\u00bb, para alegrarnos.
Pienso en esa frase evang\u00e9lica: \u00abNo hay nadie que haya abandonado casa y parientes por amor m\u00edo que no reciba el c\u00e9ntuplo ahora, y en el futuro la vida eterna\u00bb; y en la otra: \u00abDad y se os dar\u00e1; una medida buena, apretada, colmada, rebosante, ser\u00e1 derramada en vuestro regazo\u00bb.
S\u00ed, es justamente as\u00ed. A quien pone a Dios sobre todas las cosas y hace de Dios su centro, del trabajo por el Se\u00f1or su fin, Dios le dona no s\u00f3lo la merced proporcionada a lo cumplido sino el \u00abciento\u00bb, hasta lo superfluo, en medida desbordante, porque Dios es tan gran Se\u00f1or que puede cubrir de tesoros desmesuradamente a sus s\u00fabditos fieles, y es tan buen Padre que alegr\u00eda es para \u00c9l, en la alegr\u00eda de su Esencia, dar la alegr\u00eda a sus criaturas… Ni pueden temer consumirse sus tesoros de Rey y de Padre porque, como de inagotable fuente, desborda del seno de la Triada Eterna un continuo fluir de potencia que se desarrolla en gracias para los que lo aman.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
28 de mayo
Ma\u00f1ana del 28 de mayo, viernes<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00c9sta es una lecci\u00f3n toda para ti.
Yo soy tu Maestro y t\u00fa lo reconoces. Tu reconocimiento me alegra. Pero quiero que tu reconozcas toda la profundidad de cuanto opero en ti. Muchas cosas te he ense\u00f1ado y muchas te ense\u00f1ar\u00e9 a\u00fan porque todav\u00eda est\u00e1s muy lejos de ser como Yo te quisiera.
Una de las \u00faltimas cosas ense\u00f1adas ha sido la potencia del silencio. Te la he dado a entender mostr\u00e1ndote 17 a M\u00ed que callo ante mis acusadores de ahora y de antes, ante Pilatos, y los Pilatos, que no me acusan y, humanamente, no me desprecian, pero que por miedo no me defienden. He visto que tu has entendido esta lecci\u00f3n y que estabas deseosa de imitarme, a\u00fan reconociendo que por ti misma no lo habr\u00edas logrado nunca.
Tu deseo y tu humildad me han inducido a obrar. Yo obro siempre cuando veo en alguien la disposici\u00f3n para dejarse modelar. No soy s\u00f3lo Maestro; soy tambi\u00e9n M\u00e9dico y s\u00e9, como m\u00e9dico, que ninguna visita y ning\u00fan diagn\u00f3stico bastan para curar si el enfermo se resiste a someterse al m\u00e9dico. No es la palabra la que salva: es la obra. As\u00ed pues, Yo he obrado en ti estrech\u00e1ndote contra mi Coraz\u00f3n.
Ama mi Coraz\u00f3n, Mar\u00eda, porque \u00e9l te ha sanado de uno de tus defectos principales: la vehemencia, la resistencia, la falta de flexibilidad ante las cosas de cada momento. Fastidiosas, chocantes, injustas, es cierto, pero que es necesario transformar en \u00fatiles, justas, amadas, pensando en la vida eterna donde las encontrar\u00e9is. Estrechada contra mi Coraz\u00f3n, y t\u00fa sabes cu\u00e1l fue la ma\u00f1ana en la que \u00e9l no s\u00f3lo te habl\u00f3 18 sino que te purific\u00f3 con sus llamas. Por ello tu humanidad ha cambiado, perdiendo mucho de vuestra humanidad podr\u00eda decir: de la animalidad- y adquiriendo mucho de mi huma- nidad.
Otras cosas obrar\u00e9 en ti, si te veo siempre voluntariosa y humilde, como otras he obrado ya para hacerte m\u00e1s agradable a nuestro Padre. Te has dado cuenta de haber sido curada de muchas cosas y por Qui\u00e9n. De otras, tan suave ha sido mi mano que ni te has dado cuenta.
Pero piensa esto, para no equivocarte, cuando te miras con sorpresa viendo que en tus brazos nacen plumas transform\u00e1ndose en alas: todo el bien que ves que ha nacido donde antes hab\u00eda hierbajos y ra\u00edces de mal es m\u00edo, te lo he donado Yo. Por ti misma no habr\u00edas podido nada no obstante tu buena voluntad.
Por la \u00faltima cosa obrada en ti, por la que has llegado a ser imitadora m\u00eda en el silencio que es prudencia, que es caridad, que es sacrificio, y que me complace m\u00e1s que el incienso, me has alabado proclamando que Yo hab\u00eda hecho la gracia. Este reconocimiento me impulsa a obrar m\u00e1s.
Soy Maestro y M\u00e9dico, pero tambi\u00e9n soy Padre. Y si no fuera el Hombre Dios quisiera decir: soy Madre para todos vosotros porque como una Madre Yo os llevo, os nutro, os cuido, os instruyo, lloro por vosotros, de vosotros me glor\u00edo. El amor de un padre ya es distinto. El amor de una madre es el amor de los amores, despu\u00e9s del de Dios. Es por esto que sobre la cruz os he dado a mi Madre. No os he confiado al Padre<\/p>
17 En la Autobiograf\u00eda est\u00e1n desveladas o bosquejadas las manifestaciones que la escritora hab\u00eda tenido ya sobre la pasi\u00f3n del Se\u00f1or
18 El primer dictado es del 23 de abril<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
de quien, muriendo, os rescataba. Os he dado a la Madre porque erais informes o reci\u00e9n nacidos y se necesitaba un seno de Madre para vosotros.
Sed, s\u00e9 para m\u00ed una hija que reconoce los cuidados dados a su ni\u00f1ez espiritual. Observa los nacidos de mujer: pocas luces en el pensamiento rudimental de un reci\u00e9n nacido, pero lo ves sonre\u00edr y acariciar el pecho del que le viene la leche. Observa los nacidos de las bestias: aman el seno materno que les nutre, aman el ala que los cubre.
T\u00fa, mujer hija de mujer, t\u00fa, criatura hecha a semejanza de Dios, no seas inferior a los nacidos de los animales. Reconoce siempre mi seno que te cr\u00eda, nutre e instruye, y \u00e1malo con un amor que me compensa y me impulsa a cuidarme de ti cada vez m\u00e1s. No te canses de amar. T\u00fa sabes lo que quiero decir. No te canses de amar si no quieres que yo me canse de obrar.
Ve en paz, ahora. Recuerda, escucha y ama. Sabes lo que quiero decir. As\u00ed me har\u00e1s feliz. Soy Jes\u00fas, el Jes\u00fas que es el Salvador\u00bb.<\/p>
31 de mayo Inmediatamente tras la Sta. Comuni\u00f3n<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfSabes por qu\u00e9 te impresionas incluso de una nader\u00eda y no quisieras cometerla? Porque Yo estoy en ti. Donde estoy Yo no puede subsistir nada que tenga ni tan siquiera el m\u00e1s lejano parentesco con lo impuro. La sensibilidad de un alma entregada a M\u00ed es tal que hasta la m\u00e1s exigua tela de ara\u00f1a de mal le resulta gravosa, insopor- table, m\u00e1s repugnante que un mar de fango a quien no est\u00e1 conmigo.
Pero esto no es por m\u00e9rito del alma. Tan s\u00f3lo porque all\u00ed estoy Yo. El m\u00e9rito del alma, si lo hay, es s\u00f3lo uno: su buena voluntad de tenerme y tenerse en M\u00ed. Recu\u00e9rdalo y no te glor\u00edes de lo que no es tuyo sino m\u00edo. Humildad siempre si Yo debo actuar.
A los ojos del mundo tu eres c\u00e1ndida como la nieve alpina. Pero ante mis ojos a\u00fan est\u00e1s parda por el polvo que te recubre. \u00bfC\u00f3mo est\u00e1 formado el polvo? Por part\u00edculas tan min\u00fasculas que no se ven a simple vista. Pero muchas, juntas, forman una capa gris\u00e1cea que empa\u00f1a y ensucia las cosas. No hay que tener encima grandes piedras para morir sofocados o aparecer feos. Tambi\u00e9n un pu\u00f1ado de polvo puede matar por asfixia y siempre afea.
Las piedras son los pecados mortales. El polvo los pecados veniales. Tambi\u00e9n las imperfecciones son polvo; m\u00e1s [\u00a1no, pero siempre polvo. Y hay que quitarlo porque si se acumula, por mucho que cada mol\u00e9cula sea impalpable, insignificante, acaba por asfixiar el \u00e1nimo y ensuciarlo. El mundo no la ve. Yo s\u00ed. Hay cosas c\u00e1ndidas, aparen- temente, pero que no lo son. Hay cosas puras, aparentemente, pero que no lo son. No por propia voluntad sino porque otras voluntades las han manchado y corrompido. Mientras haya vida hay peligro. Es la misma vida la que es peligro.
Mira la nieve. \u00a1Qu\u00e9 blanca es! Se form\u00f3 all\u00ed arriba, en mi cielo. Mira el lirio. \u00a1Qu\u00e9 perlado! Yo he creado su seda. Pero si t\u00fa los miras, la nieve y el lirio, con un microscopio ves cuantos g\u00e9rmenes impuros se han mezclado, al caer atravesando los espacios, antes de posarse sobre la tierra, en el copo de nieve m\u00e1s c\u00e1ndido; ves cuan- tas motas de polvo microsc\u00f3picas deslucen la ang\u00e9lica seda del lirio reci\u00e9n abierto. Y la nieve y el lirio, como cosas inanimadas, no tienen culpa si esto sucede.
Pero el alma racional s\u00ed. \u00c9sta puede vigilar y prever. \u00bfC\u00f3mo? Con el amor. El amor es el microscopio del alma. Cuanto m\u00e1s uno me ama y ve las cosas a trav\u00e9s de M\u00ed, m\u00e1s<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
ve las manchitas de su conciencia. \u00c9stas no me alejan porque Yo s\u00e9 c\u00f3mo est\u00e1is hechos. Pero no me alejan si el alma las sufre como inevitables pero no las provoca y, m\u00e1s a\u00fan, trata de limpiarse inmediatamente. Recu\u00e9rdalo siempre.
Yo permanezco. A\u00fan m\u00e1s, t\u00fa debes tratar de tenerme m\u00e1s a menudo, tambi\u00e9n sacramentalmente. Nada mejor que mi Sangre para lavar lo pardo de tu alma y hacerla digna del Rey, de M\u00ed. Has visto lo que ha pasado cuando no me han tra\u00eddo a ti… Tan s\u00f3lo mi potencia, obrando un milagro continuo, ha podido sacarte adelante igualmente, mantenerte la vida del esp\u00edritu bajo el polvo que se acumulaba y que no se limpiaba con mi Sangre.
\u00a1Pero no hay que pretender y osar demasiado! Yo te he salvado para mis fines que no deben juzgarse ni tan siquiera indagar. Ahora todo vuelve a su cauce, porque el milagro es la excepci\u00f3n. Y tu debes alimentarte de M\u00ed para ser cada vez m\u00e1s digna de M\u00ed, poniendo de tu parte: infinito amor, todo cuanto puedas exprimir de tu ser hasta quedar exhausta, infinita voluntad de bien, infinita atenci\u00f3n, infinita humildad, reconociendo tu nada y mi Todo, e infinita voluntad de pureza. Sobre \u00e9sta me basta esto, por ahora, y la separo a prop\u00f3sito de la voluntad en general, como voluntad excelsa.
Estamos en tiempos de alarmas y si no vigil\u00e1is el enemigo os ataca. Pero \u00bfqu\u00e9 son las bombas y los ataques del enemigo, que s\u00f3lo pueden matar el cuerpo, respecto de las insidias del Enemigo que quiere matar vuestra alma? \u00a1Esa alma que Yo he rescatado al precio de un Dolor y de una Sangre que no tienen precio! Sube a mi monte, ag\u00e1rrate a mi Cruz y vigila por ti, sobre ti, sobre muchos. Y ora.
Yo te amo y la alegr\u00eda que sientes en ti es la prueba de mi amor y de que t\u00fa me satisfaces bastante. Cuando Yo estoy en paz con un coraz\u00f3n, doy paz y alegr\u00eda. \u00c9ste es el signo.
Respecto del futuro… \u00a1\u00bfQu\u00e9 quieres saber, pobre alma?! No est\u00e1s lejos de la verdad, y esta ma\u00f1ana la has rozado… Pero \u00bftendr\u00edas el valor de conocerla plenamente? Da gracias a mi misericordia que, por ahora, te la esconde en una buena parte. Ora. Pentecost\u00e9s est\u00e1 cerca.
Con relaci\u00f3n al Padre dile: \u00abQuien vive en caridad y en pureza est\u00e1 ya sobre un calvario y me place. A M\u00ed me toca dar a cada uno, en la manera que prefiero, la cruz que le corresponde\u00bb.
Ve. Mi paz te doy\u00bb.<\/p>
Y ahora hablo yo.
Esta ma\u00f1ana, abriendo al azar el Evangelio, se me abri\u00f3 primero por el cap\u00edtulo: \u00abEnse\u00f1anzas de Jes\u00fas. S. Mateo cap. 5\u00bb, despu\u00e9s el primer cap\u00edtulo de S. Lucas y precisamente del vers\u00edculo 8 al vers\u00edculo 24. Llegando al v. 20 he tenido una sacudida que se ha repetido m\u00e1s fuerte en el v. 24. Se lo he mencionado esta ma\u00f1ana.
Como a trav\u00e9s de los velos o de las distancias he entendido que all\u00ed hay una referencia a todos nosotros. Pero no he visto claramente. Sin embargo me he quedado bajo esta penosa impresi\u00f3n que perdura como gota de amargura en medio de la dulzura que me inunda.
Le ruego que guarde para s\u00ed todo cuanto le digo y le escribo. Crea que me cuesta mucho tener que decir y hacer conocer ciertas cosas. \u00a1Me parece tan imposible que me sucedan! Y pensar que es una Voluntad tan prepotente que no deja en paz hasta que no se le ha hecho caso.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Esta ma\u00f1ana he tenido que dejar a medias la acci\u00f3n de gracias de la Comuni\u00f3n, porque ya no comprend\u00eda nada de lo fuerte que sonaban las otras palabras imponi\u00e9ndose para ser escritas. Despu\u00e9s, al fin, he podido rezar. Pero antes he tenido que dejarlo. Y despu\u00e9s me he quedado con el eco de aquellas palabras en el coraz\u00f3n, y las voy meditando. Por mi parte no habr\u00eda podido a\u00f1adir nada aparte de esta aclaraci\u00f3n.<\/p>
1 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPara ser salvados, \u00a1oh pobres hombres que tembl\u00e1is de miedo!, bastar\u00eda que vosotros, como hijos verdaderos y no como bastardos de los que Yo soy el Padre tan solo de nombre mientras que el verdadero padre es el otro, supierais arrebatar de mi Coraz\u00f3n una chispa de mi Misericordia. Y no quisiera m\u00e1s que dej\u00e1rmela arrebatar.
Estoy con el pecho abierto para que pod\u00e1is llegar a mi Coraz\u00f3n con mayor facilidad. He dilatado la herida de la lanza en mi Coraz\u00f3n para que pod\u00e1is entrar en \u00e9l. Y no favorece. He utilizado vuestras innumerables ofensas como cuchillo sacrificador para reabrirla cada vez m\u00e1s porque el Amor sabe hacer esto. Hasta el mallo convierte en bien, mientras que vosotros utiliz\u00e1is todo el bien que os he dado -y hasta me he dado a M\u00ed mismo que soy el Bien Sumo- de forma tan obscena que se convierte en instrumento de mal para vosotros.
Estoy con mi Coraz\u00f3n abierto que gotea sangre, como de mis ojos fluyen l\u00e1grimas. Y caen, sangre y llanto, in\u00fatilmente en la tierra. La tierra es m\u00e1s benigna que vosotros con su Creador. Abre sus arenas para recibir la Sangre de su Dios. Y vosotros, en cambio, me cerr\u00e1is vuestro coraz\u00f3n, \u00fanico c\u00e1liz en el que Ella quisiera descender para encontrar amor y donar alegr\u00eda y paz.
Miro mi reba\u00f1o… \u00bfM\u00edo? Ya no es m\u00edo. Erais mis ovejas y os hab\u00e9is ido de mis pastos… Fuera hab\u00e9is encontrado al Maligno que os ha seducido y no os hab\u00e9is vuelto a acordar de que con el precio de mi Sangre Yo os hab\u00eda reunido y salvado de los lobos y de los mercenarios que os quer\u00edan matar. Yo he muerto por vosotros, para daros la Vida y la Vida plena como Yo la tengo en el Padre. Y vosotros hab\u00e9is preferido la muerte. Os hab\u00e9is puesto bajo el signo del Maligno y \u00e9l os ha transformado en machos cabr\u00edos salvajes. Ya no tengo reba\u00f1o. El Pastor llora.
Tan s\u00f3lo me ha quedado alguna corderita fiel, dispuesta a ofrecer su cuello al cuchillo del inmolador para mezclar su sangre, no inocente pero amante, con la m\u00eda inocent\u00edsima, y colmar el c\u00e1liz que ser\u00e1 alzado el \u00faltimo d\u00eda, para la \u00faltima Misa, antes de que se\u00e1is llamados al tremendo Juicio. Por aquella Sangre y por aquellas sangres, en la hora final, Yo podr\u00e9 cosechar mi \u00faltima mies entre los \u00faltimos salvados. Todos los dem\u00e1s… Servir\u00e1n como paja para el reposo de los demonios y como ramajos en el incendio eterno.
Pero mis corderitas estar\u00e1n conmigo. En un lugar elegido por M\u00ed para su bienaventurado descanso tras tanta lucha. El lugar es distinto del de los salvados. Para los generosos hay un puesto especial. No entre los m\u00e1rtires y no entre los salvados. Son menos que los primeros y mucho m\u00e1s que los segundos y est\u00e1n en el medio entre las dos hileras.
Perseverad, vosotros que me am\u00e1is. Por aquel lugar merece la pena toda la fatiga presente porque es la zona de los corredentores, a la cabeza de los cuales est\u00e1<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Mar\u00eda, mi Madre\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abCreen que la penitencia sea algo in\u00fatil, superado, una pac\u00edfica man\u00eda. S\u00f3lo la penitencia y el amor tienen peso a los ojos de Dios para detener los acontecimientos y desviarlos.
Ten\u00e9is m\u00e1s necesidad de amor que de pan. Pero por el pan os afan\u00e1is a procur\u00e1oslo, rob\u00e1ndoos el mendrugo los unos a los otros como perros hambrientos y, en realidad, difer\u00eds poco de ellos, dispuestos como est\u00e1is a destrozaros por un pu\u00f1ado de tierra y por un humo de orgullo. Mientras que para adquirir y poseer el amor no hac\u00e9is nada. No os cuid\u00e1is de ello.
Pero \u00bfsab\u00e9is, oh desgraciados, lo que hac\u00e9is descuidando el amor? Perd\u00e9is a Dios, su ayuda en la tierra, su visi\u00f3n en el cielo. \u00bfQu\u00e9 debo hacer para haceros entender esto si mis flagelos no bastan, si mis bondades no sirven? \u00bfC\u00f3mo debo hacer descender al Par\u00e1clito, en qu\u00e9 forma, para que os invista y os salve? Si el globo de fuego llevado por el viento veloz descendiera, para una nueva Pentecost\u00e9s, sobre cada uno de vosotros – no dividi\u00e9ndose en llamitas que fueron suficientes, entonces, sobre los pobres pescadores, rudos e ignorantes pero amantes de M\u00ed- descendiera pleno sobre cada uno de vosotros, no bastar\u00eda igualmente para encenderos de Dios. Antes deber\u00edais desalojar el alma de vuestros falsos dioses, y no lo quer\u00e9is hacer porque los prefer\u00eds a M\u00ed, Dios verdadero.
Est\u00e1is perdidos, si no se cumple un milagro. Volveos y orad al Amor\u00bb.<\/p>
2 de junio.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEn este mes dedicado a mi Coraz\u00f3n y que este a\u00f1o re\u00fane las solemnidades que son otras tantas manifestaciones de amor hacia Nosotros, Trinidad divina, \u00bfqu\u00e9 hac\u00e9is vosotros? Es un mes de amor y vosotros lo convert\u00eds en un mes de infierno que odia. Y as\u00ed tambi\u00e9n el mes de Mar\u00eda, mi Madre, y as\u00ed Abril, en el que Yo mor\u00ed, hace ya 20 siglos, y que os trae de nuevo mi Pascua. Para vosotros es siempre as\u00ed.
El amor, la bondad, la quer\u00e9is s\u00f3lo de Dios y en Dios. Pero vosotros no quer\u00e9is amarnos, amaros, ser buenos. S\u00ed. No quer\u00e9is amarnos. Vuestras oraciones son in\u00fatiles porque fluyen a vuestros labios no por el amor sino por el ego\u00edsmo. Quer\u00e9is ser preservados del mal. Pero no dec\u00eds: \u00abPero que se haga lo mismo a nuestros enemigos\u00bb. No. Para ellos suplic\u00e1is destrucci\u00f3n y ruinas. Aquello que no quer\u00e9is para vosotros. No hay latido en vosotros que no tenga por secreto resorte odio y ego\u00edsmo. Y as\u00ed vuestras oraciones parecen globos que suben por una estrecha v\u00eda y despu\u00e9s explotan recayendo al suelo.
Probad a oramos con amor, amor por todos, y Yo os ayudar\u00e9. \u00abQue si hac\u00e9is el bien a quien os quiere, \u00bfqu\u00e9 m\u00e9rito ten\u00e9is?\u00bb. Sed semejantes a Nosotros que hacemos llover sol yagua sobre justos e injustos, dejando s\u00f3lo a nosotros el derecho de juzgar, cuando llegue la hora.
La Ley y la Palabra son siempre iguales, son siempre aqu\u00e9llas, hijos que no nos am\u00e1is. Veinte siglos son nada ante la::; verdades eternas. Yo, el Verbo, no he venido a cambiar la Ley. Ni siquiera Yo que soy el Verbo. Y vosotros la hab\u00e9is cambiado porque sobre mi Ley y sobre mi Palabra hab\u00e9is puesto una superposici\u00f3n de vuestras necias<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
palabras, de vuestras leyes ciegas y crueles. Hab\u00e9is cre\u00eddo cambiar as\u00ed la Ley y la Palabra, y progresar.
S\u00ed. Hab\u00e9is progresado. Pero como uno que no vea m\u00e1s la luz hab\u00e9is progresado no hacia la meta: Dios, sino hacia el punto opuesto. Hab\u00e9is retrocedido hacia la animalidad. Est\u00e1is matando vuestra alma. \u00bfC\u00f3mo? \u00bfSab\u00e9is gritar por los espacios: \u00abSalvad vuestras almas\u00bb y despu\u00e9s las mat\u00e1is vosotros? Pero cuando un naufragio hunde una nave, solamente vuestros cuerpos mueren y mis \u00e1ngeles est\u00e1n preparados a llevar a los cielos las almas de aquellos que han expirado con mi nombre y el de Mar\u00eda, mi Madre, en los labios. Mientras vosotros, en el naufragio de vuestra filiaci\u00f3n de hijos de Dios, mat\u00e1is vuestras almas. \u00a1Oh! \u00a1pobre Coraz\u00f3n m\u00edo!
Hablo contigo, Mar\u00eda, que sabes lo que quiere decir ser desamada, ofendida, no reconocida, traicionada, y que lo has sufrido hasta enfermarte. T\u00fa puedes entender mi tormento compar\u00e1ndolo con el tuyo.
El amor ignorado es un tormento. Y el m\u00edo es un infinito amor infinitamente ignorado. No son dos o tres personas las que han faltado, como contigo. Para M\u00ed son millones de personas que en veinte siglos me han desamado, ofendido, despreciado. Y mi Coraz\u00f3n, que ama con la perfecci\u00f3n de un coraz\u00f3n divino, se ha dilatado en el sufrimiento del dolor. La lanzada no ha sido dolorosa en comparaci\u00f3n con las heridas que me ha infligido, en veinte siglos, en el Coraz\u00f3n, la raza humana. Yo soy Dios y no padezco enfermedad humana; pero en cambio padezco, en mi Humanidad, el dolor. Y vosotros me dais un dolor infinito y continuo.
Debo refugiarme en el coraz\u00f3n de mi Madre para superar ciertas horas de sufrimiento atroz por vuestras indignidades, debo mirar a mis confesores para atenuar el amargor de lo que sois vosotros, hombres, para M\u00ed que os he amado hasta morir. No queremos coronas preciosas sobre las cabezas de las im\u00e1genes que me representan y representan a la Madre m\u00eda y vuestra, mientras que vosotros nos clav\u00e1is continuamente espinas junto a las cuales las de mi corona eran rosas.
Una \u00fanica corona queremos de vosotros: \u00abVuestro amor\u00bb. Un amor que sea verdadero, de cada hora, en cada ocasi\u00f3n. Bastar\u00eda que esto ocurriera en pocos corazones, en cada naci\u00f3n, para que el mal fuera vencido por el Bien. \u00bfNo bastaron doce verdaderos ap\u00f3stoles, apoyados en el Coraz\u00f3n de Mar\u00eda, para llevar al mundo la Caridad? Pero vosotros ahora sois peor que los Gentiles y que los Jud\u00edos\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abEsto es para ti. Considera el valor de las cosas, incluso las peque\u00f1as, si me son ofrecidas con amor.
Yo no te he abrazado cuando, en un gran dolor y en una gran prueba, te has resignado, porque no pod\u00edas hacer de otra forma, o cuando en una hora de gran fervor me has ofrendado a ti misma. Te he estrechado al Coraz\u00f3n por una cosa que a los ojos humanos puede parecer una nimiedad. Pero Yo la juzgo como Dios y no como hombre. Tu espontaneidad al dedicarme aquella pena sin que Yo hablase ni ning\u00fan agente externo te presionase, me ha conmovido impuls\u00e1ndome a premiarte enseguida. T\u00fa sabes c\u00f3mo.
Recuerda siempre y s\u00e9 siempre d\u00f3cil a mi Voluntad que debes ver en todas las cosas, incluso en las m\u00e1s min\u00fasculas, y que siempre debes pensar como movida por un deseo de bien para ti. Debes ser como una hierba florecida que se curva y se alza a cada soplo de Amor, porque mi Voluntad es Amor. Y en ti todo debe responder a este<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Amor m\u00edo con el amor. Tambi\u00e9n la mirada con la que miras a tu pr\u00f3jimo debe ser mirada de amor, siempre. De esta forma hasta una simple mirada te har\u00e1 merecer una caricia m\u00eda.
No juzgues nada despreciable, en lo que se refiere a lo sobrenatural. La vida est\u00e1 hecha de cosas comunes pero que, revestidas de amor, llegan a ser excelsas. Mi Madre ha sido tan grande y digna de la admiraci\u00f3n de los \u00e1ngeles en el instante de su \u00abf\u00edat\u00bb como cuando, dejando las contemplaciones de los m\u00e1s altos misterios y la medita- ci\u00f3n del dolor que le hab\u00eda herido a trav\u00e9s de su Criatura, se dedicaba a las humildes obligaciones de la mujer lavando, con amor, mis pa\u00f1ales, cocinando, con amor, el alimento al esposo, arreglando, con amor, la casa, escuchando, con amor, las necesidades de los vecinos.
El amor est\u00e1 siempre dispuesto, d\u00f3cil, dulce, alegre, generoso, paciente. Y es el amor el que abre los cielos y hace descender nuestra Trinidad, que viene a los corazones no solamente con todos sus fulgores, sino tambi\u00e9n con todas sus ternuras.
Yo te quiero llevar a ser m\u00e1s d\u00f3cil, tierna y fuerte que una madeja de seda. Si Yo quiero recrearme contigo, si yo quiero mostrar que soy el Rey, el Due\u00f1o, t\u00fa no debes reaccionar, lamentarte, fruncir el ce\u00f1o. Si despu\u00e9s de haberte tenido durante a\u00f1os en una cama Yo quisiera sacarte de ella \u00bfqu\u00e9 habr\u00eda de sorprender? Ser\u00eda due\u00f1o de hacerlo y t\u00fa deber\u00edas ser generosa pronunciando el \u00abf\u00edat\u00bb de la curaci\u00f3n como lo fuiste para pronunciar el \u00abf\u00edat\u00bb de la enfermedad.
He curado tu alma, podr\u00eda curar tu cuerpo que est\u00e1 siempre menos paralizado de cuanto no lo estuviera tu pobre alma tiempo hace. Y t\u00fa me lo deber\u00edas agradecer, a\u00fan cuando la curaci\u00f3n quiere decir demora de nuestro encuentro en el Para\u00edso, quiere decir peligro de vivir en el mundo, quiere decir restituci\u00f3n de tu don. Si Yo lo hiciera tendr\u00eda mis fines y t\u00fa, para complacerme, deber\u00edas estar alegre siempre, como ahora.
\u00bfDe qu\u00e9 est\u00e1 compuesta la miel? Del jugo de mil flores. \u00bfDe qu\u00e9 est\u00e1 compuesta la perfecci\u00f3n? Del fruto de mil sacrificios. Una abeja que quisiera nutrirse s\u00f3lo de una flor har\u00eda poca miel y empalagosa. Otra que mezcla el jugo de flores dulc\u00edsimas con el de otras amargas, de flores de sabor delicado con otras de aroma picante, produce una miel abundante y saludable. As\u00ed sucede con el alma. Es necesario que te acostumbres a ver en todas las cosas a tu Jes\u00fas que las preordena para tu bien y de todas ellas te debes servir para progresar.
Mira, para no equivocarte debes hacer as\u00ed: \u00bfmiras a tu pr\u00f3jimo? Piensa que me miras a M\u00ed. \u00bfHablas con tu pr\u00f3jimo? Piensa que hablas conmigo. \u00bfHaces cualquier favor, cualquier trabajo por tu pr\u00f3jimo? Piensa que soy Yo quien te lo ha pedido. Entonces progresar\u00e1s. \u00a1Ay si uno se para a reflexionar a qui\u00e9n dirige la mirada, la palabra, la obra! Muy pocas veces hablar\u00eda, mirar\u00eda, actuar\u00eda con aquella caridad que me hace agradable vuestro actuar. Yo, sobre la tierra, lo hac\u00eda todo pensando en mi Padre y en vuestra redenci\u00f3n. T\u00fa hazlo todo pensando en M\u00ed y en la redenci\u00f3n de los pecadores.
No basta con que te resignes cuando Yo te lo impongo quit\u00e1ndote aquello que juzgo justo quitarte para tu bien. Es necesario que t\u00fa te sacies y nutras jubilosa con todos los c\u00e1lices que te ofrezco, corriendo a su encuentro, bendiciendo al Amor tanto cuando te los ofrece como cuando te los aparta, pidi\u00e9ndome adem\u00e1s que te los d\u00e9 para impedir que Yo los beba, cuando son amargos.
As\u00ed te querr\u00e9, me ser\u00e1s tan querida que Yo te amar\u00e9 hasta el punto de suspirar ardientemente por tenerte para siempre en mi Reino. S\u00f3lo el amor me impulsa a dejarte<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
todav\u00eda aqu\u00ed para hacerte m\u00e1s buena. S\u00f3lo el amor debe impulsarte a ser m\u00e1s buena para volar pronto hacia M\u00ed\u00bb.<\/p>
3 de junio 19<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMuchos me piden un signo. \u00bfQu\u00e9 signo? \u00bfSigno de la hora o signo de mi poder?
El signo de la hora ya lo ten\u00e9is. Repito 20: \u00abYo no he venido a cambiar la Ley\u00bb. Sois vosotros quienes la hab\u00e9is cambiado. Y Yo no cambio mi Palabra. Aquello que he dicho, dicho est\u00e1. Todo cuanto deb\u00eda suceder, desde el momento en que Yo hablaba, Hombre entre los hombres, hasta el momento en que Yo venga, Dios hijo de Dios, a juzgar a los hombres, est\u00e1 contenido en mi Evangelio.
Sois vosotros, necios que ten\u00e9is la cabeza llena de mil ruidos in\u00fatiles y de pensamientos perversos, quienes ya no entend\u00e9is todo lo que he dicho. \u00bfNo est\u00e1is acaso salados con el fuego, con aquel fuego que salar\u00e1 eternamente a mis enemigos? \u00c9ste que os arde ahora y que baja sobre vosotros para destruiros y conduciros cada vez m\u00e1s a la blasfemia y a la herej\u00eda no es m\u00e1s que un anticipo de lo que ser\u00e1 el fuego del que Yo hablo, destinado a los escandalosos que no se convierten. Y vosotros sois de \u00e9stos. S\u00f3lo os preocup\u00e1is del cuerpo y de las riquezas inicuas, y pisote\u00e1is conciencias y altares, y profan\u00e1is todo cuanto toc\u00e1is, y me mat\u00e1is en vosotros a M\u00ed mismo una segunda vez.
He aqu\u00ed los dones que os sabe dar Lucifer bajo cuyo signo os hab\u00e9is puesto. La Bestia sopla por su boca el fuego despu\u00e9s de haberos sumergido en el mal de la corrupci\u00f3n. Son sus dones. No puede daros otra cosa. Mientras que Yo os hab\u00eda dado, junto a M\u00ed mismo, todos los tesoros de la gracia.
\u00bf Quer\u00e9is un signo de mi poder? \u00a1Pero si hace veinte siglos que os estoy dando este signo! \u00bfPara qu\u00e9 ha servido? He abierto sobre vosotros los torrentes de mis gracias y los he hecho descender desde el Cielo sobre la tierra en mil y diez mil milagros. He curado a vuestros enfermos, he calmado vuestras guerras, he hecho prosperar vuestros negocios, he respondido a vuestras dudas, incluso sobre cosas de fe, porque conozco vuestra debilidad que no cree si no ve, he venido a repetir mi doctrina, he mandado a mi Madre para que con su dulzura os inclinara a la penitencia y al amor. \u00bfA qu\u00e9 ha ser- vido?
Me hab\u00e9is tratado como a un tonto, aprovechando mi potencia y mi paciencia, convencidos de que Yo, despu\u00e9s de haber hecho el milagro, no volviera a acordarme de ello. No, hijos de mi dolor. Todo est\u00e1 se\u00f1alado en el gran libro de mi Inteligencia y no he usado tinta para escribir en ella, sino el carb\u00f3n encendido del Amor. Y todo es recordado.
Os hab\u00e9is aprovechado de la venida de mi Madre para fines humanos, la hab\u00e9is hecho objeto de risa y de comercio. \u00bfNo sab\u00e9is que Mar\u00eda es mi Templo y mi Templo es casa de oraci\u00f3n y no cueva de ladrones? Sus palabras, tan afectuosas, tan suplicantes, tan llenas de llanto, por vosotros que le hab\u00e9is matado al Hijo – y ni siquiera sab\u00e9is dar fruto de tanto sacrificio- os han sonado como canci\u00f3n in\u00fatil. Hab\u00e9is seguido vuestro camino de perdici\u00f3n.<\/p>
19 Sobre una copia escrita a m\u00e1quina, la escritora anota a l\u00e1piz: En respuesta a una pregunta de Marta.
20 Ya en el dictado del 2 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Mis mensajeros, las almas que, viviendo como deber\u00edais vivir todos, han llegado a ser mis pregoneras para repetir una vez m\u00e1s la palabra de mi Coraz\u00f3n, los hab\u00e9is tratado como \u00ablocos\u00bb y \u00abpose\u00eddos\u00bb y alguna vez los hab\u00e9is matado, siempre atormentado. Tambi\u00e9n Yo, por la generaci\u00f3n ad\u00faltera y homicida de mi tiempo mortal, fui llamado \u00abloco y pose\u00eddo\u00bb.
\u00a1El signo! El signo lo ten\u00e9is y no sirve para devolveros mi Paternidad. No os ser\u00e1 dado m\u00e1s signo que \u00e9ste. Buscadlo en mi palabra y en vuestra conciencia, si es que todav\u00eda logr\u00e1is encontrarlo vivo bajo el mont\u00f3n de lib\u00eddine, adulterios, fornicaciones, robos, homicidios, envidias, blasfemias y soberbias bajo las cuales lo hab\u00e9is lapidado.
Es la Ascensi\u00f3n. Antes de ascender Yo bendije a mi Madre y a mis disc\u00edpulos. No pod\u00eda bendecir a otros porque los dem\u00e1s me hab\u00edan rechazado y maldecido. Tambi\u00e9n ahora bendigo a mis disc\u00edpulos porque los dem\u00e1s no me quieren y blasfeman sobre mi bendici\u00f3n\u00bb.<\/p>
4 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAmo a todas las almas. Amo las de los puros que viven como mi Coraz\u00f3n desea para vuestro bien, las de los mansos como Yo soy manso, las de los generosos que exp\u00edan por todos y contin\u00faan mi Pasi\u00f3n, las de los misericordioso s que me imitan respecto a sus hermanos. Amo a los pecadores porque por ellos me hice Redentor y sub\u00ed a la cruz. Sus pecados me producen dolor pero no extinguen mi amor por ellos, no extinguen el deseo de estrecharles arrepentidos en mi pecho. Amo las peque\u00f1as almas que no est\u00e1n exentas de imperfecciones pero que son ricas de amor que anula las imperfecciones.
Te amo a ti, que te llamas Mar\u00eda, el m\u00e1s dulce de los nombres para M\u00ed. El nombre de mi Madre. Ese nombre que es escudo y defensa contra las insidias del demonio, ese nombre que es m\u00fasica del cielo, ese nombre que hace estremecerse de alegr\u00eda a Nuestra Trinidad, ese nombre del cual me rode\u00e9 en la vida y en la hora de la muerte. Mar\u00eda Magdalena, Mar\u00eda de Cleof\u00e1s: las fieles m\u00edas y de mi Madre.
Cree en este amor para ti. Siente este amor a tu alrededor. \u00a1Pobre alma! S\u00f3lo puedes encontrar mi Coraz\u00f3n que te sepa amar como t\u00fa necesitas.
Te he amado tanto que hasta he satisfecho tus caprichos 21, no demasiado razonables en realidad, avalando con hechos reales tus castillos en el aire. No porque eso me guste, sino porque no quer\u00eda empeque\u00f1ecerte ante el mundo y porque sab\u00eda que incluso aquellos caprichos se transformar\u00edan m\u00e1s tarde en arma de penitencia y de amor, y por ello de santidad.
Te he amado tanto que he sabido esperarte… Te miraba hacer la cabritilla caprichosa y a veces sonre\u00eda, a veces me entristec\u00eda; pero no me enfadaba nunca porque sab\u00eda que mi cabritilla llegar\u00eda a ser cordero un d\u00eda.
Si no te hubiera amado como te he amado, \u00bfcrees que ser\u00edas lo que eres? No.
Pi\u00e9nsalo bien, habr\u00edas empeorado cada vez m\u00e1s. Pero Yo estaba velando.
No tengas miedo de mis caricias. Jes\u00fas nunca da miedo. Aband\u00f3nate. Con tu coraz\u00f3n y con tu generosidad. Dame todo. Y c\u00f3gelo todo de M\u00ed.
Anoche, esta ma\u00f1ana, has puesto, en la gran hoguera del sacrificio por la paz, tu<\/p>
21 La frase viene recogida y explicada en el dictado del 12 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
macito de sacrificios y lo has puesto con una sonrisa sacada del amor, luchando contra las l\u00e1grimas humanas que quer\u00edan salir, contra los susurros del Enemigo que te quer\u00eda turbar. \u00a1Oh! \u00a1querida! No se olvidar\u00e1 este sacrificio tuyo hecho con alegr\u00eda de amor.
Ahora te pido una cosa. T\u00fa sabes, y con dolor lo tienes presente, que muchas part\u00edculas se desparraman entre suciedades y ruinas en la devastaci\u00f3n de las iglesias. Es como si me atropellaran, porque Yo estoy en el sacramento. Pues bien, coloca imaginariamente tu amor como una alfombra preciosa, como un mantel de lino pur\u00edsimo para recogerme a M\u00ed-Eucarist\u00eda, golpeado, herido, profanado, expulsado de mis tabern\u00e1culos, no por los hombres peque\u00f1os que destruyen mis iglesias -ellos no son m\u00e1s que instrumentos- sino por Satan\u00e1s que les mueve. Por Satan\u00e1s que sabe que los tiempos aprietan y que \u00e9sta es una de las luchas decisivas que anticipan mi venida.
S\u00ed. Detr\u00e1s del disfraz de las razas, de las hegemon\u00edas, de los derechos, detr\u00e1s del m\u00f3vil de las necesidades pol\u00edticas, se ocultan, en realidad, Cielo e Infierno que combaten entre ellos. Y bastar\u00eda que la mitad de los creyentes en el verdadero Dios – pero \u00bfqu\u00e9 digo? menos de esto, menos de un cuarto de los creyentes- fuera realmente creyente en mi Nombre para que las armas de Satan\u00e1s fueran domadas. Pero \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 la Fe?
\u00c1mame en la Eucarist\u00eda. La Eucarist\u00eda es el Coraz\u00f3n de Dios, es mi Coraz\u00f3n. Os he dado mi Coraz\u00f3n en la \u00faltima Cena; os lo doy, con tal de que lo quer\u00e1is, siempre. Y no concebir\u00e9is en vosotros a Cristo y no lo dar\u00e9is a la luz si no sab\u00e9is hacer vivir en vosotros su Coraz\u00f3n. Cuando en el seno de una mujer se forma una criatura, \u00bfqu\u00e9 es lo primero que se forma? El coraz\u00f3n. As\u00ed es para la vida del esp\u00edritu. No dar\u00e9is a Cristo si no form\u00e1is en vosotros su Coraz\u00f3n amando la Eucarist\u00eda que es Vida y Vida verdadera. Amando como mi Madre me am\u00f3 apenas concebido.
\u00a1Oh! \u00a1qu\u00e9 caricias, a trav\u00e9s de su carne virgen, a M\u00ed, informe y min\u00fasculo, que lat\u00eda en Ella con mi corazoncito embrional! \u00a1Oh! \u00a1qu\u00e9 latidos a trav\u00e9s de las oscuras latebras del organismo, comunicaba Yo a su coraz\u00f3n, desde el profundo de aquel Sagrario vivo donde me formaba para nacer y morir por vosotros, crucificando el coraz\u00f3n de mi Madre a mi misma Cruz, por vosotros!
Pero Yo os comunico los mismos latidos al coraz\u00f3n cuando me recib\u00eds. Vuestra pesantez carnal y espiritual no os permite percibirlos, pero Yo os los doy. T\u00fa \u00e1brete completamente para recibirme.
T\u00fa, muchas veces al d\u00eda -no puedo decir: en cada momento, pero si fueras un querub\u00edn y no una criatura que tiene los cansancios de la materia te dir\u00eda: cada momento- repite esta oraci\u00f3n: \u201cJes\u00fas, que eres azotado en nuestras iglesias por manos de Satan\u00e1s, te adoro en todas las part\u00edculas esparcidas y destrozadas entre las ruinas. T\u00f3mame como tu sagrario, tu trono, tu altar. S\u00e9 que no soy digna, pero T\u00fa quieres estar entre los que te aman, y yo te amo por m\u00ed y por quien no te ama. Que el dolor me vuelva escarlata como la sangre, y me haga digno ornamento para recibirte, a Ti, que quieres ser semejante a nosotros en esta hora de guerra. Que mi amor sea l\u00e1mpara que arde ante Ti, Sant\u00edsimo, y mi holocausto incienso. As\u00ed sea\u00bb\u00bb .<\/p>
5 de junio
12 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQuisierais que Yo viniera y me mostrase para aterrorizar e incinerar a los culpables.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
\u00a1Oh m\u00edseros! \u00a1No sab\u00e9is lo que ped\u00eds!
Desgraciadamente vendr\u00e9. Digo: \u00abDesgraciadamente\u00bb, porque mi venida ser\u00e1 venida de Juicio y de juicio tremendo. Si hubiera de venir para salvaros no dir\u00eda as\u00ed y no tratar\u00eda de alejar los tiempos de mi venida, sino al contrario me precipitar\u00eda con ansia para salvaros una vez m\u00e1s. Pero mi segundo adviento ser\u00e1 adviento de Juicio severo, inexorable, general, y para la mayor parte de vosotros ser\u00e1 juicio de condena.
No sab\u00e9is lo que ped\u00eds. Pero aunque Yo me mostrase, \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 en los corazones, y en modo especial en aquellos mayormente culpables de las desgracias de ahora, ese peque\u00f1o resto de fe y de respeto que les har\u00eda postrarse con el rostro en tierra para pedirme piedad y perd\u00f3n? No, \u00a1hijos que ped\u00eds al Padre venganza mientras que \u00c9l es Padre de perd\u00f3n! Aunque mi Rostro centelleara en vuestros cielos y mi Voz, que ha hecho los mundos, tronase de oriente a occidente, las cosas no cambiar\u00edan. S\u00f3lo que un nuevo coro blasfemo de insultos, un nuevo torbellino de injurias ser\u00eda lanzado contra mi Persona.
Repito: podr\u00eda hacer un milagro y lo har\u00eda si supiera que despu\u00e9s vosotros os arrepent\u00eds y os hac\u00e9is mejores. Vosotros, grandes culpables que llev\u00e1is a los peque\u00f1os a desesperar y a pedir venganza, y vosotros, peque\u00f1os culpables que ped\u00eds venganza. Pero ni vosotros, grande\u00bb, culpables, ni vosotros, peque\u00f1os culpables, os arrepentir\u00edais y no llegar\u00edais a ser mejores despu\u00e9s del milagro. Pisotear\u00edais m\u00e1s bien, en una furia de alegr\u00eda culpable, los cuerpos de los castigados, desmereciendo enseguida ante mi presencia, y os montar\u00edais encima para oprimir, a vuestra vez, desde aquel trono fundado sobre un castigo.
Esto quisierais. Que Yo os castigase para poder a vuestra vez castigar. Yo soy Dios y veo en el coraz\u00f3n de los hombres y por ello no os escucho en esto. No quiero que os conden\u00e9is todos. Los grandes culpables ya est\u00e1n juzgados. Pero a vosotros intento salvaros. Y esta hora, para vosotros, es criba de salvaci\u00f3n. Caer\u00e1n en poder del Pr\u00edn- cipe de los demonios los que ya tienen en s\u00ed la ciza\u00f1a del demonio, mientras que quienes tienen en el coraz\u00f3n el grano de trigo que germina el Pan eterno, germinar\u00e1n en M\u00ed en vida eterna\u00bb.<\/p>
S\u00faplica a Mar\u00eda Dolorosa.
Mar\u00eda, que nos tomaste como hijos al pie de la Cruz; Mar\u00eda, que eres Madre nuestra y de nuestro Dios y Hermano Jes\u00fas, escucha la voz de tus hijos.
Henos aqu\u00ed, nos arrastramos al pie de la Cruz, en la que agoniza tu Hijo y en la que tambi\u00e9n T\u00fa agonizas con tu Coraz\u00f3n desgarrado, \u00a1oh Madre que ves morir a tu Criatura! M\u00edranos, Mar\u00eda. Todos estamos rociados con la Sangre de tu Hijo. \u00c9l muri\u00f3 por nosotros, para damos la Vida y la Paz en \u00e9ste y en el otro mundo. Y nosotros nos dirigimos a Ti, que fuiste la primera piedra de nuestra redenci\u00f3n, para tener la vida, la salvaci\u00f3n y la paz, que nos hab\u00edamos hecho indignos de poseer con nuestra forma de
vivir contraria y rebelde a la doctrina de tu Hijo.
S\u00ed, sabemos que hemos merecido la plaga que ahora nos aflige. Lo reconocemos humildemente para asemejamos a Ti, que fuiste la Humild\u00edsima adem\u00e1s de la Pur\u00edsima. Pero, \u00a1oh Madre!, adem\u00e1s de pura, T\u00fa eres compasiva. Entonces \u00a1ten piedad de nosotros, Mar\u00eda, T\u00fa que engendraste para el mundo a la Misericordia misma!
jS\u00e1lvanos, s\u00e1lvanos, oh Mar\u00eda, del furor enemigo!<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Salva nuestras iglesias y nuestras casas, las iglesias y las casas de esta ciudad 22 que te reconoce como Reina y Patrona.
Salva a nuestros hombres, aquellos hombres a los que T\u00fa, Estrella del mar, tantas veces salvaste de las desgracias marinas.
Salva a todos cuantos estamos aqu\u00ed postrados a tus pies; salva a aquellos a quienes la enfermedad les impide estar aqu\u00ed con nosotros, pero que lo est\u00e1n con sus almas y con su sufrir.
Salva tambi\u00e9n a cuantos est\u00e1n ausentes con su obstinada voluntad, los hijos desviados, los m\u00e1s desgraciados porque han perdido la Luz, el Camino, la Vida, perdiendo a tu Hijo, Verdad verdadera.
Y para penetrar con nuestra oraci\u00f3n en tu compasivo Coraz\u00f3n, he aqu\u00ed, joh Mar\u00eda!, que nos despojamos de los rencores, del esp\u00edritu de venganza, de la sed de ser crueles como otros lo son con nosotros. Nos acordamos, en esta hora, de que todos fuimos creados por el Padre, de que todos somos hermanos del Hijo, todos somos amados por el Esp\u00edritu. Nos acordamos, en esta hora, de la oraci\u00f3n de tu Jes\u00fas, M\u00e1rtir por nosotros: \u00abPadre, perd\u00f3nales\u00bb, y la repetimos a todos, sobre todos, para ser a nuestra vez perdonados por el Eterno y salvados por Ti.
\u00a1Dios te salve, Mar\u00eda! Desde tu Coraz\u00f3n traspasado haz descender sobre nosotros la gracia de la salvaci\u00f3n para esta ciudad, para nuestra patria, para todo el mundo que muere entre las ruinas habiendo perdido de vista el Cielo.
Santa Mar\u00eda, ruega por nosotros. Y si la voluntad de Dios tuviese que cumplirse, en nosotros, cruentamente, est\u00e1 a nuestro lado en la hora de la muerte para llevamos contigo, Mar\u00eda, a verte y darte gracias entre los esplendores eternos de Dios.
Am\u00e9n.<\/p>
6 de junio
4:30 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHoy quiero hablarte de la \u00abgracia\u00bb. Ver\u00e1s que tiene relaci\u00f3n con los otros temas aunque a primera vista no te parece. Est\u00e1s un poco cansada, pobre Mar\u00eda, pero escribe de todas formas. Estas lecciones te servir\u00e1n para los d\u00edas de ayuno en los cuales Yo, tu Maestro, no te hablar\u00e9.
\u00bfQu\u00e9 es la gracia? Lo has estudiado y explicado muchas. veces. Pero Yo te lo quiero explicar a mi modo en su naturaleza y en sus efectos.
La gracia es poseer en vosotros la luz, la fuerza, la sabidur\u00eda de Dios. Esto es poseer la semejanza intelectual con Dios, el signo inconfundible de vuestra filiaci\u00f3n con Dios.
Sin la gracia ser\u00edais simplemente criaturas animales, llegadas a tal punto de evoluci\u00f3n de estar prove\u00eddas de raz\u00f3n, con un alma, pero un alma a nivel de tierra, capaz de guiarse en las contingencias de la vida terrena pero incapaz de elevarse a las regiones en las que se vive la vida del esp\u00edritu; por ello poco m\u00e1s que las bestias que se regulan solamente por el instinto y, en verdad, a menudo os superan con su modo de comportarse.
La gracia es por lo tanto un don sublime, el mayor don que Dios, mi Padre, os pod\u00eda dar. Y os lo da gratuitamente porque su amor de Padre, por vosotros, es infinito como<\/p>
22 Viareggio. Ver el dictado del 15 de agosto<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
infinito es \u00c9l mismo. Querer decir todos lo atributos de la gracia significar\u00eda escribir una larga lista de adjetivos y sustantivos, y a\u00fan no explicar\u00edan todav\u00eda perfectamente qu\u00e9 es este don.
Recuerda solamente esto: la gracia es poseer al Padre, vivir en el Padre; la gracia es poseer al Hijo, gozar de los m\u00e9ritos infinitos del Hijo; la gracia es poseer al Esp\u00edritu Santo, disfrutar de sus siete dones. La gracia, en fin, es poseernos a Nosotros, Dios Uno y Trino, y tener alrededor de vuestra persona mortal las legiones de \u00e1ngeles que nos adoran en vosotros.
Un alma que pierde la gracia lo pierde todo. In\u00fatilmente para ella el Padre la ha creado, in\u00fatilmente para ella el Hijo la ha redimido, in\u00fatilmente para ella el Esp\u00edritu Santo le ha infundido sus dones, in\u00fatilmente para ella est\u00e1n los Sacramentos. Est\u00e1 muerta. Ramo podrido que bajo la acci\u00f3n corrosiva del pecado se separa y cae del \u00e1rbol vital y termina de corromperse en el barro. Si un alma supiera conservarse como es despu\u00e9s del Bautismo y despu\u00e9s de la Confirmaci\u00f3n, esto es cuando ella est\u00e1 embebida literalmente de la gracia, aquel alma ser\u00eda poco menor a Dios. Y .que esto te lo diga todo.
Cuando le\u00e9is los prodigios de mis santos os sorprend\u00e9is. Pero, querida m\u00eda, no hay nada de asombroso. Mis santos eran criaturas que pose\u00edan la gracia, eran dioses, por esto, porque la gracia os deifica. \u00bfAcaso no lo he dicho Yo en mi Evangelio que los m\u00edos har\u00e1n los mismos prodigios que Yo hago? Pero para ser m\u00edos es necesario. vivir de mi Vida, esto es de la vida de la gracia.
Si quisierais, todos podr\u00edais ser capaces de prodigios, esto es de santidad. Mejor dicho, Yo quisiera que lo fuerais porque entonces querr\u00eda decir que mi Sacrificio ha sido coronado por la victoria y que realmente Yo os he arrancado del imperio del Maligno, desterr\u00e1ndole a su Infierno, remachando su boca con una piedra inamovible y poniendo sobre ella el trono de mi Madre, que fue la \u00danica que tuvo su calca\u00f1al sobre el drag\u00f3n, impotente para da\u00f1arle.
No todas las almas en gracia poseen la gracia en la misma medida. No porque Nosotros se la infundamos en medida distinta, sino porque de distinta manera la sab\u00e9is conservar en vosotros. El pecado mortal destruye la gracia, el pecado venial la resquebraja, las imperfecciones la debilitan. Hay almas, no del todo malas, que lan- guidecen en una tisis espiritual porque, con su inercia, que las empuja a cometer continuas imperfecciones, enflaquecen cada vez m\u00e1s la gracia, haci\u00e9ndola un hilo debil\u00edsimo, una llamita languidecente. Mientras deber\u00eda ser un fuego, un incendio vivo, bello, purificador. El mundo se derrumba porque se derrumba la gracia en casi la to- talidad de las almas y en las dem\u00e1s languidece.
La gracia da frutos distintos seg\u00fan est\u00e9 m\u00e1s o menos viva en vuestro coraz\u00f3n. Una tierra es m\u00e1s f\u00e9rtil cuanto m\u00e1s rica es de elementos y beneficiada por el sol, por el agua, por las corrientes a\u00e9reas. Hay tierras est\u00e9riles, secas, que in\u00fatilmente vienen regadas por el agua, calentadas por el sol, agitadas por los vientos. Lo mismo es en las almas. Hay almas que con cada estudio se cargan de elementos vitales y por ello logran disfrutar el cien por cien de los efectos de la gracia.
Los elementos vitales son: vivir seg\u00fan mi Ley, castos, misericordiosos, humildes, amorosos de Dios y del pr\u00f3jimo; es vivir de oraci\u00f3n \u00abviva\u00bb. Entonces la gracia crece, florece, echa ra\u00edces profundas y se eleva en \u00e1rbol de vida eterna. Entonces el Esp\u00edritu Santo, como un sol, inunda con sus siete rayos, de sus siete dones; entonces Yo, Hijo, os penetro con la lluvia divina de mi Sangre; entonces el Padre os mira con<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
complacencia viendo en vosotros su semejanza; entonces Mar\u00eda os acaricia estrech\u00e1ndoos contra su seno en el que me ha llevado a M\u00ed como a sus hijitos menores pero queridos, queridos por su Coraz\u00f3n; entonces los nueve coros ang\u00e9licos hacen corona a vuestra alma templo de Dios y cantan el \u00abGloria\u00bb sublime; entonces vuestra muerte es Vida y vuestra Vida es bienaventuranza en mi Reino\u00bb .<\/p>
7 de Junio<\/p>
Ante todo expreso aqu\u00ed mi agradecimiento por su caritativo gesto al traerme copia de la S\u00faplica 23 y haber sido tan bueno de aceptar mi hojita tan benignamente. Pero no es \u00abmi\u00bb S\u00faplica. De m\u00edo no hay m\u00e1s que la fatiga de escribirla. El pensamiento no es m\u00edo. No soy tan sublime como para saber sacar de mi coraz\u00f3n pensamientos tan sobrehumanos de perd\u00f3n.
Le he dicho ayer que mientras los escrib\u00eda, y sent\u00eda que eran justos, deb\u00eda hacer una verdadera fatiga moral para aceptarlos. Como usted habr\u00e1 notado, leyendo los apuntes de mi vida, no poseo en absoluto para nada el car\u00e1cter de Job. Soy, como Mar\u00eda Valtorta, muy humana con todo lo que la humanidad lleva consigo de susceptibilidad, de orgullo, de pasiones, etc. etc., y debo, para hacer vivir la Mar\u00eda de la Cruz, morir a m\u00ed misma en cada momento para renacer de mis cenizas humanas, m\u00edstica f\u00e9nix, en forma nueva y ciertamente m\u00e1s agradable al buen Dios.
Cuando \u00abla voz\u00bb me dice 24 : \u00abT\u00fa no eres nada; t\u00fa, por ti misma, no ser\u00edas nunca capaz de llegar a nada\u00bb, yo estoy convencid\u00edsima de ello. No me hago ilusiones sobre esta carne m\u00eda y sobre mi embrional naturaleza espiritual. S\u00e9 que la una es loca como un potro en primavera y la otra es tan embrional que apenas es un d\u00e9bil esbozo. Por ello conforto mi debilidad y refreno mi materia con la Cruz de Cristo. S\u00f3lo agarrada a \u00c9l Crucificado puedo mantener erguida mi alma y s\u00f3lo clavando mi carne con clavos bien remachados y bien mortificadores la puedo tener all\u00ed, sometida, impotente para cumplir sus locuras.
Por ello no digamos \u00abmi s\u00faplica\u00bb. \u00c9sa es de Otro. No debo apropiarme de lo que no es m\u00edo. Me ensoberbecer\u00eda minti\u00e9ndome a m\u00ed misma, al mundo y a Dios. Si aquellas palabras han servido -y no pod\u00edan no servir porque ven\u00edan de zona de luz, \u00a1y de qu\u00e9 luz!- demos gracias al Se\u00f1or y basta.
Dos son las cosas que me hacen estar con los o\u00eddos abiertos y los ojos vigilantes para espiar el m\u00e1s leve movimiento del Enemigo de las almas que arrastra, se insin\u00faa y silba su seductora canci\u00f3n tan sutilmente para hipnotizarnos y sometemos a su merced. Una, son las tendencias de la carne, tan perversa a pesar de todos los cilicios; la otra, las… fermentaciones de la soberbia que siempre intenta hincharse… Siento por instinto que las unas y las otras mueren tres d\u00edas despu\u00e9s de nosotros y que s\u00f3lo la bondad de Dios y una gran, grand\u00edsima voluntad nuestra, una voluntad incansable, diligente, vigilante, las puede hacer inofensivas, esterilizarlas en cada nueva oleada de g\u00e9rmenes corruptores. Y siento tambi\u00e9n que si yo me dejase agarrar por las espirales del sentido o por las de la soberbia, el presente estado de gracia cesar\u00eda de golpe, antes, mucho antes de lo que quiere mi Jes\u00fas, quien no cesa de tenerme entre sus brazos y murmurarme palabras de vida.<\/p>
23 Se dirige al Padre Migliorini. La \u00abS\u00faplica\u00bb es del 5 de junio
24 En el dictado del 28 de mayo<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
\u00a1Imag\u00ednese si querr\u00e9 perder esta beatitud por mi culpa! Es ella misma quien me impide sentir el acuciar de las vicisitudes humanas que me afectan, y el doble acuciar de los recuerdos que se agolpan. Todo pasa sobre m\u00ed, todo se lanza sobre m\u00ed como agua, como tempestad, como oleada, pero mientras dura la actual beatitud yo soy como un bloque de cristal sobre el cual todo pasa sin dejar se\u00f1al, sin poder penetrar.
Llegar\u00e1 el momento en el que Jes\u00fas callar\u00e1 y me dejar\u00e1. \u00a1Paciencia! \u00bfY qu\u00e9? \u00bfDeber\u00e9 lamentarme? No. Sufrir\u00e9 ciertamente pero aceptar\u00e9 la nueva prueba, continuar\u00e9 am\u00e1ndole aunque me deje sola. Si lo hace, \u00c9l sabr\u00e1 bien por qu\u00e9 lo hace. Y ciertamente tendr\u00e9 m\u00e1s m\u00e9rito, al amarlo entonces, de lo que tenga ahora.
\u00a1Qu\u00e9 valor ser amorosa ahora que \u00c9l es as\u00ed sensiblemente amoroso! A no ser que poseyera el coraz\u00f3n de Judas, quien se ve amado ama. Pero el m\u00e1s alto amor es el que sabe continuar amando a\u00fan cuando nos parece que ya no somos amados. Cuando se hace con los hombres no sacamos provecho, o muy raramente. Pero cuando se hace as\u00ed con el buen Dios, entonces se puede estar seguros de que despu\u00e9s viene un per\u00edodo de amor todav\u00eda m\u00e1s intenso, porque Dios premia siempre despu\u00e9s de habemos probado, si hemos sabido ser fieles.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abContin\u00fao habl\u00e1ndote de la gracia 25, la cual da la vida al esp\u00edritu.
Cuando Dios cre\u00f3 el primer hombre, infundi\u00f3 en \u00e9l, adem\u00e1s de la vida de la materia, hasta entonces inanimada, tambi\u00e9n la vida del esp\u00edritu. De otro modo no habr\u00eda podido decir que os hab\u00eda hecho a su imagen y semejanza.
Cu\u00e1nto era perfecta la primera criatura ninguno de vosotros lo puede imaginar. S\u00f3lo Nosotros podemos ver, en el eterno presente que es nuestra eternidad, la perfecci\u00f3n de la obra regia de nuestra Inteligencia creadora. La estirpe de Ad\u00e1n, si Ad\u00e1n hubiera sabido permanecer rey como Nosotros le hab\u00edamos hecho, con potestad sobre todas las cosas y con dependencia s\u00f3lo de Dios -una dependencia de hijo amad\u00edsimo- habr\u00eda sido una estirpe de perpetua perfecci\u00f3n. Pero hab\u00eda un vencido que velaba para obtener venganza.
T\u00fa, Mar\u00eda, que dices que de tu coraz\u00f3n no podr\u00edan salir espont\u00e1neamente pensamientos de perd\u00f3n porque tu naturaleza humana te lleva al esp\u00edritu de venganza y s\u00f3lo por deferencia a M\u00ed sabes perdonar, \u00bfhas pensado alguna vez que ha sido el esp\u00edritu de venganza el que os ha destruido, hijos de Ad\u00e1n, y me ha enviado a M\u00ed, Hijo de Dios, a la cruz?
Lucifer -y era el hermoso entre los m\u00e1s hermosos creados por M\u00ed- desde el abismo en el que hab\u00eda ca\u00eddo, feo para siempre tras la blasfemia dirigida a su Creador, estuvo sediento de venganza. Al primer pecado de soberbia uni\u00f3 as\u00ed una serie interminable de delitos veng\u00e1ndose por los siglos de los siglos. Y la primera venganza fue sobre mis creados Ad\u00e1n y Eva. En la perfecci\u00f3n de mi creaci\u00f3n su diente envenenado puso el signo de su bestialidad comunic\u00e1ndoos su misma lib\u00eddine de lujuria, de venganza, de soberbia. Y desde entonces vuestro esp\u00edritu combate en vosotros contra los venenos del bocado infernal.
Alguna rar\u00edsima vez el esp\u00edritu vence sobre la carne y la sangre y da a la tierra y al Cielo un nuevo santo. Alguna vez el esp\u00edritu vive a duras penas, con estancamientos de letargo en el que est\u00e1 como si estuviera muerto y en los cuales viv\u00eds y actu\u00e1is como<\/p>
25 Ya en el dictado del 6 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
criaturas privadas de luz, de mi Luz. Alguna otra, viene literalmente matado por la criatura que voluntariamente decae de su trono de hija de Dios y se hace peor que un animal. Llega a ser demonio, hijo de demonio.
En verdad te digo que m\u00e1s de dos tercios de la raza humana pertenecen a esta categor\u00eda que vive bajo el signo de la Bestia. Por \u00e9sta Yo he muerto in\u00fatilmente.
La ley de los se\u00f1alados por la Bestia est\u00e1 en ant\u00edtesis con mi Ley. En una domina la carne y genera obras de carne. En la otra domina el esp\u00edritu y genera obras de esp\u00edritu. Cuando el esp\u00edritu domina, all\u00ed est\u00e1 el reino de Dios. Cuando domina la carne, all\u00ed est\u00e1 el reino de Satan\u00e1s.
La infinita Misericordia que anima la Triada ha dado a vuestro esp\u00edritu todas las ayudas para quedar dominador. Ha dado el sacramento que quita el signo de la Bestia en vuestra carne de hijos de Ad\u00e1n e imprime mi Signo. Ha dado mi Palabra de Vida, ha dado a M\u00ed, Maestro y Redentor, ha dado mi Sangre en la Eucarist\u00eda y sobre la Cruz, ha dado el Par\u00e1clito: el Esp\u00edritu de verdad.
Aquel que sabe estar en el Esp\u00edritu genera obras del esp\u00edritu. De la criatura pose\u00edda por el Esp\u00edritu mana caridad, mansedumbre, pureza, ciencia y toda obra buena unida a gran humildad. De los dem\u00e1s salen como serpientes silbantes, vicios, fraudes, lujurias, delitos, porque su coraz\u00f3n es nido de serpientes infernales.
Pero, \u00bfd\u00f3nde est\u00e1n los que saben aspirar a la vida del esp\u00edritu y hacerse dignos de acoger en s\u00ed la infusi\u00f3n vital del Consolador que viene con todos sus dones pero quiere por trono un esp\u00edritu preparado, deseoso de \u00c9l? No, el mundo no quiere este Esp\u00edritu que os hace buenos. El mundo quiere el poder a cualquier precio, la riqueza a cualquier precio, la satisfacci\u00f3n del sentido a cualquier precio, todas las alegr\u00edas de la tierra a cualquier precio, y rechaza y blasfema contra el Esp\u00edritu Santo, impugna su Verdad, y se enfanga con apariencias prof\u00e9ticas hablando palabras que no salen del seno de la Trinidad Sant\u00edsima, sino del antro de Satan\u00e1s.
Y esto no es y no ser\u00e1 perdonado. Nunca. Y que no sea perdonado lo veis. Dios se retira en sus Cielos porque el hombre rechaza su amor y vive para y en la carne. He aqu\u00ed las causas de vuestra destrucci\u00f3n y de nuestro silencio. De lo profundo salen los tent\u00e1culos de Satan\u00e1s, sobre la tierra el hombre se proclama dios y blasfema contra el verdadero Dios, en lo alto el Cielo se cierra. Y es ya piedad, porque cerr\u00e1ndose detiene los rayos que vosotros merec\u00e9is.
Una nueva Pentecost\u00e9s encontrar\u00eda los corazones m\u00e1s duros y sucios que una roca sumergida en un estanque de barro. Est\u00e1is por ello en el fango que hab\u00e9is querido, en espera de que una orden, que no conoce rebeliones, os saque para juzgaros y separar a los hijos del esp\u00edritu de los hijos de la carne\u00bb.<\/p>
Y ahora, Jes\u00fas bueno, deja que hable yo. Has dicho tantas cosas hoy que ni siquiera las puedo copiar todas. Y en las primeras horas estaba tan cansada y adoleciente que me costaba fatiga seguir tu dulce voz. Despu\u00e9s ha ido mejor. Pero ahora el dolor me coge. Es la hora de Getseman\u00ed.
\u00bfPor qui\u00e9n sufro? \u00bfCu\u00e1l es el alma que necesita mi agon\u00eda para sanar, para esperar, para volver a Ti? No lo sabr\u00e9 nunca sobre esta tierra, pero estoy convencida de que existe y de que esta amargura m\u00eda la debo beber por un fin de expiaci\u00f3n. Lo hago con gusto aunque el llanto me surca las mejillas. Pero d\u00e9jame llorar sobre tu Coraz\u00f3n porque si sobre \u00e9l es dulce amar sobre \u00e9l es dulce sufrir.
Todas las tristezas vienen a oleadas. T\u00fa las conoces todas sin que yo te las<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
enumere, y tanto T\u00fa como yo sabemos tambi\u00e9n qu\u00e9 es lo que se esconde detr\u00e1s de esta pantalla negra que me quiere en\u00bb volver. Para no vedo cierro los ojos. Hago como los ni\u00f1os miedosos de la oscuridad. Y esta noche soy precisamente como una pobre ni\u00f1a sola en un lugar sin luz. Cada rinc\u00f3n es una cueva de sombras que asumen aspectos aterradores. Si aprieto los ojos, despu\u00e9s de haberte mirado fijo fijo como se mira al sol, s\u00f3lo me queda en el fondo de la retina tu Imagen; si me aprieto estrecha estrecha a Ti ya no me doy m\u00e1s cuenta de la soledad que tengo a mi alrededor, de la que pueden surgir tantos peligros para m\u00ed. Siento tus brazos que me circundan y aunque lloro ya no tengo miedo.
Toma para Ti mi llanto de esta tarde. Es todo lo que tengo para darte en esta noche de pena. Ni siquiera te digo: \u00abQu\u00edtame esta pena\u00bb; s\u00f3lo te digo: \u00abH\u00e1gase tu voluntad; pero ay\u00fadame Jes\u00fas\u00bb.
S\u00ed, ay\u00fadame, Maestro bueno. No me desampares. Dame todo el dolor que quieras, Se\u00f1or, pero siempre con tu cercan\u00eda. S\u00e9, creo que este tormento moral no es sin un fin de bien; s\u00e9, espero que no sea in\u00fatil; s\u00e9 que, si sufro con paz en tu Coraz\u00f3n, la paz permanecer\u00e1 en m\u00ed y el hast\u00edo del demonio no podr\u00e1 turbada. Por eso te digo: \u00abHeme aqu\u00ed, dispuesta por amor a Ti, a hacer tu Voluntad\u00bb.
Precisamente esta ma\u00f1ana dec\u00eda que la beatitud presente me imped\u00eda sentir lo acuciante de las vicisitudes humanas. En cambio esta tarde he sentido el acre de las necesidades del presente. Y he sufrido mucho. Si hubiera sufrido sola habr\u00eda sido un sufrimiento atroz. Pero sabiendo bien que ninguna criatura humana me pod\u00eda consolar, me he dirigido a Ti con fe. T\u00fa quieres estos actos de fe amorosa para compensarte de todos los desamores que la niegan. Y recompensas inmediatamente al alma generosa consol\u00e1ndola.
Ahora he aprendido, y voy inmediatamente a refugiarme en Ti; no me conformo con rezarte, soy a\u00fan m\u00e1s osada y voy a tus brazos. T\u00fa eres mi Dios, pero tambi\u00e9n eres mi Hermano y Esposo, por eso adem\u00e1s de rezarte puedo abrazarte, para no sentirme tan sola ante un futuro triste para todos, y para m\u00ed lleno de inc\u00f3gnitas a\u00fan m\u00e1s penosas.
Tenme as\u00ed durante todo este trist\u00edsimo mes, tenme as\u00ed hasta la muerte. Aunque no hables, me basta con que me dejes estar en tu Coraz\u00f3n. Acu\u00e9rdate de tu agon\u00eda, Se\u00f1or, y s\u00e9 T\u00fa, para tu peque\u00f1\u00edsima hostia, el \u00c1ngel que consuela…<\/p>
8 de Junio Pero o\u00edda el 7<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSin el Padre Yo no habr\u00eda existido, pero sin el Esp\u00edritu Yo no habr\u00eda venido. Porque ha sido el Amor del Padre el que me ha mandado. Y Nosotros estamos mucho m\u00e1s presentes y activos en un coraz\u00f3n cuanto m\u00e1s vivo est\u00e1 en \u00e9l el amor. He aqu\u00ed por ello la necesidad de poseer en vosotros el Amor, esto es el Esp\u00edritu Santo.
Yo lo he dicho que \u00abes necesario renacer en el Esp\u00edritu para poder poseer la vida eterna\u00bb. El nacimiento de la carne de otra carne no os diferencia de los animales en otra cosa que en esto: que vosotros ser\u00e9is juzgados por no haber querido renacer en el Esp\u00edritu. Los animales no son responsables de esto. Vosotros s\u00ed. Vosotros creyentes en mi Nombre, vosotros regenerados por el Bautismo, s\u00ed. \u00bfPor qu\u00e9, entonces, no renac\u00e9is en el Esp\u00edritu? \u00bfPor qu\u00e9 mat\u00e1is en vosotros el Amor?
\u00bf C\u00f3mo puede ser comprendida mi doctrina si el Amor no est\u00e1 en vosotros? Yo os lo<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
he dicho \u00abque habr\u00edais comprendido cuando hubiese enviado al Consolador, el Esp\u00edritu de Verdad\u00bb. Ahora Yo os lo he mandado. He subido dispuesto sobre la Cruz para redimiros y para preparar el camino al Par\u00e1clito. He ascendido deseoso al Cielo, dejando a mi Madre, la \u00danica en la que el Esp\u00edritu estaba como en el seno del Padre tan llena de gracia estaba Ella. M\u00e1s bien estaba en Ella 26 la \u00abGracia\u00bb misma. He ascendido dejando a los hombres a los que tanto hab\u00eda amado, hasta morir por ellos de muerte de cruz, para poder mandaros a Aqu\u00e9l a cuya luz todo se hace claro. Os lo contin\u00fao enviando, alimentando esta luz conmigo mismo, porque Yo estoy en el Padre y en el Esp\u00edritu y Ellos est\u00e1n en M\u00ed.
Y a M\u00ed me ten\u00e9is, con mi Cuerpo, con mi Sangre, con mi Esencia, en la Eucarist\u00eda. Dios y Hermano vuestro. Pero vosotros viv\u00eds con la carne. Me ten\u00e9is a M\u00ed, Luz del mundo, y una vez m\u00e1s, mejor dicho cada vez m\u00e1s, prefer\u00eds las tinieblas a la luz. Parec\u00e9is pobres locos. En los tiempos de mi vivir entre vosotros os habr\u00edan llamado \u00abpose\u00eddos\u00bb, pose\u00eddos por un esp\u00edritu impuro que os doblega a perversiones extra\u00f1as, por las que am\u00e1is las tinieblas, las indignidades, las compa\u00f1\u00edas impuras, mientras podr\u00edais vivir en la Luz y en la Verdad. Ten\u00e9is o\u00eddo y no o\u00eds, ten\u00e9is vista: y no veis. Pose\u00e9is el habla, pero la us\u00e1is para blasfemar o para mentir. Ten\u00e9is un coraz\u00f3n y no lo elev\u00e1is al Cielo sino que lo vend\u00e9is por bajos amores y bajos intereses.
\u00bfPor qu\u00e9 viv\u00eds profanando y profan\u00e1ndoos? \u00bfPero qu\u00e9 son para vosotros las palabras de Verdad y de Vida que os he dejado y que el Par\u00e1clito os ha explicado a la luz de la Caridad?
De vez en cuando Yo intento otro milagro de amor y os llamo, habl\u00e1ndoos de mil modos. Ven\u00eds, investig\u00e1is, os agit\u00e1is. Pero \u00bfc\u00f3mo? Con una curiosidad cient\u00edfica. Vuestro esp\u00edritu no se despierta con el toque del Misterio que se revela una vez m\u00e1s y os muestra a Dios y su amor. \u00a1Pobres criaturas cegadas por vuestra ciencia humana!
Una sola es la Ciencia necesaria. La m\u00eda. Y os la comunica el Esp\u00edritu de Verdad. A su luz todo cuanto existe se santifica, se purifica, se hace bueno. Si vuestro saber se origina en este Saber perfecto, vuestro saber humano da obras de utilidad verdadera. De otra manera no. Si la ciencia que pose\u00e9is es s\u00f3lo ciencia humana, no es ciencia verdadera. Es profanaci\u00f3n. \u00c9sta arranca los velos que envuelven las fuerzas c\u00f3smicas en un misterio en el cual Yo, que s\u00e9 dosificar el bien y el mal que deb\u00e9is conocer, las hab\u00eda envuelto.
El drag\u00f3n susurra: \u00abMuerde, muerde, hombre, el fruto que te har\u00e1 dios\u00bb. Y vosotros mord\u00e9is. No sab\u00e9is que com\u00e9is vuestra condenaci\u00f3n. Os hac\u00e9is de una genialidad semidivina, es cierto, hab\u00e9is arrancado muchos secretos al universo y hab\u00e9is esclavizado las fuerzas de la naturaleza. Pero no teniendo como contrapeso el amor en vuestro saber, vuestro saber se ha convertido \u00fanicamente en poder destructor. Y Satan\u00e1s silba su alegr\u00eda porque en vuestros descubrimientos ve su signo que niega a Dios. S\u00f3lo su signo.
Si pusierais el cent\u00e9simo de aquello que pon\u00e9is en el mal para cumplir el bien, ya estar\u00edais salvados. Pero seguir el Bien quiere decir ser puros, continentes, misericordioso s, honestos, justos y humildes. Y vosotros prefer\u00eds en cambio ser obradores de iniquidad\u00bb.<\/p>
\u00abNo pod\u00e9is conciliar el Reino de Dios con el reino de Satan\u00e1s. No pod\u00e9is satisfacer<\/p>
26 En Ella est\u00e1 a\u00f1adido por nosotros trat\u00e1ndose de una omisi\u00f3n se\u00f1alada en el dictado del 11 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
contempor\u00e1neamente la carne y el esp\u00edritu. Deb\u00e9is elegir.
Os he dado la inteligencia para que pod\u00e1is elegir. Os he dado la luz para que pod\u00e1is ver. Os he dado el amor para que os pod\u00e1is guiar. Y os he dado la libertad porque de otra forma no hubiera tenido m\u00e9rito vuestra existencia. Os hab\u00e9is equivocado diez, cien, mil veces.
Os he dado los Mandamientos para ayudaros, os he dado los Profetas para gritaros mi Voluntad. Os hab\u00e9is equivocado cien, mil, diez mil veces.
Os he dado a M\u00ed mismo, dejando el seno de mi Padre para hablaros. Os he dado a M\u00ed mismo, humill\u00e1ndome a M\u00ed, Dios, a morir como un malhechor para lavaros el coraz\u00f3n y hacerlo capaz de acoger a Dios. Os he dado el Esp\u00edritu para que os fuera Maestro en el conocimiento de mi doctrina de caridad, pureza, bondad, humildad. Os hab\u00e9is equivocado diez mil, un mill\u00f3n de veces.
No se puede contar m\u00e1s el n\u00famero de vuestros errores. Los acumul\u00e1is como una pir\u00e1mide los unos sobre los otros. Hac\u00e9is una segunda Torre de Babel para montaros encima y deciros: \u00abHe aqu\u00ed que somos semejantes a D\u00edos y escalamos los cielos\u00bb. Satan\u00e1s os ayuda y r\u00ede. Sabe que la torre de vuestras culpas os caer\u00e1 encima cuando cre\u00e1is tocar los cielos y os precipitar\u00e1 en el infierno. Ya est\u00e1 cayendo y arrastr\u00e1ndoos.
\u00a1Y no os par\u00e1is!
\u00a1Oh! \u00a1paraos, paraos, hijos! \u00a1paraos, tesoros m\u00edos! Escuchad la voz del Padre, del Hermano, del Dios vuestro que os llama, que os llama tesoros incluso ahora porque est\u00e1is enjoyados con su Sangre. No sacud\u00e1is de vosotros esa Sangre con ira, blasfem\u00e1ndola. Levantad la frente enferma hacia el Cielo, que el roc\u00edo divino os lave. Porque est\u00e1is enfermos, pobres hijos m\u00edos, y no lo sab\u00e9is. Os hab\u00e9is dejado besar por Satan\u00e1s y su lepra est\u00e1 sobre vosotros y en vosotros. Pero mi amor, tan s\u00f3lo mi amor, os puede curar.
Venid, no rechac\u00e9is mi mano que trata de atraeros a M\u00ed. \u00bfCre\u00e9is que Yo no os pueda perdonar? \u00a1Oh! Hubiera perdonado incluso a Judas si en lugar de huir hubiera venido bajo la cruz en la que mor\u00eda y me hubiera dicho: \u00abPerd\u00f3n\u00bb. Hubiera sido mi primer redimido porque era el m\u00e1s culpable, y sobre \u00e9l hubiera hecho llover la Sangre de mi Coraz\u00f3n, traspasado no tanto por la lanza como cuanto por la suya y por vuestras traiciones.
Venid. Mis brazos est\u00e1n abiertos. Sobre la cruz me dol\u00eda tenerlos clavados solamente porque no hubiera podido apretarlos alrededor de vosotros y bendeciros. Pero ahora est\u00e1n libres para atraeros a mi Coraz\u00f3n. Mi boca tiene besos de perd\u00f3n, mi coraz\u00f3n tiene tesoros de amor.
Dejad las riquezas injustas y venid a M\u00ed, verdadera Riqueza. Dejad las alegr\u00edas indignas y venid a M\u00ed, verdadera Alegr\u00eda. Dejad los falsos dioses y venid a M\u00ed, verdadero Dios. \u00a1C\u00f3mo os sentir\u00edais contentos con una alegr\u00eda espiritual si os confiarais a M\u00ed!
Yo soy el Dios de la Paz. De M\u00ed manan todas las gracias. Cada dolor se calma en M\u00ed. Cada peso se hace ligero. Cada acto vuestro, realizado en mi Nombre, se reviste de mi Belleza. Yo os lo puedo dar todo si ven\u00eds a mi Coraz\u00f3n, y no en manera humana, sino sobrehumana, eterna, inefablemente dulce. No os digo que no conocer\u00e9is m\u00e1s el dolor. Lo he conocido Yo que soy Dios. Pero os digo: el dolor se har\u00e1 suave si lo sufr\u00eds sobre mi Coraz\u00f3n.
Venid. Dejad lo que muere, lo que os perjudica, Aquello que os quiere mal. Venid a Quien os ama, a Quien os sabe dar las cosas que no da\u00f1an y no mueren. Ayudadme,<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
con vuestra voluntad. La quiero para actuar. No porque la necesite, sino porque la necesit\u00e1is vosotros para merecer el Reino.
Venid. Ayudadme a devolver el Infierno al infierno y a abriros el Cielo\u00bb .<\/p>
9 de junio<\/p>
Responde Jes\u00fas precisamente a m\u00ed:
\u00abEntiendo y compadezco tu tristeza. No es esa la tristeza que Yo acuso como culpa. Tristeza culpable es la que viene de la intolerancia de las cosas y de las cruces. Humanas las primeras, sobrenaturales las segundas. Tristeza culpable es la sed de goce, de riquezas, sed que no se apaga y os da tristeza, o sed que tras ser saciada os deja m\u00e1s tristes que antes porque llora en vosotros la conciencia. \u00c9sta es la tristeza que Yo condeno.
Pero la tristeza buena, sentida por las desgracias de los dem\u00e1s m\u00e1s que por las propias, la aflicci\u00f3n que produce ver a Dios escarnecido, la pena por los v\u00ednculos queridos que se rompen, Yo no la condeno. Antes de vosotros la he probado Yo y he llorado.
Cuando despu\u00e9s el alma sube a\u00fan m\u00e1s arriba y no s\u00f3lo tiene en s\u00ed una tristeza no condenable, sino que me sabe ofrecer su tristeza para que Yo use su llanto para el bien de los dem\u00e1s, entonces Yo cojo esta alma y la acuno sobre mi Coraz\u00f3n para adormecer su pena y darle mi alegr\u00eda.
La sientes. S\u00e9 que la sientes manar en ti. Esos sobresaltos de alivio que sientes, y que te parecen rayos en la oscuridad que te viene de muchas cosas, y te parecen liberaci\u00f3n de pesos que te abaten, soy Yo que vengo a ti con mi alegr\u00eda.
Has intuido tambi\u00e9n el origen de tanta oscuridad en el dolor que, por tu bien, te invade. S\u00ed. T\u00fa, viviendo en M\u00ed y por M\u00ed, desencadenas las iras del Enemigo y \u00e9l, no pudiendo hacer otra cosa, trata de asustarte volviendo m\u00e1s negro el futuro de cuanto no lo sea ya. Pero no tengas miedo. Yo estoy contigo.
Aumenta tambi\u00e9n tu tristeza el pensar en las palabras que digo a tu alma, no por ti sino por todos. Pero no rechaces recibidas. \u00a1Tengo tan pocas personas en todo el vasto mundo que se abran para escuchar mi Palabra! Aquellos a los cuales quisiera hablar para reconducirles por el camino de la Vida no me quieren escuchar. Hablo entonces a los pocos que me quieren escuchar. Cuando convenga, todo cuanto he dicho a mis fieles en secreto ser\u00e1 comunicado, y as\u00ed la Palabra continuar\u00e1 resonando en el mundo.
No reh\u00fases por lo tanto mi obra, sea cual sea. No te glor\u00edes ni te asustes de ella. D\u00e9jame actuar. No hago nunca nada si un fin. Ven siempre a M\u00ed con esa confianza que tanto me gusta. Cuando Yo encuentro un alma confiada abro mi Coraz\u00f3n y la encierro dentro. \u00bfCrees que te pueda suceder algo que sea verdadero mal si est\u00e1s encerrada en mi Coraz\u00f3n? Ni siquiera el Infierno puede da\u00f1arte mientras est\u00e9s all\u00ed. Y estar\u00e1s mientras seas pura, amorosa, confiada, fiel\u00bb.<\/p>
10 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSi mi Carne es realmente alimento y mi Sangre es realmente bebida, \u00bfc\u00f3mo es que vuestras almas mueren de inanici\u00f3n? \u00bfC\u00f3mo es que no crec\u00e9is en la vida de la gracia?
Hay muchos para los cuales es como si mis iglesias no tuvieran sagrario. Son<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
aquellos que me han renegado y olvidado. Pero tambi\u00e9n hay muchos que se alimentan de M\u00ed. Y tampoco progresan. Mientras en otros, en cada uni\u00f3n conmigo Eucarist\u00eda, hay un crecimiento de gracia. Te explicar\u00e9 las causas de estas diferencias.
. Est\u00e1n los perfectos que me buscan \u00fanicamente porque saben que mi alegr\u00eda es ser acogido en el coraz\u00f3n de los hombres y que no tienen mayor alegr\u00eda que llegar a ser una sola cosa conmigo. En \u00e9stos el encuentro eucar\u00edstico se hace fusi\u00f3n, y es tan fuerte el ardor que de M\u00ed emana y que de ellos brota, que como dos metales en un crisol llegamos a ser una sola cosa. Naturalmente m\u00e1s perfecta es la fusi\u00f3n tanto m\u00e1s la criatura recibe mi sello, mis propiedades, mis bellezas. As\u00ed saben unirse a M\u00ed aquellos que despu\u00e9s vosotros llam\u00e1is \u00abSantos\u00bb, o sea los perfectos que han entendido qui\u00e9n soy Yo.
Pero en todas las almas que vienen a M\u00ed con verdadera pasi\u00f3n y puro coraz\u00f3n Yo aporto gracias indecibles y comunico mi gracia, de modo que ellas avanzan por el camino de la Vida y aunque no alcanzaran una santidad clamorosa, reconocida por el mundo, siempre alcanzan la vida eterna, porque quien est\u00e1 en M\u00ed tiene vida eterna.
Para todas las almas que saben venir a M\u00ed con el ardor de los primeros y con la confianza de los segundos y que me dan todo cuanto est\u00e1 en su poder dar, o sea todo el amor de que son capaces, Yo estoy dispuesto a cumplir prodigios de milagros con tal de unirme a ellas. El cielo m\u00e1s bello para M\u00ed est\u00e1 en el coraz\u00f3n de las criaturas que me aman. Por ellas, aunque la rabia de Satan\u00e1s destruyera todas las iglesias, Yo sabr\u00eda descender, en forma eucar\u00edstica, de los Cielos. Y mis \u00e1ngeles me llevar\u00edan a las almas hambrientas de M\u00ed, Pan vivo que desciende del Cielo.
No es por otra parte algo nuevo. Cuando la fe era todav\u00eda llama de amor vivo Yo he sabido ir a almas ser\u00e1ficas enterradas en las ermitas o en las celdas muradas. No hacen falta catedrales para contenerme. Me basta un coraz\u00f3n que consagre el amor. Incluso la m\u00e1s grande y espl\u00e9ndida catedral es siempre demasiado estrecha y pobre para M\u00ed, Dios que colmo de M\u00ed todo cuanto existe. La obra humana est\u00e1 sujeta a las limitaciones de lo humano y Yo soy infinito. En cambio no me es peque\u00f1o y pobre vuestro coraz\u00f3n si la caridad lo enciende. Y la m\u00e1s hermosa catedral es vuestra alma habitada por Dios.
Dios est\u00e1 en vosotros cuando vosotros est\u00e1is en gracia. Y se quiere hacer un altar de vuestro coraz\u00f3n. En los primeros tiempos de mi Iglesia no exist\u00edan las catedrales, pero Yo ten\u00eda un trono digno de . M\u00ed en el coraz\u00f3n de cada cristiano.
Despu\u00e9s est\u00e1n quienes vienen a M\u00ed solamente cuando la necesidad les empuja o el miedo les azuza. Entonces vienen a llamar al Sagrario que se abre, concediendo siempre consuelo, frecuentemente, si es \u00fatil, la gracia pedida. Pero quisiera que el hombre no viniera a M\u00ed solamente para pedir sino tambi\u00e9n para dar.
Luego vienen aquellos que se acercan a la Mesa, donde Yo me hago alimento, por costumbre. En \u00e9stos los frutos del Sacramento duran ese poco tiempo que duran las Especies y despu\u00e9s desaparecen. No poniendo ning\u00fan latido en su venir a M\u00ed, no progresan en la vida del esp\u00edritu que es esencialmente vida de caridad. Yo soy Caridad y traigo caridad, pero mi caridad languidece en estas almas tibias que nada logra calentar m\u00e1s.
Otra categor\u00eda, la de los fariseos. Existen tambi\u00e9n ahora; es una gramilla que no muere. \u00c9stos aparecen ardientes pero est\u00e1n m\u00e1s fr\u00edos que la muerte. Siempre iguales a quienes me condenaron a muerte vienen, poni\u00e9ndose bien a la vista, hinchados de soberbia, saturados de falsedad, seguros de poseer la perfecci\u00f3n, sin misericordia m\u00e1s<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
que para ellos mismos, convencidos de ser ejemplo para el mundo. En cambio son los que escandalizan a los peque\u00f1os y se alejan de M\u00ed porque su vida es una ant\u00edtesis de la que deber\u00eda ser y su piedad es de forma pero no de sustancia, y se transforma, apenas se alejan del altar, en dureza hacia los hermanos. \u00c9stos comen su condenaci\u00f3n porque Yo perdono muchas cosas, conociendo vuestra debilidad, pero no perdono la falta de caridad, la hipocres\u00eda, la soberbia. De estos corazones Yo huyo lo antes posible.
Considerando estas categor\u00edas es f\u00e1cil entender por qu\u00e9 la Eucarist\u00eda no ha hecho todav\u00eda del mundo un Cielo como deber\u00eda haber hecho. Sois vosotros quienes obstaculiz\u00e1is este adviento de amor que os salvar\u00eda singularmente y como sociedad. Si realmente os nutrierais de M\u00ed con el coraz\u00f3n, con el alma, con la mente, con la vo- luntad, con la fuerza, con la inteligencia, en suma con todas vuestras potencias, cesar\u00edan los odios, y con los odios las guerras, no existir\u00edan m\u00e1s fraudes, ni calumnias, ni las pasiones desordenadas que crean los adulterios y con \u00e9stos los homicidios, el abandono y la abolici\u00f3n de los inocentes. El perd\u00f3n rec\u00edproco estar\u00eda no en los labios, sino en los corazones de todos, y ser\u00edais perdonados por mi Padre.
Vivir\u00edais como \u00e1ngeles pasando vuestros d\u00edas ador\u00e1ndome en vosotros e invoc\u00e1ndome para la pr\u00f3xima venida. Mi constante presencia en vuestro pensamiento os tendr\u00eda alejados del pecado, el cual siempre empieza por un labor\u00edo del pensamiento que despu\u00e9s se traduce en acto. Pero del coraz\u00f3n hecho Sagrario no saldr\u00edan m\u00e1s que pensamientos sobrenaturales y la tierra ser\u00eda santificada.
La tierra se convertir\u00eda en un altar, un enorme altar preparado para acoger la segunda venida de Cristo, Redentor del mundo\u00bb.<\/p>
11 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEst\u00e1s demasiado afligida por copiar cuanto te he dicho, mucho m\u00e1s porque es un tema que te cuesta transcribir. D\u00e9jalo entonces por hoy y esc\u00fachame a M\u00ed que te hablo. Tienes tanta pena, \u00a1pobre alma! Pero Yo quiero aliviar tu pena. No \u00abquitar\u00bb tu pena.
Sino aliviarla. Aliviarla consol\u00e1ndote y aliviarla ayud\u00e1ndote a levantarla bien en alto para que sea totalmente meritoria. Si me escuchas ver\u00e1s que la herida duele menos.
Mar\u00eda, no seas una que no sabe hacer fructificar las monedas que Yo le doy. Cada acontecimiento de vuestra jornada de hombres es una moneda que Dios os conf\u00eda para que la hag\u00e1is fructificar para la vida eterna. S\u00edrvete de la nueva moneda que Yo te doy de modo que obtengas el cien por cien. \u00bfDe qu\u00e9 modo?
Con la resignaci\u00f3n en primer lugar, aceptando beber este c\u00e1liz sin volver para otro lado la cabeza evitando acercar los labios al amargu\u00edsimo borde.
Con gratitud siempre, hacia M\u00ed que te lo doy con el conocimiento justo, como s\u00f3lo Yo lo puedo tener, de hacerte el bien, o sea, de hacer por ti un nuevo acto de amor.
Con confianza. Yo te ayudar\u00e9 a llevar la nueva cruz y las otras que de \u00e9sta brotar\u00e1n.
\u00bfNo est\u00e1s contenta de tenerme por Cirineo, Yo, tu Jes\u00fas que te ama?
Con visi\u00f3n superior, sobre todo. S\u00ed, no envilezcas el oro de esta cruz ensuci\u00e1ndolo con maquinaciones humanas. Y \u00bfqu\u00e9 te importa que el mundo no te comprenda, ni siquiera en tus sentimientos m\u00e1s selectos? \u00bfY qu\u00e9? \u00bfTe preocupas porque te juzgan fr\u00eda, ego\u00edsta, sin amor hacia tu madre? \u00bfY qu\u00e9? \u00bfTe afliges por un pobre juicio huma- no? No, Mar\u00eda. Lo malo ser\u00eda que Yo te juzgara culpable contra los mandamientos de la<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Ley divina y humana por tu actuar hacia tu madre. Pero de los dem\u00e1s no te preocupes.
Y m\u00edrame a M\u00ed una vez m\u00e1s. \u00bfAcaso no fui Yo escarnecido por el insulto de que era blasfemador, un rebelde al Dios de Abraham, un pose\u00eddo, un hijo sin coraz\u00f3n? Ning\u00fan disc\u00edpulo es m\u00e1s que el Maestro, Mar\u00eda, y cada disc\u00edpulo debe por ello igualarme en las ofensas que recibe y en las obras que cumple.
De las ofensas se ocupan los dem\u00e1s los cuales \u00abno saben lo que hacen y lo que dicen\u00bb. Por eso perd\u00f3nales. De las obras oc\u00fapate t\u00fa, continuando tu camino y levantando muy en alto tu esp\u00edritu hasta donde las piedras de la difamaci\u00f3n, de la corta vista humana, no puedan llegar. Soy Yo quien ve y juzga y quien te premia y bendice. Los dem\u00e1s son polvo que cae.
Ve en paz, Mar\u00eda. Ves que te toco para quitar de tu cabeza la corona espinosa. Hoy la llevar\u00e9 Yo por ti. Y no busques nunca otros corazones aparte del m\u00edo para consolar tu sufrir. Aunque recorrieras toda la tierra no encontrar\u00edas a nadie que te entendiera con verdad y justicia como lo puede hacer Jes\u00fas, tu Maestro y Amigo.
Ve en paz. Te doy mi paz\u00bb.<\/p>
\u00abPara entender las cosas vosotros hombres ten\u00e9is necesidad de poner meticulosamente todas las cosas en claro. Puntos, comas, exclamaciones, interrogaciones, y frecuentemente no sirven. Pero Dios no tiene necesidad de sofisticar tanto para entender. \u00c9l ve en lo profundo y juzga en vuestro \u00edntimo. Es por esto que os he dicho: \u00abCuando or\u00e9is no dig\u00e1is muchas palabras. Vuestro Padre sabe de qu\u00e9 ten\u00e9is necesidad\u00bb.
Vuestro Padre entiende, Mar\u00eda, ve, juzga, con verdadera justicia y con gran misericordia. No mide con vuestro metro. No condena seg\u00fan vuestro c\u00f3digo, y no mira con vuestros ojos miopes. Incluso cuando hay realmente una culpa, pero el culpable est\u00e1 tan humillado que se juzga por s\u00ed mismo merecedor de condenaci\u00f3n, Yo, Miseri- cordia, digo: \u00abNo te condeno. Vete y no peques m\u00e1s\u00bb, como he dicho a la ad\u00faltera.
De que el pr\u00f3jimo no entienda nunca con verdadera justicia tienes continuas pruebas. La \u00faltima es de anoche. Han sido heridos tu coraz\u00f3n de hija y tu susceptibilidad de mujer con un s\u00f3lo golpe. Y por quien habr\u00eda podido conocerte a fondo. Que esto te demuestre una vez m\u00e1s que s\u00f3lo Dios es infinitamente justo. Deja pasar todo aquello que no sea Dios. Quiero que t\u00fa vivas solamente de Dios.
\u00bfQuieres un ejemplo de cu\u00e1nto sea limitada la perspicacia humana? T\u00fa, al transcribir una frase, has omitido, pareci\u00e9ndote ya claro el pensamiento mientras Yo te lo dictaba, dos palabritas: en ella. Dos microsc\u00f3picas palabritas. Pero despu\u00e9s ni t\u00fa ni los dem\u00e1s hab\u00e9is entendido ya el significado verdadero de la frase. \u00abM\u00e1s bien estaba en ella (Mar\u00eda) la Gracia misma\u00bb, es decir Dios, Gracia misma, estaba plenamente en Mar\u00eda. Una nonada de omisi\u00f3n, pero que ha hecho que ya no se cogiera bien el sentido de la frase 27.
As\u00ed es con todo. La limitada vista intelectual humana ve en la superficie y con frecuencia malamente incluso en la superficie. Por esto os he dicho: \u00abNo juzgu\u00e9is\u00bb.
Para persuadir a ti y a los dem\u00e1s de que cuanto escribes no es cosa tuya, dejo aposta lagunas en tu mente, como la de los diez justos que hubieran podido salvar aquella antigua ciudad 28. Lo has tenido que preguntar al Padre 29. O tambi\u00e9n dejo que<\/p>
27 En el dictado del 8 de junio
28 No se ha encontrado ning\u00fan punto en el cual la escritora d\u00e9 aclaraciones sobre la \u00ablaguna\u00bb de los diez justos, de evidente naturaleza b\u00edblica, varias veces representada a lo largo del volumen<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
t\u00fa cometas una peque\u00f1a modificaci\u00f3n para mostrarte que por ti te equivocas enseguida y te quito las ganas de probar de nuevo. De tal manera te tengo sujeta y persuadida de que nada es tuyo y todo es m\u00edo.
Todo el bien que vosotros hac\u00e9is, aunque sea muy vasto, es una peque\u00f1ez insignificante si se compara con el infinito Bien que es Dios, e incluso vuestras obras m\u00e1s perfectas, de una perfecci\u00f3n humana, est\u00e1n llenas de errores a los ojos de Dios. Pero si las ofrec\u00e9is unidas a mis m\u00e9ritos, entonces ‘toman las caracter\u00edsticas que agradan a Dios, ganando en perfecci\u00f3n, en extensi\u00f3n, y llegan a ser capaces de redenci\u00f3n.
Es necesario saber hacerlo todo en M\u00ed e imit\u00e1ndome a M\u00ed y en mi Nombre. Entonces mi Padre ve en vuestras obras mi signo y la semejanza conmigo y las bendice y hace fructificar. Por una humildad equivocada no debes nunca decir: \u00abYo no puedo hacer esto\u00bb. Yo lo he dicho: \u00abHar\u00e9is las mismas obras que hago Yo\u00bb. As\u00ed es porque perma- neciendo en M\u00ed con vuestra buena voluntad os hac\u00e9is peque\u00f1os Cristos capaces de seguirme a M\u00ed, Cristo verdadero, en todas las vicisitudes de la vida\u00bb.<\/p>
12 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMuchos, si muchos leyeran aquello que te dicto, encontrar\u00edan expresiones que son un poco fuertes, casi imposibles a su vista humana. El Padre se sorprender\u00e1 menos porque, como siervo m\u00edo, sabe que nada es imposible para Dios, incluso ciertas formas de conducta hacia las almas que no ser\u00edan seguidas por los hombres que miden las cosas y las aplican seg\u00fan una falsa regla y un modelo creado por ellos. Es decir siempre imperfectos.
Cuando Yo te digo 30: \u00abTe he amado tanto que hasta he satisfecho tus caprichos…\u00bb, digo una frase que har\u00eda desencajar los ojos a muchos y aplicar\u00eda cr\u00edticas irrespetuosas hacia M\u00ed y juicios poco agradables hacia ti. Sin embargo es as\u00ed, y esto sucede por una justa visi\u00f3n m\u00eda.
Cuando Yo te quise para M\u00ed, pobre Mar\u00eda, eras tan humana y la humanidad que hab\u00edas tenido a tu alrededor era todav\u00eda m\u00e1s humana que t\u00fa misma y te pesaba cada vez m\u00e1s, de modo que eras como una peque\u00f1a salvaje. Si Yo entonces te hubiera pedido lo que te he pedido despu\u00e9s, y especialmente aquello que quiero de ti, hoy por hoy, ahora, t\u00fa habr\u00edas huido asustada.
Pero Jes\u00fas no da nunca miedo. Jes\u00fas con sus hijos queridos es un padre de una ternura perfecta; de una ternura divina, porque aunque Jes\u00fas fue hombre y conoci\u00f3 los sentimientos del hombre, \u00c9l ha sido siempre y es Dios, y por ello en los sentimientos alcanza la perfecci\u00f3n de Dios.
Entonces Yo para acercarte y para que t\u00fa te acercaras sin temor y cada vez con m\u00e1s amor, he seguido la regla en uso entre los hombres para conquistar a los ni\u00f1os ariscos. Te he ofrecido y donado todo cuanto deseabas. Eran nonadas a veces, otras eran cosas grandes. Y bien: tu Jes\u00fas te las ha dado.
A veces so\u00f1abas con los ojos abiertos y dabas por cierto el sue\u00f1o. Un hombre te habr\u00eda desmentido haci\u00e9ndote pasar por loca e insincera. Yo, Dios, he cambiado tus<\/p>
29 Padre Migliorini
30 En el dictado del 4 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
sue\u00f1os en certezas para no humillarte ante el mundo. De tal modo he obtenido que t\u00fa te encari\u00f1ases en tal modo conmigo de llegar a aquello que eres ahora: algo perdido en M\u00ed, inseparable de M\u00ed.
T\u00fa, ser finito e imperfecto, ya no existes con tus limitaciones e imperfecciones humanas, porque est\u00e1s absorbida, y por ti misma te has hecho absorber, por M\u00ed. Me ves a M\u00ed en cada cosa agradable, desagradable, alegre, triste, que te suceda. Act\u00faas mirando mi Rostro. Est\u00e1s fascinada por mi Rostro. Podr\u00eda guiarte con la mirada. Incluso con menos: el latido de mi Coraz\u00f3n, de mi Amor, te gu\u00eda. Vives de mi Amor. Vives en mi Amor. Vives por mi Amor.
Cuando tienes una alegr\u00eda corres a mi encuentro riendo adarme las gracias. Cuando tienes una necesidad tiendes tu mano pidi\u00e9ndola. Cuando tienes un dolor vienes sobre mi Coraz\u00f3n para llorar. Est\u00e1s de tal modo convencida que Yo soy tu Todo, que tomas decisiones, que tienes confidencias que a la simple vista humana podr\u00edan parecer imprudencias y locuras. Pero t\u00fa sabes que Yo soy tu Todo. Un Todo Dios y que puedo todo, y te f\u00edas.
Precisamente es esta confianza absoluta la que me empuja a realizar continuos peque\u00f1os milagros para ti, porque es la confianza de quien me ama la que abre mi Coraz\u00f3n de Dios para hacer descender de \u00e9l torrentes de gracias.
Eres m\u00eda porque Yo te he sabido coger, porque he sabido hacer de tu pobre humanidad humillada una obra maestra de Misericordia. Eres m\u00eda, mi peque\u00f1a M\u00eda. Eras de tantas cosas. Viv\u00edas para los reclamos humanos. Sufr\u00edas, mor\u00edas en la carne y en el alma porque eres un alma a la que el mundo no sacia y no sab\u00edas encontrar el ca- mino. Ahora eres m\u00eda, s\u00f3lo m\u00eda. E incluso en la cruz eres feliz porque tienes quien te ama como t\u00fa quieres. Me tienes a M\u00ed, tu Dios y tu Esposo, tu Jes\u00fas\u00bb.
\u00abCuando un alma llega a ser tan m\u00eda, el amor ocupa el lugar de la Ley y de los Mandamientos. Divinos la una y los otros, pero que todav\u00eda hacen sentir su presencia. Son como los arneses puestos a vuestra animalidad para que no se rebele y se vaya a los precipicios.
Pero el Amor no tiene peso. No es un freno que ejerce constricciones. Es una fuerza que os conduce libr\u00e1ndoos incluso de vuestra humanidad. Cuando un alma ama realmente, el Amor ocupa el lugar de todo. Es como un ni\u00f1o peque\u00f1o en los brazos de su madre que le nutre, le viste, le duerme, le lava, le lleva de paseo o lo mete en la cuna por su bien. El Amor es la m\u00edstica nodriza que cr\u00eda a las almas destinadas al Cielo. Si por un milagro especial, querido por 3\/4 de vuestra voluntad -porque sin vuestra voluntad ciertos milagros no pueden, no deben suceder- y por un cuarto de mi benignidad, todas las almas se hicieran vivientes s\u00f3lo para el esp\u00edritu, esto es todas dignas del Cielo, Yo dir\u00eda a la tierra la palabra \u00abFin\u00bb para poderos llevar a todos al Cielo antes de que un nuevo fermento de humanidad corrompiera de nuevo a alguno de los m\u00e1s d\u00e9biles de entre vosotros. Pero desgraciadamente esto no suceder\u00e1 nunca. Mejor
dicho cada vez mueren m\u00e1s sobre la tierra la espiritualidad y el amor.
Por esto las almas que saben vivir en la espiritualidad y en el amor deben tocar las cimas del esp\u00edritu, de la caridad, y del sacrificio -porque el sacrificio no falta nunca en esta trinidad de cosas necesarias para ser mis verdaderos disc\u00edpulos- y reparar por las dem\u00e1s que han esterilizado el esp\u00edritu y el amor en sus corazones.
Reparar, consolar, sufrir. Ser\u00e1n las v\u00edctimas las que salvar\u00e1n el mundo\u00bb .<\/p>
13 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPara que el Esp\u00edritu Santo pueda descender y obrar libremente en un coraz\u00f3n, es necesario cultivar en s\u00ed mismos la caridad, la fidelidad, la pureza, la oraci\u00f3n y la humildad.
Mis Ap\u00f3stoles se prepararon para su venida con estas virtudes unidas a un intenso recogimiento. Para aprender \u00e9ste, as\u00ed como para aprender las otras virtudes, no ten\u00edan m\u00e1s que mirar a Mar\u00eda, mi Madre. En Ella el esp\u00edritu de recogimiento era intens\u00edsimo. Incluso en las ocupaciones de la vida Ella sab\u00eda vivir recogida en Dios y su gran alegr\u00eda era poderse aislar en la contemplaci\u00f3n, en el silencio, en la soledad.
Dios puede hablar en cualquier sitio. Pero su Palabra llega a vosotros, mortales, cuyas capacidades de recepci\u00f3n son limitadas, mucho mejor cuando pod\u00e9is estar en soledad que no cuando a vuestro alrededor el pr\u00f3jimo habla, se mueve, se agita con frecuencia en mezquindades humanas. Doble m\u00e9rito y doble gracia si pod\u00e9is o\u00edr a Dios incluso entre el tumulto. Pero tambi\u00e9n doble, triple fatiga.
Pero t\u00fa, Mar\u00eda, no transgredas la santa caridad y la santa paciencia por la idea de o\u00edrme. Entonces mutilar\u00edas el fruto de estas lecciones. Nada, ni siquiera el pensamiento de o\u00edr mi Voz, te debe hacer poco dispuesta para ejercer condescendencia y paciencia con tu pr\u00f3jimo. \u00bfTe parece perder el hilo de lo que digo? \u00bfTe disgustas porque te das cuenta de que has olvidado alguna gema de lo que digo? \u00a1Oh! \u00a1f\u00edate de M\u00ed! Yo te la har\u00e9 encontrar, y m\u00e1s hermosa que antes porque unida con el oro de la caridad y rodeada de las perlas de la paciencia desmenuzada en infinitos actos, pero todos, todos, preciosos.
Recuerda que \u00abtodo lo que hag\u00e1is al pr\u00f3jimo a M\u00ed, Jes\u00fas, me lo hac\u00e9is\u00bb. Por ello tienes que saber salir de tu coloquio Conmigo para escuchar las necesidades, incluso a veces muy in\u00fatiles, del pr\u00f3jimo, siempre con una sonrisa y con buena voluntad. T\u00fa tendr\u00e1s el m\u00e9rito de la caridad ejercida, y ellos no se escandalizar\u00e1n vi\u00e9ndote irritada por haber debido dejar la oraci\u00f3n.
Mar\u00eda Stma. sab\u00eda, sin alterarse, salir de la meditaci\u00f3n, de la oraci\u00f3n, de los suaves coloquios con Dios -y t\u00fa puedes pensar qu\u00e9 altura alcanzaban- y ocuparse del pr\u00f3jimo sin perder de vista a Dios y sin dar a entender al pr\u00f3jimo que hab\u00eda sido molestada. Mar\u00eda sea tu modelo.
Tambi\u00e9n en la oraci\u00f3n mis Ap\u00f3stoles no ten\u00edan m\u00e1s que mirar a Mar\u00eda para aprender c\u00f3mo se ora para obtener algo de Dios. Y as\u00ed para todas las dem\u00e1s virtudes necesarias para preparar la venida del Par\u00e1clito. Tambi\u00e9n ahora el Consolador desciende con mayor vehemencia cuanto m\u00e1s preparado est\u00e1 un esp\u00edritu para recibirle.
Mar\u00eda, la llena de gracia, no necesitaba preparaci\u00f3n alguna. Pero Ella os ha dado el ejemplo. Es vuestra Madre y las madres son el ejemplo vivo para los hijos. Mar\u00eda estaba ya llena del Esp\u00edritu Santo. Era su Esposa y conoc\u00eda todos los secretos del Esposo. Pero en Mar\u00eda nada deb\u00eda aparecer distinto a los dem\u00e1s.
Yo mismo, que era Dios, sobre la tierra me somet\u00ed a las leyes de la naturaleza: tuve hambre, sed, fr\u00edo, estuve cansado, tuve sue\u00f1o; y Yo mismo, que era Dios, sobre la tierra me somet\u00ed a las leyes de la moral: sent\u00ed hast\u00edo, miedo, tristeza, goc\u00e9 de la amistad, me horroric\u00e9 de la traici\u00f3n, tembl\u00e9 hasta sudar sangre al pensar lo que ten\u00eda que sufrir, rec\u00e9 como un hombre humilde que necesita de todo.
Tambi\u00e9n Mar\u00eda por ello recibi\u00f3, en forma evidente, el Esp\u00edritu Santo. Tambi\u00e9n las m\u00e1s grandes almas deben seguir el camino que todos siguen, en las manifestaciones<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
externas, se entiende, sin distinci\u00f3n, sin vanagloria, sin darse unos aires que no son m\u00e1s que soberbias alimentadas de hip\u00f3crita humildad. Sencillez siempre para que el Esp\u00edritu venga a vosotros con gusto. Y despu\u00e9s saber retener el Esp\u00edritu Santo con una pureza viv\u00edsima. \u00c9l no se detiene donde hay impureza. En fin fidelidad a sus inspiraciones.
\u00c9l es, dir\u00e9 as\u00ed, el Ap\u00f3stol eterno y divino que predica incansablemente a las almas la doctrina del Cristo, que os la ilumina y explica. Pero si es mal acogido, si las puertas de los corazones se cierran ante su presencia, si es recibido con ira, \u00c9l hace lo que Yo dije a mis Ap\u00f3stoles: se va y su paz vuelve a \u00c9l mientras que vosotros os qued\u00e1is sin ella.
Dios no se impone salvo en casos especiales. \u00c9l est\u00e1 siempre dispuesto a intervenir en vuestra ayuda. Pero quiere de vosotros el deseo de recibirle, la voluntad de escucharle, el coraje de seguirle, la generosidad de confesarle. Entonces \u00c9l os abraza, os penetra, os eleva, os inflama, os deifica, os hace cambiar vuestra pobre naturaleza animal en una totalmente espiritual, os deifica y como un \u00e1guila en vuelo os lleva alto, a los reinos de la Luz, a regiones de pureza, os acerca al Sol de la caridad y os calienta, hasta que os abre las puertas de su Reino para una eternidad de bienaventuranza\u00bb.<\/p>
14 de junio Despu\u00e9s de la Comuni\u00f3n<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAntes escucha lo que te digo y despu\u00e9s, por obediencia al Padre, copiar\u00e1s la lecci\u00f3n sobre los consagrados.
\u00bfSabes por qu\u00e9, Mar\u00eda, te son iluminadas cosas que est\u00e1n reservadas s\u00f3lo para ti? Porque t\u00fa no te has contentado con seguir a Jes\u00fas hasta el Cen\u00e1culo, sino que has entrado, detr\u00e1s de tu Esposo de dolor, tambi\u00e9n en la habitaci\u00f3n de la tortura. Se requiere mucha generosidad, mucha caridad, mucha fidelidad para hacer esto, y Yo . s\u00e9 premiar \u00e9stos tres muchos.
Cuando fui arrestado, ap\u00f3stoles y disc\u00edpulos, que hab\u00edan sabido seguirme jur\u00e1ndome fidelidad hasta la fracci\u00f3n del pan, huyeron. Solamente dos me siguieron. Juan el amado y Pedro el impulsivo. Pero Pedro, como todos los impulsivos, quebr\u00f3 su \u00edmpetu ante el primer escollo de la dificultad y del miedo, y se par\u00f3 en la puerta. Juan, el todo amor, desafi\u00f3 todo y a todos, y entr\u00f3.
Juan tuvo m\u00e1s valor en aquel instante que en todo el resto de su vida. Despu\u00e9s, durante el largo apostolado, estaba corroborado por el Esp\u00edritu Santo y ayudado, en los primeros a\u00f1os, por mi Madre, Maestra de fortaleza y de apostolado. Adem\u00e1s hab\u00eda sido afianzado en la fe de mi Resurrecci\u00f3n, por los primeros milagros, por ver propagarse cada vez m\u00e1s mi doctrina.
Pero aquella noche estaba solo. Ten\u00eda contra s\u00ed una muchedumbre embrutecida, Satan\u00e1s susurraba sus dudas para arrastrar a los dem\u00e1s, especialmente a los fieles, a la duda que es el primer paso de la negaci\u00f3n. Ten\u00eda en contra el miedo de su carne que sent\u00eda el peligro del Maestro, y que sent\u00eda desbordarse el mismo peligro sobre sus seguidores.
Pero Juan, amor y pureza, permaneci\u00f3 y entr\u00f3 detr\u00e1s de su Maestro, de su Esposo, de su Rey. Rey de dolor, Esposo de dolor, Maestro de dolor.
Hasta que un alma no acepta ser admitida en el \u00absecreto del dolor\u00bb que Yo, Cristo, he saboreado hasta el fondo, no puede pretender conocer a fondo mi doctrina, ni tener<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
luces que sobresalgan de las peque\u00f1as luces concedidas a todos.
Yo emano de mi Frente coronada de espinas, de mis manos traspasadas, de mis pies horadados, de mi pecho desgarrado, rayos de luz especial. Pero \u00e9stos van a quienes se. unen a mis Llagas y a mi dolor y encuentran el dolor y las llagas m\u00e1s hermosos que cualquier otra cosa creada.
La estigmatizaci\u00f3n no es siempre cruenta. Pero cada alma enamorada de M\u00ed hasta el punto de seguirme en la tortura y en la muerte que es vida, lleva mis estigmas en su coraz\u00f3n, en su mente.
Mis rayos son armas que hieren y luces que iluminan. Son gracia que entra y vivifica, son gracia que instruye y eleva.
Por mi benignidad doy a todos, pero doy infinitamente a quien se da totalmente a M\u00ed. Y cree, en verdad, que si las obras de los justos est\u00e1n escritas en el gran Libro que ser\u00e1 abierto el \u00faltimo d\u00eda, las obras de mis amantes hasta el holocausto, las obras de las v\u00edctimas voluntarias, a semejanza m\u00eda, para la redenci\u00f3n de los hermanos, est\u00e1n escritas en mi Coraz\u00f3n, y nunca, por los siglos de los siglos, ser\u00e1n canceladas.
El que t\u00fa no puedas explicar c\u00f3mo ocurre el fen\u00f3meno de ver algunas cosas especiales, reservadas s\u00f3lo para ti, muy iluminadas, es natural. Ni siquiera lo intentes explicar. Dir\u00edas muchas palabras y no dir\u00edas nada. Son cosas que se aceptan y no se explican, ni siquiera a s\u00ed mismos. Se aceptan con sencillez de ni\u00f1o, con sencillez de pa- loma.
Se da al pr\u00f3jimo lo que el buen Jes\u00fas dice que se le d\u00e9, y se tiene para s\u00ed mismo el resto como margaritas preciosas encerradas en el coraz\u00f3n, tratando de merecer muchas otras con una vida sumergida totalmente en la caridad, en la fidelidad, en la generosidad, en la pureza\u00bb.<\/p>
O\u00edda el d\u00eda 10 de junio y copiada hoy 14.
Dice Jes\u00fas:
\u00abOra, ofrenda y sufre mucho por mis sacerdotes. Mucha sal se ha vuelto ins\u00edpida y las almas sufren por ello perdiendo el sabor de M\u00ed y de mi Doctrina.
Hace alg\u00fan tiempo que te digo esto, pero t\u00fa no quieres escucharlo. Y no quieres escribirlo. Te retraes. Entiendo el por qu\u00e9. Pero antes que t\u00fa otros han hablado de ello, por mi inspiraci\u00f3n, y eran santos. Es in\u00fatil querer cerrar los ojos y los o\u00eddos para no ver y para no o\u00edr. La verdad grita incluso con el silencio. Grita con los hechos que son la palabra m\u00e1s fuerte.
\u00bfPor qu\u00e9 ya no repites la oraci\u00f3n de M. Magdalena de Pazzi? Antes la dec\u00edas siempre. \u00bfPor qu\u00e9 no ofreces parte de tus sufrimientos cotidianos por todo el Sacerdocio? Oras y sufres por mi Vicario. Est\u00e1 bien. Oras y sufres por alg\u00fan consagrado o consagrada que se encomiendan a ti o hacia los cuales tienes especial deber de gratitud. Est\u00e1 bien. Pero no es suficiente. Y por los otros \u00bfqu\u00e9 haces? Has puesto una intenci\u00f3n de sufrimiento por el clero el mi\u00e9rcoles.
No basta. Es necesario que todos los d\u00edas ores por mis sacerdotes y que ofrezcas parte de tus sufrimientos por esto. No te canses nunca de orar por ellos que son los mayores responsables de la vida espiritual de los cat\u00f3licos.
Si basta que un laico haga por diez para no escandalizar, mis sacerdotes deben hacer por cien, por mil. Deber\u00edan ser semejantes a su Maestro en pureza, caridad, desapego de las cosas del mundo, humildad, generosidad. En cambio el mismo relajamiento de vida cristiana que hay en los laicos est\u00e1 en mis sacerdotes y en general<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
en todas las personas consagradas por votos especiales. Pero de \u00e9stas hablar\u00e9 despu\u00e9s 31.
Ahora hablo de los sacerdotes, de quienes tienen el honor sublime de perpetuar desde el altar mi Sacrificio, de tocarme, de repetir mi Evangelio.
Deber\u00edan se llamas. En cambio son humo. Hacen fatigosamente lo que deben hacer. No se aman entre ellos y no os aman a vosotros como pastores que deben de estar preparados para darse completamente, incluso con el sacrificio de la vida, por sus ovejitas. Vienen a mi altar con el coraz\u00f3n lleno de preocupaciones de la tierra. Me con- sagran con su mente en otra cosa y ni siquiera mi Comuni\u00f3n enciende en su esp\u00edritu esa caridad que debe estar viva en todos pero que debe ser viv\u00edsima en mis sacerdotes.
Cuando pienso en los di\u00e1conos, en los sacerdotes de la Iglesia de las catacumbas, y les comparo con los de ahora, siento una infinita piedad por vosotros, multitudes que os qued\u00e1is sin, o con demasiado poco alimento de mi Palabra.
Aquellos di\u00e1conos, aquellos sacerdotes ten\u00edan en contra a toda una sociedad mal\u00e9vola, ten\u00edan en contra al poder constituido. Aquellos di\u00e1conos, aquellos sacerdotes deb\u00edan desempe\u00f1ar su ministerio entre mil dificultades; el m\u00e1s incauto movimiento les pod\u00eda hacer caer en manos de los tiranos y conducirles a morir escarnecidos. Sin embargo, \u00a1cu\u00e1nta fidelidad, cu\u00e1nto amor, cu\u00e1nta castidad, cu\u00e1nto hero\u00edsmo hab\u00eda en ellos! Han cimentado con su sangre y con su amor la Iglesia naciente y de cada uno de sus corazones han hecho un altar.
Ahora resplandecen en la Jerusal\u00e9n celestial como tantos altares eternos sobre los cuales Yo, el Cordero, descanso complaci\u00e9ndome en ellos, mis intr\u00e9pidos confesores, los puros que han sabido lavar las suciedades del paganismo que les hab\u00eda saturado de s\u00ed durante a\u00f1os y a\u00f1os antes de su conversi\u00f3n a la Fe, y que salpicaba su fango sobre ellos incluso despu\u00e9s de su conversi\u00f3n, como un oc\u00e9ano di barro contra rocas inquebrantables.
Se hab\u00edan lavado en mi Sangre y hab\u00edan venido a M\u00ed con blancas estolas que ten\u00edan por adorno su sangre generosa y su caridad vehemente. No ten\u00edan vestidos externos, ni signos materiales de su milicia sacerdotal. Pero eran Sacerdotes en el \u00e1nimo.
Ahora existe el vestido externo, pero el coraz\u00f3n ya no es m\u00edo.
Tengo piedad de vosotros, greyes sin pastores. Por esto todav\u00eda detengo mis rayos: porque tengo piedad. S\u00e9 que mucho de lo que sois proviene de que no est\u00e1is sostenidos.
\u00a1Son demasiado pocos los sacerdotes verdaderos que se parten a s\u00ed mismos para prodigarse a sus hijos! Nunca como ahora es necesario rogar al Due\u00f1o de la mies, que mande verdaderos obreros a su mies que cae mustia porque no es suficiente el n\u00famero de verdaderos incansables obreros, sobre los cuales se posa mi ojo con bendiciones y amor infinitos y agradecidos.
Si hubiera podido decir a todos mis Sacerdotes: \u00ab\u00a1Venid, siervos buenos y fieles, entrad en el gozo de vuestro Se\u00f1or!\u00bb.
Reza por el clero secular y por el conventual.
El d\u00eda en que en el mundo no hubiera m\u00e1s sacerdotes realmente sacerdotales, el mundo terminar\u00eda en un horror que la palabra no puede describir. Habr\u00eda llegado el momento de la \u00ababominaci\u00f3n de la desolaci\u00f3n\u00bb. Pero llegado con una violencia tan<\/p>
31 En el dictado del 15 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
espantosa, de ser un infierno tra\u00eddo sobre la tierra.
Reza y di que se rece porque toda la sal no se haga ins\u00edpida en todos menos en Uno, en el \u00faltimo M\u00e1rtir que estar\u00e1 para la \u00faltima Misa, porque hasta el \u00faltimo d\u00eda existir\u00e1 mi Iglesia militante y el Sacrificio ser\u00e1 cumplido.
Cuantos m\u00e1s verdaderos sacerdotes existan en el mundo cuando se hayan cumplido los tiempos, menos largo y cruel ser\u00e1 el tiempo del Anticristo y las \u00faltimas convulsiones de la raza humana. Porque \u00ablos justos\u00bb de los que hablo cuando predigo el fin del mundo, son los verdaderos sacerdotes, los verdaderos consagrados en los conventos esparcidos sobre la tierra, las almas v\u00edctimas, hilera desconocida de m\u00e1rtires que s\u00f3lo mi ojo conoce mientras que el mundo no les ve, y quienes act\u00faan con verdadera pureza de fe. Pero estos \u00faltimos son, aun sin que ellos lo sepan, consagrados y v\u00edctimas\u00bb.<\/p>
15 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEs natural que el demonio trate de turbarte. Ya no puede hacerlo sobre la carne, y por eso trata de turbar tu esp\u00edritu.
\u00c9l cumple con su trabajo. Esto es, intenta desanimar a las almas, asustarlas, hacerlas titubear. Generalmente trata de hacerlas pecar para separarlas de M\u00ed. Cuando no lo logra, porque el alma est\u00e1 bien vigilante y la asechanza no entra, entonces intenta asustarla y meterle pensamientos aparentemente buenos, pero que en realidad son nocivos.
Ves, Mar\u00eda. Entre el pensamiento: \u00abYo ser\u00e9 santa\u00bb y el pensamiento: \u00abEs imposible que yo llegue a ser santa\u00bb, el m\u00e1s peligroso y el m\u00e1s contrario a M\u00ed es el segundo. El primero no es acto de soberbia, si est\u00e1 corroborado por todos los esfuerzos de la voluntad para alcanzar la santidad.
Yo he dicho: \u00abSed perfectos como mi Padre\u00bb. Diciendo as\u00ed, no os he hecho una simple exhortaci\u00f3n, sino que os he dado un dulce mandato, d\u00e1ndoos la medida de la perfecci\u00f3n: la de Dios, el Perfect\u00edsimo. Porque Yo os hubiera querido a todos perfectos para teneros a todos a mi alrededor para siempre.
El alma debe por ello aspirar a la santidad, decir a s\u00ed misma: \u00abQuiero llegar a ser santa\u00bb sin titubeos, sin flaquezas. \u00bfReconoc\u00e9is que sois d\u00e9biles? Pero Yo s\u00e9, mejor que vosotros, que sois d\u00e9biles, y sin embargo os he dicho: \u00abSed perfectos\u00bb, porque s\u00e9 que si lo quer\u00e9is, con mi ayuda, pod\u00e9is ser perfectos, es decir santos.
Esto el Maligno no lo quiere. Sabe bien -porque es inteligent\u00edsimo- que cuando un alma ha dado el primer paso en el camino de la santidad, ha saboreado el primer bocado de la santidad, cuyo sabor es inefable, se hace a\u00f1orante de santidad y para \u00e9l est\u00e1 perdida. Entonces crea pensamientos de falsa modestia y de desconfianza.
\u00abNo es posible que yo merezca el Para\u00edso. Por cuanto Dios sea bueno, \u00bfes posible que me pueda perdonar, ayudar? \u00bfEs posible que yo, incluso con su ayuda, lo pueda contentar? No sirvo para nada\u00bb.
O tambi\u00e9n silba sus insinuaciones. \u00ab\u00bfPero te crees que t\u00fa puedas llegar a ser santa? Lo que experimentas, sientes, ves, son ilusiones de una mente enferma. Es tu soberbia quien te lo hace pensar. \u00bfT\u00fa santa? \u00bfPero no recuerdas esto… esto… esto? \u00bfY no recuerdas lo que ha dicho Cristo? T\u00fa pensando as\u00ed cometes un nuevo pecado, el m\u00edo. Piensas ser semejante a Dios…\u00bb.
D\u00e9jalo silbar. No merece respuesta. Lo que experimentas es de Dios, lo que piensas<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
es mi deseo que se repercute en ti. Por eso es algo santo. Te he dicho cu\u00e1l es mi signo. Es la paz. Cuando en ti sientes paz es se\u00f1al de. que lo que experimentas, sientas, ves, piensas es cosa de Dios. Contin\u00faa sin titubear. Yo estoy contigo.
Cuando nuestro Enemigo trata de fastidiarte demasiado, di: \u00abDios te salve Mar\u00eda, Madre de Jes\u00fas, me conf\u00edo a ti\u00bb. El demonio tiene todav\u00eda m\u00e1s aversi\u00f3n del nombre de Mar\u00eda que de mi Nombre y de mi Cruz. No lo logra, pero trata de da\u00f1arme en mis fieles de mil maneras. Pero solamente el eco del nombre de Mar\u00eda le hace huir. Si el mundo supiera llamar a Mar\u00eda, estar\u00eda salvado.
Por tanto invocar nuestros dos Nombres juntos es algo poderoso para hacer caer rotas todas las armas que Satan\u00e1s lanza contra un coraz\u00f3n que es m\u00edo. Por s\u00ed solas las almas son todas nada, debilidad. Pero el alma en gracia ya no est\u00e1 sola. Est\u00e1 con Dios. Por eso cuando el otro te turba con reflexiones de falsa modestia o de temor, siempre debes pensar: \u00abNo soy yo quien piensa ser santa, sino que es Jes\u00fas quien quiere que yo lo sea. Somos nosotros: Jes\u00fas y yo. Dios y yo, quienes queremos que
esto suceda para su gloria\u00bb.
\u00bfAcaso no he dicho Yo: \u00abCuando dos est\u00e9n reunidos juntos para orar, el Padre les conceder\u00e1 lo que pidan\u00bb? \u00bfPero qu\u00e9 ser\u00e1 cuando Uno de los dos es el mismo Jes\u00fas? Entonces el Padre conceder\u00e1 la gracia solicitada con medida plena, rebosante, abundante. Porque el Hijo es poderoso en el Padre y todas las cosas est\u00e1n hechas en nombre del Hijo\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEn la lecci\u00f3n sobre los sacerdotes 32 he dicho .que te habr\u00eda hecho reflexionar sobre las necesidades de las personas consagradas con votos especiales, pero que no son sacerdotes. Es decir las v\u00edrgenes encerradas en los monasterios y conventos esparcidos por todo el mundo.
En la mente de los fundadores estos lugares deber\u00edan de haber sido tantas casas de Betania en las que Yo cansado, disgustado, ofendido, perseguido, pudiera encontrar amparo y amor. Y habr\u00edan debido ser, siempre en la mente de los fundadores, tantas cimas donde, en soledad y en oraci\u00f3n, las almas puras habr\u00edan continuado orando por los habitantes del mundo, que luchan y generalmente no rezan.
Castidad, no s\u00f3lo de la carne sino del pensamiento y del alma, caridad viv\u00edsima, oraci\u00f3n, mejor dicho: oraci\u00f3n .continua que las ocupaciones no turban, amor a la pobreza, respeto a la obediencia, silencio exterior para o\u00edr en el interior la voz de Dios, vocaci\u00f3n al sacrificio, esp\u00edritu de verdadera penitencia, he aqu\u00ed las virtudes que deber\u00edan compenetrar los corazones de todas las mujeres que se han dado a M\u00ed con votos especiales.
Si fuera as\u00ed, cada d\u00eda habr\u00eda un arder de incienso s espirituales y un lavado de aromas espirituales que purificar\u00edan la tierra, subiendo despu\u00e9s a mi trono. Y la triste ciza\u00f1a del pecado ser\u00eda destruida poco a poco. Porque quien ora obtiene, y si de hecho se orase intensamente por los pecadores se obtendr\u00eda su conversi\u00f3n.
En cambio vosotros or\u00e1is por vosotros mismos. Esto es ego\u00edsmo e hiere la caridad. No todas, pero gran parte de las almas que est\u00e1n en los conventos, \u00bfpor qu\u00e9 han entrado? Veamos juntos el por qu\u00e9. Te vendr\u00e1 espont\u00e1neamente la necesidad de orar por estas almas fuera de camino, mucho m\u00e1s que si se hubieran quedado en el mundo.<\/p>
32 Del 10 (14 de junio)<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Muchas han entrado por exaltaci\u00f3n, obedeciendo un impulso bueno en s\u00ed pero que no han corroborado con firme prop\u00f3sito, por severa reflexi\u00f3n y verdadera vocaci\u00f3n. Han visto el arado, en una hora de sol sobre un campo florecido, y han puesto la mano encima sin pensar si ten\u00edan la fuerza de arar a s\u00ed mismas con la reja tremenda de las renuncias. Las flores caen, el sol se oculta. Viene la tierra pedregosa, dura, atribulada, espinosa, viene la noche negra y borrascosa. Estas almas que han cedido a un sue\u00f1o sin reflexionar, se encuentran desoladas en un mundo que no es suyo, en el cual no saben moverse sino malamente. Sufren y hacen sufrir.
Otras han entrado despu\u00e9s de una desilusi\u00f3n. Han cre\u00eddo que estaban muertas. En cambio estaban s\u00f3lo desfallecidas. Incluso dejando aparte la reflexi\u00f3n de que a Dios se le deben ofrecer las primicias y no las sobras, se necesitar\u00eda reflexionar siempre si se trata realmente de muerte del alma al mundo, o si s\u00f3lo es una herida grave. Toda herida no mortal sana, y se vuelve m\u00e1s sanos que antes. Tambi\u00e9n \u00e9stas, mejor dicho \u00e9stas m\u00e1s que aqu\u00e9llas, despu\u00e9s se encuentran turbadas porque, adem\u00e1s de entender que el mundo mon\u00e1stico no es el suyo, llevan dentro cosas del mundo externo: recuerdos, a\u00f1oranzas, nostalgias, deseos. En el silencio del claustro estas cosas son como vinagre sobre una llaga: la provocan, la irritan, todo lo envenenan, se vuelven inquietas, rencorosas, mordaces. Tambi\u00e9n \u00e9stas sufren y hacen sufrir sin m\u00e9rito alguno.
Tercera categor\u00eda: aquellas que entran por inter\u00e9s. Est\u00e1n solas, pobres, miedosas de la vida, sin un oficio o una profesi\u00f3n que les asegure. Se retiran. Toman la casa de Dios por un albergue seguro donde hay una cama y una mesa. Se aseguran el ma\u00f1ana. Pero de Dios nadie se burla y no se le enga\u00f1a. Dios ve en el fondo de los corazones.
\u00bfQu\u00e9 pensar\u00e1 Dios de \u00e9stas?
En fin est\u00e1n las almas que se dan a Dios con pureza de sentimiento y verdadera vocaci\u00f3n. \u00c9stas son las perlas. Pero son pocas respecto de las otras. Tambi\u00e9n \u00e9stas pueden estropearse y enfermarse. Tambi\u00e9n las perlas se enferman. Es dif\u00edcil que en una vida mon\u00e1stica no se d\u00e9 nunca el asalto de un germen que trata de estropear la perla que se ha dado a Dios.
Mi gracia les ayuda. Pero es necesario orar por ellas. La Comuni\u00f3n de los Santos est\u00e1 para esto. Nadie es tan mezquino que su oraci\u00f3n no sirva. Dios, atra\u00eddo por una oraci\u00f3n que sube del mundo, puede bajar como fuerza en el coraz\u00f3n de una esposa m\u00eda que vacila en un convento.
La humanidad no muere en el ser humano cuando atraviesa el umbral de un monasterio. La humanidad no muere nunca. Ella entra, desgraciadamente, dentro de los sagrados muros y me echa a M\u00ed. Ella crea las peque\u00f1eces, los rencores, los celos impulsivos, disipa, estorba, enfr\u00eda. Es cierto que hace aumentar en c\u00e9ntuplo la santidad de las \u00absantas\u00bb. Pero no es suficiente.
Orar, orar, orar por mis esposas. Que las ilusas, las desilusionadas, las interesadas, comprendan y sepan a\u00f1adir la cruz de su error a las dem\u00e1s de la vida conventual para hacerse un nuevo pelda\u00f1o en la escalera que sube hasta el Cielo. Es in\u00fatil ser ramos de flores puestos sobre un altar, si esas flores permanecen humanas. Yo quiero flores espirituales.
\u00bfSabes qu\u00e9 diferencia hay entre un alma que vive en lo humano y un alma que vive en lo espiritual? T\u00fa tienes tantas flores en la habitaci\u00f3n y sientes mucho perfume. Pero confiesas que todas esas rosas, claveles, lirios, jazmines, no te dan ni siquiera el m\u00e1s lejano parecido con el \u00abperfume\u00bb que sientes a veces y que viene de reinos sobrenaturales. Aqu\u00e9l es perfume de cielo y \u00e9ste de tus flores perfume de tierra.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Lo mismo es para las almas. Aqu\u00e9llas verdaderamente m\u00edsticas emanan un perfume celestial, las otras un perfume humano. \u00c9ste puede ser admirado por el mundo, pero Yo no lo aprecio.
Yo quiero que mis conventos sean invernaderos de cielo donde caen, como hojas muertas, las preocupaciones humanas, las soberbias, las envidias, las cr\u00edticas, los ego\u00edsmos, las falsedades. Es in\u00fatil observar la regla hacia el exterior si el interior est\u00e1 manchado por venenos humanos.
La oraci\u00f3n no sube cuando hay un lastre de humanidad colgado en las alas y la oraci\u00f3n no puede desarrollarse. La oraci\u00f3n no se propaga sobre la tierra para salvar a los pecadores y no sube para consolarme, si se ha hecho espesa por mucho fango humano. Entonces es in\u00fatil consagrarse a M\u00ed si el sacrificio de la libertad no debe dar el fruto para el cual son ideados ciertos sacrificios.
Todo muere cuando falta la caridad, sobre todo \u00e9sta, porque mi caridad vuelve puros, buenos, desapegados de todo lo que no es Dios, amantes de la Cruz y de las cruces; porque la caridad hacia el pr\u00f3jimo hace pacientes, dulces, generosos.
El mundo puede ser ayudado por las v\u00edrgenes. Pero las v\u00edrgenes deben ser ayudadas por las v\u00edctimas\u00bb.<\/p>
16 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCada \u00e9poca ha tenido sus formas de piedad.
La Iglesia ha nacido entre las olas agitadas del mundo. V\u00edrgenes y consagrados viv\u00edan mezclados entre la muchedumbre pagana, llev\u00e1ndole el perfume de Cristo que les saturaba, y han conquistado el mundo para Cristo.
Despu\u00e9s vino la \u00e9poca de las austeras segregaciones. Enterrarse para el mundo era, seg\u00fan la visi\u00f3n de aquel tiempo, necesario para la perfecci\u00f3n y la continua redenci\u00f3n de las almas. Desde los monasterios, los eremitorios, las celdas muradas, r\u00edos de sacrificios y de oraciones se esparcieron sobre la tierra, descendieron al Purgatorio, subieron al Cielo.
M\u00e1s tarde vinieron los conventos de vida activa. Hospitales, asilos, escuelas, se beneficiaron de esta nueva manifestaci\u00f3n de la religi\u00f3n cristiana.
Pero ahora, en el mundo pagano de un nuevo paganismo todav\u00eda m\u00e1s atroz porque es m\u00e1s demon\u00edacamente sutil, son necesarias de nuevo almas consagradas que vivan en el mundo como en los primeros tiempos de mi Iglesia, para perfumado de M\u00ed. Ellas resumen en s\u00ed la vida activa y la contemplativa en una palabra sola: \u00abV\u00edctimas\u00bb.
\u00a1De cu\u00e1ntas v\u00edctimas tiene necesidad este pobre mundo para obtener piedad! Si los hombres me escucharan, a cada uno dir\u00eda mi amoroso mandamiento: \u00abSacrificio, penitencia, para ser salvados\u00bb. Pero s\u00f3lo tengo a las V\u00edctimas que sepan imitarme en el sacrificio, que es la forma m\u00e1s alta del amor.
\u00bfQu\u00e9 he dicho Yo? \u00abEn esto se entender\u00e1 si sois mis disc\u00edpulos: si os am\u00e1is rec\u00edprocamente… No hay mayor amor de quien da la vida por sus amigos\u00bb.
Las v\u00edctimas han llevado el amor tan en alto que tiene una forma semejante al m\u00edo. Las v\u00edctimas se dan a s\u00ed mismas por M\u00ed porque Yo estoy en las almas, y quien salva a un alma me salva a M\u00ed en esa alma.
Por tanto no hay amor mayor por M\u00ed que el inmolarse por M\u00ed, vuestro Amigo, y por las pobres almas pecadoras que son nuestros amigos ca\u00eddos. Digo: nuestros, porque<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
donde hay un alma enamorada est\u00e1 tambi\u00e9n Dios con ella, y por eso somos dos.
Muchas veces piensas con a\u00f1oranza en la vida claustral. Pero piensa, alma m\u00eda, que el ser v\u00edctima te hace semejante a las claustrales m\u00e1s austeras. La v\u00edctima adora, la v\u00edctima exp\u00eda, la v\u00edctima ora. La oraci\u00f3n de una v\u00edctima es igual a la de la claustrada con la dificultad, adem\u00e1s, de tener que vivir de oraci\u00f3n entre las disipaciones del mundo.
Tambi\u00e9n aqu\u00ed Yo soy tu ejemplo. Yo, V\u00edctima, he sabido adorar, orar, expiar, estando en el mundo. Se puede ser almas v\u00edctimas de \u00e1urea perfecci\u00f3n estando entre la muchedumbre, y no sedo estando bajo el cierre de una doble reja. Tambi\u00e9n aqu\u00ed es el amor lo que cuenta y no las formas externas.
\u00bf C\u00f3mo se hace para ser v\u00edctimas? Viviendo con un \u00fanico pensamiento: consolarme redimiendo a los dem\u00e1s. Los dem\u00e1s se redimen con el sacrificio. A M\u00ed se me consuela con el amor y encendiendo el amor en los corazones apagados. La vida de la v\u00edctima es un no pertenecerse m\u00e1s perpetuo, un derramarse continuo, un arder incesante.
Pero a quien sabe vivir as\u00ed, le viene concedida la Invisible Presencia de la que tambi\u00e9n t\u00fa gozas. Porque Yo estoy donde est\u00e1n mis ap\u00f3stoles y mis m\u00e1rtires. Y las v\u00edctimas son m\u00e1rtires y ap\u00f3stoles\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abPara preservar a los cuerpos de la corrupci\u00f3n de la muerte,
desde tiempos antiqu\u00edsimos, han sido usados aromas especiales que detienen la putrefacci\u00f3n y conservan los cad\u00e1veres. Pero, \u00a1oh hombres que espiritualmente ca\u00e9is a pedazos, macerados por las corrupciones de toda una sociedad contaminada hasta la m\u00e9dula!, pero, \u00a1oh pobres hombres por. los cuales he muerto in\u00fatilmente!, \u00bfpor qu\u00e9 no us\u00e1is para vosotros los aromas que detienen vuestra corrupci\u00f3n?
Yo os los he ense\u00f1ado. Os los he ense\u00f1ado con la vida, con la palabra, con la muerte. En mi Evangelio est\u00e1 la norma para vivir sanos en la carne y en el alma, en el pensamiento y en la acci\u00f3n. Y ese Evangelio lo he vivido durante mis treinta y tres a\u00f1os de vida.
Vosotros no pod\u00e9is decirme, como pod\u00e9is decir de vuestros falsos profetas: \u00abHas predicado una cosa, pero has hecho otra\u00bb. No. Jes\u00fas fue Maestro no s\u00f3lo de palabra, sino de obra.
Os he ense\u00f1ado a preferir la pureza y la continencia a la lujuria, la sobriedad a la cr\u00e1pula, la fidelidad al enga\u00f1o, el trabajo al ocio, la honradez al fraude, el respeto de las autoridades a la rebeli\u00f3n, el amor por la familia a la disipaci\u00f3n, la misericordia a la dureza, la humildad a la soberbia, la justicia a la violencia, la sinceridad a la mentira, el respeto de la inocencia al esc\u00e1ndalo, la fe a la incredulidad, el sacrificio al goce. Pero estas cosas Yo, Dios, las he hecho antes que vosotros.
Vosotros lo hab\u00e9is pisoteado todo y hab\u00e9is bailado, como necios, sobre las m\u00e1ximas divinas en las que estaba vuestro bien en \u00e9sta y en la otra vida.
Vosotros hab\u00e9is aumentado el saber en todos los campos menos en el \u00fanico necesario. En el conocimiento de mi Evangelio. Vosotros os hab\u00e9is saciado de todos los alimentos menos del \u00fanico necesario: mi Palabra. Hab\u00e9is cre\u00eddo que os alzabais hasta el nivel del superhombre. Os hab\u00e9is convertido s\u00f3lo en s\u00faper animales. El superhombre lo crea mi Ley porque os deifica y os hace eternos. Todo lo dem\u00e1s no os alza. S\u00f3lo os hace enloquecer.
Martha me dijo: \u00abMaestro, hace cuatro d\u00edas que est\u00e1 en el sepulcro y ya huele mal\u00bb.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Pero vosotros \u00bfdesde hace cu\u00e1ntos siglos est\u00e1is? Os hund\u00eds cada vez m\u00e1s en el sepulcro y en la podredumbre de muerte. Ni siquiera mi Voz os mueve. Ni siquiera mi llanto.
Pero \u00bfc\u00f3mo pod\u00e9is estar contentos, as\u00ed degradados? Ten\u00edais el Cielo, erais herederos de Dios. \u00bfAhora qu\u00e9 sois? Una masa de leprosos y de pose\u00eddos por los demonios que os trituran, os matan, os hacen delirar, os arrastran al fuego incluso antes de que mur\u00e1is. Ten\u00e9is el fuego del infierno en la mente y en el coraz\u00f3n. \u00a1Y Yo os hab\u00eda puesto el fuego suav\u00edsimo de la caridad!
Los aromas para salvaros de la total podredumbre son Penitencia, Sacrificio y Caridad. \u00bfPero los querr\u00e9is usar? No. No mir\u00e1is al Maestro crucificado que con su sacrificio os ha dado nuevas almas capaces de vida eterna, que os ha lavado con su Sangre y sus l\u00e1grimas de la lepra del pecado. No lo mir\u00e1is. \u00c9l os habla de bondad, de amor, de sacrificio. Vosotros quer\u00e9is ser malos, quer\u00e9is odiar, quer\u00e9is gozar.
Vosotros levant\u00e1is vuestro pu\u00f1o amenazador contra la gran V\u00edctima y las peque\u00f1as v\u00edctimas que tratan de infundiros una vida nueva, y lanz\u00e1is vuestra burlona blasfemia.
\u00a1Atentos, hombres obstinados! La paciencia de Dios es inmensa, pero no os est\u00e1 concedido tentarla demasiado, porque est\u00e1 dicho por M\u00ed: \u00abNo tentar\u00e1s al Se\u00f1or tu Dios\u00bb\u00bb.<\/p>
17 de Junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTe quiero hablar de la prudencia humana.
La prudencia sobrenatural es una gran virtud. Pero la prudencia humana no es una virtud. Vosotros, hombres, hab\u00e9is aplicado este nombre, como una falsa etiqueta, a sentimientos impropios y no virtuosos. As\u00ed como llam\u00e1is: caridad, a la moneda que dais al pobre.
Pero si vosotros dais una limosna, incluso vistosa, y la dais para ser vistos y aplaudidos por el mundo, \u00bfcre\u00e9is que hac\u00e9is un acto de caridad? No. Desenga\u00f1aos. Caridad quiere decir: amor. Caridad es, por tanto, tener piedad y amor por todos los necesitados de la tierra. No hace falta dinero para hacer un acto de caridad. Una palabra de consejo, de consuelo, de dulzura, un acto de ayuda material, una oraci\u00f3n, son caridad. Una limosna dada con groser\u00eda, humillando al pobre, en el que no sab\u00e9is verme, no es caridad.
Lo mismo ocurre con la prudencia. Vosotros llam\u00e1is prudencia a vuestra vileza, a vuestro anhelo de vivir tranquilos, a vuestro ego\u00edsmo. Tres cosas que ciertamente no son virtud. .
Tambi\u00e9n en vuestras relaciones con la religi\u00f3n sois amantes del vivir tranquilo. Cuando sab\u00e9is que una franca profesi\u00f3n de fe, que una expresi\u00f3n, dicha como os la susurra el Esp\u00edritu de Verdad, pueden quitaros autoridad, dadores de trabajo, maridos, hijos, padres, de los que esper\u00e1is ayuda material, vuestra humana prudencia os hace encerraros en un silencio que no es prudente sino cobarde, cuando no culpable, porque lleg\u00e1is a negar, a renegar, perjurando, vuestros sentimientos m\u00e1s espirituales.
Pedro fue el primero que en la hora del peligro, por una prudencia humana, lleg\u00f3 a negar que me conociera. Yo lo permit\u00ed, esto, para que arrepentido, pudiera despu\u00e9s compadecer y perdonar a los hermanos pusil\u00e1nimes. \u00a1Pero cu\u00e1ntos \u00abPedro s\u00bb desde entonces hasta ahora! Ten\u00e9is siempre ante la mente un inter\u00e9s mezquino, y lo ante-<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
pon\u00e9is y tutel\u00e1is en perjuicio del inter\u00e9s eterno que os fructifica la Verdad valiente y valientemente profesada.
Ante ciertas manifestaciones de Dios, vosotros, pobres hombres, no ten\u00e9is ciertamente la valent\u00eda de Nicodemo y de Jos\u00e9, que en una hora tremenda para el Nazareno y para sus seguidores supieron adelantarse para pensar en M\u00ed contra la hostilidad de toda Jerusal\u00e9n. T\u00fa misma, a veces, te quedas un poco perpleja ante ciertas expresiones m\u00edas y las quisieras hacer menos tajantes.
La prudencia humana os gu\u00eda. La llev\u00e1is a todas partes. Hasta en las obispal\u00edas, hasta en los conventos. \u00a1C\u00f3mo hab\u00e9is cambiado en relaci\u00f3n con los primeros cristianos que no ten\u00edan en cuenta nada de cuanto fuera humano y miraban solamente el Cielo!
Es verdad que Yo he dicho que se\u00e1is prudentes como las serpientes, pero no con una prudencia humana. Os he dicho tambi\u00e9n que para seguirme hay que ser audaces contra todos. Contra el amor a s\u00ed mismos; contra el poder, cuando os persigue porque sois mis seguidores; contra el padre, la madre, la esposa, los hijos, cuando \u00e9stos quieren, por afecto humano y preocupaci\u00f3n terrena, impediros que sig\u00e1is mi Camino, porque s\u00f3lo una cosa es necesaria: salvar la propia alma incluso perdiendo la vida de la carne para obtener la Vida eterna\u00bb .<\/p>
18 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPara mantener las fuerzas f\u00edsicas hay que nutrir el cuerpo. El indigente que no puede comprar alimento, lo mendiga a los ricos. Normalmente pide pan. Sin el pan es imposible la vida.
Vosotros sois pobres que necesit\u00e1is alimento para vuestra alma. A vuestra pobreza Yo he dado el Pan eucar\u00edstico. \u00c9l os nutre la m\u00e9dula del alma, da vigor al esp\u00edritu, sostiene las fuerzas espirituales, aumenta el poder de todas las facultades intelectuales, porque donde hay vigor de vida hay tambi\u00e9n vigor de mente.
Alimento sano que comunica salud. Alimento verdadero que infunde vida verdadera.
Alimento santo que suscita santidad. Alimento divino que da a Dios.
Pero adem\u00e1s de pobres sois enfermos, d\u00e9biles no s\u00f3lo por la debilidad que produce la falta de alimento y que cesa con \u00e9ste. Sois d\u00e9biles por las enfermedades que os exten\u00faan. \u00a1Cu\u00e1ntas enfermedades tiene vuestra alma! \u00a1Cu\u00e1ntos g\u00e9rmenes os inocula el Maligno para crear estas enfermedades! A quien est\u00e1 d\u00e9bil y enfermo es necesario darle no s\u00f3lo pan sino tambi\u00e9n vino.
Yo en mi Eucarist\u00eda os he dejado los dos signos de lo que necesita vuestra naturaleza de hombres pobres y vuestra debilidad de hombres enfermos. Pan que nutre, vino que fortalece.
Hubiera podido comunicarme a vosotros sin signos externos. Puedo hacerlo. Pero ten\u00e9is demasiada pesantez para captar lo espiritual. Vuestros sentidos externos necesitan ver. Vuestra alma, vuestro coraz\u00f3n, vuestra mente, se rinden solamente, y a\u00fan as\u00ed con fatiga, ante las formas visibles y tocables. Es tan cierto que, aunque llegu\u00e9is a creer en M\u00ed en la Eucarist\u00eda y a recibirme en la hostia, la gran mayor\u00eda no admit\u00eds la infusi\u00f3n del Esp\u00edritu en vosotros, de quien os vienen latidos, luces, impulsos de obras buenas.
Si creyerais con esa fuerza de la que es digna el Misterio, sentir\u00edais, al recibirme, entrar en vosotros una vida. El acercarme a vosotros os deber\u00eda arder como el<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
acercarse a una caldera ardiente. Mi estar en vosotros os deber\u00eda sumergir en un \u00e9xtasis que os abstrae r\u00eda lo profundo del esp\u00edritu en un rapto de Para\u00edso.
El fundirse de vuestra humanidad enferma con mi Humanidad perfecta os traer\u00eda salud hasta f\u00edsica, por lo cual, enfermos corporalmente, resistir\u00edais a las enfermedades hasta que Yo dijese \u00abBasta\u00bb para abriros el Cielo. Os dar\u00eda inteligencia para entender r\u00e1pida y justamente. Os har\u00eda impenetrables a los asaltos desenfrenados o a las sutiles insidias de la Bestia.
En cambio puedo hacer poco porque entro donde la fe es l\u00e1nguida, donde la caridad es superficial, donde la voluntad est\u00e1 en esbozo, donde la humanidad es m\u00e1s fuerte que el esp\u00edritu, donde, sobre todo, no os esforz\u00e1is en reprimir la carne para que emerja el esp\u00edritu.
No os esforz\u00e1is para nada. Esper\u00e1is de M\u00ed el milagro. Nada me proh\u00edbe cumplirlo.
Pero Yo quiero de vuestra parte al menos el deseo de merecerlo.
A quien se dirige a M\u00ed gritando que le ayude e imitando la fe de las muchedumbres de Galilea, Yo me comunicar\u00e9 no s\u00f3lo con mi Cuerpo y mi Sangre, sino con mi Caridad, con mi Inteligencia, con mi Fuerza, con mi Voluntad, con mi Perfecci\u00f3n, con mi Esencia. Estar\u00e9, en el alma que sabe venir a M\u00ed, como estoy en el Cielo, en el seno del Padre del que procedo generando el Esp\u00edritu que es Caridad y v\u00e9rtice de perfecci\u00f3n\u00bb.
19 de junio Antepongo dos palabras de explicaci\u00f3n.
Estaba orando, eran las 12 y a\u00fan oraba, porque en estas 6 horas de la ma\u00f1ana hab\u00eda sido interrumpida tantas veces que no hab\u00eda podido terminar mis oraciones matutinas. La \u00faltima interrupci\u00f3n fue la visita de una joven madre angustiada. En fin, era mediod\u00eda y no hab\u00eda podido concentrarme en paz durante diez minutos seguidos.
Mientras ejercitaba abundantemente la paciencia, pensaba, para confortarme, en las palabras o\u00eddas anoche muy tarde, y confiaba en copiarlas para dar dulzura a mi coraz\u00f3n. Porque son palabras de una suavidad muy alta. Me ha quedado el alma perfumada. En cambio debo dejar de orar para escribir cuanto copio ahora y que me parece sea una respuesta a una pregunta suya formulada en una carta, pregunta en la que ya no pensaba.
Y ahora que he antepuesto este pr\u00f3logo, sigo adelante, copiando antes las palabras de hoy y despu\u00e9s las de anoche.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHace d\u00edas el Padre 33 ha escrito que se quedaba perplejo acerca de la verdadera fuente del flagelo actual \u00abporque un reino dividido en s\u00ed mismo ya no es un reino\u00bb. Mostrar\u00e9 al Padre que esto puede ser, siendo la divisi\u00f3n puramente aparente.
Lucifer, en sus manifestaciones, ha tratado siempre de imitar a Dios. As\u00ed como Dios ha dado a cada Naci\u00f3n su \u00e1ngel protector, Lucifer le ha dado su demonio. Y como los diversos \u00e1ngeles de las Naciones obedecen a un \u00fanico Dios, as\u00ed los diversos demonios obedecen a un \u00fanico Lucifer. .
La orden dada por Lucifer a los diversos demonios en la presente vicisitud no es distinta seg\u00fan los Estados. Es una orden \u00fanica para todos. De aqu\u00ed se comprende que<\/p>
33 Padre Migliorini<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
el reino de Satan\u00e1s no est\u00e1 dividido y por eso dura.
Esta orden puede ser enunciada as\u00ed: \u00abSembrad horror, desesperaci\u00f3n, errores, para que los pueblos se separen, maldici\u00e9ndole, de Dios\u00bb,
Los demonios obedecen y siembran horror y desesperaci\u00f3n, apagan la fe, destrozan la esperanza, destruyen la caridad. Sobre las ruinas siembran odio, lujuria, ate\u00edsmo. Siembran el infierno. Y lo logran porque encuentran ya el terreno propicio.
Tambi\u00e9n mis \u00e1ngeles luchan para defender el Pa\u00eds que les he asignado. Pero mis \u00e1ngeles no encuentran terreno propicio. Por lo cual quedan derrotados respecto de los enemigos infernales. Para vencer mis \u00e1ngeles deber\u00edan ser ayudados por almas vivientes en el Bien y para el Bien. Vivientes en M\u00ed. Las encuentran. Pero son de- masiado pocas respecto de quienes no creen, no aman, no perdonan, no saben sufrir.
Es el caso de repetir: \u00abSatan\u00e1s ha pedido cribaros\u00bb. Y, de la criba, resulta que la corrupci\u00f3n es como en los tiempos del diluvio, agravada por el hecho de que vosotros hab\u00e9is tenido a Cristo y a su Iglesia, mientras en los tiempos de No\u00e9 esto no exist\u00eda. Ya lo he dicho 34 y lo repito: \u00abEsta es lucha entre Cielo e infierno\u00bb. Vosotros no sois m\u00e1s que un falso disfraz. Detr\u00e1s de vuestras tropas guerrean \u00e1ngeles y demonios. Detr\u00e1s de vuestros pretextos est\u00e1 la raz\u00f3n verdadera: la lucha de Satan\u00e1s contra Cristo.
\u00c9sta es una de las primeras selecciones de la humanidad, que se acerca a su \u00faltima hora, para separar la mies de los elegidos de la mies de los r\u00e9probos. Pero desgraciadamente la mies de los elegidos es peque\u00f1a respecto a la otra.
Cuando Cristo venga para vencer al eterno antagonista en su Profeta encontrar\u00e1 pocos se\u00f1alados, en el esp\u00edritu, por la Cruz\u00bb.<\/p>
Y \u00e9sta es la otra de anoche. Dice Jes\u00fas:
\u00abPara obtener verdaderos frutos de la Eucarist\u00eda, no hay que considerarla como un episodio que se repite en \u00e9pocas m\u00e1s o menos distantes en el tiempo, sino hacer de ella el pensamiento base de la vida.
Vivir pensando en M\u00ed-Eucarist\u00eda que me apresuro a venir o que he venido a vosotros, haciendo del encuentro un continuo presente que dura cuanto dura vuestra vida. No separarse con el esp\u00edritu de M\u00ed, obrar en el rayo que brota de la Eucarist\u00eda, no salir nunca de su \u00f3rbita como estrellas que giran alrededor del sol y viven por m\u00e9rito suyo.
Tambi\u00e9n aqu\u00ed te propongo como modelo a Mar\u00eda. Su uni\u00f3n Conmigo debe ser el modelo de tu uni\u00f3n Conmigo. La vida de Mar\u00eda, mi Madre, fue toda eucar\u00edstica. La vida de Mar\u00eda, la peque\u00f1a v\u00edctima, debe ser toda eucar\u00edstica.
Si Eucarist\u00eda significa comuni\u00f3n, Mar\u00eda vivi\u00f3 eucar\u00edsticamente casi toda la vida 35. Porque Yo estaba en mi Madre antes de estar, como hombre, en el mundo. Ni, cuando dej\u00e9 de existir como hombre en el mundo, ces\u00e9 de estar en Ella. No nos hemos separado m\u00e1s desde el momento en que la obediencia fue santificada hasta la altura de Dios, y Yo me hice carne en su seno tan puro que los \u00e1ngeles lo son menos en comparaci\u00f3n, tan santo como no llega a ser ning\u00fan sagrario que me acoja.
S\u00f3lo en el seno de Dios hay mayor perfecci\u00f3n de santidad que la de Mar\u00eda. Ella es, despu\u00e9s de Dios Uno y Trino, la Santa de los Santos.
Si a vosotros mortales se os concediera ver la belleza de Mar\u00eda como ella es,<\/p>
34 En el dictado del 4 de junio
35 El concepto viene tomado nuevamente y explicado en el dictado del 2 de julio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
quedar\u00edais raptados y santificados. No hay comparaci\u00f3n en el Universo que sirva para deciros lo qu\u00e9 es mi Madre. Sed santos y la ver\u00e9is.
Y si ver a Dios es la alegr\u00eda de los bienaventurados, ver a Mar\u00eda es la alegr\u00eda de todo el Para\u00edso. Porque en Ella no se gozan s\u00f3lo los coros ang\u00e9licos y las hileras de los Santos, sino el Padre, el Hijo y el Esp\u00edritu Santo la contemplan como la obra m\u00e1s bella de su Trinidad de amor.
Nunca nos hemos separado entre nosotros dos. Ella aspiraba a M\u00ed con toda la fuerza de su coraz\u00f3n virginal e inmaculado esperando al Mes\u00edas prometido. Comuni\u00f3n pur\u00edsima de deseo que Me atra\u00eda desde lo m\u00e1s hondo del Cielo. M\u00e1s viva fue la comuni\u00f3n desde el momento de la bienaventurada anunciaci\u00f3n hasta la hora de la muerte en la Cruz.
Nuestros esp\u00edritus estaban siempre unidos por el amor. Comuni\u00f3n de amor intens\u00edsimo y de inmenso dolor durante mi martirio y en los d\u00edas de mi sepultura. Comuni\u00f3n eucar\u00edstica despu\u00e9s de la gloriosa Resurrecci\u00f3n y Ascensi\u00f3n hasta la Asunci\u00f3n que fue eterna uni\u00f3n de la Madre pur\u00edsima con el Hijo divino.
Mar\u00eda ha sido el alma eucar\u00edstica perfecta. Sab\u00eda retener a su Dios con un amor ardiente, una pureza s\u00faper ang\u00e9lica, una adoraci\u00f3n continua. \u00bfC\u00f3mo separarse de ese coraz\u00f3n que viv\u00eda de M\u00ed? Yo permanec\u00eda incluso despu\u00e9s de la consumaci\u00f3n de las especies.
Las palabras, dichas a mi Madre durante los treinta y tres a\u00f1os en que le fui hijo sobre la tierra, no son nada en comparaci\u00f3n con los coloquios que Yo Eucarist\u00eda tuve con Ella Sagrario. Pero esas palabras son demasiado divinas y demasiado puras para que la mente del hombre las pueda conocer y sus labios repetir. En el Templo de Jerusal\u00e9n s\u00f3lo el Sacerdote entraba en el Santo de los Santos donde estaba el Arca del Se\u00f1or. Pero en el Templo de la Jerusal\u00e9n celestial s\u00f3lo Yo, Dios, entro y conozco los secretos del Arca sant\u00edsima que es Mar\u00eda, mi Madre.
Esfu\u00e9rzate por imitar a Mar\u00eda. Y, dado que es algo demasiado arduo, di a Mar\u00eda que te ayude. Lo que es imposible para el hombre, es posible a Dios, y posibil\u00edsimo si pedido en Mar\u00eda, con Mar\u00eda, por Mar\u00eda\u00bb<\/p>
20 de junio
Stma. Trinidad 36<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAhora que has visto 37, \u00bfhas entendido lo que es la Eucarist\u00eda? Es mi Coraz\u00f3n que Yo distribuyo a vosotros. No pod\u00eda haceros un don mayor y m\u00e1s amoroso.
Si cuando recib\u00eds la comuni\u00f3n supierais verme a M\u00ed que os doy mi Coraz\u00f3n, \u00bfno os conmover\u00edais? Pues la fe deber\u00eda ser tan fuerte y tan fuerte la caridad, como para haceros ver esto. Esta visi\u00f3n mental no deber\u00eda constituir un don excepcional m\u00edo. Deber\u00eda constituir la regla, la dulce regla. Y ser\u00eda la regla si fuerais realmente mis dis- c\u00edpulos.
38 Entonces Me ver\u00edais, Me oir\u00edais decir sobre el Pan y sobre el Vino las palabras de la consagraci\u00f3n, partir y distribuir el Pan ofreci\u00e9ndooslo con mis propias Manos. Mi sacerdote desaparecer\u00eda porque Yo me sobrepondr\u00eda a \u00e9l para deciros: \u00abHe aqu\u00ed el<\/p>
36 Al margen, la escritora anota a l\u00e1piz: Escrito antes de la Comuni\u00f3n e interrumpido por su venida (refiri\u00e9ndose al Padre Migliorini)
37 Est\u00e1 explicado en el escrito del 23 de junio
38 Al margen, la escritora anota a l\u00e1piz: Escrito despu\u00e9s de la Comuni\u00f3n<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Cuerpo del Se\u00f1or Jesucristo, mi Cuerpo que os debe guardar para la vida eterna\u00bb. Ya la luz del amor ver\u00edais que Yo os ofrezco mi propio Coraz\u00f3n, la parte superperfecta de mi Cuerpo perfect\u00edsimo, esa de la que brota la Caridad misma.
He hecho esto por amor a vosotros: me he dado a M\u00ed mismo. Y esto he hecho hoy por ti: he levantado el velo del Misterio y te he hecho conocer c\u00f3mo vengo a vosotros, c\u00f3mo me doy a vosotros, qu\u00e9 os doy de M\u00ed, aunque vosotros no sab\u00e9is ver y entender. Basta por hoy. No tengo m\u00e1s palabras que decir. Mira y adora\u00bb.<\/p>
21 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEn los pa\u00edses de Oriente es f\u00e1cil encontrar grandes cisternas de agua situadas precisamente en lugares tan \u00e1ridos que sorprende el que se pueda encontrar tanta agua. Est\u00e1n alimentadas por venas secretas, hundidas en la arena o en las masas calc\u00e1reas, que desde hace siglos vierten su bendita riqueza en enormes cisternas seculares. Alrededor hay palmeras y otras plantas, muy verdes porque gozan de la humedad que exhala del suelo. Protegen el agua que as\u00ed permanece fresca y no se seca por el sol ardiente que deseca todo el alrededor.
Son la bendici\u00f3n de los desiertos \u00e1ridos. La bondad del Creador ha puesto esas profundas venas de agua en el suelo por piedad hacia los hombres y las nutre desde el d\u00eda en que comenz\u00f3 a existir la tierra.
A estas cisternas afluyen las caravanas, acuden los animales de los desiertos, y no es extra\u00f1o que surja por all\u00ed cerca una peque\u00f1a aldea, en la frescura del oasis. Aldea que puede decirse vive del fluir de esa agua.
Ahora te pongo la comparaci\u00f3n para el alma. La cisterna, que re\u00fane las aguas para el bien propio y de los dem\u00e1s, es el alma que sabe acoger la gracia, que con un fluir incansable le llega por bondad de Dios. Su propia vida y la de tantos otros que est\u00e1n en contacto con ella se aprovecha de \u00e9sta y se hace frondosa con frutos eternos, mientras que los m\u00e1s desheredados, los infelices que no saben utilizar bien la gracia, los pr\u00f3digos que la malgastan, los culpables. que la pierden, pueden, con su contacto, nutrirse, empaparse de ella, pensar cu\u00e1n dulce es el agua del Se\u00f1or, y son llevados a repetir el grito de la Samaritana: \u00abSe\u00f1or, dame de este agua\u00bb.
Cree que, en verdad, si uno me pidiese de beber Yo enseguida le dar\u00eda, aunque fuera el m\u00e1s pecador de todos los hombres, el agua viva de la gracia.
Pero hay que hacer una reflexi\u00f3n. Si el agua que se vierte desde las profundidades de la tierra encontrara la cisterna rota en sus bordes, \u00bfqu\u00e9 suceder\u00eda? Que el agua se saldr\u00eda dispers\u00e1ndose por el suelo y haci\u00e9ndose barro del que s\u00f3lo gozar\u00edan animales l\u00fabrico s e insectos nocivos. De hecho los orientales tienen mucho cuidado de sus cisternas y reparan las erosiones para que no se disperse ni siquiera una gota del precioso elemento.
Para que la gracia colme tu alma, est\u00e1 siempre atenta a que nada melle tu esp\u00edritu. Las faltas de fidelidad a la gracia son atentados a la incolumidad de la m\u00edstica cisterna en la que Yo vierto, sin descanso, el agua que brota de un manantial de vida eterna y que da vida eterna. Por tanto, gran atenci\u00f3n y gran fidelidad.
Luego, gran humildad. Las plantas verdes, que crecen lozanas en gracia por la humedad del suelo, y que sirven para tener fresca el agua impidiendo al sol que la evapore, son la humildad que se hace lozana en un alma que sabe cultivar la gracia y<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
que con su lozan\u00eda impide al sol de la soberbia consumar el agua precios\u00edsima.
Luego, gran caridad. La cisterna no vive para s\u00ed. Vive para los dem\u00e1s. Ha sido creada para los dem\u00e1s. De otro modo su existencia hubiera sido in\u00fatil. El alma que Yo colmo con mis dones de gracia debe estar alegre de que todos vengan a sacar agua de ella.
No cometas el feo pecado de la avaricia espiritual queriendo atesorar solamente para ti las riquezas que te doy. Te las doy gratuitamente, pero t\u00fa debes generosamente hacer a los dem\u00e1s part\u00edcipes de ella. Lo haces con las oraciones y los sufrimientos. Pero con mis palabras eres de una avaricia vergonzosa. Desp\u00f3jate de este defecto.
Yo he hablado a las multitudes. No he susurrado s\u00f3lo al o\u00eddo de los amigos. He hablado a amigos y enemigos, a jud\u00edos y gentiles, a cualquiera que estaba en el radio de mi Voz. Pretendo que cuanto digo a mis amigos de ahora no quede como tesoro sepultado por el avaro. Ser\u00eda faltar a la caridad y podr\u00eda hacer que Yo castigase al avaro y al desconfiado. Avaro, porque lo tiene s\u00f3lo para s\u00ed; desconfiado, porque cree que Yo no tenga otras monedas para dar.
Mis riquezas son tales que los firmamentos no ser\u00edan suficientes para acogerlas. Ellas se renuevan en cada instante, en cada latir, por ponerte una comparaci\u00f3n humana, del gran coraz\u00f3n que es el fulcro de nuestra Trinidad. Vida inagotable, creaci\u00f3n continua, renovaci\u00f3n eterna.
Por tanto da libremente lo que Yo te doy. Con caridad, con generosidad, con humildad.
Este fluir en ti de las palabras divinas es un arma de dos filos. En uno est\u00e1 la humildad, en el otro la soberbia. Un corte da vida, el otro muerte. Porque todo don de Dios obliga a mayor perfecci\u00f3n a quien lo recibe; so pena, en el caso contrario, de aumentar sobre su cabeza el juicio de Dios. A quien mucho se le da, mucho se le pedir\u00e1.
Por tanto, gran humildad. Dar an\u00f3nimamente como Yo doy gratuitamente. Por justicia: piensa que nada es tuyo sino que todo es m\u00edo. Por respeto: recuerda que son palabras de Dios y ser\u00eda indecoroso hacerlas pasar por tuyas. Por verdad: llamarlas tuyas ser\u00eda mentira.
Y ahora contin\u00faa orando. Te doy mi paz\u00bb.<\/p>
Ahora hablo yo: son las 8 y 3\/4 de la ma\u00f1ana.
Estaba orando, y apenas hab\u00eda comenzado cuando lleg\u00f3 esto. Para ahorrarme un poco de fatiga, porque tengo los hombros muy doloridos, he escrito incluso sobre el cuaderno. Es igual pues usted me ha prometido hacerme una copia. Como ve, no habiendo sido molestada con conversaciones in\u00fatiles, he podido escribir bajo dictado y, menos una palabra escrita mal en la primera p\u00e1gina y rehecha, no hay ni una tachadura.
Esta par\u00e1bola de las aguas me gusta mucho. Me refresca el alma y la carne, que arde de fiebre como el alma que siempre teme equivocarse. Tengo en efecto un poco de avaricia espiritual y me despojo de mala gana de los dones que me da el buen Jes\u00fas. Me parece que me arrancara un trozo de coraz\u00f3n y lo tirara bajo los pies de otros. Pero me corregir\u00e9 de ello.
Como ve, desde mi cama he hecho, cogida de la mano por Jes\u00fas, un bonito viaje por las tierras del Sur. Nunca lo hubiera pensado cuando esta ma\u00f1ana me he despertado del breve e interrumpido sue\u00f1o… Jes\u00fas sabe que me gusta viajar y me ha llevado entre<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
palmeras y gacelas.<\/p>
22 de junio
23:30 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abUno de los secretos para alcanzar la santidad es \u00e9ste: no desviar nunca la mente de un pensamiento que debe regir toda la vida: Dios. El pensamiento de Dios debe ser como la nota sobre la cual todo el canto del alma se entona.
\u00bfHas visto c\u00f3mo hacen los artistas? Se mueven, van, vienen, parece que no miren abajo del escenario. Pero, en realidad, no pierden nunca de vista al maestro de m\u00fasica que les marca el tiempo. Tambi\u00e9n el alma, para no equivocarse y para no distraerse -lo que le har\u00eda equivocarse- debe tener el ojo del alma siempre fijo en Dios. Hablar, trabajar, caminar, pero el ojo mental no debe perder de vista a Dios.
Segundo punto para alcanzar la santidad: no perder nunca la fe en el Se\u00f1or. Cualquier cosa que suceda, creer que sucede por bondad de Dios. Si es algo penoso, incluso malo, y por ello querido por fuerzas extra\u00f1as a Dios, pensar que Dios lo permite por bondad.
Las almas que saben ver a Dios en cualquier lugar, saben tambi\u00e9n cambiar todas las cosas en moneda eterna. Las cosas malas son monedas fuera de curso. Pero si las sab\u00e9is tratar como se debe, \u00e9stas se hacen legales y os adquieren el Reino eterno.
Est\u00e1 en vosotros hacer bueno lo que no es bueno; hacer de las pruebas, tentaciones, desgracias -que arruinan completamente a las almas ya casi derrumbadas- puntales y fundamentos para edificar el templo que no muere. El templo de Dios en vosotros en el presente, el templo de la bienaventuranza en el futuro, en mi Reino\u00bb.<\/p>
23 de junio
9-10 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEn el otro encuentro eucar\u00edstico te he hecho ver qu\u00e9 es la Eucarist\u00eda. Hoy te mostrar\u00e9 otra verdad eucar\u00edstica. Si la Eucarist\u00eda es el coraz\u00f3n de Dios 39, Mar\u00eda es el sagrario de ese Coraz\u00f3n.
Mira a mi Madre, eterno sagrario vivo en que desciende el Pan que viene del Cielo. Quien me quiere encontrar, pero encontrar con la plenitud de las dotes, debe buscar mi Majestad y Potencia, mi Divinidad, en la dulzura, en la pureza, en la caridad de Mar\u00eda. Ella es quien de su coraz\u00f3n hace el sagrario para el coraz\u00f3n de su Dios y del vuestro.
El Cuerpo del Se\u00f1or se ha hecho cuerpo en el vientre de Mar\u00eda, y es mi Madre quien con su sonrisa os lo ofrece como si os ofreciera su amad\u00edsimo Ni\u00f1o depuesto en la cuna de su pur\u00edsimo coraz\u00f3n materno. Es alegr\u00eda de Mar\u00eda, en el Cielo, daros su Criatura y daros su Se\u00f1or. Con el Hijo os da su coraz\u00f3n sin mancha, coraz\u00f3n que ha amado y sufrido en medida infinita.
Es opini\u00f3n difundida que mi Madre no haya sufrido m\u00e1s que moralmente. No. La Madre de los mortales ha conocido toda clase de dolor. No porque lo hubiera merecido. Era inmaculada y la herencia dolorosa de Ad\u00e1n no estaba en Ella. Sino porque, siendo<\/p>
39 En los dictados del 4 de junio y del 20 de junio<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Corredentora y Madre de todo el g\u00e9nero humano, deb\u00eda consumar el sacrificio hasta el fondo y en todas las formas. Por ello sufri\u00f3, como mujer, los inevitables sufrimientos de la mujer que concibe una criatura, sufri\u00f3 cansancios de la carne pesada con mi peso, sufri\u00f3 al darme a luz 40, sufri\u00f3 en la apresurada huida, sufri\u00f3 falta de alimento, sufri\u00f3 calor, hielo, sed, hambre, pobreza, fatiga. \u00bfPor qu\u00e9 no habr\u00eda debido sufrir si Yo, el Hijo de Dios, me somet\u00ed a los sufrimientos propios de la humanidad?
Ser santos no quiere decir estar exentos de las miserias de la materia. Ser redentores, pues, quiere decir estar particularmente sujetos a las miserias de la carne que tiene sensibilidad dolorosa. La santidad y la redenci\u00f3n se explican y se alcanzan con todos los modos, incluso con los dolores de muelas, por ejemplo. Basta que de las miserias carnales la criatura haga un arma de m\u00e9rito y no de pecado.
Mar\u00eda y Yo, hemos hecho de las miserias de la naturaleza humana muchas monedas de redenci\u00f3n por vosotros. Incluso ahora sufre mi Madre cuando os ve tan sordos a la gracia, rebeldes a M\u00ed. Santidad, lo repito, no quiere decir exclusi\u00f3n del dolor, sino m\u00e1s bien’ quiere decir imposici\u00f3n del dolor.
Agradece pues a Mar\u00eda, que te me da con una sonrisa de madre, por todo el dolor que el ser mi Madre le ha comportado. \u00a1Nunca pens\u00e1is en decir gracias a Mar\u00eda en cuyo seno me hice carne! Aquella carne que ahora os doy para nutriros para la vida eterna.
Basta. Contempla y ad\u00f3rame radiante en la Eucarist\u00eda, en el trono vivo que es el seno de Mar\u00eda, la Madre pur\u00edsima m\u00eda y vuestra\u00bb<\/p>
Ahora explico yo. El domingo, no, el viernes 18 me parec\u00eda ver a Jes\u00fas junto a mi cama, se lo he mencionado. Pero no hac\u00eda nada. El domingo 20, antes de que usted viniera, mientras que usted estaba y tras su venida para la Comuni\u00f3n, me parec\u00eda ver a Jes\u00fas, no ya junto a la cama, sino al fondo, y me daba \u00c9l la hostia. Pero no ten\u00eda el cop\u00f3n en la mano: ten\u00eda su Coraz\u00f3n y me daba como hostia su Coraz\u00f3n quit\u00e1ndoselo del pecho. Era de una majestad y dulzura infinitas. Me explic\u00f3 despu\u00e9s el significado de la visi\u00f3n. La habr\u00e1 encontrado en el cuaderno con fecha 20 de junio.
Esta ma\u00f1ana veo a la Virgen. Parece sentada, sonriente con amor, pero melanc\u00f3lica. Tiene el manto oscuro que le desciende desde la cabeza, abierto sobre el vestido tambi\u00e9n oscuro, parece marr\u00f3n. En la cintura tiene un cintur\u00f3n oscuro. Parecen tres tonos de marr\u00f3n. En la cabeza, debajo del manto, debe tener un velo blanco porque entreveo un ligero filo.
En medio de su pecho irradia una Hostia grand\u00edsima y bell\u00edsima. y -lo que constituye lo admirable de la visi\u00f3n- parece que a trav\u00e9s de las Especies (que aqu\u00ed aparecen como un cuarzo bell\u00edsimo: son pan, pero parecen cristal brillante) aparezca un bell\u00edsimo ni\u00f1o. El Ni\u00f1o Dios hecho carne.
La Virgen, que tiene los brazos abiertos para tener abierto el manto, me mira y despu\u00e9s inclina el rostro y la mirada adorantes sobre .la Hostia que destella en su pecho. En su pecho, no sobre el pecho. Es como si, por m\u00edsticos rayos X, yo pudiera ver en el pecho de Mar\u00eda, o mejor es como si los rayos X hicieran aparecer fuera lo que est\u00e1 dentro de Mar\u00eda. Como si \u00c9sta fuera de un cuerpo no opaco. No lo s\u00e9 explicar.<\/p>
40 De entenderse a la luz de los dictados del 7 de septiembre, del 15 de septiembre, del 27 de noviembre, del 8 de diciembre, del 18 de diciembre, del 25 de diciembre, del 29 de diciembre. Adem\u00e1s, en la monumental obra sobre la vida del Se\u00f1or, que ser\u00e1 escrita por Maria Valtorta, se lee que la divina maternidad de la Virgen no comport\u00f3 en Ella ning\u00fan dolor f\u00edsico, que es fruto del pecado original, de cuya mancha Ella fue preservada; pero que la Virgen, siendo la Corredentora, sufri\u00f3 toda clase de dolor, producido por las circunstancias y por los hombres, incluso respecto a su concebimiento y a su parto virginales.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
En fin yo veo esto y Jes\u00fas me lo explica 41. La Virgen no habla. S\u00f3lo sonr\u00ede. Pero su sonrisa es elocuente como mil palabras y a\u00fan m\u00e1s.
Como me gustar\u00eda saber pintar para hacer una copia y hac\u00e9rsela ver. y sobre todo quisiera hacerle ver las distintas luminosidades. Son tres: una, de una apacible suavidad, constituida por el cuerpo de Mar\u00eda, es la envoltura externa y protectora de la segunda, radiante y viva luminosidad constituida por la gran Hostia. Una luz victoriosa, dir\u00eda, para usar palabra humana, que hace de envoltorio interno a la Joya divina que resplandece como fuego l\u00edquido de una belleza que no se puede describir y que es, en su infinita belleza, infinitamente dulce, y es el peque\u00f1o Jes\u00fas que sonr\u00ede con toda su carne tierna e inocente por su naturaleza de Dios y por su edad infantil.
Es un resplandor, este tercero, bajo los velos de los otros dos resplandores, que no hay parang\u00f3n para describirlo. Es necesario pensar en el sol, en la luna, en las estrellas, tomar las distintas luces de todos los astros, hacer un \u00fanico v\u00f3rtice de luz que es oro fundido, diamante fundido, y esto da una p\u00e1lida semejanza de cuanto ve mi coraz\u00f3n en esta hora bienaventurada. \u00bfQu\u00e9 ser\u00e1 el Para\u00edso envuelto
por esa luz?
Del mismo modo no hay parang\u00f3n apto para explicar la dulzura de la sonrisa de Mar\u00eda. Real, santa, casta, amorosa, melanc\u00f3lica, invitante, confortable… son palabras que dicen uno y deber\u00edan decir mil para acercarse a lo que es esa sonrisa virginal, materna, celeste.<\/p>
24 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAhora has entendido lo que quer\u00eda decirte con aquellas referencias b\u00edblicas y qu\u00e9 relaci\u00f3n tuvieran contigo 42. Has entendido por qu\u00e9 digo que esto \u00abes tu peque\u00f1o Horeb de antes y de despu\u00e9s\u00bb. Frase que te hab\u00eda tenido la mente ocupada por muchos d\u00edas y que en tu ignorancia b\u00edblica no lograbas explicar. Has entendido tambi\u00e9n por qu\u00e9 desde ayer por la ma\u00f1ana Yo te susurre que t\u00fa por mucho tiempo has hecho lo que ya hizo mi antiguo Siervo y Profeta. Por el trabajo que te ha costado la b\u00fasqueda del pasaje que se refiere a ti, ya no olvidar\u00e1s el episodio.
Cuando el Padre obedeci\u00f3 a una inspiraci\u00f3n m\u00eda -porque todo lo que es bueno para las almas se cumple por una inspiraci\u00f3n m\u00eda- y te llev\u00f3 la Biblia para que t\u00fa la conocieras, habr\u00eda podido tambi\u00e9n decirte donde encontrar el pasaje al cual me refer\u00eda. Pero hubiera sido demasiado f\u00e1cil. He querido que lo encontraras por ti misma para persuadirte cada vez m\u00e1s de que esto no es un enga\u00f1o, sino que es la verdad.
\u00a1Eres tan desconfiada! He tenido que guiarte lentamente, muy lentamente hasta el punto en que te encuentras ahora porque te resist\u00edas, por miedo, como una cabrilla rebelde. Por esto a tu oraci\u00f3n de ayer he respondido diciendo aquellas palabras. \u00bfNo crees quiz\u00e1s que suceder\u00eda as\u00ed?
S\u00ed. Los hombres tienen valor para herirme. Pero para venir a mi lado, atra\u00eddos por mi amor, no. Creen ciegamente en el Mal y en el Pr\u00edncipe del Mal. A ese le siguen sin miedo, en cuanto se manifiesta en una de sus infinitas formas por sus infinitos nombres. Pero no creen, o creen de mala manera, en el Bien y en el Dios del Bien, y huyen ante<\/p>
41 En el dictado del 20 de junio
42 La referencia est\u00e1 explicada al final del dictado<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
sus manifestaciones. Est\u00e1n cubiertos de culpas e imitan a Ad\u00e1n cuando se escondi\u00f3 del Creador tras haber pecado en el Ed\u00e9n.
Para no tener miedo de mi Voz y de mi Rostro hay que tener el alma limpia de culpas graves. Las imperfecciones permiten todav\u00eda que en vosotros subsista ese poco de valor que os permita o\u00edr, sin desfallecer, mi Palabra. Si para merecerla hubierais debido estar sin imperfecciones, ning\u00fan mortal la hubiera o\u00eddo, excepto mi Madre.
\u00bfLo ves? T\u00fa has debido padecer antes una verdadera obra de reconstrucci\u00f3n y de saneamiento espiritual hecho por M\u00ed, y ayudado por ti, para poder llegar a merecer y a soportar mi Palabra y mi Visi\u00f3n. Cosa l\u00f3gica. Pecado, incluso venial, quiere decir parentesco con el demonio. Donde est\u00e1 el demonio no puede estar Dios.
A los pecadores podr\u00eda aterrorizarles con una aparici\u00f3n tremenda en la cual apareciera el Dios airado que juzga y castiga. Y alguna vez lo he hecho para conquistar corazones concretos que quer\u00eda para M\u00ed y que s\u00f3lo habr\u00eda cogido con ese medio. Pero son casos raros.
Prefiero atraer con el Amor. Y el amor no es sentido por quien tiene un amor culpable con el demonio. He aqu\u00ed por qu\u00e9 no muestro mi Rostro todo amor a las muchedumbres. Lo reservo para quien me ama dando a \u00e9stos la misi\u00f3n de hablar a los m\u00e1s sordos repitiendo mi Palabra, pidiendo a \u00e9stos de hacerse peque\u00f1as copias m\u00edas: Caridad y Redenci\u00f3n, Enamorado y V\u00edctima.
Yo vendr\u00e9, para todos, un d\u00eda. El \u00faltimo. Pero s\u00f3lo aquellos cuya alma haya sido purificada en vida por el amor podr\u00e1n sostener, sin precipitar en el abismo, mi Rostro, mi Mirada, mi Voz cuyo estruendo har\u00e1 zozobrar los firmamentos y temblar a los abismos\u00bb.<\/p>
Ahora explico yo, si no usted no entender\u00e1 nada.
Hace unos diez d\u00edas, m\u00e1s o menos, o\u00ed decir a la querida, adorada
Voz, mientras en el duermevela pensaba en \u00c9l: \u00abT\u00fa est\u00e1s sobre tu peque\u00f1o Horeb. Recu\u00e9rdalo\u00bb. Desde entonces, muchas veces hab\u00eda o\u00eddo repetir, toda para m\u00ed, la frase: \u00abEsto es tu peque\u00f1o Horeb de antes y de despu\u00e9s\u00bb.
Por cuanto atormentara mi cabeza para sacar una luz hist\u00f3rica y geogr\u00e1fica, no encontraba nada. Quer\u00eda pregunt\u00e1rselo a usted, porque hab\u00eda entendido que era algo b\u00edblico como el asunto de los 10 justos. Pero precisamente cuando me hab\u00eda decidido a preguntarle, he aqu\u00ed que usted me trae la Biblia. \u00a1Oh, bien! me dije. Ahora lo encontrar\u00e9. Y pacientemente he comenzado a leerla, decidida a hacerlo de la primera a la \u00faltima palabra. Pero por ahora, no hab\u00eda encontrado nada.
Ayer por la ma\u00f1ana, despu\u00e9s de haber escrito las palabras de Jes\u00fas y descrito, con palabras m\u00edas, la visi\u00f3n, hice esta oraci\u00f3n: \u00ab\u00a1Oh Jes\u00fas! \u00bfpor qu\u00e9 no muestras a todos cu\u00e1n divinamente hermoso y cu\u00e1n divinamente bueno eres? Si los hombres te vieran as\u00ed como te veo yo, no podr\u00edan no entender tu Bondad infinita y amarte con un amor que les har\u00eda buenos. Marta quisiera que tu mostrases tu Faz encolerizada para asustarnos. Yo, en cambio, te pido que muestres tu Faz amorosa para conquistar como me has conquistado a m\u00ed\u00bb.
Y Jes\u00fas ha respondido: \u00abSer\u00eda in\u00fatil. El amor no se entiende. Si apareciera as\u00ed, unos se reir\u00edan de M\u00ed y otros huir\u00edan. \u00bfNo lo hiciste t\u00fa tambi\u00e9n? Durante a\u00f1os y a\u00f1os huiste de M\u00ed. Y eso que en los sue\u00f1os y en las inspiraciones siempre me aparec\u00eda a ti envuelto en amor. A lo largo de otros a\u00f1os siempre tuviste miedo de mis mani- festaciones y cuando Yo me acercaba hac\u00edas como mi antiguo Siervo y Profeta: te<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
cubr\u00edas el rostro para no verme. Te he tenido que preparar con una paciencia infinita e, incluso ahora, en el fondo, a\u00fan temes un poco que todo esto sea un enga\u00f1o. \u00a1Y eso que tienes mi paz! Piensa lo que har\u00edan quienes no tienen mi paz, sino la guerra demon\u00edaca en el coraz\u00f3n. ..\u00bb.
O\u00eddo esto he dicho para m\u00ed: aqu\u00ed es absolutamente necesario buscar quien es este Siervo y Profeta y qu\u00e9 es el Horeb. Y anoche me he dedicado a un paseo b\u00edblico.
He buscado en los profetas. Nada. He encontrado el nombre de Horeb y he entendido que era un monte. Pero era demasiado poco. Arriba y abajo, abajo y arriba. Ten\u00eda la cabeza que me explotaba y no encontraba nada. Ha sonado la alarma y yo, despu\u00e9s de haber rezado por los bombardeados, he vuelto a mi correr\u00eda b\u00edblica. No en- contraba nada. \u00a1Desaf\u00edo yo! \u00a1Hab\u00eda comenzado desde Josu\u00e9 en adelante! Estaba convencida, en mi enorme ignorancia, que Mois\u00e9s no ten\u00eda nada que ver y… lo pasaba por alto.
Visto que de ninguna manera encontraba nada, he rogado al Esp\u00edritu Santo que me lo hiciera encontrar. Estaba decidida a saberlo en la noche a costa de llegar a la ma\u00f1ana hojeando la Biblia. Y el Esp\u00edritu Santo me ha dicho: \u00abLee el \u00c9xodo\u00bb. Lo he encontrado enseguida. \u00a1Estaba all\u00ed cerca, porque estoy al final del G\u00e9nesis, e iba a buscar lejos! Ahora s\u00e9 y estoy contenta. Y \u00bfqui\u00e9n imaginaba que el Horeb era el Sina\u00ed? En mi ignorancia sab\u00eda que Mois\u00e9s hab\u00eda subido al Sina\u00ed, y por ello dec\u00eda: \u00ab\u00a1Mois\u00e9s no tiene nada que ver!\u00bb
He aqu\u00ed por qu\u00e9 Jes\u00fas dice que esto es mi peque\u00f1o Horeb de antes y despu\u00e9s y que yo parezco su Siervo y Profeta. En efecto aqu\u00ed he encontrado la voz de Dios; en efecto he subido sin pensar en Dios, siguiendo un camino com\u00fan, como Mois\u00e9s detr\u00e1s de su reba\u00f1o; en efecto cuando menos me lo esperaba he recibido all\u00ed las palabras de Jes\u00fas y… me he cubierto la cara porque no osaba mirarle. Pero ahora he aprendido a mirarle. Me ha acostumbrado. Y vuelvo con gusto sobre el Horeb. He aqu\u00ed la explicaci\u00f3n.
Gracias, Padre, por haber hecho posible que leyera la Biblia. Esto me volver\u00e1 menos torpe y entender\u00e9 mejor.
Dice a\u00fan Jes\u00fas, hoy 24 de junio del 1943:
\u00abTambi\u00e9n hoy que es la fiesta de mi Cuerpo divino, Satan\u00e1s me ha herido en mis Iglesias y en mis hijos. No paso triunfalmente, Hostia de Paz, por vuestros barrios, sobre alfombras de flores, entre cantos de hosanna. Caigo entre los escombros, en el fragor de infierno del odio contra la Caridad, desencadenado con toda su fuerza.
Las flores de hoy, Corpus Christi del tiempo de la ira, son mis hijos asesinados. Y bienaventurados, entre \u00e9stos, quienes caen inocentemente y cuya muerte sin rencor es hermosa como un martirio. No se ve mi Sangre entre la sangre de los que han matado. Yo permanezco con mi candor de Hostia. Es la sangre de los otros la que me salpica, como es la crueldad de los esclavos del Enemigo la que me hiere e hiere conmigo a quienes son hostias como Yo. Desde el mayor de entre vosotros -erguido como sobre una m\u00edstica cruz entre el templo y el cielo, y herido, escupido, traspasado, flagelado, como su Se\u00f1or, por la mentira vendida al Enemigo- hasta el m\u00e1s peque\u00f1o ni\u00f1o degollado como un cordero inocente. Pero estas hostias no son inmoladas in\u00fatilmente. En ellos no hay mancha de odio. Son las v\u00edctimas. \u00a1Bienaventurados eternamente por ser las v\u00edctimas!
En mis hijos m\u00e1s queridos, en los verdaderos hijos, est\u00e1 mi signo. Os he signado a todos, vosotros que me am\u00e1is y que Yo amo. Ese signo es divinamente indicador, m\u00e1s<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
que la tiara que le corona, sobre la frente de mi actual Pedro 43, en el Pont\u00edfice de Paz en el que no vive levadura de odio. M\u00e1s que cualquier aureola ese signo resplandece sobre la cabeza de las v\u00edctimas que caen conmigo bajo las armas de Satan\u00e1s y que son los precursores del II adviento de Cristo.
Y los mismos \u00e1ngeles de las iglesias destruidas que rezan, adoran las Hostias arrolladas, recogen las almas inocentes que tendr\u00e1n consuelo para su llanto en el Cielo\u00bb.<\/p>
25 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMar\u00eda, no imites nunca a los pobres hombres que se devanan los sesos por cosas terrenas. Ellos se da\u00f1an rec\u00edprocamente, se matan, se perjudican de mil maneras por cosas que no tienen verdadera importancia, sino que son grandes solamente ante su peque\u00f1o pensamiento al ras del suelo.
\u00a1Hay tanto espacio en mi Reino! \u00a1Infinitas son las moradas que he hecho all\u00ed para mis elegidos!
Vive, vive para el esp\u00edritu y deja pasar todo lo que no es esp\u00edritu. Son escorias sin importancia. L\u00edbrate de todas ellas, incluso de la m\u00e1s peque\u00f1a. S\u00e9 un alma desatada, libre, ligera, \u00e1gil.
Imita a los p\u00e1jaros creados por M\u00ed. A una golondrina, para descansar un momento del gran vuelo, le basta una pajita en la cresta de la ola. Le basta a un ruise\u00f1or, para cantar, una ramita sutil\u00edsima, en lo alto de un \u00e1rbol. Aunque el mar est\u00e9 revuelto, la golondrina no es sumergida. El ligero hilo de paja es suficiente para sostenerla hasta el nuevo vuelo. Aunque el sol es poco en el follaje, al ruise\u00f1or le basta aquella ramita para encontrar el sol y cantar.
Tambi\u00e9n t\u00fa usa las cosas de la tierra como el ruise\u00f1or y la golondrina. Como apoyos que ayudan, pero que no son indispensables para el vuelo y para el canto y que se dejan sin a\u00f1oranza cuando ya no sirven. Porque es el ala y la garganta lo que dan el vuelo y el canto, y no la pajita o la ramita.
Tambi\u00e9n es as\u00ed para las almas. No es la tierra la que da el Cielo, sino que es .el Cielo el que da la tierra, y la tierra deb\u00e9is utilizada para coger el \u00edmpetu para el Cielo, no para echar ra\u00edces malsanas de un apego culpable a las cosas que no son eternas. S\u00f3lo Dios y las cosas de Dios son eternas y merecen vuestro apego.
Cuando Yo he inspirado al Padre que te pidiera tu peque\u00f1a biograf\u00eda, lo he hecho porque sab\u00eda que era un bien para ti. Has expulsado, escribi\u00e9ndola, todo lo amargo, todo el veneno, todo el fermento que la vida hab\u00eda depositado en ti. Te has limpiado. Necesitabas decirte a ti misma todo lo sufrido y decido a un coraz\u00f3n cristiano. Es lo que m\u00e1s consuela mientras se es hombres. Ten\u00edas necesidad de hacer, dir\u00e9 as\u00ed, contabilidad espiritual para ver cu\u00e1nto hab\u00edas dado y recibido de Dios y a Dios, cu\u00e1nto hab\u00edas dado y recibido de los hombres y a los hombres.
Tomadas una por una, las cosas de la vida son o demasiado negras, o demasiado rosas, y se est\u00e1 inducidos, a veces, a error en el valoradas. Alineadas todas, encasilladas todas como en un mosaico, se ve que el negro es necesario para no hacer aparecer demasiado deslumbrante el rosa. Se ve que todo entra arm\u00f3nicamente en el<\/p>
43 P\u00edo XII, Papa desde 1939 hasta 1958<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
designio querido por la Bondad misma para vosotros y que cuanto hab\u00e9is recibido de Ella es infinitamente mucho m\u00e1s de cuanto hab\u00e9is dado, sea a Dios que al pr\u00f3jimo. Caen entonces los ego\u00edsmos, las soberbias, los rencores, y el alma se vuelve agradecida, humilde, caritativa, alcanza el completo perd\u00f3n.
\u00a1Oh! \u00a1Aquellos que perdonan! Ellos son mi copia m\u00e1s semejante porque Yo he perdonado a todos, y contin\u00fao perdonando. Entonces el hombre se hace espiritual.
He aqu\u00ed porque he querido que tu padecieras aquella prueba penosa. Has sufrido recordando y escribiendo, pero tu alma se ha despojado de tanta humanidad que obstaculizaba tu evoluci\u00f3n de criatura muy humana a criatura espiritual. Has hecho como una ninfa que sale del capullo: la envoltura que te encarcelaba el esp\u00edritu ha ca\u00eddo como algo muerto y tu alma ha abierto las alas.
Ahora s\u00e1belas tener siempre abiertas para estar muy alta y en el radio de Dios. De todo lo dem\u00e1s siente un eco, ve un reflejo: que la \u00fanica voz en tu coraz\u00f3n sea mi Palabra y la \u00fanica vista tu Jes\u00fas. Despu\u00e9s vendr\u00e9 Yo y ser\u00e1 la paz sin fin\u00bb.<\/p>
26 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abDespojaos no s\u00f3lo de lo que constituye peso de humanidad pura, sino tambi\u00e9n de cuanto es af\u00e1n espiritual. Ahora te explico qu\u00e9 es esto, para que t\u00fa no interpretes mal mi expresi\u00f3n.
Af\u00e1n espiritual no es esa sana tendencia, con todas las fuerzas intelectivas, a Dios. Af\u00e1n espiritual es el ansia que coge a veces incluso a las almas m\u00e1s avanzadas en la santidad y que consiste en el miedo de no tener tiempo para hacer todo aquello, espiritualmente hablando, que se quisiera hacer, todo lo que parece que Dios quiera del alma, miedo de separarse de la oraci\u00f3n en el temor de no poder gustar aquel cristalino arroyo de dulzura que Yo os env\u00edo, miedo de no volverlo a encontrar. Estos miedos son a\u00fan un resto de humanidad que se infiltra en la espiritualidad y la da\u00f1a.
Hay que seguir la v\u00eda del esp\u00edritu con firmeza y con calma. Ning\u00fan ansia, ning\u00fan miedo. Soy Yo quien crea el tiempo. \u00bfNo tendr\u00e9 entonces cuanto sea necesario para cada alma que se conf\u00eda a M\u00ed? Soy Yo quien hace fluir en vosotros la ola de la gracia; s\u00e9 por lo tanto regular el flujo de la misma y enviaros mis luces en los momentos m\u00e1s propicios.
Si sois molestados en la oraci\u00f3n no es un motivo de angustia. Basta que no se\u00e1is vosotros, voluntariamente, por motivos humanos y personales, quienes os separ\u00e1is de ella. En este caso es cierto que la fuente se seca o se desv\u00eda sobre otras almas abiertas a la oraci\u00f3n. Pero si vuestra molestia est\u00e1 causada por caridad al pr\u00f3jimo, no seca en vosotros el manantial de luz y no lo desv\u00eda, sino al contrario lo aumenta y lo atrae, porque quien tiene la caridad tiene a Dios y quien tiene a Dios tiene sus luces.
Por eso no est\u00e9s nunca afanada. Ora, escucha, medita, sufre, trabaja, reposa siempre con calma, fi\u00e1ndote de M\u00ed. Yo soy un Hu\u00e9sped perfecto. S\u00e9 conversar y s\u00e9 callar seg\u00fan veo que aquel que me hospeda est\u00e1 en condiciones de poderme o no poderme escuchar. \u00bfQu\u00e9 dir\u00edas de un invitado que te estuviera siempre encima y no te dejara pensar en las necesidades de la casa, especialmente en d\u00eda de invitaci\u00f3n? Dir\u00edas que no conoce las primeras reglas de la educaci\u00f3n y las m\u00e1s comunes necesidades de un ama de casa. Pero Yo soy Jes\u00fas. Por eso lo s\u00e9 todo.
Cuando tu pr\u00f3jimo te quita de la oraci\u00f3n y del conversar conmigo, no lo tomo a mal y<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
t\u00fa no debes ponerte nerviosa. S\u00e9 paciente y caritativa. Yo ser\u00e9 paciente y silencioso. Despu\u00e9s, a caridad hecha, te hablar\u00e9 m\u00e1s luminosamente que antes. Si en cambio te afanas o te pones nerviosa, la luz se obscurece como si una nube se entrepusiera entre tu Sol y tu alma.
Conf\u00eda, conf\u00eda, conf\u00eda en tu Jes\u00fas. Por cuanto t\u00fa me puedas amar, no me amas sino en medida infinitamente peque\u00f1a respecto a cuanto te amo Yo. Por lo tanto f\u00edate. Mi Pan, que no s\u00f3lo es Eucarist\u00eda que nutre, sino tambi\u00e9n palabra que ense\u00f1a, no te faltar\u00e1 nunca si permaneces buena y confiada\u00bb.<\/p>
\u00abEs de suma importancia, para el alma que quiere avanzar en el camino del Cielo, saber tener las potencias del alma firmes en Dios. Cuando esto sucede, el alma est\u00e1 segura.
\u00bfQu\u00e9 son las potencias del alma? Ahora te pongo una comparaci\u00f3n humana. La rueda \u00bfc\u00f3mo est\u00e1 hecha? De un c\u00edrculo, con tantos rayos clavados en el c\u00edrculo, de un anillo que re\u00fane los rayos y los hace girar alrededor de un eje. De esta manera la rueda sirve. Si alguna de las partes est\u00e1 rota sirve mal, pero si est\u00e1 roto el anillo que sostiene los rayos, la rueda no sirve para nada.
Y ahora atenta, peque\u00f1a Mar\u00eda que escuchas a tu Maestro. El c\u00edrculo es la humanidad que recoge todas las potencias morales, f\u00edsicas y espirituales que hay en un ser creado. Es la faja que une el todo de un hombre. Los rayos son los sentimientos que se concentran en un m\u00edstico anillo -el esp\u00edritu- que los recoge y que los irradia, porque es operaci\u00f3n doble. El eje es Dios. Si la humanidad est\u00e1 lesionada por caries carnales, los sentimientos permanecen desatados y terminan desparram\u00e1ndose en el polvo. Pero si est\u00e1 estropeado el esp\u00edritu o incluso simplemente desencajado de su eje, entonces el movimiento admirable de ser creado por Dios se para y en su lugar entra la muerte.
Por ello no salir nunca del fulero divino es necesidad absoluta para el alma que quiere merecer el Cielo. Que tu humanidad se preste tambi\u00e9n a ayudar al pr\u00f3jimo, que se fatigue a su servicio. Es caridad. Pero que tus sentimientos no cesen de converger en el esp\u00edritu y partir del esp\u00edritu. As\u00ed se alimentar\u00e1n de Dios y llevar\u00e1n, incluso en las labores m\u00e1s humildes, la huella de Dios, porque tu esp\u00edritu est\u00e1 y debe permanecer empernado en Dios, fulero divin\u00edsimo de todo lo creado, fulero suav\u00edsimo de tu alma que ha encontrado su Camino.
Cuando las potencias del esp\u00edritu est\u00e1n fijas en Dios, cree tambi\u00e9n que ninguna fuerza la puede quitar de all\u00ed. El movimiento se hace cada vez m\u00e1s vortiginoso, y t\u00fa sabes que hay una fuerza, que es llamada centr\u00edpeta, que atrae cada vez m\u00e1s hacia el centro las cosas cuanto m\u00e1s vortiginoso es un movimiento.
El amor es lo que da el movimiento. El esp\u00edritu fijo en Dios ama a Dios su fulero. Dios ama el esp\u00edritu empernado en \u00c9l; y este doble amor aumenta el movimiento vortiginoso, la carrera alada cuyo final es el encuentro en mi Reino entre el esp\u00edritu amante y su Creador\u00bb .<\/p>
27 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl ojo humano no puede mirar al sol, pero puede mirar la luna. El ojo del alma no puede mirar la perfecci\u00f3n de Dios tal como es. Pero puede mirar la perfecci\u00f3n de Mar\u00eda.<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
Mar\u00eda es como la luna respecto al sol. Est\u00e1 iluminada y refleja sobre vosotros la luz que la ha iluminado, pero suaviz\u00e1ndola con esos m\u00edsticos vapores que la hacen soportable a vuestra limitada naturaleza. Por esto Yo os la propongo desde hace siglos como modelo para todos vosotros que he querido como hermanos precisamente en Mar\u00eda.
Es la Madre \u00a1Qu\u00e9 dulzura para los hijos mirar a la madre! Os la he dado por esto, para que pudierais tener una dulce Majestad cuyo esplendor fuera suficiente para arrebataros, pero no para cegaros. S\u00f3lo ante almas especiales, que he elegido por motivos incensurables, me he mostrado a M\u00ed mismo, en el fulgor de Dios Hombre, de Inteligencia y Perfecci\u00f3n absoluta. Pero junto a aquel don les he tenido que dar otro que las hiciera capaces de soportar mi conocimiento sin quedar aniquiladas.
Mientras que a Mar\u00eda la pod\u00e9is mirar todos. No porque Ella sea semejante a vosotros. \u00a1Oh! \u00a1no! Su pureza es tan alta que Yo, su Hijo y Dios, la trato con veneraci\u00f3n. Su perfecci\u00f3n es tal que el Para\u00edso entero se inclina ante su trono sobre el que desciende la eterna sonrisa y el eterno resplandor de Nuestra Trinidad. Pero este resplandor, que la compenetra y diviniza m\u00e1s que a ninguna otra criatura, est\u00e1 difuso por los velos candid\u00edsimos de su carne inmaculada, por lo cual Ella irradia como una estrella, recogiendo toda la luz de Dios y difundi\u00e9ndola como una luminosidad suave sobre todas las criaturas.
Y adem\u00e1s Ella es vuestra Madre eternamente. Y la Madre tiene todas las piedades que os excusan, que interceden, que instruyen pacientemente. Grande es la alegr\u00eda de Mar\u00eda cuando puede decir a quien le ama: \u201cAma a mi Hijo\u00bb. Grande es mi alegr\u00eda cuando puedo decir a quien me ama: \u201cAma a mi Madre\u00bb, Y grand\u00edsima es nuestra alegr\u00eda cuando vemos que separ\u00e1ndose de mis pies uno de vosotros va a Mar\u00eda, o separ\u00e1ndose del regazo de Mar\u00eda uno de vosotros viene hacia M\u00ed. Porque la Madre goza al dar otros enamorados al Hijo y el Hijo goza al ver amada por otros a la Madre. Nuestra gloria no trata de prevalecer sino que se completa en la gloria del otro.
Por esto te digo: \u201cAma a Mar\u00eda. Te doy a Ella que te ama y que te iluminar\u00e1 tan s\u00f3lo con la suavidad de su sonrisa\u00bb\u00bb<\/p>
28 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bbSed perfectos todos vosotros que amo con un amor de privilegio. Vivid como \u00e1ngeles vosotros que constitu\u00eds mi Corte sobre la tierra\u00bb.
Si para todos est\u00e1 hecha la invitaci\u00f3n amorosa de ser perfectos como mi Padre, para aquellos que he elegido como mis \u00edntimos y amigos esto se hace un suave mandato. Ser mis disc\u00edpulos -no en el sentido amplio en que est\u00e1 dicho para todos los cristianos, sino en el sentido propio con el que llamaba: disc\u00edpulos y amigos, a mis doce- es gran honor, pero comporta gran deber.
No basta ya la peque\u00f1a perfecci\u00f3n, esto es el no cometer culpas graves y obedecer a la Ley en sus reglas m\u00e1s se\u00f1aladas. Es necesario alcanzar la delicadeza de la perfecci\u00f3n, seguir la Ley hasta en las m\u00e1s leves matizaciones, dir\u00eda casi anticiparla con un m\u00e1s. Como los ni\u00f1os que no solamente van hacia la casa del padre, caminando al lado de quien les conduce, sino que corren delante alegres, superando las fatigas y obst\u00e1culos de un sendero m\u00e1s dif\u00edcil para llegar antes, porque su amor les estimula.
La casa de vuestro Padre est\u00e1 en el Cielo; el amor es aquello que os estimula a<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
superar, volando, toda dificultad para alcanzar enseguida el Cielo donde el Padre os espera con los brazos ya abiertos para el abrazo. Por esto mi disc\u00edpulo no s\u00f3lo debe obedecer la ley en las cosas grandes que he impuesto a todos, sino que debe interpretar mi deseo, incluso no expresado, de que vosotros hag\u00e1is el m\u00e1ximo bien que pod\u00e1is, deseo que el amante comprende porque el amor es luz y ciencia.
Ahora te explico dos puntos del Evangelio. Uno es de Mateo y otro de Lucas. En realidad son una \u00fanica par\u00e1bola, pero expresada con alguna diferencia. Que en mis evangelistas se encuentren estas diferencias no debe causar asombro. Cuando escrib\u00edan aquellas p\u00e1ginas eran todav\u00eda hombres. Ya elegidos, pero no todav\u00eda glorificados. Por esto pod\u00edan cometer distracciones y errores, de forma, no de sustancia. S\u00f3lo en la gloria de Dios no se yerra m\u00e1s. Pero para alcanzarla ellos deb\u00edan luchar y sufrir mucho todav\u00eda.
S\u00f3lo uno de los evangelistas es de una exactitud fonogr\u00e1fica en el relatar cuanto Yo dije. Pero aqu\u00e9l era el puro y el amante. Reflexiona sobre esto. La pureza y la caridad son tan potentes que permiten entender, recordar, transmitir, sin error ni siquiera de una coma y de una reflexi\u00f3n, mi palabra. Juan era un alma sobre la cual el Amor escrib\u00eda sus palabras, y lo pod\u00eda hacer porque el Amor no se posa y no tiene contacto m\u00e1s que con los puros de coraz\u00f3n, y Juan era un alma virginal, pura como la de un ni\u00f1o. No he confiado a mi Madre a Pedro, sino a Juan porque la Virgen deb\u00eda estar con el virgen. Recuerda bien esto: que Dios no se comunica con quien no tiene pureza de coraz\u00f3n, conservada desde el nacimiento o recuperada con asiduo trabajo de penitencia y de amor, sustancias espirituales que devuelven al alma la c\u00e1ndida frescura que atrae mi mirada y obtiene mi palabra.
Dicen pues mis evangelistas que un personaje -el uno dice: rey, el otro hace entender que es un rico se\u00f1or- hizo un gran banquete, de bodas probablemente, invitando a muchos amigos. Pero \u00e9stos alegaron excusas, dice Lucas, y Mateo recrimina: se burlaron. Desgraciadamente con vuestro Dios ni siquiera aleg\u00e1is excusas y a menudo respond\u00e9is a sus invitaciones burl\u00e1ndoos.
Entonces el due\u00f1o del banquete, despu\u00e9s de haber castigado a los maleducados, por no desperdiciar in\u00fatilmente los v\u00edveres ya preparados, mand\u00f3 a sus siervos que reunieran a todos los pobres, cojos, mancos, ciegos que estaban alrededor de la casa, ya en espera de los restos, o incluso que acud\u00edan, combatidos entre el temor y la necesidad, de todo el pa\u00eds. La orden era abrir a \u00e9stos la sala y hacerles sentar a la mesa despu\u00e9s de haberles lavado y revestidos convenientemente. Pero la sala no estaba a\u00fan llena. Entonces aquel rico ordena a los siervos que salgan nuevamente e inviten a cualquiera, incluso usando una suave violencia. Entran as\u00ed no solamente los pobres que giran alrededor de las casas de los ricos, sino tambi\u00e9n quienes no pensaban en ello, convencidos como estaban de ser desconocidos del se\u00f1or y de no tener necesidad de nada.
Cuando la sala estuvo llena, entr\u00f3 el rico se\u00f1or y vio a uno \u2013no se dice si era un pobre o un transe\u00fante, pero es un detalle de poca importancia- que se hab\u00eda quitado el vestido de bodas, lo que hace pensar que fuera un transe\u00fante rico y soberbio y no un pobre convencido de ser un necesitado. Entonces el due\u00f1o indignado, viendo despreciado su don y pisoteado el respeto por la morada del anfitri\u00f3n, lo hace expulsar porque nada contaminado debe entrar en la sala de las bodas.
Ahora te explico la doble par\u00e1bola.
Los invitados son los que Yo llamo con vocaci\u00f3n especial, gracia gratuita que<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
concedo como invitaci\u00f3n a la intimidad en mi palacio conmigo mismo, como elecci\u00f3n para mi Corte. Los pobres, los ciegos, los mancos, los deformados son los que no han tenido especiales llamadas y ayudas y que s\u00f3lo con sus medios no han podido conservar o alcanzar riqueza espiritual y salud, sino m\u00e1s bien, por imprudencias naturales, han aumentado su infelicidad. Es decir son los pobres pecadores, las almas d\u00e9biles, pobres, deformes, las cuales no osan presentarse a la puerta, sino merodean en las cercan\u00edas del palacio esperando una misericordia que les conforte. Los transe\u00fan- tes apresurados, que no se preocupan de lo que sucede en la morada del Se\u00f1or, son los que viven en las religiones m\u00e1s o menos reveladas o en la suya personal que tiene nombre: dinero, negocios, riquezas. \u00c9stos creen que no necesitan conocerme.
Ahora se verifica el hecho de que frecuentemente los llamados por M\u00ed descuidan mi llamada, se desinteresan de ella, prefieren ocuparse de cosas humanas en vez de dedicarse a las cosas sobrenaturales. Entonces Yo hago entrar a los pobres, los ciegos, los cojos, los deformados; los revisto con el vestido de bodas, les hago sentarse a mi mesa, les declaro invitados m\u00edos y les trato como amigos. Y llamo tambi\u00e9n a los que est\u00e1n fuera de mi Iglesia, les atraigo con insistencia y cortes\u00eda, les obligo tambi\u00e9n con dulce violencia.
En mi Reino hay puesto para todos, y mi alegr\u00eda es haceros entrar a muchos. Pero
\u00a1ay de los que elegidos por M\u00ed por vocaci\u00f3n me descuidan prefiriendo dedicarse a cosas naturales! \u00a1Y ay de los que, benignamente acogidos a\u00fan no siendo merecedores, y revestidos por mi magnanimidad con la gracia que recubre y anula sus fealdades, se quitan el vestido nupcial faltando de respeto a M\u00ed y a mi morada donde nada indigno debe circular! Ser\u00e1n expulsados del Reino porque habr\u00e1n pisoteado el don de Dios.
A veces, entre los pecadores y los convertidos Yo veo almas tan bellas y tan agradecidas que las elijo como mis esposas, en el lugar de otras, ya llamadas, que me han rechazado.
T\u00fa, Mar\u00eda, eras una pobrecita, mendiga, hambrienta, afanada, sin vestidos. Despu\u00e9s de haber tratado de saciar tu hambre por ti misma, de calmar tu af\u00e1n, de cubrir tus miserias, sin lograrlo, te has acercado a mi Morada habiendo comprendido que s\u00f3lo en ella hay paz y alivio verdadero. Y Yo te he acogido, poni\u00e9ndote en lugar de otra que, llamada por M\u00ed, ha rechazado la gracia, y vi\u00e9ndote agradecida y sol\u00edcita te he elegido por esposa. La esposa no permanece en la sala del banquete. penetra en la habitaci\u00f3n del esposo y conoce sus secretos. Pero \u00a1ay si en ti se adormeciera la buena voluntad y el agradecimiento! Debes continuar trabajando para complacerme cada vez m\u00e1s. Trabajar por ti, para agradecerme el haberte llamado. Trabajar por la otra que ha rechazado las m\u00edsticas bodas para que se convierta y vuelva a M\u00ed. Qui\u00e9n sea lo sabr\u00e1s un d\u00eda.
Ahora s\u00e1ciate de mi mesa, rev\u00edstete de mis vestidos, cali\u00e9ntate con mi fuego, rep\u00f3sate sobre mi coraz\u00f3n, consu\u00e9lame de las deserciones de los llamados, \u00e1mame por gratitud, \u00e1mame para reparar, \u00e1mame para suplicar, \u00e1mame para aumentar tus m\u00e9ritos. Yo doy el vestido nupcial a quien amo con un amor de predilecci\u00f3n. Pero la amada debe, con una vida de perfecci\u00f3n ang\u00e9lica, adornarlo cada vez m\u00e1s. No debes decir nunca: \u00abBasta\u00bb. Tu Esposo y Reyes tal Se\u00f1or que el vestido de la esposa debe estar recubierto de gemas para ser digno de vestir a la escogida para sentarse en el palacio de su Se\u00f1or\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:<\/p>
MAR\u00cdA VALTORTA CUADERNOS DEL 1943<\/p>
\u00abEsta vez me mostrar\u00e9 a ti bajo otro vestido. La Eucarist\u00eda es Carne, pero es tambi\u00e9n Sangre. Heme aqu\u00ed con el vestido de Sangre. Mira como transpira y brota en regueros sobre mi rostro desfigurado, como corre a lo largo del cuello, sobre el tronco, sobre el vestido, doblemente rojo porque est\u00e1 empapado de mi Sangre. Mira como moja las manos atadas y desciende hasta los pies, al suelo. Soy precisamente Aqu\u00e9l que exprime la uva de la que habla el Profeta, pero mi amor me ha exprimido a M\u00ed. De esta Sangre que he gastado toda, hasta la \u00faltima gota, por la Humanidad, bien pocos saben valorar el precio infinito y disfrutar de los m\u00e9ritos potent\u00edsimos.
Ahora Yo pido a quien lo sabe mirar y entender, que imite a la Ver\u00f3nica y seque con su amor el Rostro sangrante de su Dios. Ahora Yo pido a quien me ama que cure con su amor las heridas que los hombres me hacen continuamente. Ahora Yo pido, sobre todo, que no se desperdicie esta Sangre, que se recoja con atenci\u00f3n infinita, hasta las m\u00e1s peque\u00f1as gotitas, y se derrame sobre quien no se ocupa de mi Sangre.
En el mes que est\u00e1 a punto finalizar, te he hablado mucho acerca de mi Coraz\u00f3n y de mi Cuerpo en el Sacramento. Ahora bien, en el mes de mi Sangre, te har\u00e9 rezarle a Ella. Di por tanto as\u00ed:
\u00abDivin\u00edsima Sangre, que brotas por nosotros de las venas del Dios hecho hombre, desciende como roc\u00edo de redenci\u00f3n sobre la Tierra contaminada y sobre las almas a las que el pecado hace semejantes a leprosos. He aqu\u00ed que yo te acojo, Sangre de mi Jes\u00fas, y te derramo sobre la Iglesia, sobre el mundo, sobre los pecadores, sobre el Purgatorio. Ayuda, alienta, limpia, enciende, penetra y fecunda, \u00a1oh divin\u00edsimo Jugo de Vida! Que la indiferencia y la culpa no pongan obst\u00e1culos a tu fluir. Sino al contrario, por los pocos que te aman, por los innumerables que mueren sin Ti, acelera y difunde sobre todos esta divin\u00edsima lluvia, a fin de que a Ti se vaya confiados en la vida, por Ti se sea perdonados en la muerte, contigo se vaya ‘a la gloria de tu Reino. As\u00ed sea\u00bb.
Ahora basta. Yo ofrezco mis venas abiertas a tu sed espiritual Bebe en esta fuente. Conocer\u00e1s el Para\u00edso y el sabor de tu Dios, y ese sabor no te faltar\u00e1 nunca si siempre sabes venir a M\u00ed con los labios y el alma lavados por el amor\u00bb.<\/p>
110<\/p>
Mi Jes\u00fas hab\u00eda comenzado a hablar a las 4 de la ma\u00f1ana, entre las pausas de mi duermevela. Descend\u00eda la palabra como una gota de luz en los despertares y naufragaba en las vueltas al sue\u00f1o porque estoy tan fatigada y cansada… Era como si Jes\u00fas estuviera in- clinado sobre mi cama y me dijera una palabra de vez en cuando. Pero llegada la hora de sentarme y moverme, sacudiendo el sue\u00f1o, aquellas palabras, que hab\u00edan sido repetidas tantas veces, como estribillo de una nana espiritual, resplandecieron vivamente en mi mente. Son las dos primeras frases del primer trozo del d\u00eda 28. \u00abSed perfectos… Vivid como \u00e1ngeles\u00bb. Detr\u00e1s de aqu\u00e9llas se desataron las otras frases. Bien poco quedaba por decir cuando vino usted con la Sta. Comuni\u00f3n. Y poco despu\u00e9s todo termin\u00f3.
El otro trozo, como usted puede entender f\u00e1cilmente, es una visi\u00f3n interna (\u00bfse dice as\u00ed?) de mi Jes\u00fas herido y goteando sangre. No es el hermoso Jes\u00fas de blanco vestido, ordenado, majestuoso, de las otras veces, y no es el resplandeciente Infante de la \u00faltima vez, sonriente desde el seno de Mar\u00eda.
Es un triste, trist\u00edsimo Jes\u00fas, cuyas l\u00e1grimas se mezclan con la sangre, magullado, despeinado, sucio, desgarrados los vestidos, con las manos atadas, con la corona bien apretada sobre la cabeza. Veo claramente la corona de gruesas espinas, no largas pero densas densas, que penetran y ara\u00f1an las carnes. Cada cabello tiene su gota de sangre y la sangre desciende, en regueritos, desde la frente sobre los ojos, por la nariz, por la barba y el cuello, sobre el vestido, gotea sobre las manos y parece m\u00e1s roja tan p\u00e1lidas est\u00e1n \u00e9stas, moja la tierra tras haber mojado los pies. Pero lo que es trist\u00edsimo de ver es la mirada… Pide piedad y amor, y manifiesta, bajo su resignada mansedumbre, un dolor infinito.
Tambi\u00e9n aqu\u00ed, si fuera capaz, quisiera poderlo dibujar para usted y para m\u00ed. Porque, si lo pienso bien, ning\u00fan cuadro de Jes\u00fas y Mar\u00eda, que yo conozca, se parece a lo que veo. Ni en los rasgos, ni en la expresi\u00f3n. \u00c9sta sobre todo falta en las obras de los autores. Pero \u00a1llegar yo a ser pintora!… Nada es imposible para Dios, es cierto, \u00a1pero esto es algo gordo!… Y creo que el buen Dios no lo har\u00e1, incluso para que no me complazca… .<\/p>
29 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTambi\u00e9n hoy te hablar\u00e9 refiri\u00e9ndome al Evangelio. Te ilustrar\u00e9 una frase. Una sola, pero que tiene significados ampl\u00edsimos. Vosotros la consider\u00e1is siempre bajo un \u00fanico punto de vista. Vuestra limitaci\u00f3n humana no os permite m\u00e1s. Pero mi Evangelio es obra espiritual, por eso su significado no queda circunscrito al punto material del que habla, sino que se propaga como un sonido en c\u00edrculos conc\u00e9ntricos, cada vez m\u00e1s amplios, abrazando tantos significados.
Yo he dicho al joven rico: \u00abVe, vende cuanto tienes y ven y s\u00edgueme\u00bb.
Vosotros hab\u00e9is cre\u00eddo que Yo diera el consejo evang\u00e9lico de la pobreza. S\u00ed, pero no s\u00f3lo de la pobreza seg\u00fan vosotros la entend\u00e9is; no eso solamente. El dinero, las tierras, los palacios, las joyas, son cosas que am\u00e1is y os cuesta sacrificio renunciar a tenerlas o dolor el perderlas. Pero por una vocaci\u00f3n de amor sab\u00e9is incluso despojaos de ellas. \u00bfCu\u00e1ntas mujeres no han vendido todo por mantener al esposo o al amante -lo que es peor- y continuar una vocaci\u00f3n de amor humano? Otros por una idea dan la vida. Soldados, cient\u00edficos, pol\u00edticos, pregoneros de nuevas doctrinas sociales, m\u00e1s o menos justas, se inmolan cada d\u00eda a su ideal vendiendo la vida, dando la vida por la belleza o por aquello que ellos consideran belleza, de una idea. Se hacen pobres de la riqueza de la vida por su idea. Tambi\u00e9n entre mis seguidores muchos han sabido y saben renunciar a la riqueza de la vida, ofreci\u00e9ndola a M\u00ed por amor m\u00edo y de su pr\u00f3jimo. Renuncia mucho mayor que la de las<\/p>
riquezas materiales.
Pero en mi frase hay todav\u00eda otro significado, como hay una riqueza mayor que el oro y que la vida e infinitamente m\u00e1s valiosa. La riqueza intelectual. \u00a1El propio pensamiento!
\u00a1C\u00f3mo lo valoramos!
Est\u00e1n, es verdad, los escritores que lo donan a las muchedumbres. Pero lo hacen por lucro, y adem\u00e1s su verdadero pensamiento no lo dicen nunca. Dicen lo que sirve para sus tesis, pero ciertas luces \u00edntimas las tienen bajo llave en el cofre de la mente. Porque frecuentemente son pensamientos de dolor por \u00edntimas penas o reproches de la conciencia despertada por la voz de Dios.
Y bien, en verdad te digo, que siendo \u00e9sta una riqueza m\u00e1s grande y m\u00e1s pura -porque es riqueza intelectual y por ello incorp\u00f3rea- su renuncia tiene un valor distinto ante mis ojos. Cuanto se enciende en vosotros, viene del centro del Cielo donde Yo, Dios Uno y Trino, estoy. Por tanto no es justo que dig\u00e1is: \u00abEste pensamiento es m\u00edo\u00bb. Yo soy el Padre y el Dios de todos. Por eso las riquezas de un hijo, que Yo doy a un hijo, deben ser goce de todos y no exclusivo de uno. A ese que ha merecido ser -dir\u00e9 as\u00ed- el depositario, el recibidor, queda la alegr\u00eda de serlo. Pero el don debe circular entre todos. Porque Yo hablo a uno para todos. Cuando uno encuentra un tesoro, si es honesto, se apresura a entregarlo a quien debe y no lo tiene culpablemente para s\u00ed. Aquel que encuentra el Tesoro, mi Voz, debe entregarla a los hermanos. Es tesoro de todos.
No amo a los avaros. Tampoco a los avaros en la piedad. Hay muchos que rezan para s\u00ed, usan de las indulgencias para s\u00ed, se nutren de M\u00ed para s\u00ed. Nunca un pensamiento para los dem\u00e1s. Lo que les interesa es su propia alma. No me gustan. No se condenar\u00e1n porque permanecen en mi gracia. Pero tendr\u00e1n s\u00f3lo ese m\u00ednimo de gracia que les salvar\u00e1 del Infierno. El resto, que les dar\u00e1 el Para\u00edso, se lo deber\u00e1n ganar con siglos de Purgatorio. El avaro, material y espiritual, es un goloso, un glot\u00f3n y un ego\u00edsta. Se harta. Pero no le aprovecha. Al contrario esto produce en \u00e9l enfermedades del esp\u00edritu. Se hace un impotente para esa agilidad espiritual que os hace capaces e percibir las divinas inspiraciones, regularos seg\u00fan ellas y alcanzar con seguridad el Cielo.
\u00bfVes cu\u00e1ntos significados puede tener una palabra m\u00eda evang\u00e9lica? Y a\u00fan tiene otros. Ahora, peque\u00f1a celosa de mis secretos, reg\u00falate. No hagas de las riquezas que te doy riquezas injustas.
Respecto a cuanto te dije ayer, no pienses que aqu\u00e9lla por quien t\u00fa debes reparar sea un alma consagrada cuya vocaci\u00f3n vacila. No. Es una d\u00e9bil criatura que Yo hab\u00eda elegido, pero que escuch\u00f3 las voces de las criaturas m\u00e1s que la m\u00eda y por mezquinas consideraciones humanas perdi\u00f3 el trono en la casa del Esposo. Ahora sufre por ello. Pero no tiene fuerza para reparar. Le abrir\u00eda los brazos de nuevo. Reza porque sepa venir a la puerta de la m\u00edstica sala de bodas y sepa entrar con un alma nueva. Hasta una l\u00e1grima ofrecida para tal fin tiene su peso y su valor.
Ayuda a tu Jes\u00fas, Mar\u00eda, y \u00c9l te ayudar\u00e1 cada vez m\u00e1s\u00bb.<\/p>
30 de junio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfSabes qu\u00e9 quieren decir mis manos atadas, sabes quien me las ata? \u00bfSabes por qu\u00e9 hay tanto dolor en mi mirada, tanto cansancio sobre mi Rostro? \u00bfSabes qu\u00e9 pido a aquellos que me saben mirar?
Mis manos est\u00e1n atadas por Satan\u00e1s a trav\u00e9s de los pecadores. No has entendido mal.
Repito: est\u00e1n atadas por Satan\u00e1s a trav\u00e9s de los pecadores.<\/p>
T\u00fa dir\u00e1s: \u00abPero, Se\u00f1or, \u00bfc\u00f3mo puede ser as\u00ed si T\u00fa eres Dios?\u00bb. Yo soy el Dios de la Misericordia y del Perd\u00f3n, Yo soy el Dios poderoso, el Padre de las gracias. Pero el pecado paraliza mi Potencia de gracias, mi Misericordia, mi Perd\u00f3n. Porque, aunque soy Misericordia, Gracia, Perd\u00f3n, soy tambi\u00e9n Justicia. Doy por ello a cada uno lo que se merece. Y si t\u00fa consideras, con justicia, debes decir que doy siempre m\u00e1s gracias de las que merec\u00e9is.
Si a una autoridad de la tierra, incluso a un simple mozo municipal, vosotros hicierais las ofensas que me hac\u00e9is a M\u00ed, ser\u00edais castigados con la prisi\u00f3n. Si se tratara de una autoridad mayor, ser\u00edais castigados incluso con la p\u00e9rdida de la vida. Y son, las autoridades, pobres hombres como vosotros, que permanecen autoridad en tanto que Yo permito que lo sean para vuestro m\u00e9rito, para su prueba, y casi siempre para su castigo. Vuestro m\u00e9rito: obedecer y tener paciencia. Su prueba: no abusar del poder, no ensoberbecerse crey\u00e9ndose semidioses, o dioses, porque ven las muchedumbres atentas a su gesto y a gritar \u00abHosanna\u00bb. Uno s\u00f3lo es dios: Dios. Su castigo: porque es todav\u00eda m\u00e1s dif\u00edcil que una autoridad permanezca honesta, en las mil formas de la honestidad, que no que un rico se salve. Por ello su gloria humana es la \u00fanica gloria que tienen. La eterna bien pocas autoridades la alcanzan.
Las continuas culpas, cada vez m\u00e1s p\u00e9rfidas, que los hombres comenten, por incitaci\u00f3n del Enemigo m\u00edo y vuestro, atan mi Misericordia, mi Gracia, mi Perd\u00f3n. He aqu\u00ed lo que son mis manos atadas y qui\u00e9nes son aquellos que las atan con la soga del Mal: Satan\u00e1s y sus hijos. Y mis manos quisieran en cambio estar libres para perdonar, curar, consolar, bendecir.
\u00a1Oh vosotros que me am\u00e1is, desatad con vuestro amor mis manos atadas! Reparad, reparad, o mis dilectos, amigos e hijos m\u00edos querid\u00edsimos, el ultraje causado a las manos de vuestro Dios, Padre y Redentor. El amor es llama que consuma las cadenas y quema los cordeles dando libertad a mis manos atadas. Tened piedad, vosotros que me am\u00e1is, de mi dolor, y piedad de vuestros hermanos leprosos que s\u00f3lo mis manos pueden curar.
Mi mirada est\u00e1 llena de dolor por todos los ultrajes que Me vienen causados en el Sacramento y en mi Ley. Ley pisoteada, Sacramento profanado. \u00bfHas le\u00eddo? \u00bfHas escuchado? \u00bfHas notado? El altar del Sacramento est\u00e1 siempre herido. \u00bfNo ves en ello el signo de Satan\u00e1s? Y piensa esto, para tu alegr\u00eda. Donde entre las ruinas se puede encontrar intacto el Cop\u00f3n que me contiene y recogerlo con los debidos honores, es porque un coraz\u00f3n, o muchos corazones, lejos de aquel lugar golpeado, pero que me adoran en la Eucarist\u00eda, han desviado, con su orar, el golpe dirigido por Satan\u00e1s. Aquellas Hostias que salv\u00e1is, almas humildes y amorosas que or\u00e1is por mi Sacramento, infunden en vosotros los mismos frutos de una Comuni\u00f3n de amor.
El cansancio est\u00e1 en mi Rostro porque constato cada vez m\u00e1s hasta qu\u00e9 punto he muerto en vano por tanta humanidad, porque me doy cuenta cada vez m\u00e1s que nada -ni palabras, ni milagros, ni castigos, ni gracias- sirve para hacer pensar que Yo soy Dios y que s\u00f3lo en Dios est\u00e1 el Bien y la Paz. Cuando uno est\u00e1 cansado y afligido, aquellos que le aman le dan afecto para consolarle, reposo para aliviarle. Esto es lo que Yo te pido y pido a los que me aman.
Estoy desterrado de las iglesias y de los corazones. Cuando era peregrino sobre la tierra no ten\u00eda, el Hijo del Hombre, una piedra propia sobre la cual apoyar la cabeza. Pero ahora que los corazones de los hombres son de piedra, \u00bftengo acaso d\u00f3nde apoyar la cabeza? S\u00f3lo alg\u00fan raro, rar\u00edsimo coraz\u00f3n fiel. Los otros son hostiles a su Amigo y Redentor.
Abridme por lo tanto el coraz\u00f3n, vosotros que me am\u00e1is. Dad asilo a vuestro Dios que llora de dolor sobre la humanidad culpable, confortad a Aquel que se da a s\u00ed mismo en sacrificio eterno y que no es comprendido. Yo Jes\u00fas, vendr\u00e9 con todas mis gracias y har\u00e9 del<\/p>
coraz\u00f3n fiel un peque\u00f1o Para\u00edso\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abEntre las \u00abriquezas\u00bb a entregar para seguirme y que te he enumerado, 44 hay todav\u00eda otra. Aquella que es la m\u00e1s ligada al esp\u00edritu y que para arrancarla se siente m\u00e1s dolor que para arrancar la carne. Son los afectos, esta riqueza tan viva. Y en cambio, por amor m\u00edo, hay que saber entregar tambi\u00e9n \u00e9stos.
Yo no condeno los afectos. M\u00e1s a\u00fan los he bendecido y santificado con la Ley y los Sacramentos. Pero est\u00e1is sobre la tierra para conquistar el Cielo. Aqu\u00e9lla es la morada verdadera. Cuanto Yo he creado para vosotros aqu\u00ed abajo debe mirarse a trav\u00e9s de la lente de all\u00ed arriba. Cuanto Yo os he donado debe tomarse con agradecimiento, pero devolverse con prontitud cuando lo solicito.
Yo no destruyo vuestra riqueza afectiva. La quito de la tierra para transplantarla en el Cielo. All\u00ed ser\u00e1n reconstruidas eternamente las santas convivencias familiares, las puras amistades, todas esas formas de afecto honesto y bendito que Yo, Hijo de Dios hecho hombre, he querido incluso para M\u00ed mismo y que s\u00e9 cu\u00e1n queridas son. Pero si son queridas, tan queridas, no son m\u00e1s queridas que Dios y la vida eterna.
Pero no demuestran una verdadera fe en el dulce Padre que est\u00e1 en los Cielos aquellos que ante un afecto que se rompe no saben pronunciar la palabra m\u00e1s bella de la filiaci\u00f3n en Dios, sino se rebelan. \u00a1Y no piensan que si Yo doy aquel dolor es ciertamente para evitar dolores m\u00e1s grandes y para proporcionar un m\u00e9rito mayor!
T\u00fa, tambi\u00e9n t\u00fa no has sabido decir: \u00ab\u00a1H\u00e1gase como T\u00fa quieres!\u00bb. Han tenido que pasar a\u00f1os antes de que t\u00fa me dijeras: \u00abGracias, Padre, por aquel dolor\u00bb. \u00bfPero t\u00fa crees que tu Jes\u00fas te lo habr\u00eda dado si no hubiera sido un bien d\u00e1rtelo? Ahora piensas y entiendes. \u00a1Pero cu\u00e1nto te has resistido a hacerlo! Yo te llamaba, trataba de hacerte entender la raz\u00f3n. Pero no o\u00edas a tu Dios. Era la hora de las tinieblas para la mente y para el alma.
No me preguntes: \u00ab\u00bfPor qu\u00e9 lo has permitido?\u00bb. Si lo he permitido no ha sido sin un motivo. Te hablo de ello en esta noche en la que sufres m\u00e1s. Yo estoy contigo precisamente porque sufres. Te hago compa\u00f1\u00eda. Pero recuerda que Yo no tuve a ninguno en la hora de la tentaci\u00f3n. He debido superarla por M\u00ed mismo. T\u00fa en cambio me has tenido siempre cerca, incluso cuando no me ve\u00edas porque el Esp\u00edritu del Mal te molestaba hasta el punto de impedirte ver y o\u00edr a tu Jes\u00fas.
Ahora, si Yo te dijera que la adhesi\u00f3n de un hijo a la muerte de un padre abrevia al mismo el Purgatorio, que el perd\u00f3n de un hijo a las culpas, m\u00e1s o menos reales, de un padre, es alivio para aquel alma, creer\u00edas. Pero entonces no te dabas paz y desperdiciabas el bien que hac\u00edas.
Renunciar a la riqueza de un afecto, para seguir mi Voluntad sin a\u00f1oranzas humanas, es la perfecci\u00f3n de la renuncia aconsejada al joven del Evangelio.
Recu\u00e9rdalo para todo el resto de la vida. Un padre como Yo soy nunca da nada nocivo a sus hijos. Aunque la apariencia sea de una piedra para quien pide un beso, esa piedra es oro puro y eterno. Est\u00e1 al alma el reconocerlo y mantenerlo tal, pronunciando la palabra que me atrajo de los Cielos al seno de Mar\u00eda y me puso en la Cruz para redimir el mundo: fiat\u00bb.<\/p>
1 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:<\/p>
44 En el dictado del 29 de junio<\/p>
\u00abNo debe sorprender el que un alma sienta tentaciones. Mejor dicho la tentaci\u00f3n es m\u00e1s violenta cuanto m\u00e1s adelantada est\u00e1 la criatura en mi Camino.
Satan\u00e1s es envidioso y astuto. Por lo tanto despliega su inteligencia donde es necesario m\u00e1s esfuerzo para arrancar un alma al Cielo. A un hombre del mundo, que vive para la carne, no es necesario tentarle. Satan\u00e1s sabe que ya \u00e9l trabaja por su cuenta para matar su alma y lo deja. Pero un alma que quiere ser de Dios atrae toda su perversidad.
Pero las almas no deben temblar, no deben desanimarse. Ser tentados no es un mal. Es un mal ceder a la tentaci\u00f3n.
Est\u00e1n las grandes tentaciones. Ante ellas las almas rectas se ponen enseguida a la defensiva. Pero est\u00e1n las peque\u00f1as tentaciones que pueden haceros caer sin daros cuenta. Son las armas refinadas del Enemigo. Las usa cuando ve que el alma es precavida y atenta para las grandes. Entonces pasa por alto los grandes medios y recurre a \u00e9stos, tan sutiles que entran en vosotros por cualquier parte. \u00bfPor qu\u00e9 permito esto? \u00bfD\u00f3nde estar\u00eda el m\u00e9rito si no hubiera lucha? \u00bfPodr\u00edais deciros m\u00edos si no bebierais mi c\u00e1liz?
\u00bfQu\u00e9 cre\u00e9is? \u00bfQu\u00e9 mi c\u00e1liz haya sido solamente el del dolor? No, criaturas que me am\u00e1is. Cristo -\u00c9l os lo dice para daros \u00e1nimo- ha probado antes que vosotros la tentaci\u00f3n.
\u00bfCre\u00e9is vosotros que fue s\u00f3lo la del desierto? No. Entonces Satan\u00e1s fue vencido con grandes medios opuestos a sus grandes intentos. Pero en verdad os digo que Yo, Cristo, fui tentado otras veces. El Evangelio no lo dice. Pero como dice el Predilecto: \u00abSi se tuvieran que narrar todos los milagros hechos por Jes\u00fas, la tierra no bastar\u00eda para contener los libros\u00bb. Meditad, disc\u00edpulos queridos. \u00bfCu\u00e1ntas veces Satan\u00e1s habr\u00e1 tentado al Hijo del hombre para persuadirlo a desistir de su evangelizaci\u00f3n? \u00bfQu\u00e9 sab\u00e9is vosotros de los cansancios de la carne fatigada en el continuo peregrinar, en el continuo evangelizar, y de los cansancios del alma, que se ve\u00eda y sent\u00eda rodeada de enemigos y de almas que lo segu\u00edan por curiosidad o por esperanza de un provecho humano? \u00a1Cu\u00e1ntas veces, en los momentos de soledad, el Tentador me envolv\u00eda con el desaliento! Y en la noche del Getseman\u00ed, \u00bfno os dais cuenta con cu\u00e1nta finura \u00e9l ha tratado de vencer la \u00faltima batalla entre el Salvador del
g\u00e9nero humano y el infierno?
No est\u00e1 dado a la mente humana conocer y penetrar en el secreto de aquella lucha entre lo divino y lo demon\u00edaco. S\u00f3lo Yo que la he vivido la conozco y por ello os digo que Yo estoy donde est\u00e1 quien sufre por el Bien. Yo estoy donde hay un continuador m\u00edo. Yo estoy donde hay un peque\u00f1o Cristo. Yo estoy donde el sacrificio se consuma.
Y os digo, almas que expi\u00e1is por todos, os digo: No tem\u00e1is. Hasta el fin Yo estar\u00e9 con vosotros. Yo, Cristo, he vencido al mundo, la muerte y el demonio con el precio de mi Sangre. Pero os doy a vosotros, almas v\u00edctimas, mi Sangre contra el veneno de Lucifer\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abA vuestras capacidades intelectuales muy limitadas, a vuestra espiritualidad embrional, no le est\u00e1 concedido conocer el misterio de la naturaleza de Dios. Pero a los espirituales, entre la masa de los as\u00ed llamados espirituales, el misterio se hace m\u00e1s cognoscible. A los amantes del Hijo, a aquellos que est\u00e1n verdaderamente signados por mi Sangre, el misterio se revela con mayor claridad porque mi Sangre es Ciencia y mi predilecci\u00f3n es Escuela.
Hoy 45 hay gran fiesta en el Cielo porque todo el Cielo canta hoy el Sanctus al Cordero cuya Sangre fue derramada para la Redenci\u00f3n humana. T\u00fa eres una de las pocas, demasiado pocas criaturas que veneran mi Sangre como debe venerarse. Pero a quienes la veneran, desde que fue esparcida, esa Sangre habla con palabras de vida eterna y de<\/p>
45 1\u00b0 de julio, fiesta de la Precios\u00edsima Sangre<\/p>
ciencia sobresensible. Si mi Sangre fuera m\u00e1s amada y venerada, m\u00e1s invocada y cre\u00edda, mucho mal que os lleva al abismo ser\u00eda evitado.
Habl\u00f3, esta Sangre, cuando todav\u00eda no exist\u00eda bajo la figura del cordero mosaico, bajo el velo de las prof\u00e9ticas palabras en el signo del Tau preservador; habl\u00f3, tras ser derramada, por boca de los ap\u00f3stoles; grita su poder en el Apocalipsis; invita con su llamar desde la boca de los m\u00edsticos. Pero no es amada. No es recordada. No es invocada. No es venerada. Mi Iglesia tiene tantas fiestas. Pero falta una fiesta solemn\u00edsima para mi Sangre. iY en mi Sangre est\u00e1 la salvaci\u00f3n!
Hoy, fiesta de mi Sangre, te ilumino un misterio. Di: \u00abGloria al Padre, al Hijo, al Esp\u00edritu Santo\u00bb, porque te quiero hablar de Nosotros. Por vuestra condici\u00f3n humana necesit\u00e1is figuras para pensar en el Padre y en el Esp\u00edritu, seres incorp\u00f3reo s de infinita belleza, pero que vosotros no conceb\u00eds con vuestros sentidos humanos. Tanto es as\u00ed que dif\u00edcilmente os dirig\u00eds a Ellos con toda la plenitud del pensamiento, para invocarles como me invoc\u00e1is a M\u00ed que me pens\u00e1is como Hombre Dios. No comprend\u00e9is por ello ni siquiera lejanamente el incomparable misterio de nuestra Trinidad.
Para pensar en Dios no hay que hacer comparaciones con seres creados. Dios no se compara. \u00c9l es. En el ser est\u00e1 todo. Pero el ser no tiene cuerpo, y el Ser eterno no tiene cuerpo.
Mira: Dios es luz. Esto es lo \u00fanico que puede en cierto modo representar a Dios sin estar en ant\u00edtesis con su espiritual Esencia. La luz es, y tambi\u00e9n es incorp\u00f3rea. T\u00fa la ves pero no la puedes tocar. Ella es.
Nuestra Trinidad es luz. Una luz ilimitada. Manantial de S\u00ed misma, viviente de S\u00ed misma, obrante en S\u00ed misma. El universo no es tan grande cuanto Ella es infinita. Su esencia llena los Cielos, corre sobre lo Creado, domina sobre los atrios infernales. No los penetra -habr\u00eda terminado el Infierno- pero les aplasta con su resplandor que es beat\u00edfico en el Cielo, confortador sobre la tierra, terror\u00edfico en el Infierno. Todo es Trino en Nosotros. Las formas, los efectos, los poderes.
Dios es luz. Una luz vast\u00edsima, majestuosa y sosegada es dada por el Padre. C\u00edrculo infinito que abraza toda la Creaci\u00f3n, desde el instante en que fue dicho \u201c\u00a1H\u00e1gase la luz\u00bb, hasta los siglos de los siglos, porque Dios, que es eterno, abraza la Creaci\u00f3n, desde que ella existe, y continuar\u00e1 abrazando, cuanto, en la \u00faltima forma, la eterna, despu\u00e9s del Juicio, quedar\u00e1 de lo Creado. Abrazar\u00e1 a quienes son eternos con \u00c9l en el Cielo.
Dentro del c\u00edrculo eterno del Padre hay un segundo c\u00edrculo, generado por el Padre, que obra de un modo distinto pero no contrario, porque la Esencia es una. Ese es el Hijo. Su luz, m\u00e1s vibrante, no da solamente la vida a los cuerpos, sino que da la Vida a las almas, que la hab\u00edan perdido, mediante su Sacrificio. Es un difundirse de rayos potentes y suaves que nutren vuestra humanidad e instruyen vuestra mente.
En el interior del segundo c\u00edrculo, producto de los dos obrar de los primeros c\u00edrculos, hay un tercer c\u00edrculo de luz a\u00fan m\u00e1s vibrante y encendida. Es el Esp\u00edritu Santo. Es el Amor producto de las relaciones del Padre con el Hijo, tr\u00e1nsito entre los Dos, y consecuencia de los Dos, maravilla de las maravillas.
El Pensamiento cre\u00f3 la Palabra y el Pensamiento y la Palabra se aman. El Amor es el Par\u00e1clito. \u00c9l obra en vuestro esp\u00edritu, en vuestra alma, en vuestra carne. Porque consagra todo el templo, creado por el Padre y redimido por el Hijo, de vuestra persona, creada a imagen y semejanza de Dios Uno y Trino. El Esp\u00edritu Santo es crisma sobre la creaci\u00f3n, hecha por el Padre; de vuestra persona, es gracia para gozar del Sacrificio del Hijo, es Ciencia y Luz para comprender la Palabra de Dios. Luz m\u00e1s restringida, no porque sea li- mitada respecto a las otras, sino porque es el esp\u00edritu del esp\u00edritu de Dios, y porque, en su<\/p>
condensaci\u00f3n, es potent\u00edsima como es potent\u00edsima en sus efectos.
Por esto Yo dije: \u00abCuando venga el Par\u00e1clito os instruir\u00e1\u00bb. Ni siquiera Yo, que soy el Pensamiento del Padre hecho Palabra, puedo haceros entender cuanto puede, con un s\u00f3lo destello, haceros entender el Esp\u00edritu Santo. .
Si ante el Hijo toda rodilla se debe plegar, ante el Par\u00e1clito se debe inclinar todo esp\u00edritu, porque el Esp\u00edritu da vida al esp\u00edritu. Es el Amor que ha creado el Universo, que ha instruido a los primeros Siervos de Dios, que ha impulsado al Padre a dar los Mandamientos, que ha iluminado a los Profetas, que ha concebido con Mar\u00eda al Redentor, que me ha puesto a M\u00ed sobre la Cruz, que ha sostenido a los M\u00e1rtires, que ha regido la Iglesia, que obra los prodigios de la gracia.
Fuego blanco, insostenible a la vista y a la naturaleza humana, concentra en S\u00ed al Padre y al Hijo y es la Gema incomprensible, que no puede mirarse, de nuestra eterna Belleza. Fija en el abismo del Cielo, atrae a S\u00ed todos los esp\u00edritus de mi Iglesia triunfante y aspira hacia S\u00ed a quienes saben vivir del esp\u00edritu en la Iglesia militante.
Nuestra Trinidad, nuestra triple y \u00fanica naturaleza se fija en un \u00fanico resplandor en aquel punto del que se genera todo cuanto existe, en un eterno ser.
Di: \u00abGloria al Padre, al Hijo, al Esp\u00edritu Santo\u00bb\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan:
\u00abNo he pretendido, diciendo: diez justos, aludir a que ser\u00e1 salvado el lugar en que haya diez justos. Pero se puede entender sin error que si diez almas justas y generosas se re\u00fanen en oraci\u00f3n, con fin santo, para pedir piedad para un lugar, Yo no rechazar\u00e9 su oraci\u00f3n. \u00bfNo he dicho que Yo escuchar\u00e9 las oraciones hechas por varias personas en mi Nombre? Mis palabras y mis promesas no decaen.
\u00bfPero ser\u00edan constantes en la fe, en el sacrificio, en la pureza espiritual y en la pureza de intenci\u00f3n las personas que se reunieran ahora para orar con esta finalidad? Si las hubiera y fueran como deben ser: verdaderos sacerdotes (son sacerdotes quienes oran por los hermanos y se inmolan) Yo las bendecir\u00eda y dar\u00eda lo que se pide en mi Nombre\u00bb.<\/p>
Escribo esta ma\u00f1ana mientras le espero a usted porque ayer estaba demasiado agotada para a\u00f1adir algo.
No se puede describir lo que he visto. Falta la palabra. Mientras Jes\u00fas hablaba yo ve\u00eda, pero no lo puedo volver a decir, de manera que otro vea, cuanto mi mente ha visto. Podr\u00eda hacer la figura de esto, incluso siendo un asno en el dibujo. Bastar\u00eda hacer tres c\u00edrculos conc\u00e9ntricos con un punto en el medio. Pero no significar\u00eda nada. Faltar\u00eda la Luz y faltar\u00eda la intuici\u00f3n de las relaciones entre los tres c\u00edrculos y el punto que los centra. Por ello ser\u00eda un signo muerto, mientras es tan vivo, operador, beat\u00edfico.
Cierto, aunque viviera mil a\u00f1os, ya no olvidar\u00e9 la belleza de esta visi\u00f3n intelectual. Me ser\u00e1 ayuda, consuelo, fuerza, defensa, todo, en todas las circunstancias. Y es im\u00e1n superpotente que me atrae a s\u00ed y me da un ansia indescriptible de alcanzarla. Me parece vivir bajo el sol. Pero \u00bfqu\u00e9 digo el sol? El sol es un astro apagado y fr\u00edo respecto al Fuego divino engarzado en la profundidad del Emp\u00edreo, tan lejano y tan cercano…
S\u00ed. Tengo la impresi\u00f3n de su desmesurada lejan\u00eda, a trav\u00e9s de la cual corre todo el Universo que se moja y vive de su Luz, y al mismo tiempo siento que cada ser, el m\u00edo especialmente por bondad de Dios que me ha permitido tener esta alegr\u00eda, que no tiene comparaciones, est\u00e1 cerca de este Punto de Vida que es Dios, y bajo su rayo que lo tiene recogido, reparado, vital, como una campana de vidrio sobre una delicad\u00edsima planta. (Y con esta banal comparaci\u00f3n deterioro todo, pero no encuentro nada mejor).<\/p>
En fin me siento bajo el Ojo de Dios. Y es una sensaci\u00f3n de alegr\u00eda, de calor, de fuerza, de paz infinita, indescriptible, alegre. Vivir as\u00ed, bajo la incomprensible Gema (\u00a1c\u00f3mo ha dicho justamente mi Maestro!) de la Belleza divina, Gema que re\u00fane en un \u00fanico insostenible Resplandor a las Tres Personas divinas y hace una Unidad de Luz Divina, es una tal bienaventuranza por la cual se anula todo lo sufrido y lo que tendr\u00e9 que sufrir…
Ahora entiendo realmente qu\u00e9 quiera decir: Para\u00edso. Quiere decir vivir viendo siempre ese Sol Uno y Trino.<\/p>
2 de julio
10: 15 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEscribe inmediatamente mientras que estoy a\u00fan en ti con el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad. Por esto tienes la plenitud de la Sabidur\u00eda en ti.
Mar\u00eda vivi\u00f3 eucar\u00edsticamente durante casi toda la vida.
La Madre no es distinta del Hijo. No en la naturaleza humana, no en la misi\u00f3n sobrehumana de Redenci\u00f3n.
El Hijo, para tocar el \u00e1pice del dolor, tuvo que sentir la separaci\u00f3n del Padre: en el Getseman\u00ed, en la Cruz. Fue el dolor llevado a alturas y asperezas infinitas. La Madre, para tocar el \u00e1pice del dolor, tuvo que sentir la separaci\u00f3n del Hijo: en los tres d\u00edas de mi sepultura.
Entonces Mar\u00eda estuvo sola. S\u00f3lo le qued\u00f3 la Fe, la Esperanza, la Caridad. Pero Yo estaba ausente. Fue la espada no hincada, sino traspasante, escudri\u00f1ante en su Coraz\u00f3n. No muri\u00f3 s\u00f3lo porque lo quiso el Eterno. Porque para la Llena de Gracia, quedar privada de la uni\u00f3n con su Hijo y Dios era sufrimiento tan atroz, que sin una gracia especial hubiera muerto.
Son muchas las p\u00e1ginas secretas que no conoc\u00e9is acerca de la vida de la Pur\u00edsima Corredentora. Ya os lo he dicho 46: \u00abLos secretos de Mar\u00eda son demasiado puros y divinos para que la mente del hombre los pueda conocer\u00bb. S\u00f3lo os menciono, cuanto basta para aumentar en vosotros la veneraci\u00f3n a la m\u00e1s Santa del Cielo, despu\u00e9s de Dios.
Aquella hora doloros\u00edsima, en el mar de dolores que fue la vida de mi Madre, consagrada al supremo dolor y a la suprema alegr\u00eda desde su concepci\u00f3n, era necesaria para completar lo que faltaba a mi Pasi\u00f3n.
Mar\u00eda es Corredentora. Por lo tanto, siendo todo en Ella inferior tan s\u00f3lo a Dios, tambi\u00e9n su dolor deb\u00eda ser como ning\u00fan otro dolor de criatura humana llegar\u00e1 a ser nunca.
Ahora contin\u00faa orando. Verdaderamente ya te lo hab\u00eda hecho entender, pero tu imperfecci\u00f3n lo hab\u00eda confundido todo. Lo repito para claridad del Padre y tuya\u00bb.
\u00a1Y nosotros estamos bien servidos!… Veo a Jes\u00fas Maestro, vestido de blanco, al lado de la cama, donde est\u00e1 usted cuando confiesa.
El mismo d\u00eda, 14 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEn mi Evangelio no hay pasaje que no tenga referencias con lo sobrenatural. Hoy te hago observar el hecho de la mujer encorvada desde hac\u00eda 18 a\u00f1os.
Los pseudo superhombres de ahora niegan que el demonio pueda ser autor de enfermedades f\u00edsicas. Niegan muchas cosas los superhombres. Demasiadas. No se dan<\/p>
46 En el dictado del 19 de junio<\/p>
cuenta de que los \u00abpose\u00eddos\u00bb, ahora, son ellos. Niegan que existan enfermedades causadas por fuerzas extranaturales. Pero no saben, con las fuerzas naturales, comprender y curar ciertas enfermedades. No pueden precisamente porque ciertas enfermedades tienen su ra\u00edz fuera de la carne, la oprimen pero no nacen de \u00e9sta. Nacen en las zonas donde se agitan los reinos del esp\u00edritu.
Los reinos del esp\u00edritu son dos: uno, celeste, viene de Dios; el otro, maligno, viene de Satan\u00e1s.
Dios da, a veces, a sus predestinados, enfermedades que son pasaporte para el Reino divino. Satan\u00e1s da, todav\u00eda con mayor frecuencia, enfermedades que son venganza contra el siervo de Dios o impone cargas sobre los pobres que han cedido a sus seducciones. Pobres, de una pobreza horrible porque es p\u00e9rdida de la verdadera riqueza: la de la gracia que os hace hijos y herederos de Dios.
Los remedios humanos son in\u00fatiles en tales casos. S\u00f3lo el dedo de Dios borra el decreto de miseria y firma el decreto de liberaci\u00f3n. Aquel que es liberado sana de la \u00abposesi\u00f3n\u00bb si est\u00e1 pose\u00eddo. Aqu\u00e9l que es liberado entra en el Cielo, si su enfermedad viene de Dios.
Pero adem\u00e1s de la enfermedad de la carne hay enfermedades del esp\u00edritu. Son obra del Maligno. \u00c9stas os encorvan, os hacen agitar y echar espuma, os entorpecen los sentidos y la palabra, os llevan a aberraciones morales peores que las enfermedades de la carne, porque encorvan y entorpecen el alma.
Yo las puedo curar. S\u00f3lo Yo. El alma liberada del influjo que la ten\u00eda encorvada se endereza y glorifica al Se\u00f1or, como la mujer del Evangelio.
T\u00fa lo notas. Tu carne muere y lo sientes. Pero \u00a1qu\u00e9 libre y fuerte te sientes porque tu Maestro te ha curado! Un dominio viril y pac\u00edfico ha invadido tu esp\u00edritu. Tienes la sensaci\u00f3n de rotas cadenas ca\u00eddas a tus pies.
Ahora Yo te digo: \u00abS\u00edgueme. S\u00edgueme con tu esp\u00edritu nuevo y no peques m\u00e1s para que Satan\u00e1s no pueda echarte su lazo. Si me sigues de cerca, \u00e9l no podr\u00e1 da\u00f1arte, porque quien me sigue no peca y no pecando no se somete a aqu\u00e9l que quiere convertiros en mis ene- migos\u00bb\u00bb .<\/p>
3 de Julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTe he dicho ayer que hay g\u00e9neros de enfermedad que se salen de las comunes, es decir queridas por fuerzas espirituales. Dios o Satan\u00e1s, actuando el Uno desde el abismo del Cielo, el otro desde el abismo del Infierno, afectan, por causas distintas y con distinto fin, a ciertas criaturas.
Pero, dada la fuente distinta y opuesta, una enfermedad, la que viene de Dios, lleva consigo, sac\u00e1ndola de los manantiales de una inmensurable Luz y de un inmensurable Amor, luz y amor para la criatura m\u00e1rtir de su Dios. La otra, proviniendo del abismo de esta\u00f1o donde reina Satan\u00e1s, envuelve de tinieblas y de tormento.
He dicho criatura m\u00e1rtir de su Dios. S\u00ed. El alma que se ha abandonado a su Dios, totalmente, se hace m\u00e1rtir. Dios mismo act\u00faa aqu\u00ed de sacrificador, ni tampoco el martirio de la criatura abandonada al Amor es menos cruento, aunque la sangre no se derrame ma- terialmente, del de la que es inmolada por un verdugo. Porque no s\u00f3lo la carne y la sangre, sino la inteligencia, el alma y el esp\u00edritu, son torturados en un feliz martirio cuyo fin, despu\u00e9s de la crucifixi\u00f3n espiritual -que estigmatiza toda potencia del ser, en la carne, en la sangre, en la inteligencia, en el alma, en el esp\u00edritu, poniendo mi glorioso sello- es el abrazo ardiente con el Fuego mismo, con la encendida Caridad, el hundimiento en la ardiente Unidad que es<\/p>
nuestra Trinidad, el conocimiento completo de quien sea Dios y el poseer y el ser pose\u00eddos por Dios para siempre.
S\u00ed. Son dos las formas de las enfermedades espirituales, y son dos las formas de posesi\u00f3n espiritual. Si se dice \u00abpose\u00eddo\u00bb de quien est\u00e1 agarrado, atormentado, oprimido, dominado por Satan\u00e1s, \u00bfpor qu\u00e9 no se debe, incluso con mayor raz\u00f3n, llamar \u00abpose\u00eddo\u00bb a quien est\u00e1 abrazado, aliviado, modelado, dominado por Dios?
\u00a1Beat\u00edfica, sublime, feliz posesi\u00f3n! El alma no tiene m\u00e1s que abandonarse, en amor, al Amor que la rodea, la abraza, la penetra, la transporta, le da sentidos nuevos y conocimientos desconocidos a los mortales. Es la zambullida en el remanso de Dios, remanso de Luz, de Ciencia, de Caridad, de toda virtud. Es zambullida en el remanso de la Paz.
El alma sale de all\u00ed, en aquellos escasos instantes en que sale -cada vez m\u00e1s escasos cuanto m\u00e1s dispersa est\u00e1 el alma en Dios- perfumada de la Esencia de su Dios, y ninguna miasma de la Tierra ni del Infierno puede actuar sobre su esp\u00edritu impregnado del aroma divino.
El alma \u00abpose\u00edda\u00bb por Dios se asemeja a \u00c9l de tal modo que hasta la forma externa y material de su ser sufre modificaciones. Dios se trasluce en su mirada, en sus palabras, en su sonrisa, en la majestad nueva de su expresi\u00f3n, por lo que quien la roza dice: \u201cAqu\u00ed hay algo que no es de esta tierra\u00bb.
El alma \u00abpose\u00edda\u00bb por Dios es preciosa vasija sigilada, pero de la que exhala el aroma que la colma. Sigilada porque el amor consagra y la posesi\u00f3n hace propiedad de Uno solo y s\u00f3lo el Solo abre y cierra ese sigilo puesto en el esp\u00edritu que se ha dado a \u00c9l. Exhala porque el aroma de Dios es tan potente que no s\u00f3lo llena el interior de la vasija, sino que impregna la materia, de modo que el efluvio espiritual se derrama y pasa entre la muchedumbre, purific\u00e1ndola del olor de la carne y de la sangre.
Si las criaturas supieran qu\u00e9 es \u00abla posesi\u00f3n\u00bb de Dios, todos querr\u00edan ser \u00abpose\u00eddos\u00bb. Pero para saberlo es necesario dar el primer paso, el primer acto de generosidad, de renuncia, y despu\u00e9s perseverar en aquel primer acto. Lo dem\u00e1s viene, porque, como una onda el\u00e9ctrica, emitida por el polo A, viene atra\u00edda por el polo m\u00e1s fuerte Z, as\u00ed igualmente el alma que se ha puesto en la \u00f3rbita de Dios viene atra\u00edda por \u00c9l mismo, desde cualquier punto de la \u00f3rbita donde se encuentre.
Porque Yo soy el Alfa y la Omega y abrazo todo cuanto existe. S\u00f3lo el querer humano contrario, que pone bajo el sigilo de la Bestia, desv\u00eda mi acci\u00f3n, porque Yo os he hecho libres y no violo vuestra voluntad. Por ello si vuestra voluntad es carne y sangre, o sea es Satan\u00e1s, mi Voluntad no puede actuar porque mi Voluntad es Esp\u00edritu y act\u00faa sobre vuestro esp\u00edritu y el esp\u00edritu muere donde reina la materia.
Hay que renacer en el esp\u00edritu para poder entrar en la \u00f3rbita de Dios y vencer a la carne y a su due\u00f1o: Mamona. Entonces se da la \u00abposesi\u00f3n\u00bb. Para\u00edso anticipado sobre la tierra, feliz ascensi\u00f3n del alma al Cielo en la muerte, plenitud del Para\u00edso en mi Reino donde los \u00abm\u00edos\u00bb estar\u00e1n conmigo para siempre, luz en la Luz, paz en la Paz, alegr\u00eda en la Alegr\u00eda, gloria en la Gloria\u00bb.<\/p>
4 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abLa Eucarist\u00eda es mi Sangre y mi Cuerpo. \u00bfPero hab\u00e9is pensado alguna vez que esa Sangre y ese Cuerpo han sido formados con la sangre y la leche de Mar\u00eda?
Ella, la Pur\u00edsima que acogi\u00f3 al Cielo en su seno vistiendo con sus carnes de candor<\/p>
inmaculado al Verbo del Padre despu\u00e9s de las bodas divinas con el Esp\u00edritu Santo, no se ha limitado a generar al Salvador. Le ha nutrido con su leche. Por lo cual vosotros, hombres que os aliment\u00e1is de M\u00ed, mamad la leche de Mar\u00eda que se ha hecho sangre en M\u00ed.
La leche virginal. \u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is por tanto permanecer tan a menudo esclavos de la carne si desciende en vosotros, junto con mi Sangre, esta leche inmaculada? Es como si una fuente de pureza celestial vertiera en vosotros sus chorros de agua \u00bfY no os deja limpios?
\u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is ser as\u00ed cuando en vosotros circula la leche de la Virgen y la Sangre del Redentor? Cuando os acerc\u00e1is a mi Mesa es como si acercarais vuestra boca al pecho cast\u00edsimo de la Madre.
Pensadlo, hijos que poco nos am\u00e1is. Yo estoy contento de que mam\u00e9is de ese pecho del que recib\u00ed el alimento. Pero quisiera que, como infantes nutridos por un pecho, aumentara en vosotros la vida, quisiera que crecierais y os robustecierais. La leche de la nodriza comunica, adem\u00e1s de la vida material, tendencias morales. \u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is vosotros, nutridos de ese pecho pur\u00edsimo, no tomar semejanza espiritual de Mar\u00eda? Ella os estrecha al pecho, tan flacos, enfermos, sucios como est\u00e1is. Y os limpia, os nutre, os lleva ante su Primog\u00e9nito porque quiere que lo am\u00e9is.
Si no fuera por los cuidados de Mar\u00eda, por las oraciones de Mar\u00eda, la raza humana ya no existir\u00eda. La hubiera cancelado porque verdaderamente vuestro vivir ha tocado lo profundo del Mal y la Justicia est\u00e1 herida, y la Paciencia est\u00e1 colmada, y el Castigo est\u00e1 preparado. Pero est\u00e1 Mar\u00eda que os repara con su manto, y aunque Yo puedo, s\u00f3lo con volver la mirada, hacer que se postre el Para\u00edso y tiemblen los astros, nada puedo contra mi Madre.
Soy su Dios, pero sigo siendo su Ni\u00f1o. Sobre ese Coraz\u00f3n he reposado en el primer sue\u00f1o de infante y en el \u00faltimo de la muerte, y s\u00e9 todos los secretos de ese Coraz\u00f3n. S\u00e9, por tanto, que castigaros ser\u00eda traspasar de dolor a la Madre del g\u00e9nero humano, a la Madre verdadera, que siempre espera poder conduciros a su Hijo.
Soy su Dios, pero Ella es mi Madre. Y Yo, perfecto en todo, os soy Maestro tambi\u00e9n en esto: en el amor por la Madre. A quien a\u00fan cree, en el mundo, Yo digo: \u00abLa salvaci\u00f3n del mundo est\u00e1 en Mar\u00eda\u00bb.
Si supierais c\u00f3mo Dios se retira en lo profundo, ante la marea, cada vez m\u00e1s creciente, de los delitos que comet\u00e9is, vosotros deicidas, vosotros fratricidas, vosotros violadores de la ley, vosotros fornicarios, vosotros ad\u00falteros, vosotros ladrones, vosotros sentina de vicios, temblar\u00edais. Pero os hab\u00e9is vuelto necios.
Antes era Yo el puente entre el mundo y el Cielo. Pero verdaderamente, ante vuestra insistencia en el Mal, Cristo se retira como en otro tiempo de Jerusal\u00e9n porque \u00abla hora a\u00fan no ha llegado\u00bb y Cristo, en espera de la hora, os deja en vuestro Mal para que lo cumpl\u00e1is.
Ahora, Mar\u00eda queda como \u00fanico puente. Pero si la despreci\u00e1is tambi\u00e9n a Ella, ser\u00e9is aplastados. No permito que sea escarnecida Aqu\u00e9lla en quien el Esp\u00edritu Santo descendi\u00f3 para generarme, Hijo de Dios y Salvador del Mundo\u00bb.<\/p>
Noche<\/p>
Sinti\u00e9ndome en el estado actual, he tenido la tentaci\u00f3n de suavizar un poco las mortificaciones habituales que hab\u00eda re emprendido con vigor desde hac\u00eda algunos meses porque sent\u00eda que Jes\u00fas las deseaba.
Pero mi Jes\u00fas me responde:
\u00abNo. Persevera. El mundo est\u00e1 cubierto por un mar de culpas y se necesitan oc\u00e9anos de penitencia para limpiarlas. Si fuerais muchos los que expiarais, podr\u00eda decir: reduce. Pero sois demasiado pocos y la necesidad es mucha. Por lo que pod\u00e9is hacer, poco se reparar\u00eda.<\/p>
Hay una desproporci\u00f3n enorme entre el pecado y la expiaci\u00f3n. Pero Yo no miro lo que pod\u00e9is hacer; miro y juzgo que hac\u00e9is todo lo que pod\u00e9is. Todo. Quiero el todo para reparar el infinito. El todo de mis imitadores: amantes y v\u00edctimas, para reparar el infinito de los pecadores.
Persevera. No morir\u00e1s por esto. Por el contrario, la Paz y la Luz entrar\u00e1n cada vez m\u00e1s en ti. Recuerda adem\u00e1s que cuando, por prudencia humana, has moderado la penitencia, se ha insinuado la tentaci\u00f3n y te ha doblegado. Entonces lo permit\u00ed. Ahora no. Y puedes entender los motivos.
Ay\u00fadame a vencer a Satan\u00e1s en los corazones. Algunos demonios se vencen con la oraci\u00f3n y el sufrimiento, recu\u00e9rdalo. Piedad, te pido piedad por los pecadores y por M\u00ed. Son tus hermanos y no me saben amar. Tu penitencia debe encender el fuego en los corazones apagados. Soy tu Hermano y soy flagelado por los pecadores. Si me vieses humanamente flagelado, t\u00fa, que no puedes ver que se pegue a un animal, \u00bfno te lanzar\u00edas a la defensa de tu Jes\u00fas?
Recuerda: cada pecado, cada blasfemia, cada maldici\u00f3n a Dios, cada p\u00e9rdida de fe, cada traici\u00f3n es para M\u00ed un azote. Doblemente doloroso porque Yo, ahora, ya no soy el Jes\u00fas desconocido de hace veinte siglos, sino soy el Jes\u00fas conocido. El mundo sabe lo que hace, ahora, y a\u00fan as\u00ed me azota.
Recuerda: ya no te perteneces. Eres la v\u00edctima. Por tanto, por amor, y para ser fiel a tu ministerio, no la moderes. Cada penitencia es una herida menos a tu Dios, la recibes t\u00fa por M\u00ed. Cada penitencia es una luz que se enciende en un coraz\u00f3n. Yo te quitar\u00e9 de la mano la penitencia cuando juzgue que basta de sufrir, y te pondr\u00e9 en la mano la palma. S\u00f3lo Yo. Soy tu Se\u00f1or.
Piensa cuantas veces estuve cansado de sufrir y sin embargo sufr\u00ed, por ti… porque te amaba…\u00bb<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abAlgunos momentos de cansancio, de temor, no deben impresionar. Est\u00e1n relacionados con la naturaleza humana alrededor de la cual merodea siempre el Enemigo.
Satan\u00e1s es un devorador insaciable y su hambre crece cuanto mayor sea su presa. Como el hambre, crece el odio contra Cristo y los cristianos. Los verdaderos cristianos. Por eso no deja nada sin intentar. Y cuando no puede atacar de frente como un le\u00f3n furioso, se insin\u00faa arrastr\u00e1ndose. Siempre es la Serpiente que trata de envolver sin hacerse notar, preparada para triturar cuanto ha envuelto. Por eso, no pudiendo hacer otra cosa, tienta con el cansancio y el temor.
Es el arma que ha probado tambi\u00e9n conmigo. No logr\u00f3 nada, pero \u00bfsabes cu\u00e1ntas veces la utiliz\u00f3? El acecho m\u00e1s estrecho y sutil fue en el Getseman\u00ed. Me oprimi\u00f3 prospect\u00e1ndome cu\u00e1nto sufrir\u00eda y cu\u00e1n pocos obtendr\u00edan provecho de ello.
He sufrido ese martirio del esp\u00edritu pensando en las \u00abv\u00edctimas\u00bb de los siglos futuros que lo habr\u00eda probado, por obra de Satan\u00e1s. He sufrido pensando en ti. Pero no temas. Mi martirio de entonces ha rescatado vuestras debilidades, y si vosotros no ced\u00e9is al Enemigo, vuestra debilidad, producida por el temor, s\u00f3lo por temor, no tiene consecuencias. Satan\u00e1s puede haceros temblar de temor. Pero nada m\u00e1s, porque Yo estoy junto a mis amigos e imitadores. La posesi\u00f3n absoluta es cuando el alma se pone bajo el yugo sat\u00e1nico con el pecado. De otro modo s\u00f3lo es venganza, y turba la superficie sin agitar lo profundo donde Yo reino.
Es un sufrimiento m\u00e1s o menos atroz. El tuyo de hoy ha sido un leve silbido y basta. Est\u00e1s demasiado en M\u00ed para que el demonio pueda m\u00e1s. Hace tiempo, durante a\u00f1os, te ha atormentado fuertemente, y no siempre te ha encontrado fuerte, al punto de hacerlo temblar.<\/p>
Pero el pasado no cuenta. Yo te digo: persevera, el pasado ha muerto. Tambi\u00e9n aquella prueba era \u00fatil. Ahora est\u00e1 superada. Permanece ahora en el surco de Dios en el que te he puesto y no temas.
Yo te lo digo: no temas. Y te digo: supera los cansancios de la carne, los miedos de la carne insidiada por Satan\u00e1s, con el ardor del esp\u00edritu. Si sufrieses sola, criatura mortal, no podr\u00edas durar. Pero Yo estoy contigo. Pero t\u00fa sufres por M\u00ed. Cr\u00e9elo con fe y todo ardor te ser\u00e1 f\u00e1cil, porque el esp\u00edritu es m\u00e1s fuerte que la materia y es fort\u00edsimo cuando est\u00e1 unido a su Dios con el nudo de la caridad\u00bb.<\/p>
Explico yo para que usted no crea que ha habido algo grave. No. Nada grave. S\u00f3lo, ante el gran sufrimiento, que me arranca gritos involuntarios, hab\u00eda tenido un pensamiento – ciertamente suscitado por el Enemigo, como dice Jes\u00fas- de suavizar un poco mis mor- tificaciones. Pocas cosas en realidad, pero no puedo hacer m\u00e1s. Pero he tenido una respuesta r\u00e1pida, como usted ve. Por eso, mientras pueda, seguir\u00e9 adelante. Por lo dem\u00e1s, si considero el valor que he puesto en aquellas menudencias, y que ya es ratificado por el buen Dios en muchas cosas -y espero que lo sea tambi\u00e9n para otras- me lleva a concluir que merece la pena realmente resistir mientras pueda. O sea, hasta el extremo.
Y adem\u00e1s… Si la carne est\u00e1 cansada de sufrimiento y pide piedad, \u00a1el alma tiene tanta paz y alegr\u00eda!… No puedo salir de la felicidad sobrenatural que me ha quedado despu\u00e9s de haber tenido la visi\u00f3n mental de la Stma. Trinidad 47. Estoy bajo aquel sol… como una flor. Y miro a mi Sol, que resplandece en el centro de los tres c\u00edrculos sublimes, el Sol de la Unidad de Dios, cuya luz de Paz infinita y de infinita Belleza me infunde sentidos nuevos. Para merecer esto \u00bfqu\u00e9 es sufrir? Es perfecto gozar.<\/p>
5 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMi Iglesia es similar a un gran jard\u00edn que circunda el palacio de un gran rey.
El rey, por motivos suyos, no sale del palacio y por ello, tras haber sembrado las flores y las plantas m\u00e1s hermosas, ha delegado a un jardinero para tutelar su Iglesia. El jardinero, a su vez, tiene muchos ayudantes que le auxilian.
En el jard\u00edn hay flores y plantas de todas las especies. El rey desparram\u00f3 sobre los plant\u00edos, para hacerlos f\u00e9rtiles, todas las sustancias fertilizantes, y anta\u00f1o florec\u00edan s\u00f3lo flores y plantas \u00fatiles y bellas. En el centro del jard\u00edn hay una fuente con siete ca\u00f1os que lanza sus canales por doquier y alimenta y restaura plantas y flores.
Pero el Maligno, en la ausencia del rey, ha entrado y a su vez ha esparcido semillas nocivas. De modo que ahora el jard\u00edn presenta un aspecto desordenado, para no decir desolador. Malas hierbas, espinosas, venenosas, se han extendido donde antes hab\u00eda m\u00e1rgenes, parterres, matorrales bell\u00edsimos, y los han sofocado o convertido en gramilla porque han absorbido la linfa de la tierra e impedido al sol descender sobre las plantitas.
El jardinero y sus ayudantes se afanan en limpiar, extirpar, y enderezar las plantitas plegadas bajo el peso de las otras malas. Pero si trabajan ac\u00e1, el Maligno trabaja all\u00e1, y as\u00ed el jard\u00edn contin\u00faa presentando su aspecto desolado. Serpientes, sapos, babosas aprovechan el desorden para anidarse, para roer, para babear. Ac\u00e1 y all\u00e1 alguna planta robusta lo resiste todo y florece alta hacia el cielo; alg\u00fan parterre tambi\u00e9n, especialmente si es de lirios y rosas. Pero los hermosos rebordes de margaritas peque\u00f1itas y de violetas est\u00e1n casi<\/p>
47 En el escrito del 1\u00b0 de julio<\/p>
completamente cancelados.
Cuando el rey venga, no reconocer\u00e1 ya su hermoso jard\u00edn que se ha hecho salvaje y con ira arrancar\u00e1 las yerbas, aplastar\u00e1 los animales escurridizos, coger\u00e1 las flores que queden y se las llevar\u00e1 a su palacio, eliminando el jard\u00edn para siempre.
Ahora, atenta a la explicaci\u00f3n.
El rey es Jesucristo. El jard\u00edn es su Iglesia militante. El jardinero es mi Pedro, y sus ayudantes son los sacerdotes. Los flores y las plantas, los consagrados fieles, los bautizados. Las sustancias fertilizantes, las virtudes y sobre todo mi Sangre, esparcida totalmente para fecundar el mundo y hacer f\u00e9rtil la tierra para la simiente de vida eterna. La fuente son los siete sacramentos. Las semillas nocivas son los vicios, las pasiones, los pecados sembrados por Satan\u00e1s en su odio hacia M\u00ed.
El desorden est\u00e1 producido por el hecho de que las plantas buenas no han reaccionado y se han dejado sofocar por las malas que anulan el beneficio de mi Sangre, de mis Sacramentos, del Sol de la gracia.
El Sumo Jardinero y sus pocos, verdaderos ayudantes, no logran poner orden por la mala voluntad de las plantas buenas, por su pereza espiritual, y por la mala voluntad y pereza de muchos falsos jardineros que no se afanan en el santo trabajo de cultivar, ayudar, enderezar las almas.
Las serpientes, los sapos y las babosas son las tentaciones. Si todos los jardineros fueran diligentes y si todas las plantas estuvieran vigilantes, estos ser\u00edan aplastados. En cambio las almas no piden ayuda a la iglesia cuando comprenden que la tentaci\u00f3n es m\u00e1s fuerte que ellas, y los eclesi\u00e1sticos no acuden, no todos, cuando una de las pobres almas, que Yo he pagado con mi Dolor y rescatado por anticipado con mi Sangre, pide auxilio.
Las plantas buenas que resisten son los verdaderos sacerdotes: desde mi Vicario, Jardinero Sumo y sumo \u00e1rbol que alza hasta el cielo su copa intr\u00e9pida y recta, hasta los sacerdotes sencillos que han permanecido sal de la tierra.
Los plant\u00edos, especialmente de rosas y lirios, son las almas virginales y las almas amantes. Pero los rebordes de peque\u00f1as margaritas: la inocencia, y de violetas: la penitencia, muestran un aspecto desolador. La inocencia nace y florece, pero enseguida desaparece, porque la malicia, la lujuria, el vicio, la imprudencia, la destruyen. La penitencia es secada literalmente por la gramilla de la tibieza. S\u00f3lo resiste alg\u00fan ejemplar. Y es ese ejemplar el que perfuma, con olor de purificaci\u00f3n, un amplio radio del jard\u00edn de las miasmas del Mal.
Cuando Yo venga, en mi hora terrible, arrancar\u00e9, pisar\u00e9, destruir\u00e9 las hierbas malditas y los par\u00e1sitos malditos, eliminar\u00e9 el jard\u00edn del universo, llevando conmigo, al interior de mi palacio, las plantas benditas, las benditas flores que han sabido resistir y florecer para mi alegr\u00eda.
\u00a1Ay de aquellos que sean desarraigados de M\u00ed y lanzados al reino de Mamona, que han preferido el malvado sembrador al Sembrador divino; y ay de aquellos que han preferido escuchar la voz de las serpientes y de los sapos y el beso de las babosas a la voz de mis \u00e1n- geles y el beso de mi gracia. Mejor hubiera sido para ellos no haber nacido nunca!
Pero alegr\u00eda, alegr\u00eda eterna para quienes me han permanecido siervos buenos, fieles, castos, enamorados. Y alegr\u00eda, a\u00fan mayor, para quienes han querido ser doblemente mis seguidores tomando como propio camino las v\u00edas del Calvario, para cumplir en su cuerpo lo que falta a\u00fan a la eterna pasi\u00f3n de Cristo. Sus cuerpos glorificados resplandecer\u00e1n como soles en la vida eterna porque se habr\u00e1n nutrido con mi doble pan: Eucarist\u00eda y Dolor, y habr\u00e1n aumentado con su sangre el gran lavado iniciado por Jesucristo, la cabeza, y seguido por ellos, los miembros, para limpiar a los hermanos y dar gloria a Dios\u00bb.<\/p>
Digo m\u00e1s tarde a Jes\u00fas: \u00abNo comprendo este pasaje del Evangelio (cap. 2, v. 23-25, S. Juan), y \u00c9l me explica as\u00ed:
\u00abEl hombre es el eterno salvaje y el eterno ni\u00f1o. Para ser atra\u00eddo y seducido, especialmente en lo bueno -porque su naturaleza viciada le lleva f\u00e1cilmente a aceptar el mal y dif\u00edcilmente a aceptar el bien- necesita una far\u00e1ndula de prodigios. El prodigio le sacude y le exalta. Es un empuj\u00f3n que le impulsa al borde del Bien.
Al borde, he dicho. Yo sab\u00eda que los que cre\u00edan por mis milagros estaban en los bordes. Estar all\u00ed no quiere decir estar en mi Camino. Quiere decir ser espectadores curiosos o interesados, preparados para alejarse cuando cesa la utilidad y se perfila un peligro, y a con- vertirse en acusadores y enemigos como antes se hab\u00edan mostrado admiradores y amigos. El hombre es ambiguo, hasta que no es completamente de Dios.
Yo veo en el fondo de los corazones. Por eso no me he fiado de los admiradores de una hora, de los creyentes del instante. \u00c9stos no habr\u00edan sido los verdaderos confesores, mis testigos. Ni Yo necesitaba testigos. Mis obras daban testimonio por M\u00ed y testimoniaba el Padre, Aquel que eternamente es Perfecci\u00f3n y Verdad.
He aqu\u00ed el por qu\u00e9 Juan dice: que no necesitaba que otros dieran testimonio de M\u00ed. Otros que no fueran el Padre y Yo mismo.
En el hombre no arraiga la verdad, por eso su testimonio no es veraz y duradero. Muchos fueron los que creyeron, pocos los que perseveraron, poqu\u00edsimos los que testimoniaron durante toda su vida, y con la muerte, que Yo soy el Mes\u00edas, Hijo verdadero de Dios verdadero.
\u00a1Beat\u00edsimos para siempre \u00e9stos!\u00bb.<\/p>
6 de julio<\/p>
En espera de que hable Jes\u00fas, hablo yo para aclarar algunos puntos.
Habr\u00e1 notado que con fecha 28 de junio hay una oraci\u00f3n a la Stma. Sangre. Pero, mientras que Jes\u00fas se lamenta de que su Sangre sea muy poco venerada, no impone, prepotentemente, que se d\u00e9 a conocer esa oraci\u00f3n. Mientras que sobre la del 4 de junio, en reparaci\u00f3n a Jes\u00fas Sacramentado, no me dio tregua hasta que se la mand\u00e9. Jes\u00fas me hace entender que esta oraci\u00f3n debe rezarse mucho y, personalmente, me la hace decir con la frase dictada por \u00c9l \u00ab…por manos de Satan\u00e1s\u00bb.
Lamento desobedecer al censor eclesi\u00e1stico. Pero entre \u00e9l y el Maestro elijo al Maestro. Y aunque quisiera hacerlo de otro modo no lo lograr\u00eda.
Tambi\u00e9n lamento tener que decir que no conozco a quien ha escrito aquella oraci\u00f3n. \u00a1Oh, lo conozco! Pero \u00c9l se esconde detr\u00e1s del an\u00f3nimo. Nos da una f\u00f3rmula perfecta en su concisi\u00f3n, completa, como s\u00f3lo \u00c9l pod\u00eda hacerla, pide que sea dicha y basta. As\u00ed que yo, a los lejanos de aqu\u00ed, digo que fue escrita por una enferma.
Escrita: es f\u00f3rmula muy amplia. Yo puedo escribir la Divina Comedia, si me pongo a ello con paciencia. Pero ciertamente no soy yo quien la ha compuesto. Igualmente ahora. Yo la he escrito y \u00c9l la ha compuesto. Pero a los cercanos que podr\u00edan preguntar donde est\u00e1 esta enferma, digo: \u00abNo s\u00e9 quien ha escrito esa oraci\u00f3n\u00bb.
Si dijese: \u00abLa he escrito yo\u00bb, recibir\u00eda alabanzas que ser\u00edan injustas. Si dijese quien la ha dictado, la gente creer\u00eda de dos formas distintas. Una, paciencia, la padecer\u00eda pensando en Jes\u00fas llamado \u00abloco\u00bb. Pero la otra no quiero que sea dicha. Porque si Jes\u00fas se inclina, verdadero Samaritano piadoso, sobre mi alma que es toda un desgarro, esto es prueba de su infinita Misericordia y no de m\u00e9rito por mi parte.<\/p>
Siento, con la misma exactitud que si lo hubiera ya vivido, que si la soberbia entrara en m\u00ed todo terminar\u00eda. Se lo dec\u00eda esta ma\u00f1ana. Es una persuasi\u00f3n m\u00eda personal, y el buen Jes\u00fas la confirma dici\u00e9ndome que \u00abla soberbia mata a todas las virtudes, en primer lugar a la caridad. Conlleva, por tanto, consigo la p\u00e9rdida de la luz de Dios. El soberbio\u00bb, me explica Jes\u00fas, \u00abno trata con santo respeto al buen Padre de los Cielos, no tiene entra\u00f1as de misericordia con los hermanos, se cree superior a las debilidades de la carne y a las reglas de la Ley. Por ello peca continuamente, y con el mismo pecado que fue la causa de la ruina de Lucifer primero, y despu\u00e9s de Ad\u00e1n y de la descendencia de Ad\u00e1n. Pero sobre todo mata la caridad. Destruye por ello la uni\u00f3n con Dios\u00bb.
A prop\u00f3sito de la caridad. Le ruego que insista encarecidamente sobre este tema a las Religiosas del Hospital. Es comprensible y excusable que est\u00e9n cansadas, atareadas, nerviosas, siempre llamadas y rellamadas como est\u00e1n por los enfermos exigentes y frecuen- temente ingratos. Pero visten el uniforme de la caridad. De la caridad activa y de la m\u00e1s santa actividad. Tienen entre las manos almas que sufren en cuerpos sufrientes, almas que, a veces, encuentran el rostro de Dios, en sus siervas, precisamente en las salas del hospital, almas que pueden estar cercanas al encuentro con el Dios eterno en el juicio particular.
\u00a1Oh! \u00a1cu\u00e1nta responsabilidad tiene quien cuida a un enfermo! Puede, con su modo de actuar, impedir el contacto, el encuentro entre dos que, al menos por parte de Uno, se hab\u00edan buscado sin poder encontrarse.
El dolor es, con mucha frecuencia, cadena, chispa, im\u00e1n entre Dios y la criatura. Pero cuando y cuanto menos la criatura conoce a Dios, hay que saber aprovechar el medio – enfermedad- con caridad infinita, para lograr que el alma vaya donde Jes\u00fas la atrae a su Coraz\u00f3n amable, y no huya de \u00e9l escandalizada, chocada, esc\u00e9ptica, porque ve que una sierva de Jes\u00fas es… un ramo de ortigas en vez de ser un aterciopelado ramo de violetas.
Otros enfermos pueden ser cat\u00f3licos tibios… Pero \u00bfc\u00f3mo se pueden encender si est\u00e1n rodeados de corazones que, bajo la inflamada insignia de la Cruz, est\u00e1n helados como carne muerta?
Entregar almas a Jes\u00fas, tomar a: estas pobres almas que la vida tira sobre las dolorosas playas de un hospital como a tantos n\u00e1ufragos heridos y desesperados, y recogerlas con amor, cuidarlas, calmarlas, infundir las tres sublimes virtudes teologales, las otras suav\u00edsimas virtudes cardinales, conducidas hacia la Luz. Hacer posible que en la vida, si superan la enfermedad, o en la muerte, si la hora de la muerte ha llegado, se vayan del hospital, o de la vida, llevando en el alma, encendida por la piadosa hermana enfermera, la Luz que no muere.
Si es gran responsabilidad ser madrinas de bautismo, \u00bfque responsabilidad ser\u00e1 la de las \u00abmadrinas del dolor y de la muerte\u00bb? He sido enfermera, y s\u00e9 y compadezco. Pero no todos lo han sido.
\u00bfPor qu\u00e9 escandalizar, hacer que murmuren, herir a las almas, encerrarlas, en el momento en que deber\u00edan estar m\u00e1s abiertas, por qu\u00e9 se hieren con la anticaridad?
Perd\u00f3neme y que me perdonen las Religiosas. Pero por piedad de ellas, que deber\u00e1n responder, por s\u00ed mismas y por las almas asistidas, al Juez eterno, y por piedad de quien sufre en el cuerpo y tiene tanta necesidad de luz en el alma, le ruego que insista sobre la caridad que \u00abnos hace siervas preparadas\u00bb, como dec\u00eda nuestro lema de enfermeras samaritanas.
De la caridad le viene a la enfermera la paciencia, la calma, la sonrisa (tan \u00fatil ante quien sufre y tan heroica). Le viene todo en esta vida y le viene el beso de Cristo en la otra (a veces tambi\u00e9n en \u00e9sta), ese beso que es el pasaporte para el reino de Dios.
Respecto a su enferma, enferma desde hace 14 a\u00f1os, rezar\u00e9 por ella, sufriendo. Ser\u00e9 feliz<\/p>
si mi dolor le obtiene la visi\u00f3n de nuestro divino y dulce Jes\u00fas. Es sorda y muda. Pero aunque fuera tambi\u00e9n ciega, Jes\u00fas siempre podr\u00eda brillar en sus tinieblas y hablar a sus t\u00edmpanos apagados. Bastar\u00eda que se desvelara un instante… Despu\u00e9s ya no se puede salir de su surco de luz…
Rezar\u00e9 mucho por esta paralizada en los miembros, como oro por las dem\u00e1s almas que usted dirige y que est\u00e1n m\u00e1s o menos pesadas en el esp\u00edritu. \u00a1Oh! quisiera sufrir mucho para subir a Dios arrastrando detr\u00e1s de m\u00ed, como vuelo de \u00e1ngeles, una verdadera tribu de almas. No tengo miedo de sufrir demasiado, porque sufro para complacer a Jes\u00fas.
Y ahora gracias por la sorpresa tan inesperada. Hab\u00eda, el domingo, hecho un verdadero sacrificio rechazando la tentaci\u00f3n de comprar un libro: \u00abLa vida de G.M. Vianney\u00bb, que me hab\u00eda dado para leer.
\u00bfPero ve qu\u00e9 bueno es el Se\u00f1or? Cuando yo contemplo su divina bondad me saltan las l\u00e1grimas a los ojos. Porque en todo lo que recibo veo a Jes\u00fas. La mano de Jes\u00fas es la que me da esto o aquello. Una sensaci\u00f3n tan viva por lo cual digo antes \u00abgracias\u00bb a Jes\u00fas y despu\u00e9s al piadoso que, inspirado por Jes\u00fas, da un alivio a la pobre Mar\u00eda. Jes\u00fas est\u00e1 como una pantalla entre m\u00ed y el mundo, y yo lo veo sobreponerse a todo y a todos.
Por ello: gracias, Padre, por haber seguido la inspiraci\u00f3n de Jes\u00fas y haberme… Comienza a hablar Jes\u00fas y yo callo.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl haberme visto dejar de sufrir en la carne fue un alivio para mi Madre, pero no fue \u00abla alegr\u00eda\u00bb. Ve\u00eda no sufrir m\u00e1s la Carne del Hijo, sab\u00eda que el horror del deicidio material hab\u00eda terminado.
Pero en la \u00abLlena de Gracia\u00bb estaba tambi\u00e9n el conocimiento de los siglos futuros, en los cuales muchedumbres incalculables de hombres habr\u00edan continuado hiriendo espiritualmente a su Hijo, y estaba sola.
El deicidio no acab\u00f3 en el G\u00f3lgota en la hora de mi muerte. Se repite cada vez que un redimido por M\u00ed mata su alma, profana el templo vivo de su esp\u00edritu, eleva la mente sacr\u00edlega para blasfemarme, no s\u00f3lo con un habla soez obscena, sino con las mil maneras del vivir actual, cada vez m\u00e1s contrario a mi Ley y cada vez m\u00e1s neutralizante de los m\u00e9ritos incalculables de mi Pasi\u00f3n y Muerte.
Mar\u00eda, Corredentora excelsa, no cesa de sufrir, como no ceso Yo. En la gloria intangible de los Cielos, Nosotros sufrimos por los hombres que nos reniegan y nos ofenden.
Mar\u00eda es la eterna pu\u00e9rpera que os da a luz con un dolor sin par, porque sabe que ese dolor no genera bienaventurados para el Cielo, sino, en su mayor parte, condenados para el infierno. Sabe que genera criaturas muertas o destinadas a morir pronto. Muertas, porque mi Sangre no penetra en ciertas criaturas, como si fueran de jaspe dur\u00edsimo. Desde su juventud se matan a s\u00ed mismas. O destinadas a morir pronto, es decir, aquellas que, despu\u00e9s de una larva de vitalidad cristiana, sucumben bajo su inercia impasible.
\u00bfPuede Mar\u00eda no sufrir al ver perecer a sus criaturas que cuestan la Sangre del Hijo? \u00a1La Sangre derramada por todos y que beneficia a tan pocos!
Cuando el tiempo deje de existir, entonces Mar\u00eda cesar\u00e1 de sufrir, porque el n\u00famero de los bienaventurados estar\u00e1 completo. Ella habr\u00e1 generado, con dolor inenarrable, el cuerpo que no muere, del que su Primog\u00e9nito es la cabeza.
Si consider\u00e1is esto, pod\u00e9is entender bien c\u00f3mo el dolor de Mar\u00eda fue sumo dolor. Pod\u00e9is entender c\u00f3mo -grande en la Concepci\u00f3n inmaculada, grande en su gloriosa Asunci\u00f3n- Mar\u00eda fue grand\u00edsima en el ciclo de mi Pasi\u00f3n, es decir desde la noche de la Cena hasta el alba de la Resurrecci\u00f3n. Entonces Ella fue el segundo -en n\u00famero y potencia- el segundo Cristo, y<\/p>
mientras que el cielo se oscurec\u00eda sobre la tragedia cumplida y se desgarraba el velo del Templo, nuestros Corazones se desgarraron por la misma herida viendo el n\u00famero inmensurable para los que la Pasi\u00f3n fue in\u00fatil.
Todo cumplido, en aquella hora, del sacrificio material. Todo por iniciar, en relaci\u00f3n al camino de las gentes en el surco de la Iglesia, en la matriz de la Madre Virgen, para dar a luz a los habitantes de la Jerusal\u00e9n que no muere. Y; por iniciarse con esa huella de Cruz, que debe llevar todo cuanto es hecho para el Cielo, se inici\u00f3 en el dolor de la soledad.
Era la hora de las tinieblas. Cerrados los Cielos. Ausente el Eterno. El Hijo en la muerte.
Mar\u00eda sola iniciaba su segunda m\u00edstica concepci\u00f3n\u00bb .<\/p>
Y ahora termino yo.
Dec\u00eda por tanto: gracias, Padre, por haber seguido la inspiraci\u00f3n de Jes\u00fas y por haberme dado la ocasi\u00f3n de releer la Vida del Cura de Ars. Me gusta mucho porque fue un alma v\u00edctima.
Respecto a m\u00ed, estoy, en mi sufrimiento, pl\u00e1cida como un ni\u00f1o en la cuna y un pajarillo bajo el ala materna. Mi Sol tiene para m\u00ed funci\u00f3n de vida, de antidolor, de todo. Me pongo bajo su irradiar y soy feliz.
\u00bfHa observado alguna vez las palomas? Cuando pueden hacerlo, se acurrucan al sol, abren las alitas, las levantan a turno para hacerse besar por el sol bajo las alas, levantan la cabecita y miran, con evidente satisfacci\u00f3n, dir\u00eda casi con animal beatitud, el sol de oro. Est\u00e1n felices al dejarse calentar por \u00e9l, ni se sabe c\u00f3mo pueden resistir tanto tiempo bajo el rayo de fuego que desciende perpendicular desde el astro sobre ellas.
Yo parezco una palomilla bajo el sol. Estoy all\u00ed, fija fija, y no me muevo, contenta de sentirme invadir, derretir por su fuego con la esperanza de ser consumada pronto, atra\u00edda a \u00c9l.
\u00a1Oh! \u00a1mi Sol! Como dice usted muy bien, deber\u00eda otro sentir lo que yo siento para entenderlo… Yo me esfuerzo in\u00fatilmente en explicar c\u00f3mo es esa Luz: Paz, Majestad, Ciencia, Belleza… No. No se puede decir qu\u00e9 sea para el alma este inextinguible, inexpresable, aliviador esplendor.<\/p>
7 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEn el Pater noster est\u00e1 la perfecci\u00f3n de la oraci\u00f3n.
Observa: ning\u00fan acto est\u00e1 ausente en la brevedad de la f\u00f3rmula. Fe, esperanza, caridad, obediencia, resignaci\u00f3n, abandono, petici\u00f3n, contrici\u00f3n, misericordia, est\u00e1n presentes. Dici\u00e9ndola, or\u00e1is con todo el Para\u00edso, durante las cuatro primeras peticiones, despu\u00e9s, dejando el Cielo, que es la morada que os espera, volv\u00e9is sobre la tierra, permaneciendo con los brazos alzados hacia el Cielo para implorar por las necesidades de aqu\u00ed abajo y para pedir ayuda en la batalla que hay que vencerse para volver all\u00e1 arriba.
\u00abPadre nuestro que est\u00e1s en los cielos\u00bb.
\u00a1Oh Mar\u00eda! S\u00f3lo mi amor pod\u00eda deciros: decid: \u00abPadre nuestro\u00bb. Con esta expresi\u00f3n os he investido p\u00fablicamente con el t\u00edtulo sublime de hijos del Alt\u00edsimo y hermanos m\u00edos. Si alguno, aplastado por la consideraci\u00f3n de su nulidad humana, puede dudar de ser hijo de Dios, creado a su imagen y semejanza, pensando en esta palabra m\u00eda no puede ya dudar. El Verbo de Dios no yerra y no miente. Y el Verbo os dice: decid: \u00abPadre nuestro\u00bb.
Tener un padre es algo dulce y una gran ayuda. Yo, en el orden material, he querido tener un padre sobre la tierra para tutelar mi existencia de ni\u00f1o, de muchacho, de joven. Con esto he querido ense\u00f1aros, sea a los hijos que a los padres, cu\u00e1n grande sea la figura moral del<\/p>
padre. Pero tener un Padre de perfecci\u00f3n absoluta, cual es el Padre que est\u00e1 en los Cielos, es dulzura de las dulzuras, ayuda de las ayudas. Mirad a este Padre Dios con temor santo, pero siempre m\u00e1s fuerte que el temor sea el amor agradecido por el Dador de la vida en la tierra y en el cielo.
\u00abSantificado sea tu Nombre\u00bb.
Con el mismo movimiento de los serafines y de todos los coros ang\u00e9licos, a los cuales y con los cuales os un\u00eds al exaltar el nombre del Eterno, repetid esta exultante, agradecida, justa alabanza al Santo de los Santos. Repetidla pensando en M\u00ed que antes que vosotros, Yo, Dios hijo de Dios, la he dicho con suma veneraci\u00f3n y con sumo amor. Repetidla en la alegr\u00eda y en el dolor, en la luz y en las tinieblas, en la paz y en la guerra. Bienaventurados los hijos que nunca han dudado del Padre y siempre, en cada circunstancia, han sabido decide: \u00ab\u00a1Bendito sea tu Nombre!\u00bb.
\u00abVenga tu Reino\u00bb.
Esta invocaci\u00f3n deber\u00eda ser el latido del p\u00e9ndulo de toda vuestra vida, y todo deber\u00eda gravitar sobre esta invocaci\u00f3n al Bien. Porque el Reino de Dios en los corazones, y desde los corazones en el mundo, querr\u00eda decir: Bien, Paz, y todas las dem\u00e1s virtudes. Escandid por ello vuestra vida de innumerables imploraciones por la llegada de este Reino. Pero imploraciones vivas, es decir actuar en la vida aplicando vuestro sacrificio de cada momento, porque actuar bien quiere decir sacrificar la naturaleza, con esta finalidad.
\u00abH\u00e1gase tu voluntad as\u00ed en la tierra como en el Cielo\u00bb,
El Reino del Cielo ser\u00e1 de quien ha hecho la Voluntad del Padre, no de quien haya acumulado palabras sobre palabras, y despu\u00e9s se ha rebelado al querer del Padre, mintiendo a las palabras antes dichas. Tambi\u00e9n aqu\u00ed os un\u00eds a todo el Para\u00edso que hace la Voluntad del Padre. Y si tal Voluntad la hacen los habitantes del Reino, \u00bfno la har\u00e9is vosotros para haceros, a su vez, habitantes de all\u00e1 arriba? \u00a1Oh! \u00a1alegr\u00eda que os ha sido preparada por el amor uno y trino de Dios! \u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is vosotros no afanaros con perseverante voluntad para conquistada?
Quien hace la Voluntad del Padre vive en Dios. Viviendo en Dios no puede errar, no puede pecar, no puede perder su morada en el Cielo, porque el Padre no os hace hacer m\u00e1s que lo que es el Bien, y que, siendo Bien, salva del pecar, y conduce al Cielo. Quien hace suya la Voluntad del Padre, anulando la propia, conoce y gusta ya en la tierra la Paz que es la dote de los bienaventurados. Quien hace la Voluntad del Padre, matando la propia voluntad perversa y pervertida, ya no es un hombre: ya es un esp\u00edritu movido por el amor y viviente en el amor.
Deb\u00e9is, con buena voluntad, arrancar de vuestro coraz\u00f3n vuestra voluntad y poner en su lugar la Voluntad del Padre.
Despu\u00e9s de haber provisto a las peticiones para el esp\u00edritu, porque sois pobres, vivientes entre las necesidades de la carne, ped\u00eds el pan a Aqu\u00e9l que provee de alimento a los p\u00e1jaros del aire y de vestidos a los lirios del campo. \u00abDanos hoy nuestro pan cotidiano\u00bb.
He dicho hoy y he dicho pan. Yo no digo nunca nada in\u00fatil.
Hoy. Pedid d\u00eda tras d\u00eda las ayudas al Padre. Es medida de prudencia, justicia, humildad.
Prudencia: si lo tuvierais todo de una vez, desperdiciar\u00edais mucho. Sois eternos ni\u00f1os y caprichosos por a\u00f1adidura. Los dones de Dios no deben desperdiciarse. Adem\u00e1s, si lo tuvierais todo, olvidar\u00edais a Dios.
Justicia: \u00bfPor qu\u00e9 deber\u00edais tenerlo todo de una vez cuando Yo tuve, d\u00eda a d\u00eda, la ayuda del Padre? \u00bfY no ser\u00eda injusto pensar que est\u00e1 bien que Dios os d\u00e9 todo junto, pensando por los adentros con cuidado humano que, nunca se sabe, est\u00e1 bien tenerlo hoy todo en el temor de que ma\u00f1ana Dios no d\u00e9? La desconfianza, vosotros no reflexion\u00e1is en esto, es un<\/p>
pecado. No hay que desconfiar de Dios. \u00c9l os ama con perfecci\u00f3n. Es el Padre perfect\u00edsimo. Pedirlo todo junto choca con la confianza y ofende al Padre.
Humildad: el deber pedir d\u00eda a d\u00eda os refresca en la mente el concepto de vuestra nada, de vuestra condici\u00f3n de pobres, y del Todo y de la Riqueza de Dios.
Pan. He dicho \u00abpan\u00bb porque el pan es el alimento rey, el indispensable para la vida. Con una palabra y en la palabra he encerrado, para que las pidierais todas, todas las necesidades de vuestra permanencia terrena. Pero al igual que son distintas las temperaturas de vuestra espiritualidad, as\u00ed son distintas las extensiones de la palabra.
\u00abPan alimento\u00bb para quienes tienen una espiritualidad embrional hasta el punto de que es ya mucho si saben pedir a Dios el alimento para saciar su vientre. Hay quien no lo pide y lo coge con violencia, maldiciendo a Dios y a los hermanos. \u00c9ste es mirado con ira por el Padre porque pisotea el precepto del que proceden los dem\u00e1s: \u00bbAma a tu Dios con todo tu coraz\u00f3n, ama a tu pr\u00f3jimo como a ti mismo\u00bb.
\u00abPan ayuda\u00bb en las necesidades morales y materiales para quien no vive s\u00f3lo para el vientre, sino sabe vivir tambi\u00e9n para el pensamiento, teniendo una espiritualidad m\u00e1s formada.
\u00abPan religi\u00f3n\u00bb para aquellos que, a\u00fan m\u00e1s formados, anteponen a Dios a las satisfacciones del sentido y del sentimiento humano y ya saben mover las alas en lo sobrenatural.
\u00abPan esp\u00edritu, pan sacrificio\u00bb para quienes, alcanzada la edad plena del esp\u00edritu, saben vivir en el esp\u00edritu y en la verdad, ocup\u00e1ndose de la carne y de la sangre s\u00f3lo cuanto es estrictamente necesario para continuar existiendo en la vida mortal, hasta que sea la hora de ir a Dios. \u00c9stos ya se han cincelado a s\u00ed mismos sobre mi modelo y son copias vivientes de M\u00ed, sobre las cuales el Padre se inclina con abrazo de amor.
\u00abPerd\u00f3nanos nuestras deudas como nosotros las perdonamos a nuestros deudores\u00bb.
No hay, en el n\u00famero de los creados, ninguno, excepto mi Madre, que no haya tenido que hacerse perdonar por el Padre culpas m\u00e1s o menos graves seg\u00fan la propia capacidad de ser hijos de Dios.
Rogad al Padre que os borre del n\u00famero de sus deudores. Si lo hac\u00e9is con \u00e1nimo humilde, sincero, arrepentido, inclinar\u00e9is al Eterno a vuestro favor.
Pero condici\u00f3n esencial para lograrlo, para ser perdonados, es perdonar. Si s\u00f3lo quer\u00e9is y no dais piedad a vuestro pr\u00f3jimo, no conocer\u00e9is perd\u00f3n del Eterno. Dios no ama a los hip\u00f3critas y a los crueles, y aquel que reh\u00fasa perdonar al hermano rechaza el perd\u00f3n del Padre para s\u00ed mismo.
Considerad adem\u00e1s que, por cuanto pod\u00e1is haber sido heridos por vuestro pr\u00f3jimo, vuestras heridas a Dios son infinitamente m\u00e1s graves. Que este pensamiento os impulse a perdonarlo todo como Yo perdon\u00e9 por mi Perfecci\u00f3n y para ense\u00f1aros a vosotros el perd\u00f3n.
\u00abNo nos dejes caer en tentaci\u00f3n y l\u00edbranos del mal\u00bb.
Dios no os induce en tentaci\u00f3n. Dios os tienta solamente con dones de Bien, y para atraeros a S\u00ed. Vosotros, interpretando mal mis palabras, cre\u00e9is que ellas quieran decir que Dios os induce en tentaci\u00f3n para probaros. No. El buen Padre que est\u00e1 en los Cielos permite el mal, pero no lo crea. \u00c9l es el Bien del que brota todo bien. Pero el Mal existe. Existi\u00f3 desde el momento en que Lucifer se levant\u00f3 contra Dios. A vosotros os corresponde hacer del Mal un Bien, venci\u00e9ndolo e implorando al Padre las fuerzas para vencerlo.
He aqu\u00ed lo que ped\u00eds con la \u00faltima petici\u00f3n. Que Dios os d\u00e9 tanta fuerza como para saber resistir a la tentaci\u00f3n. Sin su ayuda la tentaci\u00f3n os podr\u00eda porque es astuta y fuerte, y vosotros sois torpes y d\u00e9biles. Pero la Luz del Padre os ilumina, pero la Potencia del Padre os fortalece, pero el Amor del Padre os protege, por lo cual el Mal muere y vosotros os<\/p>
qued\u00e1is liberados de \u00e9l.
Esto es cuanto ped\u00eds con el Pater que Yo os he ense\u00f1ado. En \u00e9l est\u00e1 todo comprendido, todo ofrecido, todo pedido de cuanto es justo que sea pedido y dado. Si el mundo supiera vivir el Pater, el Reino de Dios estar\u00eda en el mundo. Pero el mundo no sabe orar. No sabe amar. No sabe salvarse. S\u00f3lo sabe odiar, pecar, condenarse.
Pero Yo no he dado y hecho esta oraci\u00f3n para el mundo que ha preferido ser reino de Satan\u00e1s. Yo he dado y he hecho esta oraci\u00f3n para aquellos que el Padre me ha dado porque son suyos, y la he hecho para que sean uno con el Padre y conmigo desde esta vida, para alcanzar la plenitud de la uni\u00f3n en la otra\u00bb.<\/p>
8 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHa venido, estableci\u00e9ndose en las ciudades y en los pueblos m\u00e1s importantes, una asociaci\u00f3n ben\u00e9fica llamada de los \u00abDonadores de sangre\u00bb, la cual consiste en voluntarios que dan, a petici\u00f3n de los m\u00e9dicos, sangre para los desangrados civiles o militares. Muchas vidas se han salvado as\u00ed, y estos generosos son alabados, se\u00f1alados como ejemplo ante la Naci\u00f3n, ayudados a superar la debilidad consecuente al acto. Est\u00e1n, en fin, considerados en una atm\u00f3sfera de privilegio.
Es justo. La suya es una gran caridad, y si Yo he prometido un premio a quien da un vaso de agua en mi Nombre, sabr\u00e9 ciertamente tener un gran premio para quien sabe dar su sangre por caridad hacia el pr\u00f3jimo y no extingue el m\u00e9rito de su caridad con culpas graves.
\u00bfPero no os dais cuenta de que Yo os he dado toda mi Sangre, y no para dar salvaci\u00f3n a una carne que de todas formas morir\u00e1, sino para dar salvaci\u00f3n de vida eterna a la parte que no muere nunca?
Os he dado mi Sangre, y era la de un Dios, entre dolores inauditos e inauditas ofensas. Os la he dado sin que se me pidiera. Os la he dado por amor. Me he vestido de carne para pod\u00e9rosla dar. Me he exiliado de los Cielos para pod\u00e9rosla dar. He sufrido por treinta y tres a\u00f1os hambre, fr\u00edo, cansancios, vejaciones, burlas, para pod\u00e9rosla dar. He terminado mi vida soportando la traici\u00f3n, que es tormento mayor que una herida, el beso infame abrasante m\u00e1s que una hoguera, las torturas de mentirosos sacerdotes, de insano s gobernantes, de una plebe sin reconocimiento y sin honradez, soportando los escarnios de soldadescas paganas, las torturas de una ley humana, una sentencia vergonzosa, una muerte horrible, todo para daros mi Sangre.
Las \u00faltimas gotas de mi Sangre -que hab\u00eda mojado las calles y las cortes de Jerusal\u00e9n y hab\u00eda dejado sus huellas en el palacio donde exist\u00eda un poder mal interpretado y un coraz\u00f3n s\u00f3lo temeroso de perder el poder- se hab\u00edan situado entre el coraz\u00f3n y el pulm\u00f3n privados de movimiento, y me fueron quitadas con violencia. Pero en la separaci\u00f3n de mi Esp\u00edritu de la carne ya apagada, Yo me he alegrado de que tambi\u00e9n esas \u00faltimas gotas fueran derramadas.
Hab\u00eda venido para daros toda mi Sangre y os la he dado, y os la doy, continuamente, en los sagrados misterios. Pero si supiera que con una nueva venida m\u00eda vosotros os convertir\u00edais, \u00a1oh perfectos paganos!, \u00a1oh duros renegadores de vuestro Dios Crucificado!, vendr\u00eda para daros mi Sangre en forma humana, como es necesario para vosotros que viv\u00eds s\u00f3lo de carne y sangre, y hab\u00e9is matado o entorpecido el esp\u00edritu y con el esp\u00edritu el amor y la fe.
Pero no servir\u00eda para nada. Aumentar\u00edais vuestro peso de culpas ante los ojos del Padre, y si entonces tuve uno que me vendi\u00f3 por treinta denarios, ahora tendr\u00eda mil y cien mil que<\/p>
me cambiar\u00edan por el beso de una pecadora, por la utilidad de una promoci\u00f3n, y a\u00fan por menos.
Deciros que sois y viv\u00eds de carne y sangre, es haceros todav\u00eda un elogio. Viv\u00eds de fango y en el fango, nuevos fariseos que os golpe\u00e1is el pecho y simul\u00e1is una religi\u00f3n y una fe, pero os hac\u00e9is de ello s\u00f3lo un trampol\u00edn para utilidad vuestra, utilidad terrena. Viv\u00eds no s\u00f3lo en el fango, sino en materia a\u00fan m\u00e1s cenagosa, vosotros que ni siquiera ten\u00e9is la falsa piedad de los nuevos fariseos y sois peor que los paganos de hace veinte siglos, y mezcl\u00e1is delito con lujuria, ladroner\u00eda de toda clase con vicio de toda medida.
Pero, seg\u00fan la antigua ley, quien utiliza algo malvado de lo mismo morir\u00e1. Vosotros viv\u00eds en el fango y en el fango morir\u00e9is. Precipitar\u00e9is desde el fango de la tierra al fango del infierno, porque hab\u00e9is destruido mi Ley en vuestros corazones, mi nueva Ley de
piedad, de amor, de pureza, de bondad.
Pero por la millon\u00e9sima vez os digo, en verdad, que s\u00f3lo aquellos que est\u00e1n se\u00f1alados por mi Sangre y que viven no como enemigos sino como amigos del Cristo Crucificado, ver\u00e1n en la hora de la muerte surgir la aurora del d\u00eda eterno, donde toda tribulaci\u00f3n termina y es sustituida por la bienaventuranza de poseer para siempre a Dios, sin velos y sin limitaciones\u00bb.<\/p>
9 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl Se\u00f1or hablando a Mois\u00e9s dijo: \u00abNo contamin\u00e9is vuestras almas con ning\u00fan reptil que se arrastra sobre la tierra. Yo soy el Se\u00f1or que os ha sacado de Egipto para ser vuestro Dios; y vosotros ser\u00e9is santos, porque Yo soy santo\u00bb.
Estas palabras te han impresionado. \u00bfLas meditamos juntos? Tu Maestro habla. Al pueblo hebraico de entonces el Se\u00f1or no pod\u00eda dar la perfecci\u00f3n de la Ley como la he dado Yo despu\u00e9s a un mundo m\u00e1s adelantado y encaminado a una civilizaci\u00f3n cada vez mayor. Civilizaci\u00f3n no quiere decir perfecci\u00f3n. Quiere decir \u00fanicamente complicaci\u00f3n. Vosotros os hab\u00e9is hecho cada vez m\u00e1s complicados en las costumbres, en las usanzas, en las prohibiciones.
Entonces las muchedumbres viv\u00edan siguiendo el instinto m\u00e1s que otra cosa, y aunque comet\u00edan cosas que a vuestra mentalidad aparecen repugnantes, no eran responsables como lo sois vosotros por tantas otras. Ellos las cumpl\u00edan sin malicia, movidos a cumplirlas por la necesidad y por su propia mentalidad. Vosotros las comet\u00e9is con malicia y aqu\u00ed est\u00e1 la culpa. Pero t\u00fa ves que, por cuanto tuvieran muchos atenuantes en su modo de actuar, dada su limitada civilizaci\u00f3n, fueron castigados cuando sobrepasaron la medida en el mal cometido por su mentalidad infantil.
El Se\u00f1or les da a ellos leyes peque\u00f1as, y al mismo tiempo externas m\u00e1s que internas. Yo hablar\u00e9 para vuestras almas. El Padre habla tambi\u00e9n a Mois\u00e9s para la vestidura de vuestras almas. Era una vestidura cuya aspereza volv\u00eda casi feroz, en el instinto y en las costumbres. Por lo que el Creador debi\u00f3 continuar vuestra creaci\u00f3n, como personas morales, limando, alisando, limpiando vuestra vestidura. De aqu\u00ed las pormenorizaciones materiales de la Ley. Pero, un alma perdida en Cristo Luz, no debe ver las cosas materiales. Debe ver lo que se esconde debajo de la naturaleza: es decir el esp\u00edritu y cu\u00e1nto est\u00e1 dicho al esp\u00edritu.
\u00abNo contamin\u00e9is vuestras almas con ning\u00fan reptil que se arrastra sobre la tierra\u00bb. Lee: con ning\u00fan reptil espiritual que acecha vuestra alma.
Las pasiones son los reptiles sat\u00e1nicos que suben de la profundidad fangosa para envolveros el coraz\u00f3n y contamin\u00e1roslo. Yo he dicho: \u00abNo son las cosas que entran por la<\/p>
boca y salen por las v\u00edas naturales las que contaminan al hombre, sino lo que sale del cora- z\u00f3n corrompe al hombre, cuando del coraz\u00f3n salen las pasiones malvadas entradas a haceros nido como serpientes en un hueco de roca\u00bb. Yo he perfeccionado la Ley y os he mostrado cu\u00e1les son los reptiles que contaminan al hombre, futuro ciudadano de la Jerusal\u00e9n eterna.
Levantaos, criaturas a las que he dado la vida de la vida. No os arrastr\u00e9is. No teng\u00e1is contacto con lo que se arrastra. Yo he dado impulso a vuestro esp\u00edritu para subir. Mi gracia es ala.
\u00abYo soy el Se\u00f1or que os he sacado de Egipto\u00bb.
El pueblo mosaico ten\u00eda una gran obligaci\u00f3n hacia el Se\u00f1or que lo hab\u00eda sacado de la esclavitud. Pero, \u00a1oh Mar\u00eda!, considera cu\u00e1l y cu\u00e1nta sea la gratitud que me deb\u00e9is a M\u00ed Redentor. La esclavitud de Egipto oprim\u00eda a los hebreos sobre la tierra, en el d\u00eda mortal. El pecado original y todos los dem\u00e1s pecados oprimen a los hombres para el d\u00eda eterno. Y Yo os he librado.
Yo soy el Libertador de la estirpe humana y en verdad te digo que entre los caudillos y libertadores de toda la tierra, desde los primeros a los \u00faltimos d\u00edas, no ha habido ni habr\u00e1 uno semejante a M\u00ed. \u00a1Cu\u00e1l obligaci\u00f3n por tanto ten\u00e9is de amarme! S\u00ed. De amarme. Yo, a cambio de cuanto os he dado, no pido m\u00e1s que amor.
Yo os he sacado de la culpa para ser vuestro Dios. Pero no el Dios que aparece entre ciclones y rayos e incinera y arrasa. Yo soy Jes\u00fas, el Dios de bondad, que aparece como una c\u00e1ndida flor de una c\u00e1ndida mata para salvaros, y pasa entre vosotros san\u00e1ndoos y bendi- ci\u00e9ndoos, y muere bendici\u00e9ndoos y d\u00e1ndoos perd\u00f3n y Vida.
Pero quiero que vosotros trat\u00e9is de imitarme. Tal el Cristo tal el cristiano, oh hijos que he sumergido en mi Sangre, eterna Piscina prob\u00e1tica donde se curan las enfermedades del esp\u00edritu. El Se\u00f1or dice: \u00abSer\u00e9is santos porque Yo soy santo\u00bb. Yo os digo: \u00abSed perfectos como mi Padre es perfecto\u00bb.
\u00a1Oh! no os pongo l\u00edmite en la santidad. Os doy la gu\u00eda para conduciros: abnegaci\u00f3n de cuanto es Mal. Os doy un arma para vencer: mi Cruz. Os doy la medicina que refuerza y cura: mi Sangre. Os doy la medida de la perfecci\u00f3n a alcanzar: la de Dios. Alcanzadla y ha- r\u00e9is regocijarse mi Coraz\u00f3n.
He ah\u00ed, peque\u00f1a disc\u00edpula de mi Coraz\u00f3n, he ah\u00ed vista a trav\u00e9s de la pupila del Hijo de Dios, la Palabra del Padre, hela ah\u00ed explicada y comprendida a la luz del Esp\u00edritu. Porque en cada palabra nuestra est\u00e1 el Dios Uno y Trino y cada palabra se comprende con la ayuda de Dios Uno y Trino\u00bb.<\/p>
10 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas: .
\u00abEscucha, Mar\u00eda. \u00bfConoces la par\u00e1bola de ese padre que tiene dos hijos; uno dice: \u00abS\u00ed, padre m\u00edo\u00bb, y despu\u00e9s no hace nada; el otro dice: \u00abNo, padre m\u00edo\u00bb, y despu\u00e9s hace lo que el padre le pide?
No quiero aqu\u00ed hacerte meditar sobre los deberes de los hijos y sobre la belleza de la obediencia. No. Digo s\u00f3lo que quiz\u00e1s aquel padre no era un modelo de padre. Prueba de ello sea que los hijos no le amaban: uno le miente, el otro responde con un rechazo que supera despu\u00e9s con esfuerzo sobrenatural.
No todos los hijos son perfectos, pero tambi\u00e9n es verdad que no todos los padres son perfectos. El mandamiento dice: \u00abHonra al padre y a la madre\u00bb y quien lo transgrediera peca y ser\u00e1 castigado por la Justicia divina. Pero la Justicia no ser\u00eda justicia si no usara la misma<\/p>
medida hacia quien no honra a los hijos. Honrar en el lenguaje antiguo quiere decir: tratar con respeto reverencial a una persona. Ahora si es deber honrar a quienes nos han dado la vida y han provisto a nuestras necesidades de ni\u00f1os y de muchachos, no es menos cierto que tambi\u00e9n se debe, por parte de los padres, honrar a las criaturas que Dios les ha concedido tener y ha confiado a las criaturas que las han generado para que las cr\u00eden santamente.
Demasiado frecuentemente los padres y las madres no piensan que ellos se hacen depositarios y custodios de un prodigio de Dios Creador. Porque cada nueva existencia es un prodigio del Creador. Con demasiada frecuencia los padres no piensan que dentro de aquella carne generada por la carne y por la sangre humana hay un alma creada por Dios y que debe crecer en una doctrina de esp\u00edritu y verdad para ser devuelta a Dios dignamente.
Cada hijo es un talento confiado por el Se\u00f1or a un siervo suyo. Pero \u00a1ay de aquel siervo que no lo hace fructificar, lo deja inerte desinteres\u00e1ndose de \u00e9l, o incluso todav\u00eda peor, lo separa y corrompe! Si a aquel que no vigila por enriquecer el talento vivo del buen Dios, Dios le preguntar\u00e1 con voz severa el por qu\u00e9 y amenazar\u00e1 un largo castigo, a quien destruye y mata el alma de un hijo, Dios, due\u00f1o y juez de todo aquello que existe, con inexorable veredicto sancionar\u00e1 eterna pena al padre homicida de la parte m\u00e1s preciosa del hijo: su alma.
Esto en el campo general. Ahora el lado particular.
\u00bfSabes c\u00f3mo debes amar a tu madre para poderla continuar amando? Con un amor \u00fanicamente espiritual. El otro… es in\u00fatil. Ella no lo ve, no lo entiende, no lo siente. Y lo pisotea haci\u00e9ndote sangrar en tu humanidad. Por ello te digo: \u00e1male s\u00f3lo espiritualmente. Es decir ama y af\u00e1n ate por su pobre alma. No te digo m\u00e1s porque eres hija y no quiero que juntos faltemos de honor a una madre. Yo soy Dios y Juez. Lo podr\u00eda hacer. Pero contigo no lo quiero hacer. Aunque un padre falte debe ser respetado porque es \u00abpadre\u00bb.
Ama a su pobre alma. Tiene mucha necesidad de tu caridad de hija. Los padres y las madres que pecan hacia los hijos tienen necesidad, en orden a la vida eterna, de la ayuda de los hijos y del perd\u00f3n de los hijos para tener aligerada la pena.
Reflexiona mucho sobre cuanto te digo sin que Yo tenga la necesidad de a\u00f1adir nada. Si t\u00fa te paras a considerarla como mujer no puedes honrarla. Estoy de acuerdo. Pero considera que es un alma hija de Dios y muy, muy, muy rudimentaria. Tu caridad de hija debe afanarse en reparar sus deficiencias, debes enriquecerla t\u00fa para que no se presente demasiado pobre al Dios Juez. .
Tienes piedad de los enfermos y tienes amor por los ni\u00f1os. Pero \u00bfqu\u00e9 ni\u00f1ez espiritual es m\u00e1s ni\u00f1ez que la de tu madre? Y \u00bfqu\u00e9 enfermedad espiritual es m\u00e1s enfermedad que la de tu madre? Abraza por ello su esp\u00edritu oscuro y pesado y \u00e1lzalo hacia la Luz.
Dif\u00edcil amor el espiritual. Lo s\u00e9. Pero es amor de perfecci\u00f3n. Es el amor que he tenido Yo por tantos cuando era mortal. Yo sab\u00eda qui\u00e9n me habr\u00eda traicionado. Sab\u00eda qui\u00e9n me habr\u00eda renegado. Sab\u00eda qui\u00e9n habr\u00eda huido en la hora tremenda. Nada me era oscuro. Y bien, he cumplido prodigios inmensurables de amor espiritual porque mi Carne y mi Sangre se estremec\u00edan de repulsi\u00f3n cuando sent\u00edan cerca de s\u00ed a los p\u00e1vidos, los renegadores y especialmente al traidor- para tratar de salvar sus esp\u00edritus.
A muchos he salvado as\u00ed. S\u00f3lo los pose\u00eddos completamente por el demonio, completamente digo, resistieron a mi ba\u00f1o de amor espiritual. Los dem\u00e1s, pose\u00eddos por una pasi\u00f3n sola, fueron salvados antes o despu\u00e9s de mi Muerte. Judas, Caif\u00e1s, An\u00e1s y alg\u00fan otro, no, porque los siete pr\u00edncipes de los demonios los ten\u00edan agarrados con siete cuerdas, y cohortes de demonios estaban en ellos para cumplir el trabajo que hizo de ellos las gemas del Infierno.<\/p>
T\u00fa ama as\u00ed. Har\u00e1s tu deber y te me mostrar\u00e1s verdadera disc\u00edpula. Respecto a ella, d\u00e9jame a M\u00ed el oficio de Juez. Ve en paz, alma querida, y no peques\u00bb.<\/p>
\u00a1Y se necesitaba tanto la palabra y la caricia!… Porque si debiera verdaderamente mirar a la humanidad… ser\u00eda como para escapar a la cima del Monte Blanco.
Este \u00faltimo trozo me ha sido dictado a las 7 de la ma\u00f1ana, y a las 11 de la ma\u00f1ana por poco me voy al Creador de tanto que se desat\u00f3 la injusta y cruel prepotencia de mi madre.
\u00bfSe lo dec\u00eda ayer que est\u00e1 en un per\u00edodo feroz? No he exagerado. Ahora que me ha hecho estar mal -es de noche y el coraz\u00f3n a\u00fan est\u00e1 agitado, a decir del m\u00e9dico he arriesgado la muerte, y la he sentido- est\u00e1 contenta.
Am\u00e9n. Obedezco a Jes\u00fas y ofrezco este dolor f\u00edsico y moral por su alma.<\/p>
11 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQuien mata el amor mata la paz. La paz es tanto m\u00e1s viva cuanto m\u00e1s vivo es el amor.
\u00bfQuieres la medida de c\u00f3mo un ser ame? Observa si tiene o no tiene la paz en s\u00ed. Quien ama act\u00faa bien. Actuando bien no conoce turbaci\u00f3n. Esto sirve para todas las formas de amor.
El amor natural no se distingue en ciertas facetas del amor espiritual. Ni se puede decir que se distinga en las reacciones. Cuando una criatura no ama o ama mal a otra criatura, est\u00e1 inquieta, recelosa y llevada a desconfiar y a acrecentar cada vez m\u00e1s sus agravios y autom\u00e1ticamente sus sospechas y sus inquietudes. Cuando, pues, una criatura no ama o ama malamente a su Dios, la inquietud aumenta infinitamente y ya no da paz. Como un viento de desventura, arrastra cada vez m\u00e1s lejos del puerto la pobre alma, que acaba pe- reciendo m\u00edseramente, si no interviene un milagro de divina bondad para salvarla. Es l\u00f3gico que sea as\u00ed.
Dios est\u00e1 sin culpa hacia vosotros, y vosotros ten\u00e9is la absoluta obligaci\u00f3n de amarle porque \u00c9l os da amor, y amor pide amor. Cuando vosotros neg\u00e1is a Dios amor, ca\u00e9is, por natural consecuencia, en poder del pr\u00edncipe del Mal. Dej\u00e1is la Luz, y las tinieblas os envuelven. Comienza entonces el tormento que es la fase preparatoria de las penas futuras. Pero el alma amante, segura de ser amante, est\u00e1 en la paz. El pr\u00f3jimo podr\u00e1 acusarla de las cosas m\u00e1s malvadas, podr\u00e1n las circunstancias tener apariencia de castigo celestial. Pero el alma no saldr\u00e1 de la paz. Porque sabe que ama, no teme nada.
Mira a Juan. \u00abUno de vosotros me traicionar\u00e1\u00bb dije. Y aquella frase fue como una chispa lanzada en una laboriosa colmena. Todos se resintieron. El culpable hasta lleg\u00f3 a denunciarse a s\u00ed mismo diciendo: \u00ab\u00bfSoy yo acaso?\u00bb, y obteniendo mi respuesta afirmativa que s\u00f3lo la obtusidad de los dem\u00e1s no permiti\u00f3 que fuese comprendida. La culpa tiene estas imprudencias: ciega hasta el punto que conduce a la auto denuncia.
Pero Juan, el amante fiel, no movi\u00f3 la cabeza de mi pecho. Su paz permaneci\u00f3 sin estremecimientos. \u00c9l sab\u00eda que y c\u00f3mo me amaba. Ten\u00eda como defensa, contra toda acusaci\u00f3n y reproche, su caridad y su pureza. Ha permanecido, con la cabeza que no sab\u00eda traicionar, sobre el Coraz\u00f3n que no sab\u00eda traicionar.
Te doy a Juan como modelo. Hace a\u00f1os que te lo doy como intercesor. Recuerda. Antes intercedi\u00f3, ahora te instruye sobre las dos cualidades que hacen de un disc\u00edpulo un predilecto: la caridad y la pureza. Cuanto m\u00e1s crezcas en ellas m\u00e1s crecer\u00e1 la paz en ti. Y con la paz el abandono total sobre mi Coraz\u00f3n.
La muerte de los amantes no es un cambio: es una perfecci\u00f3n. Pas\u00e1is del reposo,<\/p>
obstaculizado por la materia, al libre reposo del esp\u00edritu en Dios. No es m\u00e1s que un estrecho abrazo en una luz m\u00e1s viva.
He ah\u00ed la muerte que Yo reservo a quien me ama. Muerte de paz despu\u00e9s de una vida de paz. ‘Y en mi Reino, la eterna Paz\u00bb.<\/p>
12 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfSabes por qu\u00e9 pido 48 a\u00fan m\u00e1s intensas reparaciones y universales oraciones al Stmo. Sacramento? Por justicia. Dios es justo incluso en las cosas m\u00e1s insignificantes. Piensa si no querr\u00e1 ser justo en lo que se refiere a su culto.
El Sacramento condensa Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad de tu Jes\u00fas. Por eso, orando con esp\u00edritu de reparaci\u00f3n a M\u00ed Eucarist\u00eda, se ora no s\u00f3lo a mi Cuerpo, sino a mi Sangre adem\u00e1s del Alma y la Divinidad. Por ello las reparaciones a mi Sangre son absorbidas por las dadas a la Eucarist\u00eda en la cual Yo estoy todo.
Pido que mi Sangre sea amada y usada para las infinitas necesidades de las almas. No dej\u00e9is infructuoso este oc\u00e9ano de potencia cuyas olas son dadas por mi Sangre. Pero, aunque ser\u00eda bueno que la Sangre del Redentor tuviera mucho mayor culto del que tiene, tambi\u00e9n es cierto que, dada su santidad, Yo conf\u00edo este culto y este ministerio a las almas m\u00e1s dotadas de dotes espirituales.
Culto y ministerio, he dicho. Para ser ministros de un culto no es necesario ser sacerdotes. Es sacerdote cada alma que sabe ser verdadera disc\u00edpula m\u00eda. Yo no os niego este honor y no me niego. Nada me es m\u00e1s querido que ser tomado y distribuido por manos amorosas y puras sobre almas est\u00e9riles, manchadas, enfermas. El sacerdote consagrado me derrama sobre las almas en la Confesi\u00f3n. Pero los sacerdotes desconocidos, consagrados por el amor que s\u00f3lo Yo conozco, pueden ofrecerme y derramarme sobre todas las almas.
No hay ministerio m\u00e1s meritorio que el de unir la propia sangre a la de la gran V\u00edctima y en una m\u00edstica Misa, en la que Yo soy el Celebrante y vosotros los ac\u00f3litos, sacrificarse juntos y proveer juntos a los fieles y a los no fieles, que tambi\u00e9n tienen necesidad de mi Sangre y de la vuestra, de mi Sacrificio y del vuestro, para encontrar el camino de la Vida y de la Verdad.
Otra raz\u00f3n por la cual exijo mayor reparaci\u00f3n hacia M\u00ed Eucar\u00edstico es que las imprecaciones blasfemas son contra el Sacramento mientras que la Sangre, en concreto, est\u00e1 exenta de ello. El olvido que la envuelve la preserva. Es mejor ser olvidados que blasfemados.
He aqu\u00ed el porqu\u00e9, con justicia, te digo que mucho debe repararse hacia la Eucarist\u00eda. Reparaci\u00f3n general al Sacramento, pero culto particular de los disc\u00edpulos m\u00e1s queridos a mi Sangre.
La conf\u00edo a los amigos entre mis amigos. Como un ej\u00e9rcito en batalla cierra las banderas en el cuadrado de los m\u00e1s fieles, as\u00ed Yo engarzo mi Sangre entre quienes s\u00e9 que son m\u00e1s fieles, capaces de cualquier sacrificio por amor de su Rey, y os doy la consigna de pasar entre las muchedumbres con el coraz\u00f3n lleno de mi Sangre, para que Ella descienda sobre los pobres hombres para salvarlos. Quien se haya desbordado por las cosas de su Se\u00f1or, recibir\u00e1 del Se\u00f1or alta merced en mi Reino, as\u00ed os dice el Se\u00f1or, as\u00ed os dice el Redentor, as\u00ed os dice el Amor, y as\u00ed ser\u00e1 porque Dios es fiel y veraz y da el ciento por uno\u00bb.<\/p>
13 de julio<\/p>
48 En el escrito del 6 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl reino de Dios est\u00e1 en vosotros. El hombre no ha entendido nunca esta verdad.
Mientras que Yo viv\u00eda, ha cre\u00eddo que mi reino fuera un reino de poder y de poder\u00edo temporal. Esto hizo que muchos me circundaran, esperando obtener alg\u00fan beneficio en el futuro.
Pero Yo no he mentido, no he enga\u00f1ado. Mi Palabra era clara. Promet\u00eda un reino, pero se\u00f1alaba tambi\u00e9n el camino para poseerlo. Este camino no es y no era el recorrido frecuentado por quienes van escalando un poder. Era m\u00e1s bien el camino opuesto. Y precisamente porque era opuesto, s\u00f3lo fue recorrido generosamente por pocos.
Mi reino no es de este mundo. El mundo en el que os deten\u00e9is es la amarra por la que pod\u00e9is subir a mi m\u00edstica nave. Pero subir por una amarra no es f\u00e1cil. Es necesario estar \u00e1giles, ligeros, sanos, no sufrir los v\u00e9rtigos que afectan a quienes abusan en los placeres. El vicio impide la subida, las enfermedades tambi\u00e9n y as\u00ed el exceso de apego a las cosas de la tierra y la pereza del esp\u00edritu.
Estad sanos en el alma, y como estar sanos completamente es casi imposible para el hombre, tratad al menos de combatir al inicio vuestras enfermedades espirituales.
Sed diligentes. No dig\u00e1is: \u00abHe trabajado ya tanto que ahora descanso\u00bb. No, hijos que espero en la gloria. Mi reino es de tal alegr\u00eda que ninguna fatiga es demasiado larga o demasiado grave para conquistarlo.
Cuando actu\u00e1is seg\u00fan mi Ley, ya est\u00e1 en vosotros mi Reino. Y lo sent\u00eds por la paz que fluye en vosotros como ola inagotable. Esta paz no es la pobre paz humana, acechada por tantas cosas y tantas personas enemigas. Es Paz verdadera: es mi Paz.
En el libro de Juan est\u00e1 dicho: \u00ab\u00c9stos son los que han venido de la gran tribulaci\u00f3n\u00bb. He aqu\u00ed la ayuda m\u00e1s grande para conquistar mi eterno Reino de Paz. Yo os he abierto sus puertas con mi gran tribulaci\u00f3n, pero vosotros, disc\u00edpulos fieles que Yo llamo al Reino, no sois m\u00e1s que el Maestro y deb\u00e9is serviros de la misma arma para subir a M\u00ed. La cruz es escalera, la cruz es ala, el dolor es medicina, el dolor es purificaci\u00f3n.
Todo se cumple s\u00f3lo cuando se bebe -para impedirme a M\u00ed que la beba- la amargura de las amarguras: la hiel y el vinagre, para reparar el odio y el pecado y limpiar las almas de los hermanos del odio y del pecado. La hiel me la da el odio que me maldice despu\u00e9s de cu\u00e1nto he donado; el vinagre, por el pecado que agria mis sarmientos hasta volverlos salvajes. La caridad vuelve dulce la hiel y bueno el vinagre, porque la caridad repara y redime.
Pero la caridad nunca va separada del sufrimiento, porque siendo cosa santa desencadena las iras del Enemigo. En compensaci\u00f3n, el sufrimiento nunca va separado de la gloria, porque Yo soy justo Y doy a quien dona\u00bb.<\/p>
14 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQuien cierra el coraz\u00f3n a la misericordia cierra el coraz\u00f3n a Dios. Porque Dios est\u00e1 en vuestros hermanos y quien no es misericordioso hacia los hermanos no es misericordioso hacia Dios.
No se puede separar a Dios de sus hijos, y pensad bien que vosotros que viv\u00eds sois todos hijos del Eterno que os ha creado. Tambi\u00e9n aquellos que en apariencia no lo son, porque viven fuera de mi Iglesia, lo son. No cre\u00e1is que os es l\u00edcito ser duros, ego\u00edstas, porque uno no es de los vuestros. El origen es uno: el Padre. Sois hermanos aunque no viv\u00e1is bajo el mismo techo paterno. \u00bfY c\u00f3mo no pens\u00e1is en actuar para atraer a los alejados, a los<\/p>
perdidos, a los infelices, que por diversos motivos est\u00e1n fuera de mi morada?
Dios no es exclusivo de los cat\u00f3licos, y mucho yerran aquellos cat\u00f3licos que no se afanan por los no cat\u00f3licos. No trabajan por el inter\u00e9s del Padre, son s\u00f3lo par\u00e1sitos que viven del Padre sin darle ayuda filial. Dios no tiene necesidad de ayuda porque es potent\u00edsimo. Pero de todos modos la quiere de vosotros.
Dios circula como sangre vital en las venas de todo el cuerpo del Universo. De este gran cuerpo creado por \u00c9l, la Catolicidad es el centro. \u00bfPero c\u00f3mo podr\u00edan los miembros m\u00e1s lejanos ser vivificados por Dios si el centro se encerrase en s\u00ed mismo con su Tesoro y exclu- yese a los miembros del beneficio?
Dios est\u00e1 tambi\u00e9n donde distinta fe o distinto esp\u00edritu hace pensar que no est\u00e9. Y en verdad os digo que no es lo que aparece lo que es verdadero. Muchos cat\u00f3licos est\u00e1n desprovistos de Dios m\u00e1s de cuanto lo est\u00e9 un salvaje. Porque muchos cat\u00f3licos tienen de hijos de Dios s\u00f3lo el nombre, peor: escarnecen y hacen escarnecer este nombre con las obras de una vida hip\u00f3crita, cuyas manifestaciones son la ant\u00edtesis de los dict\u00e1menes de mi Ley, cuando no llegan a la abierta rebeli\u00f3n que les hace enemigos de Dios. Mientras que en la fe de un no cat\u00f3lico, equivocada en la esencia pero corroborada por una vida recta, est\u00e1 m\u00e1s el signo del Padre. \u00c9stas son s\u00f3lo criaturas que tienen necesidad de conocer la Verdad. Los hijos falsos, en cambio, son criaturas que deben conocer, adem\u00e1s de la Verdad, el Res- peto y el Amor hacia Dios.
Las almas que quieren ser m\u00edas deben tener misericordia de estas otras pobres almas. Pero las almas v\u00edctima deben inmolarse, tambi\u00e9n, por ellas. \u00bfHice Yo de otra forma? \u00bfNo me inmol\u00e9 por todos? Si es misericordia dar de comer, vestir, dar de beber, enterrar, instruir, consolar, \u00bfqu\u00e9 no ser\u00e1 obtener, a precio del propio sacrificio, la Vida verdadera para los hermanos?
\u00a1Si el mundo fuera misericordioso!… El mundo poseer\u00eda a Dios, y lo que os tortura caer\u00eda como hoja muerta. Pero el mundo, y en el mundo especialmente los cristianos, han sustituido el Amor por el Odio, la Verdad por la Hipocres\u00eda, la Luz por las Tinieblas, Dios por Satan\u00e1s.
Y Satan\u00e1s, all\u00ed donde Yo sembr\u00e9 Misericordia y la hice crecer con mi Sangre, esparce sus abrojos y los hace prosperar con su soplo de infierno. Vendr\u00e1 su hora de derrota. Pero por ahora viene \u00e9l porque vosotros le ayud\u00e1is.
Pero bienaventurados los que saben permanecer en la Verdad y trabajar por la Verdad. Su misericordia tendr\u00e1 el premio en el Cielo\u00bb .<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abNo tengas titubeos y dudas. Lo que te he dicho es cierto.
Siendo el Creador, Dios est\u00e1 tambi\u00e9n donde parece que no est\u00e9. \u00bfNo es adorado en Verdad, o no es adorado de hecho? Pero \u00c9l est\u00e1 de todos modos.
\u00bfQui\u00e9n ha dado vida al lejano patagonio, qui\u00e9n al chino, qui\u00e9n al africano id\u00f3latra? \u00bfQui\u00e9n mantiene en vida al incr\u00e9dulo para que tenga tiempo y manera de encontrar la fe? Aquel que es y que nada puede mermar. El ser la vida en las criaturas, el generar todas las cosas, es el testimonio ante el cual, a\u00fan queri\u00e9ndolo negar, debe inclinar la cabeza todo viviente.
Ahora, el llevar a Dios a las almas alejadas, que lo sienten por instinto, pero no lo conocen y no lo sirven en la Verdad, es la mayor de las misericordias. Yo he dicho: \u00abLlevad el Evangelio a todas las criaturas\u00bb. Pero ese mandamiento, \u00bfcrees t\u00fa que Yo lo haya dado s\u00f3lo a aquellos doce y a sus directos descendientes en el sacerdocio? No. Quiero que toda alma verdaderamente cristiana sea alma apost\u00f3lica.
El traer las almas a M\u00ed aumenta mi gloria, pero aumenta tambi\u00e9n la gloria del siervo bueno<\/p>
y fiel que con su sacrificio ha obtenido acrecentar mi reba\u00f1o. La santa que t\u00fa amas 49 ha hecho m\u00e1s que cien misioneros, pero su gloria en el Cielo es cien veces mayor porque conoci\u00f3 la perfecci\u00f3n de la misericordia sobre la tierra y se consumi\u00f3 para dar la Vida verdadera a los id\u00f3latras y a los pecadores.
T\u00fa me dices: \u00abPero, Se\u00f1or, cuando uno ha pecado contra Ti y permanece en el pecado, est\u00e1 muerto a la vida de la gracia\u00bb. Es cierto. Pero Yo soy el Resucitador, y ante las l\u00e1grimas de quien llora sobre los muertos a la gracia Yo emano mi potencia infinita.
Tres, los muertos del Evangelio llamados a la vida, porque no supe resistir las l\u00e1grimas de un padre, de una madre, de una hermana. Las almas v\u00edctimas y apost\u00f3licas deben ser hermanas, madres y padres de los pobres muertos a la gracia y venir a M\u00ed con el cad\u00e1ver del desgraciado entre los brazos, sobre los brazos, como su cruz m\u00e1s pesada, y sufrir por \u00e9l hasta que Yo diga las palabras de Vida\u00bb .<\/p>
15 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHeme aqu\u00ed para curarte toda. Pero, pobre Mar\u00eda, ciertas heridas son necesarias y entran en el trabajo que un alma debe padecer para formarse en la forma que el Art\u00edfice divino le quiere dar. El bloque de m\u00e1rmol ya esbozado dice a s\u00ed mismo: \u00abMe parece que ya basta de ser martilleado, raspado, cincelado. Soy bastante hermoso y doy la idea del escultor\u00bb. Pero el escultor no lo ve as\u00ed, y golpea, y cincela a\u00fan hasta que la obra es perfecta. Lo mismo Yo con las almas; y cuantos m\u00e1s proyectos especiales tengo sobre un alma, tanto m\u00e1s la trabajo.
Por lo tanto escucha. T\u00fa est\u00e1s sumergida desde hace alg\u00fan mes en la paz y en la alegr\u00eda m\u00edstica. Pero no te debes olvidar que muchos no lo est\u00e1n y que t\u00fa est\u00e1s \u00fanicamente por gracia m\u00eda. Ahora pues, la tempestad de ayer ha servido para record arte precisamente estas dos cosas.
La primera es que t\u00fa eres una pobre, pobre criatura llena de imperfecciones y tienes una gran necesidad de ayuda de todos para no faltar, tienes sobre todo necesidad de la amabilidad de tu Jes\u00fas. Si \u00c9l te deposita en tierra un instante, haces como un ni\u00f1o de pocos meses: te caes enseguida, te manchas y te haces da\u00f1o.
La segunda es que el alma v\u00edctima est\u00e1 en continuo servicio por sus hermanos. Mira, Mar\u00eda, cu\u00e1ntos, cu\u00e1ntos, cu\u00e1ntos son llevados a la desolaci\u00f3n, y a la desesperaci\u00f3n, por un complejo de circunstancias. El vivir y el convivir, sobre todo, son muchas trampas para ate- nazar a las pobres criaturas y llevarles a dudar de s\u00ed mismas, de los dem\u00e1s, de Dios. No todos, joh Mar\u00eda!, me tienen a M\u00ed en el mundo como me tienes t\u00fa. y si t\u00fa, teni\u00e9ndome a M\u00ed, sufres as\u00ed por la manera de actuar de los dem\u00e1s, piensa cuanto deben sufrir los dem\u00e1s que no tienen mi pecho para llorar sobre \u00e9l.
T\u00fa siempre me has tenido, incluso cuando te cre\u00edas sola y no ven\u00edas a M\u00ed. No ven\u00edas, pero iba Yo. Mi cercan\u00eda no vista era suficiente para poner paz en la tempestad de tu coraz\u00f3n. Una paz relativa porque t\u00fa, entonces, no me ayudabas. Pero era siempre cuanta bastaba para impedir tu naufragio. \u00a1Pero los dem\u00e1s!… \u00a1Los dem\u00e1s que me son enemigos, los dem\u00e1s que tienen una fe tan tibia que ya no es fe!… \u00c9sos, en la tempestad, no tienen al Maestro.
\u00a1Si me atendieras, cuando te hablo! Te he hablado en estos d\u00edas sobre c\u00f3mo debes tratar a tu madre 50 y sobre la necesidad, para las v\u00edctimas, de beber en mi lugar la hiel y el vinagre
51. Por ello qu\u00e9date tranquila. Lo has bebido, no con demasiada alegr\u00eda, en realidad. Pero lo<\/p>
49 En una copia dactilogr\u00e1fica, la escritora anota: S. Teresa del N.J.
50 En el dictado del 10 de julio
51 En el dictado del 13 de julio<\/p>
has bebido. No ha sido sin finalidad. Ofrece tu dolor, tu abatimiento por no haber actuado mejor. Ofrece todo por los hermanos.
Y no dudes de M\u00ed. Tu Maestro entiende mejor que nadie. Si t\u00fa hubieras tenido rencor o si hubieras renegado contra M\u00ed, me habr\u00edas herido. Pero tu humillaci\u00f3n hacia tu madre y el refugiarte en M\u00ed por ayuda, han anulado lo que es producido por el desequilibrio de tu dominio.
Eres una ni\u00f1a que se ha encaprichado. Los ni\u00f1os son perdonados, especialmente cuando est\u00e1n enfermos y cuando se arrepienten de haber sido caprichosos. Y Jes\u00fas te perdona. Ver\u00e1s que tambi\u00e9n el Padre 52, que habla en mi Nombre y por inspiraci\u00f3n m\u00eda, te dice lo mismo. \u00bfQuieres hacer la prueba? No le des este cuaderno antes de la confesi\u00f3n y confi\u00e9sate. Ver\u00e1s.
S\u00e9 buena y confiada. \u00c1mame y sufre. Piensa que s\u00f3lo Yo te amo como necesitas ser amada, que s\u00f3lo Yo te comprendo a la perfecci\u00f3n, que s\u00f3lo Yo te puedo consolar verdaderamente. Sufre… Hay una necesidad infinita en estos d\u00edas: por todos y especialmente por vosotros italianos.
Te he dicho que seas dep\u00f3sito de caridad 53 para dar a todos las dulces aguas del amor. Pero te digo que debes, por una operaci\u00f3n doloros\u00edsima, depurar tambi\u00e9n las aguas amargu\u00edsimas del odio con el fin de dar de beber cada vez m\u00e1s a los hermanos moribundos de tanta sed.
Las necesidades crecen, es necesario que crezca la cisterna. Y dado que ser\u00eda sacr\u00edlego y necio unir el amor alodio y corromper la dulzura del agua de amor con la amargura del agua del odio, a costa de tu dolor debes ponerte como un filtro sobrenatural: absorber t\u00fa todo el amargor, dejar filtrar el agua depurada a fin de que crezca la ola en la cisterna de la caridad.
Quien ha dado un vaso de agua en mi Nombre ser\u00e1 bendecido. Pero quien ese vaso se lo exprime del coraz\u00f3n, \u00bfqu\u00e9 tendr\u00e1? Pi\u00e9nsalo t\u00fa y sube\u00bb.<\/p>
Ayer me he dejado ganar la delantera por lo humano. No me pongo como excusa ni el dolor tan espasm\u00f3dico como para hacerme pensar con deseo en la morfina, ni el tormento de estos d\u00edas, ni la falta de prudencia y caridad de los dem\u00e1s. No invoco nada para mi disculpa. Digo que he dejado que lo humano me venciera y… me he desbordado.
Despu\u00e9s… mientras me estaba desbordando, me he agarrado a mi Jes\u00fas porque sent\u00eda la locura en el cr\u00e1neo y la tentaci\u00f3n en el coraz\u00f3n. Segundo acto de enmienda, despu\u00e9s de la invocaci\u00f3n a Jes\u00fas, el pedir perd\u00f3n a mam\u00e1. Tercer acto, un enorme miedo de haber desmerecido la palabra de Jes\u00fas. He hecho m\u00e1s actos de contrici\u00f3n anoche que en un a\u00f1o. Porque yo no puedo pensar en haber apenado a Jes\u00fas. \u00a1Es por \u00c9l por lo que lo siento! Pero me parec\u00eda que Jes\u00fas me sonriese perdon\u00e1ndome.
El miedo me ha durado hasta las 8 de esta ma\u00f1ana, cuando el Buen\u00edsimo me ha hablado con su querida Voz que es un verdadero b\u00e1lsamo sobre el coraz\u00f3n atormentado. Ahora estoy ansiosa de escuchar lo que me dice usted para tener una nueva prueba de que cuanto oigo viene ciertamente de Jes\u00fas.<\/p>
16 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfNotas como duelen la ingratitud y el desamor? \u00a1Oh! \u00a1ninguna tortura f\u00edsica es comparable a \u00e9stas! Y piensa que para ti son pocas personas pero para M\u00ed fueron y son<\/p>
52 Padre Migliorini
53 En el dictado del 21 de junio<\/p>
muchedumbres.
Dar afecto y recibir indiferencia y hast\u00edo, dar obras y verlas rechazadas, supera en potencia a los golpes de los flagelos y al penetrar de las espinas. Estas son cosas que hieren s\u00f3lo la carne, pero indiferencia, ingratitud, hast\u00edo, hieren el alma, agitan el esp\u00edritu.
Porque lo s\u00e9, te estoy tan cerca y te consuelo con mi Presencia. No quiero que tu esp\u00edritu permanezca turbado. El golpe lo recibe. Es inevitable. Pero mi Presencia devuelve enseguida el equilibrio.
No mires a las criaturas: m\u00edrame a M\u00ed. No pienses en las criaturas nada m\u00e1s que para proveer a su pobr\u00edsima alma. Piensa en M\u00ed.
No ames a las criaturas por su persona: ama en ellas a M\u00ed. As\u00ed encontrar\u00e1s en ellas aquello que merece ser amado.
Mar\u00eda: es la hora de las tinieblas. Las cosas se cumplen como te las mostr\u00e9 en sue\u00f1o 54
\u00bfNo ha llegado demasiado pronto el momento del conocimiento seguro? Ora con todas tus fuerzas, porque el momento es tremendo en s\u00ed mismo y por las consecuencias.
Si las personas supieran reflexionar, se esforzar\u00edan por ser buenas para inclinar a la Bondad en su favor. En cambio debo decir siempre la misma palabra: el ego\u00edsmo las domina. Por ello oraciones, sacramentos y sacramentales, hechos impuros por el ego\u00edsmo, no tienen poder contra Lucifer que agita al mundo\u00bb.<\/p>
Noche<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abA quien venga a M\u00ed, fuente de vida, Yo dar\u00e9 la vida eterna. Ser\u00e9 en \u00e9l como un manantial que no muere nunca y que con su ser lava y fecunda. Pero para quienes saben venir a M\u00ed con verdadero y generoso amor, no dar\u00e9 s\u00f3lo la vid’ a eterna ni ser\u00e9 s\u00f3lo fuente de vida eterna. Ser\u00e9 fuente de perpetua dulzura.
El verdadero, generoso amor, lo poseen aquellos que no se ocupan m\u00e1s que de mis intereses y que no apartan de M\u00ed su mirada espiritual. Estos me poseer\u00e1n no s\u00f3lo como Dador de salvaci\u00f3n, sino como oc\u00e9ano de beatitud.
Yo me aflijo porque el mundo no sepa amar y darse a este amor que le har\u00eda bienaventurado, porque s\u00e9 cuanto pierde el mundo no conociendo el amor. \u00c9ste, el amor perfecto de vuestro Uno y Trino Dios, no est\u00e1 inoperante, porque el amor de Dios siempre es activo, sino que es despreciado por el mundo.
Como pobres locos que no saben distinguir las cosas, los hombres no ven este Tesoro que est\u00e1 ah\u00ed para ellos, que espera ser efuso sobre ellos, este Tesoro que yace inerte porque ellos no lo quieren y, si se pudieran aplicar a la perfecci\u00f3n de Dios efectos y reacciones humanas, deber\u00eda decir: y que oprime nuestro Coraz\u00f3n con su peso que aumenta de hora en hora. Te explicar\u00e9 c\u00f3mo 55. Pero nuestra Perfecta Trinidad excede de las formas humanas. S\u00f3lo Yo, el Hombre Dios, tengo un Coraz\u00f3n similar al vuestro: un coraz\u00f3n de hombre perfeccionado, por mi Naturaleza divina, para ser Coraz\u00f3n de Hombre Dios. Y este Coraz\u00f3n est\u00e1 dilatado hasta la aflicci\u00f3n del amor que lo llena y del que el mundo no coge.
Entonces mi amor de Hombre Dios se versa como oc\u00e9ano de alegr\u00eda y fuente de dulzura en ‘los corazones que me saben amar no por un inter\u00e9s demasiado ba\u00f1ado de lo humano, sino por un amor verdadero en el que cada latido tiene una finalidad: hacer lo que es de mi inter\u00e9s.
Desposados con lo que interesa a su Jes\u00fas, o sea a su gloria que es, en el fondo, vuestra<\/p>
54 Probable alusi\u00f3n al sue\u00f1o relatado en la Autobiograf\u00eda
55 En el dictado del 18 de julio<\/p>
gloria -porque la gloria de Dios se aureola con la gloria de las almas que ascienden a la gloria- es justo que \u00e9stos gusten, ya en la tierra, el sabor de su Dios. Y Yo efundo mis olas de dulzura sobre ellos, con todo el amor de mi Coraz\u00f3n.
Ven. Toda amargura se anula para quien bebe en la fuente de mi Amor\u00bb.<\/p>
17 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfHas visto alguna vez lo que hacen quienes quieren tener lana suave para sus sue\u00f1os? Llaman al colchonero que mueve y remueve la lana hasta que queda como la espuma. Cuanto con m\u00e1s energ\u00eda se golpee la lana tanto m\u00e1s suave y limpia queda, porque el polvo y los residuos caen al suelo y los vellones se quedan limpios y espumosos.
Lo mismo, peor a\u00fan, se hace cuando se quiere hilar o tejer esa lana. Entonces se pone a la obra tambi\u00e9n al peine de hierro que desenreda rudamente la lana y la extiende como cabellos bien peinados.
As\u00ed hace quien hila lino y c\u00e1\u00f1amo; y hasta la seda del capullo, para poder usarse, debe sufrir antes el tormento del agua hirviendo, del cepillo \u00e1spero y de la m\u00e1quina que la retuerce.
Alma m\u00eda, si es necesario hacer esto con las fibras naturales para hacer vestidos y lechos
\u00bfc\u00f3mo no deber\u00e1 hacerse lo mismo con vuestra alma al trabajarla para la vida eterna? Vosotros sois una fibra mucho m\u00e1s preciosa que el lino, el c\u00e1\u00f1amo y la lana. De vosotros debe salir el tejido de vida eterna.
Pero, no por imperfecci\u00f3n divina -porque Dios crea las cosas perfectas- sino m\u00e1s bien por imperfecci\u00f3n vuestra, vuestras almas est\u00e1n salvajes, enmara\u00f1adas, llenas de asperezas, de residuos, de polvo, no apropiadas, en definitiva, para poderse utilizar en la Ciudad divina donde todo es perfecto.
Por eso la previsi\u00f3n, la providencia, la bondad paterna de vuestro Dios os trabaja. \u00bfCon qu\u00e9? Con su Voluntad. La Voluntad de Dios es el instrumento que hace de vosotros, fibras salvajes, telas preciosas y preciosas lanas. Os trabaja de mil maneras: ofreci\u00e9ndoos cruces, ense\u00f1\u00e1ndoos lo hermoso de una mortificaci\u00f3n y atray\u00e9ndos con su invitaci\u00f3n a cumplida, gui\u00e1ndoos con sus inspiraciones, mortific\u00e1ndoos con su paternal castigo, retorci\u00e9ndoos con sus mandamientos.
\u00c9stos, con su necesidad que no cambia de forma ni vigor con el curso de los siglos, son precisamente los que hacen de vosotros un hilado resistente y regular, apropiado para formar el tejido de vida eterna. Las dem\u00e1s cosas forman el tejido de la vida eterna, y cuanto m\u00e1s d\u00f3ciles sois a la voluntad del Se\u00f1or m\u00e1s preciosa se hace la tela.
Cuando adem\u00e1s no s\u00f3lo segu\u00eds con docilidad esta Voluntad bendita que obra siempre para vuestro bien, sino que con todas las fuerzas le ped\u00eds a Dios que os la haga conocer perfectamente para seguida perfectamente, cueste lo que cueste y aunque tenga la forma m\u00e1s contraria a vuestra humanidad, cuando actu\u00e1is as\u00ed la tela se adorna con bordados como un brocado.
Si adem\u00e1s a\u00f1ad\u00eds a todo esto la perfecci\u00f3n de pedir para vosotros una Voluntad de dolor para ser semejantes a M\u00ed en la obra de redenci\u00f3n, entonces incrust\u00e1is en el brocado gemas de incalculable valor y de vuestra fibra original imperfect\u00edsima hac\u00e9is una obra maestra de vida eterna.
Pero, \u00a1oh Mar\u00eda, qu\u00e9 pocas almas se saben hacer trabajar por Dios!
Dios siempre tiene para vosotros mano de Padre perfect\u00edsimo en el amor y obra con Inteligencia divina. Sabe por tanto hasta qu\u00e9 punto puede cargar la mano, y qu\u00e9 dosis de<\/p>
fuerza debe infundiros para haceros capaces de padecer las operaciones divinas.
Pero cuando el hombre reh\u00fasa al buen Padre que ten\u00e9is en los cielos, cuando se rebela ante su voluntad, cuando anula con el pecado los dones de fuerza que el Padre le dona,
\u00bfc\u00f3mo puede el Padre que est\u00e1 en los cielos trabajar esa alma? Permanece salvaje, se carga cada vez m\u00e1s con enredos e impurezas. Y Yo lloro sobre ella viendo que nada, ni siquiera mi sangre vertida por todos, la regenera hacia la bondad.
Cuando adem\u00e1s un alma no s\u00f3lo rechaza el trabajo de Dios sino que encoba en s\u00ed hast\u00edo por el Padre y por los hermanos, entonces nuestra obra desaparece totalmente y se instala, en esa mara\u00f1a de pasiones desordenadas, el amo del pecado: Satan\u00e1s.
Entonces es cuando debe entrar la obra paciente y generosa de las v\u00edctimas. Estas trabajan para s\u00ed y para los otros. Estas logran que Dios vuelva, con milagro de gracia, a trabajar en esa alma despu\u00e9s de haber hecho huir a Satan\u00e1s con el fulgor de su aspecto.
\u00a1Cu\u00e1ntas almas me salvan las v\u00edctimas! Sois los segadores sobrenaturales que seg\u00e1is mies de vida eterna consum\u00e1ndoos en el ingrato trabajo lleno de espinas. Pero recuerda que, aquellos por quienes hay que sacrificarse a s\u00ed mismos en primer lugar, son los de nuestra sangre.
Yo no destruyo los v\u00ednculos de familia. Los he santificado. He dicho que se ame a los parientes con amor sobrenatural. \u00bfY qu\u00e9 amor m\u00e1s alto que tener caridad hacia las almas de nuestra sangre enfermas? \u00bfTe parecer\u00eda normal quien se ocupara de los intereses de todos menos de los de su casa? No: dir\u00edas que es un loco. Del mismo modo est\u00e1 fuera de la justicia el que uno provea a las necesidades espirituales de su pr\u00f3jimo lejano y no ponga en primera l\u00ednea su sangre m\u00e1s cercana.
Sabes como ajustarte. Si recibes ingratitud no lo tengas en cuenta. Lo que no te d\u00e9 ella 56
te lo dar\u00e9 Yo. Intensifica el sacrificio por ella\u00bb<\/p>
18 de julio
Tarde, inmediatamente despu\u00e9s de irse el Padre 57<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abNo. Por ahora cuanto te digo debe servir para ti y para el Padre. T\u00fa sabes como administrarte. Respecto al Padre estoy muy, muy contento de que mis palabras las use para s\u00ed, para su alma, para su predicaci\u00f3n, para gu\u00eda y consuelo de otras almas sacerdotales o no. Pero no debe revelar la fuente, por ahora.
Uno de los mayores dolores que Yo tenga es ver c\u00f3mo el racionalismo se haya infiltrado en los corazones, incluso en los corazones que se declaran m\u00edos. Ser\u00eda in\u00fatil dejar aparte de tanto don a los sacerdotes. Precisamente entre \u00e9stos se encuentran aquellos que, predic\u00e1ndome a M\u00ed y mis milagros pasados, niegan mi Potencia, casi como si Yo no fuera ya el Cristo capaz de hablar a\u00fan a las almas que languidecen por falta de mi Palabra, casi admitiendo mi incapacidad actual para el milagro y la potencia de la gracia en un coraz\u00f3n.
Creer es signo de pureza adem\u00e1s que de fe. Creer es inteligencia adem\u00e1s de fe. Quien cree con pureza y con inteligencia distingue mi Voz y la recoge.
Los dem\u00e1s rebuscan, discuten, critican, niegan. \u00bfY por qu\u00e9? Porque viven de la pesantez y no del esp\u00edritu. Est\u00e1n anclados en las cosas que han encontrado y no piensan que son cosas venidas de los hombres, los cuales no siempre han visto justamente, e incluso si han visto justo y escrito justo han escrito para su tiempo y han sido mal entendidos por los posteriores. No piensan que Yo puedo tener algo m\u00e1s que decir, adecuado a las<\/p>
56 Se refiere a la madre de la escritora
57 Padre Migliorin<\/p>
necesidades de los tiempos, y que soy Due\u00f1o de decirlo c\u00f3mo y a quien me parece, porque Yo soy el Dios y el Verbo eterno que no deja nunca de ser Palabra del Padre.
Hago las \u00faltimas tentativas para inflamar las almas que no son ya almas vivas sino aut\u00f3matas dotados de movimiento, pero no de inteligencia y caridad. Mi actuar, desde el principio de este siglo, el \u00faltimo de este II\u00b0 milenio, es un milagro de Caridad para intentar la Ir’ salvaci\u00f3n del g\u00e9nero humano, especialmente de las almas sacerdotales sin las cuales la salvaci\u00f3n de muchos es imposible. Me pongo Yo en los p\u00falpitos vac\u00edos o en los que se oyen palabras sin verdadera vida. Pero pocos son los dignos de entenderme. Pocos incluso entre mis ministros.
Por eso, que el Padre se organice. Que coja y se informe de mi decir para s\u00ed, para todos, pero trate sobre todo de encender caridad en los corazones, incluso de los hermanos de comunidad.
Menos ciencia y m\u00e1s caridad. Menos libros y m\u00e1s Evangelio. Y luz en las almas porque Yo soy Luz. Desocuparlo todo para hacer sitio a la Luz.
\u00bfDice el Padre que son terreno inaccesible? Dice poco: son terreno enemigo, y es un gran dolor para M\u00ed\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTe dije 58 que te habr\u00eda explicado c\u00f3mo nuestro Amor aumenta de peso de hora en hora.
No caigas en un error de interpretaci\u00f3n. En Dios todo es un eterno presente. Y todo est\u00e1 perfecto y acabado. Pero Dios nunca est\u00e1 inactivo. \u00c9l genera continuamente. Te mostrar\u00e9 comparaciones humanas para iluminarte mejor.
Las Tres Personas que se aman, y que aman su obra, son como fuentes de calor que convergen en un solo punto, desde el cual despu\u00e9s se desbordan sobre el universo. Ahora bien, \u00bfqu\u00e9 produce el calor de tres bocas de fuego, que continuamente emanan olas del mismo calor (el mismo por tener igual potencia desde el inicio)? Un aumento de calor en el ambiente en el que se introducen las tres corrientes. Si \u00e9ste es recogido por instrumentos preparados para recibirlo, permanece el equilibrio entre producci\u00f3n y efusi\u00f3n. Pero si los instrumentos, obstruidos por otros cuerpos, se niegan a recogerlo, el equilibrio se altera. Y en la vida natural pueden incluso sobrevenir cat\u00e1strofes.
Tambi\u00e9n sobrevienen en la vida sobrenatural. \u00bfAcaso no lo experimentas? \u00bfTu amor, no reconocido y no aceptado, no te aumenta en el coraz\u00f3n oprimi\u00e9ndolo tanto que a veces explota en un arrebato de justa indignaci\u00f3n? Digo: justa, porque soy justo. Digo tambi\u00e9n: pero sup\u00e9ralo por la Caridad. Y si tanto puede en vosotros, que ten\u00e9is un amor relativo \u00bfqu\u00e9 no suceder\u00e1 en Dios, en quien todo es infinito?
Nuestro Amor, que el hombre rechaza, crece, crece, crece…
\u00a1Oh, hombres desgraciados! Sobre ellos est\u00e1 el momento en que el Amor bramar\u00e1 con ira preguntando el por qu\u00e9 del desprecio. Y los tiempos actuales son ya los primeros sobresaltos de este Amor vilipendiado que, por justicia y respeto de su Perfecci\u00f3n, no puede soportar m\u00e1s la afrenta. De ah\u00ed que Yo vaya como un mendigo pidiendo que alguien abra el coraz\u00f3n a nuestro Amor intens\u00edsimo y se haga v\u00edctima, aceptando ser consumada para aliviar al Amor. Lo que ofrezco es la hoguera, lo s\u00e9, lo advierto. Pero no huy\u00e1is de ella, vosotros que a\u00fan no est\u00e1is vendidos al Enemigo.
Nadie, por peque\u00f1o y mezquino que sea, nadie, por pecador que haya podido ser, puede creerse rechazado por nuestro Amor. \u00c9l es Misericordia. Y puede y quiere hacer de las almas m\u00e1s miserables estrellas fulgurantes de su Cielo.<\/p>
58 En el dictado del 16 de julio<\/p>
Venid a M\u00ed todos vosotros: pobres, manchados, d\u00e9biles, y Yo os har\u00e9 reyes. Venid a M\u00ed todos vosotros que hab\u00e9is sabido entender mi Grandeza desde vuestra miseria, mi Luz desde vuestras tinieblas, mi Perfecci\u00f3n desde vuestra imperfecci\u00f3n, mi Bondad desde vuestro Ego\u00edsmo.
\u00a1Venid! Entrad en mi Amor y dejadle entrar en vosotros. Soy el Pastor que se ha agotado hasta la muerte por la oveja perdida y que he dado mi Sangre por ella. \u00a1Oh corderos m\u00edos!, no tem\u00e1is si ten\u00e9is muchas malezas y manchas sobre vuestros vestidos y heridas en vuestras carnes. S\u00f3lo abrid vuestra boca, vuestra alma, a mi Amor, y aspiradlo. Ser\u00e9is justos con Dios y con vosotros mismos, porque a Dios dar\u00e9is consuelo y a vosotros salvaci\u00f3n.
Venid, \u00a1oh generosos que ya me am\u00e1is! Arrastrad como una malla a los hermanos que a\u00fan titubean. Si pido entrar en todos para aliviar al Amor rechazado, a vosotras, almas v\u00edctimas, os pido que os deis totalmente a M\u00ed, a la obra, destructora en la tierra, de mi vehemente Amor, pero creadora de una gloria tan alta que vosotros no pod\u00e9is concebir.
\u00a1Cu\u00e1nto resplandor tendr\u00e1n esas almas que acojan el Amor de Dios hasta consumarse! Tendr\u00e1n el mismo resplandor de mi Amor que permanecer\u00e1 en ellos: Fuego y Gema eterna de divin\u00edsimo esplendor\u00bb .<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfSabes lo que tienes que hacer para obtener el bien de tu madre? Trabajar con los contrarios. O sea: a su impaciencia op\u00f3n tu paciencia; a su manera injusta y enga\u00f1osa de ver, op\u00f3n tu sinceridad; a su rebeli\u00f3n, tu sumisi\u00f3n; a su hast\u00edo, tu amor; a su insoportabilidad para todo, tu alegre resignaci\u00f3n.
Las almas se conquistan as\u00ed: por los contrarios. Pero no trates nunca de hac\u00e9rselo entender a ella. Trabaja en silencio ofreci\u00e9ndomelo todo a M\u00ed. Unidos obtendremos cuanto obtengamos. Y aunque no sirviera para nada, t\u00fa habr\u00edas cumplido con tu deber y tendr\u00e1s el premio\u00bb<\/p>
19 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQue el don que te he dado nunca te induzca a la soberbia llev\u00e1ndote a creer sobre ti lo que no es.
T\u00fa no eres m\u00e1s que un portavoz y un canal en el que fluye la onda de mi Voz, pero c\u00f3mo te escojo a ti podr\u00eda escoger a cualquier otra alma. El s\u00f3lo hecho de escogerla la volver\u00eda capaz de ser canal y portavoz de la Voz de Cristo porque mi toque obra el milagro. Pero t\u00fa no eres nada. Nada m\u00e1s que una enamorada.
Mis portavoces se encuentran o entre los puros o entre los pecadores realmente convertidos.
Mira el n\u00facleo apost\u00f3lico. \u00bfA qui\u00e9n di el Poder? A Pedro. El hombre que hab\u00eda venido a M\u00ed en el culmen de la virilidad despu\u00e9s de haber tenido los deslices y las pasiones de la juventud y de la edad madura, el hombre que era a\u00fan tan hombre, despu\u00e9s de tres a\u00f1os de contacto conmigo, como para ser renegador y violento.
\u00bfA qui\u00e9n di la revelaci\u00f3n y la Revelaci\u00f3n? A Juan, a la carne que no conoci\u00f3 mujer, y que era sacerdote incluso antes de serlo. Era puro y enamorado.
\u00bfA qui\u00e9n permit\u00ed tocarme los miembros pur\u00edsimos y divinos antes y despu\u00e9s de la resurrecci\u00f3n? A Mar\u00eda Magdalena y no a Marta.
Pedro y Mar\u00eda los convertidos. Juan el puro. Es siempre as\u00ed.
Pero a Pedro, en quien se anidaba la soberbia de s\u00ed mismo -\u00abMaestro, aunque todos te<\/p>
traicionen, yo no te traicionar\u00e9\u00bb- no he dado cuanto he dado a Juan. Y Pedro, maduro y jefe del n\u00facleo, tuvo que pedir a Juan -un muchacho respecto al \u00e9l- que me preguntara qui\u00e9n era el traidor. Y fue a Juan a quien revel\u00e9 los \u00faltimos tiempos, no a Pedro, jefe de mi Iglesia.
Hablo donde quiero. Hablo a quien quiero. Hablo como quiero. Yo no conozco limitaciones.
La \u00fanica limitaci\u00f3n, que no me limita a M\u00ed, sino que obstaculiza el llegar de mi Palabra, es la soberbia y el pecado. Por eso mi Palabra, que deber\u00eda propagarse desde las profundidades de los Cielos sobre todo lo Creado e instruir los corazones de todos los se\u00f1alados con mi signo, encuentra, en todas las categor\u00edas, tan pocos canales. El mundo, cat\u00f3lico, cristiano, o de otra fe, est\u00e1 movido por dos motores: soberbia y pecado. \u00bfC\u00f3mo puede entrar mi Palabra en este mecanismo \u00e1rido? Ser\u00eda triturada y ofendida.
Sed como Juan o como Mar\u00eda, y llegar\u00e9is a ser voz de la Voz. Extirpad el pecado y la soberbia. Cultivad caridad, humildad, pureza, fe, arrepentimiento. Son las plantas bajo las cuales el Maestro se sienta para instruir a sus ovejitas.
Ser mi portavoz quiere decir entrar en una austeridad como ninguna regla mon\u00e1stica impone. Mi presencia impone, como ninguna otra cosa en el mundo, discreciones sobrenaturales, dominio de s\u00ed, desapego de las cosas, ardor de esp\u00edritu, aspereza de penitencia, generosidad de dolor y viveza de fe.
Es un don. Pero que se quita si aqu\u00e9l a quien se le ha dado sale del esp\u00edritu y se acuerda de ser carne y sangre.
Es un sufrimiento. Pero si bien es sufrimiento que tritura la carne y la sangre, tiene en s\u00ed y consigo una vena de gran dulzura respecto a la cual el man\u00e1 de los antiguos hebreos es ajenjo amargo.
Es una gloria. Pero no es gloria de esta tierra\u00bb.<\/p>
20 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abY escribe pues. En lo sobrenatural nunca hay que tener miedo. Quien te dicta sabe lo que se dice y quien te lee entiende porque tambi\u00e9n le he puesto a \u00e9l en condiciones de entender. Por eso fuera todos los repensamientos humanos. Recuerda que eres mi portavoz, por lo tanto debes decir cuanto te digo sin reflexionar, humanamente, sobre la impresi\u00f3n que otros puedan tener de ello.
Por lo tanto: Las razones por las que hice de Pedro el jefe de la Iglesia en vez de hacer jefe a mi Predilecto, son varias y todas justas. No est\u00e9is poniendo sobre la balanza el amor de Pedro y el de Juan para sacar de esto el motivo de la elecci\u00f3n. Vuestros pesos y vuestras medidas no tienen curso en el Cielo. Fueron dos amores distintos como distintas eran las \u00edndoles, las edades, las formas del amor. Distintos e igualmente dirigidos al mismo fin: Yo, e igualmente queridos para M\u00ed. Por lo tanto eliminad el pero y el si del amor de esto.
Pedro era el m\u00e1s maduro de los ap\u00f3stoles, ya respetado como jefe por lo otros pescadores, que llegaron despu\u00e9s a ser ap\u00f3stoles; \u00e9l, como he dicho 59 conoc\u00eda la vida en todos sus pliegues de luz y de sombra, estaba dotado de fuerza de car\u00e1cter, de ardor y de una impulsividad que se necesitaba en aquellas circunstancias. \u00c9l, por su penosa experiencia, conoci\u00f3 la debilidad de un momento y pudo entender las debilidades de los dem\u00e1s en los momentos de duda y peligro.
Ya lo he dicho. No era el que me amaba m\u00e1s. Era uno que me amaba con toda su<\/p>
59 En el dictado del 19 de julio<\/p>
capacidad de amar, como por otra parte tambi\u00e9n los otros doce, incluido Judas hasta que prest\u00f3 o\u00eddo al seductor.
En la Iglesia, que se deb\u00eda formar entre tantas luchas e insidias, se necesitaba uno que por edad, autoridad, experiencia e \u00edmpetu, supiera imponerse a los dem\u00e1s. Y \u00bfqui\u00e9n c\u00f3mo Pedro pose\u00eda estas cuatro cualidades necesarias para la formaci\u00f3n de mi Iglesia?
Juan era el m\u00e1s joven. Alma en flor, no conoc\u00eda el mal de la vida. Era un lirio con el capullo a\u00fan cerrado sobre el candor de su interior. Se abri\u00f3 en el momento en que mi mirada descendi\u00f3 en su coraz\u00f3n y ya no supo m\u00e1s que verme a M\u00ed. Era un ni\u00f1o con el coraz\u00f3n de h\u00e9roe y de paloma. Pedro era apoyo de mi Coraz\u00f3n que ve\u00eda el presente y el futuro, pero Juan era el consuelo. \u00a1Cu\u00e1nto consuelo s\u00f3lo con su sonrisa dulce, con su mirada pura, con sus pocas palabras, pero siempre tan amorosas! Estar cerca de Juan era para M\u00ed como descansar junto a un pozo fresco, sombreado por plantas sobre una alfombra de flores. Emanaba paz.
Pero \u00bfpod\u00eda Yo imponerlo, por prudencia y por justicia, a los dem\u00e1s m\u00e1s ancianos? Es necesario tener presente que eran hombres, destinados a la perfecci\u00f3n, pero hombres a\u00fan. He aqu\u00ed por qu\u00e9 mi Inteligencia prefiri\u00f3 Pedro, adulto, conocedor de las miserias espirituales, impulsivo, autoritario, a Juan manso, so\u00f1ador, joven, sin experiencia.
Pedro era la \u00abpr\u00e1ctica\u00bb, el genio pr\u00e1ctico. Juan era la \u00abpoes\u00eda\u00bb, el genio po\u00e9tico. Pero cuando los tiempos son duros, se requieren no s\u00f3lo plumas de poeta sino pu\u00f1os de hierro para mantener firme la barra del tim\u00f3n.
En compensaci\u00f3n, a mi Predilecto le he dado la visi\u00f3n de los tiempos futuros despu\u00e9s de haberle dado mis confidencias m\u00e1s secretas y a mi Madre. Podr\u00eda decir que Juan es el \u00faltimo, en el orden del tiempo, y el primero, en el orden del futuro, de los grandes profetas. Porque \u00e9l cierra el ciclo iniciado por Mois\u00e9s respecto al Cordero que con su inmolaci\u00f3n salva al mundo y os alza el velo que envuelve el \u00faltimo d\u00eda.
Pero creed que en el Cielo mi resplandor corona la frente de Pedro y de Juan con la misma luz, y ser\u00eda bueno para vosotros no hacer comparaciones humanas sobre seres que son sobrehumanos\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abObserva mi Resplandor y mi Belleza respecto a la negra monstruosidad de la Bestia. No tengas miedo de mirar aunque sea un espect\u00e1culo repelente. Est\u00e1s entre mis brazos.
No puede acercarse ni da\u00f1arte. \u00bfLo ves? Ni siquiera te mira. Tiene ya muchas presas que seguir.
\u00bfAhora te parece que merezca la pena dejarme a M\u00ed para seguirle a \u00e9l? Sin embargo el mundo le sigue y me deja por \u00e9l.
Mira que harto est\u00e1 y c\u00f3mo se contrae. Es su hora de fiesta. Pero mira tambi\u00e9n c\u00f3mo busca la sombra para actuar. Odia la Luz, \u00a1y se llamaba Lucifer! \u00bfVes c\u00f3mo hipnotiza a quienes no est\u00e1n signados con mi Sangre? Acumula sus esfuerzos porque sabe que es su hora y que se acerca mi hora en la que ser\u00e1 vencido para siempre.
Su infernal astucia y su inteligencia sat\u00e1nica son un continuo operar de Mal, en contraposici\u00f3n a nuestro uno y trino obrar de Bien, para aumentar su presa. Pero la astucia y la inteligencia no prevalecer\u00edan si en los hombres estuviera mi Sangre y su honesta voluntad. Al hombre le faltan demasiadas cosas para tener armas con las que enfrentarse a la Bestia, y ella lo sabe y act\u00faa abiertamente, sin tan siquiera esconderse ya con apariencias enga\u00f1osas. Que su repugnante fealdad te empuje a una diligencia y a una penitencia cada vez mayores. Por ti y por tus desgraciados hermanos que tienen el alma arrebatada o seducida y no ven, o, vi\u00e9ndolo, corren al encuentro del Maligno, con tal de obtener ayuda para un<\/p>
momento a pagar con una condenaci\u00f3n eterna\u00bb.<\/p>
Tengo que explicar yo, si no, no se entiende nada.
Desde la noche del 18 el buen Jes\u00fas me hace ver un bicharraco horrible, tan horrible que me produce escalofr\u00edo y ganas de gritar. Su nombre es conocido. Y el buen Jes\u00fas me da a entender que ese aspecto siempre es inferior a la realidad, porque ninguna realidad humana puede lograr personificar con exactitud la suprema Belleza y la suprema Fealdad.
Ahora le describo el bicharraco.
Me parece ver un gran agujero negro negro y profund\u00edsimo. Comprendo que es profund\u00edsimo, pero no veo de \u00e9l sino el orificio, todo ocupado por un monstruo horrible. No es serpiente, ni cocodrilo, ni drag\u00f3n, ni murci\u00e9lago, pero tiene algo de los cuatro.
Cabeza larga y puntiaguda sin orejas y con dos ojos socarrones y feroces que est\u00e1n siempre a la caza de presa, una boca grand\u00edsima y armada de buenos dientes agudos, siempre intenta atrapar al vuelo a cualquier incauto que llega al alcance de sus mand\u00edbulas. La cabeza en fin tiene mucho de la de serpiente por la forma y del cocodrilo por los dientes. Cuello largo y flexible que permite mucha agilidad a la cabeza tremenda.
Un cuerpo resbaladizo recubierto por una piel como la de las anguilas (para entenderse) es decir sin escamas, de color entre el \u00f3xido, el violeta, el gris oscuro… no sabr\u00eda. Tiene hasta el color de las sanguijuelas.
En la espalda y en las ancas (digo \u00abancas\u00bb porque all\u00ed termina el vientre palpitante e hinchado de presa y empieza la larga cola que termina en punta), son cuatro patazas cortas y palmeadas como las del cocodrilo. En la espalda dos alas de murci\u00e9lago.
El bicharraco no mueve su gran y repugnante cuerpo. Mueve s\u00f3lo la cola que se contonea haciendo \u00abeses\u00bb aqu\u00ed y all\u00e1, y mueve su horrible cabeza de ojos fascinadores y mand\u00edbulas exterminadoras.
\u00a1Misericordia divina! \u00a1Qu\u00e9 bicharraco tan horrible! De su negro antro emana tiniebla y horror. Le aseguro que ayer que lo ve\u00eda con viv\u00edsima meticulosidad -y no entend\u00eda que hiciera aqu\u00ed- me ven\u00edan ganas de gritar espeluznada. Menos mal que ve\u00eda que nunca miraba hacia m\u00ed como por repulsi\u00f3n. Rec\u00edproca repulsi\u00f3n si acaso. Si esto es una p\u00e1lida representaci\u00f3n de Satan\u00e1s, \u00bfqu\u00e9 ser\u00e1 entonces \u00e9l? \u00a1Para morir dos veces seguidas con s\u00f3lo verlo!
Menos mal tambi\u00e9n que, si bien en un rinc\u00f3n estaba el bicharraco, cerca cerca estaba mi Jes\u00fas, blanco, bello, rubio… \u00a1Luz en la luz! Comparando la luminosa, confortable figura de Cristo con la del otro, su mirada dulc\u00edsima, clara, con la torva del otro, hay ciertamente que compadecer a los infelices pecadores destinados al segundo porque han rechazado a Jes\u00fas. Y bien, ahora que lo he visto… quisiera no verlo m\u00e1s porque es demasiado horrible. Orar\u00e9 porque el menor n\u00famero posible de desgraciados vaya a terminar en sus garras, pero ruego
al buen Dios que me quite esta visi\u00f3n.
Hoy es menos viva y le estoy muy agradecida al Se\u00f1or. Y todav\u00eda m\u00e1s agradecida porque la querida Voz me hace entender el por qu\u00e9 de esa visi\u00f3n que ayer me aterrorizaba crey\u00e9ndola destinada a m\u00ed como advertencia.<\/p>
21 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abYa te he dicho que cuanto est\u00e1 dicho en los libros antiguos tiene una referencia en el<\/p>
presente 60. Es como si una serie de espejos repitieran, llev\u00e1ndolo cada vez m\u00e1s adelante, un espect\u00e1culo visto con anterioridad.
El mundo se repite a s\u00ed mismo en los errores y en los arrepentimientos, pero con esta diferencia: que los errores se han perfeccionado cada vez m\u00e1s con la evoluci\u00f3n de la raza hacia la as\u00ed llamada civilizaci\u00f3n, mientras que los arrepentimientos se han hecho cada vez m\u00e1s embrionales. \u00bfPor qu\u00e9? Porque, con el pasar del mundo de la edad joven a edad m\u00e1s plena, han crecido la malicia y la soberbia del mundo.
Ahora est\u00e1is en el culmen de la edad del mundo y hab\u00e9is alcanzado tambi\u00e9n el culmen de la malicia y de la soberbia.
Pero no pens\u00e9is que ten\u00e9is a\u00fan por vivir tanto como cuanto hab\u00e9is vivido. Est\u00e1is en el culmen, y ello deber\u00eda decir: ten\u00e9is otro tanto por vivir. Pero no ser\u00e1. La par\u00e1bola descendiente del mundo hacia el fin no ser\u00e1 larga como la ascendente. Ser\u00e1 un precipitar en el fin. Os hacen precipitar precisamente malicia y soberbia. Dos pesos que os arrastran en el abismo del fin, al tremendo juicio. Soberbia y malicia, adem\u00e1s de arrastraros en la par\u00e1bola descendiente, os embotan de tal forma el esp\u00edritu que os vuelven cada vez m\u00e1s incapaces de parar, con el sincero arrepentimiento, el descenso.
Pero si vosotros hab\u00e9is procedido as\u00ed: al contrario en el Bien, de cabeza hacia el Mal; Yo, el Eterno, he permanecido firme en mi exacta medida del Bien y del Mal. Desde el d\u00eda en que se hizo la luz, y con ella tuvo inicio el mundo, est\u00e1 establecido, por la Mente que no yerra, lo que es Bien y lo que es Mal. Y la fuerza humana, la peque\u00f1a fuerza humana, no puede remover y resquebrajar ese c\u00f3digo eterno escrito por el dedo de Dios sobre p\u00e1ginas intocables y que no son de esta tierra.
El \u00fanico cambio, desde el instante en el que mi Voluntad cre\u00f3 el mundo y el hombre, est\u00e1 en esto: que antes deb\u00edais regiros y guiaros por las tablas de la Ley y por la palabra de los Profetas; despu\u00e9s me tuvisteis a M\u00ed, Verbo y Redentor, para explicaros la Ley, para daros mi ense\u00f1anza, mi Sangre, para traeros con mi venida al Esp\u00edritu que no deja sombras, para sosteneros despu\u00e9s, por los siglos, con los Sacramentos y los sacramentales.
Pero \u00bfqu\u00e9 hab\u00e9is hecho con mi venida? Un nuevo peso de culpas de las cuales deber\u00e9is responder.
\u00bfMiramos juntos las p\u00e1ginas antiguas en las que est\u00e1n las explicaciones del momento actual? Las has o\u00eddo como un aguij\u00f3n; pero Yo te las mostrar\u00e9 mejor.
\u00bfQu\u00e9 est\u00e1 prometido a quien observa la Ley? Prosperidad, abundancia, paz, potencia, descendencia sana y abundante, triunfo sobre los enemigos, porque el Se\u00f1or estar\u00eda en el filo de las espadas de sus siervos contra los que quisieran levantar la mano sobre los hijos del Alt\u00edsimo. \u00bfCu\u00e1l es la amenaza para quien la trasgrede? Hambre, carest\u00eda, guerras, derrotas, pestilencias, abandono por parte de Dios, opresiones de los enemigos por las cuales los que eran hijos del Alt\u00edsimo se volver\u00e1n semejantes a manadas perseguidas y asustadas, destinadas a la matanza.
Os lament\u00e1is de la hora que viv\u00eds. \u00bfPero la encontr\u00e1is injusta? \u00bfSu rigor os parece demasiado duro? No. Es justa y menos dura de cuanto merec\u00e9is.
Yo os he salvado y resalvado de mil modos, Yo os he perdonado y reperdonado de siete mil y siete mil delitos. Yo he venido aposta para daros Vida y Luz. Yo Luz del mundo, he venido entre vuestras tinieblas para traeros la Palabra y la Luz. No he vuelto a hablar entre los vendavales y el fuego a trav\u00e9s de la boca de los Profetas. No. He venido Yo, Yo personalmente. He partido con vosotros mi pan, he dividido con vosotros mi lecho, he sudado con vosotros en la fatiga, me he consumado a M\u00ed mismo en evangelizaros, he muerto por<\/p>
60 Como en el escrito del 31 de mayo<\/p>
vosotros, he disipado con mi Palabra toda duda sobre la Ley, he disipado con mi Resurrecci\u00f3n toda duda sobre mi Naturaleza, os he dejado a M\u00ed mismo para que fuera vuestro Alimento espiritual, capaz de daros la Vida, y vosotros me hab\u00e9is dado la muerte.
Os he dado la Palabra y el Amor y la Sangre de Dios, y vosotros hab\u00e9is cerrado vuestros o\u00eddos a la Palabra, vuestra alma al Amor, y hab\u00e9is blasfemado mi Sangre.
Yo he sustituido al antiguo Tabern\u00e1culo, donde estaban dos tabIas de piedra escritas por el dedo de un Profeta y un poco del man\u00e1, el nuevo Tabern\u00e1culo en el cual est\u00e1 el Pan verdadero bajado del Cielo y mi Coraz\u00f3n donde est\u00e1 escrito el Pacto del amor que vosotros, no Yo, viol\u00e1is.
Ya no pod\u00e9is decir: \u00abNo sabemos c\u00f3mo es Dios\u00bb. He tomado Carne para que tuvierais una Carne que amar, no bast\u00e1ndole a vuestra pesantez con amar un esp\u00edritu.
\u00bfY entonces? \u00bfQu\u00e9 hab\u00e9is hecho? \u00bfQu\u00e9 hab\u00e9is hecho cada vez m\u00e1s? Hab\u00e9is vuelto la espalda a Dios, a su altar, a su Persona. No hab\u00e9is querido a Dios, el Dios Uno y Trino, el Dios verdadero.
Hab\u00e9is querido dioses. Y vuestros dioses actuales son m\u00e1s ignominiosos que los dioses antiguos o que los fetiches de los id\u00f3latras. S\u00ed, que los fetiches de los id\u00f3latras. En esos se anida a\u00fan el respeto por la imagen de Dios, tal como su mentalidad e ignorancia la saben concebir. Y en verdad, en verdad os digo que ser\u00e1n juzgados con mucha menor severidad los id\u00f3latras naturales que vosotros, id\u00f3latras de malicia, vendidos a la peor idolatr\u00eda: la auto idolatr\u00eda.
S\u00ed, os hab\u00e9is creado dioses de carne, y carne corrompida, y ante ellos hab\u00e9is sabido cantar hosanna y doblegar la cabeza y la espalda que no hab\u00e9is sabido inclinar ante Dios. Hab\u00e9is despreciado, renegado, burlado, roto mi Ley; pero hab\u00e9is aceptado y obedecido, como esclavos y como animales domesticados por el domador, la enga\u00f1osa ley que os han dado los pobres hombres descarriados a\u00fan m\u00e1s que vosotros y cuyo destino es tal de hacer temblar de horror todo el cielo.
\u00a1Id\u00f3latras, id\u00f3latras, paganos, vendidos a la carne, al dinero, al poder, a Satan\u00e1s que es due\u00f1o de estos tres reinos nefastos de la carne, del dinero y del poder!
Pero \u00bfpor qu\u00e9, por qu\u00e9, pueblo m\u00edo, has salido del Reino que te hab\u00eda dado, por qu\u00e9 has huido de tu Rey de Perfecci\u00f3n y de Amor y has preferido las cadenas y la barbarie del Reino de Satan\u00e1s y el Pr\u00edncipe del Mal y de la Muerte? \u00bfAs\u00ed recompensas al Alt\u00edsimo que es tu Padre y Salvador? \u00bfY te sorprendes si brota fuego de la tierra y llueve fuego del cielo para incinerar la raza perversa y traidora que ha renegado a Dios y acogido a Satan\u00e1s y a sus ministros?
No, \u00a1Satan\u00e1s no tiene necesidad de trabajar, de fatigarse para tragaros! Yo debo fatigarme para tratar de atraeros a\u00fan, porque si vosotros hab\u00e9is renegado vuestro origen, Yo recuerdo que soy vuestro Padre y Salvador. No reniego de mis desgraciados hijos y todav\u00eda intento salvarles hasta la \u00faltima hora, en la que ser\u00e9is congregados para la selecci\u00f3n inexorable.
\u00a1Oh Mar\u00eda!, este castigo no es inmerecido. Es justo. Es grave porque vuestras culpas son grav\u00edsimas. Pero no est\u00e1, no est\u00e1 dado por maldad de un Dios que es todo bondad. Vuestro Dios se dar\u00eda a S\u00ed mismo para ahorr\u00e1oslo, si supiera que esto os favorecer\u00eda. Pero debe, debe dejar que vosotros mismos os castigu\u00e9is de vuestras locuras, de vuestros comercios con la Bestia.
Mil y diez mil se perder\u00e1n en cada rinc\u00f3n de la tierra. Pero, en la agon\u00eda que os ahoga, alguno sentir\u00e1 resonar la Voz de Dios y levantar\u00e1 el rostro de las tinieblas hacia la Luz. Ese uno que vuelve justificar\u00e1 el flagelo, porque -s\u00e1belo y piensa qu\u00e9 obligaci\u00f3n ten\u00e9is de custodiarla- el precio y el valor de un alma es tal que no bastan los tesoros de la tierra para<\/p>
comprarla. Es necesaria la Sangre de un Dios. La m\u00eda\u00bb.<\/p>
22 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abContinuamos con la referencia entre el pasado y el presente, que en el eterno ser de Dios es siempre \u00abpresente\u00bb. Y hoy te har\u00e9 mirar lo que est\u00e1 m\u00e1s cerca de tu coraz\u00f3n.
Yo no niego el amor de Patria. Yo, el eterno Hijo de Dios, hecho hombre, he tenido una Patria y la he amado con amor perfecto. He amado a mi Patria terrena, hubiera querido saberla digna de la protecci\u00f3n de Dios y, sabi\u00e9ndola en cambio indigna, he llorado sobre ella. Por eso entiendo el dolor de un coraz\u00f3n leal que ve la Patria no s\u00f3lo en peligro, sino condenada a d\u00edas de un dolor tal que respecto a \u00e9l la muerte es un don.
Pero dime, Mar\u00eda, \u00bfvosotros pod\u00e9is decir que Yo no he amado a esta tierra que es vuestra patria y a la cual envi\u00e9 a mi Pedro para erigiros la Piedra que no se derrumbar\u00e1 con el soplar de los vientos; esta tierra a la que, en un momento de cautela humana, Yo vine para confirmar a Pedro en el martirio, porque esa sangre se necesitaba en Roma para hacer de Roma el centro de la Catolicidad?
\u00bfPod\u00e9is decir que Yo no he amado a esta tierra en la que mis confesores cayeron a manojos como espigas de un grano eterno, segadas por un Eterno Segador, para hacer de ello nutrici\u00f3n para vuestro esp\u00edritu?
\u00bfPod\u00e9is decir que Yo no he amado a esta tierra a la que he tra\u00eddo las reliquias de mi vida y de mi muerte: la casa de Nazaret donde fui concebido en un abrazo de luminoso ardor entre el Divino Esp\u00edritu y la Virgen, y la S\u00e1bana Santa donde el sudor de mi Muerte ha impreso el signo de mi dolor, sufrido por la humanidad?
\u00bfPod\u00e9is decir que Yo no he amado a esta tierra en la que han florecido los m\u00e1s grandes santos, los semejantes a M\u00ed por el don de las heridas, los que no han tenido velos para ver nuestra Esencia, los que ayudados por M\u00ed, han creado obras que repiten a lo largo de los siglos el milagro del pan y del pez multiplicados para las necesidades del hombre?
\u00bfPod\u00e9is decir que Yo no he amado a esta tierra a la que he dado tantos genios, tantas victorias, tanta gloria, tanta belleza de cielo, de tierra, de mar, de flores, de montes, de bosques?
\u00bfPod\u00e9is decir que Yo no he amado a esta tierra ayud\u00e1ndoos para haceros libres y unidos? En las guerras contra enemigos diez veces mayores que vosotros, en empresas locas, a juicio humano, Yo estaba con mis \u00e1ngeles entre vuestras tropas. Era Yo, era Yo que iluminaba a los caudillos, que proteg\u00eda a los secuaces, que evitaba las traiciones, que os daba Victoria y Paz. Era Yo que os daba la alegr\u00eda de la conquista, cuando \u00e9sta no era obra de prepotencia, sino que pod\u00eda ser obra de civilizaci\u00f3n, o de redenci\u00f3n de vuestras tierras de un dominio extranjero.
\u00bfPod\u00e9is decir que Yo no os he concedido la Paz m\u00e1s necesaria: la de mi Iglesia que vuestros padres hab\u00edan ofendido y que ha perdonado para que Italia fuera realmente una y grande?
\u00bfY no he venido a daros agua para las mieses sedientas, sol para los campos mojados, salud en las epidemias?
\u00bfY no os he dado la Voz que habla en mi Nombre, que os habla a vosotros antes que a los dem\u00e1s, porque tambi\u00e9n en mi Vicario, Pastor universal, est\u00e1 el amor de Patria, y mi Vicario desde hace siglos es italiano? Desde el coraz\u00f3n de Italia se expande la Voz sobre el mundo y vosotros recib\u00eds la onda antes, incluso la m\u00e1s leve.
\u00bfY para qu\u00e9 ha servido todo esto?<\/p>
Hab\u00e9is prevaricado. Hab\u00e9is cre\u00eddo que todo era l\u00edcito porque neciamente hab\u00e9is pensado que ten\u00edais a Dios a vuestro servicio. Hab\u00e9is pensado que mi Justicia avalase vuestras culpas, vuestras prepotencias, vuestra idolatr\u00eda. Cuanto m\u00e1s bueno y long\u00e1nime era Dios, m\u00e1s os aprovechabais de \u00c9l. Sistem\u00e1ticamente hab\u00e9is rechazado el Bien y abrazado el Mal convirti\u00e9ndolo en culto.
\u00bfEntonces? \u00bfDe qu\u00e9 os quej\u00e1is?
Pero el \u00ababominio de la desolaci\u00f3n\u00bb \u00bfno est\u00e1 acaso pr\u00e1cticamente a las puertas de la sede de Pedro? \u00bfNo impulsa sus ondas f\u00e9tidas de vicio, concupiscencia, fraude, idolatr\u00eda del sentido, de las riquezas injustas, del poder ladr\u00f3n y rapaz, contra los propios escalones de la C\u00e1tedra de Pedro? \u00bfQu\u00e9 m\u00e1s quer\u00e9is?
Leed con atenci\u00f3n las palabras de Juan y no pid\u00e1is saber m\u00e1s.
De Dios nadie se mofa y no se le tienta, \u00a1oh hijos! Y vosotros le hab\u00e9is tentado mucho y le tent\u00e1is continuamente. En el interior de vuestras almas, de vuestras mentes, de vuestros cuerpos, en el interior de vuestras casas, en el interior de vuestras instituciones. Por todas partes lo tent\u00e1is y os burl\u00e1is de \u00c9l.
Mis \u00e1ngeles se cubren el rostro para no ver vuestro comercio con Satan\u00e1s y sus precursores. Pero Yo lo veo y digo: \u00a1Basta!
Si Jerusal\u00e9n fue castigada por sus delitos \u00bfno lo ser\u00e1 acaso la segunda Jerusal\u00e9n que despu\u00e9s de 20 siglos de cristianismo alza, sobre altares falaces, nuevos dioses impuestos por amos a\u00fan m\u00e1s signados con el signo de la Bestia de cuanto no lo se\u00e1is vosotros, los de Italia, y cree que enga\u00f1a a Cristo con un fingido presente a su Cruz y a su Iglesia, seguido tan s\u00f3lo de refinada hipocres\u00eda que esconde, bajo la sonrisa y la reverencia, la espada del sicario?
S\u00ed. Llevad a cabo el \u00faltimo delito. Perseguidme en mis Pont\u00edfices y en mis fieles verdaderos. Pero hacedlo abiertamente y hacedlo pronto. Tambi\u00e9n pronto Yo proveer\u00e9.
Hablar as\u00ed es doloroso, y hablar a los que son menos culpables. Pero en los otros no tengo o\u00eddos que me oigan. Caen y caer\u00e1n maldici\u00e9ndome. \u00a1Si al menos, si al menos bajo los azotes del flagelo, en la agon\u00eda que oprime corazones y patria, supieran convertirse y pedir piedad!
Pero no lo har\u00e1n. Y no habr\u00e1 piedad. La piedad plena que quisiera daros. Son demasiado pocos quienes la merecen, respecto de los infinitos que desmerecen hora tras hora cada vez m\u00e1s. Si los buenos fueran un d\u00e9cimo de los malvados, lo que est\u00e1 signado podr\u00eda tener alguna modificaci\u00f3n. En cambio la justicia sigue su curso. Vosotros sois quienes la oblig\u00e1is a seguirlo.
Pero si no habr\u00e1 ya piedad colectiva, habr\u00e1 justicia individual. Quienes se mortifican a s\u00ed mismos por amor a la patria y a los hermanos ser\u00e1n juzgados con inmenso amor. Los otros con rigor. En cuanto a los mayores culpables, hubiera sido mejor para ellos no haber nacido. Ni una gota de sangre arrebatada a las venas de los hombres, ni un gemido, ni un luto, ni una desesperaci\u00f3n arrebatada a un coraz\u00f3n, ni un alma raptada a Dios, quedar\u00e1 sin peso en su juicio.
Perdonar\u00e9 a los humildes que pueden desesperarse ante el horror de los acontecimientos. Pero no perdonar\u00e9 a quienes les han inducido a la desesperaci\u00f3n obedeciendo a los deseos de la Bestia\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abLa esperanza vive donde vive la fe. La desesperaci\u00f3n que hoy conduce a la muerte a tantas almas tiene como presupuesto la falta de una fe verdadera. Efectivamente, quien tiene fe verdadera pide con tal insistencia que obtiene.<\/p>
Pero cuando veis que una oraci\u00f3n no viene escuchada, pensad tambi\u00e9n que est\u00e1 viciada en la petici\u00f3n o viciada en la fe. Si est\u00e1 viciada en la petici\u00f3n, entonces Yo, que lo s\u00e9, no os concedo lo que os dar\u00eda la felicidad de un instante y el dolor para todo el resto de la vida terrena, e incluso podr\u00eda procuraros tambi\u00e9n penas en la otra, por el mal uso que podr\u00edais hacer de mi don. Si est\u00e1 viciada en la fe, entonces Yo no la oigo y no la escucho.
El mundo ya no tiene fe y por eso ya no tiene esperanza. El mundo no cree que Dios es Padre omnipotente. El mundo no cree que Dios es Padre amoroso. \u00a1Si el mundo supiera cu\u00e1n doloroso me es el no poderos ayudar siempre y el no poder haceros siempre felices!
Yo quisiera que mis hijos fueran tan m\u00edos que s\u00f3lo tuvieran pensamientos santos y santas peticiones que hacer al Padre, quien entonces las escuchar\u00eda siempre, siempre, siempre. No las conceder\u00eda siempre, pero las escuchar\u00eda siempre, y cuando no pudiese dar a un hijo lo que un hijo pide, sustituir\u00eda el don no dado por motivos de la inteligencia divina, con otros centenares de consuelos a\u00fan mayores.
T\u00fa sabes algo de esto, t\u00fa que has llegado a la Fe verdadera en tu Dios y Padre. Pero si piensas bien cual sea la causa que est\u00e1 a la base de la muerte de la fe y de la esperanza, ver\u00e1s que \u00e9sta es la falta de caridad.
Dios no es amado. No por los cristianos que lo son s\u00f3lo de nombre, sino por aquellos que parecen ser cristianos fervientes. Lo parecen pero no lo son. Muchas pr\u00e1cticas religiosas, muchas oraciones, pero unas y otras superficiales, hechas y cumplidas m\u00e1s por superstici\u00f3n que por religi\u00f3n. Muchos temen que si no dicen un determinado n\u00famero de oraciones, que si no hacen determinadas funciones, Dios les castigue, m\u00e1s a\u00fan -dejan a Dios aparte- no vayan bien sus asuntos. Ego\u00edsmo tambi\u00e9n en esto.
No han entendido lo que es el amor del Padre hacia los hijos y de los hijos hacia el Padre. Dios existe, creen que exista. Pero tan lejano, abstracto… que es como si no existiera. No s\u00f3lo creen que Dios est\u00e9 lejano, sino que sea hosco y avaro. Creen que Dios sea un sem- brador de castigos.
No. Vuestro Dios est\u00e1 siempre cerca de vosotros. No es \u00c9l quien se aleja, sois vosotros. No es \u00c9l el hosco y avaro, lo sois vosotros. No es \u00c9l quien cierra las puertas de las gracias, sois vosotros. Las cerr\u00e1is con vuestro no tener fe, amor y esperanza en \u00c9l.
Pero venid, pobres hijos, venid a M\u00ed que ardo en el deseo de haceros felices. Venid a M\u00ed que me aflijo al no poderos estrechar contra mi seno y enjugar vuestro llanto. Venid al \u00danico que os d\u00e9 bien, paz y amor verdadero y eterno.
Vivir junto a M\u00ed es alegr\u00eda incluso en el dolor. Morir conmigo cerca es pasar en la alegr\u00eda. Quien se conf\u00eda a M\u00ed no debe temer nada en esta tierra y nada en la eternidad, porque para quien me es verdadero hijo Yo abro un coraz\u00f3n de verdadero Padre lleno de comprensi\u00f3n y de perd\u00f3n\u00bb.<\/p>
23 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando llegue la hora, muchas estrellas ser\u00e1n arrolladas por las espirales de Satan\u00e1s, que para vencer necesita disminuir las luces de las almas.
Esto podr\u00e1 suceder porque, no s\u00f3lo los laicos sino tambi\u00e9n los eclesi\u00e1sticos, han perdido y pierden cada vez m\u00e1s la firmeza de fe, de caridad, de fuerza, de pureza, de desapego de las seducciones del mundo necesarias para permanecer en la \u00f3rbita de la luz de Dios.
\u00bfComprendes quienes son las estrellas de las que hablo? Son aquellos que he definido como sal de la tierra y luz del mundo: mis ministros.
El esmero de la aguda malicia de Satan\u00e1s es apagar, arroll\u00e1ndolas, estas lumbreras que<\/p>
son luces que reflejan mi Luz para las muchedumbres. Si a pesar de tanta luz como todav\u00eda emana la Iglesia sacerdotal, las almas se est\u00e1n hundiendo en las tinieblas cada vez m\u00e1s, se puede intuir c\u00f3mo ser\u00e1 la tiniebla que aplastar\u00e1 a las muchedumbres cuando muchas estrellas se apaguen en mi cielo.
Satan\u00e1s lo sabe y siembra sus semillas para preparar la debilidad del sacerdocio, a fin de poderlo enredar f\u00e1cilmente en pecados, no tanto de sentido cuanto de pensamiento. En el caos mental para \u00e9l ser\u00e1 f\u00e1cil provocar el caos espiritual. En el caos espiritual los d\u00e9biles, ante el aluvi\u00f3n de las persecuciones, cometer\u00e1n pecado de vileza, renegando de la fe.
La Iglesia no morir\u00e1 porque Yo estar\u00e9 con ella. Pero conocer\u00e1 horas de tinieblas y horror semejantes a las de mi Pasi\u00f3n, multiplicados en el tiempo porque as\u00ed debe de ser.
Debe de ser que la Iglesia sufra cuanto sufri\u00f3 su Creador, antes de morir para resucitar en forma eterna. Debe de ser que la Iglesia sufra durante mucho m\u00e1s tiempo porque la Iglesia no es, en sus miembros, perfecta como su Creador, y si Yo sufr\u00ed horas ella debe sufrir semanas y semanas de horas.
Como surgi\u00f3 perseguida y alimentada por poder sobrenatural en los primeros tiempos y en sus mejores hijos, lo mismo ocurrir\u00e1 con ella cuando vengan los \u00faltimos tiempos en los que existir\u00e1, subsistir\u00e1, resistir\u00e1 a la marea sat\u00e1nica y a las batallas del Anticristo con sus mejores hijos. Selecci\u00f3n dolorosa, pero justa.
Es l\u00f3gico que en un mundo en el que tantas luces espirituales se habr\u00e1n muerto se instaure, abiertamente, el reino breve pero tremendo del Anticristo, generado por Satan\u00e1s, as\u00ed como Cristo fue generado por el Padre. Cristo hijo del Padre, generado por el Amor con la Pureza. Anticristo hijo de Satan\u00e1s, generado por el Odio con la triple Impureza.
Como aceitunas entre las ruedas del molino, los hijos de Cristo ser\u00e1n perseguidos, exprimidos, triturados por la Bestia voraz. Pero no engullidos, porque la Sangre no permitir\u00e1 que sean corrompidos en el esp\u00edritu. Como los primeros, los \u00faltimos ser\u00e1n segados como pu\u00f1ados de espigas en la persecuci\u00f3n extrema y la tierra beber\u00e1 su sangre. Pero bienaventurados para siempre por su perseverancia quienes mueren fieles al Se\u00f1or\u00bb
Usted me hab\u00eda dicho que para entender a Juan hab\u00eda que leer sus ep\u00edstolas y el Apocalipsis. He tomado la Biblia y he abierto al azar donde est\u00e1n los escritos del Predilecto. Se me ha abierto en el cap. 12\u00b0. El Maestro me lo explica as\u00ed.
Me doy cuenta de que hace d\u00edas Jes\u00fas dijo una frase parecida al comentario acerca de la maternidad espiritual de Mar\u00eda 61, que se quiere ver simbolizada en la mujer vestida de sol. Pero hoy Jes\u00fas no habla de ello, de Mar\u00eda. Habla de la condici\u00f3n de la Iglesia militante en los \u00faltimos tiempos. Leer\u00e9 atentamente el Apocalipsis esperando en Jes\u00fas, que me sea luz para entenderlo.<\/p>
24 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abYa te he dicho 62 que todo el mal que ahora os oprime es el fruto del abandono de mi Ley por parte de los individuos y de la sociedad. La falta de fe, la falta de caridad, la falta de esperanza, la falta de toda virtud, tienen un \u00fanico origen: la deserci\u00f3n de mi milicia, de la milicia cristiana.
Como de una cepa de ra\u00edces venenosas, han brotado, en lugar de mis virtudes, tendencias, vicios, pasiones peores que humanas: demoniacas. La planta de la vida cristiana ha muerto en casi todos los corazones, en muchos vegeta a duras penas, en pocos est\u00e1 a\u00fan<\/p>
61 En el dictado del 6 de julio
62 Sobre todo en los dictados del 21 y del 22 de julio<\/p>
floreciente, nutrida por el jugo de Vida, adornada con hojas robustas.
No hay que esperar que las cosas cambien, al contrario cada vez ir\u00e1n m\u00e1s a peor porque, como un bosque invadido por plantas par\u00e1sitas y por insectos nocivos se desnuda cada vez m\u00e1s de hojas y frutos y termina muriendo, as\u00ed sucede con la sociedad de ahora, cada vez m\u00e1s quemada, sofocada, corrompida por mil tendencias viciosas y por mil pecados.
Los principales: odio, lujuria, prepotencia, fraude. Las primeras: negaci\u00f3n de Dios, doctrinas contrarias a la m\u00eda, culto exagerado de s\u00ed mismos y otras m\u00e1s.
Mi Palabra no puede descender -semilla y agua de Vida y Vida verdadera- a las almas. Est\u00e1n demasiado ocupadas en otras cosas. La mayor\u00eda de los cristianos ha rechazado a Cristo, porque en el lugar de Cristo ha puesto a s\u00ed misma o al poder, el dinero, la carne. Quien peca menos, tambi\u00e9n peca, porque no tiene misericordia verdadera de su pr\u00f3jimo.
\u00bfQuien es aquel que no maldice, reniega, en el d\u00eda de hoy?
Pero t\u00fa no maldigas, no reniegues, hija que amo. Deja a tu Dios la tarea de castigar. T\u00fa ama y ten misericordia, de todos. Tambi\u00e9n de los primeros culpables.
\u00a1Son unos desgraciados, son unos desgraciados! Han estropeado todo lo bueno que ten\u00edan al acoger el mal de Satan\u00e1s. Han cambiado una eternidad de gloria por una hora de gloria terrena. Han vendido por treinta monedas su alma a Satan\u00e1s. Son los Judas de su alma. Me indignan y me dan pena. S\u00ed, tambi\u00e9n pena, porque Yo soy el Dios de la misericordia y siento piedad de mis hijos extraviados.
Ay\u00fadame a salvarles de la \u00faltima culpa. \u00a1C\u00f3mo quisiera poderles perdonar! T\u00fa, hija que amo, perdona. Que de tu coraz\u00f3n que me posee a M\u00ed y a mi Palabra no salgan m\u00e1s que palabras de paz y de perd\u00f3n. S\u00e9 que es dif\u00edcil para vuestra humanidad. Pero por encima de ella est\u00e1 el esp\u00edritu, y el esp\u00edritu es el reino del Se\u00f1or. Entonces \u00bfc\u00f3mo pod\u00e9is tener al Se\u00f1or en vosotros si vuestro esp\u00edritu no tiene las mismas pasiones que su Rey?
y mis pasiones, como mis palabras, son santas, misericordiosas, buenas. Todas tienen el sello del Amor, del Amor verdadero que nunca es tanto amor como cuando se inmola por los hermanos y les perdona\u00bb .<\/p>
Dice a\u00fan:
\u00abNo me gustan quienes gritan: \u00ab\u00a1A muerte!\u00bb despu\u00e9s de haber gritado: \u00ab\u00a1Hosanna!\u00bb.
Si aquellos a quienes se lanza el grito de condena os hubieran dado ese bot\u00edn y ese bienestar, arrebatado injustamente, que Yo no he podido permitir que os dieran para no llevarles a ellos, y a vosotros, a un perfecto orgullo, les aclamar\u00edais. No pensar\u00edais que otros sufrir\u00edan en vuestro lugar y que, como vosotros, son mis hijos.
Dejadme a M\u00ed el juzgar, el castigar, el premiar. Tratad s\u00f3lo, para vosotros mismos, de merecer mi premio. Y sed coherentes y honestos.
Es incoherencia, deshonestidad, vileza, ensa\u00f1arse con los vencidos, sea cual sea su derrota, por justa que sea como castigo o dolorosa como fruto de circunstancias inmerecidas.
Es incoherencia porque no va al hombre, sino a la acci\u00f3n del hombre, acci\u00f3n -repito- que hubierais aprobado, a\u00fan cuando no fuera buena, si os hubiera dado un beneficio.
Es, por la misma raz\u00f3n, deshonesta: todos, recordadlo bien, ten\u00e9is vuestra parte de culpa en el momento actual. Quien tiene menos que nadie, porque no ha cometido pecado de adoraci\u00f3n de un hombre y no le ha seguido contra la Ley, tiene el de no haber rezado por \u00e9l ma\u00f1ana y noche. Los grandes necesitan las oraciones de los peque\u00f1os para permanecer grandes en el Bien.
Y, en fin, vileza porque ense\u00f1arse con quien ya no tiene poder, sino que al contrario es el m\u00e1s desgraciado de todos, odiado por el mundo, alcanzado por Dios, es la misma culpa que la de quien oprime a un d\u00e9bil.<\/p>
Estas cosas, inconcebibles para la masa, son siempre el jugo de mi Ley. Y el que mi Ley sea seguida superficialmente, y no sustancialmente, lo prueba el hecho del modo en que las masas se revuelven contra quienes no os han dado lo que esperaba vuestro ego\u00edsmo\u00bb. 63<\/p>
25 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abBien, miremos juntos dos milagros del Evangelio. Pero, dado que Yo soy Dios y hablo con inteligencia divina, no te expondr\u00e9 los milagros como se exponen generalmente, sino que te har\u00e9 notar el milagro en el milagro.
Comenzamos por la multiplicaci\u00f3n de los panes y de los peces. Mis sacerdotes predican continuamente el poder de Dios que sacia a las multitudes multiplicando la poca comida. Hermoso y dulce milagro. Pero para un Dios que ha multiplicado los soles en el firmamento
\u00bfqu\u00e9 significa la multiplicaci\u00f3n de algunas migajas de pan? Yo, Cristo, el Verbo del Padre, os ense\u00f1o otro milagro en el milagro. Un milagro que tambi\u00e9n vosotros pod\u00e9is realizar cuando sep\u00e1is alcanzar el poder que se requiere.
\u00bfC\u00f3mo obtengo Yo ese milagro? \u00bfS\u00f3lo con tocar los panes y partirlos con mis manos de Dios? No. Dice el Evangelio: \u00ab… y dio gracias \u00ab. He aqu\u00ed el milagro del milagro. Yo Hijo del Padre, Yo Omnipotente como el Padre, Yo Creador con el Padre, doy gracias. Ruego al Padre, me humillo con un acto de sumisi\u00f3n y de confianza. Yo no me creo dispensado del deber de pedir al Padre Eterno, el cual tiene el deber de socorrer a sus hijos, pero tiene tambi\u00e9n el derecho de ser reconocido como supremo Se\u00f1or del Cielo y de la Tierra.
Yo: Dios como \u00c9l, me acuerdo de este derecho y cumplo este deber y os lo ense\u00f1o. Y con el deber de respeto, el de confianza. El milagro de la multiplicaci\u00f3n del pan se realiza despu\u00e9s de que Yo haya dado gracias al Padre. \u00bfY vosotros?
El otro milagro. La barca de Pedro, azotada por vientos contrarios, se inundaba de agua y se ladeaba. Y mis disc\u00edpulos, con mucho miedo por su vida, se afanaban en enderezar el tim\u00f3n, en atar las velas, en tirar por la borda el agua, el lastre, preparados para arrojar las cestas de los peces y las redes, con tal de aligerar la barca y llegar a la orilla.
Las borrascas en el lago eran frecuentes e imprevistas, y no era para bromear. Muchas veces Yo les hab\u00eda ayudado. Pero aquel d\u00eda Yo no estaba. No estaba materialmente, con ellos. Pero mi amor estaba con ellos porque Yo estoy siempre con quien me ama. Y los dis- c\u00edpulos ten\u00edan miedo. Pero -he aqu\u00ed el milagro- sin ser llamado, no presente, vine para poner paz en las aguas y paz en las almas.
Mi bondad es un milagro continuo, hija, un milagro sobre el que pens\u00e1is demasiado poco. Cuando se os presenta este punto evang\u00e9lico, se os hace notar la potencia de la fe. Pero mi bondad, que se anticipa incluso a vuestras necesidades de disc\u00edpulos y que sale a vuestro encuentro caminando sobre las aguas de la tempestad, \u00bfpor qu\u00e9 no os la hacen ver?
Mi Bondad es mayor que el Universo, que la Necesidad y que el Dolor; es m\u00e1s vigilante que toda inteligencia humana. Mi Bondad tiene ra\u00edces en el amor paterno de Dios. \u00bfPor qu\u00e9 no ven\u00eds a ella, no la cre\u00e9is ciegamente, no tom\u00e1is de su infinitud?
Yo estoy con vosotros hasta el final de los siglos. Soy el Esp\u00edritu de Dios hecho carne. Conozco las necesidades de la carne, conozco las necesidades del esp\u00edritu y tengo la potencia de Dios para ayudar a vuestras necesidades, como tengo el amor que me induce a<\/p>
63 Sobre una copia mecanogr\u00e1fica, el texto prosigue con el siguiente trozo entre par\u00e9ntesis, al final del cual la escritora precisa, anot\u00e1ndolo a l\u00e1piz, que se trata de Nota de P. Migliorini: \u00abEl dictado precedente era de dif\u00edcil aplicaci\u00f3n en el d\u00eda en que fue dado, 24 de julio de 1943. El 26 fue propagada la noticia de que Mussolini hab\u00eda presentado su dimisi\u00f3n en manos del Rey, y cuanto sucedi\u00f3 o trat\u00f3 de suceder en este mismo d\u00eda de desaprobaci\u00f3n hacia el hombre ca\u00eddo justifica ampliamente las recomendaciones del Se\u00f1or, y no s\u00f3lo esto, sino que hace cre\u00edble que haya sido precisamente \u00c9l quien ha dictado cuanto ha sido escrito\u00bb.<\/p>
ayudarlas. Porque soy Uno con el Padre y con el Esp\u00edritu, con el Padre de quien procedo y con el Esp\u00edritu por quien tom\u00e9 carne, del Padre tengo el Poder y del Esp\u00edritu la Caridad\u00bb.<\/p>
Esta ma\u00f1ana me he quedado boquiabierta. Hab\u00eda terminado de escribir lo de arriba mientras que Marta estaba en Misa y mam\u00e1 dorm\u00eda. Extra\u00f1o, precioso momento de silencio, por tanto. \u00a1Una fiesta!
Vuelve Marta y me dice, hablando del poco pan que ten\u00eda: \u00ab\u00a1Ya! Tendr\u00eda que suceder lo que dice el Evangelio de hoy\u00bb.
Y yo: \u00ab\u00bfPor qu\u00e9? \u00bfQu\u00e9 dice?\u00bb
Y Marta: \u00ab\u00a1Eh! dice sobre la multiplicaci\u00f3n de los panes y de los peces\u00bb.
Me he quedado como un pez, con los ojos y la boca desencajados. \u00a1Jes\u00fas me hab\u00eda explicado el Evangelio de este domingo! Le aseguro que no pensaba ni por lo m\u00e1s remoto que hoy tocara este texto evang\u00e9lico.<\/p>
26 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abYo soy la Voz del Padre movida por el Amor. Como un r\u00edo inundo el mundo y vengo a buscaros uno a uno para impregnaros de M\u00ed. Como incansable pastor Yo corro tras mis ovejas llam\u00e1ndolas con voz de amor, y cuando logro reunir a muchas me olvido de toda la fatiga en la alegr\u00eda de teneros a mi alrededor. Uso todas las artes del amor para atraeros a mi amor que salva. Ni, lo repito 64 me pesar\u00eda volver a padecer la Pasi\u00f3n, y hasta m\u00e1s exacerbada en el suplicio, si ello sirviera para reuniros a todos en mi redil.
Pero fuera del mismo silba la seducci\u00f3n y muchos de mis hijos salen para seguirla.
\u00a1Demasiados! Nunca acabar\u00e9 de decir que esto es mi dolor. Cuando llegan estas horas, en las que hasta los mejores manchan su ser mejores con levadura de odio, Yo sufro tanto. Por- que quisiera que estuvierais penetrados de M\u00ed hasta el punto de no plegaros a la perversidad del odio hacia quien sea. El odio es vuestra ruina y hac\u00e9is de \u00e9l vuestra doctrina, pobres hijos que ya no conoc\u00e9is las dulces hierbas del perd\u00f3n.
Mucho le ser\u00e1 perdonado a quien mucho ama y perdona. Mucho, todo incluso, si vuestro perd\u00f3n es absoluto.
.\u00bfNo os parece que necesit\u00e1is el perd\u00f3n de Dios? S\u00ed. En verdad os digo que todos ten\u00e9is necesidad de ser perdonados setenta veces siete, y que vuestro Dios est\u00e1 con el perd\u00f3n para vosotros en sus manos divinas en espera de que lo merezc\u00e1is con vuestra misericordia, porque Dios quiere vuestro bien. Os lo digo Yo que soy la Voz del Padre y hablo en su nombre. Yo os lo digo que soy Aqu\u00e9l a quien todo juicio es deferido por el Padre.
Est\u00e1 dicho: \u00abHay m\u00e1s fiesta en el cielo por un pecador que se convierte, que por diez justos que permanecen en el Se\u00f1or\u00bb. Pero Yo os digo que triple, que d\u00e9cupla fiesta se har\u00e1 en el cielo por un hijo m\u00edo que sabe perdonar como Yo supe, y que ese perd\u00f3n trae a la tierra la bendici\u00f3n de Dios. Y s\u00f3lo Yo s\u00e9 cuanta bendici\u00f3n necesit\u00e1is para alejar los castigos inminentes\u00bb.<\/p>
27 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMuchos, para extraer una instrucci\u00f3n, necesitan mil libros de meditaci\u00f3n. Pero no. Basta<\/p>
64 En el dictado del 23 de abril<\/p>
mi Evangelio y la vida que viv\u00eds y que os vive alrededor.
Mira, Mar\u00eda, la ense\u00f1anza de estos d\u00edas 65. \u00bfQu\u00e9 ves? Una gran demostraci\u00f3n de debilidad humana. Con la misma facilidad con que se agitaban en profesiones de fe enga\u00f1osa, as\u00ed ahora reniegan todo lo asegurado anteriormente.
Pero el verdadero cristiano no debe hacer as\u00ed cuando es necesario testimoniar su fe. \u00bfHas visto como hizo tu Mes\u00edas ante Caif\u00e1s? Sab\u00eda que confesar que era el Mes\u00edas, Hijo de Dios, habr\u00eda provocado la condena, la m\u00e1s feroz de las condenas. Pero no he vacilado. Yo, que ante los acusadores he observado la regla del silencio, aqu\u00ed supe hablar alto y claro, porque callar hubiera sido sacr\u00edlega renegaci\u00f3n.
Cuando est\u00e1n en juego las cosas del cielo no se debe vacilar sobre la manera de actuar, porque el fruto que viene de nuestra palabra es eterno. El hombre, ser de carne y sangre, no sabr\u00eda ser valiente ante ciertas confesiones heroicas. Y es por esto por lo que el hombre reniega con facilidad. Pero la criatura que vive en el esp\u00edritu posee el coraje del esp\u00edritu, porque Yo estoy con quien combate contra el mundo y contra la propia debilidad.
Y conmigo est\u00e1 Mar\u00eda, la Madre de todos, la Ayuda de todos. Ella es quien ha sonre\u00eddo a los m\u00e1rtires para animarles al Cielo. Ella es quien ha sonre\u00eddo a los v\u00edrgenes para ayudarles en la vocaci\u00f3n ang\u00e9lica. Ella es quien ha sonre\u00eddo a los culpables para atraerles al arrepentimiento. Es Aqu\u00e9lla de quien siempre tiene necesidad el hombre, y especialmente en los horas de mayor angustia.
Sobre el seno de la Madre os afianz\u00e1is y me encontr\u00e1is a M\u00ed y mi Perd\u00f3n, y con el Perd\u00f3n la fuerza. Porque si est\u00e1is en M\u00ed, goz\u00e1is de los dones de Cristo y no conoc\u00e9is el perecer\u00bb.<\/p>
28 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abNo hace mucho tiempo que te he dicho 66 que me ayudes a salvarles, a los culpables del \u00faltimo pecado. Pero t\u00fa no has entendido lo que quer\u00eda decir. Has orado.
Esto me basta porque, en verdad, s\u00f3lo para M\u00ed es necesario entenderlo todo. Pero para vosotros, hijos m\u00edos, no es necesaria la revelaci\u00f3n absoluta. Todo lo que os digo es un don al que no ten\u00e9is derecho, un don espont\u00e1neo del Padre a sus m\u00e1s amados, porque mi Coraz\u00f3n ama haceros mis confidencias, tomaros de la mano e introduciros en el secreto del Rey. Pero no deb\u00e9is pretenderlo. Es tan hermoso ser confidentes de un Dios, pero tambi\u00e9n es tan hermoso y santo ser hijitos, total y ciegamente abandonados en el Padre que act\u00faa por su cuenta y los hijos se dejan conducir sin querer saber a donde les conduce el Padre.
Estad seguros, \u00a1oh hijos!, de que Yo os gu\u00edo por los caminos del Bien. Vuestro Padre s\u00f3lo quiere vuestro bien.
Para la alegr\u00eda de mi Coraz\u00f3n se necesita tanto de los confidentes como de los confiados, y es suma perfecci\u00f3n ser, adem\u00e1s, \u00abconfidentes confiados\u00bb. Entonces sois disc\u00edpulos, capaces ya de actuar en nombre del Maestro, y ni\u00f1os que se dejan conducir por el Padre. Sois, entonces, mi consuelo y mi alegr\u00eda.
\u00a1Es tan dif\u00edcil para M\u00ed encontrar almas de disc\u00edpulos en un mundo como el vuestro! \u00a1Y a\u00fan m\u00e1s dif\u00edcil es encontrar, incluso entre los ni\u00f1os, almas de ni\u00f1os! Tanto os ha corrompido el aliento de la Bestia que ha matado la sencillez, la confianza, la inocencia, en la que Yo descansaba, incluso en las almas de los ni\u00f1os.
Ayer no te dije nada, Mar\u00eda, y t\u00fa estabas perdida como quien ha perdido el camino. Pero Yo no soy s\u00f3lo tu Maestro, soy tu M\u00e9dico y curo no s\u00f3lo el esp\u00edritu sino tambi\u00e9n tu carne.<\/p>
65 Ya en el dictado del 24 de julio
66 Ya en el dictado del 24 de julio<\/p>
Ayer vi que estabas demasiado cansada y call\u00e9, reservando para hoy muchas palabras para ti. No quiero que mi peque\u00f1o portavoz se rompa por un esfuerzo superior a sus fuerzas. Hoy hablo por ayer y por hoy.
T\u00fa has orado, ofrendado y sufrido seg\u00fan mi deseo de impedir que se cumpliera la \u00faltima culpa. Y lo has logrado, aunque t\u00fa pensaras una cosa y en realidad \u00abla \u00faltima culpa\u00bb fuera otra. Hab\u00eda inspirado en las mejores almas muchos deseos de orar y sufrir por esta finalidad, porque se necesitaba mucho, mucho, mucho esfuerzo para vencer el peligro. Y todav\u00eda se necesita mucho, mucho, mucho esfuerzo para llevar esto a fin sin degeneraciones peores que el primer mal.
Ayer, el \u00fanico signo de que estaba contigo para serte Luz y Voz, fue guiarte la mano al abrir el Libro por las p\u00e1ginas que, a distancia de siglos, hablan de ahora. Las leeremos juntos y Yo te las comentar\u00e9. Pero, desde ayer, has entendido que en ellas estaba \u00abel hoy\u00bb.
Un gran mal ha sido impedido, Mar\u00eda, un gran mal. He tenido piedad por vosotros, pueblo que ten\u00e9is por coraz\u00f3n a Roma cristiana. Pero, ahora m\u00e1s que nunca, hay que rezar y sufrir mucho, Mar\u00eda, y hacer rezar, y sufrir, si fuera posible -pero es m\u00e1s dif\u00edcil porque son muy pocos los h\u00e9roes del sufrimiento- para que el \u00bbgran mal\u00bb vencido no germine, como planta maligna, en mil peque\u00f1os males que acabar\u00edan formando un bosque maldito en el que todos perecer\u00edais con horror inimaginable.
He tenido piedad de vosotros. Pero \u00a1ay de vosotros si, a esta piedad arrancada a la Justicia, por instancia de mis oraciones, de mi Madre, de los Protectores y de las v\u00edctimas, vosotros, oh pueblo m\u00edo, respondierais con acciones que os hicieran desmerecer mi gracia!
\u00a1Ay si a la \u00fanica gran \u00abauto idolatr\u00eda\u00bb sucediese la peque\u00f1a y numerosa \u00abauto idolatr\u00eda\u00bb!
Uno s\u00f3lo es Dios, y soy Yo, y no existe otro Dios fuera de M\u00ed. Esto hay que recordarlo. Dios es paciente, pero no es, en su infinita paciencia, culpable hacia S\u00ed mismo. Y ser\u00eda culpable si llevara su paciencia, hasta no intervenir y decir: \u00abBasta\u00bb, hasta una indiferencia por el respeto de S\u00ed mismo.
Por un \u00eddolo ca\u00eddo no alc\u00e9is tantos peque\u00f1os \u00eddolos, todos adornados con los mismos signos sat\u00e1nicos de lujuria, soberbia, fraude, prepotencia y parecidos.
Si sois buenos os salvar\u00e9 hasta el fondo. Os lo prometo, y es promesa de un Dios. ‘Y, en mi Inteligencia a la que nada est\u00e1 oculto -ni siquiera el delito m\u00e1s secreto, ni el movimiento humano m\u00e1s insignificante- no pretendo que todo un pueblo sea perfecto. S\u00e9 que si debiera premiaros cuando todos hubierais alcanzado la Bondad no os premiar\u00eda nunca, pero entiendo que aunque sea inevitable que alguno peque, la masa debe ser tal como para imponer a los Jefes una conducta digna de mi premio. Porque, recordadlo siempre, los Jefes cometen los Pecados, pero es la masa la que, con sus pecados menores, lleva a los Jefes al gran Pecar.
Y por ahora basta, alma m\u00eda. M\u00e1s tarde releeremos juntos Isa\u00edas y, como en la sinagoga y en el Templo, Yo te lo comentar\u00e9\u00bb.<\/p>
29 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl Libro hay que saberlo leer no con los ojos sino con el esp\u00edritu. Entonces la Ciencia sobrenatural que lo ha inspirado se ilumina de luz de Verdad. Pero para obtener esto hay que tener un esp\u00edritu unido a mi Esp\u00edritu. Entonces es mi Esp\u00edritu quien os conduce.
Ahora mira: en las p\u00e1ginas de Isa\u00edas tomamos, como teselas de un mosaico, las palabras<\/p>
de los cap\u00edtulos le\u00eddos juntos 67 y los alineamos con visi\u00f3n sobrenatural. Te resultar\u00e1n m\u00e1s claras. Comienza por aquellas que te he indicado para los culpables.
Aun teniendo compasi\u00f3n del imp\u00edo, \u00e9ste no aprender\u00e1 la justicia; cometer\u00e1 cosas inicuas en la tierra de los santos y no ver\u00e1 la gloria del Se\u00f1or.
Por tanto o\u00edd la palabra del Se\u00f1or, \u00a1oh escarnecedores!, jefes de mi pueblo que est\u00e1 en Jerusal\u00e9n. Vosotros hab\u00e9is dicho: ‘Hemos hecho alianza con la muerte, y con el infierno hemos hecho contrato: cuando pasen los flagelos no nos alcanzar\u00e1n, porque hemos puesto nuestra esperanza en la mentira y estamos protegidos por ella’.
‘Vuestra alianza con la muerte ser\u00e1 destruida, no se mantendr\u00e1 vuestro pacto con el infierno; cuando pase tempestuoso el flagelo, os arrollar\u00e1. Y s\u00f3lo los da\u00f1os os har\u00e1n entender la lecci\u00f3n’.
Ahora no os burl\u00e9is, no sea que se aprieten vuestras ligaduras.
\u00a1Ay de vosotros que os agazap\u00e1is en vuestro coraz\u00f3n para ocultar vuestros planes al Se\u00f1or! Ejecutan sus obras en las tinieblas y dicen: ‘\u00bfQui\u00e9n nos ve? \u00bfQui\u00e9n nos reconoce?’. Este pensamiento vuestro es perverso.
\u00a1Ay de vosotros! hijos desertores que forj\u00e1is proyectos, pero sin M\u00ed, y urd\u00eds una trama que no es seg\u00fan mi esp\u00edritu y amonton\u00e1is pecado sobre pecado.
Por esto, he aqu\u00ed lo que dice el Santo de Israel: ‘Por cuanto hab\u00e9is rechazado vosotros esta palabra, y por cuanto hab\u00e9is fiado en lo torcido y perverso y os hab\u00e9is apoyado en ello, por eso ser\u00e1 para vosotros esta culpa como brecha ruinosa, imperceptible, en una alta muralla, que de repente, cuando nadie se lo espera, se quiebra y se hace a\u00f1icos’.
\u00a1Ay, los que bajan a Egipto por ayuda! En la caballer\u00eda se apoyan y f\u00edan en los carros porque abundan y en los jinetes porque son muchos, pero no han puesto su confianza en el Santo. No han buscado al Se\u00f1or.
Egipto es humano, no Dios, y sus caballos, carne, y no esp\u00edritu; el Se\u00f1or extender\u00e1 su mano, tropezar\u00e1 el que ayuda y caer\u00e1 el ayudado y todos a una perecer\u00e1n.
\u00a1Ay de ti, saqueador! \u00bfNo ser\u00e1s tambi\u00e9n t\u00fa saqueado? \u00a1Ay de ti, escarnecedor! \u00bfNo ser\u00e1s tambi\u00e9n t\u00fa escarnecido? Terminando t\u00fa de saquear, ser\u00e1s saqueado; cuando, cansado, acabes de escarnecer, ser\u00e1s escarnecido\u00bb.
Antes de hablar de los asuntos y de las promesas de Dios, comentemos este pasaje.
El coraz\u00f3n del hombre, que el profeta llama imp\u00edo, es una mezcla de soberbia, prepotencia, rebeli\u00f3n. La triple lujuria est\u00e1 ah\u00ed, trono sobre el que se sienta el Maligno para colmar de pensamientos demon\u00edacos el coraz\u00f3n que ha repudiado a Dios y a su Justicia. De este coraz\u00f3n s\u00f3lo puede salir iniquidad, porque su reyes el Esp\u00edritu del Mal, que concede ef\u00edmeros triunfos expiados despu\u00e9s con derrotas eternas. El imp\u00edo que reina bajo el signo de la Bestia, pasa como un torrente de dolor y de corrupci\u00f3n por la tierra de los santos -y Roma es tierra de santos- arrastrando al mal a otros imp\u00edos menores y atormentando a los hijos del Se\u00f1or.
Es justo que el Se\u00f1or vele su gloria ante el imp\u00edo, en \u00e9sta y en la otra morada. Dos veces el imp\u00edo ver\u00e1 mi gloria, y querr\u00e1 no verla porque para \u00e9l ser\u00e1 terrible: en su muerte y en el \u00faltimo d\u00eda. Entonces Yo le preguntar\u00e9: \u00ab\u00bfQu\u00e9 has hecho con mi pueblo? \u00bfQu\u00e9 con mis dones?\u00bb. Y ser\u00e1 la pregunta que lo lanzar\u00e1, como una saeta desde el arco, al fondo del que no se sale.
Mi segunda Jerusal\u00e9n terrena es Roma. Tierra predilecta en la que he querido poner mi Iglesia y que, por ser centro del mundo, deber\u00eda de ser tratada como una resplandeciente reliquia por quien es cabeza. Y, en cambio, \u00bfcomo se han portado los nuevos escarnecedo-<\/p>
67 En este punto la escritora deja un breve espacio, en el cual despu\u00e9s escribe a l\u00e1piz: cap. 26-33.<\/p>
res de Dios? Ali\u00e1ndose con el delito que produce la muerte, desposando el alma con Satan\u00e1s y creyendo, con tal sacr\u00edlega prostituci\u00f3n, salvarse de los flagelos a los que somet\u00edan a los dem\u00e1s.
No. La mentira no salva. Os lo dice el Padre de Verdad. El se\u00f1or de la mentira os engatusa con ella y llegado el momento la vuelve contra vosotros para haceros perecer. Yo soy quien salva y nadie fuera de M\u00ed.
Ser\u00e9is despojados de vuestra enga\u00f1osa armadura precisamente en el momento en que mi castigo os alcance, porque Satan\u00e1s act\u00faa as\u00ed. No puede actuar de otro modo porque s\u00f3lo puede daros frutos ef\u00edmeros. Yo soy el \u00fanico que da la protecci\u00f3n que no conoce fin y cuando aparezco, para salvar o para condenar, Satan\u00e1s huye dej\u00e1ndoos Solos, \u00a1oh necios hijos del pecado!
Entender\u00e9is qui\u00e9n es Dios y qui\u00e9n es Lucifer s\u00f3lo en las estrecheces de la tortura.
\u00a1Terrible lecci\u00f3n! Y cuanto m\u00e1s pec\u00e1is m\u00e1s feroz ser\u00e1 la opresi\u00f3n porque tambi\u00e9n hay un l\u00edmite para mi Bondad, ilimitada pero inteligente. Record\u00e1oslo.
Nada de cuanto el hombre trama en la sombra, incluso en la secreta del coraz\u00f3n, est\u00e1 oculto para el Se\u00f1or. Y si vuestros pobres hermanos s\u00f3lo ven lo externo y pueden ser enga\u00f1ados por vuestra hipocres\u00eda, Yo lo veo todo y act\u00fao como merecen vuestras acciones, y como el muro minado por la peque\u00f1a brecha, as\u00ed vuestro edificio, fundado sobre la culpa, se derrumbar\u00e1 cuando nadie -ni vosotros que os consider\u00e1is seguros de la alianza con el Padre de la Mentira, ni el pueblo que os teme crey\u00e9ndoos invencibles- se lo imagina.
\u00a1Ay, ay, ay de vosotros que induc\u00eds a mi pueblo a creer que Yo protejo vuestro mal hacer!
\u00a1Ay de vosotros que induc\u00eds a mis hijos a la desconfianza en mi Justicia! Responder\u00e9is tambi\u00e9n de esto porque el esc\u00e1ndalo recae sobre quien lo crea. \u00bfY qu\u00e9 mayor esc\u00e1ndalo hay que el inducir a los peque\u00f1os a creer que Dios protege injustamente a los grandes que pecan?
\u00a1Cuantas almas me hab\u00e9is arrancado, obradores de iniquidad! Pero \u00e9stas a\u00fan ser\u00e1n hijas de mi Misericordia. No as\u00ed vosotros, a quienes hab\u00eda dado todo para atraeros a M\u00ed y convertiros en instrumentos de Bien y que os hab\u00e9is olvidado de todo y me hab\u00e9is puesto despu\u00e9s de Satan\u00e1s.
\u00a1Ay de vosotros! que forj\u00e1is alianzas de las que s\u00f3lo puede venir mal para mi pueblo: mal para la carne y mal para el esp\u00edritu, sab\u00e9is que es mal y de todas formas lo hac\u00e9is, usando mal del poder, con tal de que triunfe vuestra persona en la tierra. \u00bfY qu\u00e9 es vuestra persona? Un pu\u00f1ado de arcilla que conserva una forma mientras que la Misericordia la mantiene h\u00fameda con divino roc\u00edo y, una vez que se seca, se pulveriza como arcilla tamizada y se desparrama.
Vuestras alianzas, verdadera uni\u00f3n de los precursores del Anticristo, no tienen base y no tienen fuerza de victoria. Se desmigajar\u00e1n como vosotros mismos y de ellas s\u00f3lo quedar\u00e1 el recuerdo de horror en las carnes, en las casas, en las almas de mis pobres hijos.
Ante el fragor de la voz de Dios \u00bfqu\u00e9 son los numerosos caballos y los vigorosos caballeros? Cascarillas que el viento dispersa en todas las direcciones. Yo soy quien da la fuerza a los ej\u00e9rcitos. Pero es necesario que los ej\u00e9rcitos est\u00e9n movidos por justa raz\u00f3n y no por ferocidad y soberbia.
Toda culpa ser\u00e1 castigada, y castigada ser\u00e1 por Dios toda burla porque Dios, dice el Se\u00f1or, nunca ser\u00e1 burlado y no es l\u00edcito oprimir a los menores.
Pero, observa una cosa, Mar\u00eda. Tambi\u00e9n por parte de los menores se requiere respeto a la Ley, por eso tened con vosotros, siempre, a vuestro Dios\u00bb.<\/p>
30 de julio<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abVemos hoy cuanto se refiere a los menores. Yo digo, por boca de Isa\u00edas, haciendo hablar o hablando a los humildes:
\u00abSin Ti, Se\u00f1or, Dios nuestro, nos han esclavizado otros se\u00f1ores, haz que s\u00f3lo por Ti recordemos tu Nombre. Quien muere vuelve a vivir; los gigantes no resurgen: por eso T\u00fa los has atribulado, los has exterminado y has borrado todo recuerdo de ellos.
Vete, pueblo m\u00edo, entra en tus c\u00e1maras, y cierra tus puertas tras de ti, esc\u00f3ndete un instante, hasta que pase la ira. Porque he ah\u00ed al Se\u00f1or que sale de su morada a castigar la iniquidad de quien est\u00e1 contra \u00c9l sobre la tierra.
Aquel d\u00eda castigar\u00e1 el Se\u00f1or con su espada dura, grande y fuerte, a Leviat\u00e1n, serpiente huidiza, a Leviat\u00e1n, serpiente tortuosa.
Con palabras extra\u00f1as, con lengua extranjera, hablar\u00e1 el Se\u00f1or a este pueblo a quien he dicho: ‘Aqu\u00ed est\u00e1 mi descanso, dejad reposar al fatigado, esto es mi refrigerio’. Pero ellos no han querido escucharme.
Y el Se\u00f1or ha dicho: ‘Porque este pueblo se me acerca con la boca y me honra con los labios, pero su coraz\u00f3n est\u00e1 lejos de M\u00ed, y me rinden culto con preceptos y ense\u00f1anzas de hombres. Por eso he aqu\u00ed que Yo sigo haciendo maravillas con ese pueblo, haciendo por- tentosas maravillas; perecer\u00e1 la sabidur\u00eda de los sabios’.
Porque el opresor ha desaparecido, el escarnecedor es aniquilado y son exterminados los que tramaban el mal. Que hac\u00edan pecar a los hombres con las palabras, que tend\u00edan enga\u00f1os a quien les reprend\u00eda y se alejaban del justo sin raz\u00f3n. Por esto el Se\u00f1or dice: ‘No se avergonzar\u00e1 .en adelante Jacob, ni en adelante su rostro palidecer\u00e1, porque en viendo sus hijos, las obras de mis manos en medio de \u00e9l glorificar\u00e1 mi Nombre. Los descarriados con el esp\u00edritu alcanzar\u00e1n la ciencia y los murmuradores aprender\u00e1n la ley’.
Porque aquel d\u00eda repudiar\u00e1 cada uno los \u00eddolos de oro y de plata que hicieron vuestras manos para pecar y Asur caer\u00e1 por espada no de hombre, y por espada no humana ser\u00e1 devorado y se dar\u00e1 a la fuga no ante la espada y su juventud pagar\u00e1 el tributo\u00bb. .
La primera causa del mal: haberse quedado sin Dios. No hab\u00e9is querido tener a Dios por Due\u00f1o, y due\u00f1o benigno, y as\u00ed hab\u00e9is tenido due\u00f1os que han humillado vuestra libertad de hombres hasta la mortificaci\u00f3n de los esclavos. Como esclavos os han prestado, vendido, quitado de nuevo, como esclavos enviados a la muerte, riendo y engordando sobre vuestro dolor.
El mundo muere por no tener ya a Dios por Due\u00f1o; vosotros, en particular, mor\u00eds por no haber querido a Dios por paterno Due\u00f1o. \u00a1Quisiera Dios que ahora os dirigierais a \u00c9l!
En su Nombre est\u00e1 la salvaci\u00f3n. La vida es Vida en su Nombre y la muerte es resurrecci\u00f3n. Quien vive en el Se\u00f1or no morir\u00e1 para siempre. Son los gigantes, o sea quienes. alzan su potencia de carne y sangre, soberbia contra el Cielo, quienes atraen el rayo divino sobre la tierra y caen para no volver a resurgir. Lo han tenido todo en la tierra, porque para ellos viv\u00eda s\u00f3lo la ley de la carne y de la sangre. Por tanto para ellos ha terminado el reino eterno y luminoso del esp\u00edritu. Acabado desde esta tierra donde, con su propia mano, lo han matado, y acabado all\u00ed donde no existe l\u00edmite de tiempo, donde no entran almas muertas.
Cuando en el Cielo da la hora de la indignaci\u00f3n y la Justicia desciende para azotar, tened por norma Caridad y Prudencia. Retiraos, en vez de alborotar como pollastros que ven el milano, retiraos en vez de murmurar, que juzgar s\u00f3lo le corresponde a Dios, y orad al Se\u00f1or. Caridad y Prudencia para lograr que el Mal sea vencido por el Bien y la Paz triunfe en los Estados, en las instituciones, en los corazones.<\/p>
Dios, para castigar, no necesita vuestros consejos. Sabe cuando y c\u00f3mo debe de usar la espada para matar al perenne resurgido, el Monstruo que os seduce, contrapuesto al Resurgido divino que os ha salvado y os salva con su Sangre, y al cual, con demasiada frecuencia, no saben escuchar ni los grandes ni los peque\u00f1os del mundo, sordos ante mis desconsoladas peticiones de dar asilo al cansado de Amor, a vuestro Jes\u00fas que sufre de un amor perfecto siempre rechazado.
\u00a1Oh! \u00a1si vinierais a M\u00ed con vuestro coraz\u00f3n, hijos amados con tanta ternura por vuestro Dios, Padre y Hermano! \u00a1Lo arrancar\u00edais todo de mi Amor si vinierais a M\u00ed con vuestro amor! Todo, porque para M\u00ed es dolor sumo el no poderos cubrir de dones en \u00e9sta y en la otra vida. Incluso el culto que me dais ha perdido mucho de mi signo y ha asumido formas humanas m\u00e1s acordes con vuestro pesado, de pesadez humana, modo de actuar.
Volved a la Fuente, hijos, a la Fuente de la que brota Vida. Su secular darse no la envejecen, porque el Tiempo es un instante frente a mi Eternidad. Lavad en la Fuente vuestra alma, sumergid vuestro esp\u00edritu, para que vean. Vean a Dios y los prodigios que rea- lizo para provocar vuestra admiraci\u00f3n de modo tal que vuestra mente se despoje de la ciencia de los sabios, ciencia falaz, y aprenda la Ciencia de M\u00ed que soy la Sabidur\u00eda de Dios.
No obstante lo veis, \u00a1oh hijos queridos!, lo que vuestro Dios sabe hacer por vosotros. He visto la aflicci\u00f3n de mi pueblo elegido, la que conoc\u00e9is porque ya est\u00e1 sobre vosotros, y la que habr\u00edais conocido, ya preparada en la sombra, y he provisto.
\u00a1Pero ay tambi\u00e9n de vosotros si la lecci\u00f3n no sirviera! \u00bfC\u00f3mo podr\u00eda continuar a acudir, proveer, perdonar? \u00bfY si tambi\u00e9n vosotros os hicierais opresores? \u00bfY si tambi\u00e9n vosotros os convirtierais en escarnecedores? 68 \u00bfY si tambi\u00e9n vosotros os alejaseis del Justo que os aconseja para vuestro bien y tramarais vuestros enga\u00f1os contra \u00e9l? \u00c9l es portador de mi Palabra, \u00e9l y sus ministros. Y en mi Palabra est\u00e1 la verdadera Ciencia y la verdadera Ley que dan el Bien.
Haced que se ti\u00f1a de alegr\u00eda la Faz de vuestro Jes\u00fas y de sus disc\u00edpulos verdaderos. Y esa Faz yesos rostros se te\u00f1ir\u00e1n as\u00ed cuando os vean triunfar sobre todas las idolatr\u00edas del sentido, del dinero, del orgullo, que os han atormentado siempre.
Quienes sean los \u201cAsur\u00bb lo entiendes por ti misma. Pero a todos digo: no merezc\u00e1is como ellos la espada que no es humana. No. Sed buenos. Vuestro Dios no quiere mostraros la espada que castiga, sino que quiere abriros los brazos que s\u00f3lo saben amar y bendecir y deciros: \u00abVenid, hijos, a descansar en la Paz de vuestro Padre\u00bb\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abY ahora, despu\u00e9s de las teselas negras y viol\u00e1ceas, las teselas de oro del mosaico de Isa\u00edas.
\u00abDice el Se\u00f1or: ‘He aqu\u00ed, que Yo pongo por fundamento en Si\u00f3n una piedra, una piedra elegida, angular, preciosa, fundamental; quien cree no tenga prisa’.
‘El que anda en justicia y dice la verdad, el que reh\u00fasa ganancias fraudulentas, el que se sacude la palma de la mano para no aceptar soborno, el que se tapa las orejas para no o\u00edr hablar de sangre y cierra sus ojos para no ver el mal, ese morar\u00e1 en las alturas, subir\u00e1 a refugiarse en la fortaleza de las pe\u00f1as’.
Contempla a Si\u00f3n, tus ojos ver\u00e1n a Jerusal\u00e9n, morada de la abundancia, tienda sin trashumancia: sus clavijas no ser\u00e1n removidas nunca y ninguna de sus cuerdas se romper\u00e1.
‘Porque se ha emborrachado en los cielos mi espada; ya desciende sobre el pueblo de mi anatema para hacer justicia’… All\u00ed se encontrar\u00e1n (en su tierra devastada) los demonios, etc.<\/p>
68 En una copia mecanogr\u00e1fica, la escritora anota al pie de la p\u00e1gina: El S. Padre habla un mes despu\u00e9s<\/p>
etc.
Buscad con diligencia en el libro del Se\u00f1or y leed: no faltar\u00e1 ninguna de estas cosas, y una no es sin la otra; porque lo que sale de mi boca \u00c9l lo ha ordenado y su mismo esp\u00edritu las junta\u00bb.
La piedra elegida, angular y preciosa, con base segura sobre la que surge la Si\u00f3n eterna, es mi Iglesia y la Moral que viene de mi Ley, de la que la Iglesia es c\u00e1tedra. Es vano tratar de sustituirla por otra ley. Ninguna es segura y justa como \u00e9sta, porque \u00e9sta est\u00e1 dictada por la mente divina.
Pero tambi\u00e9n en los corazones Yo pongo una piedra angular sobre la que se debe basar vuestra espiritual e individual Si\u00f3n y desde la cual vuestro esp\u00edritu debe lanzarse a la ascensi\u00f3n que lo trae hasta M\u00ed, en el reino sobrenatural para el que os he creado y que no est\u00e1 cerrado para vosotros, hasta el momento de la muerte, sino que tiene siempre abiertas para vosotros sus puertas de luz.
Bienaventurados los que saben vivir en el esp\u00edritu. Su vida terrena es anticipada beatitud de amor conmigo. \u00c9stos son quienes proceden en Justicia y en Verdad, los que no buscan la riqueza mal adquirida con el fraude y la usura, con el enga\u00f1o y la calumnia, son aquellos que no tienen sed de venganza y hambre de vicio, limpios de pensamiento, de coraz\u00f3n y de manos.
Para \u00e9sos est\u00e1n reservadas las moradas del Reino de mi Padre y la gracia del Se\u00f1or les ci\u00f1e como una fortaleza de rocas, ya desde esta vida. Son los \u00abseguros\u00bb. S\u00f3lo su voluntad, si se pervirtiera, puede quebrar esta seguridad que tiene por piedras angulares la Voluntad de Dios y su voluntad, la Palabra de Dios y su obediencia a la Ley.
La Jerusal\u00e9n de la que habla Isa\u00edas es aqu\u00ed abajo mi Iglesia, antec\u00e1mara de la Jerusal\u00e9n celestial. En ella hay abundancia no de riquezas humanas, sino de tesoros divinos de Perd\u00f3n y de Ciencia, como en la Jerusal\u00e9n celestial est\u00e1n los tesoros divinos de las biena- venturanzas.
Ninguna fuerza humana podr\u00e1, como cicl\u00f3n, devastar mi Iglesia hasta el punto de destruirla. Yo estar\u00e9 con ella, para hacer de clavija y de cuerda. Cuando llegue la hora en que la tierra deje de ser, mi Iglesia ser\u00e1 transportada al Cielo por los \u00e1ngeles, porque no puede perecer al estar cimentada en la Sangre de un Dios y de sus santos.
Un pueblo, dice Isa\u00edas, ser\u00e1 castigado con la espada de Justicia. Pero ser\u00e1n muchos m\u00e1s, porque en muchas partes el mundo ha fornicado con el demonio. Y otras todav\u00eda est\u00e1n a punto de pecar, no obstante todo cuanto Yo he hecho para mantenerlas en el camino de la Vida. Orad, orad, orad mucho para impedir nuevas condenas originadas por nuevas fornicaciones.
Los demonios… \u00a1oh! los demonios est\u00e1n ya donde castigar\u00e9. Los demonios son quienes, asentados como se\u00f1ores en los corazones, llevan a muerte a las naciones. Y hay pueblos en los que pocos son los corazones que no sean a\u00fan morada de los demonios: legiones y le- giones demoniacas mueven, como t\u00edteres, naciones completas. \u00bfY como puedo reinar all\u00ed donde los corazones se han hecho morada de los hijos de Lucifer?
La palabra prof\u00e9tica tiene otras aplicaciones, pero Yo he querido hac\u00e9rtela ver con referencias al momento que viv\u00eds. No he querido decirte m\u00e1s para no abatirte m\u00e1s.
Ora. Tu Dios te abrir\u00e1 las puertas antes de que t\u00fa conozcas el m\u00e1ximo horror. Por ahora entra en la morada de su Coraz\u00f3n y dame tu amor para aplacar mi Justicia. En verdad te digo que morir de amor es la muerte m\u00e1s cruel porque se sufre no por una cosa sola, sino por toda la creaci\u00f3n. Se sufre por la atenci\u00f3n a Dios y al pr\u00f3jimo. Es la muerte de tu Jes\u00fas, porque, s\u00e1belo, la palabra m\u00e1s adecuada sobre mi muerte no es: flagelos, torturas, cruz; es: amor.<\/p>
El amor es lo que ha sacrificado al Hijo de Dios. El amor por vosotros. Que sea el amor lo que sacrifica a los nuevos redentores\u00bb<\/p>
1 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando una criatura es realmente hija de su Se\u00f1or, sufre tanto las injurias que ven que le hacen, que ninguna alegr\u00eda de la tierra, ni siquiera la m\u00e1s santa y grande, puede consolarla.
Mi Madre, y con ella tantas santas madres de la antigua y nueva Ley, no se sent\u00eda felic\u00edsima en su felicidad de madre y Madre de Dios, porque ve\u00eda que Dios no era amado en esp\u00edritu y en verdad m\u00e1s que por unos pocos. La gracia que le inundaba el alma con su plenitud, le anticipaba el conocimiento del sacrilegio con el que la verdadera arca de la Palabra de Dios habr\u00eda sido tomada, profanada, asesinada por un pueblo enemigo de la Verdad. No ha muerto por este conocimiento, como la nuera de El\u00ed, porque Dios la socorri\u00f3, debi\u00e9ndole ahorrar el dolor total, pero por \u00e9l agoniz\u00f3 durante todo el resto de la vida.
Mi Madre llev\u00f3 la cruz antes que Yo. Mi Madre conoci\u00f3 las torturas atroces de los crucificados antes que Yo. Comenz\u00f3 a llevarla y a conocerla desde el momento en que le fue revelada su misi\u00f3n y mi misi\u00f3n.
Yo con mi Sangre, Mar\u00eda con sus l\u00e1grimas, os hemos obtenido el perd\u00f3n de Dios. \u00a1Y lo ten\u00e9is en tan poca consideraci\u00f3n!
Las criaturas que aman a Dios de amor verdadero sufren por las injurias hechas a Dios como por espadas traspasadas en el coraz\u00f3n e incluso mueren por ello: v\u00edctimas cuyo holocausto es como incienso suave que perfuma el trono del Se\u00f1or y como agua que lava las culpas de la tierra.
\u00abSi volv\u00e9is a Dios con todo el coraz\u00f3n, quitad del medio a los dioses extranjeros; preparad vuestros corazones para el Se\u00f1or y servidle s\u00f3lo a El, y El os librar\u00e1 de las manos de los Filisteos\u00bb dice el Libro. A un pueblo no le basta, para ser salvado, el sacrificio inocente de quien muere de dolor por ver ofendido a su Dios y heridos los culpables por la justicia divina. Es necesario que todo el pueblo vuelva al Se\u00f1or.
Yo he dicho: \u00abNo los que dicen: Se\u00f1or, Se\u00f1or, sino los que hacen las obras que digo que hagan, ser\u00e1n escuchados y entrar\u00e1n en mi Reino\u00bb. Entonces: \u00bfhac\u00e9is vosotros las obras que Yo os digo que hag\u00e1is para vuestro bien? No. Este pueblo me honra con los labios, pero su coraz\u00f3n no est\u00e1 conmigo.
No soy Yo quien reina en vuestros \u00e1nimos. El puesto est\u00e1 ocupado por falaces deidades que os malogran y no sab\u00e9is libraros de ellas.
Vuestra soberbia impide que vuestro coraz\u00f3n se deshaga en el dolor por haber ofendido a Dios y exprima, en el dolor, el agua del llanto que limpia.
Vuestra incontinencia ante los est\u00edmulos de la carne impide que salgan pensamientos puros de vuestro coraz\u00f3n.
Vuestra dureza impide que vuestro coraz\u00f3n sea misericordioso y quien no tiene misericordia no recibe misericordia de Dios.
\u00a1Cu\u00e1ntos dioses ten\u00e9is en vuestro coraz\u00f3n en lugar del Dios verdadero!
Y as\u00ed Yo no puedo liberaros de las manos de los Filisteos. Liberaros de ellos con la plenitud de la liberaci\u00f3n. Cae uno de vuestros enemigos, pero surgen dos 69. \u00bfQuiz\u00e1s soy injusto? No. \u00bfNo hac\u00e9is vosotros lo mismo, vosotros que lev\u00e1is, si lo lev\u00e1is, un vicio de vuestro coraz\u00f3n y met\u00e9is otros siete y tres veces siete?<\/p>
69 Sobre una copia mecanografiada, la escritora anota al pie de la p\u00e1gina, a l\u00e1piz: efectivamente ahora tenemos dos (28-9)<\/p>
\u00a1Oh! hijos \u00a1hijos que me oblig\u00e1is a castigaros! \u00a1A castigaros a todos, porque para sancionar a un Pueblo que ha ca\u00eddo en el triple y s\u00e9ptuplo pecado, debo sancionar tambi\u00e9n a los santos que est\u00e1n entre ellos!
Pero Yo enjugo las l\u00e1grimas de los santos, mientras que las l\u00e1grimas de los rebeldes, arrancadas no por el santo dolor del esp\u00edritu, sino por el pesado dolor de la carne que sufre como en los seres inferiores y que en el llanto se rebela e impreca a su justo Dios, ser\u00e1n enjugadas por el h\u00e1lito de los demonios. Y os aseguro que el fuego que ahora os quema., bajando desde lo alto sobre vuestras m\u00e1quinas de infierno, no es nada respecto de la llama que os rodear\u00e1 del peor tormento: no ver nunca a vuestro Dios\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSi tom\u00e1is en consideraci\u00f3n mi expresi\u00f3n: \u00abEn verdad os digo que los publicanos y las meretrices os preceder\u00e1n en el reino de Dios\u00bb pod\u00e9is entender cu\u00e1l sea la potencia del creer, cuando es absoluto y recto en la intenci\u00f3n.
Tambi\u00e9n por esto os digo que no juzgu\u00e9is a ninguno de vuestros hermanos y no dig\u00e1is, neciamente: \u00abYo estoy tranquilo acerca de mi alma porque no he cometido culpas graves\u00bb.
No, en verdad vosotros comet\u00e9is una culpa mayor que la del publicano y la de la meretriz porque ellos est\u00e1n dominados por la pasi\u00f3n de la carne mientras que vosotros sois desordenados en las pasiones de la mente. Falt\u00e1is a la caridad y por esto ofend\u00e9is a Dios, falt\u00e1is a la humildad y por eso le disgust\u00e1is, falt\u00e1is a la contrici\u00f3n y por eso hac\u00e9is que se vuelva severo.
El pobre publicano, la pobre meretriz, que han podido ser llevados a ser tales por tantos motivos, cuando se encuentran con la mirada de Dios creen en \u00c9l y van a \u00c9l con toda su fuerza de fe, de amor, de humildad, de arrepentimiento. Y entonces no se trata s\u00f3lo de un lavado superficial, sino que es una saturaci\u00f3n de mi Poder la que les cura y les convierte en h\u00e9roes.
\u00a1Pero vosotros!… \u00a1Sois tan pocos los capaces de permanecer firmes en la fe en su Dios! Mira, Mar\u00eda: como la nieve que cae en copos de las nubes, as\u00ed caen las almas por falta de fe. Y si antes era una nevada lenta, ahora se repite cada vez m\u00e1s como tormenta. \u00a1Pobres almas! Tendr\u00edan tanta necesidad de creer para salvar algo de su esp\u00edritu ya tan herido. En cambio ya no saben creer.
\u00bfY entonces en qu\u00e9 creen si no creen en M\u00ed, eterno? Vivir sin creer es imposible. Quien no cree en Dios, en el Dios verdadero, creer\u00e1 por fuerza en otros dioses. Quien no cree en ning\u00fan dios creer\u00e1 en los \u00eddolos, creer\u00e1 en la carne, creer\u00e1 en el dinero, tendr\u00e1 fe en la fuerza de las armas. Pero en definitiva, no se puede estar sin creer en nada. La oscuridad del alma que no tiene fe en ninguna cosa humana o sobrehumana es peor que la oscuridad que envuelve al ciego. S\u00f3lo le queda matar el alma y el cuerpo con muerte violenta.
Cuando Judas no crey\u00f3 m\u00e1s en M\u00ed, ni en la satisfacci\u00f3n del dinero, ni en la protecci\u00f3n de la ley humana, se mat\u00f3. \u00bfRemordimiento por el delito? No. Si hubiera sido eso se hubiera matado inmediatamente despu\u00e9s de darse cuenta de que Yo lo sab\u00eda. Pero no entonces, ni despu\u00e9s del beso infame y mi saludo amoroso, no entonces, ni cuando vio que me escup\u00edan, me ataban, me arrastraban entre mil insultos. S\u00f3lo despu\u00e9s de haber entendido que la ley no le proteg\u00eda -la pobre ley humana que con frecuencia crea o instiga al delito, pero despu\u00e9s se desinteresa de sus ejecutores y c\u00f3mplices, y llegado el caso se vuelve contra ellos y tras haberles usado les hace enmudecer para siempre suprimi\u00e9ndoles- y s\u00f3lo despu\u00e9s de haberse dado cuenta de que el poder y el dinero no le llegaban o eran demasiado mezquinos como para hacer felices, s\u00f3lo entonces se mat\u00f3. Estaba en la oscuridad de la nada. Se lanz\u00f3 a la oscuridad del infierno.<\/p>
El mundo se est\u00e1 convirtiendo en un caos sin luz porque la luz del creer se apaga cada vez m\u00e1s en los corazones. Es una muerte espiritual que horroriza a los esp\u00edritus que viven en M\u00ed.
Por eso os digo que si un publicano o una meretriz creyeran en M\u00ed, os preceder\u00edan en mi Reino. Porque quien realmente cree en M\u00ed vive obediente a mi Palabra. Si es pecador se redime, si est\u00e1 sin culpa se preserva de la misma.
De un modo y del otro, Yo, Perd\u00f3n y Amor, espero a quien cree en M\u00ed para coronarlo de gloria\u00bb.<\/p>
2 de agosto<\/p>
\u00abTenlo por seguro. Quien me tiene a M\u00ed lo tiene todo. No tendr\u00e1 m\u00e1s hambre ni m\u00e1s sed, seg\u00fan mi promesa, porque cree en M\u00ed. No hablo del hambre y de la sed del pobre cuerpo. Hablo del hambre y de la sed de vuestro coraz\u00f3n, de vuestra alma, de vuestro esp\u00edritu. Tan s\u00f3lo el pensamiento de que me tienes cerca te consuela, te sostiene, te nutre totalmente.
No, no me canso de estar cerca de ti. Jes\u00fas no se cansa nunca de estar cerca de sus pobres hijos que sin \u00c9l son tan infelices. Mira si me canso acaso de estar en las iglesias esper\u00e1ndoos, encerrado en un poco de pan para asumir una forma visible para vuestra mate- rialidad.
Las almas que el Padre me ha dado son el tesoro m\u00e1s dulce que Yo tenga. \u00bfPuedes dudar de que Yo trate con amoroso respeto cuanto me ha sido dado por mi Padre?
He bajado del Cielo, donde estaba beat\u00edfico en la divinidad excelsa de mi Esencia, para cumplir este deseo del Padre de salvar el g\u00e9nero humano creado por \u00c9l. Circunscrito, Yo el Infinito, a un poco de carne; humillado, Yo el Potente, con figura de hombre oscuro; pobre, Yo el Due\u00f1o del Universo, en un pueblecillo cualquiera; acusado, Yo el sin Mancha, el Pur\u00edsimo, de todas las culpas morales y espirituales como rebelde ante la autoridad humana, subversor de los pueblos, violador de la ley divina, blasfemador de Dios; todo lo he padecido, todo lo he cumplido para hacer realidad el deseo del Padre.
No, no me canso de estar contigo. Te espero. Cuando llegue tu hora, subir\u00e1s conmigo a la vida eterna, porque est\u00e1 reservada para quien cree en M\u00ed. Ya te he dicho 70 c\u00f3mo aquel que cree, que realmente cree, se salva. Porque la fe lleva consigo las otras virtudes y hace practicar las virtudes y la Ley\u00bb.<\/p>
Siempre el 2 de agosto. Dice Jes\u00fas:
\u00abDi al Padre 71, que pide un signo para persuadir a los hermanos de ciertas verdades que no se pueden negar, que le doy la misma respuesta que al rico Epul\u00f3n: \u00abSi no escuchan a Mois\u00e9s y a los Profetas, tampoco escuchar\u00e1n aunque un muerto resucite\u00bb.
Si no escuchan la voz de su conciencia inspirada por M\u00ed, que grita sus advertencias indiscutibles y verdaderas, si sofocan bajo la incredulidad incluso el resto de sensibilidad que les queda, \u00bfc\u00f3mo quieres que escuchen otras cosas? Si no inclinan la frente ante la realidad que les sorprende y no recuerdan, no entienden, no admiten nada, \u00bfc\u00f3mo quieres que crean en un signo?
Incluso me niegan a M\u00ed, a pesar de que dicen que no me niegan; ellos son los \u00abdoctos\u00bb y han sofocado la bella, santa, sencilla, pura capacidad de creer, bajo las piedras y los ladrillos de su ciencia, demasiado embebida de tierra para poder entender lo que no es tierra.<\/p>
70 En los dictados del 18 de julio y del 22 de julio
71 Padre Migliorini<\/p>
\u00a1Ah! \u00a1Mar\u00eda! \u00a1Cu\u00e1nto dolor tiene tu Jes\u00fas! Veo morir lo que Yo he sembrado a costa de mi muerte.
Pero ni aunque Yo apareciese me creer\u00edan. Pondr\u00edan en movimiento todos los utensilios de la ciencia para pesar, enumerar, analizar la maravilla de mi aparici\u00f3n, exhibir\u00edan todos los razonamientos de su cultura, molestando a profetas y santos para citar, al rev\u00e9s y en el modo en que les es m\u00e1s c\u00f3modo, las razones por las cuales Yo, Rey y Se\u00f1or de la Creaci\u00f3n, no puedo aparecer.
Tambi\u00e9n ahora, como hace veinte siglos, los sencillos, los ni\u00f1os me seguir\u00edan y creer\u00edan en M\u00ed. Los sencillos, porque tienen el mismo coraz\u00f3n, virgen de racionalismo y de desconfianza y de soberbia de la mente, de p\u00e1rvulos. No. No encontrar\u00eda en mi Iglesia a los capaces de creer. Es decir, en el gran ej\u00e9rcito de mis ministros encontrar\u00eda alg\u00fan alma que ha sabido conservar la virginidad m\u00e1s alta: \u00abla del esp\u00edritu\u00bb.
\u00a1Oh santa virginidad del esp\u00edritu! \u00a1Qu\u00e9 preciosa eres, querida, predilecta de mi Coraz\u00f3n que te bendice y te prefiere! \u00a1Oh santa virginidad del esp\u00edritu, que conservas el candor del Bautismo en las almas que te poseen, que conservas el ardor de la Confirmaci\u00f3n en las almas que te conservan, que mantienes la nutrici\u00f3n de la Comuni\u00f3n en las almas que a ti se abandonan, que eres Matrimonio del alma con Jes\u00fas Maestro y Amigo, que eres Sacerdocio que consagras en la Verdad, que eres Aceite que limpias en la hora extrema para preparar la entrada en la morada que os he preparado! \u00a1Santa virginidad del esp\u00edritu que eres luz para ver, sonido para entender, cu\u00e1n pocos te saben conservar!
Ves, alma m\u00eda. Son pocas las cosas que Yo condeno severamente como esta del racionalismo que viola y desconsagra y mata la Fe, digo Fe con may\u00fascula para decir Fe verdadera, absoluta, real. Yo lo condeno como mi sicario. Es el mismo que Me mata en los corazones y que ha preparado y prepara tiempos muy tristes para la Iglesia y el mundo.
He maldecido otras cosas. Pero ninguna maldecir\u00e9 como \u00e9sta. Ha sido la semilla de la que han venido otras, otras, otras doctrinas venenosas. Ha sido el p\u00e9rfido que abre las puertas al enemigo. En efecto ha abierto las puertas a Satan\u00e1s que nunca, como desde que reina el racionalismo, ha reinado tanto.
Pero est\u00e1 dicho: \u00abCuando el Hijo del hombre venga no encontrar\u00e1 fe en los corazones\u00bb.
Por ello el racionalismo hace su obra. Yo har\u00e9 la m\u00eda.
Bienaventurados los que, como cierran la puerta al pecado y a las pasiones, saben cerrar en la cara las puertas del templo secreto a la ciencia que niega, y viven, solos con el Solo que es Todo, hasta el final.
En verdad te digo que estrechar\u00e9 contra el coraz\u00f3n al desgraciado que ha cometido un delito humano, y se ha arrepentido de \u00e9l, con tal de que haya admitido siempre que Yo lo puedo todo, pero tendr\u00e9 rostro de Juez para aquellos que, en base a una doctrinaria ciencia humana, niegan lo sobrenatural en las manifestaciones que el Padre quisiera que Yo diera.
Uno nacido sordo no puede o\u00edr, \u00bfverdad? Uno que tenga los t\u00edmpanos rotos por infortunio no puede o\u00edr, \u00bfverdad? S\u00f3lo Yo podr\u00eda darles el o\u00eddo con el toque de mis manos. Pero
\u00bfc\u00f3mo puedo dar o\u00eddo a un esp\u00edritu sordo si este esp\u00edritu no se deja tocar por M\u00ed?
Respecto a las preguntas del Padre sobre el antagonista \u00faltimo, dejamos el Horror envuelto en la sombra del misterio. De nada os sirve conocer ciertas cosas. Sed buenos y basta. Vuestra bondad dadla, con anticipo al momento, con el fin de abreviar la duraci\u00f3n del reino monstruoso sobre la raza de Ad\u00e1n.
Respecto al tiempo… 1000,… 2000,… 3000, son formas para dar una referencia a vuestra mentalidad circunscrita. Es tan cruel la bestial soberan\u00eda del hijo del Enemigo -\u00abhijo no de querer carnal\u00bb sino de querer de alma que ha alcanzado el v\u00e9rtice y la profundidad de la ensimismaci\u00f3n con Satan\u00e1s- que cada minuto ser\u00e1 d\u00eda, que cada d\u00eda ser\u00e1 a\u00f1o, que cada a\u00f1o<\/p>
ser\u00e1 siglo para los vivientes en aquella hora. Pero respecto a Dios cada siglo es mil\u00e9sima de segundo, porque la eternidad es un ser de tiempo cuya extensi\u00f3n no tiene l\u00edmite. Es tan desmesurado ese horror para los hijos de los hombres sumergidos en \u00e9l, que, en comparaci\u00f3n, la oscuridad d\u00e9 la noche m\u00e1s oscura ser\u00e1 luz de sol meridiano.
Su nombre podr\u00eda ser \u00abNegaci\u00f3n\u00bb. Porque negar\u00e1 a Dios, negar\u00e1 la Vida, lo negar\u00e1 todo.
Todo, todo, todo.
\u00bfCre\u00e9is estar ya? \u00a1Oh! \u00a1Pobrecitos! Lo que viv\u00eds es como un lejano murmullo de trueno.
Entonces ser\u00e1 estruendo de rayo sobre la cabeza. Sed buenos. Mi misericordia est\u00e1 con vosotros\u00bb.<\/p>
Por la noche del mismo 2 de agosto reaparece Jes\u00fas doloroso ensangrentado, Aquel que se ha estrujado a S\u00ed mismo para hacerse licor de vida por nosotros.
Est\u00e1 trist\u00edsimo. S\u00f3lo me dice dos palabras: \u00ab\u00a1Sufro tanto!\u00bb. Pero me las dice pr\u00e1cticamente moviendo los labios. No es como las otras veces que le veo triste o sonriente pero siempre con la boca cerrada, aunque su palabra toca mi esp\u00edritu. Ahora mueve los labios y dice: \u00ab\u00a1Sufro tanto!\u00bb y el acento es tan triste, tan abatido, que me hiere como una espada.
\u00bfPor qu\u00e9 sufre, especialmente esta noche mi Jes\u00fas? \u00bfQui\u00e9n lo ha herido, haci\u00e9ndole sangrar y llorar? \u00bfQu\u00e9 puedo hacer para hacerle sonre\u00edr? Entiendo que una culpa grave, no s\u00e9 por parte de quien ni d\u00f3nde, se ha cometido esta noche. Y no entiendo nada m\u00e1s.
Hoy he podido rezar poco, ocupada con los deberes de la hospitalidad. Pero la caridad hacia los peregrinos es siempre oraci\u00f3n, \u00bfverdad? Por lo cual no pienso que sufra por m\u00ed, y esto me tranquiliza.<\/p>
3 de agosto Ma\u00f1ana<\/p>
He estado con Jes\u00fas en la tortura. Esta noche he cre\u00eddo tener que morir por sofocaci\u00f3n.
\u00a1Qu\u00e9 sufrimiento! Menos mal que estaba El que me ayudaba. Mirando su sufrimiento me daba \u00e1nimo para sufrir.
\u00bfHabr\u00e1 servido mi agon\u00eda para consolar a mi Jes\u00fas? Si hubiera servido, quisiera sufrirla todas las noches para enjugar su llanto y no o\u00edr m\u00e1s ese lamento, dicho con tanto dolor: \u00abSufro tanto\u00bb.<\/p>
4 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPerder la vida, suma desgracia para el hombre que vive en la carne y en la sangre, no es una p\u00e9rdida, sino una ganancia para el hombre que vive de Fe y de esp\u00edritu. Por esto Yo he dicho: \u00abNo tem\u00e1is a los que pueden matar el cuerpo\u00bb.
Yo estoy junto a los inocentes, matados por cualquier causa de crueldad humana; estoy junto a los m\u00e1rtires como junto a los soldados; estoy junto a los oprimidos bajo un yugo familiar que llega al delito, como junto a los suprimidos con medios maldecidos por M\u00ed en las guerras sacr\u00edlegas y feroces.
Digo: sacr\u00edlegas. \u00bfY qu\u00e9 otra cosa podr\u00eda decir? \u00bfNo es violar mi ley actuar con prepotencia usando y abusando de la fuerza por motivos de orgullo humano que tienen como fruto la destrucci\u00f3n de vidas y de conciencias? \u00bfY qu\u00e9 mayor templo que el coraz\u00f3n del hombre por M\u00ed creado y donde Yo deber\u00eda habitar? \u00bfPero puede habitar el Dios de la Paz donde hay pensamientos de guerra? \u00bfHabitar donde bajo la \u00e9jida de la guerra el hombre se<\/p>
permite licencias culpables? \u00bfHabitar donde bajo la r\u00e1faga de la guerra muere la fe y es remplazada por la no fe, muere la esperanza y es remplazada por la desesperaci\u00f3n, muere la caridad y es remplazada por la ferocidad, muere la oraci\u00f3n y es remplazada por la blasfemia? \u00bfNo son, \u00e9stas, profanaciones de un coraz\u00f3n? \u00bfY qui\u00e9n profana no comete sacrilegio?
Por esto Yo he dicho: \u00abNo tem\u00e1is a quien mata el cuerpo y no puede hacer nada m\u00e1s\u00bb. Yo consuelo en la hora de la prueba a los matados injustamente, y ello es garant\u00eda de que despu\u00e9s de aquella hora viene la Luz que beatifica.
Pero os digo: \u00abTemed a aquel que, despu\u00e9s de haberos matado, os puede echar en la gehenna\u00bb. \u00bfMatar c\u00f3mo? \u00bfMatar qu\u00e9? Vuestra alma y vuestro esp\u00edritu. El alma que es el arca, el arca santa, el sagrario que contiene el esp\u00edritu, que es la gema tomada por la mano de Dios de los inmensos tesoros de su Yo para ponerla dentro de la criatura: signo que no se puede negar de vuestro origen de hijos m\u00edos.
Como la sangre en las venas, est\u00e1 el esp\u00edritu en el interior de vuestra carne. Y como la sangre da vida a la carne para vivir los d\u00edas de la tierra, as\u00ed el esp\u00edritu da vida al alma para vivir los d\u00edas que no tienen fin.
Por lo tanto la p\u00e9rdida, sin l\u00edmite de medida, es la del esp\u00edritu y no de un poco de carne. No hay delito m\u00e1s grande y m\u00e1s condenado por Dios que este de matar un esp\u00edritu priv\u00e1ndolo de la gracia que lo hace hijo de Dios.
Como un hijo crece y se forma en el seno de la madre, alcanzando la edad perfecta de la vida intrauterina, nutri\u00e9ndose por \u00f3rganos que lo tienen en contacto con los \u00f3rganos de nutrici\u00f3n de la madre, as\u00ed el que sabe vivir la vida del esp\u00edritu y conservar el esp\u00edritu es como un hijo en mi seno y crece y alcanza la edad perfecta de la vida intra-M\u00ed, sacando de M\u00ed nutrici\u00f3n y fuerza.
\u00bfNo te da alegr\u00eda y seguridad pensar que vives de M\u00ed, en M\u00ed, por M\u00ed, conmigo?
Aquel que deja que el Enemigo mate su esp\u00edritu se hace c\u00f3mplice del mismo. \u00c9ste tiene abierto, con sus propias manos, el saco en el cual el Maldito encierra vuestra alma, priv\u00e1ndola primero de la Luz, despu\u00e9s de la Vida, hundi\u00e9ndola en su abismo infernal de donde no se sale y sobre el cual pesa la maldici\u00f3n eterna de Dios. \u00bfY podr\u00e9 acaso, Yo que digo: \u00abNo matar\u00bb y condeno la matanza de una carne, no pronunciar condena sobre quien mata el esp\u00edritu?
Sobre quien. Seguro. Porque ten\u00e9is una voluntad y, si no quer\u00e9is vosotros, el Enemigo no puede. Por ello sois vosotros los que mat\u00e1is vuestro esp\u00edritu. Y sobre quien mata el esp\u00edritu, en verdad en verdad os digo que con ira justa y terrible resonar\u00e1 mi Voz de Padre renegado por un hijo, de Rey defraudado por un s\u00fabdito, para pronunciar la palabra de condena.
Por lo tanto en tu sufrir est\u00e1 segura: por la carne que muere, cada vez m\u00e1s crece tu esp\u00edritu: como v\u00edctima de amor, se alimenta del morir de tu cuerpo. Qu\u00e9 hermoso ser\u00e1 el d\u00eda en que, rompiendo la arcilla del vaso terreno, tu esp\u00edritu brotar\u00e1 libre y fuerte para la gloria eterna de tu Jes\u00fas, en el Cielo\u00bb.<\/p>
5 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEsta ira de las naciones es el signo precursor de mi ira, porque as\u00ed debe suceder. Hora penosa, pobres hijos m\u00edos que la padec\u00e9is, pero es inevitable que exista porque todo debe estar cumplido, de Bien y Mal, sobre la Tierra antes de que llegue mi hora. Entonces dir\u00e9: \u00abBasta\u00bb y vendr\u00e9 como Juez y Rey para asumir tambi\u00e9n el reino de la tierra y juzgar los pecados y los m\u00e9ritos del hombre.<\/p>
Cuando le\u00e9is en el libro de Juan las palabras: \u00abla hora de juzgar a los muertos\u00bb pens\u00e1is que se refiera a los que, incluso desde hace siglos, ya han cruzado a otras esferas de misterio que ser\u00e1 conocido s\u00f3lo cuando uno ser\u00e1 introducido. S\u00ed. Muerte quiere decir transmigraci\u00f3n del alma a otras zonas distintas de la tierra. Pero hay un sentido m\u00e1s amplio en la palabra de Juan: los muertos de que habla pueden estar incluso vivos, seg\u00fan la carne, pero en verdad ser, a los ojos de quien ve, Muertos.
Son los grandes Muertos, porque no habr\u00e1 ninguna resurrecci\u00f3n para ellos. Muertos a Dios no tendr\u00e1n nunca m\u00e1s, para siempre, el bien de poseer la Vida, es decir, a Dios, ya que Dios es Vida eterna.
Igualmente, con sentido m\u00e1s amplio del que pueden suscitar las simples palabras, los profetas, los siervos, los santos de que habla Juan, simbolizan, bajo esas tres denominaciones, a todas las criaturas que han sabido vivir en el esp\u00edritu.
Cu\u00e1ntas humildes viejecitas, cu\u00e1ntos pobres ni\u00f1os, cu\u00e1ntos sencillos e incultos hombres, cu\u00e1ntas mujeres analfabetas, desconocidas a las muchedumbres, est\u00e1n escondidas y comprendidas en las palabras: profetas, siervos, santos. De se\u00f1alarlas al mundo \u00e9ste reir\u00eda. Pero en verdad, en verdad os digo que es m\u00e1s profeta, siervo y santo m\u00edo, uno de estos pobres, seg\u00fan la carne, que un docto soberbio, un gran presuntuoso, un mismo ministro m\u00edo, en los que falte aquello que os hace santos a mis ojos: saber vivir seg\u00fan mi Palabra y saber hacer mi Voluntad con fe, con caridad, con esperanza constantes.
Mi sonrisa a mis bienaventurados en la hora de mi venida como Rey y Juez encender\u00e1 un sol siete veces mayor que el sol com\u00fan y resplandecer\u00e1n mis cielos de \u00e9l, mientras los coros ang\u00e9licos cantar\u00e1n mis alabanzas y las de mi siervos que tendr\u00e1n en aquella hora, proclamadas por M\u00ed, contra el mundo necio y ciego, sus virtudes que les hacen hijos m\u00edos.
Pero para los que tales no son, y especialmente para los que con su actuar han llevado a perdici\u00f3n a la tierra y a los d\u00e9biles de la tierra, mi mirada ser\u00e1 fulgor que precipita en el abismo, ya que es inevitable que exista el Mal, pero malditos para siempre los que se hacen siervos y administradores del Mal\u00bb.
\u00c9ste es el comentario a los vers\u00edculos 17-18 del cap\u00edtulo 11\u00b0 del Apocalipsis, como me lo comenta Jes\u00fas.)<\/p>
6 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMi Sangre, llamada con ira sobre s\u00ed mismos por mis enemigos y acusadores, no ha perdido su doble cualidad de perd\u00f3n y condena.
Pasan los siglos, hija, pero Yo y todo lo que es m\u00edo permanece en un eterno presente. En la hora de las tinieblas, en la que resplandec\u00eda s\u00f3lo la p\u00farpura de mi Sangre divina como un faro que quer\u00eda salvar al g\u00e9nero humano, pero que fue visto solamente por pocos, sucedi\u00f3 lo que se repite a trav\u00e9s de los siglos y se repetir\u00e1 mientras exista la Tierra. Infundido con amor infinito, produjo milagros de redenci\u00f3n donde encontr\u00f3 amor, pero se hizo condena sobre quien respondi\u00f3 con ira y odio al sacrificio de un Dios.
Pero \u00bfqu\u00e9 dices de esto? Yo era Dios y los profetas hab\u00edan anunciado mi venida, y hab\u00edan convalidado su palabra los milagros que Yo hab\u00eda realizado, y Yo mismo hab\u00eda confirmado mi naturaleza divina,’en una hora de juicio extremo en la cual el acusado no miente. No obstante me han matado. No tienen para su disculpa, esos enemigos de Cristo, el haber ignorado qui\u00e9n fuera Aquel que, acusaban y quer\u00edan muerto. Y por ello m\u00e1s severa fue su condenaci\u00f3n porque, recuerda siempre, a aqu\u00e9l a qui\u00e9n m\u00e1s es dado de amor, de benefi- cios, de conocimiento, m\u00e1s le es pedido. La idea de mi Bondad no debe exoneraros del<\/p>
deber del respeto.
Pero tambi\u00e9n ahora, hija m\u00eda, pero tambi\u00e9n ahora \u00bfno es lo mismo? Tampoco ahora el mundo ignora que para ser salvado, para estar en paz, para ser felices, es necesaria mi ayuda. Y bien \u00bfqu\u00e9 hace el mundo? Me acusa y me maldice. Me acusa de no amarlo, de ser cruel, de ser indiferente, y me maldice por estas culpas de las que soy inculpable.
\u00bfY qu\u00e9? \u00bfc\u00f3mo puede el mundo acusar a Dios? \u00bfC\u00f3mo puede el hombre maldecir a Dios? Como hormiga que intente derribar una roca de monte, as\u00ed son los necios esfuerzos del hombre que odia a Dios. No hace sino destruirse y despe\u00f1arse en el esfuerzo sacr\u00edlego.
Esto para aquellos que son los modernos nietos de los antiguos hebreos. Los otros, luego, los menos culpables en la masa de los culpables, no maldicen y no acusan abiertamente, pero no oran con confianza, no viven con sacrificio, no aman con ardor. Son maquinitas a\u00fan bien movidas por el mecanismo espiritual, pero sin fuerza propia de movimiento. Son aguas que van bajo el empuje de siglos de cristianismo, pero que van \u00fanicamente por esto. No por propia voluntad. Y como todas las aguas, llegadas a una llanura plana y demasiado alejada de la monta\u00f1a manantial se estancan por demasiado poco movimiento, corrompi\u00e9ndose.
No es corrompi\u00e9ndose o rebel\u00e1ndose como se salva el mundo. Y en verdad te digo que si no vienen males mayores a esta pobre raza por la que he muerto, no es ciertamente gracias a las oraciones sin alma y a las existencias planas. Sino que quien salva el mundo, y hasta ahora lo ha salvado, son los pocos sobre los cuales mi Sangre ha obrado los milagros del amor, porque los ha encontrado c\u00e1lices de amor alzados al cielo.
Pero veo con tanto dolor que estas criaturas en las cuales arraiga el Amor son cada vez menos. \u00a1Las v\u00edctimas! \u00a1Mis v\u00edctimas! \u00a1Oh! \u00bfqui\u00e9n da al Redentor, a la gran V\u00edctima, un ej\u00e9rcito de v\u00edctimas para salvar al mundo, que acusa a Dios de pecado y no piensa que su mal viene de haber pecado el hombre contra Dios y contra el hombre?\u00bb. .<\/p>
7 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSe lee en el Libro: \u00ab\u00c9l (el imp\u00edo) ser\u00e1 conducido al sepulcro y velar\u00e1 entre la multitud de los muertos: grato para los guijarros de Cocito arrastrar\u00e1 tras s\u00ed a todos los hombres y ante s\u00ed una muchedumbre innumerable\u00bb.
Toda la humanidad es pecadora. S\u00f3lo una criatura no ha gustado, no digo el amargo sabor, sino incluso digo: el amargo olor, del pecado. Y fue Mar\u00eda, mi dulc\u00edsima Madre, Aquella que no me hizo a\u00f1orar el Para\u00edso dejado para hacerme carne entre vosotros y redi- mir vuestra carne, porque en Mar\u00eda Yo encontraba los eternos candores y los resplandecientes amores que est\u00e1n en el Cielo. En Ella el Padre que la mimaba como la Perfecta entre las criaturas, en Ella el Esp\u00edritu Santo que la penetr\u00f3 con su Fuego para hacer de la Virgen la Madre, alrededor de Ella las cohortes ang\u00e9licas adorando a la Trinidad en una criatura.
\u00a1El seno de Mar\u00eda! \u00a1El coraz\u00f3n de Mar\u00eda! No. La mente m\u00e1s arrebatada en Dios no puede bajar hasta la profundidad, o levantarse hasta el v\u00e9rtice de estas dos perfecciones de pureza y amor. Yo os las ilumino, las ilumino a los m\u00e1s queridos entre los queridos. Pero s\u00f3lo cuando est\u00e9is donde est\u00e1 la Ciencia perfecta, entender\u00e9is a Mar\u00eda.
Toda la humanidad es pecadora. Pero existe el pecador \u00fanicamente pecador, y existe el imp\u00edo, es decir, aquel que lleva el pecado a una perfecci\u00f3n demon\u00edaca. Porque, en el Mal, el Demonio sabe alcanzar la perfecci\u00f3n, y sus disc\u00edpulos m\u00e1s fieles no son menos que su maestro.
Te lo he dicho ya: \u00abLucifer se esfuerza por imitar a Dios, en el mal naturalmente. Asume<\/p>
las formas, dir\u00e9 as\u00ed, de vida y de corte que ha tenido el Hijo de Dios. El demonio toma la actitud de Cristo, y como Cristo tiene ap\u00f3stoles y disc\u00edpulos. Entre ellos escoger\u00e1 el perfecto para hacer de \u00e9l el Anticristo. Por ahora estamos en el per\u00edodo preparatorio de los precursores del mismo\u00bb. Esto ya lo he dicho 72.
El imp\u00edo ser\u00e1 conducido al sepulcro. Es natural. Lucifer puede dar todas las ayudas a sus predilectos, a sus fieles, a sus esclavos, pero no la inmunidad de la Muerte, porque s\u00f3lo Yo soy Vida y s\u00f3lo Yo he vencido la Muerte. Por ello, cuando la suma del mal cometido por el imp\u00edo est\u00e1 cumplida, Yo doy orden a la Muerte de tomar posesi\u00f3n de aquella carne. Esa carne conoce por esto el horror del sepulcro. y para el imp\u00edo ser\u00e1 verdadero sepulcro.
Para los buenos, para los redimidos, para los perdonados no es tal, porque creen y saben en base a la fe. Aqu\u00e9l es el lugar donde el vestido mortal vuelve a su naturaleza de polvo, desencarcelando al esp\u00edritu en espera de la hora en que lo que fue creado se reforme para entrar en la gloria o en la condenaci\u00f3n con la perfecci\u00f3n de creaci\u00f3n que Dios cre\u00f3 para el hombre: es decir con la uni\u00f3n de un esp\u00edritu a una carne. Esp\u00edritu inmortal como Dios su Creador y Padre, carne mortal como formada por un animal terreno, rey de la tierra, heredero del Cielo, pero que demasiado a menudo prefiere la tierra al Cielo y es animal no tanto porque est\u00e9 dotado de \u00abalma\u00bb sino porque vive la misma animalidad, y a veces m\u00e1s, que los animales propiamente dichos.
Las almas, separadas de los cuerpos, tienen tres moradas. Y las tendr\u00e1n hasta que no queden m\u00e1s que dos, despu\u00e9s del Juicio que no errar\u00e1. Los bienaventurados gozan inmediatamente del eterno reposo. Los purgantes activamente cumplen su expiaci\u00f3n pensando en la hora de la liberaci\u00f3n en Dios. Los condenados se agitan en la rabia del bien perdido. No, que tanto menos reposo encuentran en su terrible tortura, cuanto m\u00e1s imp\u00edos han sido.
Pero el Imp\u00edo, que con su impiedad ha arrastrado a otros a la impiedad y empujado a otros al pecado, (he aqu\u00ed los hombres y las muchedumbres de las que habla el Libro), ser\u00e1 como una torre insomne en un mar en tempestad. Ante s\u00ed la muchedumbre de los matados (en el alma) por \u00e9l, ante s\u00ed el recuerdo vivo de tantos homicidios de almas por \u00e9l cometidos, y el remordimiento, que no da paz a quien mata, desde el d\u00eda en que Ca\u00edn derram\u00f3 la sangre de su hermano, lo flagelar\u00e1 m\u00e1s atrozmente que los flagelos infernales.
Velar\u00e1 sobre su Delito, que se lanz\u00f3 contra Dios en las criaturas de Dios y que como fiera enfurecida llev\u00f3 destrucci\u00f3n a las almas. \u00a1Qu\u00e9 tremendo tener ante s\u00ed la prueba del mal hecho! \u00a1Castigo a\u00f1adido a los castigos! Horror sin n\u00famero como sin n\u00famero son las culpas del Imp\u00edo entre los pecadores.
Pero ahora, Mar\u00eda, para consolaci\u00f3n de tu coraz\u00f3n que se abate ante desgarros de otro mundo donde no reina el Amor sino el rigor de Dios, alza el esp\u00edritu escuchando esta palabra toda para ti y para las almas como t\u00fa.
\u00bfSabes lo que representan para M\u00ed los corazones dados al Amor? Mi Para\u00edso sobre la tierra. Sois vosotros los que tra\u00e9is un trocito de cielo a este pobre mundo, y sobre ese trocito apoya los pies el Hijo de Dios para venir a encontrar sus delicias entre los hijos del Padre.
Abre el coraz\u00f3n a tu Jes\u00fas. Y dame tu coraz\u00f3n. D\u00f3nalo del todo a M\u00ed. Lo quiero. Como M\u00e9dico y Amigo del esp\u00edritu y de la carne, como Esposo y Dios que te ha elegido por tu fe y por tu audaz sentimiento de amor\u00bb.<\/p>
8 de agosto<\/p>
72 En el dictado del 19 de junio<\/p>
Jes\u00fas me da consejos \u00edntimos que no son para escribirse.<\/p>
9 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTemen la muerte quienes no conocen el amor y no tienen la conciencia tranquila. \u00a1Y son la mayor\u00eda! \u00c9stos, cuando por enfermedad o por edad o por cualquier otro hecho, se sienten amenazados por la muerte, temen, se afligen, se rebelan. Intentan tambi\u00e9n, con todas las fuerzas y medios, huir de ella. In\u00fatilmente, porque cuando la hora est\u00e1 se\u00f1alada ninguna precauci\u00f3n sirve para hacer retroceder a la muerte.
La hora de la muerte siempre es justa porque es dada por Dios. S\u00f3lo Yo soy el Due\u00f1o de la vida y de la muerte y si bien no son m\u00edos ciertos medios de muerte, usados por el hombre por incitaci\u00f3n demon\u00edaca, siempre son m\u00edas las sentencias de muerte, dadas para quitar a un alma de demasiado tormento terreno o para impedir mayores culpas de aquella alma.
Ahora observa: el don de la vida, de una larga vida, \u00bfpor qu\u00e9 puede ser dado por M\u00ed? Por dos motivos.
El primero: porque la criatura que goza de \u00e9l es un esp\u00edritu iluminado que tiene misi\u00f3n de faro para otros esp\u00edritus a\u00fan envueltos en las nieblas de la materialidad. Muchos de mis santos han llegado a la ancianidad precisamente por esto. Y s\u00f3lo Yo s\u00e9 c\u00f3mo anhelaban en cambio venir a M\u00ed.
Segundo: doy larga vida para proveer el medio, todos los medios, a una criatura informe para formarse. Estudios, amistades, encuentros santos, dolores, alegr\u00edas, lecturas, castigos de guerras o de enfermedades, todo viene dado por M\u00ed para tratar de que un alma crezca en mi Edad que no es como la vuestra. Porque Yo quiero decir que crecer en mi Edad quiere decir crecer en mi Sabidur\u00eda, y se puede ser adultos en mi Edad teniendo la edad de ni\u00f1os en la vuestra, o viceversa ser ni\u00f1os en mi Edad teniendo cien a\u00f1os en la vuestra. Yo no miro la edad de vuestra carne que muere: miro vuestro esp\u00edritu, \u00a1y quisiera que fuerais esp\u00edritus que saben caminar, hablar, actuar seguros, y no balbucientes, tambaleantes e incapaces de hacer como ni\u00f1os!
Esto explica el por qu\u00e9 Yo diga mi \u00abBasta\u00bb muy r\u00e1pidamente para criaturas que encuentro adultas en la Fe, en la Caridad, en la Vida. Un padre desea siempre reunirse con sus hijos y
\u00a1con cu\u00e1nta alegr\u00eda, terminada la educaci\u00f3n o el servicio militar, les estrecha contra su coraz\u00f3n! \u00bfHar\u00e1 de otro modo el buen Padre que ten\u00e9is en los cielos? No. Cuando ve que una criatura es adulta en el esp\u00edritu, arde por el deseo de tomarla consigo y si, por piedad del pueblo, deja algunas veces a sus siervos sobre la tierra a fin de que sean im\u00e1n y br\u00fajula para los dem\u00e1s, otras no resiste y se da la alegr\u00eda de poner una nueva estrella en el Cielo con el alma de un santo.
Son dos atracciones y dos aspiraciones que vienen de un agente \u00fanico: el Amor. El alma, aqu\u00ed donde t\u00fa est\u00e1s, atrae a s\u00ed a Dios, y Dios desciende a encontrar sus delicias junto a la criatura amante que vive de \u00c9l. El alma aspira a subir para estar eternamente y sin velos con su Dios. Dios, desde el centro de su ardor, atrae a S\u00ed al alma as\u00ed como el sol atrae la gota de roc\u00edo, y aspira a tenerla junto a S\u00ed, gema encerrada en su triple fuego que da la Bienaventuranza.
Los brazos levantados del alma encuentran los brazos tendidos de Dios, Mar\u00eda. Y cuando se tocan, se rozan velozmente, es el \u00e9xtasis sobre la tierra; cuando se aprietan duraderamente es la Bienaventuranza sin fin del Cielo, de mi Cielo que he creado para voso- tros, amados m\u00edos, y que me dar\u00e1 un sobreabundar de alegr\u00eda cuando est\u00e9 colmado de todos mis dilectos.<\/p>
\u00a1Qu\u00e9 eterno d\u00eda de inmensurable alegr\u00eda, de nosotros que nos amamos: Nosotros, Dios Uno y Trino; y vosotros, los hijos de Dios!
Pero los que para su desgracia no han entendido mi Amor, no me han dado su amor, no han entendido que s\u00f3lo una ciencia es \u00fatil: la del Amor, para aquellos la muerte es temor. Tienen miedo. M\u00e1s miedo tienen a\u00fan si sienten que han actuado poco bien o mal del todo.
La boca mentirosa del hombre -porque raramente la boca del hombre dice la verdad tan bella y bendita, la verdad que Yo, Hijo de Dios y Palabra del Padre, os he ense\u00f1ado a decir siempre- la boca mentirosa del hombre dice, para enga\u00f1ar y consolar a s\u00ed mismo y enga\u00f1ar a los dem\u00e1s: \u00abYo he actuado y act\u00fao bien\u00bb. Pero la conciencia, que est\u00e1 como un espejo de dos caras bajo vuestro yo y bajo el ojo de Dios, acusa al hombre de no haber actuado y de no actuar para nada bien, como proclama. .
Por lo tanto un gran miedo les oprime: el miedo del juicio de Aqu\u00e9l a quien los pensamientos, los actos, los afectos del hombre, no le est\u00e1n ocultos. Pero si me tem\u00e9is tanto como Juez, oh desgraciados, \u00bfpor qu\u00e9 no evit\u00e1is tenerme como Juez? \u00bfPor qu\u00e9 no me ha- c\u00e9is vuestro Padre? Pero si me tem\u00e9is, \u00bfpor qu\u00e9 no actu\u00e1is seg\u00fan mis \u00f3rdenes? \u00bfNo me sab\u00e9is escuchar cuando os hablo con voz de Padre que os gu\u00eda, hora tras hora, con mano de amor? Pero al menos obedecedme cuando os hablo con voz de Rey. Ser\u00e1 obediencia menos premiada, porque es menos espont\u00e1nea y dulce a mi Coraz\u00f3n. Pero ser\u00e1 siempre obediencia. Y \u00bfpor qu\u00e9 entonces no la hac\u00e9is?
La muerte no se evita. Bienaventurados los que vendr\u00e1n en aquella hora con vestiduras de amor al encuentro de Aquel que llega. Pl\u00e1cida como el tr\u00e1nsito de mi padre de la tierra, que no conoci\u00f3 sobresaltos porque fue un justo que no ten\u00eda en su vida ning\u00fan reproche, as\u00ed ser\u00e1 la muerte de \u00e9stos. Gozosa como el sue\u00f1o de mi Madre que cerr\u00f3 los ojos en la tierra sobre una visi\u00f3n de amor, ya que de amor fue toda su vida que no conoci\u00f3 pecado, y los abri\u00f3 en el Cielo despert\u00e1ndose sobre el Coraz\u00f3n de Dios, as\u00ed ser\u00e1 el fin de los amantes.
\u00bfSabes, alegr\u00eda m\u00eda, que bonito ser\u00e1 tambi\u00e9n para ti? Esta ma\u00f1ana, cuando Yo Eucarist\u00eda ven\u00eda, tu has tenido un sobresalto de \u00e9xtasis porque me has visto darte a M\u00ed mismo. Pero esto no es nada. Un granito de \u00e9xtasis puesto en tu coraz\u00f3n. Uno s\u00f3lo, para no destruirte, porque lo has notado… has cre\u00eddo morir en la emoci\u00f3n. Pero cuando sea el momento verter\u00e9 un r\u00edo de alegr\u00eda, porque no ser\u00e1 ya necesario mantener tu vida humana y nos iremos juntos.
\u00c1nimo, a\u00fan un poco de dolor por amor de tu Jes\u00fas y despu\u00e9s tu Jes\u00fas abolir\u00e1 para ti el dolor para darte a S\u00ed mismo, completamente, a S\u00ed mismo, alegr\u00eda sin medida\u00bb.<\/p>
En efecto esta ma\u00f1ana he tenido una impresi\u00f3n tan viva que he estado a punto de gritar. Porque se grita no. s\u00f3lo por miedo o por dolor, sino tambi\u00e9n por demasiada alegr\u00eda. He cre\u00eddo que el coraz\u00f3n cediera en la alegr\u00eda y yo muriera as\u00ed, con la hostia a\u00fan sobre la lengua.<\/p>
10 de agosto<\/p>
Me quejo bajito al Se\u00f1or porque abriendo, como de costumbre el libro del Evangelio o de la Biblia por cualquier p\u00e1gina, me pone, tambi\u00e9n esta ma\u00f1ana, bajo los ojos un punto trist\u00edsimo (Jerem\u00edas cap. 9\u00b0)
\u00a1Tendr\u00eda tanta necesidad de una palabra de esperanza para mi pobre Patria!… Reconozco que somos culpables de las culpas de las que somos acusados y castigados. Pero el amor de patria me hace sentir dolor por las aflicciones con las que Dios nos hiere.
Jes\u00fas me deja quejarme y despu\u00e9s me llama la atenci\u00f3n sobre los vers\u00edculos 23, 24, y sobre la \u00faltima frase del vers\u00edculo 25. Entiendo que ser\u00e9 instruida sobre esto… y espero.<\/p>
Dice Jes\u00fas 73:
\u00abLa oraci\u00f3n es algo bueno y santo, tambi\u00e9n es bueno meditar y estudiar la Sabidur\u00eda. Pero no hay nada m\u00e1s \u00fatil para el hombre que un conocimiento: estar convencido de Dios.
Cuando uno ha conocido verdaderamente qui\u00e9n es el Se\u00f1or, ya no se equivoca m\u00e1s, sabe orar no con un movimiento maquinal de labios de los que brotan serios prop\u00f3sitos de bondad, de perd\u00f3n, de continencia, de humildad, sino con verdadera adhesi\u00f3n a Dios, con verdadero prop\u00f3sito de practicar cada vez mejor la Ley para ser bendecido por Dios.
Cuando uno ha conocido qui\u00e9n es el Se\u00f1or, posee para siempre la Ciencia, la Riqueza, la Fuerza, que dan la verdadera Gloria que no muere para siempre y que agrada a Dios.
Vosotros hac\u00e9is oraciones y oraciones en estos tiempos 74. Pero no sirven como debieran.
\u00a1No pens\u00e9is que vuestro Dios haya cambiado su Naturaleza de infinita Bondad y de Paternidad perfecta! Es que le present\u00e1is oraciones contaminadas de demasiadas cosas.
Despojaos de la triple vestidura que oprime vuestro esp\u00edritu y lo contamina. Fuera la hipocres\u00eda, el odio, la lujuria. Habr\u00eda que quitar m\u00e1s cosas. Pero \u00e9stas son las m\u00e1s viles a mis ojos. Y sois hip\u00f3critas cuando ven\u00eds a M\u00ed con funciones religiosas que cumpl\u00eds con sentido humano y no sobrenatural.
\u00bfPero a qui\u00e9n quer\u00e9is enga\u00f1ar? \u00bfA M\u00ed? \u00a1Oh infelices! Podr\u00e9is enga\u00f1aros entre vosotros, mostrando un rostro de religi\u00f3n, mejor dicho, una m\u00e1scara sobre el verdadero rostro que es de irreligi\u00f3n, porque Religi\u00f3n quiere decir obediencia a los deseos y a la voluntad de Dios, y vosotros en las grandes y en las peque\u00f1as cosas desobedec\u00e9is a Dios. Podr\u00e9is enga\u00f1aros entre vosotros, pero a vuestro Dios no le enga\u00f1\u00e1is.
\u00bfQu\u00e9 dir\u00edas, Mar\u00eda, si uno te ofreciera un ramo de flores o un plato de fruta todo sucio o picado? Que har\u00eda mejor no ofreci\u00e9ndotelo porque te repugna y te ofende. As\u00ed es: Yo digo lo mismo de la mayor\u00eda de vuestras oraciones.
Odi\u00e1is. Seguro. Odi\u00e1is. Y ten\u00e9is el esp\u00edritu tan pesado que ni siquiera os dais cuenta de estar llenos de hast\u00edo y de ego\u00edsmo hacia todos. Pero \u00bfqu\u00e9 os he dicho Yo? \u00abSi cuando vas a orar te sobreviene el haber ofendido al hermano o que \u00e9ste tiene algo en su coraz\u00f3n contra ti, reconc\u00edliate antes con \u00e9l y despu\u00e9s ven\u00bb. Condici\u00f3n esencial para ser escuchados es el no tener en el coraz\u00f3n el odio que mata el amor. \u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is venir a M\u00ed, que soy Misericordia, cuando no sois misericordiosos? \u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is juzgar y pensar que Yo, que soy Justicia, no os juzgue? \u00bfNo veis que conservando odio hacia quien os da\u00f1a -y no fue quiz\u00e1s el primero, sino que el primero fuisteis vosotros- no veis que vosotros mismos os conden\u00e1is?
Sois lujuriosos. \u00a1Cu\u00e1nta lujuria: de la carne, de la mente, del coraz\u00f3n, se propaga sobre el mundo brotando de vosotros como ca\u00f1os de fuente que se originan all\u00e1 en lo hondo donde reina el Enemigo! Es un diluvio, no querido por Dios, sino por Satan\u00e1s, a quien os hab\u00e9is prestado, que se vuelca sobre la tierra y os aplasta la Luz, la Verdad, la Vida. Y Luz, Verdad y Vida, como paloma que no ama el fango podrido, se retira a los Cielos, descendiendo velozmente de ellos para recoger el vuelo sobre pocas criaturas que como cimas de monta\u00f1as emergen sobre el lodo que os deshonra.
Mi amado Hijo ha interrumpido su morada entre los hombres por los mismos hombres. Escuchadlo, vosotros que a\u00fan lo sab\u00e9is hacer, vosotros que resist\u00eds la ola corruptora porque Nos am\u00e1is. En \u00c9l est\u00e1 la salvaci\u00f3n, porque \u00c9l es el eterno Redentor, y los m\u00e9ritos infinitos de su infinito dolor obran para siempre. Mas vosotros los esteriliz\u00e1is bajo el corrosivo mal<\/p>
73 Pero, a partir del pen\u00faltimo verso de p\u00e1g. 215, parecen palabras dictadas por el Padre Eterno
74 Son los tiempos de la II guerra mundial<\/p>
sat\u00e1nico del que est\u00e1is llenos. M\u00e1s a\u00fan que su Sangre sobre los hebreos, este destruir vuestro en vosotros los efectos de su Sangre con el pecado, que am\u00e1is como vuestra vida de un momento, os condena y os hace dignos de mi castigo.
Sois corazones incircuncisos. No sab\u00e9is, no quer\u00e9is poner anillo de triple penitencia al coraz\u00f3n que hab\u00e9is quitado a Dios y hab\u00e9is dado al Enemigo de Dios y del g\u00e9nero humano. Esto es lo necesario para que Yo intervenga: arrepentiros y hacer penitencia. Sin estas dos cosas toda oraci\u00f3n vuestra, todo acto religioso vuestro es mentira y ofensa que hac\u00e9is a Dios.
Y si el Esp\u00edritu de Amor no puede obrar ya en vosotros los prodigios del amor porque vuestro obrar neutraliza su acci\u00f3n, y si el Verbo del Padre no puede obrar ya los milagros de su Sangre y de su Palabra porque en vosotros hay fuerzas contrarias, el Padre, el Se\u00f1or Dios, siempre puede agitar sobre vosotros el flagelo del castigo y defender en S\u00ed a las tres Personas Divinas demasiado, demasiado, demasiado ofendidas por la humanidad\u00bb.<\/p>
11 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAnoche tu primo 75 se sorprend\u00eda y lamentaba porque mientras escribes no cesan tus sufrimientos.
\u00bfPor qu\u00e9 deber\u00edan cesar? Las misiones son siempre penosas para la naturaleza humana. La carne sufre en el servir a Dios. Pero cuanto m\u00e1s sufre m\u00e1s fruct\u00edfero se hace el trabajo del esp\u00edritu.
\u00bfCuando he cumplido Yo mayormente mi misi\u00f3n? En las horas de mayor sufrimiento. Y Yo no ten\u00eda, entonces, el bien que t\u00fa tienes, porque Yo estaba en aquellas horas abandonado por el Padre. T\u00fa, en cambio, no lo est\u00e1s por M\u00ed.
\u00bfNo es esto m\u00e1s que suficiente para pagar el sufrimiento de un pu\u00f1ado de cenizas como es tu carne? S\u00ed que lo es. Ser\u00eda suficiente el sentirme cerca. Pero Yo te he concedido no s\u00f3lo la cercan\u00eda, sino la caricia, la vista, la palabra.
La cruz llevada as\u00ed ya no es cruz para el alma. Lo es s\u00f3lo para la carne y la sangre. Pero \u00e9stas me las has dado en ofrenda total, y es bueno que sean consumadas porque en el sacrificio se anulan sus culpas, de las que -est\u00e1s convencida- no es necesario que Yo te hable para record\u00e1rtelas. Me las has dado por ti y por \u00abmuchas cosas\u00bb. Por esto lleven ellas la cruz del sufrimiento total, porque es justo que as\u00ed suceda.
\u00bfSabes lo que haces escribiendo? Mi Voluntad. La voluntad de misi\u00f3n que quiero que t\u00fa hagas. Aunque una sola alma, una sola, encontrase el camino, a trav\u00e9s de esta fatiga tuya querida por M\u00ed, estar\u00eda justificada la fatiga que a los ojos humanos parece inhumana.
Yo, luchando contra la angustia de la agon\u00eda, he cumplido hasta el extremo la misi\u00f3n de Maestro y Redentor. Recuerda a Caif\u00e1s, Pilato, las mujeres de Jerusal\u00e9n, Dimas. Hasta lo \u00faltimo, hasta lo \u00faltimo he consolado, instruido, salvado. \u00a1S\u00f3lo Yo s\u00e9 lo que era mi sufrimiento! El tuyo es nada en comparaci\u00f3n.
Ning\u00fan disc\u00edpulo es m\u00e1s que su Maestro, en ninguna cosa, y si tu Maestro ha sufrido tanto para redimir a los hombres, t\u00fa, que te has puesto en la huella del Maestro, \u00bfquieres sufrir menos?
Por lo dem\u00e1s Yo s\u00e9 hasta qu\u00e9 punto debo cargar la mano. Y si la cargo pesadamente es signo de que te doy la capacidad de soportar el agravio y de que hay una infinita necesidad de sufrimiento para la hora terrible que ten\u00e9is encima. El sufrimiento de los holocaustos es el<\/p>
75 Giuseppe Belfanti, primo de la madre de la escritora. A causa de la guerra, desde Reggio Calabria se traslad\u00f3 con la familia a Viareggio, y estuvo con la escritora de julio de 1943 a noviembre de 1944<\/p>
que impide no la ruina material sino la ruina espiritual, que est\u00e1 para cegar los esp\u00edritus y conducirles a destruir, como nube cargada de nieblas, materialmente y cada vez m\u00e1s, cuanto a\u00fan queda salvo\u00bb.<\/p>
Dice m\u00e1s tarde respondiendo siempre a un lamento m\u00edo por las perspectivas dolorosas (acerca de nuestro ma\u00f1ana) que me ilumina:
\u00abPero, Mar\u00eda, a las peque\u00f1as amigas de Jes\u00fas no les es permitido librarse de la pena.
Vuestro pobre Jes\u00fas, cuando estaba en su Pasi\u00f3n, tuvo el \u00fanico consuelo de la asistencia de su Madre. Mar\u00eda no ha perdido ni un gemido m\u00edo, no se le ha escapado una l\u00e1grima m\u00eda, ni un fruncimiento de la piel, un estremecimiento de los m\u00fasculos, una contracci\u00f3n del rostro, un sollozo, una convulsi\u00f3n. Eran muchas lanzadas para su coraz\u00f3n de Madre, pero no se ha librado de ellas porque sab\u00eda que su presencia era el \u00fanico consuelo de su Jes\u00fas. .
La peque\u00f1a Mar\u00eda no debe ser diferente de la gran Mar\u00eda. Tambi\u00e9n ahora Yo sufro, sufro mucho ante la obstinaci\u00f3n humana. Lo repito 76: vendr\u00eda de nuevo a morir para salvaros, oh hombres que precipit\u00e1is en el abismo de mil culpas. Sufro tanto… no puedo callar mi dolor. Y hablar de ello quiere decir conducir a quien me escucha a la visi\u00f3n de un futuro bien triste.
Pero es tan dulce llorar juntos. No me quites tu hombro para que Yo apoye mi Cabeza sobre la que la Humanidad fija coronas de espinas. Las mismas espinas te pinchar\u00e1n tambi\u00e9n a ti. Pero piensa: nuestro llanto y nuestra sangre ser\u00e1n ofrecidas juntas para intentar parar el castigo.
Esto es necesario, Mar\u00eda. Las dem\u00e1s cosas dejan lo que encuentran y os unen nuevas potencias de mal. Pero el sacrificio salva. \u00a1Si de la tierra hecha infierno nacieran muchas almas de sacrificio!
No repito por falta de argumentos, repito porque en estas palabras est\u00e1 la llave de la salvaci\u00f3n\u00bb.<\/p>
Crea, Padre, que sufro mucho. Las intuiciones que me vienen son m\u00e1s torturadoras que mi mal f\u00edsico y acrecientan el mismo. Confieso que humanamente quisiera huir de ellas con la muerte. Pero, como ve, tambi\u00e9n esto entra en el campo de dolor que Dios ha sembrado para m\u00ed y que yo debo coger y comer como pan de mi vida.
Y entonces… adelante. Estoy entre espinas de todo tipo, porque el buen Jes\u00fas me descubre horizontes de sangre y fuego y Lucifer intenta agitarme haci\u00e9ndome notar que pronto quedar\u00e9 sola (sin el Maestro) y que \u00c9l est\u00e1 ya cansado de m\u00ed. Le dejo hablar, pero ciertamente sufro.
Menos mal que perdura viva la invisible Presencia y esto me da todo en mi nada.<\/p>
12 de agosto Noche<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAlma m\u00eda, escucha la par\u00e1bola de la perla.
Un granito de arena movido por las olas del mar viene tragado por las valvas del molusco. Una piedrecilla tosca y despreciable, un fragmento min\u00fasculo de roca, una astilla de p\u00f3mez, todas cosas que no merecen la mirada de un hombre.
Aquel granito de arena tragado as\u00ed a\u00f1ora ciertamente, en el primer momento, las inmensas lamas del mar donde rodaba libre bajo el impulso de las corrientes y donde ve\u00eda<\/p>
76 Ya en el dictado del 23 de abril y del 26 de julio<\/p>
tantas cosas bellas, creadas por mi Padre. Pero pasado alg\u00fan tiempo, alrededor del tosco y r\u00fastico granito se hace una pel\u00edcula blanca, cada vez m\u00e1s bella, m\u00e1s dura, m\u00e1s regular. Y la piedrecilla no a\u00f1ora m\u00e1s la libertad salvaje de antes, sino que bendice el momento en el que fue precipitada, por un querer superior a su intenci\u00f3n, entre las valvas de aquel molusco. Si el granito pudiera hablar dir\u00eda: \u00ab\u00a1Bendito sea aquel momento en que perd\u00ed la libertad! \u00a1Bendita sea la fuerza que me quit\u00f3 la libertad y de m\u00ed, pobre y feo, hizo una preciosa margarita!\u00bb.
El alma es una piedrecilla por su naturaleza basta. Lleva el signo de la creaci\u00f3n divina, pero se ha quedado en tan malas condiciones, rodando hacia abajo, que se ha hecho cada vez m\u00e1s \u00e1spera y m\u00e1s gris. La gracia, como una corriente celestial, la empuja por los in- mensos espacios del universo, hacia el Coraz\u00f3n de Dios que est\u00e1 abierto para recibir a sus criaturas. Vuestro Dios est\u00e1 con el Coraz\u00f3n abierto dese\u00e1ndoos, pobres criaturas.
Pero con frecuencia vosotros resist\u00eds a las corrientes de la gracia y a la invitaci\u00f3n de Dios que desea encerraros en su Coraz\u00f3n. Cre\u00e9is ser m\u00e1s felices, m\u00e1s libres, m\u00e1s due\u00f1os de vosotros mismos permaneciendo fuera. No, pobres hijos m\u00edos. Felicidad, libertad, dominio, est\u00e1n dentro del Coraz\u00f3n de Dios. Fuera est\u00e1 la asechanza de la carne, la asechanza del mundo, la asechanza de Satan\u00e1s.
Cre\u00e9is estar libres, pero est\u00e1is atados como esclavos al remo. Cre\u00e9is ser felices, pero los cuidados, ya en s\u00ed, son infelicidad. Y despu\u00e9s est\u00e1 todo el resto. Cre\u00e9is ser due\u00f1os, pero sois siervos de todos, siervos de vosotros mismos en la parte inferior, y no obten\u00e9is alegr\u00eda aunque trabaj\u00e1is para proporcion\u00e1rosla.
Yo doy la alegr\u00eda porque doy la Paz, porque doy la continencia, porque doy la resignaci\u00f3n, la paciencia, toda virtud.
Bienaventuradas las almas que no ponen demasiada resistencia a la gracia que les impulsa hacia M\u00ed. Beat\u00edsimas aquellas que no s\u00f3lo se dejan llevar a M\u00ed, sino que vienen a M\u00ed con el ansia del deseo para ser absorbidas por mi Coraz\u00f3n.
\u00c9l no rechaza a nadie por mezquino y tosco que sea. \u00c9l acoge a todos, y m\u00e1s sois m\u00edseros, pero a la vez convencidos de que Yo os puedo embellecer, y m\u00e1s Yo trabajo vuestra mezquindad, la revisto con vestido nuevo, precioso, puro. Y mis m\u00e9ritos y mi amor obran la metamorfosis. Entr\u00e1is criaturas y salid, a la Luz del D\u00eda de Dios, perlas precios\u00edsimas.
El alma alguna vez a\u00f1ora la primera libertad. Especialmente en los primeros tiempos, porque mi trabajo es severo aunque bajo aspecto de amor. Pero cuanto m\u00e1s voluntariosa es el alma tanto antes comprende. Tanto antes el alma renuncia a todo deseo de falsa libertad y prefiere la regia esclavitud del amor, y tanto antes gusta la bienaventuranza de su cautiverio en M\u00ed y acelera el prodigio santificante del amor.
El mundo pierde todo atractivo para aquel alma feliz que vive encerrada en M\u00ed como perla en el cofre. Todas las riquezas de la tierra, todos los ef\u00edmeros soles, todas las insinceras alegr\u00edas y las pseudo libertades pierden luz y voz y s\u00f3lo queda la voluntad, cada vez m\u00e1s vasta y profunda, de nuestro rec\u00edproco amor, de nuestro querer ser el uno para el otro, el uno en el otro, el uno del otro.
\u00a1Oh! bienaventuranza de las bienaventuranzas, demasiado poco conocida, vivir conmigo que s\u00e9 amar. Que si Pedro exclam\u00f3 sobre el Tabor, s\u00f3lo por verme transfigurado: \u00abSe\u00f1or, es bueno para nosotros estar aqu\u00ed\u00bb, \u00bfqu\u00e9 deber\u00eda decir el alma que ella misma es transfigurada haci\u00e9ndose mol\u00e9cula de mi Coraz\u00f3n de Dios?
Pero piensa, Mar\u00eda. Quien vive en M\u00ed se hace parte de M\u00ed. \u00bfComprendes? De M\u00ed, Jes\u00fas, Hijo del Dios verdadero, Sabidur\u00eda del Padre, Redentor del mundo, Juez Eterno y Rey del siglo futuro, Rey por siempre. A todo esto llega el alma que vive hundida en mi Coraz\u00f3n. Parte integrante y viva del Coraz\u00f3n de un Dios, vivir\u00e1 eternamente como Dios en la Luz, en la<\/p>
Paz, en la Gloria de mi Divinidad\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando la naturaleza humana sabe recordarse tanto de su origen para saber vivir en lo sobrenatural, se hace m\u00e1s alta que la ang\u00e9lica y es para los \u00e1ngeles motivo de admiraci\u00f3n.
\u00bfCu\u00e1ndo sucede esto? Cuando una criatura vive sumergida en mi Voluntad, totalmente abandonada a M\u00ed, no viviendo, no amando, no actuando m\u00e1s que por M\u00ed y conmigo. Entonces eleva su carne a un grado que no est\u00e1 concedido a los \u00e1ngeles, quienes no conocen las ansias de la carne y no tienen el m\u00e9rito de dominarlas. Cuando, adem\u00e1s, la criatura se crucifica a s\u00ed misma por amor del Maestro crucificado, entonces se convierte en motivo de admiraci\u00f3n para las legiones ang\u00e9licas, las cuales no pueden sufrir por mi amor y crucificarse a s\u00ed mismas como Jes\u00fas, Redentor del mundo e Hijo del Eterno.
Alrededor de mi Cruz, como ya alrededor de mi cuna, estaban legiones de \u00e1ngeles adoradores, porque la cuna y la cruz eran el alfa y la omega de mi misi\u00f3n de Redentor. Pero alrededor de los peque\u00f1os crucificados, que se inmolan silenciosamente por ley de perfecto amor, est\u00e1n las legiones de los esp\u00edritus ang\u00e9licos, porque ven a M\u00ed en vosotros que mor\u00eds por M\u00ed.
D\u00e9jame por lo tanto hacer. Hacer hasta el final. Dentro de poco Yo te ser\u00e9 padre, madre 77 adem\u00e1s de hermano y esposo. Dentro de poco no me tendr\u00e1s nada m\u00e1s que a M\u00ed. Ven, el golpe es duro, pero te advierto y s\u00e9 generosa. D\u00e9jame hacer. No hago nada que no tenga la sigla de amor. S\u00e9 como un cordero reci\u00e9n nacido entre mis manos de buen pastor. Si tu Pastor te hace comer esta hierba amarga, tambi\u00e9n \u00e9sta, es porque te quiere dar un lugar m\u00e1s bello en su Coraz\u00f3n. y no tengas miedo. Yo te ayudar\u00e9. Te ayudo siempre, lo ves.
Tengo necesidad de tu dolor. Del dolor absoluto, completo, profundo. T\u00fa no sabes qu\u00e9 valor tendr\u00e1 en mis manos. Cuando lo sepas dir\u00e1s que he valorado al mil por ciento tu sufrir y me lo agradecer\u00e1s. Pero agrad\u00e9ceme ya desde ahora con confianza y con amor.
En el coro de las voces que se elevan desde la tierra al Cielo faltan las voces que agradecen. Es una nota muda, y esto est\u00e1 muy mal. Es un gran dem\u00e9rito para la estirpe de Ad\u00e1n que, amada y beneficiada de manera suprema por Dios Uno y Trino, no sabe agra- decer. Pero aunque esto les ser\u00e1 perdonado a los analfabetos en el Amor, a quienes el Amor mismo instruye no les es concedido el no hacerlo. Cuando un ni\u00f1o peque\u00f1o comete un error o lo comete un pobre ignorante, se le compadece. No as\u00ed cuando el mismo error lo hace un adulto y un culto.
Tu eres educada por el Maestro y no debes faltar a la ense\u00f1anza del Maestro. Te he criado con mi amor como se cr\u00eda a un peque\u00f1o con la leche. S\u00e9 fiel ‘al Amor en todas, todas, todas las cosas\u00bb.<\/p>
13 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abRepetir\u00e9 cuanto ya he dicho respecto de un alma que me debes ayudar a llevar a la luz. As\u00ed tambi\u00e9n el Padre se organizar\u00e1. Adem\u00e1s este repetir responde tambi\u00e9n a preguntas del Padre el cual, est\u00e9 seguro, est\u00e1 en su campo de apostolado y mucho tendr\u00e1 que trabajar todav\u00eda en \u00e9l porque los paganos est\u00e1n aqu\u00ed y \u00e9l es mi misionero aqu\u00ed. \u00c1rmese por ello de fortaleza, paciencia y constancia, y trab\u00e1jeme los corazones, m\u00e1s sordos que las piedras, para que mi Voz entre en ellos.<\/p>
77 La escritora, que era hija \u00fanica, perder\u00e1 a su madre el 4 de octubre de este mismo a\u00f1o 1943. El padre hab\u00eda muerto el 30 de junio de 1935<\/p>
Entre. Si despu\u00e9s, que haya entrado, los corazones no la quieren hacer Vida, peor para ellos. Yo, mi peque\u00f1a portadora, y mi misionero, seremos justificados ante el Padre 78. Respecto a los corazones, tendr\u00e1n que responder de ello porque se habr\u00e1n cerrado ellos mismos a la Misericordia de Dios que usa todos los medios: desde su Hijo dilecto a los siervos fieles del Hijo, para dar ayuda sobrenatural a las criaturas.
Que el Padre utilice por tanto cuanto juzga \u00fatil utilizar de lo que te digo. Son perlas que le doy gratuitamente. Pero de todas las perlas tengo detr\u00e1s una, la perla madre, dir\u00e9 as\u00ed. Detr\u00e1s te tengo a ti, de quien soy celoso y sobre quien ejerzo absoluto poder de propiedad.
T\u00fa no eres Mar\u00eda y no debes ser conocida como Mar\u00eda. Eres un suspiro que sale de mi Coraz\u00f3n, un viento que sopla y refresca las frentes sin que ellas sepan de donde venga ni qu\u00e9 nombre tenga. Tu personalidad est\u00e1 anulada. T\u00fa, como criatura, debes ser nada. Debes no ser. No siendo, ninguno te debe conocer como escritora de mi Pensamiento, ninguno menos dos o tres criaturas privilegiadas, que son tales por Voluntad m\u00eda. T\u00fa eres el respiro de Jes\u00fas y basta. M\u00e1s tarde, cuando Yo quiera, y nadie te pueda da\u00f1ar, ser\u00e1 conocido el nombre de mi peque\u00f1a voz. Pero entonces t\u00fa estar\u00e1s en otro lugar, donde la peque\u00f1ez humana no llega y donde la maldad humana no act\u00faa.
Respecto a aquel alma (y a muchas como ella) es necesario ejercer una caridad super- perfecta. Como la he ejercitado Yo muchas veces en mi vida terrena. Son almas a penas esbozadas. Todo en ellas anhela por instinto a un perfeccionamiento, se tiende hacia un crecimiento de forma como el reci\u00e9n nacido que se nutre, se agita, da vagidos, aspirando a saberse nutrir, saberse mover, saberse expresar, con verdaderos alimentos, con verdaderos pasos, con verdaderas palabras. Y deben tratarse como reci\u00e9n nacidas. Sin impaciencias y sin repugnancias.
\u00bfPero lo sabes, alma m\u00eda, cu\u00e1ntas veces he sentido contraerse mi carne por un escalofr\u00edo tan vivo que afloraba del Coraz\u00f3n a la carne cuando deb\u00eda acercarme a seres de pecado? Sin embargo, si no me hubiera acercado \u00bfhabr\u00eda podido atraerles a M\u00ed? Lo habr\u00eda podido con una violencia de Dios. Pero \u00a1por qu\u00e9 usarla cuando est\u00e1 el Amor que es el mejor de los imanes?
He iniciado mi vida p\u00fablica con una fiesta de bodas, en la cual he debido escuchar las conversaciones de siempre y las alusiones que se acostumbra en similares fiestas. No he rehusado la invitaci\u00f3n de Mateo, lo que me fue muy reprochado, por los censores, manchados por lo mismo que me reprochaban a M\u00ed, el haber entrado en aquella casa. No he rechazado a la pecadora que consum\u00eda sobre mi Carne el \u00faltimo resto de sus artificios de seducci\u00f3n y anulaba su deuda hacia la Gracia con un acto de arrepentido y valeroso amor. No he desde\u00f1ado hablar con la samaritana que era de todos y de ninguno. No he callado porque en la muchedumbre que me escuchaba estaban mezclados paganos o pecadores. Sino m\u00e1s bien precisamente para ellos encontraba las miradas, las sonrisas, las palabras m\u00e1s dulces de amor.
He venido y vengo a recoger a mis ovejas dentro de mi redil, y por las ovejas alejadas que han tomado caminos torcidos voy, Pastor bueno e incansable, entre zarzas y espinas, llorando l\u00e1grimas y goteando sangre hasta que las he encontrado y recogido. Si llamo a otros para ayudarme en la obra deben estos otros actuar como Yo.
Lo s\u00e9 que hay un santo pudor y un instintivo celo que producen sufrimiento cuando son forzados. Pero es necesario superar el santo pudor y el no santo ego\u00edsmo y dejar que los \u00bbpeque\u00f1os vengan a M\u00ed\u00bb para que escuchen mi Voz a trav\u00e9s de tu obra. Actuar ante ellos con tanto amor y con completa libertad como si fueran personas convencidas de mi Ley.<\/p>
78 Dios Padre. Todas las dem\u00e1s veces que en el presente dictado viene nombrado el \u00abPadre\u00bb, es el Padre Migliorini<\/p>
No pens\u00e9is que cu\u00e1nto dec\u00eds est\u00e1 desperdiciado. No. Una tierra \u00e1rida sobre la que llueva despu\u00e9s de a\u00f1os y a\u00f1os de sequ\u00eda parece que no se moje cuando el agua del cielo llueve sobre ella; en realidad le cuesta embeberse de agua m\u00e1s que a una tierra cuidada. Pero se moja siempre. As\u00ed es para los corazones. Es necesario regarles, ponerles en contacto con el agua viva que desciende del Cielo y que al conduce Cielo. El resto despu\u00e9s lo hago Yo..
Los milagros de la gracia en los corazones suceden por un conjunto de agentes, cuya ra\u00edz est\u00e1 en M\u00ed. Podr\u00eda hacerlo todo solo. Pero quiero asociar a mis disc\u00edpulos a mi obra de Redenci\u00f3n para que compartan conmigo mi Gloria en el Cielo.
He deseado sentarme con vosotros, amigos m\u00edos, en el banquete celestial donde ser\u00e1n celebradas mis glorias de Redentor, lo he deseado ardientemente antes que el tiempo fuera, porque nada es desconocido para la Inteligencia eterna. S\u00e9 el nombre de los comensales, s\u00e9 quienes, despu\u00e9s de haberse nutrido de M\u00ed sobre la tierra, de M\u00ed recibir\u00e1n en el Cielo el pan partido por mis manos en el \u00e1gape fraterno en el que Maestro y disc\u00edpulos estar\u00e1n unidos para siempre sin la pesadilla de la inminente Pasi\u00f3n y de la sucia traici\u00f3n.
Animo, pues. Si te chocan ideas que mi Luz te hace ver equivocadas no te retires. Como una madre ten sobre el coraz\u00f3n los hijos del esp\u00edritu aunque est\u00e9n cubiertos de materias impuras. Ofrece tu sufrimiento por este encuentro con mi Luz para que descienda a dar luz de verdadera fe al esp\u00edritu anhelante de la Fe, pero incapaz a\u00fan de ir a ella.
Quer\u00eda terminar de hablarte de la perla 79. He hablado de otra cosa para guiar al Padre cuya obra contigo no ha sido in\u00fatil. Su vestido de hijo de Mar\u00eda ha hecho huir a quien te paralizaba o\u00eddo y vista espiritual y azuzaba en ti la parte inferior.
Eres as\u00ed porque has tenido la ayuda del Padre. Os he cogido de dos puntos de la tierra y os he conducido el uno hacia el otro porque as\u00ed deb\u00eda ser. Yo s\u00e9 por qu\u00e9. T\u00fa, recu\u00e9rdalo siempre, en mi Sacerdote debes verme a M\u00ed. \u00c9l en ti debe verme a M\u00ed. Y no las migajas sino todo el Pan he guardado para \u00e9l, porque precisamente a \u00e9l, contra tu propia voluntad, he reservado la misi\u00f3n de ser tu ayuda fraterna y t\u00fa la ayuda fraterna de \u00e9l.
Yo s\u00e9 cu\u00e1les son las piedras a unir para formar las murallas de mi Ciudad. Parecen actuar por s\u00ed mismas. En realidad una sirve a la otra compagin\u00e1ndose perfectamente. Yo s\u00e9.
No es \u00e9l quien quita la mesa y recoge del suelo las migajas. Si acaso \u00e9l es L\u00e1zaro que prepara la casa para el Maestro, la casa eres t\u00fa y eres tambi\u00e9n Mar\u00eda… Pero \u00bfhabr\u00eda podido Mar\u00eda estar escuchando al Maestro si L\u00e1zaro no hubiera preparado la casa al invitado y si Marta no hubiere atendido a los quehaceres?
De Mar\u00eda he hecho una santa. Pero \u00bfde L\u00e1zaro y de Marta he hecho de menos? Quien me sirve es igualmente querido, cualquiera que sea la obra que cumple. Lo importante es hacer lo que Yo quiero\u00bb.<\/p>
He aqu\u00ed la respuesta a su carta, donde ha estimado \u00fatil responder.<\/p>
Veo a Jes\u00fas con su cruz sobre el hombro derecho que camina, camina y nadie le sigue.
Me mira con ojos de inmenso dolor.<\/p>
14 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas: .
\u00abTe he dicho 80 que eres as\u00ed porque has tenido la ayuda del Padre 81. Ning\u00fan orgullo le<\/p>
79 En el dictado del 12 de agosto 80 En el dictado del 13 de agosto 81 Padre Migliorini<\/p>
debe venir a \u00e9l, ning\u00fan desaliento a ti, ninguna sorpresa a quien sea por esta afirmaci\u00f3n m\u00eda. Yo soy Dios y no tengo necesidad de intermediarios, es cierto. Pero precisamente porque soy perfecto en todo, tanto en la inteligencia como en el amor, as\u00ed s\u00e9 cu\u00e1nto es necesario para vosotros para estimularos y haceros sentir c\u00f3mo os amo. Y este pedir vuestra colaboraci\u00f3n para cumplir mis prodigios no es prueba de debilidad por parte m\u00eda o de
incapacidad para obrar solo, sino es prueba de amor y de inteligencia.
Os amo tanto que me humillo a pediros que me ayud\u00e9is. Os comprendo tanto que s\u00e9 que esta petici\u00f3n os estimula m\u00e1s que cualquier otra cosa.
Para hacerme Alimento que nutre vuestro esp\u00edritu Yo no tendr\u00eda necesidad de nadie. Sin embargo pido manos sacerdotales para obrar el milagro del pan que se cambia en Cuerpo del Hombre Dios. y as\u00ed es para la rec\u00edproca elevaci\u00f3n.
Yo he fundado una sociedad verdadera en la cual los miembros son, en mi pensamiento, uno para el otro, uno de apoyo al otro. Desde el m\u00e1s grande hasta el m\u00e1s peque\u00f1o todos ten\u00e9is vuestra raz\u00f3n de existir en la magn\u00edfica uni\u00f3n de mi Iglesia, una en la esencia y trina en la forma, como su Rey y Pont\u00edfice divino que es Uno y Trino con el Padre y el Esp\u00edritu Santo.
La Comuni\u00f3n de los santos une a los cat\u00f3licos que fueron con los que son, a los cat\u00f3licos que penan con los que luchan y con los que gozan. Cielo, tierra y purgatorio se ayudan y completan rec\u00edprocamente, y del mismo modo los miembros de la Iglesia militante deben ayudarse y completarse rec\u00edprocamente.
\u00a1Oh! \u00a1sublime caridad que has nacido de mi Coraz\u00f3n, desgarrado por la traici\u00f3n antes que por la lanzada, signo vivo de la pertenencia a M\u00ed! Si pudieras ver el valor que tiene, a los ojos de los celestes, el amaros como hermanos, seg\u00fan mi mandamiento de amor, ninguno, entre los dotados de inteligencia, no querr\u00eda no amar al hermano con pureza, con visi\u00f3n espiritual y espiritual ardor. As\u00ed se amaban mis primeros seguidores y su amarse ha convencido al mundo de la verdad del Cristo.
Pero ahora… \u00bftodav\u00eda puede ser el mundo convencido de esto cuando el odio ha sustituido al amor y la inteligencia sirve para da\u00f1ar, la palabra para mentir, el coraz\u00f3n para traicionar, las manos para matar?
Orad… Orad pues. \u00bfPero puede vivir una planta apoyada sobre un granito ardiente? No. Muere porque su ra\u00edz no encuentra jugo de vida. As\u00ed muere vuestra oraci\u00f3n no nutrida por el amor.
\u00a1Y pensar que habr\u00eda gran fiesta en el Cielo si el gran pecador: el hombre, volviera al Padre que le espera para perdonarle y cubrirle de dones!
Voy, llevando la Cruz, recogiendo las cruces que Satan\u00e1s derriba y que vosotros no sab\u00e9is llevar.
El mundo ha rechazado la Iglesia y las iglesias caen. Pero \u00a1ay de aquel d\u00eda en que el Hijo del Hombre no tuviera m\u00e1s altares para repetir el Sacrificio y m\u00e1s sagrarios para el Sacramento de mi amor!\u00bb.<\/p>
15 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abDe tus escritos se utiliza as\u00ed.
La parte que es tuya tendr\u00e1 el acostumbrado valor informativo para la curiosidad del hombre que siempre quiere sondear sobre los secretos de las almas.
La parte que es m\u00eda, y que debe ir separada de la tuya, tendr\u00e1 valor formativo porque en ella hay voz evang\u00e9lica y esta voz evang\u00e9lica tiene siempre valor de formaci\u00f3n espiritual,<\/p>
cualquiera que sea el modo con que llega a vosotros. A\u00fan cuando el modo, o los modos, con que ha llegado al alcance de las almas, ya no son de esta tierra, ella permanece lo que es y no pierde su valor.
Estaba reacio a dar la nueva f\u00f3rmula de oraci\u00f3n para hoy porque s\u00e9 que es escuchada a\u00fan menos que la de junio 82. Entonces se ped\u00eda que las bombas perdonasen casas y personas de Viareggio y esto era argumento comprensible al embotamiento y al miedo humano. Hoy se pide una cosa m\u00e1s alta y universal y, es doloroso constatarlo, no universalmente deseada, no deseada ni siquiera por la totalidad del peque\u00f1o n\u00facleo de Viareggio.
Guerra quiere decir ruina de muchos, pero tambi\u00e9n utilidad de muchos y ante la utilidad propia el hombre descuida la utilidad colectiva. Os am\u00e1is tan poco entre vosotros que viv\u00eds cada uno encerrado en el propio ego\u00edsmo y armado de aguijones para el pr\u00f3jimo. Por ello se hab\u00eda sentido poco por el esp\u00edritu la primera oraci\u00f3n, pues era sentida s\u00f3lo por la carne que temblaba de miedo por s\u00ed misma y por su tener casas; \u00e9sta est\u00e1 dicha con el esp\u00edritu a\u00fan m\u00e1s sordo.
No es as\u00ed como se obtiene lo que se pide. La tregua de las armas vendr\u00e1, porque debe venir, pero no ser\u00e1 m\u00e1s que una tregua. Y una cosa es tregua y otra es paz. Paz quiere decir concordia externa e interna, buscada y querida con visi\u00f3n y afecto espiritual.
Si supierais venir a M\u00ed, con los labios y el alma limpia e inflamada de verdadera caridad, os dar\u00eda esta paz. Os la dar\u00eda contra todos los obst\u00e1culos que el Mal pusiera para impedirla, porque Yo soy el vencedor eterno. Pero incluso entre los no muchos que hoy orar\u00e1n en las iglesias por esto, pocos, pocos, pocos tendr\u00e1n los requisitos que hacen potente la oraci\u00f3n. Es una verdad dolorosa y espantosa, pero no beneficia esconderla porque su mal permanece aunque est\u00e9 escondido.
\u00a1Pobres hombres, qu\u00e9 malos sois! Si tronase esta verdad desde los cielos, el hombre se ofender\u00eda como los fariseos cuando les denunciaba descubriendo sus vicios ocultos.
Pero es como digo. La paz santa y verdadera no es deseada por todos. Est\u00e1is tan torpes y tan embadurnados de tendencias malvadas que ni siquiera logr\u00e1is escuchar el tono de la verdad que Uno mayor que vosotros os revela. Pero la verdad es esa, no puede ser otra verdad porque no hay m\u00e1s que una.
Estamos siempre en ese tema: \u00abSi hubieran diez justos…\u00bb Pero los justos son tan pocos contra la masa de los injustos. Satan\u00e1s tiene un n\u00famero desmesurado de hijos y servidores. El Hijo de Dios tiene un n\u00famero insignificante de verdaderos hijos y verdaderos siervos. Y en este desequilibrio est\u00e1 la causa de vuestra ruina\u00bb.<\/p>
16 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSoy el \u00abPrimog\u00e9nito de entre los muertos\u00bb seg\u00fan el orden humano y divino.
Primog\u00e9nito seg\u00fan el orden humano porque hijo, por parte de madre, de Ad\u00e1n, soy el primer generado, de la estirpe de Ad\u00e1n, que he nacido como habr\u00edan debido nacer todos los hijos de los creados por mi Padre.
No abras tanto los ojos. Mar\u00eda ha nacido por voluntad de Dios sin mancha y esta preservaci\u00f3n ha sido querida justamente para preparar mi venida. Pero sin un especial querer, Mar\u00eda, nacida de hombre y mujer unidos seg\u00fan la ley de la naturaleza, no habr\u00eda sido distinta de todas las dem\u00e1s criaturas venidas de la ra\u00edz contaminada de Ad\u00e1n. Habr\u00eda sido<\/p>
82 El 5 de junio<\/p>
una gran ‘justa\u00bb, como muchos y muchas otras del tiempo antiguo, pero nada m\u00e1s. La Gracia, Vida del alma, habr\u00eda sido destruida en Ella por el pecado original.
Soy Yo quien ha vencido a la muerte y a la Muerte. Yo que he vuelto a llamar a la Vida a los muertos del Limbo. Dorm\u00edan. Como L\u00e1zaro, cuya resurrecci\u00f3n simboliza \u00e9sta m\u00e1s verdadera. Yo les he llamado. Y han resucitado. Yo, nacido de mujer hija de Ad\u00e1n, pero sin pecado original, o sea como hubieran debido ser todos los hijos de Ad\u00e1n, soy por ello el Primog\u00e9nito, seg\u00fan el orden natural, de Ad\u00e1n, nacido vivo en medio a los generados muertos de Ad\u00e1n.
Soy el \u00abPrimog\u00e9nito\u00bb seg\u00fan el orden divino porque soy el Hijo del Padre, el Generado, no el creado, por \u00c9l.
Generar quiere decir producir una vida. Crear quiere decir formar. Yo puedo crear una nueva flor. El artista puede crear una nueva obra. Pero s\u00f3lo un padre y una madre pueden generar una vida.
Soy por lo tanto el \u00abPrimog\u00e9nito\u00bb porque, nacido de Dios, estoy a la cabeza de todos los nacidos (seg\u00fan la gracia) de Dios.
Cuando con mi Muerte he sacudido las puertas del m\u00e1s all\u00e1 y he sacado a los durmientes a la primera resurrecci\u00f3n, he abierto tambi\u00e9n las cerradas de los lagos m\u00edsticos en cuyo lavado se limpia el signo que mata, muere la Muerte del esp\u00edritu, la verdadera Muerte, y nace la Vida del esp\u00edritu, la verdadera Vida.
Soy en fin el \u00abPrimog\u00e9nito\u00bb de entre los muertos porque mi Carne fue la primera en entrar en el Cielo, donde entrar\u00e1n en la Resurrecci\u00f3n \u00faltima las carnes de los santos cuyos esp\u00edritus esperan en la Luz la glorificaci\u00f3n de su yo completo, como es justo que sea porque se santificaron a s\u00ed mismos venciendo a la carne y martiriz\u00e1ndola para llevarla a la victoria, como es justo que sea porque los disc\u00edpulos son semejantes al Maestro, por amoroso querer del Maestro, y Yo, vuestro Maestro, he entrado en la Gloria con mi Carne que fue martirizada para la gloria de Dios.
M\u00e1s adelante te hablar\u00e9 de las dos resurrecciones, vistas siempre por vosotros con referencias humanas, mientras deben verse con visi\u00f3n espiritual.
Mi Primogenitura divina y humana me da, en consecuencia, derechos soberanos, porque siempre es el primog\u00e9nito de un rey quien hereda la corona. \u00bfY qu\u00e9 rey m\u00e1s Rey que mi Padre?
Rey eterno cuyo reino no tiene principio ni fin y contra el cual ning\u00fan enemigo tiene poder. Rey \u00fanico sin rivales que me eleva al generarme a su misma soberan\u00eda porque Yo soy Uno con el Padre, consustancial a \u00c9l, inseparable de \u00c9l, parte viva, activa, perfecta de \u00c9l. Rey santo, santo, santo de una Perfecci\u00f3n tal que no es imaginable por mente humana. Resplandece en el Cielo, sobre la tierra y sobre los abismos, se extiende sobre los montes, reviste de S\u00ed cuanto existe, la santidad gloriosa de mi Padre, santidad que Nosotros ado- ramos porque es aqu\u00e9lla de la cual estamos generados y de la que procedemos.
Gloria, gloria, gloria al Padre, Mar\u00eda, gloria siempre porque de \u00c9l viene todo bien y el primer Bien soy Yo, tu Salvador.
Mi reino no es de esta tierra, seg\u00fan cuanto quiere decir reinar sobre la tierra. Pero es Reino de la tierra. Porque Yo tendr\u00e9 reino sobre la tierra. Reino evidente y verdadero, no s\u00f3lo espiritual cual es ahora y de pocos. Llegar\u00e1 la hora en que ser\u00e9 \u00fanico y verdadero Rey de esta tierra que he comprado con mi Sangre, de la cual he sido creado Rey por mi Padre con todo poder sobre ella. \u00bfCu\u00e1ndo vendr\u00e9? \u00bfQu\u00e9 es la hora respecto a la eternidad? Y \u00bfqu\u00e9 te importar\u00e1 la hora cuando est\u00e9s en la eternidad?
Vendr\u00e9. No tendr\u00e9 nueva carne porque tengo ya una perfecta. Evangelizar\u00e9, no como evangelic\u00e9, sino con fuerza nueva, porque entonces los buenos ser\u00e1n no humanamente<\/p>
buenos como lo eran los disc\u00edpulos de mi primera venida, sino ser\u00e1n espiritualmente buenos, y los malvados ser\u00e1n espiritualmente malvados, sat\u00e1nicamente malvados, perfectamente malvados. Por ello la forma ser\u00e1 conforme a las circunstancias, porque si usara la forma de hace 20 siglos estar\u00eda superada, por los perfectos en el bien, y ser\u00eda ofrecer ocasi\u00f3n a los sat\u00e1nicos de realizar una ofensa que no est\u00e1 permitida hacer al Verbo glorificado. Como una red de malla fina arrastrar\u00e9 detr\u00e1s de mi Luz a los llegados a la sutileza espiritual, pero los pesados, por la uni\u00f3n de la carne con Satan\u00e1s, los Muertos del esp\u00edritu que la podredumbre del alma tiene clavados en el fango, no entrar\u00e1n en mi Luz y terminar\u00e1n de corromperse en la uni\u00f3n con el Mal y con la Tiniebla.
Por ahora preparo el tiempo futuro usando singularmente la Palabra que desciende de los cielos y da luz a las almas preparadas para recibirla. Hago de vosotros los radiotelefonistas atentos a o\u00edr la ense\u00f1anza que es perfecta y que ya hab\u00eda dado y que no cambio, porque Una es la Verdad, pero que ha sido olvidada o falsificada, demasiado olvidada y demasiado falsificada porque era c\u00f3modo olvidarla y falsificarla.
Hago esto porque tengo piedad de la Humanidad que muere sin el pan del esp\u00edritu. Como me he dado a M\u00ed por pan de vuestra alma, as\u00ed ahora entrego mi Palabra para pan de vuestro esp\u00edritu. Y repito: \u00bbBienaventurados aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ob- servan\u00bb\u00bb .<\/p>
Noche<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHe dicho que mi nueva venida tendr\u00e1 forma y fuerza nueva conforme a las circunstancias y te he explicado c\u00f3mo ser\u00e1n entonces los hombres. El tiempo del esp\u00edritu debe venir.
El hombre ha partido de una tiniebla profunda y de un enorme peso de fango, despu\u00e9s de haber perdido la Luz divina por su propia voluntad, obedeciendo a la seducci\u00f3n enemiga cuyo verdadero ser se simboliza en el fruto que ense\u00f1a el Bien y el Mal, o sea que ha reve- lado al hombre cuanto por su bien Dios hab\u00eda escondido a la materia, a la mente, al coraz\u00f3n.
\u00a1Habr\u00edais sido tan puros, tan pac\u00edficos, tan honestos, tan p\u00edos si no hubierais mordido la triple concupiscencia que es dulce en la boca, pero amarga en el esp\u00edritu m\u00e1s que el vinagre y la hiel que me fue dado sobre la Cruz!
Ca\u00eddo de la morada paradis\u00edaca sobre la tierra, aplastado por la revelaci\u00f3n de su carne profanada por la lujuria, torturado por el remordimiento de haber causado su mal, angustiado por la persuasi\u00f3n de haber suscitado la ira punitiva de Dios Creador, el hombre no era m\u00e1s que un pobre ser animal en el que se debat\u00edan y fermentaban todas las fuerzas inferiores.
Ya te he llamado la atenci\u00f3n 83 sobre la diferencia de los preceptos dados a Mois\u00e9s respecto de los m\u00edos, preceptos necesarios, en su chocante crudeza, para frenar las tendencias del hombre, pedazo de carne apenas infuso con un movimiento an\u00edmico dado por un alma herida a muerte y desfallecida en un coma espiritual. El recuerdo de la Luz perdida, viviendo en lo profundo del alma, empujaba los pasos 84 a la luz. Un camino muy fatigoso porque la materia pesa m\u00e1s que el esp\u00edritu y arrastra hacia abajo. De vez en cuando la Bondad del Eterno daba a la humanidad \u00abfaros\u00bb para la traves\u00eda tempestuosa hacia la Luz verdadera. Los patriarcas y los profetas: he ah\u00ed los faros de la humanidad en b\u00fasqueda del puerto de la luz.
Despu\u00e9s ha venido Aquel que Juan, el Amado, llama \u00abla Luz verdadera que ilumina a todo hombre\u00bb.<\/p>
83 En el dictado del 9 de julio
84 Pasos es lectura incierta en italiano; podr\u00eda leerse tambi\u00e9n padres<\/p>
Yo he venido Luz del mundo y Verbo del Padre y os he tra\u00eddo de nuevo la Paz con el Padre, el abrazo que os hace volver a ser hijos del Alt\u00edsimo.
Yo soy quien ha encendido de nuevo la vida desfalleciente de vuestro esp\u00edritu. Yo soy quien os ha ense\u00f1ado la necesidad de nacer en el esp\u00edritu.
Yo soy quien ha recogido en mi Persona toda la Luz, la Sabidur\u00eda, el Amor de la Trinidad y os la he tra\u00eddo.
Yo soy quien con mi sacrificio he anudado la cadena, donde se hab\u00eda roto, sold\u00e1ndoos nuevamente al Padre y al Esp\u00edritu de Verdad.
Yo soy quien, haciendo palanca de mi pat\u00edbulo, he levantado vuestro esp\u00edritu yaciente en el fango y le he dado un potente impulso para proceder hacia la Luz de Dios, hacia M\u00ed mismo que os espero en el Cielo.
Pero pocos en el mundo y en los siglos han disfrutado de ello porque el mundo ha preferido siempre m\u00e1s las tinieblas a la Luz. Yo con mi muerte atroz os he obtenido la venida del Esp\u00edritu perfecto; pero, a lo largo de los siglos, la humanidad lo ha rechazado cada vez m\u00e1s, como me ha rechazado a M\u00ed, como ha rechazado al Padre.
Ha sucedido como con un licor que se depura, que lo que pesa ha precipitado en el fondo y las partes puras han flotado. As\u00ed ha sucedido con el hombre a lo largo de los siglos. Quien ha querido permanecer carne y sangre ha precipitado cada vez m\u00e1s bajo, mientras que los que, aristocracia de mi grey, han querido vivir en el esp\u00edritu se han hecho cada vez m\u00e1s espirituales. En medio, los tibios sin nombre. Son dos movimientos opuestos de la masa. Una parte, y desgraciadamente es la m\u00e1s amplia, absorbe cada vez m\u00e1s a Satan\u00e1s y desciende bajo el nivel de los animales. La otra parte, la peque\u00f1a, absorbe cada vez m\u00e1s a Cristo, nutri\u00e9ndose de su Palabra, que no calla desde hace 20 siglos, y se hace cada vez m\u00e1s capaz de comprender el Esp\u00edritu.
Cuando Yo uso medios especiales es para acelerar, porque los tiempos aprietan, la plenitud de la instrucci\u00f3n de la Palabra y la plenitud de la formaci\u00f3n espiritual de los disc\u00edpulos verdaderos, de los s\u00fabditos verdaderos del Rey Jesucristo. No Rey de los jud\u00edos, como ir\u00f3nicamente dijo y escribi\u00f3 un hombre d\u00e9bil que se cre\u00eda fuerte de un pobre poder, sino Rey del Mundo antes del juicio del mundo.
El hombre, avanzando hacia la \u00faltima hora, debe alcanzar la espiritualidad. Pero compr\u00e9ndeme. Dios es esp\u00edritu, Satan\u00e1s es esp\u00edritu. El primero es Esp\u00edritu de Perfecci\u00f3n. El segundo es esp\u00edritu de pecado. La masa, dividida en dos por voluntad propia, que Dios res- peta, sigue cada una la parte elegida. Los hijos del Alt\u00edsimo y hermanos m\u00edos eligen la parte de Dios y por amor nuestro espiritualizan la carne. Los siervos de Satan\u00e1s e hijos de la Bestia, la parte de Lucifer, y por esclavitud querida por ellos mismos matan el esp\u00edritu bajo la carnalidad, hacen de su esp\u00edritu una carne y una sangre corrompidas y repugnantes.
Cuando reine sobre y en los esp\u00edritus llegados a aquella madurez que ahora es de algunos y que entonces ser\u00e1 de toda la masa de los cristianos verdaderos, Yo me dirigir\u00e9 a esta parte solamente, perfeccion\u00e1ndola con la \u00faltima instrucci\u00f3n, con una nueva evangelizaci\u00f3n, distinta no en el sentido, que no puede cambiar, sino en la fuerza que entonces podr\u00e1n entender y que hoy no entender\u00edan. Prueba de ello sea que debo elegir criaturas especiales dignas de tanto por esfuerzo propio o hechas dignas por milagro de amor.
Hace veinte siglos que habl\u00e9 a todos. Cuando llegue el tiempo hablar\u00e9 s\u00f3lo a \u00e9stos, convencido de la inutilidad de hablar a los dem\u00e1s. Comenzar\u00e1 as\u00ed la selecci\u00f3n de los separados de los r\u00e9probos.
T\u00fa, pobre Mar\u00eda, eres de estas almas hechas dignas por voluntad m\u00eda. S\u00f3lo tienes una cosa buena: la buena voluntad de amor. Pero es la que me basta. Sobre ella puedo poner mi<\/p>
c\u00e1tedra de Maestro para hacer de la peque\u00f1a alma un pedestal, para decir, volver a decir, y decir a\u00fan, las palabras de amor y de invitaci\u00f3n al Amor, que gu\u00eda y salva.
Vendr\u00e9 con mi Carne glorificada
He despertado tu curiosidad diciendo esto. No ser\u00edas mujer si no fueras curiosa. Pero Yo digo lo que creo \u00fatil decir para vuestro bien y no lo que ser\u00eda pasto de vuestra curiosidad in\u00fatil. Si amo ser Maestro s\u00e9 elegir entre la Verdad aquellas verdades que os son \u00fatiles conocer y basta.
Cont\u00e9ntate por ello con saber que es justo que en el Reino del esp\u00edritu, cuyos s\u00fabditos habr\u00e1n espiritualizado la carne, sea Rey Aquel que revisti\u00f3 su Esp\u00edritu perfecto de carne para redimir a toda carne y santificada, y santific\u00f3 la suya con una doble santidad, porque es carne inocente, perfectamente inocente, y carne inmolada en el sacrificio de amor.
Vendr\u00e9, con mi Carne glorificada, a reunir a las criaturas para la \u00faltima batalla contra el Enemigo, juzgar\u00e9 con mi aspecto resplandeciente de Carne glorificada a los cuerpos de los resucitados para el extremo juicio, volver\u00e9 para siempre al Cielo, despu\u00e9s de haber con- denado a la muerte eterna las carnes que no quisieron hacerse esp\u00edritus; y volver\u00e9 Rey f\u00falgido de un pueblo f\u00falgido en el que la obra del Padre, del Hijo, del Esp\u00edritu, ser\u00e1 glorificada con la creaci\u00f3n del perfecto cuerpo humano tal cual el Padre lo hizo en Ad\u00e1n, bello de indescriptible belleza, con la redenci\u00f3n de la semilla de Ad\u00e1n por obra del Hijo, con la santificaci\u00f3n obrada por el Esp\u00edritu\u00bb.<\/p>
17 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando Yo hago decir por boca del Amado que \u00abtambi\u00e9n los que me traspasaron\u00bb me ver\u00e1n, no pretendo hacer alusi\u00f3n a los que me traspasaron hace ahora 20 siglos.
Cuando Yo venga habr\u00e1 llegado el tiempo del triunfo de mi Reino. Te he explicado 85 c\u00f3mo ser\u00e1 el Reino y c\u00f3mo ser\u00e1n sus s\u00fabditos. Ser\u00e1 el tiempo del testimonio del esp\u00edritu, parte divina encerrada en. vosotros y que os da la imagen y semejanza con Dios. Siendo as\u00ed, ser\u00e1n las partes espirituales las que estar\u00e1n en causa ante las decisiones de juicio que separa a los malditos de los benditos. Y en los malditos estar\u00e1n los que con su esp\u00edritu sacr\u00edlego, que ha buscado a la Bestia, adorado a la Bestia y prostitu\u00eddo con la Bestia, han traspasado, a lo largo de los siglos, el esp\u00edritu divino del Hijo de Dios despu\u00e9s de haber, mediante los jefes de la serie maldita, traspasado las carnes del Hijo del Hombre.
Hijo del Hombre. \u00bfHas reflexionado alguna vez en que en esta palabra est\u00e1 la verdad explicada ayer? Yo soy, por l\u00ednea humana, el Hijo (primog\u00e9nito) de Ad\u00e1n.
La hilera de los que me traspasan es numerosa como arena sobre la playa del mar. No se cuentan sus granitos.
Todos los delitos, todos los pecados cometidos contra M\u00ed, ahora ya inviolable para el sufrimiento humano, pero susceptible a\u00fan a las ofensas causadas a mi Esp\u00edritu, est\u00e1n se\u00f1alados en los libros que recuerdan las obras de los hombres.
Todas las traiciones despu\u00e9s de mis beneficios, todas las abjuraciones, todas las negaciones y los pecados contra la Verdad, tra\u00edda por M\u00ed, todos los pecados contra el Esp\u00edritu Santo que ha hablado por mi boca y que por m\u00e9rito m\u00edo ha venido a iluminar la palabra del Verbo, todas estas heridas hechas a lo largo de los siglos por la raza que Yo quise salvar a pesar de saberla tan reacia al Bien, estar\u00e1n presentes en el interior de los esp\u00edritus reunidos, los cuales, en la Luz fulgurante de mi refulgir, reconocer\u00e1n lo que hicieron<\/p>
85 En el dictado del 16 de agosto<\/p>
con su obstinada voluntad de impugnar cuanto fue dicho y hecho por Uno que no pod\u00eda mentir, ni hacer obras in\u00fatiles seg\u00fan la ley divina de amor.
Los negadores del Amor son los que me han traspasado y conmigo han herido a Aquel que me ha generado y a Aquel que procede de nuestro amor de Padre e Hijo; Todo juicio es remitido al Hijo, pero el Hijo juzgar\u00e1 tambi\u00e9n las culpas cometidas contra el Padre y el Esp\u00edritu.
El portador de Vida, el Viviente eterno y el eterno Inmolado que el mundo quiso muerto, matado como se mata al delincuente que da\u00f1a -mientras que Yo era el Santo que perdonaba, el Bueno que hac\u00eda el bien, el Poderoso que curaba, el Sabio que instru\u00eda- es Aquel que abrir\u00e1 las puertas a la Muerte verdadera e introducir\u00e1 en ella los cuerpos y las almas de sus homicidas. El portador de la Vida que se vive en el Cielo cerrar\u00e1 las puertas del Infierno sobre el n\u00famero intocable de los malditos, los cuales han preferido la Muerte a la Vida.
Yo lo har\u00e9, porque Yo, Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador y Se\u00f1or vuestro, Juez eterno, tengo las llaves de la Muerte y del Infierno\u00bb.<\/p>
18 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abContin\u00fao explic\u00e1ndote los pasajes que creo oportunos.
Est\u00e1 dicho: \u201cAl vencedor le dar\u00e9 a comer del \u00e1rbol de vida.. .\u00bb. y tal pensamiento se ha aplicado a M\u00ed.
S\u00ed, soy \u00e1rbol de vida eterna y me doy a vosotros como alimento en la Eucarist\u00eda y mi visi\u00f3n ser\u00e1 alimento gozoso de los vencedores en la otra vida. Pero hay otro significado que muchos ignoran precisamente porque muchos que me comentan no son \u00abvencedores\u00bb.
\u00bfQui\u00e9n es vencedor? \u00bfQu\u00e9 es necesario para serlo? \u00bfObras resonantes de hero\u00edsmo? No. Entonces ser\u00edan demasiado pocos los que vencen. Son vencedores quienes vencen en s\u00ed a la Bestia que quisiera someterles. En verdad entre el martirio atroz pero breve, ayudado por coeficientes sobrenaturales y naturales, y la lucha secreta, oscura y continua, tiene mayor peso sobre las balanzas de Dios, o al menos un peso de distinto g\u00e9nero, pero precioso, esta \u00faltima.
No hay mayor tirano que la carne y el Demonio. Y quienes saben vencer la carne y el Demonio y hacer de la carne un esp\u00edritu y del demonio un vencido, son los \u00abvencedores\u00bb.
Pero para serlo es necesario haberse dado totalmente al Amor. Totalmente: quien ama con todas sus fuerzas no reserva nada para s\u00ed mismo, y no reservando para s\u00ed mismo no lo hace para la carne ni para el demonio. Lo da todo a su Dios y Dios lo da todo a su amador.
Le da su Verbo. Esto es lo que da de comer al vencedor, ya desde esta tierra, no pod\u00eda darle nada mayor. Le da a M\u00ed, Verbo del Padre, para ser alimento del esp\u00edritu consagrado al cielo.
Mi Palabra desciende a nutrir las almas que se han dado totalmente a su Dios y Se\u00f1or. Mi Palabra viene para seros sacerdote y gu\u00eda a quienes busc\u00e1is la gu\u00eda verdadera y veis tantas gu\u00edas d\u00e9biles para las turbas que perecen sin gu\u00eda verdadera. Vosotros que hab\u00e9is entendido la Verdad, sab\u00e9is que s\u00f3lo esto es necesario: vivir de mi Palabra, creer en mi Palabra, caminar seg\u00fan mi Palabra.
\u00bfQu\u00e9 pensar\u00edas de uno que quisiera vivir a base de golosinas, licores y tabaco? Dir\u00edas que morir\u00eda porque \u00e9se no es el alimento que se necesita para vivir sanos. Lo mismo sucede a quien se afana con miles de exterioridades y no se preocupa de lo que es el n\u00facleo de toda la vida del alma: mi Palabra.<\/p>
\u00bfPor qu\u00e9 la Misa, por qu\u00e9 la Eucarist\u00eda, por qu\u00e9 la Confesi\u00f3n no os santifican como deber\u00eda suceder? Porque para vosotros son formalismos, no las hac\u00e9is fecundas atendiendo a mi Palabra. Peor a\u00fan: sofoc\u00e1is mi Palabra, que Yo lanzo desde el alto del Cielo para llamaros e iluminaros, bajo la tibieza, la hipocres\u00eda, la culpa, m\u00e1s o menos grave.
No me am\u00e1is: eso es todo. Amar no quiere decir hacer de vez en cuando una visita superficial de cortes\u00eda mundana. Amar quiere decir vivir con el alma unida, fundida, encendida con un \u00fanico fuego que alimenta a otra alma. Entonces en la fusi\u00f3n se realiza tambi\u00e9n la comprensi\u00f3n.
Yo hablo, no ya lejos, desde lo alto de los cielos, sino que hago morada -y conmigo el Padre y el Esp\u00edritu, porque somos una cosa sola- Yo hago morada en el coraz\u00f3n que me ama y mi palabra ya no es un susurro, sino Voz plena, ya no es aislada, sino continua. Entonces soy el \u00abMaestro\u00bb verdadero. Soy Aqu\u00e9l que hace ahora 20 siglos hablaba a las muchedumbres incansablemente y que ahora encuentra su delicia en hablar a sus predilectos que le saben escuchar y de los cuales hago mis canales de gracia.
\u00a1Cu\u00e1nta Vida os doy! Vida verdadera, Vida santa, Vida eterna, Vida gozosa con mi Palabra que es Palabra del Padre y Amor del Esp\u00edritu. S\u00ed, en verdad, al \u00abvencedor\u00bb Yo le doy de comer el fruto del \u00e1rbol de la Vida. Os lo doy ya en esta tierra con mi doctrina espiritual que vuelvo a traer entre los hombres a fin de que no todos los hombres perezcan. Os la doy en la otra vida con mi estar entre vosotros para siempre.
Yo soy la Vida verdadera. Permaneced en M\u00ed, amados m\u00edos, y no conocer\u00e9is la muerte\u00bb.<\/p>
19 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abViendo siempre con mis ojos las palabras del Amado se comprende que tambi\u00e9n el \u00abman\u00e1 escondido\u00bb es mi Palabra. Man\u00e1 porque re\u00fane toda la dulzura de amor de nuestra Trinidad que os es Padre, Hermano y Esposo del alma y os ama con los tres amores m\u00e1s altos. Escondida porque est\u00e1 dicha en lo secreto del coraz\u00f3n a los merecedores de saborearla.
Bien quisiera Yo poderla hacer llover sobre todos y nutrir con ella a todos. Pero est\u00e1 dicho: \u00abNo deis las perlas a los cerdos y las cosas santas a los perros\u00bb. Y muchos son m\u00e1s abyectos que los cerdos y m\u00e1s perros que los perros, a\u00fan habiendo sido lavados en mi Bautismo y redimidos por mi Sangre.
Has le\u00eddo c\u00f3mo a los antiguos hebreos, indignos de poseerlo, se les estropeara el man\u00e1 en el desierto. Ellos desmerec\u00edan por su falta de fe y por su af\u00e1n humano. \u00bfPuedo Yo tener menos respeto por mi Palabra de cu\u00e1nto lo hayan tenido por el man\u00e1 destinado a nutrir el vientre, mientras que la Palabra est\u00e1 destinada a nutrir el esp\u00edritu?
Por ello doy el man\u00e1 a quienes vencen la parte inferior con todas sus tendencias a la no fe, al sentido, a los afanes mezquinos y ego\u00edstas. Doy el man\u00e1 de mi Palabra que colma de dulzura y de luz vuestro esp\u00edritu. Doy la \u00abpiedrecita blanca en la que est\u00e1 escrito un nombre nuevo\u00bb es decir en la que est\u00e1 revelada una Verdad que es silenciada a los no dignos. Es la Verdad que os abre las puertas de la Vida eterna, que os da las llaves y os pone en el Camino para llegar a la Puerta de mi celestial Ciudad.
Yo soy Camino, Verdad, Vida. Fuera de M\u00ed no hay otro camino, verdad y vida. El que vence todos los obst\u00e1culos para seguirme, ser\u00e1 columna de mi templo y por la Palabra que ha custodiado y practicado, despu\u00e9s de haber sido salvado en la hora tremenda de la prueba de la tentaci\u00f3n que mata, tendr\u00e1 su puesto sobre mi mismo trono, junto con el Padre, el Hijo, el Esp\u00edritu Santo\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan:
\u00abEl mundo perece porque no ha custodiado mi Palabra, porque la ha descuidado y ridiculizado. Ninguna fuerza humana servir\u00e1 para parar la carrera del mundo hacia el abismo porque al mundo y a las fuerzas del mundo les falta lo que salva. Mi Ley.
Se ha hecho un vac\u00edo en la m\u00edstica floresta que hab\u00eda cultivado para vosotros para que tuvierais morada a la sombra de mi providencial amor. Lo han hecho vuestras culpas y en el vac\u00edo se ha aposentado como due\u00f1o la Serpiente eterna que os envenena con su aliento y os mata con su mordisco e impide que mi Ley sea agente de Bien en vosotros.
Humo, veneno, horror, desesperaci\u00f3n ten\u00e9is en vosotros y a vuestro alrededor. Y pod\u00edais tener Luz, Paz, Sabidur\u00eda, Alegr\u00eda. Esto pod\u00edais tener si hubierais seguido mi Palabra, porque Yo he consumido todo el horror de la vida para preservaros de \u00e9l y lo he hecho con esa atroz agon\u00eda que he padecido por vosotros.
Pero hab\u00e9is tirado mi don y hab\u00e9is llamado como maestro y rey a Satan\u00e1s. Y Satan\u00e1s os amaestra y regula, os sazona e incita para haceros dignos de su infierno\u00bb.<\/p>
20 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSi se observara bien cuanto sucede desde hace alg\u00fan tiempo, y especialmente desde los inicios de este siglo que precede al segundo milenio, se deber\u00eda pensar que los siete sellos han sido abiertos. Nunca como ahora Yo me he inquietado por volver entre vosotros con mi Palabra y reunir las tropas de mis elegidos para marchar con ellos y con mis \u00e1ngeles a presentar batalla a las fuerzas ocultas que trabajan para excavar las puertas del abismo a la humanidad.
Guerra, hambre, pestilencias, instrumentos de homicidio b\u00e9lico -que son m\u00e1s que las bestias feroces mencionadas por el Predilecto- terremotos, se\u00f1ales en el cielo, erupciones de las v\u00edsceras del suelo y llamadas milagrosas a v\u00edas m\u00edsticas de peque\u00f1as almas movidas por el Amor, persecuciones contra mis seguidores, elevaci\u00f3n de las almas y bajezas de los cuerpos, no falta nada de los signos por los cuales puede pareceros pr\u00f3ximo el momento de mi Ira y de mi Justicia.
En el horror que ten\u00e9is, exclam\u00e1is: \u00ab\u00a1El tiempo ha llegado; m\u00e1s tremendo de esto no puede ser!\u00bb. Y llam\u00e1is con gran voz al final que os libere. Lo llaman los culpables, mof\u00e1ndose y maldiciendo como siempre; lo llaman los buenos que ya no pueden m\u00e1s de ver al Mal triunfar sobre el Bien.
\u00a1Paz, elegidos m\u00edos! Todav\u00eda un poco y despu\u00e9s vendr\u00e9. La suma de sacrificio necesaria para justificar la creaci\u00f3n del hombre y el Sacrificio del Hijo de Dios no est\u00e1 cumplida a\u00fan. Todav\u00eda no ha terminado la formaci\u00f3n de mis cohortes y los \u00e1ngeles del Signo a\u00fan no han puesto el sello glorioso sobre todas las frentes de quienes han merecido ser elegidos para la gloria.
El oprobio de la tierra es tal que su humo, en poco diferente del que mana de la morada de Satan\u00e1s, sube hasta los pies del trono de Dios con sacr\u00edlego \u00edmpetu. Antes de la aparici\u00f3n de mi Gloria es necesario que oriente y occidente sean purificados para ser dignos del aparecer de mi Rostro.
Incienso que purifica y aceite que consagra el gran, infinito altar donde la \u00faltima Misa ser\u00e1 celebrada por M\u00ed, Pont\u00edfice eterno, servido en el altar por todos los santos que tendr\u00e1n en aquella hora el cielo y la tierra, son las oraciones y los sufrimientos de mis santos, de los dilectos de mi Coraz\u00f3n, de los que ya est\u00e1n se\u00f1alados con mi Signo: de la Cruz bendita,<\/p>
antes de que los \u00e1ngeles del Signo les hayan contrase\u00f1ado.
El signo se graba sobre la tierra y vuestra voluntad es quien lo graba. Despu\u00e9s los \u00e1ngeles lo llenan con un oro incandescente que no se borra y que hace resplandecer como el sol vuestra frente en mi Para\u00edso.
Grande es el horror de ahora, dilectos m\u00edos; pero \u00a1cu\u00e1nto, cu\u00e1nto, cu\u00e1nto tiene que aumentar todav\u00eda para ser el Horror de los \u00faltimos tiempos! Y si parece verdaderamente que el ajenjo se haya mezclado con el pan, con el vino, con el sue\u00f1o del hombre, mucho, mucho, mucho m\u00e1s ajenjo debe gotear a\u00fan en vuestras aguas, sobre vuestras mesas, sobre vuestros lechos antes que hay\u00e1is alcanzado la amargura total que ser\u00e1 la compa\u00f1era de los \u00faltimos d\u00edas de esta raza creada por el Amor, salvada por el Amor y que se ha vendido al Odio.
Que si Ca\u00edn anduvo vagando por la tierra por haber matado una sangre, inocente, pero siempre sangre contaminada por el pecado original, y no encontr\u00f3 quien le quitase el tormento del recuerdo porque el signo de Dios estaba sobre \u00e9l para su castigo -y gener\u00f3 en la amargura y en la amargura vivi\u00f3 y vio vivir y en la amargura muri\u00f3- \u00bfqu\u00e9 debe sufrir la raza del hombre que mat\u00f3 de hecho y mata, con el deseo, la Sangre inocent\u00edsima que le ha salvado?
Por lo tanto pensad que \u00e9stos son los s\u00edntomas, pero a\u00fan no es la hora.
Est\u00e1n los precursores de aquel que he dicho pueda llamarse: \u00abNegaci\u00f3n\u00bb, \u00abMal hecho carne\u00bb, \u00abHorror\u00bb, \u00abSacrilegio\u00bb, \u00abHijo de Satan\u00e1s\u00bb, \u00abVenganza\u00bb, \u00abDestrucci\u00f3n\u00bb, y podr\u00eda continuar d\u00e1ndole nombres de indicaci\u00f3n clara y pavorosa. Pero \u00e9l no ha llegado a\u00fan.
Ser\u00e1 persona que estar\u00e1 muy en alto, en lo alto como un astro. No un astro humano que brille en un cielo humano. Sino un astro de una esfera sobrenatural, el cual, cediendo al halago del Enemigo, conocer\u00e1 la soberbia despu\u00e9s de la humildad, el ate\u00edsmo despu\u00e9s de la fe, la lujuria despu\u00e9s de la castidad, el hambre de oro despu\u00e9s de la evang\u00e9lica pobreza, la sed de honores despu\u00e9s de la ocultaci\u00f3n.
Ser\u00e1 menos espantoso ver caer una estrella del firmamento que ver precipitar en las espirales de Satan\u00e1s a esta criatura ya elegida, la cual copiar\u00e1 el pecado de su padre de elecci\u00f3n. Lucifer, por soberbia, se convirti\u00f3 en el Maldito y el Oscuro. El Anticristo, por sober- bia en esta hora, se convertir\u00e1 en el maldito y el oscuro despu\u00e9s de haber sido un astro de mi ej\u00e9rcito.
Como premio por su abjuraci\u00f3n, que sacudir\u00e1 los cielos bajo un estremecimiento de horror y har\u00e1 temblar las columnas de mi Iglesia en el temor que suscitar\u00e1 su precipitar, obtendr\u00e1 la ayuda completa de Satan\u00e1s, quien le dar\u00e1 las llaves del pozo del abismo para que lo abra. Pero que lo abra del todo para que salgan los instrumentos de horror que Satan\u00e1s ha fabricado durante milenios para llevar a los hombres a la total desesperaci\u00f3n, de tal modo que, por s\u00ed mismos, invoquen a Satan\u00e1s como Rey y corran al s\u00e9quito del Anticristo, el \u00fanico que podr\u00e1 abrir de par en par las puertas del abismo para hacer salir al Rey del abismo, as\u00ed como Cristo ha abierto las puertas de los Cielos para hacer salir la gracia y el perd\u00f3n, que hacen a los hombres semejantes a Dios y reyes de un Reino eterno en el que Yo soy el Rey de los reyes.
As\u00ed como el Padre me ha dado a M\u00ed todo poder, Satan\u00e1s le dar\u00e1 a \u00e9l todo poder, y especialmente el poder de seducci\u00f3n, para arrastrar a su s\u00e9quito a los d\u00e9biles y a los corrompidos por las fiebres de las ambiciones como lo est\u00e1 \u00e9l, su jefe. Pero en su desenfrenada ambici\u00f3n aun encontrar\u00e1 demasiado escasas las ayudas sobrenaturales de Satan\u00e1s y buscar\u00e1 otras ayudas en los enemigos de Cristo, los cuales, armados con armas cada vez m\u00e1s mort\u00edferas, cuanto les pod\u00eda inducir a crear su lib\u00eddine hacia el Mal para sembrar desesperaci\u00f3n en las muchedumbres, le ayudar\u00e1n hasta que Dios no diga su<\/p>
\u00abBasta\u00bb y les aniquile con el fulgor de su figura. 86
Mucho, demasiado -y no por sed buena y por deseo honesto de repararse del mal apremiante, sino m\u00e1s bien tan s\u00f3lo por curiosidad in\u00fatil- mucho, demasiado se ha cavilado a lo largo de los siglos, sobre cuanto Juan dice en el cap\u00edtulo 10 del Apocalipsis. Pero sabe, Mar\u00eda, que Yo permito que se sepa cuanto puede ser \u00fatil saber y oculto cuanto encuentro \u00fatil que no sep\u00e1is.
Sois demasiado d\u00e9biles, pobres hijos m\u00edos, para conocer el nombre de honor de los \u00absiete truenos\u00bb apocal\u00edpticos. Mi \u00e1ngel ha dicho a Juan: \u00abSella lo que han dicho los siete truenos y no lo escribas\u00bb. Yo digo que no es a\u00fan la hora de que se abra lo que est\u00e1 sellado y que si Juan no lo escribi\u00f3 Yo no lo dir\u00e9.
Por lo dem\u00e1s no os toca a vosotros probar ese horror y por ello… S\u00f3lo os queda orar por aquellos que lo deber\u00e1n padecer, para que la fuerza no naufrague en ellos y no pasen a formar parte de la turba de quienes bajo el azote del flagelo no conozcan penitencia y blasfe- men a Dios en lugar de llamarle en su ayuda. Muchos de \u00e9stos est\u00e1n ya en la tierra y su semilla ser\u00e1 siete veces siete m\u00e1s demon\u00edaca que ellos.
Yo, no mi \u00e1ngel, Yo mismo juro que cuando haya terminado el trueno de la s\u00e9ptima trompeta y se haya cumplido el horror del s\u00e9ptimo flagelo 87, sin que la raza de Ad\u00e1n reconozca a Cristo Rey, Se\u00f1or, Redentor y Dios, e invoque su Misericordia, su Nombre en el cual est\u00e1 la salvaci\u00f3n, Yo, por mi Nombre y por mi Naturaleza, juro que parar\u00e9 el instante en la eternidad. Cesar\u00e1 el tiempo y comenzar\u00e1 el Juicio. El Juicio que divide para siempre el Bien del Mal despu\u00e9s de milenios de convivencia sobre la tierra. 88
El Bien volver\u00e1 al manantial del que ha venido. El Mal precipitar\u00e1 donde ya precipit\u00f3 desde el momento de la rebeli\u00f3n de Lucifer y de donde sali\u00f3 para turbar la debilidad de Ad\u00e1n en la seducci\u00f3n del sentido y del orgullo.
Entonces se cumplir\u00e1 el misterio de Dios. Entonces conocer\u00e9is a Dios. Todos, todos los hombres de la tierra, desde Ad\u00e1n hasta el \u00faltimo nacido, reunidos como ,granitos de arena sobre la duna de la playa eterna, ver\u00e1n a Dios Se\u00f1or, Creador, Juez, Rey.
S\u00ed, ver\u00e9is a este Dios que hab\u00e9is amado, blasfemado, seguido, escarnecido, bendecido, vilipendiado, servido, huido. Lo ver\u00e9is. Sabr\u00e9is entonces cu\u00e1nto merec\u00eda vuestro amor y cu\u00e1nto m\u00e9rito era servirle.
\u00a1Oh! \u00a1alegr\u00eda de quienes se hayan consumado a s\u00ed mismos en el amarle y en el obedecerle! \u00a1Oh! \u00a1terror de quienes han sido sus Judas, sus Ca\u00ednes, de quienes han preferido seguir al Antagonista y al Seductor en lugar de al Verbo humanizado en quien est\u00e1 la Redenci\u00f3n; de Cristo: Camino hacia el Padre; de Jes\u00fas: Verdad sant\u00edsima; del Verbo: Vida verdadera!\u00bb.<\/p>
21 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEn mis dos testigos est\u00e1n simbolizados todos los maestros en la fe: pont\u00edfices, obispos, inspirados, doctores de la Iglesia, almas invadidas por la Luz y por la Voz. Ellos, con voz pura de toda veta humana, han proclamado a M\u00ed y la verdad de mi doctrina y han puesto sello de santidad, de dolor, y tambi\u00e9n de sangre, para confirmaci\u00f3n de su voz.<\/p>
86 Sobre una copia mecanogr\u00e1fica, la escritora anota a l\u00e1piz: Derrota del Anticristo, pero no Juicio Universal.
87 Como arriba, la escritora anota: Los siete truenos corresponden a las 7 plagas descritas m\u00e1s adelante, el d\u00eda 22-8
88 Como arriba, la escritora anota: Cuando habla aqu\u00ed alude al tiempo de paz que preceder\u00e1 al fin, tiempo en el que comenzar\u00e1 la selecci\u00f3n final bajo la \u00faltima manifestaci\u00f3n de Cristo-Rey que muchos no querr\u00e1n seguir. El misterio de Dios se cumple inmediatamente despu\u00e9s.
Pero en italiano la lectura de la nota es incierta.<\/p>
Odiados como Yo, Maestro de los maestros, Santo de los santos, han sido, m\u00e1s o menos, atormentados siempre por el mundo y por el poder, que encuentran en ellos quienes con su propia conducta dicen al mundo ya los grandes del mundo: \u00abLo que hac\u00e9is no es l\u00edcito\u00bb. Y cuando llegue la hora del hijo de Satan\u00e1s, el Infierno, ascendente del abismo abierto por el Anticristo, promover\u00e1 guerra despiadada contra ellos y, desde el punto de vista humano, les vencer\u00e1 y matar\u00e1.
Pero no ser\u00e1 muerte verdadera. Ser\u00e1 m\u00e1s bien Vida de las vidas, Vida verdadera y gloriosa. Porque, si tendr\u00e1n Vida quienes siguen mi Ley en los Mandamientos, \u00bfqu\u00e9 infinita plenitud de Vida tendr\u00e1n quienes siguen tambi\u00e9n mis consejos evang\u00e9licos de perfecci\u00f3n e impulsan su ser conmigo hasta el sacrificio total por amor de su Jes\u00fas, el eterno Inmolado de quien se hacen imitadores hasta el sacrificio de la vida?
Llamados a una resurrecci\u00f3n fulgid\u00edsima, ser\u00e1n \u00e9stos quienes se despojan de lo m\u00e1s querido para el hombre: la vida, con tal de seguirme a M\u00ed por amor a M\u00ed ya los hermanos. Nunca me cansar\u00e9 de repetir esto: que no hay cosa mayor que el amor en el Cielo y sobre la tierra, y no hay amor m\u00e1s grande que este de dar uno la vida por sus hermanos\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abTe dije un d\u00eda 89 que en esta tragedia actual est\u00e1n ya en movimiento las fuerzas de Satan\u00e1s, el cual ha mandado sus \u00e1ngeles negros a mover los reinos de la tierra el uno contra el otro. La Batalla sobrenatural ha iniciado ya. \u00c9sa es. Est\u00e1 detr\u00e1s de los bastidores de la peque\u00f1a batalla humana.
Peque\u00f1a no por extensi\u00f3n de mole, sino por motivo. No es, el peque\u00f1o motivo humano no es su origen. No es. Es otro el motivo verdadero que hace de los hermanos tantas fieras homicidas que se muerden y matan rec\u00edprocamente.
Os bat\u00eds con vuestros cuerpos. Pero en realidad son las almas las que se baten. Os bat\u00eds por orden de cuatro o cinco poderosos. Cre\u00e9is que sea as\u00ed. No. Uno es el ejecutor de esta ruina. Uno que est\u00e1 sobre la tierra, porque vosotros lo quer\u00e9is, pero que no es de esta tierra. Satan\u00e1s es quien mueve los hilos de esta carnicer\u00eda en la que, m\u00e1s que los cuerpos, son las almas las que mueren.
\u00c9sta es una de las batallas iniciales. El reino del Anticristo tiene necesidad de un cemento hecho de sangre y de odio para consolidarse.
Y vosotros, que ya no sab\u00e9is amar, os tom\u00e1is la obligaci\u00f3n de servirlo y os mat\u00e1is rec\u00edprocamente, y maldec\u00eds a quien no tiene culpa de vuestro mal: a Dios, quien lucha con sus \u00e1ngeles para tutelar lo que es suyo; la Fe en el coraz\u00f3n de los cristianos, la Bondad en el coraz\u00f3n de los buenos.
Yo no soy quien hace la selecci\u00f3n, por ahora. Sois vosotros quienes os seleccion\u00e1is, espont\u00e1neamente. Quienes a pesar del horror saben entender que Dios es siempre Dios, o sea Bondad y Justicia, y que la salvaci\u00f3n est\u00e1 en el seguir la Ley de Dios, se separan de los que niegan estas verdades. Los primeros ascienden al encuentro de la Luz, los otros precipitan hacia las Tinieblas.
Verdaderamente Satan\u00e1s tiende, con sus demonios, a hacer una segunda escalada al Cielo. Pero rechazado por mi arc\u00e1ngel precipita sobre la tierra para vencer a Dios’ a trav\u00e9s del coraz\u00f3n de sus hijos. Porque cada alma que se pierde es una derrota para Dios. Y Sata- n\u00e1s lo logra f\u00e1cilmente porque el coraz\u00f3n de los hombres ya no tiene m\u00e1s llama de esp\u00edritu. Ya no tiene vida de esp\u00edritu. Es un nudo de pecado en el que prospera la triple lujuria que mata el esp\u00edritu.<\/p>
89 En los dictados del 4 y del 19 de junio<\/p>
Bienaventurados los que han vencido en virtud de la sangre del Cordero y han permanecido y permanecer\u00e1n siempre fieles. Bienaventurados los que hayan rechazado a Satan\u00e1s y a sus halagos y no se hayan preocupado de sus triunfos aparentes, de sus esfuerzos desatados en esta hora, que \u00e9l sabe que es breve para su reino de maldici\u00f3n, y que permanezcan fieles a Cristo y a su Iglesia, desmembrada por la persecuci\u00f3n anticristiana, m\u00e1rtir invicta como el Gran M\u00e1rtir su Esposo, Cristo Crucificado, pero resucitada m\u00e1s hermosa, tras la aparente muerte, para entrar glorificada en el Cielo, donde el Pont\u00edfice verdadero la espera para celebrar las bodas\u00bb.<\/p>
22 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTe dije un d\u00eda 90 que el eterno envidioso trata de copiar a Dios en todas las manifestaciones de Dios.
Dios tiene sus arc\u00e1ngeles fieles. Satan\u00e1s tiene los suyos. Miguel: testigo de Dios, tiene un rival infernal; y tambi\u00e9n lo tiene Gabriel: fuerza de Dios.
La primera bestia, que sale del mar, que con voz de blasfemia hace proclamar a los enga\u00f1ados: \u00ab\u00bfQui\u00e9n hay semejante a la bestia?\u00bb, corresponde a Miguel. Vencida y herida por \u00e9ste en la batalla entre las tropas de Dios y las de Lucifer, al principio del tiempo, curada por Satan\u00e1s, odia a muerte a Miguel, y ama, si de amor puede hablarse entre los demonios – es mejor decir: sumisi\u00f3n absoluta- a Satan\u00e1s.
Ministro fiel de su rey maldito, usa la inteligencia para da\u00f1ar a la estirpe del hombre, criatura de Dios, y para servir a su amo. Usa fuerza sin fin y sin medida para persuadir al hombre a borrar, por s\u00ed mismo, mi signo que horroriza a los esp\u00edritus de las tinieblas. Quitado aqu\u00e9l, con el pecado que quita la gracia, crisma luminoso sobre vuestro ser, la Bestia puede acercarse e inducir al hombre a adorarle como si fuera un Dios y a servirle en el delito.
Si el hombre pensase a qu\u00e9 sujeci\u00f3n se dona despos\u00e1ndose con la culpa, no pecar\u00eda. Pero el hombre no piensa. Mira el momento y la alegr\u00eda del momento, y peor a\u00fan que Esa\u00fa cambia la divina progenitura por un plato de lentejas.
Pero Satan\u00e1s no utiliza s\u00f3lo a este violento seductor del hombre. Por cuanto el hombre reflexione poco, en general, todav\u00eda hay demasiados hombres que, no por amor, sino por temor del castigo, no quieren pecar gravemente. Por eso he aqu\u00ed el otro ministro sat\u00e1nico, la segunda bestia. Bajo aspecto de cordero tiene esp\u00edritu de drag\u00f3n.
Es la segunda manifestaci\u00f3n de Satan\u00e1s y corresponde a Gabriel, porque anuncia a la Bestia y es su fuerza m\u00e1s fuerte: la que demole sin consultar y persuade con dulzura fingida de que es justo seguir las huellas de la Bestia.
Es in\u00fatil hablar de potencia pol\u00edtica y de tierra. No. Si acaso pod\u00e9is referir a la primera el nombre de Potencia humana y a la segunda el de Ciencia humana. Y si la Potencia por s\u00ed misma produce rebeldes, la Ciencia, cuando es \u00fanicamente humana, corrompe sin producir rebeli\u00f3n y arrastra a la perdici\u00f3n a un n\u00famero infinito de adeptos. \u00a1Cu\u00e1ntos se pierden por la soberbia de la mente que les hace despreciar la Fe y matar el alma con el orgullo que separa de Dios! Que si bien Yo segar\u00e9 en el \u00faltimo d\u00eda la mies de la tierra, ya hay un segador entre vosotros. Y es este esp\u00edritu de Mal quien os siega y no hace de vosotros espigas de grano eterno, sino paja para la morada de Satan\u00e1s.
Una, s\u00f3lo una ciencia es necesaria. Lo repetir\u00e9 mil veces: conocer a Dios y servirle, conocerle en las cosas, verle en los acontecimientos y saber distinguirle a \u00c9l de su<\/p>
90 En el dictado del 19 de junio<\/p>
antagonista para no caer en perdici\u00f3n. En cambio os preocup\u00e1is de aumentar el saber humano en detrimento del saber sobrehumano.
Yo no condeno la Ciencia. Al contrario me gusta que el hombre profundice con el saber los conocimientos que ha ido acumulando, para poder comprender cada vez m\u00e1s y admirarme en mis obras. Os he dado la inteligencia para esto. Pero deb\u00e9is usarla para ver a Dios en la ley del astro, en la formaci\u00f3n de la flor, en la concepci\u00f3n del ser, y no usar la inteligencia para violar la vida o negar al Creador.
Racionalismo, Humanismo, Filosofismo, Teosofismo, Naturismo, Clasicismo, Darvinismo, ten\u00e9is escuelas y doctrinas de todos los g\u00e9neros y os preocup\u00e1is de todas, por cuanto la Verdad est\u00e9 muy pervertida o abolida en ellas. S\u00f3lo no quer\u00e9is seguir y profundizar la escuela del Cristianismo.
Resistencia natural, por lo dem\u00e1s. Profundizando en la cultura religiosa estar\u00edais obligados o a seguir la Ley -y no lo quer\u00e9is hacer- o a confesar abiertamente que quer\u00e9is pisotear la Ley. Y tampoco quer\u00e9is hacer esto. Por ello no quer\u00e9is haceros doctos en la Ciencia sobrenatural.
Pero \u00a1pobres necios! Y \u00bfqu\u00e9 har\u00e9is con vuestras escuelitas y de vuestras palabritas cuando teng\u00e1is que hacer mi examen? Hab\u00e9is apagado en vosotros la luz infinita de la Ciencia verdadera y hab\u00e9is cre\u00eddo iluminar vuestras almas con substitutivos de luz, as\u00ed como pobres locos que pretendieran apagar el sol haciendo con muchos farolillos un nuevo sol. Pero aunque las nieblas escondan el sol, el sol est\u00e1 siempre en mi firmamento. Pero aunque con vuestras doctrinas cre\u00e9is nieblas que ocultan el Saber y la Verdad, la Verdad y el Saber existen siempre porque vienen de M\u00ed que soy eterno.
Buscad la verdadera Sabidur\u00eda y comprender\u00e9is c\u00f3mo debe comprenderse la Ciencia. Liberad vuestras almas de todas las superestructuras artificiales y alzad en ellas la verdadera Fe. Como agujas de una catedral espiritual florecer\u00e1n sobre ellas Ciencia, Sabidur\u00eda, Inteligencia y Fortaleza y Humildad y Continencia, porque el verdadero sabio sabe no s\u00f3lo lo cognoscible humano, sino que sabe la cosa m\u00e1s dif\u00edcil: dominarse a s\u00ed mismo en las pasiones de la carne y hacer de su parte inferior el pedestal para alzar su alma y lanzar el esp\u00edritu hacia los Cielos, al encuentro conmigo que vengo y estoy en cada cosa y que deseo ser el verdadero y santo Maestro de mis hermanos\u00bb .<\/p>
M\u00e1s tarde<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abLas siete plagas \u00faltimas corresponden a los siete truenos no descritos 91. Como siempre, son descripciones figurativas pero en las cuales no est\u00e1 excluida totalmente la realidad. Te explico cuanto estimo oportuno que te sea explicado de ellas.
La primera es la \u00falcera.
Desde los tiempos de Mois\u00e9s castigu\u00e9 con enfermedades repugnantes a las criaturas que hab\u00edan cometido pecados imperdonables hacia M\u00ed. Mar\u00eda, hermana de Mois\u00e9s, tuvo el cuerpo cubierto de lepra por haber hablado mal de mi siervo Mois\u00e9s. \u00bfC\u00f3mo no debe suceder igual y todav\u00eda m\u00e1s a quienes hablan mal de su Dios? La lepra, o la \u00falcera que sea, se extiende cada vez m\u00e1s porque hab\u00e9is extendido cada vez m\u00e1s vuestros pecados contra Dios y contra la admirable obra de Dios que sois vosotros.
Cuando os revolc\u00e1is en la lujuria, \u00bfno cre\u00e9is que comet\u00e9is un pecado contra Dios? Pues s\u00ed que lo comet\u00e9is, porque profan\u00e1is vuestro cuerpo donde el esp\u00edritu reside para acogerme a<\/p>
91 En el dictado del 20 de agosto<\/p>
M\u00ed, Esp\u00edritu Supremo. \u00bfY hasta qu\u00e9 punto est\u00e1 llegando la lujuria del hombre, cumplida con fr\u00eda y consciente voluntad? Es mejor no profundizar en este abismo de repugnante degradaci\u00f3n humana. Yo te digo que se llamaban inmundos ciertos animales, pero que el hombre los ha superado ya y todav\u00eda los superar\u00e1 m\u00e1s, y que si se pudiera crear un nuevo animal, obtenido del cruce de los monos con las serpientes y con los cerdos, todav\u00eda ser\u00eda menos inmundo que ciertos hombres, los cuales tienen del hombre el aspecto, pero tienen el interior m\u00e1s l\u00fabrico y repugnante que el animal m\u00e1s sucio.
Como te he dicho, la humanidad se divide cada vez m\u00e1s. La parte espiritual, exigua al m\u00e1ximo, asciende. La parte carnal, numeros\u00edsima, desciende. Desciende a una profundidad de vicio espantosa. Cuando llegue el tiempo de la ira, la humanidad habr\u00e1 alcanzado la perfecci\u00f3n del vicio.
\u00bfY quieres que el hedor interno de sus almas muertas no transpire al exterior y corrompa las carnes, adoradas m\u00e1s que a M\u00ed y usadas para todas las prostituciones? Y como las \u00falceras ser\u00e1n provocadas por vosotros, as\u00ed llenar\u00e9is de sangre el mar y las aguas de los r\u00edos. Los est\u00e1is llenando ya con vuestras carnicer\u00edas, y los habitantes de las aguas disminuyen, matados por vosotros, contribuyendo a vuestra hambre. Hab\u00e9is pisoteado tanto los dones que Dios os ha dado para vuestras necesidades materiales, que tierra, cielo y aguas se est\u00e1n haciendo vuestros enemigos y os niegan los frutos de la tierra y los habitantes de las aguas, de los r\u00edos, de los bosques, del aire.
Matad, matad si quer\u00e9is, pisotead la ley de amor y de perd\u00f3n, esparced la sangre fraterna y especialmente la sangre de los buenos, que persegu\u00eds justamente porque son buenos. Pero tened cuidado no sea que un d\u00eda Dios os obligue a saciar vuestra hambre y vuestra sed con la sangre que hab\u00e9is derramado, en oposici\u00f3n con mi orden de paz y de amor.
Rebeldes vosotros a las leyes que os he dado, rebeldes hacia vosotros los astros y los planetas que hasta ahora os han donado la luz y calor que necesitabais, obedeciendo, ellos, a las reglas que Yo he se\u00f1alado por bondad hacia vosotros.
Enfermedades repugnantes como marca de vuestro vicio; sangre en las aguas como testimonio de toda la sangre que hab\u00e9is querido derramar, y entre \u00e9sta est\u00e1 la m\u00eda; fuego del sol para haceros probar por adelantado las brasas eternas que esperan a los malditos; tinieblas para advertiros de que las tinieblas esperan a quien odia la Luz: todo esto para induciros a reflexionar y arrepentiros.
Y no servir\u00e1. Continuar\u00e9is precipitando. Continuar\u00e9is cumpliendo vuestras alianzas con el mal, preparando el camino a los \u00abreyes de Oriente\u00bb, es decir, a los ayudantes del Hijo del Mal.
Parece que sean mis \u00e1ngeles quienes traen las plagas. En realidad sois vosotros.
Vosotros las quer\u00e9is y vosotros las tendr\u00e9is.
Hechos dragones y bestias vosotros mismos, por haberos desposado con el Drag\u00f3n y la Bestia, dar\u00e9is a luz, de vuestro interior corrompido, los seres inmundos: las doctrinas demoniacas absolutas que realizando falsos prodigios seducir\u00e1n a los poderosos y los arrastrar\u00e1n a batalla contra Dios. Estar\u00e9is tan pervertidos que tomar\u00e9is por prodigios celestiales cuanto es creaci\u00f3n infernal.
Mar\u00eda, ahora te cojo de la mano para conducirte al punto m\u00e1s oscuro del libro de Juan. Los comentaristas del mismo han agotado su capacidad en muchas deducciones para explicar a s\u00ed mismos y a las muchedumbres quien sea la \u00abgran Babilonia\u00bb. Con visi\u00f3n humana, a la que las sacudidas producidas por acontecimientos deseados o por acontecimientos sucedidos no es ajena, han dado el nombre de Babilonia a muchas cosas.
\u00bfPero c\u00f3mo no han pensado nunca que la \u00abgran Babilonia\u00bb sea toda la Tierra? \u00a1Ser\u00eda un Dios Creador muy peque\u00f1o y limitado si s\u00f3lo hubiera creado la Tierra como mundo habitado!<\/p>
Con un latido de mi querer he suscitado mundos y mundos de la nada y los he proyectado, polvillo luminoso, en la inmensidad del firmamento.
La Tierra, de la que est\u00e1is tan orgullosos y tan feroces, no es m\u00e1s que uno de los polvillos rotantes en el infinito, y no el m\u00e1s grande. Pero ciertamente es el m\u00e1s corrompido. Vidas y vidas pululan en los millones de mundos que son la alegr\u00eda de vuestra mirada en las noches serenas, y la perfecci\u00f3n de Dios os aparecer\u00e1 cuando pod\u00e1is ver, con la visi\u00f3n intelectual del esp\u00edritu unido nuevamente a Dios, las maravillas de esos mundos.
\u00bfNo es acaso la Tierra la gran meretriz que ha fornicado con todas las potencias de la tierra y del infierno, y los habitantes de la Tierra no se han prostitu\u00eddo a s\u00ed mismos: cuerpos y almas, con tal de triunfar en el d\u00eda de la tierra?
S\u00ed que es as\u00ed. Los delitos de la Tierra tienen todos los nombres de blasfemia, como los tiene la Bestia con la que se han aliado la Tierra y sus habitantes con tal de triunfar. Los siete pecados est\u00e1n como ornamento horrible sobre la cabeza de la Bestia que transporta Tierra y terrestres a los pastos del Mal, y los diez cuernos, n\u00famero metaf\u00f3rico, est\u00e1n para demostrar las ‘infinitas infamias cumplidas con tal de obtener, a cualquier precio, cuanto quiere su feroz codicia.
\u00bfAcaso no est\u00e1 la Tierra empapada de la sangre de los m\u00e1rtires, ebria por este licor santo que bebido por su boca sacr\u00edlega se ha transformado en filtro de embriaguez maldita? La Bestia que la lleva: compendio y s\u00edntesis de todo el mal cumplido desde Ad\u00e1n en adelante con tal de triunfar en el mundo y en la carpe, trae detr\u00e1s de s\u00ed a quienes, ador\u00e1ndola, se har\u00e1n reyes de una hora y de un reino maldito. Sois reyes como hijos de Dios, y es reino eterno. Pero os hac\u00e9is reyes de una hora y de un reino maldito cuando ador\u00e1is a Satan\u00e1s, el cual no puede daros m\u00e1s que un ef\u00edmero triunfo pagado a precio de una eternidad de horror.
La Bestia -dice Juan- fue y no es. As\u00ed ser\u00e1 al final del mundo. Fue, porque realmente ha existido; no es porque Yo, Cristo, la habr\u00e9 vencido y sepultado porque, entonces, ya no ser\u00e1 necesaria para los triunfos del mundo 92.
\u00bfNo est\u00e1 la Tierra sentada sobre las aguas de sus mares y no se ha servido de \u00e9stos para da\u00f1ar? \u00bfDe qu\u00e9 no se ha servido? Pueblos, naciones, razas, confines, intereses, alimentos, expansiones, todo le ha servido para fornicar y cumplir desaforados homicidios e iscari\u00f3ticas traiciones. Sus propios hijos, nutridos por ella con sangre de pecado, cumplir\u00e1n la venganza de Dios sobre ella, destruy\u00e9ndola, destruy\u00e9ndose, llevando la suma de los delitos contra Dios y contra el hombre al n\u00famero perfecto que exige el retumbar de mi: \u00ab\u00a1Basta!\u00bb.
La sangre de los m\u00e1rtires y de los profetas hervir\u00e1 en esa hora, perfumando mi trono con agradable olor grato, y los terrones de la tierra, que han recogido los gemidos de los asesinados por odio hacia M\u00ed recibiendo sus \u00faltimas sacudidas, lanzar\u00e1n un gran grito hecho de todos esos santos gemidos y temblar\u00e1n de convulsi\u00f3n de angustia, sacudiendo las ciudades y las casas de los hombres en las que se peca y mata, y llenando la b\u00f3veda de los Cielos de voz que clama Justicia.
Y habr\u00e1 Justicia. Yo vendr\u00e9. Vendr\u00e9 porque soy Fiel y Veraz. Vendr\u00e9 a dar Paz a los fieles y Juicio santo a los vividos. Vendr\u00e9 con mi nombre cuyo sentido tan s\u00f3lo es conocido por M\u00ed y en cuyas letras est\u00e1n los atributos principales de Dios de quien soy Parte y Todo.
Escribe: Jes\u00fas 93: Grandeza, Eternidad, Santidad, Unidad. Escribe: Cristo: Caridad, Redenci\u00f3n, Inmensidad, Sabidur\u00eda, Trinidad, Omnipotencia (de Dios condensada en el nombre del Verbo humanado). Y si te parece que falte alg\u00fan atributo, piensa que la Justicia est\u00e1 comprendida en la santidad, porque quien es santo es justo, la Realeza en la grandeza\u00bb la Creaci\u00f3n en la omnipotencia. Por eso en mi nombre est\u00e1n proclamadas las alabanzas de<\/p>
92 En una copia dactilogr\u00e1fica, la escritora anota a pie de p\u00e1gina, a l\u00e1piz: Despu\u00e9s de la derrota del Anticristo y la destrucci\u00f3n de Babilonia
93 En el original italiano se lee \u00abGes\u00fa\u00bb (NdT)<\/p>
Dios.
Nombre santo cuyo sonido aterra a los demonios. Nombre de Vida que das Vida, Luz, Fuerza a quien te ama e invoca.
Nombre que es corona sobre mi cabeza 94 de vencedor de la Bestia y de su profeta que ser\u00e1n presos, clavados, sumergidos, sepultados en el fuego l\u00edquido y eterno cuya mordaz crueldad es inconcebible para el sentido humano.
Entonces ser\u00e1 el tiempo de mi Reino de la Tierra. Por ello habr\u00e1 una tregua en los delitos demon\u00edacos para dar tiempo al hombre de volver a o\u00edr las voces de cielo. Quitada de en medio la fuerza que desencadena el horror, descender\u00e1n como cascadas de gracia, como r\u00edos de aguas celestes, de las grandes corrientes espirituales, para decir palabras de Luz.
Pero del mismo modo que a lo largo de los siglos no recogieron las Voces aisladas, comenzando por la del Verbo, que hablan de Bien, los hombres estar\u00e1n sordos, siempre sordos, menos los se\u00f1alados por mi signo, mis amigos dilect\u00edsimos atentos a seguirme, sordos a las voces de muchos esp\u00edritus, a las voces semejantes al rumor de muchas aguas que cantar\u00e1n el c\u00e1ntico nuevo para guiar a los pueblos al encuentro con la Luz y sobre todo a M\u00ed: Palabra eterna. Cuando se haya cumplido la \u00faltima tentativa 95, Satan\u00e1s vendr\u00e1 por \u00faltima vez y encontrar\u00e1 seguidores en los cuatro rincones de la tierra, y ser\u00e1n m\u00e1s numerosos que la arena del mar.
\u00a1Oh! \u00a1Cristo! \u00a1Oh! \u00a1Jes\u00fas que has muerto para salvar a los hombres! S\u00f3lo la paciencia de un Dios puede haber esperado tanto, haber hecho tanto, y haber obtenido tan poco sin retirar a los hombres su don y hacerles perecer mucho antes de la hora se\u00f1alada. S\u00f3lo mi Paciencia que es Amor pod\u00eda esperaros, sabiendo que, como arena que se filtra por una sutil\u00edsima criba, escasamente alg\u00fan alma llegar\u00eda a la gloria respecto de la masa que no sabe, que no quiere filtrarse a trav\u00e9s de la criba de la Ley, del Amor, del Sacrificio, para alcanzarme.
Pero en la hora de la venida, cuando, como Dios, Rey y Juez, Yo venga para reunir a los elegidos y maldecir a los r\u00e9probos, arroj\u00e1ndoles all\u00ed donde el Anticristo, la Bestia y Satan\u00e1s ya estar\u00e1n para siempre, tras la suprema victoria de Jesucristo, Hijo de Dios, Vencedor de la Muerte y del Mal, a estos elegidos que han sabido permanecer \u00abvivos\u00bb en la vida, vivos en el esp\u00edritu esperando nuestra hora de triunfo, les dar\u00e9 la posesi\u00f3n de la morada celeste, les dar\u00e9 a M\u00ed mismo sin pausas y sin medida.
Aspira a esa hora, Mar\u00eda. Ll\u00e1mala y ll\u00e1mame con todas las fuerzas de tu esp\u00edritu. He aqu\u00ed, ya vengo cuando un alma me llama. Junto al Amado que vio desde la Tierra la gloria del Cordero, Hijo de Dios, la gloria de su y de tu Jes\u00fas, di, con cada latido de tu coraz\u00f3n: \u00abVen, Se\u00f1or Jes\u00fas\u00bb\u00bb.<\/p>
Soy un trapo, un pobre trapito. S\u00f3lo tengo el alma sumergida en la dulzura.
Al dictarme, Jes\u00fas me hace entender que cuando dice Tierra quiere decir mundo tomado no como globo de polvo y de aguas, sino m\u00e1s bien, como uni\u00f3n de personas. No s\u00e9 si lo s\u00e9 explicar bien. Cuando dice Tierra quiere decir, dir\u00e9 as\u00ed: ente moral, y cuando dice tierra quiere decir simplemente planeta compuesto de terrenos, de montes, de aguas. Culpable la primera, inocente la segunda.
Por esto puede decir sin contradecirse que la sangre de los m\u00e1rtires ha llegado a ser veneno para la Tierra que la ha bebido (en sus habitantes) con ira sacr\u00edlega y la ha derramado (en sus potencias estatales) con abuso blasfemo de poder temporal; mientras que la tierra globo, rotante en el espacio del \u00e9ter, ha bebido con respeto y acogido con amor la<\/p>
94 Como arriba, la escritora anota: en el per\u00edodo de paz que precede el juicio
95 Como arriba, la escritora anota: La tentativa de la paz despu\u00e9s de los castigos, de la evangelizaci\u00f3n espiritual<\/p>
sangre de los m\u00e1rtires y sus convulsiones ag\u00f3nicas, y las presenta, la una y las otras, al Eterno, pidiendo, materna y piadosa, que no hayan sido derramadas y sufridas en vano y que se haga justicia de ellas.
Estoy contenta de haber recibido la explicaci\u00f3n directa del Libro que me gusta tanto, pero humanamente le aseguro que estoy deshecha. Me parece ser algo vac\u00edo, una cosa exprimida. No tengo nada m\u00e1s dentro despu\u00e9s de haber tenido tanto.
En estos d\u00edas, aplastada bajo las grandes voces que escuchaba dentro, ten\u00eda una intolerancia hacia el ruido humano, \u00a1y he tenido tanto a mi alrededor! He sufrido much\u00edsimo, apresada entre los obst\u00e1culos comunes de la vida y las exigencias sobrenaturales del Ma- estro.
Bien. Ya est\u00e1 hecho. Y ahora digo: \u00abUn poco de descanso, si no la pobre escritorzuela de Jes\u00fas termina rompi\u00e9ndose como una m\u00e1quina demasiado usada\u00bb. Ahora a usted para la copia. Pero, cuando me traiga el fasc\u00edculo, tr\u00e1igame tambi\u00e9n este cuaderno. Me cuesta menos corregir si tengo delante el manuscrito. Si no \u00bfc\u00f3mo hago para recordar y a\u00f1adir las palabras que faltan? \u00bfQui\u00e9n se acuerda? Despu\u00e9s se lo devuelvo.<\/p>
Y en cambio todav\u00eda hay que decir. Dice Jes\u00fas:
\u00abAntes de cerrar este ciclo hay que hablar de las dos resurrecciones.
La primera comienza en el momento en que el alma se separa del cuerpo y aparece ante M\u00ed en el juicio particular. Pero s\u00f3lo es resurrecci\u00f3n parcial. M\u00e1s que resurrecci\u00f3n se podr\u00eda decir: liberaci\u00f3n del esp\u00edritu de la envoltura de la carne y espera del esp\u00edritu para reunirse con la carne y reconstruir el templo vivo, creado por el Padre, el templo del hombre creado a imagen y semejanza de Dios.
Una obra a la que le falta una parte est\u00e1 incompleta y es imperfecta. La obra hombre, perfecta en su creaci\u00f3n, est\u00e1 incompleta e imperfecta si no est\u00e1 unida en sus diversas partes. Destinados al Reino luminoso o a la morada tenebrosa, los hombres deben estar en \u00e9stos para siempre con su perfecci\u00f3n de carne y esp\u00edritu.
Por esto se habla de la primera y de la segunda resurrecci\u00f3n. Pero observa.
Quien ha matado su esp\u00edritu con vida terrena de pecado viene a M\u00ed, en el juicio particular, con un esp\u00edritu ya muerto. La resurrecci\u00f3n final har\u00e1 que su carne vuelva a coger el peso del esp\u00edritu muerto para morir totalmente con \u00e9l. Mientras que quien ha vencido a la carne en la vida terrena viene a M\u00ed, en el juicio particular, con un esp\u00edritu vivo que, entrando en el Para\u00edso, aumenta su vivir.
Tambi\u00e9n los purgantes son \u00abvivos\u00bb. Enfermos, pero vivos. Lograda la curaci\u00f3n en la expiaci\u00f3n, entrar\u00e1n en el lugar que es Vida. En la resurrecci\u00f3n final su esp\u00edritu vivo de mi Vida, a la que estar\u00e1n indisolublemente unidos, volver\u00e1 a tomar la carne para glorificarla y vivir totalmente con ella as\u00ed como Yo vivo con ella.
Por eso se habla de muerte primera y segunda, y, en consecuencia, de resurrecci\u00f3n primera y segunda. El hombre debe llegar por propia voluntad a esta posesi\u00f3n eterna de la Luz -porque en el Para\u00edso pose\u00e9is a Dios, y Dios es Luz- , como por propia voluntad ha querido perder la Luz y el Para\u00edso. Yo os doy las ayudas, pero la voluntad debe ser la vuestra.
Yo soy fiel. Os he creado libres y libres os dejo. Y si pens\u00e1is cu\u00e1nto es digno de admiraci\u00f3n este respeto de Dios por la voluntad libre del hombre, pod\u00e9is entender c\u00f3mo ser\u00eda vuestro deber no abusar de ello, utiliz\u00e1ndola para el mal, y tener respeto, reconocimiento y amor hacia el Se\u00f1or, Dios vuestro.
A los que no han abusado, Yo digo: \u00abEst\u00e1 preparada vuestra morada en el Cielo, y deseo<\/p>
ardientemente que est\u00e9is en mi Beatitud\u00bb\u00bb.<\/p>
23 de agosto
7 horas<\/p>
Al Padre 96 y a m\u00ed.
Dice Jes\u00fas:
\u00abTe repito a ti y al Padre palabras que he dicho hace 20 siglos y que son siempre nuevas y ahora particularmente apropiadas a vuestro caso: \u00abSi guard\u00e1is mis mandamientos, permanecer\u00e9is en mi amor… Os he dicho estas cosas para que mi alegr\u00eda est\u00e9 en vosotros y vuestra alegr\u00eda sea completa. Vosotros sois mis amigos si hac\u00e9is aquello que os mando. Ya no os llamo siervos, porque os he dado a conocer lo que he o\u00eddo de mi Padre. No sois vosotros los que me hab\u00e9is elegido a M\u00ed, sino Yo quien os ha elegido a vosotros y os he des- tinado a ir y dar frutos duraderos. Amaos mutuamente y amadme cada vez m\u00e1s. El mundo os odia porque os he elegido. El mundo s\u00f3lo se ama a s\u00ed mismo y a sus propias obras y odia lo que est\u00e1 bajo mi Nombre. No obstante he hecho y hago en el mundo obras que ning\u00fan otro ha hecho. Por ello no tienen excusa los que me odian. Pero esto debe suceder porque est\u00e1 dicho: ‘Me odiaste sin raz\u00f3n’. No obstante no tienen excusa en su obstinaci\u00f3n en el mal, porque si Yo no hubiera venido como Maestro estar\u00edan excusados, pero Yo he venido y vengo y no se me quiere escuchar. Por esto no tienen ning\u00fan atenuante\u00bb.
Yo os mando, con mandamiento de amor porque sois mis amigos, que no desperdici\u00e9is estas palabras m\u00edas. Usadlas para vosotros y para muchas almas. No est\u00e1n dichas sin raz\u00f3n. Os las he dicho para vuestra alegr\u00eda, \u00a1oh amigos m\u00edos!, con los que me es dulce decir los pensamientos m\u00e1s secretos y pedir ayuda para ser amado por quien ya no sabe amar y que perece sin saber ni siquiera que est\u00e1 pereciendo.
Quiero que vosotros viv\u00e1is en alegr\u00eda. Pero alegr\u00eda sobrenatural, porque por mi amor ser\u00e9is odiados por el mundo para el que Yo soy odioso. El mundo da penas y dolor a quien me ama. Pero no importa. Yo os digo: perseverad en mi amor. Yo ser\u00e9 vuestra recompensa.
Id y esparcid la Palabra. Andad con discernimiento y cuidado. No la apliqu\u00e9is a todos del mismo modo. Que el Esp\u00edritu de Luz, del que se hablaba ayer en la Misa, os ayude en la elecci\u00f3n de los textos que hay que dar a conocer y los que deben, por ahora, permanecer ocultos. Es mi consejo que hag\u00e1is una selecci\u00f3n de las palabras dichas. Hay textos que por ahora deben permanecer un dulce coloquio entre nosotros. Otros que van dados a conocer s\u00f3lo a personas que, por su veste o por su alma, est\u00e1n ya en grado de ser admitidos a ciertos conocimientos. Otros textos pueden ser dichos y difundidos entre las almas.
Todas mis palabras son santas, pero no son santas las muchedumbres. Por ello es necesario que se\u00e1is prudentes como serpientes para evitar las espirales enga\u00f1osas de la gran serpiente que es el esp\u00edritu del mundo, el cual ahoga y envenena lo que es bueno o desv\u00eda de tal modo que el bien sirva de pretexto al mal.
Y los momentos en que viv\u00eds, pobres amigos m\u00edos, est\u00e1n a\u00fan m\u00e1s colmados de hast\u00edo y de esp\u00edritu contrario a Dios de lo que estuvieran cuando yo fui juzgado por un pu\u00f1ado de hombres enloquecidos por el pecado. Por ello es necesario ser vigilantes porque se encon- trar\u00eda enseguida el pretexto de da\u00f1ar a los enemigos, de incitar a las muchedumbres para fines no santos, que se revisten de una apariencia buena pero que por debajo son tan s\u00f3lo una ebullici\u00f3n de pasiones y ambiciones sociales.
Mi Palabra de Verdad no debe servir para la mentira. Mi Palabra de Misericordia no debe<\/p>
96 Padre Migliorini<\/p>
servir para las venganzas. Por lo tanto, atenci\u00f3n.
El Padre m\u00e1s que t\u00fa debe saber como regularse. Ore, orad. El Esp\u00edritu Santo os ayudar\u00e1. Recordad siempre que ten\u00e9is entre las manos medicinas aptas para curar a las almas y que \u00e9stas han quedado muy mal por el escarnio que de ellas han hecho las pasiones y los pecados. Est\u00e1n destrozadas por las explosiones internas del Mal y desangradas por los golpes que reciben del externo. Son toda una llaga y est\u00e1n exhaustas. Como m\u00e9dicos, deb\u00e9is tener toque ligero y suma paciencia para tratar a estas pobres llagadas y comunicar en ellas la Vida.
Yo no puedo callar lo que digo, y vosotros no pod\u00e9is no recibir lo que os digo. Pero esto no quita que se requiera buen sentido para usar mi don.
Regulaos como para Sor Benigna 97. No una abierta y resonante difusi\u00f3n, sino un lento difundir cada vez m\u00e1s amplio, y que sea sin nombre. Esto para tutelar tu esp\u00edritu que la soberbia podr\u00eda turbar y tu persona que no necesita otras agitaciones. Cuando tu mano est\u00e9 firme en la paz en espera de resurgir en la gloria, entonces, s\u00f3lo entonces se dar\u00e1 a conocer tu nombre.
Ser perseguidos por amor m\u00edo es una gloria. Pero tengo tan pocos amigos y tan escasos portavoces que no quiero que sean molestados o destruidos por el odio del mundo. Tengo compasi\u00f3n de las almas y tutelo a los portadores de mi Voz como y m\u00e1s que a M\u00ed mismo.
No os hag\u00e1is la ilusi\u00f3n de obtener gran cosa con mis Palabras. Caen sobre almas casi todas muertas. Pero nosotros debemos intentar hasta lo \u00faltimo la salvaci\u00f3n de los corazones. Hemos sido formados para esto, hermanos m\u00edos. Exhalamos por ello el verdadero ox\u00edgeno a las almas que sucumben por la asfixia del mundo, del sentido, del dinero. Nosotros cumplimos nuestra labor. Si ellos permanecen piedras sin vida, peor para ellos.
Te he hablado con palabras de hace 20 siglos, porque son siempre recientes y siempre dulces como entonces porque Yo soy eterno y fiel y vosotros, que os suced\u00e9is en los siglos, sois siempre mis ap\u00f3stoles de la hora presente, mis amigos, los ejecutores de la Voluntad del Padre y de mis deseos.
Os doy mi paz, \u00a1oh benditos m\u00edos!\u00bb.<\/p>
24 de agosto<\/p>
(Respecto a la se\u00f1ora Curie 98). Dice Jes\u00fas:
\u00abSon criaturas humanamente perfectas. En ellas todo ha alcanzado la perfecci\u00f3n, excepto su esp\u00edritu que ha retrocedido cada vez m\u00e1s hasta hacerse un embri\u00f3n de esp\u00edritu. Tienen un genio perfecto, una seriedad perfecta, una honestidad perfecta, una humildad perfecta. Todo humanamente perfecto. Su virtud es llama que no calienta. Es fuego fr\u00edo. No tiene valor para M\u00ed. Prefiero una espiritualidad imperfecta a una humanidad perfecta.
Tanto fulgor de perfecci\u00f3n humana es como la luminosidad de 100, de 1000 l\u00e1mparas en arco. Dan luz; es innegable. Pero es luz artificial que, si un peque\u00f1o mecanismo se estropea, muere enseguida y no queda nada de ella. Mientras el esp\u00edritu, aunque sea imperfecto, es siempre un peque\u00f1o sol viviente con luz propia que brota de la Gracia que est\u00e1 en \u00e9l. Hablo del esp\u00edritu vivo, es decir, viviente en M\u00ed, vivificado por la Gracia.
El haber pose\u00eddo una inteligencia superior que les ha permitido adentrarse en los misterios de la naturaleza, tambi\u00e9n deber\u00eda haberles llevado a ver la potencia de Dios y su existencia cuyo ser est\u00e1 escrito en todas las cosas creadas. En cambio nada de esto. Son seres llenos<\/p>
97 Sor Benigna Consolata Ferrero (1885-1916)
98 Marie Curie (1867-1934)<\/p>
de ciencia, pero faltos del hilo que lleva al conocimiento de cuanto existe. Inventores de lo nuevo, pero negadores de lo eterno. Descubridores de fuerzas secretas, pero indiferentes a la Fuerza de las fuerzas: Dios. Esto no lo buscan, mejor dicho voluntariamente lo niegan. O por lo menos lo descuidan.
Y por esto la ciencia humana, innegablemente avanzada, no da frutos buenos sino envenenados. Falta en el coraz\u00f3n y en la mente de los cient\u00edficos el fuego del amor que hace respetar y amar a Dios, que hace respetar y amar al pr\u00f3jimo.
En el caso concreto, esa mujer no da\u00f1\u00f3, m\u00e1s bien benefici\u00f3 a los hermanos. Es ya mucho. Pero reflexiona sobre el impulso que hubiera imprimido a su escuela, a sus disc\u00edpulos y a los disc\u00edpulos de los disc\u00edpulos si al encanto de su yo hubiera unido una religiosidad profunda.
Cree tambi\u00e9n, alma m\u00eda, que en la hora del juicio aparecer\u00e1n m\u00e1s grandes peque\u00f1as criaturas iletradas que no lumbreras de la ciencia. Las primeras encendidas por el amor, ser\u00e1n vivas estrellas en mi cielo. Las dem\u00e1s, aunque no las condenar\u00e9, por el bien que humanamente han cumplido, ser\u00e1n simplemente nebulosas en mi Para\u00edso. Ser\u00e1n los salvados por mi Misericordia sin ning\u00fan m\u00e9rito por su parte, salvados m\u00e1s que por ellos mismos, por las oraciones de los beneficiados por ellos.
Ahora dime: \u00bfprefieres ser una peque\u00f1a nada en el campo del saber y ser m\u00eda, muy m\u00eda en \u00e9sta y en la otra vida, o te hubiera gustado ser astro aqu\u00ed abajo y opaca nebulosa all\u00ed arriba? S\u00e9 ya tu respuesta y por esto te digo: \u00abHas respondido sabiamente. Va en paz\u00bb\u00bb.<\/p>
25 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPara M\u00ed no es diferente el grande que vive en los palacios o el pastor que duerme sobre la hierba en medio de su reba\u00f1o. Sois todos hermanos e hijos m\u00edos, y por ricos y pobres, por potentes y m\u00edseros he vertido mi Sangre.
Por ello no aplaudo ciertas diferencias que se est\u00e1n siguiendo ahora. No apruebo las matanzas, sea cu\u00e1l sea el lugar donde se realizan. No las apruebo porque son contrarias a la caridad y porque son serio motivo a los d\u00e9biles para desesperar. Pero no apruebo tampoco que exista quien, aprovechando una posici\u00f3n de privilegio, se salva dejando otros lugares bajo la tormenta diab\u00f3lica.
Pero sabe que Yo estoy all\u00ed donde los m\u00edos sufren. Estoy por ello donde es m\u00e1s vivo el peligro e inminente la desgracia. All\u00ed donde se muere, por obra del hombre, all\u00ed est\u00e1 el Redentor que absuelve y bendice\u00bb.<\/p>
26 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEs talla belleza, la potencia, la fuerza de la Fe que s\u00f3lo podr\u00e9is entender su plenitud en el Cielo. Aqu\u00ed abajo no ten\u00e9is m\u00e1s que un p\u00e1lido reflejo, incluso en las almas m\u00e1s invadidas de Fe. Pero este reflejo es ya tan amplio que basta para dar una orientaci\u00f3n a toda una vida y conducirla derecha derecha a M\u00ed.
Hablo de la Fe. De la verdadera Fe: De mi Fe. No hay sino un Dios, no hay sino un Cristo, no hay sino una Fe.
Esta verdadera Fe que ha nacido con el hombre, habitante de la Tierra, \u00fanica flor en el desierto y en el exilio del primer hombre y de su descendencia, que se ha perfeccionado en los siglos, alcanzando la plenitud con mi venida -sello, que no miente y que no se puede desmentir- a la fe de los patriarcas y de los profetas, esta Fe que custodia la Iglesia,<\/p>
depositaria de los tesoros del Verbo, no es cambiable, porque comparte con su Creador los atributos de inmutabilidad y de perfecci\u00f3n.
F\u00edjate bien. \u00bfQu\u00e9 aseguraba la Fe a los antiguos padres? Mi venida, acto de una caridad tan excelsa que s\u00f3lo \u00e9l basta para dar seguridad en un Dios, Padre del g\u00e9nero humano. Aseguraba la vida eterna reservada a todos los que han muerto en el Se\u00f1or y anunciaba eterno castigo a los transgresores de la Ley del Se\u00f1or. Aseguraba nuestra Una y Trina Entidad. Aseguraba la existencia del Esp\u00edritu Santo del que viene toda sobrenatural luz espiritual.
\u00bfQu\u00e9 asegura la Fe de los cristianos, desde hace 20 siglos hasta ahora? Las mismas cosas. \u00bfAcaso he cambiado Yo la Fe? No. Al contrario la he confirmado y la he construido alrededor la roca fuerte de mi Iglesia Cat\u00f3lica, apost\u00f3lica, romana, en la que est\u00e1 la Verdad depositada por M\u00ed mismo.
Hasta el \u00faltimo d\u00eda y el \u00faltimo hombre la Fe es y permanece \u00abaqu\u00e9lla\u00bb. No puede ser otra. Que si vosotros me dec\u00eds que el mundo evoluciona, Yo os respondo que tal evoluci\u00f3n no es obst\u00e1culo a la Fe, sino m\u00e1s bien os debe hacer cada vez m\u00e1s f\u00e1cil el creer.
Creer no quiere decir ser bobalicones. Creer es aceptar y comprender seg\u00fan la luz de la inteligencia cuanto os viene dicho por los que no han mentido nunca: los santos de Dios, partiendo de los patriarcas; creer es entender a la luz de la Gracia, que plena y abun- dantemente os he tra\u00eddo, todo lo que a\u00fan permanece oscuro a la inteligencia. Creer es sobre todo amar. La credulidad es necia. El creer es santo porque es tener el esp\u00edritu obediente a los misterios del Se\u00f1or.
Bienaventurados los que no cambian su fe. Bienaventurados los que permanecen fieles al Se\u00f1or. Luz sobre luz es la Fe en un ser. Las cosas, todas las cosas: sean naturales o sobrenaturales, se revelan en una luz de verdad, ignorada por los incr\u00e9dulos, y el alma sube a las alturas de amor, de veneraci\u00f3n, de paz, de seguridad.
No, no se puede describir con palabra humana lo que es la Fe en un coraz\u00f3n. Y no se puede tampoco entender, por parte de los que creen, cu\u00e1l sea el abismo de terror, de tiniebla, de aniquilamiento de un coraz\u00f3n falto de Fe.
Pero no juzgues nunca a tus desgraciados hermanos incr\u00e9dulos. Cree tambi\u00e9n por ellos. Para reparar sus negaciones. S\u00f3lo Yo juzgo. S\u00f3lo Yo condeno. S\u00f3lo Yo premio. Y s\u00f3lo Yo s\u00e9 c\u00f3mo quisiera solamente premiar, porque os amo. Os amo hasta el punto que para poderos salvar he muerto por vosotros, por todos vosotros. Y no me pod\u00e9is dar mayor alegr\u00eda que la de salvar vuestra alma: dej\u00e1rmela salvar. Y no me pod\u00e9is dar mayor dolor que el de querer perder vuestra alma rechazando mi don de salvaci\u00f3n.
Ahora piensa t\u00fa, Mar\u00eda m\u00eda, cu\u00e1nto dolor tiene tu Jes\u00fas. Tu Jes\u00fas que ve perecer a las almas como flores abrasadas por un viento de fuego que d\u00eda a d\u00eda acelera su obra destructora. En verdad te digo que esto es m\u00e1s doloroso que la b\u00e1rbara flagelaci\u00f3n.
Tu Jes\u00fas llora, Mar\u00eda. Lloremos juntos sobre las pobres almas que quieren morir. Aunque nuestro llanto no las salve, quedar\u00e1 siempre el tuyo como consuelo de tu Jes\u00fas, y s\u00e9 bendita por este consuelo\u00bb.<\/p>
27 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTambi\u00e9n en el Apocalipsis parece que los periodos se confunden, pero no es as\u00ed. Ser\u00eda mejor decir: se reflejan en los tiempos futuros con aspectos cada vez m\u00e1s grandiosos.
Ahora estamos en el per\u00edodo que Yo llamo: de los precursores del Anticristo. Despu\u00e9s vendr\u00e1 el per\u00edodo del Anticristo que es el precursor de Satan\u00e1s. Esto estar\u00e1 ayudado por las<\/p>
manifestaciones de Satan\u00e1s: las dos bestias nombradas en el Apocalipsis. Ser\u00e1 un per\u00edodo peor que el actual. El Mal crece cada vez m\u00e1s. Vencido el Anticristo, vendr\u00e1 el per\u00edodo de paz para dar tiempo a los hombres, impresionados por el estupor de las siete plagas y por la ca\u00edda de Babilonia, de recogerse bajo mi signo. La \u00e9poca anticristiana subir\u00e1 a la m\u00e1xima potencia en su tercera manifestaci\u00f3n, es decir cuando llegue la \u00faltima venida de Satan\u00e1s.
\u00bfHab\u00e9is entendido? Es necesario creer, y no cavilar. Verdaderamente t\u00fa hab\u00edas entendido, precisamente porque no cavilas. Los dictados no se contradicen entre ellos. Es necesario saberlos leer con fe y sencillez de coraz\u00f3n.
Como a quien urge el hacer entender una cosa, Yo voy siempre derecho a la cosa que m\u00e1s importa y que aqu\u00ed es mi reino. Porque en el reino est\u00e1 la justificaci\u00f3n del haberme encarnado y haber muerto. Porque en el reino est\u00e1 la prueba de mi infinita potencia, bondad, sabidur\u00eda. Porque en el reino est\u00e1 la prueba de la vida eterna, de la resurrecci\u00f3n de la carne, de mi poder de Juez. Por ello cuando he hablado para explicar el Apocalipsis, en los puntos concretos explicados, he puesto casi siempre como corona mi Juicio, mi triunfo, mi reino, la derrota de Satan\u00e1s en s\u00ed mismo, en su criatura, en los precursores.
Leed bien y ver\u00e9is que no hay contradicci\u00f3n. Lo dicho, dicho est\u00e1\u00bb .<\/p>
28 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando Yo digo ser \u00abel eterno Inmolado\u00bb 99 no digo un concepto nuevo. Quienes estuvieron m\u00e1s cercanos a M\u00ed -Pedro y Juan- tienen el mismo concepto. Ni pueden tenerlo distinto todos los que meditan sobre las obras del Padre, del Hijo y del Esp\u00edritu.
Tal vez a vosotros hombres os causa estupor que Dios, sabiendo por su infinita Inteligencia todas las cosas, haya procedido a crear el hombre, y casi os pregunt\u00e1is si Dios sab\u00eda o no sab\u00eda todo lo que el hombre habr\u00eda cometido.
\u00a1Oh! \u00a1lo sab\u00eda! Nada es desconocido al Dios Uno y Trino. Todos los acontecimientos del Universo: nacimientos y muertes de planetas, formarse y disgregarse de nebulosas, vida o muerte sobre los astros lanzados en el espacio, cataclismos, explosiones, son conocidos, eternamente, por el Eterno. Y del mismo modo eternamente son conocidos todos los sucesos de la Tierra: uno de los millones de mundos creados por Dios, el que a vosotros es conocido porque sois sus habitantes.
Y eternamente son conocidos todos los acontecimientos del hombre, tomado como habitante de la Tierra. Antes de que Ad\u00e1n existiera, Dios sab\u00eda que Ad\u00e1n pecar\u00eda. Y con \u00e9l pecar\u00edan, durante milenios, la raza de Ad\u00e1n. Ni uno de los pecados de los hombres, ni una de las virtudes de los hombres, son desconocidas por nuestra Sabidur\u00eda, sea en el momento en que acontecen, sea por un tiempo tan anticipado que no tiene comparaci\u00f3n con ning\u00fan l\u00edmite de vuestro tiempo, remont\u00e1ndose hacia atr\u00e1s en los siglos de los milenios hasta la no existencia del tiempo: a la eternidad.
Lanza la mirada, \u00a1oh Mar\u00eda!, a nuestra eternidad. Sum\u00e9rgete en este signo de Dios. Es como si t\u00fa fijas la mirada hacia un cielo limp\u00edsimo y piensas que m\u00e1s all\u00e1 de aquel azul, que te parece l\u00edmite, hay otro, otro, otro espacio ilimitado, cada vez m\u00e1s alto… Un v\u00f3rtice de \u00e9ter, un remanso de azul que cuanto m\u00e1s subes m\u00e1s profundo se hace, ni le encuentras conf\u00edn. Su azul, que es, que no es m\u00e1s que su no ser, como sustancia consistente. Su azul est\u00e1 hecho por millones incalculables de kil\u00f3metros de \u00e9ter en el que danzan los mundos creados por mi Padre.<\/p>
99 En el dictado del 17 de agosto<\/p>
Lo mismo es nuestra eternidad. \u00a1Es! \u00bfCu\u00e1ndo comenz\u00f3? \u00a1Nunca! \u00bfCu\u00e1ndo terminar\u00e1?
\u00a1Nunca! \u00bfCu\u00e1nto durar\u00e1? \u00a1Siempre! \u00bfDesde cu\u00e1ndo dura? \u00a1Desde siempre!
Nunca. Siempre. Medita qu\u00e9 inmensa potencia hay en estas dos palabras aplicadas a la Perfecci\u00f3n. No vuestro \u00absiempre\u00bb unido a vuestra breve vida y que no dura ni siquiera lo que dura la vida. No vuestro \u00abnunca\u00bb sujeto a tan r\u00e1pidas desmentidas. Sino nuestro \u00absiempre\u00bb y nuestro \u00abnunca\u00bb que no conocen ninguna mengua y se revisten de nuestra Perfecci\u00f3n.
Nada est\u00e1 oculto para Dios. Nada. Y entonces, os pregunt\u00e1is vosotros, pobres hombres,
\u00bfpor qu\u00e9 Dios ha creado al hombre?
\u00a1Oh! \u00a1qu\u00e9 in\u00fatil porqu\u00e9! \u00bfQuisierais vosotros juzgar la obra de Dios? \u00bfHacer un proceso a sus acciones? Cuando est\u00e9is en la gloria comprender\u00e9is todos los misteriosos por qu\u00e9. Leer\u00e9is, con la mirada del esp\u00edritu libre, p\u00e1ginas que ahora ignor\u00e1is, que ahora in\u00fatilmente quer\u00e9is ojear cayendo, por vuestra in\u00fatil soberbia de hormigas que quieren perforar un monte de m\u00e1rmol, en los m\u00e1s perniciosos errores.
\u00a1Cu\u00e1ntos misterios tiene a\u00fan el Universo para vosotros! Est\u00e1is sumergidos en el misterio. Misterio de Dios. Misterio de los por qu\u00e9 de Dios. Misterio de la segunda vida. Misterio de las leyes c\u00f3smicas. Misterio de relaciones entre este planeta vuestro y los otros mundos. Misterios de las relaciones entre los vivientes sobre la tierra y los que ya han pasado a la segunda vida.
Vuestra curiosidad humana, la necesidad de vuestra alma de volver a sus or\u00edgenes, os dan santas y no santas inquietudes.
Santas, cuando os empujan a obrar bien deseando profundizar el misterio y la uni\u00f3n con lo sobrenatural para sentiros menos exiliados fuera del Reino del esp\u00edritu, y para haceros cada vez m\u00e1s capaces de entender las palabras espirituales y merecerla vida espiritual que alcanza la perfecci\u00f3n en la otra vida, en mi bienaventuranza.
No santas, cuando quer\u00e9is, descartando la bella y sencilla Fe, imitar a Ad\u00e1n y conocer lo que no es \u00fatil por ahora conocer, violando el secreto, forzando celestiales puertas, molestando reposos paradis\u00edacos, atravesando barreras intocables.
Esto est\u00e1 mal, hijos m\u00edos. Creedlo. Dejad a vuestro Dios la iniciativa de instruiros sobre los misterios del m\u00e1s all\u00e1. \u00c9l sabe hasta qu\u00e9 punto os puede introducir en el secreto que est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de la muerte. Fiaos de vuestro Padre y Maestro. No quer\u00e1is irrespetuosamente ir m\u00e1s all\u00e1 del l\u00edmite. No quer\u00e1is querer m\u00e1s de lo que quiere Dios. Respetad.
Vaya esto para todos los que no se contentan con cuanto he dicho y quieren saber m\u00e1s
\u00bfPero cre\u00e9is vosotros que si hubiera sido bueno el saberlo, Yo habr\u00eda desmemoriado a los tres resucitado s del Evangelio? Sin embargo ninguno de ellos dijo lo que hay en la otra parte. Ni siquiera Yo, Verbo del Padre y Sabidur\u00eda infinita, os he revelado el misterio de la muerte y con \u00e9l otros, cuyo conocimiento no es necesario para vuestra santificaci\u00f3n, sino m\u00e1s bien es nocivo para la misma.
Creer es m\u00e1s alto que conocer. Creer es amar. Lo vuelvo a decir 100. Creed por lo tanto que si Dios os ha creado ha sido por impulso de amor. Creedlo con amor para responder a tal amor.
Y con s\u00e9ptuplo amor creed que Yo, el eterno Inmolado, soy llamado as\u00ed con justa palabra porque, antes de que el tiempo existiera, Yo soy el destinado a ser inmolado para salvaros.
No ha iniciado mi holocausto con mi vida corporal. No. Exist\u00eda antes de que Yo me hiciera carne en el seno de la Virgen. No ha iniciado con la expulsi\u00f3n de Ad\u00e1n. No. Exist\u00eda antes de que Ad\u00e1n pecara. No ha iniciado cuando el Padre dijo: \u00abHagamos al hombre\u00bb. No. Exist\u00eda antes de tal pensamiento creativo.<\/p>
100 Ya en el dictado del 26 de agosto<\/p>
Ese holocausto, cumplido por la segunda Persona de Nuestra Trinidad santa, es como el latido en el centro del eterno coraz\u00f3n de nuestro Ser, desde siempre. Desde siempre,
\u00bfentiendes? Eterno como Nosotros somos eternos. Todo previsto y todo preordenado, eternamente.
Yo soy el eterno Inmolado, la V\u00edctima eterna, Aquel que os comunica su Sangre para curaros de las enfermedades de las culpas, Aquel que os robustece con ella en Dios, Aquel que os da todas las certezas de la fe y de la esperanza y os nutre con su caridad para que pod\u00e1is creer, vivir en Dios, santificaros por medio de la Palabra que no muere y que no permite que muera quien se nutre de ella.
Creed en M\u00ed, amigos m\u00edos, y pedidme la gracia de creer cada vez m\u00e1s. La luz de la Fe y la de la caridad os permitir\u00e1n ver cada vez m\u00e1s claramente a vuestro Dios, vuestro Jes\u00fas, ya desde esta vida\u00bb.<\/p>
29 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abVeamos juntos este punto del libro de Samuel: \u00abLa obediencia vale m\u00e1s que los sacrificios, mejor la docilidad que la grasa de los carneros. Como pecado de hechicer\u00eda es la rebeld\u00eda, crimen de idolatr\u00eda la contumacia\u00bb (lS, cap. 15\u00b0, v. 22).
La obediencia. La virtud que no quer\u00e9is practicar. Nac\u00e9is y, apenas pod\u00e9is manifestar un sentimiento, es sentimiento de rebeld\u00eda a la obediencia. Viv\u00eds siendo desobedientes. Mor\u00eds a\u00fan desobedientes. El bautismo borra el pecado original, pero no anula la toxina que os deja el pecado.
\u00bfQu\u00e9 ha sido, en el fondo, el pecado original? Una desobediencia. Ad\u00e1n y Eva quisieron desobedecer al Padre Creador, incitados a cumplir este acto de desamor por el sumo Desobediente, el cual se ha hecho demonio rechazando obediencia de amor al Sumo Dios. Este veneno anida en vuestra sangre y s\u00f3lo una constante voluntad vuestra lo hace incapaz de da\u00f1ar a vuestro esp\u00edritu de manera mortal.
Pero, \u00a1oh hijos m\u00edos!, \u00bfqu\u00e9 cosa m\u00e1s meritoria que \u00e9sta puede ser cumplida por vosotros?
Mirad bien.
Todav\u00eda es m\u00e1s f\u00e1cil hacer un sacrificio, una ofrenda, practicar una obra de misericordia, que obedecer constantemente al querer de Dios. \u00c9ste se os presenta minuto a minuto como agua que fluye y pasa trayendo otras olas de agua y detr\u00e1s de \u00e9stas otras a\u00fan. Y vosotros sois como peces que a\u00fan sumergidos en la Voluntad de Dios os resbala. Si quer\u00e9is salir de ella, morir\u00e9is, hijos m\u00edos. Es vuestro elemento vital. Ni hay gota de ella que no provenga de una raz\u00f3n de amor. Creedlo.
Obedecer es hacer la voluntad de Dios. Esa voluntad que os he ense\u00f1ado a pedir que se cumpla con el Padre nuestro y que os he ense\u00f1ado a practicar con la palabra y con el ejemplo, llevado hasta la muerte.
No obedecer y rebelarse es cumplir un pecado de magia, dice el libro. En efecto \u00bfqu\u00e9 hac\u00e9is rebel\u00e1ndoos? Pec\u00e1is. Y el pecado \u00bfqu\u00e9 produce? Vuestro desposorio con el demonio. \u00bfNo hac\u00e9is por lo tanto magia? \u00bfNo os transform\u00e1is m\u00e1gicamente de hijos de Dios en hijos de Satan\u00e1s?
No obedecer y no quererse sujetar es como un pecado de idolatr\u00eda, contin\u00faa diciendo el libro. En efecto \u00bfqu\u00e9 hac\u00e9is no sujet\u00e1ndoos? Rechaz\u00e1is a Dios rechazando su Voluntad. Lo repudi\u00e1is como Padre y Se\u00f1or. Pero como el coraz\u00f3n del hombre no puede estar sin adorar cualquier cosa en el puesto del Dios verdadero que rechaz\u00e1is, ador\u00e1is vuestro yo, vuestra carne, vuestra soberbia, vuestro dinero; ador\u00e1is a Satan\u00e1s en sus m\u00e1s agudas<\/p>
manifestaciones. He aqu\u00ed porqu\u00e9 os hac\u00e9is id\u00f3latras. \u00bfDe qu\u00e9? De dioses de lo m\u00e1s ho- rrendos que os tienen esclavos y esclavos infelices.
Venid, venid, queridos hijos de mi amor, venid al yugo paterno que no hace mal, que no oprime, que no degrada, sino que al contrario os sujeta y os gu\u00eda y os asegura el alcanzar el bienaventurado reino donde no hay m\u00e1s dolor.
El mundo, que quiere desobedecer, no sabe que ser\u00eda suficiente este acto de obediencia para salvarse. Volver a entrar en el surco de Dios, seguir la voz de Dios, obedecer, obedecer, volver a encontrar la casa del Padre, dejada escapar por una quimera de falsa dignidad, volver a encontrar la mano del Padre que bendice y resana, volver a encontrar el coraz\u00f3n del Padre que ama y perdona.
Pensad, hijos, que para volver a daros la gracia perdida dos Pur\u00edsimos, dos Inocent\u00edsimos, dos Buen\u00edsimos, debieron consumar la Obediencia suma. La salvaci\u00f3n del g\u00e9nero humano tuvo, en el tiempo, inicio en el \u00abfiat\u00bb de Mar\u00eda ante mi arc\u00e1ngel, y tuvo fin en el \u00abconsummatum\u00bb de Jes\u00fas en la cruz. Las dos obediencias m\u00e1s dolorosas y las menos obligatorias, porque mi Madre y Yo est\u00e1bamos por encima de la necesidad de expiar, con la obediencia, el pecado.
Nosotros, que no pecamos, hemos redimido vuestro pecado obedeciendo. \u00bfY no querr\u00e9is vosotros, pobres hijos, imitar a vuestro Maestro y obtener misericordia con la obediencia que es prueba de amor y de fe?
M\u00e1s bello y agradable que las mismas iglesias, que me levant\u00e1is por voto, y que cualquier voto, es esta flor espiritual del alma, nacida, sobre la tierra, en el coraz\u00f3n del hombre pero que florece en el Cielo, eterna, para vuestra gloria\u00bb.<\/p>
30 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQue tu respuesta, sea al pr\u00f3jimo que se sorprende y te hace observar el aparente abandono de Dios hacia ti, sea al tentador que te quiere persuadir de que todo tu sacrificio no te obtiene alivio de parte de Dios, sea la misma del viejo Tob\u00edas. Tambi\u00e9n a ti misma debes decir: \u00abNosotros somos hijos de santos, y esperamos la vida que Dios dar\u00e1 a quienes no pierden nunca su fe en El\u00bb.
Hijos de santos y llamados a la misma santidad.
\u00bfT\u00fa no eres hija de Dios, Mar\u00eda? \u00bfY qui\u00e9n es m\u00e1s santo que tu Padre? Si \u00c9l, que es el Santo de los santos, quiere para ti tanto dolor, es signo de que este dolor tiene por fin una alegr\u00eda proporcional al dolor: o sea tanta, desmesurada alegr\u00eda, y alegr\u00eda sin fin.
El alma que llega a creer firmemente que todo cuanto le sucede tiene origen en un amor y produce alegr\u00eda eterna, est\u00e1 segura como dentro de una fortaleza. No puede perecer. Sufre, pero su dolor es sobrenatural y da frutos sobrenaturales de vida.
Todav\u00eda un poco y despu\u00e9s vendr\u00e1 la alegr\u00eda. A\u00fan un poco y despu\u00e9s vendr\u00e9 Yo. Vendr\u00e9 no con los l\u00edmites que debo imponer ahora al encuentro para adaptarlo a tu humanidad. Sino que vendr\u00e9 como Dios al alma: o sea libremente, completamente. No temas. Ver\u00e1s entonces como mi morada es infinitamente m\u00e1s hermosa de como la has visto en los sue\u00f1os e imaginado con el pensamiento. Ver\u00e1s entonces c\u00f3mo el unirse conmigo ser\u00e1 sin pena dejando un cuerpo que es lazo para el alma y peligro continuo.
No pierdas nunca la fe en tu Jes\u00fas. Yo estoy cerca de ti y lo notas. Pero no reh\u00fases ninguna de las ayudas que he puesto a vuestra disposici\u00f3n. El camino sobrenatural por el que caminas no te exime de recorrer el camino com\u00fan a todas las criaturas vivientes en la Iglesia.<\/p>
Un \u00f3leo te ha librado, y de esclava del Enemigo te ha hecho hija de Dios. Un \u00f3leo te ha hecho soldado de Cristo. Que un \u00f3leo te haga part\u00edcipe del Reino. El alma que entra en la gloria se hace reina. Y para los reyes, lo has le\u00eddo, era necesaria la unci\u00f3n.
Quiero que hasta las sombras de los pecados pasados se cancelen de ti. Cuando llegue la hora debes venir al encuentro, virgen sabia y prudente, con todos los adornos apropiados para las bodas.
El dolor es una gran absoluci\u00f3n cuando es sufrido con santidad. Pero, lo repito, ni siquiera mi caricia te debe llevar a pensar que est\u00e1s exenta de los deberes de todos. La perla escondida, que s\u00f3lo Jes\u00fas conoce, debe, a los ojos del mundo, no ser distinta en nada de las almas hermanas que, por voluntad de tu Se\u00f1or, est\u00e1n menos transformadas que t\u00fa en gema\u00bb.<\/p>
31 de agosto<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEs in\u00fatil horrorizarse de ciertas manifestaciones actuales. Son fruto de vuestro interior.
Yo he dicho: \u00abEs del coraz\u00f3n de donde salen los pensamientos malvados y los malvados sentimientos, y \u00e9stos son los que contaminan\u00bb.
Yo tambi\u00e9n he dicho que a cada hombre se le reconoce por sus obras y como no se pueden coger frutos dulces del ciruelo salvaje as\u00ed no se pueden extraer actos honestos de quien tiene el interior deshonesto.
La deshonestidad no consiste solamente en robar, en mentir, en da\u00f1ar al pr\u00f3jimo. Es deshonestidad el faltar a Dios, el robarle aquel respeto amoroso que es deber del hombre hacia su Creador. Es deshonestidad emplear sus dones para actos malvados. Todos sus dones y especialmente el don de la vida.
Ahora mira y juzga que mal uso hac\u00e9is de la vida que el Padre os da. Mira y juzga que mal uso hac\u00e9is de vuestro cuerpo en el que habita el alma, templo reservado a Dios, en el que reside la mente que deber\u00eda estar orientada a comprender la Ley de Dios como el coraz\u00f3n deber\u00eda estar ocupado en amarla y practicarla.
En cambio \u00bfqu\u00e9 hac\u00e9is? Pon\u00e9is resistencia a las voces del Se\u00f1or, a los deseos del Se\u00f1or, a los mandamientos del Se\u00f1or, a la voluntad del Se\u00f1or. Como cabras salvajes opon\u00e9is vuestra dureza y vuestra rebeld\u00eda -dos cuernos bien agudos- a cada invitaci\u00f3n de Dios. Os destru\u00eds, pero continu\u00e1is poniendo resistencia.
\u00bfY os dec\u00eds cristianos? No, no lo sois. Yo, Cristo, no os he ense\u00f1ado rebeld\u00eda, desobediencia, lujuria, crueldad, idolatr\u00eda. Os he ense\u00f1ado todo lo contrario. Os he mostrado c\u00f3mo debe usarse la vida, os he explicado c\u00f3mo sois templos de Dios que quiere vivir en vosotros, que prefiere vivir en vosotros mucho m\u00e1s que en suntuosos templos pero hechos s\u00f3lo de piedras y de m\u00e1rmoles.
No. Dios no quiere estas moradas hechas por mano de hombre. Os quiere a vosotros, a vosotros hechos por su mano, a vosotros templos de sangre y de alma, a vosotros a los que mi sangre ha revestido de p\u00farpura inmortal y purificado como altares preciosos. Esto es lo que quiere Dios para volver a vivir en amorosa paz con vosotros.
No insist\u00e1is en el duro camino que hab\u00e9is emprendido y que os conduce a la ruina. Sed cristianos verdaderos y no cristianos solamente de palabra. Que mi signo est\u00e9 realmente grabado en las fibras vivas de vuestros corazones, no sobre el frontispicio de los templos vac\u00edos, donde no ven\u00eds a orar o ven\u00eds con el \u00e1nimo turbado por todos los cuidados vanos y por las fermentaciones de vuestros instintos inferiores.
Abrid el coraz\u00f3n al Amor, hijos. Es lo que os falta m\u00e1s. Est\u00e1is sin caridad hacia Dios, hacia<\/p>
el pr\u00f3jimo, hacia vosotros mismos. S\u00ed, tambi\u00e9n hacia vosotros mismos, porque mat\u00e1is vuestra alma.
Que -record\u00e1oslo siempre- es inevitable que existan las tentaciones, pero \u00e9stas no hacen mal. El mal lo hac\u00e9is vosotros cuando ced\u00e9is a ellas. Y no dig\u00e1is que son m\u00e1s fuertes que vosotros. No. El Padre da seg\u00fan cuanto vosotros ten\u00e9is que dar. \u00bfLa tentaci\u00f3n necesita 10 de fuerza para resistirla? Y Dios os da 10 e incluso m\u00e1s. Lo malo es que vosotros no hac\u00e9is m\u00e1s que desear ceder al mal. Y entonces \u00bfqu\u00e9 puede Dios si vosotros destru\u00eds las fuerzas de Dios con vuestra voluntad perversa y os abandon\u00e1is al beso de la tentaci\u00f3n?
Haciendo as\u00ed pon\u00e9is al alma una mordaza de muerte, y de un alma enferma o moribunda salen esos sentimientos de los que os sorprend\u00e9is. Pero no puede ser de otro modo. En cuerpo corrompido hay hedor de muerte. En almas corrompidas hay manifestaciones de pecado\u00bb.<\/p>
1 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abNo, no est\u00e1s sola. Tienes cerca a tu Jes\u00fas como bien pocos le tienen, pues aunque es cierto que estoy con todos mis hijos con la Gracia, con muy pocos estoy en la forma en que estoy contigo y que he utilizado viendo tu penos\u00edsima condici\u00f3n general.
Yo s\u00e9 hasta donde puede llegar la resistencia de un ser y, dado que el peso del dolor que debes llevar es aplastante y fuera de lo com\u00fan, he provisto a ello con medios extraordinarios que reservo para muy pocos.
Recuerdo mi necesidad de ayuda en las horas tr\u00e1gicas de la Pasi\u00f3n. Y lo que he deseado para M\u00ed quiero que tambi\u00e9n lo tengan quienes me son doblemente semejantes. Semejantes en cuanto a disc\u00edpulos, semejantes en cuanto apasionados y crucificados.
No est\u00e1s sola. Me tienes a M\u00ed por Cirineo y tienes a mi Madre por Ver\u00f3nica. Mar\u00eda es el modelo de las hu\u00e9rfanas y se acuerda de su aflicci\u00f3n de hu\u00e9rfana as\u00ed como Yo recuerdo los atroces dolores de mi agon\u00eda.
La santidad no suprime el dolor. Mar\u00eda, en su santidad inmaculada, sufri\u00f3 crudamente por la muerte de sus padres a quienes Ella no pudo consolar con sus besos. \u00bfVes como te pareces a Ella? 101 Mar\u00eda en su alma tan perfecta, s\u00f3lo inferior a Dios, supo amar y sufrir como nadie porque la santidad, siendo perfeccionamiento de todas las sensibilidades buenas del coraz\u00f3n, trae como consecuencia el crecimiento en la capacidad de amar o de sufrir, tanto m\u00e1s acrecentada cuanto m\u00e1s santa es el alma. Y el alma de Mar\u00eda era sant\u00edsima.
Pues bien, esta Mujer a la que no se le ahorr\u00f3 ning\u00fan dolor -y nadie, mejor que Ella, hubiera tenido que estar exenta, porque era inmaculada, y por ello libre del peso del dolor causado por la culpa de Ad\u00e1n- esta Mujer que ha derramado tantas l\u00e1grimas por tantos lutos y que ha visto c\u00f3mo la muerte le arrebataba padre; madre, esposo e Hijo, Yo te la doy por Ver\u00f3nica y te la doy por madre.
Es el mes del Coraz\u00f3n traspasado de Mar\u00eda y de la Exaltaci\u00f3n de mi Cruz. No rechaces el ser semejante a la Traspasada y al Inmolado\u00bb.<\/p>
2 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abLa uva es m\u00e1s dulce cuanto m\u00e1s madura, y m\u00e1s madura cuanto m\u00e1s sol toma. El due\u00f1o<\/p>
101 La escritora hab\u00eda sufrido profundamente al no haber podido asistir a su padre en el momento de la muerte, acaecida el 30 de junio de 1935<\/p>
de la vi\u00f1a no coge su uva para hacer el vino si no est\u00e1 bien madura, y para que se madure la deshoja y poda de modo que el sol pueda bajar y circular entre racimo y racimo, y convertir los granos \u00e1speros y duros en muchas perlas de az\u00facar l\u00edquido.
Si la uva permaneciera como est\u00e1 en abril, esto es, cuando la vid es hermosa con sus hojas nuevas y sus racimos en flor, o como en junio, ya toda llena de sarmientos flexibles y de racimos formados, no servir\u00eda para nada aparte de para alegr\u00eda de la vista. En cambio en el oto\u00f1o, despu\u00e9s de tanto sol y tantas podas, es hermosa de otro modo y, adem\u00e1s de hermosa, \u00fatil para el hombre.
Yo soy el sol y vosotros, almas m\u00edas, sois la vi\u00f1a en la que se tiene que formar el vino eterno. Yo soy el sol y tambi\u00e9n soy el vi\u00f1ador. Yo os circundo e inundo con mis rayos y os mortifico para que deis sarmientos llenos de frutos verdaderos y no vanos zarcillos que no sirven para nada.
Hay que dejar que el sol y el vi\u00f1ador trabajen en vuestra alma totalmente a su gusto. Es necesario, Mar\u00eda m\u00eda, imitar mucho, mucho, mucho al racimo que no tiene voces de protesta ni actos de resistencia hacia el sol y hacia el due\u00f1o de la vi\u00f1a, sino al contrario, se deja descubrir para recibir los rayos calientes, se deja curar con los l\u00edquidos adecuados, se deja arreglar sin reacci\u00f3n alguna. Y as\u00ed se hace cada vez m\u00e1s grueso y dulce, un verdadero prodigio de jugos y de belleza.
Tambi\u00e9n el alma debe a\u00fan m\u00e1s desear el sol y la obra del Vi\u00f1ador eterno cuanto m\u00e1s se acerca para ella la hora de la divina vendimia. El racimo rebelde y enfermo, que no ha querido madurar sano y dulce, y que se ha escondido para no ser cuidado, no est\u00e1 destinado al m\u00edstico lagar. Pero en cambio se hace digno de mi Vendimia el racimo que no ha tenido miedo de podaderas ni de medicinas y que se ha sacrificado d\u00f3cilmente, en sus gustos, por M\u00ed.
Yo soy el Vendimiador y t\u00fa mi racimo. La vendimia se acerca. Aumenta tus esfuerzos para absorber cuanto m\u00e1s puedas de M\u00ed. Yo me har\u00e9 en ti licor de vida eterna. Aumenta tu generosidad para secundar la obra de tu amoroso Vi\u00f1ador. \u00c9l, tu Jes\u00fas, s\u00f3lo quiere hacer de ti un racimo digno de ser depositado a los pies del trono de Dios.
Es dulce tener a Jes\u00fas como Maestro, Mar\u00eda, pero esto se hace perfecto cuando se asimila toda la ense\u00f1anza del Maestro\u00bb.
3 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abBienaventurados los labios y los pueblos en los que se pronuncia: \u00abDios te salve, Mar\u00eda\u00bb. Salve: yo te saludo. El m\u00e1s peque\u00f1o al mayor, el ni\u00f1o al padre, el inferior al superior,
est\u00e1n obligados, en la ley de educaci\u00f3n humana, a decir a menudo un saludo respetuoso, debido, amoroso, seg\u00fan los casos. Mi hermano no debe negar este acto de amor reverencial a la Madre perfecta que tenemos en el Cielo.
Dios te salve, Mar\u00eda. Es un saludo que limpia los labios y el coraz\u00f3n porque \u00a1no se pueden decir esas palabras, con atenci\u00f3n y sentimiento, sin sentirse ser un poco mejores! Es como el acercarse a una fuente de luz ang\u00e9lica o a un oasis hecho de lirios en flor.
Salve, la palabra del \u00e1ngel que se os concede para saludar a Aquella que saludan con amor las Tres Personas eternas, la invocaci\u00f3n que salva, tenedla siempre mucho en los labios. Pero no como un movimiento autom\u00e1tico del que se excluya al alma, sino m\u00e1s bien como movimiento del esp\u00edritu que se inclina ante la realeza de Mar\u00eda y se abre hacia su coraz\u00f3n de Madre.
Si supierais decir con verdadero esp\u00edritu estas palabras, incluso s\u00f3lo estas dos palabras, ser\u00edais m\u00e1s buenos, m\u00e1s puros, m\u00e1s caritativos. Porque entonces los ojos de vuestro esp\u00edritu<\/p>
estar\u00edan fijos en Mar\u00eda y su santidad os entrar\u00eda en el coraz\u00f3n a trav\u00e9s de esa contemplaci\u00f3n. Si lo supierais decir nunca estar\u00edais desolados. Porque Ella es la fuente de las gracias y de la misericordia. Las puertas de la misericordia divina se abren ya no s\u00f3lo con el impulso de la mano de mi Madre, sino hasta con su simple mirada.
Vuelvo a decirlo: bienaventurados los labios y los pueblos en los que se pronuncia: Dios te salve, Mar\u00eda. Pero donde se pronuncia como se debe. Porque si es cierto que de Dios nadie se burla, tambi\u00e9n lo es que a Mar\u00eda no se le enga\u00f1a.
Recordad siempre que Ella es la Hija del Padre, la Madre del Hijo, la Esposa del Esp\u00edritu Santo, y que su fusi\u00f3n con la Trinidad es perfecta. Por eso Ella posee las potencias, las inteligencias, las sabidur\u00edas de su Se\u00f1or. Y las posee con plenitud absoluta.
Es in\u00fatil ir a Mar\u00eda con el alma sucia de corrupci\u00f3n y de odio. Ella es vuestra Madre y sabe curar vuestras heridas, pero quiere que en vosotros est\u00e9 al menos el deseo de sanar de ellas.
\u00bfDe qu\u00e9 sirve dirigirse a Mar\u00eda, la Pur\u00edsima, si dejando su altar, o acabando de pronunciar su nombre, vais a cometer pecado de carne o a proferir palabras de blasfemia? \u00bfDe qu\u00e9 sirve dirigirse a Mar\u00eda, la Piadosa, si inmediatamente despu\u00e9s, m\u00e1s a\u00fan si al mismo tiempo, ten\u00e9is en el coraz\u00f3n rencores y en los labios maldiciones hacia los hermanos? \u00bfQu\u00e9 salvaci\u00f3n puede daros esta Salvadora, si vosotros destru\u00eds vuestra salvaci\u00f3n con vuestra voluntad perversa?
Todo es posible para la Misericordia de Dios y para la potencia de Mar\u00eda, pero \u00bfpara qu\u00e9 arriesgar la vida eterna esperando obtener la buena voluntad del arrepentimiento en la hora de la muerte? \u00bfNo ser\u00eda mejor, dado que no sab\u00e9is cuando ser\u00e1 vuestra llamada a mis puertas, ser verdaderos amigos de Mar\u00eda durante toda la vida y tener as\u00ed la garant\u00eda de la salvaci\u00f3n?
Porque, lo repito, la amistad con Mar\u00eda es causa de perfecci\u00f3n porque infunde y comunica las virtudes de la Amiga elegida, que Dios no ha desde\u00f1ado y os ha concedido como corona de la obra de redenci\u00f3n de su Hijo. Yo, Cristo, os he salvado con el Dolor y la Sangre; Ella, Mar\u00eda, con el Dolor y con su llanto, y quisiera salvaros con su Amor y su sonrisa\u00bb.<\/p>
4 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abDios no ha mandado a su \u00e1ngel para decir \u00absalve\u00bb s\u00f3lo a Mar\u00eda. Dios os saluda, \u00a1oh hijos querid\u00edsimos!, con sus atenciones, Dios os manda como \u00e1ngeles sus santas inspiraciones, Dios os trae sus bendiciones de la ma\u00f1ana a la noche y de la noche a la ma\u00f1ana. Siempre est\u00e1is rodeados de las ondas amorosas y providentes del pensamiento de Dios.
\u00bfC\u00f3mo es posible, entonces, que no advirt\u00e1is nada o tan poco? \u00bfC\u00f3mo es que no viv\u00eds en justicia y santidad? Porque est\u00e1is impermeabilizados al influjo de la gracia, porque os hab\u00e9is vuelto refractarios a la acci\u00f3n del amor por vuestra voluntad contraria al Bien.
Gabriel dijo a Mar\u00eda: \u00abSalve\u00bb, y el sonido de la voz ang\u00e9lica llev\u00f3, sobre la ya inundada de gracia, una nueva onda de gracia. La luz viv\u00edsima de su esp\u00edritu inmaculado toc\u00f3 la cima de la luminosidad porque la correspondencia del esp\u00edritu de Mar\u00eda fue perfecta.
Humildad, diligencia, pudor, oraci\u00f3n…, \u00bfqu\u00e9 podr\u00eda encontrar, que no fuera excelso, la palabra ang\u00e9lica para convertirse en la primera chispa del incendio de la Encarnaci\u00f3n? Grande fue el don de la preservaci\u00f3n de la culpa original, que el Eterno hab\u00eda hecho a la elegida para ser el primer sagrario del Cuerpo del Hijo. \u00a1Pero cu\u00e1nta, cuanta, cu\u00e1nta correspondencia en Mar\u00eda!
Si hubieran sido donados a otra criatura, no digo ya los dones secretos que s\u00f3lo Dios sab\u00eda<\/p>
que hab\u00eda dado, sino los dones evidentes, de los que uno se da cuenta -tal como inteligencia suma, instrucciones sobrenaturales, ardientes contemplaciones, y hablo s\u00f3lo de los dones morales y espirituales- \u00bfcomo no se habr\u00eda gloriado de tanto don, al menos en algunos momentos, aquella criatura?
Pues no, en Mar\u00eda no hubo nada de esto. Cuanto m\u00e1s la alzaba Dios hacia su trono m\u00e1s aumentaban en Ella gratitud, amor y humildad. Cuanto m\u00e1s le daba Dios a entender que se hab\u00eda extendido sobre Ella la mano divina para protecci\u00f3n contra la acechanza del mal, m\u00e1s aumentaba en Ella la vigilancia contra el mal.
Mar\u00eda no ha cometido la equivocaci\u00f3n que hace caer a tantas almas dotadas de la capacidad de perfecci\u00f3n, o sea, nunca ha dicho: \u00abSiento que Dios vela por m\u00ed, siento que Dios me ha elegido. A \u00c9l le dejo el quehacer de defenderme del Enemigo\u00bb. No. Mar\u00eda, a\u00fan reconociendo la obra de Dios en Ella, actu\u00f3 como si fuese la m\u00e1s desamparada, en dones espirituales, de las criaturas. Desde el alba hasta el atardecer, e incluso en su sue\u00f1o virginal velado por los \u00e1ngeles, su alma permanec\u00eda vigilante.
No cre\u00e1is que la tentaci\u00f3n haya escatimado a Mar\u00eda. El Tentador no me ha escatimado a M\u00ed; con doble raz\u00f3n no lo hizo con Ella. Doble raz\u00f3n. La primera de ellas: Mar\u00eda era sin mancha pero continuaba siendo criatura, Yo era Dios. La segunda: era m\u00e1s importante para Lucifer corromper el seno de la mujer que habr\u00eda tra\u00eddo a Cristo, que no el atacar al mismo Cristo.
\u00c9l, el Astuto, sab\u00eda que el Verbo se habr\u00eda hecho carne, por una fusi\u00f3n de esp\u00edritu con Esp\u00edritu, en un seno que no hubiera albergado ning\u00fan pecado. Ning\u00fan pecado, repito. Si, desde Eva en adelante, hubiera logrado inducir en tentaci\u00f3n a todas las mujeres, estaba seguro de que nunca habr\u00eda sido vencido por el Vencedor eterno.
S\u00f3lo una le ha resistido siempre: Mar\u00eda. Y s\u00f3lo Uno sabe qu\u00e9 bordado, qu\u00e9 filigrana de seducci\u00f3n despleg\u00f3 Lucifer alrededor de Mar\u00eda para agitar y empa\u00f1ar su s\u00faper ang\u00e9lica alma. Ese Uno que lo sabe es Dios. Y dado que algunos secretos son demasiado grandes para vosotros, no os lo dir\u00e1. Por el esplendor de Mar\u00eda en el Cielo entender\u00e9is la grandeza de su alma. Grandeza conseguida por su voluntad, y que habr\u00eda sido grand\u00edsima incluso sin los supremos auxilios, tanto quiso ser santa por amor a su Dios.
Bien con raz\u00f3n pudo por tanto decir el \u00c1ngel: \u00abLlena de gracia\u00bb. S\u00ed, llena de gracia. La Gracia estaba en Ella. La Gracia o sea Dios, y la gracia o sea el don de Dios, que Ella sab\u00eda hacer fructificar al mil por ciento.
Esto es lo que se requiere, hijos, para lograr que las cosas celestiales hagan concebir en vosotros a Cristo: vuestra adhesi\u00f3n a la gracia, vuestro recoger la gracia, vuestro multiplicar la gracia, vuestro aspirar a la gracia. El cuerpo debe aspirar aire y alimento para vivir. El alma debe aspirar la gracia para vivir. Sucede entonces que la Luz desciende donde puede encarnarse y Cristo nace m\u00edsticamente en vosotros como naci\u00f3 realmente en Mar\u00eda.
Dios te salve, Mar\u00eda, llena eres de gracia. Miradle todos vosotros, cristianos, tan distintos del primer Hijo de Mar\u00eda, miradle sobre todo vosotras, mujeres, tan distintas de Ella, y aprended, y pensad que el camino hacia las mil caras del mallo hab\u00e9is abierto vosotras con vuestra carnalidad contraria a la vida de la gracia en las criaturas, sin la que el hombre se hace un demonio y el mundo un infierno\u00bb.<\/p>
5 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bbEl Se\u00f1or es contigo\u00bb.
El Se\u00f1or est\u00e1 siempre con quien tiene el alma en gracia. Dios no se aleja ni siquiera<\/p>
cuando se acerca el Tentador. Dios se aleja s\u00f3lo cuando la criatura cede al Tentador y corrompe su alma. Entonces Dios se retira ‘porque \u00c9l no puede cohabitar con el Enemigo. Se retira y como un Padre, no airado sino dolorido, espera a que llegue el arrepentimiento al coraz\u00f3n de la criatura y \u00e9sta reanude el lazo de amor con el Padre.
Dios quisiera estar siempre con vosotros. Si todos vuestros \u00e1ngeles, numerosos como las estrellas en el cielo, pudieran saludaros con las palabras: \u00abEl Se\u00f1or es contigo\u00bb, la alegr\u00eda de vuestro Se\u00f1or ser\u00eda completa porque Nosotros deseamos estar con vosotros y para esto os hemos creado.
Mar\u00eda estaba con Dios y Dios estaba con Mar\u00eda. Las dos perfecciones se atra\u00edan y se un\u00edan con un incesante movimiento de afectos. La Perfecci\u00f3n infinita de Dios descend\u00eda, con un gozo inconcebible para vosotros mortales, a poseer esta criatura. La perfecci\u00f3n humana de Mar\u00eda -la \u00fanica de los hijos del hombre que siempre haya sido perfecta- se lanzaba al encuentro de la Perfecci\u00f3n divina para poder vivir.
S\u00ed, el estar con Dios era la vida de Mar\u00eda y en la hora del terrible dolor del Calvario y del Sepulcro, cuando los Cielos se cerraron sobre el Moribundo y sobre la Traspasada, la privaci\u00f3n de Dios fue, de las siete espadas, la m\u00e1s inflamada y penetrante, toque insuperable para el edificio de dolor requerido por la Redenci\u00f3n.
Yo he tocado el \u00e1pice del dolor completo desde el Getseman\u00ed hasta la hora nona; Mar\u00eda ha tocado el \u00e1pice del dolor, tambi\u00e9n completo en Ella aunque no haya sido crucificada materialmente, desde el Calvario hasta el momento de la Resurrecci\u00f3n. Y el motivo de tal inmenso dolor es s\u00f3lo uno: ser privados de la uni\u00f3n con Dios.
Tambi\u00e9n para vosotros deber\u00eda de ser as\u00ed. Pero al hombre ahora le parece gravosa la uni\u00f3n con Nosotros y no siente cu\u00e1n m\u00edsero es cuando est\u00e1 privado de Nosotros. Miseria, ceguera, locura, muerte, \u00e9sta es la p\u00e9rdida de la uni\u00f3n con vuestro Se\u00f1or. \u00a1Y nunca os ocu- p\u00e1is de ello!
Si perd\u00e9is algunas monedas, un objeto, la salud, un empleo, un animal, os pon\u00e9is en movimiento para encontrarlos y utiliz\u00e1is todos los medios humanos y sobrenaturales para lograr este fin. S\u00ed, para encontrar algo limitado y caduco sab\u00e9is orar. Pero cuando perd\u00e9is a Dios no lo busc\u00e1is. No os dirig\u00eds a mis Santos para que os ayuden a encontrar el camino de Dios, no utiliz\u00e1is los cuidados humanos para frenar vuestros impulsos. Os parece poca cosa perder la uni\u00f3n con Dios. Y es lo esencial.
Mar\u00eda no se separ\u00f3 nunca de Dios. Los esp\u00edritus permanecieron fundidos en un abrazo de amor que tuvo su coronaci\u00f3n en el Cielo. Esta uni\u00f3n fue la fuerza principal de Mar\u00eda, como hija de Ad\u00e1n, porque en ella encontraba la coraza para volverse intocable ante el aguij\u00f3n del Tentador.
Quien est\u00e1 con Dios no es que no vea el mal que, como asqueroso indumento o repugnante enfermedad, recubre a tantas criaturas. Lo ve, m\u00e1s a\u00fan, con mayor claridad que muchos otros, pero su visi\u00f3n no corrompe nada. El mal no entra por los ojos para excitar los instintos encubiertos en la carne o los malvados movimientos de la mente. Esto sucede s\u00f3lo en quienes, separados de Dios, tienen en s\u00ed como hu\u00e9sped al Enemigo.
El que est\u00e1 unido con Dios est\u00e1 lleno de Dios, y cualquier otra cosa que no sea Dios permanece en la superficie, viento que encrespa levemente la superficie del \u00e1nimo y no entra para trastornar el interior. Y no s\u00f3lo esto. El que est\u00e1 unido con Dios, verdaderamente unido con Dios, en vez de absorber el exterior en s\u00ed, difunde el interior sobre los pr\u00f3jimos: difunde, pues, el Bien, a Dios.
S\u00ed, es justamente as\u00ed: quien est\u00e1 con Dios tiene un poder irradiante, mucho m\u00e1s potente que el de muchos cuerpos del universo, sobre los cuales el hombre ha cansado su mente y alzado un monumento de orgullo. Y sobre todo tiene un poder sobrenaturalmente \u00fatil, porque<\/p>
quien lleva en s\u00ed mismo al Santo de los santos, y vive de \u00c9l, lo comunica a los dem\u00e1s. Es lo que hace decir: \u00ab\u00c9ste es un santo\u00bb.
Mar\u00eda ha pose\u00eddo la uni\u00f3n con Dios a la perfecci\u00f3n J ha tendido con todas sus fuerzas a fundirse cada vez m\u00e1s con El. Se podr\u00eda decir que Mar\u00eda se anul\u00f3 en Dios, de tanto como vivi\u00f3 s\u00f3lo de El.
He dicho: \u00abMar\u00eda encontr\u00f3 aqu\u00ed la fuerza principal para volverse intocable\u00bb. No entend\u00e1is las cosas al rev\u00e9s. Mar\u00eda, la Humild\u00edsima, no osaba pensar, ni por lo m\u00e1s remoto, que era la criatura perfecta. Ella ignoraba su destino y su condici\u00f3n inmaculada. Conoci\u00f3 el misterio por las palabras de Gabriel y en el abrazo nupcial con el Esp\u00edritu Eterno. Pero durante su juventud, edad llena de acechanzas, repito: encontr\u00f3 la fuerza en la uni\u00f3n con Dios. La quiso encontrar a toda costa porque habr\u00eda preferido cien veces morir antes que salir un instante del halo de Dios.
Yo quisiera que, m\u00e1s que cumplir tantos preceptos, m\u00e1s o menos piadosos, especialmente mis dilectos, y tambi\u00e9n los otros, tendieran a este precepto soberano de la uni\u00f3n conmigo. Sencilla, y realmente oraci\u00f3n, esta oraci\u00f3n, inflamado el coraz\u00f3n, casto el cuerpo, honesto el pensamiento, todo en vosotros se har\u00eda santo y bueno, y la tierra conocer\u00eda los d\u00edas nuevos en los que los \u00e1ngeles podr\u00edan saludar a los hombres con las palabras: \u00abEl Se\u00f1or es con vosotros\u00bb\u00bb.<\/p>
6 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bbBendita t\u00fa eres entre todas las mujeres\u00bb.
Esta bendici\u00f3n que vosotros pronunci\u00e1is de cualquier manera o que ni siquiera dec\u00eds a Aquella que con su sacrificio ha iniciado la Redenci\u00f3n, resuena continuamente en el Cielo, pronunciada con amor infinito por nuestra Trinidad, con inflamada caridad por los salvados por nuestro sacrificio y por los coros ang\u00e9licos. Todo el Para\u00edso bendice a Mar\u00eda, obra maestra de la Creaci\u00f3n universal y de la Misericordia divina.
Aunque toda la obra del Padre para crear la Tierra de la nada s\u00f3lo hubiera servido para acoger a Mar\u00eda, la obra creadora hubiera tenido su raz\u00f3n de ser, porque la perfecci\u00f3n de esta Criatura es tal que es testimonio no s\u00f3lo de la sabidur\u00eda y del poder, sino tambi\u00e9n del amor con el que Dios ha creado el mundo.
Habiendo dado en cambio, la creaci\u00f3n terrestre, a Ad\u00e1n y a la raza de Ad\u00e1n, Mar\u00eda testimonia el gran amor misericordioso de Dios hacia el hombre, porque a trav\u00e9s de Mar\u00eda, Madre del Redentor, Dios ha obrado la salvaci\u00f3n del g\u00e9nero humano. Yo soy el Cristo porque Mar\u00eda me ha concebido y me ha dado al Mundo.
Vosotros me dir\u00e9is que como Dios pod\u00eda superar la necesidad de hacerme carne en el seno de una mujer. Es cierto, todo lo pod\u00eda. Pero pensad qu\u00e9 ley de orden y de bondad hay en mi anonadamiento en aspecto mortal.
La culpa cometida por el hombre deb\u00eda de ser descontada por el hombre y no por la divinidad no encarnada. \u00bfC\u00f3mo habr\u00eda podido la Divinidad, Esp\u00edritu incorp\u00f3reo, redimir con el sacrificio de S\u00ed misma las culpas de la carne? Era necesario, por tanto, que Yo, Dios, pagase con el tormento de una Carne y de una Sangre inocentes, nacidas de una inocente, las culpas de la carne y de la sangre.
Mi mente, mi sentimiento, mi esp\u00edritu habr\u00edan sufrido por vuestras culpas de mente, de sentimiento y de esp\u00edritu. Pero para ser Redenci\u00f3n de todas las concupiscencias inoculadas por el Tentador en Ad\u00e1n y en sus descendientes, deb\u00eda, el Inmolado por todas, estar dotado de una naturaleza similar a la vuestra, hecha digna, por la Divinidad escondida en ella, de ser<\/p>
dada en rescate a Dios, como una gema de infinito valor sobrenatural escondida bajo una apariencia com\u00fan y natural.
Dios es orden y Dios no viola y no violenta el orden, salvo en casos excepcionales, juzgados \u00fatiles por su Inteligencia. No era \u00e9ste el caso de mi Redenci\u00f3n.
No deb\u00eda cancelar tan s\u00f3lo la culpa desde el momento en que se cometi\u00f3 hasta el del sacrificio y anular en los futuros los efectos de la culpa haci\u00e9ndoles nacer, como Ad\u00e1n antes de cometerla, ignorantes del mal. No. Yo deb\u00eda reparar la Culpa y las culpas de toda la humanidad con un sacrificio total, dar a la humanidad ya extinguida la absoluci\u00f3n de la culpa, a la entonces viviente y a la futura el medio para ser ayudada a resistir el mal y para ser perdonada por el mal que su debilidad le habr\u00eda inducido a cometer.
Por eso mi sacrificio deb\u00eda de ser tal que presentara todos los requisitos necesarios, y as\u00ed pod\u00eda ser tan s\u00f3lo en un Dios hecho hombre: hostia digna de Dios, medio comprendido por el hombre. Adem\u00e1s Yo ven\u00eda a traer la Ley.
Si no se hubiera dado mi Humanidad, \u00bfcomo habr\u00edais podido creer, vosotros, pobres hermanos m\u00edos, si tanto os cuesta creer en M\u00ed que he vivido durante 33 a\u00f1os en la tierra, Hombre entre los hombres? \u00bfY c\u00f3mo pod\u00eda aparecer ya adulto ante pueblos hostiles o ignorantes persuadi\u00e9ndoles de mi naturaleza y de mi doctrina? Entonces habr\u00eda aparecido ante los ojos del mundo como un esp\u00edritu que hubiera tomado aspecto de hombre, pero no como un hombre que naci\u00f3 y muri\u00f3 versando sangre verdadera por las heridas de una verdadera carne -y esto como prueba de ser hombre- y resucit\u00f3 y subi\u00f3 al Cielo con su cuerpo glorificado y esto como prueba de ser Dios que vuelve a su morada eterna.
\u00bfNo es m\u00e1s dulce para vosotros el pensar que soy realmente vuestro hermano, con el destino de las criaturas que nacen, viven, sufren y mueren, que no el pensarme como esp\u00edritu superior a la exigencias de la humanidad?
Por tanto era necesario que una mujer me generase seg\u00fan la carne, despu\u00e9s de haberme concebido por encima de la carne, porque de ninguna uni\u00f3n de criaturas, por santas que fueran, pod\u00eda ser generado el Dios Hombre, sino s\u00f3lo de un desposorio entre la Pureza y el Amor, entre el Esp\u00edritu y la Virgen, creada sin mancha para ser matriz de la carne de un Dios, la Virgen cuyo pensamiento era el gozo de Dios antes de que existiese el tiempo, la Virgen en la que se compendia la Perfecci\u00f3n creadora del Padre, alegr\u00eda del Cielo, salvaci\u00f3n de la Tierra, flor de la Creaci\u00f3n m\u00e1s hermosa que todas las flores del Universo, astro vivo ante el cual los soles creados por mi Padre parecen apagados.
Bendita la Pura, destinada al Se\u00f1or.
Bendita la Deseada por la Trinidad que anticipaba con el deseo el instante de fundirse a Ella con abrazo de trino amor.
Bendita la Vencedora que aplasta al Tentador bajo el candor de su naturaleza inmaculada. Bendita la Virgen que no conoce m\u00e1s que el beso del Se\u00f1or.
Bendita la Madre que se hizo tal por santa obediencia a la voluntad del Alt\u00edsimo. Bendita la M\u00e1rtir que acepta el martirio por piedad de todos vosotros.
Bendita la Redentora de la mujer y de los hijos de la mujer, que anula a Eva y se injerta en su lugar para traer el fruto de la vida all\u00ed donde el Enemigo ha puesto semilla de muerte.
Bendita, bendita, tres veces bendita por tu \u00abs\u00ed\u00bb, joh Madre m\u00eda! que has permitido a Dios mantener la promesa hecha a Abrah\u00e1n, a los patriarcas ya los profetas, que has dado alivio al Amor, oprimido por el tener que ser castigador y no salvador, que has aliviado a la Tierra de la condena que le hab\u00eda tra\u00eddo Eva.
Bendita, bendita, bendita por tu santa humildad, por tu inflamada caridad, por tu virginidad intacta, por tu maternidad divina, m\u00faltiple, perpetua, verdadera y espiritual, Madre, que con tu amor y con tu dolor, continuamente generas hijos para el reino de tu Jes\u00fas.<\/p>
Generadora de gracia y de salvaci\u00f3n, generadora de la divina Misericordia, generadora de la Iglesia universal, que t\u00fa seas bendecida eternamente por cuanto has cumplido, como bendita para siempre eras por cuanto habr\u00edas cumplido.
Sacerdotisa santa, santa, santa, que has celebrado el primer sacrificio y preparado con parte de ti misma la Hostia para inmolar sobre el altar del mundo.
Santa, santa, santa Madre m\u00eda, que nunca me has hecho a\u00f1orar el Cielo y el seno del Padre, porque en ti he encontrado otro para\u00edso que no es distinto de aquel en el que la Trinidad realiza sus obras divinas; Mar\u00eda que has sido el consuelo de tu Hijo en la tierra y el gozo del Hijo en el Cielo, que eres la gloria del Padre y el Amor del Esp\u00edritu\u00bb .<\/p>
7 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bbBendito el fruto de tu vientre\u00bb.
La maternidad divina y virginal hace a Mar\u00eda inferior s\u00f3lo a Dios.
Pero no os deteng\u00e1is a mirar solamente la gloria de Mar\u00eda. Pensad cuanto le cost\u00f3 conseguir esa gloria. Es necio quien mira a Cristo a la luz de la resurrecci\u00f3n y no medita sobre el Redentor moribundo en las tinieblas de Viernes santo. No habr\u00eda tenido resurrecci\u00f3n si no hubiera padecido la muerte, y no habr\u00eda cumplido la Redenci\u00f3n si no hubiera tenido el martirio. Necio quien piensa en la gloria de Mar\u00eda y no medita en c\u00f3mo lleg\u00f3 Ella a la gloria. El fruto de su seno, Yo, Cristo Verbo de Dios, ha desgarrado su seno.
Y no entend\u00e1is mal mis palabras 102. No lo he desgarrado humanamente. Ella era superior a las miserias humanas, sobre Ella no reca\u00eda la condena de Eva, pero no era superior al Dolor. Y el Dolor grande, may\u00fasculo, soberano, ilimitado, ha penetrado en Ella con la violencia de un meteoro que cae del Cielo en el momento mismo en que conoci\u00f3 el \u00e9xtasis del abrazo con el Esp\u00edritu creador.
Beatitud y dolor han estrechado en un \u00fanico lazo el coraz\u00f3n de Mar\u00eda en el instante de su alt\u00edsimo \u00abfiat\u00bb y de su cast\u00edsimo desposorio. Beatitud y dolor se fundieron en una cosa sola como Ella se hab\u00eda convertido en una cosa sola con Dios. Llamada a una misi\u00f3n de redentora, el dolor super\u00f3 desde el primer momento a la beatitud. \u00c9sta le vino en su Asunci\u00f3n.
Unida al Esp\u00edritu de sabidur\u00eda, a su esp\u00edritu se le revel\u00f3 el futuro que le estaba reservado a su criatura, y ya no hubo m\u00e1s alegr\u00eda, en el sentido habitual de la palabra, para Mar\u00eda.
A cada hora que pasaba, mientras que me formaba tomando vida de su sangre de madre virgen, y escondido en lo profundo manten\u00eda inenarrables intercambios de amor con mi Madre, un amor y un dolor sin parang\u00f3n se alzaban, como olas del mar en tempestad, en el coraz\u00f3n de Mar\u00eda y la flagelaban con su potencia.
El coraz\u00f3n de mi Madre conoci\u00f3 .la incisi\u00f3n de las espadas del dolor desde el momento en el que la Luz, dejando el centro del Fuego Uno y Trino, penetr\u00f3 en Ella iniciando la Encarnaci\u00f3n de Dios y la Redenci\u00f3n del hombre; y ese tajo sigui\u00f3 creciendo durante la santa gestaci\u00f3n: Sangre divina que se formaba con una fuente de sangre humana, Coraz\u00f3n del Hijo que lat\u00eda al ritmo del coraz\u00f3n de la Madre, Carne eterna que se formaba con la carne inmaculada de la Virgen.
Mayor fue el dolor en el momento en que nac\u00ed para ser Luz de un mundo en tinieblas. La beatitud de la madre que besa a su criatura se cambi\u00f3, en Mar\u00eda, en la certeza de la M\u00e1rtir que sabe que su martirio est\u00e1 cercano.<\/p>
102 Como podr\u00eda comprobarse por el dictado del 23 de junio<\/p>
Bendito el fruto de tu vientre.
S\u00ed. Pero Yo he tenido que dar todo el dolor a ese seno que merec\u00eda toda la alegr\u00eda destinada a un Ad\u00e1n sin culpa. Y por vosotros. Por vosotros la pena de consternar a Jos\u00e9. Por vosotros el sobreparto entre tanta desolaci\u00f3n. Por vosotros la profec\u00eda de Sime\u00f3n que retorci\u00f3 el filo de la espada en la herida, remachando y agudizando el corte. Por vosotros la fuga a tierra extranjera, por vosotros las ansias de toda la vida, por vosotros las preocupaciones de saberme evangelizando y perseguido por las castas enemigas, por vosotros el horror de la captura, el tormento de la m\u00faltiple tortura, la agon\u00eda de mi agon\u00eda, la muerte de mi muerte.
He sido recogido en el seno que me hab\u00eda llevado con tal piedad que no pod\u00eda ser mayor; pero, en verdad, os digo que entre mi coraz\u00f3n parado, sin movimiento vital, y desgarrado por la lanzada, y el de la Afligid\u00edsima que me ten\u00eda en su seno, no hab\u00eda diferencia de vida y de muerte. El coraz\u00f3n de Mar\u00eda y su seno estaban muertos como estaba muerto Yo, el Inocente. A\u00f1adid a los milagros relacionados con la Redenci\u00f3n, notorios y desconocidos, evidentes para todos o revelados a los privilegiados, tambi\u00e9n \u00e9ste: el que Mar\u00eda continuase en vida por obra del Eterno despu\u00e9s de que su coraz\u00f3n fue destrozado, por y para el g\u00e9nero humano,
como el de su Hijo Jes\u00fas.
Vosotros, que no sab\u00e9is y no quer\u00e9is soportar el dolor, \u00bfpens\u00e1is qu\u00e9 dolor habr\u00e1 sido el de la Bendita, de la Inmaculada, de la Santa, llevar en s\u00ed un coraz\u00f3n desgarrado, muerto, abandonado, y ver recogido en su seno un cuerpo sin vida, destrozado, sangrante, l\u00edvido, que ha sido el cuerpo del Hijo, la Carne de su carne, la Sangre de su sangre, la Vida de su vida, el amor de su esp\u00edritu?
Vosotros me hab\u00e9is recibido porque Mar\u00eda ha aceptado, treinta y tres a\u00f1os antes que Yo, beber el c\u00e1liz de la amargura. En el borde de la copa en la que he bebido entre sudores de sangre, he encontrado el sabor de los labios de mi Madre, y el amargor de su llanto estaba fundido con la hiel de mi sacrificio. Y; creedlo, hacerla sufrir, a Ella que no merec\u00eda el dolor, ha sido para M\u00ed lo m\u00e1s costoso. El abandono del Padre, el dolor de mi Madre, la traici\u00f3n del amigo en la que estaban todas las traiciones de los futuros, \u00e9stas son las cosas atroc\u00edsimas de mi dolor atroz de Redentor. La lanzada de Longinos en un \u00f3rgano vital que estaba ya insensible para el dolor, no tiene comparaci\u00f3n.
Yo quisiera que por el dolor que ha destrozado a mi Madre por vosotros, vosotros le dierais amor. Amor grande, tiern\u00edsimo, de hijos hacia la m\u00e1s perfecta de todas las madres, la Madre que todav\u00eda no ha dejado de sufrir llorando l\u00e1grimas celestes sobre los hijos de su amor que rechazan la casa paterna y se hacen guardianes de bestias inmundas: los vicios, en vez de permanecer hijos de rey, hijos de Dios.
y si se puede dar una norma, sabed que Yo, Dios, no considero que sea disminuirme el amar con infinito y venerante amor a mi Madre, de quien veo la naturaleza inmaculada, obra del Padre, pero tambi\u00e9n recuerdo la vida martirizada de Corredentora, sin la cual Yo no habr\u00eda sido Hombre entre los hombres y vuestro eterno Redentor\u00bb.<\/p>
8 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abY esto para ti sola. Las otras cosas las he dicho para todos, para contentar al Padre. Pero el mundo est\u00e1 demasiado sordo y demasiado corrupto para o\u00edr hablar de Mar\u00eda. No merece este don.<\/p>
A ti, por tu fiesta 103, te doy la intuici\u00f3n secreta de la Belleza de Mar\u00eda, su sonrisa, su silencio. Parecen cosas sin importancia. Tienen un valor infinito.
Mar\u00eda ha atra\u00eddo hacia s\u00ed a millones de criaturas con estas suaves armas suyas. Ha evangelizado antes que Yo con su reservado callar y su indescriptible sonrisa. Bastaba que apareciera para que se acallaran las palabras acres o impuras, acabaran los rencores, se calmasen los dolores.
Su mirada purificaba, su silencio ensalzaba, su sonrisa ense\u00f1aba. Nazaret qued\u00f3 embalsamada por mucho tiempo despu\u00e9s de su partida. La Iglesia naciente se consolid\u00f3 por virtud de su silencio y de su sonrisa m\u00e1s elocuentes que todas las palabras, porque en ellas se trasluc\u00eda el rostro de Dios y la verdad de su misi\u00f3n.
S\u00f3lo te pido que mires e imites a mi Madre y la tuya. Crece en belleza espiritual para parecerte a Ella, aprende de Ella el silencio que habla a Dios y de Dios, y la sonrisa que ense\u00f1a la fe, la generosidad, la caridad.
Mira siempre a mi dulce Madre para verla n\u00edtidamente en la hora de la muerte. Quien muere en Mar\u00eda tiene inmediatamente a Jes\u00fas.
Contempla a Mar\u00eda y recibe mi paz. No se necesita m\u00e1s para ser felices\u00bb.<\/p>
Desde ayer veo a la Virgen, y la belleza de la visi\u00f3n sonriente y silenciosa supera la capacidad de descripci\u00f3n humana.
Es el regalo de Jes\u00fas por mi fiesta.<\/p>
10 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHija, leamos juntos los \u00faltimos vers\u00edculos del Eclesiast\u00e9s. Si \u00e9l era muy sabio, Yo soy la Sabidur\u00eda de Dios. Por ello, infinitamente superior a \u00e9l, y como tal instruyo a mi pueblo. Lo instruyo desde hace 20 siglos. He comenzado la instrucci\u00f3n con mi Palabra y la he continuado mediante la palabra de mis siervos dilectos.
Pero entre los instruidos de mi pueblo tengo disc\u00edpulos predilectos para los que el Maestro se convierte en m\u00e1s que maestro: amigo, y con riqueza de rey les abre las puertas de los tesoros de las confidencias y las revelaciones. A estos predilectos les cojo de la mano y les llevo conmigo a los secretos rec\u00f3nditos y les hago capaces de recibir mi Palabra, dada con una amplitud que est\u00e1 reservada para mis nuevos Juan.
Mi peque\u00f1o Juan 104, te conf\u00edo mi Palabra. Transm\u00edtela a los maestros, para que la usen para el bien de las criaturas. Ella viene del \u00danico Pastor, del Pastor bueno que ha escrito la verdad de su Palabra con su Sangre.
Cuando un Jefe del mundo, cuando un Genio de la Tierra, conf\u00edan a un fiel seguidor una bandera’ sagrada’ o un precioso secreto, cuando transmiten una consigna o la f\u00f3rmula de un invento, \u00a1con cu\u00e1n sagrado respeto el fiel la lleva y la transmite! Pero yo soy mucho m\u00e1s que un Jefe o un Genio. Yo soy Dios, Verbo y Sabidur\u00eda del Padre, vuestro Se\u00f1or y Redentor. Mi Palabra no sirve tan s\u00f3lo para proporcionar un bien de la Tierra, sino para dar el Bien que no muere: la Vida eterna. Por eso no hay nada m\u00e1s sagrado y precioso que mi Palabra.
Rec\u00edbela con el alma de rodillas y que tu amor sea el incienso que purifica tu coraz\u00f3n que la recibe, tu mano que la escribe, tu boca que la repite, tu ojo que la lee. Vive como un \u00e1ngel y como un sacerdote, porque te he concedido o\u00edr lo que oyen los \u00e1ngeles y lo que repiten los<\/p>
103 El 8 de septiembre, natividad de Mar\u00eda, era la fiesta onom\u00e1stica de la escritora
104 Apelativo dado a Maria Valtorta que, por espiritualidad y misi\u00f3n, viene asemejada al gran Juan, ap\u00f3stol y evangelista<\/p>
sacerdotes. Y vive cada vez m\u00e1s como v\u00edctima, porque el sacrificio es lo que abre los o\u00eddos del esp\u00edritu, y la sangre lo que lava la lengua que habla del Se\u00f1or.
En estos d\u00edas que preceden a la fiesta de la Cruz tengo una necesidad inmensa de almas crucificadas. Hazme la caridad de sufrir por M\u00ed. \u00a1Cree en tu Jes\u00fas! \u00a1Si pudiera volver sobre la Cruz por vosotros, c\u00f3mo, c\u00f3mo volver\u00eda! Pero no puedo 2. Y entre tanta sangre enemiga, que con odio fratricida el hombre esparce sobre la Tierra, falta mi sangre que ya no puedo derramar desde la Cruz por vosotros.
Mientras que Yo transformo las especies del Pan y del Vino en Cuerpo y Sangre de Cristo sobre los altares de la tierra -demasiado pocos, y demasiado poco rodeados de almas verdaderamente orantes- vosotros, peque\u00f1os m\u00edos, queridas flores de mi jard\u00edn, sustituid al Redentor y dadme vuestro cuerpo como hostia de propiciaci\u00f3n por los pecados del mundo.
Hija m\u00eda, no busques nada m\u00e1s, digo tambi\u00e9n Yo con el Eclesiast\u00e9s. \u00bfQu\u00e9 m\u00e1s quieres adem\u00e1s de la misi\u00f3n de ser un peque\u00f1o Cristo en lugar de tu Jes\u00fas? \u00bfY qu\u00e9 deseas mayor que mi Palabra?
Dios es sencillo. Cuanto m\u00e1s te acerques a El m\u00e1s sencilla te volver\u00e1s. Cada vez m\u00e1s sentir\u00e1s en ti el hast\u00edo y la vanidad de la ciencia humana, incluso de la que se dirige a Dios, pero que est\u00e1 escrita por el hombre. Cuanto m\u00e1s te hable Dios m\u00e1s advertir\u00e1s el sufrimiento del sonido \u00e1spero y acerbo de las palabras humanas respecto del tono dulc\u00edsimo y sobrenatural de mi palabra. No te canses con muchas doctrinas, no te pongas trabas con muchos reglamentos. S\u00e9 sencilla y libre. Que sobre ti est\u00e9 tan s\u00f3lo el yugo ligero que no es peso sino ala: el m\u00edo.
S\u00f3lo hay que hacer una cosa para venir a M\u00ed sin error. La que aconseja el Eclesiast\u00e9s pero que Yo modifico as\u00ed: \u201cAma a Dios y observa sus mandamientos\u00bb. No digo: \u00abteme\u00bb. Digo \u00abama\u00bb. El amor es mucho m\u00e1s alto que el temor y es m\u00e1s seguro para alcanzar el fin. El temor es para los que todav\u00eda est\u00e1n lejos de Dios, para que no se desv\u00eden. Como una anteojera impide que la bestialidad encerrada en el hombre se imponga ante cualquier ilusoria sombra seductora. Pero para quienes ya est\u00e1n cerca de Dios, sobre todos para quienes est\u00e1n en los brazos de Dios, la gu\u00eda debe de ser el amor.
Dios llevar\u00e1 a juicio todas vuestras acciones. Pero es natural que las acciones movidas por el amor nunca sean completamente malvadas y tales como para disgustar al Se\u00f1or. Tendr\u00e1n el signo de vuestra cortedad humana, pero estar\u00e1 recubierto por la insignia fulgurante del amor que anula las culpas y vuelve las acciones del hombre agradables ante el Se\u00f1or.
As\u00ed es, hija m\u00eda. Mientras que el mundo est\u00e1 lleno de fragor homicida y el odio se desborda de los corazones, nosotros dos que nos amamos, en el silencio y en la paz, hablamos de amor. Y no hay nada que alegre tanto a tu Jes\u00fas como \u00e9stas, mis peque\u00f1as Betania, en las que soy el Maestro que descansa y que ense\u00f1a a una Mar\u00eda enamorada que le mira y le escucha con todo su amor.
\u00bfAyer no pudiste escribir lo que te dije? No importa. No te atormentes. La semilla de esas palabras est\u00e1 en ti de todas formas.
Cuando quiera la har\u00e9 germinar. Y ser\u00e1 todav\u00eda m\u00e1s hermosa. S\u00e9 siempre buena y paciente. Te doy mi paz\u00bb.<\/p>
11 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMuchas almas se pierden por querer \u00bbbuscar lo que les sobrepasa, y tratar de escrutar lo que excede sus fuerzas\u00bb como dice el Eclesi\u00e1stico: cap. 3, v. 22.
Es el antiguo veneno. El hombre siempre ha tenido, y tiene, curiosidades malsanas y<\/p>
profanaciones sacr\u00edlegas. Quiere impulsar su investigaci\u00f3n a regiones que la sabidur\u00eda divina tiene envueltas en el misterio no por celoso poder sino por amor providente. \u00a1Ay si el hombre lo conociera todo del futuro y de los secretos del universo! Ya no tendr\u00edais paz espiritual ni paz natural. Dejad el futuro a Dios, creador y dispensador del tiempo, y dejad v\u00edrgenes las zonas del universo cuya posesi\u00f3n os dar\u00eda armas para turbar cada vez m\u00e1s vuestra existencia de individuos y de esp\u00edritus.
. Ya he dicho 105 que Yo no soy contrario a las obras de la inteligencia humana. Si lo fuese deber\u00eda decir que soy incoherente conmigo mismo que he dado al hombre la inteligencia para que la use y no para que la mantenga inerte. Pero, por boca de la Sabidur\u00eda, os digo: No quer\u00e1is ser curiosos escudri\u00f1adores de las obras de Dios, no trat\u00e9is de ir m\u00e1s all\u00e1 de los confines que Yo he puesto para separar vuestra potencia de potencias m\u00e1s fuertes que la vuestra, de leyes del cosmos, de secretos de fuerzas naturales, y sobre todo de los misterios de ultratumba cuya verdad y cuya vida s\u00f3lo Yo tengo el derecho de desvelaros, porque soy el Se\u00f1or de todas las cosas mientras que vosotros s\u00f3lo sois los hu\u00e9spedes de esta pobre tierra y no sab\u00e9is lo que os est\u00e1 reservado m\u00e1s all\u00e1 de la vida de la tierra.
Creed en la otra vida. Basta con creer en esto. Creed que en ella existe un premio y un castigo, fruto de una Justicia santa, que espera ser aplicado a cada individuo. Esto os lo he hecho conocer por vuestro bien. No hace falta que sep\u00e1is m\u00e1s.
No turb\u00e9is, con vuestras chismosas curiosidades, la paz sobrenatural de la otra vida. Aunque sea hacia los atormentados, o sea hacia aquellos que no tienen paz porque est\u00e1n separados de M\u00ed, vuestro penetrar trae siempre un aumento de turbaci\u00f3n. \u00bfPor qu\u00e9 turbar con ecos de la tierra la serenidad de los cielos? \u00bfPor qu\u00e9 aumentar el tormento de los castigados con voces que les recuerdan al mundo en el que merecieron el castigo? Tened respeto de los primeros y piedad de los segundos.
S\u00f3lo Yo, Se\u00f1or del Cielo y de la Tierra, \u00e1rbitro supremo de todas las cosas, Potencia perfecta en todas las cosas, puedo tomar tales iniciativas y reanudar contactos del hombre con el misterio de la otra vida. S\u00f3lo Yo. Entonces es cuando os mando mis mensajeros, y siempre a fin de bien, nunca para someterme a necias y profanadoras investigaciones humanas.
Bienaventurados los que creen sin haber visto, dije a Tom\u00e1s, y lo digo de nuevo a todos los curiosos y a los incr\u00e9dulos de la tierra. No hay necesidad de pruebas para creer en la segunda vida, que -entretanto sabedlo- no es como vosotros conjetur\u00e1is arbitrariamente, sino como Yo he dicho: una segunda vida, una, no m\u00e1s y m\u00e1s vidas. Sois hombres y no granos de trigo que sembrados de nuevo germinan una, dos, diez, cien veces cuanto son sembrados.
No hay necesidad de pruebas. Basta mi Palabra. Porque si dec\u00eds que cre\u00e9is en ella y despu\u00e9s busc\u00e1is pruebas sobrenaturales para creer, ment\u00eds y me dej\u00e1is por mentiroso. Ment\u00eds porque con la boca dec\u00eds que cre\u00e9is y con la mente no cre\u00e9is y busc\u00e1is pruebas. Me dej\u00e1is por mentiroso porque vuestro buscar pruebas lleva en s\u00ed la idea, silenciada pero viv\u00edsima, de que Yo puedo haber dicho algo que no es verdad.
Como castigo de tan in\u00fatiles, peligrosas, necias curiosidades y de tan irreverentes y sacr\u00edlegos pensamientos, Yo permito que en los desgraciados indagadores de lo que al hombre no le es necesario indagar, se cree, en los mejores, confusi\u00f3n mental, turbaci\u00f3n de los esp\u00edritus y grave herida para la Fe, y en los peores muerte de la Fe y del esp\u00edritu.
De entre estos violadores del misterio \u00bfquienes son los mejores? Son aquellos que se acercan a \u00e9l no para hacerme un proceso, porque soy improcesable, sino para buscarme<\/p>
105 En el dictado del 22 de agosto<\/p>
porque no saben encontrarme por otras v\u00edas m\u00e1s seguras, humildes y altas como Aquel que las ha se\u00f1alado: Cristo, que ha venido a la tierra precisamente para traer la doctrina segura que os guiase a la segunda vida y para fundar la Iglesia, depositaria y Maestra de mi doctrina. \u00c9stos no saben abrazar los pies de la Iglesia con la sencillez de los ni\u00f1os y la humildad de los santos, y decirle: \u00abTe amo, te obedezco; gu\u00edame tu\u00bb. Pero me buscan con pensamiento recto. Por eso tengo a\u00fan mucha misericordia con ellos.
De entre estos violadores del misterio \u00bfquienes son los peores? Son aquellos que se acercan a \u00e9l por pura curiosidad cient\u00edfica, por utilidad humana, del tipo que sea: desde la moneda vil que se da como precio a sus ciencias de magia, a la utilidad directa que les puede venir (al menos creen que les pueda venir) de se\u00f1ales ultraterrenas. Pero no es as\u00ed como se obtienen se\u00f1ales. Vienen espont\u00e1neamente, por mandato m\u00edo y no por llamada humana. Con \u00e9stos ser\u00e9 un Juez de severidad inexorable y les castigar\u00e9 porque les ha falta- do Fe y respeto hacia el Due\u00f1o de \u00e9sta y de la verdadera Vida, y por haber faltado de respeto a los difuntos, hacia los cuales s\u00f3lo Yo tengo el derecho de hacerme emanador de \u00f3rdenes capaces de apartarles de sus moradas extraterrenas.
Bienaventurados, bienaventurados, tres veces bienaventurados quienes creen sin necesidad de pruebas; bienaventurados, siete veces bienaventurados quienes no han dudado nunca, ni un instante, de mi palabra y de mi doctrina confiada a la Maestra, mi Espo- sa: la Iglesia, y sin haber osado nunca, ni tan siquiera deseado osar, profanar los reinos ultraterrenos, est\u00e1n convencidos de que la vida no muere en esta tierra, sino que cambia naturaleza y se hace eterna: beata para quienes han sabido vivir de M\u00ed y en M\u00ed, espantosa para quienes repudiando a Dios han fornicado con Satan\u00e1s.
A estos puros creyentes, a estos esp\u00edritus humildes y sencillos, para los que la Fe es luz y mi Palabra vida, Yo concedo lo que niego a los indagadores: la posesi\u00f3n y el conocimiento de la Verdad ultraterrena\u00bb .<\/p>
12 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abDe entre los puros creyentes, de entre estos esp\u00edritus humildes y sencillos de los que ayer te habl\u00e9, a los que concedo la posesi\u00f3n de la Verdad, Yo suscito almas especiales, las elijo antes de su incorporaci\u00f3n a la vida, porque Yo lo s\u00e9 todo del hombre que ha vivido, que vive y que vivir\u00e1, y por eso s\u00e9 ya anticipadamente c\u00f3mo actuar\u00e1 cada esp\u00edritu sobre la tierra, mereciendo o desmereciendo.
Y no dig\u00e1is que esto es injusticia porque no os fuerzo a hacer m\u00e9ritos. No: esto es fidelidad a mi obra y a mi promesa de crear al hombre capaz de guiarse y libre de guiarse. A los hijos Yo les doy ayudas, todas las ayudas, pero no les fuerzo a usarlas. Lo deseo con todo mi amor, pero respeto el deseo del hombre. Dios ha llevado su amor hasta sacrificar a su Verbo para que os llevase la Palabra y la Sangre. Pero no puede hacer m\u00e1s, no quiere hacerlo.
\u00bfQu\u00e9 m\u00e9rito tendr\u00edais al ser buenos si ‘os impidiera ser malvados?
Por eso a las almas que elijo, porque s\u00e9 por adelantado que ser\u00e1n santas por amor o que se har\u00e1n santas, despu\u00e9s del error, por arrepentimiento sincero y doble amor, les doy tambi\u00e9n lo que no doy a las masas. Ense\u00f1anzas y luces que son bienaventuranzas para las propias almas y gu\u00eda para las almas hermanas, menos iluminadas que ellas porque menos fundidas conmigo que ellas.
\u00a1Ay de estas predilectas, sin embargo, si muestran avaricia o soberbia por mi don! No amo a los avaros y detesto a los soberbios.
Los primeros faltan a la Caridad porque ahorran para s\u00ed mismos lo que es de todos, porque<\/p>
Yo soy el Padre de todos y doy mis tesoros a los amados para que sean mis limosneros con los pobres de esp\u00edritu y no para que atesoren \u00e1vidamente y anticaritativamente estos tesoros, matando la caridad y desobedeciendo a la voluntad de Dios. El s\u00f3lo hecho de matar la caridad rompe el canal por el que fluyen mis palabras hacia ellos y apaga la luz por la que ven la verdad de mis palabras. Por eso decaen en su misi\u00f3n de portadores de mi Voz. Esto explica el por qu\u00e9 algunas almas, anteriormente faros de la Iglesia, perecen despu\u00e9s en un gris\u00e1ceo de nieblas perniciosas.
En cuanto a los soberbios, son privados inexorablemente e inmediatamente de mi don. En ellos mi palabra no se apaga despacio como una flor que muere sin agua o un p\u00e1jaro aprisionado en una c\u00e1rcel oscura, como sucede con los avaros. Muere inmediatamente como una criatura estrangulada. La soberbia es la quintaesencia de la anticaridad, la perfecci\u00f3n de la anticaridad, y su veneno demon\u00edaco mata instant\u00e1neamente la Luz en el coraz\u00f3n.
Mientras miro con dolor y compasi\u00f3n vuestras debilidades, retiro la mirada cuando encuentro a un soberbio \u00bfY sab\u00e9is vosotros lo que es no tener ya sobre s\u00ed mi mirada? Es ser pobres ciegos, pobres locos, ebrios miserables que van a ciegas, de peligro en peligro, y en- cuentran la muerte. Esto significa no tener ya sobre s\u00ed la mirada de Dios que os protege como ninguna otra cosa puede protegeros.
A mi santa y bendita Madre le fue concedido ser Portadora del Verbo no tanto por su naturaleza inmaculada cuanto por su humildad perfect\u00edsima. Todas las humildades humanas no re\u00fanen el tesoro de humildad de la Humild\u00edsima que as\u00ed permaneci\u00f3; as\u00ed, entend\u00e9is, aun cuando supo su destino de ser la m\u00e1s Alta de todas las criaturas. Mar\u00eda ha consolado a las Tres divinas Personas, heridas por la soberbia de Lucifer y de la Primera Pareja 106 con su humildad, s\u00f3lo inferior a la del Verbo.
\u00a1Mi querida Madre, nuestra alegr\u00eda perenne! \u00a1Si la pudieras ver hoy 107 en el Cielo mientras que todo el Para\u00edso la rodea con su amor y exclama hosanna por Ella y por su Nombre de salvaci\u00f3n! Ver\u00edas un abismo de gloria sumido en un inmenso abismo de humildad, y la luz inconcebible de Mar\u00eda destella doblemente por su cast\u00edsima, virginal humildad que se recoge en adoraci\u00f3n ante Nosotros y abate todos los celestes hosanna diciendo: \u00abDomine non sum digna\u00bb. \u00a1Santa y primera Sacerdotisa! \u00a1No ser digna Ella por quien crear\u00edamos un segundo Para\u00edso para que recibiera redobladas alabanzas!…
Mira, Mar\u00eda. En este d\u00eda de Mar\u00eda ten la visi\u00f3n de la luz en que est\u00e1 la Madre tuya y m\u00eda. Has visto la Luz rutilante, que no puede mirarse, de nuestro triple Fuego 108. Mira ahora la luz suav\u00edsima de Mar\u00eda. Apaga tu sed, s\u00e1ciate de ella. Nunca sentir\u00e1s descender en tu coraz\u00f3n nada m\u00e1s dulce. Mira, mientras te lo concedo, esta fuente, este astro de luz que es Mar\u00eda, resplandeciente en el Cielo con su cuerpo de candor que no pod\u00eda corromperse porque ha sido la santa envoltura del Dios hecho’ carne adem\u00e1s de porque ha alcanzado la perfecci\u00f3n humana de toda santidad, y de sumo resplandor por su esp\u00edritu unido al Esp\u00edritu de Dios en nupcias eternas.
Mira: el azul del Cielo circunda el Candor y lo ti\u00f1e de reflejos celestes, y la luz de Mar\u00eda vuelve luminosos los Cielos como una sobrehumana alba de abril en la que r\u00eda el astro de la ma\u00f1ana sobre un mundo virgen y florido.
Mira y recuerda la visi\u00f3n que los \u00e1ngeles contemplan con perenne sonrisa de alegr\u00eda. Que sea tu serenidad, como es tu fuerza la nuestra.
Te han sido mostradas cosas que sobrepasan la inteligencia del hombre, y esto ha sido por voluntad de Dios. Pero, para mantener este don siempre, aprende de Mar\u00eda a tocar los<\/p>
106 La escritora anota abajo, a l\u00e1piz: (Ad\u00e1n y Eva)
107 Es el 12 de septiembre, festividad del Nombre de Mar\u00eda. 3 En el escrito del!\u00bb de julio
108 En el escrito del 1\u00b0 de julio<\/p>
v\u00e9rtices de la humildad que se humilla para llevar el esp\u00edritu a lo m\u00e1s alto.
Te he reservado este regalo para el Nombre de Mar\u00eda. Para la Natividad: la sonrisa de Mar\u00eda, la Mujer santa 109; para el Nombre: la gloria de Mar\u00eda, la Madre de Dios\u00bb.<\/p>
He visto, y no puedo describirla, a nuestra Madre en su morada del Cielo. Como y, casi dir\u00eda que, a\u00fan m\u00e1s que para Dios me sirve el parang\u00f3n \u00abluz\u00bb para hablar de Ella.
Una luz confortable, blanco azulada como la del rayo de luna m\u00e1s terso multiplicado por una intensidad sobrenatural. Ni siquiera distingo bien el rostro y el cuerpo de Mar\u00eda. Demasiada \u00abluz\u00bb para ser distinguidos por el ojo humano.
Y explico: no una luz deslumbrante que impida mirar. Sino una luz que vuelve \u00abluz\u00bb los contornos y las formas del cuerpo glorificado de Mar\u00eda, por lo que no puedo decir los colores del mismo.
Podr\u00eda decir que si se hubieran vuelto luz monta\u00f1as de perlas se tendr\u00eda una comparaci\u00f3n de lo que es la Candid\u00edsima, bienaventurada en el Cielo. Y tambi\u00e9n podr\u00eda decir que si una visi\u00f3n tuviera el poder de cambiar el color de los ojos humanos, empapando el iris del color emanado por la visi\u00f3n, mis ojos, de color marr\u00f3n oscuro, deber\u00edan ser ahora de un azul de p\u00e1lido zafiro l\u00edquido, como el que se libera de algunas estrellas en las noches serenas.
Estoy sumergida en la emoci\u00f3n que hace verter l\u00e1grimas de alegr\u00eda espiritual… y no puedo decir m\u00e1s 110.<\/p>
13 de septiembre
(Iniciada en el momento de la Comuni\u00f3n)<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl arc\u00e1ngel Miguel, que vosotros invoc\u00e1is en el Confiteor, pero, seg\u00fan vuestra costumbre, con el alma ausente, demasiado ausente, estaba presente en mi muerte de cruz. Los siete grandes arc\u00e1ngeles que est\u00e1n perennemente ante el trono de Dios, estaban todos presentes en mi Sacrificio.
Y no digas que esto est\u00e1 en contradicci\u00f3n con lo que digo: \u00abEl Cielo estaba cerrado\u00bb. El Padre, lo repito 111, estaba ausente, lejos, en el momento en el que la Gran V\u00edctima cumpl\u00eda la Inmolaci\u00f3n para la salvaci\u00f3n del mundo.
Si el Padre hubiera estado conmigo, el Sacrificio no hubiera sido total. Hubiera sido \u00fanicamente sacrificio de la Carne condenada a la muerte. Pero Yo deb\u00eda cumplir el holocausto total. Ninguno de los tres aspectos del hombre: el carnal, el moral, el espiritual, deb\u00eda estar excluido del sacrificio, porque Yo era inmolado por todas las culpas, y no solamente por las culpas del sentido. Ahora por lo tanto es comprensible que tambi\u00e9n lo moral y lo espiritual m\u00edo deb\u00edan ser triturados, aniquilados en la piedra de molino del tremendo Sacrificio. Y tambi\u00e9n es comprensible que mi Esp\u00edritu no habr\u00eda sufrido si hubiera estado fundido con el del Padre.
Pero estaba solo. Levantado, no materialmente sino sobrenaturalmente, a tal distancia de la Tierra que ning\u00fan consuelo pod\u00eda venirme de ella. Aislado de todo consuelo humano. Levantado en mi pat\u00edbulo hab\u00eda llevado a \u00e9l el peso inmensurable de las culpas de toda una humanidad de milenios pasados y de milenios futuros, y eso peso me aplastaba m\u00e1s que la Cruz, arrastrada con tanta fatiga por un cuerpo ya agonizante por las empinadas, sofocantes,<\/p>
109 En el dictado del 8 de septiembre
110 Sobre una copia dactilogr\u00e1fica, la escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: (lo dem\u00e1s… serian las palabras de M. Stma., que temo escribir porque… tengo
miedo de los hombres)
111 Ya en el dictado del 5 de- septiembre<\/p>
pedregosas calles de Jerusal\u00e9n, entre las burlas y los golpes de, una plebe embrutecida.
En la Cruz estaba con mi sufrimiento total de carne torturada y con mi gran sufrimiento de esp\u00edritu abatido por un c\u00famulo de culpas que ninguna ayuda divina hac\u00eda soportables. Era un n\u00e1ufrago en medio de un oc\u00e9ano en tempestad y deb\u00eda morir as\u00ed. Mi Coraz\u00f3n se ha roto bajo la aflicci\u00f3n de este peso y de este abandono.
Mi Madre estaba cerca de m\u00ed. Ella s\u00ed. Est\u00e1bamos los dos, los M\u00e1rtires, envueltos en el dolor atroz y en el abandono. Y el vernos el uno al otro era tortura sobre tortura. Porque cada estremecimiento m\u00edo desgarraba las fibras de mi Madre, y cada gemido suyo era un nuevo flagelo sobre mis carnes flageladas y un nuevo clavo clavado no en las palmas, sino en mi Coraz\u00f3n. Unidos y separados al mismo tiempo para sufrir m\u00e1s, y sobre nosotros los Cielos cerrados sobre el enojo del Padre y tan lejanos…
Pero los arc\u00e1ngeles estaban presentes en la Inmolaci\u00f3n del Hijo de Dios por la salvaci\u00f3n del hombre y en la Tortura de la Virgen Madre. Y se ha dicho en el Apocalipsis que en los \u00faltimos tiempos un \u00c1ngel har\u00e1 el ofrecimiento del incienso m\u00e1s santo al trono de Dios, antes de derramar el primer fuego de la ira divina sobre la Tierra, \u00bfc\u00f3mo no pens\u00e1is que entre las oraciones de los santos, incienso imperecedero y digno del Alt\u00edsimo, no est\u00e9n, primeras entre todas, las l\u00e1grimas, orantes m\u00e1s que cualquier palabra, de mi Santa bendita, de mi dulc\u00edsima M\u00e1rtir, de mi Madre, recogidas por el \u00e1ngel que llev\u00f3 el anuncio y que recogi\u00f3 la adhesi\u00f3n, del testigo ang\u00e9lico de los desposorios sobrenaturales por los que la Naturaleza Divina contrajo uni\u00f3n con la naturaleza humana, atrajo a sus alturas una carne y descendi\u00f3 su Esp\u00edritu a hacerse carne para la paz entre el hombre y Dios?
Gabriel y sus compa\u00f1eros celestiales inclinados sobre el dolor de Jes\u00fas y de Mar\u00eda, imposibilitados para aliviado, porque era la hora de la Justicia, pero no ajenos a \u00e9l, han recogido en su inteligencia de luz todos los detalles de aquella hora, todos, para explicados, cuando el tiempo ya no exista, a la vista de los resucitados: gozo para los bienaventurados y primera condena para los r\u00e9probos, anticipo para \u00e9stos y para aquellos de lo que ser\u00e1 dado por M\u00ed, Juez supremo y Rey alt\u00edsimo\u00bb.<\/p>
Ha iniciado a hablar Jes\u00fas mientras dec\u00eda el Confiteor y mi mente ha visto a Gabriel, luz de oro, inclinado, en adoraci\u00f3n de la Cruz, creo. Pero no ve\u00eda la Cruz.
Hoy, despu\u00e9s, repasando atentamente las p\u00e1ginas mecanografiadas para corregir los m\u00e1s m\u00ednimos errores de trascripci\u00f3n, a fin de que no haya errores que alteren la idea, encuentro un comentario m\u00edo, de fecha 31 de mayo, acerca de la destrucci\u00f3n de Jerusal\u00e9n… Recuerdo la impresi\u00f3n que tuve aquel d\u00eda leyendo el cap\u00edtulo 21 de S. Lucas, vers\u00edculos 20 y 24. Dec\u00eda aquel d\u00eda: \u00abHe entendido que hay una referencia a todos nosotros. No he visto claramente. Pero me he quedado bajo la dolorosa impresi\u00f3n\u00bb. Hoy releo a San Lucas y lamentablemente me parece que el trozo se ajusta perfectamente a nuestros desgraciados casos…
Jes\u00fas me habla hoy de siete arc\u00e1ngeles que est\u00e1n siempre ante el trono de Dios.
\u00bfRealmente est\u00e1n o es un n\u00famero aleg\u00f3rico? He buscado en la Biblia, pero no encuentro nada al respecto. \u00c9sta debe ser una de las \u00ablagunas\u00bb de las que habla Jes\u00fas el 11 de junio.<\/p>
14 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSe llama \u00abFiesta de la Sta. Cruz\u00bb. Ser\u00eda mejor decir \u00abFiesta del Sacrificio\u00bb, porque sobre la Cruz se ha realizado la apoteosis de mi Sacrificio de Redentor. Y diciendo: del sacrificio, se podr\u00eda decir \u00abde la Sangre\u00bb, porque sobre la Cruz he terminado de derramar mi Sangre hasta la \u00faltima gota, hasta cuando ya no es sangre sino suero de sangre: la \u00faltima trasudaci\u00f3n de<\/p>
un cuerpo que muere.
\u00a1Cu\u00e1nta sangre, Mar\u00eda! Y la he derramado por todas partes, para santificarlo todo y a todos. Tambi\u00e9n este sufrimiento m\u00edo y sangrar en varios lugares tiene su porqu\u00e9, que vosotros no indag\u00e1is pero que Yo, por la fiesta de la Cruz, te quiero revelar.
La he derramado en el Getseman\u00ed, huerto y olivar, para santificar el campo y las obras del campo. El campo creado por mi Padre con sus mies, sus vides, sus plantas de fruto, sus plantitas menores, pero todas \u00fatiles al hombre y de las cuales el Padre ense\u00f1\u00f3 el uso y el cultivo, con sobrenatural ense\u00f1anza, a los primeros hombres de la tierra. La he derramado all\u00ed para santificar la tierra y a los trabajadores de la tierra, entre los que est\u00e1n comprendidos tambi\u00e9n los pastores de las distintas especies de animales concedidos por el Padre al hombre para su ayuda y sustento.
He derramado mi Sangre en el Templo, porque estaba ya herido por piedras y bastones, para santificar en el Templo de Jerusal\u00e9n el Templo futuro, cuyo cemento se iniciaba en aquella hora: mi Iglesia y todas las iglesias, casas de Dios, y de sus ministros.
La he derramado tambi\u00e9n en el Sanedr\u00edn porque adem\u00e1s de la Iglesia representaba tambi\u00e9n la Ciencia. Y s\u00f3lo Yo s\u00e9 cu\u00e1nta necesidad de santificaci\u00f3n tiene la ciencia humana, que usa de s\u00ed para renegar la Verdad y no para creer cada vez m\u00e1s en Ella, viendo a Dios a trav\u00e9s de los descubrimientos de vuestra inteligencia.
La he derramado en el palacio de Herodes, por todos los reyes de la tierra, investidos por M\u00ed del supremo poder humano para la tutela de sus pueblos y de la moralidad de sus estados. Tambi\u00e9n en los palacios solamente Yo s\u00e9 cu\u00e1nta, cu\u00e1nta, cu\u00e1nta necesidad habr\u00eda de acordarse que U no s\u00f3lo es Rey: el Rey de reyes, y que su Leyes la ley soberana tambi\u00e9n sobre los reyes de la tierra, los cuales son tales mientras que Yo no deba intervenir para privarles de la corona de la que, o por culpa evidente y personal o por debilidad -culpa no material pero no menos condenada y condenable porque es causa de muchos da\u00f1os- ya no son dignos.
Y as\u00ed he derramado mi Sangre en el Pretorio donde resid\u00eda la Autoridad. Lo que sean, porque lo sean, hasta que sean las autoridades, el poder, te lo dije hace ya tiempo 112. Lo que deber\u00edan ser para no ser maldecidas por el eterno Justo, lo pueden obtener solamente en virtud de la obediencia a mi Ley de amor y justicia y de mi precios\u00edsima Sangre, que vence el pecado de los corazones y corrobora a los esp\u00edritus haci\u00e9ndoles capaces de actuar en santidad, incluso cuando acontecimientos, permitidos por Dios para prueba de una Naci\u00f3n y para castigo de otra Naci\u00f3n, comporten que la Autoridad imperante no sea del mismo Pa\u00eds, sino del Pa\u00eds vencedor y opresor. Sobre todo en este caso la Autoridad deber\u00eda acordarse de que es tal por permiso de Dios y siempre para un fin que tiene por base la santificaci\u00f3n de las dos partes. Por ello la necesidad de no usar del poder para da\u00f1arse y da\u00f1ar a los oprimidos y a los dominados con un abuso injusto del poder. Re dado mi Sangre, roci\u00e1ndola como lluvia santa en la casa de Pilatos, para redimir a esta clase de la Tierra que tiene una infinita necesidad de ser redimida, porque desde que el mundo existe, ha cre\u00eddo poder hacer l\u00edcito aquello que no lo es.
He enrojecido con cada vez mayor aspersi\u00f3n de sangre a los soldados flageladores para infundir a las milicias un sentido de humanidad en el doloroso episodio de las guerras, enfermedades malditas que siempre resurgen porque no sab\u00e9is extirpar de vosotros el vene- no del odio e inyectaros el amor. El soldado debe combatir, tal es su ley del deber, y no ser\u00e1 castigado por su combatir y matar porque la obediencia lo justifica. Pero ser\u00e1 castigado por M\u00ed cuando, en su combatir, use crueldad y se permita abusos que no son necesarios y que,<\/p>
112 Por ejemplo, en los dictados del 30 de junio, del 28 de julio y, m\u00e1s ampliamente, del 29 y 30 de julio<\/p>
m\u00e1s a\u00fan, siempre est\u00e1n maldecidos por M\u00ed por in\u00fatiles y por contrarios a la justicia, que debe ser siempre justicia incluso cuando una victoria humana exalta o un odio de raza suscita sentimientos contrarios a la justicia.
Mi Sangre ha mojado las calles de la Ciudad, imprimiendo huellas que, aunque ya no se vean, han quedado y permanecer\u00e1n eternamente presentes en las mentes de los habitantes de los Cielos alt\u00edsimos. He querido santificar las calles por donde tanto pueblo pasa y tanto mal se comete.
Y si t\u00fa piensas que mi Sangre prodigad a por doquier no ha santificado a todos los ministros de la Iglesia, no ha santificado los palacios, ni las autoridades, ni las milicias, ni el pueblo, ni la ciencia, ni las ciudades, ni las calles y ni siquiera los campos, Yo te respondo que la he derramado de todos modos a\u00fan sabiendo que para muchos ser\u00eda acusaci\u00f3n de condena en vez de ser salvaci\u00f3n seg\u00fan el fin por el que la derramaba, y la he derramado por aquellos pocos de la Iglesia, de la Ciencia, del Poder, de los Ej\u00e9rcitos, del Pueblo, de las Ciudades, de los Campos, que han sabido recogerla y comprender su voz de amor y seguir esa voz en sus mandamientos. \u00a1Benditos ellos, para siempre!
Pero la \u00faltima Sangre no fue derramada sobre los terrones, sobre las piedras, sobre los rostros y sobre los vestidos, en lugares donde el agua de Dios o la mano del hombre la pod\u00edan lavar y disolver. La \u00faltima Sangre, recogida entre el pecho y el coraz\u00f3n que ya se helaba y brotada en el \u00faltimo ultraje -para que en el Hijo de Dios y del Hombre no quedase una gota de l\u00edquido vital y Yo fuera realmente el Cordero degollado para el holocausto grato al Se\u00f1or- las \u00faltimas gotas de mi Sangre no han sido desperdigadas. \u00a1Hab\u00eda una Madre debajo de aquella Cruz! Una Madre que por fin pod\u00eda abrazarse al madero de la Cruz, erguirse hacia su Criatura muerta, besarle los pies traspasados y encogidos en el \u00faltimo espasmo, y recoger en su velo virginal las \u00faltimas gotas de la Sangre de su Hijo que goteaban del costado abierto y regaban mi cuerpo sin respiro.
\u00a1Doloros\u00edsima Madre m\u00eda! Desde mi nacimiento hasta mi muerte Ella ha debido sufrir tambi\u00e9n por esto: por no poder dar a su Criatura aquellos primeros y \u00faltimos consuelos que a\u00fan el m\u00e1s m\u00edsero de los hijos del hombre tiene al nacer y al morir, y con su velo ha debido hacer ropaje para el Hijo reci\u00e9n nacido y sudario para el Hijo desangrado.
Aquella Sangre no se ha perdido. Ella est\u00e1 y vive y resplandece sobre el velo de la Virgen. P\u00farpura divina sobre el candor virginal, ser\u00e1 el estandarte de Cristo Juez en el d\u00eda del Juicio\u00bb.<\/p>
15 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEs opini\u00f3n difundida en muchos cristianos, y cristianos cat\u00f3licos, que mi Madre no haya nunca sufrido como generalmente sufren los mortales. Creen que el dolor haya estado en Ella pero que, dada su naturaleza inmaculada, Ella lo haya podido soportar f\u00e1cilmente porque la Gracia lo atenuaba. En suma creen que Ella recibiera el golpe del Dolor, pero que \u00e9ste no pudiera penetrar en Ella porque estaba defendida, como por una inquebrantable coraza, por su naturaleza inmaculada y por la Gracia.
Pero es un grave error. Mar\u00eda era la \u00abInmaculada\u00bb, exenta de la herencia de la culpa de Ad\u00e1n y de los frutos de tal culpa, y en este sentido, en efecto, habr\u00eda debido estar preservada del sufrimiento porque el Creador hab\u00eda creado la raza del hombre exenta del dolor y de la muerte, que es el supremo dolor del hombre. Pero Mar\u00eda era la Corredentora.. y la misi\u00f3n de redentor es siempre misi\u00f3n de infinito dolor. De otro modo \u00bfc\u00f3mo podr\u00eda un redentor redimir los pecados de los dem\u00e1s? \u00bfC\u00f3mo una v\u00edctima pagar por los hermanos? Mar\u00eda era<\/p>
redentora como Yo era Redentor. Justo por lo tanto que el Dolor fuera su compa\u00f1ero.
\u00bfMe ha sido acaso evitado el Dolor? No. No obstante si Mar\u00eda estaba, por un milagro de Dios, exenta de la culpa del hombre, Ella nacida de dos cuerpos hechos una carne sola por humano matrimonio, Yo, Dios, y por ello puro de toda y de cualquier culpa o sombra de culpa, hecho Hombre por los desposorios de la Inocencia con la Gracia y por esto infinitamente superior a Ella, he sido tambi\u00e9n sacrificado al Dolor, al Dolor m\u00e1s grande que nunca ha existido y nunca existir\u00e1, porque fue dolor de carne y sangre, de mente, de co- raz\u00f3n, de alma, de esp\u00edritu.
La Justicia divina, que no miente y no se contradice nunca a S\u00ed misma, fue fiel a sus antiguas promesas, y a la Sin Culpa, como estaban sin culpa los primeros padres, no aplic\u00f3 las dos principales condenas de la carne, de Eva especialmente: el dolor de la muerte y el dolor del parto.
Mi nacimiento fue un \u00e9xtasis dulc\u00edsimo. En el silencio de la noche que aislaba del mundo la morada solitaria y humild\u00edsima, Mar\u00eda se hab\u00eda sumergido en sus fervientes contemplaciones de Dios. La oraci\u00f3n de Mar\u00eda era siempre rapto en Dios. Y saliendo del rapto conoci\u00f3 al Hijo. Fue m\u00e1s bien el primer llanto del Hijo Dios el que arranc\u00f3 a la Madre de la contemplaci\u00f3n espiritual de Dios para llevar su mirada a contemplar el Milagro m\u00e1s grande del Universo: un Dios encarnado para la redenci\u00f3n del hombre.
La muerte de Mar\u00eda fue otro rapto. La oraci\u00f3n la envolvi\u00f3 en sus vendas de amor interrumpi\u00e9ndole toda sensibilidad humana, y el Amor le vino al encuentro por segunda vez para abrazar a S\u00ed a la Esposa deseada desde antes que el Tiempo existiera.
Y si el primer encuentro fue un inclinarse del Amor sobre la Virgen para cubrir con su sombra divina a la Siempre Casta y hacerla fecunda de una Carne divina, el segundo encuentro fue el abrazo total de la Inviolada con el Amor que la atrajo a S\u00ed hasta el alt\u00edsimo Cielo. La contemplaci\u00f3n \u00faltima de Mar\u00eda en la tierra tuvo fin en el Cielo donde la Enamorada de Dios, donde la Anhelante del Hijo pudo fijar su mirada para siempre, adorando, en el Padre, en el Hijo, en el Esp\u00edritu Santo, sus perennes deseos y a sus amores eternos.
Pero antes de aquella hora, pobre Madre, ha debido empaparse a S\u00ed misma en el Dolor. Y ya te he hablado de cu\u00e1les hayan sido sus dolores de toda una vida, cuyo v\u00e9rtice est\u00e1 en los d\u00edas de mi Muerte 113. Y m\u00e1s de una vez te he dicho c\u00f3mo, siendo destinada a corredentora, Ella sinti\u00f3 toda la aspereza del dolor, y por qu\u00e9 la sinti\u00f3 114.
Piensa siempre que Ella es Maestra de Dolor como Yo soy Maestro de Vida, piensa siempre que el dolor es verdadero, absoluto, s\u00f3lo cuando Dios ya no est\u00e1 cerca de un esp\u00edritu para sujetarlo en la prueba. Piensa que Mar\u00eda estuvo sola en la hora tremenda para conocer el horror de la soledad y para expiar vuestras desesperaciones de criaturas.
Ella es la Esperanza, adem\u00e1s de la Fe y la Caridad. Las tres virtudes teologales est\u00e1n personificadas en Ella, porque nadie en el mundo am\u00f3 como Ella, nadie crey\u00f3 y sobre todo nadie esper\u00f3.
Fue un abismo de esperanza. Y por ello la he puesto como Estrella vuestra para indicaros el camino del Cielo. Si cre\u00e9is siempre en Ella, nunca conocer\u00e9is el horror de la desesperaci\u00f3n y no os matar\u00e9is a vosotros mismos con la desesperaci\u00f3n. Que Mar\u00eda, Esperanza de Dios que le esperaba a Ella para cumplir la Redenci\u00f3n del hombre, sea la esperanza del hombre.
No perd\u00e1is de vista, \u00a1oh mortales!, la Estrella de la Ma\u00f1ana cuyos rayos est\u00e1n hechos con las siete espadas clavadas en su Coraz\u00f3n dulc\u00edsimo y puro, clavadas por amor a vosotros. Vivid en Ella. Y en la Santa, que es Madre de Dios y que, sin descanso, ruega por vosotros<\/p>
113 En el dictado del 2 de julio
114 Algunas de estas referencias est\u00e1n agrupados en la nota 2 de p\u00e1g. 95<\/p>
ante Nuestro Trono, morid.
Mar\u00eda, que se durmi\u00f3 sobre el Coraz\u00f3n de Dios, vive ahora en el Cielo con la carne glorificada. El alma que se duerme sobre el Coraz\u00f3n de Mar\u00eda tendr\u00e1 en el Cielo la carne glorificada cuando se haya cumplido el tiempo, porque Ella es vuestra Salvaci\u00f3n\u00bb.<\/p>
16 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abNo es en el sentido en que t\u00fa lo entiendes. Vendr\u00e1 la hora de la paz y del perd\u00f3n tambi\u00e9n para vosotros Italianos, la hora en la que volver\u00e9is a estrechar la alianza con el Se\u00f1or despu\u00e9s de haber estado en las manos de Satan\u00e1s que os ha maltratado como si fuerais una madeja de hilo en las manos de un loco furioso. Pero las palabras de Joel (cap.H, v.18-32) no est\u00e1n dichas particularmente para \u00e9ste o aquel pueblo. .
Ellas son para mi pueblo, para el pueblo del \u00danico, Verdadero, Gran Rey: del Se\u00f1or Dios vuestro, Uno y Trino, Creador y Redentor del g\u00e9nero humano. Aquel per\u00edodo de bienestar del que habla Joel es el anticipado anuncio de cuanto habla Juan en su Apocalipsis mucho tiempo despu\u00e9s.
Despu\u00e9s de las tremendas guerras que Satan\u00e1s habr\u00e1 tra\u00eddo a la Tierra a trav\u00e9s de su Mensajero de tinieblas, el Anticristo, vendr\u00e1 el per\u00edodo de la tregua en el que, despu\u00e9s de haberos mostrado con la cruenta prueba de qu\u00e9 dones puede ser autor Satan\u00e1s, intentar\u00e9 atraeros a M\u00ed colm\u00e1ndoos de mis dones.
\u00a1Oh! \u00a1mis dones! \u00a1Ser\u00e1n vuestra dulzura! No conocer\u00e9is hambre, estragos, calamidades. Vuestros cuerpos y m\u00e1s vuestras almas estar\u00e1n apacentadas por mi mano, la Tierra parecer\u00e1 nacer para una segunda creaci\u00f3n, totalmente nueva en los sentimientos que ser\u00e1n de paz y concordia entre los pueblos y de paz entre el Cielo y la Tierra, porque har\u00e9 propagar mi Esp\u00edritu sobre vosotros que os penetrar\u00e1 y os dar\u00e1 la visi\u00f3n sobrenatural de los decretos de Dios.
Ser\u00e1 el Reino del Esp\u00edritu. El Reino de Dios, lo que vosotros ped\u00eds -y no sab\u00e9is lo que ped\u00eds porque no reflexion\u00e1is nunca- con el Padrenuestro. \u00bfD\u00f3nde quer\u00e9is que se realice el Reino de Dios sino en vuestros corazones? Es desde all\u00ed desde donde debe iniciarse mi Reino sobre la Tierra. Reino grande, pero siempre limitado.
Despu\u00e9s vendr\u00e1 el Reino sin confines ni de tierra, ni de tiempo. El Reino eterno que har\u00e1 de vosotros eternos habitantes de los Cielos, porque, es natural, Yo hablo a aquellos que son mis s\u00fabditos y no a los r\u00e9probos que tienen ya su horrible rey: Satan\u00e1s.
Vuestro Dios obrar\u00e1 todos los prodigios para atraer a S\u00ed el mayor n\u00famero de vivientes, porque Yo soy Dios de Misericordia, de Perd\u00f3n y de un Amor tan infinito que por mucho que pudierais estudiar y penetrar su medida no lo lograr\u00edais. Lo que cre\u00e9is que sea la infinidad de mi amor por vosotros, es como una peque\u00f1a piedrecilla del arenal de un r\u00edo respecto a una entera cadena monta\u00f1osa, cuyas bases dividen los continentes y cuyas cimas se ci\u00f1en entre las nubes.
\u00bfPero crees t\u00fa que tantos prodigios de Amor y tantas luces de Esp\u00edritu convertir\u00e1n a los hombres a su Dios Eterno? Deseng\u00e1\u00f1ate. Si Yo tuviese los cuidados que tendr\u00e9 con vosotros para las necesidades de vuestro cuerpo -s\u00f3lo \u00e9stas- hacia pobres animales faltos de raz\u00f3n, esos animales, con sus lenguajes informes, me alabar\u00edan del alba al anochecer, y si supieran d\u00f3nde encontrarme partir\u00edan de todas las partes del globo para venir a dar las gracias a su ben\u00e9fico Tutor. Pero los hombres no.
Est\u00e1n pr\u00e1cticamente en su totalidad absolutamente sordos a las voces y a los dones espirituales, y casi del todo sordos a los dones corporales, en lugar de reconocer mi Bondad<\/p>
y de amarme por gratitud, aprovechar\u00e1n del bienestar que les dar\u00e9 para descender cada vez m\u00e1s en el abismo que les gusta, donde se revuelcan como bestias inmundas en un pantano, y les espera lo que seduce a los nueve d\u00e9cimos de la humanidad: codicia, lujuria, fraudes, violencia, robo, herej\u00eda, supersticiones y otras corrupciones del sentido y de la mente, tan horribles que a los honestos les parece imposible que puedan ser verdaderas, pero verdaderas son y hacen enrojecer a los Cielos y soliviantar con indignaci\u00f3n nuestra Divinidad.
Ni el paterno regalo de dones ni los aterrorizantes signos del cielo ser\u00e1n capaces de hacer de los vivientes en aquel tiempo hijos de Dios. Y entonces vendr\u00e1 mi d\u00eda grande y terrible.
No d\u00eda de veinticuatro horas. Mi tiempo tiene distinta medida. He dicho \u00abd\u00eda\u00bb porque en el d\u00eda se obra, y Yo en aquel tiempo obrar\u00e9. Obrar\u00e9 la \u00faltima selecci\u00f3n de los vivientes sobre la tierra. Y \u00e9sta ocurrir\u00e1 en el \u00faltimo desenfreno de Satan\u00e1s.
Entonces se ver\u00e1n los que tienen en s\u00ed mismos el Reino de Dios y los que tienen el reino de Satan\u00e1s. Porque estos \u00faltimos con boca, actos, y sobre todo con coraz\u00f3n blasfemo cometer\u00e1n los \u00faltimos desprecios hacia mi Ley y los sacrilegios postreros hacia Dios, mientras que los primeros, los hijos y s\u00fabditos del Se\u00f1or -en tanto que la \u00faltima batalla azote la Tierra con un horror indecible- se agarrar\u00e1n a mi Cruz, invocar\u00e1n mi Nombre que salva; y mi venida de Juez no les aterrar\u00e1, al contrario, ser\u00e1 su j\u00fabilo porque los fieles son los sal- vados, los que Joel llama los \u00abrestos\u00bb del Se\u00f1or, o sea los que le quedan al Se\u00f1or despu\u00e9s de los asaltos de Satan\u00e1s.
Benditos, benditos, benditos para siempre estos hijos m\u00edos. De ellos es el eterno Para\u00edso. Unidos a los fieles al Se\u00f1or de todos los tiempos, poseer\u00e1n a Dios cuya posesi\u00f3n es bienaventuranza eterna\u00bb.<\/p>
Dado que esta ma\u00f1ana parec\u00eda que Jes\u00fas me dejase en reposo, despu\u00e9s de haber dicho el \u00abVeni, Sancte Spiritus\u00bb como es mi costumbre, he abierto la Biblia al azar. Casualmente era el II cap\u00edtulo de libro de Joel, y precisamente los vers\u00edculo s que van del n\u00famero 18 al 32. Yo daba a estas palabras una interpretaci\u00f3n tal y como mi coraz\u00f3n de italiana sue\u00f1a con todas sus fuerzas. Pero Jes\u00fas me explica un significado mucho m\u00e1s alto… y Mar\u00eda, como un
asno, lo escribe dici\u00e9ndose a s\u00ed misma que s\u00f3lo el Se\u00f1or es sabio.<\/p>
17 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuanto ha dicho la Sabidur\u00eda en el cap\u00edtulo 6\u00b0 v. 1-10 ya ha sido explicado por M\u00ed m\u00e1s de una vez 115 desde cuando te soy Maestro m\u00e1s ampliamente de cuanto lo sea para muchos de tus hermanos. Por tanto no nos paremos a considerar esas palabras. La Sabidur\u00eda verdadera te las ha explicado mucho antes de que el Libro se abriera para ti por esa p\u00e1gina.
Y no te sorprendas si en otras ocasiones encuentras en el Libro sentimientos y palabras iguales a las que has o\u00eddo directamente de M\u00ed. Yo soy la Palabra del Padre. Y la Palabra es una. Por ello es la misma ahora que en la \u00e9poca de los patriarcas y profetas. Es natural, entonces, que leyendo las antiguas palabras las tengas que encontrar iguales a las nov\u00edsimas que oyes de M\u00ed. Soy Yo quien te hablo como era Yo quien hablaba a los antepasados. Y aunque vuestros tiempos y vuestros pensamientos hayan cambiado tanto, y aunque t\u00fa, mi peque\u00f1o Juan, seas tan distinta de los solemnes patriarcas y de los vehementes profetas, Yo soy siempre aqu\u00e9l, igual, inmutable en la palabra, en la doctrina.<\/p>
115 Por ejemplo, en los dictados del 24 de julio, del 28 de julio, del 25 de agosto, etc<\/p>
Dios no cambia. Se adecua a vuestros cambios, a vuestra, llam\u00e9mosla tambi\u00e9n, evoluci\u00f3n, en los m\u00e1rgenes de su trabajo, pero el n\u00facleo de \u00e9ste, el verdadero contenido de su ense\u00f1anza en lo que se refiere no a lo pasajero de la vida sino al alma que no muere, \u00e9se permanece y permanecer\u00e1 siempre. Incluso si la Tierra permaneciera Tierra a\u00fan por mil y diez mil a\u00f1os y el hombre alcanzara una evoluci\u00f3n material -nota bien- tal que le permitiera abolir las leyes del espacio, de la gravitaci\u00f3n, de la velocidad, y llegase a ser casi omnipresente mediante instrumentos que abolieran las separaciones, y a los que est\u00e1 encaminado, y que vosotros llam\u00e1is con los nombres cient\u00edficos de televisi\u00f3n, tel\u00e9fono y semejantes, o, mediante otros instrumentos, aboliera la imposibilidad de actuar a distancia, creando mandos a distancia que desencadenar\u00e1n sobre la tierra la venganza demon\u00edaca de las explosiones a distancia, de los rayos mortales y semejantes creaciones de marca sat\u00e1nica.
Yo nunca podr\u00e9 deciros -aunque llegarais a convertiros en asaltantes de otros planetas y creadores de rayos potentes como el rayo de mi sol y captadores de ondas que anulan, para el o\u00eddo y el ojo, las m\u00e1s infinitas distancias- que os sea l\u00edcito abolir la Ley de la Caridad, de la Continencia, de la Sinceridad, de la Honestidad, de la Humildad. No, nunca os lo podr\u00e9 decir, nunca. Sino m\u00e1s bien ahora y siempre os digo y os dir\u00e9: \u00abSed benditos si us\u00e1is la inteligencia para descubrimientos de bien com\u00fan. Sed malditos si prostitu\u00eds vuestra inteligencia con un il\u00edcito comercio con el Mal para dar a luz obras de maldad y destrucci\u00f3n\u00bb.
Y basta sobre esto 116. Te hablo en cambio por cuanto puede serte consuelo y gu\u00eda. Est\u00e1 dicho en el Eclesi\u00e1stico cap. 33 v. 11-15 que varios son los destinos del hombre.
\u00bfQui\u00e9n se\u00f1ala vuestro destino? \u00c9ste es un gran punto que debe establecerse para no caer en el error. Error que puede ser causa de pensamiento blasfemo y tambi\u00e9n de muerte del alma. El hombre dice a veces: \u00abPuesto que el destino lo hace Dios, Dios fue injusto y malvado con \u00e9ste porque le ha abatido la desventura\u00bb.
No, hija. Dios nunca es malvado y nunca es injusto. Vosotros sois miopes y veis muy torpemente y s\u00f3lo las cosas que est\u00e1n cerca de vuestra pupila. Entonces \u00bfc\u00f3mo pod\u00e9is saber el porqu\u00e9 -escrito en el Libro del Se\u00f1or- de vuestro destino? \u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is vosotros, desde la Tierra, granito de polvo revoloteando en el espacio, comprender lo que es la verdad verdadera de las cosas y que est\u00e1 escrita en el Cielo? \u00bfC\u00f3mo dar un nombre justo a una cosa que os sucede?
El ni\u00f1o, al que la madre da una medicina, llora, la llama fea y mala, trata de rechazar ese medicamento que a \u00e9l le parece in\u00fatil y repugnante. Pero la madre sabe que ella hace esto no por maldad, sino por bondad; sabe que en la autoridad que utiliza en aquel momento para hacerse obedecer no es fea, sino que se reviste de una majestad que la embellece; sabe que a su criatura le sirve esa medicina y con caricias o con voz severa le obliga a tomarla. Si la madre pudiera tomarla para curar a su peque\u00f1o enfermo, \u00a1cu\u00e1nta tomar\u00eda!
Tambi\u00e9n vosotros sois ni\u00f1os respecto al buen Padre que ten\u00e9is en los cielos. \u00c9l ve vuestras enfermedades y no quiere que permanezc\u00e1is enfermos. Vuestro Padre de amor os quiere sanos y fuertes. y os da medicinas para robustecer vuestras almas, para enderezar- las, curarlas, para hacerlas no s\u00f3lo sanas sino tambi\u00e9n hermosas.
Si \u00c9l pudiera evitar el haceros llorar, \u00bfcre\u00e9is que no lo har\u00eda \u00c9l cuyo Coraz\u00f3n, todo amor, est\u00e1 regado por las l\u00e1grimas de sus hijos? Pero a cada uno su tiempo. \u00c9l lo ha hecho todo por vosotros, para llevaros a la salvaci\u00f3n eterna. Hasta se ha exiliado de los Cielos, ha exprimido su Sangre hasta la \u00faltima gota para d\u00e1rosla, medicina sant\u00edsima que sana toda llaga, vence toda enfermedad, refuerza toda debilidad.<\/p>
116 Ya expresado, por ejemplo, en el dictado del 21 de julio<\/p>
Ahora es vuestro tiempo. Porque a pesar de la Palabra descendida de los Cielos para daros la gu\u00eda de la Vida y a pesar de la Sangre prodigada para redimiros, vosotros no hab\u00e9is sabido separaros del pecado y reca\u00e9is siempre en \u00e9l; \u00c9l, el Eterno que os ama, os da un castigo de dolor, m\u00e1s o menos grande seg\u00fan la altura a la que quiere llevaros o el punto hasta el que quiere haceros expiar aqu\u00ed abajo vuestra deuda de hijos desertores.
Hay, es cierto, criaturas que padecen el dolor para hacerse resplandecientes, con gran luz, en la otra vida. Pero hay otras criaturas que deben soportar el dolor para limpiar su estola manchada y alcanzar la luz. Son la inmensa mayor\u00eda. Mas -es un contrasentido pero es cierto- son precisamente \u00e9stas las que m\u00e1s se rebelan ante el dolor y llaman injusto a Dios, y malvado, porque les empapa de dolor. Son las m\u00e1s enfermas y se creen las m\u00e1s sanas.
Cuanto m\u00e1s uno est\u00e1 en la Luz tanto m\u00e1s acepta, ama, desea el dolor. Acepta cuando est\u00e1 una vez en la Luz.
Ama cuando est\u00e1 en la Luz dos veces.
Desea y pide el dolor cuando est\u00e1 tres veces en la Luz, sumergido en ella y viviente por ella.
Mientras, en cambio, cuanto m\u00e1s uno est\u00e1 en las tinieblas m\u00e1s huye, odia, se rebela ante el dolor.
Huye: las almas d\u00e9biles que no tienen fuerza para realizar ni gran mal ni bien, sino que van viviendo una pobre vida espiritual envuelta en las neblinas de la tibieza y de las faltas veniales, tienen un miedo incontenible ante cada pena, de la naturaleza que sea. Son esp\u00edritus sin esqueleto, sin fuerza.
Odia: los viciosos, para los que el dolor es un obst\u00e1culo para continuar con sus vicios de toda clase, odian este gran maestro de la vida espiritual.
Se rebela: el gran pecador, completamente vendido a Satan\u00e1s, que acumula delito tras delito espiritual alcanzando las cimas de la rebeld\u00eda que son blasfemia y suicidio u homicidio, con tal de vengarse (al menos \u00e9l lo cree) del sufrimiento. Sobre \u00e9ste, la obra paterna de Dios se transforma en fermentaci\u00f3n de mal, porque ese gran pecador est\u00e1 amasado con el Mal como harina amasada con la levadura. y el Mal, como levadura bajo la elaboraci\u00f3n del dolor, se hincha en ellos y les hace pan para el Infierno.
\u00bfA cu\u00e1l de estas tres categor\u00edas has pertenecido? \u00bfA cu\u00e1l perteneces ahora? \u00bfEn cu\u00e1l quieres permanecer? No es necesaria la respuesta. La s\u00e9. Por esto te hablo y estoy contigo.
Otras veces el hombre dice: \u00abSi cada uno tiene un destino se\u00f1alado es in\u00fatil afanarse y luchar. Despreocup\u00e9monos, qu\u00e9 m\u00e1s da, todo est\u00e1 se\u00f1alado\u00bb.
Otro pernicioso error. El destino es conocido por Dios, s\u00ed. Pero \u00bflo conoc\u00e9is vosotros? No lo conoc\u00e9is por el momento.
Te pongo un ejemplo. Pedro me reneg\u00f3. En su destino estaba se\u00f1alado que \u00e9l conociera este error. Pero \u00e9l se arrepinti\u00f3 de haberme renegado y Dios le perdon\u00f3 y lo hizo su Pont\u00edfice. Si hubiera persistido en su error, \u00bfhubiera podido llegar a ser mi Vicario?
No digas: estaba destinado. Nunca olvides que Dios conoce vuestros destinos, pero el destino lo hac\u00e9is vosotros. \u00c9l no violenta vuestra libertad de acci\u00f3n. Os da los medios y los consejos, os da las advertencias para poneros de nuevo en el buen camino, pero si vosotros no quer\u00e9is estar en ese camino, \u00c9l no os fuerza a permanecer.
Sois libres. Os ha creado mayores de edad. La alegr\u00eda de Dios es que permanezc\u00e1is en la casa del Padre, pero si dec\u00eds: \u00abQuiero irme de ella\u00bb \u00c9l no os detiene. Llora sobre vosotros y se aflige por vuestro destino. Y no quiere hacer m\u00e1s, porque haciendo m\u00e1s os quitar\u00eda la libertad que os ha dado. La alegr\u00eda de Dios es cuando, comprendiendo, bajo el da\u00f1o de la carest\u00eda, que s\u00f3lo en la casa del Padre hay alegr\u00eda, volv\u00e9is a \u00c9l. Alegr\u00eda y complacencia de Dios hacia aquellos que con su sacrificio y sus oraciones, sobre todo estas dos cosas, y des-<\/p>
pu\u00e9s con sus palabras, logran devolverme un hijo. Pero no m\u00e1s.
Que sepas que quienes est\u00e1n en mi mano como arcilla mojada en la mano del alfarero, son los predilectos de mi Coraz\u00f3n. Sobre ellos mi mano es dulce como una caricia. Mis caricias les modelan d\u00e1ndoles mi huella y semejanza de mansedumbre, humildad, caridad, pureza, y la m\u00e1s bella de todas las semejanzas: la m\u00eda de Redentor.
Porque son \u00e9stas las almas que contin\u00faan la misi\u00f3n de Redentor y a las que Yo digo continuamente \u00abgracias\u00bb que es la m\u00e1s protectora de las bendiciones. Y si el velo de la Ver\u00f3nica es sagrado porque lleva mi semblante, \u00bfqu\u00e9 ser\u00e1n estas almas que son mi verdadera imagen?
\u00a1\u00c1nimo, Mar\u00eda! Mi Paz est\u00e1 contigo. Yo estoy contigo. No temas\u00bb.<\/p>
18 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHe dicho ayer: \u00abEl destino os lo hac\u00e9is vosotros\u00bb. Ahora a\u00f1ado: El destino os lo hac\u00e9is vosotros. Pero cuando uno hace la Voluntad que el Padre le propone est\u00e1 seguro de lograr un destino de luz, mientras que cuando uno se cierra los o\u00eddos y los ojos para no o\u00edr y no ver la Voluntad del Padre y cierra el alma al amor que lleva a la obediencia, siguiendo no la voz del esp\u00edritu sino la de la carne y la sangre, atizados por Satan\u00e1s, este uno se crea un destino de tinieblas cuyo fin es la muerte del esp\u00edritu.
Ahora, si reflexionas como en vuestra vida quien ama -sea hijo, hermano, esposo, alumno, inferior, sea quien sea- trata siempre de complacer al amado, puedes intuir \u00e1gilmente que quienes aman mucho a Dios sigan los deseos de Dios, sean los que sean; los que le aman poco le sigan menos y sigan s\u00f3lo aquellos deseos que les cuestan poca fatiga; y aquellos que de hecho no le aman no le sigan en los deseos de su santa Voluntad, sino m\u00e1s bien se rebelen arroj\u00e1ndose en el sendero que lleva a las ant\u00edpodas de la meta que Dios aconseja y se alejen del Padre blasfem\u00e1ndolo.
Se podr\u00eda concluir por ello, sin miedo a errar, que la medida con la que la criatura ama a su Creador est\u00e1 dada por la medida con la que ella sabe obedecer a los deseos de su Se\u00f1or y Padre. Miente aquel que dice de amar a Dios y despu\u00e9s no sabe seguir su Voz que le habla con amor para conducirle a su morada.
Y \u00bfa qui\u00e9n quiere enga\u00f1ar con su mentira? \u00bfa Dios? a Dios no se le enga\u00f1a. Vuestras palabras tienen el significado verdadero que tienen, y no aquel que vosotros les dais, y Dios comprende ese significado verdadero. Por lo tanto si dec\u00eds amar al Se\u00f1or y despu\u00e9s re- chaz\u00e1is obedecerle, que es una de las pruebas b\u00e1sicas del amor, \u00c9l no puede sino llamaros hip\u00f3critas y mentirosos y trataros como tales.
\u00bf Quer\u00e9is quiz\u00e1 enga\u00f1ar a Satan\u00e1s, disfrutando de los c\u00f3modos arreglos de conciencia que os sugiere y al mismo tiempo hacerle saber que quer\u00e9is gozar en esta vida, pero gozar tambi\u00e9n en la otra contemporizando entre Dios y Satan\u00e1s, entre el Cielo y el Infierno? jOh necios! Al Astuto no se le enga\u00f1a y, menos paciente que Dios, exige inmediata recompensa y hay que pagarle enseguida, porque \u00e9l no acuerda demora. Y en verdad os digo que su yugo no es ala, sino pesada piedra que aplasta y hunde en el fango y en la oscuridad.
\u00bfQuer\u00e9is quiz\u00e1 enga\u00f1aros a vosotros mismos dici\u00e9ndoos que no es sino una necesidad de la tierra la que os empuja a hacer vuestra voluntad pero que, en el fondo, vosotros quisierais hacer la de Dios porque la prefer\u00eds? Hip\u00f3critas, hip\u00f3critas, hip\u00f3critas.
En vosotros hay un juez que no conoce el sue\u00f1o, y es vuestro esp\u00edritu. Aunque lo her\u00eds de muerte y lo conden\u00e1is a perecer, \u00e9l grita en vosotros, mientras est\u00e1is en esta tierra, grita sus ansias de Cielo. Vosotros lo carg\u00e1is y amordaz\u00e1is para volverlo inm\u00f3vil y mudo, pero se agita<\/p>
hasta librarse de vuestra mordaza y arroja su grito en el silencio desolado de vuestro coraz\u00f3n. Y, como el grito de mi Precursor, esa voz es tan atormentadora para vosotros que trat\u00e1is de apagarla para siempre. No lo lograr\u00e9is nunca. Mientras viv\u00e1is la oir\u00e9is y en el m\u00e1s all\u00e1 gritar\u00e1 m\u00e1s fuerte reproch\u00e1ndoos vuestro delito de homicidas de vuestra alma.
La llave de ciertas aberraciones humanas que crecen cada vez m\u00e1s y llevan al individuo a delincuencias monstruosas, est\u00e1 en esta voz de la conciencia que vosotros trat\u00e1is de mitigar con nuevos rebotes de crueldad, as\u00ed como el intoxicado trata de olvidar su merecida desgracia envenen\u00e1ndose cada vez m\u00e1s, hasta el aturdimiento.
Sed hijos, criaturas m\u00edas. Amad, amad a nuestro buen Padre que est\u00e1 en los Cielos. Amadlo cuanto pod\u00e1is. Entonces os resultar\u00e1 f\u00e1cil seguir su bendita Voluntad y lograr un destino de gloria eterna.
Yo, que le he amado a la perfecci\u00f3n, le he complacido hasta el sacrificio de mi divinidad que por treinta y tres a\u00f1os se ha exiliado de los Cielos, y de mi vida destruida con el martirio m\u00e1s atroz de la carne, de la mente, del coraz\u00f3n, del esp\u00edritu.
Mi Madre, que fue la segunda tras de M\u00ed en el saber amar y que am\u00f3 con toda la perfecci\u00f3n posible para la criatura -porque, dicho sea entre par\u00e9ntesis y como respuesta a una objeci\u00f3n que te ha sido hecha, porque Mar\u00eda pose\u00eda la plenitud de toda virtud y atributo, siempre y naturalmente como criatura, perfecta pero siempre criatura humana. Teniendo en s\u00ed la plenitud de la Gracia, es decir poseyendo a Dios como s\u00f3lo Ella lo ha pose\u00eddo, es obvio que su perfecci\u00f3n alcanzara alturas solamente inferiores a las de Dios-. Y bien, Mar\u00eda, que fue segunda tras de M\u00ed en el saber amar, se ha adherido a la Voluntad de Dios hasta el sacrificio de su vocaci\u00f3n, que era la de dedicarse \u00fanicamente a las contemplaciones de Dios, y de su coraz\u00f3n que le fue pedido por Dios para ser triturado.
La divina Maternidad de Mar\u00eda es la prueba viviente de su adhesi\u00f3n a la Voluntad de Dios. Yo, el Hijo que no ha quitado a la Madre su candor de lirio inviolado, soy el testimonio de la condescendencia de Mar\u00eda a los deseos de Dios.
Ella ha desafiado la opini\u00f3n del mundo, el juicio del esposo, adem\u00e1s de abrazar su pat\u00edbulo de Madre del Redentor, sin vacilar. Cierta de que Dios no rechazaba el don de su candor, dijo el m\u00e1s alto \u00abfiat\u00bb pronunciado por labios mortales y no tuvo temores: su fuerza era Dios y a \u00c9l confiaba su honor, su futuro, todo, sin reservas.
He aqu\u00ed vuestros modelos: Yo y Mar\u00eda. Seguidnos y lograr\u00e9is el destino que Dios desea para cada una de sus criaturas. Seguidnos y poseer\u00e9is la Paz, porque poseer\u00e9is a Dios que es Paz y sentir\u00e9is el bienestar de vuestro esp\u00edritu.
Las bienaventuranzas que he proclamado las ten\u00e9is ya en esta tierra si hac\u00e9is la Voluntad de vuestro Padre. Despu\u00e9s, en el Cielo, ser\u00e1n setenta veces mayores porque entonces nada obstaculizar\u00e1 vuestro fundirse en Dios\u00bb.<\/p>
19 de septiembre<\/p>
Ayer por la noche: 18 de septiembre, sufr\u00eda terriblemente. Llevaba todo el d\u00eda sufriendo as\u00ed y estaba agotada. Cada respiro, cada movimiento, incluso peque\u00f1o, me era penos\u00edsimo y me obligaba a lamentarme, yo que no me lamento nunca. Despu\u00e9s toser… hubiera preferido una fusilada a un golpe de tos.
A la hora de la cena, es decir de las 20 a las 21 horas, mientras me hab\u00eda quedado sola, mi vista mental fue beatificada por la visi\u00f3n de Mar\u00eda Stma. Intento describ\u00edrsela. Pero \u00bfc\u00f3mo hacer para mostrarle su belleza y sus colores?
Est\u00e1 vestida de blanco: una t\u00fanica cerrada a la altura del cuello, como si estuviera rizada, porque veo que sobre el pecho la tela forma delicados pliegues que modelan castamente las<\/p>
formas de Mar\u00eda. Las mangas son m\u00e1s bien estrechas y largas hasta la mu\u00f1eca. En la cintura un cintur\u00f3n mantiene recogido el vestido. Pero no es de oro ni de plata. Parece un cord\u00f3n de seda, del mismo color y brillo del vestido. No tiene lazos, no desciende sobre el vestido. Solamente la ci\u00f1e.
Sobre la cabeza un manto de la misma tela, ligera pero no velada, que el vestido. Desciende a lo largo de las mejillas de Mar\u00eda, se acerca al cuello como si tuviera un broche. Pero un largo broche, porque veo la garganta candid\u00edsima de Mar\u00eda. En fin est\u00e1 apoyado en los hombros y desciende a lo largo del brazo y los costados hasta el suelo.
Pero \u00bfc\u00f3mo lograr explicarle el resplandor de ese candid\u00edsimo y . sencill\u00edsimo vestido? La nieve es gris y opaca, el lirio es a\u00fan menos hermoso. Parece plata hecha tela, tanto resplandece su blancura. \u00a1Oh! \u00a1impotencia de la palabra para describir la luz! \u00a1S\u00f3lo en el Cielo, y para revestir a Mar\u00eda, puede existir esa tela de un blanco fulgurante, diamantado, nacarado, opalino, que es una gema sin ser gema ni conocer la alianza de las gemas para resplandecer as\u00ed!
Veo el \u00f3valo, m\u00e1s bien redondo, del rostro de Mar\u00eda. De un color marfil como esos p\u00e9talos de magnolia, de igual color que el de su Hijo, distinto en la forma que en Jes\u00fas es m\u00e1s alargada y delgada. Sobre el rostro de flor s\u00f3lo los labios y las cejas fin\u00edsimas, ligeramente oscuras, ponen un color.
Los ojos, no abiertos, sino con los p\u00e1rpados entreabiertos, tienen la misma mirada del Hijo, y tienen el color azul de los de Jes\u00fas, pero m\u00e1s p\u00e1lido. Siempre para poner una comparaci\u00f3n humana, podr\u00eda decir que Jes\u00fas tiene los ojos de zafiro y Mar\u00eda de turquesa. La mirada seria y melanc\u00f3lica de Jes\u00fas es en Mar\u00eda de una melancol\u00eda pero unida a la sonrisa: la sonrisa buena de quien est\u00e1 afligido, pero quiere consolar y estimular al mismo tiempo.
Los cabellos son del color del grano maduro u oro cequ\u00ed, si le gusta m\u00e1s, con tendencia al rubio rojizo, pero m\u00e1s rubios que rojizos, mientras en Jes\u00fas hay m\u00e1s tendencia al rubio cobre.
Las manos largas y sutiles, con los dedos muy largos y ahusados, salen de las mangas estrechas con su mu\u00f1eca delicada y blanqu\u00edsima. Son dos p\u00e9talos de magnolia unidos en oraci\u00f3n. Me parecen que deben oler a flor, tanto es el aspecto que tienen de flor en capullo.
Ning\u00fan collar, absolutamente ninguno. Toda Mar\u00eda es Gema de una luminosidad de alabastro, mejor de \u00f3palo iluminado interiormente por una llama. Su cuerpo glorificado emana luz, una dulc\u00edsima luz que me hace pensar precisamente en una l\u00e1mpara ardiente ante el Sagrario: una l\u00e1mpara de c\u00e1ndido alabastro o, repito, de \u00f3palo.
No veo los pies porque la t\u00fanica es tan larga que los cubre. He aqu\u00ed descrita nuestra Madre.
Me ha hecho y me hace compa\u00f1\u00eda y me parece que todo a mi alrededor se haga luminoso y virginal, y luz y pureza me descienden en el coraz\u00f3n y con ellas un gozo que me hace llorar de beatitud.
Creo que si Mar\u00eda dijese tan s\u00f3lo una palabra mi alma desfallecer\u00eda en el \u00e9xtasis, porque s\u00f3lo un hilo me detiene de caer en \u00e9l, y esto s\u00f3lo por ver a la Bendita y sentirme besada por su sonrisa y por su mirada.
Ya es noche y digo a Jes\u00fas: \u00abSe\u00f1or, \u00bfno dices nada hoy?\u00bb.
\u00c9l responde que mi lecci\u00f3n hoy me la da Mar\u00eda y que contemplarla a Ella no necesita otras palabras. En efecto el s\u00f3lo verla ense\u00f1a la belleza de la pureza, de la oraci\u00f3n y del silencio. Tres grandes cosas muy poco y malamente practicadas.
En medio de mi dolor f\u00edsico y moral me encuentro en la alegr\u00eda, porque la luz de la m\u00e1s bella Estrella, de Mar\u00eda, resplandece sobre m\u00ed y me ha sido dado mirarla.<\/p>
M\u00e1s tarde…
… Y Mar\u00eda me dice sin hablar que me ense\u00f1a otra cosa: a ver, incluso en los enemigos, hijos suyos. Tambi\u00e9n por ellos Ella ha dado a su Hijo y los ha aceptado por hijos como nos ha aceptado a nosotros. Me hace entender que mirar a \u00e9stos con hast\u00edo es causarle dolor a Ella y hacerse distintos de Ella que mir\u00f3 con amorosa compasi\u00f3n a los que crucificaron al Hijo y a los que traspasaron su Coraz\u00f3n inmaculado.<\/p>
20 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfSabes por qu\u00e9 te he elegido? Porque eres una miseria, y est\u00e1s convencida de serlo, y porque est\u00e1s animada por el amor.
Yo voy buscando humildad y amor para depositar mis palabras y mis gracias y para hacer resplandecer mis misericordias, ya que el mundo necesita siempre pruebas de la misericordia para conservar un m\u00ednimo de amor y de fe en M\u00ed.
Si la futura formaci\u00f3n de la Iglesia y el afirmarse del Cristianismo en el mundo hubieran dado los frutos que el primer florecimiento hac\u00eda esperar, no hubiera habido necesidad de nada m\u00e1s.
Yo hab\u00eda dado a los creyentes en M\u00ed todo cuanto les era necesario para crecer cada vez m\u00e1s en la Fe y en mi Doctrina. Y lo hab\u00eda dado en forma perfecta como Yo s\u00f3lo, el Perfect\u00edsimo, pod\u00eda darla. Ahora ha sucedido no que cuanto os he dado ha perdido con el tiempo su eficacia, sino que se ha menoscabado en vosotros la facultad de comprender. Se ha menoscabado porque hab\u00e9is ofuscado vuestra vista espiritual con el humo de las humanas soberbias, vuestro o\u00eddo espiritual con el ruido de demasiadas palabras humanas, vuestro gusto espiritual con el sabor de tanta corrupci\u00f3n, vuestro tacto espiritual con el abuso de demasiados contactos carnales, vuestro olfato espiritual con vuestra perversi\u00f3n que os empuja a preferir lo que est\u00e1 podrido a lo que es puro. Se ha menoscabado porque hab\u00e9is aplastado vuestro esp\u00edritu bajo las piedras del sentido, de la carne, de la soberbia, del mal de mil formas. \u00ab
Hab\u00eda hecho manar de los Cielos -mejor, de mi Coraz\u00f3n que os ama- mi Doctrina, como un reguero de agua destinado a regar las flores de vuestras almas, pero vosotros hab\u00e9is lanzado en \u00e9l piedras y escombros, subdividi\u00e9ndolo en mil y mil hilos de agua que han terminado perdi\u00e9ndose sin aprovechamiento para vosotros, cristianos que m\u00e1s o menos hab\u00e9is renegado a Cristo.
Y adem\u00e1s, las herej\u00edas evidentes han hecho desaparecer muchas venas que, partiendo de mi Coraz\u00f3n, descend\u00edan a nutrir el organismo de la Iglesia Una, Cat\u00f3lica, Romana, Universal, y gran parte del organismo se ha vuelto un miembro paralizado, muerto a la vida, destinado a llevar c\u00e9lulas gangrenosas.
Pero las peque\u00f1as herej\u00edas individuales est\u00e1n -\u00a1y cu\u00e1ntas!-repartidas en el n\u00facleo de los cat\u00f3licos. Y son las m\u00e1s perniciosas, las m\u00e1s condenadas. Porque -pi\u00e9nsalo bien- porque, si a distancia de a\u00f1os y siglos es condenable hasta un, cierto punto el protestante, de cualquier iglesia que sea, el ortodoxo, el oriental, el cual sigue con fe lo que sus antepasados le han dejado como Fe verdadera, no es perdonable el viviente bajo el signo de la Iglesia de Roma que se crea la herej\u00eda particular de su sensualidad del sentido, de la mente, y del coraz\u00f3n.
\u00a1Cu\u00e1ntos pactos con el Mal! \u00a1Cu\u00e1ntos! Y que Yo veo y condeno. De todo se preocupan los noventa cent\u00e9simos de los cat\u00f3licos, de todo menos de la vida en y por mi Fe. Y entonces Yo intervengo. Intervengo con la ense\u00f1anza directa que sustituye, con sus luces y sus llamas, a tantos p\u00falpitos demasiado helados y demasiado oscuros. Intervengo para ser el Maestro en<\/p>
el lugar de los maestros que prefieren cultivar sus intereses materiales a vuestros intereses espirituales y sobre todo m\u00edos. Porque he confiado a ellos los talentos vivos que sois vosotros, almas que he comprado con mi Sangre, vi\u00f1as y graneros de Cristo Redentor, no para que los dejasen inactivos e incultivados, sino para que se consumaran a s\u00ed mismo en el hacerlos producir y fructificar.
Pues bien, Mar\u00eda. \u00bfSabes quienes son los m\u00e1s tard\u00edos en aceptar esta ayuda que doy para reparar los da\u00f1os de la inanici\u00f3n espiritual por la que los cat\u00f3licos mor\u00eds? Son justamente mis sacerdotes. Las pobres almas esparcidas en el laicado cat\u00f3lico acogen con devoci\u00f3n este pan que Yo parto para las turbas esparcidas en el desierto porque tengo compasi\u00f3n de ellas que desfallecen. Pero los doctores de la doctrina no.
Por otra parte es l\u00f3gico. Como hace 20 siglos, mi Palabra que os acaricia, pobres almas, es reproche hacia ellos que os han dejado empobrecer. Y el reproche pesa siempre, aunque sea justo. Pero ahora, como hace 20 siglos, no puedo sino repetirles: \u00ab\u00a1Ah de vosotros, doctores de la Ley que hab\u00e9is usurpado la llave de la ciencia y no hab\u00e9is entrado vosotros y hab\u00e9is puesto obst\u00e1culos a los que entraban!\u00bb.
Aquellos que no han entrado porque vosotros hab\u00e9is obstruido el camino con vuestras mezquindades y escandalizado los corazones, que os miraban como maestros, porque os han visto m\u00e1s indiferentes que ellos mismos ante las Verdades eternas, ser\u00e1n juzgados con piedad.
Mas vosotros, vosotros que hab\u00e9is preferido el dinero, los honores, las comodidades, el provecho de vuestros familiares a la misi\u00f3n de ser los \u00abmaestros\u00bb en nombre y para dar continuidad al Cristo docente; mas vosotros que sois tan severos hacia vuestros hermanos, pretendiendo que den aquello que vosotros no dais y fructifiquen lo que vosotros no hab\u00e9is sembrado en ellos, mientras sois tan indulgentes con vosotros mismos; mas vosotros que no cre\u00e9is en mis manifestaciones provocadas, en el fondo, por vosotros, porque si vengo a amaestrar a los corazones esparcidos por el mundo es para reparar los destrozos provocados por vosotros, y observad que vengo m\u00e1s cuanto m\u00e1s los tiempos se cargan de herej\u00edas, tambi\u00e9n en el interior de mi Iglesia; mas vosotros que os burl\u00e1is y persegu\u00eds a mis portavoces y los insult\u00e1is llam\u00e1ndoles \u00ablocos\u00bb y \u00abpose\u00eddos\u00bb, como vuestros lejanos antepasados me llamaron a M\u00ed; mas vosotros ser\u00e9is tratados con severidad.
Purificaos los sentidos del alma con el fuego del amor y de la penitencia, y me oir\u00e9is, ver\u00e9is, gustar\u00e9is, oler\u00e9is, me sentir\u00e9is en las palabras que digo a los humildes, y que callo para vosotros soberbios, porque s\u00f3lo quien tiene un coraz\u00f3n de ni\u00f1o entrar\u00e1 en mi reino, y s\u00f3lo a los peque\u00f1os revelo los secretos del Rey, porque el m\u00e1s grande entre vosotros cat\u00f3licos no es quien se reviste con vestiduras de autoridad, sino el que viene a M\u00ed con coraz\u00f3n puro, confiado como un ni\u00f1o, amoroso como una criatura hacia la mam\u00e1 que lo nutre.
\u00a1Bienaventurados los peque\u00f1os! Yo les har\u00e9 grandes en el Cielo\u00bb.<\/p>
22 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abDe mi Evangelio sale una ense\u00f1anza para vosotros, humanos tan divididos por el odio. Ayer te he dejado tranquila para darte tiempo de cambiar el pensamiento y la mirada –
tambi\u00e9n esto, s\u00ed, porque hay miradas culpables por el odio que las colma como y m\u00e1s que cada palabra- filtrando los movimientos de tu coraz\u00f3n a trav\u00e9s de la ense\u00f1anza dulc\u00edsima de Mar\u00eda.
Las tempestades que perturban un lago no se calman de golpe y sobre todo, calm\u00e1ndose,<\/p>
no restituyen inmediatamente a las aguas el aspecto anterior. Lo turbio permanece por alg\u00fan tiempo corrompiendo color y limpieza de las aguas y s\u00f3lo cuando las olas se han calmado totalmente, hasta en la profundidad, el agua se aclara y se vuelve azul y serena como el cielo. Es lo mismo cuando el odio se lanza en un coraz\u00f3n con su viento de infierno. Se necesita tiempo para que el alma se depure de su t\u00f3xico anticristiano.
Considera, Mar\u00eda, que Yo comprendo que bajo determinados agentes dolorosos es humano que surja el odio. Pero vosotros no sois solamente humanos. M\u00e1s bien la humanidad es fase transitoria de vuestra vida, mientras que lo sobrehumano es lo que no conoce brevedad, porque desde el momento en el que sois creados por el Padre vosotros exist\u00eds y existir\u00e9is siempre, en luz o en tinieblas, dependiendo de vuestro actuar sobre la tierra, no hasta el fin del mundo, sino en la eternidad que no tiene fin.
\u00a1La tierra! La larga, diez y diez y diez veces milenaria vida de la tierra cristiana y la siete veces milenaria vida de la Tierra, planeta creado por el Padre, \u00bfqu\u00e9 es en mi tiempo? un instante de eternidad.
Ayer te estabas purificando y te he dejado sumergida en este trabajo necesario para todos y especialmente para mis dilecto s porque Yo no puedo permanecer donde hay odio. Recu\u00e9rdalo siempre. Aunque fuera el m\u00e1s humanamente justo y comprensible de los odios. Y ahora hablo para ti y para todos.
La ense\u00f1anza de la que te hablo y que os da mi Evangelio, y que vosotros poco o nada medit\u00e1is, es ense\u00f1anza de alta caridad. Tres son los episodios que os la dan. Est\u00e1n explicados de otras maneras, pero Yo, en esta hora de odio entre las razas del mundo, os la explico a mi modo: el modo que os ser\u00eda tan necesario meditar para salir de este pi\u00e9lago de infierno en el que hab\u00e9is transformado la tierra.
El centuri\u00f3n que implora por su siervo paralizado, la mujer cananea cuya respuesta es grito de enorme confianza, la mujer de Poncio Pilato. Tres gentiles, tres fuera de la Ley del Padre. Pero entre los hijos de Abrah\u00e1n, porque entre los vivientes en la Ley dada por el Se\u00f1or a su Profeta entre los fulgores del Sina\u00ed, \u00bfqui\u00e9n ten\u00eda un coraz\u00f3n semejante a estos tres corazones? Han tenido m\u00e1s fe en M\u00ed que mis compatriotas, a la luz de esta fe han reconocido quien soy, y su creer no ha quedado sin premio.
Ahora quiero que esto os persuada de que en todas las razas, en todas las naciones, existen buenos, desconocidos hijos de Dios, porque es hijo m\u00edo quien cree en M\u00ed y me busca con pureza de coraz\u00f3n. Ni siquiera en Israel hab\u00eda encontrado tanta fe cuanta encontr\u00e9 en estos tres corazones venidos a M\u00ed sin que Yo les hubiera llamado materialmente. Y como estos remotos, \u00a1cu\u00e1ntos hay entre los vivientes!
No juzgu\u00e9is, hijos, y no despreci\u00e9is. Solamente amad, amad a todos; ten\u00e9is un \u00fanico Padre Creador, record\u00e1oslo, por ello sois hermanos entre vosotros. Un \u00fanico polvo os ha compuesto y un \u00fanico soplo os ha animado.
\u00bfPor qu\u00e9, entonces, tanto odio el uno hacia el otro? No se\u00e1is duros hacia los hermanos. Mirad a Jes\u00fas, el Maestro que no falla y que no ha rechazado al centuri\u00f3n pagano y a la cananea, juzgada en Israel, una leprosa del alma.
Cuidad que no sea Dios quien os juzgue tales a vosotros, corrompidos como est\u00e1is de crueldad, de fraude, de lujuria y de soberbia. Limpiaos en el fuego del amor. \u00c9l es agua bendita que vuelve el alma nuevamente blanca y es toque que abre vuestros ciegos ojos, y vuestros o\u00eddos tapados, que vivifica vuestro \u00e1nimo paralizado y os hace capaces de entender lo que el Divino Esp\u00edritu dice a vuestro esp\u00edritu necesitado de tanta luz y de tanto perd\u00f3n\u00bb.<\/p>
23 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abVuelvo a una de las notas dominantes de mi hablar. Dos son las notas dominantes, Mar\u00eda. Necesidad del amor: la primera. Necesidad de la penitencia: la segunda.
Verdaderamente el Dios Uno y Trino -que os cre\u00f3 d\u00e1ndoos un reino en el que todos eran vuestros s\u00fabditos, de donde el dolor estaba desterrado y la muerte no hubiera existido para truncar entre los estremecimientos de los moribundos y los gemidos de los supervivientes las vidas de los m\u00e1s queridos, sino s\u00f3lo una dormici\u00f3n, como la de Mar\u00eda, para atravesar, entre las apacibles nieblas de un sue\u00f1o inocente, las puertas que se abr\u00edan tan f\u00e1cilmente sobre el para\u00edso terrestre para inundado de la luz del Para\u00edso m\u00e1s alto y de la voz paterna del Se\u00f1or, que ten\u00eda la alegr\u00eda de estar con los hijos- verdaderamente vuestro Dios os hab\u00eda puesto s\u00f3lo una necesidad: la del amor. Amor de hijos al Padre, amor de s\u00fabditos al Rey, amor de creados a Dios Creador.
Y si no hubierais corro\u00eddo con el \u00e1cido de la culpa las ra\u00edces del amor, \u00e9ste hubiera crecido potente en vosotros, sin costaros alguna fatiga. No fatiga, sino alegr\u00eda para vosotros, sino necesidad que da alivio cuando se explica, as\u00ed como el respiro lo es para vosotros. Y en efecto el amor estaba destinado a ser el respiro de vuestro esp\u00edritu, la sangre de vuestro esp\u00edritu.
Despu\u00e9s ha venido la culpa \u00a1Oh! \u00a1el destrozo de la culpa! Vosotros que os horroriz\u00e1is por las ruinas de vuestros edificios, de vuestros templos, de vuestros puentes, de vuestras ciudades, y maldec\u00eds los explosivos que lo destrozan, pulverizan y lesionan todo, \u00bfno pens\u00e1is qu\u00e9 destrozo ha producido la culpa en el hombre? En el hombre, la obra m\u00e1s perfecta de la creaci\u00f3n, porque no fue hecha por mano humana, sino por la Inteligencia eterna que, dir\u00e9 as\u00ed, os ha fundido, metal sin escorias, en su misma forma y os ha sacado hechos a su imagen y semejanza, tan bellos y puros que el ojo de Dios se alegr\u00f3 ante su obra y se estremecieron los cielos de admiraci\u00f3n y la Tierra cant\u00f3 con voz alt\u00edsima, en medio de la armon\u00eda de las esferas, por la gloria de ser el planeta que, en los or\u00edgenes del Universo, se hac\u00eda inmenso palacio del rey-hombre, hijo de Dios.
La culpa, m\u00e1s nefasta que toda dinamita, ha alterado las ra\u00edces del hombre. Y \u00bfsabes d\u00f3nde estaban \u00e9stas? En el pensamiento de Dios, que hab\u00eda hecho al hombre 117.
La culpa ha alterado, en las ra\u00edces del hombre, ese compuesto perfecto de carne y esp\u00edritu, de carne que no era distinta, en los movimientos del sentimiento, del esp\u00edritu, siendo s\u00f3lo m\u00e1s pesada que \u00e9ste pero no contraria a \u00e9l y mucho menos enemiga; de esp\u00edritu no prisionero, y prisionero oprimido en la c\u00e1rcel de la carne, sino de esp\u00edritu gozoso en la carne d\u00f3cil que conduc\u00eda a Dios porque, mol\u00e9cula del esp\u00edritu de Dios, era atra\u00eddo hacia Dios, como por un im\u00e1n divino, mediante las relaciones de amor entre el Creador: el Todo, y el esp\u00edritu: la parte 118.
La culpa ha alterado aquel armonioso entorno que Dios hab\u00eda puesto alrededor de su hijo para que fuera rey, y rey feliz.
Ca\u00eddo el amor del hombre hacia Dios, cae el amor de la Tierra hacia el hombre. La crueldad se desencaden\u00f3 sobre la Tierra entre los inferiores, entre los inferiores y el hombre, y, horror de los horrores, entre el hombre y el hombre. Aquella sangre, que deb\u00eda ser s\u00f3lo ardor de amor de Dios, se hizo ardor de odio y ferment\u00f3 y gote\u00f3, contaminando el altar de la Tierra sobre el que Dios hab\u00eda puesto a sus primeros para que lo amaran am\u00e1ndose, y ense\u00f1aran el amor a los futuros: \u00fanico rito que Dios quer\u00eda de vosotros.
He aqu\u00ed entonces que naci\u00f3 una planta de la semilla de la culpa; y fue una planta de fruto<\/p>
117 Hab\u00eda hecho al hombre es construcci\u00f3n del editor de el hombre hab\u00eda hecho, a lo que exactamente sigue, quiz\u00e1 por mano del Padre Migliorini, la siguiente anotaci\u00f3n a l\u00e1piz: (El pensamiento de Dios ha hecho al hombre)
118 En el sentido explicado en el dictado del 17 de agosto<\/p>
amargo y de punzantes ramas: el dolor.
Primeramente el dolor sufrido como el hombre lo pod\u00eda sufrir en su embrional espiritualidad contaminada: un dolor animal hecho de los primeros dolores de la mujer y de las primeras heridas causadas a la carne hermana, un dolor cruel de aullidos y maldiciones, semilla siempre de nuevas venganzas. Despu\u00e9s, refin\u00e1ndose en la crueldad pero no en el m\u00e9rito, tambi\u00e9n el dolor se desarroll\u00f3 haci\u00e9ndose m\u00e1s amplio y complicado.
Yo he venido a santificar el dolor, sufriendo el Dolor por vosotros y fundiendo vuestros dolores relativos con el m\u00edo infinito, dando as\u00ed m\u00e9rito al dolor.
Yo he venido a confirmar con mi Vida y mi Muerte la advertencia dada numerosas veces por los Profetas: lo que pide Dios para perdonar y bendecir a sus hijos, cada vez m\u00e1s y m\u00e1s culpables, no es la circuncisi\u00f3n material sino la circuncisi\u00f3n de los corazones, de vuestros sentimientos, de vuestros est\u00edmulos que el germen del pecado original vuelve siempre est\u00edmulos de carne y sangre o de la m\u00e1s alta lujuria: la de la mente.
Es ah\u00ed, hijos, donde deb\u00e9is trabajar con hierro y fuego para se\u00f1alar vuestra alma con el signo que salva: el de Dios. Es ah\u00ed, no con el hierro y el fuego de vuestras leyes crueles y de vuestras guerras malditas. Es ah\u00ed: en el lugar donde se forman las leyes y las guerras del hombre, porque es in\u00fatil decir lo contrario. Si vivierais en el signo del Se\u00f1or, circuncidados espiritualmente para quitar lo que lleva toda suerte de impurezas, no ser\u00edais los que sois: insensatos, por no decir fieras. Y; n\u00f3talo, en poco se diferencian las fieras y los insensatos, porque en ninguno de ellos est\u00e1 la raz\u00f3n, o sea lo que Dios ha puesto en el hombre para hacerle rey sobre todos los seres de la tierra.
Dos son las necesidades del hombre: el amor y el dolor. El amor que os impide cometer el mal. El dolor que repara el mal.
\u00c9sta es la ciencia que hay que aprender: saber amar y saber sufrir. Pero no sab\u00e9is amar y no sab\u00e9is sufrir: sab\u00e9is hacer sufrir, pero esto no es amor, es, m\u00e1s bien, odio.
\u00bfPor qu\u00e9 sois sabios en el mal y tan ignorantes en el bien? \u00bfPor qu\u00e9? \u00bfNo os saci\u00e1is nunca de odio y crueldad? \u00bfY quer\u00e9is que Dios os perdone?
Volved al amor, hijos, y sabed soportar el dolor. Que si no sois tan hijos m\u00edos como para saber querer el dolor para expiar el pecado de los dem\u00e1s, como Yo supe y quise, sed al menos hijos hasta el punto de no maldecirme por el dolor que vosotros hab\u00e9is generado y del que me acus\u00e1is.
\u00a1Abajo vuestra necia soberbia! Aprended del publicano a reconocer que sois indignos, que os hab\u00e9is hecho indignos de vivir bajo la Mirada que es protecci\u00f3n. Arrojad lejos de vosotros la vana sed de la tierra y acercaos a la Fuente de Vida que fluye para vosotros desde hace veinte siglos. Injertaos la Vida en los corazones que mueren engangrenados en el pecado o consumidos en la indiferencia.
Llamadme a vuestros sepulcros. Soy el Cristo, el Resucitador. S\u00f3lo pido que me llam\u00e9is para acudir y decir: \u00abSal fuera\u00bb. Fuera de la muerte. Fuera del mal. Fuera del ego\u00edsmo, fuera de la lujuria, fuera del odio maldito que os consume sin alegraros. Fuera de lo que es horror para entrar en M\u00ed, para entrar conmigo en la Luz, para renacer en el Amor, para conocer la verdadera Ciencia, para conseguir la Paz y la Vida, que siendo m\u00edas tienen de M\u00ed la eterni- dad\u00bb 119.<\/p>
24 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:<\/p>
119 La escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: Jerem\u00edas cap. 4\u00b0 v. 4 y v. 22<\/p>
\u00abAnimo, Mar\u00eda. Piensa que sufres los dolores de mi agon\u00eda. Tambi\u00e9n Yo ten\u00eda muy mal los pulmones y el diafragma, y cada respiro, cada movimiento, cada latido, era un dolor a\u00f1adido al dolor. Y no estaba como t\u00fa sobre una cama, sino cargado de un peso y por calles en cuesta. Y despu\u00e9s suspendido, bajo el sol, con tanta fiebre que me golpeaba en las venas como si fueran infinitos martillos.
Pero no eran \u00e9stos los dolores m\u00e1s graves. La que me era m\u00e1s tormentosa era la agon\u00eda del coraz\u00f3n y del esp\u00edritu. Y mucho m\u00e1s tormentosa, despu\u00e9s, la certeza de que para millones de hombres mi sufrimiento era in\u00fatil. No obstante esta certeza no ha disminuido en un \u00e1tomo mi voluntad de sufrir por vosotros.
\u00a1Oh! \u00a1dulce sufrir, Mar\u00eda, porque ofrecido para reparaci\u00f3n al Padre y por vuestra salvaci\u00f3n! Saber que aquel signo que hab\u00eda quedado sobre vosotros, ofensa, que hubiera sido eterna, de la raza humana a Dios, era lavada con mi Sangre, y que mi morir os daba de nuevo la Vida. Saber que, pasada la hora de la Justicia, el Amor os habr\u00eda mirado a trav\u00e9s de M\u00ed, Inmolado, con amor. Todo esto injertaba una vena de b\u00e1lsamo en el oc\u00e9ano de una amargura tal que a su lado es poco menos que nada la mayor de las amarguras padecidas sobre la tierra desde que el hombre existe, porque sobre M\u00ed pesaban las culpas de toda una humanidad y la ira divina.
He dicho: \u00abSed semejantes a M\u00ed que soy manso y humilde de coraz\u00f3n\u00bb. Lo he dicho a todos porque sab\u00eda que en esta imitaci\u00f3n estaba la llave de vuestra felicidad sobre esta tierra y en el Cielo.
Ten\u00e9is todas las calamidades que ten\u00e9is, porque no sois mansos y no sois humildes. Ni en las familias, ni en vuestras ocupaciones y profesiones, ni en el \u00e1mbito m\u00e1s amplio de las Naciones. La soberbia y la ira os dominan y generan tantos de vuestros delitos.
El tercer agente de delitos es vuestra lujuria; esto os parece individual, pero \u00e9ste y los dos primeros implican a muchos, muchos y muchos individuos, continentes enteros, tales que trastocan la Tierra, s\u00f3lo con haber alcanzado la perfecci\u00f3n del mal en el alma de unos pocos hijos de Satan\u00e1s, que le obedecen para colmar de mies malditas los graneros de su padre.
Y en verdad os digo que ahora es un momento en el que, por orden del padre de la mentira, sus hijos siembran entre las almas, que estaban creadas por M\u00ed y que in\u00fatilmente he fertilizado con mi Sangre. Mies m\u00e1s abundantes de cuanto pudiera concebir toda diab\u00f3lica esperanza, y los Cielos se estremecen por el llanto del Redentor que ve la destrucci\u00f3n de los dos tercios del mundo de los cristianos. Y decir dos tercios es todav\u00eda poco.
He dicho a todos: \u00abSed mansos y humildes de coraz\u00f3n para ser semejantes a M\u00ed\u00bb. Pero a mis benditos, amad\u00edsimos hijos, a los predilectos de mi coraz\u00f3n, a mis peque\u00f1os redentores, cuyo sacrificio que mana gota a gota da continuidad al fluir del manantial redentor que brota de mi Cuerpo desangrado, Yo digo, y lo digo estrech\u00e1ndoles al Coraz\u00f3n y bes\u00e1ndoles en la frente: \u00abSed semejantes a M\u00ed que fui generoso en el sufrimiento por el gran amor que todo me infund\u00eda\u00bb.
M\u00e1s se ama y m\u00e1s se es generoso, Mar\u00eda. Sube. Toca la cumbre. Yo te espero en la cima para llevarte conmigo al Reino del Amor\u00bb.<\/p>
25 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPuede causarte asombro el que te hable a ti, que eres c\u00e9libe, de este tema. Pero t\u00fa no eres sino la \u00abportavoz\u00bb y por ello debes sujetarte a transmitir cualquier cosa. Lo que digo ahora sirve a los dem\u00e1s. Sirve para corregir uno y m\u00e1s errores, cada vez m\u00e1s arraigados en el mundo.<\/p>
El mundo se divide en dos grandes categor\u00edas. La primera, que es ampl\u00edsima, es la de los sin escr\u00fapulos de ninguna clase: ni humanos ni espirituales. La segunda es la de los piadosos, la cual, sin embargo, se subdivide en otras dos clases: la de los justamente pia- dosos y la de los peque\u00f1amente piadosos. Hablo a la primera gran categor\u00eda y a la segunda clase de la segunda categor\u00eda.
El matrimonio no est\u00e1 condenado por Dios, tanto es as\u00ed que Yo he hecho de \u00e9l un sacramento. Y aqu\u00ed no hablo ni siquiera del matrimonio como sacramento, sino del matrimonio como enlace, como Dios Creador lo ha hecho creando hombre y mujer para que se unieran formando una sola carne, que una vez unida ninguna fuerza humana puede separar, ni debe separar.
Yo, viendo vuestra dureza de coraz\u00f3n, cada vez m\u00e1s dureza, he cambiado el precepto de Mois\u00e9s sustituy\u00e9ndole con el sacramento. El fin de mi acto era ayudar a vuestra alma de c\u00f3nyuges contra vuestra carnalidad de animales y un freno contra vuestra il\u00edcita facilidad de repudiar lo que antes hab\u00e9is elegido para pasar a nuevos c\u00f3nyuges il\u00edcitos, con da\u00f1o de vuestras almas y de las almas de vuestras criaturas.
Se equivoca tanto quien se escandaliza de una ley creada por Dios para perpetuar el milagro de la creaci\u00f3n -y generalmente \u00e9stos no son los m\u00e1s castos sino los m\u00e1s hip\u00f3critas, porque los castos no ven en el enlace sino la santidad del fin, mientras que los otros piensan en la materialidad del acto- como quien con ligereza culpable cree poder sobrepasar impunemente mi prohibici\u00f3n de pasar a nuevos amores, cuando el primero no ha sido deshecho por la muerte.
Ad\u00faltero y maldito es ese viviente que separa una uni\u00f3n antes querida, por capricho de la carne o por intolerancia moral. Que si \u00e9l o ella dicen que el c\u00f3nyuge es ahora para ellos causa de peso y repugnancia, Yo digo que Dios ha dado al hombre reflexi\u00f3n e inteligencia para que la usen, y mucho m\u00e1s para que la usen en casos de tan grave importancia como es la formaci\u00f3n de una nueva familia; Yo digo a\u00fan que, si en un primer momento se ha errado por ligereza o por c\u00e1lculo, es necesario despu\u00e9s soportar las consecuencias para no crear mayores desgracias que recaen especialmente sobre el c\u00f3nyuge m\u00e1s bueno y sobre los inocentes, llevados a sufrir m\u00e1s de lo que la vida conlleva, y a juzgar a los que Yo he hecho injuzgables por precepto: el padre y la madre. Digo en fin que la virtud del sacramento, si fuerais verdaderos cristianos y no los bastardos que sois, deber\u00eda actuar en vosotros, c\u00f3nyuges, para hacer de vosotros un alma sola que se ama en una carne sola y no dos fieras que se odian atadas a una misma cadena.
Ad\u00faltero y maldito es ese viviente que con enga\u00f1o obsceno tiene dos o m\u00e1s vidas conyugales y vuelve al lado del otro c\u00f3nyuge y al lado de los inocentes con la fiebre del pecado en la sangre y el olor del vicio sobre los labios mentirosos.
Nada os hace l\u00edcito ser ad\u00falteros. Nada. Ni el abandono o la enfermedad del c\u00f3nyuge; y mucho menos su car\u00e1cter m\u00e1s o menos odioso. La mayor\u00eda de las veces es vuestro ser lujuriosos lo que os hace ver odioso al compa\u00f1ero o compa\u00f1era. Lo quer\u00e9is ver tal para justificar ante vosotros mismos vuestro vergonzoso obrar que la conciencia os reprocha.
Yo he dicho, y no cambio mi decir, que es ad\u00faltero no s\u00f3lo quien consuma el adulterio, sino quien desea consumarlo en su coraz\u00f3n porque mira con hambre de sentidos a la mujer o al hombre no suyo.
Yo he dicho, y no cambio mi decir, que es ad\u00faltero quien con su modo de actuar pone en condiciones de ser a su vez ad\u00faltero el otro c\u00f3nyuge. Dos veces ad\u00faltero, responder\u00e1 por su alma perdida y por la que ha llevado a perderse con su indiferencia, descuido, villan\u00eda e infidelidad.
A todos \u00e9stos incumbe la maldici\u00f3n de Dios, y no cre\u00e1is que esto sea un modo de hablar.<\/p>
El mundo se quiebra en ruinas porque antes se han arruinado las familias. El r\u00edo de sangre que os sumerge ha tenido los diques de contenci\u00f3n resquebrajados por vuestros vicios singulares que han empujado a gobernantes m\u00e1s o menos grandes -de los jefes de estado a los jefes de pueblecitos- a ser ladrones y prepotentes para tener moneda y lustre para sus codicias.
Mirad la historia del mundo: est\u00e1 llena de ejemplos. La lujuria est\u00e1 siempre en la triple combinaci\u00f3n que provoca el surgir de vuestras ruinas. Han sido destruidos estados enteros, naciones desarraigadas del seno de la Iglesia, grietas seculares creadas para esc\u00e1ndalo y tormento de razas por el hambre de carne de los gobernantes.
Y es l\u00f3gico que sea as\u00ed. La codicia extingue la Luz del esp\u00edritu y mata la Gracia. Sin Gracia y sin Luz no os diferenci\u00e1is de las bestias y por eso comet\u00e9is acciones de bestias.
Hacedlas, si as\u00ed os gusta. Pero recordad, viciosos que profan\u00e1is las casas y los corazones de los hijos con vuestro pecar, que Yo veo y recuerdo y os espero. En la mirada de vuestro Dios, que amaba a los ni\u00f1os y ha creado para ellos la familia, ver\u00e9is una luz que no quisierais ver y que os fulminar\u00e1\u00bb 120.<\/p>
26 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHab\u00e9is le\u00eddo en mi Evangelio el envilecimiento del hijo pr\u00f3digo que ha malgastado en vicios las riquezas recibidas del padre y se reduce a cuidar cerdos. Pero \u00bfpens\u00e1is que esto sea la mayor bajeza?
En verdad os digo que si os fuera concedido subir a mi presencia con vuestro cuerpo y vuestros vestidos y uno de vosotros subiera, por la muerte que os lo lleva, con su vestido m\u00e1s sucio de porquero que muriendo hubiera ca\u00eddo en medio a la pocilga cubierta de sucie- dad, no causar\u00eda tanto asco a los celestes habitantes de mi Reino y no suscitar\u00eda mi indignaci\u00f3n cuanto lo hace el aparecer del alma de un apestado por los vicios carnales.
El primero tendr\u00eda una suciedad que desaparece y que no es juzgada con rigor: fruto de su penoso trabajo atrae, m\u00e1s bien, sobre el honesto mayoral la bendici\u00f3n divina. La segunda es una suciedad que no desaparece: lepra del alma, la ha cubierto de gangrenas f\u00e9tidas que la han corro\u00eddo sin l\u00edmite en el tiempo. Por los siglos de los siglos el vicioso impenitente tiene su alma digna de Satan\u00e1s.
Y cuando digo \u00abvicioso\u00bb no aludo solamente a ciertas formas de vicio que vosotros mismos juzg\u00e1is tales. Las juzg\u00e1is as\u00ed y de todas formas las practic\u00e1is porque sois necios que no sab\u00e9is reaccionar a los est\u00edmulos del mal. No ten\u00e9is en vosotros mi Fe. Si la tuvierais vencer\u00edais la carne. Pero no la ten\u00e9is y el sentido predomina sobre el alma. Cuando digo \u00abvicioso\u00bb aludo tambi\u00e9n a vuestros ocultos pecados de sentido, por los que hac\u00e9is del matrimonio una prostituci\u00f3n y destru\u00eds el motivo por el que fue creado.
Dios no hizo hombre y mujer para que llegaran a cansarse y sentir n\u00e1useas en sus vicios. Los ha hecho por una alt\u00edsima raz\u00f3n. Cuando ha dicho: \u00abHagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza y d\u00e9mosle una ayuda para que no est\u00e9 solo\u00bb, con su divino Pensamiento ha supuesto que adem\u00e1s de la parte espiritual e intelectiva, que os hace semejantes a Dios, fuerais semejantes a \u00c9l en el crear otras vidas. \u00bfOs dais cuenta de la sublime semejanza que os ha dado Dios? La de crear otras criaturas: creadores vosotros tambi\u00e9n, hombres y mujeres que os cas\u00e1is, creadores de hombres como el eterno Dios.
Y bien, \u00bfqu\u00e9 hab\u00e9is hecho con tal misi\u00f3n? Reneg\u00e1is contra la culpa de Eva, vosotras,<\/p>
120 La escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: S. Marcos cap. 10, v. 5-16<\/p>
mujeres, cuando sufr\u00eds; maldec\u00eds la culpa de Ad\u00e1n, vosotros, hombres, cuando trabaj\u00e1is. Pero la Serpiente \u00bfno est\u00e1 a\u00fan entre vosotros, en el interior de vuestras casas, y no os en- se\u00f1a con su rastrero y baboso abrazo y susurro la inmoralidad que os hace repudiar vuestra misi\u00f3n creadora? Y \u00bfno es vicio \u00e9ste de adherir al sentido hasta la n\u00e1usea y de negarse a la paternidad y a la maternidad?
Sed continentes si tem\u00e9is no tener vestidos y alimentos para los reci\u00e9n nacidos. La castidad no es exclusividad de los v\u00edrgenes. La virginidad es la m\u00e1xima esencia de la castidad, y est\u00e1 depositada en el coraz\u00f3n de los elegidos para seguir al Cordero y para hablar un lenguaje concedido s\u00f3lo a ellos. Pero si el candor de los v\u00edrgenes se ti\u00f1e con el fulgor que emanan el Verbo de Dios y la pur\u00edsima Madre del Verbo, la estola de los c\u00f3nyuges santos que supieron ser castos se dora con la luz que emana del m\u00e1s casto, bueno y santo de los c\u00f3nyuges: mi padre putativo que es ejemplo de todas las virtudes conyugales.
. Sed castos en el interior de vuestras casas como fuera de ellas. Pensad que para Dios nada hay escondido. Dejad a los hijos de Satan\u00e1s ciertos delitos ocultos. No se\u00e1is inferiores a las bestias que comprenden la belleza del procrear y que saben imponerse un freno cuando la estaci\u00f3n adversa negar\u00eda nutrici\u00f3n a sus peque\u00f1os.
Amaos y amadme pensando no en el peque\u00f1o d\u00eda de aqu\u00ed abajo, sino en el d\u00eda eterno, y haced que sea para vosotros de Luz plena.
Benditos desde ahora, c\u00f3nyuges, que sab\u00e9is ser santos y vivir en mi Ley. En vuestro hogar toman asiento los \u00e1ngeles y no reh\u00fasan velar vuestro reposo, porque nada de vosotros ofende a estos luminosos esp\u00edritus que ven mi rostro y, bienaventurados por su Luz, no pueden mirar lo que est\u00e1 en absoluta ant\u00edtesis con la Luz.
Y vosotros, c\u00f3nyuges que no sois tales, volved al recto camino. Vuestras riquezas no aumentar\u00e1n negando el surgimiento de una vida. \u00c9stas, como en una criba sin fondo, se escapar\u00e1n por mil regueros, porque otros vicios y pecados asaltar\u00e1n vuestros haberes y ser\u00e9is pobres en el mundo y en el Cielo por vuestra culpa.
Recordad mis mandamientos y mis palabras. A quien vive en Dios, Dios provee\u00bb.<\/p>
27 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHe dicho: \u00abSi permanec\u00e9is fieles a mi Palabra ser\u00e9is verdaderamente mis disc\u00edpulos, conocer\u00e9is la Verdad y la Verdad os har\u00e1 libres\u00bb.
Permanecer fieles a mi Palabra quiere decir ser fieles a Cristo, porque la Palabra del Padre es Jesucristo, vuestro Redentor. Por eso permaneciendo fieles a mi Palabra permanec\u00e9is fieles a nuestra eterna Trinidad, porque si am\u00e1is al Verbo am\u00e1is tambi\u00e9n su origen y am\u00e1ndole a \u00c9l am\u00e1is tambi\u00e9n al Esp\u00edritu Santo que, junto al Padre, ha provisto a enviar a Cristo a la tierra para daros la Doctrina de Vida y la Redenci\u00f3n.
He aqu\u00ed por qu\u00e9 no es verdadero fiel quien me ama pero no ama a mi Origen y no ama a mi Hacedor: el Amor; porque es el Amor quien ha generado Cristo a los vivientes, como el Padre ha generado el Hijo Verbo 121, es el Amor quien ha generado al hombre el Redentor uniendo las dos naturalezas divina y humana en un \u00fanico nudo de fuego del que ha venido al mundo la verdadera Luz.
Quien ama s\u00f3lo a Uno de la Trinidad Santa y no ama a los Otros Dos, no es un verdadero fiel y falta hacia la Caridad y la Fe. Faltando hacia la Fe falta tambi\u00e9n hacia la Verdad, porque pone en duda la Verdad que Yo he venido a traeros y se niega a conocerla poniendo un<\/p>
121 El Hijo- Verbo es lectura incierta en italiano. Podr\u00eda leerse tambi\u00e9n el Hijo, el Verbo<\/p>
impedimento a su inteligencia.
\u00bfC\u00f3mo lo pone? Rechazando a Dios. Porque Dios es Caridad, y quien tan poco conoce la caridad de ser incapaz de amar lo que Dios ha hecho y lo que Dios ha donado, \u00bfc\u00f3mo puede decir que est\u00e1 en Dios? Y si no est\u00e1 en Dios as\u00ed como un hijo en el seno del padre, \u00bfc\u00f3mo puede tener en s\u00ed la capacidad de entender el lenguaje sobrenatural del Padre?
\u00bfVeis como la esencia de la Fe sea como un c\u00edrculo maravilloso que no conoce interrupci\u00f3n y que os rodea con un \u00fanico abrazo vital? Pero si vosotros lo romp\u00e9is violentamente por soberbia de la mente, por dureza de coraz\u00f3n, por el peso de la carne, entonces presenta una laguna que ninguna raz\u00f3n humana es capaz de colmar.
Y pasa con vosotros lo que siempre sucede. Que precipit\u00e1is fuera en el abismo abierto por vuestra voluntad que no acepta con sencillez de ni\u00f1os lo que la Bondad os dice que cre\u00e1is, y en vuestro precipitar no os deten\u00e9is en el fango de la tierra. Ya ser\u00eda una culpa, porque hab\u00e9is sido hechos para el Cielo y no para ensuciar el alma con el fango de la tierra. Pero precipit\u00e1is m\u00e1s all\u00e1 de la tierra, en los reinos de Satan\u00e1s, porque quien vive separado de Dios, de su Palabra y de su Amor, mata en s\u00ed la Vida y su ser es alimento para el horrible fuego donde merodea el Odiador de Dios.
Creed tambi\u00e9n, hijos m\u00edos, que es suficiente rechazar una parte de Verdad para que en vosotros se produzca un caos. Que basta no acoger una verdad de mi doctrina para que se destroce todo el edificio de la Fe y encontraros como entre las ruinas de un edifico de- rrumbado, lleno de oquedades y de peligros.
\u00bfNo hace ahora el mundo moderno exactamente as\u00ed? \u00bfNo elige de mi decir lo que le resulta m\u00e1s c\u00f3modo y rechaza el resto? \u00bfNo cree quiz\u00e1 en los puntos particulares negando los otros? Pero, hijos de mi amor, pensad. \u00bfPuedo Yo haber venido a deciros palabras in\u00fatiles? \u00bfEnga\u00f1osas? \u00bfImposibles de creerse y de practicarse?
No, criaturas de mi dolor. Yo no he dicho una sola palabra que sea in\u00fatil y no la digo. No he dicho una sola palabra que no sea verdadera y no la digo. No he dicho una sola palabra que sea imposible para el esp\u00edritu -digo para el esp\u00edritu que es generado por Dios, parte de Dios mismo encerrada en vosotros- que el esp\u00edritu no pueda creer. Yo no he dicho una sola palabra que vosotros no pod\u00e1is practicar, basta que quer\u00e1is hacerlo, porque Yo soy Inteligente, Justo, Bueno, y no doy \u00f3rdenes necias, pesos superiores a vuestras fuerzas, ni tengo exigencias que por su severidad est\u00e9n en contraste con la bondad.
Sedme fieles, queridos hijos. Aceptad mi Palabra sin quererla censurar, y donde no llega a entender vuestra debilidad volveos a M\u00ed: Luz del mundo.
Por la millon\u00e9sima vez Yo, Dios, os digo que no quiero vuestra destrucci\u00f3n sino vuestra salvaci\u00f3n, y os tengo bajo mi abrazo como gallina clueca, temerosa de su prole porque me urge vuestra vida eterna. No salg\u00e1is de mi abrazo. Yo fiel a mis hijos y vosotros fieles a M\u00ed.
Que hermoso ser\u00e1 el d\u00eda en que, despu\u00e9s de habernos amado, a trav\u00e9s de tanta distancia celeste, vendr\u00e9is a M\u00ed para siempre y nos podremos amar eternamente: luces retornadas a la Luz; vidas retornadas a la Vida; esp\u00edritus retornados al Esp\u00edritu; hijos retornados al Padre; desterrados retornados a la Patria; herederos de un Rey elevados al reino de vuestro Dios, Rey de los reyes y Se\u00f1or del Universo\u00bb .<\/p>
28 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abUn ejemplo de fe limitada y de las consecuencias que acarrea lo tenemos en Pedro.
Pedro en la pesantez de su ser no aun encendido por el Esp\u00edritu Santo y no corroborado por mi Inmolaci\u00f3n que descender\u00eda sobre \u00e9l como sobre todos -porque Yo amaba mucho a<\/p>
mi generoso, impulsivo y tambi\u00e9n tan humano Pedro, en el que hab\u00edan tantas dotes y tanta humanidad: verdadero campe\u00f3n del hombre humanamente bueno y que para llegar a ser santo necesita injertar su bondad en la Bondad de Dios- Pedro no hab\u00eda aceptado totalmente mi Palabra. Su gran amor por M\u00ed -yeso le ha absuelto de toda culpa- le llevaba a rechazar esas verdades de sangre que Yo anunciaba como reservadas para M\u00ed.
\u00abSe\u00f1or, que esto no suceda nunca\u00bb hab\u00eda dicho una vez. Y aunque despu\u00e9s de mi reproche no lo hab\u00eda vuelto a repetir, en el interior de su coraz\u00f3n se rebelaba ante la idea de que a su Se\u00f1or le pudiera ser reservada una suerte tan horrible y que el reino de su Rey tuviera por palacio la cima de un monte y por trono una cruz.
Juan en cambio lo aceptaba todo; con el coraz\u00f3n que se le despedazaba pero tambi\u00e9n con el coraz\u00f3n de ni\u00f1o, para el que la palabra de quien le ama es verdad absoluta, inclinaba la cabeza y el coraz\u00f3n ante las predicciones de su Jes\u00fas y se preparaba a s\u00ed mismo, con fi- delidad absoluta en su vida, a ser fiel al Maestro tambi\u00e9n en la hora de la Pasi\u00f3n.
Juan, el puro y devoto creyente, permaneci\u00f3 fiel. Pedro, que quer\u00eda acoger de la Verdad las verdades que seduc\u00edan su esp\u00edritu todav\u00eda demasiado amalgamado con la carne, me reneg\u00f3. Y su culpa de aquel momento era una falta de valor, pero tambi\u00e9n y sobre todo una falta de fe.
Si hubiera cre\u00eddo fielmente en M\u00ed, habr\u00eda entendido que su Maestro no hab\u00eda sido nunca tan Rey, Maestro y Se\u00f1or, como en ese momento en que parec\u00eda un delincuente com\u00fan.
Entonces alcanc\u00e9 el v\u00e9rtice de la ense\u00f1anza porque hice de mi ense\u00f1anza no ya una teor\u00eda, sino un hecho verdadero.
Entonces asum\u00ed el reino sobre todos los que existieron, que exist\u00edan y que existir\u00edan, y me puse p\u00farpura y corona tales que no pod\u00eda asumirlas m\u00e1s resplandecientes, porque la primera ven\u00eda dada por la sangre de un Dios y la segunda era el testimonio de cuanta fuerza alcanza el amor de Dios por vosotros, de Dios que muere de martirio para quitar a los hombres de los martirios eternos.
Entonces tom\u00e9 de nuevo plena y completamente mi aspecto de Se\u00f1or del Cielo y de la Tierra, porque s\u00f3lo el Se\u00f1or del Cielo pod\u00eda satisfacer al Se\u00f1or Dios y s\u00f3lo el Se\u00f1or de la Tierra pod\u00eda borrar la culpa de la Tierra; de Se\u00f1or de la Vida y de la Muerte, porque orden\u00e9 a la Vida que volviera a vosotros y a la Muerte que no matara m\u00e1s. Hablo de la vida y de la muerte del esp\u00edritu, porque ante mis ojos s\u00f3lo tiene valor lo que es esp\u00edritu.
Bienaventurados, bienaventurados, bienaventurados los que saben ser verdaderamente creyentes en M\u00ed. Siempre. Suceda lo que suceda y se muestre bajo cualquier luz. Que si una apariencia se levanta como muro escabroso y negro para amedrentar vuestra alma, pensad siempre que detr\u00e1s del obst\u00e1culo, que dura poco, Dios, su Luz, su Verdad, est\u00e1n siempre, iguales e igualmente operantes hacia vosotros.
Pensad esto, con todo vuestro coraz\u00f3n y con toda vuestra mente, y sabr\u00e9is actuar como verdaderos disc\u00edpulos m\u00edos. Actuando as\u00ed poseer\u00e9is la Verdad. Y la Verdad, que residir\u00e1 como vida en el centro de vuestro ser, os conducir\u00e1 a la Vida\u00bb.<\/p>
29 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bbPedros\u00bb siempre han existido y existen tantos. Ellos quisieran de M\u00ed dones de bienestar terreno que nunca he prometido dar, porque Yo os encamino al Cielo y no a las cosas de aqu\u00ed abajo, y todo cuanto os doy de felicidad terrena es una a\u00f1adidura que no merec\u00e9is y no pod\u00e9is exigir, y que doy \u00fanicamente porque el noventa por ciento de los hombres es de tan carne y sangre que sin tener dones de esta tierra se rebelar\u00edan todos.<\/p>
De todas formas os rebel\u00e1is, hijos ingratos, d\u00e1ndome la culpa del mal creado por vosotros mismos. \u00a1Si al menos supierais soportar con resignaci\u00f3n el mal que es obra de vuestras malvadas acciones, de vuestras lujurias, de vuestras prepotencias y desenfrenos, de vues- tros intereses y fraudes! Si supierais soportarlo diciendo: \u00abNos lo hemos merecido\u00bb ese mal se mutar\u00eda en bien, porque Dios tendr\u00eda piedad de vuestra irreflexi\u00f3n.
S\u00ed, si os viera humildes en el reconocimiento de vuestros errores, resignados a sufrir las consecuencias, filiales en el dirigir hacia M\u00ed la mirada lagrimosa y la palabra suplicante, Yo que soy el Dios de la Misericordia y del Perd\u00f3n, Yo que he venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido, y que no he perdido ni perder\u00e9 en el transcurrir de los siglos -\u00e1tomos de mi eternidad- mi sed de traeros salvaci\u00f3n y bien, intervendr\u00eda para salvaros a\u00fan, haciendo desbordar mi Amor y mi Misericordia sobre mi Justicia que me hiere antes a M\u00ed que a vosotros, creedlo, pobres hijos m\u00edos, porque el deberos castigar, el deber dejar que vosotros mismos os castigu\u00e9is con sufrimientos creados por vuestro duro coraz\u00f3n y necio intelecto, es lo que constituye el dolor de vuestro Jes\u00fas, cuyo nombre es \u00abSalvador\u00bb y no Justiciero, de Jes\u00fas que con tal de salvaros ha obrado, con el Padre y el Esp\u00edritu, ese milagro de indescriptible, inmensurable amor, ese milagro que ha dejado inm\u00f3viles con reverente estupor a los Cielos, que ha hecho temblar de ira a los abismos infernales y parar por una hora el curso de los astros y las leyes del universo, ese milagro que ha sido la separaci\u00f3n de la segunda Persona de la divina Trinidad para descender: Luz eterna, Coraz\u00f3n de Dios, para hacerse coraz\u00f3n de hombre en el seno de una Virgen y luz para los hombres que hab\u00edan apagado en ellos la luz.
Estos numerosos y nuevos Pedros -y nunca como ahora el mundo est\u00e1 lleno de ellos- cuando ven que no les doy lo que su humanidad desea, llegan a creer que Yo no soy lo que digo ser: es decir el Potente. Y ante esta cre\u00edda impotencia m\u00eda, juzgan que no merece la pena seguirme y reniegan de M\u00ed, exactamente como Pedro en aquella hora en que las apariencias estaban contra M\u00ed.
Sin embargo, pobres hijos m\u00edos, son precisamente los momentos en los que, humanamente, parece que Yo est\u00e9 ausente, aquellos en los que estoy inclinado sobre mis hijos y trabajo por ellos. Si no tuvierais en vosotros un esp\u00edritu contrario a Dios, y muchas veces ya en posesi\u00f3n de Satan\u00e1s, sentir\u00edais mi invisible Presencia y mi deseo de ayudaros. Pero hu\u00eds de M\u00ed. Prefer\u00eds daros al amigo de un momento que seduce vuestra carne con satisfacciones dulces s\u00f3lo en la superficie, pero despu\u00e9s atosigantes en lo profundo y da\u00f1osas como un veneno mortal. Prefer\u00eds daros, atados de pies y manos, al Enemigo en acecho.
Reneg\u00e1is no s\u00f3lo de M\u00ed, vuestro Dios, sino de vuestra dignidad de hombres, vuestra inteligencia que os hace semejantes a Dios por encima de todos los animales creados por el Padre, \u00fanicos capaces de pensar y actuar no con el rudimental instinto de las bestias, sino con un fulgor de inteligencia que os alza a esferas muy pr\u00f3ximas a Nosotros. \u00a1Oh! \u00a1esto s\u00ed que os hace semejantes a Nosotros, y no el conocimiento del Mal! Pero vosotros escuch\u00e1is siempre el silbido de la Serpiente y quer\u00e9is conocer tambi\u00e9n el Mal para ser semejantes a Dios. \u00a1Oh necios, necios, necios!
Dios en su esencia perfecta puede conocer el Mal, porque el mal no tiene poder sobre Dios. Pero vosotros no. Vosotros no sois perfectos y el Mal no os deja indiferentes cuando lo quer\u00e9is investigar, conocer y probar. El haber masticado esa experiencia trajo la condena del hombre al trabajo, de la mujer a la maternidad dolorosa, de la raza al Dolor y a la Muerte. Pero vosotros, no persuadidos a\u00fan, quer\u00e9is siempre ese alimento de infierno, que se desarrolla en vosotros cada vez m\u00e1s en obras malditas que aumentan dolor y muerte, fati- gas, hambre y todo castigo sobre esta tierra y m\u00e1s all\u00e1, porque, repito, me acus\u00e1is hacedor<\/p>
del mal que cre\u00e1is, y me maldec\u00eds por lo que soy inocente.
Sal\u00eds de Dios con ira, hijos cegados por vuestro rencor, y ca\u00e9is en el barrizal de Satan\u00e1s. Est\u00e1is en el barrizal hasta el cuello y no quer\u00e9is agarraros a la Fe, amarra espiritual que os lanza a vosotros, n\u00e1ufragos, la Bondad eterna.
Si tuvierais esa Fe verdadera, como Yo os dije que deber\u00edais tener, ninguna prueba contraria podr\u00eda hac\u00e9rosla perder, y vencer\u00edais los sucesos adversos porque forzar\u00edais las puertas de la Misericordia, tan poco cerradas y que no piden sino ser abiertas y atrin- cherar\u00edais las de la Justicia, abiertas para castigar vuestros delitos y que, por el amor infinito que os tenemos, deseamos cerrar.
\u00bf Qu\u00e9 deb\u00e9is hacer con mis renegadores? Lo que Yo hice por Pedro. Llorar y orar para reconducirlos a M\u00ed.
No os toca elegir un puesto en el Cielo, se lo he dicho a Santiago y a Juan y os lo digo tambi\u00e9n a vosotros. Y sab\u00e9is cu\u00e1les son las obras que hay que cumplir para merecerlo. S\u00f3lo ten\u00e9is que mirar a vuestro Jes\u00fas para saber c\u00f3mo deb\u00e9is actuar. Caridad, caridad, sobre todo caridad. En todos verme a M\u00ed, vuestro Dios, servir a los hermanos como Yo os he servido hasta el holocausto de mi vida para arrancar almas a Satan\u00e1s.
Almas, he dicho. Con esto no quiero decir que no deb\u00e1is tener caridad tambi\u00e9n por los cuerpos de vuestros hermanos. Las obras de misericordia corporales sirven para preparar el camino a la m\u00e1s alta obra de misericordia que es la de dar de beber, de comer, vestir, cuidar las almas desnudas y pobres, hambrientas y sedientas de vuestros pobres hermanos, alejados de mi Redil o crecidos fuera de \u00e9l, y que mueren en el desierto.
Os toca a vosotros, cristianos, y sobre todo a vosotras, mis amorosas, benditas, dilect\u00edsimas v\u00edctimas, flores vivas que exhal\u00e1is para M\u00ed todo vuestro esp\u00edritu de flor y que vivir\u00e9is como eternas rosas en el Cielo, os toca a vosotros, mis verdaderos amigos, recon- ducir hasta M\u00ed a los errantes, sin juzgar si merecen ser dignos del Cielo.
No os toca a vosotros juzgar sobre el premio o el castigo. S\u00f3lo Yo soy Juez. A vosotros s\u00f3lo os concierne reconducir, con mis mismas armas: oraci\u00f3n y sacrificio, y despu\u00e9s por \u00faltimo la palabra, a los pr\u00f3digos a la casa del Padre; para poder colmar de j\u00fabilo el Coraz\u00f3n de Dios y llenar de gozo los Cielos por un nuevo pecador que se convierte, deja las tinieblas y vuelve a la Luz, a la Verdad, al Amor\u00bb.<\/p>
30 de septiembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEs el signo que diferencia a mis verdaderos disc\u00edpulos de los falsos.
El verdadero disc\u00edpulo no ambiciona ser conocido como superior a los dem\u00e1s. Humilde como su Maestro y como mi Madre dulc\u00edsima, custodia con todo cuidado sus potencias sobrenaturales bajo un aspecto de vida com\u00fan. Para \u00e9l es sufrimiento el ver descubierta su verdadera naturaleza y, si fuera posible obtenerlo, quisiera que nadie se diera cuenta de ello y sobre todo que no hablara de ello.
El falso disc\u00edpulo, al contrario, se auto eleva, se auto celebra y atrae la atenci\u00f3n de todos sobre sus actos y sobre s\u00ed mismo; los unos y el otro igualmente hip\u00f3critas. Con falsa humildad se las ingenia de tal modo que obliga a los dem\u00e1s a verlo en la luz que a \u00e9l le gusta, esto es, en una luz de santidad que en cambio es doble pecado de mentira y de soberbia. Pero, hija m\u00eda, como una flor de papel se diferencia de una flor verdadera, as\u00ed el falso disc\u00edpulo se diferencia del verdadero. Puede enga\u00f1ar a quien mira superficialmente, pero no enga\u00f1a a quien se acerca a \u00e9l con atenci\u00f3n.
Adem\u00e1s -s\u00e1belo- sobre quien es otro peque\u00f1o Yo, tanto vive en M\u00ed y obra por M\u00ed, hay un<\/p>
signo que las almas advierten. Las almas, he dicho. Es in\u00fatil apenarse si los dem\u00e1s no se dan cuenta. El alma pose\u00edda por Dios exhala un perfume y una luz que son de Dios, de Dios viviente en ella. Y t\u00fa sabes que, cuando son intensos, el perfume y la luz traspasan cualquier cerrojo. Y \u00bfqu\u00e9 luz y perfume ser\u00e1n m\u00e1s intensos que los de Dios? Pues si una vista y un olfato humano, o sea limitados, logran percibir luz y perfumes aunque est\u00e9n bien encerrados,
\u00bfquieres t\u00fa que el alma, cuya sensibilidad no es humana sino espiritual, no perciba el olor de Dios y la luz de Dios viviente en un coraz\u00f3n?
Ya te lo he dicho otras veces, que vosotros, mis predilectos, sois luz y perfume en el mundo y embalsam\u00e1is de M\u00ed a los hermanos y a ellos transmit\u00eds mi Luz que est\u00e1 en vosotros. Y entonces \u00bfpor qu\u00e9 te sorprendes? Deja que el mundo diga, que el mundo bueno y tambi\u00e9n el menos bueno diga: \u00abT\u00fa eres una hija de Dios\u00bb. Tambi\u00e9n esto sirve para conducir a M\u00ed. S\u00e9 t\u00fa \u00abMar\u00eda\u00bb tambi\u00e9n en esto y di tu Magn\u00edficat. Mar\u00eda no se exaltaba en la soberbia por las alabanzas de los dem\u00e1s, pero tampoco negaba las grandes cosas que Dios hac\u00eda en Ella.
Que Mar\u00eda, o sea t\u00fa, no se exalte nunca. Como una flor bajo el sol, deja que los dem\u00e1s vean c\u00f3mo el Sol la abraza y humildemente diga: \u00abSoy hermosa por tu gracia\u00bb, y caritativamente done a todos la alegr\u00eda que Dios pone en ella con su caricia de luz y con su perfume de verdad. Y haga todo esto imitando mi silencio y el de Mar\u00eda. \u00a1Santa virtud el saber callar! El silencio, Mar\u00eda, habla m\u00e1s que cualquier palabra cuando es silencio de amor\u00bb.<\/p>
1 de octubre
19 horas<\/p>
Pongo como premisa que desde ayer me he quedado tan trastornada ante la profanaci\u00f3n del secreto de Dios en m\u00ed, que he sufrido incluso f\u00edsicamente con un buen colapso del coraz\u00f3n que me ha atormentado desde las 10 hasta las 17 horas. Y aun he sufrido m\u00e1s es- piritualmente.
Entiendo y compadezco la peque\u00f1a curiosidad de muchas almas y les aplico todos los atenuantes. Muchas veces, midiendo a los dem\u00e1s con su medida, alaban etc. etc., creyendo que esto guste a algunos como les gusta a ellos. Pero cuando estos tales est\u00e1n ya total- mente trabajados por el buen Dios, tienen reacciones muy distintas de las comunes. Y no gozan sino que sufren, sufren y sufren de o\u00edr ciertas alabanzas y de ver irrupciones en su secreto.
Y yo he sufrido (y sufro a\u00fan). He sufrido tanto que me hab\u00edan venido unas ganas locas de no escribir nada m\u00e1s, resistiendo (y sufriendo por ello, naturalmente) a la querida Voz, si \u00e9sta no hubiera querido contentarme con callar para no darme ocasi\u00f3n de servir a los dem\u00e1s de curiosidad. Pero… Mar\u00eda nunca es escuchada por Jes\u00fas en ciertas cosas. Es \u00c9l quien impera, y lo que quiere, quiere. \u00a1Am\u00e9n!
Abro la Biblia al azar con los prop\u00f3sitos antedichos en el alma de poner fin a mi misi\u00f3n de \u00abescritorzuela del buen Dios\u00bb. Y el libro se abre en el cap. 58 de Isa\u00edas; y Jes\u00fas habla as\u00ed, respondiendo a todos mis \u00bbpero\u00bb y \u00absi\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQuiero, absolutamente quiero que t\u00fa seas la que grita las palabras del Se\u00f1or Dios tuyo, las palabras de indignaci\u00f3n por los pecados de este pueblo m\u00edo que no quiere convertirse a M\u00ed, y las palabras de amor que como aceite sobre olas revueltas se derraman de mi Coraz\u00f3n turbado por vuestro modo de actuar y aplacan la tempestad de la Justicia ofendida para atraeros a M\u00ed, \u00a1oh infelices hijos que tan atrozmente y tan diab\u00f3licamente mor\u00eds en cuerpo y<\/p>
alma!
Te lo he dicho infinitas veces, bajo forma de luz o de sonido y te lo he hecho entender: \u00abT\u00fa ya no te perteneces. Eres una c\u00e9lula m\u00eda y debes obedecer al Todo que soy Yo, tu Maestro y Salvador y Salvador del mundo entero. Por eso sigue adelante y nunca te permitas rechazar mi Querer. Yo me ocupar\u00e9 de tutelarte a ti. T\u00fa sigue adelante siendo mi peque\u00f1o Juan a quien me es de tanto alivio confiar mi pensamiento y encomendar mi voluntad.
Mira, Mar\u00eda. Este pueblo m\u00edo, hecho m\u00e1s extranjero y rebelde que verdadero pueblo m\u00edo – porque es m\u00edo solamente de nombre, pero en realidad milita bajo otras banderas y obedece otras leyes que no son ciertamente la bandera de Cristo y la Ley de Dios- este pueblo me va buscando. Pero \u00bfc\u00f3mo me busca?
Un d\u00eda, lo he comparado con un ciego. Hoy lo comparo con un ebrio. Est\u00e1 en efecto ebrio por haberse saciado, hasta el embrutecimiento, de sus vicios. El ebrio es un incapaz de comprender y de guiarse. Su mente va a ciegas en las neblinas del vino y esto lo hace inferior a las mismas bestias.
\u00a1Me busca! \u00a1Oh! pueblo de locos y de desleales, que hab\u00e9is minado la integridad de vuestro esp\u00edritu con las fiebres de los sentidos y de los pecados y que hab\u00e9is traicionado a Dios \u00bfc\u00f3mo puedes encontrarme, pueblo que eras m\u00edo, si no te quitas el vestido de suciedad y no vuelves con el esp\u00edritu a tu Se\u00f1or, pero lo haces realmente, y no por hip\u00f3crita y espor\u00e1dico culto cuyo est\u00edmulo viene dado no por el amor sino por la necesidad, por el miedo, por el inter\u00e9s, los tres terrenos \u00fatiles s\u00f3lo para vuestra parte que muere y no para el alma inmortal?
Pero si adem\u00e1s vosotros, en vuestra jactanciosa injusticia, cre\u00e9is ser vivientes en la Justicia y os auto alab\u00e1is como fieles a la ley de vuestro Dios y acus\u00e1is a Dios de no ser bueno porque os castiga por culpas que no hab\u00e9is cometido, si adem\u00e1s hac\u00e9is todo esto, Yo, la Verdad que no yerra, os digo que est\u00e1 m\u00e1s vivo uno, enterrado no desde hace cuatro sino desde hace diez veces cuatro d\u00edas en el hedor de un sepulcro, que vosotros que ten\u00e9is el alma corrompida en siete y diez puntos por las gangrenas de vuestros evidentes o solapados pecados. Y los solapados no son los menos graves. Sino que con frecuencia son doblemente culpables porque huyen de la ley humana y enga\u00f1an a los dem\u00e1s en el juzgaros por lo que sois.
Los dem\u00e1s: hombres. No Dios quien ve el hormiguero de gusanos que ha sustituido vuestra alma de luz, esa alma que os di y que redim\u00ed y que quiero como si fuera una parte de M\u00ed mismo, y m\u00edsticamente, lo es porque sois los miembros de mi m\u00edstico Cuerpo y el m\u00e1s peque\u00f1o de vosotros, en la tierra, es ante mis ojos igual e incluso superior al m\u00e1s grande, porque Yo no miro las fangosas glorias de la tierra sino vuestro verdadero valor que viene dado por lo que sois respecto de las leyes eternas.
Vuestra injusta reprobaci\u00f3n sube a mi trono y, si el pecado me ofende como suciedad lanzada a mi Sublimidad, vuestro reproche inmerecido e irrespetuoso es como un humo que me molesta y me fuerza a alejarme de vosotros cada vez m\u00e1s para esquivarlo.
\u00bfHab\u00e9is orado? \u00bfHab\u00e9is frecuentado las iglesias? \u00bfHab\u00e9is ayunado? \u00bfHab\u00e9is evitado matar y robar? \u00bfY qu\u00e9? \u00bfQu\u00e9 hab\u00e9is hecho de m\u00e1s de cuanto no fuera vuestro estricto deber? \u00bfY c\u00f3mo lo hab\u00e9is hecho?
\u00bfHab\u00e9is orado c\u00f3mo y por qu\u00e9? Mal, con el alma ausente o con el alma sucia de odio, y casi siempre por vuestros intereses personales, por lo tanto ego\u00edstas. Por eso vuestra oraci\u00f3n estaba separada de la caridad. Y \u00bfc\u00f3mo quer\u00e9is que me haya sido ofrecida por vosotros si no ten\u00e9is el \u00e1ureo c\u00e1liz en el que posada para alzada a mi trono?
\u00bfHab\u00e9is frecuentado la iglesia? \u00bfC\u00f3mo y por qu\u00e9? Por costumbre, por hipocres\u00eda, por cotilleo. Cuanta murmuraci\u00f3n se hace incluso en el templo santo de vuestro Dios, ante M\u00ed<\/p>
humillado en el Sacramento de amor para ense\u00f1aros qu\u00e9 entrega debe alcanzar el ser para ser agradable al Eterno y \u00fatil a los hermanos.
\u00bfHab\u00e9is ayunado? \u00a1Ay de m\u00ed, vuestros ayunos que, cuando verdaderamente los hac\u00e9is, son tan peque\u00f1os, no por cantidad, sino por espiritualidad! Y os neg\u00e1is un bocado de pan y despu\u00e9s acontent\u00e1is la gula con la superficialidad. Vuestros ayunos hechos sin voluntad de amor, sino s\u00f3lo por temor del castigo divino. \u00bfPero no sab\u00e9is que es mejor ayunar de una palabra \u00e1spera que de una suntuosa comida? .
\u00bfHab\u00e9is evitado el matar y robar? \u00a1Oh! no por M\u00ed. Por miedo a vuestras c\u00e1rceles. He aqu\u00ed por qu\u00e9. Y este miedo no siempre os detiene. Y adem\u00e1s, \u00bfpero cre\u00e9is que haya mucha diferencia, mentirosos en el esp\u00edritu, entre quien mata un alma arrastr\u00e1ndola al malo mata una reputaci\u00f3n o roba un edificio, una mujer a un marido, un marido a una mujer, un hijo a los padres, y aquel que da una cuchillada o roba un bolso? Al contrario, en verdad os digo, que entre quien mata un cuerpo en un \u00edmpetu de ira y quien mata un alma o una reputaci\u00f3n. con lenta y premeditada acci\u00f3n, que entre quien roba un bolso y quien roba una persona a sus familiares, es mucho m\u00e1s culpable el culpable hacia el esp\u00edritu que no el otro. Y \u00e9sta es la verdad.
Yo quiero, para amaros y ayudaros, desgraciados hijos que por vosotros mismos os hac\u00e9is todo el mal por el que mor\u00eds, que impong\u00e1is a vosotros mismos otro ayuno bien distinto, m\u00e1s bien otra oraci\u00f3n, m\u00e1s bien otro modo de actuar. Poned en ayunas vuestros sentidos, criaturas hambrientas de toda sensualidad; sabed orar con vuestras obras m\u00e1s que con vuestros labios; actuad como Yo os he dicho que actu\u00e9is, Yo y ning\u00fan otro, que uno s\u00f3lo es el Maestro y aquel Uno soy Yo: la Inteligencia, la Justicia, la Caridad.
\u00a1Oh! \u00a1entonces c\u00f3mo cambiar\u00e1 todo para vosotros! No ser\u00e9is ya los bastardos, los extranjeros, los rebeldes de vuestro Se\u00f1or, sino que volver\u00e9is a ser mis hijos, volver\u00e9is a ser mi alegr\u00eda y Yo ser\u00e9 la vuestra. Qu\u00e9 lejano os parecer\u00e1 entonces el tiempo en el que erais como ovejas desperdigadas que golpeaban todos los que pasaban, y a todos les era l\u00edcito re\u00edrse de vosotros y criticaros como locos que viven de la limosna que les proporciona la miseria de la que tantos se r\u00eden.
Volved al Se\u00f1or Dios vuestro. La hora es plena. Plena de todas las maneras. Cuatro son los c\u00e1lices colmados. Dos divinos y dos infernales. En estos \u00faltimos hay destrucci\u00f3n para la tierra y muerte para el esp\u00edritu. En. los otros, divinos, hay Justicia en uno y Misericordia en el otro. A vosotros, que atra\u00e9is con vuestro actuar las olas desbordantes de los c\u00e1lices infernales, os toca lograr que el otro c\u00e1liz de castigo -el divino- no se vac\u00ede sobre vosotros, sino que m\u00e1s bien sea mi Misericordia la que descienda sobre el mundo que muere, sobre el hombre que muere, sobre el esp\u00edritu que muere. Ella es Vida, queridos hijos. No tard\u00e9is m\u00e1s en atraer mi Piedad sobre vosotros.
Venid a vuestro Salvador. En mi Coraz\u00f3n abierto, que habla de amor, encontr\u00e1is lo que hab\u00e9is malgastado: el amor. Si am\u00e1is ser\u00e9is salvados. Todo es f\u00e1cil para quien ama y todo le es perdonado a quien ama. Soy el Cristo que ha absuelto a la pecadora porque mucho am\u00f3. Soy aqu\u00e9l y no cambio. Estoy aqu\u00ed, inclinado sobre vosotros, como un padre sobre el lecho del hijo enfermo y un m\u00e9dico sobre un paciente para salvaros a\u00fan, para salvaros siempre.
Dejaos abrazar por vuestro Dios, dejaos curar por vuestro m\u00e9dico, dejaos salvar por vuestro Salvador. S\u00f3lo pido esto: que os dej\u00e9is salvar por M\u00ed viniendo a M\u00ed con vuestra alma enferma, pero llena de buena voluntad. Mis manos que han sanado a los leprosos cuando a\u00fan no hab\u00edan sido doblemente santificadas por el martirio, adem\u00e1s de por su naturaleza de manos de un Dios, vierten de los agujeros gloriosos de sus palmas el agua que limpia y el b\u00e1lsamo que hace incorruptibles.
Venid a M\u00ed. Os exhorto a ello como Maestro. Os lo ruego como uno que os ama porque os<\/p>
amo y con un amor tan grande que s\u00f3lo en el Cielo podr\u00e9is ver su inmensidad sin quedar demolidos.
Y t\u00fa, peque\u00f1a hija de mi Coraz\u00f3n, vete en paz. Porque has sabido amarme hasta el extremo, te he confiado la mayor Palabra que existe. Ella es en ti como una estrella cerrada en tu esp\u00edritu y te ilumina con luz de paz y de vida.
Permanece en lo que eres y s\u00e9 bienaventurada en M\u00ed. Mi Paz pone su b\u00e1lsamo sobre todos tus distintos modos de sufrir. Te bendigo y soy Jes\u00fas\u00bb.<\/p>
2-3 de octubre<\/p>
Veo toda la justicia de tu actuar, mi Jes\u00fas, pero siento tambi\u00e9n todo el tormento de este nuevo dolor. \u00a1Qu\u00e9 dolorosos son algunos \u00abfiat\u00bb, amor m\u00edo!
Pienso que T\u00fa sobre tu Cruz ve\u00edas, al menos la ve\u00edas, a tu Madre, y que yo en cambio en mi larga agon\u00eda la he tenido tan poco cercana, poco por causas justas y poco por causas injustas, debidas a su modo de pensar. Y estar\u00e9 sola, en manos de extra\u00f1os, en la hora de la muerte. Pienso que T\u00fa has asistido tambi\u00e9n a tu Padre putativo, y yo no. Por ello me viene el pensar que en esto no soy semejante al Maestro, sino que he superado al Maestro con un sufrimiento moral que T\u00fa no has tenido.
Y miro a tu Madre que ha conocido este dolor de no asistir a su padre y a su madre… Tampoco digo: que ha conocido el de no tenerte cerca en la \u00faltima hora, porque pienso que T\u00fa habr\u00e1s estado con Ella para rendirle el amoroso ministerio de acunar su \u00faltimo sue\u00f1o como Ella acun\u00f3 el primero tuyo. Pero yo no he sido acunada por mam\u00e1 en el momento del nacimiento y estar\u00e9 sola en la muerte.
Jes\u00fas, \u00a1estate cerca de m\u00ed! Nunca te he pedido que te hagas notar, porque pienso que es bonito dejarte libre de hacer como te plazca, pero ahora te lo digo, ahora te lo suplico porque no resisto mi dolor tan privado de consuelos.
\u00a1Ay\u00fadame, Jes\u00fas! Ay\u00fadame a saber sufrir y a no enloquecer, porque en mi pobre cabeza, tan llena de sufrimiento y de dolor moral, T\u00fa sabes mejor que yo lo que puede suceder. T\u00f3mamela entre tus queridas manos, Jes\u00fas.
Me has prometido 122 serme madre, padre, adem\u00e1s de hermano y esposo. Ha llegado la hora de serIo 123.
T\u00f3mame, porque T\u00fa ves lo que sufro…<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abS\u00f3lo pido tomar entre mis manos, esta cabeza tuya coronada de dolor y tu coraz\u00f3n traspasado por \u00e9l.
Yo no falto nunca a mis promesas. Estoy contigo y ni siquiera te digo: \u00abNo llores\u00bb sino m\u00e1s bien te digo: \u00abLlora entre mis brazos\u00bb. Hay dolores que requieren l\u00e1grimas, y Yo no impido lo que es justo. Nunca. Llora y escucha. Las l\u00e1grimas se secar\u00e1n al calor de mis palabras.
Es verdad que t\u00fa tienes lo que Yo no he tenido: o sea la lejan\u00eda de tu madre. Pero piensa, hija m\u00eda, que t\u00fa no eres inocente y que ella no es inocente. Yo y mi Madre lo \u00e9ramos, y sin embargo estuvimos unidos y separados en la muerte. Te dije 124 que el verme, en lo alto de la cruz, era desgarro sobre desgarro para mi Madre. \u00a1Y \u00e9ramos los Inocentes!<\/p>
122 En el dictado del 12 de agosto
123 Al d\u00eda siguiente, 4 de octubre de 1943, mor\u00eda Iside Fioravanzi, madre de la escritora.
Nacida en Cremona en 1861, hab\u00eda sido profesora de franc\u00e9s antes de casarse, en 1893, con el suboficial de caballer\u00eda Jos\u00e9 Valtorta (nacido en M\u00e1ntova en 1862 y muerto en Viareggio en 1935). De car\u00e1cter autoritario, fue siempre muy severa con el d\u00f3cil marido y con la \u00fanica hija.
124 En el dictado del 13 de septiembre<\/p>
Tu sufrimiento y el sufrimiento de tu madre no son sin un fin, Mar\u00eda. \u00bfTe parece que tu Jes\u00fas pueda hacer algo in\u00fatil? \u00bfTe puede surgir la sospecha de que \u00c9l, que te ama tanto y ama a tu madre porque tambi\u00e9n ella es una hija de mi Redenci\u00f3n, pueda dar dolores sin un fin santo? No, Mar\u00eda. No me has pedido que tenga todas las misericordias con el alma de tu madre? Que sepas, entonces, que su sufrimiento sobre la tierra, en esta larga enfermedad, es para disminuir su expiar futuro, y que tu sufrimiento tiene el mismo fin.
S\u00e9 que esto te hace trizas. Pero si la aceituna no fuera triturada, \u00bfpodr\u00eda dar el aceite que nutre, que sana y que consagra?
Dije a la hermana de L\u00e1zaro: \u00abQuien cree en M\u00ed no morir\u00e1 para siempre\u00bb. No todos llegan a tener esa fe en M\u00ed necesaria para tener r\u00e1pida resurrecci\u00f3n en la gloria de mi Para\u00edso.
Necesito que existan aquellos que crean, que crean no una sino siete veces, por aquellos que creen tibiamente, para dar a los tibios un \u00faltimo resplandor de fe, y tan absoluta, que les haga aparecer en mi presencia revestidos de este extremo resplandor. Voy mendigando hero\u00edsmos de fe y de generosidad a los obreros de la \u00faltima hora, para que paguen por estos obreros que est\u00e1n privados de celeste moneda.
Y te lo he dicho ya 125 la primera de estas limosnas espirituales va destinada a los de la propia sangre.
Nunca te ha dicho \u00abgracias\u00bb sobre esta tierra, con su boca mortal. Pero piensa en tu alegr\u00eda futura, cuando sea el alma inmortal de tu madre la que volvi\u00e9ndose a unir a ti te diga: \u00abGracias, Mar\u00eda, por la verdadera vida que me has dado\u00bb. Ser\u00e1 como si tu madre naciera de ti, y para la eternidad.
Deja tu coraz\u00f3n entre mis manos. Quisiera poder tener todos vuestros pobres corazones d\u00e9biles, enfermos, heridos, doloridos, para fortalecerlos, para curados, para sanarlos, para consolarlos.
\u00a1Si los hombres me dieran su coraz\u00f3n! No existir\u00eda m\u00e1s pecado sobre la tierra, no existir\u00edan m\u00e1s los vicios que os enferman carne y esp\u00edritu, no existir\u00edan m\u00e1s las crueldades rec\u00edprocas que hieren, no existir\u00eda m\u00e1s ese dolor sobresaltado de quien llora solo e incomprendido. Darme vuestros corazones ser\u00eda la salvaci\u00f3n del mundo.
Confiadme vuestros afectos, vuestros intereses, vuestras esperanzas, vuestros dolores, hijos que amo como a M\u00ed mismo, as\u00ed como os he ense\u00f1ado. Ved en M\u00ed no s\u00f3lo al Se\u00f1or, sino sobre todo al Amigo, al Hermano, al que os ama con un amor perfecto como perfecta es su naturaleza de Dios.
Mi peque\u00f1a disc\u00edpula que sufres y escuchas, piensa que tu Maestro sufre m\u00e1s que t\u00fa.
Consol\u00e9monos mutuamente. Yo lo soy Todo para ti y te tengo sobre el Coraz\u00f3n\u00bb.<\/p>
4 – 5 de octubre
1a noche de hu\u00e9rfana<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abUna pena es m\u00e1s leve cuando se lleva entre dos. Yo estoy contigo.
Al mundo puede parecerle una crueldad este no dejarte tranquila ni siquiera en esta noche dolorosa. Pero dejemos que el mundo hable. \u00c9l ve, juzga y habla mal. La verdad es otra y esta verdad es tambi\u00e9n una irrefutable prueba de qui\u00e9n es Aquel que te habla. Prueba para los infinitos Tomases del d\u00eda de hoy que no me perciben a M\u00ed y mi Voz en tus p\u00e1ginas.
S\u00f3lo Dios justo y santo puede, en una hora de dolor como \u00e9sta, hacerte escribir palabras como las que escribir\u00e1s. S\u00f3lo Dios. Y soy Yo.<\/p>
125 En el dictado del 17 de julio<\/p>
Una de las cosas que m\u00e1s sorprend\u00edan al mundo pagano y consegu\u00eda nuevos y cada vez m\u00e1s numerosos pros\u00e9litos para la Iglesia, era la calma, la serenidad, la fortaleza de los m\u00e1rtires en la hora del martirio. Solamente de Dios les pod\u00eda venir esta inquebrantable y serena paz. Pero el martirio de coraz\u00f3n no es menos atroz que el de la carne, y a los que tienen el coraz\u00f3n desgarrado s\u00f3lo Dios puede comunicar el hero\u00edsmo de una resignaci\u00f3n que verdaderamente es la cuarta frase del \u00abPater\u00bb vivida con toda la carne y el alma, la in- teligencia y el esp\u00edritu.
El mundo ciego podr\u00e1 incluso confundir tu calma heroica, don de tu Todo, por indiferencia. El mundo ensucia cuanto toca. Pero la suciedad no penetra en un bloque de oro o de diamante. Se os posa encima y despu\u00e9s cae con la m\u00e1s peque\u00f1a ola de lluvia o de viento. .
Deja por tanto que los ciegos del mundo no vean. Los otros, en los que mi Esp\u00edritu es luz, leen ni Nombre en tu valor de martirio. Y t\u00fa, sufriendo con este valor, eres m\u00e1s misionera de tu Jes\u00fas que no cien predicadores de palabras no corroboradas por un hecho.
Hay una par\u00e1bola m\u00eda que te presento en este momento. Es la de la higuera est\u00e9ril. No llores, Mar\u00eda. Ya sabes a quien quiero referirme. No llores.
He tenido hacia tu madre los mismos cuidados que el vi\u00f1ador con la planta negligente. Al\u00e1bame por ello, Mar\u00eda, porque he tenido . infinita misericordia con el alma que te era tan querida.
La hora de su juicio era mucho antes de ahora. He venido dos veces en el transcurso de estos a\u00f1os tuyos de dolor para observar esta planta espiritual, que ni siquiera tu orar induc\u00eda a producir frutos de vida eterna. Y las dos veces el hacha estaba ya en mi mano para abatir esa vida que se resist\u00eda a las invitaciones de la Gracia. Y las dos veces he detenido el golpe para dar ocasi\u00f3n a esa alma de no venir a M\u00ed desnuda de buenas obras, realizadas con el alma reconciliada conmigo.
Soy el Jes\u00fas misericordioso y ten\u00eda piedad de ella y de ti que te consum\u00edas por ella.
He predispuesto los medios para un \u00faltimo trabajo. He enviado a un Siervo m\u00edo 126 para cumplir la m\u00edstica fertilizaci\u00f3n de esa alma a trav\u00e9s del Sacramento, m\u00e1s bien de los Sacramentos en los que mi Sangre fluye y mi Carne se hace alimento para daros salvaci\u00f3n, perd\u00f3n y vida eterna.
He cumplido todo cuanto pod\u00eda cumplirse sobre esa materia, para obrar el milagro de adornar de frutos ese esp\u00edritu pr\u00f3ximo a presentarse ante M\u00ed. Y t\u00fa me has ayudado.
La he tomado ahora porque no pod\u00eda dar m\u00e1s que esto y, dej\u00e1ndole m\u00e1s tiempo, la ventolera del sentimiento humano habr\u00eda quemado, con el calor de sus resentimientos y de sus ego\u00edsmos, los frutos provocados por mi amor y por el tuyo.
Ella no te ha dicho \u00abgracias\u00bb. Pero Yo te lo digo por ella. Y ella, ahora, ya te lo dice, porque mi Luz le ha iluminado horizontes que su humanidad le velaba.
Hija, no llores. Lo dem\u00e1s vendr\u00e1 despu\u00e9s. Sigue orando y sufriendo por ella. Y espera en M\u00ed.
Vete en paz, alma fiel. Yo no te abandono. Est\u00e1s entre mis brazos que son m\u00e1s dulces que los de todas las madres\u00bb.
5 de octubre Alba<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHe dicho: \u201cA quien cree en M\u00ed le har\u00e9 brotar en el coraz\u00f3n fuentes de vida eterna\u00bb. Pero
\u00bfquiz\u00e1s no hago brotar, ya desde esta vida, fuentes de b\u00e1lsamo que os curan a vosotros atosigados por el dolor? \u00a1Oh! Venid a M\u00ed, todos los que llor\u00e1is. Creed en M\u00ed todos los que<\/p>
126 En los d\u00edas precedentes Padre Migliorini hab\u00eda dado la Comuni\u00f3n a la se\u00f1ora Iside, fallecida al mediod\u00eda del 4 de octubre<\/p>
sufr\u00eds. Amadme, todos los que est\u00e1is desamparados.
Si cree firmemente en M\u00ed, vuestra alma, que lucha y sufre sobre la tierra, ser\u00e1 como pan ca\u00eddo en un barril de miel que lo penetra con su dulzor.
Creer en M\u00ed quiere decir amar, quiere decir esperar, quiere decir vencer. Creer en M\u00ed quiere decir poseer.
Poseer aqu\u00ed abajo las armas para la lucha contra el Mal que avanza por todas partes y que trata de abatiros con mil asechanzas, y quiere decir poseer en mi Reino ese premio que soy Yo mismo para toda la eternidad\u00bb.<\/p>
7 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abOh t\u00fa que lloras porque la separaci\u00f3n 127 te es dolorosa y te parece total, piensa en lo que te dice Jes\u00fas. Y ver\u00e1s que esa separaci\u00f3n no es total y que el dolor disminuye.
Mi ap\u00f3stol 128 dice una palabra inspirada a la que habitualmente viene dado significado referido s\u00f3lo a los vivientes de la tierra. Pero tiene uno m\u00e1s amplio y profundo que Yo revelo a todos vosotros, hijos que llor\u00e1is, a todos vosotros dolientes que sufr\u00eds por la muerte de un dilecto.
Aqu\u00e9l o aqu\u00e9lla que ahora est\u00e1n muertos, \u00bfno se nutrieron acaso de mi Sangre y de la Carne que se ha hecho pan para los hombres? Y, si se nutrieron de ella, \u00bfla virtud de la Sangre y de la Carne de vuestro Salvador no permanece acaso en ellos tambi\u00e9n m\u00e1s all\u00e1 de la muerte?
\u00bfY qu\u00e9 hace la muerte humana respecto al esp\u00edritu sobrehumano? \u00bfQuiz\u00e1s tiene poder, la peque\u00f1a muerte, de separar de M\u00ed, que vivo eterno, parte de mis miembros, s\u00f3lo porque est\u00e1n muertos sobre la tierra? Y vosotros \u00bfacaso no viv\u00eds en M\u00ed, constituyendo esa parte de mi Cuerpo m\u00edstico que vive en la tierra?
\u00bfAcaso no son \u00e9stas verdades indiscutibles? S\u00ed que lo son.
Sabed, sabed, vosotros los que llor\u00e1is por el dolor de un luto reciente, que aqu\u00e9l al que llor\u00e1is no est\u00e1 muerto, sino que vive en M\u00ed. Sabed que el mismo Pan que os ha saciado el alma mientras estabais unidos en la tierra, mantiene la vida y la comuni\u00f3n entre vuestros esp\u00edritus vivientes aqu\u00ed abajo y los que han transcendido su humanidad, vivientes en M\u00ed.
Ning\u00fan mal puede hacer la peque\u00f1a muerte a los esp\u00edritus inmortales. La que hay que temer es la gran muerte, esa que verdaderamente os quita para siempre un pariente, un c\u00f3nyuge, un amigo. La gran muerte, o sea la condenaci\u00f3n del alma, la que separa realmente de M\u00ed c\u00e9lulas de mi Cuerpo m\u00edstico ca\u00eddas en poder de las gangrenas de Satan\u00e1s.
Pero por los que han muerto en mi Nombre y han nutrido en s\u00ed la vida del esp\u00edritu con el Alimento eucar\u00edstico, que no perece y que preserva siempre de la muerte eterna, no, por \u00e9sos no hay que llorar, sino alegrarse, porque han salido del peligro de morir para entrar en la Vida.
Piensa, pensad que quien se ha nutrido de M\u00ed, dif\u00edcilmente puede ser hermano de Judas, semejante a \u00e9l para quien mi Pan no fue Vida sino Muerte.
Mi Pan, o sea Yo mismo hecho alimento para dar a los hombres la fuerza de conquistar el Cielo y la moneda para entrar en \u00e9l, les dar\u00e1 entrada en el Reino de la gloria, m\u00e1s o menos prontamente, seg\u00fan su capacidad de asimilaci\u00f3n espiritual, pero en el 99 por ciento de los casos produce siempre la salvaci\u00f3n del alma.
Por eso, no llor\u00e9is, padres sin hijos, c\u00f3nyuges sin consorte, hu\u00e9rfanos sin padres. No<\/p>
127 La muerte de la madre, a la que se refieren pasajes y dictados del 2-3 de octubre, del 4-5 de octubre
128 La escritora anota a pie de p\u00e1gina, a l\u00e1piz: S. Pablo, I carta a los Corintios, c. 10, v. 16-17<\/p>
llor\u00e9is. Yo, que no miento nunca, os digo como a la madre del Evangelio: \u00abNo llor\u00e9is\u00bb.
Creed en M\u00ed: os devolver\u00e9 el ser que am\u00e1is y os lo devolver\u00e9 en un reino al que no tiene acceso la triste muerte de la tierra y en el que ya no es posible la horrible muerte del esp\u00edritu.
No llor\u00e9is. Descienda sobre todos vosotros esta esperanza que es fe y mi bendici\u00f3n\u00bb.<\/p>
8 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMi Misericordia es tan infinita que obra prodigios, cuya fuerza y forma ver\u00e9is s\u00f3lo en la otra vida, para conquistar el mayor n\u00famero de almas a la Resurrecci\u00f3n de la carne en Cristo.
No quiero que vosotros, se\u00f1alados con mi Nombre, mur\u00e1is para siempre. Os quiero resucitar. He muerto para poder resucitaros. He exprimido mi Sangre de mis carnes como racimo prensado para poderos resucitar. Las gotas de mi Sangre est\u00e1n en vosotros y anhelan volver al Coraz\u00f3n del que proceden.
Repito cuanto dije ayer. Pocos son aquellos en los que mi Sangre no produce un m\u00ednimo de m\u00e9ritos, no por culpa de la Sangre sino de su correspondencia a Ella, capaz de salvar el alma. Los Judas no son la masa, porque muchas veces, tras una vida infame vivida por un cuerpo en el que el alma fue tenida esclava, se logra un triunfo del alma sobre la materia con el hecho de que en la hora \u00faltima esa alma, en los umbrales de la muerte que libera al esp\u00edritu de la carne, se vuelve a Dios de quien conservaba un recuerdo, y se refugia en \u00c9l.
Y creedme: en verdad basta un latido de amor, de intimidad y de arrepentimiento, para hacer que el ba\u00f1o de mis m\u00e9ritos descienda sobre el pecador y lo lleve a la salvaci\u00f3n.
Mi Justicia no es la vuestra, y mi Piedad es muy distinta de la vuestra.
Cuando se vea el n\u00famero de los salvados por mi Amor todo misericordia, ser\u00e1n proclamadas las virtudes del Cordero con voz de j\u00fabilo por todos los esp\u00edritus vivientes en su Reino. Porque vosotros sois los salvados por el Cordero que se ha hecho inmolar por voso- tros. Y si los que siempre han vivido en \u00c9l y de \u00c9l, hasta el punto de no conocer el sentido, le seguir\u00e1n cantando el c\u00e1ntico conocido s\u00f3lo por ellos, los salvados por su Misericordia, en la \u00faltima hora terrena, postrados en adoraci\u00f3n de amor, le bendecir\u00e1n eternamente porque \u00c9l es para ellos doblemente Salvador. Salvador de Justicia y Salvador de Amor. Por la Justicia ha muerto para limpiaros en su Sangre. Por el Amor os da su Coraz\u00f3n abierto para acogeros a\u00fan manchados de culpas y limpiaros en el incendio de su amor cuando, muriendo, le llam\u00e1is a \u00c9l que os ama y que os promete un Reino\u00bb.<\/p>
9 de octubre
1 hora<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPor eso no os entristezc\u00e1is los que llor\u00e1is. Confiad en M\u00ed y confiadme la suerte de vuestros amados.
El tiempo de la tierra es breve, hijos. Pronto os llamar\u00e9 donde la vida dura. Sed pues santos para conseguir la vida eterna, donde os esperan ya vuestros dilectos o donde os alcanzar\u00e1n tras la purificaci\u00f3n.
La separaci\u00f3n actual es breve como una hora que pasa pronto. Despu\u00e9s viene nuevamente la uni\u00f3n de los esp\u00edritus en la Luz y, en el futuro, la dichosa resurrecci\u00f3n, por la que no s\u00f3lo gozar\u00e9is de la uni\u00f3n con vuestros amados, sino tambi\u00e9n de la visi\u00f3n de esos ros- tros tan queridos cuya desaparici\u00f3n os hace llorar como si un robo os hubiera despojado de la piedra preciosa que m\u00e1s quer\u00edais.<\/p>
Nada ha cambiado, hijos. La muerte no os separa, si viv\u00eds en el Se\u00f1or. Quien ha ido m\u00e1s all\u00e1 de la vida terrena no est\u00e1 separado de vosotros. No lo puede estar porque vive en M\u00ed como vosotros viv\u00eds. S\u00f3lo -para panera s una comparaci\u00f3n humana- ha salido de los miembros inferiores a las partes m\u00e1s altas y nobles, y por eso os ama con mayor perfecci\u00f3n porque est\u00e1 a\u00fan m\u00e1s unido a M\u00ed, y de M\u00ed toma perfecci\u00f3n. S\u00f3lo los condenados est\u00e1n \u00abmuertos\u00bb. S\u00f3lo ellos. Pero los dem\u00e1s \u00abviven\u00bb
Viven, Mar\u00eda, Entiendes: viven. No llores 129. Ora. Pronto vendr\u00e9.
El obrero, seg\u00fan va cayendo la tarde, apura el trabajo para finalizar la obra de su jornada e ir contento al reposo despu\u00e9s de haber tenido digna recompensa. Tambi\u00e9n cuando para una criatura cae la tarde de la vida en la tierra, es necesario apurar el trabajo para dar los \u00faltimos retoques a la obra casi terminada. Y darlos con alegr\u00eda, pensando que est\u00e1 cercano el reposo tras tanta fatiga y que la recompensa ser\u00e1 abundante porque mucho se trabaj\u00f3.
Yo soy un Amo que retribuye bien. Yo soy un Padre que te espera para premiarte. Yo soy aquel que te ama, que te ha amado siempre y que siempre te amar\u00e1. Ni una de tus l\u00e1grimas me es desconocida y no quedar\u00e1 sin premio. Est\u00e1 cada vez m\u00e1s en M\u00ed y no temas. No temas que Yo te deje sola. Incluso, cuando no hablo, estoy contigo.
\u00bfSola t\u00fa? \u00a1Oh! \u00a1no lo digas! Tienes contigo a tu Jes\u00fas, y donde est\u00e1 Jes\u00fas est\u00e1 todo el Para\u00edso. No est\u00e1s sola. Mar\u00eda no estaba sola en la casita de Nazaret. Los \u00e1ngeles estaban alrededor de su soledad humana. T\u00fa, Mar\u00eda, no est\u00e1s sola. Me tienes a M\u00ed por Padre, tienes a Mar\u00eda por Madre, tienes a mis santos por hermanos y a los \u00e1ngeles por amigos. Quien vive en M\u00ed lo tiene todo, hija m\u00eda.
No te digo: \u00abNo llores\u00bb. Tambi\u00e9n Yo he llorado y ha llorado Mar\u00eda. Pero te digo: No llores con ese llanto humano que es negaci\u00f3n de fe y de esperanza. No llores nunca as\u00ed.
Ten fe no s\u00f3lo en las grandes cosas de la Fe, sino tambi\u00e9n en mis palabras secretas. Son m\u00edas, est\u00e1 segura de ello. Y ten esperanza en mis promesas. Cuando venga a darte la Vida ver\u00e1s que no has perdido a los que has llorado. Perdido es quien muere sin Jes\u00fas en el coraz\u00f3n.
T\u00fa permanece en Jes\u00fas. En \u00c9l encontrar\u00e1s todo lo que suspiras. Yo secar\u00e9 para siempre toda l\u00e1grima de tus ojos as\u00ed como ahora consuelo todo tu dolor, que no puedo evitarte porque sirve para la gloria de tu Dios y para la tuya.
El invierno de la vida pasa pronto, paloma m\u00eda, y cuando llegue la eterna primavera vendr\u00e9 para coronarte de flores quit\u00e1ndote las espinas que llevaste por amor m\u00edo\u00bb.<\/p>
A\u00fan el 9 de octubre, en plena ma\u00f1ana y despu\u00e9s de mi tremenda crisis y de la Comuni\u00f3n. Dice Jes\u00fas:
\u00abEst\u00e1n los que han venido a M\u00ed por v\u00eda ordinaria y est\u00e1n los predestinados a ser cualquier cosa a mi servicio.
Entre los predestinados est\u00e1n los que vivieron como \u00e1ngeles desde su nacimiento y los que se hicieron \u00e1ngeles, por amor, despu\u00e9s de haber sido hombres. Pero son, de todas formas, los predestinados a ser estrellas que iluminen el camino de los hermanos que van y necesitan tantas luces para caminar.
Yo soy la Luz. Luz potent\u00edsima. Y deber\u00eda bastar para guiar a los pueblos por el camino que lleva al Cielo. Pero los hombres, cuyos ojos est\u00e1n demasiado inclinados sobre el fango, no soportan ya la Luz absoluta. Ya no la pueden acoger porque les falta el ejercicio espiritual de la mente dirigida a Dios y la confianza en Dios.
Los hombres miserables o est\u00e1n separados por M\u00ed, y no me miran porque no piensan en<\/p>
129 Por la muerte de la madre<\/p>
M\u00ed, o bien est\u00e1n aplastados por su peque\u00f1a mentalidad que les hace ver y pensar a Dios a su medida. Por ello dicen, no humildemente sino s\u00f3lo con vileza: \u00abSoy demasiado distinto de como Dios quiere que sea el hombre, y no puedo alzar la mirada a Dios\u00bb.
\u00a1Oh! \u00a1Ciegos y necios! Pero \u00bfacaso son los sanos los que van al m\u00e9dico? Pero \u00bfacaso son los ricos los que van al benefactor? No. Son los enfermos y los pobres quienes recurren a quien les puede ayudar. Y vosotros sois pobres y enfermos y Yo soy vuestro Se\u00f1or y vuestro M\u00e9dico.
In\u00fatilmente lo digo. Ten\u00e9is miedo de M\u00ed. No tem\u00e9is pecar y desposaros con Satan\u00e1s, pero ten\u00e9is miedo de mirarme y de acercaros a M\u00ed.
Y entonces, para que no mur\u00e1is fuera de mi Camino, os doy las estrellas de luz suave que no son mas que emanaciones de M\u00ed, parte de M\u00ed que viene a vosotros de modo tal que no os induzca a necio terror. Yo: Sol eterno compenetro de M\u00ed a mis predestinados y ellos irradian mi Luz entre vosotros y emiten corrientes de atracci\u00f3n espiritual para atraeros a M\u00ed que os espero en el umbral de los cielos.
\u00a1Ay de la tierra si llegase un d\u00eda en el que el ojo de Dios ya no pudiera escoger entre los hijos del hombre los seres predestinados a ser mis portadores de Luz y de Voz! \u00a1Ay! Querr\u00eda decir que entre los miles de millones de hombres ya no queda un justo y un generoso, porque los predestinados est\u00e1n entre los justos que nunca ofendieron a la Justicia, y los generosos que lo han superado todo, empezando por s\u00ed mismos, para servirme.
T\u00fa est\u00e1s entre \u00e9stos, peque\u00f1a criatura que vives de amor. Est\u00e1s entre \u00e9stos. Despu\u00e9s de tanto tormento has comprendido que s\u00f3lo Yo pod\u00eda ser para ti lo que tu alma quer\u00eda, y has venido.
Pero Yo te hab\u00eda elegido antes de que existieras, para ser la voz de la Voz de Jes\u00fas Maestro. He esperado esta hora, Mar\u00eda, con coraz\u00f3n de padre y de esposo, te he incubado con mis miradas, esperando paciente el momento de comunicarte mi Voluntad y mi Palabra. Nada me estaba escondido de cuanto de menos bueno habr\u00edas hecho, pero tampoco nada de cuanto habr\u00edas osado desde el momento en que te lanzaras en la corriente del amor.
\u00abTarde\u00bb dir\u00e1s \u00abte manifestaste, Se\u00f1or\u00bb. Tarde. Hubiera querido que fuera mucho antes, hija, pero he tenido que trabajar en ti como hace el orfebre con el oro bruto. Yo te he formado dos veces. En el seno de tu madre para darte al mundo, pero despu\u00e9s en mi seno para darte al Cielo y hacerte portadora de mi Luz en el mundo. Sab\u00eda cu\u00e1ndo vendr\u00edas y sab\u00eda cu\u00e1ndo ser\u00edas adulta para servir. Dios no tiene prisa porque lo sabe todo de la vida de sus hijos.
Ha llegado la hora en la que t\u00fa ya no eres una mujer, sino s\u00f3lo un alma de tu Se\u00f1or, un instrumento, como t\u00fa has dicho. Y cuando lo escrib\u00edas 130 no sab\u00edas que mi amor se habr\u00eda servido de ti as\u00ed, despu\u00e9s de tantos a\u00f1os de prueba. Ahora vete, act\u00faa, habla seg\u00fan mi deseo. No digo mandamiento. Digo deseo, porque se manda a un s\u00fabdito y se pide al amigo, y t\u00fa eres mi amiga.
Y no tengas miedo. De nada ni de nadie. Ni las fuerzas de la tierra ni las fuerzas del infierno podr\u00e1n da\u00f1arte, porque t\u00fa est\u00e1s conmigo. Cuanto dices no es tu palabra; es mi palabra que Yo pongo en tus labios para que t\u00fa la vuelvas a decir a los sordos de la tierra. Cuanto haces es mi fuerza que Yo te doy para el bien de quien muere en la debilidad del esp\u00edritu.
Ya no eres la pobre Mar\u00eda, una mujer d\u00e9bil, enferma, sola, desconocida, sujeta a insidias. Eres mi disc\u00edpula predilecta, y Yo te juro que aunque todo el mundo se propusiera hacerte la guerra no podr\u00eda quitarte lo que te he dado, porque Yo estoy contigo.
Has entendido bien. El septentri\u00f3n 131 son los pueblos que ahora invaden o intentan invadir<\/p>
130 En la Autobiograf\u00eda
131 En el rengl\u00f3n la escritora anota a l\u00e1piz: Jerem\u00edas cap. 1 v.14-16<\/p>
la tierra cristiana por excelencia: aqu\u00e9lla donde est\u00e1 Roma, sede de mi Iglesia. Castigo merecido por los prevaricadores que han inclinado la cabeza, ya se\u00f1alada con mi signo, ante los \u00eddolos de las falaces potencias extranjeras que ahora son las primeras en traer tormento.
Esta hora es de dolor para los honestos. Pero no querido por M\u00ed. Procurad que el dolor tenga un l\u00edmite. Hacedlo volviendo a M\u00ed.
Si las cuatro fuerzas del septentri\u00f3n se aliaran contra vosotros en una espantosa conjura de potencias tenebrosas, la luz se apagar\u00eda sobre vuestro suelo y la sangre de los m\u00e1rtires lo refrescar\u00eda con nueva sangre que gotear\u00eda sobre \u00e9l.
Es necesario rezar mucho, mucho, mucho, hija de mi amor. Ya no puedo pedirte m\u00e1s sacrificios de afectos, porque est\u00e1s desnuda como Yo en la cruz. Pero, si fuera posible, te pedir\u00eda muchos m\u00e1s con este fin. Te ayudar\u00e9; pero dado que necesito l\u00e1grimas que sean agua bendita para esta Italia enfangada, te advierto que har\u00e9 que tu pena sea acerba, para que’ valga por muchos lutos, y por muchos perdones de Dios para Italia.
Di conmigo: \u00abSe\u00f1or, acepto beber el c\u00e1liz de dolor para preservar a Italia de nuevas desgracias y, en particular, de las del esp\u00edritu. Qu\u00e9date conmigo, Se\u00f1or, mientras que apuro mi Pasi\u00f3n de peque\u00f1a redentora\u00bb, y Yo me quedar\u00e9 siempre contigo, hasta que llegue la hora de llevarte all\u00ed donde la Pasi\u00f3n cesa y se inicia la gloriosa Resurrecci\u00f3n en M\u00ed\u00bb.<\/p>
10 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abUna de las imprudencias m\u00e1s perniciosas y quiz\u00e1 la m\u00e1s com\u00fan entre los hombres, es el prometer sin reflexionar. \u00a1En un primer momento cu\u00e1ntas promesas juradas hacen los hombres con irreflexi\u00f3n, y despu\u00e9s con ligereza no las mantienen! \u00a1Y cu\u00e1nto mal viene al mundo por ello!
Votos sagrados que no son observados por negaci\u00f3n de la criatura a la vocaci\u00f3n que sigui\u00f3 porque le vino en mente, confundiendo un sentimentalismo del coraz\u00f3n con la llamada de Dios. Uniones matrimoniales transformadas en sacr\u00edlegas desuniones porque ante la realidad de la convivencia el m\u00e1s d\u00e9bil e irreflexivo de los dos se hace perjuro. Desilusiones causadas a amigos que cre\u00edan en vuestra promesa. Y; lo que es m\u00e1s grave, agitaciones mundiales producidas por imprudencias de gobernantes irreflexivo s los cuales, \u00e1rbitros de sus pueblos, prometen en su nombre alianzas que son despu\u00e9s un impuesto de sangre para el propio pueblo y para los dem\u00e1s, sea porque obligan a los s\u00fabditos a combatir para el aliado, o sea porque, con perjura audacia, quebrantan la alianza ya estipulada, imposible de sostenerse, y se hacen enemigos.
\u00bfC\u00f3mo puede el hombre, dotado de una inteligencia superior, don directo de Dios, actuar con tan brutal irreflexi\u00f3n? Porque en \u00e9l se ha herido o apagado del todo la fuerza del esp\u00edritu con el pecado que quita la Gracia.
Mira, Mar\u00eda. Veamos juntos el episodio en el que Herodes hace degollar a mi primo y precursor. Y ve\u00e1moslo a trav\u00e9s de mi modo de ver, tan distinto del de los hombres. Desde los p\u00falpitos de mis iglesias se habla mucho de este episodio. Pero los comentadores, irreflexivos como el mismo Herodes, se paran en lo \u00abNo l\u00edcito\u00bb y no extraen del episodio otra ense\u00f1anza, tan \u00fatil a las almas.
Dice San Marcos (cap. 6, v. 21-27) que Herodes fue el hazmerre\u00edr de la propia inconsciencia. Movido por la complacencia sensual, hab\u00eda jurado a la jovencita darle cuanto ella le pidiese. Y dice el evangelista que, cuando supo lo que se le ped\u00eda, se entristeci\u00f3, por- que en el fondo Herodes respetaba a mi primo en quien hab\u00eda reconocido su santidad heroica y su inteligencia sobrenatural, a la que recurr\u00eda para ser iluminado. Pero la promesa<\/p>
dada debe ser mantenida, especialmente si es promesa de rey, dada ante toda la corte. Y la cabeza del m\u00e1s santo de entre los hombres -porque fue santificado antes de su nacimiento por el abrazo de la Portadora de Dios: mi Madre sant\u00edsima, llena de Esp\u00edritu Santo- cay\u00f3 por necio juramento de rey.
\u00bfPor qu\u00e9 Herodes pudo hacer esto? Porque la Gracia ya no estaba en \u00e9l. Satan\u00e1s lo ten\u00eda a merced del pecado. Y cuando Satan\u00e1s tiene a un hombre, ese hombre est\u00e1 ciego y sordo a las luces y a las voces del Esp\u00edritu de Dios, quien es inspirador de las acciones de los hombres y no aconseja sino acciones de justicia y santidad.
\u00bfVeis la necesidad, digo \u00abnecesidad\u00bb, del vivir en gracia? \u00a1Oh hombres, que os afan\u00e1is por conquistar y conservar las riquezas que perecen!, \u00bfc\u00f3mo no os afan\u00e1is por conservar en vosotros esta inmensa riqueza sobrenatural de la Gracia? De la Gracia que os mantiene en contacto con Dios y os nutre con sus luces como a reci\u00e9n nacidos en el seno de una madre, a trav\u00e9s de las fibras que unen a ella.
En efecto vosotros sois los reci\u00e9n nacidos a la Vida del Cielo. No es esta la Vida, \u00e9sta que viv\u00eds sobre la tierra en la jornada mortal. \u00c9sta es solamente formaci\u00f3n de vuestro ser futuro de viviente eterno. La existencia humana es la gestaci\u00f3n que os forma para daros a la Luz. A la Luz verdadera, y no a la pobre luz sombr\u00eda de esta tierra.
Yo os llevo en M\u00ed como madre que forma a su criatura, Yo mismo os rodeo y reparo, os nutro con mi alimento para haceros nacer inmortales en la hora de la que vosotros llam\u00e1is \u00abmuerte\u00bb, y que no es sino \u00abpasaje\u00bb. Pasaje de una fase incompleta a la completa, de la se- gregaci\u00f3n en espacio limitado a la libertad sin l\u00edmites, de las tinieblas a la Luz, de las cohibidas caricias, al abrazo absoluto del alma con su Padre.
Esto es lo que vosotros llam\u00e1is \u00abmorir\u00bb. Vosotros que, con vuestro orgulloso saber, a\u00fan no sab\u00e9is dar el justo nombre a las cosas, y como ni\u00f1os de pocos a\u00f1os llam\u00e1is a las cosas con nombres equivocados. Yo quiero ense\u00f1aros lo que es la \u00abmuerte\u00bb y quienes son los \u00abmuertos\u00bb,
Muerte es separarse de Dios como el que est\u00e1 por nacer y antes de tiempo se separa del \u00f3rgano materno y se pudre en el \u00e1lveo que lo expulsa con dolor. Muertos est\u00e1n quienes, habiendo sido expulsados as\u00ed, no se diferencian del despojo de un animal que se descom- pone al sol y bajo la lluvia a lo largo de un carretera de la tierra, motivo de repugnancia, para quien lo ve. Esto es lo que es \u00abmuerte\u00bb. Esto es lo que significa estar \u00abmuertos\u00bb. El pecado es la causa que os separa de Dios y hace de vosotros una putrefacta carne corrompida, alimento de Satan\u00e1s que os ha envenenado para devoraros, presa de su hambre de devorador de almas y de enemigo de Dios, Creador de las almas.
\u00bfC\u00f3mo pod\u00eda y c\u00f3mo puede el Esp\u00edritu de Luz y Caridad ser gu\u00eda de Herodes y de los muchos Herodes que hay siempre sobre la tierra si su pecado les desarraiga de Dios? En verdad os digo que el pecado, que separa al hombre de la Gracia, es la base de todos los errores que se cometen sobre la tierra.
Vivid en Gracia si no quer\u00e9is errar. Entonces, como criaturas sostenidas por el velo de la madre, caminad en los asuntos de la tierra y no caig\u00e1is en las trampas del mundo y del amo del mundo, que ha renegado al Amo santo y verdadero que es Dios. Entonces, como criaturas que se forman y crecen en el seno materno, alcanzar\u00e9is el desarrollo completo para nacer a la Vida de los Cielos. Entonces Yo, Sangre tres veces santa, circulo en vosotros y os nutro de M\u00ed, tanto que el Padre m\u00edo y vuestro, estrech\u00e1ndoos contra el seno, ya no distingue vuestro ser de hijos de Ad\u00e1n y os llama \u00abhijos\u00bb. Hijos como Yo, su Verbo, porque la sangre del Verbo est\u00e1 en vosotros y, abraz\u00e1ndoos a vosotros, el Padre Santo abraza a su propio Hijo, hecho hombre para daros la Vida. Entonces el Eterno Esp\u00edritu os saluda con sus resplandores de Luz a vuestra entrada en la Vida, porque reconoce en vosotros una parte de<\/p>
S\u00ed que vuelve al Manantial divino del que ha brotado.
\u00a1Oh! \u00a1d\u00eda santo y feliz de vuestro nacer al Cielo! \u00a1Oh! \u00a1d\u00eda que Dios Uno y Trino anhela que llegue para vosotros! \u00a1Oh! \u00a1beatitud que he preparado a los hombres!
\u00a1Alzaos, dilectos m\u00edos! La vida de la tierra es el tiempo que os dono para crecer a la Vida verdadera y, por cuanto pueda ser largo y penoso, es un instante fugaz respecto a mi eternidad. Eternidad que os prometo y que os tengo reservada. Alegr\u00eda que os he conquistado con mi dolor.
Vivid en M\u00ed y de M\u00ed, hijos que amo. La alegr\u00eda que os espera es desmesurada como la gloria de Dios\u00bb.<\/p>
El mismo d\u00eda 132<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSi temer al Se\u00f1or es sabidur\u00eda y huir del mal es inteligencia, \u00bfqu\u00e9 ser\u00e1 amar al Se\u00f1or con todas las potencias del ser? Ser\u00e1 perfecci\u00f3n de sabidur\u00eda y de inteligencia, porque el amor es lo que depura las potencias del \u00e1nimo al punto de llevar, como consecuencia, a la perfecci\u00f3n en todos los \u00e1mbitos.
Quien ama ha conocido la verdadera sabidur\u00eda, en medida que no puede ser aumentada porque es perfecta 133. El amor le instruye para comprender y le conduce a obedecer, el amor le preserva del mal, el amor le hace volar en el camino del Bien. El amor, el santo amor que Dios ha querido como su principal atributo -Dios es amor- es la ciencia de las ciencias porque os hace maestros en la ciencia que da Vida: la ciencia de conocer a Dios.
Quien ama posee la verdadera inteligencia. Dios no se separa de quien lo ama. Ahora, si Dios est\u00e1 en vosotros, pose\u00e9is a la Inteligencia misma, y Ella os comunica sus luces, as\u00ed como la llama encerrada en un cristal transluce y calienta fuera.
Y Dios es llama que vive en vosotros cuando le am\u00e1is. Vuestra naturaleza humana se deifica con el contacto. El hombre, animal dotado de raz\u00f3n, cae como cris\u00e1lida de mariposa y entra en su lugar el verdadero superhombre que no es como lo cree el mundo: un pobre soberbio lleno de errores y de vanidad, sino un ser que, sin ser a\u00fan un \u00e1ngel y no siendo ya hombre, tiene las luchas del hombre que dan el m\u00e9rito y la libertad de los esp\u00edritus sobre el sentido, la luminosidad y la clarividencia, por la que se descubre la Verdad y aparece Dios – Padre y Se\u00f1or- en su supraesencial Belleza.
Bienaventurados los que aman a Dios. Siete veces bienaventurados porque su amor es el compendio de toda hambre, de toda sed m\u00edstica, de todas las virtudes, de cada cosa, y obtiene para ellos el premio prometido a los mencionados en el serm\u00f3n de la monta\u00f1a. Bienaventurados porque desde la tierra ven, gozan de Dios, anticipo de la extasiante, eterna visi\u00f3n, que ser\u00e1 su vida futura y que les espera en el Cielo\u00bb.<\/p>
11 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfC\u00f3mo me debes llamar? .\u00bf Cu\u00e1les son los nombres m\u00e1s dulces? Los del Cantar de los Cantares, hija y esposa de mi amor y de mi dolor.
T\u00fa dices que s\u00f3lo la oraci\u00f3n y mi palabra te calman en tu sufrimiento presente. S\u00ed, has llegado a esto que es el punto m\u00e1s alto que el hombre pueda alcanzar de uni\u00f3n conmigo. Esto ya es \u00e9xtasis.<\/p>
132 Sigue la anotaci\u00f3n a l\u00e1piz: (Job. 28, 28)
133 En una copia dactilogr\u00e1fica la escritora anota a pie de p\u00e1gina: de la perfecci\u00f3n que puede ser alcanzada por una criatura.<\/p>
Porque el \u00e9xtasis no es solamente el permanecer fuera de los sentidos por la alegr\u00eda de contemplar visiones de Para\u00edso. Es \u00e9xtasis -e incluso desde un punto de vista espiritual- mucho m\u00e1s profundo que el primero, este ser abstra\u00eddos del dolor moral, adem\u00e1s que del de la vida material, pero sin perder los sentidos, al hablar conmigo o al o\u00edrme hablar 134. Es m\u00e1s profundo. porque es obra producida \u00fanicamente por el amor.
El \u00e9xtasis contemplativo mucho es obra de la Voluntad de Dios, que quiere que una criatura suya tenga la visi\u00f3n de cosas celestiales, o para atraerla mayormente a S\u00ed, o para premiarla por su amor. Este \u00e9xtasis, en cambio, de fusi\u00f3n en vez que de contemplaci\u00f3n, es obra cumplida por iniciativa de la criatura enamorada, llegada a tal potencia de amor de no poder nutrirse, respirar, actuar m\u00e1s que con el amor y en el amor.
Es la \u00abfusi\u00f3n\u00bb. Es el ser \u00abdos en uno\u00bb. Algo que copia -con las proporciones impuestas por la naturaleza humana que por muy espiritualizada que est\u00e9 por el amor siempre es humana- los inefables, indescriptibles, encendid\u00edsimos actos que regulan las relaciones entre el Padre, el Hijo y el Esp\u00edritu Santo, Tres que son Uno, tres Amores que se buscan, se contemplan, se alaban mutuamente, envueltos y apretados en un \u00fanico remanso de amor incandescente que hace de los Tres distintos una Unidad inseparable.
Canta el Gloria, Mar\u00eda, porque has llegado a la semejanza de Dios en el punto m\u00e1s dif\u00edcil y alto, y has llegado con tu amor que ya m\u00e1s no puede crecer, porque ahora amas a Dios con todas tus fuerzas: tu cuerpo y tu alma, y si atravesaras este l\u00edmite que has alcanzado morir\u00edas abrasada por el ardor.
\u00bfVes, alma m\u00eda, que tu Jes\u00fas tiene raz\u00f3n al decir que el amor es el fin de la perfecci\u00f3n humana? Renuncias, penitencias, enclaustramientos, nada son respecto al amor total. Puede existir un ermita\u00f1o penitente que es pobre respecto a un viviente en la sociedad que sepa amarme totalmente, hasta el anulamiento de sus sentimientos en M\u00ed.
\u00bfVes, querida alma, que tu Maestro tiene raz\u00f3n cuando dice que el amor es superaci\u00f3n del dolor? Si no hubiera amado as\u00ed, \u00bfcrees t\u00fa, Mar\u00eda m\u00eda, que habr\u00eda podido soportar la Pasi\u00f3n? Y \u00bfcrees que mi Madre y la tuya habr\u00eda podido soportar la suya? \u00bfY que los m\u00e1rtires hubieran resistido las torturas?
El amor no debilita el sentido doloroso del hombre, sino que le mezcla un licor de dulzura tan fortificante, que el m\u00e1s tremendo de los dolores se hace soportable para la criatura que lo sufre. El licor es la fuerza de Dios mismo que viene a vosotros con toda su potencia, m\u00e1s bien son las potencias de Dios que se precipitan en vosotros, atra\u00eddas por vuestro amor, y anulan vuestras fragilidades d\u00e1ndoos un vigor de luchadores celestiales.
Yo, el Victorioso, os comunico mi victoria sobre la debilidad de la carne, del coraz\u00f3n, y sobre la muerte. Yo vivo en el alma enamorada con una unidad inseparable como -Hombre entre los hombres- viv\u00ed en unidad con mi Padre. Mar\u00eda, la Unida a la Santa Trinidad, os comunica su potencia de amor que atrajo a Dios en Ella desde el profundo de los Cielos, y con su sonrisa os ense\u00f1a a amar con la perfecci\u00f3n que tuvo.
Ve por tanto, alma m\u00eda, las divinas y excelsas potencias y semejanzas a las que lleva el amor total.
Yo, que te he escogido para la misi\u00f3n de dolor y de luz, quiero verter sobre ti las olas del \u00e9xtasis del amor. Te quiero saturar de manera que t\u00fa huelas a M\u00ed, y mucho m\u00e1s celestialmente que la reina Esther cuya cabeza estaba impregnada de perfumes de la tierra para gustar a su rey. Yo, en la hora en que te conviertas en reina del Reino que te he preparado y esposa unida al Esposo en el Palacio del Rey de reyes, quiero que t\u00fa est\u00e9s macerada de amor, o sea de M\u00ed mismo, hasta el punto que ya no quede nada de ti y sea Yo,<\/p>
134 Nota del editor: La frase, un poco retorcida, significa: Es \u00e9xtasis… cuando el hablar conmigo o el o\u00edrme hablar os abstrae del dolor… sin haceros perder los sentidos<\/p>
s\u00f3lo Yo, quien viva en ti.
Ven. S\u00edgueme. Cada vez m\u00e1s cerca. Tu ojo s\u00f3lo tiene que buscarme y tu o\u00eddo estar atento a o\u00edrme. Tu gusto debe encontrar ins\u00edpido todo alimento que no sea el m\u00edo, y tu tacto repeler todo contacto que no sea el m\u00edo. Tu olfato debe gustar \u00fanicamente la fragancia de tu Esposo, ya no escondido, sino que camina delante de ti para se\u00f1alarte el camino que conduce a la bienaventuranza celestial.
Te he atra\u00eddo y te atraer\u00e9 cada vez m\u00e1s emanando olas de olores y de luces que te raptar\u00e1n de las cosas de la tierra. Eres m\u00eda. Te he querido y te tengo. Ahora te tengo, y s\u00f3lo un deseo tuyo, que no vendr\u00e1, podr\u00eda apartarte de M\u00ed. Pero no vendr\u00e1. Antes vendr\u00e1 la llamada \u00abmuerte\u00bb, o sea las bodas de tu alma conmigo.
Entonces la alegr\u00eda ser\u00e1 completa. Yo te coger\u00e9 de la mano y delante a mi Corte dir\u00e9: \u00abHe aqu\u00ed a mi peque\u00f1a reina cuyo vestido fue entretejido con penitencias y adornado con l\u00e1grimas, cuya corona est\u00e1 hecha de amor. Se ha preparado para esta hora con tanto dolor. Ahora el dolor ha terminado para ella y llega el amor libre y eterno del Cielo. Alegraos, habitantes celestes, por esta nueva hermana que ha terminado las luchas y entra en la paz\u00bb
135\u00bb.<\/p>
Oraba, esta ma\u00f1ana a las 5,30, y ten\u00eda entre las manos las oraciones de Sor Benigna Consolata 136. Le\u00eda el punto: \u00abC\u00f3mo se debe hacer en estado de aridez\u00bb. Todos los d\u00edas leo un punto que permanece como pensamiento religioso de toda la jornada. Le\u00eda: \u00abLlamarlo con los nombres m\u00e1s dulces\u00bb, y he preguntado a Jes\u00fas: \u00ab\u00bfCu\u00e1les son los nombres m\u00e1s dulces para Ti?\u00bb.
Me ha respondido al instante, con las palabras que he escrito. Creo que quiera hablarme del Cantar de los Cantares para llevarme al verdadero fulgor. Creo… porque a veces cambia de tema despu\u00e9s de un punto y a m\u00ed no me queda m\u00e1s que ir detr\u00e1s de \u00c9l.
Crea, Padre 137, que he llorado de dulzura y me he sentido envolver y encender de llamas, incluso materialmente.<\/p>
12 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTambi\u00e9n t\u00fa, como la esposa del Cantar, has venido a M\u00ed un poco oscura. Son rar\u00edsimas las almas que,’ atra\u00eddas por mi amor, no vienen a M\u00ed un poco oscuras. La vida del mundo quita ese candor de lirio que tiene el alma que ha salido de las moradas del Cielo para bajar a animar una carne nacida de dos amores hechos uno.
Es la tierra, la atm\u00f3sfera de la tierra, no la atm\u00f3sfera astron\u00f3mica creada por mi Padre, sino la atm\u00f3sfera moral de la tierra -\u00e9sa creada por vosotros, que por haber sido envenenados en el origen por el Esp\u00edritu del Mal llev\u00e1is en la sangre g\u00e9rmenes del mal injer- tado a los progenitores- la que ofusca el resplandeciente candor sobre el que s\u00f3lo hay una mancha que limpia mi Bautismo.
\u00a1Oh! \u00a1fulgor del alma despu\u00e9s del lavado bautismal! Si os fuera dado ver ese luminoso candor, ver\u00edais algo que arrebata vuestros sentimientos. El lirio es opaco y la perla es gris en comparaci\u00f3n con el alma envuelta en la luz bautismal. \u00c9sta es como la de los dos Primeros antes de la seducci\u00f3n de Satan\u00e1s, as\u00ed como era cuando el Padre se la infundi\u00f3 para hacerles<\/p>
135 Nos recuerda la frase: He terminado de sufrir pero continuar\u00e9 amando, que la escritora, desde 1952, predispuso para el recordatorio de su muerte, acaecida en Viareggio el 12 de octubre de 1961
136 Sor Benigna Consolata Ferrero (1885-1916)
137 Padre Migliorin<\/p>
semejantes a \u00c9l. y, en verdad, el alma revestida por la gracia bautismal es como un espejo que refleja a Dios, es un peque\u00f1o Dios que espera, amando, volver al Cielo donde le espera su Amor creador.
Si el hombre pensara -y por esto mi Bondad no calcula las culpas cometidas antes del uso de raz\u00f3n- si el hombre, ya capaz de distinguir el Bien del Mal -y nota que los instintos del sentido se despiertan despu\u00e9s del uso de raz\u00f3n; primero s\u00f3lo est\u00e1n vivos los instintos de la vida que empujan al ni\u00f1o a buscar la mama o el alimento, el calor de la madre o del sol, la mano de la madre o el apoyo de los objetos- si el hombre pensara en lo que hace, en lo que pierde haciendo, a qu\u00e9 delito, a qu\u00e9 hurto llega quitando a su alma el candor bautismal, qu\u00e9 sacrilegio cumple profanando en s\u00ed la verdadera imagen de Dios: Esp\u00edritu de Gracia, de Belleza, de Bondad, de Pureza, de Caridad infinita; si pensara en el deicidio que comete matando su alma, \u00a1oh! \u00a1no! el hombre, ser dotado de raz\u00f3n, no pecar\u00eda. Pero el hombre es un rey necio que, con su voluntad enferma, malgasta los tesoros de su reino y pone en peligro la posesi\u00f3n de su mismo reino.
Y, nota Mar\u00eda, que no hablo en mi Nombre. No digo que pecando me ofend\u00e9is a M\u00ed que he muerto por vosotros. Hablo s\u00f3lo defendiendo los intereses y los sentimientos de mi Padre que os ha creado semejantes a \u00c9l, que os ama con perfecci\u00f3n de amor paterno y que el hombre insulta con su desamor y defrauda en sus esperanzas, que son las de poderos estrechar contra su seno el d\u00eda de vuestra entrada en la Vida.
Pocas son las almas que no vienen a Dios un poco oscuras, oscurecidas a consecuencia de la vida que no han sabido conducir con esa santa y atenta reflexi\u00f3n necesaria por respeto al alma que tiene derechos superiores a la carne.
Os acord\u00e1is mucho de los derechos de la carne, algo que muere y que s\u00f3lo vivida como sierva del esp\u00edritu, y no due\u00f1a del esp\u00edritu, puede hacerse, a su tiempo, habitante del palacio de los Cielos. Os preocup\u00e1is de vuestra est\u00e9tica, de vuestra salud f\u00edsica, de prolongar al m\u00e1ximo la vida en la tierra. Pero no os preocup\u00e1is de vuestra alma, de conservarla bella, de adornarla cada vez m\u00e1s para a\u00f1adir a su belleza creada por Dios las piedras preciosas conquistadas por vuestra voluntad de hijos absortos en el Padre al que quieren volver enriquecidos de m\u00e9ritos: verdaderas joyas, verdaderas riquezas que no perecen eternamente. Os preocup\u00e1is de la salud f\u00edsica, pero no vel\u00e1is para preservar vuestra alma de las enfermedades espirituales. Os preocup\u00e1is de prolongar lo que llam\u00e1is \u00abvivir\u00bb y que ser\u00eda m\u00e1s justo llamar \u00abesperar\u00bb, y no os preocup\u00e1is de esperar de tal modo que os conquist\u00e9is la verdadera Vida que ya no perece.
Os preocup\u00e1is de todo en este periodo oscuro, que os parece tan luminoso, de vuestra pausa en la tierra -y que ya te he explicado 138 que es semejante a una gestaci\u00f3n para ser dados a la Luz, a la Vida- y mir\u00e1is con horror la fosa, hoyo oscuro donde este cuerpo vuestro que am\u00e1is, como id\u00f3latras que sois, vuelve a la verdad de su origen: fango. Fango del que emana una llama, una luz: el alma.
He aqu\u00ed lo que da valor al cuerpo, hombres necios. El alma que es don de Dios, el esp\u00edritu que es manifestaci\u00f3n de Dios, y que tiene un valor ante el cual los de la carne son una nada despreciable.
Pero \u00bfc\u00f3mo pod\u00e9is vosotros, que os dec\u00eds cristianos, no recordar las palabras de Cristo, del Verbo, de la Verdad? \u00bfNo he dicho Yo: \u00abQuien querr\u00e1 salvar su vida la perder\u00e1, y quien la pierda por amor m\u00edo la salvar\u00e1\u00bb? \u00bfNo he dicho Yo: \u00abY de qu\u00e9 le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma. Qu\u00e9 dar\u00e1 el hombre a cambio de su alma\u201d? \u00bfAcaso no he dicho: \u00abEl grano de trigo ca\u00eddo si no muere no produce fruto, pero si muere produce fruto<\/p>
138 En el dictado del 10 de octubre<\/p>
abundante\u201d? Y todo esto \u00bfno os ha abierto los ojos del esp\u00edritu?
Pero, \u00bfc\u00f3mo puede vuestro esp\u00edritu abrir los ojos si lo hab\u00e9is sepultado bajo las piedras de vuestra carnalidad? Es como un m\u00e1rtir lapidado. Con la diferencia de que en el m\u00e1rtir lapidado morir\u00e1 la carne y el esp\u00edritu entrar\u00e1 en la gloria, mientras que en cambio vosotros lapid\u00e1is vuestro esp\u00edritu y le imped\u00eds la Luz aqu\u00ed y en la Vida verdadera.
\u00a1Y ten\u00e9is miedo de la oscuridad de la tumba para vuestra carne ya insensible como terr\u00f3n de barro! De esto ten\u00e9is miedo. S\u00ed. Pero no os horroriza condenar a la oscuridad eterna lo que en vosotros es luz y que anhela la Luz infinita. Vuestro esp\u00edritu. Y no pens\u00e1is que vosotros, buscadores sedientos de riquezas, perd\u00e9is la verdadera riqueza. Y no pens\u00e1is, hambrientos de vida, que os produc\u00eds la Muerte. La muerte que no muere: la muerte del esp\u00edritu.
Os apag\u00e1is a vosotros mismos en vuestra inmortalidad de ciudadanos celestes. Mejor dicho hac\u00e9is peor a\u00fan: pon\u00e9is vuestra luz en la mano de Satan\u00e1s para que haga de ella un claror tenebroso en su Reino de Tinieblas. \u00a1Oh! \u00a1profanadores! Peor que si con vuestros de- moniacos descubrimientos, dirigidos al mal, lograrais desarraigar las estrellas de mi firmamento y apagar su luz de diamante vivo en un pantano p\u00fatrido.
Sabed hacer morir la carne, y no el alma, para germinar en espiga eterna. Vuestra posteridad sobre la tierra es siempre fugaz. Los siglos han destruido estirpes que parec\u00edan inmortales y de ellas s\u00f3lo sobrevive el recuerdo, y de muchas ni siquiera eso. Pero lo que ha- c\u00e9is en el esp\u00edritu no muere. Tampoco muere en parang\u00f3n a la tierra. Mirad a mis santos. Pasan los siglos y el culto hacia ellos permanece como el primer d\u00eda.
Y adem\u00e1s no trabaj\u00e9is nunca por la gloria de ser conocidos sobre los altares. Esto es todav\u00eda humanidad y el verdadero santo no piensa en ella. Piensa s\u00f3lo en aumentar el gozo de Dios a\u00f1adiendo en los prados eternos una nueva flor de esplendor, y en satisfacer su alma que grita y se agita en \u00e9l por su sed de poseer completamente a Dios.
Somos dos sedientos que se anhelan, dos amores que se buscan. Alma y Dios, Dios y alma: he aqu\u00ed los dos perennes amantes. \u00bfPor qu\u00e9 impedir que Dios y el alma alcancen su fin que es unirse, m\u00e1s all\u00e1 de la vida terrena, en la eterna morada?
Yo, la Piedad perfecta, no miro si ven\u00eds a M\u00ed \u00abun poco oscuros\u00bb por las reverberaciones del sol terreno de vuestras tendencias. S\u00f3lo quiero que luch\u00e9is para que el sol abrasador de la carnalidad no os vuelva irreconocibles ante mi mirada y repelentes para mi ojo.
Poned un reparo alrededor del tan peligroso arder de la humanidad: que lo constituya vuestra asidua atenci\u00f3n, vuestra ansia de ser buenos, vuestro deseo de complacerme. Esto me basta. Y si hac\u00e9is esto, ya lo hac\u00e9is todo, porque atenci\u00f3n, voluntad, deseo, son como tres piquetas sobre las que se extiende la tienda que preserva a un coraz\u00f3n de lo que puede desagradar a Dios.
Que, si despu\u00e9s una repentina tempestad desencadenada por Satan\u00e1s, envidioso de Dios, arranca el reparo y permite a los nubarrones y a los rayos ensuciaros y oscureceros, Yo, que veo y s\u00e9, no os acuso de ello, sino que os justifico y acudo en vuestra ayuda.
Entonces soy Yo quien me convierto en vuestro reparo, pobres hijos. Os estrecho contra mi seno y os digo: \u00abNo llor\u00e9is. Os compadezco. Estoy aqu\u00ed para limpiaros, para ayudaros. Venid. El Dios de amor os da su Sangre para limpiaros del fango, y su Coraz\u00f3n por asilo seguro. Venid, hombres que Satan\u00e1s acecha. Cerca de M\u00ed no viene Satan\u00e1s. Levantad la cabeza hacia Dios. No os desanim\u00e9is. He querido ser tentado, como hombre, para probar lo que es la seducci\u00f3n de Satan\u00e1s y compadeceros, no con mente de Dios, sino con experiencia de hombre, en vuestras tentaciones. No os desanim\u00e9is. Me basta con que no quer\u00e1is pecar. Me basta con que no desesper\u00e9is tras el pecado. Lo primero me ofende a M\u00ed: Dios. Lo segundo me ofende a M\u00ed: Salvador. No hay que dudar nunca de vuestro Salvador.<\/p>
Nunca. A quien tiene fe en la potencia del Salvador le est\u00e1 reservado todo perd\u00f3n. Os lo digo Yo que soy la Verdad\u00bb.
\u00bfVes, peque\u00f1a Mar\u00eda, cu\u00e1nto hay que decir sobre una simple frase del Cantar 139? \u00bfY te das cuenta de que tu sufrimiento ha cesado? No. No has perdido una madre. Estoy Yo que te acuno y te canto las nanas m\u00e1s sublimes para consolar tu coraz\u00f3n que. llora. Estoy Yo que te cojo de la mano y te hago pasear conmigo por los jardines eternos. Lo he prometido y lo mantengo. Te soy madre y padre, adem\u00e1s de hermano y esposo. De tu madre me ocupo Yo: Redentor. De ti me ocupo Yo: Amor.
Vete en paz. Yo estoy siempre contigo\u00bb.<\/p>
13 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQue Yo est\u00e9 contigo es acto de mi bondad. El deseo de un Dios de amor es estar con sus criaturas, y cuando las criaturas no le echan con sus traiciones Dios no se aleja. En ciertos casos, y por especiales correspondencias del alma, la cercan\u00eda es m\u00e1s sensible.
Pero \u00a1ay si el alma que goza de la bendici\u00f3n de la presencia sensible de Dios cayese en pecado de soberbia! Cuanto m\u00e1s grande es la humildad de la criatura, m\u00e1s desciende Dios a ella. Mar\u00eda tuvo a Dios en s\u00ed, no s\u00f3lo espiritualmente sino como Carne viva, porque alcanz\u00f3 el v\u00e9rtice de la santa humildad.
Pero si Dios desea estar con sus criaturas, las criaturas deber\u00edan desear estar con Dios.
\u00a1Demasiadas son las divagaciones de las almas! Corren detr\u00e1s de los intereses humanos, se extrav\u00edan tras las huellas del placer humano, se desv\u00edan tras enga\u00f1osas doctrinas, se deslumbran con demasiados espejismos de ciencia humana. Llega la tarde de su vida y \u00a1se encuentran tan lejos de M\u00ed! Cansadas, asqueadas, corrompidas, ya no les queda fuerza para acercarse al Se\u00f1or. Ya es mucho si queda en ellas un residuo de nostalgias celestes y de recuerdos de Fe que les haga lanzar el grito de los antiguos leprosos: \u201cJes\u00fas, ten piedad de m\u00ed\u00bb.
Es el grito que salva, porque nunca se pronuncia mi Nombre in\u00fatilmente. Yo, que velo esperando ser llamado, acudo al lado de quien me invoca y por mi Nombre, ante cuyo sonido tiemblan de alegr\u00eda los Cielos y de terror los abismos, obro el milagro.
Pero no convendr\u00eda, hijos indiferentes e imprudentes, que vinierais a M\u00ed tan s\u00f3lo en la \u00faltima hora. \u00bfSab\u00e9is vosotros con antelaci\u00f3n si tendr\u00e9is tiempo y manera de llamarme? \u00bfY sab\u00e9is vosotros si Satan\u00e1s, con astucia final, os jugar\u00e1 el \u00faltimo enga\u00f1o para esconderos la cercan\u00eda de la muerte, a fin de que \u00e9sta os coja como el ladr\u00f3n que os llega de improviso?
El mundo est\u00e1 lleno de muertes repentinas. Son uno de los productos de vuestra manera de existir. Hab\u00e9is multiplicado el placer y la muerte, hab\u00e9is multiplicado el saber y la muerte.
El primero os conduce a la muerte, y no s\u00f3lo a vosotros que pec\u00e1is, sino tambi\u00e9n a los hijos y a los hijos de vuestros hijos, as\u00ed como vosotros expi\u00e1is los pecados de los padres de vuestros padres, mediante las consecuencias de vuestras codicias y de vuestras embriagueces.
El segundo os conduce a la muerte a trav\u00e9s de vuestro llamado \u00abprogreso\u00bb, tres cuartas partes del cual son obra de la ense\u00f1anza de Satan\u00e1s, porque las obras y los medios de refinada destrucci\u00f3n que cre\u00e1is son fruto de vuestro progresar, y el otro cuarto viene por un excesivo amor a la comodidad, bajo el que se cela, adem\u00e1s del epicureismo, tambi\u00e9n la antigua soberbia de querer emular a Dios en la velocidad, en el vuelo, y en otras cosas<\/p>
139 La escritora anota a pie de p\u00e1gina, a l\u00e1piz: Cantar de los Cantares, cap. 1, u. 5. 3 La madre de la escritora hab\u00eda fallecido el 4 de octubre.<\/p>
superiores al hombre y mal usadas por el hombre. Si Salom\u00f3n conoci\u00f3 que quien aumenta el saber aumenta el dolor, y lo supo entonces, \u00bfqu\u00e9 se deber\u00eda decir ahora que hab\u00e9is reducido el mundo a un caos de saber al que le falta el freno de la ley de Dios y de la caridad?
Hubierais tenido tanto para estudiar sin devanaros la mente en galimat\u00edas da\u00f1inas o tras obras homicidas. En mi Universo hay p\u00e1ginas inmensas en las que el ojo humano pod\u00eda, y Yo habr\u00eda querido que fuese as\u00ed, leer ense\u00f1anzas sobrenaturales y leyes de belleza y bondad. Yo lo he creado, Yo, Dios Uno y Trino, este universo que os rodea, en el que no he puesto ning\u00fan mal para vosotros.
En el universo todo obedece a una ley de amor hacia Dios y hacia el hombre. Pero vosotros no aprend\u00e9is nada del ordenado curso de los astros, del sucederse de las estaciones, del fructificar del suelo, nada que os sirva para conquistar los Cielos. Sois los \u00fanicos que no obedec\u00e9is, sois el desorden del Universo. Y pag\u00e1is vuestro desorden con continuas destrucciones, en las que perec\u00e9is como reba\u00f1os enloquecidos que se precipitan por un barranco como un estrepitoso torrente.
Miserables hombres que hab\u00e9is embotado el esp\u00edritu bajo el pecado; embotado hasta el punto de no saber ya entender la armon\u00eda de las cosas universales, que cantan todas las alabanzas del Dios Creador y hablan de \u00c9l, y a \u00c9l obedecen con un amor que in\u00fatilmente busco en el hombre.
Dejad el vano deambular tras tanto saber humano, tantas hambres humanas y venid a M\u00ed.
Mi Cruz est\u00e1 para algo, bien alzada sobre el mundo. Mirad esta cruz en la que un Dios se inmola por vosotros y, si ten\u00e9is entra\u00f1as de hombres y no de brutos, proceded en proporci\u00f3n a mi amor por vosotros.
No os he dado mi vida para que continu\u00e9is perdiendo la vuestra. Os la he dado para daros la Vida. Pero deb\u00e9is querer tener esta vida eterna y actuar en consecuencia, y no imitar a los animales m\u00e1s inmundos viviendo en el pantano.
Acordaos de que pose\u00e9is un esp\u00edritu. Acordaos de que el esp\u00edritu es eterno. Acordaos de que un Dios ha muerto por vuestro esp\u00edritu. Tem\u00e9is tanto un malestar que dura poco y no tem\u00e9is el horror de la condenaci\u00f3n cuyos tormentos no tienen fin.
Volved sobre el camino de la Vida, pobres hijos. Os lo ruega Aquel que os ama.
Y a ti, que escuchas y escribes ense\u00f1o, para que t\u00fa lo ense\u00f1es a los hermanos, el modo seguro de llegar hasta M\u00ed.
Imitar al Maestro en todas las cosas. \u00c9ste es el secreto que salva. Si \u00c9l ora, orar. Si \u00c9l obra, obrar. Si \u00c9l se sacrifica, sacrificarse. Ning\u00fan disc\u00edpulo es m\u00e1s que el Maestro y distinto del Maestro. Y ning\u00fan hijo es diferente del Padre, si es un buen hijo.
\u00bfNo te has dado cuenta de que a los ni\u00f1os les gusta imitar al padre en las acciones, en las palabras, en el andar? Ponen sus peque\u00f1os pies sobre las huellas paternas y al hacer esto les parece que son adultos, porque para ellos alcanzar la perfecci\u00f3n es imitar al padre que aman.
Mar\u00eda m\u00eda, haz como estos peque\u00f1uelos. Hazlo siempre. Sigue las huellas de Jes\u00fas. Son huellas sangrientas, porque tu Jes\u00fas est\u00e1 herido por amor a los hombres. Tambi\u00e9n t\u00fa, por amor a ellos sangra por mil heridas. En el cielo se transformar\u00e1n en piedras preciosas, porque ser\u00e1n testimonios de tu caridad, y la caridad es la gema del Cielo.
Cond\u00faceme las almas. Son tercas como cabritos. Pero si las atraes con dulzura se plegar\u00e1n. Es dif\u00edcil ser dulces entre tanto amargor que destila continuamente el pr\u00f3jimo. Pero es necesario filtrarlo todo a trav\u00e9s del amor a M\u00ed. Hay que pensar que, por cada alma que viene a M\u00ed, mi j\u00fabilo es grande y me hace olvidar las amarguras que el hombre me da continuamente. Hay que pensar que la Justicia est\u00e1 muy airada y que para aplacarla es necesario ser, m\u00e1s que nunca, v\u00edctimas redentoras.<\/p>
No quiero que me sigas s\u00f3lo con amor. Quiero que me sigas tambi\u00e9n con dolor. Yo he sufrido para salvar al mundo. El mundo necesita sufrimiento para seguir siendo salvado.
Esta doctrina, que el mundo no quiere conocer, es verdadera. Hay que utilizar todos los medios para salvar a la humanidad que muere. El sacrificio escondido y la dulzura evidente son dos armas para vencer esta lucha de la que Yo te premiar\u00e9.
S\u00e9, como tu Se\u00f1or, heroica en la caridad, heroica en el sacrificio, dulce en las pruebas, dulce hacia los hermanos. Recibir\u00e1s entonces la faz y la t\u00fanica de tu Rey, reflejar\u00e1s mi Faz como l\u00edmpido espejo.
Hay que saber imitar a Mar\u00eda que llevaba a Cristo entre las gentes: Salvaci\u00f3n del mundo\u00bb.<\/p>
Noche<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTe hablo a ti para todos, para explicar las relaciones de amor entre Dios y el alma.
No en vano vengo llamado \u00abesposo\u00bb de vuestras almas. Os he desposado con rito de dolor y os he dado mi Sangre como dote, porque por vosotras mismas sois tan pobres, que habr\u00edais sido un deshonor para la morada del Rey. En el Reino de mi Padre s\u00f3lo entran los que se han desnudado de toda vestidura. Yo os he tejido el vestido nupcial y lo he te\u00f1ido con p\u00farpura divina para hacerlo a\u00fan m\u00e1s hermoso ante los ojos de mi Padre; os he coronado con mi corona nupcial, porque quien reina lleva corona, y os he dado mi cetro.
Verdaderamente habr\u00eda querido darlo a todas las almas, pero son innumerables las que han despreciado mi don. Han preferido las vestiduras, las coronas y los cetros de la tierra, cuya duraci\u00f3n es tan relativa y cuya eficacia es nada respecto de las leyes del esp\u00edritu.
Honores, riquezas, glorias, no las maldigo. S\u00f3lo digo que no son fines en s\u00ed mismas, sino que son medios para conquistar el verdadero fin: la vida eterna. Si vuestra misi\u00f3n de hombres os los conf\u00edas, hay que utilizarlos, con el coraz\u00f3n y la mente llenos de Dios, hacien- do de estas riquezas injustas motivo de victoria no de destrucci\u00f3n.
Ser pobres de esp\u00edritu, ganar el Cielo con las riquezas injustas: he aqu\u00ed dos frases que entend\u00e9is poco.
Pobres de esp\u00edritu quiere decir no estar apegados a lo que es terrenal; quiere decir ser libres y estar desligados de cuanto es vestidura pomposa, como humildes peregrinos que van hacia la meta gozando de las ayudas que les proporciona la Providencia. Pero no go- zarlas con soberbia y avaricia, sino m\u00e1s bien como los p\u00e1jaros del aire que contentos picotean los granitos que su Creador desparrama para sus peque\u00f1os cuerpos y despu\u00e9s cantan de gratitud, tan agradecidos est\u00e1n por la plumosa vestidura que les protege y no buscan m\u00e1s, y no se amargan airados si un d\u00eda la comida es escasa y el agua del cielo moja los nidos y las plumas, sino que esperan pacientes en Quien no puede abandonarles.
Pobres de esp\u00edritu quiere decir vivir donde Dios os ha puesto, pero con el \u00e1nimo despegado de las cosas de la tierra y preocupados tan s\u00f3lo en conquistar el Cielo.
\u00a1Cu\u00e1ntos reyes, cu\u00e1ntos poderosos en riquezas de la tierra fueron \u00abpobres de esp\u00edritu\u00bb y conquistaron el Cielo utilizando la fuerza para domar lo humano que se agitaba en ellos hacia las glorias ef\u00edmeras, y cu\u00e1ntos pobres de la tierra no son tales porque, aun no poseyendo riquezas, las han anhelado con envidia, y muchas veces han matado el esp\u00edritu vendi\u00e9ndose a Satan\u00e1s por una bolsa de dinero, por una vestidura de poder, por una mesa aderezada siempre con cuanto sirve para formar el alimento para los gusanos de la corrupci\u00f3n de la tumba!
Ganar el Cielo con las riquezas injustas quiere decir ejercer toda forma de caridad en las glorias de la tierra.<\/p>
Mateo, el publicano, de las riquezas injustas ha sabido hacer escalera para subir al Cielo. Mar\u00eda 140, la pecadora, renunciando a .las artes con las que hac\u00eda m\u00e1s seductora su carne y us\u00e1ndolas para los pobres de Cristo, comenzando por Cristo mismo, ha sabido santificar esas riquezas de pecado. A trav\u00e9s de los siglos, cristianos, muchos en n\u00famero y bien pocos respecto a la multitud, han sabido hacer su arma de santidad de la riqueza y del poder. Son los que me han entendido. \u00a1Pero son tan pocos!
Mi vestidura, la vestidura que os dono, es la que Yo he impregnado con mi Sangre durante la agon\u00eda espiritual, moral y f\u00edsica que va desde el Getseman\u00ed hasta el G\u00f3lgota. Mi corona es la de espinas y mi cetro es la cruz.
Pero \u00bfqui\u00e9n quiere estas joyas de Cristo? Tan s\u00f3lo mis verdaderos amantes. Y a \u00e9stos los desposo con rito de alta caridad. Cuando termine el tiempo de la tierra, vendr\u00e9 resplandeciente para cada uno de mis amantes, a fin de introducirlos en la gloria.
Vendr\u00e9, Mar\u00eda, vendr\u00e9. Por ahora es el tiempo del deseo rec\u00edproco. Porque, por mucho que pueda estar cerca de ti, incluso sensiblemente, soy siempre como el amante que da vueltas alrededor de las murallas que le impiden llegar hasta la amada. Tu esp\u00edritu se asoma por cada rendija para verme y lanza su grito de amor. Pero la carne lo tiene prisionero. Y aunque Yo entre forzando la carne, porque soy el Due\u00f1o del milagro, siempre son contactos fugaces y relativos.
No puedo llevarte conmigo. Matar\u00eda tu carne, y \u00e9sa tiene todav\u00eda un hoy y un ma\u00f1ana de provecho por mi causa. Todav\u00eda no se ha cumplido todo tu trabajo 141 y s\u00f3lo Yo s\u00e9 cuando detendr\u00e9 el transcurrir de tu hora terrena.
Y entonces vendr\u00e9. \u00a1Oh alma que deseas salir de la tierra hostil! \u00a1Qu\u00e9 hermoso te parecer\u00e1 el Cielo! \u00a1Y cu\u00e1n encendidos te resultar\u00e1n, compar\u00e1ndolos con los presentes, los abrazos del Amor!
Dices que ha cesado en ti el ansia por las adversidades que, en estos tiempos de desventura, pod\u00edan turbar los \u00faltimos d\u00edas de tu madre, lo que pone una veta de paz en tu sufrir de hu\u00e9rfana. \u00a1Piensa cu\u00e1ndo podr\u00e1s decirte a ti misma que ha cesado toda ansia y todo peligro y nada podr\u00e1 separarte de tu Se\u00f1or! .
Ama m\u00e1s all\u00e1 de tus fuerzas, porque Yo te he amado y te amo sobrepasando la medida.
Mi Caridad te ha lavado y vestido para no ver tu desnudez sobre la que hab\u00eda muchas sombras de polvo humano. Mi Caridad lo ha predispuesto todo para tu bien inmortal.
A los ojos del mundo puede parecer que haya cargado la mano sobre ti. Pero el mundo es un necio que no sabe ver las verdades sobrenaturales.
T\u00fa siempre has sido amada por M\u00ed con un amor de predilecci\u00f3n. Yo he velado y velo sobre ti como el jardinero que ha creado una nueva flor de un tosco arbusto hasta entonces falto de corola, y est\u00e1 celoso como con un tesoro. Me has dicho que tengo una celosa prepotencia. Esto es lo que hago con los predilectos que reservo solamente para M\u00ed.
Y si he hecho un desierto a tu alrededor, es porque he querido ponerte en tales condiciones que no tengas m\u00e1s lugar de atracci\u00f3n que el Cielo. All\u00ed, en la otra vida, est\u00e1 todo cuanto amaste con tanta fuerza humana. Ya no te queda nada en la tierra y eres como un p\u00e1jaro prisionero que mira al cielo, en el que sus compa\u00f1eros est\u00e1n libres y felices, a trav\u00e9s de las barras de la jaula, y est\u00e1n junto a la puertecita esperando a que se le abra para alzar el vuelo.
Vendr\u00e9, tenlo por seguro. La nostalgia de ahora tambi\u00e9n sirve para adornar tu diadema. S\u00e9 constante y paciente. Descansa sin ansias sobr\u00e9 el amor de tu Jes\u00fas como un ni\u00f1o que sabe que su mam\u00e1 est\u00e1 cerca. \u00c9l no te pierde de vista, no te deja, no te olvida. Desea, a\u00fan m\u00e1s<\/p>
140 Mar\u00eda Magdalena
141 A\u00fan deb\u00eda darse la monumental obra sobre la vida del Se\u00f1or<\/p>
que t\u00fa, pronunciar la palabra que libera al esp\u00edritu y lo introduce en el Reino. Despu\u00e9s de tanto hielo, despu\u00e9s de tanta desnudez, despu\u00e9s de tanto llanto, vendr\u00e9 para darte mi Sol, para revestirte de flores eternas, para enjugar todo tu llanto.
T\u00fa que has tenido una visi\u00f3n de la Luz que colma los Cielos 142, piensa lo que ser\u00e1 entrar en ella, de la mano de tu Rey. Piensa lo que ser\u00e1 cuando poseas la Luz, si un rayo de luz apenas entreabierto sobre ese Reino de Luz y apenas entrevisto permanece en ti como un recuerdo que te colma de gozo. Entonces, ya sin las limitaciones de ahora, Yo vivir\u00e9 en ti y t\u00fa en M\u00ed, y como la esposa del Cantar podr\u00e1s decir que tu Jes\u00fas es tuyo y t\u00fa suya.
Por ahora ll\u00e1mame con todo tu afecto. No importa que est\u00e9 cerca. Me gusta o\u00edrme llamar y cuanto m\u00e1s me llaman antes vengo, porque no s\u00e9 resistir a la voz del amor.
Vendr\u00e9 antes de que caiga la tarde de la edad. No volver\u00e9, ya que eras t\u00fa la que volviste a M\u00ed, no Yo a ti, pues nunca te he dejado. Vendr\u00e9. Estaba all\u00ed, como un pobre en la sombra, esperando que me dieras el coraz\u00f3n, que me abrieses la puerta y me hicieras entrar en ti como Rey y Esposo. Entonces vendr\u00e9. Vendr\u00e9 para los desposorios. Est\u00e1 a punto de acabarse el tiempo del noviazgo mortal y de iniciarse el rito de las bodas eternas.
Todav\u00eda tengo que darte algunos retoques, vi\u00f1a m\u00eda, para embellecerte completamente ante mis ojos. No gimas si te hacen da\u00f1o las tijeras de podar. Cuando es el tiempo de podar es el signo de que es primavera. Y vendr\u00e9 en la \u00e9poca de la primavera porque es el tiempo de los amores. El alma entra en la primavera cuando cesa para ella el invierno mortal y comienza el gozo en el jard\u00edn de Dios\u00bb.<\/p>
4 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTe he dicho que los libros de la Sabidur\u00eda deben leerse siempre con referencias sobrehumanas.
Justamente lo contrario de lo que hace el mundo, y la ciencia del mundo que no sabe elevarse a nivel sobrenatural, sino que se esfuerza por bajar lo sobrenatural de las cosas a su nivel terreno. De este modo, coge el sentido art\u00edstico de las p\u00e1ginas inspiradas, siente y percibe la poes\u00eda y la m\u00fasica, en fin, todo lo que acaricia sus sentimientos humanos, pero no se las ingenia para abrir las puertas tras las que est\u00e1 encerrado su esp\u00edritu, que esa humanidad niega o se olvida que posee por lo poco que se cuida de \u00e9l.
Y el esp\u00edritu, oprimido como un esclavo en una c\u00e1rcel oscura,. no recibe el reflejo -digo \u00abreflejo\u00bb porque el rayo no desciende a trav\u00e9s de las estrechas murallas de la soberbia y de la lujuria humana- ni siquiera recibe el reflejo del Sol de la Sabidur\u00eda radiante para todos y \u00e9l, sepultado en el oscuro pozo de la indiferencia ante lo sobrenatural, tan lejano; ni siquiera recibe la m\u00e1s lejana onda de ese reflejo de luz, la m\u00e1s lejana vibraci\u00f3n de esa armon\u00eda que no est\u00e1 hecha s\u00f3lo de palabras sino de significados excelsos, y se embrutece cada vez m\u00e1s en una reclusi\u00f3n homicida.
\u00a1Pobres esp\u00edritus encerrados en seres dominados por la triple sensualidad de la carne! Cuando una palabra sobrenatural franquea su prisi\u00f3n, como un eco venido de lejos, se sobresaltan, y tratan de esforzarse para hacerse o\u00edr por la carne que les oprime. Pero son vanos intentos de un d\u00e9bil oprimido por un gigante.
Para o\u00edr la Palabra tal cual es y para volver al esp\u00edritu como deber\u00eda ser, se\u00f1or de la carne no su esclavo, la humanidad deber\u00eda poner el hacha al pie de bosques enteros, y abatir los \u00e1rboles malignos, plantados por la imprudencia de algunos o por su pensamiento rebelde y<\/p>
142 En el escrito del 1\u00b0 de julio<\/p>
dejados crecer libremente, m\u00e1s a\u00fan, ayudados a crecer por otros imprudentes y otros rebeldes a la ley del Se\u00f1or. La humanidad deber\u00eda hacer esto y hacer luz. Permitir a la Luz descender desde los Cielos a los prados de la tierra donde, como la hierba que pasa, surg\u00eds, florec\u00e9is y ca\u00e9is en poco tiempo. Y bienaventurados los que florecen en manera tal de ser dignos del trasplante a mi Para\u00edso.
\u00c9stos son aquellos para los que no se ha apagado e interrumpido la luz del esp\u00edritu. Son los fuertes que saben resistir las. corrientes humanas. Son los fieles que saben creer incluso contra las afirmaciones humanas. Son los seguros que saben continuar sintiendo el Sol incluso tras las sombras creadas por el hombre, y nada les aparta de esta certeza. Se orientan hacia la Luz como la sensible aguja de una br\u00fajula, siguen su Sol como aves migratorias. Saben dejar casa y familiares para ir al Sol de su alma.
Y no me refiero, Mar\u00eda, a quien entra en un monasterio. Hay criaturas que a\u00fan viviendo en familia la \u00abdejan por mi amor\u00bb m\u00e1s que si se metieran tras la doble reja de un monasterio. T\u00fa sabes algo de esto y sabes cu\u00e1ntas l\u00e1grimas cueste \u00abseguirme\u00bb contra la voluntad hostil de los familiares.
\u00abVienen a M\u00ed\u00bb quienes saben seguir a su Rey de Amor contra el ego\u00edsmo, la burla, la incredulidad de los parientes, quienes no se turban ni enfr\u00edan ante el asalto cotidiano de los comentarios injustos y de la indiferencia religiosa de los dem\u00e1s. Sino que, al contrario, los sufren y se afanan por multiplicar la Luz en ellos para. llevarla al centro de su familia oscurecida, se exten\u00faan tutelando los intereses de Dios en el seno de la primera de las sociedades humanas: la familia, y llegan a donarme su vida con tal de lograr la Vida para los muertos de su familia: los muertos de esp\u00edritu.
\u00a1Oh! \u00a1benditos! \u00a1bienaventurados! \u00a1heroicos hijos m\u00edos! S\u00e9 lo que quiere decir ir contra el dulce v\u00ednculo del amor y la \u00e1spera cadena del prejuicio familiar para romperlos y seguir la orden del Se\u00f1or. Lo s\u00e9. Lo recuerdo. Y recompenso con un premio especial a los escondidos m\u00e1rtires del ego\u00edsmo familiar y del amor familiar, a los santos m\u00e1rtires de mi Amor, poderoso en ellos como la muerte y que les funde como un fuego.
La frase del Cantar: \u00abPor la noche en mi lecho busqu\u00e9 el amor de mi alma sin encontrarlo\u00bb debe leerse as\u00ed sobrenaturalmente:
Muchas veces y por distintos motivos llega la noche para el alma. Las necesidades de la vida, que a menudo convert\u00eds en \u00abafanes de la vida\u00bb, crean sombras crepusculares, a veces tan profundas que se parecen a una noche sin estrellas. Para probar vuestra constancia, la voluntad de Dios suscita entonces otras tinieblas nocturnas. Durante estas oscuridades \u00abel amor de vuestra alma\u00bb se retira.
El alma, a no ser que est\u00e9 completamente muerta, ama espont\u00e1neamente a Dios su Creador. Esta llama vuestra, escondida entre las opacas barreras de la carne, tiende con nostalgia al Reino del 14 oct. que vino y suspira por la uni\u00f3n con su Origen, aunque no os deis cuenta. Sobre la tierra el alma se encuentra perdida entre extra\u00f1os y busca la cercan\u00eda del \u00danico que le da seguridad: Dios.
Cuando Dios se retira por vuestra desidia, porque hab\u00e9is creado la noche con vuestros afanes humanos, el alma sufre. Primero le viene como un aturdimiento. Pero despu\u00e9s llega el momento en que se despierta de nuevo y entonces busca a \u00absu amor\u00bb y sufre al sentirlo lejos por culpa de su relajaci\u00f3n que ha permitido predominar a la carne con sus preocupaciones sin valor alguno.
En cambio, cuando es Dios quien se retira de un esp\u00edritu para probarle y permite que la noche le envuelva, entonces este esp\u00edritu vigilante se da cuenta enseguida de que su Amor le ha dejado y se levanta de golpe para buscado, y no encuentra paz hasta que no lo haya alcanzado y estrechado contra su coraz\u00f3n.<\/p>
Este esp\u00edritu, que ha penetrado la Luz, opone a los afanes de la tierra el \u00fanico af\u00e1n que deber\u00edais tener: \u00abel de la b\u00fasqueda de Dios\u00bb. Santo af\u00e1n del alma enamorada, a la que corresponde el divino af\u00e1n de Dios enamorado de las almas de sus criaturas hasta el punto de darse a S\u00ed mismo para su salvaci\u00f3n.
Ya sea que hay\u00e1is perdido mi cercan\u00eda por vuestra culpa o por mi voluntad, sabed imitar a la esposa del Cantar. Salid sin demora, buscad sin cansancio y sin titubeos, sin temor.
Si la lejan\u00eda depende de vosotros, ser\u00eda vergonzoso que no tratarais de haceros perdonar siendo pacientes e insistentes en la b\u00fasqueda. Si depende de Dios, ser\u00eda ofensivo que mostrarais impaciencia humana y con \u00e9sta casi reprocharais a Dios que es incensurable.
Y ni siquiera deb\u00e9is tener temores. Cuando uno busca a Dios, Dios, aunque est\u00e9 escondido, vela sobre \u00e9l. Por eso el mundo no puede hacer ning\u00fan \u00abverdadero\u00bb mal al buscador de Dios. Aunque se ensa\u00f1e con burlas o persecuciones, pensad siempre que estas cosas tienen una duraci\u00f3n relativa mientras que el fruto de vuestro valeroso amor no perecer\u00e1 jam\u00e1s.
Cuando vuestras amorosas b\u00fasquedas os concedan, al fin, reuniros con el amor de vuestra alma, estrechaos contra \u00e9l con un abrazo cada vez m\u00e1s fuerte hasta que se convierta en fusi\u00f3n total e indisoluble entre vosotros y \u00e9l.
Mira, peque\u00f1a esposa m\u00eda, cuando se ha llegado a este punto Jes\u00fas no se separa nunca. Basta que t\u00fa dirijas la mirada del esp\u00edritu para verme cerca. Tal como un esposo enamorado que deambula por la casa nupcial y basta que la esposa se vuelva o se asome a la puerta para vede cerca de s\u00ed o en la habitaci\u00f3n de al lado.
\u00bfNo es agradable todo esto? \u00bfNo te da tanta seguridad, tanta paz y consuelo?
Pues todav\u00eda no es nada. Cuando Yo atraiga tu alma, desde tu peque\u00f1a casa y de la fr\u00e1gil morada de carne en que est\u00e1 encerrada, a la morada eterna, te dar\u00e1s cuenta de lo que es la bienaventuranza del amor. La alegr\u00eda de ahora es como una gota de miel comparada con el r\u00edo de dulzura que verter\u00e9 sobre ti\u00bb.<\/p>
M\u00e1s tarde<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando el amor se ha hecho tan fuerte que ha llegado a ser \u00abfusi\u00f3n\u00bb, tambi\u00e9n es in\u00fatil temer las violencias humanas que destrozan la vida o la largura de la vida misma.
Cree, alma que escuchas, cree que nada es tan violento como el amor ni tan destructivo cuanto el amor. Si la espada o las flechas de los tiranos no hubieran desangrado y atravesado a mis m\u00e1rtires, si el fuego y la brea no les hubiera fundido e incinerado, si el agua no les hubiera hundido o las bestias despedazado, habr\u00edan muerto de todos modos, llegados a ese punto de incandescencia de amor al que les hab\u00eda llevado el amor rec\u00edproco entre el cristiano y Cristo. El amor abre las venas y el coraz\u00f3n m\u00e1s que una espada y una flecha, el amor consuma m\u00e1s que el fuego y la brea, el amor sumerge m\u00e1s que el agua, m\u00e1s que una bestia hambrienta aspira hac\u00eda S\u00ed el Amor.
Pero esta anulaci\u00f3n de la criatura en el Amor separa a la gema de su envoltura, abre el cerrojo al \u00e1ngel encerrado en la carne, mejor dicho, al esp\u00edritu, para prevenir las objeciones de los indagadores humanos que se pierden analizando los matices y no miran el n\u00facleo del pensamiento. Esta anulaci\u00f3n libera al esp\u00edritu inmortal y lo hace nacer en los Cielos que le han esperado y que se abren para que entren y se cierran tras \u00e9l, poniendo barreras de paz entre \u00e9l y la tierra que es hostil a los santos.
Por esto os he dicho: \u00abNo tem\u00e1is a quien puede matar vuestro cuerpo\u00bb, porque la muerte del cuerpo es liberaci\u00f3n del esp\u00edritu.<\/p>
El Amor es inmolador como la espada y el fuego, como el agua y las fieras. Y, en vuestros d\u00edas, en los que no existen las grandes persecuciones que coronaron de p\u00farpura la Iglesia naciente, en verdad os digo que no faltan los m\u00e1rtires para los que la espada, el fuego y la fiera es la llama del amor.
Aquella que llam\u00e1is \u00abPeque\u00f1a flor\u00bb 143 no es menos m\u00e1rtir que In\u00e9s, porque la espada que asumi\u00f3 la vida de la una y de la otra tiene, en el fondo, un \u00fanico nombre: \u00abel Amor\u00bb. Y en el Cielo el martirio de la una y de la otra, si bien fueron consumados de forma distinta, tienen el mismo premio, porque la gloria de Dios fue el agente que les impuls\u00f3 a salirle al encuentro y el amor por las almas el que les impuls\u00f3 a pedirlo.
Del mismo modo es in\u00fatil temer lo prolongado de la separaci\u00f3n. El amor la abrevia porque consuma. Un ser preso en un remolino de fuego no resiste durante mucho tiempo.
El fuego lleva r\u00e1pidamente hacia el Fuego, hacia Dios Uno y Trino que es la perfecci\u00f3n del Amor, que es el Amor mismo, y que en cada instante renueva y difunde su ardor, que va desde el Centro a los Tres y de los Tres a la Unidad con inefables, e incomprensibles para la mente humana, movimientos de amor, y despu\u00e9s se desborda como riada de una fuente escondida y se difunde por el Universo, y lo abraza, lo fecunda, lo atrae, da la vida por \u00e9l y pide recibir las vidas creadas para llevarlas a conocer el Amor, o sea a S\u00ed mismo, con una perfecci\u00f3n tal que ya no es la de las criaturas separadas del Creador, sino la de las criaturas que est\u00e1n recogidas de nuevo en el seno del Creador.
\u00a1Oh! \u00a1Oh Luz beata! Amor tres veces santo, \u00bfpor qu\u00e9 mi sacrificio de Dios no ha bastado para donarme todas las criaturas? \u00bfPor qu\u00e9, al contrario, el Enemigo ha actuado de tal forma sobre la debilidad del hombre que ha hecho impenetrable mi sacrificio en casi la totalidad de las criaturas?
\u00a1Oh! \u00a1Dolor del Hombre Dios, de Dios que ha dejado los celestiales resplandores para venir a la tierra con el fin de dar el Amor a los terrenos y de llevarles al Amor, y ve que su holocausto de Dios que deja los Cielos, y de Hombre que se inmola, ha sido cumplido in\u00fatilmente para millones y millones de seres!
Os alej\u00e1is del Bien, del Amor que es Bien, y mor\u00eds. Mor\u00eds despu\u00e9s de que Yo os he dado la Vida. Mor\u00eds por no saber amar y no quereros dejar amar por Dios.
Vosotros, que hab\u00e9is conocido el amor, permaneced fieles entre los hombres infieles a Jes\u00fas, vuestro Se\u00f1or y Salvador, infieles al Dios Uno y Trino, Padre, Redentor, Amor vuestro. Nunca os separ\u00e9is de este camino seguro que termina en mi Coraz\u00f3n.
Que el amor no sea s\u00f3lo la gu\u00eda de vuestra vida, sino que os impulse en una carrera tan veloz que sea un vuelo hasta M\u00ed. Volad hacia la Luz como la mariposa que la luz atrae. Est\u00e1 aqu\u00ed para recibiros y aumenta sus resplandores de alegr\u00eda porque os ve fieles.
Venid. Subid. S\u00f3lo Dios es la alegr\u00eda de la criatura\u00bb.<\/p>
15 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abLa Iglesia ha aplicado a Mar\u00eda, mi Madre bendita, las alabanzas que el esposo del Cantar dedica a su amada. Y cierto es que ninguna criatura en el mundo tiene tanto derecho como ella de que se le apliquen esas alabanzas, incluso dejando especialmente de lado la sensualidad que celebra las bellezas f\u00edsicas, tambi\u00e9n grandes en Mar\u00eda, porque su exclusi\u00f3n del pecado original hab\u00eda hecho de Mar\u00eda una criatura perfecta como los dos primeros que hab\u00eda creado el Padre. Y los dos primeros, obra excelsa del Creador, ten\u00edan, adem\u00e1s de la<\/p>
143 Sta. Teresa de Lisieux<\/p>
belleza incorp\u00f3rea del alma inocente, la belleza f\u00edsica del cuerpo creado por el Padre.
La fealdad f\u00edsica le vino al hombre como una de las muchas consecuencias del pecado. El pecado no lesion\u00f3 s\u00f3lo el esp\u00edritu. Tambi\u00e9n lesion\u00f3 la carne. Del esp\u00edritu, que hab\u00eda perdido la Gracia, vinieron los instintos contra natura, que han tenido como fruto las monstruosidades de la raza. Si el hombre no hubiera conocido el pecado no habr\u00eda conocido ciertos est\u00edmulos y no habr\u00eda contra\u00eddo alianzas solicitantes y malditas que despu\u00e9s le han pesado, a lo largo de los siglos, con el sello de la fealdad sobre su primera belleza original.
Y a\u00fan cuando el hombre no lleg\u00f3 a envilecerse con determinadas culpas, la maldad, llevada hasta la delincuencia, sign\u00f3 con estigmas los rostros de los malvados y de sus descendientes, marcas que todav\u00eda hoy estudi\u00e1is para reprimir la delincuencia.
Pero deber\u00edas ser vosotros, cient\u00edficos que las estudi\u00e1is, los que comenzarais quitando la primera marca de delincuencia de vuestro coraz\u00f3n: la que os hace rebeldes a Dios, a su Ley, a su Fe. Hay que curar el esp\u00edritu, no reprimir las culpas de la carne y de la sangre. Si el hombre, cur\u00e1ndose a s\u00ed mismo en primer lugar, cuidase la educaci\u00f3n espiritual de los hermanos, reconociendo este esp\u00edritu que es el motor de vuestros actos y no neg\u00e1ndolo con las palabras, y todav\u00eda m\u00e1s con las obras de toda la vida, la delincuencia disminuir\u00eda hasta convertirse en una manifestaci\u00f3n espor\u00e1dica de alg\u00fan pobre enfermo mental.
Tanto era signo, la fealdad f\u00edsica, de propia o remota conjunci\u00f3n con el mal, que en la \u00e9poca mosaica, cuando por una serie de razones, que un d\u00eda te expliqu\u00e9 1, era necesario recurrir a un rigor y un extremismo que despu\u00e9s modifiqu\u00e9 con mi doctrina de amor, el de- forme ven\u00eda excluido de los servicios divinos. Esa ley no hab\u00eda sido impuesta por la Justicia para ense\u00f1ar a los hombres a faltar a la caridad contra los infelices, sino para poner un freno a la animalidad de los hombres, con el temor y el terror de que sus culpas contra natura generasen deformes excluidos del servicio divino, m\u00e1xima aspiraci\u00f3n de los hijos de Israel.
Despu\u00e9s vine Yo, Sabidur\u00eda eterna, encarnada por vosotros, y modifiqu\u00e9 la Ley con el fuego de mi Caridad y a la luz de mi Inteligencia.
Hab\u00edan pasado siglos y siglos desde la \u00e9poca de Mois\u00e9s y, a pesar de todas las leyes, el hombre fornicaba con el Mal, con la Lujuria llevada hasta monstruosas aberraciones, con la Crueldad llevada tambi\u00e9n hasta realizar obras de arte de criminalidad. En los hijos de los hijos de estos millones de pecadores se se\u00f1alaban las marcas de las antiguas culpas de sus padres mientras que, bajo el revestimiento de una carne poco favorecida y deformada por defectos f\u00edsicos o por horribles enfermedades, palpitaba un coraz\u00f3n m\u00e1s digno de Dios que el de muchos seres f\u00edsicamente hermosos.
Entonces Yo, fruto del Amor y portador del amor entre los hombres, os he ense\u00f1ado a amar a los infelices para ense\u00f1aros el amor; he llamado a M\u00ed tullidos, ciegos, leprosos, locos, y les he curado cuando conven\u00eda, siempre les he amado con amor de predilecci\u00f3n y os he ense\u00f1ado a amarles as\u00ed.
Esto respond\u00eda tambi\u00e9n a una raz\u00f3n de alta justicia. Yo, que hab\u00eda venido para redimir las deformidades del esp\u00edritu y para amar hasta el holocausto vuestros esp\u00edritus deformes, para devolverles la belleza digna de entrar en el cielo, \u00bfc\u00f3mo pod\u00eda no amar a los deformados de la carne, cuya deformidad era una cruz que ya por s\u00ed misma redim\u00eda el esp\u00edritu de quien la sab\u00eda llevar?
No, el Salvador ha amado y ama a los infelices de la tierra. Y si bien no puede obrar sobre todos el milagro de volver perfectos sus miembros destinados a perecer -no puede por motivos que es in\u00fatil explicar a los hombres- puede dar, a cuantos est\u00e1n humillados por una enfermedad, la divina certeza de la posesi\u00f3n del Cielo, si saben sufrir su prueba de martirio sin dudar de la bondad del Eterno y sin rebelarse a su suerte acusando a Dios.
Que tambi\u00e9n me amen por el dolor. Yo les premiar\u00e9 por su amor y los desamparados de la<\/p>
tierra se convertir\u00e1n en triunfadores en el Cielo.
Mi Madre, la Sin culpa, la Toda Hermosa, la Deseada de Dios, la Destinada a ser mi Madre, pose\u00eda la arm\u00f3nica integridad de sus miembros, en los que estaba patente el dedo modelador de Dios que la hab\u00eda creado a su perfecta semejanza.
La obra del artista se las ha ingeniado durante siglos para representar a Mar\u00eda. Pero
\u00bfc\u00f3mo representar la perfecci\u00f3n? \u00c9sta resuma desde dentro hacia fuera. Y aunque pudierais hacer una forma perfecta con el pincel y con el cincel, no podr\u00edais infundirle la luz del alma que es algo espiritual, y que es el inefable toque divino puesto sobre una carne que es santa, toque que veis traslucir desde el interior sobre vuestros hermanos y que os hace exclamar: \u00ab\u00a1Qu\u00e9 santo rostro!\u00bb.
\u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is representar a Mar\u00eda? \u00a1La Toda Santa del Se\u00f1or! Siempre que se ha aparecido, y despu\u00e9s os afan\u00e1is por reproducir sus facciones, los beatos que le han visto han exclamado: \u00abEsta obra es hermosa, pero no es Mar\u00eda. Ella es bella de otro modo, con una belleza que no pod\u00e9is reproducir y que no se puede describir\u00bb.
\u00bfAcaso t\u00fa podr\u00edas reproducir a Mar\u00eda, t\u00fa a quien conced\u00ed ver a la Madre m\u00eda y tuya 144 como consuelo en la prueba que te era inminente, podr\u00edas acaso t\u00fa hacerlo si fueras una pintora o escritora excelsa? No. Has declarado que, tambi\u00e9n tu eficaz palabra de mujer ins- truida y capaz de componer es pobre, insuficiente, para describir a Mar\u00eda. Has dicho que es \u00abluz\u00bb para decir que es lo m\u00e1s hermoso e indescriptible que haya en el mundo y comparada a mi Madre, la nuestra.
Es el esp\u00edritu de Mar\u00eda que aflora tras los velos de la carne inmaculada, lo que no pod\u00e9is describir, hijos suyos y hermanos m\u00edos. Santificaos para ver a Mar\u00eda. Aunque, haciendo una suposici\u00f3n, en el Para\u00edso s\u00f3lo la vierais a Ella, ya ser\u00edais bienaventurados. Porque Para\u00edso quiere decir lugar en el que se goza de la visi\u00f3n de Dios, y quien ve a Mar\u00eda ya ve a Dios. Ella es el espejo sin mancha de la Divinidad.
Ves, por tanto, que las alabanzas del Cantar son adecuadas precisamente a Mar\u00eda, quien con su alma pura y enamorada, ha herido el coraz\u00f3n de Dios que es su Rey, pero que la complace en sus deseos de amor por vosotros, como si Ella fuese su Reina.
Quisiera que en la medida de vuestras fuerzas, as\u00ed como deb\u00e9is amar a Dios con todas vuestras fuerzas, os esforzarais en amar a Mar\u00eda. Amar quiere decir imitar, por esp\u00edritu de amor, a quien se ama. Y Yo he hecho de esto un dulce mandato: \u00abSe sabr\u00e1 que me am\u00e1is cuando se vea que hac\u00e9is las obras que Yo hago\u00bb. Ahora os doy el mismo mandamiento hacia mi Madre: \u00abSe ver\u00e1 que la am\u00e1is cuando la imit\u00e9is\u00bb.
\u00a1Oh! \u00a1si el mundo se esforzara en imitar a Mar\u00eda! El Mal, en todas sus manifestaciones que van desde la destrucci\u00f3n de las almas a la destrucci\u00f3n de las familias, y de la destrucci\u00f3n de las familias a la destrucci\u00f3n de las Naciones y de todo el globo terr\u00e1queo, caer\u00eda vencido para siempre, porque Mar\u00eda tiene al Mal bajo su calca\u00f1al virginal y, si Mar\u00eda fuera vuestra Reina y vosotros fuerais realmente sus hijos, s\u00fabditos e imitadores, el Mal no podr\u00eda ya haceros mal.
Sed de Mar\u00eda. Autom\u00e1ticamente ser\u00e9is de Dios. Porque Ella es el Jard\u00edn cerrado donde est\u00e1 Dios, el santo Jard\u00edn donde Dios florece. Porque Ella es la fuente de la que mana el Agua Viva que asciende al Cielo y os proporciona el medio para subir al Cielo: Yo, Cristo, Redentor del mundo y Salvador del hombre\u00bb. 145<\/p>
16 de octubre<\/p>
144 En los escritos del 12 de septiembre y del 19 de septiembre
145 El comentario al Cantar contin\u00faa en el dictado del 18 de octubre. Tambi\u00e9n lo anota la escritora sobre una copia mecanografiada<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHoy quiero hablarte sobre una frase pronunciada por M\u00ed en la cruz. Podr\u00e1 parecer un intermedio discordante con el tema del que te he hablado en estos d\u00edas. Pero no lo es.
Todo cuanto digo se refiere a la piedra preciosa que ten\u00e9is en vosotros: al esp\u00edritu. Porque el esp\u00edritu es el se\u00f1or de vuestro ser. A menudo vosotros lo convert\u00eds en un esclavo, pero \u00e9sa es una culpa de la que dar\u00e9is cuenta. El hecho de que lo oprim\u00e1is y lo mat\u00e9is no cambia vuestra caracter\u00edstica de se\u00f1or de vuestro ser.
Quiero llamaros la atenci\u00f3n sobre una frase pronunciada por M\u00ed en la Cruz. T\u00fa tambi\u00e9n est\u00e1s en la cruz, pobre Mar\u00eda. Y tu cruz ya habitual se ha hecho m\u00e1s dura y \u00e1spera con el dolor presente que te consuma la carne y la sangre y que te oprime la moral hasta quebrarla. Si fuera s\u00f3lo por la muerte sufrir\u00edas menos. Pero al dolor por el fallecimiento de tu madre se une otro dolor por c\u00f3mo se fue de ti sin una palabra. Tienes un nudo de l\u00e1grimas en el coraz\u00f3n por tu insaciada hambre de caricias, que te acompa\u00f1\u00f3 durante toda tu vida de hija y te acompa\u00f1ar\u00e1 durante toda tu vida de hu\u00e9rfana.
Dame tambi\u00e9n este sacrificio. Hay tantos hijos sin madre. ,Sin ella, porque la madre no les ama, y sin ella, porque la madre les ha rechazado.
\u00bfCrees que los hijos del pecado, cuando salen de las nieblas de la infancia y comienzan a pensar, no sufran por su condici\u00f3n? La, caridad humana les da pan y cobijo, \u00a1oh! no mucho m\u00e1s, y a menudo menos de cuanto se le da a un cachorro perdido o a un animal aban- donado. Pero si el cachorro y el animal son felices tan s\u00f3lo con tener un alimento, un refugio y una caricia, los hijos de la mujer, que la mujer ha repudiado porque representan para ella el testimonio de su culpa, tienen una mentalidad superior a la del cachorro y del animal, tienen un alma que sufre y que puede, en su sufrimiento de bastardos extraviados fuera del nido donde nacieron, echados fuera del nido, convertirles en injustos y malos. Injustos conmigo y malos hacia los hombres, hacia los semejantes de quien les ha generado para condenarlos a un destino de verg\u00fcenza.
S\u00f3lo Yo, que soy Aqu\u00e9l a quien no se le escapa una l\u00e1grima del hombre y ni siquiera le pasa inobservada la necesidad del p\u00e1jaro que tiene hambre, s\u00f3lo Yo conozco las l\u00e1grimas y las rebeliones de estas pobres criaturas m\u00edas, que no han tenido siquiera ese m\u00ednimo de familia que est\u00e1 constituido por el recuerdo de los padres desaparecidos. Las l\u00e1grimas las recoge mi Amor, y las rebeliones las compadece mi Misericordia. La Justicia no es severa con estos pobres hijos generados para el llanto y la verg\u00fcenza, sino que va, con rostro severo, a juzgar a quien les ha generado para tal suerte.
Pero no es esto de lo que te quiero hablar. Para esto te pido s\u00f3lo tu sufrir de hija que no ha conocido el consuelo del adi\u00f3s materno. T\u00fa me tienes a M\u00ed como pocos me tienen. No saben verme y o\u00edrme, si no estar\u00eda con todos como contigo. Dame tu dolor de hija para que ellos sientan que tienen un Padre, que no son bastardos, que hay quien les ama. Y les ama como ning\u00fan padre de la tierra puede ni sabe amar. Hay que saber aplicar el propio dolor particular para el alivio del dolor de los dem\u00e1s. Y t\u00fa, que conoces la amargura de algunas situaciones, la desolaci\u00f3n del coraz\u00f3n y el consuelo que s\u00f3lo viene de Dios, sufre con buena voluntad para impedir \u00e9sta que es una de las m\u00e1s amargas, desoladas y peligrosas desesperaciones.
Y ahora hablamos de la frase pronunciada por M\u00ed en la cruz.
Si en las palabras de la Sabidur\u00eda no hay ni siquiera una relativa al esp\u00edritu que sea in\u00fatil,
\u00bfqu\u00e9 ser\u00e1 de las palabras pronunciadas por M\u00ed, Sabidur\u00eda divina? En la cruz complet\u00e9 mi misi\u00f3n de Redentor, pero tambi\u00e9n de Maestro.
Os ense\u00f1\u00e9 el perd\u00f3n perdonando a mis asesinos y a quien me ofend\u00eda como Dios y como moribundo. Os ense\u00f1\u00e9 a tener fe en la Misericordia concedida a quien se arrepiente prometiendo el Para\u00edso a Dimas. Os ense\u00f1\u00e9 a qui\u00e9n ir para no sentiros solos: a Mar\u00eda que es<\/p>
vuestra Madre. Os ense\u00f1\u00e9 a pedir humildemente y a sufrir pacientemente tambi\u00e9n en las necesidades corporales pidiendo un sorbo para mis labios. Os ense\u00f1\u00e9 a no quejaros si el sorbo es vinagre e hiel.. vinagre e hiel, Mar\u00eda, que a menudo viene dado no s\u00f3lo a los labios sino al coraz\u00f3n que pide amar y recibe repulsi\u00f3n y ofensas. Recuerda que tu Jes\u00fas ha tenido saturado el Coraz\u00f3n de esta mezcla realmente amargu\u00edsima.
Os ense\u00f1\u00e9 a Qui\u00e9n invocar en los momentos en los que el dolor se precipita sobre vosotros y os parece que todos, incluso Dios, os hayan abandonado. Yo estaba, por necesidad de Redenci\u00f3n, realmente abandonado por el Padre, pero le he invocado de todas formas. As\u00ed hay que hacer, hijos, en los momentos de prueba y de dolor. Aunque Dios os parezca lejano pedirle igualmente ayuda. Dadle filial amor siempre. \u00c9l os dar\u00e1 sus dones. Podr\u00e1n no ser los que invocabais. Ser\u00e1n otros a\u00fan m\u00e1s necesarios para vosotros. Confiad en el Se\u00f1or y Padre vuestro. \u00c9l os ama y provee por vosotros. Creed siempre en esto. Dios premia a quien cree en su Bondad.
Pero antes de pronunciar la \u00faltima palabra, a la que estaba unida, junto al dolor angustioso de esa muerte, la alegr\u00eda de haber conquistado la Vida para vosotros, he pronunciado la frase de la que te quiero hablar: \u00abPadre, en tus manos encomiendo mi esp\u00edritu\u00bb.
\u00bfVeis, hijos queridos, qu\u00e9 valor tiene el esp\u00edritu? Mi \u00faltimo pensamiento fue para \u00e9l, para encomendado en las manos del Padre. El esp\u00edritu es el valor inmensurable de nuestro vivir como hombres, digo \u00abnuestro\u00bb, porque quien mor\u00eda sobre la cruz era verdadero Hombre adem\u00e1s de verdadero Dios, por ello semejante a vosotros en la humanidad. Mi \u00faltimo cuidado va para mi esp\u00edritu pr\u00f3ximo a liberarse de la carne para volver al Origen del que hab\u00eda venido.
El esp\u00edritu del Cristo no necesitaba la piedad divina. Era el esp\u00edritu divino e inocente del Hijo del Padre y de la Inmaculada. Pero Yo os quise ense\u00f1ar que s\u00f3lo hay una cosa que sea preciosa en la vida y preciosa en la otra vida: el esp\u00edritu. \u00c9ste debe recibir todos vuestros cuidados durante la existencia y vuestras previsiones para la hora de la muerte.
Todo cuanto pose\u00e9is en la tierra muere con la carne. Nada os sigue a la otra vida. Pero el esp\u00edritu permanece. El esp\u00edritu os precede. Es quien se presenta al Juez y recibe la primera sentencia. Es quien remover\u00e1 la carne en el momento del Juicio final y la har\u00e1 revivir de nuevo para escuchar el decreto que la haga bienaventurada con ese esp\u00edritu o maldita con \u00e9l.
La carne conocer\u00e1 siglos o instantes de muerte antes de su resurrecci\u00f3n, pero el esp\u00edritu s\u00f3lo conoce una muerte y no resucita de ella.
\u00a1Ay de aquellos esp\u00edritus muertos que infundir\u00e1n muerte a la carne que habitaron! La \u00absegunda muerte\u00bb que no conoce resurrecci\u00f3n, y que es la. que deb\u00e9is de temer para este cuerpo que am\u00e1is m\u00e1s que al esp\u00edritu, hombres necios que invert\u00eds los valores de las cosas.
Tratad de tener piedad de vosotros mismos, no desde el punto de vista humano sino desde el sobrenatural. Piedad de lo que no muere como carne, pero que puede morir \u00fanicamente como esp\u00edritu, perdiendo la Luz de Dios aqu\u00ed abajo, la visi\u00f3n y la posesi\u00f3n de Dios en mi Cielo.
Tratad. Y dado que sois d\u00e9biles por la carne que os tienta, porque est\u00e1 presa en las seducciones de Satan\u00e1s, en la vida y en la muerte confiad vuestro esp\u00edritu al Potente, al Santo, al Misericordioso Dios.
Cuando os ense\u00f1\u00e9 a decir: \u00abNo nos dejes caer en la tentaci\u00f3n m\u00e1s l\u00edbranos del mal\u00bb, \u00bfno os ense\u00f1\u00e9 a confiar vuestro esp\u00edritu al Padre, que os ha creado y que no reniega de su paternidad como, en cambio, vosotros reneg\u00e1is de vuestra filiaci\u00f3n?
Poco puede da\u00f1ar Satan\u00e1s en la tierra al esp\u00edritu que se conf\u00eda a Dios; al esp\u00edritu que en la agon\u00eda invoca a Dios se le ahorrar\u00e1n los terrores que la Bestia suscita como \u00faltima<\/p>
venganza; al esp\u00edritu que expira en Dios, Dios le abrir\u00e1 el Coraz\u00f3n, y pasar\u00e1 de la muerte a la vida eterna, santa, bienaventurada\u00bb.<\/p>
17 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abQuiero explicarte lo que es y en qu\u00e9 consiste el Purgatorio. Y te lo explico Yo de manera que chocar\u00e1 a muchos que se creen depositarios del conocimiento del m\u00e1s all\u00e1 y no lo son.
Las almas sumergidas en aquellas llamas s\u00f3lo sufren por el amor.
Ellas no son indignas de poseer la Luz, pero tampoco son dignas de entrar inmediatamente en el Reino de la Luz; son investidas por la Luz, al presentarse ante Dios. Es una breve, anticipada beatitud, que les asegura su salvaci\u00f3n y les hace conocedoras de lo que ser\u00e1 su eternidad y expertas de cuanto cometieron contra su alma, defraud\u00e1ndola de a\u00f1os de bienaventurada posesi\u00f3n de Dios. Despu\u00e9s, sumergidas en el lugar de purgaci\u00f3n, son investidas por las llamas expiadoras.
En esto aciertan quienes hablan del purgatorio. Pero donde se equivocan es al querer aplicar distintos nombres a esas llamas.
\u00c9stas son incendio de amor. Purifican encendiendo de amor las almas. Dan el Amor porque, cuando el alma ha alcanzado ese amor que no alcanz\u00f3 en la tierra, es liberada y se une al Amor en el Cielo.
Te parece una doctrina distinta de la conocida, \u00bfverdad? Pero piensa.
\u00bfQu\u00e9 es lo que Dios Uno y Trino quiere para las almas que ha creado? El Bien.
Quien quiere el Bien para una criatura, \u00bfqu\u00e9 sentimientos tiene hacia la criatura?
Sentimientos de amor.
\u00bfCu\u00e1l es el mandamiento primero y segundo, los dos m\u00e1s importantes, de los que he dicho que no los hay mayores y en ellos est\u00e1 la llave para alcanzar la vida eterna? Es el mandamiento del amor: \u00abAma a Dios con todas tus fuerzas, ama al pr\u00f3jimo como a ti mismo\u00bb.
\u00bfQu\u00e9 os he dicho infinidad de veces por mi boca, la de los profetas y los santos? Que la mayor absoluci\u00f3n es la Caridad. La Caridad consuma las culpas y las debilidades del hombre, porque quien ama vive en Dios y viviendo en Dios peca poco, y si peca se arrepiente inmediatamente, y el perd\u00f3n del Alt\u00edsimo es para quien se arrepiente.
\u00bfA qu\u00e9 faltaron las almas? Al Amor. Si hubieran amado mucho, habr\u00edan cometido pocos y leves pecados, unidos a vuestra debilidad e imperfecci\u00f3n pero nunca habr\u00edan alcanzado la persistencia consciente en la culpa, ni siquiera venial. Habr\u00edan visto la forma de no afligir a su Amor y el Amor viendo su buena voluntad, les habr\u00eda absuelto incluso de los pecado veniales cometidos.
\u00bfC\u00f3mo se repara, tambi\u00e9n en la tierra una culpa? Expi\u00e1ndola y, cuando es posible, a trav\u00e9s del medio con el que se ha cometido. Quien ha da\u00f1ado, restituyendo cuanto quit\u00f3 con prepotencia. Quien ha calumniado, retract\u00e1ndose de la calumnia, y as\u00ed todo.
Ahora, si esto lo requiere la pobre justicia humana, \u00bfno lo querr\u00e1 la Justicia santa de Dios?
\u00bfY qu\u00e9 medio utilizar\u00e1 Dios para obtener reparaci\u00f3n? A S\u00ed mismo, o sea al Amor, exigiendo amor.
Este Dios al que hab\u00e9is ofendido, y que os ama paternalmente, y que quiere unirse con sus criaturas, os lleva a alcanzar esta uni\u00f3n a trav\u00e9s de S\u00ed mismo.
Todo gira entorno al Amor, Mar\u00eda, excepto para los verdaderos \u00abmuertos\u00bb: los condenados. Para estos \u00abmuertos\u00bb tambi\u00e9n ha muerto el Amor. Pero para los tres reinos -el que tiene el peso de la gravedad: la Tierra; aqu\u00e9l en el que est\u00e1 abolido el peso de la materia pero no el del alma cargada por el pecado: el Purgatorio; y, en fin, aqu\u00e9l cuyos habitantes comparten<\/p>
con el Padre su naturaleza espiritual que les libera de todo peso- el motor es el Amor. Amando sobre la Tierra es como trabaj\u00e1is para el Cielo. Amando en el Purgatorio es como conquist\u00e1is el Cielo que en la vida no hab\u00e9is sabido merecer. Amando en el Para\u00edso es como goz\u00e1is el Cielo.
Lo \u00fanico que hace un alma cuando est\u00e1 en el Purgatorio es amar, pensar, arrepentirse a la luz del Amor que esas llamas han encendido para ellas, que ya son Dios, pero que, para su castigo, le esconden a Dios.
Esto es el tormento. El alma recuerda la visi\u00f3n de Dios que tuvo en el juicio particular. Se lleva consigo ese recuerdo y, dado que el haber tan s\u00f3lo entrevisto a Dios es un gozo que supera todo lo creado, el alma est\u00e1 ansiosa de volver a gustar ese gozo. Ese recuerdo de Dios y ese rayo de luz que le revisti\u00f3 cuando compareci\u00f3 ante \u00c9l, hacen que el alma \u00abvea\u00bb la importancia que realmente tienen las faltas cometidas contra su Bien, y este \u00abver\u00bb, junto a la idea de que por esas faltas se ha impedido voluntariamente, durante a\u00f1os o siglos, la posesi\u00f3n del Cielo y la uni\u00f3n con Dios, constituye su pena purgante.
El tormento de los purgantes es el amor y la certeza de haber ofendido al Amor. Un alma, cuanto m\u00e1s ha faltado en la vida, tanto m\u00e1s est\u00e1 como cegada por cataratas espirituales que le hacen m\u00e1s dif\u00edcil conocer y alcanzar ese perfecto arrepentimiento de amor que es el primer coeficiente para su purgaci\u00f3n y entrada en el Reino de Dios. Cuanto m\u00e1s un alma lo ha oprimido con la culpa, tanto m\u00e1s pesado y tard\u00edo se hace vivir el amor. A medida que se limpia por poder del Amor, se acelera su resurrecci\u00f3n al amor y, de consecuencia, su conquista del Amor que se completa en el momento en que, terminada la expiaci\u00f3n y alcanzada la perfecci\u00f3n del amor, es admitida en la Ciudad de Dios.
Hay que orar mucho para que estas almas, que sufren para alcanzar la Alegr\u00eda, sean r\u00e1pidas en alcanzar el amor perfecto que les absuelve y les une conmigo. Vuestras oraciones, vuestros sufragios, son nuevos aumentos de fuego de amor. Aumentan el ardor. Pero -joh! \u00a1bienaventurado tormento!- tambi\u00e9n aumentan la capacidad de amar. Aceleran el proceso de purgaci\u00f3n. Alzan las almas sumergidas en ese fuego a grados cada vez m\u00e1s altos. Las llevan a los umbrales de la Luz. Abren las puertas de la Luz, en fin, e introducen el alma en el Cielo.
A cada una de estas operaciones, provocadas por vuestra caridad hacia quien os precedi\u00f3 en la segunda vida, corresponde la sorpresa de la caridad hacia vosotros. Caridad de Dios que os agradece el que prove\u00e1is por sus hijos penantes, caridad de los penantes que os agradecen el que os afan\u00e9is por introducirles en el gozo de Dios.
Vuestros seres queridos nunca os amaron tanto como despu\u00e9s de la muerte de la tierra, porque su amor ya est\u00e1 impregnado de la Luz de Dios y a esta Luz comprenden c\u00f3mo les am\u00e1is y c\u00f3mo deber\u00edan haberos amado.
Ya no pueden deciros palabras que invoquen perd\u00f3n y den amor. Pero me las dicen a M\u00ed para vosotros, Yo os traigo estas palabras de vuestros Difuntos que ahora os saben ver y amar como se debe. Os las traigo junto con su petici\u00f3n de amor y su bendici\u00f3n, que ya es v\u00e1lida desde el Purgatorio porque ya est\u00e1 animada por la inflamada Caridad que les quema y purifica. Perfectamente v\u00e1lida, adem\u00e1s, desde el momento en que, liberados, salgan a vuestro encuentro a los umbrales de la Vida o se re\u00fanan con vosotros en ella, si les hubierais precedido en el Reino de Amor.
F\u00edate de M\u00ed, Mar\u00eda. Yo trabajo por ti y por tus seres queridos. Conforta tu esp\u00edritu. Vengo para darte la alegr\u00eda. Conf\u00eda en M\u00ed\u00bb.<\/p>
18 de octubre 146<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl secreto del alma que no quiere perder a su Amor, Dios, debe ser -ya te habl\u00e9 de ello 147
– permanecer siempre unida a Dios con las potencias del alma.
Hag\u00e1is lo que hag\u00e1is, tened el esp\u00edritu firme en M\u00ed. De este modo santificar\u00e9is todas vuestras acciones haci\u00e9ndolas agradables a Dios y sobrenaturalmente \u00fatiles para vosotros. Para quien sabe permanecer en Dios todo es oraci\u00f3n, porque la uni\u00f3n no es otra cosa que amor, y porque el amor transforma en adoraciones gratas al Se\u00f1or hasta las acciones m\u00e1s humildes de la vida humana.
En verdad te digo que, entre quien est\u00e1 muchas horas en la iglesia repitiendo palabras con el alma ausente, y quien est\u00e1 en su casa, en su oficina, en su negocio, en su ocupaci\u00f3n, am\u00e1ndome a M\u00ed y al pr\u00f3jimo por M\u00ed, permaneciendo unido a M\u00ed, quien reza es el segundo y es a \u00e9l a quien bendigo, mientras que el primero s\u00f3lo est\u00e1 cumpliendo un precepto hip\u00f3crita que Yo condeno y desecho.
Cuando el alma ha sabido alcanzar esta amorosa ciencia de saber permanecer con sus potencias firmes en M\u00ed, produce actos continuos de amor. Hasta en el sue\u00f1o material me ama, porque la carne se adormece y se despierta con mi Nombre y pensando en M\u00ed, y mientras que el cuerpo descansa el alma contin\u00faa amando.
Oh! \u00a1santos desposorios del alma con su Dios! V\u00ednculo espiritual que no ve el ojo humano pero que, si pudiese vedo ver\u00eda un c\u00edrculo de fuego que rodea a Dios y a la criatura, y aumentando el gozo de Dios aumenta la gloria de la criatura, c\u00edrculo santo que en el Cielo ser\u00e1 aureola sobre la frente glorificada.
El alma, encerrada como est\u00e1 en la carne, padece a veces, de rebote, los cansancios de la carne. Las tentaciones de Satan\u00e1s, faltas m\u00e1s o menos graves -no hablo del pecado mortal, que separa violentamente al alma de su Dios, sino que hablo de las faltas m\u00e1s leves las cuales, en cuanto leves, tienen como consecuencia una postraci\u00f3n del esp\u00edritu- desilusiones, dolores, acontecimientos de la vida que provocan con las otras causas, en los menos formados en la vida del esp\u00edritu, cansancios del alma.
Pero ten\u00e9is que reaccionar ante \u00e9stos. Son como esos languideceres f\u00edsicos que preceden al agotamiento de la carne. \u00a1Ay si no se combaten desde el inicio! Pero tres veces peor si no se combaten los languideceres del esp\u00edritu que llevan al sopor espiritual y lentamente a la muerte del alma.
Dios no ama a los perezosos, no ama a quienes prefieren sus comodidades al buen Se\u00f1or.
Dios castiga a los que se vuelven tibios. Se retira.
Vuestro buen Dios os llama para despertaros, os ruega que le acoj\u00e1is, se os muestra fatigado por haberos cercado y os pide el coraz\u00f3n para ampararse en \u00e9l. \u00bfPero no sab\u00e9is que el tabern\u00e1culo m\u00e1s hermoso para vuestro Se\u00f1or es vuestro coraz\u00f3n? El buen Dios lo in- tenta todo para sacaros del sue\u00f1o espiritual y de la pereza espiritual. A veces incluso trata de forzar las m\u00edsticas rejas del coraz\u00f3n e intenta entrar. Despu\u00e9s se retira porque s\u00f3lo en escasas ocasiones recurre a la violencia. Siempre os deja libres, aunque el dejaros tales sea dolor para \u00c9l, porque ve que hac\u00e9is mal uso de la libertad.
Algunas veces, m\u00e1s bien casi siempre, el alma advierte la venida de su Dios, siente su intento de entrar y, dado que el alma recuerda que ha sido creada por Dios, se siente estremecer de dulzura.
Vosotros oprim\u00eds el alma, no la segu\u00eds en sus deseos, pero ella se resiste a morir en<\/p>
146 La escritora a\u00f1ade sobre una copia mecanografiada: Contin\u00faa comentando el Cantar
147 En los dictados del 26 de junio y del 10 de octubre<\/p>
vosotros. Es la \u00faltima que muere, muere despu\u00e9s de que ha muerto la mente y ha muerto el coraz\u00f3n por la soberbia y la lujuria; muere s\u00f3lo cuando vosotros la mat\u00e1is quit\u00e1ndole la Luz, el Amor, la Vida, o sea Dios. Pero hasta que no est\u00e1 muerta, se estremece de alegr\u00eda y late de amor cuando Dios se le acerca. \u00a1Ay de quienes no quieren secundar estos movimientos del alma! Se parecen a los enfermos que, con continuas imprudencias y desobediencias al m\u00e9dico, agravan cada vez m\u00e1s la enfermedad hasta volverla mortal.
Cuando vuestra alma se deshace de dulzura porque siente a Dios tras las rejas, seguid el movimiento del alma, dejad toda atenci\u00f3n a la carne, poned de rodillas vuestra carne soberbia, reconoced los derechos de la reina encerrada en vosotros, de la reina que quiere seguir a su Rey y adorar la benevolencia del Rey que ha venido hasta vosotros para amar vuestra alma que ten\u00edais apartada, que ha venido para amaros, para daros la garant\u00eda de salvaci\u00f3n tambi\u00e9n para vuestra carne, que tanto os importa pero por la que no sab\u00e9is hacer nada realmente provechoso.
Dios quiere que en la resurrecci\u00f3n final tambi\u00e9n vuestras carnes resplandezcan de luz y de belleza sobrenatural y eterna. Resplandezcan por las obras santas cumplidas en la vida terrena, por las obras cumplidas siguiendo los impulsos del alma movida por Dios.
\u00a1Si supierais qu\u00e9 enorme gracia supone cada venida de Dios Amor! Si lo comprendierais dir\u00edais a cada momento: \u00ab\u00a1Ven, Se\u00f1or Jes\u00fas! \u00a1Ven a guiar mi alma! S\u00e9 mi Rey y mi Maestro\u00bb. Si lo supierais, se\u00f1alar\u00edais cada encuentro, cada venida, entre los d\u00edas m\u00e1s dichosos de vuestra vida de hombres. Y en verdad ning\u00fan acontecimiento es tan dichoso como el que Yo entre con mi amor en vuestro coraz\u00f3n para salvaros y conduciros, m\u00e1s all\u00e1 de la vida, a la Vida verdadera, eterna y bienaventurada.
Cuando por vuestra negligencia hab\u00e9is dejado pasar de largo a vuestro Maestro, afligido por vuestra indolencia espiritual; cuando el remordimiento, grito de la conciencia que nunca calla completamente, ni siquiera en los m\u00e1s depravados, despierta vuestra alma que hab\u00e9is aturdido en la tibieza y en la materialidad, sed diligentes en la reparaci\u00f3n. Buscad inmediatamente a Dios.
Pensad que sin Dios se vaga por caminos de muerte hasta perecer para siempre. Pensad tambi\u00e9n que Dios es piadoso y tiene entra\u00f1as de caridad con vosotros. \u00c9l escucha inmediatamente vuestro grito que lo llama y, aunque si para vuestro castigo est\u00e1 escondido durante alg\u00fan tiempo, no est\u00e1 lejos. Vosotros no le veis, pero \u00c9l est\u00e1 cerca de vosotros con el coraz\u00f3n de Padre que perdona al hijo desviado y anhela estrecharlo contra su coraz\u00f3n.
Buscad inmediatamente a Dios. Rebasad las guardias de ronda: las insidias que el Enemigo emplaza a lo largo del camino para impedir que un alma se le escape para refugiarse en Dios. No os importe que Satan\u00e1s, envidioso y cruel, os despoje por venganza.
Es mejor para vosotros entrar desnudos de humanidad en la vida eterna, ricos tan s\u00f3lo de riquezas espirituales, que acompa\u00f1ados a los umbrales de Dios por afectos, honores, alegr\u00edas terrenas, para ser arrojados fuera porque ya lo hab\u00e9is tenido todo y no merec\u00e9is m\u00e1s, habiendo preferido tener este \u00abtodo\u00bb, que cae y os arrastra al caer, a lo \u00fanico que es necesario tener: la moneda para entrar en la Vida eterna, acumulada con fatigas, esfuerzos, paciencia espiritual, brotes santos que van granando poco a poco obedeciendo mi Ley por amor, perlas m\u00edsticas adquiridas con dolor sufrido por amor, rub\u00edes eternos creados por vuestro querer ser mis hijos, contra las voces de la naturaleza carnal, contra los escarnios y las venganzas del mundo, contra las seducciones y las iras de Satan\u00e1s, queridas venci\u00e9ndose a s\u00ed mismos y a los enemigos de s\u00ed mismos: sean hombres o demonios, queridas triturando la carne con tal de hacer triunfar al esp\u00edritu que quiere seguir la Voluntad de Dios, queridas hasta sudar sangre viva como Yo ante la mayor de las tentaciones, el mayor de los temores, la mayor Voluntad divina que hombre alguno haya podido sufrir.<\/p>
\u00a1Si supierais qu\u00e9 es un vuestro \u00abno\u00bb dicho a las fuerzas de la carne, de los afectos, de las riquezas, de los honores, para ser fieles a Quien os ama! \u00a1Si supierais lo que significa estar preparados para dejarse despojar a\u00fan de las cosas queridas con tal de ser totalmente de Dios!
Ciertas privaciones, sufridas con resignaci\u00f3n si bien no con j\u00fabilo, porque a\u00fan puede uno regocijarse con la salud inmolada seg\u00fan los fines de Dios, pero no puede hacerlo ante una tumba que se cierra sobre un padre, una madre, un esposo, un hijo, un hermano – tambi\u00e9n Yo he sido Hombre entre los hombres y recuerdo lo que es el no volver a o\u00edr una voz querida, el no volver a ver la casa animada por un pariente y vac\u00eda de su presencia la morada de un amigo-ciertas privaciones, sufridas con resignaci\u00f3n tienen el valor de un martirio, Mar\u00eda, recu\u00e9rdalo. Lo tienen como lo tiene el de la vida ofrecida por el adviento de mi Reino en los corazones, las fiebres, las enfermedades padecidas porque caigan las fiebres de las almas y las enfermedades de los esp\u00edritus.
El uno y el otro martirio tendr\u00e1n el premio del martirio: la estola escarlata de quienes vinieron a M\u00ed a trav\u00e9s de una gran tribulaci\u00f3n, cortejo de fuego que seguir\u00e1 al Cordero junto al c\u00e1ndido cortejo de las v\u00edrgenes, el segundo a mi derecha, el primero a mi izquierda, porque estos h\u00e9roes del esp\u00edritu son verdaderamente los hijos de mi Coraz\u00f3n desgarrado por un martirio de amor, as\u00ed como los primeros son los nacidos de Mar\u00eda que m\u00e1s se parecen a la Madre y al Hijo de la Madre, son los que vivieron con aspecto de hombres y sentimientos de \u00e1ngeles: m\u00e1s all\u00e1 de la carne y de la sangre.
Buscad al Se\u00f1or con todos vuestros medios, con santa audacia. Buscadlo para reparar la desidia anterior. Y una vez que lo hay\u00e1is encontrado no volv\u00e1is a separaros de \u00c9l.
En \u00c9l est\u00e1 el Bien que no muere. En \u00c9l est\u00e1 la Vida y la Verdad. Si permanec\u00e9is en \u00c9l no perecer\u00e9is. Si viv\u00eds en \u00c9l no morir\u00e9is, no os equivocar\u00e9is. Como la barca que entra segura en el puerto porque su piloto la ha sabido conducir, vosotros, guiados por Cristo, entrar\u00e9is en el puerto de la Paz. Os lo digo Yo, que no miento.
No os resign\u00e9is nunca, hijos que amo. Sed fieles a M\u00ed y Yo os dar\u00e9 la gloria\u00bb.<\/p>
19 de octubre 148<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abY ahora, alma m\u00eda, ahora que estamos al final del Cantar, te ense\u00f1o las \u00faltimas artes de la ciencia de amor.
S\u00e9 pura, porque tu Amado es m\u00e1s puro que el lirio y que la nieve, y la esposa debe vestir las mismas vestiduras que su Se\u00f1or y apreciar lo que \u00c9l aprecia. La Luz se acerca, Mar\u00eda. Quita hasta los matices de la sombra de tu carne para ser tambi\u00e9n t\u00fa pura luz para el momento en que vendr\u00e9 y la Luz, Jes\u00fas, te estrechar\u00e1 contra el coraz\u00f3n para llevarte a su morada donde no existir\u00e1n ya las separaciones impuestas por el estar sobre esta tierra.
Aumenta cada vez m\u00e1s tu belleza porque las bodas est\u00e1n pr\u00f3ximas. C\u00ed\u00f1ete con los adornos de los \u00faltimos sacrificios, c\u00ed\u00f1etelos con alegr\u00eda porque te han sido dados por Quien te ama con amor eterno.
Enci\u00e9ndete con el fulgor del amor para dar viveza a tu aspecto espiritual. Una esposa fr\u00eda, o tan s\u00f3lo tibia, no es una esposa. Yo te quiero ardiente de amor total.
S\u00e9 intr\u00e9pida contra todas las fuerzas del Enemigo que trata de inquietarte por envidia infernal. Lanzar\u00e1 in\u00fatilmente contra ti sus demoniacas cuadrigas. Mientras que permanezcas fiel, cuatro y cuatro y diez veces cuatro demonios ser\u00e1n menos que la brizna de hierba bajo<\/p>
148 Sobre una copia mecanografiada la escritora a\u00f1ade: Contin\u00faa con el Cantar<\/p>
tu pie que da los \u00faltimos pasos para atravesar cuanto le separa a\u00fan de la morada de tu amor. Nada te turbe. Sigue apoyada en M\u00ed. Qu\u00e9date as\u00ed hasta el final, y tu pasaje ser\u00e1 dulce y luminoso, como la salida de un camino semioscuro y dif\u00edcil y la entrada en un prado florido y lleno de sol y de canto de p\u00e1jaros. En verdad, para quien amando ha merecido la posesi\u00f3n
del Cielo, la muerte no es m\u00e1s que entrada en la Belleza eterna y en la Alegr\u00eda eterna.
Y dado que en el pasado no fuiste sin culpa, cancela tambi\u00e9n el recuerdo de aquellas sombras con el medio que te he ense\u00f1ado. Con un amor cada vez m\u00e1s vivo. Vive \u00fanicamente para M\u00ed, de M\u00ed, conmigo. Haz que el Padre, mir\u00e1ndote, te vea tan unida a M\u00ed que no pueda separarte de su Hijo. Que mi Caridad te cubra como manto nupcial bajo el que oculto los desgarros de tu vestidura.
\u00a1Ay de vosotros si os presentarais solos ante la Justicia! Por cuanto buenos pod\u00e1is ser, siempre ten\u00e9is alg\u00fan da\u00f1o. Pero si os present\u00e1is conmigo ante el Padre, el fulgor del Hijo orna de tal modo vuestra alma que la vuelve hermosa, y mi fulgor nunca es tan vivo como cuando puedo presentar al Padre un esp\u00edritu que me ama y que no ha vuelto in\u00fatil, para s\u00ed, mi Sacrificio de Redentor. La Justicia del Padre no tiene coraz\u00f3n para afligir al Hijo, Salvador de un nuevo ciudadano de la Jerusal\u00e9n santa, y con una bendici\u00f3n anula la deuda de ese esp\u00edritu y le abre el Cielo.
Huye de las distracciones de la tierra, a\u00edslate conmigo. Cuando se est\u00e1 a punto de entrar a residir en un pa\u00eds extranjero se aprende su lengua para no ser incapaces de vivir en \u00e9l, al menos se trata de aprender las primeras nociones de ese idioma, y es imprudente quien va sin saber ni siquiera una palabra. Le costar\u00e1 mucho en los primeros momentos.
En la morada eterna la Sabidur\u00eda os instruye en el primer instante, es cierto. Pero mira, alma m\u00eda, los \u00faltimos tiempos de la tierra son preparaci\u00f3n para el Cielo. Cuando mi Bondad da todas las se\u00f1ales y todo el tiempo para prepararse para la Vida, cuando no s\u00f3lo por obra de mi Misericordia sino por voluntad humana os viene dada la manera de proveer a vuestros \u00faltimos enseres para venir a la Vida, bienaventurado quien se prepara con un cuidado que nunca es excesivo.
Si pusierais este cuidado, todos vosotros a quienes la edad o la larga enfermedad, o la despiadada eventualidad de las guerras, ponen pr\u00e1cticamente en condici\u00f3n de morir, no habr\u00eda tantas penosas esperas en el Purgatorio. Cumplir\u00edais vuestra transformaci\u00f3n en M\u00ed con el amor por M\u00ed, con un verdadero arrepentimiento por haberme afligido, con verdadera generosidad, con verdadera resignaci\u00f3n, con todas las virtudes practicadas con buena voluntad, y no tendr\u00edais que cumplir esta labor que hace del hombre, amasijo de carne y sangre en el que el esp\u00edritu ha reinado poco, un esp\u00edritu que ha conocido la Verdad, o sea que Dios es lo \u00fanico que merece todos los movimientos del ser.
T\u00fa tienes todo el tiempo de prepararte para la Morada. Recuerda que si mucho le viene perdonado a quien mucho am\u00f3, tambi\u00e9n mucho se le pide a quien mucho le ha sido dado. Y pocos mortales han tenido cuanto Dios te ha dado con un amor de predilecci\u00f3n.
Que nada te pese, nada te repugne, nada descuides para rematar.
los \u00faltimos detalles de tu vestido nupcial. Aunque el camino sea cada vez m\u00e1s pesado, piensa en tu Jes\u00fas que tambi\u00e9n encontr\u00f3 tan duro el \u00faltimo sendero que le llevaba al G\u00f3lgota. Cada v\u00edctima es un peque\u00f1o redentor: de s\u00ed mismo y de los hermanos. Y los caminos de la redenci\u00f3n no son placenteros senderos florecidos: son cuestas pedregosas, llenas de espinos, que se recorren con una cruz sobre los hombros, la fiebre en las venas, la flaqueza en la carne moribunda, el sabor de la sangre en la boca reseca, las espinas sobre la cabeza y la perspectiva de la tortura final en el coraz\u00f3n.
La redenci\u00f3n se cumple en la cumbre. Y la \u00faltima pompa del rito expiatorio tiene las piedras preciosas de los tres clavos, el desgarro de las \u00faltimas dulzuras de afectos, la<\/p>
soledad entre Cielo y tierra, la oscuridad no s\u00f3lo en la atm\u00f3sfera sino en el coraz\u00f3n. Despu\u00e9s viene el sol a besar al inmolado. Pero antes est\u00e1n las tinieblas y el dolor.
Permanece unida a M\u00ed, permanece unida. Cuanto m\u00e1s llegue la hora m\u00e1s unida a M\u00ed permanece. S\u00f3lo Jes\u00fas ayuda y s\u00f3lo Jes\u00fas instruye, porque ha vivido esa experiencia, instruye para sufrir el martirio de amor.
Pero como antes de sufrirlo tuve que crecer a la vida y nutrirme de la leche de mi Madre como primer sustento, y despu\u00e9s con el alimento preparado con sus santas manos, as\u00ed cada peque\u00f1o redentor debe vivir en Mar\u00eda para formarse a ser un Cristo. Jes\u00fas es la fuerza de vuestra alma. Mar\u00eda es dulzura. Antes de beber el vinagre y la hiel hay que tomar el vino arom\u00e1tico. Y \u00e9ste os lo da la sonrisa reconstituyente de Mar\u00eda. B\u00e1lsamo que me hizo feliz en la tierra, b\u00e1lsamo que me hace feliz en el Para\u00edso, y con Dios hace feliz a todo -el Para\u00edso; la sonrisa de mi Madre es estrella en la vida y estrella en la muerte. Y sobre todo estrella en el dolor de la inmolaci\u00f3n.
Yo he mirado esa heroica sonrisa desgarrada de mi Madre, \u00fanico consuelo, infinito consuelo que sub\u00eda hacia mi pat\u00edbulo. La he mirado para no permitir que la desesperaci\u00f3n se me acercara. M\u00edrala tambi\u00e9n t\u00fa. Miradle, vosotros, hombres que sufr\u00eds. La sonrisa de Mar\u00eda hace huir al demonio de la desesperaci\u00f3n.
Vivid unidos a Mar\u00eda de quien sois hijos como lo soy Yo. Vive sobre el coraz\u00f3n de Mar\u00eda, alma que quiero llevar al Cielo. Las manos de esta Madre que no decepciona a sus hijos est\u00e1n llenas de caricias para ti. Sus brazos te estrechan contra el seno que me ha llevado y su boca te dice las palabras que me han consolado a M\u00ed.
Para que no puedas perderte en las \u00faltimas paradas en la tierra, te encierro en la morada de Mar\u00eda. All\u00ed no entra la agitaci\u00f3n porque es la Madre de la Paz. All\u00ed no entra el Enemigo porque Ella es la Victoriosa.
Que Mar\u00eda te ense\u00f1e las sumas llamas de la Caridad, Ella que es la Hija, la Madre, la Esposa de la Caridad.
Corta todos los puentes entre el mundo y t\u00fa. Vive en Jes\u00fas y Mar\u00eda. Recuerda que, aunque el hombre hubiera dado todos sus bienes por poseer el amor, eso no ser\u00eda nada porque el Amor es algo tal que respecto a Dios -Amor de vuestra alma, aut\u00e9ntica finalidad de vuestra vida- todo pierde valor. Poseer el Amor es lo \u00fanico que cuenta. Y el Amor se posee cuando se sabe renunciar por \u00c9l a todo cuanto se tiene.
Despu\u00e9s vendr\u00e1 la paz, Mar\u00eda. Ahora es lucha. Pero para quien ama es lucha con coronaci\u00f3n de victoria.
Vendr\u00e9 pronto para cambiar tu corona de espinas por otra de alegr\u00eda. Persevera.
Pon mi sello a cada latido tuyo, a cada trabajo. Gr\u00e1balo con l\u00e1grimas en las fibras de tu coraz\u00f3n. Yo soy Quien salvo y amo\u00bb.<\/p>
20 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl episodio de la mujer encorvada curada en s\u00e1bado es precisamente el tuyo. Tu humanidad y la de los dem\u00e1s te hab\u00edan encorvado.
Antes estabas tan derecha, peque\u00f1a alma que caminabas por mi Camino, empujada por una fuerza de amor hacia tu Jes\u00fas de quien sobre todo hab\u00edas comprendido su majestad de M\u00e1rtir, y quer\u00edas ser como \u00c9l en el martirio porque el Amor te hab\u00eda revelado que el martirio es amor profesado, confesado, cumplido a la perfecci\u00f3n.
Despu\u00e9s te hab\u00edas encorvado. Hab\u00edas inclinado hacia la tierra tu alma que antes miraba s\u00f3lo al Cielo. Los cuidados y los afectos humanos hab\u00edan sustituido a los cuidados<\/p>
espirituales por los que te preocupabas tan s\u00f3lo de los intereses de Dios y, en consecuencia, incluso sin quererlo hacer deliberadamente, por los intereses de tu alma. Los afectos humanos tomaron el lugar del amor por M\u00ed.
Estos cuidados y estos afectos, m\u00e1s aplastantes que mi Cruz, porque aunque la cruz es peso tambi\u00e9n es apoyo y elevaci\u00f3n, te hab\u00edan \u00abencorvado\u00bb. Y el Insidiador de las almas, que se aprovecha de vuestras debilidades para convertirlas en medios de pecado, hab\u00eda trabajado sobre tu dejarte encorvar por motivos humanos.
Y has pecado \u00bfsabes? S\u00ed, has pecado produci\u00e9ndome tanto dolor. Mi Conocimiento sab\u00eda que era una fase transitoria, pero no habr\u00eda querido que t\u00fa la vivieras. Te alejaba mucho de mi Camino y mucho del Cielo.
\u00c1mame mucho, Mar\u00eda; porque mi Misericordia ha obrado prodigios por ti. Te he impedido el Mal con amor de Padre, con obra de M\u00e9dico y con paciencia de Dios. Por fin me has o\u00eddo y te has vuelto hacia M\u00ed. Estabas ya sobre mi Camino y quer\u00edas seguirme y amarme. Pero estabas encorvada.
Tu esp\u00edritu no lograba librarse de todos los restos de tus enfermedades espirituales y de las tendencias de la carne. Durante demasiado tiempo hab\u00edas estado oprimida e irritada por demasiadas cosas y, verdaderamente, la otra humanidad que te rodeaba no era por cierto cooperadora de una resurrecci\u00f3n total. M\u00e1s a\u00fan, con su modo de actuar anulaba los progresos de tu esp\u00edritu y paralizaba totalmente tus esfuerzos por resurgir. \u00c9sta es tu \u00fanica excusa.
Pero incluso esta situaci\u00f3n quiero que la conviertas en un motivo de amor hacia M\u00ed y de amor por tu pr\u00f3jimo que te ha obstaculizado tanto. Cualquier pr\u00f3jimo, recu\u00e9rdalo. Si quien tanto te hizo llorar y te arranc\u00f3 las nuevas plumas que el amor, ya conocido y practicado, te daba para volar hasta M\u00ed, hubiese tenido, durante toda la vida, el amor de predilecci\u00f3n que te he dado, piensa que habr\u00eda sido mejor que t\u00fa. Este es el pensamiento que he tenido presente al juzgar estos esp\u00edritus torpes, y \u00e9ste es el pensamiento que t\u00fa debes tener para perdonarles completamente y amarles totalmente.
Cuando te he juzgado suficientemente castigada por tu deserci\u00f3n, cuando he pensado que la habr\u00edas expiado, te he enderezado, alma m\u00eda. Sab\u00eda que el dolor estaba a punto de abatirse sobre ti, y con el dolor la soledad. No soy llamado \u00abMisericordia\u00bb en vano. Soy Misericordia. Y he venido para serte Parentela, Amistad, Alegr\u00eda, Todo. Pero antes te he \u00abliberado\u00bb de los \u00faltimos v\u00ednculos que a\u00fan te obstaculizaban.
Los \u00bbjefes de las sinagogas\u00bb -existen a\u00fan y son quienes ven como vigas las pajitas de los dem\u00e1s y no ven sus propias vigas; quienes se creen autorizados para analizar, censurar, criticar la obra de Dios- si conocieran el momento y el motivo que he elegido para obrar el milagro se quedar\u00edan escandalizados.
\u00bfY qu\u00e9? \u00bfAcaso no soy due\u00f1o de obrar c\u00f3mo y cuando quiero? Y si de tu nada oscurecida he querido hacer una fuerza luminosa y operante, si de ti, miseria, he querido hacer una riqueza \u00bfacaso no me es l\u00edcito? Y si he juzgado que tu prueba ya hab\u00eda sido suficiente, y que ahora tu constancia, tu confianza, tu arrepentimiento, tu amor merec\u00edan el premio de mi ayuda y de mi amor, \u00bfpuede haber alguien que critique mi obra?
Me gusta servirme de las nadas, que el amor y la humildad hacen tan queridas de mi Coraz\u00f3n, para hacer resplandecer mi Potencia. Si cogiese tan s\u00f3lo a los \u00abperfectos\u00bb, \u00bflos pobres hombres c\u00f3mo podr\u00edan tener esperanza de entrar en el Cielo?
Tomo a los d\u00e9biles, los pecadores que s\u00f3lo saben tener confianza, esperanza, afecto por M\u00ed -no digo \u00abamor\u00bb, porque si amaran no ser\u00edan d\u00e9biles y pecadores- tomo a estos hijos que mezclan en sus imperfecciones vetas de perfecci\u00f3n, y les convierto en luces y maestros de sus pobres hermanos m\u00e1s d\u00e9biles y pecadores que ellos. Les inflamo de amor, les hago<\/p>
hambrientos de sacrificio, acepto sus ofrendas. Llegados al estado de \u00abv\u00edctimas\u00bb, les consagro en su misi\u00f3n.
Todos los d\u00edas son \u00abs\u00e1bado’~ para M\u00ed. Porque todos los d\u00edas sois indigentes, si se os observa desde la Perfecci\u00f3n, pero tambi\u00e9n todos los d\u00edas Yo puedo decir, si lo retengo oportuno: \u00abBasta\u00bb a cuanto os encorva y poner a mi servicio al alma que he elegido.
Ten siempre presente tu pasado y mi obrar. Lo primero te servir\u00e1 para mantenerte humilde y para limpiarte cada vez m\u00e1s con el arrepentimiento. Lo segundo para inflamarte cada vez m\u00e1s de amor.
Vive de esperanza en tu Jes\u00fas. Si te he amado tanto no ser\u00e9 severo contigo.
Vive de constancia. Tan s\u00f3lo tu voluntad podr\u00eda separarte de M\u00ed y desplomarte en la oscuridad.
Vive de humildad. Me comunico con las almas humildes.
Vive de amor. Cuanto m\u00e1s me ames m\u00e1s exactamente me comprender\u00e1s. Vive con la paz en tu coraz\u00f3n. Te la doy para consolarte\u00bb.<\/p>
21 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abVuelvo a reanudar el tema 149 de las almas acogidas en el Purgatorio. Si has aferrado todo el sentido de mis palabras, no importa. Estas p\u00e1ginas son para todos, porque todos tienen seres queridos en el Purgatorio y as\u00ed todos, por la vida que llevan, est\u00e1n destinados a detenerse en esa morada. Sigo por tanto para los unos y para los otros.
He dicho que las almas purgantes s\u00f3lo sufren por amor y exp\u00edan con amor. \u00c9stas son las razones de este modo de expiaci\u00f3n.
Si vosotros, hombres inconscientes, consider\u00e1is atentamente mi Ley en sus consejos y en sus mandamientos, veis que gira totalmente alrededor del amor. Amor hacia Dios, amor hacia el pr\u00f3jimo.
En el primer mandamiento Yo, Dios, me impongo a vuestro amor reverencial con toda la solemnidad digna de mi Naturaleza respecto de vuestra nada: \u00abYo soy el Se\u00f1or tu Dios\u00bb.
Os olvid\u00e1is de ello demasiadas veces, hombres que os cre\u00e9is dioses y, si no tuvierais en vosotros un esp\u00edritu vivificado por la gracia, s\u00f3lo ser\u00edais polvo y podredumbre, animales que un\u00eds a la animalidad la astucia de la inteligencia pose\u00edda por la Bestia, que os hace cometer obras de animales, peor que de animales: de demonios.
Dec\u00edoslo ma\u00f1ana y noche, dec\u00edoslo a mediod\u00eda y a media noche, dec\u00edoslo cuando com\u00e9is, cuando beb\u00e9is, cuando vais a dormir, cuando os despert\u00e1is, cuando trabaj\u00e1is, cuando descans\u00e1is, dec\u00edoslo cuando am\u00e1is, dec\u00edoslo cuando contra\u00e9is amistades, dec\u00edoslo cuando mand\u00e1is y cuando obedec\u00e9is, dec\u00edoslo siempre: \u00abYo no soy Dios. La comida, la bebida, el sue\u00f1o no son Dios. \u00c9l trabajo, el descanso, las ocupaciones, las obras del genio, no son Dios. La mujer, o peor: las mujeres, no son Dios. Las amistades no son Dios. Los superiores no son Dios. Uno s\u00f3lo es Dios: es mi Se\u00f1or que me ha dado esta vida para que con ella merezca la Vida que no muere, que me ha dado vestidos, alimentos, moradas, que me ha dado el trabajo para que me gane la vida, la genialidad para que d\u00e9 muestra de ser el rey de la tierra, que me ha dado capacidad de amar y criaturas para amar \u00abcon santidad\u00bb y no con concupiscencia, que me ha dado el poder, la autoridad para que los convierta en medios de santidad, no de condenaci\u00f3n. Yo puedo hacerme semejante a \u00c9l porque \u00c9l lo ha dicho: ‘Dioses sois’, pero s\u00f3lo si vivo su Vida, esto es su Ley, pero s\u00f3lo si vivo su Vida, esto es su<\/p>
149 Ya tratado en el dictado del 17 de octubre<\/p>
Amor. Uno s\u00f3lo es Dios: \u00c9L Yo soy su hijo Y s\u00fabdito, el heredero de su reino. Pero si deserto y traiciono, si me creo un reino m\u00edo en el que quiero ser rey y dios humanamente, entonces pierdo el verdadero Reino y mi condici\u00f3n de hijo de Dios decae y se degrada a la de hijo de Satan\u00e1s, porque no se puede servir a la vez al ego\u00edsmo y al amor, y quien sirve al primero sirve al enemigo de Dios y pierde el Amor, o sea, pierde a Dios\u00bb.
Quitad de vuestra mente y de vuestro coraz\u00f3n todos los falsos dioses que os hab\u00e9is colocado, comenzando por el dios de barro que sois vosotros mismos cuando no viv\u00eds en M\u00ed. Acordaos de cuanto me deb\u00e9is por cuanto os he dado -y m\u00e1s os habr\u00eda dado si no hubierais atado las manos a vuestro Dios con vuestra forma de vida- lo que os he dado para la vida de cada d\u00eda y para la vida eterna. Por \u00e9sta, Dios os ha dado a su Hijo, para que fuera inmolado como cordero sin mancha y lavase vuestras deudas con su Sangre y no hiciera as\u00ed, como en los tiempos mosaicos, recaer la iniquidad de los- padres sobre los hijos hasta la cuarta generaci\u00f3n de los pecadores, que son \u00abquienes me odian\u00bb porque el pecado es ofensa a Dios y quien ofende odia.
No alc\u00e9is otros altares a dioses no verdaderos. Tened s\u00f3lo y exclusivamente al Se\u00f1or Dios vuestro, y no en altares de piedra, sino sobre el altar vivo de vuestro coraz\u00f3n. Servidle a \u00c9l y ofrecedle verdadero culto de amor, de amor, de amor, hijos que no sab\u00e9is amar, que dec\u00eds, dec\u00eds, dec\u00eds palabras de oraci\u00f3n, s\u00f3lo palabras, pero que no hac\u00e9is del amor vuestra oraci\u00f3n, la \u00fanica que agrada a Dios.
Recordad que un verdadero latido de amor, que suba como una nube de incienso de las llamas de vuestro coraz\u00f3n enamorado de M\u00ed, tiene para M\u00ed un valor infinitas veces mayor que miles y miles de oraciones y ceremonias realizadas con el coraz\u00f3n tibio o fr\u00edo. Atraed mi Misericordia con vuestro amor. \u00a1Si supierais qu\u00e9 activa y grande es mi Misericordia hacia quien me ama! Es una ola que pasa y lava cuanto constituye mancha en vosotros. Os da una estola c\u00e1ndida para entrar en la Ciudad santa del Cielo, en la que la Caridad del Cordero que se ha dejado inmolar por vosotros resplandece como el sol.
No utilic\u00e9is el Nombre santo por costumbre o para reforzar vuestra ira, para desahogar vuestra impaciencia, para corroborar vuestras maldiciones. Y sobre todo no apliqu\u00e9is el t\u00e9rmino \u00abdios\u00bb a la criatura humana que am\u00e1is por hambre de los sentidos o por culto de la mente. Este nombre debe decirse s\u00f3lo a Uno. A M\u00ed. Y a M\u00ed se me debe decir con amor, con fe, con esperanza. Entonces ese Nombre ser\u00e1 vuestra fuerza y vuestra defensa. El culto a este Nombre os justificar\u00e1, porque quien obra poniendo mi Nombre como sello de sus acciones no puede cometer acciones malvadas. Hablo de quien act\u00faa con sinceridad, no de los mentirosos que tratan de cubrirse a s\u00ed mismos y sus obras con el resplandor de mi Nombre tres veces santo. \u00bfY a quien tratan de enga\u00f1ar? Yo no estoy sujeto a enga\u00f1o, y los hombres mismos, a no ser que sean enfermos mentales, al comparar las obras de los mentirosos con su decir comprobar\u00e1n que son unos falsos y sentir\u00e1n desprecio y asco de ellos.
Vosotros que no sab\u00e9is amar m\u00e1s que a vosotros mismos y a vuestro dinero, y os parece perdido cualquier momento que no est\u00e9 dedicado a satisfacer la carne o henchir el bolsillo, que sep\u00e1is, en vuestro gozar o trabajar como glotones y rudos, hacer un inciso que os permita pensar en Dios, en su bondad, en su paciencia, en su amor. Deber\u00edais, lo repito, tenerme siempre presente hag\u00e1is lo’ que hag\u00e1is; pero como no sab\u00e9is obrar manteniendo el esp\u00edritu fijo en Dios, una vez a la semana cesad de obrar para pensar s\u00f3lo en Dios.
\u00c9sta, que puede pareceros una ley servil, es en cambio prueba de c\u00f3mo Dios os ama. Vuestro buen Padre sabe que sois m\u00e1quinas fr\u00e1giles que se desgastan por el uso continuo, y ha provisto a vuestra carne, tambi\u00e9n a ella porque igualmente es obra suya, orden\u00e1ndoos que la hag\u00e1is descansar un d\u00eda de cada siete para darle su justo reposo. Dios no quiere<\/p>
vuestras enfermedades. Si hubierais permanecido hijos suyos, realmente suyos, desde Ad\u00e1n en adelante, no habr\u00edais conocido las enfermedades. \u00c9stas son fruto de vuestras deso- bediencias a Dios, junto con el dolor y la muerte; han nacido y nacen como setas sobre las ra\u00edces de la primera desobediencia: la de Ad\u00e1n y brotan unas de las otras, tr\u00e1gica cadena, del germen que os qued\u00f3 en el coraz\u00f3n, del veneno de la Serpiente maldita que. os produce fiebres de lujuria, de avaricia, de gula, de desidia, de imprudencias culpables.
Y es imprudencia culpable el querer forzar vuestro ser a un trabajo continuo para ganancia, como lo es el querer excederse en el gozo de la gula o del sentido al no querer contentaros con el alimento necesario para la vida y con la compa\u00f1era necesaria para la continuidad de la especie, sino saci\u00e1ndoos desmesuradamente como animales de un cenagal extenu\u00e1ndoos y envileci\u00e9ndoos como -no como bestias, que no son semejantes sino superiores a vosotros en el connubio al que van obedeciendo las leyes del orden- sino envileci\u00e9ndoos m\u00e1s que las bestias: como demonios que desobedecen a las santas leyes del recto instinto, de la raz\u00f3n y de Dios.
Hab\u00e9is corrompido vuestro instinto y ahora \u00e9ste os lleva a preferir alimentos corrompidos, formados por lujurias en las que profan\u00e1is vuestro cuerpo: mi obra; vuestra alma: mi obra de arte; y mat\u00e1is embriones de vida neg\u00e1ndoles la vida porque los suprim\u00eds antes de tiempo voluntariamente o mediante vuestras lepras que son veneno mortal para las vidas incipientes.
\u00bfA cu\u00e1ntas almas vuestro apetito sensual llama del Cielo para cerrarles despu\u00e9s las puertas de la vida? \u00bfCu\u00e1ntas las que apenas alcanzan el conf\u00edn y ven la luz ya moribundas o muertas, y le imped\u00eds el Cielo? \u00bfCu\u00e1ntas aqu\u00e9llas a las que impon\u00e9is un peso de dolor, que no siempre pueden soportar, con una existencia enferma, marcada por dolencias dolorosas y vergonzosas? \u00bfCu\u00e1ntas las que no pueden resistir esta clase de martirio no deseado, sino impuesto por vosotros como una marca de fuego sobre la carne, que hab\u00e9is generado sin pensar que, cuando se est\u00e1 corrompidos como sepulcros llenos de podredumbre, ya no es l\u00edcito generar hijos para condenarles al dolor y al desprecio de la sociedad? \u00bfCu\u00e1ntas las que, no pudiendo resistir esta suerte, se suicidan?
\u00bfPero qu\u00e9 os cre\u00e9is? \u00bfQu\u00e9 las condenar\u00e9 por este delito contra Dios y contra s\u00ed mismas? No. Antes que ellas, que pecan contra dos, est\u00e1is vosotros que pec\u00e1is contra tres: contra Dios, contra vosotros mismos y contra los inocentes que gener\u00e1is para llevarles a la deses- peraci\u00f3n. Pensadlo. Pensadlo bien. Dios es justo, y si pesa la culpa, pesa tambi\u00e9n la causa de la culpa. Y en este caso el peso de la culpa aligera la condena del suicida, pero carga vuestra condena, verdaderos homicidas de vuestras criaturas desesperadas.
En ese d\u00eda de descanso que Dios ha puesto en la semana, y os ha dado su ejemplo de reposo -pensad, \u00c9l: el Agente infinito, el Generante que por S\u00ed mismo se genera continuamente, \u00c9l ha mostrado la necesidad de descanso, lo ha hecho por vosotros, para seros Maestro en la vida. Y vosotros, insignificantes potencias, \u00a1no lo quer\u00e9is tener en cuenta como si fuerais m\u00e1s poderosos que Dios!-. En ese d\u00eda de reposo para vuestra carne que se quiebra por el excesivo cansancio, sabed ocuparos de los derechos y de los deberes del alma. Derechos: a la verdadera Vida. El alma muere si se la mantiene separada de Dios. Dadle el domingo a vuestra alma -dado que no sab\u00e9is hacerlo todos los d\u00edas y a todas las horas- para que en el domingo se nutra de la Palabra de Dios, se colme de Dios, para tener vitalidad durante los dem\u00e1s d\u00edas de trabajo. \u00a1Qu\u00e9 dulce es el descanso en la casa del padre para un hijo al que el trabajo ha mantenido alejado durante toda la semana! \u00bfPor qu\u00e9 no dais a vuestra alma esta dulzura? \u00bfPor qu\u00e9 ensuci\u00e1is este d\u00eda con embriagueces y concupiscencias en vez de transformarlo en brillante luz para vuestra bienaventuranza de ahora y de despu\u00e9s?<\/p>
Y; tras el amor hacia quien os ha creado, el amor a quien os ha generado y a quien es vuestro hermano. Si Dios es Caridad \u00bfc\u00f3mo pod\u00e9is decir de estar en Dios si no trat\u00e1is de pareceros a \u00c9l en la caridad? \u00bfY pod\u00e9is decir que os parec\u00e9is si s\u00f3lo le am\u00e1is a \u00c9l y no a los dem\u00e1s creados por \u00c9l? S\u00ed, debe amarse a Dios m\u00e1s que a nadie, pero no puede decir que ama a Dios el que menosprecia amar a quienes Dios ama.
Por tanto amad en primer lugar a quienes, por haberos generado, son los segundos creadores de vuestro ser en la tierra. El Creador supremo es el Se\u00f1or Dios, que forma vuestras almas y, due\u00f1o como es de la Vida y de la Muerte, permite vuestro nacer a la vida. Pero los creadores segundos son los que de dos carnes y de dos sangres hacen una nueva carne, un nuevo hijo de Dios, un nuevo futuro 21 oct. habitante de los Cielos. Porque est\u00e1is creados para los Cielos, y para los Cielos deb\u00e9is vivir sobre la tierra.
\u00a1Oh! \u00a1Qu\u00e9 sublime dignidad la del padre y la de la madre! Episcopado santo -lo digo con una palabra osada pero verdadera- que consagra un nuevo siervo a Dios con el crisma de un amor conyugal, le lava con el llanto de la madre, le viste con el trabajo del padre, le hace portador de la Luz infundiendo el conocimiento de Dios en las mentes infantiles y el amor de Dios en los corazones inocentes. En verdad os digo que los padres son poco inferiores a Dios s\u00f3lo por el hecho de crear un nuevo Ad\u00e1n. Pero luego, cuando los padres saben hacer del nuevo Ad\u00e1n un nuevo peque\u00f1o Cristo, entonces su dignidad es apenas un grado inferior a la del Eterno.
Amad, pues, con un amor s\u00f3lo inferior al que deb\u00e9is tener por el Se\u00f1or Dios vuestro, a vuestro padre y vuestra madre, esta doble manifestaci\u00f3n de Dios que el amor conyugal hace ser una \u00abunidad\u00bb. Amadla porque su dignidad y sus obras son las m\u00e1s semejantes a las de Dios hacia vosotros: los padres son vuestros creadores terrenos, y todo en vosotros debe venerarles como tales.
Y amad a vuestra prole, padres. Recordad que a cada deber le corresponde un derecho, y si los hijos tienen el deber de ver en vosotros la mayor dignidad despu\u00e9s de Dios y de daros el mayor amor despu\u00e9s del amor total que debe darse a Dios, vosotros ten\u00e9is el deber de ser perfectos para no disminuir el concepto y el amor de los hijos hacia vosotros.
Acordaos de que generar una carne es mucho y nada al mismo tiempo. Tambi\u00e9n los animales generan una carne y muchas veces la cuidan mejor que vosotros. Pero vosotros gener\u00e1is un ciudadano de los Cielos. De esto deb\u00e9is preocuparos. No apagu\u00e9is la luz en el alma de los hijos, no permit\u00e1is que la perla del alma de vuestros hijos se acostumbre al fango para que esa costumbre no la empuje a sumergirse en el fango. Dad amor, amor santo a vuestros hijos, y no necios cuidados a la belleza f\u00edsica, a la cultura humana. No. La que deb\u00e9is cuidar es la belleza de su alma, la educaci\u00f3n de su esp\u00edritu.
La vida de los padres es sacrificio como la de los sacerdotes y los maestros convencidos de su misi\u00f3n. Las tres categor\u00edas son \u00abformadores\u00bb de lo que no muere: el esp\u00edritu, o la psique, si os gusta m\u00e1s. y dado que el esp\u00edritu es a la carne en la proporci\u00f3n de 1000 a 1, pensad qu\u00e9 perfecci\u00f3n deber\u00edan alcanzar padres, maestros y sacerdotes para ser verdaderamente como debieran. Digo \u00bbperfecci\u00f3n\u00bb. No basta \u00abformaci\u00f3n\u00bb. Deben formar a los dem\u00e1s, pero para formarles no deformes deben modelarles sobre un modelo perfecto. \u00bfY c\u00f3mo pueden pretenderlo si ellos mismos son imperfectos? \u00bfY c\u00f3mo pueden llegar a ser perfectos ellos mismos si no se modelan sobre el Perfecto que es Dios? \u00bfY qu\u00e9 puede hacer al hombre capaz de modelarse seg\u00fan Dios? El amor. Siempre el amor. Sois hierro basto e in- forme. El amor es el horno que os purifica y derrite y os vuelve l\u00edquidos para colaros, mediante las venas sobrenaturales, en la forma de Dios. Entonces ser\u00e9is los \u00abformadores\u00bb de los dem\u00e1s: cuando os hay\u00e1is formado sobre la perfecci\u00f3n de Dios.
Muchas veces los hijos representan el fracaso espiritual de los padres. A trav\u00e9s de los hijos<\/p>
se ve lo que val\u00edan los padres. Porque, si bien es verdad que a veces nacen hijos depravados de padres santos, \u00e9sta es la excepci\u00f3n. Generalmente al menos uno de los padres no es santo y, dado que os resulta m\u00e1s f\u00e1cil copiar el mal que el bien, el hijo copia al menos bueno. Y tambi\u00e9n es verdad que a veces de padres depravados nace un hijo santo. Pero tambi\u00e9n aqu\u00ed es dif\u00edcil que ambos padres sean depravados. Por ley de compensaci\u00f3n el m\u00e1s bueno de los dos es bueno por los dos, y con oraciones, l\u00e1grimas y palabras, cumple la obra de los dos formando al hijo para el Cielo.
De todas formas, hijos, sean cuales sean vuestros padres, Yo os digo: \u00abNo juzgu\u00e9is, s\u00f3lo amad, s\u00f3lo perdonad, s\u00f3lo obedeced, salvo en las cosas que son contrarias a la Ley. Vosotros ten\u00e9is el m\u00e9rito de la obediencia, del amor y del perd\u00f3n, de vuestro perd\u00f3n de hijos, Mar\u00eda, que acelera el perd\u00f3n de Dios para los padres, y lo acelera m\u00e1s cuanto m\u00e1s sea perd\u00f3n total; a los padres la responsabilidad y el justo juicio, sea relativo a vosotros, sea por cuanto corresponde a Dios, de Dios, \u00fanico Juez\u00bb.
Es superfluo explicar que matar es faltar al amor. Amor hacia Dios a quien quit\u00e1is el derecho de vida y de muerte hacia su criatura y el derecho de Juez. S\u00f3lo Dios es Juez, y Juez santo, y si ha permitido al hombre el crearse tribunales de justicia para poner un freno tanto al delito como al castigo, \u00a1ay de vosotros si, como falt\u00e1is a la justicia de Dios, falt\u00e1is a la justicia del hombre erigi\u00e9ndoos en jueces de un semejante que ha faltado o cre\u00e9is que haya faltado contra vosotros!
Pensad, pobres hijos, que la ofensa, el dolor, trastornan la mente y el coraz\u00f3n, y que la ira y el mismo dolor ponen un velo a vuestra visi\u00f3n intelectual, velo que os impide la visi\u00f3n. de la aut\u00e9ntica verdad y de la caridad como Dios os la presenta, para que sep\u00e1is regular con ella vuestra indignaci\u00f3n, aunque sea justa, y no comet\u00e1is una injusticia con una condena demasiado despiadada. Sed santos tambi\u00e9n mientras os quema la ofensa. Acordaos de Dios sobre todo entonces.
y tambi\u00e9n sed santos vosotros, jueces de la tierra. Pasan por vuestras manos los horrores m\u00e1s vivos de la humanidad. Examinadlos con mente y con ojos llenos de Dios. Mirad el \u00abporqu\u00e9\u00bb verdadero de algunas \u00abmiserias\u00bb. Pensad que aunque sean verdaderas \u00abmiserias\u00bb de la humanidad que se degrada, muchas son. las causas que las producen. Buscad en la mano que mata la fuerza que la movi\u00f3 a matar y recordad que tambi\u00e9n vosotros sois hombres. Preguntaos si vosotros: traicionados, abandonados, provocados, hubierais sido mejores que \u00e9se o \u00e9sa que est\u00e1 delante vuestra en espera de sentencia. Haciendo un examen severo sobre vosotros, pensad si no hay alguna mujer que pueda acusaros de ser los verdaderos asesinos del hijo que le suprimi\u00f3, porque tras el momento de alborozo os hab\u00e9is sustra\u00eddo a vuestro compromiso de honor. Y; si lo pod\u00e9is hacer, sed tambi\u00e9n severos. Pero si, tras haber pecado contra la criatura nacida de vuestra insidia y vuestra lujuria, a\u00fan quer\u00e9is obtener perd\u00f3n de Aqu\u00e9l a quien no se enga\u00f1a y que no olvida, a\u00fan a pesar de a\u00f1os y a\u00f1os de vida correcta, esa incorrecci\u00f3n que no hab\u00e9is querido reparar, o ese delito que hab\u00e9is provocado, afanaos por lo menos en prevenir el mal, especialmente all\u00ed donde la frivolidad femenina y la miseria del ambiente predisponen a las ca\u00eddas en el vicio y en el
infanticidio.
Recordad, hombres, que Yo, el Puro, no he rehusado redimir a las mujeres sin honor. Y por el honor que ya no ten\u00edan, he hecho surgir de su \u00e1nimo, como flor de un suelo profanado, la flor viva del arrepentimiento que redime. He dado mi piadoso amor a esas pobres desgraciadas que un as\u00ed llamado \u00abamor\u00bb hab\u00eda postrado en el fango. Mi verdadero amor las ha salvado de la lujuria que el as\u00ed llamado amor les hab\u00eda inyectado. Si las hubiera maldecido y huido de ellas, las habr\u00edas perdido para siempre. Las he amado tambi\u00e9n por el mundo, que tras haber gozado de ellas las recubre de burla hip\u00f3crita y falso desprecio. En lugar de las<\/p>
caricias de pecado las he acariciado con la pureza de mi mirada; en lugar de palabras de delirio, he tenido palabras de amor por ellas; en vez de la moneda, vergonzoso precio de su beso, les he dado las riquezas de mi Verdad.
As\u00ed se hace, hombres, para sacar del fango a quien se est\u00e1 hundiendo en \u00e9l, no se agarra uno al cuello para que sean dos los que perezcan, ni se tiran piedras para hundirle todav\u00eda m\u00e1s. Es el amor, siempre el amor el que salva. .
Ya os he hablado 150 de cuanto sea el adulterio un pecado contra el amor, y no lo repito, al menos por ahora. Hay mucho que decir acerca de esta regurgitaci\u00f3n de animalidad -tanto que ni siquiera entender\u00edais, porque os vanaglori\u00e1is de ser traidores del hogar- pero callo por piedad hacia mi peque\u00f1a disc\u00edpula. No quiero agotar las fuerzas de la criatura exhausta y turbar su \u00e1nimo con crudezas humanas porque, cercano de la meta, s\u00f3lo piensa en el Cielo.
Es obvio que quien roba peque contra el amor. Si se acordase de no hacer a los dem\u00e1s lo que no quisiera que se le hiciera a \u00e9l, y amase a los dem\u00e1s como a s\u00ed mismo, no quitar\u00eda con violencia y estafa lo que es de su pr\u00f3jimo. Entonces no faltar\u00eda al amor, como en cambio hace cometiendo rapi\u00f1as que tanto puede ser de mercanc\u00eda o de dinero como de empleo.
\u00a1Cu\u00e1ntos robos se cometen hurtando un puesto al amigo, una ocurrencia al compa\u00f1ero! Sois ladrones, tres veces ladrones, haciendo esto. Lo sois m\u00e1s que si robarais una cartera o una piedra preciosa, porque sin \u00e9stos a\u00fan se puede vivir, pero sin un trabajo remunerado se muere, y con \u00e9se a quien le robaron el puesto muere de hambre su familia.
Os he dado la palabra como signo de superioridad sobre todos los dem\u00e1s animales de la tierra. Por tanto deber\u00edais amarme por la palabra, mi don. Pero \u00bfpuedo decir que me am\u00e1is por la ,palabra cuando de este don del Cielo os hac\u00e9is un arma para hundir al pr\u00f3jimo con el falso juramento? No, no me am\u00e1is ni a M\u00ed ni al pr\u00f3jimo cuando afirm\u00e1is la mentira, al contrario, nos odi\u00e1is. \u00bfN o pens\u00e1is que la palabra no s\u00f3lo mata la carne sino la reputaci\u00f3n del hombre? Quien mata odia, quien odia no ama.
La envidia no es caridad: es anticaridad. Quien desea descomedidamente las cosas de los dem\u00e1s es envidioso y no ama. Contentaos con lo que ten\u00e9is. Pensad que bajo la apariencia de alegr\u00eda a menudo se encuentran dolores que Dios ve y que se os ahorran a vosotros, aparentemente menos felices de quienes envidi\u00e1is. Qu\u00e9 si, por otra parte, el objeto de vuestro deseo es la mujer o el marido del pr\u00f3jimo, sabed entonces que un\u00eds al pecado de envidia los de lujuria y adulterio. Con eso comet\u00e9is una triple ofensa a la Caridad contra Dios y contra el pr\u00f3jimo.
Como veis, si transgred\u00eds el dec\u00e1logo transgred\u00eds el amor. As\u00ed es para los consejos que os he dado que son las flores de la planta de la Caridad. Entonces, si transgrediendo la Ley transgred\u00eds el amor, es evidente que el pecado es falta contra el amor. Y por eso debe ex- piarse con amor.
El amor que no hab\u00e9is sabido profesarme en la tierra me lo ten\u00e9is que dar en el Purgatorio.
Por eso os digo que el Purgatorio s\u00f3lo es sufrimiento de amor.
Durante toda la vida hab\u00e9is amado poco a Dios en su Ley. Os hab\u00e9is echado a la espalda la idea de \u00c9l, hab\u00e9is vivido amando a todos y am\u00e1ndole poco a \u00c9l. Es justo que, no habiendo merecido el Infierno y no habiendo merecido el Para\u00edso, os lo merezc\u00e1is ahora, encen- di\u00e9ndoos de caridad, ardiendo por cuanto hab\u00e9is sido tibios en la tierra. Es justo que suspir\u00e9is durante miles y miles de horas de expiaci\u00f3n de amor lo que no hab\u00e9is suspirado miles y miles de veces en la tierra: por Dios, finalidad suprema de las inteligencias creadas. A cada vez que hab\u00e9is vuelto la espalda al amor corresponden a\u00f1os y siglos de nostalgia amorosa. A\u00f1os o siglos seg\u00fan la gravedad de vuestra culpa.<\/p>
150 En el dictado del 25 de septiembre<\/p>
Estando ya seguros de Dios, conocedores de su suprema belleza por el fugaz encuentro del primer juicio, cuyo recuerdo ten\u00e9is con vosotros para haceros a\u00fan m\u00e1s viva el ansia de amor, suspir\u00e1is por \u00c9l, llor\u00e1is su lejan\u00eda, os lament\u00e1is y arrepent\u00eds de haber sido vosotros la causa de tal lejan\u00eda y os hac\u00e9is cada vez m\u00e1s permeables a ese fuego encendido de la Caridad hacia vuestro supremo bien.
Cuando, por las oraciones de los vivientes que os aman, los m\u00e9ritos de Cristo son lanzados como esencia de ardor en el fuego santo del Purgatorio, la incandescencia de amor os penetra m\u00e1s fuerte y m\u00e1s adentro, y entre el resplandor de las llamas, cada vez se hace m\u00e1s l\u00facido en vosotros el recuerdo de Dios visto en aquel instante.
As\u00ed como en la vida de la tierra cuanto m\u00e1s crece el amor m\u00e1s sutil se hace el velo que cela al viviente la Divinidad, del mismo modo en el segundo reino cuanto m\u00e1s crece la purificaci\u00f3n, y por ello el amor, m\u00e1s cercano y visible se hace el rostro de Dios. Ya trasluce y sonr\u00ede entre el centelleo del santo fuego. Es como un Sol que cada vez se acerca m\u00e1s, cuya luz y calor anulan cada vez m\u00e1s la luz y el calor del fuego purificante, hasta que, pasando del merecido y bendito tormento del fuego al conquistado y bienaventurado alivio de la posesi\u00f3n, pas\u00e1is de llama a Llama, de luz a Luz, sal\u00eds para ser luz y llama en El, Sol eterno, como chispa absorbida por una hoguera y como candelero arrojado en un incendio,
\u00a1Oh! gozo de los gozos cuando os encontr\u00e9is elevados a mi Gloria, pasados de ese reino de espera al Reino de Triunfo. jOh! \u00a1conocimiento perfecto del Perfecto Amor!
Este conocimiento, Mar\u00eda, es misterio que la mente puede conocer por voluntad de Dios, pero que no puede describir con palabra humana. Cree que merece la pena sufrir toda una vida por poseerla desde el momento de la muerte. Cree que no hay caridad mayor que procurarla con las oraciones a quienes amaste en la tierra y que ahora comienzan su purificaci\u00f3n en el amor, a quienes en vida tantas y tantas veces cerraron las puertas del coraz\u00f3n.
Animo, bendita a la que son desveladas las verdades escondidas. Act\u00faa, obra y sube. Por ti misma y por quienes amas en el m\u00e1s all\u00e1.
Deja consumar en el Amor el estambre de tu vida. Vierte tu amor sobre el Purgatorio para abrir las puertas del Cielo a quienes amas.
Ser\u00e1s bienaventurada si sabes amar hasta la incineraci\u00f3n de cuanto es d\u00e9bil y pec\u00f3. Los Serafines salen al encuentro del esp\u00edritu purificado con la inmolaci\u00f3n de amor y le ense\u00f1an el \u00abSanctus\u00bb eterno para cantar al pie de mi trono\u00bb.<\/p>
23 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEsto te har\u00e1 sufrir. Pero no puedo hablar siempre s\u00f3lo para ti, peque\u00f1a esposa de amor y dolor.
Escribe para todos. La palabra de Abd\u00edas es la p\u00e1gina de la Italia de este \u00faltimo siglo. No hay error ni tan siquiera en la descripci\u00f3n del terreno.
\u00a1Oh Italia, Italia a la que he dado tanto y que me has olvidado y has olvidado mis beneficios! Y en ese Piemonte, donde existe un testimonio de Dios que no es inferior al del Tabern\u00e1culo mosaico -porque si en \u00e9ste hab\u00eda dos tablas escritas por el profeta de Dios, aqu\u00ed est\u00e1 la historia de mi Pasi\u00f3n escrita con tinta de Sangre divino sobre el lino 151 que la piedad ofreci\u00f3 para envolver mi desnudez de Inmolado- y en ese Piemonte ten\u00eda que comenzar el error que ha florecido ahora con una flor tan dolorosa y que os dar\u00e1 un fruto tan venenoso!<\/p>
151 La S\u00e1bana Santa, que est\u00e1 custodiada en la Catedral de Tur\u00edn<\/p>
La soberbia del coraz\u00f3n, el eterno pecado del hombre, vino a extraviar a tus gobernantes, Italia, a tus gobernantes para los que fue fatal el haber vencido. Siempre es fatal cuando el don de Dios no desciende a un coraz\u00f3n de hijo sincero, respetuoso y amante del Padre.
El don fermenta, mezclando su bien con el mal que hay en vosotros, y produce una amalgama de destrucci\u00f3n. Destru\u00eds primero la gracia en vosotros, despu\u00e9s la benevolencia de Dios hacia vosotros, y en tercer lugar el fruto de esa benevolencia. En vuestro caso las victorias iniciales, mezclando la l\u00edcita causa del resurgimiento nacional con la soberbia, de la que provienen las prepotencias y los errores, han destruido ese bien que Yo os hab\u00eda concedido.
Enseguida os hab\u00e9is equivocado. Os hab\u00e9is cre\u00eddo seguros porque lo hab\u00edais logrado. Pero \u00bfno sab\u00e9is, reyes y gobernantes, que lo sois hasta que Yo lo quiera y mientras que vuestros errores no susciten mi: \u00abBasta’,? Aunque os hubierais convertidos en los m\u00e1s pode- rosos de la tierra y vuestro trono hubiera sido colocado en las cimas por donde se pasea el \u00e1guila, hecho en las rocas mismas de los montes que coronan esta tierra, coronado por mis estrellas, un pensamiento de mi Voluntad podr\u00eda desintegrarlo y hacer caer sus restos en un valle profundo.
Os olvid\u00e1is demasiado de que s\u00f3lo Uno es Poderoso y toda potencia viene de \u00c9l. Hab\u00e9is utilizado mal las satisfacciones que os he dado, como quienes utilizan mal la salud milagrosamente reconquistada por piedad divina, y hab\u00e9is pensado que pod\u00edais prescindir de M\u00ed y de mi Ley.
No sirve para nada, reyes y pueblo, el que deis un falso obsequio a mi Cruz y a mi Iglesia. Lo que hay que hacer es vivir la ley de la Cruz y respetar realmente la Iglesia. De Dios nadie se burla y no se le enga\u00f1a. No deb\u00e9is tentar su infinita paciencia.
Hab\u00e9is cometido un error, dos errores, diez errores. Os he enviado castigos, os he enviado alegr\u00edas, os he mandado a mis santos para reconduciros al Bien. A los castigos hab\u00e9is respondido con rebeliones, a las alegr\u00edas aprovech\u00e1ndoos de ellas para fines humanos e incluso il\u00edcitos, a mis santos burl\u00e1ndoos de ellos. Hab\u00e9is empeorado cada vez m\u00e1s. Yo aumentaba los beneficios para atraeros y vosotros sonre\u00edais al esp\u00edritu enemigo. S\u00ed que puede decirse que en este pueblo y en sus gobernantes \u00bbya no queda prudencia\u00bb, ya no queda \u00absabidur\u00eda\u00bb, sino s\u00f3lo soberbia, escarnio, ligereza, pecado.
Hab\u00e9is puesto todo esto bajo los pies para hacer un escabel y subir. Pero las cosas de Dios no se ponen bajo los pies. Se aceptan de rodillas y con \u00e1nimo de hijos, no se usan como medios de triunfo humano. Entonces, como las piedras de un arco triunfal sacudidas por el temblor de mi ira, se desencajan, caen y os arrollan.
Y est\u00e1is derribados. Hasta las confines ser\u00e1n despedidos tus hijos, pobre tierra que ya no tienes la luz divina. Como reba\u00f1os golpeados en el dorso por enfurecidos pastores, tus jefes de ahora y de antes golpean a tus hijos, y dado que has querido a estos jefes de crueldad en lugar del Se\u00f1or santo en cuyas manos est\u00e1n la bendici\u00f3n y la paz, y puesto que no has sabido llorar el llanto que logra el perd\u00f3n y lava las culpas, las lavar\u00e1s con la sangre mezclada con un llanto largo y amargo de vencida.
\u00bfD\u00f3nde est\u00e1n tus amigos, tierra que no has querido a Dios por amigo? A quien traiciona est\u00e1 reservada la traici\u00f3n. Y es in\u00fatil y hace da\u00f1o decir ahora: \u00abFue \u00e9ste o fue aqu\u00e9l el traidor\u00bb. Todos hab\u00e9is traicionado. Traicionado a Dios vuestro Padre, traicionada su Palabra de Vida, traicionada vuestra conciencia. Sois otros tantos Judas. Hab\u00e9is vendido por unas pocas monedas y por unas pocas mentirosas promesas a los cercanos y a los lejanos, esperando obtener un fruto con vuestro traicionar. Pero \u00bfcu\u00e1l que no fuese veneno? \u00bfCu\u00e1l que no fuese muerte?
Te has regocijado de la destrucci\u00f3n de los dem\u00e1s. \u00bfY por qu\u00e9? \u00bfPor tu inter\u00e9s? No. Por<\/p>
esto eres doblemente culpable. Has adorado al becerro que te parec\u00eda de oro y que s\u00f3lo era de polvo dorado. Has servido a los precursores de la Bestia. La Bestia te da los frutos de su reino tenebroso. Muerte, destrucci\u00f3n, miseria, hambre, verg\u00fcenza, servidumbre, derrumbamiento de la fe, de la libertad, del honor, y si no os agarr\u00e1is a la Cruz, vuestra \u00faltima salvaci\u00f3n, llegar\u00e9is a imitar a las fieras rabiosas por el hambre y por la ira: os destrozar\u00e9is los unos a los otros y creer\u00e9is hartaras matando a los siervos de Dios. Pero. no har\u00e9is m\u00e1s que destruir el Bien que todav\u00eda florece entre vosotros y haceros hienas con aspecto de hombre, demonios con aspecto humano.
\u00bfPero no o\u00eds gritar en vuestras conciencias la Voz de Dios? \u00bfNo la escuch\u00e1is tronar por los cielos llam\u00e1ndoos a\u00fan una vez m\u00e1s para salvaros? No, no la o\u00eds. Y lo que es peor, ni siquiera la oyen ya los que deber\u00edan estar acostumbrados a percibirla y conocerla. Tienen aspecto consagrado pero desconsagrado el coraz\u00f3n. Est\u00e1n sordos y si no oyen, \u00bfc\u00f3mo pueden hacer o\u00edr?
Prestad atenci\u00f3n, lo digo una vez m\u00e1s. Observad mis signos, vosotros los lectores de los libros de Dios y vosotros los simples fieles. Los signos son tremendos. Alejadlos con la Cruz. Sacad las cruces y mis im\u00e1genes. Echad a Satan\u00e1s con Cristo Vencedor. Tened fe. Tened fe. Mor\u00eds porque no ten\u00e9is fe. Quisiera que bendijerais cada regi\u00f3n, cada provincia, cada ciudad conmigo Redentor. No fiestas. No es el momento. Sino verdaderas adoraciones y puras bendiciones para libraros de Aquel que os hace obsesos, a vosotros y a vuestros jefes de antes y de ahora\u00bb.<\/p>
Jes\u00fas me da a entender que preferir\u00eda oraciones a sus im\u00e1genes de Redentor. En esta zona al \u00abVolto Santo\u00bb 152. Pero sin fiestas. Ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, aldea por aldea.
. El tener que escribir algunas p\u00e1ginas dolorosas es una tortura. Se me crispan los nervios.
Pero \u00bfqu\u00e9 hacer?<\/p>
24 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAunque te disguste, escribe. Es una profec\u00eda que todav\u00eda se cumple. Y a la letra. Os sucede lo que dijo Isa\u00edas al rey Ezequ\u00edas. Insisto en el pedir oraciones. Y dado que est\u00e1s agotada, te digo las palabras del rey: \u00abHaya paz y verdad en tu vida\u00bb.
Descansa ahora. Estoy contigo\u00bb.<\/p>
25 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl hombre se cree que puede criticar a Dios y sus obras.
\u00bfPor qu\u00e9 lo hace? \u00bfS\u00f3lo por inconsciencia? No, siempre por soberbia. Siempre act\u00faa en \u00e9l el veneno, uno de los tres venenos de Lucifer. En su soberbia no ha admitido la diferencia entre Dios y \u00e9l, Y lo trata a su nivel.
Cierto es que Dios os llama hijos suyos, hechos a su imagen y semejanza, pero decidme, hombres, en las relaciones entre padre e hijo, aunque s\u00f3lo sigan la ley de una recta conciencia \u00bfun hijo trata a su padre al mismo nivel? No. El amor del padre no exime al hijo de ser respetuoso hacia \u00e9l. Y el gran amor del hijo, incluso por el mejor de los padres,<\/p>
152 Se llama \u00bbVolto Santo\u00bb a un antiguo crucifijo de le\u00f1o que se venera en la Catedral de Lucca, en Toscana<\/p>
siempre est\u00e1 revestido de reverencia como el del padre de autoridad. Ser\u00e1 autoridad hecha de sonrisas y buenas palabras, pero siempre ser\u00e1 autoridad que aconseja y gu\u00eda.
Y \u00bfdeber\u00eda ser distinto para el Padre santo? Porque si un padre de la tierra merece vuestra reverencia, amor agradecido porque os viste y nutre con su trabajo, si merece vuestro respeto porque su experiencia os gu\u00eda, si merece vuestra obediencia porque es la mayor autoridad que ten\u00e9is como sujetos -y as\u00ed fue desde Ad\u00e1n- Dios, el Padre que os ha creado, que os ha amado, que ha provisto a vuestras necesidades, que os salvado a trav\u00e9s de su Hijo en lo que no muere, el Padre que ordena todo el Universo -pensad: todo el Universo- para que est\u00e9 al servicio del hombre y le d\u00e9 lluvia y roc\u00edo, luz y calor, gu\u00eda y camino, alimento y vestido, voz y consuelo, fuego y bebida mediante el curso de los vientos y de las evaporaciones de las aguas que forman las nubes que roc\u00edan la tierra, mediante el sol que las seca y fecunda y con sus torrentes de luz esteriliza de las enfermedades y consuela la vida, mediante los astros que, semejantes a eternos relojes y a br\u00fajulas sin defecto, os se\u00f1alan la hora y la direcci\u00f3n de vuestro camino por tierras y desiertos, por montes y oc\u00e9anos, mediante las cosechas, los frutos, los animales y las hierbas, mediante los c\u00e1nticos y los lenguajes de los animales vuestros servidores, mediante las plantas vivas o sepultadas desde hace milenios y las fuentes que no s\u00f3lo sacian la sed sino que curan vuestros males porque ha disuelto en ellas sustancias saludables, este Padre vuestro \u00bfno debe ser amado, respetado, obedecido, servido? Servido, no porque se\u00e1is siervos, sino porque es dulce y justo dar lo poco que pod\u00e9is dar en vuestra peque\u00f1ez a quien hace tanto por vosotros.
Y vosotros, hijos de Dios y hermanos de Cristo que os habla para ense\u00f1aros a amar, s\u00f3lo ten\u00e9is que dar a nuestro Padre, santo y admirable -porque \u00c9l no necesita nada, como Se\u00f1or que es del Universo que le obedece como vosotros ni sab\u00e9is ni quer\u00e9is- s\u00f3lo ten\u00e9is que darle amor porque \u00c9l quiere de vosotros este amor como Yo, Dios como \u00c9l e Hijo suyo sant\u00edsimo, le di y le doy.
\u00c9ste es vuestro deber. Y ya os he ense\u00f1ado c\u00f3mo se expresa este deber. Amadlo obedeci\u00e9ndole y cumplir\u00e9is con vuestro deber. Y; despu\u00e9s de haberle amado con la obediencia a sus palabras de amor, no os arrogu\u00e9is el derecho de quejaros si \u00c9l no os recompensa con creces.
\u00bfQu\u00e9 derecho ten\u00e9is? Dec\u00edoslo siempre: \u00abS\u00f3lo hemos cumplido con nuestro deber\u00bb. Dec\u00edoslo siempre: \u00abDios lo hizo antes que nosotros\u00bb. Dec\u00edoslo siempre: \u00abLa aparente falta de premio s\u00f3lo es para los sentidos. Dios no deja sin premio a quien le ama y obedece\u00bb.
\u00bfAcaso conoc\u00e9is vosotros, polvo desparramado por tierra, los secretos del Alt\u00edsimo?
\u00bfPod\u00e9is decir que le\u00e9is los decretos de Dios, escritos en los libros del divino amor? Vosotros veis el momento presente. Pero \u00bfqu\u00e9 sab\u00e9is del minuto que sigue? \u00bfNo os dais cuenta de que lo que puede ,pareceros un bien en el instante presente es un mal en el futuro, y que si Dios no os lo concede es para evitaros un dolor, un cansancio superior al que viv\u00eds? Pero aunque lo fuera, aunque lo fuera \u00bfos es l\u00edcito imponeros a Dios? \u00bfQu\u00e9 hab\u00e9is hecho de m\u00e1s de cuanto deb\u00edais? \u00bfNo pens\u00e1is que no sois vosotros sino Dios quien siempre est\u00e1 en ventaja sobre vosotros, porque \u00c9l os da infinitamente m\u00e1s de cuanto le dais?
jOh Justicia que eres Bondad! \u00a1Oh Justicia sublime y santa que eres justa s\u00f3lo contigo y misericordiosa hacia tus hijos! \u00a1Oh Justicia, r\u00edo que no se desborda para castigar sino para difundir sus olas hechas con la santa Sangre de mis venas, fluida hasta la \u00faltima gota, hecho con las l\u00e1grimas de Mar\u00eda, hecho con el hero\u00edsmo de los m\u00e1rtires y de los sacrificios de los santos, r\u00edo cuya corriente es Piedad y que prefiere volver a la fuente con un milagro de poder, porque tu dique es la Misericordia que es m\u00e1s fuerte que tu indignaci\u00f3n, y el otro dique es el Amor, y es amor de un Dios que ha hecho baluarte de S\u00ed mismo para proteger al hombre del castigo y conquistarle para la Vida!<\/p>
Amad esta Justicia que se aflige por castigaros, amad a este Padre que cumple con su deber de padre y es benigno al no exigiros la precisi\u00f3n en el cumplimiento del vuestro.
Lo he dicho y lo repito: Por un verdadero acto de amor, Dios detiene hasta el movimiento de los astros, revoca el decreto del Cielo. Si la fe puede mover \u00e1rboles y monta\u00f1as, el amor conquista a Dios. Cada acto de amor verdadero hace resplandecer con abundantes fulgores la divina vor\u00e1gine de fuego y de luz en que vivimos am\u00e1ndonos, conmueve los Cielos de alegr\u00eda por la alegr\u00eda del Dios Uno y Trino, que hace descender como de una nube celeste la gracia y el perd\u00f3n incluso sobre quien no sabe amar por piedad hacia quien sabe amar.
Amad y bendecid al Se\u00f1or. Sabed dar gracias del mismo modo que silb\u00e9is pedir y exig\u00eds que se os escuche. Os olvid\u00e1is demasiadas veces. La gracia de Dios se retira tambi\u00e9n porque sois tierras est\u00e9riles que r\u00edo saben expresar una flor de reconocimiento hacia el Padre que os cuida.
A quienes saben recordarse de que son hijos, tambi\u00e9n en la alegr\u00eda, les digo bendici\u00e9ndoles: \u00abId en paz. Vuestra fe amorosa os salva ahora y siempre\u00bb\u00bb<\/p>
Dice a\u00fan Jes\u00fas:
\u00abEs necesario que el grano muera para que se convierta en alimento de vida. Cuando ya no sean de esta tierra entonces vendr\u00e1n a saciarse del pan de la Palabra que Yo te he dado para los hermanos.
El hombre es un ser tal que s\u00f3lo se rinde ante el holocausto. Yo he cosechado tras la muerte. T\u00fa no eres m\u00e1s que tu Jes\u00fas. No temas. Lo que ahora parece caer sobre piedra impenetrable, germinar\u00e1 cuando te hayas convertido en espiga en mi Reino. Pero antes viene el trabajo de la vida y la oscuridad de la muerte.
Toda misi\u00f3n, para acabar con \u00e9xito, requiere l\u00e1grimas, sufrimientos, humillaciones, sacrificio. Deja que se burlen de ti. Dado que quienes m\u00e1s lo necesitan no quieren ni ver ni o\u00edr, acumular\u00e9 tinieblas y silencio sobre ellos. Ni siquiera podr\u00e1n lamentarse conmigo, porque ellos, ellos solos, han querido esto con su persistencia en la desidia del esp\u00edritu, en la soberbia del esp\u00edritu, en la negaci\u00f3n del poder del Esp\u00edritu Santo.
\u00bfQu\u00e9 he dicho sobre quien peca contra el Esp\u00edritu Santo? \u00bfY no saben que en Cristo est\u00e1 el Padre y el Esp\u00edritu? \u00bfY no recuerdan que dije que el Consolador vendr\u00eda a traer la Luz? Pero el Consolador, el Esp\u00edritu de Vida, es Uno con la Palabra del Padre y con el Padre. Neg\u00e1ndome a M\u00ed y a la Palabra que soy, se niega al Padre que permite a la Palabra verterse a\u00fan, se niega al Esp\u00edritu que mueve la Palabra.
No nos renegu\u00e9is. Pero \u00a1ay de vosotros si neg\u00e1is al Esp\u00edritu que desciende con sus luces para convertir a una criatura en luz y purificar con su Fuego una carne para que pueda transmitiros las palabras de la Sabidur\u00eda! Si el instrumento es vil, Nosotros, que lo habitamos, logramos que se haga digno de ser aceptado, a \u00e9l y a cuanto os dice que debe daros en nuestro nombre. No os toca juzgar. Yo escojo a los pobres y a los ni\u00f1os para convertidos en los dignatarios de Cristo Rey.
\u00ab\u00c9sos\u00bb ya est\u00e1n juzgados, Mar\u00eda, por su obstinaci\u00f3n impregnada de humanidad, s\u00f3lo de humanidad. Deja que los \u00abmuertos\u00bb se sepulten a s\u00ed mismos. T\u00fa permanece en la vida y act\u00faa. Cuando est\u00e9s completamente en Ella, vendr\u00e1 la glorificaci\u00f3n y el amor sin m\u00e1s obst\u00e1culos\u00bb .<\/p>
26 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abUna de las cosas que deber\u00edan examinar quienes juzgan tu caso con demasiada poca fe<\/p>
y con demasiada humanidad, a la que el racionalismo vuelve hostil e incr\u00e9dula hacia las libres y admirables obras de Dios, es la distinta entonaci\u00f3n de mis comunicaciones.
Deber\u00eda ser una prueba. Pero, dado que no hay nada que ciegue m\u00e1s que la incredulidad, no hay nada que altere m\u00e1s la realidad divina que el esp\u00edritu del mundo, \u00e9ste ser\u00e1 un escollo contra el que se detendr\u00e1n quienes no saben desplegar las velas en el mar abierto de la Fe en Dios y prefieren permanecer cerca de la tierra, en las sequedades de su ciencia racional y de su aridez espiritual. Dir\u00e1n que mientras que una de las entonaciones es solemne e hier\u00e1tica, impregnada de antig\u00fcedad, la otra es m\u00e1s modesta, m\u00e1s humana y m\u00e1s moderna. Lo que a ellos les parece que no sea una justificaci\u00f3n a tu favor es, en cambio, una prueba innegable de tu sinceridad.
Hablo a todos como Rey y Maestro, pero a ti, peque\u00f1a amada y peque\u00f1a disc\u00edpula hablo antes como Esposo y Hermano que como Rey y Maestro. M\u00e1s a\u00fan, contigo desaparece la realeza porque no te hablo desde lo alto de un trono, sino que desciendo a cogerte en brazos y ense\u00f1arte, porque soy Maestro, habl\u00e1ndote de amor.
Las personas que hablan no son dos y, sobre todo, no eres t\u00fa quien hace las dos voces. Es Uno quien habla: soy Yo. Yo Dios, Rey y Maestro de los hombres, Yo que te he elegido por mi amor, Yo, tu Esposo\u00bb.<\/p>
27 de octubre<\/p>
Mateo 3, 11-12. Dice Jes\u00fas:
\u00abHay bautismo y bautismo, hija que amo. Todos vosotros que sois cat\u00f3licos ten\u00e9is el Bautismo que lava el pecado original y que deber\u00eda comportar las mismas consecuencias de santidad para todos, si todos mirarais al cielo en lugar de estar clavados con los ojos del es- p\u00edritu y con las ra\u00edces de vuestro ser en el fango de la Tierra.
El Bautismo, sacramento instituido por M\u00ed en lugar del bautismo de Juan el precursor, tiene en s\u00ed todos los elementos para llevaros a la santidad. Os da la Gracia, y quien tiene la gracia lo tiene todo.
Pero sois vosotros quienes no tom\u00e1is la Gracia en consideraci\u00f3n y la tir\u00e1is como un don in\u00fatil. Entre el severo deber de ser fieles a esta Gracia, que es Dios en vosotros con todos sus dones, y el f\u00e1cil compromiso con la carne y la sangre, con el dinero, con el Mal, con tal de gozar, o creer que se goza durante esos peque\u00f1os instantes de eternidad que son vuestra vida en la tierra, prefer\u00eds el compromiso.
Cuando el Hijo de Dios, Aquel que os ama, viene entre las multitudes signadas con su signo indeleble, ese signo que es m\u00e1s glorioso que una corona real porque os da una realeza ultraterrena de hijos y herederos del Alt\u00edsimo Rey, encuentra que son pocos los que han luchado contra el instinto y contra Satan\u00e1s, o lavado las manchas de Satan\u00e1s y del instinto con el arrepentimiento, en modo de tener terso y activo ese signo de predestinaci\u00f3n. A esos pocos, los dilecto s de mi Coraz\u00f3n, Yo, Hijo de Dios a quien el Padre confiere todo poder de juicio, vengo a impartirles un bautismo de fuego ardiente, que arde y consuma en ellos toda humanidad para liberar al esp\u00edritu y hacerle capaz de recibir el Esp\u00edritu que habla.
Selecci\u00f3n severa y elecci\u00f3n dolorosa en su gozo. Porque quien no est\u00e1 limpio, quien no es mantenido o limpiado por el amor y el arrepentimiento, no puede ser aceptado como grano m\u00edo. La cascarilla est\u00e9ril y vac\u00eda, la ciza\u00f1a y la cuscuta da\u00f1ina, los in\u00fatiles zarcillos par\u00e1sitos ser\u00e1n separados por mi riguroso examen.
La cascarilla son los orgullosos: orgullosos de coraz\u00f3n y de pensamiento por su ciencia racionalizante y equivocada, los fariseos y los escribas de la actualidad. La ciza\u00f1a y la<\/p>
cuscuta, los rebeldes a la Ley y los envenenadores de los corazones: los corruptores, los es- candalosos para los que hubiera sido mejor ser arrojados ya muertos del seno materno. Los zarcillos son los d\u00e9biles, los tibios que quieren beneficiarse de la comuni\u00f3n de los santos pero sin esforzarse en contribuir a ella con la m\u00ednima fatiga. Son los perezosos del esp\u00edritu, los que siempre tienen necesidad de empuje, de apoyo, de calor, para vivir su pobre vida espiritual; sin los factores de las distintas ayudas, se arrastrar\u00edan por el suelo incapaces de tender al cielo y ser\u00edan pisoteados por el Maligno: pisoteados digo, no recogidos. Tambi\u00e9n son despreciados por \u00e9l. No se cuida de ellos porque sabe que se producen la muerte del alma por s\u00ed mismos.
Elecci\u00f3n dolorosa porque, como espiga destinada a convertirse en harina de Dios, hay que aceptar los golpes de la trilla, la inmolaci\u00f3n de la muela de molino, la purificaci\u00f3n de la criba, o sea, dolores, dolores, dolores, mortificaciones, ascetismo sin medida.
\u00a1Oh! para ser harina de hostias hay que saberse hacer despojar de todas las impurezas por el amor. Nada puede obrar, tan absolutamente como el amor, esta depuraci\u00f3n de vuestra personalidad y hacerla id\u00f3nea para vivir en el Cielo.
Pero piensa, alma m\u00eda, piensa qu\u00e9 hermoso te parecer\u00e1 mi Para\u00edso despu\u00e9s de tanto dolor. Todo lo amargo que aqu\u00ed bebes por amor de tu Rey lo encontrar\u00e1s arriba transformado en dulzura. Todas las heridas que te han desgarrado, all\u00ed ser\u00e1n gemas eternas. Todo el dolor ser\u00e1 alegr\u00eda.
El tiempo pasa, pasa a cada instante. Yo permanezco y conmigo permanece mi Eternidad. Ella y Yo seremos tu don, ese que te has ganado con tu amor y con tu dolor. Una eternidad de luz y de alegr\u00eda perpetua. Una eternidad con Dios, con Dios, Mar\u00eda.
Piensa siempre esto. Anhelar\u00e1s el dolor como el aire que respiras\u00bb.<\/p>
M\u00e1s tarde, hacia la noche<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bb\u00c1breme, amada m\u00eda. Tu Esposo te pide entrar. He concedido besar a tu boca que tanto deseaba ser besada, a tus brazos, que tantas veces hab\u00edan sido estrechados por el brazo del Amor, he concedido abrazar al Amor\u00bb.
\u00c9ste es el canto de esta ma\u00f1ana. \u00bfVes c\u00f3mo Quien te dio el lirio 153 sabe darte cuanto deseas? Te he dado a M\u00ed, Lirio nacido de Mar\u00eda que es Lirio inmaculado. Ahora estoy junto a ti en Cuerpo y Alma, en Sangre y Divinidad. Estoy contigo como sobre un altar.
Aqu\u00ed, en tu habitaci\u00f3n, donde resplandece tu fe m\u00e1s que una l\u00e1mpara y perfuma tu amor m\u00e1s que el incienso, como en el portal de Bel\u00e9n, he colocado mi cuna, mi peque\u00f1a cuna que me contiene \u00e1 M\u00ed, grande como en el Cielo. Incluso en el fragmento m\u00e1s min\u00fasculo, Yo estoy como en el seno del Padre y a mi alrededor est\u00e1n los \u00e1ngeles que adoran. Tu fe te hace creer esto, que seas bendita por esta fe.
Te quiero decir un secreto. La santa que amas desde la juventud: Mar\u00eda Magdalena, ya penitente por las tierras de Francia y sola entre las rocas, sab\u00eda abstraer tanto el esp\u00edritu, preso en el torbellino del amor, que lo enviaba hasta all\u00ed donde estaba Yo en las Sagradas Especies. Y este deseo suyo de adorarme en el sacramento como me hab\u00eda adorado viviente en la tierra me conmov\u00eda a\u00fan m\u00e1s que sus penitencias.
Soy demasiado poco adorado por los cristianos, por los desconfiados que para adorarme necesitan todo un montaje. \u00a1Oh! \u00a1amadme s\u00f3lo por la fuerza del amor! \u00a1Vedme y creedme s\u00f3lo por la fuerza de la fe! Sabed que no he recibido adoraciones m\u00e1s vivas que la de los<\/p>
153 Probable alusi\u00f3n a un lirio que la escritora llamaba \u00abdel divino Sembrador\u00bb, porque hab\u00eda nacido en un viejo caj\u00f3n que se encontraba en el balc\u00f3n de casa, en cuya tierra nadie hab\u00eda plantado nunca un bulbo. En el escrito del 10 de mayo<\/p>
voluntarios recluidos o exiliados en las celdas y en los desiertos, y que no he tenido altar m\u00e1s digno que el peque\u00f1o Tarcisio que ti\u00f1\u00f3 con su sangre los linos sagrados.
Para encontrar algo m\u00e1s perfecto ten\u00e9is que pensar en los raptos inefables de mi Madre inclinada sobre mi cuna o en el palpitante altar, m\u00e1s c\u00e1ndido que el lirio y luminoso de amor, de su cuerpo cast\u00edsimo o de sus brazos llev\u00e1ndome, o su seno, almohada para los sue\u00f1os del Ni\u00f1o Dios.
Mar\u00eda: s\u00e9 Mar\u00eda. Mar\u00eda adoradora del Pan vivo bajado del Cielo, de la Carne y de la Sangre del Hijo de Dios y de Mar\u00eda, como lo fue nuestra Madre. P\u00eddele que te ense\u00f1e sus ardores eucar\u00edsticos.
Mar\u00eda, haz de tu casa una Nazareth y una Betania. Ya lo es porque estoy Yo, y hazla m\u00e1s a\u00fan con un amor total a tu Jes\u00fas eucar\u00edstico. La enfermedad no es un obst\u00e1culo para el coraz\u00f3n amante. Son innumerables las iglesias en las que estoy solo. Ven a ellas con tu esp\u00edritu. Suple las faltas de amor de los dem\u00e1s.
Aprende de M\u00ed a decir: \u201cArdientemente he deseado. He deseado ardientemente venir a Ti, Jes\u00fas, que est\u00e1s tan solo en tantos altares, para decirte que te amo con todo mi ser. He deseado ardientemente verte, \u00a1oh mi Sol eucar\u00edstico! Ardientemente he deseado consumar mi Pan que eres T\u00fa. Por tanto deseo, ten piedad de tu sierva, Se\u00f1or. D\u00e9jame ir, \u00a1oh Cordero de Dios!, a tu celestial altar para adorarte eternamente. Haz que yo te vea con el alma embargada en tu gloria, \u00a1oh mi Sol divino!, que ahora te me muestras velado por la debilidad de mi condici\u00f3n de viviente. Deja que te ame, como quisiera amarte, en la bienaventurada eternidad. \u00c1breme las puertas de la Vida, Jes\u00fas, vida m\u00eda. Ven, Se\u00f1or Jes\u00fas, ven. Que cuanto es carne se consuma en la comuni\u00f3n de Luz, y el esp\u00edritu te conquiste, mi \u00danico y Trino Dios, el \u00fanico amor de mi alma\u00bb\u00bb.<\/p>
28 de octubre<\/p>
Ezequiel 33, 23-33; 34, 1-30.
Dice Jes\u00fas:
\u00abDemasiados han querido comer con la sangre. Y la sangre se les hace un nudo en la garganta. Sangre arrebatada con prepotencia, por orgullo, por ambici\u00f3n de poder. Demasiada sangre ha sido derramada y es derramada sobre la tierra de quien ha perdido hasta la m\u00e1s m\u00ednima concepci\u00f3n del Bien y del Mal y es un hazmerre\u00edr en las manos de Satan\u00e1s, que lo agita en el aire como insignia para ofuscar y extraviar a los d\u00e9biles.
Demasiado \u00abil\u00edcito\u00bb se ha convertido en \u00abl\u00edcito\u00bb s\u00f3lo porque es cometido por los poderosos. Pero pensad, poderosos de un momento, que el \u00fanico Poderoso tiene ya el rayo en la mano para incendiar, primero, en vuestras manos los frutos que hab\u00e9is robado, y despu\u00e9s, si a\u00fan no os arrepent\u00eds, para abrasaros a vosotros.
La verdadera posesi\u00f3n de la tierra no les ser\u00e1 dada a los violentos, a los’ homicidas, a los corruptores, a los traidores, a los viciosos. Ser\u00e1 de quienes vivan seg\u00fan mi Ley. Vosotros les podr\u00e9is quitar este d\u00eda terreno antes de que venga el atardecer; pero en el D\u00eda tremendo y fulgurante de mi Venida ellos os juzgar\u00e1n, conmigo, a vosotros que ahora cre\u00e9is l\u00edcito todo veredicto il\u00edcito.
\u00a1Ay de vosotros entonces, cuando tras Cristo Juez, cuya tremenda Majestad conmover\u00e1 los mundos con un temblor mucho m\u00e1s fuerte que el que abri\u00f3 los sepulcros y desgarr\u00f3 el velo del Templo en el momento de mi muerte!, \u00a1ay de vosotros cuando tras de M\u00ed ver\u00e9is a todos los que hab\u00e9is matado y torturado, cuyos dolores tendr\u00e9 presentes al juzgaros para la eternidad!
Por vuestra culpa caen ciudades, reinos, pueblos. Hab\u00e9is querido archireinar con un<\/p>
absolutismo feroz. Hago la soledad a vuestro alrededor. Permanecer\u00e9is como la columna superviviente de un palacio derrumbado. Pero acordaos de que a quien vive entre las ruinas le puede suceder que se arruine y est\u00e1 ciertamente destinado a la ruina. Y todav\u00eda pod\u00e9is daros por contentos si al caer os acord\u00e1is de que Yo soy el Se\u00f1or del mundo.
T\u00fa, alma m\u00eda, no tiembles y no te engr\u00edas. Igualmente da\u00f1osos son el temor y el orgullo. Que las alabanzas y las burlas te dejen indiferente. Vive s\u00f3lo en la idea de servir a la causa de tu Dios. Las humillaciones sufridas por causa de Dios ya son aureola.
\u00a1Las alabanzas! \u00a1Oh! \u00a1las alabanzas de los hombres! Son la cosa m\u00e1s vana que exista y la que m\u00e1s f\u00e1cilmente se desvanece en la nada. M\u00e1s que una bola de aire que suba desde un fondo cenagoso, gas de fango podrido, para irrumpir en las superficies de las aguas sobre las que se\u00f1ala un c\u00edrculo que se disuelve inmediatamente, as\u00ed es la alabanza de los hombres. Siempre nace de sentimiento humano, arrastra consigo sus miasmas, rompe el espejo de la paz \u00edntima y despu\u00e9s no queda nada de ella. Bienaventurados quienes, como el agua que quiere permanecer pura, contin\u00faan actuando en Dios y van raudos, dejando atr\u00e1s hasta el recuerdo de la alabanza in\u00fatil suscitada pasando al lado de la humanidad que es s\u00f3lo tal.
Que nunca te seduzcan las alabanzas humanas. Piensa siempre que la mitad son hechas por hipocres\u00eda y la otra mitad por superficialidad. Como hoy te adulan, ma\u00f1ana te difaman. Piensa que hasta los m\u00e1s buenos, pero con una bondad totalmente humana, te escuchan por el deleite de las palabras, no por el jugo de las mismas. Les gustan los conceptos porque son arm\u00f3nicos y art\u00edsticos, no meditan sobre el nervio que les sostiene: \u201cT\u00fa eres para ellos como un c\u00e1ntico cantado con voz dulce y suave, ellos escuchan tus palabras pero no las ponen en pr\u00e1ctica\u00bb 154.
D\u00e9jales. Peor para ellos. Rechazan otro don de mi paciente Misericordia y, rechaz\u00e1ndolo, acumulan sobre s\u00ed mismos los carbones de mi Justicia, porque tuvieron quien de nuevo les llevara la Palabra, y despreciaron la ,Palabra una vez m\u00e1s. De nuevo se puede aplicar a esta generaci\u00f3n la profec\u00eda de Isa\u00edas: \u00abOir\u00e1n y no entender\u00e1n, mirar\u00e1n y no ver\u00e1n. Porque el coraz\u00f3n de este pueblo se ha vuelto insensible; se han hecho duros de o\u00eddos y han cerrado sus ojos para no ver, no o\u00edr y no entender con el coraz\u00f3n, no sea que se conviertan y Yo les cure\u00bb.
Generaci\u00f3n ad\u00faltera y malvada, que crees con tanta facilidad en quien mata tu esp\u00edritu y rechazas a Cristo y a sus profetas que quieren darte la Vida, \u00a1cu\u00e1ntas veces, generaci\u00f3n de los ya se\u00f1alados con el signo de Cristo, lo que es un absurdo sobre vosotros desposados con el Enemigo y con la carne, cu\u00e1ntas veces he tratado de salvarte obteniendo, en cambio, piedras para mis profetas y la crucifixi\u00f3n para tu Maestro! Generaci\u00f3n necia y traidora, generaci\u00f3n de Judas que me vendes y cambias por un apetito inmundo, y reniegas la Luz para hundirte en las tinieblas, que te suceda lo que deseas. Tendr\u00e1s la Muerte porque no quisiste la Vida, y no tendr\u00e1s m\u00e1s signos que despierten tu somnolencia de comilona que los tremendos signos de mi ira.
\u00abPero cuando suceda lo que ha sido predicho, y he aqu\u00ed que ya llega, entonces sabr\u00e1s que en medio de ti hubo un profeta, un siervo, una ‘voz’ m\u00eda\u00bb 155.
Hija, escribe: \u00ab\u00a1Ay de los pastores que se apacientan a s\u00ed mismos!\u00bb 156. Pastores de almas y pastores de hombres. Mis sacerdotes y jefes de naciones. .
La tremenda responsabilidad de ser administradores de vidas y de Vidas s\u00f3lo puede desarrollarse en santidad y justicia si permanec\u00e9is en mi Santidad y en mi Justicia. No hay<\/p>
154 La escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: v. 32 155 La escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: v. 33 156 La escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: v. 2<\/p>
m\u00e1s que esto. No existe un actuar que sea siempre honesto al margen de Dios y de su Ley. Podr\u00e9is regir durante alg\u00fan tiempo, pero despu\u00e9s deca\u00e9is y sois vuestra destrucci\u00f3n y la de los dem\u00e1s.
Tergivers\u00e1is vuestra misi\u00f3n; os apacent\u00e1is en lugar de apacentar. No os agot\u00e1is en la tarea santa y suave de robustecer y curar las almas, vosotros, los primeros pastores, y en la tarea justa y bendita de tutelar a vuestros s\u00fabditos, vosotros, los segundos pastores. Hab\u00e9is perseguido o descuidado. Hab\u00e9is condenado o matado. \u00a1Oh qu\u00e9 tremendo juicio os espera!
Lo repito 157: las desesperaciones de los sujetos recaen sobre quienes las suscitan. Toda desviaci\u00f3n, toda blasfemia, sobre quien la hace surgir. Toda agon\u00eda de las almas, sobre esos sacerdotes que s\u00f3lo saben ser rigoristas y sin caridad.
\u00a1Ay, ay, ay de vosotros poderosos! Pero siete veces \u00a1ay! a vosotros sacerdotes. Porque, si los primeros llevan la muerte m\u00e1s a los cuerpos que a las almas, vosotros sois responsables de la muerte de las almas, comenzando por las de los poderosos que no sab\u00e9is contener, o, por lo menos, no trat\u00e1is de contener con un firme \u00abNon licet\u00bb, sino que les dej\u00e1is obrar su mal a cambio de un falso obsequio que es traici\u00f3n a Cristo.
Os lo he dicho: \u00abEl buen pastor da la vida por la de sus ovejas\u00bb. Vosotros os preocup\u00e1is de conservar la vuestra; y las ovejas, grandes y peque\u00f1as, se han dispersado, presa de las fieras, y han muerto por haberse alimentado con pastos malsanos.
Hay que saber poner la hoz a la ra\u00edz de la gran planta da\u00f1ina. Y no sopesar el peligro de que \u00e9sta o sus ramificaciones se vuelvan contra vosotros con la hoz para quitaros la vida, sino actuar para preservar la Vida m\u00e1s alta. Esto lo hac\u00e9is cada vez menos, y la destrucci\u00f3n devasta la tierra, y la destrucci\u00f3n devasta los esp\u00edritus.
Ahora Yo os digo: Pues bien, Yo mismo ser\u00e9 su Pastor. Vendr\u00e9 para reunir a mis ovejas. Las reunir\u00e9 en mis pastos fuera de las neblinas de las doctrinas necias y perniciosas que producen las fiebres mortales del esp\u00edritu. Las separar\u00e9, mejor, se separar\u00e1n por s\u00ed mismas de los cabritos y de los carneros, porque oir\u00e1n la Voz que les ama. La oir\u00e1n, no ya como ahora, a trav\u00e9s de mis siervos, sino brotando como un r\u00edo de Vida de la boca del Verbo, que ha vuelto a tomar posesi\u00f3n de su Reino.
Recoger\u00e9 con piedad a mis ovejas, tambi\u00e9n a las que vuestra negligencia ha da\u00f1ado. Pero fuera, fuera de mi reba\u00f1o los lobos con apariencia de cordero, los pastores holgazanes, fuera los \u00e1vidos de riquezas y de placer. Quien me sigue debe amar lo que es n\u00edtido y honesto. Quien me sigue debe tener caridad hacia el hermano y no prosperar dejando a los otros la miseria de la hierba pisada y sucia y el agua enturbiada por las intrigas humanas. Y esto va tambi\u00e9n por aquellos que en las congregaciones de laicos s\u00f3lo tienden a los cargos que excitan la vanidad. Abajo la soberbia si quer\u00e9is ser mis corderos, y abajo la dureza de coraz\u00f3n. Son los cuernos puntiagudos con los que her\u00eds y menospreci\u00e1is a los mansos y oprim\u00eds a los d\u00e9biles.
Cuando haya limpiado al reba\u00f1o de cuanto es falso e impuro, durante mi periodo de Rey de la Paz, instruir\u00e9 a los que queden para la \u00faltima instrucci\u00f3n. Me conocer\u00e1n como ahora s\u00f3lo me conocen los elegidos. No ser\u00e1n doce, sino doce mil veces doce mil las criaturas convocadas al conocimiento del Rey. Caer\u00e1n las herej\u00edas y las guerras. Luz y Paz ser\u00e1n el sol de la Tierra. Se nutrir\u00e1n con el germen vivo de mi Palabra y no languidecer\u00e1n m\u00e1s de hambre espiritual. Me adorar\u00e1n en esp\u00edritu y en verdad.
. Cuando llegue la \u00faltima rebeli\u00f3n de Satan\u00e1s contra Dios, no faltar\u00e1n los \u00faltimos Judas entre los convocados al conocimiento del Rey. El oro de la Ciudad eterna debe ser depurado con tres filtros para poder convertirse en incensario delante del trono del Cordero glorioso. Y<\/p>
157 Ya dicho en otros dictados, sobre todo en los del 22 de julio y del 5 de agosto<\/p>
\u00e9ste ser\u00e1 el \u00faltimo filtro. Pero los \u00abfieles\u00bb permanecer\u00e1n fieles, conocer\u00e1n que Yo estoy con ellos y que ellos son mi pueblo eterno.
Pero desde ahora, mis dilectos, alma que me amas y que amo, sabed que tambi\u00e9n antes de que Yo venga para reunir a mi reba\u00f1o y llevarlo a los eternos pastos del Cielo, vosotros sois mis amados corderos. Entrar\u00e9is en mi Reino antes que los dem\u00e1s porque vosotros sois mi reba\u00f1o y Yo soy el Se\u00f1or Dios vuestro, vuestro Pastor que encuentra sus delicias entre vosotros y que os llama a su morada para vivir con vosotros en la Paz reservada a los fieles de Cristo\u00bb.<\/p>
29 de octubre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando hago decir a Sofon\u00edas que me llevar\u00e9 cuanto hay en la tierra, le hago profetizar lo que suceder\u00e1 en la antevigilia de los \u00faltimos tiempos, lo que Yo mismo anunci\u00e9 despu\u00e9s hablando, encubierto bajo la descripci\u00f3n de la ruina del Templo y de Jerusal\u00e9n, de la destrucci\u00f3n del mundo, y cuanto profetiz\u00f3 el Predilecto en su Apocalipsis.
Las voces se suceden. M\u00e1s a\u00fan, puedo decir que, como en un edificio sagrado elevado para dar testimonio de la gloria del Se\u00f1or, las voces suben de pin\u00e1culo en pin\u00e1culo, de profeta a profeta antecediendo a Cristo, hasta la culminaci\u00f3n mayor en la que habla el Verbo durante su vivir de hombre, y despu\u00e9s, bajando de pin\u00e1culo a pin\u00e1culo a trav\u00e9s de los siglos, por boca de los profetas que siguieron a Cristo.
Es como un concierto que canta las alabanzas, los deseos, las glorias del Se\u00f1or, y que durar\u00e1 hasta el momento en que las trombas ang\u00e9licas reunir\u00e1n a los muertos de los sepulcros y a los muertos del esp\u00edritu, a los vivientes de la tierra y a los vivientes del Cielo para que se postren ante la gloria visible del Se\u00f1or y oigan la palabra de la Palabra de Dios, esa Palabra que much\u00edsimos han rechazado o descuidado, desobedecido, escarnecido, despreciado, esa Palabra que vino: Luz en el mundo, y que el mundo no quiso acoger prefiriendo las tinieblas.
Yo soy la c\u00faspide del edificio de Dios. No puede existir palabra m\u00e1s alta y verdadera que la m\u00eda. Pero mi Esp\u00edritu est\u00e1 en la boca de las \u00abpalabras\u00bb menores, porque todo cuanto habla de lo que es de Dios es palabra inspirada por Dios.
La carest\u00eda y la mortandad de las epidemias ser\u00e1n uno de los signos precursores de mi segunda venida. Los castigos creados para corregiros y volver a llamaros a Dios obrar\u00e1n, con dolorosa potencia, una de las selecciones entre los hijos de Dios y de Satan\u00e1s.
\u00c9l hambre producido por los robos y las malditas guerras, queridas sin justificaci\u00f3n de independencias nacionales sino s\u00f3lo por la ambici\u00f3n del poder y la soberbia de los demonios con apariencia de hombres, producido por el detenerse de las leyes c\u00f3smicas, por voluntad de Dios, por lo que el hielo ser\u00e1 \u00e1spero y prolongado, por lo que el calor quemar\u00e1 y no ser\u00e1 mitigado por las lluvias, por lo que las estaciones ser\u00e1n invertidas y tendr\u00e9is sequedad en las estaciones de las lluvias y lluvias en el tiempo de la maduraci\u00f3n de las mieses, as\u00ed que enga\u00f1adas por la templanza repentina o por el frescor ins\u00f3lito, las plantas florecer\u00e1n fuera de estaci\u00f3n y los \u00e1rboles se recubrir\u00e1n, despu\u00e9s de haber generado, de nuevas flores in\u00fatiles, que aprisionan sin fruto la planta -porque todo desorden es nocivo y conduce a la muerte, recordadlo, hombres- el hambre atormentar\u00e1 cruelmente esta raza perversa y enemiga de Dios.
Los animales, privados de forraje y pienso, de grano y semilla, morir\u00e1n de hambre y, por el hambre del hombre, ser\u00e1n destruidos sin darles tiempo de procrear. Los p\u00e1jaros del cielo y los peces de las aguas, piaras y reba\u00f1os, ser\u00e1n asaltados por todas partes para dar a<\/p>
vuestros vientres el alimento que la tierra s\u00f3lo producir\u00e1 escasamente. .
La mortandad, creada por las guerras y las pestes, los terremotos y los naufragios, precipitar\u00e1 en el m\u00e1s all\u00e1 a los buenos y a los malos. Los primeros para vuestro castigo – porque privados de los mejores empeorar\u00e9is cada vez m\u00e1s- los segundos para su castigo, porque tendr\u00e1n el infierno por morada antes de la hora prevista.
Vosotros ser\u00e9is la v\u00edctima preparada por el Se\u00f1or para purificar el altar de la Tierra, profanado por lo pecados de idolatr\u00eda, de lujuria, de odio, de soberbia, hombres que perec\u00e9is a miles y a decenas de miles bajo la aguda guada\u00f1a de los fulgores divinos. Caer\u00e9is unos sobre otros como la hierba segada sobre un prado en abril: las flores santas mezcladas con las venenosas, los delicados tallos con los punzantes espinos. La mano de mis \u00e1ngeles escoger\u00e1 y separar\u00e1 a los benditos de los malditos, llevando a los primeros al Cielo y de- jando a los segundos a los tridentes de los demonios para pasto del Infierno. Ser reyes o mendigos, sabios o ignorantes, j\u00f3venes o viejos, guerreros o sacerdotes no constituir\u00e1 diferencia ni baluarte contra la muerte. Habr\u00e1 un castigo y ser\u00e1 tremendo.
El ojo de Dios escoger\u00e1 a los destinados quitando las \u00abluces\u00bb para que no tengan que sufrir m\u00e1s la neblina creada por los hombres unidos a Satan\u00e1s, quitando las \u00abtinieblas\u00bb generadoras de tinieblas porque est\u00e1n pose\u00eddas por el padre de las tinieblas: Satan\u00e1s.
El ojo de Dios, que penetra en los palacios, en las iglesias, en las conciencias -y no hay barreras ni hipocres\u00eda que le impida ver- escudri\u00f1ar\u00e1 en el seno de la Iglesia: la Jerusal\u00e9n de ahora, escudri\u00f1ar\u00e1 en el seno de las almas y escribir\u00e1 el decreto personal para los dolientes, los indiferente, los tibios, los rebeldes, los traidores, los homicidas del esp\u00edritu, los deicidas.
No, no cre\u00e1is que Dios no os har\u00e1 ni bien ni mal por vuestras obras. Yo os lo juro, lo juro a M\u00ed mismo, lo juro por mi Justicia, lo juro con triple juramento, os har\u00e9 bien por el bien que hag\u00e1is y mal por el mal que hay\u00e1is realizado.
Si las impurezas de la carne y de vuestra vida de animales ponen una costra en vuestros ojos para impediros ver a Dios, a Dios nada le empa\u00f1a. Dejar\u00e9 caer mi mano sobre los que se complacen de estar en el barro y all\u00ed quieren quedarse a pesar de las invitaciones y los medios que les doy para salir. Ser\u00e1n barro en el barro, porque hacen del barro del pecado el alimento preferido para su hambre impura.
El d\u00eda se acerca, hijos que hab\u00e9is renegado del Padre. El tiempo de la Tierra es largo y breve al mismo tiempo.
\u00bfAcaso no era ayer cuando gozabais de un honesto bienestar fruto de la paz y de las obras pac\u00edficas que dan el pan y el trabajo? \u00bfAcaso no era ayer, vosotros que viv\u00eds en esta hora tremenda, cuando gozabais de la alegr\u00eda 9.e la familia no desmembrada ni destruida, la alegr\u00eda de los hijos alrededor de la mesa del padre, del t\u00e1lamo: el esposo junto a la esposa, del padre inclinado sobre la cabeza de los ni\u00f1os como maestro y amigo? \u00bfY ahora? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 todo eso? Ese tiempo pas\u00f3 veloz como el p\u00e1jaro que vuela a playas lejanas. Era ayer… ahora os volv\u00e9is y veis que un n\u00famero de d\u00edas, que el horror multiplica con su sangrienta intensidad, os separa de ellos. Os refugi\u00e1is en el recuerdo, pero el c\u00famulo de escombros y la extensi\u00f3n de tumbas os destruyen la dulzura del recuerdo con la realidad del presente.
\u00a1Oh! hombres, hombres que insult\u00e1is a Dios con las voces de la boca y del coraz\u00f3n creyendo que os sea l\u00edcito hacerlo, o\u00edd, hombres, la voz de Dios, desgarrada y desgarrante, que ya retumba en el mundo porque no le sirve hablaros por la boca de sus siervos y amigos, que os anuncia su ira, y que todav\u00eda os llama porque sufre al castigaros. .
Antes de que la ceguera de vuestros esp\u00edritus sea total, venid al M\u00e9dico y a la Luz. Antes de que la sangre sea tanta de constituir un lago de muerte, venid a la fuente de la Vida. Reunid vuestras miserables capacidades de amor y volvedlas a Dios. El amor os perdonar\u00e1 por esas migajas de amor que le ofrecer\u00e9is, resto de las rapi\u00f1as de la carne y de Satan\u00e1s.<\/p>
Deben ofrecerse a Dios las primicias y la. totalidad de los bienes. Pero dado que no hab\u00e9is sabido hacer esto, hijos que me hab\u00e9is costado la vida, dad al Se\u00f1or grande, piadoso, poderoso, lo que a\u00fan os queda. En vuestra pobreza de esp\u00edritu, pobreza no evang\u00e9lica sino humana, arrancaos del coraz\u00f3n la \u00faltima punta, negad a la carne ese resto y d\u00e1dmelo a M\u00ed. S\u00e9 que a uno de mis dilectos le cuesta menos el sacrificio de la vida, porque el amor le embarga, de lo que a vosotros os cuesta el sacrificio de un beso. Y por vuestro esfuerzo, desproporcionado con la oferta, os dar\u00e9 un premio desproporcionado con el don. Os lo dar\u00e9, con tal de que veng\u00e1is.
Quien trabaj\u00f3 bien en la \u00faltima hora ser\u00e1 admitido en el Reino como quien rigi\u00f3 el arado, hasta caer sobre \u00e9l, desde la aurora hasta su tarde anticipada. No os lamentar\u00e9is de tener una morada distinta en el Cielo; all\u00ed no existen las mezquindades de las envidias humanas. Pero conquistad este Cielo que he creado para vosotros y que os he abierto con mi muerte de Cruz. Venid al Se\u00f1or antes de que el Se\u00f1or venga sobre vosotros con su majestad de Juez.
Respecto a vosotros, mis dilectos, permaneced en el camino que hab\u00e9is escogido. Los vendavales y las tempestades no lograr\u00e1n haceros perder la meta que soy Yo, que tengo el Coraz\u00f3n abierto para recibiros con el m\u00e1s vivo beso de amor. Dejad que caigan los reinos y los pueblos, y que lo que ahora se cree potente se convierta en cenizas y escombros, y que lo que ahora se cree con el derecho de dictar deseos y doctrinas se convierta en polvo triturado por la Voluntad y la Ley de Dios.
En mi breve reinado sobre el mundo ser\u00e9 Yo quien reine, Yo y el resto de mi pueblo, esto es, los fieles verdaderos, los que no han renegado de Cristo y recubierto el signo de Cristo con la tiara de Satan\u00e1s. Entonces caer\u00e1n las falsas deidades de los superpoderes, las doctrinas obscenas que reniegan de Dios, Se\u00f1or omnipotente.
Mi Iglesia, antes de que se acabe la hora del mundo, tendr\u00e1 su triunfo resplandeciente. No hay nada distinto en la vida del Cuerpo M\u00edstico de cuanto hubo en la vida de Cristo. Se dar\u00e1 el hosanna de la vigilia de la Pasi\u00f3n, el hosanna cuando los pueblos, fascinados por la Divinidad, plegar\u00e1n sus rodillas ante el Se\u00f1or. Despu\u00e9s vendr\u00e1 la Pasi\u00f3n de mi Iglesia militante, y al final la gloria de la Resurrecci\u00f3n eterna en el Cielo.
\u00a1Oh bienaventuranza la de aquel d\u00eda en el que habr\u00e1n acabado para siempre las insidias, las venganzas, las luchas de esta tierra, de Satan\u00e1s, de la carne! Mi Iglesia estar\u00e1 compuesta entonces por los verdaderos cristianos. Entonces, en el pen\u00faltimo d\u00eda. Pocos como al inicio, pero santos como al inicio. Acabar\u00e1 en santidad como en santidad comenz\u00f3. Se quedar\u00e1n fuera los mentirosos, los traidores, los id\u00f3latras. Los que en el \u00faltimo d\u00eda imitar\u00e1n a Judas y vender\u00e1n su alma a Satan\u00e1s da\u00f1ando al Cuerpo m\u00edstico de Cristo. La Bestia tendr\u00e1 en ellos sus lugartenientes para su \u00faltima guerra.
Y \u00a1ay de quien en Jerusal\u00e9n, en los \u00faltimos tiempos, se haga culpable de tal pecado! \u00a1Ay de quienes en ella se aprovechen de su apariencia para provecho humano! \u00a1Ay de quienes dejen perecer a los hermanos y dejen de hacer de la Palabra que les he confiado el pan de las almas hambrientas de Dios! \u00a1Ay! No har\u00e9 diferencia entre quien reniegue abiertamente a Dios y quien le reniegue con las obras. Y en verdad os digo, con el dolor del Fundador por excelencia, que tres cuartos de mi Iglesia me renegar\u00e1 en la \u00faltima hora, y tendr\u00e9 que amputarles del tronco como ramas muertas y corrompidas por una lepra inmunda.
Pero vosotros que permanec\u00e9is en M\u00ed, o\u00edd la promesa de Cristo. Esperadme con fidelidad y amor y Yo vendr\u00e9 a vosotros con todos mis dones. Con el don de los dones: Yo mismo. Vendr\u00e9 para redimir y curar. Vendr\u00e9 para iluminar las tinieblas, vencerlas y hacerlas huir. Vendr\u00e9 para ense\u00f1ar a los hombres a amar y adorar al Dios eterno, el Se\u00f1or alt\u00edsimo, el Cristo santo, el Padre, el Hijo, el Esp\u00edritu Santo. Vendr\u00e9 para traeros, no la paz de este<\/p>
mundo, eterno destructor de la Paz, sino la Paz del Reino que no muere.
Regocijaos, mis siervos fieles. Os dice esto la boca que no miente. Ya no tendr\u00e9is que temer ning\u00fan mal porque pondr\u00e9 fin al tiempo del mal, anticipar\u00e9 este final por piedad hacia mis benditos.
Regocijaos sobre todo vosotros, mis amados de entonces. Para vosotros ser\u00e1 todav\u00eda m\u00e1s sol\u00edcito el adviento de Cristo y su abrazo de gloria. Ya se abren para vosotros las puertas de la Ciudad de Dios y sale vuestro Salvador para venir a vuestro encuentro a daros la Vida verdadera.
Todav\u00eda un poco y despu\u00e9s vendr\u00e9. Como para L\u00e1zaro, mi amigo, os llamar\u00e9 uno a uno: \u00ab\u00a1Sal fuera!\u00bb. Fuera de esta tierra que es tumba para el esp\u00edritu encarcelado en la carne. Fuera. En la Vida y en la libertad del Cielo.
Llamadme con vuestro amor fiel. Que \u00e9l sea la llama que funde las cadenas de la carne y da al esp\u00edritu la libertad de venir pronto a M\u00ed. Pronunciad el grito m\u00e1s bello escrito por hombre: \u00abVen, Se\u00f1or Jes\u00fas\u00bb\u00bb.<\/p>
30 de octubre<\/p>
Sabidur\u00eda 1, 1-11. Dice Jes\u00fas:
\u00abLeamos juntos la Sabidur\u00eda. Comienza con la exhortaci\u00f3n, tantas veces dicha por M\u00ed, a todos los poderosos de la tierra para que sean m\u00e1s poderosos en justicia que en fuerza.
La fuerza no es un atributo de santidad. No eleva al hombre a un nivel sobrehumano. S\u00f3lo una es la fuerza que os eleva: la del esp\u00edritu. Pero \u00e9sta es la ant\u00edtesis de la fuerza que am\u00e1is y admir\u00e1is como si fuera una gran cosa.
Vosotros am\u00e1is la \u00abviolencia\u00bb, la \u00abprepotencia\u00bb, la. \u00abcrueldad\u00bb, y a este trinomio le llam\u00e1is \u00abfuerza\u00bb y la vener\u00e1is con temor como la fiera encadenada teme la autoridad del domador. Pero tened en cuenta que esa fuerza es com\u00fan con los animales. S\u00f3lo fuerza de carne y de sangre, que os hace cometer acciones de carne y de sangre. Y por eso raramente es justicia. Lo he dicho 158 y lo repito: \u00abVosotros, poderosos, sois tales mientras que Yo lo permito y no m\u00e1s\u00bb. \u00bfQu\u00e9 significa entonces agitar el l\u00e1tigo sobre quienes no tienen una autoridad espec\u00edfica? Despojados de esta vestidura que os lleg\u00f3 por herencia, si sois reyes, o por suerte y astucia si sois dignatarios, ministros, jefes de provincia, de pueblos, directores de un instituto, de una f\u00e1brica, de una oficina, de un convento \u00bfqu\u00e9 ten\u00e9is distinto de los dem\u00e1s?
Nada.
Muchas veces vuestros inferiores merecen ese puesto m\u00e1s que vosotros. Merecedores humana y sobre todo espiritualmente. Pensad siempre que, aunque callen por miedo, os juzgan, y os juzga Dios, que ve vuestras acciones mejor que nadie, y vuestro ser doradas y coronadas estatuas de barro, barro negro del charco m\u00e1s corrompido. Los falsos y obligados obsequios con los que quer\u00e9is que se os inciense, repugnan a Dios que perdona quienes est\u00e1n forzados a hacerlos, entre la multitud que os los da, y os maldice a vosotros y a los dem\u00e1s: vuestros id\u00f3latras hasta el punto de consideraros dioses y daros ese culto de honor y respeto que a M\u00ed no me dan.
S\u00f3lo Uno es Dios. Quien ha hecho la tierra sobre la que imper\u00e1is en vuestro breve d\u00eda y con vuestro necio o cruel orgullo. Si quer\u00e9is ser realmente \u00abgrandes\u00bb, \u00abfuertes\u00bb, tomad esta grandeza y esta fortaleza del Grande y Poderoso: de Dios, siguiendo su Palabra, permaneciendo en \u00c9l como hijos. No sois m\u00e1s que el \u00faltimo nacido de mujer respecto de<\/p>
158 En el dictado del 23 de octubre<\/p>
Dios que es el Padre Creador de todos y que puede tener sobre el coraz\u00f3n, como perla preciosa, al pobre que despreci\u00e1is, que \u00c9l ama por su santidad, mientras que os mira con re- proche a vosotros que le desafi\u00e1is desde lo alto de vuestro precario puesto.
Cu\u00e1nta necesidad de luz ten\u00e9is los que gobern\u00e1is la Tierra. La luz viene de Dios. S\u00f3lo \u00c9l es el Padre y generador de la Luz. Permaneced por tanto bajo su rayo santo, seguid la Luz, no la repudi\u00e9is por las Tinieblas.
Buscad al Se\u00f1or como consejero. \u00c9l no es uno de esos necios, mentirosos, interesados consejeros, que est\u00e1n a vuestro alrededor, adul\u00e1ndoos y excitando vuestros peores instintos por esp\u00edritu servil o por plan interesado de llevaros al error, para conseguir vuestra ca\u00edda y sustituiros en el puesto del que hab\u00e9is ca\u00eddo.
. Pero no trat\u00e9is de buscar a este Se\u00f1or santo, que lo ve todo, con enga\u00f1osas intenciones. Maldecid a quienes siempre me nombran, y conmigo a mi Providencia, para enga\u00f1ar a las multitudes fingi\u00e9ndose corderos mientras que son lobos. Ese Nombre grande y poderoso, que retumba y resplandece como sol bendito sobre los buenos y como fulgor sobre los malvados de esta tierra y de la morada de Satan\u00e1s, se convierte en sus labios blasfemos en carb\u00f3n que desciende a quemar el coraz\u00f3n.
Yo estoy donde un hijo me llama. Pero no confirmo con mi ayuda las obras de los malvados. Pensad, hombres, que sus ef\u00edmeros triunfos, que os hacen creer que Yo est\u00e9 con ellos y dudar de mi Justicia, no han venido de M\u00ed. Es su caudillo y padre: es Satan\u00e1s, quien se los concede como a hijos y militantes devotos, para crearles un tormento cada vez mayor tras la muerte.
Yo estoy all\u00ed donde hay un fiel que cree en M\u00ed. Pero \u00e9stos no son fieles. Si lo fueran, observar\u00edan mi Palabra y la Voluntad de Quien me ha mandado. En cambio \u00e9stos pisotean la primera, desobedecen a la segunda y ofenden al Esp\u00edritu Santo matando su esp\u00edritu con odio contrario al amor, con lujuria profanadora, con soberbia corruptora de almas. Son barcas sin tim\u00f3n presas del viento y de las malas corrientes. Van cada vez m\u00e1s lejos de la meta que es Dios y acaban pereciendo en el pozo del abismo.
Cuando un coraz\u00f3n est\u00e1 lleno de pensamientos de carne o de pensamientos de infierno, quintaesencia de los pensamientos de carne, \u00bfc\u00f3mo puede entrar Dios all\u00ed con sus luces? Cuando un coraz\u00f3n, que ya era de Dios, se separa de \u00c9l obrando el mal, \u00bfc\u00f3mo puede mi Esp\u00edritu continuar siendo su maestro?
Soy el Misericordioso. Compadezco y perdono. Perdono mucho. Perdono cuanto os veo cometer por debilidad humana, no lo que se hace con fr\u00edo c\u00e1lculo humano. Y nunca ser\u00e9 tan severo juez como con quien, con su pensamiento vendido a Satan\u00e1s, realiza m\u00e1s delitos que un bandido, induce a otros a realizarlos, y sobre todo cumple el delito de los delitos: inducir los \u00e1nimos a dudar de Dios.
Hoy este delito de homicidio y de deicidio es exclusividad de muchos. Matan cuerpos y almas, y matan la idea de Dios en las almas ceg\u00e1ndolas como \u00f3rbitas vac\u00edas.
Las multitudes se dan cuenta demasiado tarde. Pero Yo lo veo en el momento en que pens\u00e1is y actu\u00e1is, y todos vosotros, sacr\u00edlegos de la carne y del esp\u00edritu, ser\u00e9is juzgados con juicio sever\u00edsimo\u00bb.<\/p>
31 de octubre<\/p>
Sabidur\u00eda 1, 12-16; 2-5. Dice Jes\u00fas:<\/p>
\u00abHay dos tipos de muerte. Ya lo he explicado 159. Existe la peque\u00f1a muerte, la que os separa de la tierra y libera vuestro esp\u00edritu de la carne. Y existe la gran muerte: la que mata lo que es inmortal: vuestro esp\u00edritu. De la primera resurgir\u00e9is. De la segunda no resurgir\u00e9is nunca. Ser\u00e9is separados para siempre de la Vida: o sea de Dios, vuestra Vida.
Sois m\u00e1s necios que los animales que, obedeciendo la orden del instinto, saben controlarse en el alimento, en el emparejamiento, en el escogerse moradas, vosotros, con vuestras desobediencias continuas al orden natural y sobrenatural, os produc\u00eds muchas veces a vosotros mismos la primera y la segunda muerte. Incontinencias, abusos, imprudencias, modas desviadas, placeres, vicios, matan vuestra carne como muchas armas manejadas por vosotros con delirio. Los vicios y los pecados matan despu\u00e9s vuestra alma. Por eso Yo digo: \u00abNo vay\u00e1is a buscar la muerte con los errores de vuestra vida y la perdici\u00f3n con las obras de vuestras manos\u00bb.
Os lo he dicho 160: Dios, que lo ha creado todo, no ha creado la muerte. Obra suya es el sol que resplandece desde hace milenios; obra suya el mar contenido en sus l\u00edmites sobre un globo que gira en el espacio; obra suya las estrellas infinitas por las que el firmamento es como un espacio sobre el que se hayan desparramado las joyas ca\u00eddas de un inmenso cofre abierto; obra suya los animales y las plantas: desde los colosales como elefantes y baobab, a los m\u00e1s sutiles, como la dedicada plumita del musgo y el ef\u00edmero mosquito del fresal; obra suya vosotros hombres, que ten\u00e9is el coraz\u00f3n m\u00e1s duro que el jaspe y la lengua m\u00e1s cortante que el diamante creados y sepultados por el Eterno en las v\u00edsceras del suelo, que ten\u00e9is el pensamiento m\u00e1s oscuro que el carb\u00f3n que se ha formado en las estratos terrestres con la descomposici\u00f3n de milenios, que ten\u00e9is una inteligencia poderosa como el \u00e1guila en los espacios pero la voluntad terca y rebelde como la de una simia.
Pero no ha creado la muerte. \u00c9sta ha sido generada de vuestro desposorio con Satan\u00e1s. Vuestro padre, en el orden del tiempo terrestre, Ad\u00e1n, la gener\u00f3 antes de generar a su hijo. La gener\u00f3 aquel d\u00eda en que, d\u00e9bil ante la debilidad de la mujer, cedi\u00f3 a su voluntad seducida y pec\u00f3 donde nunca hab\u00eda habido pecado, pec\u00f3 bajo el silbido de la Serpiente y las l\u00e1grimas y el rubor de los \u00c1ngeles. Pero la peque\u00f1a muerte no es un gran mal cuando con ella s\u00f3lo cae la carne, como la hoja que ha finalizado su ciclo. Al contrario, es un bien, porque os lleva al lugar de donde vinisteis y un Padre os espera.
Al igual que no ha hecho la muerte de la carne, Dios no ha hecho la muerte del esp\u00edritu. Al contrario, ha enviado al Resucitador eterno, su Hijo, para daros la Vida cuando ya estabais muertos. El milagro de L\u00e1zaro, del joven de Na\u00edm y de la hija de Jairo no son nada. Estaban dormidos: Yo les despert\u00e9. En cambio es grande el milagro cuando de una Magdalena, de un Zaqueo, de Un Dimas, de un Longinos, muertos en el esp\u00edritu, he hecho \u00abvivos en el Se\u00f1or\u00bb.
\u00a1Estar vivos en el Se\u00f1or! No hay nada mayor en belleza, alegr\u00eda, duraci\u00f3n, resplandor que esto. Creedlo, hijos, y tratad de estar \u00abvivos\u00bb. Vivos en Dios Uno y Trino, vivos en el Padre, vivos para la eternidad.
Vosotros que llam\u00e1is infierno a la tierra, y por muy infernal que la hay\u00e1is vuelto con vuestros feroces sistemas es un para\u00edso respecto de la morada de Satan\u00e1s, no deis a vuestro esp\u00edritu el infierno como \u00faltima meta. Dad a Dios a vuestro esp\u00edritu, que es Para\u00edso, y dejad el infierno para los infernales, los condenados, los malditos que han rechazado la Vida, alimento repugnante para su coraz\u00f3n de pervertidos, y acogido la muerte de la que eran muy dignos.
Si todo acabase en la tierra, ser\u00eda poco mal el aparecer malvados durante alg\u00fan tiempo. Los hombres lo olvidar\u00edan pronto, porque el recuerdo es como una nube de humo que se<\/p>
159 Sobre todo en el dictado del 22 de agosto
160 En el dictado del 23 de septiembre<\/p>
disipa en seguida. Pero la tierra no lo es todo. El todo est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1. Y en ese \u00abtodo\u00bb encon- trar\u00e9is que os espera lo que hab\u00e9is realizado sobre la tierra.
Nada quedar\u00e1 sin juicio. Pensadlo. Y no dilapid\u00e9is como locos los bienes que Dios os ha dado, sino hacedlos fructificar para vuestra inmortalidad. Quienes vivieron en el Se\u00f1or no mueren. Cuanto hubo aqu\u00ed de dolor, humillaci\u00f3n, prueba, para ellos se transformar\u00e1 en el m\u00e1s all\u00e1 en premio, en triunfo, en alegr\u00eda.
No pens\u00e9is que Dios sea injusto en el distribuir los bienes de la tierra y la duraci\u00f3n de la vida. Esto es lo que piensan quienes est\u00e1n ya fuera de Dios. Los vivientes en el Se\u00f1or se alegran de las privaciones, de las penas, de las enfermedades, de la muerte precoz, porque ven en todas las cosas la mano del Padre que les ama y que s\u00f3lo puede darles cosas \u00fatiles y buenas; las cosas que, por otra parte, me ha dado a M\u00ed, su Hijo.
\u00c9stos, que ya est\u00e1n proyectados fuera de este mundo, s\u00f3lo piensan y desean la gloria de Dios, y Dios les revestir\u00e1 de gloria para siempre. Los malvados ser\u00e1n olvidados o recordados con horror; pero a los santos, a los justos, a los hijos de Dios se les dar\u00e1 culto duradero y santo, porque el Se\u00f1or cuida a sus dilectos, y no s\u00f3lo se ocupa de darles la alegr\u00eda en el Cielo, o sea, a S\u00ed mismo, sino que hace que los hombres le otorguen verdadero honor, haciendo brillar el esp\u00edritu de un santo como una nueva estrella ante los ojos y las mentes de los hombres\u00bb.
1 de noviembre Sabidur\u00eda 6, desde el v. 11 en adelante.
Dice el Se\u00f1or Jes\u00fas:
\u00abSoy Yo quien ha dado a mis santos la Sabidur\u00eda de la que soy poseedor absoluto. Soy Yo quien hablo a los dilectos para que esparzan mi Sabidur\u00eda entre los hombres. Soy Yo quien bendigo con gratitud a mis elegidos que se han consumado a s\u00ed mismos para ser portadores de mi Sabidur\u00eda. Soy Yo quien les premio porque el amor a la Sabidur\u00eda es amor a Dios, no pudiendo haber conocimiento de la Sabidur\u00eda y rebeli\u00f3n a Dios. Quien ama la Sabidur\u00eda ama su fuente: ama a Dios. Quien ama a Dios conquista el premio.
Vosotros, por tanto, que siempre aspir\u00e1is a la gloria, aspirad a esta gloria verdadera y eterna. Dejad caer los cetros y las celebridades de la tierra y tended a conquistar la fama y la corona inmortal de la bienaventurada santidad. Esforzaos por merecer la Sabidur\u00eda y lo poseer\u00e9is todo de la tierra porque poseer\u00e9is a Dios, que hablar\u00e1 en vosotros, os guiar\u00e1, os consolar\u00e1, os elevar\u00e1, os har\u00e1 mis amigos y profetas del Alt\u00edsimo. Entonces vosotros entender\u00e9is, hablar\u00e9is, ver\u00e9is, no con vuestros \u00f3rganos y vuestras capacidades, sino con la vista y la mente de Aquel que est\u00e1 en vosotros como el Santo de los Santos en su tabern\u00e1culo viviente.
Ser\u00e9is, oh mis hermanos queridos, como era mi Madre cuando me llevaba en su seno y Yo le comunicaba mis movimientos de amor. Mar\u00eda, velo precios\u00edsimo y casto para el Viviente, el Sapiente, el Santo, ya infundida de Sabidur\u00eda por su angelical pureza, fue una con la Sabidur\u00eda cuando el Amor la hizo Madre de la Sabidur\u00eda encarnada. Ni vosotros sois menos cuando conmigo Eucarist\u00eda en el coraz\u00f3n, y con el coraz\u00f3n queriendo vivir de Dios -he aqu\u00ed la condici\u00f3n esencial-lleg\u00e1is a ser uno conmigo y sab\u00e9is permanecer en M\u00ed incluso despu\u00e9s de la consumaci\u00f3n de las Especies, con vuestro amor adorante.
Sedme de las \u00abMar\u00edas\u00bb. Llevad a Cristo en vosotros. El mundo necesita tener, entre tanta ciencia in\u00fatil quien comunica la verdadera Sabidur\u00eda. Y quien me tiene en s\u00ed, m\u00e1s a\u00fan, quien se anula en M\u00ed, aunque no diga palabras, comunica con sus obras la Sabidur\u00eda, porque sus obras dan testimonio de Dios.<\/p>
Yo despu\u00e9s, por piedad de los ciegos y de los sordos, de los analfabetos del esp\u00edritu, doy voz y pluma en las manos y sobre los labios de quien escojo, para que el Esp\u00edritu de Dios sea o\u00eddo de nuevo y se salven los desviados y encuentren la direcci\u00f3n justa los errantes, se levanten los ca\u00eddos y conf\u00eden en Quien tiene nombre: Misericordia\u00bb.<\/p>
El mismo 1\u00b0 de noviembre a las 12,30, tras una antiprofesi\u00f3n de fe de m. p. 161 que tanto me hace sufrir.
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bfA qu\u00e9 compararemos a algunos pobres desgraciados? A infelices mani\u00e1ticos que, mientras que fuera hay un hermoso sol y junto a ellos afectos y alimentos, se niegan a salir, nutrirse, hablar, y se esconden como bestias salvajes en su cueva, en la oscuridad, dej\u00e1n- dose morir de inanici\u00f3n.
Son abismos de error, de horror, a veces de odio, que deben colmarse con la paciencia, la misericordia, el amor y el dolor. Paciencia soportando sus ideas, misericordia acerc\u00e1ndonos a\u00fan a pesar de la repugnancia que nos da la lepra de sus esp\u00edritu, amor porque el amor es el vencedor y la medicina m\u00e1s poderosa de todas, y dolor porque para dar la Vida y la Luz hay que morir como hace la l\u00e1mpara que arde consumi\u00e9ndose y el grano que da alimento si muere.
Dadas estas cosas, basta. Las palabras son in\u00fatiles porque esas almas est\u00e1n ensordecidas por Satan\u00e1s que les impide o\u00edr. Hay que vencer primero a Satan\u00e1s, y a \u00e9ste se le vence con la oraci\u00f3n y el dolor, no con las discusiones en las que es maestro para persuadir hacia su doctrina.
Es natural que t\u00fa sufras. Cada una de esas palabras, antes de herir mis Carnes, han pasado a trav\u00e9s de las tuyas, porque t\u00fa te has puesto entre el mundo y el Maestro para defender a tu Rey. Es el oficio de las v\u00edctimas. Pero Yo pongo un beso en cada herida y por cada una te digo: gracias, Mar\u00eda, por tu amor. Bendita seas por esto\u00bb.<\/p>
Son las 16 y gozo de un raro momento de soledad.
A la fatiga de soportar las voces a mi alrededor, yo que quisiera vivir oyendo s\u00f3lo la \u00abVoz\u00bb que usted 162 sabe y que Yo amo con todas mis fuerzas, o recordando esa \u00abVoz\u00bb, hoy se ha unido la doble fatiga de o\u00edr… (la caridad hacia quien me da tan altas instrucciones me proh\u00edbe escribir la palabra que me viene espont\u00e1neamente) dir\u00e9 as\u00ed: palabras ignorantes. Espero que la ignorancia sea excusada por el buen Dios, Y espero que el ignorante que la ha profesado tan ampliamente sea perdonado precisamente por su ignorancia.
He sufrido tanto, que es como si me hubieran azotado. Tan palpablemente que \u00e9l lo ha entendido y ha tratado de remediado tray\u00e9ndome un dulce. \u00a1Qu\u00e9 amargo me resultaba ese dulce empapado de la ofensa a mi Dios Eucar\u00edstico! No pudiendo, o mejor, no queriendo hablar porque hubiera sido demasiado severa, he callado, pero yo creo que habl\u00f3 mi rostro.
Despu\u00e9s, por la tarde, le he dicho a Paola 163 que necesito silencio, porque demasiadas palabras agotan mi cuerpo exhausto. Y ella lo ha dicho a los dem\u00e1s. Pero no es el f\u00edsico el que se turba y sufre. Es el esp\u00edritu quien se molesta. Quisiera poder vivir aislada al menos 18 horas sobre 24. O por lo menos permanecer con quien me entiende, conoce y respeta la terrible, santa, suave exigencia de Dios sobre m\u00ed.
Mi Jes\u00fas me ha consolado, como usted ve, con las palabras pronunciadas a las 12,30. Pero permanece la amargura de algunas cosas o\u00eddas y de algunas constataciones hechas<\/p>
161 Sobre una copia mecanografiada, la escritora precisa: Mi primo a.E. (Giuseppe Belfanti, primo de la madre de la escritora)
162 Padre Migliorini
163 Hija de Giuseppe Belfanti<\/p>
en relaci\u00f3n al estado de algunas almas.
Ahora cesa la pausa de paz y, a mi vez, yo dejo de escribir.
Menos mal que Paola me dedica una fotograf\u00eda con estas palabras: \u00abTe quiero y quiero darte las gracias porque viviendo a- tu lado siento que estoy m\u00e1s cerca de Dios\u00bb. \u00a1Menos mal! Si no le llevo a \u00e9l donde quiero, le llevo a ella. Y puesto que es joven, y quiz\u00e1s sea madre de familia 164 est\u00e1 bien que se llene de Dios.<\/p>
2 de noviembre<\/p>
Contin\u00fao hoy 2 de noviembre porque ayer, entre la gente que vino y… la poco agradable visita inglesa 165, no pude escribir m\u00e1s.
Respecto a las impresiones padecidas durante ese penoso cuarto de hora, le dir\u00e9 166 que son distintas y variadas.
La primera es que s\u00f3lo orando me sent\u00eda suficientemente tranquila. Me parec\u00eda imposible que mientras que lo invocaba sobre m\u00ed, y sobre todos los que estaban recogidos alrededor de mi lecho y, con caridad a\u00fan mayor, sobre todos los dem\u00e1s que hu\u00edan por las calles o temblaban en las casas, \u00c9l, cuyo Nombre es poderoso, no me escuchara. Ten\u00eda, y la he notado tres o cuatro veces durante la oraci\u00f3n, la sensaci\u00f3n de que \u00c9l me abrazase y me hiciese entender que ten\u00eda que permanecer tranquila porque estaba protegida por \u00c9l.
En mis condiciones tan graves, ser\u00eda una mentira decir que el coraz\u00f3n no ha sufrido por ello. Si me impresiona un ruido fuerte, un grito, el choque de dos coches, el ver caerse a una persona, un altercado, una noticia, etc. etc., bien se puede pensar c\u00f3mo se habr\u00e1 resentido mi coraz\u00f3n f\u00edsico por esa violenta sacudida. Pero usted ha podido constatar que, auxiliado el coraz\u00f3n con una en\u00e9rgica inyecci\u00f3n, moralmente no estaba descentrada.
La segunda es que desde por la ma\u00f1ana, despu\u00e9s de aquella profesi\u00f3n anticat\u00f3lica, estaba bajo la impresi\u00f3n, mejor dicho, la persuasi\u00f3n de que si los enemigos hubieran venido ese d\u00eda, habr\u00eda sido tremendo. \u00a1Efectivamente!…
Tercera: cuando acab\u00f3: el alivio pensando que hab\u00eda pasado la pesadilla, que me atormentaba desde hac\u00eda 20 d\u00edas, de un bombardeo a\u00e9reo. Se lo mencion\u00e9 en ese sue\u00f1o al que quer\u00eda aplicar el hecho de la muerte de aquellos 5 en la plaza Mazzini hace ahora al- rededor de 15 d\u00edas 167. En el sue\u00f1o hab\u00eda visto caer proyectiles desde lo alto sobre Viareggio y comprend\u00eda que hab\u00edan venido de aviones. Pero quer\u00eda creerme que todo hubiera sucedido con aquel proyectil que cay\u00f3 cerca.
\u00bfHabr\u00e1 pasado ya todo? Dios lo quiera, porque le confieso que no me agrada la idea de morir sepultada viva o destrozada en un hospital. Acepto mis 5 enfermedades y estoy dispuesta a aceptar otras 5, otras 10, con todos sus desgarros, pero s\u00f3lo pido que me dejen en mi casa donde tanto ha obrado Jes\u00fas por m\u00ed, y que me es sagrada por \u00c9l, porque me la ha dado \u00c9l y porque en ella han fallecido los m\u00edos.
Cuarta y \u00faltima impresi\u00f3n: de gratitud hacia usted. Estaba segura de que habr\u00eda venido, pero el vede venir me ha conmovido y tranquilizado. \u00a1Nunca se est\u00e1 los suficientemente absueltos y benditos en determinados momentos!
En esos d\u00edas en que usted se encontraba ausente, yo estaba siempre con el coraz\u00f3n en vilo por el asunto de cualquier incidente m\u00edo particular o de alg\u00fan incidente general. S\u00e9 bien,<\/p>
164 Paola Belfanti se casar\u00e1 en 1945 con Giuseppe Cavagnera y tendr\u00e1 una hija. Ya viuda, morir\u00e1 en Mil\u00e1n en 1989
165 El primer bombardeo a\u00e9reo sobre Viareggio, acaecido la tarde del \u00a1o de noviembre de 1943
166 Se dirige a Padre Migliorini
167 Por culpa de una maniobra militar, que se desarrollaba sobre los Alpes Apuane, un proyectil, que deber\u00eda haber acabado en el mar, hab\u00eda ca\u00eddo en cambio sobre la Plaza Mazzini, matando a cinco personas<\/p>
por propia experiencia, que a los m\u00e9dicos y a los sacerdotes es muy dif\u00edcil tenerles en los momentos en que son m\u00e1s necesarios y deseados. Y por eso me dol\u00eda que usted estuviera lejos, porque es el \u00fanico que se ocupa. de m\u00ed.<\/p>
3 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAyer call\u00e9 para hacer posible no que descansaras, sino que obedecieras. El Padre te ha dicho que escribas tus impresiones y la manera en que me oyes. Dado que tus fuerzas y tu tiempo son limitados, si haces una cosa no puedes hacer la otra. Entonces te he dejado quieta para que pudieras obedecer. El Padre no te dio una orden, s\u00f3lo expres\u00f3 un deseo. Pero para los verdaderos obedientes hasta un deseo se convierte en orden.
La obediencia vale m\u00e1s que la palabra, a\u00fan cuando la palabra est\u00e9 escrita bajo mi dictado. Porque la palabra la o\u00eds y la escrib\u00eds, pero no es vuestra; la repet\u00eds, pero no es vuestra. La obediencia, en cambio, es vuestra. Es el caso de decir: \u00abDejadla, porque a los pobres les ten\u00e9is siempre y a M\u00ed no siempre me ten\u00e9is\u00bb. Los pobres, a quienes dar la palabra, les ten\u00e9is siempre. La ocasi\u00f3n de esparcir el precioso aroma de la santa obediencia, desafiando los comentarios de los dem\u00e1s, no siempre la ten\u00e9is.
Y sabed que la obediencia ha sido la virtud del Verbo, destinado a ser Hombre y convertirse en Redentor. El amor, el poder, la perfecci\u00f3n, la sabidur\u00eda, son comunes a Nuestras Tres Personas. Pero la obediencia es m\u00eda, exclusivamente m\u00eda. He obedecido encarn\u00e1ndome, haci\u00e9ndome pobre, estando sometido a los hombres, cumpliendo la misi\u00f3n de evangelizador, muriendo.
Por eso, cuando obedec\u00e9is, sea a los hombres en las correspondientes obediencias, sea a Dios en las grandes obediencias que implican renuncias, sacrificios de sangre y aceptaci\u00f3n de muertes, a veces muerte atroz, sois semejantes a M\u00ed que fui obediente hasta la muerte, que fui el Obediente por excelencia, el Obedient\u00edsimo divino.
S\u00f3lo inferior a M\u00ed en la obediencia fue la dulce Madre que obedeci\u00f3 siempre, y con su amorosa sonrisa, a los deseos del Alt\u00edsimo.
Tercero fue mi casto padre en la tierra, que hizo con su fuerza viril bordados de obediencia, m\u00e1s a\u00fan, dobleg\u00f3 su fuerza viril y su sentido de justicia como un hilo de seda para plegarlo a los deseos de Dios.
Por eso quien obedece, obedece a los tres m\u00e1s obedientes del mundo y les tendr\u00e1 por amigos aqu\u00ed y m\u00e1s all\u00e1, en el Cielo\u00bb.<\/p>
Y ahora me esfuerzo en describir las fases y los modos por los que me viene y escribo la palabra de la querida \u00abVoz\u00bb.
A veces, cuando es de noche, en mi duermevela -m\u00e1s vela que sue\u00f1o, porque a la vez estoy oyendo cuanto sucede en la habitaci\u00f3n o en la calle- oigo a la Voz decirme repetidamente una frase, como para invitarme a sentarme y escribir. Si tengo fuerzas f\u00edsicas suficientes me siento y, luchando con la so\u00f1olencia y los dolores, me pongo a escribir. Entonces a la frase o a las pocas frases iniciales siguen las dem\u00e1s, como un hilo que se devana, y cesa el sufrimiento provocado por el contraste entre el alma tesa en la escucha, y que quisiera ser servida por el cuerpo, y el cuerpo agotado que se resiste a servir al alma saliendo del descanso para escribir.
En algunas ocasiones, en cambio, la \u00abVoz\u00bb es tan prepotente \u2013a veces junto con el sonido debe comunicarme una fuerza especial que dura cuanto dura la necesidad de aqu\u00e9lla\u2013 que debo sentarme inmediatamente y escribir o, si es de d\u00eda, dejar lo que est\u00e9 haciendo para<\/p>
escribir.
Muchas veces advierto el acercarse del momento de adoctrinamiento, y por eso de cercan\u00eda del Maestro, como una especie de sacudida, de penetraci\u00f3n, de infusi\u00f3n, no s\u00e9 c\u00f3mo explicarme para ser exacta. En suma, es algo que entra en m\u00ed y me da una alegr\u00eda luminosa. Insisto sobre \u00abluminosa\u00bb porque es precisamente como si de un lugar sombreado yo pasase a la templanza y la alegr\u00eda del sol.
Pero esto no sucede siempre. \u00c9stos son los momentos m\u00e1s altos, como lo son aquellos en los que la palabra se une con la visi\u00f3n de lo que \u00c9l describe (como cuando me mostr\u00f3 a Mar\u00eda en su gloria en el Para\u00edso 168). Generalmente es una cercan\u00eda, muy cercana. Pero siempre cercan\u00eda.
Las lecciones, despu\u00e9s, son as\u00ed.
Algunas veces, como esta ma\u00f1ana para el texto que le adjunto sobre una hojita separada, nada justifica ni provoca esa determinada instrucci\u00f3n. Por ejemplo, esta ma\u00f1ana yo estaba a mil leguas de ese pensamiento. No rezaba, al contrario estaba ocupada en tareas totalmente materiales ligadas a mis necesidades especiales de enferma. Digo esto para decirle cu\u00e1n lejos estaba de pensar en cosas m\u00edsticas. La \u00abVoz\u00bb comenz\u00f3 a hablar sin tener nada en cuenta. Despu\u00e9s esper\u00f3 a que acabase con esa ocupaci\u00f3n tras haberme dado, por as\u00ed decirlo, el primer toque. Despu\u00e9s me empuj\u00f3 a escribir, me dio a entender que cogiera una media hojita, que bastar\u00eda. Yo ten\u00eda en la mano un folio ‘entero, pero me lo hizo dejar. Como ve, efectivamente, ha sido suficiente.
La primera frase pronunciada mientras que no pod\u00eda escribir era: \u00abLa obediencia vale m\u00e1s que la palabra. La obediencia ha sido la virtud del Verbo\u00bb. Despu\u00e9s, sobre ese tema inicial cuando ya pod\u00eda escribir, Jes\u00fas dict\u00f3, as\u00ed como las he escrito en la hojita, sus palabras.
Otras veces, en cambio, comienza su lecci\u00f3n espont\u00e1neamente haci\u00e9ndome abrir al azar el libro que \u00c9l quiere y en el que me presenta inmediatamente la frase sobre la cual desarrolla despu\u00e9s el adoctrinamiento m\u00e1s o menos amplio. A veces se sirve de cualquier libro, incluso de un peri\u00f3dico, del que extrae ense\u00f1anza.
Est\u00e1n, despu\u00e9s, los d\u00edas en los que no habla, y entonces me encuentro tan infeliz que me parece ser como un ni\u00f1o que ya no est\u00e1 junto a su madre y la busca por todas partes y la llama. Tambi\u00e9n yo le llamo y le invito abriendo la Biblia aqu\u00ed y all\u00e1. Hay d\u00edas en los que est\u00e1 inexorablemente callado y yo tengo inmensas ganas de llorar. Hay otros en los que, despu\u00e9s de haberme hecho pasear arriba y abajo sin escucharme, se rinde, y entonces siento aquella sensaci\u00f3n dicha al principio, por lo que me doy cuenta de que viene la gracia.
Note que, mientras que antes era capaz de hacer meditaciones por mi cuenta -pobres meditaciones si comparadas con las que recibo ahora- ahora soy absolutamente incapaz de hacer por m\u00ed misma. Es in\u00fatil que me est\u00e9 concentrando en un punto. No saco nada y el Maestro generalmente no me explica nunca el punto que quisiera que me explicase en ese momento. Explica lo que quiere y de la forma m\u00e1s lejana de como yo lo habr\u00eda explicado y de c\u00f3mo habitualmente se explica.
De la misma forma, ya no soy capaz de interesarme por libros de lecturas. Yo, que era una lectora empedernida, ahora dejo envejecer los libros sin abrirlos. Si los abro, tras pocas l\u00edneas me canso y los cierro. Y no me canso por leer. Me canso porque son para m\u00ed un ali- mento ins\u00edpido o desagradable.
Y as\u00ed con las conversaciones habituales. Son una aut\u00e9ntica fatiga. Yo quisiera estar sola y callada, porque las charlas me molestan mucho y me parecen m\u00e1s insulsas que nunca. Debo hacer maravillas de caridad para soportar a mi pr\u00f3jimo que trata de hacerme compa\u00f1\u00eda y con<\/p>
168 En el escrito del 12 de septiembre<\/p>
su estar all\u00ed me impide la Compa\u00f1\u00eda que quiero, la \u00fanica que deseo y que soporta el alma: la de Jes\u00fas o de personas que, como usted, no ignoran mi secreto.
Pero \u00bfqui\u00e9nes son estas personas? Usted, Marta, Paola y su padre 169. Este \u00faltimo s\u00f3lo entiende el uno por ciento, y por eso… quedan tres. Pero Marta est\u00e1 siempre movi\u00e9ndose y por la noche est\u00e1 tan cansada que se desploma en el sue\u00f1o. Por eso Paola y usted. Cercana a vosotros, y especialmente a usted, descanso y gozo. Pero los dem\u00e1s me producen cansancio y esfuerzo.
Respecto al libro de Ricciotti, desde el primer momento en que lo hoje\u00e9 no me gust\u00f3. Est\u00e1 bien traducido como Cantar. Pero las razones del autor… son precisamente las que no puedo asimilar. Adem\u00e1s, con la insistencia de un estribillo, la Voz me susurra: \u00abNo te ocupes de esa obra. No quiero\u00bb. No dice m\u00e1s. Pero, viendo que insiste, me decido a decirle que no leer\u00e9 m\u00e1s de cuanto ya he le\u00eddo y, le confieso, no lo lamento porque, le repito, me parece que estoy masticando paja.
Ya hecho. He obedecido.<\/p>
4 de noviembre<\/p>
Respecto al deseo que usted tiene, de que le diga lo que conoc\u00eda de la Sagrada Escritura, puedo asegurarle formalmente que s\u00f3lo conoc\u00eda los 4 Evangelios. Estos los conozco de memoria desde hace a\u00f1os. Despu\u00e9s le\u00ed una vez, hace trece a\u00f1os o m\u00e1s, el Cantar de los Cantares, en una edici\u00f3n protestante que despu\u00e9s entregu\u00e9 al entonces p\u00e1rroco de S. Paolino: Mons. Guidi, ya difunto. He le\u00eddo, en un libro de cultura, los Proverbios de Salom\u00f3n. y mi conocimiento acaba ah\u00ed.
Leer la Biblia es para m\u00ed como caminar por un mundo desconocido y que me resultar\u00eda impenetrable, porque por mi cuenta s\u00f3lo entiendo el significado superficial y lo que me comentan las anotaciones a pie de p\u00e1gina que, resalto, son distintas de las que me da el Maestro.
Cuando estaba en la escuela, me hab\u00edan hecho estudiar la Historia Sagrada, en un peque\u00f1o texto adaptado a nuestra edad infantil, y ya sabe usted c\u00f3mo son estos textos: reducidos a la m\u00ednima expresi\u00f3n. Recordaba los puntos sobresalientes, m\u00e1s nombres que hechos, y confieso que, si exceptuamos a Ad\u00e1n, Abraham, Esa\u00fa, Mois\u00e9s, Lot, Ruth, Esther y algunos otros, no recordaba m\u00e1s. \u00a1Un asno, no hay m\u00e1s qu\u00e9 decir! Despu\u00e9s, del Nuevo Testamento, adem\u00e1s de los Evangelios, conoc\u00eda esos p\u00e1rrafos mencionados en las ep\u00edstolas y basta.
Incluso ahora que tengo la Biblia a mi disposici\u00f3n, porque usted se ha ocupado de ello, por orden sobrenatural no he pasado de Esther. Y le confieso que muchas y muchas p\u00e1ginas de los Reyes y los Paralip\u00f3menos me han hecho dormir, mientras que Tob\u00edas me ha gustado mucho. Despu\u00e9s, el Maestro me ha cogido de tal forma que no he podido seguir adelante ordenadamente, tanto es as\u00ed que me he estancado en el cap\u00edtulo 13 de Job. El resto, salvo los puntos que el Maestro me explica de vez en cuando, es palabra desconocida para m\u00ed.
Repito 170 que en los d\u00edas en que Jes\u00fas calla y yo le invito, con la intimidad del amor, abriendo el Libro aqu\u00ed y all\u00e1, ni siquiera me paro a leer. Miro un punto y,si noto que Jes\u00fas da se\u00f1al de hablar bien, y si no abro por otro hasta que habla. Si despu\u00e9s de tres o al m\u00e1ximo cuatro intentos, en puntos distintos, abiertos al azar entre las 1838 p\u00e1ginas del Libro, entiendo que no quiere hablar, me resigno y leo por mi cuenta desde el punto en que me<\/p>
169 Padre Migliorini, Marta Diciotti, Paola Belfanti y su padre Giuseppe
170 Ya dicho en el escrito de 3 de noviembre<\/p>
hab\u00eda quedado, y que ahora es la p\u00e1gina 729 171.
No podr\u00eda ser m\u00e1s obediente ni m\u00e1s expl\u00edcita de esto. Y lo he sido entre los muchos obst\u00e1culos que van desde las interrupciones contin\u00faas hasta los v\u00e9rtigos causados por mi estado que el m\u00e9dico encontr\u00f3 ayer muy grave. El estado pulmonar y del coraz\u00f3n merece todos los temores humanos. Para m\u00ed, todas las alegr\u00edas sobrenaturales.
Ya s\u00e9 que tengo un pulso debil\u00edsimo, tenue, arr\u00edtmico, flojo. Lo siento. Por algo he sido enfermera. S\u00e9 que la par\u00e1lisis me puede sorprender de un momento a otro. S\u00e9 que los v\u00e9rtigos y los colapsos est\u00e1n producidos por anemia cerebral y atrofia cardiaca. Ya s\u00e9 que respiro con la mitad del pulm\u00f3n izquierdo y que el derecho es como si fuera una rama seca. Lo s\u00e9 todo. Pero \u00e9stas son mis riquezas y las fuentes de mi paz.
En cuanto al pasado me conf\u00edo a la Misericordia de Dios. Para el presente me conf\u00edo a su ayuda. Respecto al futuro me brilla como un sol jubiloso la perspectiva de ir pronto junto a Aqu\u00e9l que amo. Por eso cada agravamiento no tiene un toque f\u00fanebre, sino que suena como campana de fiesta anunci\u00e1ndome el acercarse de mi ingreso en la Vida.<\/p>
9:30 horas
(tras haber terminado de escribir mis impresiones)<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHas dicho bien 4. Es masticar paja, y Yo quiero que te nutras con grano genuino. La paja no nutre, llena sin nutrir. Y as\u00ed sucede con mucha ciencia.
Lo que siempre es un peligro en la ciencia, es, desde luego, pernicioso cuando se trata de la ciencia de las cosas de Dios. Pero desgraciadamente es as\u00ed. Los doctores de la ciencia sagrada se olvidan demasiado de lo que tratan, a servicio de qui\u00e9n est\u00e1n y de qu\u00e9 potencias hablan. Olvidan tambi\u00e9n a qui\u00e9n hablan y las consecuencias de su ense\u00f1anza que, como ondas, repercuten a lo largo tras haber afectado directamente a los primeros que la leen. Podr\u00edan ser \u00abluces\u00bb. Son humo que incluso vela la luz donde existe.
Les gusta alardear de erudici\u00f3n humana. En verdad te digo que, si es m\u00e1s f\u00e1cil que pase un camello por el ojo de una aguja que el que un rico se salve, a\u00fan ser\u00e1 m\u00e1s dif\u00edcil que se salve un eclesi\u00e1stico humanamente 172 docto o cualquiera que trate con ciencia humana las cosas de la religi\u00f3n. No s\u00f3lo tendr\u00e1n que dar cuentas de haberse hartado, llenos hasta desbordarse, de erudici\u00f3n humana, negando el lugar y expeliendo cuanto es ciencia santa, sino que tendr\u00e1n que responder del mal incalculable que han hecho a los dem\u00e1s, comen- zando por los hermanos de comunidad y siguiendo con los simples fieles y hombres sencillos.
En verdad te digo que la luz que coronar\u00e1 la frente de un humilde creyente, que s\u00f3lo sabe pronunciar sus oraciones sin otros alardes de cultura, har\u00e1 enrojecer a estos que, como Epul\u00f3n, han querido todos los alimentos sobre sus mesas olvidando s\u00f3lo uno: la Caridad. Y la Caridad se les cerrar\u00e1, ser\u00e1 muy avara con ellos. Como ellos estuvieron cerrados y fueron avaros con Ella.
Los doctos no. han entendido el Cantar. que encubre las relaciones de amor entre Dios y la Iglesia y entre Dios y las almas. No puede ser. S\u00f3lo los amantes de Dios oyen el sonido de la octava cuerda, el sonido que produce el toque del dedo de Dios movido por el amor. Los dem\u00e1s tienen los o\u00eddos cerrados a esa voz celestial que es la verdadera voz reina entre las<\/p>
171 La edici\u00f3n utilizada por la escritora es: La Sagrada Biblia, traducci\u00f3n y comentario del P. Eusebio Tintori O.F.M., Instituto Misionero P\u00eda Sociedad S. Pablo, 1942. La p\u00e1gina 729 contiene, del libro de Job, las \u00faltimas palabras del p\u00e1rrafo 11, todo el p\u00e1rrafo 12, y los tres primeros vers\u00edculos del p\u00e1rrafo 13
172 humanamente es una palabra a\u00f1adida con una escritura que no parece la de la escritora; pero la propia escritora la ha a\u00f1adido sobre
una copia mecanografiada<\/p>
voces que la rodean como un coro y son voces para los sentidos humanos. No lo han entendido los doctos que hacen una nueva Babel all\u00ed donde se alza, como pilar de un m\u00edstico cirio, la Palabra que para ser comprendida no necesita erudici\u00f3n humana sino pureza de \u00e1nimo y de amor. Y no son entendidos por aquellos a trav\u00e9s de los cuales el Amor se hace Pan, se hace Voz, se hace Luz.
Quitaos los ribetes y las filacterias de las que tanto os pavone\u00e1is y vestios con una simple t\u00fanica de lino puro ajustada con una banda purp\u00farea. Es \u00e9ste el vestido de Cristo Maestro y sea tambi\u00e9n el vuestro. Pureza, oh portadores de la religi\u00f3n. Pureza sea vuestro vestido. Pureza de carne, doble pureza de coraz\u00f3n, triple pureza de pensamiento.
A quien os pide el pensamiento de Dios, no le distribuy\u00e1is un pensamiento contaminado por el vuestro separado de Dios y saturado de erudici\u00f3n humana. Amor, amor, amor dentro de vosotros y a vuestro alrededor. Alrededor para que lo vean las gentes, y dentro porque es la esencia de lo que est\u00e1 dentro lo que se irradia al exterior. Y no pod\u00e9is infundir lo que no pose\u00e9is, no pod\u00e9is hablar, con justa voz, de lo que no comprend\u00e9is.
Las almas no necesitan ciencia, sino luz. Para la ciencia hay ya hasta demasiados vol\u00famenes y demasiados doctos. Dad las palabras de la Sabidur\u00eda a las gentes. Y dadlas con palabras de sabidur\u00eda tomadas de M\u00ed.
Y ahora que hemos hablado de esto, sigue escribiendo a\u00fan sobre la Sabidur\u00eda 173. He engarzado esta glosa en medio del comentario porque es su lugar. Te la he concedido despu\u00e9s de la obediencia porque la obediencia me hace m\u00e1s benigno y m\u00e1s Maestro que nunca. Te quiero coger de la mano como a un ni\u00f1o bueno, y cuanta m\u00e1s alma de ni\u00f1o bueno tengas m\u00e1s te ser\u00e9 Padre y Maestro.
\u00abLa sabidur\u00eda custodi\u00f3 al primero que Dios cre\u00f3. Ella lo sac\u00f3 de su pecado y le dio el poder de gobernar las cosas\u00bb.
Ad\u00e1n en el Para\u00edso terrestre, puro y obediente, era instruido directamente por Dios. Cuando Ad\u00e1n se manch\u00f3 con el pecado desmereci\u00f3 la ense\u00f1anza de Dios. El \u00faltimo cuidado paterno fue dar vestidos a los dos y ense\u00f1arles como cubrir lo que ya era est\u00edmulo para los sentidos contaminados. \u00bfC\u00f3mo habr\u00eda podido manejarse en la Tierra la primera pareja si no la hubiera guiado una fuerza espiritual?
Dios es siempre Padre, hijos que no os dais cuenta. E incluso cuando castiga, s\u00f3lo castiga por bondad y con bondad. No os echa desnudos y desamparados a caminos de destrucci\u00f3n dej\u00e1ndoos solos. Si os atra\u00e9is el castigo, \u00c9l une a \u00e9ste ayudas espirituales. Pero vosotros, hechos de carne y sangre, no las apreci\u00e1is. Vosotros quer\u00e9is s\u00f3lo lo que es alegr\u00eda de vuestra carne y de vuestra sangre.
Ad\u00e1n no oy\u00f3 m\u00e1s la voz del Ofendido. Pero el Ofendido no le dej\u00f3 sin luces, porque le amaba como obra de sus manos, le dio luces de instinto y luces de arrepentimiento. Las primeras para su carne, las segundas para su alma. Con el arrepentimiento sincero mereci\u00f3 salvaci\u00f3n y con el instinto rein\u00f3 sobre las cosas.
En los hijos las luces, que no son otra cosa sino Sabidur\u00eda, fueron maestras de progreso. Menos en quien rechazando la Sabidur\u00eda escuch\u00f3 al Error, esto es a Satan\u00e1s, que puso en su mano el pedernal con el que se apag\u00f3 la vida del inocente.
La Sabidur\u00eda instruy\u00f3 al honesto para que salvase la estirpe del hombre y las razas de las bestias del castigo de las aguas abiertas sobre el mundo convertido en cloaca.
La Sabidur\u00eda impuls\u00f3 a Abraham al gran sacrificio y condujo a salvaci\u00f3n su coraz\u00f3n de padre, como condujo fuera del fuego venido del Cielo al justo y al obediente.
La Sabidur\u00eda no abandona a quien se encomienda a Ella con coraz\u00f3n puro y pensamiento<\/p>
173 Sabidur\u00eda 10 – 12<\/p>
recto. Pero huye de quien quiere escogerse su sustento y su camino por s\u00ed mismo, conociendo los senderos del error y come el alimento de la muerte.
Como el sol que sale cada vez m\u00e1s alto en la b\u00f3veda del cielo, que resplandece y calienta cada vez m\u00e1s, as\u00ed la Sabidur\u00eda, cada vez m\u00e1s alta, hizo resplandecer a los hombres que la supieron amar. Dio progreso de esp\u00edritu y progreso de inteligencia. Brill\u00f3 en el milagro del Sina\u00ed, donde dio a los hombres la Ley que no cambia. Quisiera ahora vuestra dureza abrirse ante la sangre que beb\u00e9is -porque los r\u00edos y los mares de la tierra se han convertido en sangre, y de sangre se nutre la espiga y el racimo. que os dan pan y vino-, quisiera abrirse para volver a acoger a la Sabidur\u00eda como se abri\u00f3 a los hebreos de Egipto.
Tambi\u00e9n \u00e9ste es un castigo de Misericordia, hijos. Sois vosotros los que lo transform\u00e1is en un castigo de Justicia. Reconocedme como Padre y no como rey inexorable. Hacedme Rey, pero rey de amor, rey de vuestra casa: padre, vuestro padre y no Juez.
\u00bfAcaso no est\u00e1is todos -los que viv\u00eds en M\u00ed y los que os hab\u00e9is alejado de M\u00ed- atormentados de alg\u00fan modo? \u00bfLos primeros por el dolor producido por los hombres, los segundos por el dolor no consolado por Dios? \u00bfAcaso ahora no sufr\u00eds todos en la tierra? Tambi\u00e9n hay hambre para los que est\u00e1n en terreno neutral, mortandad por contagios, sobre todos se ciernen peligros de nuevos desastres, tambi\u00e9n sobre los lejanos, sobre los m\u00e1s neutros de todos.
\u00a1Venid a M\u00ed para salvaros! Llorad no s\u00f3lo lament\u00e1ndoos por el bienestar material que hab\u00e9is perdido, sino por el remordimiento de haber desmerecido ante Dios. Llorad, pero llorad golpe\u00e1ndoos el pecho, llorad sobre mis manos que, si os han castigado, lo han hecho por amor, para despertaros del sue\u00f1o morboso en el que hab\u00edais ca\u00eddo y en el que, de permanecer en \u00e9l, hubierais perecido.
Dejad de adorar a quien no es Dios, \u00bfTodav\u00eda no est\u00e1is persuadidos de que cuanto ador\u00e1is contra la Ley se convierte en castigo? No dig\u00e1is que no lo cre\u00edais, que no lo sab\u00edais. Hace un siglo que voy aumentando las \u00abvoces\u00bb y las apariciones, unas y otras milagros de Bondad, para haceros retornar a mi Camino. Hace un siglo que aumento el peso de los castigos para haceros retornar a mi Ley. No tom\u00e1is nada en cuenta. Y cuanto m\u00e1s se aleja Dios tanto m\u00e1s vosotros, en lugar de llamarle, os alej\u00e1is.
\u00bfC\u00f3mo os llamar\u00e9 para daros un nombre exacto? Os llamar\u00e9 \u00abMalicia\u00bb porque os hab\u00e9is colmado de malicia, os hab\u00e9is vendido a la Malicia.
No, no pod\u00e9is acusarme de nada. No soy Yo quien os destruye. Sois vosotros que hab\u00e9is cerrado las puertas al Amor que os velaba como un padre inclinado sobre las cunas de los hijos y hab\u00e9is abierto las puertas a Satan\u00e1s.
En mi Justicia que no puede permanecer pasiva, Yo a\u00fan soy indulgente. Os recuerdo, entre los estruendos de las desgracias, que Yo soy Dios y no hay otros fuera de M\u00ed. Os recuerdo que Yo soy el Potente y Perfecto y vosotros el fango que es algo mientras perma- nece bajo la acci\u00f3n de la Gracia, roc\u00edo santo que impide que el fango se haga polvo. Os recuerdo que quien se aleja de M\u00ed cae en los abusos y provoca ruina. Os recuerdo que la palabra y las promesas de los hombres son nube que pasa y que a menudo se disuelven en rayos, y que una sola es la Palabra y la Promesa que salva. La de vuestro Dios.
Y si me dec\u00eds, para sostener vuestra tesis de endemoniados, que al castigar caen tambi\u00e9n los justos 174 con los culpables, Yo os digo que no soy Yo sino vosotros sus asesinos, y os pedir\u00e9 cuenta de esa sangre, oh raza de hienas que s\u00f3lo viv\u00eds destrozando, oh razas de ser- pientes que pas\u00e1is estrangulando o contaminando con vuestro veneno las mentes y los corazones.<\/p>
174 La escritora anota a pie de p\u00e1gina, a l\u00e1piz: \u00bfHabr\u00e1 querido aludir al Justo, a su Vicario, amenazado con bombas doblemente enemigas?<\/p>
No, no ser\u00e9 severo con quien no supo lo que era Dios. Pero con vosotros cristianos, que sois Judas, tendr\u00e9 una severidad implacable\u00bb .<\/p>
5 de noviembre<\/p>
Sabidur\u00eda 13 – 14. Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando un hombre, incluso alejado del conocimiento del verdadero Dios, conoce, por elevaci\u00f3n del alma recta, que debe existir un Dios y eleva en su coraz\u00f3n un altar al Dios desconocido del que habla Pablo, este hombre est\u00e1 mucho m\u00e1s cerca de Dios de quienes, tras haber sido instruidos sobre la existencia de Dios, han querido aplicar teor\u00edas humanas a la maravillosas obras de Dios.
A\u00fan son m\u00e1s id\u00f3latras y m\u00e1s malditos quienes adoran el propio pensamiento o el de otros hombrecillos como ellos, que, quienes adoran un astro o un animal. \u00c9stos son salvajes e ignorantes. Los primeros en cambio son civilizados que se hacen salvajes. Semejantes a quienes se mutilan espont\u00e1neamente, ellos amputan su parte m\u00e1s noble y santa y la tiran como parte vulgar.
Mirad las cosas de Dios con ojos y coraz\u00f3n honestos. Ver\u00e9is resplandecer a Dios. \u00bfPara qu\u00e9 escudri\u00f1ar las leyes de las vidas y los secretos del universo. y no confesar antes que este universo y estas leyes son las pruebas innegables de Dios?
\u00bfHa servido acaso todo vuestro progreso para a\u00f1adir un hilo de hierba al prado que os ofrece su verdor? \u00bfVuestra ciencia logra acaso generar un animal saliendo de esas leyes que puso Dios cuando los cre\u00f3 macho y hembra? A pesar de los experimentos que os col- man de vanagloria, \u00bflogr\u00e1is acaso, no digo crea,\u00a1’ la vida, sino impedir la muerte?
No. Logr\u00e1is fecundar los huevos de los animales m\u00e1s sencillos, entre los millones que existen. Logr\u00e1is prolongar el latido de un coraz\u00f3n embrional. Pero no logr\u00e1is hacer lo que Dios hizo: un hombre de la nada. Pero no logr\u00e1is mantener el latido de un coraz\u00f3n que muere cuando Dios dice al polvo que vuelva a convertirse en polvo y al alma que regrese a \u00c9l. Sin la semilla no logr\u00e1is que despunte ni un hilo de hierba. Con toda vuestra electricidad no logr\u00e1is devolver la energ\u00eda a un cuerpo apagado. S\u00f3lo logr\u00e1is generar enfermedades y muertes, destrucciones y desgracias.
Y del mismo modo que esto no lo logr\u00e1is, \u00fanicamente aumentando la confusi\u00f3n en la tierra y en las conciencias, as\u00ed no sab\u00e9is ya crearos en lo \u00edntimo esa Fe sin la cual el error es inevitable. Os desvi\u00e1is. Os cre\u00e1is religiones. Pero no ten\u00e9is la Religi\u00f3n.
Am\u00e1is a un hijo, a un marido, a un familiar m\u00e1s que a Dios. Si Dios se lo lleva perd\u00e9is el amor y el respeto hacia \u00c9l. Am\u00e1is, m\u00e1s a\u00fan, vener\u00e1is como a un dios a cualquier hombre desgraciado que se autoproclama \u00abdios\u00bb y es tres veces m\u00e1s barro que vosotros, y ante \u00e9l no s\u00f3lo inclin\u00e1is la espalda -que ser\u00eda un mal menor- sino que inclin\u00e1is vuestro criterio, sobre todo vuestra conciencia. Pec\u00e1is para complacerle. Si a\u00fan compadezco a los que pecan por amor desordenado hacia un familiar, no perdono a quien se vende y vende su conciencia a un poder contrario a Dios.
Hay que ser hijos de Dios incluso contra los tiranos y aceptarlo todo con tal de no quemar la propia alma ante los \u00eddolos de barro. Cuando el hombre pierde el santo culto al verdadero Dios y cae en la idolatr\u00eda de seres semejantes a \u00e9l o inferiores, depravando en s\u00ed mismo la maravillosa gema que lo hace semejante a Dios, se deprava todo en \u00e9l. Y no es exagerado decir que el tiempo en que est\u00e1is es un campe\u00f3n de tal depravaci\u00f3n. No falta ni una.
A mis altares, oh cristianos mentirosos que de cristianos ten\u00e9is el exterior pero no sois tales en vuestro interior, vienen muchos que no son como deber\u00edan ser. Y eso es malo para<\/p>
el hombre, que deber\u00eda saber no fornicar, y, si la carne con su voz de sangre le incita, es- cogerse una esposa sin esperar llegar a viejo, sino llevar a esta esposa un cuerpo incontaminado. Por justicia, porque es lo que quiere de ella, y por caridad porque las contaminaciones no son siempre sin peligro, m\u00e1s bien al contrario, junto al cuerpo que se envilece y al alma que se corrompe est\u00e1 la enfermedad que tan a menudo os convierte en leprosos, y esta lepra la transmit\u00eds a la compa\u00f1era y a los inocentes.
Doblemente malo es para la mujer presentarse a Dios, ante el altar de Dios con juramento a un hombre, con la mancha m\u00e1s fea que pueda manchar a una mujer. Mintiendo a Dios, al hombre su compa\u00f1ero, al mundo, arrebata una bendici\u00f3n, una protecci\u00f3n y un respeto de los que no es digna. Pero sobre ella la bendici\u00f3n se transforma en castigo, porque a Dios no se le enga\u00f1a. Ladrona y ad\u00faltera, ser\u00e1 juzgada en base a tales culpas. Ladrona, porque defrauda de su derecho a su compa\u00f1ero y le roba una confianza de la que no es digna, y a Dios una bendici\u00f3n de la que es todav\u00eda m\u00e1s indigna, roba a los que nacer\u00e1n una madre y sus derechos, y en su alma muerta ni siquiera se produce un estremecimiento pensando en los suprimidos antes del amanecer a la vida o en los abandonados en los m\u00e1rgenes de la vida como cachorros errantes. Ad\u00faltera, porque quien mira a un hombre con deseo ya comete adulterio, y ella ha consumado el adulterio porque no ha sabido domar el deseo de la carne, sino saciar su hambre depravada.
Viviendo en idolatr\u00eda, se os hace f\u00e1cil esparcir la sangre en homicidios singulares o en homicidios colectivos como son las guerras, que casi siempre, y las de ahora todas, no son otra cosa que robos y fraudes no justificados por alg\u00fan m\u00f3vil. Sois ladrones de las tierras y de los derechos de los dem\u00e1s y homicidas de los hijos ajenos.
Sois mentirosos y estafadores en peque\u00f1os y grandes \u00e1mbitos. Ya no hay honestidad en la vida. La palabra del hombre est\u00e1 privada de honor y por eso tranquilamente comet\u00e9is obras de deshonor.
Est\u00e1is corrompidos. En el pensamiento, en los gustos, en las obras, en los sentidos. Corrompidos hasta el fondo. M\u00e1s que los cuerpos sepultados desde hace cuarenta d\u00edas. Est\u00e1is corrompidos en lo que Yo hab\u00eda creado incorruptible: en el esp\u00edritu, que hab\u00e9is ma- tado y convertido en un nido de gusanos que bullen pensamientos inmundos y obras repugnantes.
Corrompidos y corruptores de vuestros semejantes, peque\u00f1os y grandes. Ni siquiera respet\u00e1is ya la infancia ante la cual fornic\u00e1is indiferentemente con los hechos y con la palabra, ensuciando con vuestra podredumbre esos capullos de lirios. \u00c9stos ya se abrir\u00e1n su- cios y dar\u00e1n cada vez m\u00e1s olores de muerte, porque les corromp\u00e9is cada vez m\u00e1s. Vuestra arte, hasta el arte, signo de vuestra realeza sobre los animales, signo de vuestra naturaleza de semidioses que hab\u00e9is recibido una chispa del Pensamiento creativo de vuestro Dios creador, hasta el arte est\u00e1 corrompida y es corruptora y repugna a quienes, m\u00e1s escasos que el solitario pino mont\u00e9s, todav\u00eda saben acordarse del Cielo y permanecer tiesos hacia el Cielo.
Sois infieles. Infieles a Dios, a la patria, a la familia, a la esposa, a los hijos, a los parientes, a los amigos. Judas, que vend\u00e9is todo por un destello de dinero o por una sonrisa de femenina serpiente, ni siquiera sab\u00e9is lo que es la fidelidad que asegura el \u00e1nimo en honorar a Dios sobre todas las cosas y a cualquier precio, que vuelve heroico el coraz\u00f3n al defender la bandera, que vuelve sincero al amor hacia quien os ama y constante la amistad hacia quien se encomienda a vosotros.
Sois pendencieros. Y convert\u00eds cada ocasi\u00f3n en instrumento para dar ocasi\u00f3n de desencadenarse a vuestro instinto de fieras e hincar los colmillos en la sangre fraterna.
Sois mentirosos porque dec\u00eds que am\u00e1is a Dios, a la patria y la familia, pero s\u00f3lo lo dec\u00eds<\/p>
con los labios, preparados para traicionarlo todo y a todos si esper\u00e1is obtener una satisfacci\u00f3n en la tierra. Y dado que, seg\u00fan vuestra alma ciega, poco os puede venir directa- mente de Dios, hac\u00e9is de \u00c9l un trampol\u00edn de lanzamiento para conquistar la estima de los hombres nombrando a Dios, obrando con hipocres\u00eda para parecer buenos y obtener lo que codici\u00e1is de los hombres enga\u00f1ados por vuestro aspecto de corderos, oh hip\u00f3critas cabritos llenos de pecado.
Sois opresores porque, no siguiendo mi ley de Caridad, es inevitable que caig\u00e1is en la ley opuesta, y cre\u00e9is l\u00edcito lo il\u00edcito con tal de que os convenga: por eso odi\u00e1is a vuestros semejantes y les oprim\u00eds y, dado que los que tienen la misma dureza de coraz\u00f3n que vosotros saben resistiros, oprim\u00eds a los que no reaccionan porque son los \u00abhijos de Dios\u00bb en el verdadero sentido de la palabra.
Contaminadores de cuanto toc\u00e1is. Y la mirada, hasta vuestra mirada es contaminaci\u00f3n, hombres llenos de apetitos obscenos. Y la palabra dirigida a seducir como el silbido de vuestro verdadero padre: la Serpiente infernal. Y el pensamiento que concibe trabajos que son venenos de las mentes y de los ojos, por lo que el est\u00edmulo de vuestro veneno desciende para turbar los sentimientos y despertar los sentidos.
Invertidos en los sentidos. Nunca como ahora se ha difundido esta caracter\u00edstica que os hace inferiores a los animales, fruto venido de siglos de vicios. Ni vosotros la combat\u00eds, al contrario, como est\u00e1is depravados os complac\u00e9is y la explot\u00e1is para vuestras bolsas. Repug- n\u00e1is a los demonios. Y no digo m\u00e1s por respeto hacia mi portavoz.
Esto os proporciona la idolatr\u00eda del sentido y del poder que ahora practic\u00e1is con tanto ensa\u00f1amiento. Y os abandon\u00e1is a ella sin pensar que, por ella y por sus frutos, ser\u00e9is castigados por Aqu\u00e9l que os ve.
No soy un dios de carne o de arcilla que no est\u00e9 siempre presente o que no tenga ojos para ver. Soy Aqu\u00e9l que es, y que est\u00e1 en todos los lugares, y desde lo alto de mi trono escudri\u00f1o y observo las obras de los hombres. Soy Aqu\u00e9l que os ha hablado para daros la manera de comportaros. Lo que he dicho, he dicho, y no cambia con el transcurrir de los milenios. Soy el Eterno, \u00danico Dios. Soy el Se\u00f1or Dios vuestro, de quien no hay copia. Soy \u00danico en mi Sant\u00edsima Trinidad.
Malditos quienes no se ocupan de M\u00ed y me repudian para seguir a la Bestia\u00bb.<\/p>
6 de noviembre<\/p>
Sabidur\u00eda 15. Dice Jes\u00fas:
\u00abYo s\u00e9 que se os acecha y sois d\u00e9biles. Lo s\u00e9 y os juzgo teniendo esto en cuenta. No ser\u00eda justo si no tomara en consideraci\u00f3n vuestra debilidad y las obras del Maligno.
Lo que me vuelve severo, es que muchas veces vosotros no ca\u00e9is por debilidad o por la insidia demon\u00edaca. Ca\u00e9is conscientemente. Os lanz\u00e1is al abismo por vuestra propia voluntad dici\u00e9ndoos: \u00ab\u00bfQu\u00e9 me importa Dios?\u00bb. Entonces es cuando os llamo \u00abJudas\u00bb. Me vend\u00e9is con mi preciosa Sangre. Me pon\u00e9is en manos de Satan\u00e1s d\u00e1ndole vuestra alma que es m\u00eda porque la he adquirido con mi morir. Me traicion\u00e1is dici\u00e9ndoos cristianos, pero cometiendo obras de anticristianos.
Tambi\u00e9n Judas consumi\u00f3 la Eucarist\u00eda, y conmigo en el pecho fue a coger el dinero del abismo y con las manos contaminadas por ese dinero me abraz\u00f3 para se\u00f1alarme al enemigo. Judas os da asco. Pero \u00bfhac\u00e9is algo distinto vosotros que trat\u00e1is de explotar vuestra posici\u00f3n de cristianos para vuestros fines y no serv\u00eds a los intereses de Cristo? Le serv\u00eds tan poco que le dej\u00e1is para ir tras el Seductor.<\/p>
\u00a1Cu\u00e1nta misericordia tendr\u00e9 con quienes caen sin quererlo y se arrepienten de su ca\u00edda! Una, dos, diez, cien ca\u00eddas sin malicia no hieren a muerte al Amor. Son rasgu\u00f1os rec\u00edprocos, que curan vuestras l\u00e1grimas y sana mi amor. Vosotros me dec\u00eds: \u00abPiedad, Se\u00f1or\u00bb y Yo os digo: \u00abVen, pobre hijo, al Padre\u00bb.
Ser\u00e9is siempre m\u00edos mientras que el amor no se extinga en vosotros. Y he dado mi Sangre por los hijos heridos. Por tanto sed justos y piadosos con vosotros mismos como Yo lo soy. Esforzaos por conocerme y amarme para no defraudar vuestra alma de su derecho a la alegr\u00eda eterna.
Volved al camino de la Vida. Mis mandamientos est\u00e1n en ese camino. Tratad de tenerlos presentes durante vuestra jornada. Que si la debilidad os arrastra a cometer errores ligeros, Yo os aseguro que no deb\u00e9is abatiros. Ma\u00f1ana lo har\u00e9is mejor que hoy y pasado ma\u00f1ana mejor que ma\u00f1ana. Una planta crece lentamente. Cada d\u00eda una nueva ra\u00edz, cada d\u00eda una nueva hoja. Pero cuando ha crecido \u00a1qu\u00e9 hermosa es! As\u00ed es la perfecci\u00f3n, hijos. Se conquista por grados.
\u00bfPero qu\u00e9 cre\u00e9is, que dar\u00e9 un premio menor a quien no lleg\u00f3 al m\u00e1ximo de golpe? No, al contrario. Entre quien fue santo por mi gracia y quien quiere ser santo contra su naturaleza, Yo mirar\u00e9 con ojo doblemente amoroso a este h\u00e9roe del amor. El premio en la eternidad es \u00fanico: la visi\u00f3n de Dios. Pero el abrazo inicial de la uni\u00f3n entre el victorioso combatiente contra la carne, el mundo y el demonio, que durante la vida habr\u00e1n agitado en \u00e9l su serpentina esencia, mil veces troncada y mil veces resurgida, tendr\u00e1 la intensidad de un \u00e9xtasis especial.
Yo os lo digo. Creedme a M\u00ed, Verdad. \u00a1Con cu\u00e1nta urgencia necesit\u00e1is ahora recordar esto! Mor\u00eds al no recordar que sois cristianos. Mirad a Cristo. Dice la Sabidur\u00eda: \u00abY quien miraba ese signo, no era curado por lo que ve\u00eda, sino por ti, Salvador de todos\u00bb.
Esto es, oh hijos. No os cur\u00e1is de vuestros males individuales y p\u00fablicos porque no sab\u00e9is verme. La mera pr\u00e1ctica religiosa no cuenta, las retorsiones crean un mal mayor, las venganzas matan antes a quien las hace que a quien las recibe 175, las protecciones caen sin protegeros. Pero si vinierais a M\u00ed ser\u00edais salvados. En orden a la vida de esta tierra y a la del m\u00e1s all\u00e1.
Repito 176 mi deseo. Que se hagan muchas adoraciones a la Cruz que es el trono de poder de Jes\u00fas Salvador vuestro. Como la serpiente alzada sobre la cruz ten\u00eda poder de curar a los hebreos, as\u00ed Yo, Aquel que es inmortal, alzado sobre la Cruz, tendr\u00e9 poder de hacer huir cuanto os asusta y atormenta, porque Yo soy el Se\u00f1or de la vida y de la muerte y puedo poner vida donde la muerte ya es inminente y vencer a la muerte volviendo a llamar a la vida.
Nadie, excepto Yo, puede hacer esto. Satan\u00e1s puede daros todos los poderes, pero no el de volver a llamar al movimiento vital. Al contrario, \u00e9l os instruye para destrozar las vidas en odio al Dador de la vida, quien para nutriros no s\u00f3lo en la vida corporal, para la que hace germinar y espigar el grano, cuanto para la vida espiritual, os da el Pan que adoran los \u00e1ngeles porque es la Carne del Hijo de Dios. Os lo da pidi\u00e9ndoos a cambio s\u00f3lo amor y fe, y m\u00e1s a\u00fan, como mendigo santo os ruega que le acoj\u00e1is en vosotros porque estar con vosotros es su alegr\u00eda.
En vosotros ese Pan se transforma en Vida y Gracia, se transforma en Salud, en Luz, en Alegr\u00eda, en Sabidur\u00eda. Todo esto os hac\u00e9is cuando sois uno con el Hijo de Dios. La Palabra del Padre habla suavemente cuando est\u00e1, como el coraz\u00f3n, en vuestro pecho. Y mi Palabra es la que conserva para la Vida eterna a quienes no abjuran de su filiaci\u00f3n sobrenatural.<\/p>
175 La escritora anota a pie de p\u00e1gina: (\u00bfaludir\u00e1 tambi\u00e9n aquf al bombardeo de esta noche sobre el Vaticano?)
176 Ya en el escrito del 23 de octubre<\/p>
Bienaventurados los que te aman no s\u00f3lo en los momentos de alegr\u00eda, oh Pensamiento del Padre que el Amor hace Palabra, sino que tambi\u00e9n te bendicen antes de que haya alegr\u00eda, incluso bajo las nubes del hurac\u00e1n, Luz que, no conoces intervalos en tu resplande- cer. Bienaventurados los que saben alabarte con el llanto en los ojos y la confianza en el coraz\u00f3n y est\u00e1n seguros de tu piedad. En verdad os digo que quien con el acto de fe m\u00e1s hermoso sabe esperar mientras que las tinieblas amenazan con la desesperaci\u00f3n, conocer\u00e1 el Sol eterno.
Pocos, demasiados pocos son estos creyentes verdaderos. Los esp\u00edritus enfermos caen en esta noche de impotencia que surge del infierno, como hojas marchitas por el agua y arrancadas por el viento. Su peso les arrastra y, para hacer m\u00e1s pesada la carne, est\u00e1 Satan\u00e1s que les tiene cegados y oprimidos para impedirles hacer un intento de elevaci\u00f3n que ser\u00eda suficiente para salvarles. El miedo, la humillaci\u00f3n les entorpecen, el vicio les paraliza, la desesperaci\u00f3n les quema. Son ruinas que tiemblan ante sombras vanas y no saben que deber\u00edan temblar de s\u00ed mismos, asesinos de su inmortalidad.
Las iglesias se vac\u00edan, los altares no tienen adoradores, no buscan el m\u00edstico Pan, las virtudes teologales languidecen o est\u00e1n muertas, lo mismo que las cardinales. .
Lo que hay es rabia y ca\u00f3tico esfuerzo para conseguir salvaci\u00f3n, y desprecio, desprecio, desprecio, por los hijos de la Luz; m\u00e1s que desprecio, deseo de opresi\u00f3n para apagar la Luz que les resulta tan odiosa. Pero cuanto m\u00e1s os desprecien y os opriman, oh hijos queridos que sois mi luz llevada a los hombres, m\u00e1s este pobre mundo precipitar\u00e1 en las tinieblas. El Delito y los delitos alzar\u00e1n un muro y una barrera a la luz. Y bajo esos desagradables refugios la humanidad perecer\u00e1 en una c\u00e1rcel desesperada.
Rechazad si quer\u00e9is los signos que os mando desde el Cielo y re\u00edd de las advertencias ultraterrenas. Creed que todo os sea l\u00edcito. Cuando menos os lo cre\u00e1is, os har\u00e9 conocer un signo ante el cual precipitar\u00e9is aterrados y la c\u00f3lera que ahora arroj\u00e1is contra los indefensos caer\u00e1 contra vosotros.
Ese signo soy Yo. Cuando aparezca, no sobre la tierra -todav\u00eda no ha llegado la hora- sino espiritualmente a los hijos de la ira y al padre de la destrucci\u00f3n, vuestras armas y las suyas ser\u00e1n como polvo cuando cesa el viento. Y si desde la tierra, en vez de maldiciones, hubieran subido oraciones, mi aparici\u00f3n hubiera ya sucedido, y hubierais sido liberados, desgraciados que tembl\u00e1is y no sab\u00e9is venir a quien os ama, de vuestros terrores.
Soy Yo quien vence. Soy Yo quien sabe. Y me produce gran pena veros correr de aqu\u00ed a all\u00ed como ovejas asustadas siguiendo los consejos m\u00e1s necios, obedeciendo a quien es, adem\u00e1s de necio, malvado. Quisiera morir por segunda vez con tal de abriros los ojos del alma y hacer de vosotros aquel pueblo santo, grande y glorioso, que Dios se hab\u00eda prefijado hacer cuando cre\u00f3 al primer padre. Quisiera crearos por segunda vez con tal de no veros tan disformes de mi Pensamiento. Pero esto es lo que hay.
Hablo a todos. Pocos me escuchar\u00e1n. Menos a\u00fan me comprender\u00e1n. La Sabidur\u00eda ya no es amada ni comprendida. Pero a sus fieles \u00c9sta siempre les dar\u00e1 fuerza y luz en la tierra, salvaci\u00f3n y alegr\u00eda m\u00e1s all\u00e1 de la tierra. Dar\u00e1 a S\u00ed misma, y el hombre que le ha servido y merecido se encontrar\u00e1 entre los ciento cuarenta y cuatro mil de los que habla Juan, y suya ser\u00e1 la Jerusal\u00e9n santa donde est\u00e1 el trono de la Sabidur\u00eda que se inmol\u00f3 para llevar a S\u00ed a los hombres de buena voluntad\u00bb.<\/p>
8 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAhora y en la hora de la muerte\u00bb. Es la invocaci\u00f3n que responde al \u00abL\u00edbranos del mal\u00bb.<\/p>
Vosotros no lo pens\u00e1is, pero es as\u00ed. Os he dado una Madre adem\u00e1s de un Padre y, si ped\u00eda al Padre que os libre del Mal, \u00bfno le dir\u00e9is a la Madre que os mantenga alejada la muerte que es un mal?
Pensad con la mente elevada en Dios y pedid con la inteligencia de los hijos de Dios. No ten\u00e9is que preocuparos tanto por el mal y por la muerte en el sentido humano de la palabra, cuanto del Mal y de la Muerte en el sentido sobrenatural, el m\u00e1s verdadero, porque vuestra apariencia actual cesa, y vuestra morada actual se deja, pero m\u00e1s all\u00e1 de este d\u00eda os espera un futuro en el que os convertir\u00e9is en poseedores de lo que es vuestra parte verdadera.
Y ay de vosotros si por vuestra voluntad perversa escog\u00e9is la parte maldita. La muerte del esp\u00edritu no se pone s\u00f3lo una vez en presencia de vuestra alma. Gira a vuestro alrededor durante toda vuestra jornada terrena, porque el dador de la Muerte no cesa ni siquiera un minuto de asediar a su presa. No siempre os encontr\u00e1is con esa vigilancia y esa fortaleza que vuelve in\u00fatiles las astucias del Enemigo. Vuestra debilidad os lleva a torpezas, vuestros apetitos carnales a deseos de alimentos en los que encontr\u00e1is la muerte.
Pero ten\u00e9is una Madre en el cielo, una Madre que ve sobre vosotros la Sangre de su Hijo y que por esa Sangre os ama como aut\u00e9nticos hijos. Una Madre que es poderosa ante Dios por su triple condici\u00f3n de Hija, Esposa y Madre de Dios.
\u00abAhora\u00bb: que Mar\u00eda ruegue por vuestro presente de hombres, acechado por tantos peligros. \u00abY en la hora de la muerte\u00bb: que ruegue por vosotros en el momento decisivo de la vida. \u00abY en la hora de la Muerte\u00bb: esto es, cuando vuestro esp\u00edritu pueda perecer asaltado por el Mal.
Mar\u00eda es la Vencedora de Satan\u00e1s. La Muerte verdadera, la del esp\u00edritu, no vendr\u00e1 para quienes saben rezar a la Madre por la hora de la vida, por la hora de la tierra, por la hora de la tentaci\u00f3n y por la hora de la Muerte.
La oraci\u00f3n de Mar\u00eda se hace escudo contra el ardor del sentido y del demonio, como ni\u00f1os bajo el velo de la madre, os hace crecer en Cristo y entrar en su Reino. Y si Cristo puede hacer resucitar a los muertos a la Gracia, Mar\u00eda, realmente amada, impide que la Muerte os separe de su Hijo\u00bb.<\/p>
9 de noviembre<\/p>
4 Reyes 9,22 177.
Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00bb\u00bfQu\u00e9 paz? A\u00fan duran las fornicaciones de tu madre Jezabel y sus muchas hechicer\u00edas\u00bb
.
Ya hab\u00eda dicho 178 que para obtener la paz verdadera, y no una tregua en la guerra, hab\u00eda
que quitar de vosotros cuanto constituye fornicaci\u00f3n con Satan\u00e1s. Lo he dicho por boca de mis santos y lo he hecho decir a mi Madre. Hace decenios que repito esto y hace decenios que vosotros insist\u00eds en aquello. Os lo he ‘dicho con palabra apremiante en estos \u00faltimos tiempos. Pero no hab\u00e9is cambiado. Al contrario, de la fornicaci\u00f3n con Satan\u00e1s hab\u00e9is hecho vuestra forma de vida cada vez m\u00e1s.
Lo hab\u00e9is antepuesto todo a Dios. Y este Dios que invoc\u00e1is en la hora de temor para vosotros es un Ente tan lejano, desconocido, que si fuerais coherentes no deber\u00edais ni siquiera invocarlo ni blasfemar contra \u00c9l, tanto os hab\u00e9is alejado. Incluso vuestras<\/p>
177 4 Reyes est\u00e1 citado seg\u00fan la Vulgata y corresponde, en la neo-Vulgata vigente, a 2 R, porque los dos primeros libros han tomado el nombre de Libro primero de Samuel (1 S) Y Libro segundo de Samuel (2 S), Y los dos sucesivos han tomado el n\u00famero de orden Libro primero de los Reyes (1 R) Y Libro segundo de los Reyes (2 R)
178 Tambi\u00e9n en el dictado del 15 de agosto<\/p>
invocaciones se hacen blasfemias, porque le llam\u00e1is con los labios manchados de suciedad, porque le invoc\u00e1is mientras que permanec\u00e9is a\u00fan unidos con Satan\u00e1s, porque os\u00e1is mezclar su Nombre santo con vuestros planes de delito.
La Paz fue prometida a los hombres de buena voluntad. Cristo ha venido para traer la Paz. Pero si ech\u00e1is a Cristo y vuestra voluntad no es buena \u00bfc\u00f3mo pod\u00e9is tener la paz? Ten\u00e9is treguas. Pero \u00e9stas s\u00f3lo ser\u00e1n pausas entre una y otra matanza, a fin de dar tiempo para que vuestros esp\u00edritus vendidos a Satan\u00e1s aprendan de \u00e9l nuevas doctrinas de muerte y nuevas instrumentos de destrucci\u00f3n.
Muerte para las almas y muerte para las carnes. Destrucciones de los esp\u00edritus y destrucciones de las cosas. Vuestro crecimiento en Satan\u00e1s es impresionante. Dentro de poco habr\u00e9is alcanzado la plenitud de edad en la que no tendr\u00e1 ya m\u00e1s que ense\u00f1aros, y entonces el Infierno podr\u00e1 alumbrar a su hijo: el Anticristo, porque los tiempos estar\u00e1n maduros y los hombres habr\u00e1n merecido conocer el horror que precede al fin\u00bb.<\/p>
10 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAunque se hiciera la observaci\u00f3n de que Yo me repito, no me muevo de mi prop\u00f3sito. Tambi\u00e9n los pecados de los hombres se repiten, no obstante todos los avisos, con una monoton\u00eda desalentadora. Contrapongo mi Voz de justicia al sonido de su voz de culpa, para que no se diga que no he hablado y se me acuse de haberlos dejado en el error.
Desde hace 20 siglos mi Voz dice las mismas cosas y esta acusaci\u00f3n no debiera darse. Pero el hombre, a quien le resulta muy c\u00f3modo olvidarse de cuanto pueda condenar sus fechor\u00edas, dice que esto o aquello no lo sab\u00eda. Es una excusa que lo deshonra y lo envilece porque es mentirosa y porque, en cuanto embustera, acusa a su inteligencia de ser imperfecta y a su memoria lesionada.
\u00bfComo no recordar las ense\u00f1anzas repetidas y repetidas? Os pon\u00e9is por debajo de los animales que aprenden lo que el hombre les ense\u00f1a. Vosotros, tan soberbios, \u00bfno pens\u00e1is que esto s\u00f3lo es una gran afrenta para vuestra soberbia?
Mar\u00eda, escribe una vez m\u00e1s la explicaci\u00f3n de la par\u00e1bola del sembrador 179. Te la dictar\u00e9 para una categor\u00eda especial de personas, cuyo error me entristece. En algunos error de imprudencia, en otros error de soberbia, en otros de rebeli\u00f3n y en la otra categor\u00eda de es- c\u00e1ndalo.
Dice la par\u00e1bola que una parte de la semilla cay\u00f3 junto al camino y fue picoteada por las aves. La segunda parte cay\u00f3 sobre las piedras y ech\u00f3 ra\u00edces, pero inmediatamente se sec\u00f3 por falta de humedad. La tercera cay\u00f3 entre espinos y muri\u00f3 sofocada. La cuarta, ca\u00edda en buen terreno, fructific\u00f3 en distintas medidas.
La Palabra de Dios es semilla de vida eterna. Pero la Palabra est\u00e1 acechada por muchas cosas. Dejo estas muchas cosas y hablo solamente de una, dir\u00eda mortal, quiz\u00e1s m\u00e1s que el pecado mismo. Y que no se escandalice ning\u00fan esp\u00edritu pusil\u00e1nime cuando digo que quiz\u00e1s sea m\u00e1s mortal que el pecado. Es verdad.
El pecador que no tiene la mente corrompida por el \u00e1cido del racionalismo, tiene noventa probabilidades de saber acoger la Palabra y volver a encontrar la Vida. El racionalista s\u00f3lo tiene diez probabilidades, e incluso menos, de conservarse capaz de salvaci\u00f3n a trav\u00e9s de la Palabra.
El racionalismo es peor que la ciza\u00f1a. Cuando se vea su obra, en el momento en que ser\u00e1<\/p>
179 Ya se pueden encontrar referencias con la par\u00e1bola, por ejemplo, en los dictados del 5 de julio, del 24 de julio, del 25 de octubre<\/p>
conocido todo lo de la tierra y de los hombres, se ver\u00e1 que esta herej\u00eda ha sido la m\u00e1s nociva porque es la m\u00e1s sutil y la m\u00e1s penetrante. Es como un gas. Lo absorb\u00e9is y os mata, pero no lo veis, a veces ni siquiera sent\u00eds el olor, o incluso, siendo agradable, aspir\u00e1is ese olor con placer. Lo mismo sucede con el racionalismo.
Las grandes herej\u00edas han tenido en s\u00ed dos cosas buenas: lo primero de todo es que fueron originadas por una fe. Equivocada, si quer\u00e9is, digna de condena cuanto os parezca. Pero siempre fe. Por eso han tenido sus m\u00e1rtires, sus l\u00e1grimas, sus luchas para afirmarse, y \u00e1nimos rectos las han embellecido durante siglos con luces de santidad que s\u00f3lo tienen en contra el haber florecido sobre un \u00e1rbol malo no injertado en Cristo. La segunda cosa buena de las herej\u00edas es el gran ruido que han producido, por lo que quien no quer\u00eda pertenecer a ellas sab\u00eda c\u00f3mo hacer para no vincularse. Las propias luchas con la Iglesia y con los Estados eran una se\u00f1al para los cat\u00f3licos, constitu\u00edan un l\u00edmite m\u00e1s all\u00e1 del cual uno iba s\u00f3lo conscientemente.
En el racionalismo falta esto y penetra inadvertidamente all\u00ed donde se cree que no pueda entrar. Entra por miles de orificios, como una serpiente. Se viste con vestiduras l\u00edcitas, m\u00e1s a\u00fan, admirables, y act\u00faa bajo ellas pero contra ellas. Es un virus. Cuando uno se percata ya lo tiene difundido por la sangre y dif\u00edcilmente se libra de \u00e9l.
Bajo el rayo de mi Misericordia la reacci\u00f3n del pecado es violenta. Pero la del racionalismo es nada. Vuelve impracticable el camino hacia la gracia y la rechaza, como un espejo ustorio. Y m\u00e1s a\u00fan, se convierte en un ardor nocivo que termina por producirse la propia condena.
El racionalista pone las cosas de Dios al servicio de sus fines. No a s\u00ed mismo al servicio de Dios. Doblega, explica, utiliza la Palabra a la luz, pobre luz, de su mente turbada y, como un loco que ya no conoce el valor de las cosas ni de las palabras, les da significados que s\u00f3lo pueden salir de uno que ha esterilizado el astut\u00edsimo obrar de Satan\u00e1s.
Hay racionalistas y racionalistas.
Comenzar\u00e9 por los grandes. Los \u00absuperhombres\u00bb. Los que niegan a Dios. Quieren explicar la creaci\u00f3n, el milagro, la divinidad, seg\u00fan sus conceptos llenos de orgullo humano.
Donde hay orgullo no est\u00e1 Dios. Estad seguros. Donde hay soberbia no hay Fe. All\u00ed est\u00e1 Satan\u00e1s, y Satan\u00e1s es el m\u00e1s h\u00e1bil de los prestidigitadores para seducir al hombre y hacer que le parezca oro puro la hojalata recogida del fango.
Estos que niegan a Dios, que creen humillarse aceptando humildemente lo que con la sola capacidad mental no saben explicar, y han matado en s\u00ed la capacidad de amar, son los gigantes del racionalismo.
No estoy dando una conferencia para los hombres y por eso no cito nombres. Los nombres los pod\u00e9is poner vosotros. Para M\u00ed son astros muertos, precipitados hecho trizas en el fango. Ya no tienen nombre o s\u00f3lo tienen uno que ser\u00e1 grabado a fuego en sus frentes perversas y en su coraz\u00f3n m\u00e1s \u00e1rido que el pedernal el D\u00eda de la Justicia. Se pasan la vida devastando. Son peor que una avalancha y que un hurac\u00e1n, peor que la locura, peor que la fiebre. All\u00ed donde llegan, matan.
En estos la Palabra no baja de hecho. Hay sobre ellos demasiadas cosas que obstaculizan a la Palabra. Son una de las categor\u00edas de los \u00abMuertos del esp\u00edritu\u00bb. Rebeldes y escandalosos.
La segunda categor\u00eda son los humanamente cultos. \u00c9stos no niegan. a Dios. Pero ponen una espesura de erudici\u00f3n humana sobre la sencillez divina, que se ha hecho tal para que a la luz del amor puedan entenderla hasta los m\u00e1s humildes. Se visten como pavos reales orgullosos de su plumaje, y como \u00e9stos son hermosos s\u00f3lo en apariencia: no saben caminar, no saben cantar en el camino y en las alabanzas del Se\u00f1or.
Les falta el amor que es el nervio del ala para volar hacia Dios y que es la cuerda de la<\/p>
c\u00edtara para bendecir a Dios. La Palabra desciende sobre ellos y echa ra\u00edces. Pero despu\u00e9s muere porque \u00e9stas la cubren y la ahogan bajo las hojas in\u00fatiles de sus conocimientos hu- manos.
\u00bfSabes c\u00f3mo oyen la Palabra? Como uno que oiga a otro hablar en un idioma desconocido para \u00e9l. Oye la voz y ve el moviendo de los labios, pero no entiende nada. Se parecen tambi\u00e9n a uno que, duro de o\u00eddos, grita mientras que el otro le habla bajo. El estruendo de sus palabras acaba cubriendo la voz del otro. Su demasiada erudici\u00f3n crea una Babel en \u00e9l. Por su demasiado saber no aceptan las luces, tan sencillas y puras, que Dios ha puesto para que el hombre vea el camino que lo lleva al Padre. Y hacen Babel y tinieblas tambi\u00e9n a los dem\u00e1s.
Tercera categor\u00eda, la de quienes han empedrado su propio coraz\u00f3n con las piedras del racionalismo de los dem\u00e1s, para hacerlo menos ignorante. Son los adoradores de los \u00eddolos humanos. No saben adorar a Dios con todo su coraz\u00f3n, pero saben extasiarse ante un pobre hombre que se presenta como superhombre. Con su desconfianza cierran la puerta al Verbo divino, pero aceptan las explicaciones de un semejante a ellos que tenga fama de entendido.
Ser\u00eda suficiente con que pidieran humildemente a la Gracia que les iluminase y les instruyera acerca del valor de esas notas, y la Gracia les har\u00eda ver que esas explicaciones, esas doctrinas, se rigen sobre puntales cuyas bases est\u00e1n corro\u00eddas por carcomas y moho, y que esas voces est\u00e1n desentonadas y difieren de las voces de Dios.
Quieren ser cultos y superhombres, y cogen el primer alimento que ven. Y los \u00eddolos tienen pomposas vestiduras y prometen deidad para todos. Es la voz de la Serpiente: \u00abComed este fruto y ser\u00e9is semejantes a Dios\u00bb. Y \u00e9stos, en su ignorancia, comen.
Uno es el fruto que os convierte en dioses, oh hombres. El que pende de mi Cruz. Uno es el que dice a vuestras mentes: \u00abEffet\u00e1\u00bb. Cristo.
Uno es quien fecunda el m\u00edstico suelo de vuestro coraz\u00f3n para que nazca la semilla. Mi Sangre.
Uno es el sol que calienta y hace crecer en vosotros la espiga de vida eterna. El Amor.
Una es la ciencia que como arado abre y prepara vuestro terreno y lo dispone para recibir la semilla. Mi Ciencia.
Uno es el Maestro: Yo, Cristo. Venid a M\u00ed si quer\u00e9is ser instruidos en la Verdad.
La cuarta categor\u00eda es la de los imprudentes. Son caminos abiertos por los que pasa de todo. No se rodean con un santo muro de fe y de fidelidad a su Dios. Acogen la Palabra con mucha alegr\u00eda, se abren para recibirla, pero se abren tambi\u00e9n para recibir cualquier doctrina con el enga\u00f1oso pretexto de que hay que ser condescendientes.
S\u00ed. Muy condescendientes con los hermanos. No despreciar a nadie. Pero r\u00edgidos con las cosas de Dios. Orad por los hermanos, instruidles, perdonadles, defendedles de s\u00ed mismos con un verdadero amor sobrenatural. Pero no os hag\u00e1is c\u00f3mplices de sus errores. Permaneced roca contra el desmoronamiento de las doctrinas humanas. No pasa nada sin dejar una huella. Y es una gran imprudencia el poner una espada contra el coraz\u00f3n. Podr\u00eda quitaros la vida o haceros heridas que se curan malamente y siempre dejan cicatriz.
Bienaventurados los que s\u00f3lo son terreno de Dios y permanecen tales porque vigilan continuamente. Bienaventurados los que, llanos como terrones apenas removidos, no tienen piedras para los hermanos ni guijarros para la Palabra.
El amor les hace almas adoradoras de la Palabra y almas piadosas hacia quienes se han desviado lejos de la Palabra. Pero el amor es su defensa m\u00e1s hermosa y ninguna obra de mal puede lesionar su esp\u00edritu en el que la Palabra de la Vida crece como una gruesa espiga. Tanto m\u00e1s os crece, dando fruto, uno treinta, otro cincuenta, otro ciento, cuanto m\u00e1s intenso es el amor en ellos.<\/p>
A quien lo posee en modo absoluto la Palabra se hace su misma palabra, porque no son m\u00e1s ellos, sino que est\u00e1n unidos con Dios, su amor\u00bb .<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPeque\u00f1o Cristo que has ca\u00eddo bajo la cruz, lev\u00e1ntate, toma y camina vertiendo l\u00e1grimas y sangre.
No siempre se cae por culpa. Las v\u00edctimas caen por el dolor de las culpas de los dem\u00e1s y por el conocimiento del fruto de ese dolor. y son las ca\u00eddas m\u00e1s santas, las ca\u00eddas semejantes a las m\u00edas por que son ca\u00eddas de caridad.
Mar\u00eda, las v\u00edctimas apoyan sobre sus d\u00e9biles hombros dos cruces. La de su Jes\u00fas, que ellas quieren llevar, y la que ser\u00eda el castigo de los hermanos. A las v\u00edctimas, a las que es desvelado el futuro, el oc\u00e9ano de dolor causado por las culpas de los hombres les aparece como un mar y, a pesar del velo del llanto, les es desvelado todo el llanto futuro.
No sirve de nada cerrar los ojos, Mar\u00eda. Es la mente la que ve porque, unida a la m\u00eda, recibe de Ella las admirables percepciones. Es un don. Pero es como el regalo que me hizo la soldadesca de Pilato para coronarme rey: es un regalo que hiere. Son espinas. Aqu\u00ed son espinas. Pero s\u00e9 fiel a ellas, en el m\u00e1s all\u00e1 ser\u00e1n rosas.
Mira m\u00e1s all\u00e1 del llanto, m\u00e1s all\u00e1 de las tinieblas, m\u00e1s all\u00e1 del oc\u00e9ano del dolor humano, cuya ola te cubre y te empapa -porque el lugar de la v\u00edctima es parecido al rompeolas de un puerto y recibe sobre \u00e9l la furia de las tempestades del mar abierto y las rompe dej\u00e1ndose romper- mira, m\u00e1s all\u00e1 del horror que el mundo se crea, la tierra de paz, el amor de alegr\u00eda, la vida de \u00e9xtasis que te espera.
M\u00e1s all\u00e1 de este tormento est\u00e1 tu Jes\u00fas que te espera. M\u00e1s all\u00e1 de estas llamas est\u00e1 el frescor de los jardines eternos. All\u00ed no volver\u00e1s a tener sed, hambre, cansancio y dolor. Yo te ser\u00e9 fuente y alimento, Yo te ser\u00e9 reposo y alegr\u00eda. Descansar\u00e1s sobre M\u00ed oy\u00e9ndote decir que te amo y pudi\u00e9ndome decir que me amas. Despu\u00e9s de esta pobre vida est\u00e1 el amor. Por ahora est\u00e1 la cruz. A\u00fan un poco y vendr\u00e9. Ahora escribe para los ojos del esp\u00edritu.
Dice Isa\u00edas: \u00ab\u00bfD\u00f3nde debo sacudiros a\u00fan si a\u00f1ad\u00eds m\u00e1s infidelidades?\u00bb. Y a\u00f1ade la descripci\u00f3n de un cuerpo desgarrado, que me han aplicado a M\u00ed en la hora de la Pasi\u00f3n.
Pero no soy Yo, sois vosotros los que os hab\u00e9is reducido a esto por vuestro pecado. Y si Yo estaba completamente lleno de llagas y contusiones, lo estaba s\u00f3lo porque en ese momento era como vosotros sois ahora, llegados a la maestr\u00eda en el pecado.
Las obras de vuestra mente (la cabeza) son obras enfermas. Es muy dif\u00edcil que vuestro pensamiento sea recto. Corrompidos y comidos por la triple concupiscencia, no pod\u00e9is sino generar pensamientos enfermos. Vuestras acciones y vuestras obras llevan el signo de vuestras enfermedades mentales espirituales. Y vuestros sentimientos brotados de un coraz\u00f3n tan enfermo como la mente, est\u00e1n a\u00fan m\u00e1s abrasados por la codicia y la soberbia. Es impropio llamarles sentimientos: son menos a\u00fan que los sentidos, creedlo hombres hambrientos de sensualismo y de ego\u00edsmo. Vuestro motor ya no es el amor. Es el inter\u00e9s, la satisfacci\u00f3n, el orgullo. Profanadores de vosotros mismos, pon\u00e9is los miembros y los \u00f3rganos al servicio de vuestros deseos enfermos.
\u00bfD\u00f3nde est\u00e1 vuestro esp\u00edritu? En la fosa donde se pudre lo que muere. \u00a1Cu\u00e1nto espacio os he dado para vuestro esp\u00edritu! Y vosotros deprav\u00e1is vuestro esp\u00edritu queriendo la c\u00e1rcel y lo pervert\u00eds con obras dignas de \u00e9sta, y con ellas a vosotros mismos. Unos a otros os destru\u00eds y no hay b\u00e1lsamo para vuestras llagas porque los que os dar\u00edan ese b\u00e1lsamo son oprimidos y matados por vosotros.
Alguna vez a\u00fan ven\u00eds a M\u00ed. \u00bfY para qu\u00e9 ven\u00eds? \u00bfPara hacerme c\u00f3mplice de vuestras acciones asesinas? Dios no se brinda a matar. \u00bfVen\u00eds por miedo de que os maten? Y<\/p>
entonces \u00bfpor qu\u00e9 mat\u00e1is? De nada sirve presentarme ofrendas cuando m\u00e1s all\u00e1 del limpio altar veo chorrear sangre de vuestras manos, podredumbre de vuestros corazones, y sobre el murmullo de las falsas oraciones oigo silbar los pensamientos malvados que bullen en vuestras mentes.
Falsos cristianos, me dais asco. Cerca de mi altar me parec\u00e9is Judas. No se puede decir que sois mis fieles vendiendo a los hermanos, ni robando, ni matando, ni mintiendo, ni fornicando, ni corrompiendo. Os dije con mis postreras palabras de Maestro -y, tambi\u00e9n entre vosotros, uno no miente nunca cuando est\u00e1 en la agon\u00eda- lo que se debe hacer para ser mis amigos y tener cerca de s\u00ed al Padre m\u00edo y vuestro. Os he dicho que se\u00e1is puros, buenos, caritativos, obedientes, os he dicho que cre\u00e1is en mi Palabra y sig\u00e1is mi adoctrinamiento, os he dicho que para morir permanezc\u00e1is unidos a M\u00ed.
\u00bfHab\u00e9is hecho esto? No. Y por esto mor\u00eds. Yo quito la mirada de vosotros porque para M\u00ed sois otros disc\u00edpulos traidores. Y aunque es verdad que tambi\u00e9n habr\u00eda querido redimir al Iscariote, porque soy el Todo Amor, no es menos cierto que, cuando me lo he visto cercano en la Mesa y cercano en el Huerto tras haber concluido el infame comercio, todo en M\u00ed se ha agitado de repugnancia.
No os cierro las puertas de la Vida y de la Paz. Pero por el reino de la Vida y de la Paz no deben circular seres impuros. Sumergios en las cisternas benditas en las que la p\u00farpura de mi Sangre vuelva c\u00e1ndidas vuestras manchadas estolas. Sumergios en las llamas del Amor sacrificando vuestros indecentes amores a un amor que os haga dignos de vuestro origen y de vuestra meta. Yo me he destruido para hacerme fuego de purificaci\u00f3n por los pecados de los hombres.
No quer\u00e1is pecar. Basta con que no lo quer\u00e1is. Lo dem\u00e1s lo har\u00e9 Yo que os amo divinamente. Dec\u00edoslo: \u00abNo queremos pecar\u00bb. Y tratad de no hacerlo. Como enfermos de una enfermedad tremenda, ya superada, ver\u00e9is d\u00eda tras d\u00eda caer la fiebre del mal y aumentar las fuerzas de la salud. Os volver\u00e1 el gusto por cuanto es bueno y agradable. La serenidad, que ahora busc\u00e1is en vano mediante vuestras obscenas diversiones y vuestras ocupaciones despiadadas de ego\u00edsmo, volver\u00e1 a fluir en vosotros a trav\u00e9s de la justicia y la compasi\u00f3n que ejerz\u00e1is de nuevo. El ser buenos, oh hijos, vuelve al alma semejante a la del ni\u00f1o: confiada, jovial, ligera, en paz.
El reino de los Cielos, lo he dicho, es de quien se hace como los ni\u00f1os. Pero tambi\u00e9n en la tierra tendr\u00e9is un anticipo de este reino bienaventurado si ven\u00eds al Padre con el alma de nuevo inocente, porque Dios ama a los ni\u00f1os, y ante un alma que sabe hacerse ni\u00f1a por su amor y se vuelve pura, honesta, amorosa, fiel, abre los diques de la Misericordia haciendo fluir torrentes de gracias.
El mundo que muere necesita este lavado de Misericordia para limpiar todas las suciedades y toda la sangre, y recubrirse de bienes para las necesidades de los humanos.
La crueldad no es la que proporciona el pan y la riqueza. Creedlo. A la crueldad le falta la bendici\u00f3n divina, y donde \u00e9sta falta aunque sembr\u00e9is grano nace cicuta y si cri\u00e1is corderos se os convierten en hienas.
No, hijos. Volved al Se\u00f1or y Dios repetir\u00e1 para vosotros, que hab\u00e9is regresado al hogar, el antiguo milagro del man\u00e1. A Dios nada le es imposible, y nada es imposible al hombre que vive en Dios\u00bb.<\/p>
11 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 2, 2-4. Dice Jes\u00fas:<\/p>
\u00abDirijamos juntos la mirada a los tiempos que, como la calma de la aurora tras la noche de tempestad, preceder\u00e1n al D\u00eda del Se\u00f1or. T\u00fa ya no estar\u00e1s. Pero te alegrar\u00e1s desde el lugar de tu reposo, porque ver\u00e1s cercano a su fin el combate del hombre y enflaquecerse el dolor para dejar a los vivientes el tiempo de volver a templarse para la \u00faltima breve convulsi\u00f3n de la Tierra, antes de o\u00edr la orden que re\u00fana a todos sus vivientes y a todos los que existieron desde el tiempo de Ad\u00e1n en adelante.
Ya te lo he dicho 180. Mi Iglesia tendr\u00e1 su d\u00eda de hosanna antes de la \u00faltima pasi\u00f3n.
Despu\u00e9s vendr\u00e1 el triunfo eterno.
Los cat\u00f3licos -y todo el orbe conocer\u00e1 entonces a la Iglesia Romana, porque el Evangelio resonar\u00e1 desde los polos hasta el ecuador y la Palabra ir\u00e1 como una franja de amor de un lado al otro del globo- los cat\u00f3licos, procedentes de una lucha feroc\u00edsima de la que \u00e9sta s\u00f3lo es preludio, hartos de matarse y de seguir a dominadores brutales que tienen una insaciable sed de matar y una violencia insuperable, se volver\u00e1n hacia la Cruz triunfante, que habr\u00e1n vuelto a encontrar despu\u00e9s de tanta ceguera. Por encima de tanto fragor de exterminio y de tanta sangre oir\u00e1n la Voz que ama y perdona y ver\u00e1n la Luz, m\u00e1s c\u00e1ndida que el lirio, que desciende de los Cielos para encaminarles a los Cielos.
Como una marcha de millones y millones de tribus, los hombres ir\u00e1n con su esp\u00edritu hacia Cristo y pondr\u00e1n su confianza en el \u00fanico ente de la Tierra donde no hay sed de opresi\u00f3n ni deseos de venganza.
Ser\u00e1 Roma quien hable. Pero no la Roma m\u00e1s o menos grande y establemente grande que puedan obtener los jefes de los pueblos. Ser\u00e1 la Roma de Cristo. La que venci\u00f3 a los C\u00e9sares, los venci\u00f3 sin armas y sin lucha, con una \u00fanica fuerza: el amor; con una \u00fanica arma: la Cruz; con una \u00fanica oratoria: la oraci\u00f3n. Ser\u00e1 la Roma de los grandes Pont\u00edfices, que en un mundo oscurecido por las invasiones b\u00e1rbaras y embrutecido por las destrucciones supo conservar la civilizaci\u00f3n y expandirla entre los incivilizados. Ser\u00e1 la Roma que hizo frente a los prepotentes y por boca de sus santos Ancianos supo defender a los d\u00e9biles y poner el aguij\u00f3n de un castigo espiritual incluso para quienes aparentemente eran refractarios a cualquier remordimiento.
Entre vosotros, oh pueblos distintos, no pod\u00e9is llegar a un acuerdo duradero. Todos ten\u00e9is las mismas aspiraciones y las mismas necesidades, y como en el plato de una balanza el peso de la parte buena de uno va en detrimento del otro. Viv\u00eds para tener siempre la parte mejor, y os mat\u00e1is por ello. Es una alternancia que se hace cada vez m\u00e1s grave.
Escuchad la voz de quien no tiene sed de dominio y quiere reinar tan s\u00f3lo sobre los esp\u00edritus, en nombre de su Rey Sant\u00edsimo. Llegar\u00e1 ese d\u00eda en que, decepcionados de los hombres, os volver\u00e9is a Aquel que ya es m\u00e1s esp\u00edritu que hombre y que s\u00f3lo conserva de la humanidad cuanto es imprescindible para persuadiros de su presencia. De su boca, que Yo inspiro, vendr\u00e1 la palabra semejante a la que os dir\u00eda Yo, Pr\u00edncipe de la Paz. Os ense\u00f1ar\u00e1 la perla precios\u00edsima del perd\u00f3n mutuo y os persuadir\u00e1 de que no hay mejor arma que el arado y la hoz que hiere los terrenos para hacerlos f\u00e9rtiles y que corta las hierbas para hacerlas m\u00e1s hermosas. Os ense\u00f1ar\u00e1 que el cansancio m\u00e1s santo es el que proviene de conseguir un pan, un vestido, una casa para los hermanos, y que s\u00f3lo am\u00e1ndose como hermanos no se volver\u00e1 a conocer el veneno de odio y de torturas de guerra.
Hijos, iniciad la marcha hacia la Luz del Se\u00f1or. No os vay\u00e1is por otros sitios a tientas entre las ciegas tinieblas. Mis predilectos en cabeza, venciendo todo humano temor porque Yo estoy con vosotros, oh querid\u00edsimos de mi Coraz\u00f3n, los dem\u00e1s arrastrados por el ejemplo de mis santos, iniciad este nuevo \u00c9xodo hacia la nueva Tierra que Yo os prometo y que ser\u00e1<\/p>
180 En el dictado del 29 de octubre<\/p>
vuestra propia Tierra, pero transformada por el amor cristiano.
Separaos de quienes son id\u00f3latras de Satan\u00e1s, del mundo y de la carne. Separaos sin desprecio. El desprecio no beneficia. Destruye sin servir para nada. Pero separaos para no ser contagiados por ellos. Amadlos con un amor de redentores, poniendo como baluarte entre vosotros y ellos vuestra fe en Cristo. No sois lo suficientemente fuertes como para poder vivir sin peligro entre ellos. Demasiados siglos de decaimiento espiritual cada vez mayor os han debilitado. Imitad a los primeros cristianos. Sabed vivir en el mundo pero ais- lados del mundo por la fuerza de vuestro amor a Dios.
Y nunca os doblegu\u00e9is a creer un superhombre al miserable hombre que no se distingue de los animales porque como ellos ha puesto su parte mejor en el instinto: lo \u00fanico que no le haga peor que un animal. El Profeta dice: \u00abDejad pues al hombre que tiene el esp\u00edritu en las narices\u00bb 181. Quiero que interpret\u00e9is en este sentido la frase. El animal privado de la respiraci\u00f3n no es m\u00e1s que un despojo inmundo. Su \u00fanica vida est\u00e1 en la respiraci\u00f3n. Cerradas las narices a este soplo, deja de existir y se convierte en una carro\u00f1a.
Hay muchos hombres que no son superiores a esto, no teniendo otra vida fuera de la animal que dura cuanto dura su respiraci\u00f3n. El esp\u00edritu est\u00e1 muerto, el esp\u00edritu hecho para los Cielos. Por tanto es correcto decir que hay hombres que tienen por esp\u00edritu la respiraci\u00f3n de sus narices y de los que es mejor estar espiritualmente lejos, para que el aliento de Satan\u00e1s, y de la bestialidad que sale de ellos, no manche vuestra humanidad y la haga semejante a ellos.
Rezad por ellos, oh vosotros los benditos. Esto es caridad. Y con eso basta. Las palabras no entran en los que est\u00e1n cerrados a la Palabra. Y no cre\u00e1is que es extraordinario quien exhala y sopla por sus narices su prepotencia y su soberbia como una bestia enfurecida. S\u00f3lo es grande quien tiene vivo el esp\u00edritu y por eso es hijo de Dios. Los dem\u00e1s son pobres cosas cuya falsa elevaci\u00f3n est\u00e1 destinada a la gran ca\u00edda y cuya memoria no sobrevive m\u00e1s que como recuerdo de esc\u00e1ndalo y de horror\u00bb.<\/p>
12 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 4, 2-6. Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando llegue el momento de mi Reino pac\u00edfico -y llegar\u00e1 porque lo he prometido y Yo no falto a mis promesas- todos los buenos que est\u00e9n en la tierra vendr\u00e1n a M\u00ed. Ser\u00e1 el periodo del que te habl\u00e9 182, el periodo en el que el esp\u00edritu habr\u00e1 alcanzado esa evoluci\u00f3n por la que espont\u00e1neamente os separar\u00e9is en dos partes. Los que viven fuera del esp\u00edritu yacer\u00e1n en sus tinieblas en espera de ser tropa para el Pr\u00edncipe del Mal. Los vivientes en el esp\u00edritu vendr\u00e1n al s\u00e9quito del Hijo santo de Dios, del Reto\u00f1o del Se\u00f1or, amado y bendecido por los hombres en gracia que entonces comprender\u00e1n lo que ahora comprenden algunos pocos elegidos, y comprender\u00e1n cu\u00e1l sea mi gloria y la suya de hijos de Dios.
Reunir\u00e9 a mis santos, porque es santo quien me ama y sigue obediente y fiel. Les reunir\u00e9 desde los cuatro rincones de la Tierra. Y por su amor perdonar\u00e9 las iniquidades de los hombres. La bondad de los santos apagar\u00e1 el rigor de la Justicia, mi amor y el de los santos limpiar\u00e1 con su fuego la Tierra. La Tierra ser\u00e1 como un gran altar, pacificada consigo misma y con Dios, y sobre este altar el Maestro instruir\u00e1 a los hombres en el conocimiento exacto de la Verdad, para que los buenos no vacilen cuando Satan\u00e1s, furioso al ver a Cristo adorado por la humanidad, se desate para la \u00faltima batalla.<\/p>
181 La escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: Cap. II v. 22
182 Por ejemplo, en los dictados del 21 y 22 de agosto y del 28 de octubre<\/p>
Lucha de esp\u00edritu contra esp\u00edritu. Satan\u00e1s opondr\u00e1 a mi Reino espiritual y a mi instrucci\u00f3n su sat\u00e1nica guerra a los esp\u00edritus, para extraviar a cuantos m\u00e1s pueda, los m\u00e1s d\u00e9biles, y sacar\u00e1 de sus reservas, de sus fortalezas, donde est\u00e1n los que han permanecido fieles a la Bestia a\u00fan despu\u00e9s de la derrota de la Bestia y de su ministro, a los agentes de seducci\u00f3n para destruir por \u00faltima vez la obra de Dios, cuya destrucci\u00f3n inici\u00f3 al pie del \u00e1rbol del Bien y del Mal.
La \u00e9poca sat\u00e1nica ser\u00e1 tres veces m\u00e1s feroz que la \u00e9poca anticristiana. Pero ser\u00e1 breve porque por los vivientes de esa hora rezar\u00e1 toda la Iglesia triunfante entre las luces el Cielo, rezar\u00e1 la Iglesia purgante entre las llamas purificadoras del amor, rezar\u00e1 la Iglesia militante con la sangre de los \u00faltimos m\u00e1rtires.
Se salvaran quienes, mientras que las tinieblas y el ardor, las tempestades y los fulgores de Satan\u00e1s trastornen el mundo, sepan estar a la sombra del tabern\u00e1culo de donde sale toda fuerza, porque Yo soy la Fuerza de los vivientes y quien se alimenta de M\u00ed con fe y amor se hace uno con mi Fuerza. Y los que se salven ser\u00e1n pocos, porque tras siglos y siglos de mi amor hacia el hombre, el hombre no ha aprendido a amar.
Pero nadie podr\u00e1 acusarme de perderse 183. \u00bfQu\u00e9 m\u00e1s pod\u00eda hacer por vosotros, oh hijos de Dios que hab\u00e9is preferido ir lejos de la casa del Padre, y a veces vender vuestro linaje divino al Enemigo de Dios? No dig\u00e1is que Yo, poderoso, pod\u00eda impedir que el Malos ace- chase y pod\u00eda haceros buenos con mi autoridad. Entonces hubierais tenido menos m\u00e9rito que el tallito de hierba que el pie pisa sin sentirlo, porque la hierba nace de la semilla obedeciendo el decreto de Dios. Nace y crece por s\u00ed misma. Y recibe una m\u00ednima parte de cuidados del Alt\u00edsimo en relaci\u00f3n con los que vosotros recib\u00eds. El tallo recibe de Dios sol, roc\u00edo y un terr\u00f3n de tierra. Vosotros ten\u00e9is la inteligencia para guiaros, ten\u00e9is la Gracia para iluminaros, la Ley para conduciros, a M\u00ed por Maestro, mi Sangre por Salvaci\u00f3n.
Os he dado todo y vosotros me hab\u00e9is dado tan poco, \u00a1cada vez menos! Os he cuidado con paciencia de Dios y os hab\u00e9is sublevado contra M\u00ed. Incluso los menos culpables fueron siempre indolentes. Siempre hab\u00e9is temido hacer demasiado por vuestro Dios que lo ha hecho todo por vosotros.
Por esto os vienen los castigos. Son a\u00fan llamadas de amor para convenceros de que existe Dios y que los otros dioses que serv\u00eds en la fidelidad que a M\u00ed me neg\u00e1is s\u00f3lo pueden daros enga\u00f1osas promesas y mal seguro. De castigo en castigo, aumentado en la medida en que vosotros aument\u00e1is la idolatr\u00eda y la fornicaci\u00f3n, llego a los grandes castigos, y \u00e9ste es uno de \u00e9sos en los que no ya una hilera de mi vi\u00f1a, sino toda la vi\u00f1a est\u00e1 abierta e invadida, devastada y revuelta por aquel que serv\u00eds y que Yo dejo que os persuada con sus dones de muerte.
Por eso os digo: \u00abVenid a Dios, llamad a Dios con verdad de pensamiento y de coraz\u00f3n, y Dios se asomar\u00e1 al horizonte ensangrentado y Satan\u00e1s torturador huir\u00e1 dej\u00e1ndoos libres\u00bb.
Pero no llam\u00e1is a Dios. Os basta con pensar en hacer del mal com\u00fan un bien propio: aumentar vuestras riquezas, arrebatar poderes cada vez m\u00e1s altos, gozar y gozar. No os cuid\u00e1is de quien \u2013los mejores- sufre. De Dios, menos a\u00fan. Al contrario os alz\u00e1is con desaf\u00edo, osando llamarle, oh blasfemadores, para ratificar vuestros actos y pensamientos sat\u00e1nicos. Lo desafi\u00e1is a que se muestre porque os dec\u00eds: \u00abDios no existe. Dios somos nosotros\u00bb. Sobre vuestra lengua maldita y vuestra alma vendida ya Satan\u00e1s acumula las brasas infernales y Yo las enciendo con mi furor.
Os maldigo desde ahora, serpientes con aspecto de hombre, y si recib\u00eds los anatemas de mis santos y las imprecaciones de mis buenos como si fuera pluma de p\u00e1jaro que si os cae<\/p>
183 Sobre la l\u00ednea, la escritora anota a l\u00e1piz: Cap. 5, 1-29<\/p>
encima no hace da\u00f1o -porque pose\u00e9is un coraz\u00f3n de granito-, mi maldici\u00f3n penetrar\u00e1 para atormentaros porque Yo soy quien abre los valles, quiebro los montes, separo los mares, sacudo la tierra con el deseo de mi pensamiento, y puedo penetrar en el pedernal de vuestro coraz\u00f3n y hacerlo a\u00f1icos como si fuera una fr\u00e1gil bola de cristal.
Profanadores, mentirosos, inicuos, malditos se\u00e1is por todo el mal que hac\u00e9is, por todas las almas que me arroj\u00e1is en la desesperaci\u00f3n de la bondad de Dios, que me corromp\u00e9is con vuestros ejemplos y que me rob\u00e1is da\u00f1\u00e1ndolas de todas las maneras. Pero no tem\u00e9is. Del mismo modo que ser\u00e9 justo y piadoso hacia los d\u00e9biles que con vuestra fuerza hab\u00e9is doblegado al mal, as\u00ed ser\u00e9 justo e inexorable con vosotros. Ya desde esta tierra. Vuestro poder, vuestra riquezas robadas, destiladas del dolor de miles de hombres, se esfumar\u00e1n en vuestras manos como el humo de la paja que se quema porque est\u00e1 demasiado sucia para conservarla. No habr\u00e1 defensa que valga contra vosotros que hab\u00e9is pasado la medida.
Quien tenga o\u00eddos para entender que entienda. No se extiende la mano sucia de sangre contra el candor del Santo que habla en nombre .del Santo de los Santos y contra el Santuario m\u00e1s elegido que el templo de Jerusal\u00e9n, porque sus cimientos fueron bautizados, a\u00fan antes de ser iniciados, por la sangre de mis h\u00e9roes, y sus piedras han tenido por roc\u00edo el purp\u00fareo ba\u00f1o de infinitos m\u00e1rtires. All\u00ed 184 est\u00e1 el lecho donde descansa, en espera de resurgir al lado de su Maestro, la carne de mi Piedra elegida. Y Yo os juro que ese lugar es mucho m\u00e1s santo de cuanto lo fuera el Templo de Salom\u00f3n, y a los profanadores de ese lugar, que ya es Para\u00edso -entended vosotros el porqu\u00e9- suceder\u00e1 lo que sucedi\u00f3 a todos cuantos desafiaron la gloria del Se\u00f1or\u00bb.<\/p>
13 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 6, 6. Dice Jes\u00fas:
\u00abPara merecer transmitir la Palabra de Dios es necesario tener labios y coraz\u00f3n puros.
Coraz\u00f3n puro, porque del coraz\u00f3n salen los afectos que mueven pensamiento y carne.
\u00a1Ay de aquellos que no son puros en s\u00ed mismos y osan hablar en mi Nombre con alma de pecado! \u00c9stos no son mis disc\u00edpulos y ap\u00f3stoles. Son mis ladrones. Porque me roban las almas para d\u00e1rselas a Satan\u00e1s.
Las almas, sean las que siguen al sacerdote con respeto y fe, sean las que desconfiadas lo observan, est\u00e1n sujetas a reflexionar, porque tienen una raz\u00f3n, sobre la conducta del sacerdote. Y si ven que quien dice: \u00abS\u00e9 paciente, honesto, casto, bueno, caritativo, mag- n\u00e1nimo, perdona, ayuda\u00bb es lo contrario, apresado por la ira, por la dureza, por el sentido, por el resentimiento, por el ego\u00edsmo, se escandalizan y, aunque no se alejan de la iglesia, siempre reciben un golpe. Son como topetazos que vosotros -sacerdotes no v\u00edctimas de vuestro sublime ministerio, que os hace continuadores de los Doce entre las gentes que despu\u00e9s de veinte siglos tienen que seguir siendo evangelizadas, porque Satan\u00e1s destruye continuamente la obra de Cristo y a vosotros os toca reparar las injurias de Satan\u00e1s- son topetazos que dais contra el edificio de la Fe en los corazones. Aunque no se caigan, se da\u00f1an, y basta un empuj\u00f3n de Satan\u00e1s para hacerlos caer.
Son demasiados los que entre vosotros imitan al duod\u00e9cimo ap\u00f3stol y por bajos intereses humanos venden partes de M\u00ed -las almas que ba\u00f1adas con mi Sangre os he confiado- al Enemigo de Dios y del hombre. El estado actual, al menos en un cincuenta por ciento -y soy muy indulgente- depende de vosotros, sal hecha ins\u00edpida, fuego que no calienta m\u00e1s, luz que<\/p>
184 Sobre una copia mecanografiada, la escritora anota a pie de p\u00e1gina: Roma. Porque toda Roma es Santuario por haber sido impregnada por la sangre y las virtudes de los primeros cristianos<\/p>
humea y no resplandece, pan vuelto. amargo y consuelo convertido en tormento, porque a las almas, ya heridas, que vienen a vosotros buscando apoyo, les present\u00e1is un panorama lleno de espinas: dureza, anticaridad, indiferencia, rigorismo hacia las almas que vienen a vosotros para escuchar una palabra paterna donde est\u00e9 el eco de mi dulzura, de mi perd\u00f3n, de mi misericordia.
\u00a1Pobres almas! Bram\u00e1is contra ellas. \u00bfY por qu\u00e9 no bram\u00e1is contra vosotros mismos?
\u00bfOs apetece parecer los rivales de los anticristos del sanedr\u00edn? Pero ese tiempo pas\u00f3. Puse una losa sobre \u00e9l, porque merec\u00eda que se le sepultara para que no da\u00f1ase m\u00e1s, y erig\u00ed mi trono de Piedad y de Amor con una Mesa y una Cruz en los que un Dios se hace pan y un Dios se hace hostia para la redenci\u00f3n de todos.
Aprended de M\u00ed, Sacerdote eterno, c\u00f3mo se es sacerdote. Ser sacerdote quiere decir ser ang\u00e9licos, quiere decir ser santos. En vosotros las gentes deber\u00edan ver a Cristo con una evidencia total. \u00a1Ay! con cuanta frecuencia les mostr\u00e1is un aspecto m\u00e1s parecido al de Lucifer.
\u00a1De cu\u00e1ntas, de cu\u00e1ntas almas pedir\u00e9 cuenta a mis sacerdotes! Os repito el dicho de Pablo. Y creed que har\u00edais mejor confesando abiertamente que no pod\u00e9is permanecer m\u00e1s en ese camino en vez de vivir como viv\u00eds. S\u00f3lo vosotros adjurar\u00edais de M\u00ed. Permaneciendo, separ\u00e1is de M\u00ed a tantas almas. Dejad ya de una vez de lado tantas franjas y tantos cuidados.
Para cultivaros volved a los Textos y pedid a Dios que os purifique mente y coraz\u00f3n con el fuego de la continencia y del amor para poderlos entender como deben ser entendidos. Porque, sabedlo, hab\u00e9is convertido las ardientes piedras preciosas de mi Evangelio en pedruscos opacos manchados de fango, si es que no los hab\u00e9is convertido en piedras de condenaci\u00f3n para lapidar a las pobres almas, dando a las palabras del amor tal rigidez que hiela y lleva a la desesperaci\u00f3n.
Sois vosotros quienes merec\u00e9is esas piedras, porque si un reba\u00f1o es despedazado por los lobos, o precipita en un barranco, o pace en hierbas venenosas, \u00bfde qui\u00e9n es la culpa en el noventa por ciento? Del pastor perezoso o borracho que, mientras las ovejas peligran, se da al libertinaje, o duerme, o se ocupa de negocios y comercios.
Pedid a Dios, con la penitencia de una vida que os limpie de tanta humanidad, que un seraf\u00edn os purifique continuamente con el carb\u00f3n encendido junto al altar del Cordero, podr\u00eda decir: del Coraz\u00f3n de Cordero, que arde desde la eternidad por el celo de Dios y de las almas.
La penitencia s\u00f3lo mata lo que hay que matar. No tem\u00e1is por vuestra carne que no deber\u00edais amar m\u00e1s de lo que merece: poqu\u00edsimo, y que am\u00e1is como algo precioso. Mis penitentes no mueren de esto. Mueren por la Caridad que les abrasa. Es la Caridad la que les consuma y no los cilicios y las disciplinas. Prueba de ello es que alguna vez alcanzan edades longevas y con tal integridad f\u00edsica que los preocupados por la carne no logran. Mis santos muertos en edad juvenil son los que ardieron en la hoguera del Amor, no los destrui- dos por las austeridades.
La penitencia da luz y agilidad de esp\u00edritu porque doma el gigantesco tent\u00e1culo de lo humano que os tiene clavados al fondo. La penitencia os arranca del bajo y os lanza hacia lo alto, al encuentro del Amor.
Sencillez, caridad, castidad, humildad, amor al dolor, son las cinco mayores piedras preciosas de la corona sacerdotal. Desapego de las preocupaciones, longanimidad, constancia, paciencia, son las otras peque\u00f1as piedras preciosas. Hacen una corona de piedras preciosas puntiagudas que aprietan en un c\u00edrculo el coraz\u00f3n. Pero es precisamente por estar as\u00ed apretado, permaneciendo herido por ello, por lo que aquel coraz\u00f3n aumenta su resplandor haci\u00e9ndose vivo rub\u00ed entre una corona de diamantes.<\/p>
Ni siquiera os digo: \u00abTened el coraz\u00f3n de mi Pedro\u00bb; os digo: \u00abTened el coraz\u00f3n de mi Juan\u00bb. Deseo este coraz\u00f3n en vosotros porque fue el perfecto coraz\u00f3n apost\u00f3lico desde el alba al atardecer de su sacerdocio.
La mente de Pedro la infundo Yo a mis Vicarios, pero el coraz\u00f3n lo deb\u00e9is hacer vosotros mismos. Y ese coraz\u00f3n es indispensable en quien es mi sacerdote: desde el alt\u00edsimo Santo m\u00edo, que es c\u00e1ndido de alma y de pensamiento corno de aspecto y que es la Hostia mayor en esta cruenta misa que celebra la Tierra, hasta mi m\u00e1s peque\u00f1o ministro que parte el Pan y la Palabra en un pueblecito perdido: unas pocas casas que el mundo ignora tener sobre su superficie, pero que la Eucarist\u00eda y la Cruz hacen grande corno un palacio, m\u00e1s que un palacio: lo hacen semejante al mayor Templo de la. Cristiandad porque, en sagrario de oro cuajado de perlas o en uno m\u00edsero, est\u00e1 el mismo Cristo Hijo de Dios, y las almas que ante \u00c9l se postran -vestidas de p\u00farpura cardenalicia y de manto real, o cubiertas con t\u00fanica humilde y vestiduras pobres- son iguales para M\u00ed. Hijos, Yo miro el esp\u00edritu. Y bendigo all\u00ed donde hay m\u00e9rito. No me dejo seducir por lo que es el mundo, corno con frecuencia hac\u00e9is vosotros.
Cambiaos el coraz\u00f3n, sacerdotes. En gran parte, la salvaci\u00f3n de esta humanidad est\u00e1 en vuestras manos. No hag\u00e1is que en el gran D\u00eda Yo deba fulminar numerosas filas de consagrados responsables de inmensas ruinas que desde los corazones han inundado el mundo\u00bb.<\/p>
14 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 8, 5. Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando hay\u00e1is hecho vuestro deber -contin\u00fao hablando a vosotros sacerdotes- os autorizo a decir lo que ense\u00f1\u00e9 a decir a mis ap\u00f3stoles enviados en misi\u00f3n por Palestina. Pero cuidad de no cansaros demasiado pronto. Yo he repetido durante tres a\u00f1os mi doctrina. Era Dios. Despu\u00e9s de tres a\u00f1os, de doce uno me traicion\u00f3 entre los que hab\u00edan sido saturados de M\u00ed. Muchos otros me abandonaron en la hora de la prueba. \u00bfPretend\u00e9is ser vosotros m\u00e1s premurosos que Yo? \u00bfM\u00e1s potentes? \u00bfM\u00e1s obedecidos?
Recordad que si a los hermanos les es perdonado setenta veces siete, a los hijos espirituales -y todos los cat\u00f3licos son hijos para vosotros: todos sin excepci\u00f3n les es perdonado setenta veces setenta.
Recordaos que para vosotros no existen las diferencias de los hombres respecto a las almas. Hay m\u00e1s bien una inversi\u00f3n de los valores. El hombre admira y reverencia al honesto, al bueno, al puro. Vosotros deb\u00e9is no admirar sino amar al que es infeliz espiritualmente. Cuanto m\u00e1s uno est\u00e9 sucio y alejado de M\u00ed, m\u00e1s deb\u00e9is ser vosotros para \u00e9l padre y luz. Ninguna repugnancia, ning\u00fan cansancio, ning\u00fan abandono, ning\u00fan miedo os est\u00e1 permitido. Deb\u00e9is inclinaros sobre todas las miserias. Las deb\u00e9is buscar para curarlas. Las deb\u00e9is amar para llevarlas al Amor. Rechazados, volved al asalto; ridiculizados, aumentad vuestra caridad. Servios de las cosas humanas para llevar a las almas a las sobrenaturales.
\u00bfY os debo ense\u00f1ar Yo las suaves astucias del amor? \u00bfNo hab\u00e9is tenido nunca un padre, una madre, hermanos, junto a los cuales hab\u00e9is conquistado un amor cada vez mayor? Vuestros fieles son para vosotros hijos. \u00a1Oh! \u00a1cu\u00e1nto estudia un padre para hacerse amar por un hijo! El hijo es a\u00fan un ni\u00f1o y el padre, cansado por el trabajo, se inclina sobre la cuna y repite las dulces palabras para despu\u00e9s o\u00edrselas decir de su boquita inocente. Es un ni\u00f1o, y el padre se curva para ense\u00f1ar al peque\u00f1o a dar los primeros pasos, y le muestra las flores y las estrellas, educa la mente a las primeras sensaciones, a los primeros pensamientos.<\/p>
Aunque fuera un torpe, un retrasado, el padre se esfuerza por abrir la mente del hijo. Aunque fuera un caprichoso ind\u00f3mito, con mil astucias trata de cambiarle el coraz\u00f3n.
Y \u00bfvosotros? \u00bfPor qu\u00e9 no ten\u00e9is entra\u00f1as de padre para vuestros hijos espirituales?
\u00bfSon ateos? No importa. \u00bfSon lujuriosos? No importa. \u00bfSon cloacas de vicios? No importa. Orad y atreveos. Hoy, ma\u00f1ana, y todav\u00eda pasado ma\u00f1ana, y siempre, siempre, sin cansaros.
Muchas veces basta saber mirar a un alma con mirada de verdadero amor para conquistarla. Muchas veces las almas no son tan malvadas como cre\u00e9is. Est\u00e1n disgustadas, enfermas, avergonzadas. Disgustadas de lo que el mundo, y entre ellos el clero, ha sentido hacia ellas. Enfermas porque Satan\u00e1s ha dominado su debilidad. Avergonzadas de estar enfermas. Desean ser curadas, pero se averg\u00fcenzan de confesar sus enfermedades.
Dadles lo que no han tenido: amor santo. Id a su encuentro. Persuadidles para que se abran sin verg\u00fcenza. Son flores reacias. Pero si les calienta el amor se abren.
\u00a1Oh! \u00a1santos roc\u00edos y benditos rayos que vosotros, sacerdotes, atra\u00e9is con vuestro sacrificio sobre las almas! Arrepentimientos y redenciones que les hacen hijos de Dios. Sacramentos y gracias que vosotros infund\u00eds y que os santifican a vosotros y a ellos. Benditos se\u00e1is por esta obra, oh siervos fieles que cuid\u00e1is mi mies y mi vi\u00f1a. y tambi\u00e9n benditos si os inclin\u00e1is sobre las hierbas salvajes nacidas fuera de mi vi\u00f1a.
Hijos, no hay que dejar la patria para ser misioneros. Europa, el mundo, todo es tierra de misiones porque el hombre se ha vuelto id\u00f3latra y hereje. En verdad os digo que, por caridad hacia la patria, habr\u00eda que labrar la tierra natal antes que las dem\u00e1s, porque de una patria cristiana procede el bienestar de la patria, \u00bfy ahora d\u00f3nde est\u00e1n las naciones cristianas?
Mirad a vuestro alrededor. \u00bfQu\u00e9 veis? Montones de ruinas y montones de v\u00edctimas.
\u00bfQui\u00e9n las ha hecho? \u00bfUno? \u00bfDos? \u00bfCuatro individuos? No. Ellos son los agentes, los ministros del Mal que les utiliza como un rey ‘desp\u00f3tico. Pero ellos son as\u00ed porque les han dejado ser las poblaciones sobre las que imperan, encontrando en ellos el mayor exponente de sus propios sentimientos. De un pueblo privado de Dios -y ahora los pueblos est\u00e1n privados de Dios porque se lo han arrancado del alma sustituy\u00e9ndolo por la carne, el dinero y el poder- germinan las cobras que matan por la triple hambre que les azuza Satan\u00e1s.
Es in\u00fatil decir: \u00abEllos fueron la causa del mal actual\u00bb. Decid todos, digo todos, comprendidos vosotros sacerdotes: \u00abFuimos nosotros\u00bb, y ser\u00e9is sinceros.
Ahora es m\u00e1s duro el trabajo en el campo bald\u00edo. Pero actuad. Volved a ser como mis primeros ap\u00f3stoles. Volved a ser los h\u00e9roes del sacerdocio que es la \u00fanica milicia santa. Cumplid todo vuestro deber hasta la inmolaci\u00f3n. Que si despu\u00e9s las gentes se obstinan en perderse Yo proveer\u00e9. Vosotros recibir\u00e9is vuestro premio de todas formas, a\u00fan si ven\u00eds a M\u00ed con los brazos, rotos por el fatigoso trabajo, cargados con pocas espigas. ,
Pero, os lo ruego -y soy Dios- no os hag\u00e1is culpables de desamor. No perdono la falta de caridad. Es negaci\u00f3n de Dios\u00bb.<\/p>
15 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl Padre te mira. Como un pajarillo est\u00e1 caliente y seguro bajo los atentos cuidados de los padres, as\u00ed est\u00e9s t\u00fa bajo el ojo de Dios que te mira con amor. Piensa que eres cobijada, calentada, nutrida por el Amor.
Dios Eterno, Padre nuestro, est\u00e1 sobre ti. Mira y siente esta fuerza que se extiende sobre ti desde lo alto de los cielos, esta sonrisa que te colma de un gozo sobrenatural, esta luz que te calienta y te gu\u00eda. Necesitas verla con el ojo de la mente para poderla convertir en tu pan cotidiano.<\/p>
Se te dar\u00e1 otro alimento. Y muy amargo. Pero \u00e9ste nutrir\u00e1 de tal modo tu esp\u00edritu, que har\u00e1 al amargor incapaz de matarte\u00bb.<\/p>
Mientras que correg\u00eda los folios mecanografiados, recib\u00ed de repente esta comunicaci\u00f3n. La tuve en los momentos en que le\u00eda folios para nada agradables ni m\u00edos personales. Eran dictados de una severidad general y tremenda. Y al mismo tiempo tuve la visi\u00f3n intelectual del \u00abamor del Padre\u00bb.
Digo \u00abamor del Padre\u00bb porque no podr\u00eda decir que he visto al Eterno Padre as\u00ed como veo al Hijo: humanamente. Pero tambi\u00e9n lo he visto. Y si en su momento, hablando de Mar\u00eda Sant\u00edsima 185 he dicho que he visto el cuerpo espiritualizado de Mar\u00eda como una emanaci\u00f3n de luz en la luz, pero siempre en forma de cuerpo, ahora podr\u00eda decir que he visto una inmensa Luz, de un gozo incomparable, de la que trasluc\u00eda una idea de rostro. Digo: idea, porque era como si la inmensa luz lo velase con capas y capas de resplandor para poderme hacer capaz de verlo con mi pobre ojo humano.
Un rostro tendido sobre m\u00ed y dos brazos extendidos como para protegerme o abrazarme. Nada m\u00e1s. Ese algo que pude entrever, era de incomparable belleza. La mirada viva de una eterna juventud y a la vez infundida de una dignidad de edad madura y de una bondad de mirada de anciano. Tambi\u00e9n el semblante era majestuoso, pero sin signos de vejez o de excesiva juventud. Un rostro perfecto en edad y forma.
\u00a1Pobres palabras m\u00edas, qu\u00e9 piedad me dais por vuestra insuficiencia para describir!
Lo que, adem\u00e1s, es absolutamente indescriptible es lo que mi Jes\u00fas llama \u00abla risa\u00bb del Padre. Es un movimiento que no tiene voz, pero que tiene en s\u00ed las palabras m\u00e1s consoladoras. Y yo, justo como un pajarillo que hasta aquel momento temblaba de soledad y miedo, de fr\u00edo y de flaqueza, me siento penetrar por ella, calentar, asegurar.
Bendito sea el Alt\u00edsimo que me permite comprender su sant\u00edsima paternidad hacia la pobre criatura que soy.
16 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 8,17-22; 9,1-7.
Dice Jes\u00fas:
\u00abD\u00e9jalo todo y ret\u00e9n tan s\u00f3lo a Dios, la Luz, la Gracia, el Amor de Dios. Que no te turbe nada de cuanto hay en la tierra. Eres hija de Dios. Te he hecho ver esta sublime condici\u00f3n para revestirte de fuerza y serenidad. Los cuidados del Alt\u00edsimo, como dos brazos amorosos, est\u00e1n tendidos hacia ti. Llegar\u00e1 el momento en que se unir\u00e1n para llevarte m\u00e1s all\u00e1 de estas torpezas terrestres, llevarte a la Luz que ahora te mira con amor.
Pi\u00e9nsalo siempre: \u00abSobre m\u00ed est\u00e1 el Padre de Jes\u00fas que es tambi\u00e9n mi Padre. El Amor que ha unido al Padre y al Hijo me une con el Padre, y es el amor del Hijo el que me ha dado el amor del Padre. Por tanto tengo en m\u00ed a Dios Uno y Trino, porque tengo su amor\u00bb. Te sentir\u00e1s por este pensamiento como alzada por un \u00e1guila en vuelo, y penetrar\u00e1s en el fuego que te quiere inflamar completamente para hacerte digna de \u00c9l.
Y ahora adelante, mi peque\u00f1a voz. El tiempo es breve y la Palabra es mucha. Y a\u00fan mayor es la ignorancia de la Palabra. Demos a estos desgraciados todo lo que se pueda, para que no nos acusen de su ruina. El mundo perecer\u00e1 de todos modos porque quiere perecer. Pero la Justicia y los justos del Se\u00f1or podr\u00e1n decir: \u00abSe os ha dado todo para salvaros, incluso m\u00e1s de cuanto se deb\u00eda, porque el amor es un pr\u00f3digo que no se cansa nunca de dar\u00bb.<\/p>
185 En el escrito del 12 de septiembre<\/p>
Que no te abata la convicci\u00f3n de que es in\u00fatil el esfuerzo que realizas porque las palabras santas caen sobre almas irremovibles y cerradas como cajas fuertes. Por ese Rostro tres veces santo que la Bondad te ha mostrado 186 y que es una sonrisa de amor para ti, por ese Rostro que los hombres han forzado a retirarse tras la subida de una avalancha de delitos que despu\u00e9s de haber devastado la Tierra se abalanzan contra los Cielos, contin\u00faa siendo mano que sirve a la Palabra.
Han escondido el Rostro de Dios. Lo niegan. No creen en \u00c9l. Lo han sustituido por lo que es su destrucci\u00f3n. Est\u00e1n a merced de las fuerzas ocultas rebeldes al signo de Dios y a \u00e9stas sirven, en ellas creen y las obedecen. Voces y voces salen de fuentes mentirosas y no hay ni una que diga la verdad o un reflejo de la verdad. Lo que escuchan son risas de demonios que se burlan del hombre y se transforman en palabras de mentira para llevarlo cada vez m\u00e1s fuera del camino.
Quieren conocer el futuro para organizarse. El futuro est\u00e1 aqu\u00ed: en mi Palabra. Para evitar este presente que es peor que una pesadilla y una condena, habr\u00eda que estudiar esta Palabra, saberla leer y ajustarse a sus ense\u00f1anzas morales, hist\u00f3ricas y sobrenaturales. Tambi\u00e9n para hacer menos atroz el futuro habr\u00eda que estudiar esta Palabra que ense\u00f1a el Bien y la Verdad.
Repito 187: dejad a los muertos donde est\u00e1n. Si son bienaventurados no pueden deciros m\u00e1s de lo que ya os dice la Palabra, porque los santos del Se\u00f1or hablan la misma lengua que el Se\u00f1or. Si est\u00e1n condenados s\u00f3lo pueden deciros las palabras de su padre, maestro y rey de mentira. \u00bfY pod\u00e9is creer que el Mentiroso tenga un \u00e1tomo de piedad y os conceda una luz que sea luz de salvaci\u00f3n? Pues no, al . contrario, persiguiendo su finalidad, os crea espejismos en los cuales est\u00e1 la fosa del abismo.
Y est\u00e1is precipitando en el abismo no teniendo ya como gu\u00eda la luz de la ma\u00f1ana: Dios, vuestro Padre santo. Ciegos guiados por ciegos, vuestros esp\u00edritus extraviados vagan de error en error, de ruina en ruina. Choc\u00e1is unos con otros y os produc\u00eds dolores siempre nue- vos, y provoc\u00e1is nuevas heridas y nuevas desgracias, os odi\u00e1is por el mal que os hac\u00e9is y os llen\u00e1is las manos de este odio que os fermenta en el coraz\u00f3n y lo lanz\u00e1is contra Dios haci\u00e9ndole responsable de vuestro mal. Y el odio, no pudiendo alcanzar el Cielo, recae sobre vosotros en fuego y llamas, en hambre, muertos, desolaciones, desesperaciones, oscuridades. No habr\u00e1 tregua hasta que conozc\u00e1is por vuestra cuenta que la violencia no sirve, que la sangre empacha y no nutre, que el odio no crea, sino destruye. No habr\u00e1 tregua hasta que vuestros corazones se vuelvan a Dios.
Yo soy Aquel que puede daros la paz, y no con el uso de vuestras armas homicidas sino con mi santa arma: la Cruz, pero rompiendo con mi amor vuestras armas homicidas.
No precipit\u00e9is el Juicio de Dios con vuestro pasar la medida del pecado. No hag\u00e1is que sea demasiado breve la pausa entre el tiempo del Anticristo y el tiempo de Cristo, si bien es cierto que los \u00faltimos d\u00edas ser\u00e1n abreviados por amor de los elegidos, tambi\u00e9n lo es que es necesario tener una pausa de paz a fin de templaros para la \u00faltima lucha sat\u00e1nica.
Yo har\u00e9 derribar la piedra sobre el antro de Lucifer tras la derrota de la Bestia y de sus siervos; pero vosotros, con vuestro aclamar el Mal, no proporcion\u00e9is fuerza al Demonio para remover ese cerrojo. No hag\u00e1is, con vuestros esp\u00edritus devotos a la carne ya Satan\u00e1s, palancas para abrir la prisi\u00f3n infernal y hacer salir al Maldito por la \u00faltima presa antes de que los corazones de los hombres se hayan rebautizados con la Palabra del Se\u00f1or\u00bb.<\/p>
17 de noviembre<\/p>
186 En el escrito del 15 de noviembre
187 Y dicho en el dictado del 11 de septiembre<\/p>
Isa\u00edas 10. Dice Jes\u00fas:
\u00abVosotros os hac\u00e9is instrumentos de Satan\u00e1s cumpliendo obras de iniquidad.
Grandes o humildes, no os distingu\u00eds en el actuar. Sois prepotentes y ladrones. Los grandes con gran prepotencia y ladroner\u00eda. Los peque\u00f1os con prepotencia y ladroner\u00eda cada vez mayor de cuanto su condici\u00f3n hiciera pensar que pudieran permitirse, y a\u00fan no se sien- ten contentos y anhelan ser algo m\u00e1s para robar y oprimir m\u00e1s.
No hay categor\u00eda social inmune de culpa. Y los que de entre vosotros son honestos por ley moral o santos por amor de Dios, son vuestras v\u00edctimas mayores porque, inversores como sois de la Ley del amor, compens\u00e1is con odio a quien os da amor y bondad, sois malos con los buenos y torturadores de quien, en nombre de su Dios, no os devuelve mal por mal.
Pero aunque no os lo parezca, no pens\u00e9is que quedar\u00e9is impunes. Las multitudes ven el castigo del grande y les pasa por alto el del peque\u00f1o, porque el grande que cae hace mucho ruido y el peque\u00f1o, en cambio, pasa inadvertido entre los muchos casos del mundo. Pero ya desde esta vida no quedar\u00e9is impunes. Os cojo cuando y donde menos os lo imagin\u00e9is. El resto vendr\u00e1 despu\u00e9s en la otra vida donde no habr\u00e1 piedad para los duros de coraz\u00f3n.
Pero vosotros, vosotros que ahora sois grandes, \u00bfqu\u00e9 har\u00e9is cuando, en proporci\u00f3n a vuestro mal hacer, se vuelva contra vosotros la ira de Dios y de los oprimidos? \u00bfNo \u00a1la sent\u00eds acechar ya sobre vosotros y aumentar como nube cargada de rayos o marea llena que su- pera los diques? Y cuando la nube se abra y la ola se desborde, \u00bfd\u00f3nde ir\u00e9is vosotros que hab\u00e9is desparramado el odio, el dolor, la injusticia sobre vuestro camino, sembradores locos y demon\u00edacos, usurpadores del pan y destructores del bien de los dem\u00e1s?
\u00bfA que no hab\u00e9is pensado, mientras que ten\u00edais el tiempo a vuestro servicio, en haceros, de las riquezas injustas, un refugio en los corazones de los hombres y de Dios? \u00a1Cu\u00e1nto bien pod\u00edais hacer y vivir benditos y pasar benditos a la Vida de la verdadera gloria! \u00bfY c\u00f3mo podr\u00e9is vivir, sin fe y sin amor, cuando os reduzcan como hab\u00e9is reducido?
Os hac\u00e9is instrumentos de Satan\u00e1s. Pero Yo, m\u00e1s poderoso que Satan\u00e1s, cuando considero que es la hora de un nuevo diluvio, os tomo y os pongo a los unos contra los otros: naciones contra naciones y, en lo peque\u00f1o, parientes o amigos contra parientes y amigos, para hacer del hombre el castigo del hombre, castigando las culpas del hombre mediante las culpas de su semejante. \u00bfOprim\u00eds? Permito que otros os opriman. \u00bfRob\u00e1is una patria? Permito que otros os roben la patria. Bien dice Isa\u00edas: \u00abBast\u00f3n y vara de la c\u00f3lera de Dios\u00bb. Esto sois el uno con el otro cuando super\u00e1is la medida.
Estar\u00eda bien que aquellos a los que la lucha les es propicia y amiga la victoria no se creyeran predilectos de Dios para siempre y, a\u00fan menos, que se creyeran tan perfectos como para merecer de Dios todo logro humano. .
No. Si quien triunfa usa mal su triunfo lo golpear\u00e9 y lo abatir\u00e9 en el polvo. Yo soy el Rey y el Se\u00f1or y nadie es mayor que Yo. Soy el Justo y no conozco parcialidad. Mi mirada los ve a todos con la misma luz. Igual es la cepa de la que ven\u00eds, las mismas vuestras obligaciones para con Dios, vuestro Creador, y el mismo su pensamiento para todos vosotros. El m\u00e1s civilizado de entre vosotros para M\u00ed es como el menos civilizado, como el salvaje que ignora todo lo que no sea su selva virgen. Escudri\u00f1ador como soy de la verdad de vuestros pensamientos y de la inocencia de vuestros sentimientos, miro muchas veces con amor al salvaje que se postra adorando la forma que para \u00e9l es dios y que se hace bueno por esa forma, y retiro la mirada con indignaci\u00f3n del civilizado que niega a Dios, que conoce, con la palabra blasfema, el pensamiento negador y las obras malditas.
Cuando ha pasado la hora del castigo, digo mi \u00abBasta\u00bb y recojo a las gentes maltratadas y<\/p>
dispersas, les doy paz y pan, porque soy Padre, no lo olvid\u00e9is, y si no estuvierais ebrios de sangre o intoxicados por el deseo de beberla, siempre os dar\u00eda paz y pan. Cuanto m\u00e1s numerosos son, entre las turbas enloquecidas, los justos de Dios, envueltos en el castigo com\u00fan no para su sanci\u00f3n sino para vuestra redenci\u00f3n, antes y m\u00e1s abundante y seguro doy el pan y la paz. Porque el Bien, para florecer, siempre necesita las l\u00e1grimas de los santos y los holocaustos de los redentores.
\u00a1Oh! \u00a1bienaventurados estos cristos que ignor\u00e1is, pero que mi Coraz\u00f3n recoge como piedras preciosas en un cofre! \u00a1Oh! \u00a1bienaventurados estos \u00e1ngeles que saben, entre el coro de las blasfemias y de las obscenidades en el que perec\u00e9is, cantar el \u00abGloria\u00bb y el \u00abSanctus\u00bb a su Dios! Purificadores, de esta tierra, de las miasmas que vuestras culpas crean, viven ardiendo como incensarios y ofrecen a Dios el fuego m\u00e1s sagrado: el del amor. Por \u00e9stos cumplir\u00e9 todav\u00eda el milagro del perd\u00f3n, el milagro de reunir los restos de mi pueblo y hacerles comprender que s\u00f3lo en Dios est\u00e1 la salvaci\u00f3n. Los dem\u00e1s, aquellos que no quieren ser mi pueblo -y recordad que Yo no mido con vuestra medida- continuar\u00e1n siguiendo la insignia de su rey.
El mundo no debe morir sin que el ej\u00e9rcito de Cristo venga recogido bajo su direcci\u00f3n. Dispersados, maltratados, abatidos, semejantes a la arena que el viento desparrama sobre las orillas del mar, oir\u00e9is la orden y vendr\u00e9is a M\u00ed, porque llegar\u00e1 un momento en el que Yo ser\u00e9 el Rey de estos pobres reinos sin corona y de estos s\u00fabditos sin rey. Ya veo a los esp\u00edritus de ese tiempo volverse a la llamada y venir luchando contra todos los obst\u00e1culos sembrados por siglos de error, venir hacia la Luz y hacia la Verdad. Digo \u00abesp\u00edritus\u00bb, porque s\u00f3lo los que viven en el esp\u00edritu podr\u00e1n conocer la Voz que les llama.
Vosotros, que ya ahora sois vivientes en el esp\u00edritu, precursores de la segunda venida de Cristo, ant\u00edtesis de los precursores del Anticristo que obran en su nombre la labor preparatoria de la desolaci\u00f3n, preparadme los caminos con vuestro holocausto. Los precursores del hijo de Satan\u00e1s tienen apariencia de dignidad humana; los precursores del hijo de Dios tienen la misma corona que su Rey, y su trono y c\u00e1tedra son la cruz y el dolor.
Pero como siempre, y especialmente en la hora en la que el Dolor deber\u00e1 vencer al Pecado, es el dolor quien salva, es siempre el sacrificio quien redime. Y ahora el mundo, para ser redimido, necesita no tanto ser cubierto de espigas cuanto de almas heroicas, de v\u00edctimas de caridad\u00bb.<\/p>
18 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 11. Dice Jes\u00fas:
\u00abContin\u00fao hablando a mis precursores, a quienes con su holocausto preparan los caminos del Se\u00f1or y no evangelizan con otra manera que no sea su vida santa.
Alegraos, oh mis siervos fieles que no os content\u00e1is con salvar vuestra alma, sino que os ofrec\u00e9is para que la Luz venza sobre las Tinieblas y les sea dada la salvaci\u00f3n a muchos que ahora no la ans\u00edan. Cuando sea mi hora no estar\u00e9 reinando solo. Estar\u00e9is conmigo. Ya desde esta tierra estar\u00e9is conmigo durante mi Reino de amor y de paz. \u00bfAcaso no os promet\u00ed que estar\u00e9is donde Yo est\u00e9 y que tendr\u00e9is un puesto en mi Reino? Como dignatarios de un palacio, vuestros esp\u00edritus ser\u00e1n mi corona en la tierra, sirvi\u00e9ndome como luminosos ministros, y heredar\u00e1n la posesi\u00f3n de la Tierra que he prometido a los mansos y que se convertir\u00e1 en posesi\u00f3n de los Cielos cuando la Tierra ya no exista.
Mucho antes de esa hora, vosotros, justos, poseer\u00e9is el Cielo. \u00c9ste ya est\u00e1 abierto para recibiros en el momento del tr\u00e1nsito fuera de la c\u00e1rcel actual. Pero entonces ser\u00e1 posesi\u00f3n<\/p>
completa, luminosa, conocida por todas las criaturas, asunci\u00f3n a la gloria tambi\u00e9n de la carne con la que hab\u00e9is conquistado el Cielo haci\u00e9ndola el principal instrumento de sacrificio por fidelidad a vuestro Dios.
Vencedores de Satan\u00e1s que ha corrompido la carne, vencedores del sentido que se agita en vosotros por herencia del pecado y por instigaci\u00f3n de Satan\u00e1s, poseer\u00e9is el Universo junto a vuestro Dios y ser\u00e9is espejos de Dios que aparecer\u00e1 en vuestras carnes glorificadas en todo su esplendor. Ser\u00e9is semejantes al Padre, oh hijos santos. Semejantes a Jes\u00fas, mi 188 Hijo sant\u00edsimo. Semejantes a Mar\u00eda, nuestra Reina.
189 Del Padre ten\u00e9is la semejanza intelectiva y de los dos glorios\u00edsimos Vivientes en el Cielo la semejanza humana y, dado que tener la Inteligencia es como tener la Palabra y el Amor y donde est\u00e1 Uno est\u00e1n los otros Dos de la Trinidad perfecta, vosotros, teniendo la se- mejanza del Padre, poseer\u00e9is esa Perfecci\u00f3n que hizo al hombre semejante a \u00c9l y lo eligi\u00f3 por hijo.
Antes de ese momento ser\u00e9is los dignatarios de mi Hijo, ver\u00e9is el milagro de amor de una Tierra inmersa en la paz y que ha vuelto a o\u00edr a Dios, conocer\u00e9is cual habr\u00eda sido el vivir del hombre si no se hubiera envilecido uni\u00e9ndose con Satan\u00e1s.
De ese momento no ser\u00e9is privados, oh amorosos seguidores del Amor hecho carne. Lo que ahora o\u00eds resonar en vosotros, la palabra de mi Hijo a sus predilectos, lo oir\u00e9is resonar en los cuatro puntos del globo, y ver\u00e9is a los hombres acudir con sed de la verdadera Ciencia. Los hombres, no los animales con apariencia de hombre, no los demonios con rostro humano, no los Judas perpetuos que venden a mi Hijo y con su mercado hieren al Amor trinitario que es indivisiblemente Uno.
Si ahora es el momento en que legiones de \u00e1ngeles a las \u00f3rdenes de Dios luchan contra legiones de demonios que quieren someter a la Tierra, entonces ser\u00e1 el tiempo en que legiones de justos arar\u00e1n la Tierra prepar\u00e1ndola para la Palabra, que reinar\u00e1 una sola vez sobre la Tierra antes de la desaparici\u00f3n del mundo.
Donde est\u00e1 el Maestro all\u00ed est\u00e1n los disc\u00edpulos, y vosotros estar\u00e9is porque hab\u00e9is amado al Maestro m\u00e1s que a vosotros mismos, estar\u00e9is all\u00ed donde d\u00e9 la \u00faltima lecci\u00f3n.
Y despu\u00e9s con \u00c9l, cortejo de luz tras la Luz que sube a los Cielos, volver\u00e9is a la morada a rogar por los vivientes de la hora final y esperar la Hora del Juicio en el que todav\u00eda estar\u00e9is junto a mi Hijo, no ya Salvador sino Juez del mundo, porque el tiempo de la salvaci\u00f3n habr\u00e1 pasado y se habr\u00e1 cumplido el n\u00famero de los elegidos.
Triunfo en vuestro triunfo ser\u00e1 ese momento, hijos. Y porque os amo os digo que no deb\u00e9is poner medida en el deseo vehemente de conquistar la santidad, porque esa hora ser\u00e1 tal para vosotros que miles de vidas inmoladas por ella y tesoros de la tierra dejados por ese tesoro no ser\u00edan suficientes para igualar la gloria de ese momento y la beatitud de la posesi\u00f3n eterna de Dios\u00bb.<\/p>
19 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl creyente se identifica con su dios y el hijo con su padre. Por tanto no es errado decir de los precursores de Satan\u00e1s lo que dice Isa\u00edas en su 14\u00b0 cap. y en los vers\u00edculos 12-15.
\u00bfAcaso no han querido emular a su amo y padre en el intento de proclamarse dioses y en<\/p>
188 Sobre una copia mecanografiada, la escritora anota: Aqu\u00ed comienza a hablar Dios Padre en vez del Hijo
189 Se\u00f1alando este punto con una crucecita, la escritora anota as\u00ed sobre media hojita de papel, que despu\u00e9s cose con hilo a la p\u00e1gina del
cuaderno: No necesita, dice, m\u00e1s que semejanza humana, porque pareci\u00e9ndose a Dios Padre se tendr\u00e1 tambi\u00e9n la semejanza del Hijo como Dios. Por eso quien es a semejanza de Dios, Esp\u00edritu creador, s\u00f3lo tiene que tomar la semejanza f\u00edsica del Dios encarnado y de su Madre que fue la creada a perfecta imagen y semejanza de Dios (explicaci\u00f3n dada por N.S. al dictado del 18-11)<\/p>
el oprimir a las gentes aquellos a quienes Yo llamo los precursores del Mal? \u00bfN o han hablado de Dios con una condescendencia vergonzosa, como si fueran ellos los superdioses? \u00bfNo se han arrogado el derecho de mandar a lo que es m\u00e1s sagrado, a lo que incluso Dios respeta en el hombre? No s\u00f3lo se han permitido el dar o quitar el permiso de vivir, sino hasta el de pensar.
El pensamiento que Yo he dado al hombre y que es libre -porque cuanto Dios os ha dado est\u00e1 libre de todo g\u00e9nero ‘de imposiciones y m\u00e1s libre habr\u00eda sido, tanto que ni la carne hubiera sido un obst\u00e1culo para esa libertad si ella, en primer lugar, hubiera permanecido libre de la esclavitud de la culpa- el pensamiento es inculcado por estos superdioses de barro y de horror. Ellos no exigen obediencia a las santas leyes de amor como aquellas de las que Yo os hago amoroso mandamiento sin obligaros a seguido. Ellos imponen obligaciones crueles que os subyugan m\u00e1s que a los bueyes que tienen el cuello oprimido por el yugo y las narices ultrajadas por el anillo constrictor. Las imponen a todo vuestro ser y ni una de vues- tras tres formas -la f\u00edsica, la moral, la espiritual- est\u00e1n exentas de esta esclavitud.
S\u00ed, tambi\u00e9n la espiritual. Los tent\u00e1culos del Mal imperante penetran y se extienden tambi\u00e9n hacia vuestro esp\u00edritu, y a su gusto quieren o impiden que ese esp\u00edritu se dirija a Dios o a su Ley. Su perversidad de hijos de Satan\u00e1s explota en las persecuciones feroces. Pero incluso cuando, quitando la m\u00e1scara humana que esconde sus cabezas de serpientes infernales, no llegan a las grandes persecuciones, desarrollan, para destrozar vuestro esp\u00edritu, astucias sutiles, resquebrajaduras del edificio de la Fe, formas de vida que quieren sustituir la religi\u00f3n por el paganismo.
Y no siempre ten\u00e9is la fuerza de permanecer fieles, porque ten\u00e9is esp\u00edritus que no est\u00e1n nutridos por el amor y el Evangelio. Os pleg\u00e1is a la esclavitud humana, vosotros que consider\u00e1is indigno del hombre el obedecer a los mandamientos de Dios. Y perd\u00e9is, por un hombre o por m\u00e1s hombres, el don m\u00e1s hermoso de Dios: \u00abel libre arbitrio\u00bb. Sois marionetas movidas por uno o m\u00e1s de un hombre. Pod\u00edais ser, en esta vida y en el m\u00e1s all\u00e1, seres libres del reino de Dios vuestro Padre.
Separaos, despegaos, mientras pod\u00e1is, de las leyes de la Bestia, alej\u00e1ndoos de ella. Su destino ya est\u00e1 se\u00f1alado. Cuando el hacha de Dios extirpe a los partidarios de la horrenda Bestia, que torturan la Tierra y que constituyen los precursores de la Unidad del Mal que perturbar\u00e1 la Tierra, tratad de estar muy lejos de quienes precipitan en el horno del abismo como miembros podridos de esta manifestaci\u00f3n de horror.
A Babilonia, que ahora surge y que tendr\u00e1 su apogeo de imperio, suceder\u00e1 un d\u00eda Jerusal\u00e9n santa. Haced que en ese d\u00eda y en el D\u00eda sin crep\u00fasculo, no se encuentre sobre vosotros la marca de los poderosos de Babilonia, de los \u00abLucifer\u00bb menores, de los afiliados, de las excrecencias de Satan\u00e1s, sino el signo santo, inconfundible, glorioso, del Hijo de Dios\u00bb.<\/p>
20 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 22, 11-14-18.
Dice Jes\u00fas:
\u00abDemasiadas veces no \u00abdirig\u00eds las miradas\u00bb a Quien es vuestra Providencia. Pon\u00e9is una franja, frecuentemente in\u00fatil, a una cosa, y despu\u00e9s dec\u00eds: \u00abEsto lo hemos hecho nosotros\u00bb.
No. No sois los autores, m\u00e1s bien al contrario, sois los destructores porque neutraliz\u00e1is los frutos que vienen de una obra cuando no destru\u00eds la obra misma con vuestras manos y vuestras mentes destructoras.
Dios os da tanto, os da todo cuanto os sirve y necesit\u00e1is para la carne y la sangre, y para<\/p>
la mente y el esp\u00edritu. Vosotros en este todo, especialmente en el que est\u00e1 dirigido a la muerte y al esp\u00edritu, excav\u00e1is un \u00ablago\u00bb. \u00a1Oh! \u00a1s\u00ed! Un lago. Pero es un lago en el que las l\u00edmpidas aguas de Dios se estancan y se corrompen porque est\u00e1n puestas en contacto con tantas otras cosas y al descubierto de todas las invasiones.
As\u00ed sucede con el saber, multiplicado desmesuradamente pero no elevado hacia Dios, que hab\u00e9is constituido en un peligro para vosotros; as\u00ed con la religi\u00f3n que hab\u00e9is querido engalanar con tantas inutilidades, analizar con lente humana, profanar queri\u00e9ndola explicar sin referencia a Dios, envilecer convirti\u00e9ndola en f\u00f3rmula en vez de forma de vida.
Siempre os tengo que hacer el mismo reproche. Os cre\u00e9is al mismo nivelo incluso superiores a Dios. Y hab\u00e9is ca\u00eddo en obras que no son de hijos de Dios sino \u00fanicamente de animales racionales, los superracionales de la tierra, pero humanamente racionales. Y ya es mucho cuando sois racionales y os respet\u00e1is hasta el punto de deciros: \u00abTratemos de actuar pensando en el ma\u00f1ana\u00bb. La mayor parte de las veces pens\u00e1is en el hoy y en hacer del hoy una diversi\u00f3n para vuestra carne tan amada por vosotros.
Ni siquiera cuando est\u00e1is entre los tormentos de un castigo sal\u00eds de esta euforia malsana. Al contrario, a\u00fan m\u00e1s quer\u00e9is vivir como animales atentos s\u00f3lo a saciar el hambre y el sentido. Y entre un goce y otro os burl\u00e1is de Dios en quien ya no cre\u00e9is, salvo para im- precarle o implorarle en el momento en que sufr\u00eds. \u00bfY por qu\u00e9? \u00bfQu\u00e9 os esper\u00e1is? No es as\u00ed como se obtiene ayuda de Dios. Yo estoy con quien es honesto y fiel. Aunque sea d\u00e9bil le perdono y auxilio. No estoy con los escarnecedores y renegadores que saben cogerse su parte y dar a mis hijos s\u00f3lo dolor y tormento.
Y t\u00fa, el primero entre mis hijos 190, fortalece tu coraz\u00f3n apoyando la boca en la m\u00edstica fuente de mi pecho desgarrado. As\u00ed como eres mi primer heraldo, y m\u00e1s que heraldo mi Vicario en la tierra, el que representa al Cordero, y tiene el coraz\u00f3n y la palabra del Cordero, as\u00ed ser\u00e1s un nuevo Cristo en el dolor y en el destino.
\u00a1Cu\u00e1nto dolor hay ya en el c\u00e1liz que se acerca! \u00a1Y no te sirve el haber bebido ya tanto y haber vivido como un justo! No te sirve porque cuanto m\u00e1s bebes m\u00e1s lo llena el dolor, porque ese dolor est\u00e1 destilado y orde\u00f1ado de la Fuerza que nos es enemiga, que al no poder lesionar a Cristo lesiona las carnes de sus criaturas. \u00bfY qu\u00e9 criatura es m\u00e1s m\u00eda que t\u00fa, que eres manso y justo, que eres evang\u00e9lico como mi Juan?
Como el Predilecto, f\u00edjate en el Cielo hasta dejarte raptar por el ardor de la contemplaci\u00f3n, porque la hora del dolor es cada vez m\u00e1s cercana y necesitas estar saturado de contemplaci\u00f3n para poder sufrir la pasi\u00f3n sin doblegarte.
Permanece \u00abLuz del mundo\u00bb en mi lugar, aunque las tinieblas se te suban encima para aplastarte. Aunque caigas mant\u00e9n alzada mi Cruz que es Luz. Aunque mueras haz o\u00edr la Voz que habla del Cielo a trav\u00e9s de ti, mi Siervo ejemplar.
Has llorado y no ha servido que conocieras el secreto de F\u00e1tima. Tus cuidados por el mundo se han vuelto contra ti como los que se procuran a un endemoniado. Pero no importa. Mi Madre est\u00e1 contigo y Yo con Ella.
Nosotros estamos con las grandes \u00abvoces\u00bb y las peque\u00f1as \u00abvoces\u00bb que hablan en mi nombre y que se consumen a s\u00ed mismos para que la Voz de Cristo se oiga a\u00fan en esta tierra rebosante de demonios. Benditos se\u00e1is, grandes y peque\u00f1os portadores de la Palabra. Nosotros venceremos contra Satan\u00e1s. Yo os lo digo. Y; en el momento de la victoria, mi propia Luz ser\u00e1 vuestra luz que os har\u00e1 resplandecientes como nuevos soles\u00bb.<\/p>
\u00a1Oh, Padre! 191, qu\u00e9 sensaciones tan dulces ayer y hoy.<\/p>
190 Es el Papa, como se ve por las palabras que siguen
191 Padre Migliorini<\/p>
Ayer por la ma\u00f1ana he recibido las caricias de Mar\u00eda Sant\u00edsima. Realmente caricias, no es una forma de hablar. Trabajaba y pensaba. Naturalmente en el Cielo. Me dec\u00eda que vendr\u00e1 bien el d\u00eda en que estar\u00e9 all\u00ed arriba, no m\u00e1s hu\u00e9rfana, sola y amada m\u00e1s o menos bien como lo soy ahora. He sentido sobre la cabeza, sobre las mejillas, las caricias de la Virgen. Pensando c\u00f3mo me encuentro ahora, sin parientes, me ca\u00edan las l\u00e1grimas sobre la labor e invocaba un consuelo y el consuelo ha llegado bajo forma de caricias. No es la mano fuerte y grande de Jes\u00fas y su atraerme como amigo, por no decir como enamorado. Ha sido una caricia suave, leve, materna, de una mano peque\u00f1ita y ligera. Sobre la cabeza y sobre las mejillas. Un toque inconfundible cuyo recuerdo es mi delicia.
Esta ma\u00f1ana, despu\u00e9s, hacia el amanecer, mientras estaba en duermevela y rezaba – recitaba el rosario- he dicho: \u00ab\u00a1Oh! Mam\u00e1 de Jes\u00fas, \u00bfqu\u00e9 puedo hacer por ti?\u00bb. Y Ella me ha dicho: \u00ab\u00c1mame\u00bb. Basta. No me ha dicho m\u00e1s. \u00a1Pero c\u00f3mo lo ha dicho! Es la primera vez que oigo la palabra de la Virgen santa. Durante todo el d\u00eda de hoy estoy pensando en ese \u00ab\u00c1mame\u00bb pronunciado con tanta dulzura como si fuera el de una madre inclinada sobre el lecho de su hija que le susurra entre los cabellos, entre un beso y otro, su deseo de madre m\u00e1s querido.
\u00a1Se ha necesitado la Virgen para hacerme gustar lo que nunca he tenido en mi vida de hija!… Lo que siento no se puede describir m\u00e1s que con una palabra: \u00ab\u00a1\u00c9xtasis!\u00bb.<\/p>
21 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 38,5-7-15-16-17-18-19.
Dice Jes\u00fas:
\u00abVosotros hombres, que reconquist\u00e1is la salud despu\u00e9s de enfermedades de muerte, s\u00f3lo os ocup\u00e1is, cuando os dais cuenta, de agradecerme por la salud f\u00edsica recuperada. Nunca pens\u00e1is que Yo os he dado esa prueba para haceros considerar que os espera un final tras el cual hay un inicio, as\u00ed como el sol poni\u00e9ndose por la tarde se\u00f1ala, en el fondo, que comienza el ciclo por el que vendr\u00e1 una nueva aurora. Pero vuestra aurora en el m\u00e1s all\u00e1 no es el comienzo de un d\u00eda de pocas horas. Es inicio de un d\u00eda eterno.
La enfermedad quiere haceros reflexionar sobre esto, y a este fin deber\u00edais dirigir la salud recuperada. A provee\u00a1; para dar a lo que no muere un d\u00eda de paz.
Si supierais pensar sobre esto, \u00a1cu\u00e1ntas presas perder\u00eda el infierno! Pero a menudo utiliz\u00e1is malla salud que os concedo y los a\u00f1os que a\u00f1ado a vuestra existencia para esta finalidad. Os impacient\u00e1is en la enfermedad, os desalent\u00e1is, muchas veces dej\u00e1is de rezar diciendo: \u00abEs in\u00fatil que lo haga. Si ha sido Dios quien me la ha mandado, \u00bfpara qu\u00e9 le pido que me la quite?\u00bb. Curados, no dirig\u00eds un pensamiento a Aquel que os ha devuelto la salud. Con vuestra incongruencia y vuestra irrespetuosa ingratitud dais a Dios la culpa de enviaros la enfermedad, pero no le dais el m\u00e9rito de quit\u00e1rosla.
Si pens\u00e1is que \u00c9l os da el mal, \u00bfpor qu\u00e9 no pens\u00e1is que debe poder daros el bien? Es justamente lo contrario, hijos. El mal, sea cual sea, tiene en un 99 por ciento origen en vosotros mismos, y el bien tiene una \u00fanica fuente: Dios. Dios que inspira e ilumina a quien os cuida, Dios que os alarga los d\u00edas para dar tiempo de actuar a las medicinas y aumenta las resistencias para dar al cuerpo la posibilidad de reaccionar, Dios, que con voluntad instant\u00e1nea puede haceros resurgir sanos, contra toda esperanza y fuera de cualquier otra ayuda, por un inescrutable motivo suyo.
Pero antes de alegrarse por el gozo de estar curados, deber\u00edais alegraos por la posibilidad que Dios os concede de reparar los errores precedentes a la enfermedad y trabajar para merecer la vida que no muere.<\/p>
Yo obro para librar a vuestra alma de la perdici\u00f3n y cancelo con mi amor vuestros pecados esperando siempre en vosotros.
Vosotros… \u00bfqu\u00e9 hac\u00e9is? Devolved amor por el amor que recib\u00eds y haceros \u00abvivos\u00bb.
Ser \u00abvivos\u00bb no quiere decir ser de este mundo: quiere decir estar en el Se\u00f1or. Quiere decir poseer la Gracia y tener derecho al Cielo. Vivo no es quien respira, come y duerme con el alma muerta: \u00e9ste es despojo ya podrido a punto de caer, como el higo podrido en la rama, en la fosa que tiene por fondo el infierno. Vivo es quien, aunque agonice en la carne, posee la \u00abVida\u00bb, y a\u00fan m\u00e1s, a medida que cesa la vitalidad de aqu\u00ed, se acerca y crece en \u00e9l la \u00abVida verdadera\u00bb. Vivo es quien, mientras respira, ya est\u00e1 arpegiando las alabanzas que cantar\u00e1 eternamente al Se\u00f1or y, mientras que las tinieblas descienden sobre sus pupilas, ve cada vez m\u00e1s claro, con los ojos del esp\u00edritu, el rostro del Padre.
Vivo es quien al ser sanado de una enfermedad humana se siente rescatado por su Se\u00f1or y a \u00c9l dedica cada movimiento.
Vivo ,es quien conoce la Verdad y quiere esta Alegr\u00eda y esta Riqueza: la Verdad, por encima de todas las alegr\u00edas y las riquezas humanas. Y durante todos sus d\u00edas se dedica a poseerla, porque el conocerla ha puesto en \u00e9l la santa sed de conquistarla\u00bb.<\/p>
M\u00e1s tarde<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEsto, Mar\u00eda, es para ti. Y para las almas enamoradas como t\u00fa. Lucas, narrando el banquete en casa de Sim\u00f3n, cuenta lo que utiliz\u00f3 la redimida enamorada para mostrarme su amor. Las l\u00e1grimas, los cabellos, el perfume.
Sim\u00f3n se escandaliza porque ella me tocaba. Pero pod\u00eda escandalizarse quien era esc\u00e1ndalo y rociaba su sombr\u00edo interior sobre todo lo que ve\u00eda. Un puro no ve\u00eda una acci\u00f3n digna de esc\u00e1ndalo.
No el agua, sino las l\u00e1grima, gotas del coraz\u00f3n, l\u00edquido no contaminado por g\u00e9rmenes impuros sino filtrado por el amor y el arrepentimiento, hecho digno de Dios y considerado precioso por Dios porque era signo de un esp\u00edritu que ha comprendido la Verdad. No los linos, sino los cabellos, seda viva que la mujer convierte en seducci\u00f3n y culto, y que la regenerada por la Gracia humilla haci\u00e9ndola toalla para los pies de su Salvador. El perfume: uno de los instrumentos ense\u00f1ados por Satan\u00e1s a la mujer y que la mujer vuelta a Dios destruye haciendo b\u00e1lsamo para su Se\u00f1or.
Yo miraba y callaba, y ni siquiera una de esas l\u00e1grimas ardientes y arrepentidas, ni siquiera una de las caricias de los mechones que no pon\u00edan en contacto la carne a\u00fan impura con la Carne que no hab\u00eda conocido mancha, sino que pon\u00edan entre una y otra un velo que no pod\u00eda ser despreciado por Dios, y ni siquiera una de esas gotas de nardo, menos, mucho menos perfumadas que el amor de quien las esparc\u00eda, pasaban desapercibidas. Y cada una, porque cada una era profesi\u00f3n de amor y confesi\u00f3n de error, recib\u00eda perd\u00f3n y bendici\u00f3n.
Y mientras que la sorpresa indignada del Fariseo, a quien habr\u00eda tenido mucho que reprochar, mortificaba a la arrepentida con palabras de una escandalizada y falsa especulaci\u00f3n sobre su voluntaria, valiente, humilde profesi\u00f3n de arrepentimiento y de amor, Yo le daba total absoluci\u00f3n de todo el pasado.
Estaba lavado por su llanto. Sus tinieblas eran vencidas por la Luz del amor y vencido era su hielo. Mar\u00eda era la amada por su generosidad y confianza. Su coraz\u00f3n hab\u00eda sido su instrumento de mal, pero en su propio coraz\u00f3n hab\u00eda encontrado el camino del Bien. y el coraz\u00f3n hab\u00eda sido su maestro para encontrar un lugar en la Vida y en el Coraz\u00f3n del Maestro.<\/p>
Le he amado mucho porque ha amado mucho; me ha amado mucho porque se lo he perdonado todo. Todo, Mar\u00eda. Yo le perdono todo a quien me ama con todo su coraz\u00f3n\u00bb.<\/p>
22 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abAm\u00e9monos, oh dilecta, y hablemos de amor, porque no hay nada m\u00e1s dulce que esto para quien ama.
La redimida del Evangelio, como los tres Magos que adoraron mi Divinidad encarnada, humill\u00f3 tres dones a mis pies: el coraz\u00f3n a trav\u00e9s del llanto, la carne a trav\u00e9s de los cabellos, la mente a trav\u00e9s del perfume. T\u00fa debes darlo todo del mismo modo, sin quedarte nada para ti, ni siquiera el soplo vital.
\u00abLas potentes aguas no sirven para apagar el amor -y los aluviones no lo arrollan. Si alguno diese toda sustancia en cambio de amor, caer\u00eda en gran desprecio\u00bb.
Las aguas dirigidas a apagar el amor son todas las cosas de la vida, los cuidados y tambi\u00e9n las necesidades. Los aluviones, los quereres ajenos que intentan impedir que el esp\u00edritu se d\u00e9 completamente a Dios.
Pero el verdadero amante no tiene en cuenta las primeras y no se asusta por las segundas. \u00c9l pone su necesidad vital sobre todo lo que para los dem\u00e1s constituye las preocupaciones de la vida: amar a su Dios. Esp\u00edritu absorto, y podr\u00eda decir, \u00abelevado\u00bb en Dios, vive ya proyectado fuera de lo que constituye para los dem\u00e1s la llamada \u00abvida\u00bb. \u00c9l, santo inversor de los valores humanos, s\u00f3lo ve una finalidad para alcanzar: no su inter\u00e9s propio, sino el de Dios; s\u00f3lo se preocupa de una cosa: conquistar la Vida sin tener en cuenta la pobre vida terrena que es flor que dura muy poco sobre su tallo. Manso, porque ya es uno con su Dios, se convierte en un le\u00f3n cuando debe defender su tesoro, y las persecuciones familiares y sociales no logran derribar este esp\u00edritu deificado, m\u00e1s bien al contrario, como las olas de un mar encrespado, le transportan velozmente hacia la orilla, al coraz\u00f3n de Dios.
jOh! bienaventurados los tormentos de mis amantes, de estos conocedores y gustadores de la Verdad, quienes, como el autor del Cantar, dicen -y no con palabras vanas sino con las palabras verdaderas de una vida vivida y consumida para este fin- que a\u00fan cuando uno diese todas sus posesiones para conquistar al Amor, a\u00fan dar\u00eda poco, porque hasta el regalo del d\u00eda terreno es moneda insignificante si se compara con la posesi\u00f3n del Amor que es infinito.
Por tanto, d\u00e1melo todo de ti, sin reservas. El hierro que se funde en el crisol sale m\u00e1s hermoso. El alma que funde y consuma el amor renace como flor de eternidad en los vergeles celestiales.
Te quiero all\u00ed. Pero antes debes padecer a\u00fan el quehacer de nuestros dos amores: el tuyo de criatura hacia M\u00ed, y el m\u00edo de Dios por ti. Cuando estas dos fuerzas hayan arrebatado de ti todo tu \u00abyo\u00bb, entonces vendr\u00e9 para conducirte a la Paz\u00bb.<\/p>
23 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abYo doy siempre el doble, el triple, el c\u00e9ntuplo, el infinito, en recompensa de lo que no dais. Porque os amo, hijos, y os juzgo con rigor templado por el amor. As\u00ed no os pago como requieren vuestras iniquidades, sino que siento la necesidad de ayudaras con m\u00e1s fuerza que la de castigaras, porque os veo desgraciados y sufro al veras as\u00ed.
Observad mis castigos desde que el hombre existe. Ver\u00e9is que siempre he tratado de salvar a quien apenas ten\u00eda un poco de bueno en s\u00ed. No eran completamente justos los que<\/p>
se salvaban de los flagelos con los que castigaba al hombre que se hab\u00eda vuelto pecador, sacr\u00edlego, ladr\u00f3n, homicida. Pero ve\u00eda en ellos el esfuerzo por ser justos, y ese poco, aunque fuera m\u00ednima, de justicia, que representaba toda su capacidad de ser tales, me bastaba.
\u00bfPuede, quiz\u00e1s, un padre, que tiene un hijo enfermizo pero voluntarioso, ridiculizarle porque no es un trabajador resistente, un caminante incansable, un fuerte al que nada agota? No, m\u00e1s a\u00fan, se las ingenia para suplir las insuficiencias del hijo, y lo hace con afanoso cuidado para que \u00e9l no se d\u00e9 cuenta y se aflija por ello. Y el Padre que ten\u00e9is en los cielos, el Padre santo, \u00bfpodr\u00e1 actuar de otro modo?
Yo os prevengo, pongo los auxilios en vuestras manos, y lo hago con tal cuidado que ‘ni os dais cuenta y cre\u00e9is que vosotros sois capaces de tanto. No, hijos. Soy Yo quien obra tres cuartos, vosotros, con vuestra voluntad, hac\u00e9is el resto.
Mar\u00eda, \u00bfcrees que habr\u00edas podido hacer sola lo que haces? \u00a1Oh! \u00a1pobre hija! Todav\u00eda estar\u00edas en el a, b, c del amor y en los primeros pasos del camino de perfecci\u00f3n. Pero Yo te he cogido, te he instruido, te he llevado. Como el viento que rapta una flor al borde del camino, Yo te he alzado sobre el polvo y el barro y te he llevado a la Luz. Te llevar\u00e9 a Ella cada vez m\u00e1s si me secundas con tu voluntad.
Pero \u00bfcu\u00e1ntos tienen recta voluntad? Pocos, demasiado pocos. Por lo que, a pesar de mis cuidados, no progres\u00e1is.
Hace veinte siglos que una \u00abVoz\u00bb repiti\u00f3 lo ya dicho por Isa\u00edas: \u00abPreparad los caminos del Se\u00f1or\u00bb. Pero los caminos est\u00e1n cada vez m\u00e1s obstruidos para el Se\u00f1or, por vuestra mala voluntad sierva de la Bestia que os hace acumular montes de orgullo, crear barrancos de culpa, torcidos caminos de enga\u00f1o, valles de desidia.
\u00bfC\u00f3mo puede el Pastor santo recoger a su reba\u00f1o desbandado si no se han reunido antes las ovejas ante la vara de su Palabra? Heme aqu\u00ed. Vengo para pacer una vez m\u00e1s a mis corderos y sostener a las ovejas que cr\u00edan, o sea a los ministros de Cristo que os dan la leche de su Palabra.
Dejad de lado cuanto no es mi pasto. Reunios alrededor de la Cruz. Es la insignia de la victoria sobre todos los enemigos del hombre. Todos los enemigos. Los externos producidos por las guerras, pestes, hambre. Los internos, doblemente, incalculablemente destructores, producidos por el esp\u00edritu del mundo, racionalismo, triple idolatr\u00eda, intrigas de Satan\u00e1s.
Abrid los ojos, hombres. Quitaos de ellos la costra que tanto error os ha acumulado, y miradme a M\u00ed. A M\u00ed tal cual soy, con toda mi potencia de Dios Uno y Trino, Creador, Redentor, Animador vuestro.
Humillad vuestra arcilla soberbia que no es capaz de nada eterno y reconoced vuestra nada que s\u00f3lo es grande si Dios la alienta estando en vuestro esp\u00edritu. Humillad vuestra inteligencia, que es m\u00eda porque Yo os la he infundido, y pensad siempre en lo que Yo soy y en lo que sois vosotros.
No se necesitan ponderosas obras de ciencia para llegar a creer. El libro m\u00e1s hermoso es el universo que he creado de la nada y sin ayuda del hombre. Sabed leer en \u00e9l el nombre de Dios y mirando la inmensidad del firmamento comenzad a entender mi inmensidad, mirando el movimiento de los astros comenzad a entender mi poder.
\u00c1tomos de polvo sobre un granito, que gira en el espacio, que llam\u00e1is Tierra -un polvillo llevado por el soplo de Dios y que pasa veloz junto a otros infinitos polvillo s semejantes a \u00e9l-
\u00bfno sent\u00eds machacar vuestra soberbia si contempl\u00e1is el firmamento tras el cual estoy Yo? Ef\u00edmeros que dur\u00e1is el espacio de un instante de eternidad, \u00bfno comenz\u00e1is a comprender mi Eternidad cuya duraci\u00f3n es profundidad sin fondo en la que se desploman los milenios y son latidos de mi ardor?
Volved al Se\u00f1or que hab\u00e9is dejado. \u00c9l, en su trinitaria cualidad, volver\u00e1 a ser Creador del<\/p>
Bien que hab\u00e9is destruido, Salvador del Bien que os ha quedado, Animador del Bien que ya no sab\u00e9is servir.
Venid. Yo os llevar\u00e9 si os entreg\u00e1is a M\u00ed\u00bb.<\/p>
24 de noviembre<\/p>
Isa\u00edas 41-42-43.
Dice Jes\u00fas 192:
\u00abAnte un Dios que encarna parte de S\u00ed mismo 193 para salvar a sus criaturas culpables, el Universo se asombra de estupor y se postra en un silencio adorante antes de explotar en el c\u00e1ntico de las esferas y de los mundos, jubilantes por la Perfecci\u00f3n que desciende a llevar al Amor al planeta cubierto de pecado.
El Vencedor, mi Hijo santo, ha venido para acosar las fuerzas del mal, para hacerlas huir y a traer el pacto de la alianza y la paz entre Dios y el hombre.
\u00c9l pasa a\u00fan entre vosotros y no deja m\u00e1s huella que la de su amor, huella que s\u00f3lo los puros y honestos de coraz\u00f3n reconocen y siguen, porque la Paz atrae a los pac\u00edficos, la Misericordia a los buenos, la Justicia a los justos, la Pureza a los puros. \u00c9l viene de nuevo, os coge de la mano y os dice: \u00abNo tem\u00e1is porque he venido en vuestra ayuda\u00bb.
En todas vuestras necesidades, en todas vuestras penas, en todas vuestras desventuras
\u00bfpor qu\u00e9 desconfi\u00e1is? Ten\u00e9is entre vosotros a Aqu\u00e9l cuyo deseo el Padre no sabe rechazar, porque mi Hijo ha superado todos mis deseos y le debo justa recompensa.
Si pensarais, oh cristianos, hijos de mi Hijo que os ha generado a la Gracia con su sacrificio de Hombre y de Dios, si supierais a cu\u00e1l destino os ha elevado, deber\u00edais, no digo adorarme y amarme durante toda la vida, sino amarme y adorarme cien y m\u00e1s vidas, si se os concediera revivir m\u00e1s vidas. Amadme, por tanto, con un gran amor y amad con igual medida a mi Verbo que ha venido para daros la Vida.
Aunque estuvierais muertos, volver\u00edais a vivir si creyerais en \u00c9l; aunque fuerais tierra \u00e1rida y sin vegetaci\u00f3n, os cubrir\u00edais de verdor y de frescas aguas, porque donde pasa y permanece mi Hijo santo all\u00ed fluye a caudales la gracia del Se\u00f1or y florece el lirio y la rosa, crecen palmas y olivos y, m\u00e1s altas que el cedro, las virtudes en el coraz\u00f3n del hombre.
Cuando ve\u00e1is que de la tierra corrompida surge un santo como flor de un mont\u00f3n de paja podrida, cuando de una nada de hombre ve\u00e1is surgir un atleta de Cristo, y brillar una luz all\u00ed donde estaban las tinieblas, y sonar una voz donde antes era silencio, e iluminar e instruir en nombre de Dios, alzad la mirada y el alma en busca de la potencia creadora del prodigio: la m\u00eda, que as\u00ed como del lodo he sacado al hombre, as\u00ed del hombre puedo extraer al santo, el portador de Dios, el tabern\u00e1culo de Dios, el arca santa sobre la que mi Gloria se reposa y desde la que mi Sabidur\u00eda habla a los esp\u00edritus.
No tem\u00e1is acercaros a Nosotros que os amamos. No separ\u00e9is nuestra Unidad amando Uno y no a los Otros. Nosotros nos amamos y estamos unidos por el amor. Haced los mismo.
El Hijo no debe haceros descuidar al Padre. \u00c9l no lo hace. \u00c9l os ense\u00f1a a amarme y por sus labios santos ha hecho surgir la oraci\u00f3n perfecta al Padre de los Cielos. El Hijo no debe haceros descuidar al Esp\u00edritu Santo. \u00c9l no lo hace. Como en los umbrales de la predicaci\u00f3n os ense\u00f1a a rezarme a M\u00ed, Padre Santo, as\u00ed en los umbrales de la Pasi\u00f3n os ense\u00f1a a amar al Par\u00e1clito que ser\u00e1 el Iluminador de la Verdad ense\u00f1ada.
Sin el Padre no habr\u00edais tenido al Hijo, y sin el Hijo no podr\u00edais haber recibido el Esp\u00edritu.<\/p>
192 Pero sobre una copia mecanografiada, la escritora anota: Habla el Padre Sant\u00edsimo. Todo el dictado es de Dios Padre
193 La indivisible trinidad de Dios es reafirmada en la p\u00e1gina siguiente<\/p>
Sin el Esp\u00edritu no podr\u00edais comprender la Palabra y sin comprender la Palabra no podr\u00edais seguir, como justos, sus dict\u00e1menes y conquistar la posesi\u00f3n del Padre.
Como elipses de luz, las causas y los efectos van desde Dios: polo superior, a vosotros: polo inferior, y desde vosotros vuelven a subir a Dios. No pod\u00e9is romper la par\u00e1bola m\u00edstica. No se parte la Unidad. Si se parte, con un amor deforme, ya no pod\u00e9is volver a subir a la Perfecci\u00f3n sin peligro, porque, con vuestro desorden, turb\u00e1is la estela de Caridad que arrastra consigo, como red divina, los esp\u00edritus de quienes han comprendido lo que es Dios y no aman a Dios, Esp\u00edritu perfecto, m\u00e1s que con un amor del que est\u00e1 excluido lo humano.
No escuch\u00e9is falsas voces que os dicen una doctrina distinta a la que ha tra\u00eddo el Hijo. \u00bfY c\u00f3mo pueden estos pregoneros de \u00abverbos nuevos\u00bb decir palabras de Vida si la Vida no est\u00e1 en ellos, si son m\u00e1s falsos que las im\u00e1genes de los falsos dioses? No os hag\u00e1is dioses de ellos: es abominable hacerse creer tales y abominable creerlo. Uno s\u00f3lo es Dios: Yo y Aquel que he mandado, que se encarn\u00f3 por Amor. Los dem\u00e1s s\u00f3lo son inicuos vendidos a Satan\u00e1s y vendedores de vosotros a la Serpiente maldita.
Mirad al santo Hijo m\u00edo, a mi Cristo obediente como siervo, \u00c9l, el Eterno igual que Yo, por amor al Padre. \u00c9l es quien ha quitado la amargura de mi seno y ha reunido a los hijos que se hab\u00edan separado de M\u00ed. Mi esp\u00edritu est\u00e1 en \u00c9l, porque Yo soy uno con \u00c9l que se hace ministro del Pensamiento del Padre. Comparadlo con vuestros mentirosos \u00abmes\u00edas\u00bb y ved cu\u00e1n dulce y perfecto es mi Hijo, el Esperado por las gentes, el Salvador del mundo.
En \u00c9l, pleno de toda virtud llevada a la perfecci\u00f3n, residen la Justicia y la Misericordia, pero porque es manso y santo no impone, no amenaza, no oprime. El Primog\u00e9nito de todos vosotros, el Consagrado para siempre al Se\u00f1or, habla con la voz de su amor, ense\u00f1a con el ejemplo y redime con su sacrificio. Es como agua tibia que desciende de los cielos en abril para limpiar y reavivar flores y terreno, y llevar la vida all\u00ed donde los temporales arrancaron las frondas. Es como luz que desciende para mostrar el camino, y es tan pl\u00e1cida que no os percat\u00e1is de ella m\u00e1s que cuando la hab\u00e9is perdido. Es como voz que llama para conducir a la Verdad, y no tiene sobre los labios duras palabras hacia las miserias del hombre.
Ha dejado el abrazo del Padre para hacerse embajador de mi Ley ante vosotros, y se ha inmolado a S\u00ed mismo a una vida oscura y una tr\u00e1gica muerte, a fin de que fuera puesto un sello que ninguna fuerza puede quitar al pacto de alianza entre la humanidad y Dios: su Sangre, que est\u00e1 como firma espl\u00e9ndida al pie del tratado de perd\u00f3n.
Ha utilizado su indestructible potencia de Dios, no anulada por su nuevo aspecto de hombre, no para reinar sino para haceros reinar: sobre el mal, sobre las enfermedades, sobre la muerte. Ha utilizado su Sabidur\u00eda no para aplastaros sino para elevaros. Ha hecho de S\u00ed mismo moneda de rescate, camino, puente, para haceros superar los obst\u00e1culos que os cerraban el Cielo y conseguiros el Cielo.
Y Yo he tenido que hacer pesar sobre \u00c9l, el Inocente, la mano, porque eran infinitas vuestras culpas pasadas, presentes y futuras, e infinito deb\u00eda ser el sacrificio ofrecido para anularlas. \u00bfPod\u00e9is 24 nov. medir esta masa de sacrificio? No, no lo pod\u00e9is. S\u00f3lo Yo, que soy Dios, puedo conocerla. S\u00f3lo Yo conozco los sufrimientos de mi divina Criatura.
No mir\u00e9is el suplicio material que dur\u00f3 pocas horas. El Verbo no sufri\u00f3 s\u00f3lo en aquel momento. Por los siglos de los siglos se ha mezclado la indescriptible riada de angustia de su dolor en su beatitud de Dios. Dolor por las ofensas a su Padre amad\u00edsimo, dolor por los desprecios a las luces del Par\u00e1clito, dolor por las ofensas al Verbo dado in\u00fatilmente a las gentes, dolor por las culpas futuras que habr\u00edan posado sus asquerosos pies sobre la santidad de su Yo sant\u00edsimo, dolor por la inutilidad de su sacrificio para una buena parte de los vivientes.
No mir\u00e9is los flagelos, las espinas, los clavos con que fue martirizada la Carne por los<\/p>
ciegos de entonces. Mirad los tormentos espirituales que dais a mi Santo con vuestras resistencias a su suplicar.
\u00bf Quienes m\u00e1s sordos y ciegos que vosotros? Vosotros no ten\u00e9is rotos los t\u00edmpanos y las pupilas, sino roto el esp\u00edritu, por lo que la Ley sublime que mi Hijo vino a traeros, y que a\u00fan os trae, no penetra en vosotros, o si penetra sale en seguida, como de una criba desfondada. Por lo que, como fruto de vuestra deformidad espiritual de la que sois autores voluntarios, ten\u00e9is las guerras atroces en las cuales, adem\u00e1s de la vida. y las propiedades, cada vez m\u00e1s
perd\u00e9is el amor y por eso cada vez m\u00e1s perd\u00e9is a Dios.
Pero no todos vosotros sois leprosos y endemoniados. Entre vosotros, raros como perlas en el seno de las ostras, est\u00e1n los fieles de mi Hijo y m\u00edos. A ellos digo: \u00abPermaneced fieles a Nosotros y Yo os juro que estar\u00e9 con vosotros. Sed los pregoneros de mi Verbo y los testigos de nuestra Justicia, de nuestra Misericordia, de nuestra Santidad. En esta vida nos tendr\u00e9is cercanos y en la otra estar\u00e9is cerca de Nosotros y ver\u00e9is las obras de la Divinidad. Cuando Aqu\u00e9l a quien he deferido todo juicio venga a dividir la mies de la ciza\u00f1a y a bendecir los corderos maldiciendo los \u00e1spides y los carneros, vosotros estar\u00e9is a su alrededor, ruedas de luz festiva alrededor de la tremenda y real Luz de la Divinidad encarnada. Vosotros ser\u00e9is el nuevo pueblo de Dios, el pueblo eterno sobre el que reinar\u00e1 mi bendito y sant\u00edsimo Hijo, y anunciar\u00e9is las alabanzas a las estrellas y a los planetas, porque todo lo que ha sido hecho fue hecho para hacer trono a la V\u00edctima, al H\u00e9roe, al Santo sobre quien no hay mancha y sobre quien se posa la complacencia del Padre, y a quien los astros y planetas deben, en la hora de su triunfo, hacer una alfombra de piedras preciosas para el Rey del mundo que pasa seguido por su cortejo de santos para entrar en la Jerusal\u00e9n eterna, cuando hayan finalizado las vicisitudes de la creaci\u00f3n con la destrucci\u00f3n de la Tierra y el Juicio de las Gentes\u00bb\u00bb.<\/p>
Al principio de este dictado he escrito: \u00abDice Jes\u00fas\u00bb. Pero, como usted 194 ve, quien habla aqu\u00ed es el Padre Sant\u00edsimo celebrando al Hijo.<\/p>
25 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTodas las almas son creadas por el pensamiento del Padre que
manda a estas hijas suyas para animar los cuerpos generados en la Tierra. Pero el alma de la Pur\u00edsima no sali\u00f3 s\u00f3lo del Pensamiento del Padre. .
Del v\u00f3rtice de ardores que es nuestra Trinidad santa parten los tres amores que convergen en el centro, all\u00ed donde nuestra Divinidad se unifica y resplandece. All\u00ed est\u00e1 el v\u00e9rtice del Amor fruto de los tres amores unidos, y para hacer una comparaci\u00f3n humana, po- dr\u00eda decir que all\u00ed est\u00e1 el coraz\u00f3n de nuestra santa Trinidad.
De ese coraz\u00f3n ha venido el alma de Mar\u00eda. Como una chispa despedida de nuestra Voluntad de amor, Ella se gener\u00f3 de nuestros tres amores y de nuestros tres deseos de tenerla como hija, como madre, como esposa, y hemos puesto toda nuestra perfecci\u00f3n en crearla porque Ella estaba destinada para ser la piedra del edificio del Templo verdadero, el arca del nuevo pacto, el inicio de la redenci\u00f3n que, como todas las cosas de Dios, lleva el tres, signo simb\u00f3lico del Dios Trino.
El primer tiempo de la redenci\u00f3n es la creaci\u00f3n -obra m\u00e1s espec\u00edfica del Padre- del alma sin mancha destinada a descender para habitar una carne que habr\u00eda sido sagrario de Dios, y el amor del Hijo y del Esp\u00edritu Santo beat\u00edficamente velaron su formaci\u00f3n. El segundo<\/p>
194 Padre Migliorini<\/p>
tiempo es cuando, por obra del Esp\u00edritu, Aqu\u00e9lla sin mancha, toda bella y pura, fundi\u00f3 su ardor de virgen enamorada de Dios con el ardor del Amor de Dios, y por obra del Esp\u00edritu gener\u00f3 a Cristo para las gentes. El tercer tiempo, cuando Cristo cumpli\u00f3 su misi\u00f3n de Redentor muriendo en la Cruz.
Tambi\u00e9n entonces Mar\u00eda estaba unida a la obra de Dios, y por obra del Hijo, se hizo Corredentora y V\u00edctima con \u00c9l. Indisolublemente unida a Dios y a su voluntad, Ella est\u00e1 presente en cada momento de las etapas del camino de la Redenci\u00f3n, y sin Mar\u00eda no habr\u00edas tenido al Redentor.
La Madre es la flor completamente abierta en toda la p\u00farpura de su vestidura real. Pero la Madre, para ser tal, no s\u00f3lo tuvo que iniciarse en el capullo inviolado de la Virgen candid\u00edsima, sino en la semilla a\u00fan no nacida de la que despu\u00e9s brot\u00f3 el tallo, el capullo, la flor.
Al celebrar la fecha de la Concepci\u00f3n inmaculada de Mar\u00eda, suave fruto de nuestro amor y portadora del Fruto de amor infinito, consagrado a vuestra salvaci\u00f3n, que soy Yo, tened presente no s\u00f3lo a Mar\u00eda cual fue concebida, sino su origen -tres veces santa porque para crearla concurrieron nuestros tres amores -y su especial dignidad como iniciadora del perd\u00f3n del Eterno hacia el hombre.
Aurora serena del d\u00eda de la Redenci\u00f3n, Ella vino a vosotros con su casto fulgor de Estrella matutina y de alma paradis\u00edaca. Su cuna, que se prepara para recibirla precede en poco a la m\u00eda, y su sonrisa os ense\u00f1a el Gloria para cantar al Eterno que, en su Caridad perfect\u00edsima, ha cumplido por vosotros los dos amorosos prodigios de la Concepci\u00f3n inmaculada de Mar\u00eda y de mi Encarnaci\u00f3n\u00bb.<\/p>
26 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHagamos una pausa al comentario de Isa\u00edas. Est\u00e1s tan cansada, amiga m\u00eda, y tan sufriente que necesitas un consuelo y no un sobrepeso. Mis palabras, por otra parte, no desentonan del tema que tratamos. M\u00e1s bien, son como un \u00absolo\u00bb en la epopeya prof\u00e9tica que anuncia mi venida, mi misi\u00f3n, mi gloria.
As\u00ed haremos un regalo al Padre que te gu\u00eda y que est\u00e1 deseoso de o\u00edr hablar sobre Mar\u00eda, como un ni\u00f1o que tiene lejos a su madre y quiere saber sobre ella para conocerla y amarla cada vez m\u00e1s. Y en verdad te digo que Padre Romualdo es ciertamente un \u00abhijo\u00bb para mi Madre y mi Madre es, en efecto, \u00abmam\u00e1\u00bb para \u00e9l.
No todos sus compa\u00f1eros son semejantes a \u00e9l bajo el h\u00e1bito que les iguala. El coraz\u00f3n es lo que var\u00eda. Y el coraz\u00f3n lo es todo. En el suyo no hay malicia, no hay soberbia, no hay dureza, no tiene sentidos y mente a lo humano. Del mismo modo que depuso el traje de paisano, del hombre, para asumir el h\u00e1bito, as\u00ed se despoj\u00f3 de la humanidad para convertirse \u00fanicamente en siervo de su Se\u00f1or, portador de Cristo, luz y voz de Dios y de la Madre m\u00eda y suya.
El suyo es un coraz\u00f3n de ni\u00f1o que gobierna una mente adulta. Y si para ser amados por M\u00ed y conquistar el Cielo hay que saber hacerse como ni\u00f1os, lo mismo es para ser amados por mi Madre la cual, cuando ve un coraz\u00f3n que la refleja en pureza, humildad, sencillez, fe, caridad, con la misma facilidad que un ni\u00f1o, toma ese coraz\u00f3n y se lo estrecha contra el Coraz\u00f3n sobre el que Yo dorm\u00ed.
No hay un mes en el a\u00f1o que no lleve como piedra preciosa en el engarce de sus d\u00edas una fiesta de Mar\u00eda. Pero diciembre es mes mariano por excelencia porque contempla las dos mayores glorias de Mar\u00eda: la Concepci\u00f3n inmaculada y la Maternidad divina y virginal.<\/p>
Quiero desvelarte algunas ideas sobre esta maternidad.
Nada le imped\u00eda a Dios hacer nacer a su Hijo en la ciudad de Jerusal\u00e9n. Capital de Palestina, centro de la fe y del poder, a la mente humana le podr\u00eda parecer que fuera la ciudad m\u00e1s adecuada para el nacimiento del Rey de los Jud\u00edos. Pero las previsiones de Dios difieren de las de los hombres.
Jerusal\u00e9n ya no era santa. Llevaba ese nombre, pero la corrupci\u00f3n estaba en todos sus estratos: desde el Templo hasta la Corte, desde las tropas hasta los ciudadanos. Jerusal\u00e9n ya hab\u00eda tenido todo cuanto hab\u00eda querido, y como el rico Epul\u00f3n, conven\u00eda darle la respuesta de Abraham: \u00abRecuerda que t\u00fa tuviste todos los bienes\u00bb. Todos menos el \u00fanico necesario porque lo rechaz\u00f3: \u00abel bien de la posesi\u00f3n de Dios\u00bb.
Soberbia, arrogancia, avaricia, dureza, ciencia humana, riqueza, lujo y lujuria. En ella hab\u00eda de todo. Y su vientre se hartaba de estas comidas humanas dejando morir de hambre al pobre L\u00e1zaro de su esp\u00edritu, el cual, lleno de llagas, clamaba saciarse con el alimento de Dios, pero s\u00f3lo encontraba las piedras pesadas de los preceptos farisaicos en vez de la miel de Dios.
Dios se retira de donde est\u00e1 todo lo que no es \u00c9l y donde nadie trata de meterle en este \u00abtodo\u00bb, para hacer del todo base del trono del Se\u00f1or, a quien deben someterse todas las cosas de la Tierra.
Vosotros, en cambio, hac\u00e9is de las cosas de la Tierra el c\u00falmen de vuestro pensamiento sobreponi\u00e9ndolas a Dios. Estad atentos a que no os suceda lo que le ocurri\u00f3 a Jerusal\u00e9n. Ya os est\u00e1 sucediendo porque Dios, al que ya no busc\u00e1is, se retira dej\u00e1ndoos en vuestro \u00abtodo\u00bb fr\u00e1gil y malvado, dej\u00e1ndoos contando vuestras riquezas malditas, falsas, demoniacas. Una sola es la moneda que tiene valor en un tesoro. Una sola. Y vosotros no la pose\u00e9is.
El don que habr\u00eda hecho grande eternamente a Jerusal\u00e9n le fue quitado. Sus murallas no encerraron ni el nacimiento ni la muerte de Cristo, sino s\u00f3lo el delito de su condenaci\u00f3n, contra la que se rebelaron incluso las piedras, derrumb\u00e1ndose con mi muerte y cayendo obedientes a la voluntad de Dios, cuando Jerusal\u00e9n fue arrasada por aquellos a cuyo poder – demasiado reverenciado en vano- hab\u00edan dado, como un cordero para degollar, a Jes\u00fas de Nazaret.
Esto sucede, hijos, cuando no se respeta la medida. Nace el delito y nace la consiguiente destrucci\u00f3n. El error que niega a Dios, sustituy\u00e9ndolo por los dioses de las pasiones humanas, hace que Dios os abandone y os quite la bendici\u00f3n de su permanecer entre vosotros. La idolatr\u00eda hacia los hombres hace que los idolatrados se transformen en ejecutores de castigos, hasta convertirse en asesinos, porque sobre los siervos, sobre los esclavos, es l\u00edcito agitar el l\u00e1tigo y hacer caer el flagelo. Es l\u00edcito all\u00ed donde no est\u00e1 viva la Ley de Cristo. Y tanto los id\u00f3latras como los idolatrados han renegado de esta Ley, por eso dan a los siervos el pan de su c\u00e1rcel: destrucci\u00f3n y cadenas.
Cuando, como un fruto maduro que est\u00e1 a punto de caer de la rama, el Hijo del Hombre estaba a punto de venir a ser Luz en el mundo, la Voluntad de Aqu\u00e9l, respecto del cual los emperadores m\u00e1s poderosos son como una pajita en una viga maestra, predispuso al C\u00e9sar para que promulgara el Edicto.
No fue la Ciudad santa de nombre pero deca\u00edda de su santidad por su malvado querer, sino la ciudad-origen en la que a\u00fan alentaba la fe de David, mi siervo, era la que deb\u00eda acoger en su per\u00edmetro el prodigio del amor.
En Nazaret, la despreciada por los Jud\u00edos, qued\u00f3 encinta de M\u00ed la Bienaventurada. En Bel\u00e9n, la decadente seg\u00fan la soberbia suposici\u00f3n de los Jud\u00edos, Mar\u00eda deb\u00eda posar su beso de Virgen sobre el Hijo de Dios y suyo, aparecido con el resplandor de una estrella en la gruta determinada, desde hac\u00eda siglos, para recibirlo.<\/p>
Dios va a los humildes. Esto os explica el porqu\u00e9 los elegidos para ser los anunciadores de una gracia, conocedores de una aparici\u00f3n, portadores de una voluntad divina, difusores de la Palabra, son generalmente los pobres -a los ojos del mundo- sobre los que Dios se posa con su Esp\u00edritu para abrir sus ojos y sus o\u00eddos al sentido superior, que ve m\u00e1s all\u00e1 de los confines de lo humano en las regiones de Dios.
Cuando Yo quiero, y en cuanto lo quiero, puedo. Puedo aterrar a un gigante del ate\u00edsmo o del racionalismo con un solo toque de mi querer, porque soy de la estirpe de David, que derrib\u00f3 a Goliat, y sobre todo soy el Poder, la Fuerza, el Deseo perfecto. Con una caricia depositada sobre quien, amoroso, me tiende el esp\u00edritu, puedo abrir, con s\u00f3lo un roce del pulgar, los sentidos espirituales a la vista y al o\u00eddo de las cosas sobrenaturales y hacerlo capaz de \u00abconocer a Dios\u00bb as\u00ed como una esposa conoce al esposo.
Hasta ma\u00f1ana, hija. Vendr\u00e9 para traerte a Mar\u00eda que deja la casa de Nazaret para ir a Bel\u00e9n. Descansa en paz\u00bb.<\/p>
27 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSi todas las mujeres, que no sean depravadas, conocen el \u00e9xtasis de la alegr\u00eda femenina pensando en la alegr\u00eda de la pr\u00f3xima maternidad, \u00bfqu\u00e9 \u00e9xtasis habr\u00e1 alcanzado mi santa Madre cuando se acercaba su sublime maternidad?
La maternidad bien entendida es v\u00e9rtice del amor. M\u00e1s c\u00e1lido que el amor que une a los hijos de una misma cuna, m\u00e1s casto que el amor que une dos carnes, el amor materno, cuando es justo, es el amor completo, perfecto, y el m\u00e1s alto de los amores de la Tierra.
Pero Mar\u00eda no s\u00f3lo era la criatura que ama a la criatura que se forma en ella y que es el fruto de un doble amor de criaturas. Mar\u00eda amaba a Dios en su hijo, venido a Ella con su Voluntad, con su Amor, con su Obediencia, para hacerse carne de su carne.
Miraba a su vientre inviolado y lo ve\u00eda sagrario del Dios vivo. Sent\u00eda latir otro coraz\u00f3n y sab\u00eda que era el Coraz\u00f3n de un Dios hecho carne. Anticipaba con su deseo el momento de hacer de sus brazos mi altar para la primera ofrenda de la Hostia de perd\u00f3n. Y se juraba a s\u00ed misma amarme como s\u00f3lo Ella, sin peso de culpa, pod\u00eda amarme para reparar por adelantado lo que ya hac\u00eda lagrimar su ojo y sangrar su coraz\u00f3n: las torturas de mi misi\u00f3n de Redentor.
Si es costumbre de los piadosos el realizar un retiro espiritual en la vigilia de un acontecimiento importante para ellos, para poder conocer la Voluntad del Se\u00f1or y ser dignos de su bendici\u00f3n sobre la obra que est\u00e1 a punto de comenzar, bien pod\u00e9is comprender c\u00f3mo esta Criatura, ya perfecta en la oraci\u00f3n, se haya ce\u00f1ido con m\u00edsticos velos para aislarse en un retiro espiritual cada vez m\u00e1s creciente cuanto m\u00e1s cercano estaba el cumplimiento del acontecimiento.
El viaje de Nazaret a Bel\u00e9n fue realizado por Mar\u00eda como si estuviese rodeada por una m\u00edstica clausura abierta s\u00f3lo hacia el Cielo, que se acercaba cada vez m\u00e1s para estar sobre Ella con todos sus resplandores, sus cortejos ang\u00e9licos, sus armon\u00edas celestiales, como el velo de un baldaquino real bordado con joyas.
Ya estaba en \u00e9xtasis. Y la multitud, que ve\u00eda pasar a un hombre silencioso conduciendo las riendas de un borriquito cabalgado por una joven absorta en su pensamiento interior, se apartaba porque parec\u00eda que una luz emanase de ese grupo y detr\u00e1s de \u00e9l quedase un perfume celestial. Y la gente no sab\u00eda explicar el porqu\u00e9 los m\u00e1s pobres de entre ellos parecieran reyes ante los cuales las multitudes se dividen obsequiosas como olas del mar surcadas por nave majestuosa.<\/p>
Era la Estrella del Mar quien pasaba, era la nave portadora de la Paz que pasaba entre la guerra del mundo, era la Vencedora que pasaba por donde se hab\u00eda arrastrado Satan\u00e1s para limpiar el camino al Verbo que ven\u00eda para reunir el Cielo con la Tierra.
P\u00e1lida y mansa iba al encuentro del Amor, y no s\u00f3lo como un abrazo de fuego espiritual, sino calidez de carne verdadera que era de mujer pero que era Dios, y cuando Jos\u00e9 romp\u00eda ese \u00e9xtasis penetrando respetuoso como si atravesase los umbrales de Dios, para dar a su Mujer conforto de alimento y descanso, no eran largas conversaciones, sino s\u00f3lo una mirada, una palabra: \u00ab\u00a1Jos\u00e9!\u00bb, un apret\u00f3n de manos, y en Jos\u00e9 se volcaba la ola del \u00e9xtasis como de una copa colmada hasta el borde.
Las palabras estorban la atm\u00f3sfera donde vive Dios. Para los justos no se necesitan palabras para persuadidos de la presencia de Dios y de los admirables efectos de su presencia en un coraz\u00f3n.
O se cree o no se cree. Si ten\u00e9is a Dios en vosotros cre\u00e9is porque sent\u00eds a Dios, m\u00e1s all\u00e1 de los velos de la carne, viviente en una criatura. Si no ten\u00e9is a Dios, ninguna palabra puede persuadiros de la uni\u00f3n de Dios con un coraz\u00f3n humano. La fe es la que da la capacidad de creer, y la posesi\u00f3n de Dios es la que da la capacidad de ver a Dios vivo en un semejante. El misterio de Dios, los por qu\u00e9 de Dios, no se pueden explicar con m\u00e9todo humano. Est\u00e1n por encima de vuestros m\u00e9todos. S\u00f3lo viviendo humildemente en lo sobrenatural pod\u00e9is ver, por la rendija abierta por la Bondad, para vosotros, las relaciones espirituales y los extasiantes acercamiento s entre un alma y Dios.
Las criaturas elegidas por Dios para el \u00e9xtasis viven en una fiesta de fulgores, como centellas que danzan en un incendio, en un rugir de llamas divinas, en un fundirse de centella en llama para vivir cada vez m\u00e1s, encenderse y encender. Alimento que se alimenta en el Centro del Amor, ellas llevan al Amor su amor y aumentan la gloria, y de ese Amor reciben vida y gloria propias.
Mar\u00eda ten\u00eda en s\u00ed el Fuego sant\u00edsimo y era fuego. Y las leyes de la vida estaban pr\u00e1cticamente anuladas por este vivir de ardor. Y se anulaban cada vez m\u00e1s cuanto m\u00e1s se acercaba el incendio para transformarse en Carne reci\u00e9n nacida, por lo que, en el bienaventurado momento de mi aparecer en el mundo, Ella se sumi\u00f3 en el \u00e9xtasis, en el fulgor del Centro de Fuego del que emergi\u00f3 llevando en los brazos la Flor del Amor, pasando de las voces de la divina Llama a las melod\u00edas ang\u00e9licas, del rutilar de la Trinidad contemplada hasta la fusi\u00f3n, a la visi\u00f3n de los coros ang\u00e9licos bajados para dar a la Tierra el anuncio y la promesa de Paz, y para hacer de corona a la Madre Reina, a la Madre del Rey de los reyes, y tras haber abrazado a Dios con su esp\u00edritu arrebatado, abraz\u00f3 al Hijo de Dios, su Hijo, con sus brazos que no conoc\u00edan abrazo de hombre\u00bb.<\/p>
28 de noviembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEl signo caracter\u00edstico de mi nacimiento al mundo fue la luz.
Muchas veces los hechos se caracterizan por fen\u00f3menos que vosotros nombr\u00e1is y explic\u00e1is como coincidencias casuales y en cambio son los presagios, las llamadas de Dios para atraer vuestra atenci\u00f3n, desviada tras mil cosas m\u00e1s o menos necesarias, sobre un hecho que marcar\u00e1 una \u00e9poca en la historia del mundo o en la vida de un individuo.
Yo era la \u00abLuz\u00bb y la luz me precedi\u00f3, me envolvi\u00f3, me anunci\u00f3, me condujo, y condujo a M\u00ed a los puros de coraz\u00f3n.<\/p>
Te he dicho 195 que parec\u00eda que una luz emanara de Mar\u00eda mientras, en el pobre medio de los pobres, pasaba recogida por los caminos de Palestina. Otras veces te he dicho 196 que quien tiene en s\u00ed a Dios emana vibraciones de luz y de perfume no s\u00f3lo espiritualmente, ya que el Tesoro interno del cop\u00f3n vivo que lo lleva se esparce y es perceptible a los dem\u00e1s. Entonces vosotros dec\u00eds: \u00ab\u00c9ste tiene en s\u00ed algo que es especial. \u00a1Qu\u00e9 rostro! \u00a1Qu\u00e9 modos! De santo\u00bb.
Mar\u00eda era la Toda Santa y llevaba al Santo de los santos. Pose\u00eda por ello la perfecci\u00f3n de la santidad humana ya de tal modo deificada de ser casi igual a la de su Dios. Pose\u00eda la Perfecci\u00f3n divina que se hab\u00eda vestido de carne pidi\u00e9ndole nutrirla de su sangre virgen, formarla, serle refugio por los nueve meses de su formaci\u00f3n como hombre.
Dios se nutr\u00eda de Mar\u00eda. Dios Hombre est\u00e1 hecho de Mar\u00eda, y de mi dulc\u00edsima Madre Yo he tomado las caracter\u00edsticas f\u00edsicas y morales de dulzura, de mansedumbre, de paciencia. El Padre me ha dejado la Perfecci\u00f3n, pero Yo he querido asumir de la Bendita, que ha sido mi casto nido, el aspecto f\u00edsico y el m\u00e1s precioso aspecto moral del car\u00e1cter.
Siendo Mar\u00eda la m\u00e1s santa de cuantas criaturas hab\u00eda tenido la Tierra, emanaba la santidad, no ya como una vasija cerrada de la que se filtraban mol\u00e9culas de perfume, sino como astro encendido liberando \u00e9teres y rayos de potencia sobrenatural.
Si el Bautista salt\u00f3 en el vientre de su madre recibiendo la onda de la Gracia que emanaba de Mar\u00eda y fue santificado, tan potente hab\u00eda sido la emanaci\u00f3n como para superar las barreras de la carne tras la cual el fruto de Zacar\u00edas y de Isabel se formaba para serme evangelizador (Evangelio quiere decir \u00bbbuena noticia\u00bb y Juan dio a los hombres la \u00bbbuena noticia\u00bb de mi estar entre ellos, por tanto no yerro llam\u00e1ndole mi evangelizador. Esto va para los desconfiados de la palabra), quienes se acercaban directamente a Mar\u00eda no pod\u00edan quedarse sin repercusi\u00f3n.
Dej\u00f3 tras s\u00ed una estela de santidad operante y quienes se acercaron, s\u00f3lo con que sus corazones no rechazaran la Gracia, se convirtieron en predestinados a la santidad. Cuando todo sea conocido por el hombre, ver\u00e9is que entre los primeros seguidores del Hijo de Mar\u00eda hay muchos de aquellos que mantuvieron alguna relaci\u00f3n, incluso casual, con Ella, y quedaron lavados y penetrados por la Gracia que emanaba de Ella. Entonces conocer\u00e9is muchos prodigios obrados por mi Toda hermosa y Toda gracia.
Mar\u00eda convierte ahora los corazones m\u00e1s duros y salva a los pecadores m\u00e1s obstinados, pero el ciclo de su poder no se inici\u00f3 el d\u00eda en que -Estrella que vuelve a subir a los Cielos- Ella se elev\u00f3 para descansar de nuevo sobre mi Coraz\u00f3n y hacer el Para\u00edso m\u00e1s hermoso para M\u00ed, al completarlo porque ahora estaba Ella, la Madre que he amado infinitamente y a la que debo todo, como hombre, en compensaci\u00f3n de todo cuanto he recibido de Ella. La santificaci\u00f3n de las gentes a trav\u00e9s de Mar\u00eda se inici\u00f3 en el momento en que el Esp\u00edritu la hizo Madre y el Hijo de Dios tom\u00f3 carne en su beat\u00edsimo vientre.
Pleno de esta emanaci\u00f3n hasta el punto de ser casi semejante a la Llena de gracia, era Jos\u00e9. L\u00e1grimas benditas le flu\u00edan al Justo por la alegr\u00eda que le inundaba, m\u00edstica alegr\u00eda de con templador que est\u00e1 inclinado sobre un milagro de manifestaci\u00f3n de Dios. Adoraci\u00f3n y silencio fueron las caracter\u00edsticas de Jos\u00e9 santo. Respeto venerante hacia la Beata de la que era el protector natural. Y amor.
El primer amor casto de c\u00f3nyuge, el amor cual deb\u00eda ser el de los hombres seg\u00fan el pensamiento del Creador: amor sin el aguij\u00f3n del sentido y sin el fango de la malicia. Un amor natural y ang\u00e9lico al mismo tiempo porque en el alma de Ad\u00e1n y de sus hijos, seg\u00fan el pensamiento creador, deb\u00eda existir la pureza ang\u00e9lica del esp\u00edritu mezclada con la ternura<\/p>
195 En el dictado del 27 de noviembre
196 Por ejemplo, en los dictados del 10 de junio y del 30 de septiembre<\/p>
humana, y como una flor que se abre sin pecado desde el tallo que la lleva as\u00ed deb\u00eda, sin corrosi\u00f3n de concupiscencia, surgir el amor entre los c\u00f3nyuges y dar hijos a los t\u00e1lamos castos. ‘
Ser castos no quiere decir prohibir la uni\u00f3n. Quiere decir realizarla pensando en Dios que hace de dos animales racionales dos creadores menores y, como Dios cre\u00f3 sin poner pensamiento de malicia en el macho y la hembra y no puso en sus pupilas luz de carne para desvelar la carne a los inocentes, as\u00ed los c\u00f3nyuges deber\u00edan hacer del matrimonio una santa creaci\u00f3n dichosa de nacimientos, pero no ensuciada de concupiscencia.
El c\u00f3nyuge honesto y santamente amoroso trata de hacerse semejante al otro c\u00f3nyuge, porque quien ama tiende a semejarse a la criatura amada, por lo que el matrimonio bien entendido es elevaci\u00f3n mutua, porque no hay nadie que sea completamente perverso y basta con que cada uno mejore un punto, tomando como ejemplo lo bueno del otro para subir, en mutua emulaci\u00f3n, la escala de la santidad. Como una planta de la que brota una rama m\u00e1s alta que la anterior y sube hacia el azul, as\u00ed es la santidad conyugal e individual. Hoy es una virtud. Ma\u00f1ana de esta virtud brota otra cada vez m\u00e1s alta, y de las virtudes humanas de apoyo mutuo se sube a las cimas del hero\u00edsmo sobrenatural.
Jos\u00e9, c\u00f3nyuge santo y casto de la Santa y Casta, como un ni\u00f1o junto a la maestra, aprend\u00eda d\u00eda a d\u00eda la ciencia de ser semejante a Dios y, porque en su coraz\u00f3n de justo nada obstaculizaba a la Gracia, d\u00eda tras d\u00eda se parec\u00eda m\u00e1s a su Maestra amada, semej\u00e1ndose as\u00ed a Dios de quien Mar\u00eda era la copia m\u00e1s perfecta.
En la noche santa, lo que sacudi\u00f3 a Jos\u00e9, orante con fuerza tal de rodearse de una m\u00edstica barrera que aislaba a su alma del exterior, fue la luz.
En la gruta, antes apenas iluminada por un fueguecillo de ramos secos que ya languidec\u00eda por falta de alimento, se hab\u00eda difundido una luz sosegada que aumentaba gradualmente como el resplandor de la luna que, antes cubierta de nubes, se libera y desciende claro para platear la Tierra.
En la luminosidad estaba Mar\u00eda, a\u00fan arrodillada -porque Yo nac\u00ed mientras que Ella oraba- pero apoyada sobre sus talones. Era Mar\u00eda que con l\u00e1grimas y sonrisas besaba mi Carne de ni\u00f1o.
Tampoco entonces muchas palabras: la de siempre: \u00ab\u00a1Jos\u00e9!\u00bb, y la presentaci\u00f3n a \u00e9l del Fruto de sus santas entra\u00f1as.
La Familia era la primera redimida por Dios. Reconstruida como el Eterno la hab\u00eda pensado. Dos que se aman santamente y que santamente se encuentran inclinados sobre un reci\u00e9n nacido y en el beso que se intercambian sobre esa cuna no hay sabor de lujuria, sino gratitud mutua y mutua promesa de amarse con un amor mutuo que ayuda y conforta.
Cuando entraron los primeros pastores, encontraron a\u00fan a los dos Santos as\u00ed unidos en el amor y la adoraci\u00f3n y Jos\u00e9, hombre maduro, parec\u00eda el padre de la Virgen y del Ni\u00f1o, tanto se apreciaba en su aspecto esa ternura exenta de carnalidad que, desgraciadamente, s\u00f3lo se ve en el ojo de un padre.
Ya estaba la Luz en la Tierra, y desde los Cielos abiertos la luz descend\u00eda a oleadas de \u00e1ngeles anulando con su esplendor paradis\u00edaco la luminosidad de los astros en la noche serena. No fue percibida por los doctos, los ricos, los saciados de placeres, pero fue lucero del alba para los humildes trabajadores que cumpl\u00edan su deber.
Siempre es sagrado el deber, sea el que sea. El deber del rey que firma los decretos no es m\u00e1s alto que el del labrador que ara la tierra o del pastor que vela el reba\u00f1o. Es el Deber. Es la Voluntad de Dios. Por ello es siempre noble. Por ello consigue el mismo premio o el mismo castigo sobrenatural. Y no ser\u00e1 el tener corona o vara de pastor lo que os salvar\u00e1 del castigo o lo que os negar\u00e1 el premio. A quien hace el propio deber, cumpliendo as\u00ed la<\/p>
Voluntad Sant\u00edsima, Dios se le manifiesta y lo toma como testimonio de sus prodigios.
Y Dios fue manifestado a los pastores y los pastores fueron los llamados para testimoniar los prodigios de Dios. En la luz que ya se hab\u00eda hecho fulgurante porque todo el Cielo estaba sobre y en la gruta, el Emmanuel fue visible a los segundos redimidos de la Tierra: a los trabajadores. Porque Dios ha venido para santificar el trabajo despu\u00e9s de a la Familia. El trabajo, dado al hombre como una maldici\u00f3n tras la culpa de Ad\u00e1n, se convert\u00eda en bendici\u00f3n desde el momento en el que el Hijo de Dios quiso convertirse en trabajador entre los hombres.
La Luz hab\u00eda venido al mundo. Y para contenerla no bastaba ni el miserable portal ni el campo limitado de Bel\u00e9n. La Luz se derram\u00f3 de oriente a occidente, del mediod\u00eda al sur. Al aparecer no habl\u00f3 a los libertinos, resplandeciendo no pronunci\u00f3 palabras para los vividores. Habl\u00f3 a quienes, puros de coraz\u00f3n y anhelantes de la Verdad, humillaban su mente cult\u00edsima a los pies de Dios y se sent\u00edan \u00e1tomos ante su Santidad.
La Luz se mostr\u00f3 a los poderosos que hac\u00edan de su potencia instrumento de conquistas espirituales, y los llam\u00f3, para que la adoraran, con un destello que colm\u00f3 los cuatro puntos del firmamento. A los poderosos, porque Dios ha venido para santificar a los Poderosos despu\u00e9s de los Trabajadores y la Familia, y con los poderosos la Ciencia. Pero Dios no se manifiesta ni cubre de bendiciones a los potentes malvados ni a los cient\u00edficos ateos, sino a quienes hacen del don de la potencia y de la ciencia un medio de elevaci\u00f3n sobrenatural, no de abuso o negaci\u00f3n.
Dios es Rey tambi\u00e9n de los reyes y Dios es Maestro tambi\u00e9n de los maestros. La Luz encontr\u00f3 muchos maestros en la tierra, pero s\u00f3lo se hizo llamada para los maestros deseosos de Dios. Siempre es as\u00ed. La Gracia obra all\u00ed donde existe el deseo de poseerla, y obra tanto m\u00e1s, hasta convertirse en Palabra y Presencia, cuanto m\u00e1s vivo es el deseo de la posesi\u00f3n y del ser pose\u00eddos.
Ante el Rey de los reyes, guiados por lo \u00fanico que es digno de ser huella de Dios: la luz, vinieron desde las regiones m\u00e1s remotas los poderosos, primer pelda\u00f1o de los innumerables que, por los siglos de los siglos, habr\u00edan emprendido la m\u00edstica marcha para ir hacia Dios. No fue a los potentes de Palestina, ni a quienes se cre\u00edan depositarios de los secretos y de los decretos de Dios -y tales decretos y secretos se hab\u00edan vuelto incomprensibles para ellos porque carec\u00edan de santidad, y los signos del Cielo y las palabras del Libro eran simples meteoritos y simples palabras ya sin significado sobrenatural-, sino a los lejanos.
Hab\u00eda venido como Luz en el mundo. Luz para el mundo. Luz al mundo. Llamaba a todo el mundo a la Luz. A todo el mundo.
Y lo llamo. Lo llamo desde hace veinte siglos, sin descanso. No dejo de hacer resplandecer mi Luz sobre vuestras tinieblas. Si supierais alzaros por encima de la barrera de neblina que hab\u00e9is esparcido sobre el mundo, ver\u00edais el Sol divino siempre relumbrante y benigno sobre los hombres, sobre todos los hombres.
No hay que asombrarse si ya os preceden los que est\u00e1n m\u00e1s lejanos de la Roma cat\u00f3lica. Gaspar, Melchor, Baltasar, desde tres puntos de la Tierra, sobre el paciente lomo de los camellos, vinieron a la Luz del mundo no vista por los compatriotas del Hijo de Mar\u00eda. Africanos, asi\u00e1ticos, australes, vienen a la Cruz que vosotros hab\u00e9is rechazado. Y os adelantar\u00e1n. En el \u00faltimo d\u00eda, cuando el tiempo y los hombres sean iluminados en todo punto y lugar, se ver\u00e1 la ingrata laguna dejada por vosotros, cat\u00f3licos desde hace siglos, mientras que los dem\u00e1s: id\u00f3latras y her\u00e9ticos, fascinados por Cristo, Se\u00f1or Santo, habr\u00e1n afluido con sus almas virginizadas por la Gracia.
\u00a1Cu\u00e1ntos movimientos tenebrosos hay en el mundo civil! Es vuestra verg\u00fcenza y vuestro castigo. Nunca hubierais debido y nunca deber\u00edais permitir que la Luz, que os fue dada por<\/p>
los primeros, fuera rechazada y renegada por vosotros. Las tinieblas os matan y no las quer\u00e9is abandonar. De ellas proceden, como los odiosos animales de la noche, todos los males que os atormentan y se nutren de vuestra sangre, de vuestro tormento.
Ya no me quer\u00e9is. Ya no me comprend\u00e9is. Ya no me conoc\u00e9is. Ni siquiera ya me conocen los de \u00abmi casa\u00bb. Y Yo a duras penas les conozco, de tanto como los han embrutecido las muchas enfermedades de la carne y de la mente.
Pero, en este primer domingo de Adviento que anuncia la venida de la Luz al mundo, Yo os ruego, oh hijos, que si ya no os atrev\u00e9is a mirarme como Redentor y Juez, porque a vuestra alma envilecida le produce miedo el Dolor y terror la Justicia, miradme, peque\u00f1o ni\u00f1o sobre el seno de Mar\u00eda. Un ni\u00f1o s\u00f3lo puede tener caricias y sonrisas. Y esto tengo para vosotros.
Piedad de mi desnudez y de mi pobreza. No de vestidos y de dinero, sino de amor. De vuestro amor. No quiero oro ni incienso. S\u00f3lo quiero vuestro amor. Lo quiero porque amarme y conocerme es Vida y Verdad. Como Mar\u00eda me ha generado por obra del Amor, as\u00ed Yo os quiero generar por medio del amor. El m\u00edo es vivo y activo, pero es necesario tambi\u00e9n el vuestro.
Venid a M\u00ed y acogedme. Abrir\u00e9 en vosotros torrentes de Luz y de Gracia y os har\u00e9 llegar a ser hijos de Dios como soy Yo. Benditos quienes acogen mi Luz. Yo estar\u00e9 en ellos. Habitar\u00e9 en ellos, en su esp\u00edritu. Porque el Verbo no necesita moradas de arcilla, sino moradas vivas: \u00c9l quiere los esp\u00edritus de los hombres como vivienda.
La gloria de Dios se ha desvelado a quienes me acogen, porque donde estoy Yo est\u00e1n conmigo el Padre y el Esp\u00edritu, y la gloria del Se\u00f1or se desvela plena y reconfortante para ellos, y la Gracia es su vida, y como el sol desde lo alto del cielo, la Paternidad, la Herman- dad, la Caridad divina est\u00e1n sobre ellos anticip\u00e1ndoles la bienaventuranza.
Mar\u00eda, en su luminosidad ext\u00e1tica, me ofrece a vuestro amor. Inclinad la frente ante el Amor hecho carne. \u00c9l ha dejado los Cielos para llevaros a los Cielos. Ha venido en la guerra para traeros la Paz\u00bb.<\/p>
Desde hace tres d\u00edas se han abierto para mi alma los r\u00edos del \u00e9xtasis, y gozo de la visi\u00f3n adem\u00e1s de la palabra. Tengo el alma hecha candor y luz, porque est\u00e1n en m\u00ed el candor de la Madre Virgen y la Luz.
Gloria a Dios por su bondad que concede a su sierva el ver lo que han visto los \u00e1ngeles y que inunda mi alma de su Paz.
La radio transmite en este momento el \u201cAgnus Dei\u00bb de la misa dominical. Pero yo he visto al Cordero reci\u00e9n nacido durmiendo en el seno del Candor… y es m\u00e1s hermoso que la m\u00fasica m\u00e1s bella…<\/p>
29 de noviembre<\/p>
Daniel 9, 20-27. Dice Jes\u00fas:
\u00abSiempre, desde el comienzo de la oraci\u00f3n, la gracia del Se\u00f1or desciende sobre vosotros. Hablo de la oraci\u00f3n santa, no de la necia petici\u00f3n de cosas in\u00fatiles, o reprobadas por Dios y por la recta moral. El Eterno, que vela por vosotros desde los Cielos no tiene coraz\u00f3n duro como el vuestro, que sois duros para con los hermanos e ingratos para con Dios. \u00c9l se inclina enseguida sobre vosotros, cuando con coraz\u00f3n, humilde, amoroso y confiado, cuando con sacrificio y constancia, ped\u00eds piedad a Dios.
Pan y consuelo, ciencia y gu\u00eda os da Dios cuando os dirig\u00eds a \u00c9l. y si no se os satisface<\/p>
siempre, no pens\u00e9is que quedar\u00e9is sin respuesta en vuestro orar. Por alguna cosa, negada por una Inteligencia que todo conoce, vosotros recib\u00eds otros dones que no siempre apreci\u00e1is en seguida y que no agradec\u00e9is inmediatamente. Pero antes o despu\u00e9s deb\u00e9is reconocer esta Bondad inteligente que os cuida. Y si aqu\u00ed no la conoc\u00e9is, ciertamente ser\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de la vida terrena donde sabr\u00e9is cu\u00e1n grande y bueno fue para vosotros el Se\u00f1or.
A Daniel que a\u00fan oraba -y su oraci\u00f3n tambi\u00e9n podr\u00edais recitarla ahora- le habl\u00f3 mi \u00e1ngel.
El Consolador, que es tambi\u00e9n el Anunciador, nunca est\u00e1 al margen de cuanto a M\u00ed se refiere. Mensajero de Dios, esp\u00edritu obediente y amoroso, fue siempre su gozo el llevar la voluntad de Dios a los hombres y consolar a los que sufren. No dej\u00f3 raudo el Cielo s\u00f3lo para el anuncio beato, para consolar a Jos\u00e9, para confortar mi tremenda agon\u00eda. Ya hab\u00eda ido a los profetas a llevar la palabra y a desvelar el futuro que me concern\u00eda como Mes\u00edas. Esp\u00edritu inflamado de amor aletea cerca de los deseosos de Dios y lleva los suspiros de los amantes a Dios y las luces de Dios a sus amantes.
Uno s\u00f3lo pod\u00eda quitar las transgresiones, el pecado y la injusticia de la Tierra, que era merecedor a de un nuevo diluvio y s\u00f3lo fue inundada y limpiada por una Sangre divina e inocente. Yo, verdadero Dios hecho carne por vosotros. Corrupci\u00f3n, pecado, injusticia y guerra entre el hombre y Dios, habr\u00edan finalizado cuando, si bien no por la unci\u00f3n real, sino por unci\u00f3n f\u00fanebre, hubiera sido ungido el Santo de los santos, el Inocente matado por amor hacia los hombres.
Suspiro de los Patriarcas y de todo el pueblo de Dios, el Mes\u00edas deb\u00eda surgir para crear la nueva Jerusal\u00e9n que no muere para siempre. La Iglesia que vive y vivir\u00e1 hasta el fin de los siglos y que continuar\u00e1 viviendo en sus santos tras el d\u00eda de esta Tierra. Y a Daniel se le da a conocer el n\u00famero de los d\u00edas que separaban a los vivientes del tiempo del Se\u00f1or y las consecuencias de la iniquidad del pueblo que responde al prodigio de Dios con una condenaci\u00f3n.
La condenaci\u00f3n de Cristo se\u00f1ala la condenaci\u00f3n del pueblo.
Un delito atrae siempre un castigo. Y dado que ning\u00fan delito es mayor que el de ensa\u00f1arse con los inocentes y calumniar a los no culpables, \u00bfqu\u00e9 castigo pod\u00eda reservarse para quien hab\u00eda matado al Inocente, que no fuera la destrucci\u00f3n total del lugar donde se hab\u00eda instalado la ignominia?
Los sacrificios ya son in\u00fatiles cuando se ha superado la medida. Dios es long\u00e1nime, pero no es injusto. Y perdonar la obstinaci\u00f3n en el pecar despu\u00e9s de haber dado todos los medios para conocer el error, salir de \u00e9l y volver a Dios, hubiera sido una injusticia por parte de Dios hacia los justos y hacia quienes han torturado los malvados.
Las setenta y dos semanas podr\u00edan ser, entonces, tambi\u00e9n de siglos, y al finalizarse \u00e9stas, oh hija, llegar la desolaci\u00f3n sobre la Tierra y el abomino all\u00ed donde todo deber\u00eda ser santo. Ya os hab\u00e9is encaminado.
Demasiada resquebrajadura de ciencia humana corroe, como una caries, el coraz\u00f3n de mis ministros que no saben ser de Dios sino del mundo, y que absorben el esp\u00edritu del mundo y dan al mundo su aliento que ya no es de Cielo. Es el gran dolor de Cristo. Demasiadas regiones sin iglesias. Demasiadas iglesias sin sacerdotes. Demasiados fieles sin gu\u00eda. Demasiados corazones sin amor.
Si Gabriel viniera de nuevo muy dif\u00edcilmente encontrar\u00eda corazones que supieran orar como Daniel y que acogiesen su palabra sin fraccionarla hasta destruirla para estudiarla y lograr negarla. \u00bfY no es esto ya una abominaci\u00f3n en la casa de Dios, all\u00ed, donde al menos sus ministros, al menos ellos, deber\u00edan ser luz de las gentes?
Est\u00e1is matando a Cristo por segunda vez. Lo mat\u00e1is en vuestro esp\u00edritu. Y dentro de poco ya no ser\u00e9is su pueblo, sino una tribu de id\u00f3latras. Por eso, no os quej\u00e9is de que el Cielo se<\/p>
haya cerrado sobre vuestro fermento de abominaci\u00f3n.
En verdad os digo que, si no os convert\u00eds al Se\u00f1or Dios vuestro, la desolaci\u00f3n durar\u00e1 hasta el final\u00bb.<\/p>
30 de noviembre<\/p>
Miqueas 5, 1-5.
Dice Jes\u00fas 197:
\u00abTe fue dicha 198 la raz\u00f3n por la que Bel\u00e9n fue la predestinada de entre todas las ciudades de Jud\u00e1 para ser la que habr\u00eda recibido al Salvador. Fue grande, no tanto por la muerte de Raquel y por el cetro que le correspondi\u00f3 con la estirpe de Jud\u00e1 199, sino por haber acogido al verdadero Rey a quien mirar\u00e1n todas las gentes, con ilimitado amor o con odio igualmente sin fin, hasta el final de los tiempos.
El Esperado de las gentes, cuyo cetro es una cruz, cuya ley son el amor y el perd\u00f3n, cuya obra es la redenci\u00f3n, all\u00ed donde Raquel hab\u00eda muerto dando a luz al hijo de su dolor y dando a Jacob el hijo tan querido como su mano derecha para un hombre, deb\u00eda venir a la luz de Aqu\u00e9lla, mucho mayor que Raquel en los m\u00e9ritos y en el dolor, que fue hecha madre no por obra carnal sino por obra del Esp\u00edritu Santo, y dio a luz a su Unig\u00e9nito por voluntad del Eterno y contra su pensamiento humano.
A la Virgen que no pensaba conocer nunca la maternidad se le dio el Hijo. El pan de la obediencia fue partido por Mar\u00eda antes de que fuera partido por Jes\u00fas, quien, como el Padre, no fuerza a los suyos para que le obedezcan, sino que les pide adhesi\u00f3n de amor para darse a ellos. Mar\u00eda, pues, dio a luz al Mes\u00edas, el Due\u00f1o del mundo, que permanecer\u00e1 en su tierra (Palestina) hasta que la tierra culpable no lo arroje fuera de su seno, ti\u00f1endo sus vestiduras no ya con la sangre de la uva, sino con la Sangre divina.
Despu\u00e9s, el Hijo del hombre volver\u00e1 a subir al Cielo saliendo del sepulcro como una piedra lanzada con un arco. Pero \u00a1ay de aquel lugar que lo haya rechazado, y ay de aquellos corazones homicidas! Ser\u00e1n desolados y pasar\u00e1n a la historia, a lo largo de los siglos, con nombre de deicidio, por todas las desolaciones infligidas al Santo.
Generado como Hijo de Dios desde los d\u00edas de la eternidad, generado como hijo del hombre desde el tiempo marcado por Dios, El dominar\u00e1 no con vestidura y corona de dominio humano. Y aunque no ha reinado en la tierra de Jud\u00e1 y aunque la tierra de Jud\u00e1 lo trat\u00f3 como un malhechor, su reino, Yo os lo juro, vendr\u00e1 tambi\u00e9n sobre ella.
A su derecha reunir\u00e9 a todas las estirpes, porque a todas ha redimido mi Hijo, escogiendo de ellas a quienes tienen en s\u00ed sed de Verdad. Rey cuyo reino no tendr\u00e1 fin, dominar\u00e1 sobre la eternidad y sobre todo cuanto existe, que Yo lo he puesto como escabel a sus pies atravesados, con su fuerza de amor.
Y bienaventurados aquellos que se conviertan a su amor o que permanezcan fieles a \u00c9l hasta el final. \u00c9stos heredar\u00e1n junto a \u00c9l la Tierra, y la Paz de la que es el Hacedor ser\u00e1 su herencia por los siglos de los siglos\u00bb.<\/p>
Tambi\u00e9n aqu\u00ed me doy cuenta, leyendo lo escrito, de que habla Nuestro Padre.
Son las 9 de la ma\u00f1ana. El otro fragmento, el del 29, lo he escrito por la tarde, entre sufrimientos atroces que me estaban torturando todo el d\u00eda hasta culminar en una crisis de asfixia a las 18 h.<\/p>
197 Pero, como anota la escritora al final del dictado, son palabras del Eterno Padre
198 En el dictado del 26 de noviembre
199 En el original italiano, Jud\u00e1 es una palabra poco legible, superpuesta a otra palabra que parece David<\/p>
Desde las primeras horas de la noche Jes\u00fas me ten\u00eda en su poder, desde que me hab\u00eda dicho: \u00bbBusca el punto de las 70 semanas\u00bb. Y le aseguro que durante el d\u00eda hab\u00eda sufrido tambi\u00e9n por esto. Estaba como absorta. Los dem\u00e1s tambi\u00e9n se dieron cuenta. Y no ve\u00eda el momento de que se hiciera de noche, porque sent\u00eda que Jes\u00fas me esperaba a aquella hora para hablar. Pero estaba tan cansada que le confieso, como en confesi\u00f3n, que he escrito s\u00f3lo por la fuerza que Jes\u00fas me daba palabra por palabra. Dorm\u00eda de pie. Se me cerraban los ojos. Apenas hube terminado, cerr\u00e9 el cuaderno sin ocuparme de m\u00e1s, y s\u00f3lo esta ma\u00f1ana he entendido el sentido de cuanto hab\u00eda escrito mec\u00e1nicamente.
\u00a1Buen Jes\u00fas! \u00a1Qu\u00e9 secretaria atontada debo haber sido! Pero si \u00c9l est\u00e1 contento…
Pero f\u00edjese tambi\u00e9n usted: no hay tachaduras ni omisi\u00f3n de palabras, excepto una en la segunda y una en la tercera p\u00e1gina y en la cuarta. Signo de que, si todo estaba extenuado, hasta el esp\u00edritu, al punto de no gozar de las palabras de Jes\u00fas, su fuerza guiaba mi mano.<\/p>
1 de diciembre<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abDesde que he llevado en m\u00ed al Hijo he visto las cosas con otros ojos. En el aire que me rodeaba, en el sol que me calentaba, en el rayo de luna que descend\u00eda a mi habitaci\u00f3n para hacerme compa\u00f1\u00eda en mis meditaciones nocturnas, en el brillar de las estrellas, en las flores del peque\u00f1o huerto o de los campos de Nazaret, en el agua que cantaba en la fuente construida por Jos\u00e9 para evitarme la fatiga f\u00edsica y moral de salir de mi soledad casi habitual, en los peque\u00f1os corderillos con voz de ni\u00f1o, yo ve\u00eda a mi Se\u00f1or, al Padre de mi Hijo, al Esposo de mi esp\u00edritu virginal, sobre todo ve\u00eda a mi Ni\u00f1o para quien todo ha sido hecho. Sus ojos estaban abiertos en m\u00ed y yo ve\u00eda con los ojos de mi Dios que era mi Criatura.
Las virtudes aumentaban su potencia en m\u00ed como el flujo de una marea que est\u00e1 subiendo, y cuanto m\u00e1s crec\u00eda mi Criatura tanto m\u00e1s penetraba a su Madre su Perfecci\u00f3n infinita, como si la potencia de sus santas carnes, que habr\u00eda exhalado posteriormente du- rante los tres a\u00f1os de su ministerio, fluyese con rayos de \u00e9ter para renovarme completamente.
\u00a1Oh! \u00a1hija! Dios en su bondad ha hecho que se me saludase: \u00abLlena de gracia\u00bb. Pero la plenitud estuvo en m\u00ed cuando fui una con mi Hijo. Mi alma era entonces la que, una con Dios, recib\u00eda de \u00c9l la abundancia de las virtudes.
La Caridad fue la sobresaliente de aquel momento. Si antes amaba, despu\u00e9s super\u00e9 el amor de la criatura, porque am\u00e9 con el coraz\u00f3n de la Madre de Dios. Ard\u00ed. El incendio es un velo de escarcha sobre un campo de invierno en comparaci\u00f3n con el ardor que hab\u00eda en m\u00ed. Vi a las criaturas no ya con pensamiento de mujer, sino con mente de Esposa del Alt\u00edsimo y de Madre del Redentor. Aquellas criaturas eran m\u00edas.
Mi maternidad espiritual comenz\u00f3 entonces porque, no, no fue necesario que Sime\u00f3n hablara para conocer mi destino. Yo lo sab\u00eda porque pose\u00eda en m\u00ed a la Sabidur\u00eda. \u00c9sta se hac\u00eda carne en m\u00ed y sus palabras corr\u00edan como sangre por mi ser y aflu\u00edan al coraz\u00f3n donde yo las custodiaba. La futura vida de mi Hijo no tuvo secretos para su Madre que lo llevaba. Y si eso era una tortura, porque era Mujer, tambi\u00e9n era bienaventuranza similar a la de mi Criatura, porque hacer la Voluntad de Dios y redimir para que los que est\u00e1n separados de Dios puedan volver a unirse a \u00c9l, y obtener la anulaci\u00f3n de la culpa y el aumento de la gloria del Padre, es lo que hace la felicidad de los verdaderos hijos de Dios. Los or\u00edgenes de esta estirpe somos mi dulce Jes\u00fas y yo, su Madre, por bondad del Padre.
Cuando se ama realmente no se vive para s\u00ed sino para los dem\u00e1s. Cuando se posee a Dios se ama perfectamente, y cualquier otra perfecci\u00f3n viene tras la Caridad. Tambi\u00e9n se<\/p>
perfeccionan los sentidos humanos, por lo que todo cuanto est\u00e1 a nuestro alrededor adquiere luz, voz, color distinto y, sobre todo, lleva un signo que s\u00f3lo ven los poseedores de Dios: el suyo, santo e inefable; y no es necesario pronunciar palabras para orar, porque basta con que nuestro ojo se pose sobre las cosas creadas para que nuestro coraz\u00f3n se alce en la oraci\u00f3n m\u00e1s elevada que es la fusi\u00f3n con el Creador.
Cantemos entonces el Magnificat por todas las cosas que el Se\u00f1or ha hecho por nosotros, porque, Mar\u00eda, cuando nos damos a Dios, Dios nos hace reinas y nos reserva su dominio, por lo que hasta la m\u00e1s humilde puede decir: \u00ab\u00a1Mi alma engrandece a su Se\u00f1or, que ha mirado a su sierva por quien ha hecho maravillas, y de ahora en adelante mi nombre es ‘bienaventurada’!\u00bb\u00bb.<\/p>
2 de diciembre<\/p>
Ageo 1 Y 2. Dice Jes\u00fas:
\u00abSiempre, cuando el hombre se ha separado de Dios y de lo sobrenatural para dedicarse a su yo y a las cosas naturales, ha disminuido para s\u00ed mismo la felicidad de poseer tambi\u00e9n lo natural.
El primero que muere es el gozo sobrenatural, esa seguridad y esa paz que nos hace fuertes en las vicisitudes de la vida, porque el hombre no se siente solo, aunque est\u00e9 en un desierto, aunque sobreviva en un pa\u00eds destruido, porque siente sobre s\u00ed y a su alrededor el amor de un Padre y la presencia de fuerzas inmateriales pero sensibles para sus sentidos espirituales. \u00a1Bienaventurados quienes est\u00e1n en este gozo! \u00c9sos poseen las riquezas eternas.
El segundo que perece es el bienestar natural. No mir\u00e9is con ojos de envidia a quien, aunque viviente en oprobio a Dios, os parezca que tenga su plato lleno. No sab\u00e9is cuales y cuantas otras cosas falten en su casa, ni cuanto le durar\u00e1 lleno ese plato.
En todo caso sabed que, cuanto m\u00e1s crece el bienestar actual
para el rebelde ante Dios, tanto m\u00e1s aumenta el rigor de su m\u00e1s all\u00e1. Los Epulones no estar\u00e1n en el seno de Abraham, sino los L\u00e1zaros que tienen el coraz\u00f3n rico de obras santas y de obediencia a la santa Voluntad.
Los rebeldes, y tambi\u00e9n los que no se acuerdan del Se\u00f1or, viven afan\u00e1ndose en aumentar bolsa y granero, casas y poderes, cargos y honores. \u00a1Oh ilusos infelices, que cuanto m\u00e1s se fatigan para saciarse m\u00e1s les roe el germen del pecado, como hace un roedor en un saco de trigo que va siempre menguando aunque vuelva a llenarse, porque el castigo de Dios est\u00e1 sobre su obra!
\u00bf Qu\u00e9 ten\u00e9is hoy que hab\u00e9is convertido el presente, que muere, en finalidad de vuestro vivir y ya no ten\u00e9is los ojos del esp\u00edritu para ver a Dios ni el latido del esp\u00edritu para pensar en Dios? \u00bfHan triunfado vuestras empresas? \u00bfHan aumentado vuestras riquezas? \u00bfHa crecido vuestra felicidad? No. \u00c9stas, como la llamarada de un henil, han tenido un r\u00e1pido flamear que sedujo a los simples (no de esp\u00edritu) pero que dur\u00f3 lo que dura un fuego de paja y pereci\u00f3 dejando un poco de ceniza que el viento dispersaba y volv\u00eda amarga para el paladar y hostil a la vista. Vuestro aparente triunfo se os deshace en derrota y dolor y os ha envuelto a vosotros y a quienes hab\u00e9is seducido.
Volved a Dios. Lo digo una vez m\u00e1s. Sobre los intereses particulares, e incluso nacionales, hay un inter\u00e9s m\u00e1s elevado: el de Dios. y \u00e9ste deber\u00eda tener preferencia siempre. Si ocurriera as\u00ed, no caer\u00edais en los errores y en los delitos, sean individuales o nacionales, en los que ca\u00e9is, porque el inter\u00e9s de Dios no est\u00e1 hecho de cosas malvadas sino santas. Y donde est\u00e1<\/p>
la santidad no hay error y delito.
Y no s\u00f3lo esto, sino que obrando as\u00ed como hac\u00e9is, empuj\u00e1is a Dios a castigaros en vuestros campos, en vuestros reba\u00f1os, d\u00e1ndoos hambre y sequ\u00eda, e imped\u00eds que desde los Cielos se efunda un roc\u00edo mucho m\u00e1s vivificador que el roc\u00edo de la noche que cubre de perlas los brotes de los campos y hace crecer las mieses y el heno. Vosotros imped\u00eds que se os d\u00e9 el roc\u00edo de la gracia en los corazones. Cristo no puede obrar en vosotros.
Es in\u00fatil decir: \u00abQue los cielos env\u00eden al Justo a la tierra\u00bb. \u00c9l ya descendi\u00f3 una vez, pero vosotros hab\u00e9is permanecido, y os hab\u00e9is vuelto cada vez m\u00e1s, tierras est\u00e9riles y \u00e1ridos adoquines. Est\u00e1is cerrados en vuestros esp\u00edritus ce\u00f1idos por carne y sangre, matados por la carne y la sangre, y el Salvador no puede entrar para salvaros.
Y sin embargo vendr\u00e9. Vendr\u00e9 incansablemente a tocar, individualmente, a las puertas de los corazones, y donde encuentre quien me abre entrar\u00e9 para convertirlo en morada de paz. Vendr\u00e9, porque a\u00fan soy el Deseado por los justos de la Tierra y por los santos de la Tierra, vendr\u00e9 para asumir mi Reino para mi segunda venida y para mi triunfo final.
Atraer\u00e9 hacia M\u00ed al mundo de los vivientes en el esp\u00edritu y en M\u00ed converger\u00e1n razas y naciones para ver mi gloria que se corona con una cruz. Fluir\u00e1 la Paz, porque soy el Se\u00f1or de la paz, fluir\u00e1 como un r\u00edo de leche sobre el mundo para volverlo virgen con el candor tras tanta sangre que, desde todos los continentes, grita a Dios su dolor de haber sido extra\u00edda de las venas por mano de los hermanos.
He lavado con mi Sangre la sangre de esta Tierra, desde Abel hasta el d\u00eda de mi muerte. Pero despu\u00e9s, el delito del odio humano, que es furor sat\u00e1nico, ha ensuciado de nuevo la Tierra, y no hay terr\u00f3n de vuestro planeta que no haya conocido el sabor de la sangre. Desde estos terrones empapados de sangre humana sube una miasma que os hace cada vez m\u00e1s feroces. S\u00f3lo mi poder puede purificar lo que os rodea y cuanto ten\u00e9is en vuestro interior. Y cuando llegue la hora vendr\u00e9 para limpiaros del odio humano a vosotros y a la Tierra, para que con sus vivientes sea presentable a Dios.
La \u00faltima lucha ser\u00e1 de odio puramente sat\u00e1nico y entonces s\u00f3lo odiar\u00e1n Satan\u00e1s y sus hijos. Ahora odi\u00e1is todos. Incluso los santos de entre vosotros odian, m\u00e1s o menos, al enemigo y al vecino. Y esto agiliza las obras de Satan\u00e1s y obstaculiza las obras de Dios en los individuos o en las naciones.
No teng\u00e1is movimiento de rencor o de desprecio, vosotros que sois los m\u00e1s queridos para M\u00ed, al menos vosotros. He muerto por todos, recordadlo. Italianos, franceses, ingleses, espa\u00f1oles, alemanes o rumanos, est\u00e1n igualmente te\u00f1idos por mi Sangre. Con mi Sangre os he unido a todos al cepo de la Vid divina. Entonces \u00bfpor qu\u00e9 odiaros? Ni las divisiones de raza, ni las divisiones de cultos justifican vuestro rencor.
S\u00f3lo Yo soy el juez. Quien se enfurece con un semejante en nombre de la Fe o de la Patria es contrario a la Caridad y por ello a Dios. No maldecir\u00e9 a los enviados a combatir porque he ense\u00f1ado la obediencia a la autoridad. Pero mi anatema ya est\u00e1 pronunciado, y colmar\u00e1 de estruendo el firmamento en el d\u00eda del Juicio, por aquellos que, bajo un fingido manto de patriotismo y de defensa de la Fe, se arrogan el derecho de saquear y asesinar para servirse a s\u00ed mismos.
No agit\u00e9is un estandarte en el que no cre\u00e9is. No pronunci\u00e9is defensa de lo que despreci\u00e1is en el coraz\u00f3n. No dig\u00e1is: \u00abSoy el defensor de Dios y de la Patria, de la causa de Dios y de la Patria\u00bb. Ment\u00eds. Vosotros sois los primeros que atent\u00e1is a \u00e9sta ya Aqu\u00e9l y que perjudic\u00e1is no a Dios, superior a vuestros atentados, sino a la Patria. Comenzad a defender a Dios en vosotros y a la Patria en vosotros, y no cambi\u00e9is la Fe y la Patria por un plato de lentejas o por treinta malditas monedas.
Destructores y mentirosos. Ad\u00falteros de la Fe y de la Patria. Escarnecedores de la<\/p>
doctrina y de vuestra mente, porque dec\u00eds una cosa y hac\u00e9is otra, porque sab\u00e9is que lo que hac\u00e9is est\u00e1 mal, y de todas formas lo hac\u00e9is, porque adher\u00eds a una idea o a la Fe y despu\u00e9s la traicion\u00e1is por un amor bajo, porque os ment\u00eds a vosotros y a los dem\u00e1s, porque destru\u00eds lo que otros han cultivado para d\u00e1roslo en herencia.
\u00a1Oh crueles, que tambi\u00e9n destru\u00eds la obra de Dios y mat\u00e1is el templo de vuestro cuerpo, en el que hay un alma muerta, y el templo de Dios, porque en las iglesias son muy escasos los fieles y los ministros \u00abvivos\u00bb!
\u00bfPara qu\u00e9 sirven vuestros ritos hechos con el alma muerta? \u00bfNo record\u00e1is que a Dios se le ofrendan hostias vivas, perfectas y primeras? \u00bfY vosotros le ofrend\u00e1is los restos, los estropeados, los muertos? Muertos porque mat\u00e1is lo que toc\u00e1is con el alma muerta, estropeados porque deform\u00e1is lo que dais a Dios con el alma enferma, restos porque le reserv\u00e1is a \u00c9l lo que os queda despu\u00e9s de haberos enriquecido para vuestro gozar.
Volved a Dios. Volved a Cristo. Sacerdotes, volved para convertiros en \u00absacerdotes\u00bb. Necesit\u00e1is su consagraci\u00f3n, el \u00f3leo que destila del Sacerdote eterno. Sois demasiados los que hab\u00e9is quedado reducidos a l\u00e1mparas carentes de aceite, y los fieles se pierden porque no tienen luz en las tinieblas. Llevadle a ellos la Luz. Yo soy la Luz del mundo. Pero no pod\u00e9is llevarme si no me ten\u00e9is en vosotros.
Y no maltrat\u00e9is a mi portavoz si os dice esto. Bendecidlo en cambio, porque os hace conocer la verdad y os da la manera de miraros entre las llagas del alma y quitaros tanto polvo que os la ensucia. Si la verdad es amarga y os disgusta, pensad que si se os dice es por vuestra culpa. Esta verdad no hab\u00eda que merecerla. Era mejor. Pero dado que la hab\u00e9is merecido, no os soliviant\u00e9is con mi portavoz que os la dice con l\u00e1grimas. Que si Yo le he elegido para hacer esto, es porque le amo y veo en su esp\u00edritu una morada en la que soy siempre bien recibido con el respeto del s\u00fabdito al Rey y con la sencillez del ni\u00f1o hacia el padre.
Yo lo he dicho: \u00abQuien me ama hace las mismas obras que Yo hago\u00bb. Porque Yo vivo en mis amantes, v\u00edctimas que se aniquilan en el amor hasta morir, y en ellos obro las maravillas de mi poder\u00bb.<\/p>
Inmediatamente despu\u00e9s a m\u00ed. Dice Jes\u00fas:
\u00abTe he tomado como a un ni\u00f1o peque\u00f1o y te he puesto en medio de ellos porque Dios tiene preferencia en hablar a los ni\u00f1os. Ni\u00f1os de a\u00f1os o ni\u00f1os de esp\u00edritu, porque en ellos hay sencillez y pureza para acoger las revelaciones de Dios.
Pero el d\u00eda en que t\u00fa quisieras hacerte \u00abgrande\u00bb y semejante a ellos, Yo dejar\u00eda de llevarte de la mano e instruirte. Los adultos no necesitan ser conducidos, a no ser que sean ciegos, ni instruidos, porque \u00absaben\u00bb y se jactan de ello.
\u00bfQu\u00e9 saben? Dice el Predilecto que amo y que te ama como t\u00fa le amas, su peque\u00f1a hermana, que si se escribieran todos los prodigios realizados por Cristo la tierra no bastar\u00eda para contener los vol\u00famenes. Si es grande la hip\u00e9rbole, no es menos cierto que si, desde que vine al mundo hasta ahora y desde ahora hasta el fin del mundo, se tuvieran que escribir los prodigios que realizo, los libros ser\u00edan tan numerosos como las estrellas en el cielo, y tambi\u00e9n es cierto que lo que saben quienes creen saberlo todo es un pu\u00f1o de arena comparado con la arena de la orilla.
Las luces de Dios no est\u00e1n agotadas y son inagotables, y no hay ni una in\u00fatil o inexacta. Por eso quienes \u00absaben\u00bb son semianalfabetos, de los que no puedo ser Maestro, porque en su necia soberbia creen que no necesitan un maestro y se permiten juzgar la obra de Dios que toma a un ni\u00f1o para instruir a los sabios.
Si te fastidian con sus farisaicas cr\u00edticas y reprobaciones, responde con mi respuesta:<\/p>
\u00ab\u00bfNo sab\u00e9is que debo ocuparme de los intereses de mi Padre?\u00bb y no te turbes.
Antes estabas en mis brazos. Ahora te tienen tambi\u00e9n el Padre y la Madre. Est\u00e1s m\u00e1s segura que un ni\u00f1o en el seno de la madre y que un pajarillo bajo el ala materna. Pero permanece \u00abpeque\u00f1a\u00bb. Siempre tendr\u00e1s nuestra leche para tu nutrici\u00f3n.
Y los ciegos de buena voluntad, poniendo su mano en tu manita, lo que no humilla porque la ayuda de un ni\u00f1o nunca humilla, podr\u00e1n tener gu\u00eda en el camino de la Vida.
Ve en paz, descansa. Te bendigo\u00bb.<\/p>
He escrito este primer fragmento desde la 1 hasta las 2 de la ma\u00f1ana. Despu\u00e9s me hab\u00eda recostado para descansar. Pero pasados pocos minutos Jes\u00fas ha vuelto a hablar. Le confieso que me resist\u00eda a salir de entre las mantas ahora que comenzaba a calentarme. Pero fue talla insistencia que me decid\u00ed y, hel\u00e1ndome de nuevo, he escrito el segundo dictado, dedicado a m\u00ed.
Ahora son las 10 de la ma\u00f1ana y abriendo el peri\u00f3dico veo el decreto sobre los hebreos.
\u00bfNo le parece que tenga que ver con la p\u00e1gina 6! y 7! del dictado del 2? (He puesto una se\u00f1al roja en el texto que me parece que sea la respuesta divina a este decreto humano) 200.
Habr\u00e1 notado que ayer era feliz… La voz de Mar\u00eda me cantaba en el coraz\u00f3n y me colmaba de beatitud. Habr\u00eda querido comunicarle inmediatamente esta alegr\u00eda. Pero no pod\u00eda. Sin embargo creo que mir\u00e1ndome usted ha debido entender que me encontraba in- mersa en un gozo nuevo.
\u00a1Verdaderamente el Se\u00f1or es demasiado bueno conmigo!<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abNo debes entristecerte demasiado pensando en cuando me amabas poco. No eres la \u00fanica. Pero yo soy la Madre y entiendo y perdono. Son las lagunas de los que a\u00fan son imperfectos. No les amo menos aunque sea poco amada. Me basta con que al menos am\u00e9is a mi Hijo, y t\u00fa le amabas mucho cuando todav\u00eda me amabas poco.
En mi vida de Madre de Dios te hago observar un hecho que pasa desapercibido para muchos y que tambi\u00e9n es un \u00edndice seguro de las futuras relaciones de los redimidos de mi Jes\u00fas conmigo.
Cuando los pastores vinieron a la gruta, s\u00f3lo tuvieron ojos y expresiones de amor para mi Ni\u00f1o. Jos\u00e9 y yo \u00e9ramos figuras secundarias para ellos. Depusieron sus dones y sus ternuras a los pies del humilde lecho donde \u00c9l dorm\u00eda, cuando no lo hac\u00eda sobre mi seno. Ni tampoco yo me lamentaba de que no se me alabara como a la planta que hab\u00eda dado al mundo la Flor del Cielo. Me bastaba con que amasen a mi Criatura y que la amasen tanto. \u00a1Habr\u00edan sido tantos los que despu\u00e9s la odiar\u00edan!
De los presentes en el rito siempre nuevo de una presentaci\u00f3n en el Templo, ninguno tuvo un gesto hacia m\u00ed. Miraban a mi Tesoro y le alababan por su belleza sobrehumana. Pero a su Madre no le daban m\u00e1s que alabanzas humanas. S\u00f3lo los santos reconocieron lo que era, e Isabel, Sime\u00f3n y Ana vieron en m\u00ed a la Madre del Salvador, d\u00e1ndome con este reconocimiento la alabanza m\u00e1s sublime. Los primeros eran \u00abbuenos\u00bb, \u00e9stos tres \u00absantos\u00bb.
El Esp\u00edritu Santo obra en el coraz\u00f3n de los redimidos y les da luces de conocimiento sobrenatural. El Esp\u00edritu Santo ilumina el coraz\u00f3n de los santos para hacerles verme. Verme en la luz de Dios quiere decir amarme en verdad. Mi Hijo sant\u00edsimo obra por su parte para atraeros a su amor. Yo os amo y espero orando por vosotros.
Soy la Virgen de la espera. Desde la m\u00e1s tierna edad he esperado al Esperado de las<\/p>
200 En el cuaderno aut\u00f3grafo no encontramos alguna \u00abse\u00f1al roja\u00bb, por eso la escritora podr\u00eda haberla hecho sobre una de las copias mecanografiadas<\/p>
gentes. Soy la Corredentora que espera la hora de morir al pie de la Cruz para daros la Vida. Soy la Madre que espera vuestro verdadero amor, no el culto superficial que se limita a muchas palabras. Orar no significa decir muchas oraciones. Quiere decir amar. Quiere decir hacer hablar al propio coraz\u00f3n.
Yo soy la Silenciosa. Nueva Eva, os ense\u00f1o el silencio. Con el hablar entr\u00f3 en Eva la Seducci\u00f3n. Con mi callar entr\u00f3 en el mundo la Redenci\u00f3n. Aprended de m\u00ed la virtud del silencio, porque en el silencio interior el coraz\u00f3n habla a Dios y Dios al coraz\u00f3n. Mi silencio no era el silencio inerte de un alma muerta. Al contrario, era obrar activ\u00edsimo en lo espiritual.
Cuando mi Ni\u00f1o estuvo en mis brazos, yo, por El que no sab\u00eda hablar porque no era m\u00e1s que un peque\u00f1o que s\u00f3lo sab\u00eda dar vagidos -mi Hijo Dios, la Voz del Padre, la Palabra del Padre habi\u00e9ndose, por amor, anientado en un ni\u00f1o que vage con voz de corderito- yo he pronunciado por \u00c9l la ofrenda al Padre. El primer \u00abPater noster\u00bb lo he dicho yo en la fr\u00eda gruta de Bel\u00e9n manteniendo alzado entre los brazos a mi Cordero venido al mundo para ser matado y para dar vida a los muertos en el alma. El \u00abFiat voluntas tua\u00bb lo he dicho yo, llorando; la primera. \u00bfY sabes qu\u00e9 quiere decir para la Madre estas palabras al Eterno?
Ahora, cuando veo que por amor a mi Hijo una criatura cumple la Voluntad divina, que sobre todo es voluntad de amor, anulo su deuda hacia m\u00ed y aumento mi amor por ella. Despu\u00e9s Jes\u00fas me la trae. Dejo a mi Jes\u00fas el cuidado de hacerme amar. Donde est\u00e1 \u00c9l est\u00e1 tambi\u00e9n el Esp\u00edritu de Dios. Y donde est\u00e1 el Esp\u00edritu hay Ciencia y Luz. Por tanto es inevitable que os instruy\u00e1is tambi\u00e9n en el amor hacia m\u00ed.
Cuando despu\u00e9s lleg\u00e1is a amarme, en verdad, entonces yo vengo. y mi venida siempre es alegr\u00eda y salvaci\u00f3n\u00bb.<\/p>
3 de diciembre<\/p>
Zacar\u00edas 3. Dice Jes\u00fas:
\u00abYo soy Quien ha vencido a Satan\u00e1s.
Me ha producido molestias infinitas desde que llegu\u00e9 al mundo, desencadenando contra m\u00ed el odio del poder ciego y \u00e1vido que siempre teme que alguien le quite sus bienes de usura, arremetiendo contra m\u00ed a la clase dirigente que carec\u00eda de m\u00e9ritos y que se sent\u00eda reprochada por los m\u00edos. Tambi\u00e9n mi palabra era reproche. Pero cuando a\u00fan no hablaba ya her\u00eda, porque la santidad es censura para los indignos. Me suscit\u00f3 enemigos y traidores y empuj\u00f3 a la duda a mis disc\u00edpulos y amigos. Me circund\u00f3 en el desierto, me aplast\u00f3 con sus terrores en el Getseman\u00ed. Y no satisfecho, todav\u00eda me roba continuamente seduciendo el coraz\u00f3n de los hombres.
La batalla entre \u00e9l y Yo no finalizar\u00e1 hasta que el Hombre sea juzgado en todos sus cong\u00e9neres. Y la victoria final ser\u00e1 m\u00eda y eterna. Entonces la Bestia infernal, siempre vencida y cada vez m\u00e1s feroz por ser vencida, me odia con odio infinito y revuelve la Tierra para herir mi Coraz\u00f3n. Pero Yo soy el Vencedor de Satan\u00e1s. All\u00ed donde \u00e9l ensucia, Yo paso con el fuego del amor para limpiar. Y si no hubiese continuado mi obra de Maestro y Redentor con mi paciencia inagotable, ya ser\u00edais todos demonios.
He obedecido al deseo del Padre para limpiaros del mayor pecado. El mayor pecado era desobediencia al mandato de Dios. De ah\u00ed hab\u00eda venido la sed de poder, soberbia y concupiscencia. Las tres Furias que os tienen siempre en su poder cuando no las sab\u00e9is aniquilar con una vida vivida en Dios. Yo he reparado con mi obediencia la desobediencia inicial.
Para limpiaros de los dem\u00e1s pecados he tomado sobre M\u00ed las miserables vestiduras de<\/p>
iniquidad que eran vuestras vestiduras y, para quitarles la iniquidad de toda la estirpe del hombre, las he empapado con mi Sangre y las he limpiado con ella.
Despu\u00e9s ha venido la gloria. Pero antes fue el dolor. Despu\u00e9s ha venido el derecho a juzgar. Pero antes fue el deber de expiar. Despu\u00e9s fui hecho fundador del nuevo Templo en el que est\u00e1 la fuente sant\u00edsima del Esp\u00edritu de siete formas. Pero antes tuve que ser Yo la V\u00edctima inmolada para purificar la casa de Dios.
Y \u00bfqu\u00e9 pens\u00e1is, vosotros sacerdotes a quienes pesa el leve yugo de la observancia de vuestro deber? \u00bfQue me result\u00f3 f\u00e1cil ser Sacerdote? \u00bfY quien de entre vosotros, por mucho que le opriman los afanes, es oprimido por tormentos semejantes a los m\u00edos? Pero estas almas que os conf\u00edo \u00bfsab\u00e9is que son la parte que me he procurado con mi morir? No hag\u00e1is que se pierdan. Arrancadlas a Satan\u00e1s a costa de vuestra vida como Yo las arranqu\u00e9 con el precio de la m\u00eda.
Para aprender s\u00f3lo ten\u00e9is que estudiarme a M\u00ed. No es necesario ser eruditos. Sed s\u00f3lo buscadores de Dios, y Dios, Yo, os iluminar\u00e9\u00bb.<\/p>
8 horas. A m\u00ed.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMi Madre te ha hablado 201 de la sombra que le envolvi\u00f3 como Madre de Dios. Esto no se opone a lo que dije hace algunos d\u00edas 202.
Si bien todos notaban algo especial en aquella pareja que pasaba pobremente por las calles llenas de gente, como una luz y un perfume, esto no iluminaba su ceguera y no encontraba voz para su sordera de esp\u00edritu. Era un percibir semejante a quien a trav\u00e9s de vendas opacas siente, m\u00e1s que ver, el fulgor del sol sobre su cabeza vendada y oye un lejano rumor que apenas le llega al t\u00edmpano como suspiro de aire roto por un sonido tan leve que ni es palabra.
Mi Madre se ha llamado la \u00abSilenciosa\u00bb. Deber\u00edan a\u00f1adirse muchos atributos a sus letan\u00edas, y habr\u00eda mucho que meditar sobre ellos. Virgen silenciosa, Virgen luminosa y Madre de la Luz, Ella era y es.
Con extremada resistencia ha alzado alg\u00fan velo a mis evangelistas, pero s\u00f3lo aquellos velos que en su ciencia sobrenatural juzgaba \u00fatiles para mi inter\u00e9s. Por cuanto se refiere a Ella, silencio absoluto. Lo custodiaba todo en el coraz\u00f3n, como ha dicho Lucas, y de su cora- z\u00f3n saca recuerdos para sus m\u00e1s amados, como perlas de un cofre.
Por tanto no debe sorprender que las muchedumbres no supieran comprender, si bien fueran santificadas por el paso de mi Madre. Como Ella ha dicho, no eran santos. M\u00e1s o menos buenos, ten\u00edan a Dios lejos del coraz\u00f3n, y donde no est\u00e1 Dios no hay luz.
Tampoco 203 el que Dios haya protegido a la Bendita bajo el velo de una vida aparentemente com\u00fan. Dios no ama lo que aman los humanos: las celebraciones y mucho menos las autocelebraciones humanas. Se cubre de recato y envuelve en \u00e9l sus dilectos. El mundo es profanador y Satan\u00e1s es m\u00e1s astuto cuanto m\u00e1s vencido. Dios preserva a sus m\u00e1s queridos, y a S\u00ed mismo en ellos, de las curiosidades melindrosas y de las trampas venenosas, porque tiene mucho cuidado de sus instrumentos ya que quiere el cumplimiento de su misi\u00f3n. S\u00f3lo a los \u00abSantos\u00bb les da a conocer la verdad escondida.
Tampoco debe asombrar el que Mar\u00eda, tras mi nacimiento, apareciese a\u00fan m\u00e1s como una com\u00fan mujer: una joven madre y nada m\u00e1s. Como custodia de la que hab\u00eda salido la Hostia<\/p>
201 En el dictado del 2 de diciembre
202 El 27 Y 28 de noviembre
203 Se sobreentiende: debe sorprender<\/p>
sant\u00edsima, Ella era ahora la Toda Santa por s\u00ed misma, pero ya no llevaba al Santo de los Santos. Y si se piensa que el Santo de los Santos, precisamente en el momento en que rescat\u00f3 con eterna soberan\u00eda la Tierra con sus vivientes, sus difuntos, sus futuros, apareci\u00f3 a los ojos del mundo como un malhechor torturado por sus delitos, tambi\u00e9n es l\u00f3gico que la Madre, desde el momento en que se convirti\u00f3 en Corredentora, y por tanto rescatadora de la Tierra, apareciese como una pobre, simple mujer. .
Hab\u00eda pasado el tiempo luminoso de mi formarme en Ella, y el fulgor de la alegr\u00eda que hab\u00eda colmado en la noche el coraz\u00f3n de Mar\u00eda, la gruta, los Cielos, se atenu\u00f3 al alba en la que comenz\u00f3 a surgir el sol de la redenci\u00f3n, sol te\u00f1ido de sangre, compuesto de dolor infinito. La aurora ya encontr\u00f3 a Mar\u00eda sumergida en el pensamiento del futuro tormento. Ya hab\u00eda sido hecha la ofrenda en mi nombre y las dos frases m\u00e1s cristianas de la Tierra se hab\u00edan anudado, la una con la otra, formando una cadena para ahogar al Mal: \u00abHe aqu\u00ed la Esclava del Se\u00f1or. Se\u00f1or, h\u00e1gase tu voluntad\u00bb.
\u00a1Santos, benditos labios de mi Madre, que prestaste a mi nulidad de ni\u00f1o el sonido virginal de las palabras perfectas! Sobre su \u00abs\u00ed\u00bb heroico, repetido cuando la maternidad lo hac\u00eda doblemente heroico, se inclin\u00f3 el Cielo venerando en Ella a la M\u00e1rtir Redentora. Se iniciaron los d\u00edas dolorosos de Mar\u00eda como un collar al que se aumenta una perla d\u00eda tras d\u00eda. Al final estuvo el G\u00f3lgota.
Es por su largo dolor por lo que Yo os digo: \u201cAmadla\u00bb. Os bendigo cuando me am\u00e1is. Pero por el amor que dais a mi Madre os preparo una morada m\u00e1s resplandeciente en el Cielo\u00bb.<\/p>
4 de diciembre
(Inmediatamente despu\u00e9s del sopor, a las 23:30 horas)<\/p>
Zacar\u00edas 6,12-15. Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando en el cielo sereno se alza el sol por la ma\u00f1ana, surge por el lado del oriente. De oriente os viene la luz y avanza cada vez m\u00e1s y crece hasta llenar el cielo de rayos y la tierra de templanza y fiesta.
\u00bfHay algo m\u00e1s grande y hermoso que el surgir del sol cada nueva ma\u00f1ana? Eso os habla del Supremo Ordenador de todas las cosas, cuya potencia infinita regula el curso de los astros con pensamiento de amor hacia vosotros, sus hijos, y a quien obedecen los astros, estos inmensurables gigantes del Universo, mientras que vosotros, imperceptible polvo esparcido sobre un planeta, no de los m\u00e1s grandes, que gira por las ilimitadas v\u00edas del universo, no consider\u00e1is vuestro deber obedecer por respeto y gratitud hacia quien os ama y es Dios.
P\u00e1gina que cada ma\u00f1ana pod\u00e9is releer, s\u00f3lo con que lo quer\u00e1is, con los ojos del alma, la luz que vuelve bastar\u00eda para haceros meditar durante todas las horas del nuevo d\u00eda sobre la Presencia, la Potencia, la Bondad de Dios, y traerme a M\u00ed, Luz del mundo, Sol eterno, Oriente santo, a vuestra mente.
El apelativo de \u00abOriente\u00bb que me dieran los antiguos de Israel no es errado. Mi aparecer en el mundo es hermoso como el aparecer del astro de la ma\u00f1ana, y para ese mundo, como Sol, he tra\u00eddo la luz iniciando la jornada de Dios oscurecida en su formaci\u00f3n por la primera culpa, jornada que tendr\u00e1 su brillante atardecer en el momento final para resucitar despu\u00e9s eterna con todos los elegidos en el Reino de Dios.
Yo soy el Oriente de Dios, aquel que lo anuncia a las gentes: generado por \u00c9l vengo bajo \u00c9l, ni, como el sol, conozco atardecer. Estoy fijo, eterno en mi Divinidad alrededor de la cual los pueblos rotan como astros que extraen de M\u00ed vida y luz, y no soy Yo sino vosotros<\/p>
quienes conoc\u00e9is la oscuridad de las tinieblas porque en vosotros, no en M\u00ed, se pone la luz, porque vosotros os separ\u00e1is de la Luz, interponiendo entre vosotros y Ella las barreras y la distancia de una voluntad no acorde con Dios o de culpas cometidas contra la ley de Dios.
Venido para anunciar al Padre, Se\u00f1or eterno, y para testimoniar la Sant\u00edsima Existencia, he construido el nuevo templo al Se\u00f1or.
Pero no el templo material de piedras y cal que los siglos y los hombres pueden deteriorar con sus asaltos de tiempo o de guerras, sino el Templo cuya piedra soy Yo: mi Iglesia que no morir\u00e1 ni siquiera con el morir de la Tierra y, como nube de incienso y fragancia de flor, subir\u00e1 al lugar de Dios, ya libre como una mujer liberada de todas las servidumbres para unirse con su Fundador en bodas eternas de las que ser\u00e1n testigos los santos. El templo no colectivo sino singular -y por ser singular no es menos santo ni eterno que el Templo de mi Iglesia- de vuestro esp\u00edritu que Yo he reedificado despu\u00e9s de que Satan\u00e1s lo hab\u00eda minado con la culpa, regener\u00e1ndoos a la Gracia, inund\u00e1ndoos con mi Sangre, instruy\u00e9ndoos con mi Palabra.
\u00c9sta es mi gloria. Haber devuelto a Dios los templos vivos de vuestras almas de nuevo consagradas, y el Padre santo me reviste de esta gloria d\u00e1ndome poder de Juez sobre todas las criaturas que he hecho m\u00edas al precio de sacrificio sin medida.
Yo soy vuestro segundo Creador porque he vuelto a tomar a los creados por mi Padre, vueltos cad\u00e1veres por la culpa, y les he infundido la vida, no con un soplo del aliento de Dios como a Ad\u00e1n -arcilla modelada que s\u00f3lo el aliento efundido por Dios convirti\u00f3 en carne y alma- sino con mi morir. Me he despojado de la vida para daros la Vida. Me he despojado de la veste de Dios para ce\u00f1irme veste de hombre y tambi\u00e9n \u00e9sta la he perdido por vosotros despu\u00e9s de haber conocido todo el horror de la vida: dolores, hambre, traiciones, torturas, cansancios, agon\u00edas, muerte.
\u00a1Oh! Redenci\u00f3n del hombre, reparaci\u00f3n y obsequio hecho a mi Sant\u00edsimo Padre, \u00a1cu\u00e1nto me cuestas!
Consagrador, constructor y v\u00edctima, Yo tengo el derecho de ser sacerdote supremo. Ni el Padre me niega este derecho, al contrario lo proclama por SU Justicia y Caridad, porque estoy con mi Padre en pacto de paz infinita, porque \u00c9l me es Padre y Yo le soy Hijo, y porque Yo le soy el Obediente y el Amoroso que el Amor lleva a obedecer para dar alegr\u00eda y gloria al Padre santo.
Desde el momento en que -\u00abOriente\u00bb del mundo- he venido para traer la Luz a las Tinieblas, os he llamado con la fuerza de la Caridad y de la Palabra. Y hab\u00e9is venido a M\u00ed desde los pa\u00edses m\u00e1s lejanos porque Yo no soy un dios falso y cruel, sino el Dios verdadero y misericordioso que obra los milagros del amor para conducir bajo su signo a las ovejas perdidas fuera de su redil.
Y porque os amo con un amor incomprensible para vosotros, tan perfecto es, no s\u00f3lo os salvo, meti\u00e9ndoos en mi cortejo, sino que os hago mis colaboradores en la edificaci\u00f3n del Templo que no conocer\u00e1 la destrucci\u00f3n y en el que descansar\u00e1 la Gloria Trinitaria, y todos vosotros la conocer\u00e9is cual Ella es, elevados a la Vida perfecta y hechos capaces de conocer a Dios.
Yo, Verdad del Padre, os lo juro. A quienes me escuchen: Voz del Se\u00f1or, les ser\u00e1 reservada la suerte de alegr\u00eda infinita de conocer a Dios\u00bb<\/p>
5 de diciembre
2 horas<\/p>
Zacar\u00edas 7, 4-14.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abYo no he venido a negar la Ley y los Profetas sino a confirmarla y a perfeccionarla modificando las imprecisiones y sobreestructuras que el hombre les hab\u00eda puesto, parte por la propia imperfecci\u00f3n y parte por lo humano superior al alma.
El hombre est\u00e1 inclinado a entender mal. No es perfecto ni en sus sentidos m\u00edsticos ni en sus sentidos naturales. S\u00f3lo viviendo en M\u00ed perfecciona los primeros, siendo entonces Yo quien obro en \u00e9l. El hombre est\u00e1 tambi\u00e9n inclinado a complicar las cosas porque, en su tenaz e indestructible soberbia, siempre es atra\u00eddo por la seducci\u00f3n de retocar tambi\u00e9n la obra de Dios.
Sois dioses siendo hijos de Dios. Pero Dios siempre es el Mayor, el Perfecto, Aquel que se genera pos S\u00ed mismo. Vosotros sois los menores, los que os hac\u00e9is perfectos si viv\u00eds en Dios y que sois generados por Dios. Entonces, por tanto, \u00bfpor qu\u00e9 quer\u00e9is modificar con vuestras complicaciones lo que Dios en su Simplicidad, que es uno de los signos de su naturaleza, da perfecto en su simplicidad?
Cuando me he convertido en Maestro he encontrado la Ley, tan clara y lineal en su origen, convertida en una mara\u00f1a de imposiciones y un mont\u00f3n de f\u00f3rmulas que la volv\u00edan impracticable para los fieles. Naturalmente los pesos y las f\u00f3rmulas eran para los humildes. Los potentes hab\u00edan creado esas f\u00f3rmulas yesos pesos, pero no los llevaban.
El sacerdocio, los escribas y fariseos, me produjeron repugnancia e indignaci\u00f3n. Y si vi entre ellos alg\u00fan alma leal, que am\u00e9 divinamente, vi tambi\u00e9n la multitud de los dem\u00e1s, m\u00e1s numerosa que reba\u00f1os de chivos salvajes que con su hedor apestaban con sus mercados, con sus falsedades, impiedades, durezas, la Casa del Se\u00f1or, y hac\u00edan del Se\u00f1or algo terrible para los pobres de la Tierra.
\u00bfAyunaban y se sacrificaban por M\u00ed esos sepulcros de pestilencia? No. Para recibir beneficio humano y alabanza. Era c\u00f3modo ser Doctores de la Ley y c\u00f3modo ser del pueblo elegido en Israel. Pero no hab\u00eda verdad de deseo y de ofrenda para atraer al Mes\u00edas y sus bendiciones.
Y el Mes\u00edas se fue a otra parte, a la regi\u00f3n despreciada, pero donde una Toda Santa y un Justo merec\u00edan acoger y tutelar el Germen de Dios.
Y ahora, hijos, \u00bfayun\u00e1is y rez\u00e1is por las cosas de Dios? No. Vuestras privaciones naturales, que podr\u00edan ocupar el lugar del ayuno, no las soport\u00e1is con resignaci\u00f3n, sino las convert\u00eds en fuente de odio y maldici\u00f3n continua, necia y sacr\u00edlega. Vuestros rezos est\u00e1n sucios y da\u00f1ados por vuestros sentimientos interiores y son mirados por Dios como cosas inmundas puestas sobre la piedra del altar. Dios las reduce en cenizas dispersando el humo por la tierra.
Una vez m\u00e1s Yo vengo a repetir la forma que deb\u00e9is utilizar para presentar a Dios sacrificios y oraciones, cuyo perfume puro suba desde el altar hasta el trono de Dios como holocausto de v\u00edctima perfecta.
\u201cJuzgad seg\u00fan verdad, sed misericordiosos y compasivos con los hermanos, sean quienes sean, no oprim\u00e1is a las viudas y los hu\u00e9rfanos, a los pobres forasteros, a los humildes y d\u00e9biles de la Tierra, no teng\u00e1is en el coraz\u00f3n pensamiento de rencor, venganza y malas obras hacia vuestros semejantes. Amad, en suma, porque el amor es el compendio de la Ley y quien ama todo lo hace, y el amor es el incienso que vuelve perfumadas las hostias de propiciaci\u00f3n y el agua lustral que lava las piedras de vuestro altar\u00bb.
No endurezc\u00e1is el coraz\u00f3n y el o\u00eddo m\u00e1s de cuanto lo teng\u00e1is ya. No cerr\u00e9is el coraz\u00f3n y el o\u00eddo a la Voz de Dios que habla a trav\u00e9s de sus \u00abportavoces\u00bb, como anta\u00f1o lo endurecieron los antiguos a la Voz de Dios que hablaba a trav\u00e9s de los Profetas.
Si no me escuch\u00e1is a M\u00ed, por justicia Yo no os escuchar\u00e9 a vosotros, y dejar\u00e9is de<\/p>
tenerme por Dios, por Padre y Salvador. Entonces conocer\u00e9is la ira del Se\u00f1or, plena e inexorable y, habiendo rechazado el Pan de la Palabra de Dios, morder\u00e9is el polvo, y como fieras sin alimento os despedazar\u00e9is el uno al otro muriendo en el horror por conocer un horror a\u00fan m\u00e1s tremendo y eterno\u00bb.<\/p>
6 de diciembre 204<\/p>
Zacar\u00edas 8, 7-12-13-16-22.
Dice Jes\u00fas:
\u00abSalvador de las gentes, no puedo no ser Salvador de mi pueblo. M\u00edo por la ley antigua, m\u00edo por la ley nueva.
Humanamente he salido de esa raza, y si ella se ha burlado de M\u00ed, no me ha conocido, me ha traicionado, matado, si ella ha hecho esto teniendo el alma cargada y enmara\u00f1ada con el magma de la culpa que no lava mi Sangre -siendo esta raza una rama que no quiere insertarse en el cepo de la vid divina- no es menos cierto 6 dic. que he muerto tambi\u00e9n por ella, que sobre ella tengo derechos de Rey y amor de Creador.
Con dureza y fiereza los padres de los padres de este momento han rechazado el don del Eterno y han pedido mi Sangre para saciar el hambre de su odio hacia la Verdad. Con paciencia, con inteligencia, con fuerza y con bondad les atraer\u00e9 a M\u00ed.
Las obras buenas o inicuas del hombre sirven siempre para un fin sobrenatural, porque la maldad humana es recogida por Dios y al contacto con sus manos se transforma en instrumento de bien. Dios no deja ning\u00fan intento en su previdente obrar para alcanzar la finalidad que es reunir en un \u00fanico n\u00facleo a los humanos para el \u00faltimo d\u00eda, como desde un \u00fanico n\u00facleo se desparramaron por la Tierra dividi\u00e9ndose como arroyuelos que se desbordan de la copa de una fuente.
La obra ha iniciado ya y los perseguidores que da\u00f1an y ofenden lo que es humano no saben que est\u00e1n creando con su iniquidad el gran d\u00eda del Se\u00f1or, en el que como ovejas dispersas reunir\u00e9 mi inmenso reba\u00f1o a los pies de la Cruz y bautizar\u00e9 de nuevo con el nom- bre de \u00abcorderos\u00bb a los enrudecidos hijos del reba\u00f1o que fue m\u00edo, expeliendo a quienes bajo mi signo son las v\u00edboras y los lobos de la sociedad humana.
Cuando sep\u00e1is reconocerme y llorar con coraz\u00f3n contrito, Yo mutar\u00e9 vuestra secular condena, deicidas, en perd\u00f3n y bendici\u00f3n, porque no pudo olvidar el bien cumplido por vuestros Padres, quienes desde el Reino oran por vosotros errantes. Despojaos, pues, tambi\u00e9n vosotros, que fuisteis los primeros en recibir el don de la Ley, de cuanto es ingrato a Dios.
Los mismos mandamientos que doy a mis nacidos del m\u00edstico alumbramiento de la Cruz, lo digo tambi\u00e9n a vosotros que hab\u00e9is convertido la cruz en un sacr\u00edlego pat\u00edbulo y en una fuente de condena.
Decid la verdad y servid a la Verdad. Venid a Ella. Golpearos el pecho por quienes la han menospreciado y han esperado matarla. S\u00f3lo se han matado a s\u00ed mismos porque la Verdad es inmortal en su naturaleza divina. No os arrop\u00e9is con sus insignias para fines humanos. Sino que, una vez que os acerqu\u00e9is a ella, amadla como esposa reci\u00e9n conocida. Ella es quien debe generaros para la Vida eterna. Pero no se puede generar si de dos no se hace una cosa sola persiguiendo no el placer de los sentidos, sino la santidad del fin. Sed honestos y sinceros con todos y especialmente con Dios, cuyo ojo penetra en los corazones y los traspasa de lado a lado y los ve mejor de cuanto pueda hacerlo el cient\u00edfico y el<\/p>
204 Pero escrito, de hecho, en el mismo d\u00eda (5 de diciembre) del dictado precedente y de los siguientes<\/p>
bacteri\u00f3logo cuando ven en vuestros cuerpos las enfermedades que os consumen y los g\u00e9rmenes que os corroen.
Aplicad el amor a la verdad en las relaciones con Dios y con el hombre. No traicion\u00e9is. Hace ya veinte siglos traicion\u00f3 uno de vuestra raza, instigado y seguido por falsos y malvados. Quitad esa injuria que os aplasta desde hace siglos, con vuestro actuar justo y leal.
Para ser amados hay que hacerse amar. Lo hab\u00e9is olvidado muchas, demasiadas veces. Amad la paz. Es el signo de Cristo, que vuestros padres han matado atrayendo sobre vosotros la guerra que no tiene fin, y con pausas de tregua explota y resurge como una en- fermedad insanable en el cuerpo de la Tierra y no os da seguridad y descanso. Ahora deb\u00e9is aprender a amar esta paz para poder ser de Cristo y finalizar as\u00ed el eterno \u00e9xodo de vuestra raza.
Cada parcela del mundo tiembla bajo vuestro pie y os aplasta. Tambi\u00e9n las parcelas antiguas. Pero si Yo, Se\u00f1or del mundo, extiendo mi mano y abro mi boca para decir: \u00ab\u00a1Basta! \u00c9stos son m\u00edos de nuevo\u00bb, la Tierra no podr\u00e1 perseguiros m\u00e1s. Las sobrenaturales tiendas del Cielo estar\u00e1n sobre vosotros como protecci\u00f3n.
Recordad cuando, por vosotros, he perseguido a los poderosos, he abierto el mar, he hecho brotar fuentes en la aridez de los desiertos y llover alimento del cielo, cuando he puesto a mis \u00e1ngeles a abriros un pasaje entre los enemigos para conduciros a la Tierra que hab\u00eda prometido a los primeros santos de la Tierra. Siempre soy ese Dios potente y piadoso. Lo soy dos veces m\u00e1s ahora que no soy s\u00f3lo el Padre Creador sino el Hijo Salvador, ahora que la Tercera Persona ha generado el milagro de la Encarnaci\u00f3n de un Dios para hacerle la V\u00edctima expiatoria de toda la humanidad.
Yo os espero para poder decir: \u00abPaz\u00bb a la Tierra, y decir al Cielo: \u00ab\u00a1\u00c1brete para acoger a los vivientes. El tiempo ha terminado!\u00bb. Venid. No tengo un coraz\u00f3n distinto, ahora que estoy en el Cielo, del que ten\u00eda en el G\u00f3lgota cuando oraba por vuestros padres y perdonaba a Dimas\u00bb.<\/p>
Me dice Jes\u00fas a m\u00ed:
\u00abHe dictado este texto hoy que puedes escribirlo, en vez de ma\u00f1ana que no podr\u00edas hacerlo. Pon la fecha de ma\u00f1ana 205. La colecci\u00f3n de los dictados debe ser regular como el movimiento de un p\u00e9ndulo. Un d\u00eda se entender\u00e1 mejor el porqu\u00e9 digo que se haga as\u00ed. Ahora descansa sobre mi Coraz\u00f3n\u00bb.<\/p>
M\u00e1s tarde, a las 8 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abTen paciencia, alma m\u00eda. No puedo estar sin hablarte, porque hablar a quien me ama constituye mi delicia, mi deseo, la necesidad de mi Coraz\u00f3n amante vuestro.
\u00bfHas visto alguna vez c\u00f3mo hacen dos esposos que se aman realmente? La esposa, mientras que est\u00e1 en casa, mira el reloj a cada momento, corre a la ventana, para ver si pasa el tiempo, para ver si el esposo vuelve de su oficina. El esposo, en cuanto puede, escapa para decir una palabra de amor a su esposa. Apenas le ha dejado y se le ocurre que pod\u00eda decirle tambi\u00e9n esto otro para hacerla feliz, y en cuanto puede corre a dec\u00edrselo. Es el amor que les apremia.
Tambi\u00e9n Yo, apenas callo, siento que tengo m\u00e1s que decirte. Quisiera hablarte noche y<\/p>
205 Efectivamente, la fecha del 6-12, puesta al inicio del dictado, est\u00e1 escrita fuera de las rayas del cuaderno, resultando as\u00ed dispuesta en un segundo momento<\/p>
d\u00eda, tenerte toda para M\u00ed, quisiera que t\u00fa te pudieras dedicar completamente a M\u00ed. \u00a1Si supieras c\u00f3mo te amo!
Ahora escucha. Hace a\u00f1os, leyendo los escritos de mi siervo Contardo Ferrini, te preguntaste varias veces -porque eras una analfabeta en la m\u00edstica- en qu\u00e9 consist\u00eda \u00abla conversaci\u00f3n en los Cielos\u00bb.
Helo aqu\u00ed: cuando t\u00fa me escuchas y Yo te hablo, cuando en lugar del murmullo de oraciones superficiales Yo te rapto en el fuego de las revelaciones y te ocupo de M\u00ed, cuando t\u00fa me dices: \u00abVen, Jes\u00fas, a hablar a tu sierva\u00bb, cuando gustas el sabor de mi Palabra que deposito en ti como en un cofre, en un \u00e1nfora, para que t\u00fa la des a los pobres y a los sedientos de la Tierra, entonces nosotros mantenemos una conversaci\u00f3n en los Cielos.
Estabas demasiado atada a las f\u00f3rmulas, como casi todos los cat\u00f3licos fervientes. Yo te he desligado. He lanzado tu alma fuera del oc\u00e9ano de las circunscripciones formularias, de las peque\u00f1eces de los preceptos, a los espacios ilimitados del m\u00edstico mar de la oraci\u00f3n. Te he envuelto, aspirado, raptado, divinizado en el fuego de la oraci\u00f3n.
Eras un peque\u00f1o p\u00e1jaro trabado. Ahora eres un \u00e1guila que esparce el vuelo, domina y sube hacia el Sol y lo mira y es fortalecida. Sube cada vez m\u00e1s, como el \u00e1guila en vuelos conc\u00e9ntricos. En lo alto estoy Yo, \u00c1guila eterna, que te espero para llevarte, m\u00e1s all\u00e1 de los sentidos, al conocimiento del amor.
Obedece siempre a la llamada, con prontitud y confianza. Aband\u00f3nate al viento del amor. \u00c9ste te sostiene, no te obstaculiza. \u00c9l espira para traerte a M\u00ed de quien viene. Pi\u00e9rdete, gota de agua en mi infinito oc\u00e9ano, pi\u00e9rdete, chispa de luz en mi inmenso resplandor. Entra a formar parte de tu Dios y Se\u00f1or, de tu Esposo. Te abro todas las puertas de mis tesoros para que los poseas.
\u00a1Te amo!\u00bb.<\/p>
10 horas<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abHablando de la Presentaci\u00f3n en el Templo, Lucas dice que \u00abel padre y la madre se quedaron maravillados de las cosas que se dec\u00edan del Ni\u00f1o\u00bb.
Distinta maravilla la de los dos c\u00f3nyuges. Yo, a quien el Esp\u00edritu Santo hab\u00eda revelado todo futuro, me maravillaba sobrenaturalmente admirando la Voluntad del Se\u00f1or que se vest\u00eda de carne para querer redimir al hombre y que se revelaba a los vivientes del esp\u00edritu. Me maravillaba una vez m\u00e1s de que Dios me hubiese elegido a m\u00ed, su humilde esclava, para ser la Madre de la Voluntad encarnada. Jos\u00e9 se maravillaba tambi\u00e9n humanamente porque no sab\u00eda m\u00e1s que lo que las Escrituras le hab\u00edan dicho y el \u00e1ngel revelado. Yo callaba.
Los secretos del Alt\u00edsimo estaban como depuestos en el arca cerrada en el Santo de los Santos y s\u00f3lo yo, Sacerdotisa suprema, los conoc\u00eda, y la Gloria de Dios los velaba ante los ojos de los hombres con su resplandor insostenible. Eran abismos de fulgor y s\u00f3lo el ojo virginal besado por el Esp\u00edritu Santo pod\u00eda mirarlos. Por esto est\u00e1bamos, tanto Jos\u00e9 como yo, maravillados. De manera distinta, pero igualmente maravillados.
Del mismo modo debe interpretarse as\u00ed el otro pasaje de Lucas: \u00abPero ellos no comprendieron lo que les hab\u00eda dicho\u00bb, cap. 22, v. 50.
Yo comprend\u00ed. Ya antes lo sab\u00eda y, aunque el Padre permiti\u00f3 mi angustia de madre, no me vel\u00f3 el significado excelso de las palabra de mi Hijo. Pero call\u00e9 para no humillar a Jos\u00e9 a quien no le era concedida la plenitud de la gracia.
Era la Madre de Dios, pero eso no me exim\u00eda de ser esposa respetuosa hacia el Bueno que era mi amoroso compa\u00f1ero y vigilante hermano. Nuestra Familia no conoci\u00f3 tacha, en<\/p>
ning\u00fan motivo ni campo. Nos amamos santamente preocupados de una sola cosa: del Hijo. jOh! Jes\u00fas restituy\u00f3 en la hora de la muerte todo consuelo, como s\u00f3lo \u00c9l pod\u00eda hacer, a mi
Jos\u00e9, en recuerdo de todo cuanto hab\u00eda recibido de ese Justo. Jes\u00fas es el modelo de los hijos, como Jos\u00e9 lo es de los maridos. He tenido mucho dolor por el mundo y del mundo. Pero mi santo Hijo y mi justo Consorte no trajeron m\u00e1s l\u00e1grimas a mis ojos que las de su dolor.
Cuando ya Jos\u00e9 no estuvo a mi lado, y yo fui la primera autoridad terrenal sobre mi Hijo, ya no mostr\u00e9 que no entend\u00eda callando. Nadie m\u00e1s se habr\u00eda humillado al verse superado en comprensi\u00f3n, y en Can\u00e1 habl\u00e9: \u00abHaced lo que \u00c9l os diga\u00bb dije, porque sab\u00eda que Jes\u00fas no me niega nada y que tras sus palabras sostenidas ya estaba el primer milagro suscitado por m\u00ed y ofrecido a m\u00ed por mi Hijo, como una c\u00e1ndida rosa, la primera nacida sobre un rosal en primavera.
Hay que saber leer el Evangelio, Mar\u00eda. Los hombres no lo saben leer. Yo te guiar\u00e9 la mano y te lo explicar\u00e9 all\u00ed donde mi Jes\u00fas no te lo explica. Soy la Madre de los dos. Quiero que mi ni\u00f1a conozca a su dulc\u00edsimo Jes\u00fas, nuestro Jes\u00fas, como pocos le conocen.
Cuanto m\u00e1s le conozcas, m\u00e1s le amar\u00e1s. Cuanto m\u00e1s le ames, m\u00e1s feliz me har\u00e1s\u00bb.<\/p>
7 de diciembre<\/p>
Zacar\u00edas 9,9-10-11-13-16-17.
Dice Jes\u00fas:
\u00abSatan\u00e1s sedujo a los hijos de Dios con pensamiento de soberbia. Inyect\u00f3 en los inocentes la sed de ser grandes con todas las grandezas: del poder, del saber, del poseer.
\u00abSer\u00e9is semejantes a Dios\u00bb. Hace siglos que se extingui\u00f3 el silbido de la Serpiente pero el sonido, que ya no rasgaba el aire, estaba fundido con el murmullo de la sangre en el coraz\u00f3n del hombre. Y todav\u00eda est\u00e1 fundido con vuestra sangre que am\u00e1is m\u00e1s que a vuestra alma. Y viv\u00eds perjudic\u00e1ndoos alma y cuerpo por obedecer al imperativo de vuestra sangre envenenada por Satan\u00e1s.
Pero os equivoc\u00e1is al aplicar valor y significado a las cosas y a las palabras. Ser semejantes a Dios os lo hab\u00eda dado ya como dote el Padre Creador. Pero una semejanza en la que nada tiene que ver lo que es carne y sangre, sino m\u00e1s bien el esp\u00edritu, porque Dios es ser espiritual y perfecto y os hab\u00eda hecho grandes en el esp\u00edritu y capaces de alcanzar la perfecci\u00f3n mediante la Gracia, plena en vosotros, y la ignorancia del Mal.
Yo vine para poner las cosas y las palabras en la luz justa y os mostr\u00e9, con las palabras y con los actos, que la verdadera grandeza, la verdadera riqueza, la verdadera sabidur\u00eda, la verdadera realeza, la verdadera deificaci\u00f3n no son las que vosotros cre\u00e9is.
No he querido nacer en un mansi\u00f3n regia, no he tenido lujo en mi vida, ni corte de dignatarios, ni ministros, ni carrozas y caballos, ni c\u00e1tedras ilustres, ni palacios y bienes.
He venido manso y humilde con la apariencia de un pobre ni\u00f1o que ni siquiera tiene el cobijo de una pobre habitaci\u00f3n, sino una gruta, refugio de animales, para sus primeras jornadas en el mundo. He venido con la apariencia de un pr\u00f3fugo en comarcas extranjeras, fugitivo ante el bajo poder de los hombres, he conocido el hambre y la humillaci\u00f3n de estar entre los sin techo que deben arrancar a peque\u00f1os mordiscos su sustento con mil humildes trabajos. He venido con la apariencia de hijo de un obrero, y pobre por a\u00f1adidura: un obrero de pueblo al que los campesinos, carreteros, amas de casa, piden mangos para sus utensilios agr\u00edcolas, rayos y aros para las ruedas de sus carretas, reparaciones de maseras y de banquetas y f\u00e1brica de pobres lechos para algunos esposos, humildes como el carpintero de Nazaret, que deb\u00edan construirse una casa o una cuna para el primer peque\u00f1o.<\/p>
He venido con la apariencia de peregrino que no tiene piedra sobre la que apoyar la cabeza y se debe recostar all\u00ed donde el Creador le hace encontrar una, que no tiene m\u00e1s alimento que el dado por la caridad de quien le acoge y que tanto puede ser el pan y la sal, o el taz\u00f3n de leche de cabra, o el pescado asado en las brasas de los campesinos, de los pastores, de los pescadores, como el rico banquete del Fariseo en el que los sabrosos platos me resultaban amargos porque no estaban condimentados con amor sino s\u00f3lo con curio- sidad, o las comidas en Betania, descanso del alma de Cristo que encontraba all\u00ed a la madre en Marta, llena de atenciones materiales, y en Mar\u00eda, llena de adoraci\u00f3n, y se sent\u00eda comprendido por una mente docta de amigo.
He entrado como hijo de David en la ciudad real -que, mientras que entraba, ya me expel\u00eda como si fuera un vergonzoso aborto- a caballo de una burrita que me fuera ofrecida por la generosidad de un sencillo que me hab\u00eda reconocido Maestro e Hijo de Dios.
He muerto desnudo y sobre un lecho de oprobio que ni siquiera era m\u00edo en su tosco le\u00f1o, y he sido arreglado y sepultado con vendas y aromas adquiridos por quien me amaba y en un sepulcro ofrecido por la piedad de quien me amaba.
Fui grande porque quise ser peque\u00f1o. Recordadlo, vosotros que siendo peque\u00f1os quer\u00e9is ser grandes, a toda costa, incluso con lo il\u00edcito. Y mi Reino no tendr\u00e1 ni fin ni conf\u00edn, porque me lo he conquistado a costa de mi anulaci\u00f3n total.
Si me hubierais hecho reinar en lugar de matarme primero en la Cruz y despu\u00e9s en vuestras conciencias, habr\u00edas conocido eras de paz, largas cuanto la Tierra desde el momento en que pos\u00e9 mi pie de Inocente sobre ella, porque Yo soy el Rey de la paz, soy la Paz misma. Os habr\u00eda dado la paz en las naciones y la paz en las conciencias, porque con mi Sangre (la sangre de la circuncisi\u00f3n habr\u00eda bastado para redimir a la humanidad) he venido a liberaros de la fosa sin agua que Satan\u00e1s os hab\u00eda excavado y donde perec\u00edais y perec\u00e9is porque, a pesar de que os haya extra\u00eddo de ella, all\u00ed hab\u00e9is querido volver, dado que el Seductor la ha asfaltado de oro y ha pintado en las paredes de la derecha im\u00e1genes obscenas y en la de la izquierda im\u00e1genes de poder. Tres cosas que tienen para vosotros el m\u00e1ximo valor.
Y sin embargo Yo me he dejado extender sobre la cruz para hacer de mi martirio una flecha que perfora los Cielos cerrados y abre el paso al perd\u00f3n de Dios. Y; a pesar de que me hay\u00e1is odiado, Yo continuo llam\u00e1ndoos para recogeros, como trompeta empu\u00f1ada por un alf\u00e9rez, para convertiros en mi ej\u00e9rcito pac\u00edfico que conquista los Cielos.
Venid. Antes de que llegue la hora en que no ya pod\u00e1is venir, venid a M\u00ed. Estad vestidos con mis uniformes y contrase\u00f1ados con mi signo. El \u00e1ngel de Dios preserv\u00f3 a los hijos de Israel del exterminio de Egipto por la sangre del cordero esparcida sobre las jambas y los arquitrabes; Yo: Cordero de mi Padre y Se\u00f1or, salvo a mi Padre sus hijos por mi Sangre, con la que he te\u00f1ido no la materia del le\u00f1o y de la piedra que mueren, sino vuestra alma inmortal. Las trompetas de la llamada universal ser\u00e1n vida infundida de nuevo para los signados con mi Sangre, y los huesos de los justos surgir\u00e1n de entre los pliegues del suelo, donde dorm\u00edan desde hace siglos, para vestirse, con j\u00fabilo, con carne perfecta porque nutrida con el Pan vivo bajado del Cielo para vosotros y del Vino exprimido de las venas del Santo que
vuelve virgen vuestra alma y la hace digna de entrar en la Jerusal\u00e9n del Cielo\u00bb.<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abOtro regalo de la Madre con ocasi\u00f3n de mi Fiesta.
Hay otras dos frases en los Evangelios que se refieren a m\u00ed y que vosotros interpret\u00e1is m\u00e1s o menos bien. Yo te las explico. .
Dice Mateo: \u00abMientras Jes\u00fas hablaba, su Madre y sus hermanos estaban fuera tratando de<\/p>
hablarle. Uno dijo: ‘Tu Madre y tus hermanos te buscan’. Pero \u00c9l respondi\u00f3: ‘\u00bfQui\u00e9n es mi Madre y qui\u00e9nes son mis hermanos? He aqu\u00ed a mi Madre y a mis hermanos: todo el que cumple la Voluntad de mi Padre\u00bb’.
\u00bfRepudio de su Madre? No. Alabanza a su Madre que fue perfecta en cumplir la Voluntad del Padre. \u00a1Bien sab\u00eda mi Jes\u00fas qu\u00e9 voluntad segu\u00eda yo! Una voluntad que hab\u00eda hecho m\u00eda y ante la que no retroced\u00eda a\u00fan cuando con el pasar de cada minuto me repitiera, como golpe sobre un clavo clavado en el coraz\u00f3n: \u00abEsto termina con el Calvario\u00bb. Bien sab\u00eda que hab\u00eda merecido ser Madre de Dios por haber cumplido esta Voluntad y, si no la hubiese cumplido, \u00c9l no me habr\u00eda tenido por Madre.
Por ello, entre todos lo que le escuchaban, unida a \u00c9l con un v\u00ednculo superior a la sangre, por un v\u00ednculo sobrenatural, estaba yo, la primera en tiempo y en conocimiento entre todos sus disc\u00edpulos porque el Verbo me hab\u00eda instruido desde que le llevaba en el seno- yo era \u00absu Madre\u00bb en el sentido que \u00c9l daba a este decir divino, y unido al reconocimiento humano de los oyentes \u00c9l me daba su reconocimiento divino de verdadera Madre, porque daba vida a la Voluntad de su Padre y el m\u00edo.
Lucas narra que mientras Jes\u00fas hablaba una mujer dijo: \u00bbBienaventurado el vientre que te llev\u00f3 y los pechos que mamaste\u00bb. A lo que mi Hijo respondi\u00f3: \u00bbBienaventurados m\u00e1s bien los que oyen la palabra de Dios y la cumplen\u00bb.
El ser Madre de Jes\u00fas fue una gracia de la que no me era l\u00edcito gloriarme. Entre los millones y millones de almas creadas por el Padre, \u00c9l, por un decreto inescrutable, escogi\u00f3 la m\u00eda para ser sin mancha. No quiso el Eterno que yo me humille en el Cielo, porque me ha hecho Reina en el instante feliz en que, dejada la Tierra, he sido ce\u00f1ida por el abrazo de mi Hijo, aguda nostalgia del tiempo de la separaci\u00f3n, deseo que me consumi\u00f3 como la l\u00e1mpara que arde. Pero si lo permitiese, yo estar\u00eda eternamente postrada ante su Fulgor para humillarme completamente en recuerdo de su decreto de benevolencia que me ha dado un alma bautizada antes que todas las almas, no con el agua y la sal, sino con el fuego de su Amor.
El que haya mamado de mi seno tampoco pod\u00eda suscitarme movimientos de soberbia. \u00c9l bien hubiera podido venir a la Tierra y ser Evangelizador y Redentor sin tener que degradar su Divinidad encarnada a las necesidades naturales de un ni\u00f1o. Como subi\u00f3 al Cielo tras su Misi\u00f3n, as\u00ed hubiera podido descender del Cielo, para iniciarla, dotado de un cuerpo adulto y perfecto, lo que es necesario por vuestra condici\u00f3n carnal. Todo lo puede mi Se\u00f1or e Hijo, y yo no he sido m\u00e1s que un instrumento con el que haceros m\u00e1s comprensible y m\u00e1s persuasiva la real Encarnaci\u00f3n de Dios, Esp\u00edritu pur\u00edsimo, como Jesucristo hijo de Mar\u00eda de Nazaret.
Ahora bien, la grandeza estaba en el haber cumplido la Palabra de Dios y afinado los sentidos del alma con una pureza total desde la infancia; y la beatitud en el haber escuchado la Palabra, que era Hijo para m\u00ed, a fin de hacerla mi pan y fundirme cada vez m\u00e1s con mi Se\u00f1or.
\u00ab\u00a1Oh! santa Palabra. Don entregado a los predilectos de Dios, vestidura de fuego que ci\u00f1es de esplendores, vida que te haces la Vida de aquellos a quienes te das, que T\u00fa seas cada vez m\u00e1s amada por ellos como yo te am\u00e9 en ardor y humildad.
Obra en estos hijos m\u00edos, oh Palabra sant\u00edsima, puesto que los tom\u00e9 como m\u00edos al pie de la Cruz para consolar mi desgarrada aflicci\u00f3n de Madre, a la que le han matado el Hijo adorado, y cond\u00faceles al Cielo por un camino de verdades resplandecientes y de ardientes obras. Cond\u00facemelos al Coraz\u00f3n, en el que T\u00fa dormiste de ni\u00f1o y te posaste despu\u00e9s de muerto, en el que a\u00fan quedan gotitas de tu Sangre sant\u00edsima y de mi llanto, para que a su contacto desaparezca cuanto les queda de humanos, y resplandecientes con tu Luz, entren<\/p>
contigo en la Ciudad en la que todo es eterna perfecci\u00f3n y donde T\u00fa, \u00a1Hijo m\u00edo santo!, reinas y reinar\u00e1s\u00bb\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abDi al Padre que entre las razones probatorias est\u00e1 la de los dictados que, por su contenido, no pueden ciertamente salir de un coraz\u00f3n al que los acontecimientos especiales inducen a agitarse creando pensamientos contrarios a los que escribe: entre \u00e9stos que el Padre note los escritos en los d\u00edas de la muerte de tu madre y recientemente el del 6 del mes en curso. Que a\u00f1ada esta raz\u00f3n a las dem\u00e1s. Es una prueba segura de la fuente no humana de tus escritos\u00bb .<\/p>
8 de diciembre<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abEscribe siempre Lucas, mi evangelista, que mi Jes\u00fas, despu\u00e9s de haber sido circuncidado y ofrecido al Se\u00f1or, \u00abcrec\u00eda y se robustec\u00eda lleno de sabidur\u00eda, y la gracia de Dios estaba en \u00c9l\u00bb; y m\u00e1s adelante repite como, ya muchacho de doce a\u00f1os, estaba sujeto a nosotros y \u00abcrec\u00eda en sabidur\u00eda, en edad y en gracia ante Dios y los hombres\u00bb.
Una desviaci\u00f3n de la piedad de los fieles ha hecho que el orden guardado por Dios hasta consigo mismo, en cuanto se refiere a su existencia de Hijo del hombre, haya sido alterado. A la leyenda le gusta convertir a mi Ni\u00f1o en un ser prodigioso e innatural, que desde el nacimiento haya realizado actos de hombre y por eso haya sido algo tan irregular que parece monstruoso.
Esta piedad errada no es castigada por Dios, que la ve y la Compadece y la juzga obra de un amor no perfecto en la forma, pero siempre grato porque es sincero.
Pero Yo quiero hablarte de mi Ni\u00f1o as\u00ed como era cuando no habr\u00eda podido hacer nada sin su Madre: un peque\u00f1o ser tierno, delicado, rubio, levemente rosado y hermoso, hermoso como ning\u00fan hijo de hombre, y bueno, m\u00e1s bueno que los \u00e1ngeles que hab\u00eda creado el Padre suyo y nuestro. Su crecimiento fue ni m\u00e1s ni menos que el de un ni\u00f1o sano cuidado por su madre.
Era inteligente mi Ni\u00f1o. Mucho. Como lo puede ser un perfecto.
Pero su inteligencia se despert\u00f3 d\u00eda tras d\u00eda siguiendo la regla com\u00fan a todos los nacidos de mujer. Era como si el surgir de un sol se abriera camino en su cabecita rubia. Las primeras miradas, ya no vagas como las de los primeros d\u00edas, comenzaron a posarse sobre las cosas y especialmente sobre su Madre. Las primeras sonrisas inciertas y despu\u00e9s cada vez m\u00e1s seguras cuando me inclinaba sobre la cuna o lo cog\u00eda en mi regazo para darle de mamar, lavarlo, vestirlo y besarlo.
Las primeras palabras informes y despu\u00e9s cada vez m\u00e1s claras. Qu\u00e9 beatitud ser la Madre que ense\u00f1a al Hijo de Dios a decir: \u00ab\u00a1Mam\u00e1!\u00bb. Y la primera vez que dijo bien esta palabra, que nadie como \u00c9l supo decir jam\u00e1s con tanto amor, y que me la dijo hasta el \u00faltimo respiro, \u00a1qu\u00e9 fiesta de Jos\u00e9 y m\u00eda y cu\u00e1ntos besos sobre la boquita en la que estaban los primeros dientecillos!
Y los primeros pasos con sus piececitos tan tiernos, rosados como el p\u00e9talo de una rosa encarnada, esos piececitos que yo acariciaba y besaba con amor de madre y adoraci\u00f3n de fiel y que despu\u00e9s me los habr\u00edan clavado a la cruz y los habr\u00eda visto contraerse por los es- pasmos, amoratarse y hacerse de hielo.
Y sus ca\u00eddas cuando comenz\u00f3 a andar solo. Yo corr\u00eda a levantarlo ya besarle las magulladuras… \u00a1Oh! \u00a1entonces pod\u00eda hacerlo! Un d\u00eda lo habr\u00eda visto caer bajo la cruz, ya<\/p>
agonizante, desgarrado, manchado de sangre y de las suciedades que le hab\u00eda lanzado la multitud cruel, y ya no habr\u00eda podido correr a levantarlo, a besarle las contusiones sangrantes, \u00a1pobre Madre de un pobre Hijo ajusticiado!
Y sus primeros detalles: una florecilla cogida en el huertecito o por el camino y que me tra\u00eda, un banquito arrastrado hasta mis pies para que estuviera m\u00e1s c\u00f3moda, el recoger un objeto que se me hab\u00eda ca\u00eddo.
Y su sonrisa. \u00a1El sol de nuestra casa! \u00a1La riqueza que cubr\u00eda de seda y oro las desnudas paredes de mi casita! Quien ha visto la sonrisa de mi Hijo ha visto el Para\u00edso en la Tierra. Una sonrisa serena mientras que fue ni\u00f1o. Una sonrisa cada vez m\u00e1s pensativa hasta hacerse melanc\u00f3lica conforme se hac\u00eda adulto. Pero siempre sonrisa. Para todos. Y fue una de las razones de su atractivo divino por el que las muchedumbres le segu\u00edan encantadas.
Su sonrisa ya era palabra de amor. Despu\u00e9s cuando a la sonrisa se un\u00eda la voz, que m\u00e1s hermosa no la hubo en el mundo, hasta la tierra y las espigas de trigo temblaban. Era la voz de Dios que hablaba, Mar\u00eda. Y fue un misterio, que s\u00f3lo explican las inescrutables razones de Dios, c\u00f3mo Judas y los jud\u00edos pudieron, despu\u00e9s de haberle o\u00eddo hablar, llegar a traicionarlo y a matarlo.
Su inteligencia, cada vez m\u00e1s abierta hasta alcanzar lo perfecto, me impon\u00eda admiraci\u00f3n y respeto. Pero estaba tan templada con la bondad que jam\u00e1s humill\u00f3 a nadie. \u00a1Dulce Hijo m\u00edo, que fuiste dulce ,con todos y especialmente con tu Madre!
Ya jovencito, yo no me permit\u00eda besarlo como cuando era peque\u00f1o. Pero nunca me falt\u00f3 su beso y su caricia. Era \u00c9l quien invitaba a su Madre, de quien comprend\u00eda la sed de amor, a beber la vida besando su santa carne, a beber la alegr\u00eda.
Antes de la \u00daltima Cena vino a recibir consuelo de su Madre. Y estuvo apoyado sobre mi coraz\u00f3n como cuando era ni\u00f1o. Se quiso colmar de amor de madre para poder resistir el desamor de todo un mundo.
Despu\u00e9s lo tuve sobre el coraz\u00f3n ya helado y muerto en las l\u00edvidas luces del Viernes santo. Y ver a mi Ni\u00f1o -porque para una madre su hijo es siempre un ni\u00f1o, y tanto m\u00e1s cuando est\u00e1 sufriendo o muerto- ver a mi Ni\u00f1o hecho todo una llaga, desfigurado por el sufrimiento padecido, revestido de sangre, desnudo, desgarrado hasta el Coraz\u00f3n, ver quieta esta Boca bendita que s\u00f3lo hab\u00eda proferido palabras santas, esos Ojos adorados cuya mirada era una bendici\u00f3n, esas Manos que s\u00f3lo se hab\u00edan movido para trabajar, bendecir, curar, acariciar, aquellos Pies que se hab\u00edan cansado para tratar de reunir a su reba\u00f1o y que el reba\u00f1o hab\u00eda traspasado, fue un dolor tremendo e inmenso que inund\u00f3 la Tierra para redimirla e invadi\u00f3 los firmamentos que se estremecieron de piedad.
Todos los besos que ten\u00eda en el coraz\u00f3n y que, en las separaciones forzosas de aquellos tres \u00faltimos a\u00f1os, no hab\u00eda podido darle, se los di entonces. Ni una contusi\u00f3n se qued\u00f3 sin beso y l\u00e1grimas. Y s\u00f3lo yo s\u00e9 qu\u00e9 n\u00famero alcanzaron. Los besos y el llanto fueron los prime- ros que lavaron su Cuerpo inerte, y no dej\u00e9 de besarlo antes de verlo desaparecer bajo los aromas, el sudario, la s\u00e1bana y las vendas, y por \u00faltimo tras la piedra rodada sobre el cierre del Sepulcro.
Pero en la ma\u00f1ana de la Resurrecci\u00f3n pude contemplar el Cuerpo glorificado de mi Hijo. Entr\u00f3 con el rayo de sol, de resplandor inferior al suyo, y lo vi en su Belleza perfecta, m\u00edo porque yo lo hab\u00eda formado, pero Dios porque ya hab\u00eda superado la hora humana y volv\u00eda al Padre llev\u00e1ndome a los cielos con su Carne divina modelada en mi seno a mi humana semejanza.
Para su Madre no existi\u00f3 la prohibici\u00f3n dada a Mar\u00eda Magdalena. Yo le pod\u00eda tocar. No habr\u00eda contaminado con mi humanidad su Perfecci\u00f3n que sub\u00eda a los Cielos, porque ese m\u00ednimo de humanidad que ten\u00eda, en mi condici\u00f3n de Inmaculada Concepci\u00f3n, se hab\u00eda<\/p>
quemado como una flor arrojada en un incendio en la hoguera expiatoria del G\u00f3lgota. Mar\u00eda- Mujer hab\u00eda muerto con su Hijo. Ahora permanec\u00eda Mar\u00eda alma, ansiosa de subir al Cielo con el Hijo. Y mi abrazo lleno de veneraci\u00f3n no pod\u00eda turbar a la Divinidad triunfante.
\u00a1Oh! \u00a1bendito por su amor! Que aunque despu\u00e9s he tenido siempre presente su Cuerpo desgarrado, y el recuerdo de aquella tortura no ha perdido a\u00fan su aguij\u00f3n, el recuerdo de su Cuerpo glorificado, triunfante, bello con una Belleza divina y majestuosa que es la alegr\u00eda de los Cielos, fue mi perenne consuelo durante los demasiado largos d\u00edas de mi vivir, y mi perenne anhelo fue acabar la vida para volver a verlo.
Mar\u00eda, hace dos horas que ha iniciado mi fiesta 206 y te he tenido conmigo haci\u00e9ndote conocer a mi Jes\u00fas. Ahora descansa mirando a Quienes te aman y te esperan, y viendo la Belleza que es el gozo de los santos\u00bb.<\/p>
6 horas<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abCuando en la ira del Viernes santo me encontr\u00e9 con mi Hijo en un cruce que conduc\u00eda al G\u00f3lgota, no sali\u00f3 ninguna palabra de nuestros labios aparte de: \u00ab\u00a1Mam\u00e1!\u00bb, \u00ab\u00a1Hijo!\u00bb.
A nuestro alrededor estaba la Blasfemia, la Crueldad, el Escarnio y la Curiosidad. Era in\u00fatil, ante estas cuatro Furias, exponer el coraz\u00f3n con sus latidos m\u00e1s santos. Se habr\u00edan precipitado sobre \u00e9l para herirlo todav\u00eda m\u00e1s, porque cuando el hombre toca la perfecci\u00f3n del Mal es capaz no s\u00f3lo del delito hacia los cuerpos sino tambi\u00e9n hacia el pensamiento y el sentimiento de su semejante.
Nos miramos. Jes\u00fas, que ya hab\u00eda hablado a las mujeres piadosas incit\u00e1ndolas a llorar sobre los pecados del mundo, s\u00f3lo me mir\u00f3 fijamente, a trav\u00e9s del velo del sudor, del llanto, del polvo, de la sangre, que formaban una costra en sus p\u00e1rpados.
Sab\u00eda que yo oraba por el mundo y que habr\u00eda querido doblegar al Cielo en su ayuda alivi\u00e1ndole no el suplicio, porque \u00e9ste deb\u00eda ser cumplido por decreto eterno, sino su duraci\u00f3n. Lo habr\u00eda querido doblegar a costa de mi martirio de toda la vida. Pero no pod\u00eda. Era la hora de la Justicia.
Sab\u00eda que le amaba como nunca. Y yo sab\u00eda que me amaba y que m\u00e1s que el velo de la Ver\u00f3nica piadosa y de cualquier otro socorro le habr\u00eda servido de alivio el beso de su Madre. Pero tambi\u00e9n era necesaria esta tortura para redimir las culpas del desamor.
Nuestras miradas se encontraron, se enlazaron, se separaron desgarrando nuestros corazones. Y despu\u00e9s el gent\u00edo arroll\u00f3 y empuj\u00f3 a la V\u00edctima hacia su altar, y lo escondi\u00f3 a la otra v\u00edctima que ya estaba sobre el altar del sacrificio y que era yo, Madre dolorosa.
Cuando os veo tan duros, obstinados en el pecado, y pienso que nuestro doble y desgarrante dolor infinito no ha servido para haceros buenos, pienso qu\u00e9 mayor dolor se necesitaba para neutralizar el veneno de Satan\u00e1s en vosotros y no lo encuentro, porque no existe dolor mayor que el nuestro.
He tenido, desde el momento de mi Inmaculada Concepci\u00f3n, la cabeza de Satan\u00e1s bajo mi calca\u00f1ar sin culpa. Pero \u00e9l, no habiendo podido corromper mi cuerpo ni mi alma con su veneno, ha rociado ese veneno como \u00e1cido infernal sobre mi Coraz\u00f3n materno y, si es inmaculado por gracia de Dios, est\u00e1 tan dolorido que m\u00e1s no se puede por obra de Satan\u00e1s, que lo ha traspasado a muerte por obra de los hijos del hombre asesinos de mi Hijo desde el momento del Getseman\u00ed hasta el fin del mundo.
La Madre te dice, mi criatura tan querida, que las ofensas que hac\u00e9is a mi Hijo suben<\/p>
206 Fiesta de la Inmaculada Concepci\u00f3n<\/p>
como flechas hasta la beatitud del Cielo para herirme, y cada una reabre la herida del Viernes santo. Las heridas que lleva mi Coraz\u00f3n por vosotros son m\u00e1s numerosas que las estrellas del firmamento. Y no ten\u00e9is piedad de la Madre que os ha dado su vida.
Volver\u00e9 a hablarte hoy porque quiero tenerte todo el d\u00eda conmigo. Hoy soy Reina en el Cielo m\u00e1s que nunca y llevo conmigo tu alma.
Eres una ni\u00f1a que sabe poco de la Madre. Pero cuando sepas muchas cosas y me conozcas no como una estrella lejana de la que se ve un rayo y se conoce el nombre, no s\u00f3lo como un ente ideal e idealizado, sino como una realidad viva y amorosa, con mi coraz\u00f3n de Madre de Dios y Madre de Jes\u00fas, de Mujer que entiende los dolores de la mujer porque no se le ahorraron los m\u00e1s atroces y que s\u00f3lo tiene que recordar los suyos para entender los dem\u00e1s, entonces me amar\u00e1s como amas a mi Hijo: o sea con todo tu ser\u00bb.<\/p>
12 horas<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abFue la piedad de Longinos la que me permiti\u00f3 acercarme a la Cruz, a la que hab\u00eda llegado a trav\u00e9s de escarpados atajos, llevada m\u00e1s por el amor que por mi propia fuerza.
Longinos era un soldado recto que cumpl\u00eda con su deber y ejerc\u00eda su derecho con justicia. Por eso estaba ya predispuesto a los prodigios de la Gracia. Yo, por su piedad, le obtuve el don de las gotas del Costado y ellas fueron su bautismo de gracia, porque su alma ten\u00eda sed de Justicia y Verdad.
Los \u00e1ngeles hab\u00edan dicho en el alba natalicia de Jes\u00fas: \u00abPaz en la tierra a los hombres de buena voluntad\u00bb. En el atardecer del d\u00eda mortal de Cristo, el Cristo yacente daba a este hombre de buena voluntad su Paz. Y Longinos me fue el primer hijo nacido de los dolores de la Cruz, porque Dimas fue el \u00faltimo redimido por la palabra de Jes\u00fas de Nazaret como Juan fue el primero, y podr\u00eda decir que \u00e9l, con su coraz\u00f3n de lirio de diamante encendido de amor, fue la luz nacida de la Luz, y las Tinieblas nunca pudieron oscurecerla.
Yo s\u00f3lo hab\u00eda tomado este \u00abhijo de Cristo\u00bb (el Padre Migliorini sabe lo que quiere decir en hebreo el sufijo: bar) de las manos de mi Hijo dando inicio al ciclo de mi maternidad espiritual con una flor que ya se hab\u00eda abierto al Cielo; de mi maternidad espiritual nacida como rosa purp\u00farea de las palmas clavadas al tronco de la Cruz, tan distinta de la c\u00e1ndida rosa de alegr\u00eda de Can\u00e1, pero igualmente dada por el amor de Cristo a su Madre por los hombres, y del amor de Cristo a los hombres por su Madre que ya no habr\u00eda tenido Hijo.
Un milagro de amor sign\u00f3 la era de la evangelizaci\u00f3n, un milagro de amor la de la redenci\u00f3n, porque todo cuanto viene de mi Jes\u00fas es amor y todo cuanto viene de Mar\u00eda tambi\u00e9n es amor. El coraz\u00f3n de la Madre no se distingue del coraz\u00f3n del Hijo m\u00e1s que en la Perfecci\u00f3n divina.
Desde lo alto de la Cruz hab\u00edan descendido lentamente las palabras, separadas en el tiempo como el batir de las horas en un reloj celestial. Y yo las hab\u00eda recogido todas, incluso las que menos se refer\u00edan a m\u00ed, porque hasta un suspiro del Moribundo era recogido, bebido, aspirado, por mi o\u00eddo, por mi ojo, por mi coraz\u00f3n.
\u00abMujer, ah\u00ed tienes a tu hijo\u00bb. Y desde aquel momento he dado hijos al Cielo generados de mi dolor. Parto virginal como mi primero, este m\u00edstico parto de vosotros para \u00c9L Yo os doy a la luz de los Cielos a trav\u00e9s de mi Hijo y mi dolor. Y este generar, que inici\u00f3 con aquellas palabras, no tiene lamentos de carne destrozada, porque mi carne era inmune de pecado y de la condena de generar a trav\u00e9s del dolor, pero el coraz\u00f3n desgarrado clam\u00f3 sin voz con el sollozo mudo del esp\u00edritu, y puedo decir que vosotros nac\u00e9is a trav\u00e9s del sendero abierto por mi dolor de Madre en mi coraz\u00f3n de Virgen.<\/p>
Pero la palabra reina de aquella cruel tarde de abril era siempre una: \u00ab\u00a1Mam\u00e1!\u00bb. S\u00f3lo llamarme era consuelo para el Hijo, porque sab\u00eda c\u00f3mo lo amaba, y c\u00f3mo mi esp\u00edritu ascendiese sobre su Cruz para besar mi santo Torturado. Repetida cada vez con m\u00e1s frecuencia y m\u00e1s desgarradamente repetida conforme el espasmo crec\u00eda como una marea que sube.
El gran grito del que hablan los evangelistas fue esta palabra. Lo hab\u00eda dicho todo y cumplido todo, hab\u00eda confiado el esp\u00edritu a su Padre e invocado al Padre sobre su inmensurable dolor. Y el Padre no se hab\u00eda mostrado a Aqu\u00e9l en quien hasta aquel momento se hab\u00eda complacido y que ahora, cargado con los pecados del mundo, era mirado por Dios con rigor. La V\u00edctima llam\u00f3 a la Madre. Con un grito de desgarrado dolor que traspas\u00f3 los Cielos, haciendo llover perd\u00f3n, y que traspas\u00f3 mi coraz\u00f3n, haciendo llover sangre y llanto.
He recogido ese grito en el que por las contracciones de la muerte, y de esa muerte, naufragaba la palabra en un desgarrador lamento, y he llevado en m\u00ed ese sonido como una espada de fuego hasta la ma\u00f1ana pascual, cuando el’ Vencedor entr\u00f3, relumbrante m\u00e1s que el sol de aquella serena ma\u00f1ana, tan hermoso como nunca antes lo hab\u00eda visto, porque la tumba me hab\u00eda tragado un Hombre Dios y ahora me devolv\u00eda un Dios Hombre, perfecto en su viril majestad, jubiloso por la prueba cumplida.
\u00bbMam\u00e1\u00bb tambi\u00e9n entonces. Pero \u00a1oh hija!, este era el grito de su alegr\u00eda incontenible, de la que me hac\u00eda part\u00edcipe estrech\u00e1ndome contra su Coraz\u00f3n y limpiando el beso de su Madre de la amargura del vinagre y de la hiel.
No te sorprenda el que en el d\u00eda de mi fiesta de candor te he hablado de mi dolor. Por justicia, a cada don de Dios se contrapone un don del beneficiado. Cada elecci\u00f3n comporta consigo deberes tremendos ya la vez suaves, que se convierten en alegr\u00eda eterna cuando finaliza la prueba.
Al supremo don de la Concepci\u00f3n sin mancha deb\u00eda corresponder por mi parte el de ser Madre del Redentor, o sea Mujer del Dolor. Y el dolor atroz del G\u00f3lgota es la corona puesta sobre la gloria de mi Concepci\u00f3n inmaculada\u00bb.<\/p>
9 de diciembre<\/p>
Zacar\u00edas 11, 4-7-10-13-14-15-17.
Dice Jes\u00fas:
\u00abNunca como en este momento debo repetir a quien me representa: \u201cApacienta mis corderos\u00bb.
Muchos de ellos se han vuelto salvajes. Pero toda la culpa no es de ellos y por esto me producen piedad.
Los hab\u00eda confiado a los poderosos para que los cuidasen. Hab\u00eda dado ya tanto a los poderosos para que no quisieran a\u00fan m\u00e1s y fueran buenos con los s\u00fabditos porque son potentes s\u00f3lo por mandato de Dios. En realidad son grey de Dios, son hijos de Dios y deber\u00edan ser cuidados con respeto pensando en el Rey verdadero: el Eterno, de quien son pueblo.
En cambio les han usado como reba\u00f1o sin amo. Les han empujado donde han querido, les han alimentado con la comida que les ha parecido, con tal de nublarles el pensamiento y hacerles olvidar el Bien corrompi\u00e9ndoles con doctrinas que Yo maldigo, se han hecho esclavos a los que se les niega hasta la libertad de pensamiento, y como ovejas les han empujado al matadero para sus fines delictivos hacia toda la humanidad. Toda. La que para ellos es \u00abPatria\u00bb y la que es \u00abPatria de los dem\u00e1s\u00bb. Se han hecho ricos explotando el sacrificio de los sujetos, ladrones de los bienes de Dios y del hombre que son Alma y Existencia,<\/p>
asesinos de la una y de la otra.
Pues bien: desde lo alto del Cielo, por toda la amargura que han dado como alimento a las gentes y que les lleva a desesperar hasta de Dios, por todo el hambre que sufren los cuerpos y las almas de mis hijos, por aquellos que en esta ruina permanecen siendo los corderos de Dios y ninguna pasi\u00f3n 207 transforma en rebeldes a Dios, como sus seductores y jefes, hijos del Mal y precursores del Anticristo, Yo vengo con mi Palabra y mi Amor para apacentar a los pobres de mi reba\u00f1o y te repito a ti que eres mi Vicario:
\u201cApacienta mis corderos d\u00e1ndoles la incansable palabra y la bendici\u00f3n de la que he colmado tu mano inocente, que no conoce otra sangre fuera de mi Sangre que elevas en el altar como rito de propiciaci\u00f3n, y otro gesto aparte del que fue m\u00edo de bendecir aquellos de los que t\u00fa, como Yo, tienes piedad.
He dado dos varas a tu mano, y te aprecio porque usaste la del amor. Pero el amor, que es potente tambi\u00e9n sobre la Potencia de Dios, cae como piedrecilla lanzada contra la roca cuando se dirige a algunos que tienen la apariencia de hombre, pero son demonios con el coraz\u00f3n de piedra. Golpea pues con la. otra vara, y que sepan los fieles que t\u00fa no eres c\u00f3mplice de las culpas de los grandes. Uno se hace c\u00f3mplice tambi\u00e9n cuando no osa bramar contra sus infamias. A tu Maestro no le gustan las maldiciones y los fulgores. Pero hay momentos en los que hay que saberlos usar para persuadir no a los poderosos, cuyos \u00e1nimo pose\u00eddo por Satan\u00e1s es incapaz de persuasi\u00f3n, sino a los pobres del mundo de que Dios, y los justos de Dios, no comparten ni apoyan los m\u00e9todos y las prepotencias de quien ha superado toda medida y se cree un dios mientras que es s\u00f3lo una fiera inmunda.
Habla, en nombre de la Justicia que representas. Es la hora. Y que las multitudes sepan que mi Doctrina no ha cambiado y que una es la Ley, que existe un solo Dios, que su primer mandamiento es el amor, que \u00c9l, a\u00fan, como en los siglos de los siglos precedentes a mi venida, en la que he confirmado la Ley, ordena no robar, no fornicar, no matar, no coger las cosas de los dem\u00e1s. Dilo a los ladrones de ahora, que no se conforman con una bolsa sino que roban almas a Dios y tierras a los pueblos; dilo a los fornicadores, a los grandes fornicadores de ahora, cuya fornicaci\u00f3n no es la animal con una hembra sino la demon\u00edaca con la potencia pol\u00edtica; dilo a los asesinos de ahora, que se arrogan el derecho de matar a pueblos enteros despu\u00e9s de haber matado en otros pueblos -los suyos- la fe en Dios, cualquier forma de honestidad, el amor al bien; dilo a los insaciables de ahora que, \u00e1vidos como chacales, asaltan donde est\u00e1 lo que les gusta y se permiten cualquier delito con tal de coger lo que no les pertenece.
Hablar quiere decir ‘dolor’ ya veces ‘muerte’. Pero acu\u00e9rdate de M\u00ed. Yo soy m\u00e1s precioso que la ‘alegr\u00eda’ y que la ‘vida’, porque doy a quien me es fiel una alegr\u00eda y una vida que no conoce fin ni medida. Acu\u00e9rdate de M\u00ed que supe purificar mi Casa de las suciedades y seguir de frente un solo fin: ‘la gloria de mi Padre’. Esto me consigui\u00f3 el odio, la venganza, la muerte, porque los que fueron tocados por mi furor encontraron un vendido que por treinta denarios me puso en su poder.
Siempre, entre los m\u00e1s fiables, tenemos un enemigo, un vendido. Pero no importa. El disc\u00edpulo no es m\u00e1s que el Maestro y si Yo, sabiendo que el l\u00e1tigo de mis palabras, m\u00e1s que el l\u00e1tigo de cuerdas -medio simb\u00f3lico m\u00e1s que real- me procuraba la muerte, he hablado, habla. Y si por amor hacia los hombres, y hacia ti, Yo he soportado un enemigo y un vendido y el horror de un beso de traici\u00f3n, t\u00fa, mi primero entre los hijos de ahora, no debes retraerte ante lo que ha sufrido el Maestro antes que t\u00fa.
Que si despu\u00e9s, a pesar de todos los medios, la Justicia tuviera que perecer y, arrastrados<\/p>
207 pasi\u00f3n podr\u00eda tambi\u00e9n leerse presi\u00f3n<\/p>
cada vez m\u00e1s por Satan\u00e1s, los dominadores y los dominados, por un mimetismo mal\u00e9fico, se. separaran cada vez m\u00e1s de Dios, entonces quitar\u00e9 la Luz y la Verdad. Y esto suceder\u00e1 tambi\u00e9n cuando en mi morada -la Iglesia- haya demasiados que, por intereses humanos y por indigna debilidad, est\u00e9n entre los dominados por los sembradores del Mal en sus distintas doctrinas. Entonces conocer\u00e9is al pastor que no se cuida de las ovejas abando- nadas, al pastor in\u00fatil del que habla Zacar\u00edas.
Recuerda el Apocalipsis de Juan. Recuerda el drag\u00f3n: el Mal generador del Anticristo futuro, que le prepara el reino no s\u00f3lo desconcertando las conciencias sino envolviendo en sus espirales la tercera parte de las estrellas y convirtiendo a los astros en fango. Cuando esta demon\u00edaca vendimia se produzca en la Corte de Cristo, entre los grandes de su Iglesia, entonces, en la luz reducida apenas a resplandor y conservada como \u00fanica l\u00e1mpara en el coraz\u00f3n de los fieles a Cristo -porque la Luz no puede morir, Yo lo he prometido, y la Iglesia, incluso en los periodos de horror, conservar\u00e1 cuanto es necesario para volverse resplandor tras la prueba- entonces vendr\u00e1 el pastor \u00eddolo, que ser\u00e1 y estar\u00e1 donde quieran sus due\u00f1os.
Quien tenga o\u00eddos para entender, entienda. Para los vivos de aquel tiempo la muerte ser\u00e1 un bien\u00bb\u00bb.<\/p>
M\u00e1s tarde<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abMe parece haber repetido muchas y muchas veces que o se cree o no se cree, que mi tiempo no se mide con vuestra medida, que ser\u00e1n bienaventurados los que crean sin exigir pruebas.
Ahora a\u00f1ado que la profec\u00eda puede tener periodos de repetici\u00f3n o de aparente negaci\u00f3n que en cambio despu\u00e9s resultan ser tan s\u00f3lo una prueba dada por Dios para la fe de los hombres.
Todas las profec\u00edas antiguas y modernas (digo antiguas aquellas desde Ad\u00e1n hasta mi venida y modernas las que van desde mi venida hasta el momento presente, porque vuestros veinte siglos son una fracci\u00f3n de hora respecto a mi Eternidad) presentan puntos en los que parecen erradas, porque seg\u00fan vosotros deb\u00edan suceder en un determinado periodo y no se han producido. Pero el ojo de mi siervo ve con mi Ojo. Vosotros en cambio veis con el vuestro. Lo que mi siervo habla o repite en mi Nombre, y lo que vosotros cre\u00e9is ya superado, puede ser a\u00fan un acontecimiento que se cumpla en el futuro. Esto para todas las profec\u00edas, hasta las de los mayores esp\u00edritus.
A quien mira con sus ojos humanos le puede parecer equivocada y contradecida por los hechos hasta la Profec\u00eda perfecta: la m\u00eda. \u00bfNo parecer\u00eda, leyendo los evangelios, que el fin del mundo va poco despu\u00e9s de la destrucci\u00f3n de Jerusal\u00e9n? \u00bfPero cu\u00e1ntos siglos han pasa- do desde entonces? Y sin embargo el fin del mundo ser\u00e1 precedido por los signos que digo y que vuestra ignorancia y vuestro miedo han visto cercanos ya tantas veces. S\u00f3lo Yo s\u00e9 el momento en que tendr\u00e1n inicio y no considero necesario decirlo. Incluso por bondad hacia los vivientes de aquel momento.
\u00a1Ciertamente no querr\u00e9is pensar que Yo, Profeta perfecto porque depositario de los secretos de la Divinidad, me haya equivocado! Como no querr\u00e9is creer que se hayan equivocado Pedro, Pablo y sobre todo Juan, que se hab\u00eda quedado unido al Maestro incluso m\u00e1s all\u00e1 del tiempo de mi estancia entre los hombres. \u00bfY no dice Pedro: \u00abEl fin de todo est\u00e1 cercano’,? (Pedro I ep\u00edstola Cap. 4 v. 7). Y Pablo: \u00ab…Nosotros permaneceremos vivos hasta<\/p>
la venida del Se\u00f1or\u00bb 208, y a\u00fan: \u00abBien sab\u00e9is vosotros que quien lo retiene es el Se\u00f1or, para que se manifieste en su momento oportuno. Porque el misterio de la impiedad ya est\u00e1 actuando\u00bb. Parecer\u00eda, pues, que el Anticristo estuviese en acci\u00f3n ya desde entonces, s\u00f3lo que Dios no le permitiese manifestarse plenamente para ser reducido a cenizas por M\u00ed. Y exhorta a los cristianos de entonces a permanecer firmes en la fe para resistir la iniquidad en acci\u00f3n. y. mi Juan, en fin, el m\u00e1s iluminado, aqu\u00e9l a quien se le dieron a conocer los Cielos con las perspectivas de los tiempos futuros conocidos s\u00f3lo por Dios, y le fue abierto mi Coraz\u00f3n con todos sus secretos m\u00e1s secretos, \u00bfno termina el Libro tan excelso que parece escrito con pluma raptada a un arc\u00e1ngel: \u00ab.. .el tiempo est\u00e1 cerca… S\u00ed, vengo pronto. Dice el que da testimonio de todo esto: S\u00ed, vengo pronto\u00bb?
Ahora, por tanto, os digo a vosotros las mismas palabras de mis santos: \u201cAnte el Se\u00f1or un d\u00eda 209 es como mil a\u00f1os y mil a\u00f1os como un d\u00eda. No es que tarde el Se\u00f1or, pero ten paciencia… Hay cosas dif\u00edciles de entender que los ignorantes y los pocos estables enredan para su perdici\u00f3n\u00bb.
\u00a1Oh! \u00a1bienaventurados los creyentes y los satisfechos sin necesidad de demasiadas pruebas, bienaventurados quienes descansan sobre la palabra del Se\u00f1or aunque sea oscura para ellos y no se procuran los tormentos de Tom\u00e1s, que sufri\u00f3 m\u00e1s d\u00edas que los dem\u00e1s por no creer en mi Resurrecci\u00f3n, y despu\u00e9s otros d\u00edas por el arrepentimiento de no haber cre\u00eddo hasta haber constatado!
\u00abHuid de las cuestiones est\u00fapidas, las genealog\u00edas, las disputas y las batallas, pues son in\u00fatiles y vanas\u00bb como dice Pablo (a Tito v. 9 210). Recordad que Juan pocas l\u00edneas despu\u00e9s dice: \u00ab… ya ahora han aparecido muchos anticristos, por lo cual nos damos cuenta que es ya la \u00faltima hora… No os he escrito a vosotros (para vosotros) como a quien no conoce la verdad, sino como a quien la conoce y sabe que ninguna mentira puede venir de la verdad\u00bb (Ia de S. Juan v. 18-21 211). En fin os recuerdo que quien repite las palabras de Dios o habla directamente, no lo hace por querer humano \u00absino inspirado por el Esp\u00edritu Santo\u00bb como dice Pedro en su IIa ep\u00edstola (v. 21) 212.
Por su cuenta mi portavoz es una pobre nada, que nunca siente tanto esta nada que es como cuando le pongo delante un punto escriturario y le digo: \u00abInterpr\u00e9talo\u00bb. Entonces parece un pajarito ca\u00eddo en una red y asustado. Yo, que escudri\u00f1o su coraz\u00f3n, lo veo deshacerse en estupor y temblor como el de un estudiante obligado a responder al examinador sobre lo que no sabe. Y me gusta su no saber porque me lo mantiene bajo y doblegable como un velo de seda.
Respecto a los textos, es in\u00fatil esparcidos como alimento de los reptiles, que pueden utilizados como arma nociva y contra mis peque\u00f1os cristos. Ya he dicho 213 y repito que se requiere mucha prudencia porque viv\u00eds entre reptiles venenosos. \u00bfPor qu\u00e9 quer\u00e9is saciar su est\u00fapida curiosidad? No dicto lo que dicto para vuestro entretenimiento ni para doblegarme a vuestra morbosa sed de conocimientos futuros. Cuando sab\u00e9is, \u00bfacaso cambi\u00e1is? No. No se\u00e1is mentirosos o ingenuos. No cambi\u00e1is. Los esp\u00edritus rectos tienen ya m\u00e1s que suficiente con lo que he dicho para todos sin alzar los velos m\u00e1s profundos. Los otros… \u00a1oh! \u00a1los otros!<\/p>
208 Remitiendo a este punto y al inicio de la cita siguiente, la escritora anota a pie de p\u00e1gina: Pablo ep\u00edstola 19 a los Tesalonicenses cap. 4
v. 14 (pero se trata del vers\u00edculo 15) y ep\u00edstola lI a los Tesalonicenses cap. 11 v. 6-7
209 Remitiendo aqu\u00ed, la escritora anota a pie de p\u00e1gina: S. Pedro III ep\u00edstola (pero se
trata de la 2″ ep\u00edstola) cap. 3 v. 8-9-16
210 mejor: Tito 3, 9
211 mejor: 1 Juan 2, 18-21
212 mejor: 2 Pedro 1, 21
213 Las disposiciones sobre los escritos valtortianos, a las que se nos remite aqu\u00ed y m\u00e1s adelante, se encuentran en los dictados del 15 de agosto, del 23 de agosto y del 26 de octubre<\/p>
Cuando no lo convierten en instrumento para da\u00f1ar a muchos, lo hacen instrumento para da\u00f1arse a s\u00ed mismos, porque estudian, no acogen, estudian mi nueva Palabra, \u00fanicamente con luz y m\u00e9todo humano. \u00bfY no he dicho que este m\u00e9todo es asesino?
He dicho -y si no me canso de repetir mi Doctrina, me canso de repetir las indicaciones respecto al \u00abportavoz\u00bb- que s\u00f3lo cuando ya no est\u00e9 en el mundo ser\u00e1 conocido todo su esfuerzo. No teng\u00e1is prisa de hacer exposiciones generales. \u00c9l no la tiene. No le importa ser conocido, admirado, por el esfuerzo y la mole de trabajo. Con l\u00e1grimas de sangre os permite usar estas p\u00e1ginas \u00abtan suyas\u00bb por el bien de muchos y por mi amor. No quiere m\u00e1s porque Yo no quiero, y en mi \u00abportavoz\u00bb s\u00f3lo hay una voluntad: la m\u00eda.
En los dictados ten\u00e9is cofres de piedras preciosas suficientes para iluminar el mundo.
\u00bfPor qu\u00e9 quer\u00e9is extraer tambi\u00e9n los diamantes que s\u00f3lo dentro de algunos a\u00f1os podr\u00e1n ser manejados sin que las fuerzas del Mal se apropien de ellos para destruidos? \u00bfNo os dais cuenta de que est\u00e1is en mano de los enemigos de Cristo?
Quien escribe es conducido. Pero quien copia 214 debe saber comprender lo que se mantiene a disposici\u00f3n de uno solo el cual, porque a su vez est\u00e1 guiado por M\u00ed, puede entender y bendecir. Conservad, pues, para la hora que Yo se\u00f1alar\u00e9, todo el trabajo de mi \u00abportavoz\u00bb y dad a los pobres del mundo, seg\u00fan su condici\u00f3n, lo que debe ser dado. Y orad para no dejaros arrastrar de lo humano en vuestra elecci\u00f3n.
Por hechos del d\u00eda, P. M. ha podido ya notar la coincidencia y puede testimoniado. Por lo dem\u00e1s, repito, lo utilice como hizo el director de Benigna, que se encontraba en tiempos mejores que \u00e9stos y ten\u00eda entre las manos una materia menos explosiva, dir\u00eda por el car\u00e1cter del tiempo presente lleno de explosiones no tanto de p\u00f3lvoras qu\u00edmicas cuanto de sustancias infernales.
No repit\u00e1is las preguntas porque no responder\u00e9. No quer\u00e1is salir de la regla porque no lo bendecir\u00e9. Tomad vuestro trabajo y dadlo a mi Portavoz. \u00c9l os dir\u00e1 los puntos que no deben ser puestos a disposici\u00f3n de los curiosos y los malvados. Yo le llevar\u00e9 de la mano en la elecci\u00f3n.
Los peque\u00f1os son los que sienten el peligro por instinto, como los pajarillos. Y mi \u00abportavoz\u00bb no es menos peque\u00f1o de cuanto lo fuese Yo en el seno de mi Madre. Por esto le amo\u00bb.<\/p>
11 de diciembre<\/p>
Zacar\u00edas 12-13-14 Dice Jes\u00fas:
\u00abMi Iglesia ha conocido ya periodos de oscurantismo debidos a un complejo de distintas cosas. No se debe olvidar que si bien la Iglesia, tomada como ente, es obra perfecta como su Fundador, tomada como conjunto de hombres presenta los fallos propios de lo que viene de los hombres.
Cuando la Iglesia -y por tal aludo ahora a la reuni\u00f3n de sus altos dignatarios- actu\u00f3 seg\u00fan los dict\u00e1menes de mi Ley y de mi Evangelio, la Iglesia conoci\u00f3 tiempos brillantes de esplendor. Pero \u00a1ay cuando, anteponiendo los intereses de la Tierra a los del Cielo, se contamin\u00f3 a S\u00ed misma con pasiones humanas! Tres veces \u00a1ay! cuando ador\u00f3 a la Bestia de la que habla Juan, o sea la Potencia pol\u00edtica, y se dej\u00f3 dominar. Entonces, necesariamente, la luz se oscureci\u00f3 en crep\u00fasculos m\u00e1s o menos profundos, o por defecto propio de los Jefes elevados a ese trono por artima\u00f1as humanas, o por debilidad de los mismos contra las<\/p>
214 Padre Migliorini, a quien se refiere tambi\u00e9n la sigla P.M. de algunas l\u00edneas m\u00e1s adelante<\/p>
presiones humanas.
\u00c9stos son los tiempos en los que est\u00e1n los \u00abpastores in\u00fatiles\u00bb de los que ya he hablado 215, consecuencia, en el fondo, de los errores de todos. Porque si los cristianos fueran como deben ser, tanto poderosos como humildes, no habr\u00eda abusos ni intromisiones, y no ser\u00eda provocado el castigo de Dios que retira su luz a quienes la han rechazado.
En los siglos pasados, han venido de estos errores los antipapas y los cismas, lo cuales, tanto los unos como los otros, han dividido las conciencias en dos campos opuestos provocando destrozos de almas incalculables. En los siglos futuros, estos mismos errores sabr\u00e1n provocar el Error, esto es, la Abominaci\u00f3n en la casa de Dios, signo precursor del fin del mundo.
\u00bfEn qu\u00e9 consistir\u00e1? \u00bfCuando suceder\u00e1? No ten\u00e9is necesidad de saberlo. S\u00f3lo os digo que de un clero demasiado cultivador del racionalismo y demasiado al servicio del poder pol\u00edtico s\u00f3lo puede fatalmente venir un periodo muy oscuro para la Iglesia.
Pero no tem\u00e1is. La profec\u00eda de Zacar\u00edas se solda, como un anillo con otro, con la de Juan. Tras este periodo de doloroso esfuerzo en el que, perseguida por fuerzas infernales, la Iglesia, como la m\u00edstica Mujer de la que habla Juan, tras haber huido para salvarse refu- gi\u00e1ndose en los mejores y perdiendo en la m\u00edstica (digo m\u00edstica) fuga los miembros indignos, alumbrar\u00e1 a los santos destinados a conducirla en la hora que precede a los \u00faltimos tiempos. Los que deban reunir a las estirpes alrededor de la Cruz para preparar la asamblea de Cristo, tendr\u00e1n mano de padre y de rey. Ni siquiera una estirpe faltar\u00e1 a la llamada, con sus
mejores hijos.
Entonces vendr\u00e9 Yo, y pondr\u00e9 todo mi poder en defensa contra todas las insidias y las astucias, los atentados y los delitos de Satan\u00e1s hacia mi terrena Jerusal\u00e9n -la Iglesia militante-.
Esparcir\u00e9 mi esp\u00edritu sobre todos los redimidos de la tierra. Y tambi\u00e9n los que ahora sufren, espiando las culpas de los padres, y no saben encontrar salvaci\u00f3n porque no osan dirigirse a M\u00ed, encontrar\u00e1n la paz porque, golpe\u00e1ndose el pecho, invocar\u00e1n -de una manera muy distinta a la de sus padres- sobre ellos la Sangre ya derramada, y que gotea inagotable de los miembros que sus padres han traspasado. Yo estar\u00e9 como una fuente en medio de mi reba\u00f1o ya rehecho, y lavar\u00e9 en M\u00ed todas las fealdades pasadas que el arrepentimiento ya habr\u00e1 empezado a borrar.
Entonces, Rey de Justicia y Sabidur\u00eda, dispersar\u00e9 los \u00eddolos de las falsas doctrinas, purificar\u00e9 la Tierra de los falsos profetas que a tantos errores os han arrastrado. Me pondr\u00e9 Yo en lugar de todos los doctores, de todos los profetas, m\u00e1s o menos santos y m\u00e1s o menos malvados, porque el \u00faltimo adoctrinamiento debe ser limpio de imperfecci\u00f3n, debiendo preparar para el Juicio final a quienes no tengan tiempo de purgaci\u00f3n siendo convocados sin demora a la tremenda rese\u00f1a.
Cristo Redentor, cuya meta es redimiros y que no deja de intentar nada para logrado, y ya est\u00e1 iniciando y acelerando su segundo adoctrinamiento para contrabatir con voz de verdad las herej\u00edas culturales, sociales y espirituales, surgidas por doquier, hablar\u00e1 con los signos de su Tormento. De mis Llagas, heridas que han matado al Hijo de Dios pero que curan a los hijos del hombre, saldr\u00e1n r\u00edos de luz y de gracia.
Estos rub\u00edes vivos de mis llagas ser\u00e1n espada para los impenitentes, los obstinados, los vendidos a Satan\u00e1s, y ser\u00e1n caricia para los \u00abpeque\u00f1os\u00bb que me aman como padre amoroso. Esta caricia de Cristo descender\u00e1 sobre su debilidad para fortificarles, y mi mano les acompa\u00f1ar\u00e1 hacia la prueba que s\u00f3lo resiste quien me ama con amor verdadero. Una<\/p>
215 En el dictado del 9 de diciembre<\/p>
tercera parte. Pero \u00e9sta ser\u00e1 digna de poseer la Ciudad del Cielo, el Reino de Dios.
Entonces vendr\u00e9, no ya como Maestro sino como Rey, a tomar posesi\u00f3n de mi Iglesia militante, ya hecha Una y Universal como la hizo mi Voluntad.
Habr\u00e1 cesado para ella su af\u00e1n secular. Vencido para siempre el Enemigo. Limpiada la Tierra por los r\u00edos de la Gracia descendida por \u00faltima vez sobre ella para hacerla como era en el principio, cuando el Pecado no hab\u00eda corrompido este altar planetario destinado a cantar con los dem\u00e1s alabanzas a Dios, y por la culpa del hombre convertido en base del pat\u00edbulo de su Se\u00f1or hecho Carne para salvar la Tierra. Vencidos todos los seductores, todos los perseguidores que con ritmo apremiante han turbado a mi esposa, la Iglesia, Ella conocer\u00e1 la tranquilidad y la gloria.
Subiremos juntos para una ultima ascensi\u00f3n, mis santos y Yo, a tomar posesi\u00f3n de la Ciudad sin contaminaci\u00f3n, donde est\u00e1 preparado mi trono y donde todo ser\u00e1 nuevo y sin dolor. Inmersos en mi Luz reinar\u00e9is conmigo por los siglos de los siglos.
Esto obtiene para vosotros Aquel que se ha encarnado por vosotros en el seno de Mar\u00eda y ha nacido en Bel\u00e9n de Jud\u00e1 para morir en el G\u00f3lgota\u00bb.<\/p>
Despu\u00e9s a m\u00ed. Dice Jes\u00fas:
\u00abNo te turbes, Mar\u00eda. Di conmigo: \u00abTe doy gracias, Padre santo, porque has escondido estas cosas a los poderosos y las has revelado a m\u00ed que soy peque\u00f1a\u00bb.
Deja que el pensamiento de los dem\u00e1s haga conjeturas a su gusto. T\u00fa sabes que la fuente de tus escritos es Dios, que esto viene de Dios. Para ti basta.
\u00bfTrabajas por la gloria humana? No. Trabajas por mi gloria. Entonces no te ocupes ni te preocupes de las cavilaciones humanas o de las alabanzas humanas. Tu cumple con tu parte. Tu premio ser\u00e9 Yo. Los dem\u00e1s, si no saben cumplir la suya y no toman en cuenta mi don, recibir\u00e1n la justa recompensa.
Permanece tranquila en tu felicidad que es el mejor signo de la procedencia de estos escritos. Tu felicidad viene de tu transformaci\u00f3n en el Bien. Tu \u00e1ngel te mira complacido porque te ve transformada en M\u00ed. Ayuda como puedas, lo que puedas, a la obra de tu Jes\u00fas. Realiza un trabajo continuo sobre ti misma. Debes tender a la Perfecci\u00f3n. Sufre por Lograrlo y sufre por los hermanos tan sordos a las voces del amor.
Si te he hecho aljibe de mi palabra para que beban los sedientos, debes aspirar la Palabra a costa de un sacrificio continuo. Sufrimientos de la carne, sufrimientos del coraz\u00f3n, sufrimientos de la mente, sufrimientos del esp\u00edritu, todo debe servirte para esta finalidad. Yo lo permito todo porque quiero que tu potencia de v\u00edctima, que con su padecer conquista almas para el Cielo, se acreciente cada vez m\u00e1s.
Sobre la duda que Satan\u00e1s trata de incuIcarte, la \u00fanica arma que le queda para turbarte, la duda de que est\u00e9s en el error, Yo te lo garantizo. Vive segura en Jes\u00fas.
Ve en paz. Aunque el mundo rechazara tu don, Yo no te quitar\u00eda la miel de mi Palabra, y toda \u00e9sta permanecer\u00eda en ti como en un cofre real del que ser\u00edas la reina absoluta. Duerme con mi bendici\u00f3n\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abCuando el Creador cre\u00f3 la Tierra, la sac\u00f3 de la nada uniendo el gas de \u00e9ter ya creado y convertido en firmamento, en una masa que rotando se solidific\u00f3 como una avalancha mete\u00f3rica que crec\u00eda cada, vez m\u00e1s alrededor de un n\u00facleo primitivo.
Tambi\u00e9n vuestra Negaci\u00f3n (llamo negaci\u00f3n a la Ciencia que quiere dar explicaciones negando a Dios) admite la fuerza centr\u00edpeta, que permite a un cuerpo rotar sin perder parte de s\u00ed, sino al contrario, atrayendo a todas las partes hacia su centro. Ten\u00e9is las m\u00e1quinas<\/p>
que, aunque sean grandiosas, repiten de manera microsc\u00f3pica la potencia centr\u00edpeta creada por Dios para crear los mundos y tenerlos obligados a girar alrededor del sol, eje fijo, sin precipitar fuera de las v\u00edas celestes se\u00f1aladas para ellos, turbando el orden creador y provocando cataclismos de una destrucci\u00f3n incalculable.
La Tierra, form\u00e1ndose as\u00ed en su carrera de proyectil nebular que se solidifica atravesando los espacios, por fuerza tuvo que raptar de \u00e9stos emanaciones y elementos procedentes de otras fuentes, los cuales y las cuales han permanecido encerrados en ella bajo forma de fuegos volc\u00e1nicos, azufre, aguas y distintos minerales, que afloran a la superficie testimoniando su existencia y los misterios, que con toda vuestra ciencia no logr\u00e1is explicar con exacta verdad, de la Tierra, planeta creado de la nada por Dios, mi Padre.
\u00a1Cu\u00e1ntas fuerzas buenas ignor\u00e1is a\u00fan vosotros que sois maestros en el descubrir y utilizar las fuerzas malvadas! Estas \u00faltimas las ped\u00eds al Mal, y \u00e9l os las ense\u00f1a para convertiros en sus torturados y torturadores de vuestros semejantes en su nombre y a su servicio. Pero no ped\u00eds al Bien las fuerzas buenas, que os ense\u00f1ar\u00eda paternalmente como ense\u00f1\u00f3 a los primeros hombres, que tambi\u00e9n eran culpables y estaban condenados por \u00c9l, los medios de su existencia terrena y los modos para usarlos. .
Hay fuentes ben\u00e9ficas y jugos saludables que ignor\u00e1is a\u00fan y que os ser\u00eda muy \u00fatil conocer. Y no s\u00f3lo: hay algunos que conoc\u00e9is pero que no quer\u00e9is utilizar prefiriendo otros, verdaderas drogas de infierno, que os destrozan el alma y el cuerpo.
\u00bfCesan por ello, acaso, de existir esas fuentes cuyas gotas son sales disueltas, arrebatadas a los minerales encerrados en el seno de vuestro planeta y que afloran por estratos y venas del suelo hasta la superficie, glaciales o hirviendo, ins\u00edpidas, incoloras, inodoras, o con sabor, color, olor sensible para vuestros sentidos? No. \u00c9stas contin\u00faan cre\u00e1ndose como la sangre de vuestro cuerpo, en el interior de la Tierra, por un proceso de asimilaci\u00f3n y de transformaci\u00f3n continua como la del alimento que se hace sangre en vuestro organismo, nutriendo los tejidos y las m\u00e9dulas, los \u00f3rganos y las c\u00e9lulas que despu\u00e9s son productoras de la sangre. Contin\u00faan rezumando as\u00ed como el sudor sigue apareciendo a trav\u00e9s de los tejidos. Ellas obedecen. Cuando esto dejara de darse, se producir\u00edan explosiones terrestres y la Tierra, como una caldera sin orificios, explotar\u00eda caus\u00e1ndoos la muerte.
Mar\u00eda, Yo quiero que t\u00fa seas como una de estas fuentes.
Yo te nutro por un proceso de asimilaci\u00f3n conmigo, querido por mi bondad. Pero t\u00fa, sin preocuparte de si los enfermos de esp\u00edritu vienen o no a ti para beber lo que brota, que es mi Palabra, debes seguir en tu misi\u00f3n de fuente que se colma y se deja sacar agua, y si no sacan agua aquellos para los que se ofreci\u00f3 especialmente y que deber\u00edan hacerlo m\u00e1s, porque no la consideran saludable y santa, se desborda, y se benefician aquellos que casualmente entran en contacto con ella.
Yo alimentar\u00e9 siempre en ti la fuente de mi Palabra. Me basta con que me des amor, humildad, voluntad, esp\u00edritu de sacrificio. Pero si tienes el amor ya lo tienes todo, porque \u00e9ste es el generador de toda virtud. Quien ama es humilde con el amado en quien ve toda perfecci\u00f3n. Quien ama es sol\u00edcito para satisfacer al amado. Quien ama no siente repugnancia ante el sacrificio, si ese sacrificio puede servir al amado. Esto vale tambi\u00e9n para los amores humanos. Se centuplica cuando el amor es sobrehumano.
y t\u00fa que ya conoces el fruto de la humildad y del sacrificio, dos potentes imanes que me atraen con todos mis dones sobrenaturales, aumenta hasta la anulaci\u00f3n y hasta el delirio la humildad y el sacrificio.
\u00a1Viva las v\u00edctimas enloquecidas por el divino amor, arrebatadas en \u00e9l, los vencedores del mundo que lo ponen bajo sus pies, y los conquistadores de Dios, de Cristo, V\u00edctima<\/p>
suprema!\u00bb.<\/p>
Oraci\u00f3n de la Virgen al Verbo. [La escritora aqu\u00ed copia el texto de la oraci\u00f3n que aparece en el dictado del 7 de diciembre] La misma pronunciada por los fieles:
\u00ab\u00a1Oh santa Palabra! Don entregado a los predilectos de Dios, vestidura de fuego que ci\u00f1es de esplendores, vida que te haces la Vida de aquellos a quienes te das, que T\u00fa seas cada vez m\u00e1s amada con ardor y humildad.
Obra en estos hijos tuyos y de Mar\u00eda, a los que Ella tom\u00f3 por suyos al pie de la Cruz para consuelo de su Coraz\u00f3n de Madre a la que le mataron su Hijo adorado, y para gloria de tu divino Coraz\u00f3n, \u00a1oh Palabra sant\u00edsima de mi Dios y Se\u00f1or!
Cond\u00facelos hasta tu Coraz\u00f3n y hasta el Coraz\u00f3n inmaculado de tu Madre, en el que T\u00fa dormiste de ni\u00f1o y te posaste despu\u00e9s de muerto, en el que a\u00fan quedan gotitas de tu Sangre y de su llanto materno, para que, a su contacto, desaparezca cuanto les queda de humano y, resplandecientes con tu Luz, entren contigo en la Ciudad en la que todo es eterna perfecci\u00f3n y donde T\u00fa reinas y reinar\u00e1s, Hijo santo de Dios, encarnada Palabra del Padre\u00bb.<\/p>
12 de diciembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abHasta el alma m\u00e1s deseosa de ser totalmente de Dios est\u00e1 sujeta a distraerse por las necesidades de la existencia.
No hay que ser esclavos de ellas para distraerse. Pues incluso siendo ya tan espirituales de ser m\u00e1s alma que cuerpo, mientras que la carne reviste vuestra alma como la c\u00e1scara encierra el fruto, est\u00e1is sujetos a las exigencias de la carne. Reducidas a ese m\u00ednimo que tambi\u00e9n Yo he aceptado, \u00e9stas no son una culpa sino un deber y una prudencia.
Yo no he predicado la destrucci\u00f3n de la carne por la carne con un ensa\u00f1amiento morboso sobre ella, semejante al de algunos ascetismos en vigor en algunas religiones esparcidas por el mundo. Yo, y os lo he mostrado con el ejemplo, he ense\u00f1ado que no hay que tener cuidados por la carne que muere sino por el alma inmortal; he ense\u00f1ado a no temer lo que puede matar vuestro cuerpo sino lo que mata vuestro esp\u00edritu; he ense\u00f1ado que si se os da a escoger entre la preservaci\u00f3n del cuerpo y la del alma, deb\u00e9is escoger siempre lo que preserva al alma. Pero no os he ense\u00f1ado s\u00f3lo a torturar la carne por una equivocada concepci\u00f3n religiosa y mucho menos por una religi\u00f3n hip\u00f3crita.
En verdad os digo que, aunque ayun\u00e9is con la boca, si despu\u00e9s no ayun\u00e1is con el coraz\u00f3n neg\u00e1ndoos el da\u00f1ar, con las acciones, las palabras, y tambi\u00e9n los pensamientos, a vuestro pr\u00f3jimo, vuestro ayuno me es afrenta y es muerte de vuestra alma, porque los preceptos sin la caridad no son m\u00e1s que apilar piedras para la lapidaci\u00f3n de vuestro futuro eterno.
Como os digo: \u00abNo mat\u00e9is vuestra alma con las acciones de la carne\u00bb, as\u00ed os digo: \u00abNo mat\u00e9is vuestra carne con comportamientos no santos, sino simplemente exaltados\u00bb. Sed santos en el esp\u00edritu, en el pensamiento, en el sentimiento, en las obras, en la carne.
\u00bfC\u00f3mo lograr, pues, que la vida no os distraiga y que el alma, como reina vuestra, tenga la carne s\u00fabdita en un imperio donde no exista injusticia?
Con el amor. \u00c9ste os es maestro y, como un director de orquesta, regula todas vuestras acciones las cuales, semejantes a los distintos instrumentos de una orquesta, se funden en un \u00fanico sonido lleno de armon\u00eda, que puede ser una leve frase mel\u00f3dica, un fragmento m\u00e1s complejo, o incluso una sinfon\u00eda grandiosa, seg\u00fan vuestra potencia de amar.
Los gigantes del amor obtienen el coro pleno e imponente de una excelsa sinfon\u00eda, a la que se unen los \u00e1ngeles y los santos que no ven diferentes de ellos a estos gigantes del<\/p>
amor, a\u00fan vivientes sobre la tierra, pero con \u00e1nimo de seraf\u00edn.
Los amantes ya saben cantar la melod\u00eda sobre la que se inclinan escuchando, preparados para unirse a ella, \u00e1ngeles y santos, cuando comprenden que el ardor fiel obtiene el crecimiento del amante, y lo convierte de amante en gigante de amor.
Los sol\u00edcitos del amor s\u00f3lo sabr\u00e1n repetir una frase mel\u00f3dica como reclamo del p\u00e1jaro al sol que tarde en revestirlo con sus rayos de oro, porque no sabe volar alto, como alondra en fiesta de aurora, al encuentro del sol transportando el cuerpo, del que el deseo anula el peso, m\u00e1s all\u00e1 de las propias capacidades de vuelo, y el propio canto m\u00e1s all\u00e1 de las propias posibilidades de resistencia, hasta caer destruidos por el deseo cuando, alcanzado el bien buscado, mueren en el gozo de la uni\u00f3n con el rayo de oro. Pero incluso ese t\u00edmido, breve reclamo -porque es fiel y es todo cuanto puede dar esa criatura- es bendecido por Dios y preserva de contaminaciones las acciones de ese ser.
\u00bfQui\u00e9nes son los gigantes del amor? Son las almas v\u00edctima. Vosotros las distingu\u00eds en v\u00edctimas de justicia, v\u00edctimas de expiaci\u00f3n, v\u00edctimas de amor. \u00a1Pero no disting\u00e1is! La v\u00edctima siempre es v\u00edctima de amor.
Quien exp\u00eda, \u00bfpor qu\u00e9 exp\u00eda? Por amor hacia los hermanos por los que paga la parte de la expiaci\u00f3n que les tocar\u00eda a ellos: amor al pr\u00f3jimo llevado al hero\u00edsmo.
Quien es v\u00edctima de justicia \u00bfa qui\u00e9n se ofrece? A Dios ofendido para ofrecerle consuelo contra la ofensa. Amor a Dios llevado al hero\u00edsmo.
El amor es el sacrificador eterno. El que ha inmolado a Dios hecho Carne y el que inmola vuestra carne y vuestra alma haci\u00e9ndola semejante a Cristo Redentor.
El alma v\u00edctima est\u00e1 segura, como si ya estuviese encerrada en mi eterno Reino, de ser salvada, porque cada latido, movimiento, palabra, sentimiento, acci\u00f3n, es santificada por el amor que la preserva totalmente de las contaminaciones humanas.
El alma v\u00edctima ora a\u00fan cuando no reza. Su vida es oraci\u00f3n.
El alma v\u00edctima penetra en M\u00ed y desde el centro de mi Coraz\u00f3n que le llama \u00abHermana\u00bb toma y distribuye gracias y bendiciones sobre los hermanos. No hay limitaciones para mis v\u00edctimas. Todo lo m\u00edo es de ellas, que han querido ofrecer su ser al Sacrificador eterno.
El alma v\u00edctima est\u00e1 tendida sobre un aguij\u00f3n en cuyo v\u00e9rtice est\u00e1n dolor y amor. Dolor por no ver a Dios amado como su hero\u00edsmo de amor les ha permitido ver que Dios deba ser amado.
Su tortura, m\u00e1s que las enfermedades y las desgracias, son las miserias espirituales que, como ruinas de un pa\u00eds destruido por un enemigo, cubren los \u00e1nimos de sus semejantes cancelando en ellos la huella de Dios y sepultando su santo Nombre bajo los escombros del pecado. M\u00e1s que el dolor en s\u00ed, su dolor es sentir su incapacidad de alcanzar la perfecci\u00f3n de amor que sue\u00f1an, porque quisieran dar a Dios un don digno de su Perfecci\u00f3n. Y si Yo he sido clavado a mi altar por tres clavos, tambi\u00e9n ellas lo est\u00e1n, porque mi amor, su amor y su dolor, son los tres clavos que les tienen crucificadas hasta la muerte, que no es m\u00e1s que exhalar el esp\u00edritu sobre mi seno tras haberlo \u00abcumplido todo\u00bb.
\u00a1Mi amor! Oc\u00e9ano de fuego que precipita desde lo alto de los Cielos sobre un alma y, con un continuo llegar de olas de ardor, la consuma como si fuese cera blanda tocada por una llama. Hambre insaciable que es com\u00fan a los dos que se aman, y Cristo quiere devorar a su criatura para hacerla parte suya y la criatura quiere aspirar en s\u00ed a Dios para hacerle su vida.
Todo se detiene ante este dominador que pasa haciendo valer sus derechos. Existencia, inteligencia, afectos, se abren y se forman en hilera, y \u00e9l procede y entra porque el amor es el rey de todas las cosas. El alma toma entonces las pasiones de su esposo de amor y las hace suyas. Para ella es tesoro de los tesoros ser d\u00eda tras d\u00eda martirizada con este fin y ver, con los ojos del esp\u00edritu, regresar la luz a los corazones y \u00e9stos volverse a Dios, porque el<\/p>
amor convierte a\u00fan sin palabras y arrastra sin cuerda.
El amor es la fuerza que rige el universo y el amor es lo que salva el mundo. No los caudillos, ni los cient\u00edficos, ni los sabios, sino los amantes son quienes saben encontrar los caminos de las victorias que conducen al Bien, arrancando con su \u00edmpetu ardiente las cadenas sat\u00e1nicas que os hacen esclavos del Mal que os odia.
Y si el amor de los creyentes obtendr\u00eda el milagro de tiempos mejores, que os hab\u00e9is cerrado con vuestro modo de vivir, el amor de las v\u00edctimas, que es el amor m\u00e1s semejante a la perfecci\u00f3n del m\u00edo, es el que pone un dique al \u00edmpetu que sale de Satan\u00e1s para destruiros en una maldici\u00f3n desesperada y el que abre las puertas del Perd\u00f3n fundi\u00e9ndolo con el fuego de su holocausto\u00bb.<\/p>
13 de diciembre<\/p>
Comentando el salmo 34\u00b0. Dice Jes\u00fas:
\u00abOs hablo a vosotros, mis queridas v\u00edctimas, que necesit\u00e1is un \u00e1ngel consolador que os exhorte a sufrir como Yo lo tuve porque, aunque con mi esp\u00edritu encendido de caridad amaba hacer la Voluntad de mi Padre, no estaba privado del terror y de las rebeliones de la carne ante el sufrimiento.
Tampoco vosotros, peque\u00f1os Jes\u00fas, ignor\u00e1is el dualismo entre el esp\u00edritu y la carne. El esp\u00edritu que grita: \u00abInmolaci\u00f3n para obtener salvaci\u00f3n\u00bb y la carne que gime: \u00ab\u00a1Piedad! Quiero vivir y no sufrir\u00bb. Pero Yo vengo y os doy mi Palabra tambi\u00e9n para fortalecer la carne ante el dolor.
Tambi\u00e9n tengo piedad de vuestra carne, porque cuando \u00e9sta es instrumento de redenci\u00f3n, cuando la posee el esp\u00edritu de Dios y la mueve a su gusto, como el tallo de hierba que el viento besa, no es 13 dic. materia indigna sino santa que conocer\u00e1 la gloria en mi Reino.
Tambi\u00e9n he santificado la carne redimi\u00e9ndola con mi doctrina y con mi Sangre. Y quien vive fiel a mi doctrina y no menosprecia mi Sangre, sino que por virtud de \u00e9sta, cada vez que se limpia en ella se mejora a s\u00ed mismo, santifica tambi\u00e9n su carne y la hace aceptable a Dios. Es la vestidura de vuestro altar. El altar es el alma en la que se inmola el esp\u00edritu. Pero cada altar debe ser revestido de linos puros para estar preparado para ser mesa m\u00edstica. Una carne pura, sacrificada, embellecida por el dolor, es el mantel que reviste vuestro altar, mantel c\u00e1ndido, liso, adornado, en el que no es indigno que venga el Sacerdote eterno para
realizar el rito con la hostia de vuestro esp\u00edritu.
No os esper\u00e9is, queridas v\u00edctimas, gratitud y comprensi\u00f3n del mundo.
\u00abVosotros est\u00e1is en el mundo y el mundo no os conoce, porque ya no sois del mundo\u00bb. En esto, lo veis, sois semejantes a vuestro Maestro.
Vosotros os inmol\u00e1is por el mundo \u00aby el mundo os mira meneando la cabeza o cubri\u00e9ndoos de burla\u00bb y golpe\u00e1ndoos con sus perversas armas. Tambi\u00e9n en esto sois semejantes a M\u00ed.
El mundo trata de tenderos peligrosas trampas \u00abcon preguntas capciosas que parecen alabanzas y son inquisiciones adecuadas para poner en sus manos las piedras para lapidaros\u00bb. Responded al mundo \u00abcon el silencio y la paciencia\u00bb y si insiste en su malvada in- quisici\u00f3n -para persuadirse a s\u00ed mismo, y sentirse justificado; y a vosotros de que cuanto dec\u00eds es blasfemia- responded: \u00abYo hago lo que quiere mi Padre. Mis obras son evidentes, no act\u00fao en la sombra para da\u00f1ar. Obro en la luz de la verdad. Si os parece que obro mal demostr\u00e1dmelo; si no pod\u00e9is, porque no hay mal en lo que realizo, \u00bfpor qu\u00e9 me peg\u00e1is?\u00bb. Aunque el mundo os mate Yo os dar\u00e9 doble vida porque ser\u00e9is doblemente m\u00e1rtires: del mundo y del amor.<\/p>
No os cans\u00e9is de ser v\u00edctimas. Que las injurias y las ingratitudes del mundo, a pesar de que son como cornadas contra una fr\u00e1gil carroza, no os empujen fuera del camino purp\u00fareo del sacrificio -mi camino- que se empalma con el camino real de la gloria y conduce a vuestro esp\u00edritu a la alegr\u00eda de mi morada.
No dig\u00e1is: \u00abTodo es in\u00fatil\u00bb. Cuando parece que la semilla ha ca\u00eddo en terreno infecundo porque no germina inmediatamente en tiernas hojas, entonces es cuando echa ra\u00edces para nacer despu\u00e9s m\u00e1s robusta, dando un macizo de granuladas espigas. Pero vuestro llanto es el que debe rociar el terreno \u00e1rido y vuestra sangre -sea sangre de las venas o sangre del esp\u00edritu, esto es el holocausto total- es la que debe nutrir el polvo sin jugos y convertirlo en tierra fecunda.
La oraci\u00f3n es como el agua que se evapora bajo los rayos del sol y asciende y luego desciende para nutrir la tierra. Vuestra oraci\u00f3n -y toda vuestra vida es oraci\u00f3n- sube, bajo la acci\u00f3n del amor, a mi trono y pide por vuestros hermanos. Yo que lo veo, y no yerro, la bendigo y la env\u00edo a quien es digno de recibirla. Y si entre vuestros hermanos s\u00f3lo ten\u00e9is enemigos del amor, o sea, de Dios y vuestro, vuestra oraci\u00f3n, que mi bendici\u00f3n ha convertido en una \u00abgracia\u00bb, vuelve a vosotros y os colma de bienes celestiales.
No os cans\u00e9is de llamar \u00abhermanos\u00bb a quienes os tratan como enemigos. Los peque\u00f1os Jes\u00fas s\u00f3lo saben tener \u00abhermanos\u00bb, aunque los dem\u00e1s no sepan tener hacia ellos m\u00e1s que odio enemigo. Dejad a los inconscientes, y a los conscientes satan\u00e1s, realizar su obra. Vo- sotros haced la vuestra. Yo velo y juzgo y a cada uno doy seg\u00fan su m\u00e9rito.
Os he hablado para desenga\u00f1aros de las satisfacciones humanas de vuestra vida de v\u00edctimas. Yo, V\u00edctima suprema, nunca tuve, durante los treinta y tres a\u00f1os de vida, tantas injurias como las que recib\u00ed durante las pocas horas que van desde el Getseman\u00ed hasta mi muerte. Pero fueron precisamente esas horas las que hicieron de M\u00ed el Redentor. Recordadlo.
Por ahora s\u00f3lo deb\u00e9is de esperar consuelo en M\u00ed. Finalizada la prueba, tendr\u00e9is la bienaventuranza de leer en el libro de la Vida los nombres de los salvados por vosotros y de esperar, estrechados contra mi Coraz\u00f3n, su agradecimiento cuando, redimidos por \u00abnuestro\u00bb padecer, entren en la Paz\u00bb.<\/p>
A m\u00ed:
\u00abNo hablo para satisfacer curiosidades de supersticiones o simplemente de humanidad. No soy un or\u00e1culo pagano y no quiero que se\u00e1is paganos. Por eso no te quitar\u00e9 la alegr\u00eda de mi Palabra, pero s\u00f3lo detendr\u00e9 mi Palabra sobre puntos dirigidos al esp\u00edritu sin hacer paralelismos entre \u00e9ste y los acontecimientos actuales o del futuro pr\u00f3ximo.
Quedar\u00e1 esta laguna como una admonici\u00f3n para muchos y durar\u00e1 mientras que Yo quiera. Pero si se hiciera un uso no espiritual de tu trabajo, te dar\u00eda la indicaci\u00f3n de escribir para ti sola y, si t\u00fa no obedecieras, te quitar\u00eda la Palabra.
El hombre corrompe todo cuanto toca. Tu Jes\u00fas est\u00e1 hoy inquieto y severo. No contigo, pobre alma, sino con los que no son rectos en el coraz\u00f3n y en el pensamiento\u00bb.<\/p>
14 de diciembre<\/p>
2\u00b0 misterio glorioso. Dice Mar\u00eda:
\u00abHay generosidades particulares cuya fragancia es emanada s\u00f3lo por las almas que son una con mi Se\u00f1or y cuyo perfume es apreciado s\u00f3lo por Dios o por quien vive ya en el reino de Dios.<\/p>
Es generosidad saber renunciar a la libertad y encerrarse en un convento priv\u00e1ndose de esas alegr\u00edas humanas que Dios ha permitido y que mi Hijo ha bendecido porque entran en el campo de los dise\u00f1os creadores y perpet\u00faan, por medio de las criaturas, la obra del Creador.
Fuente eterna de nuevos esp\u00edritus, el Padre crea en el Cielo las almas. Semillas destinadas a hacer semilla, \u00e9stas se revisten de una carne y, convertidas en var\u00f3n y hembra, en uni\u00f3n de dos carnes en una, crean en tierra nuevas vestiduras para las nuevas almas destinadas a descender a la tierra y poblarla de criaturas de Dios.
No hay alegr\u00eda mayor, despu\u00e9s de la de amar al Se\u00f1or, que la de ser madre de una criatura propia y decir: \u00abYo te he formado, te he nutrido y llevado, te he dado mi sangre y mi leche, tus carnes son las m\u00edas y mi pensamiento es tuyo porque t\u00fa eres el pensamiento y la mira de tu madre\u00bb.
Hay una maternidad m\u00e1s alta, pero \u00e9sa ya no es humana y est\u00e1 comprendida en la gran, insuperable, alegr\u00eda primera entre todas, de amar al Se\u00f1or, porque es el amor total a nuestro sant\u00edsimo Se\u00f1or el que nos hace amar a las criaturas hasta el punto de convertirnos en sus madres, preparadas para dar nuestra vida por ellas mediante nuestro dolor, con la finalidad de aumentar la gloria del Eterno aumentando los ciudadanos de su Reino.
Es generosidad ofrecerse v\u00edctimas por el mundo. Es una gran generosidad porque os hace semejantes a mi Jes\u00fas, V\u00edctima inocente, santa, consumida por el amor. Pero existe a\u00fan una generosidad mayor: la generosidad heroica en la heroicidad general.
Dios, grande de una manera inconcebible para vosotros, compensa con r\u00edos de delicias a las almas generosas. Se comunica a ellas con contactos espirituales. Da luces que son palabras y palabras que son luces. Da vitalidad que es descanso y descanso en su Coraz\u00f3n que es vitalidad. Se hace soporte del alma generosa y se une a la misma cuando ve que la generosidad de la criatura ha sido tan violenta que no ha medido las fuerzas, de modo que la criatura se doble, como mi Hijo, bajo un peso exorbitante que no rechaza, pero que pide que se le levante tan s\u00f3lo un momento para poder realzarse y continuar, hasta la cumbre, porque sabe que alcanzar\u00e1 la alegr\u00eda en el sacrificio total.
Pues bien, la heroicidad de las heroicidades en el sacrificio es cuando una criatura impulsa su amor a saber ser generosa incluso renunciando a este consuelo de recibir la ayuda y la presencia sensible de Dios.
Mar\u00eda, yo lo he sentido. Yo s\u00e9. Yo te puedo instruir en esta ciencia del sacrificio. Porque \u00e9sta ya no es simple instrucci\u00f3n, es Ciencia. Quien llega a este punto ya no es un escolar: es un docente en la ciencia m\u00e1s dif\u00edcil: saber renunciar no s\u00f3lo a la libertad, a la salud, a la maternidad, al amor humano, sino saber renunciar al consuelo de Dios que hace soportables todas las renuncias, y m\u00e1s a\u00fan, las hace dulces y deseadas. Entonces se bebe el amargor que bebi\u00f3 mi Hijo y se conoce la soledad que ci\u00f1\u00f3 mi Coraz\u00f3n desde la ma\u00f1ana de la Ascensi\u00f3n hasta mi Asunci\u00f3n. Es la perfecci\u00f3n del sufrimiento. Y sin embargo, Mar\u00eda, yo era feliz en mi sufrir. No hab\u00eda ego\u00edsmo en m\u00ed, sino s\u00f3lo encendida caridad.
Al igual que hab\u00eda sabido, gradualmente, cumplir todas las ofrendas y separaciones, teniendo siempre presente en el esp\u00edritu que la ofrenda y la separaci\u00f3n que lo traspasaban cumpl\u00edan la voluntad y aumentaban la gloria de Dios, mi Se\u00f1or, y el irme separando progresivamente de mi Hijo para su preparaci\u00f3n a la misi\u00f3n, para su predicaci\u00f3n, para su captura, para su muerte, para su sepultura -cosas de las que conoc\u00eda su breve duraci\u00f3n- as\u00ed supe sonre\u00edr y bendecirle, sin tomar en cuenta las l\u00e1grimas del coraz\u00f3n, en el primer amanecer del cuadrag\u00e9simo d\u00eda de su vida gloriosa cuando, sin testigos como en la ma\u00f1ana de la Resurrecci\u00f3n, \u00c9l vino a darme su beso antes de ascender al Cielo.
Yo, Madre, perd\u00eda al Hijo que me daba con su presencia una alegr\u00eda inefable. Pero yo, su<\/p>
primera creyente, sab\u00eda que finalizaba para \u00c9l la permanencia en el mundo enemigo que, aunque ya no pod\u00eda da\u00f1arle, porque ya no pod\u00edan alcanzarle las insidias del hombre, no dejaba por ello de serle hostil.
Que se abrieran los Cielos para acoger en la gloria al Hijo que volv\u00eda al Padre despu\u00e9s del dolor. Que el Amor trinitario volviera reunirse sin m\u00e1s necesidad de la separaci\u00f3n. Que me faltase la luz y la respiraci\u00f3n porque el mundo ya no estaba habitado por mi Jes\u00fas y ya su aliento no estaba en el aire para santificarlo. Pero que \u00c9l, tras haber sido \u00abHijo del hombre\u00bb, volviese a ser \u00abHijo de Dios\u00bb revestido de su gloria divina para siempre. Mi \u00faltimo \u00ab\u00a1Fiat!\u00bb no fue menos inmediato ni generoso que el de Nazaret.
Siempre \u00bbfiat\u00bb a los deseos de Dios. Ya venga a nosotros para hacerse parte nuestra, ya se separe para subir a prepararnos la morada en su Reino. Circundarlo de amor cuando est\u00e1 con nosotros, vivir de amor mirando all\u00ed donde se encuentra \u00c9l, para recordarle que su sierva le ama y espera su sonrisa de invitaci\u00f3n para morir en un arrebato de alegr\u00eda, que es inicio luminoso del resplandeciente, eterno d\u00eda del Para\u00edso. Tras haberlo acogido, servido, escuchado mientras que est\u00e1 con nosotros, vivir sin disminuir ni un grado en el amor porque \u00c9l ya no est\u00e1 visiblemente presente.
Ofrendar esta renuncia por su gloria y por los hermanos. Para que nuestra soledad se transforme en su divina compa\u00f1\u00eda, y el silencio, que ahora es nuestro penar, se transforme en Palabra para muchos que necesitan ser evangelizados por el Verbo.
Nosotros tenemos los recuerdos, Mar\u00eda. Otros no tienen nada. Nosotros tenemos la certeza de que \u00c9l trabaja para prepararnos la morada. Otros miran al tiempo como un r\u00edo cuya desembocadura es la nada. Digo \u00abnosotros\u00bb porque te uno a mis pensamientos de en- tonces.
Demos, da -y contigo los generosos que quieren alcanzar las cimas de la generosidad- tambi\u00e9n esta renuncia si se te solicita, para que tu tesoro sea el tesoro de muchos otros y los indigentes del esp\u00edritu sean revestidos de esa Luz, los analfabetos de esp\u00edritu de esa Ciencia porque, una vez infundidas ya no dejan de estar vivas y activas, y que la Bondad ha concedido a sus predilectos para convertirlos en sus elegidos\u00bb.<\/p>
15 de diciembre<\/p>
1 Paralip\u00f3menos 216 15, 29. Dice Jes\u00fas:
\u00abEscribe: \u00ab.. .Mikal.. . mirando por la ventana y viendo al rey David que saltaba y danzaba, le despreci\u00f3 en su coraz\u00f3n\u00bb.
Hay demasiados semejantes a Mikal. Tienen el coraz\u00f3n esterilizado por el llamado: buen sentido. Son, o bien creen ser, mentes cuadradas: son tan s\u00f3lo mentes \u00e1ridas hechas soberanas de los corazones a\u00fan m\u00e1s \u00e1ridos. Les rige el orgullo y, como la sangre late en las venas, en su esp\u00edritu vive y circula el orgullo y les ciega, les ensordece, les nubla. Ya no son capaces de ver y comprender lo que es gozo sobrenatural y menean la cabeza ante el \u00e9xtasis de los sencillos que el amor hace capaces de ver a Dios.
\u00a1Ver a Dios! Alegr\u00eda que es la alegr\u00eda del Cielo y que Dios concede a los vivientes que le aman con todo su ser. Ver a Dios a trav\u00e9s de las formas tra\u00eddas a vuestra carnalidad para poder ser sensibles para vosotros.
David no danzaba ante el arca por el arca. Sino porque en ella ve\u00eda reflejada la Faz de la Gracia, Belleza y Poder, del Alt\u00edsimo. El amor produce una santa ebriedad, que fuerza al<\/p>
216 Corresponde a: 1 Cr\u00f3nicas<\/p>
hombre a cantar y a agitarse, porque el mundo que le rodea es estrecho para su coraz\u00f3n que se dilata en la pasi\u00f3n y el mundo mismo es siempre para \u00e9l yesca para una nueva dilataci\u00f3n, porque en todo ve impreso el signo de Dios ante el cual el hombre, preso en el torbellino tremendo y suave de la caridad, se deshace en un arrebato de alegr\u00eda sobrenatural que s\u00f3lo comprenden los semejantes a \u00e9l. Los dem\u00e1s, como Mikal, lo desprecian en su coraz\u00f3n.
No despreci\u00e9is a los \u00fanicos que han comprendido como Dios sea superior a todas las cosas, tambi\u00e9n a la estima, a la tranquilidad, a la utilidad, que tanto os importan. Rogad al Due\u00f1o del mundo que haga a vuestro coraz\u00f3n capaz de amar y de entender.
Despojaos de vuestro rid\u00edculo orgullo. Vosotros no sois los depositarios de la perfecci\u00f3n. Estos humildes, estos sencillos, estos peque\u00f1os, son los depositarios, porque poseen la Ciencia, la Verdad, la Caridad. Poseen a Dios. Es como una insignia y una voz estando entre vosotros, para que la idea de Dios no se cancele completamente de vuestros \u00e1ridos corazones llenos de saber humano\u00bb.<\/p>
Lev\u00edtico 10, 6-7. Dice Jes\u00fas:
\u00abA mis predilectos, que viv\u00eds encerrados en el c\u00edrculo de mis brazos como dentro del recinto del antiguo Tabern\u00e1culo, os doy mi orden en estos tiempos de ira que ha llegado no por vosotros, sino por los pecados del mundo.
Cuando veis a los hombres agitarse y trastornarse en la desventura general y desasosegarse por el injusto dolor, no os un\u00e1is a ellos. Compadeced las desventuras comunes pero, reconoci\u00e9ndolas signo de la Justicia divina, no os abandon\u00e9is a desequilibrios humanos.
Mi Esp\u00edritu ha rozado vuestras pupilas y les ha dado una visi\u00f3n que no posee el ojo humano. Vosotros veis m\u00e1s all\u00e1 de la tierra y conoc\u00e9is la verdad de las cosas. Dad, pues, su nombre a esta hora, y las atenciones que requiere: expiatorias, no imprecatorias como hacen generalmente los hombres atrayendo sobre s\u00ed nueva ira del Cielo.
Que los culpables est\u00e9n en duelo porque esta hora es su fruto. Vosotros, postrados ante mi gloria, bendecidla porque a\u00fan con un castigo se convoca al \u00fanico y santo Dios a la humanidad perjura e id\u00f3latra, y permaneced en M\u00ed.
El \u00f3leo del amor est\u00e1 sobre vosotros y desde vosotros se desborda sobre el mundo. Sois vosotros quienes lo atra\u00e9is, preciosos vasos en los que se hacen incienso los sacrificios de vuestra vida, ardientes l\u00e1mparas que ning\u00fan viento turba, y tend\u00e9is vuestro esp\u00edritu encen- dido como llama dirigida hacia mi altar.
No os olvid\u00e9is de vuestra elecci\u00f3n y no profan\u00e9is el signo real con contaminaci\u00f3n humana. Permaneced en el Tabern\u00e1culo bendiciendo por quien maldice, orando por quien necesita toda misericordia. El mundo ser\u00e1 salvado por vosotros\u00bb.<\/p>
16 de diciembre<\/p>
\u00abN\u00fameros 23, 12-19-21.
Dice Jes\u00fas 217:
\u00abEl verdadero siervo de Dios, ante cualquier presi\u00f3n de fuerzas humanas que quisieran desviarlo de los caminos del Se\u00f1or, responde: \u00ab\u00bfPuedo, quiz\u00e1, decir o hacer algo distinto de lo que el Se\u00f1or me ha mandado?\u00bb.
La obediencia al mandato de Dios, sea. cual sea este mandato, es el signo del siervo de<\/p>
Dios. Las exigencias divinas son infinitas y todas est\u00e1n justificadas por un fin de amor. A \u00e9ste impondr\u00e9 callar, a aqu\u00e9l hablar, a \u00e9ste aislarse, a aquel otro hacerse rector de almas. A aqu\u00e9l le dar\u00e9 visi\u00f3n sobrenatural y a aquel otro voz sobrenatural. Pues bien: que mis siervos hagan seg\u00fan mi voluntad y ser\u00e1n, en el m\u00e9rito, iguales ante M\u00ed.
Yo no os obligo de manera que no pod\u00e1is negaros a obedecerme. No, ni siquiera a los que en mi mano son d\u00f3ciles como un copo de lino preparado para ser hilado, les fuerzo a obedecer. Pero cuanto m\u00e1s son \u00abm\u00edos\u00bb m\u00e1s f\u00e1cil y querida les es la obediencia, de manera que a\u00fan a costa de su peligro -porque el mundo odia a quienes son de Dios- y su sufrir – porque el mundo hace florecer su odio en sufrimiento para mis \u00absantos\u00bb- permanecen fieles a mi mandato.
Bocas lavadas por el amor y corazones hechos espejos de Dios por la caridad, que es su vida, ellos s\u00f3lo realizan y repiten lo que Yo les sugiero. Benditos seguidores de mi Hijo, copian a su Maestro en quien la obediencia fue infinita porque era divina y porque no utiliz\u00f3 su naturaleza para escoger las obediencias f\u00e1ciles, sino que las sabore\u00f3 todas y las hizo suyas, incluso las que repugnan al hombre, criatura inferior a Dios, y que el Hijo de Dios tambi\u00e9n abraz\u00f3 para seros ejemplo. .
Pero Yo, que no miento y no cambio, os juro que mi bendici\u00f3n est\u00e1 sobre \u00e9stos, porque en su coraz\u00f3n no hay alg\u00fan \u00eddolo, sino se erige un s\u00f3lo altar: el m\u00edo, desde el que resuena -pero para ellos es voz del Padre que no atemoriza, sino como voz de un \u00f3rgano celestial arrebata el esp\u00edritu a un gozo santo- mi Voluntad, para ellos sagrada como Yo mismo.
Yo estoy con estos siervos m\u00edos 218. Y mi presencia es como el ta\u00f1ido de victoria del que habla el Libro, porque hace huir a todos los enemigos del esp\u00edritu y le hace un seguro conquistador del Cielo.
Tras haber entrevisto durante la vida el Rostro de Dios, benigno y sonriente, a trav\u00e9s de los velos de la distancia y de la Voluntad, conocer\u00e1n \u00abla Estrella nacida de Jacob\u00bb, mi Hijo santo, el Justo en cuya Mano traspasada he puesto el cetro de rey, la vara sagrada que en el D\u00eda del Juicio signar\u00e1 a los benditos y a los malditos y que para mis siervos ser\u00e1 dulce como una caricia.
Seguid al Dominador eterno desde ahora. \u00c9l os conduce por camino seguro a la posesi\u00f3n del Reino de Dios tan s\u00f3lo con la obediencia, de la que es ejemplo el hombre del que habla el Libro, no quer\u00e1is hacer por vuestra cuenta ni el bien ni el mal, sino \u00fanicamente lo que os dice el Se\u00f1or\u00bb.<\/p>
17 de diciembre<\/p>
Deuteronomio 2 219, 26-29-35-43. Dice Jes\u00fas:.
\u00abLa incredulidad es una de las mayores plagas de vuestro tiempo de desventura.
No cre\u00e9is en las palabras de la Fe o cre\u00e9is del modo que os parece a vosotros: relativo y acomodado a vuestro m\u00e9todo de vida.
No cre\u00e9is en Dios con sencillez y firmeza. Discut\u00eds, cavil\u00e1is, med\u00eds con vuestras medidas lo que es infinito y logr\u00e1is llegar a negar porque no sab\u00e9is explicar.
Neg\u00e1is la potencia de Dios en pleno porque no admit\u00eds que Dios puede suscitar santos hasta de las piedras y dar palabra a las almas mudas. Dios hace lo que quiere, y para confundir a los soberbios coge a los peque\u00f1os y los hace grandes, porque entra en ellos y se<\/p>
218 Sobre la l\u00ednea la escritora a\u00f1ade: Cap. 24, u. 13-17
219 Pero quiz\u00e1 se trata del cap. 1<\/p>
convierte en su \u00abtodo\u00bb.
Vosotros neg\u00e1is el milagro. O sea, admit\u00eds los milagros que os convienen. Los otros, y no son menores, por el hecho de ser espirituales, dec\u00eds que no pueden ser posibles. \u00bfY qu\u00e9?
\u00bfMe pondr\u00edais l\u00edmites? \u00bfAcaso os he pedido consejo y aprobaci\u00f3n para actuar? \u00bfOs he pedido ayuda? No. Me basta la buena voluntad de mis siervos para suscitar el milagro, que vosotros neg\u00e1is, de hacer de una nada un siervo m\u00edo. No os pido vuestra cooperaci\u00f3n, \u00a1oh fariseos renegadores!, y no la necesito.
Recordadlo y sed menos incr\u00e9dulos y soberbios. Bajad vuestra orgullosa cabeza y permitid as\u00ed subir a vuestro esp\u00edritu. Dios, viendo que cre\u00e9is en \u00c9l, humilde y tenazmente, os conceder\u00e1 el milagro de la transformaci\u00f3n de vuestro coraz\u00f3n, lleno de trabas humanas, en un coraz\u00f3n que la Fe vuelve a consagrar.
No teng\u00e1is miedo de quien es vuestro Padre. Amadle y bendecidle siempre, porque \u00c9l s\u00f3lo tiene para vosotros un amor infinito que todo lo compadece y perdona con s\u00f3lo ver en vosotros la recta intenci\u00f3n.
Pero \u00e9sta es la que os falta. Todas vuestras acciones llevan un germen que no es recto. Son escasas, como las perlas negras, las criaturas cuyas intenciones tienen un s\u00f3lo fin: la gloria de Dios sin preocupaci\u00f3n de la estima humana. Por esto Yo no escucho vuestras palabras devolvi\u00e9ndoos, con igual medida, lo que me hac\u00e9is a M\u00ed al no escuchar mis palabras.
Y mientras que permanezc\u00e1is la generaci\u00f3n perversa que sois, enemiga de Dios y del esp\u00edritu y amiga de la carne y de la sangre y del Incitador de la carne y de la sangre, no gozar\u00e9is de la paz verdadera. Verdadera: no ficticia como el estancarse de un mal cr\u00f3nico, que no es m\u00e1s que la secreta recogida de nuevas toxinas destinadas a desbordarse en la sangre para agravar cada vez m\u00e1s el mal que mata.
Vuestras paces son iguales. No son m\u00e1s que recogida de fuerzas y de medios para guerras futuras m\u00e1s demoniacas. Os lo hab\u00eda dicho 220 y hecho decir por mi santa Madre, por mis siervos a quienes les estaba desvelado el futuro. Pero vosotros neg\u00e1is el milagro, voso- tros neg\u00e1is la revelaci\u00f3n, vosotros neg\u00e1is a Dios.
\u00bfQu\u00e9 no neg\u00e1is vosotros? Neg\u00e1is todo lo que no es fruto de vuestra soberbia, y no actu\u00e1is seg\u00fan las luces que vienen de lo alto sino seg\u00fan los r\u00edos que salen de vuestro ser encendido por la soberbia, incitado por la prepotencia, satanizado por la triple lujuria.
Y Yo que estoy inclinado como un Padre, que soy Amor para quien me es fiel, no puedo bendecir vuestros designios de ser regidores de vuestras empresas. Y; recordadlo, quien no tiene a Dios consigo perece\u00bb.
Como complemento de todo mi sufrir veo, claramente, a Mar\u00eda Stma. vestida de negro. Completamente: velo, vestido, manto, que va con rostro de tristeza infinita como por un jard\u00edn. Digo jard\u00edn porque hay flores, pero exactamente no veo parterres. Hay flores y senderos. No veo nada m\u00e1s.
La Virgen se inclina para recoger flores. A\u00f1ado, para explicar mejor, que parece que un hurac\u00e1n se hubiera abatido sobre ese lugar, porque una parte de las hierbas y las flores est\u00e1n rotas, y la otra parte dobladas en el barro del sendero. Mar\u00eda recoge las rotas y las besa, aparta con el pie las dobladas en el fango, pero no las coge. Y llora.
A una pregunta mental m\u00eda responde:
\u00abSon almas sacerdotal es con las que se han ensa\u00f1ado el mundo y Satan\u00e1s, y se ensa\u00f1an especialmente en estos tiempos.
Las rotas son los que han sido matados por el odio del mundo: los m\u00e1rtires de este siglo.<\/p>
220 Por ejemplo, en el dictado del 15 de agosto<\/p>
Les recojo y les llevo al Cielo porque soy la Madre del Sacerdocio y llevo a mis hijos fuera del horror a la Luz que se han merecido. Los recojo en mi manto para verter esta santa floraci\u00f3n al pie del trono de Dios.
Las otras son los sacerdotes que se han dejado inclinar, por utilidad humana y por quietismo, cuando no por exaltarse de orgullo, por sucesos o doctrinas que les desnudan de su armadura preservadora. Han perdido el temple que les ha infundido el car\u00e1cter sacerdotal y se han hecho plegables a los vientos humanos hasta manchar su florecida seda con el fango de la tierra.
Lloro sobre el dolor de los primeros y sobre el error de los segundos. Pero mi llanto sobre los primeros se transforma en perlas eternas destinadas a su corona. Sobre los segundos no hay sino dolor que quisiera salvarles y no puede si antes ellos no lloran sobre s\u00ed mismos.
Es el dolor m\u00e1s grande de mis dolores de Madre universal por sus hijos que ofenden a mi Primog\u00e9nito muerto para dar la vida a todos mis hijos. En estos d\u00edas, en que se renueva mi gozo de Madre de Dios, el mundo encuentra el modo de cambiar mi vestido de c\u00e1ndida alegr\u00eda en vestido de luto, matando a mis sacerdotes o a sus almas -doble muerte y sin esperanza-.
Ora y sufre para ayudar a los m\u00e1rtires y para salvar a los culpables\u00bb.<\/p>
18 de diciembre<\/p>
3\u00b0 misterio glorioso. Dice Mar\u00eda:
\u00abCuando el Esp\u00edritu del Se\u00f1or descendi\u00f3 para investir con su Potencia a los doce reunidos en el Cen\u00e1culo, se efundi\u00f3 tambi\u00e9n sobre m\u00ed. Pero si para todos fue un conocimiento que les hizo conocedores de la Tercera Persona y de sus divinos dones, para m\u00ed no fue m\u00e1s que un vivo reencuentro. Para todos fue llama, para m\u00ed fue beso.
\u00c9l, el eterno Par\u00e1clito, era ya mi Esposo desde hac\u00eda treinta y cuatro a\u00f1os y su Fuego me hab\u00eda pose\u00eddo y penetrado en modo tal de hacer de mi candor un cuerpo de Madre. A\u00fan despu\u00e9s del desposorio divino \u00c9l me hab\u00eda dejado colma d\u00e9 S\u00ed, ni pod\u00eda a\u00f1adir Perfecci\u00f3n a la Perfecci\u00f3n porque Dios no puede aumentarse a S\u00ed mismo, siendo perfect\u00edsimo e insuperable en su medida y habi\u00e9ndose donado a m\u00ed sin l\u00edmites, para hacer, de mi carne de mujer, algo tan santo, de poder ser habit\u00e1culo para el Divino que descend\u00eda a encarnarse en m\u00ed.
Pero ahora que la obra de su donaci\u00f3n a m\u00ed y de la m\u00eda a \u00c9l se hab\u00eda cumplido, y nuestro Hijo hab\u00eda vuelto al Cielo despu\u00e9s de haberlo cumplido todo, \u00c9l volv\u00eda para darme su beso de gratitud.
\u00a1Oh! \u00a1C\u00f3mo os ense\u00f1a Dios el agradecimiento! \u00c9l, mi Se\u00f1or, no dejaba de estar agradecido a su Sierva que hab\u00eda sido instrumento a su servicio y, mientras que yo a cada latido del coraz\u00f3n repet\u00eda: \u00abSanto, santo, santo y bendito, T\u00fa, Se\u00f1or excelso\u00bb, \u00c9l dejaba el Cielo una segunda vez para renovar su abrazo de Esposo y, entre el ardor y la voz de la repartida Llama, prometerme el tercer enlace sin fin en la beata morada del Cielo.
Y entonces el Cielo fue m\u00e1s que nunca mi meta porque, cuando se ha saboreado y vuelto a saborear el Amor, sol y tierra, criaturas y cosas, desaparecen ante nuestros ojos, y s\u00f3lo queda una idea, un sabor, un deseo: el de Dios. El de tener a Dios no por instantes sino en un eterno presente\u00bb.<\/p>
4\u00b0 misterio glorioso. Dice Mar\u00eda:<\/p>
\u00abOtra perla para mis predilectos. Realmente quer\u00eda hablar de ello dentro de unos d\u00edas, pero me doblego a un deseo porque soy la Madre. Para Navidad tendr\u00e9is tambi\u00e9n esta palabra m\u00eda.
Como fue un \u00e9xtasis el nacimiento del Hijo, y del rapto en Dios volv\u00ed a estar presente en la Tierra con mi Ni\u00f1o entre loa brazos, tambi\u00e9n mi muerte fue un rapto en Dios.
Confiando en la promesa tenida entre el esplendor divino la ma\u00f1ana de Pentecost\u00e9s, yo pensaba que al acercarse el momento de la \u00faltima vuelta del Amor para arrebatarme en S\u00ed deber\u00eda se\u00f1alarse con un aumento de fuego. No me equivoqu\u00e9.
Yo, por mi parte, cuanto m\u00e1s pasaba la vida m\u00e1s aumentaba en m\u00ed el deseo de fundirme con la eterna Caridad. Me estimulaba el deseo de mi Hijo y la certeza de que nunca habr\u00eda hecho tanto por los hombres como cuando estuviera orante por ellos en los escalones del trono de Dios. Y con movimiento cada vez m\u00e1s encendido y acelerado, con todas las fuerzas del alma gritaba: \u00ab\u00a1Ven, Se\u00f1or, Jes\u00fas, ven, ven eterno Amor!\u00bb.
La Eucarist\u00eda, que era para m\u00ed como rociada dada a una flor sedienta -era vida-, ahora ya no era suficiente para la incontenible ansia del coraz\u00f3n. Ya no me bastaba recibir en m\u00ed a mi divina Criatura y llevarla en las sagradas Especies como la hab\u00eda llevado en la carne virginal. Quer\u00eda al Dios Uno y Trino con todo mi ser, y no bajo los velos elegidos por mi Jes\u00fas para esconder el inefable misterio, sino tal como era y es y ser\u00e1 en el centro del Cielo.
Mi mismo Hijo me ard\u00eda en sus arrebatos eucar\u00edsticos con besos de deseo infinito, y cada vez que me ven\u00eda con la potencia de su amor casi me arrancaba el alma en el primer \u00edmpetu, y despu\u00e9s permanec\u00eda con ternura infinita a llamarme: \u00ab\u00a1Madre!\u00bb, y yo le sent\u00eda ansioso de tenerme consigo.
No deseaba nada m\u00e1s. Ni siquiera estaba en m\u00ed el deseo de tutelar la Iglesia naciente. Todo estaba anulado por el deseo de poseer a Dios en la certeza de poderlo todo cuando se posee a Dios.
Mar\u00eda, alcanza este total amor. Que todo pierda valor y ansia ante tus ojos. Cuando seas rica de esta pobreza de deseo, que es riqueza inmensurable, Dios se inclinar\u00e1 sobre tu esp\u00edritu para besarlo y t\u00fa ascender\u00e1s con tu esp\u00edritu al Padre, al Hijo, al Esp\u00edritu Santo, para conocer les y amarles durante toda la bienaventurada eternidad y para poseer sus riquezas de gracias, y disponer de ellas para los fines y los seres que est\u00e1n en tu pensamiento. Nunca se es tan activo por los hermanos como cuando no estamos ya entre los hermanos sino que somos luces unidas a la Luz.
El acercarse del Amor eterno tuvo el signo que pensaba. Todo perdi\u00f3 luz y color, voz y presencia, bajo el Fulgor y a la Voz que desde los Cielos abiertos bajaba sobre m\u00ed para llevar mi alma.
Se dice: \u00abMar\u00eda se habr\u00eda regocijado al ser asistida por su Hijo\u00bb. Pero mi dulce Jes\u00fas estaba muy presente con el Padre cuando el Amor me dio el tercer beso de la vida, aquel beso tan divino que en \u00e9l el alma expir\u00f3, recogida como gota de roc\u00edo bebida por el sol del centro de un lirio, y yo ascend\u00ed con mi esp\u00edritu cantando el hosanna en medio de mis Tres, que adoraba y adoro, como perla en un engarce de fuego, seguida por la procesi\u00f3n de los esp\u00edritus ang\u00e9licos venidos a mi eterna navidad y esperada en los umbrales de los Cielos por el Esposo terreno, por los Reyes y por los Patriarcas de mi estirpe, por los primeros santos y los primeros m\u00e1rtires, y el Cielo se cerr\u00f3 con la alegr\u00eda de tener a su Reina cuya carne, \u00fanica entre todas las carnes mortales, conoc\u00eda la bienaventuranza de la glorificaci\u00f3n\u00bb .<\/p>
5\u00b0 misterio glorioso.
Dice Mar\u00eda:
\u00abMi humildad no me permit\u00eda pensar en tanta gloria como me estaba reservada en el Cielo.<\/p>
En mi pensamiento estaba la certeza de que mi carne humana, hecha santa por haber llevado a Dios, no habr\u00eda conocido la corrupci\u00f3n, porque Dios es Vida y cuando satura de S\u00ed a un ser es como un aroma que preserva de la muerte. Yo no s\u00f3lo hab\u00eda estado unida con \u00c9l en casto y fecundo abrazo, sino que me hab\u00eda saturado en los m\u00e1s rec\u00f3nditos rincones de las emanaciones de la Divinidad escondida en mi seno y atenta a esconderse en carnes mortales.
Pero que la Bondad del Eterno hubiera reservado a su Sierva el gozo de volver a sentir en sus miembros el toque de la mano de mi Hijo, su abrazo, su beso, y volver a o\u00edr con mis o\u00eddos su voz, ver con mis ojos su rostro, experimentar de nuevo la alegr\u00eda de acariciarle, no, esto no pensaba que me fuese concedido enseguida, ni lo deseaba. Me bastaba que estas bienaventuranzas le fueran concedidas a mi esp\u00edritu y con esto ya hubiera sido plena mi felicidad de bienaventurada.
Pero como testimonio de su pensamiento creador respecto al hombre, Dios me quiso en el Cielo con alma y cuerpo. Yo soy el testimonio cierto de lo que Dios hab\u00eda pensado y querido para el hombre: una vida inocente desconocedora de culpas, un pl\u00e1cido tr\u00e1nsito de esta vida a la Vida completa en la que, como uno que pasa el umbral de una casa para entrar en un palacio, el ser completo hubiera pasado del sol del para\u00edso terrestre al Sol del Para\u00edso celestial, aumentando la perfecci\u00f3n de su yo, en la carne y en el esp\u00edritu, de la plena Luz que hay en los Cielos.
Ante los Patriarcas y los Santos, ante los \u00c1ngeles y los M\u00e1rtires, Dios me puso a M\u00ed asunta a la gloria del Cielo y dijo: \u00abHe aqu\u00ed la obra perfecta del Creador, he aqu\u00ed lo que Yo cre\u00e9 a mi imagen y semejanza, fruto de una divina y creadora obra de arte, maravilla del Universo que vio encerrado, en un solo ser, lo divino en el esp\u00edritu inmortal como Dios y como \u00c9l espiritual, inteligente, virtuoso, y lo animal en la m\u00e1s perfecta carne ante la que se inclina cualquier otro viviente de los tres reinos de la Creaci\u00f3n. He aqu\u00ed el testimonio de mi amor por el hombre, para quien cre\u00e9 el organismo perfecto y la suerte beata de una vida eterna en mi Reino. He aqu\u00ed el testimonio de mi perd\u00f3n para el hombre, a quien, en fuerza de un amor trino, he concedido la rehabilitaci\u00f3n ante mis ojos. \u00c9sta es la m\u00edstica piedra de comparaci\u00f3n, \u00e9sta es el anillo de enlace entre el hombre y Dios, \u00e9sta es Aquella que lleva de nuevo los tiempos a los d\u00edas primeros y concede a mi ojo divino la alegr\u00eda de contemplar a la Eva que Yo cre\u00e9 tal como la cre\u00e9, y ahora m\u00e1s bella porque es la Madre de mi Hijo y la M\u00e1rtir del Perd\u00f3n. Por su Coraz\u00f3n, que no conoci\u00f3 mancha, Yo abro los tesoros del Cielo y por su cabeza, que no conoci\u00f3 soberbia, hago corona con mi Resplandor y la corono, porque me es Santa, para que sea vuestra Reina\u00bb.
Mar\u00eda, en el Cielo no hay l\u00e1grimas. Mas por el llanto de alegr\u00eda que habr\u00edan tenido los esp\u00edritus si se les hubiera concedido el llanto -l\u00edquido que destila apretado por una emoci\u00f3n- hubo un destello de luces, un colorearse de resplandor en los m\u00e1s vivos resplandores, un arder de fuegos caritativos en un fuego m\u00e1s ardiente, un insuperable e indescriptible sonido de armon\u00edas, a las que se uni\u00f3 la voz de mi Hijo en alabanza a Dios Padre y a la Sierva de Dios bienaventurada para siempre.
Mar\u00eda, pensaba terminar esta ilustraci\u00f3n m\u00eda sobre los misterios de mi santo rosario – porque, sin que t\u00fa te dieras cuenta de ello, te habl\u00e9 de todos y especialmente de los c\u00e1ndidos gozosos y de los resplandecientes gloriosos, porque para los purp\u00fareos s\u00f3lo hay un \u00fanico nombre: Dolor, y son todos un \u00fanico dolor- despu\u00e9s de la Navidad. Pero vosotros que me am\u00e1is ten\u00e9is tantas penas y entend\u00e9is que, s\u00f3lo olvidando la Tierra por el Cielo, esas penas se hacen soportables para vuestro coraz\u00f3n. Y yo os revelo las luces del Cielo.
El m\u00edstico collar est\u00e1 terminado. Os lo doy para la Navidad de mi Hijo y con ella mi bendici\u00f3n y mi caricia.<\/p>
Sed buenos y amadme. Yo estoy con vosotros\u00bb.<\/p>
19 de diciembre<\/p>
Deuteronomio 5, 29; 6, 20-25. Dice Dios Padre:
\u00abEn la manifestaci\u00f3n majestuosa del Sina\u00ed, Yo he dictado a mi Siervo para los hombres, para todos los hombres, las reglas que hay que observar para merecer mi bendici\u00f3n.
Y si muchas de las peque\u00f1as disposiciones que han seguido al Dec\u00e1logo, para hacer m\u00e1s seguro y f\u00e1cil a los antiguos el poner en pr\u00e1ctica el Dec\u00e1logo, han caducado con el paso de los siglos y con el adviento del Cristianismo, el Dec\u00e1logo ha permanecido y no cambia. No cambiar\u00e1 hasta el \u00faltimo d\u00eda y, si a\u00fan fuera concedida a la Tierra una vida de milenios de milenios, el Dec\u00e1logo ser\u00e1 siempre el mismo, siempre v\u00e1lido, siempre justo, siempre para observarse.
Mi Hijo no ha cambiado ninguna palabra de \u00e9ste, porque la palabra de Dios no puede ser retocada por nadie. El Verbo os ense\u00f1a este respeto por mi palabra inmutable. Recordadlo. \u00c9l ha confirmado la Ley en sus diez mandamientos intocables. Ha sustituido, en cambio, sus partes complementarias, no acordes ya con el nuevo per\u00edodo, con su doctrina de amor.
La era del castigo hab\u00eda terminado desde el momento en que florec\u00eda sobre el mundo el Rey del amor y de la misericordia y, para aseguraros m\u00e1s este cambio que sustitu\u00eda el rigor por el perd\u00f3n, mi Hijo se consumi\u00f3 a S\u00ed mismo durante tres a\u00f1os para predicaros amor y perd\u00f3n e impuls\u00f3 su sacrificio a erigirse en amonestaci\u00f3n sangrienta en la pendiente de un monte, para que todo el mundo mirase hacia aquel centro de misericordia del que descend\u00edan, con las \u00faltimas gotas de una Sangre divina, las \u00faltimas palabras a\u00fan de amor y perd\u00f3n.
El Maestro del mundo hasta el momento extremo os ha repetido, y con los hechos adem\u00e1s de con las palabras, la perfecci\u00f3n de la Doctrina divina. Perfecci\u00f3n porque ha quitado al Dec\u00e1logo antiguo las disposiciones m\u00e1s humanas de las peque\u00f1eces mosaicas y las ha sustituido con su c\u00f3digo totalmente de amor. Pero el Dec\u00e1logo permanece. Y permanecer\u00e1. Y el mundo perece porque ya no conoce ni vive el Dec\u00e1logo.
\u00bfD\u00f3nde est\u00e1n ya los que, investido s de autoridad familiar, ense\u00f1en a los hijos la primera cosa y la que debe saberse m\u00e1s necesariamente: mi Ley? \u00bfD\u00f3nde los que formen a su criaturas en la gratitud y en el amor reverencial hacia M\u00ed, narrando a las mentes y a los corazones que se abren las maravillas y las providencias de Dios por los hombres?
No me refiero aqu\u00ed a otras autoridades. Hablo de la primera autoridad: la de los padres. Responsables del futuro de los hijos y, como consecuencia, de las naciones. Porque, si las autoridades de poder que os gobiernan tuvieran de frente, en todo el mundo cristiano, el n\u00famero infinito de las autoridades familiares firmes en el respeto y en la educaci\u00f3n hacia Dios y en las cosas de Dios, se limitar\u00edan en ciertos excesos que no s\u00f3lo profanan a las generaciones juveniles sino que preparan d\u00edas cada vez m\u00e1s tremendos para la Tierra, porque de seres juveniles corrompidos y ateos s\u00f3lo pueden surgir delincuentes. Sea delincuencia singular o delincuencia social, ser\u00e1 siempre delincuencia que empuja al delito, al robo, a la violencia, a la traici\u00f3n, a la revuelta, a todas las maldades que hacen de la Tierra un anticipado infierno y a los hombres demonios crueles los unos con los otros.
So\u00f1ad tiempos mejores. Pero -y repito palabras viejas de milenios y siempre nuevas- pero \u00ab\u00bfqui\u00e9n os dar\u00e1 un esp\u00edritu tal de temerme y observar mis mandamientos para que vosotros y vuestros hijos se\u00e1is eternamente felices?\u00bb. \u00bfC\u00f3mo lo pod\u00e9is hacer si ya no conoc\u00e9is mis mandamientos? \u00bfQu\u00e9 dais a vuestro esp\u00edritu para que viva? Y si est\u00e1 muerto por falta de<\/p>
alimento y de respiraci\u00f3n, obligado a morir sin la palabra de Dios ya respirar el aire hecho pestilente por vuestros pecados, \u00bfc\u00f3mo pod\u00e9is tener el esp\u00edritu que os pido que teng\u00e1is?
El vuestro es un c\u00edrculo cerrado. Un c\u00edrculo de horror que os ahoga. Pod\u00e9is romperlo s\u00f3lo con la Cruz y con el Evangelio. Ellos os abren las puertas a la Luz de Dios, al aire, al alimento y a todo lo que es vida. Ellos os abren el camino para volver a M\u00ed.
Mi Majestad terrible os puede causar miedo todav\u00eda porque sois como Ad\u00e1n despu\u00e9s del pecado: ten\u00e9is el alma sucia y tem\u00e9is el ojo de Dios. Pero Cristo no da miedo. Desde el nacimiento a la muerte \u00c9l tiene un nombre: Dulzura. Subid de nuevo a M\u00ed a trav\u00e9s de su Palabra y de su Cruz. Ellas os instruyen y os consagran de nuevo. Son la obra de arte del amor divino. Fuera de ellas no existe otro medio de salvaci\u00f3n. Despu\u00e9s de renegar de ellas s\u00f3lo queda una cosa: \u00abmi Justicia\u00bb.
y mi Justicia para vosotros, reducidos como est\u00e1is, quiere s\u00f3lo decir: \u00abCastigo\u00bb.
Record\u00e1oslo y proveed\u00bb .<\/p>
20 de diciembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abUno de los puntos en los que vuestra soberbia naufraga en el error, que adem\u00e1s de todo degrada vuestra propia soberbia d\u00e1ndoos un origen que si estuvierais menos pervertidos por el orgullo repudiar\u00edais como humillante, es el de la teor\u00eda darviniana 221.
Por no admitir a Dios, quien con su potencia puede haber creado el universo de la nada y al hombre del barro ya creado, tom\u00e1is para vuestra paternidad la de una bestia.
\u00bfNo os dais cuenta de disminuiros porque, pensadlo, una bestia por muy perfecta que sea, seleccionada, mejorada, perfeccionada en la forma y en el instinto, y si quer\u00e9is tambi\u00e9n en la formaci\u00f3n mental, ser\u00e1 siempre una bestia? \u00bfNo os dais cuenta de esto? Esto atestigua desfavorablemente respecto de vuestro orgullo de seudo superhombres.
Pero si no os dais cuenta, no ser\u00e9 Yo quien malgaste palabras para convenceros y convertiros del error. S\u00f3lo os pregunto una cosa que, tantos como sois, nunca os hab\u00e9is preguntado. Y si me pod\u00e9is responder con los hechos no combatir\u00e9 m\u00e1s esta degradante teor\u00eda vuestra.
Si el hombre es el derivado del mono, que por evoluci\u00f3n progresiva se ha hecho hombre,
\u00bfc\u00f3mo es que en tantos a\u00f1os que sosten\u00e9is esta teor\u00eda nunca hab\u00e9is logrado, ni siquiera con instrumentos perfeccionados y m\u00e9todos actuales, hacer de un mono un hombre? Pod\u00edais coger de una pareja de monos inteligentes los hijos m\u00e1s inteligentes y despu\u00e9s los hijos inteligentes de \u00e9stos y as\u00ed sucesivamente. Tendr\u00edais ya muchas generaciones de monos seleccionados, instruidos, cuidados con el m\u00e1s paciente, tenaz y sagaz m\u00e9todo cient\u00edfico. Pero tendr\u00edais siempre monos. Si acaso hubiera un cambio, ser\u00eda \u00e9ste: que las bestias ser\u00edan menos fuertes f\u00edsicamente que las primeras y m\u00e1s viciosas moralmente, ya que con todos vuestros m\u00e9todos e instrumentos habr\u00edais destruido aquella perfecci\u00f3n con la que mi Padre cre\u00f3 a estos cuadr\u00famanos.
Otra pregunta. Si el hombre ha venido del mono, \u00bfc\u00f3mo es que ahora el hombre, incluso con injertos y cruces repugnantes, no se vuelve mono? Incluso ser\u00edais capaces de intentar estos horrores si supierais que ello podr\u00eda confirmar vuestra teor\u00eda. Pero no lo hac\u00e9is porque sab\u00e9is que no sois capaces de hacer de un hombre un mono. Har\u00edais un feo hijo de hombre, un degenerado, un delincuente quiz\u00e1s. Pero nunca un verdadero mono. No lo intent\u00e1is porque sab\u00e9is de antemano que tendr\u00edais un p\u00e9simo resultado y vuestra reputaci\u00f3n saldr\u00eda<\/p>
221 El evolucionismo de Charles Robert Darwin (1809-1882)<\/p>
arruinada.
Por esto no lo hac\u00e9is. No por otra cosa. Porque no sent\u00eds ning\u00fan remordimiento ni horror por degradar un hombre a nivel de un animal, para sostener vuestra tesis. Sois capaces de esto y de mucho m\u00e1s. Vosotros sois ya animales porque neg\u00e1is a Dios y mat\u00e1is el esp\u00edritu que os diferencia de los animales.
Vuestra ciencia me produce horror. Degrad\u00e1is la inteligencia y, como locos, ni siquiera os dais cuenta de hacerlo. En verdad os digo que muchos primitivos son m\u00e1s hombres que vosotros\u00bb.<\/p>
21 de diciembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abOtro signo de mi venida fue la Paz.
Cuando nac\u00ed el mundo entero estaba en paz. Era Dios. Y Dios es Amor. La guerra es odio.
Era el Pr\u00edncipe de la Paz. S\u00f3lo pod\u00eda venir mientras hab\u00eda paz en la tierra.
Nuevo Ad\u00e1n que da inicio a la segunda generaci\u00f3n del hombre, anulando con su martirio la generaci\u00f3n perversa del primero, nac\u00ed a la vida como el primero mientras no hab\u00eda lucha en el mundo. Y si, por lo que de imborrable os ha puesto Satan\u00e1s, a\u00fan duraba la matanza de los animales llevada a cabo por el hombre y de los animales entre ellos -antes ni siquiera exist\u00edan \u00e9stas-, los hombres entre ellos estaban en paz. Al menos entre ellos estaban en paz. Meditad. La guerra es odio y Dios no est\u00e1 donde hay odio. Para merecer a Dios es necesario estar sin odio. Hacia nadie. Es in\u00fatil cualquier medio si falta Dios. Y a Dios no lo
pod\u00e9is tener porque odi\u00e1is con una crueldad de fieras rabiosas por el hambre.
No os digo m\u00e1s porque sois indignos de tener m\u00e1s, y hac\u00e9is de mi Bien instrumento para da\u00f1aros a vosotros y a los dem\u00e1s. S\u00f3lo digo esto: \u00abLa primera condici\u00f3n para salir de este infierno es que antes salg\u00e1is del odio que os viste y que arranqu\u00e9is de vosotros el odio que es como la m\u00e9dula de vuestros huesos, porque sois odio dentro y fuera de vosotros\u00bb\u00bb.<\/p>
22 de diciembre<\/p>
Deuteronomio 9-11. Dice Jes\u00fas:
\u00abReconocer los beneficios que se reciben es obligaci\u00f3n tambi\u00e9n entre los hombres y signo de coraz\u00f3n gentil. Vosotros juzg\u00e1is severamente a los ingratos. Y con raz\u00f3n.
Pero \u00bfentonces c\u00f3mo deber\u00e1 juzgaros Dios? Cuando triunf\u00e1is por un beneficio de Dios y veis prosperar vuestras empresas, \u00bfpor qu\u00e9 no encontr\u00e1is una palabra para Aquel que os ha dado esa alegr\u00eda? \u00bfPor qu\u00e9 dec\u00eds: \u00abYo he hecho esto’,? \u00bfPor qu\u00e9, inflados de orgullo ex- clam\u00e1is: \u00abEl Se\u00f1or por fuerza me ha debido escuchar porque yo soy merecedor de su ayuda\u00bb? No. Si el Padre os diera por cuanto merec\u00e9is, deber\u00eda pulverizaros.
Pero \u00c9l, por vosotros que sois duros de mente y de coraz\u00f3n, rebeldes y viciosos, sacr\u00edlegos y mentirosos, no falta a su promesa de seros Padre. Y un padre, aunque est\u00e9 indignado por el modo de comportarse del hijo, nunca es menos padre, si es hombre santo y justo. Dios es sant\u00edsimo y just\u00edsimo. Pues Dios no os humilla como merec\u00e9is, sino que os vuelve a llamar a S\u00ed con voz de reproche en la que siempre est\u00e1 fundido el amor.
Una, dos, cien veces os llama. Con el resplandor de su potencia os hace presente que, aunque vosotros os cre\u00e1is otros dioses, \u00c9l es el \u00fanico Dios y sus palabras son siempre las mismas escritas en la piedra sobre el Horeb.
Vosotros, a quienes os parece m\u00e1s c\u00f3modo servir a un \u00eddolo mudo e impotente (mudo e<\/p>
impotente para las obras santas) despreci\u00e1is la voz y el mandamiento de Dios porque los cre\u00e9is pesados y obligatorios. Pero \u00a1qu\u00e9 destino m\u00e1s pesado y qu\u00e9 dominaci\u00f3n m\u00e1s opresora de la que os impon\u00e9is por vosotros mismos, creados por voluntad de los hombres, que es muy distinta de la de Dios a quien han volteado la cara y el coraz\u00f3n, y s\u00f3lo pueden daros lo que os dan: dolor y muerte!
Ahora Yo os digo: \u00abOrad\u00bb. Entre vosotros hay a\u00fan una minor\u00eda capaz de escucharme, de orar y sufrir por el mundo. A \u00e9stos les digo: \u00abOrad\u00bb.
Es la hora de desviar el rigor del iniciado tormento con la oraci\u00f3n y la inmolaci\u00f3n. El dolor y la fe os hacen gratos ante el Se\u00f1or Dios vuestro. Hablad pues en favor de todos. Coged a Dios con los lazos del amor. \u00c9l, a quien ninguna fuerza ata, es como un pajarito preso en la red cuando un alma le circunda de amor. Se rinde y bendice. Recordad a Dios sus beneficios, no porque \u00c9l tenga necesidad de que se los record\u00e9is, sino para mostrar que vosotros los record\u00e1is. Mientras que el mundo blasfema y mata, vosotros cantad el hosanna al Se\u00f1or y amad. El amor es m\u00e1s potente que la fuerza y vence incluso al infierno. El amor todo lo vence, \u00a1oh mis dilectos!
El amor inclinar\u00e1 a Dios que se resiste por el desamor de todo un mundo, y obtendr\u00e1 de \u00c9l el \u00fanico milagro que os puede salvar. El amor abrir\u00e1 el coraz\u00f3n de los hombres y les dar\u00e1 vista espiritual para ver su horror interno y personal que se hace horror colectivo. El amor conducir\u00e1 de nuevo al hombre por los caminos de Dios. Cuando am\u00e9is ya no har\u00e9is m\u00e1s el mal, el gran mal querido a sabiendas, como ahora lo hac\u00e9is.
No es pesado seguir a Dios. \u00c9l s\u00f3lo os pide amor, obediencia y respeto por su Majestad superior a todas las autoridades terrenas. Cortad de vuestro coraz\u00f3n, en circuncisi\u00f3n espiritual, todo cuanto es eslab\u00f3n de pecado que impide a vuestro coraz\u00f3n palpitar en el ho- nesto latido del Bien y crecer en la santa Caridad.
Os toca a vosotros elegir entre mi bendici\u00f3n y mi maldici\u00f3n. Yo respeto vuestro arbitrio. Os describo s\u00f3lo los frutos de la una y de la otra. Mi bendici\u00f3n os dar\u00e1 paz y pan, serenidad de d\u00edas y prosperidad de intereses. Mi maldici\u00f3n os dejar\u00e1 vuestras guerras y destrucciones, y de s\u00ed os dar\u00e1 sequ\u00eda o intemperies, pestilencias y hambre, porque el castigo de Dios no puede daros de qu\u00e9 colmar vuestros dos bajos amores: el vientre y la bolsa.
Elegid. Y no dig\u00e1is que no os amo porque no impongo el bien. Demasiados entre vosotros oran a Satan\u00e1s para que cumpla por ellos sus prodigios. Destruir\u00edais el Bien si Yo os lo impusiera.
Antes es necesario que no se\u00e1is pueblo vosotros que ador\u00e1is a la Bestia, sino que sean pueblo los que se acuerdan de Dios. Entonces el Mal ser\u00e1 equilibrado por el Bien y neutralizado por \u00e9l. No s\u00f3lo: sino que el bien que hac\u00e9is atraer\u00e1 el Bien del Cielo siempre en medida creciente, porque Dios s\u00f3lo pide derramarse en amor sobre vosotros, y conocer\u00e9is la era de paz prometida en mi nacimiento a los hombres buenos\u00bb.<\/p>
23 de diciembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abGran ense\u00f1anza y demasiado descuidada la que se lee en el cap. 42 de Nehem\u00edas.
Vigilancia, constancia y oraci\u00f3n. He aqu\u00ed las tres armas m\u00e1s potentes que las flechas, las lanzas y las espadas. He aqu\u00ed tambi\u00e9n la necesidad de que entre el pueblo de Dios est\u00e9n los especialmente consagrados a orar por los que trabajan y no saben usar contempo- r\u00e1neamente las manos en las ocupaciones y el coraz\u00f3n en la oraci\u00f3n.
Los j\u00f3venes, dice el libro de Esdras, que trabajaban, incluso los que estaban ocupados en el trabajo y no en las defensas, trabajaban con la espada ce\u00f1ida al costado y preparada para<\/p>
la lucha. No hab\u00eda rebeliones al mandato que les designaba ahora para el trabajo, ahora para la defensa. Los superiores est\u00e1n siempre inspirados por Dios y cuando asignan una tarea deben ser obedecidos con prontitud y sin murmurar.
Todos tienen este deber. Y lo ten\u00e9is especialmente hacia Dios, Superior excelso, quien en su providencia predispone las misiones y los cambios en ellas. Ay de aquellos corazones apegados a las cosas que perecen, que se rebelan a la obediencia diciendo: \u00abYo me siento mejor en este estado y no quiero aqu\u00e9l\u00bb.
\u00a1No quiero! \u00bfC\u00f3mo pod\u00e9is decir que no quer\u00e9is? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 la obediencia, la sumisi\u00f3n, el amor a la Voluntad de Dios que se trasluce detr\u00e1s de los mandatos del hombre? S\u00f3lo en una cosa os es l\u00edcito no querer. Cuando el hombre os impone cumplir el mal. Entonces deb\u00e9is resistir y decir: \u00abNo\u00bb aunque ello os haga m\u00e1rtires.
Y vosotros que ten\u00e9is potestad de mando, sea en lo peque\u00f1o o en lo grande, o\u00edd lo que os dice el Se\u00f1or, que antes ha hablado a los sujetos a trav\u00e9s del Libro y ahora os habla a vosotros.
Recordad que dirigir es doble peso que ser dirigidos. Es vuestro deber no haceros responsables de las ruinas de los dem\u00e1s. Los sujetos responden a Dios de s\u00ed mismos. Vosotros, por vosotros y por ellos. A la dignidad del cargo corresponde severidad de conducta hacia vosotros mismos. Deb\u00e9is ser ejemplo porque el ejemplo arrastra, tanto en el bien como en el mal. Y de superiores malvados o simplemente perezosos s\u00f3lo se pueden obtener sujetos malvados y perezosos.
As\u00ed en una comunidad como en un estado. Los peque\u00f1os miran a los mayores y son el espejo de los grandes. Record\u00e1oslo.
Otra virtud despu\u00e9s de la rectitud es la bondad. La bondad frena los instintos m\u00e1s que las c\u00e1rceles y las prescripciones. Haceros amar y ser\u00e9is obedecidos. Arrastrar\u00e9is a la bondad siendo buenos. Pero \u00a1ay de vosotros si sois codiciosos, injustos, malvados! Ser\u00e9is odiados, despreciados, desobedecidos incluso y sobre todo en los mandatos buenos que deis, y obedecidos, incluso m\u00e1s de lo que quisierais, en el copiar vuestra codicia, vuestra injusticia, vuestra maldad.
No os embriagu\u00e9is con vuestro honor de tal modo que se\u00e1is incapaces de entender a los sujetos en sus justas necesidades y en sus lamentos. Ser cabezas quiere decir ser \u00abpadres\u00bb. Para esto Dios os ha dado una autoridad. No para que hag\u00e1is de ella l\u00e1tigo sobre los me- nores. No sois omnipresentes como Dios. Esto es cierto. Pero cuando se quiere se puede, por lo que se quiere. Y quien quiere saber la verdad la sabe.
Vigilancia, pues, sobre todo y todos. No necia y ciega confianza y perezoso descuido respecto a vuestros ayudantes. No todos son justos y muchos Judas est\u00e1n esparcidos entre las filas de los ayudantes de los jefes. No os hag\u00e1is sus esclavos mendigando su aceptaci\u00f3n con tal de imperar. Sed justos y basta. Y cuando veis que en vuestro nombre se ejerce un despotismo culpable, procurad estar siempre en condici\u00f3n de libertad de obligaciones hacia vuestros representantes, de manera que les pod\u00e1is reprender sin temor a que de acusados se vuelvan acusadores.
Sed honestos y justos. Honestos en no aprovecharos de vuestra condici\u00f3n con da\u00f1o de los menores. Justos en el saber castigar a los que para ser algo han cre\u00eddo l\u00edcito todo sistema.
Si hac\u00e9is as\u00ed siempre podr\u00e9is decir a Dios: \u00bbAcu\u00e9rdate de m\u00ed en el bien, porque he hecho el bien a los que T\u00fa me has dado\u00bb\u00bb.<\/p>
24 de diciembre<\/p>
Salmo 36, 21.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abIncluso un s\u00f3lo vers\u00edculo de un salmo tiene una luz capaz de iluminar un gran camino. He aqu\u00ed la diferencia entre el pecador y el justo.
El primero es un vampiro que coge y destruye y nunca restituye. Destruye las obras de los hermanos y mis m\u00e9ritos. Se nutre de la comuni\u00f3n de los santos. He aqu\u00ed c\u00f3mo se nutre. No por su esp\u00edritu al que ning\u00fan alimento espiritual puede aprovechar porque es esp\u00edritu muerto. Se nutre para esta vida suya, porque los santos oran por \u00e9l y apartan de su cabeza los castigos de Dios. Todos menos el \u00faltimo, porque Dios es justo y da seg\u00fan lo que se ha hecho. Vuelve en su condena la Sangre que es salvaci\u00f3n porque con su vida de pecado se mofa de mi sacrificio. Es un par\u00e1sito del cuerpo m\u00edstico. Y acaba siendo un muerto. Una c\u00e9lula muerta de este admirable cuerpo. T\u00fa sabes que en vuestro cuerpo las c\u00e9lulas muertas son la sede de enfermedades atroces. As\u00ed ocurre con estas c\u00e9lulas espirituales que se nutren del trabajo de los dem\u00e1s sin tener la propia actividad generante. Son gangrenas.
El justo en cambio, activo como un dios, produce continuamente, en forma menor, como un dios. Es un generador de vida. Injertado en Cristo, su Maestro, vive la Vida y la hace suya, la multiplica con su propio vivir, que por muy humilde que sea no es despreciado por Dios, que no desprecia las obras de sus peque\u00f1os sino que las acoge con una sonrisa y las hace suyas. Rico de inagotable riqueza -porque no dispone \u00fanicamente de su actividad, sino de ese inmensurable tesoro que son las obras de Cristo y de los santos- tiene compasi\u00f3n de todos y da sin avaricia, y su dar no se empobrece, porque m\u00e1s dona y m\u00e1s se comunica Dios en \u00e9l arrastrando consigo el r\u00edo de santidad del que es manantial y entrada y cuyas olas son los m\u00e9ritos innumerables del Verbo inmolado y de sus santos. M\u00e1s crece la santidad y m\u00e1s aumenta la compasi\u00f3n, porque si crece la santidad cada vez m\u00e1s Dios mora en vosotros y la morada de Dios en vosotros quiere decir poseer la Caridad.
\u00a1Oh! \u00a1Suerte beata! Cuando al final de la vida el justo ascienda al Cielo, le preceder\u00e1n, tapizando de luces su camino y cantando sus alabanzas, las obras por \u00e9l cumplidas, y en su humilde y beato asombro Yo dir\u00e9: \u00abTuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y me cuidaste, peregrino y me acogiste. Cuanto hiciste por los hermanos a M\u00ed me lo has hecho y, especialmente cuando con tu dolor y con tu actuar has hecho de un hermano un santo, has a\u00f1adido una luz a mi corona de Rey eterno. Por ello ahora conmigo reinar\u00e1s para siempre, \u00a1oh mi bendito!\u00bb\u00bb.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abA los que leyendo humanamente estos dictados encuentren que Yo me repito, respondo:
A vuestra insistencia en el error contrapongo mi insistencia en el ense\u00f1ar. Los buenos maestros no se cansan de repetir una explicaci\u00f3n hasta que no est\u00e1n seguros de que todos los estudiantes han comprendido su explicaci\u00f3n.
Entre los estudiantes no todos tienen la misma voluntad o la capacidad de comprender. Mejor dicho, los escolares que unen la voluntad a la inteligencia son las excepciones. Son las perlas del maestro, las que le compensan de las decepciones de todos los dem\u00e1s.
Yo soy el Maestro. Y s\u00f3lo Yo, que adem\u00e1s de Maestro soy Dios y tengo de Dios la facultad de verlo todo, s\u00e9 cuan pocos son en mi pueblo los que escuchan, comprenden, retienen y aplican mi Palabra. Cuan pocos aquellos para los que el amor es luz intelectiva y voluntad. Porque son \u00e9stos, presos por el amor, los que comprenden y viven mi doctrina y a los que es suficiente dar una explicaci\u00f3n una vez para que la hagan norma de vida. A los dem\u00e1s, embrutecidos por la culpa o entorpecidos por la pereza espiritual, es necesario que Yo les instruya sin cansancios y siempre desde el inicio para que un m\u00ednimo de luz y de doctrina sea capaz de insinuarse en ellos y brotar como plantita de Vida.<\/p>
He aqu\u00ed la raz\u00f3n de mi repetir de mil formas una \u00fanica ciencia. y con este resultado: quien menos necesidad tiene de ello, porque ya es uno conmigo, la acoge siempre con nueva ansia, como si fuera siempre palabra nueva, y no se cansa de recibirla porque es para \u00e9l alimento y aire de la que, como del alimento y del aire naturales, tiene siempre necesidad hasta que la pausa cesa y viene a la Vida donde la contemplaci\u00f3n de Dios ser\u00e1 resumen de todas las necesidades, ser\u00e1 todo. En cambio, los que m\u00e1s necesitan de ella pronto se cansan y se separan. Sea porque esa doctrina es para ellos aguij\u00f3n y reproche, sea porque su imperfecci\u00f3n espiritual les entorpece, haci\u00e9ndoles incapaces de notar sus necesidades y la belleza de mi Palabra.
Pero Yo hago mi deber de Maestro de todas formas. Estrecho sobre mi coraz\u00f3n a los disc\u00edpulos fieles para quienes mi caricia es ya palabra, y consol\u00e1ndome en ellos, prosigo la dura tarea de hablar a los hostiles, a los inertes, a los d\u00e9biles, a los distra\u00eddos\u00bb.<\/p>
25 de diciembre<\/p>
Navidad. Nuevo dictado de Mar\u00eda. Dice Mar\u00eda:
\u00abLa bienaventuranza del \u00e9xtasis navide\u00f1o me ha venido como esencia de flor cerrada en el vivo vaso del coraz\u00f3n para toda la vida. Alegr\u00eda indescriptible. Humana y sobrehumana. Perfecta.
Cuando al llegar cada tarde me martilleaba en el coraz\u00f3n el doloroso \u00abrecordatorio\u00bb: \u00abUn d\u00eda menos de espera, un d\u00eda m\u00e1s de cercan\u00eda al Calvario\u00bb y mi alma sal\u00eda cubierta de pena como si una oleada de aflicci\u00f3n la hubiera recubierto, ola anticipada de la marea que me habr\u00eda tragado en el G\u00f3lgota, yo inclinaba mi esp\u00edritu sobre el recuerdo de aquella bienaventuranza que hab\u00eda permanecido viva en el coraz\u00f3n, as\u00ed como uno se inclina sobre la garganta de una monta\u00f1a para volver a o\u00edr el eco de un canto de amor y para ver en la lejan\u00eda la casa de su alegr\u00eda.
Ha sido mi fuerza en la vida. Y lo ha sido sobretodo en la hora de mi muerte m\u00edstica a los pies de la Cruz. Para no llegar a decir a Dios -que nos castigaba, a mi dulce Hijo y a m\u00ed, por los pecados de todo el mundo- que era demasiado atroz el castigo y que su mano de Justiciero era demasiado severa, yo, a trav\u00e9s del velo del m\u00e1s amargo llanto que mujer alguna haya vertido, he debido fijar aquel recuerdo luminoso, beat\u00edfico, santo, que se. alzaba en aquella hora como visi\u00f3n de consuelo desde el interior del coraz\u00f3n para decirme cuanto me hab\u00eda amado Dios, se alzaba para venir a mi encuentro no esperando, porque era alegr\u00eda santa, que yo lo buscase, porque todo cuanto es santo est\u00e1 infundido de amor y el amor da su vida incluso a las cosas que parece que no la tengan.
Mar\u00eda, es necesario hacer as\u00ed cuando Dios nos hiere.
Recordar cuando Dios nos ha dado la alegr\u00eda, para poder decir tambi\u00e9n entre el dolor: \u00abGracias, Dios m\u00edo. T\u00fa eres bueno conmigo\u00bb.
No rechazar el consuelo del recuerdo de un pasado don de Dios, que surge para confortarnos en la hora en que el dolor nos dobla, como tallos atravesados por un hurac\u00e1n, hacia la desesperaci\u00f3n, para no desesperar de la bondad de Dios.
Procurar que nuestras alegr\u00edas sean alegr\u00edas de Dios, o sea, no damos alegr\u00edas humanas, queridas por nosotros y f\u00e1cilmente contrarias -como todo cuanto es fruto de nuestro actuar separado de Diosa su divina Ley y Voluntad, sino esperar la alegr\u00eda s\u00f3lo de Dios.
Guardar el recuerdo de ellas incluso cuando la alegr\u00eda haya pasado ya, porque el recuerdo que estimula al bien ya bendecir a Dios no es recuerdo condenable sino m\u00e1s bien aconsejado y bendito.<\/p>
Infundir con la luz de aquella hora las tinieblas del momento presente para hacerlas siempre tan luminosas que sean suficientes para ver el Rostro santo de Dios incluso en las noche m\u00e1s oscura.
Suavizar lo amargo del c\u00e1liz de aquella dulzura gozada para poder soportar el sabor y llegar a beberlo hasta la \u00faltima gota.
Sentir, porque se ha conservado como el m\u00e1s precioso recuerdo, la sensaci\u00f3n de la caricia de Dios mientras las espinas nos aprietan la frente.
He aqu\u00ed las siete buenaventuras contrapuestas a las siete espadas. Te las dono como mi lecci\u00f3n de Navidad (pon esta fecha) y contigo las dono a todos mis predilectos.
Mi caricia para bendici\u00f3n de todos\u00bb.<\/p>
Dice el Eterno Esp\u00edritu:
\u00abYo soy el Amor. No tengo 222 voz propia porque mi Voz est\u00e1 en toda la creaci\u00f3n y m\u00e1s all\u00e1 de ella. Como el \u00e9ter Yo inundo todo cuanto existe, enciendo como el fuego, circulo como la sangre.
Yo estoy en cada palabra de Cristo y florezco sobre los labios de la Virgen. Yo purifico y hago luminosa la boca de los profetas y de los santos. Yo soy Aquel que inspir\u00f3 las cosas antes de que existieran, porque es mi poder el que, como latido, dio movimiento al pen- samiento creativo del Eterno.
Todas las cosas han sido hechas por Cristo, pero todas las cosas han sido hechas por M\u00ed- Amor, porque soy Yo quien con mi fuerza secreta mov\u00ed al Creador a obrar el prodigio.
Yo exist\u00eda cuando no exist\u00eda nada y existir\u00e9 cuando quede \u00fanica mente el Cielo.
Yo soy el inspirador de la creaci\u00f3n del hombre al que fue donado el mundo para su delicia, el mundo en el que, de los oc\u00e9anos a las estrellas, de las cumbres alpinas a las estrellas, est\u00e1 mi sello.
Yo ser\u00e9 quien ponga sobre los labios del \u00faltimo hombre la suprema invocaci\u00f3n: \u00ab\u00a1Ven, Se\u00f1or Jes\u00fas!\u00bb.
Yo soy Aqu\u00e9l que para aplacar al Padre infund\u00ed la idea de la Encarnaci\u00f3n y descend\u00ed, fuego creador, a hacerme germen en las entra\u00f1as inmaculadas de Mar\u00eda, y volv\u00ed a subir hecho Carne sobre la Cruz y de la Cruz al Cielo para estrechar en anillo de amor la nueva alianza entre Dios y el hombre, como en abrazo de amor hab\u00eda estrechado al Padre y al Hijo generando la Trinidad.
Yo soy Aquel que habla sin palabras, en cualquier lugar y en toda doctrina que tenga origen en Dios, Aquel que sin tocar abre ojos y o\u00eddos para o\u00edr lo sobrenatural, Aquel que sin mandato os trae de la muerte de la vida a la Vida en la Vida que no conoce l\u00edmites.
El Padre est\u00e1 sobre vosotros, el Hijo en vosotros, pero Yo, Esp\u00edritu, estoy en vuestro esp\u00edritu y os santifico con mi presencia.
Buscadme en cualquier parte que haya amor, fe y sabidur\u00eda. Dadme vuestro amor. La uni\u00f3n del amor con el Amor crea a Cristo en vosotros y os lleva al seno del Padre.
He hablado hoy que es el adviento del Amor sobre la Tierra, mi m\u00e1s alta manifestaci\u00f3n, aquella de la que provienen redenci\u00f3n e infusi\u00f3n pentecostal para la Tierra.
Mi Fuego more en vosotros y os encienda, recre\u00e1ndoos con Dios, en Dios y por Dios, Se\u00f1or eterno, al que va dada toda alabanza en el Cielo y en la Tierra\u00bb.<\/p>
En la acci\u00f3n de gracias de la Comuni\u00f3n, mientras oraba en voz alta por todos nosotros y alrededor de mi cama estaban Anna y Paola 223 (Marta 224 hab\u00eda ido un momento hacia la<\/p>
222 La escritora a\u00f1ade en el rengl\u00f3n: (o no uso)
223 Anna era la segunda mujer de Giuseppe Belfanti, primo de la madre de la escritora. Paola era hija de Giuseppe e hijastra de Anna<\/p>
cocina), me ha arrebatado el \u00e9xtasis. He visto a Mar\u00eda tomar al Ni\u00f1o de su regazo, estrech\u00e1ndole contra su coraz\u00f3n, besarle y arrullarle.
Y esto ser\u00eda un mal menor. Lo malo es que he visto a Paola levantar los ojos de su misal (porque por cuanto yo leyese y por ello tuviera los ojos bajos, tambi\u00e9n ve\u00eda el libro, a la Virgen y a los presentes juntos) y mirarme fijamente, y vi a Marta correr para venir cerca de m\u00ed y mirar ella tambi\u00e9n.
Intentando dominarme he ido al fondo de la oraci\u00f3n de P\u00edo XII al Coraz\u00f3n inmaculado de Mar\u00eda y a las otras oraciones. Pero tuve la sensaci\u00f3n de estar a punto de naufragar completamente en la beata dulzura del \u00e9xtasis, y oraba a Dios y a Mar\u00eda que me ayudaran a seguir adelante y me escondieran de los dem\u00e1s en aquel estado m\u00edo. Despu\u00e9s vino gente, se desayun\u00f3 (leche y caf\u00e9) etc., etc.
Por fin, despu\u00e9s de m\u00e1s de una hora, pregunt\u00e9 a Paola: \u00ab\u00bfPor qu\u00e9 me mirabas?\u00bb.
Y ella: \u00abPorque te he visto cambiar la voz y el rostro. Con la voz re\u00edas y llorabas a la vez y el rostro se te hab\u00eda transformado\u00bb.
Y Marta: \u00abYo he o\u00eddo desde la cocina cambiar de tal forma el tono que he corrido creyendo que se sintiese mal y la he visto toda distinta\u00bb.
\u00abDistinta \u00bfc\u00f3mo?\u00bb.
\u00abComo si estuvieras fuera de ti\u00bb.
No lo he negado porque a\u00fan las l\u00e1grimas del \u00abgozoso llanto\u00bb, como dice Mar\u00eda, me sub\u00edan del coraz\u00f3n y sent\u00eda que de mi rostro se trasluc\u00eda la luz interna.
\u00a1Oh! \u00a1Padre!… Despu\u00e9s he permanecido encendida y transfigurada, embellecida durante todo el d\u00eda.
Me parec\u00eda, en la continuaci\u00f3n de la visi\u00f3n que me extasiaba, ver a Mar\u00eda levantarse del sitio de donde la he visto siempre durante estos d\u00edas, al lado derecho del fondo de mi cama, y venir cerca de mi cabecera teniendo en brazos al Ni\u00f1o. Ve\u00eda claramente el movimiento de apoyar la mano izquierda en el suelo para hacer palanca al cuerpo y el paso levemente ondeante como es usual en quien calza sandalias. Cuando estuvo cerca de m\u00ed, vi al divino Ni\u00f1o dormir pl\u00e1cido y bello apoyado su brazo derecho en el pecho de Mar\u00eda.
Me ca\u00edan las l\u00e1grimas… Despu\u00e9s Mar\u00eda me pas\u00f3 el brazo izquierdo alrededor de los hombros atray\u00e9ndome a s\u00ed, de modo que yo estaba bajo su velo y notaba el hombro sutil y el pecho gentil contra mi cabeza y mi coraz\u00f3n, y sab\u00eda que al otro ‘lado estaba mi Jes\u00fas apoyado igualmente en la Madre.
He estado as\u00ed mucho tiempo. Pero todav\u00eda la veo aqu\u00ed, en mi cabecera con el Ni\u00f1o en brazos. \u00a1Qu\u00e9 hermosa es, qu\u00e9 bondadosa, pura, querida! \u00a1Y qu\u00e9 pl\u00e1cido es el descanso del Ni\u00f1o! Una respiraci\u00f3n de pajarillo…
\u00a1Qu\u00e9 bonito es estar as\u00ed! \u00bfQu\u00e9 es el sufrimiento si nos da estas alegr\u00edas? Le he querido decir la alegr\u00eda que dentro y fuera me colma y me embellece, porque es demasiado bella para tenerla s\u00f3lo para m\u00ed.
Yo soy feliz. La \u00fanica cosa por la que estoy tentada de enfadarme un poco con la Madre y con Jes\u00fas es por haber permitido a los dem\u00e1s ver mi transfiguraci\u00f3n. Pero \u00a1paciencia!…<\/p>
26 de diciembre<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abA muchos, ya extasiados en las alturas m\u00edsticas, les fue concedido el ver a mi santo Hijo ni\u00f1o, incluso de estrecharlo al coraz\u00f3n. Pero a pocos les fue concedido verme mientras<\/p>
224 Marta Diciotti<\/p>
dispensaba a su Humanidad los m\u00e1s dulces cuidados que una madre dona a su reci\u00e9n nacido.
Es poner a mi devoto en la intimidad m\u00e1s profunda de nuestra Familia y de mi vida. Es haceros cada vez m\u00e1s f\u00e1cil y perfecto el amor a entregar a mi Jes\u00fas, de quien pod\u00e9is admirar la humildad, la delicadeza, la debilidad de reci\u00e9n nacido, y recibir del vagido de su boquita una de las m\u00e1s profundas lecciones de sacrificio y de caridad dadas por \u00c9l durante su vida terrena.
Mar\u00eda, si lo piensas, he recorrido al contrario el camino de las visiones. De manera totalmente sobrenatural y por ello diferente a la que hubiera seguido un ‘humano, quien normalmente comienza por lo m\u00e1s humilde para subir a lo m\u00e1s excelso porque su poco aliento no le permite el vuelo a grandes e inmediatas alturas. Yo en cambio, porque s\u00e9 que vuestros sentidos, para ser atra\u00eddos, necesitan lo grandioso, he seguido otro camino. El m\u00edo.
He atra\u00eddo y conquistado tu atenci\u00f3n espiritual con visiones de gloriosa belleza; despu\u00e9s, cuando te he visto prendida y enamorada de m\u00ed, te he instruido y preparado para los m\u00e1s \u00edntimos conocimientos de tu Madre y para las m\u00e1s profundas lecciones de mi vida y de la de mi Criatura, para las lecciones base de la humildad, ant\u00eddoto al veneno de Lucifer que de Ad\u00e1n en adelante tanto os da\u00f1a y os desv\u00eda del camino de Dios.
Me he aparecido a ti, por bondad de mi Hijo, portadora de la viva Eucarist\u00eda, luego Madre del Salvador, despu\u00e9s exaltada en el Cielo. y despu\u00e9s de estas silenciosas visiones de luz y alegr\u00eda, que semejantes a celestes redes te han circundado y llevado a m\u00ed, te he instruido. Si tu alma se hubiera rebelado a la dulce red por pesadez espiritual, te hubiera dejado. Pero t\u00fa te has envuelto en ella, haciendo de aquellas visiones tu alegr\u00eda, tu deseo, tu impulso al perfeccionamiento. Y entonces, despu\u00e9s de la Reina, te he mostrado a la Madre. Para consolarte a ti ya sin madre. Para levantarte a mi humildad. Para arrebatarte en mi alegr\u00eda.
Siempre vengo cuando es el momento. Te amaba desde siempre. Pero te he pedido a Jes\u00fas cuando le\u00ed en el pensamiento de Dios que pronto ya no tendr\u00edas madre. \u00c9l ha preparado el encuentro y la uni\u00f3n, \u00a1bendito sea por ello! Y yo he venido.
\u00bfNo he recibido acaso, en el Calvario, espiritual y colectivamente mi misi\u00f3n de Madre? Como os recib\u00ed en Juan a vosotros, hu\u00e9rfanos de Cristo, a vosotros, de la Iglesia naciente que se qued\u00f3 sin su Progenitor, as\u00ed os tomo cuando os qued\u00e1is hu\u00e9rfanos de quien os era padre y madre. En la uni\u00f3n con el Amor y en el contacto con el coraz\u00f3n del Hijo, que se nutr\u00eda de mi coraz\u00f3n, mi coraz\u00f3n ha tomado la inmensidad del coraz\u00f3n de Dios, y os amo a todos, hu\u00e9rfanos de la Tierra, y s\u00f3lo con que lo dese\u00e9is os doy mi brazo por auxilio, mi hombro por apoyo, mi seno por reposo, mi coraz\u00f3n para amaros.
Y si no es dado a todos, no es por mi voluntad sino por falta de ellos, de sentir mi abrazo con el sentido de una carne hecha ya casi esp\u00edritu por el amor que os purifica, yo estoy al lado de todos los hijos que lloran porque ya no tienen madre.
Dilo a los que lloran. Diles que crean en m\u00ed no s\u00f3lo como deificada Reina, sino como verdadera Mujer que no ignora la ternura materna. Di que me llamen junto a su llanto con el m\u00e1s amado de los nombres, el que recib\u00ed de mi Hijo, desde su ni\u00f1ez hasta su ascensi\u00f3n al Cielo y a\u00fan despu\u00e9s: \u00ab\u00a1Mam\u00e1!\u00bb. Yo ser\u00e9 la \u00abmam\u00e1\u00bb.
\u00a1Ves qu\u00e9 hermoso es mi Ni\u00f1o! \u00bfComprendes por qu\u00e9 ya toda imagen no tiene para ti luz y valor? T\u00fa ves mi desnuda y sublime Maternidad tal como fue, delicada como una rosa nacida. en un paisaje nevado de invierno, pura como un alba de abril, santa como un grito ang\u00e9lico, humilde como deb\u00eda para ser la del Vencedor de la Soberbia eterna.
No puedes retener las palabras para ti desconocidas. Tambi\u00e9n podr\u00eda ense\u00f1\u00e1rtelas. Pero no quiero hacerlo. No las entender\u00edas de todas formas y no servir\u00edan sino para las curiosidades cient\u00edficas de los curiosos profanadores del misterio. Conservad la armon\u00eda en<\/p>
el coraz\u00f3n como el sonido luminoso de un r\u00edo de perlas. Y sigue siendo adoradora.
Yo estoy contigo\u00bb.<\/p>
Inmediatamente despu\u00e9s. Dice Jes\u00fas:
\u00abRecuerda que no ser\u00e1s grande por las contemplaciones y las revelaciones, sino por tu sacrificio.
Las primeras te las concede Dios no por tu m\u00e9rito sino por su infinita bondad. El segundo es flor de tu esp\u00edritu y es lo que ha merecido ante mis ojos. Aum\u00e9ntalo sin consideraciones humanas hasta el l\u00edmite de tus fuerzas f\u00edsicas y espirituales. Cuanto m\u00e1s te levantes m\u00e1s en alto te arrebatar\u00e9.
Y no temas. Y no te aflijas si el interior se transparenta 225. Tambi\u00e9n el ver a un extasiado en Dios es santificaci\u00f3n para los hermanos. T\u00fa no pongas nada de ti misma. No contamines nunca este manantial de vida m\u00edstica con elementos humanos. Y d\u00e9jame actuar tambi\u00e9n en esto.
No te digo m\u00e1s. Del\u00e9itate en mi Madre\u00bb<\/p>
27 de diciembre
1 hora<\/p>
Dice el Ap\u00f3stol:
\u00abJuan al peque\u00f1o Juan 226. Despu\u00e9s del Maestro y de la Madre hablo yo tambi\u00e9n para darte una ense\u00f1anza espiritual.
Para ser predilectos hace falta hacer lo que yo he hecho por inspiraci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo. Fidelidad absoluta que lo acoge todo sin inquietud y sin discusi\u00f3n. Pureza de esp\u00edritu, de mente, de carne. Caridad heroica.
A veces Dios nos somete a pruebas que no son m\u00e1s que muestras del oro del alma. Estamos destinados a esta morada que yo poseo junto a mi Dios. Pero aqu\u00ed no entra quien en su alma lleva aunque sea una m\u00ednima mezcla de impureza. Las pruebas son las que nos desnudan de cuanto en nosotros es impuro y hacen de nuestro esp\u00edritu un cuarzo sin escorias.
La fidelidad nos lleva a superar las pruebas sin que \u00e9stas resquebrajen nuestra fe y nuestro amor.
Yo siempre he cre\u00eddo en el Maestro, siempre lo he aceptado todo de El, he querido con prontitud todo lo que El quer\u00eda de m\u00ed, he anulado mi voluntad y mi raz\u00f3n humana, que he quemado como v\u00edctimas sobre su altar, para ser hostia digna de Cristo. No he querido nada por m\u00ed mismo. Todo se lo he pedido a mi Maestro: un coraz\u00f3n nuevo, un pensamiento nuevo, un nuevo car\u00e1cter. Que fuera suyo, como el suyo, y todo a su servicio.
Mi pureza natural la he vuelto m\u00e1s c\u00e1ndida que el lirio ang\u00e9lico sumergi\u00e9ndola en el amor por mi Maestro. No pesa ser \u00e1ngeles cuando nuestras alas reposan sobre el coraz\u00f3n de Cristo. Y el hacerse serafines para los que el amor ya no tiene secretos, es consecuencia natural de quienes se desposan con el Amor encarnado. Es necesario contraer este matrimonio espiritual, y no conocer nunca el horror del adulterio m\u00edstico.
La Caridad es nuestra salvaci\u00f3n, porque nos santifica arrastr\u00e1ndonos en sus sublimes remolinos y nos perdona de cuanto la carne comete en nosotros, contra nuestra voluntad, porque es peso rebelde que anhela lo bajo mientras que el esp\u00edritu, ya atra\u00eddo por lo alto,<\/p>
225 En el escrito del 25 de diciembre
226 El ap\u00f3stol y evangelista Juan habla a Mar\u00eda Valtorta, llamada \u00bbpeque\u00f1o Juan\u00bb<\/p>
anhela y sube en las adoraciones de Dios.
Mi palabra a ti, disc\u00edpula, es la misma que la que dec\u00eda a los disc\u00edpulos de antes:
Ama. Del amor viene luz, viene vida, viene esperanza, viene fe, viene constancia, fortaleza, justicia. Todo viene del amor. Quien posee el amor posee el Esp\u00edritu de Dios. Y quien posee el Esp\u00edritu tiene en s\u00ed las siete fuentes que anulan los siete pecados que impiden la Vida en Dios.
En las Tinieblas que imperan lleva en ti encendida la Luz del mundo. Por ella obtendr\u00e1s la posesi\u00f3n del Cielo.
La paz de Cristo est\u00e9 siempre contigo\u00bb.<\/p>
6 horas<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abSon mis cuatro evangelistas los que, fuego desencadenante de fuego, llevan mi Voz en la direcci\u00f3n deseada por sus encendidos esp\u00edritus. Llevan mi Gloria a las gentes, porque me dan a conocer y con su ardor dan movimiento al trueno 227 sobre el que resplandece mi Majestad de Dios, Redentor y Maestro. Su esp\u00edritu, eterno viviente en el seno de Dios, mueve las m\u00edsticas ruedas y, sin medios humanos, les da vida porque es esp\u00edritu de Vida.
A veinte siglos de distancia \u00bfno son ellos los que a\u00fan evangelizan y dirigen hacia M\u00ed la masa de los hombres y la de los creyentes, y llenan del santo fragor de mi ense\u00f1anza la Iglesia Romana, resonante de mi Voz que retumba como voz de \u00f3rgano bajo las b\u00f3vedas m\u00edsticas del inmenso Templo de Dios que os acoge, oh cristianos no desleales, apagados o renegadores, y que se extiende ampliamente como un firmamento sobre toda la Tierra y acoge a las gentes a la sombra de la Cruz y del Sagrario?
\u00bfNo es su palabra, eco de mi Palabra descendida a sus corazones y hecha en ellos Luz por voluntad del Esp\u00edritu de Dios, la que con rumor de inmensas aguas os trae nuevamente el tono de la voz sublime de Dios?
\u00bfNo est\u00e1 en el rumor de sus pasos el rumor de las multitudes que su palabra ha atra\u00eddo hacia M\u00ed, semejante al rumor de la armada en camino, de la santa armada de Cristo, su Jefe y Se\u00f1or, que con ellos vence las fuerzas del Infierno y conquista por ellos y con ellos el Cielo?
\u00bfNo son en su aspecto (y aqu\u00ed no hago alusi\u00f3n al simbolismo del rostro, sino del estilo) los que os traen de nuevo, tan viva y perfecta, la cu\u00e1druple figura de Hombre divino en mi Humanidad perfecta, no distinta de la vuestra en las necesidades y en las pasiones, pero sublimada a Perfecci\u00f3n que os ense\u00f1a a qu\u00e9 cimas es necesario llevarse a s\u00ed mismos para ser de los Cielos y c\u00f3mo el Padre os hab\u00eda hecho para los Cielos? \u00bfMi paciencia y fuerza por las que he vencido a Satan\u00e1s, a la Muerte y el Mundo, y he vencido con el amor y arrastrado como roca de m\u00e1rmol pario en la subida cuya cima est\u00e1 en el Cielo? \u00bfMi valor, mi hero\u00edsmo respecto al cual el del le\u00f3n es nada, porque Yo no tengo el valor de quien asalta para nutrir su yo, sino el valor heroico y sublime de quien se hace asaltar y matar para hacerse alimento de vida para los l\u00e1nguidos de la Tierra?
\u00bfNo es sobre todo mi Divinidad la que resplandece y destella en la Inteligencia y os trae la Luz del centro de los Cielos, y os trae la Caridad, la Sabidur\u00eda, el Conocimiento, y os trae el Dios, Uno y Trino, haci\u00e9ndoos conocedores del Padre y poseedores del Esp\u00edritu, rapt\u00e1ndoos a las alturas en las que s\u00f3lo quien ha hecho de su pesadez humana una ligereza espiritual vuela como \u00e1guila llamada por un amor a eternas uniones en las que ya no sois hombres<\/p>
227 Nota del editor: trueno podr\u00eda leerse tambi\u00e9n trono<\/p>
sino dioses?
\u00bfNo os ense\u00f1an con su permanencia inm\u00f3vil, adorando, cuando mi Voz retumba en los Cielos, la gran verdad de que no hay voz m\u00e1s grande que la m\u00eda, m\u00e1s santa y verdadera, y que toda otra voz, toda otra potencia, debe callar y pararse cuando Ella habla, para acogerla como piedra inestimable y llevarla en s\u00ed para mostrarla a las gentes y extasiarlas en Dios?
\u00bfNo descansa mi Gloria sobre ellos como su seguro trono y no resplandece mi Luz sobre estos benditos que han sembrado el Orbe de mi Palabra y lo han cristianizado y redimido instruy\u00e9ndolo sobre el Redentor y Dios Jesucristo?
N\u00fatrete, \u00a1oh hija dilecta!, de esta santa Palabra que ellos te traen y que Yo te dono. Porque est\u00e1s destinada a repetir ense\u00f1anzas del Verbo 228 que toma tu peque\u00f1ez para aturdir a los grandes y consolar a los humildes, acepta el alimento que Yo te ofrezco y no lo reh\u00fases. Si su materia te parece amarga e incomestible como pesado rollo de pergamino, que sepas que Yo rompo sus sellos y te desmenuzo sus partes porque te amo y te quiero nutrir de alimento santo.
Abre tu coraz\u00f3n y sacia su insaciable hambre, porque el coraz\u00f3n que ha conocido a Dios tiene insaciable hambre de \u00c9l. Mi Evangelio antiguo y nuevo ser\u00e1 miel dulc\u00edsima para tu esp\u00edritu\u00bb.<\/p>
28 de diciembre<\/p>
Dice Mar\u00eda:
\u00abEl primer llanto de mi Ni\u00f1o ha temblado en el aire ocho d\u00edas despu\u00e9s del Nacimiento. Era el primer dolor de mi Jes\u00fas.
\u00c9l era el Cordero y como cordero fue marcado con el signo del Se\u00f1or para que fuera consagrado a \u00c9l: Primog\u00e9nito, seg\u00fan la ley divina y seg\u00fan la ley humana, entre todos los vivientes.
Ya hab\u00eda sido realizada su consagraci\u00f3n a Dios Padre en el Cielo cuando \u00c9l se ofreci\u00f3 Reparador de la culpa y Redentor del hombre, cambiando su naturaleza espiritual por la de Hombre, Verbo hecho Carne por deseo de amor.
V\u00edctima ya depositada sobre la piedra del altar celeste, V\u00edctima santa y sin defecto, \u00c9l no ten\u00eda necesidad de otras consagraciones siempre imperfectas en comparaci\u00f3n con la suya sublime. Pero tal era la Ley y ninguno, excepto aquellos a los cuales Dios hab\u00eda revelado la naturaleza de mi Hijo, conoc\u00eda que el Ni\u00f1o de la mujer galilea fuera el Santo, el Ungido del Se\u00f1or, el eterno Pont\u00edfice, el Redentor y Rey. Por ello la Ley deb\u00eda cumplirse para este var\u00f3n primog\u00e9nito, nacido para el Se\u00f1or y ofrecido a \u00c9l seg\u00fan su Voluntad.
Circuncidados todos, los hijos de Abraham, pero verdaderamente el signo sobre los primog\u00e9nitos era el anillo que los un\u00eda a Dios y les consagraba al altar. Junto a nuestro altar no pod\u00edan ser ofrecidos los que antes no hubieran ya sufrido por el Se\u00f1or estos desposorios m\u00edsticos. Dos veces santos los primog\u00e9nitos hebreos, por la circuncisi\u00f3n y por la ofrenda al Templo. Infinitamente santo el Inocente que lloraba sobre mi pecho despu\u00e9s de haber derramado las primeras gotas de aquella Sangre que es perd\u00f3n.
Si los presentes al rito hubieran tenido el esp\u00edritu vivo, habr\u00edan comprendido qu\u00e9 Majestad se escond\u00eda detr\u00e1s de aquellas Carnes infantiles, y habr\u00edan adorado a Dios aparecido entre los hombres para llevar a los hombres a Dios. Pero entonces, como ahora, los hombres ten\u00edan el coraz\u00f3n ocupado por lo que es precepto y no religi\u00f3n, intereses y no desprendimiento del mundo, ego\u00edsmo y no caridad, soberbia y no humildad. El rostro de Dios<\/p>
no apareci\u00f3 por tanto a sus ojos trasluciendo de las Carnes del Inocente.
Para conocer a Dios hay que tener como finalidad de la vida la b\u00fasqueda de Dios. Entonces \u00c9l se desvela sin m\u00e1s misterio, o sea, con ese poco de misterio que \u00c9l, en su Sabidur\u00eda, considera que es bondad reservarse para no abrasaros con su Resplandor, porque s\u00e1belo, Mar\u00eda- la visi\u00f3n de Dios tal cual es -como s\u00f3lo se concede ver en el Cielo, porque en el Cielo ya est\u00e1n los esp\u00edritus que la santidad ha hecho capaces de contemplar a Dios- es de una potencia tal que tan s\u00f3lo puede soportarle nuestra naturaleza hecha semejante a Dios, as\u00ed como un hijo puede ver siempre la potencia y la belleza de su padre sin sentirse atemorizado ni humillado.
En el Cielo, m\u00e1s all\u00e1 de la vida humana, es donde el hombre toma su verdadera semejanza con Dios, y entonces puede mirarle y acrecentar su resplandor con el Resplandor divino, su beatitud contemplando el amor que os 229 ama.
La Sangre de mi Hijo solicit\u00f3, al gotear, un cortejo purp\u00fareo de otra sangre inocente.
Los pies de Cristo habr\u00edan pisado corporalmente el \u00e1spero terreno de Palestina, vuelto a\u00fan m\u00e1s enemigo para su andar por el malvado querer humano que un\u00eda a los espinos y a las piedras del camino su perversidad, insidia, traici\u00f3n y delito.
El Rey de los Jud\u00edos y Rey del mundo no ha tenido bajo su pie blandas y preciosas alfombras. Incluso en el momento del breve triunfo humano -tan humano que, siendo fruto de la exaltaci\u00f3n de la multitud por el presunto rey de los Jud\u00edos, por aquel que habr\u00eda vuelto a dar notoriedad al pueblo hebreo, cay\u00f3 como el ala del viento que ya no hincha la vela y se transform\u00f3 en hurac\u00e1n- tampoco entonces tuvo m\u00e1s que pobres vestidos y ramos de olivo, regalo de los pobres, bajo su a\u00fan m\u00e1s pobre cabalgadura.
Pero lo que no ve\u00edan los hombres lo ve\u00eda el Hombre Dios sobre la tierra y lo ve\u00eda Dios en el Cielo; y cuando mi Cristo volvi\u00f3 al Cielo, tras el martirio, para recibir el abrazo del Padre, sus Pies traspasados volaron veloces sobre una preciosa alfombra de p\u00farpura viva, que hab\u00eda quedado como estela santa de la tierra al Cielo cuando los primeros m\u00e1rtires de mi Hijo -los peque\u00f1os inocentes- hab\u00edan ca\u00eddo como manojos de espigas cortadas por el segador y como prados de capullos en flor cortados para hacerse forraje, enrojeciendo con su sangre el camino del Cielo.
Toda redenci\u00f3n necesita precursores que la preparen. Y no tanto con la palabra cuanto con el sacrificio. La Redenci\u00f3n, ya iniciada, tuvo en su alba el sacrificio de la inocencia eliminada por la crueldad y en su mediod\u00eda el sacrificio de la penitencia matada por la lujuria para la que \u00e9sta es un reproche.
La Sangre del G\u00f3lgota cay\u00f3 entre estas dos heroicas sangres para ense\u00f1aros que el Redentor se posa entre la inocencia y la penitencia, y que la Sangre de Cristo llama a vuestra sangre a la gloria del dolor para santificarlo y para santificar al mundo uni\u00e9ndose a la sant\u00edsima Sangre de mi Hijo\u00bb.<\/p>
29 de diciembre<\/p>
Dice el Padre Eterno:
\u00abEscribe, que hay quien lo desea y piensa en esto.
Pablo de Tarso, que antes era partidario convencido del sanedr\u00edn y perseguidor encarnecido de los disc\u00edpulos de Cristo, vuelto a la Luz mediante una fulguraci\u00f3n divina y convertido en el incansable Ap\u00f3stol de mi Hijo, en el Are\u00f3pago de Atenas anunci\u00f3 a los Atenienses aquel Dios desconocido al que ellos hab\u00edan dedicado un altar.<\/p>
229 os es una lectura insegura; en el original tambi\u00e9n podr\u00eda leerse se<\/p>
Tambi\u00e9n ahora muchos altares vivos est\u00e1n privados de su Dios y podr\u00edan escribir sobre su desnudez religiosa al menos esta palabra: \u00abal Dios desconocido\u00bb.
Ni siquiera escriben \u00e9sta, inferiores en su paganismo a los antiguos Atenienses los cuales, insatisfechos por sus simulacros sin vida verdadera y no ofuscados por una languidez religiosa como lo est\u00e1is vosotros, sent\u00edan que por encima del falaz Olimpo de sus dioses, a los que hab\u00edan prestado sus pasiones y sus vicios, hab\u00eda un Dios verdadero y santo, y le invocaban que se hiciera conocer con ese altar dedicado a \u00c9l, sobre el que todav\u00eda no hab\u00eda estatua ni nombre en espera de que la Revelaci\u00f3n divina lo pusiese.
Pero vosotros conoc\u00e9is al Dios verdadero porque Yo os lo he revelado desde hace siglos y siglos, y no contento con revel\u00e1roslo, os he mandado a Dios mismo, no para una aparici\u00f3n aparente o para una estancia fugaz, sino revestido con Carne humana y viviente entre vosotros durante toda una vida.
Yo, a esa Perfecci\u00f3n de la Perfecci\u00f3n de Dios -recordad, hombres, que Dios es Caridad y el compendio de la perfecci\u00f3n de la Caridad se encuentra en Cristo que se encarna para daros la Vida- Yo, he dado un nombre a esa Perfecci\u00f3n descendida para operar entre vosotros. Nombre santo querido por M\u00ed porque en su nombre est\u00e1 el compendio de su Perfecci\u00f3n y de su sublime misi\u00f3n. Nombre s\u00f3lo conocido por Dios en su verdadero significado. Nombre ante el cual la Divinidad late con el m\u00e1s vivo ardor, el Para\u00edso resplandece con el resplandor m\u00e1s beat\u00edfico con todos sus cortejos de \u00e1ngeles y de santos, tiembla el abismo, y las fuerzas del Universo inclinan sus potencias, porque reconocen el nombre del Rey por el que han sido hechas todas las cosas.
En el nombre tres veces santo y poderoso de Jes\u00fas est\u00e1 el resplandor y la gloria de Dios, Uno y Trino, porque \u00c9l es el Santo de los santos en el que se encuentra, como en el Templo de Dios, Dios vivo, verdadero, perfecto como est\u00e1 en el Cielo, eterno y obrando como una rueda que no conoce juntura, y que no cesa en su movimiento por los siglos de los siglos precedentes al hombre ni en los siglos sucesivos al hombre. Por lo que est\u00e1 bien dicho en el Libro: \u00abLa casa a mi Nombre no me la edificar\u00e1s t\u00fa, hombre, sino tu hijo salido de tus entra\u00f1as, \u00e9se ser\u00e1 quien edificar\u00e1 una casa a mi Nombre\u00bb 230.
El Hijo del hombre, nacido de mujer de estirpe santa a M\u00ed consagrada, concebido por obra del Esp\u00edritu Santo sin peso de carnalidad sino exclusivamente por infusi\u00f3n de amor, el Nacido de Mar\u00eda que al nacer no abri\u00f3 su seno virginal, as\u00ed como al concebirlo nadie viol\u00f3 ese seno consagrado a M\u00ed, tu hijo por la Madre, oh Humanidad, y mi Hijo por el origen divino, ser\u00e1 Aquel que construya por S\u00ed mismo la Casa sobre la que est\u00e1 inscrita la Gloria de mi Nombre.
Porque en nuestra Trinidad somos inseparables, y en el Cristo est\u00e1 el Padre, el Hijo y el Divino Esp\u00edritu. El Hijo no es sino la Palabra del Padre que ha tomado forma para ser vuestra Redenci\u00f3n. Pero su anonadamiento no rompe la uni\u00f3n de las Tres Personas, porque la Perfecci\u00f3n de Dios no conoce limitaciones ni separaciones.
\u00bfC\u00f3mo pod\u00edais contener vosotros a Dios en un templo tan infinito y santo como comporta la Divinidad? S\u00f3lo Dios mismo pod\u00eda ser templo para Dios y llevar su Nombre sin que ello fuese ni iron\u00eda ni ofensa. S\u00f3lo Dios pod\u00eda habitar en S\u00ed mismo y por S\u00ed vivificar los templos del hombre, y el nombre que les ha puesto el hombre ya no es enga\u00f1oso, porque ese Nombre os lo he dicho Yo.
S\u00f3lo Dios pod\u00eda, \u00a1oh cristianos!, daros su Nombre como signo de salvaci\u00f3n sobre todas las estirpes de la Tierra, ese Nombre que los \u00e1ngeles leer\u00e1n sobre la frente de quienes no morir\u00e1n para siempre y, por ese Nombre, les preservar\u00e1n de los flagelos de la \u00faltima hora,<\/p>
230 La escritora a\u00f1ade a l\u00e1piz: III libro de los Reyes, cap. 8″ v. 19. Corresponde a: 1 R 8, 19.<\/p>
como ya ha preservado de la segunda muerte a los elegidos que cantan la santidad del Nombre de mi Hijo.
\u00a1Ay de aquellos que reniegan de ese Nombre y le ofenden sustituyendo \u00e9ste, santo, por el signo demon\u00edaco de Satan\u00e1s, o aunque s\u00f3lo permitan al languidecer del esp\u00edritu olvidarlo como si una sustancia corrosiva lo cancelase de su yo que tiene Vida por ese Nombre! La Muerte, la verdadera Muerte espera a quienes desconocen el Nombre de mi Hijo, en quien he deferido todo poder y todo juicio y en cuyo Nombre se somete mi Majestad en cada milagro, como toda criatura deber\u00eda someterse en el Universo en adoraci\u00f3n santa y suave.
\u00a1Oh! hijos de mi Hijo -que ha llevado su Nombre a enrojecerse de Sangre divina sobre el camino del Calvario y a resplandecer, \u00fanica luz del mundo oscurecido, entre las tinieblas del Viernes santo, para que fuera la advertencia que, desde lo alto de una Cruz, apunta al Cielo para el que hab\u00e9is sido hechos, y resplandece desde hace siglos para seguir record\u00e1ndoos el Cielo, y nunca como ahora centellea para llamaros a S\u00ed en esta ira creada por vosotros, invocada, querida, en la que perec\u00e9is entre retortijones de sangre y carcajadas de demonios-
\u00a1oh hijos de mi Hijo!, tallad de nuevo con vuestro dolor que vuelve a Dios, con vuestra esperanza que se alza hasta Dios, con vuestra fe que rebautizan las l\u00e1grimas, con vuestro amor que vuelve a encontrar el camino de la Caridad, el santo Nombre de Jesucristo sobre el ara de vuestro coraz\u00f3n sin Dios, sobre el templo profanado de vuestra mente. Liberad, uno y otra, de los simulacros de un culto que os produce la muerte del esp\u00edritu. Poned en ellos y sobre ellos al Dios verdadero. Amad, cantad, invocad, bendecid, creed en el Nombre de mi Hijo.
En el Nombre del Justo, del Santo, del Fuerte, del Dominador, del Vencedor. En el Nombre de Aqu\u00e9l ante quien no se resiste el Padre y por quien el Esp\u00edritu efunde sus r\u00edos de gracia santificante. En el Nombre del Misericordioso que os ama hasta haber querido conocer la vida y la muerte de la tierra y hacerse Alimento para nutrir vuestra debilidad y Sacramento para permanecer entre vosotros tras su regreso al Cielo y traeros a Dios.
Os lo juro por mi Santidad: no hay, ni hubo, ni habr\u00e1 nombre mayor que \u00c9ste. En \u00c9l estoy Yo, Uno y Trino, con mi manifestaci\u00f3n suprema de potencia y amor\u00bb.<\/p>
Dice a\u00fan:
\u00abPon la fecha de ma\u00f1ana. Jesucristo, hijo de David, debe haber celebrado su Nombre en el d\u00eda del Profeta real del que proviene Mar\u00eda\u00bb .<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abY la palabra del Se\u00f1or se te dirige en estos t\u00e9rminos, aunque t\u00fa no la quieras o\u00edr porque te hace temblar el coraz\u00f3n de temor y de piedad, por los d\u00edas que os est\u00e1n reservados y por los hermanos que en los d\u00edas de la ira terrible no me tendr\u00e1n a M\u00ed en el coraz\u00f3n para su consuelo, y s\u00f3lo ver\u00e1n el horror de Satan\u00e1s y s\u00f3lo oir\u00e1n las blasfemias de Satan\u00e1s y s\u00f3lo conocer\u00e1n la desesperaci\u00f3n de Satan\u00e1s.
He dejado esta laguna como advertencia para los indiscretos, mostrando y demostrando que Yo soy el Se\u00f1or y Maestro al que no se le ponen limitaciones ni razones, quien no conoce limitaciones, para mostrar que soy Yo quien hablo y no t\u00fa, criatura, y te llevo conmigo donde quiero: de las revelaciones y contemplaciones de verdades eternas y visiones celestiales, a las consideraciones sobre esta hora sat\u00e1nica en la que se ha anulado todo reflejo del Cielo y sobre los frutos que os ahora os trae.
Pueblo m\u00edo, escucha.
Te hab\u00eda elegido para el m\u00e1s alto destino y te hab\u00eda confiado las piedras preciosas de mi Redenci\u00f3n y mi Doctrina en la Iglesia, floreciente sobre tu suelo como la palma y el cedro de<\/p>
los que fluyen miel y vino y donde encuentran cobijo todos los vivientes que quieran re- pararse en el arca verdadera de la salvaci\u00f3n eterna.
De ti hab\u00edan salido, como de un sol, rayos de una civilizaci\u00f3n perfecta porque era la Civilizaci\u00f3n de Cristo, que no se rodea de descubrimientos destinados a hacer mullida la vida y cruel el destino, sino de leyes santas, dirigidas a elevar al hombre, a levantarlo de sus miserias, a instruir su ignorancia, porque son leyes venidas de la Fuente divina de la Santidad, de la Caridad, de la Sabidur\u00eda.
Te hab\u00eda dado una misi\u00f3n similar a la m\u00eda de Luz en el mundo. Me has renegado. Nueva Jerusal\u00e9n, has traicionado a Cristo y da\u00f1ado a sus santos y a sus profetas, y te preparas para da\u00f1arles todav\u00eda m\u00e1s. Has soportado la cruz y las iglesias como arte y como medio para conseguir tus fines neopaganos. Has rechazado el Alimento para hartar de fango tu coraz\u00f3n.
Has querido conocer y probar todo el fango, y con el gusto corrompido como el de un animal inmundo, ahora te parece dulce en el paladar. Y los platos con que atiborras tu mesa son lujuria, prepotencia, crueldad, avidez, mentira, corrupci\u00f3n, satanismo. Y atraes sobre ti castigo, castigo, castigo, lo fabricas con tus propias manos y te lo infliges, invocas a quien te pierde y no llamas a quien todav\u00eda te perdonar\u00eda.
Todav\u00eda, una vez y otra vez m\u00e1s, he tenido misericordia de ti y te he advertido de que no transformes esta misericordia en un nuevo da\u00f1o para ti us\u00e1ndola con un fin indigno. Y una vez y otra vez m\u00e1s hab\u00e9is convertido el don de Dios en un pecado us\u00e1ndolo con fin il\u00edcito.
Tal como dice el Profeta: \u00abLa vara ha florecido, el orgullo ha germinado\u00bb. Yo os hab\u00eda dado un reto\u00f1o de olivo para que lo cultivarais y se convirtiera en fronda de justicia y de paz, advirti\u00e9ndoos de que deb\u00edais despejar del error el terreno para que mi santo brote no se enrudeciera con el contacto impuro y no germinase en ramas y frutos de mayor culpabilidad. Pero no hab\u00e9is escuchado al Se\u00f1or que -Padre y Maestro- os aconsejaba, y la floraci\u00f3n se ha hecho veneno, y el orgullo ha engendrado el delito. Y seguir\u00e1 otro delito, y otros m\u00e1s.
Por lo que os digo: ni uno de vosotros permanecer\u00e1 sin llanto. Llorar\u00e1 quien posee y quien est\u00e1 despojado. Porque quien posee perder\u00e1 y quien est\u00e1 despojado ya no encontrar\u00e1 quien le vista. El hambre, la espada, la peste, apretar\u00e1n vuestros cuerpos con sus sogas; la desesperaci\u00f3n y el terror las almas ciegas.
S\u00ed, ser\u00e9is como ciegos, caminantes en las tinieblas llenas de horrores y de escombros, sabiendo que cada paso que dais puede llevaros a la traici\u00f3n ya la muerte, caminar\u00e9is como por un terreno sacudido por un terremoto tremendo. Y de hecho la Tierra tiembla bajo vuestros pasos porque, aunque no sea m\u00e1s que un planeta, es m\u00e1s hija del Creador que vosotros, y ve el rostro airado de Dios mirar este suelo de la misma forma que mir\u00f3 a los hijos merecedores del diluvio y del fuego y, en sus profundidades, se agita de temor por su castigo.
Los valores materiales e intelectuales alterados y despojados de su sustancia justa. Los conocimientos convertidos en tropiezo en vez de ayuda; se ha convertido en condena hasta el santo conocimiento de Dios, porque conoci\u00e9ndole le reneg\u00e1is. La Luz y la Palabra se os quedan en la garganta sin poder bajar a iluminar y nutrir el esp\u00edritu, porque el lazo de vuestras perversas pasiones os impide acogerlas.
Viendo caer los \u00eddolos de barro que hab\u00edais erigido en lugar de Dios verdadero, os dar\u00e9is cuenta de haber adorado basura y no volver\u00e9is a tener fe, m\u00e1s fe en nada. Ni en el verdadero ni en el falso.
Y como castigo para los renegadores, los que no tienen fe, se les echar\u00e1n encima los odiadores del Cristo Romano, los imp\u00edos de la Tierra, los que est\u00e1n cada vez m\u00e1s cerca de Satan\u00e1s, los demoledores de la Cruz, no tanto de las c\u00fapulas de los templos cuanto en el<\/p>
interior de los corazones que llevan a\u00fan en s\u00ed mismos la huella de mi Signo.
Y t\u00fa, nuevo Pedro, vigila y vigila sin hacerte ilusiones. Cierto es que sufrir por Cristo es la mayor dignidad que exista. Pero Yo te digo: \u00abVigila y ora\u00bb.
En los momentos de gran tempestad no s\u00f3lo es necesario tener el estandarte purp\u00fareo en alto sobre el m\u00e1stil de la vela, sino que la mano de Pedro, m\u00e1s sana y segura que nunca, est\u00e9 en el tim\u00f3n. El Desorientador se sirve de todo para desorientar. Y en las horas en que la tempestad arremete por todos los lados para sumergir en naufragio los valores santos, aborrecidos por los pervertidos, basta que se quite la mano de la rueda del tim\u00f3n un s\u00f3lo instante para que se produzca una desgracia irreparable, para que con m\u00e1s fuerza las olas cojan de transverso la m\u00edstica barca.
Vigila sobre ti para que puedas vigilar sobre los dem\u00e1s. Pedro, ahora m\u00e1s que nunca es necesario que apacientes mis corderos y mis ovejitas. S\u00f3lo quedas t\u00fa como Pastor santo, y si caes muchos corderos ser\u00e1n conducidos por ovejas imprudentes fuera de los pastos, y otros pastores de doctrinas malvadas se insinuar\u00e1n desde el interior de mi dominio para contaminado con sus humanas -y decir humanas ya es un juicio misericordioso- presiones.
No. No es \u00e9ste el momento de morir por Cristo. \u00c9ste es el momento de velar, defender, instruir, hacer de dique a cuanto quiere entrar para corromper cada vez m\u00e1s amplia y profundamente.
Y cr\u00e9eme, \u00a1oh Cristo en la tierra!, cr\u00e9eme que la plaga ya roe en lo profundo y ensombrece las mentes y los corazones y, lo que es desgracia de las desgracias, apaga las l\u00e1mparas que se hab\u00edan colocado en las cimas de los montes para que alumbrasen el camino a los peregrinos que buscan el Cielo. Muchas ya est\u00e1n apagadas, muchas humean, muchas languidecen y otras se preparan para languidecer. Si los fieles est\u00e1n helados, los pastores est\u00e1n fr\u00edos, y viene la muerte del esp\u00edritu por aterimiento. Insensible muerte que adormece en un sue\u00f1o sin luz de resurrecci\u00f3n.
Piensa en ello, \u00a1oh Cristo en la tierra!, nacido para tanto destino. y sin cansarte insiste, predica, exhorta, reprende, evangeliza. Son demasiados los templos en los que el Evangelio ha perdido valor y demasiados los corazones que lo que oyen del Evangelio es un sonido no verdadero que les aleja de \u00e9l.
Suple t\u00fa, como el primer Pedro, las deficiencias de mis ministros, y haz que las multitudes vuelvan a o\u00edr a trav\u00e9s de tus labios la doctrina dulce, santa y saludable de Cristo, para que los que todav\u00eda no han sido aniquilados se salven y vuelvan a ti, y regrese la paz en esta tierra en la que no hay parcela que no conozca el roc\u00edo de los m\u00e1rtires\u00bb .<\/p>
Despu\u00e9s de haber escrito este texto, que mi buen Jes\u00fas me dicta sin demora tras su visita, yo vuelvo a pensar en la conversaci\u00f3n mantenida con usted acerca de esta persona que juzga que \u00abnada bueno puede venir de Nazaret\u00bb.
El Maestro se entremete: \u00ab\u00bfAcaso te ocupas y preocupas por eso?\u00bb, y yo: \u00abNo, Jes\u00fas. Para nada. S\u00f3lo pensaba\u00bb. \u00abNo lo pienses siquiera. Deja que los muertos se entierren a s\u00ed mismos. Oc\u00fapate de mi cuna. Con ella vendr\u00e9 a darte muchos besos eucar\u00edsticos. Esto es lo que importa: mi amor, y no el desamor de las criaturas\u00bb.
\u201cY me parec\u00eda que Jes\u00fas me pon\u00eda las manos sobre los hombros (estando con los brazos detr\u00e1s de mis hombros). Sent\u00eda claramente las dos manos largas y fuertes de Jes\u00fas que me abrazaban y sacud\u00edan un poco, atray\u00e9ndome hacia S\u00ed con un abrazo .de amor, y ve\u00eda su sonrisa dulce y majestuosa.
Ayer por la tarde, antes del sopor, cuando ya sent\u00eda que se me ven\u00eda encima, tuve la visi\u00f3n de la Virgen y de Jes\u00fas, pero Jes\u00fas adulto, como era a su muerte. Siempre con su c\u00e1ndido vestido. Los dos vestidos de blanco. Pero la Virgen ten\u00eda su vestido de un blanco plateado<\/p>
como el del lirio y un velo igual: as\u00ed como era en las visiones de la Gruta; mientras que Jes\u00fas ten\u00eda el suyo de un blanco marfil como si fuese tela de lana.
He podido comparar bien los dos Cuerpos y los dos Rostros estando cerca el uno de la otra, al lado derecho de mi cama. Jes\u00fas junto a la cabecera, Mar\u00eda a su derecha hacia los pies del lecho.
Mar\u00eda era m\u00e1s baja de una cabeza con relaci\u00f3n a su Hijo, de modo que la cabeza de la Virgen llegaba a la altura de los hombros del Hijo, que es muy alto. Ella es mucho m\u00e1s delgada mientras que \u00c9l tiene anchas espaldas y un cuerpo robusto sin ser grueso. El color del rostro es blanco marfil. S\u00f3lo los labios acentuados en su color, que sobresale sobre ese color sin color de la piel, y los ojos azules: claros en la Virgen, m\u00e1s oscuros y m\u00e1s grandes en el Hijo. Ojos de dominador, \u00a1pero tan dulces! Cabellos m\u00e1s claros en la Madre, m\u00e1s encendidos en el Hijo, pero siempre de un rubio tendente al color cobre y ambos finos, suaves y ondulados, que en Jes\u00fas terminan en rizo, en Mar\u00eda no lo s\u00e9, porque el velo s\u00f3lo me permite ver los de la frente hasta las orejas. No s\u00e9 si los lleva sueltos, trenzados o recogidos a la nuca.
El rostro de los dos es un \u00f3valo alargado, delgado sin ser huesudo. M\u00e1s delicado y peque\u00f1o en Mar\u00eda, porque est\u00e1 proporcionado con su cuerpo. Pero la frente, la nariz, la boca, la forma de las mejillas, el corte de los ojos con p\u00e1rpados lisos y m\u00e1s bien ca\u00eddo sobre los ojos, es el mismo. S\u00f3lo, repito, los de Jes\u00fas son m\u00e1s grandes y su mirada es de dominador.
Las manos, candid\u00edsimas y diminutas en Mar\u00eda, son m\u00e1s viriles en el Hijo y de piel m\u00e1s oscura, pero la forma en los dos, en cuanto a la anchura, es marcadamente alargada.
Jes\u00fas y Mar\u00eda se miran de vez en cuando con amor indescriptible. Mar\u00eda mira con amor adorante. Jes\u00fas mira a la Madre con amor infinito, venerante y protector, agradecido, dir\u00eda. Y tambi\u00e9n dir\u00eda que se hablan con la mirada y con la sonrisa. Me miraban a m\u00ed y despu\u00e9s se miraban. Ve\u00eda con claridad el movimiento de las cabezas.
Despu\u00e9s todo se anul\u00f3 en el sopor. Pero cuando volv\u00ed en m\u00ed, la primera cosa que vi fue a
.mis dos Amores todav\u00eda en el mismo lugar.
Entonces, dado que estaba sola, en la oscuridad, mientras que los dem\u00e1s com\u00edan o hablaban (no lo s\u00e9) en el comedor, he tenido mucho cuidado de que no se notara que estaba despierta. He soportado la sed y la necesidad de que me movieran (ten\u00eda entumecido todo el cuerpo) para gustar en paz esa dulce visi\u00f3n. Con las manos medio entorpecidas he cogido mi rosario que ten\u00eda sobre el pecho, donde me lo apoyo siempre cuando siento que me llega el sue\u00f1o o el colapso, y he comenzado a recitar el rosario. Eran los misterios dolorosos.
Apenas he comenzado con la invocaci\u00f3n de F\u00e1tima: \u201cJes\u00fas, es por tu amor, por la conversi\u00f3n de los pecadores, por el Santo Padre y para reparar las ofensas contra el Coraz\u00f3n inmaculado de Mar\u00eda. Jes\u00fas, perd\u00f3n anos nuestras culpas, pres\u00e9rvanos del fuego del infierno, ll\u00e9vate todas las almas al Cielo y especialmente las m\u00e1s necesitadas de tu misericordia\u00bb, he visto que los Dos se miraban resplandeciendo de amor mutuo. Resplandecer es la palabra justa, y apenas dice nada del fulgor de los dos Rostros.
Despu\u00e9s, cuando recit\u00e9 el misterio: \u00abLa oraci\u00f3n de Jes\u00fas en el huerto\u00bb, el rostro de Mar\u00eda mir\u00f3 al Hijo con amor y pena, y cogi\u00f3 con su peque\u00f1a mano la mano derecha del Hijo que le ca\u00eda junto al costado y la bes\u00f3 con suma veneraci\u00f3n. Y as\u00ed en cada uno de los 5 misterios dolorosos. La gracia de ese acto es indescriptible, y tambi\u00e9n lo es la mirada que Jes\u00fas posaba sobre la cabeza inclinada de su Madre mientras que ella le besaba la mano.
No ve\u00eda los estigmas. Verdaderamente, si debo decir la verdad, incluso cuando vi a Jes\u00fas<\/p>
atribulado 231 vi sangre en sus manos, pero nunca la herida abierta. Por eso no puedo decir el punto exacto en que se encuentra.
Luego ha venido gente de casa y me ha interrumpido. Continuaba viendo, pero me perturbaban la paz del contemplar. Ten\u00eda el t\u00edpico rostro de cuando veo y Paola 232 se ha dado cuenta y ha dicho: \u00ab\u00a1Qu\u00e9 guapa est\u00e1s esta tarde!\u00bb.
Despu\u00e9s he trabajado porque me sent\u00eda feliz. He hecho la \u00abCuna\u00bb que quiere Jes\u00fas.
Y a continuaci\u00f3n… he sentido dolor de coraz\u00f3n y he tenido una enorme crisis que todav\u00eda me dura. La Vida y la Alegr\u00eda se precipitan en m\u00ed con demasiada violencia, y mi cuerpo agotado se resiente de ello. Pero estoy dispuesta a morir con esa visi\u00f3n. \u00a1Vaya si lo estoy!.. .
Le he hecho 233 una descripci\u00f3n tan exacta que casi es una pintura. G\u00f3cela tambi\u00e9n usted. Lamento no poderla hacer ver como yo veo, pero hago todo lo posible por hacerle part\u00edcipe de los tesoros que me da Jes\u00fas. Perdone que sean m\u00e1s ilegibles que nunca, pero estoy entre la muerte y la vida, de tanto como he tomado y vuelto a tomar gotas, etc. etc., y apenas se levante Paola me har\u00e9 poner inyecciones porque no se me pasa la crisis. He querido escribir, a pesar de mi estado, porque, si muriera, quiero que usted conozca lo que ha ilumi- nado mis \u00faltimas horas.
M\u00e1s tarde, durante el d\u00eda, mientras estaba desfallecida por el sufrimiento, pensaba en cuanto dec\u00eda acerca de las heridas en las manos de Jes\u00fas. Y he aqu\u00ed cuanto me dijo entonces el Maestro.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abLas heridas en las palmas, que t\u00fa no has visto porque raramente muevo la izquierda, por la costumbre contra\u00edda en el trabajo y porque es la m\u00e1s herida, han sido causadas as\u00ed.
La idea de los verdugos era colgarme por los carpos, justo encima de las junturas de la mu\u00f1eca, para hacer m\u00e1s segura la suspensi\u00f3n. y efectivamente, tras haberme extendido sobre la cruz me traspasaron la mano derecha en este punto.
Pero, dado que el constructor del pat\u00edbulo hab\u00eda se\u00f1alado el agujero de la izquierda (acostumbraba se\u00f1alar los lugares de los clavos para hacer m\u00e1s f\u00e1cil la entrada del clavo en el compacto le\u00f1o de la cruz y m\u00e1s segura la suspensi\u00f3n de un cuerpo que no se pon\u00eda hori- zontal sino verticalmente y sin m\u00e1s soporte que tres largos clavos) m\u00e1s distante del punto al que pod\u00eda llegar mi carpo, tras haberme estirado el brazo hasta producir el desgarro de los tendones, se decidieron a hincar el clavo en el centro de la palma, entre los huesos del metacarpo.
En la S\u00e1bana Santa no se aprecia esto, porque la mano derecha cubre la izquierda.
Fue la herida, padecida al vivo, m\u00e1s considerable que tuve en mis miembros, porque una vez alzada la cruz, cuando el peso del Cuerpo de desplaz\u00f3 hacia abajo y hacia delante, el clavo rasg\u00f3 mucho hacia el pulgar alargando la hendidura m\u00e1s que en la derecha, en la que el carpo resisti\u00f3 la suspensi\u00f3n mejor que el metacarpo. y tambi\u00e9n fue la m\u00e1s dolorosa, sea por estar en la zona del coraz\u00f3n, sea porque el clavo entrando rompi\u00f3 los nervios y los tendones de la mano, produci\u00e9ndome una convulsi\u00f3n atroz que se me propag\u00f3 hasta la cabeza.
Los pintores y los escultores, que por una cuesti\u00f3n art\u00edstica me pintaron o me esculpieron con la mano derecha semiabierta y la izquierda cerrada en un pu\u00f1o, han testimoniado, sin quererlo, una verdad f\u00edsica de mi Cuerpo martirizado, porque realmente la mano izquierda se cerr\u00f3 en un pu\u00f1o en la convulsi\u00f3n y por el corte de los nervios rotos, y se cerr\u00f3 cada vez m\u00e1s<\/p>
231 En los escritos del 28 de junio y del 2 de agosto
232 Paola Belfanti
233 Se dirige al Padre Migliorini<\/p>
porque la convulsi\u00f3n y la contracci\u00f3n de las fibras nerviosas fue aumentando con el paso de las horas. Fueron muchos mis espasmos en la Cruz. Un d\u00eda te hablar\u00e9 de ello 234. Pero el de las manos fue uno de los m\u00e1s crueles.
La herida de la derecha est\u00e1 pr\u00e1cticamente escondida por la manga y es m\u00e1s peque\u00f1a y regular.
Cuando te aparec\u00ed como el Hombre de los dolores encaminado al Calvario, t\u00fa no has visto las heridas de las manos porque, l\u00f3gicamente, no habiendo sido crucificado a\u00fan no las ten\u00eda. Sobre las manos ten\u00eda la sangre que goteaba de la cabeza coronada y de la piel lacerada por la flagelaci\u00f3n, pero no las heridas. Te las ense\u00f1ar\u00e9 en un momento m\u00e1s adecuado para una visi\u00f3n de tal dolor que estos natalicios.
Respecto a esa palabra cuyo verdadero significado no comprendes, haz de saber que quiere decir: \u00abcomercio con Satan\u00e1s\u00bb. \u00c9ste se realiza en muchos modos, todos maldecidos por M\u00ed. Tambi\u00e9n de esto te hablar\u00e9 un d\u00eda. Que sepas, por ahora, que se realiza mucho en el mundo y es la causa de muchas desgracias y de castigos inexorables aqu\u00ed y en la eternidad.
Ahora basta. Descansa. Yo estoy aqu\u00ed y te bendigo\u00bb.<\/p>
30 de diciembre<\/p>
Tob\u00edas 3, 20-22. Dice Jes\u00fas:
\u00abNo quiero cansarte mucho porque est\u00e1s agotada. S\u00f3lo dos palabras para ti y para todos aquellos a los que abate el temor.
Haced vuestras las palabras de Sara que te he conducido a leer. Haced de ellas un pensamiento de fe y esperanza.
Mi misericordia est\u00e1 preparada para absolver con tal de que recurr\u00e1is a ella con fe y humildad. Mi bondad se inclina m\u00e1s a liberaros del mal y de la desventura que a dejaros all\u00ed, con tal de que no dud\u00e9is de M\u00ed. Mi sabidur\u00eda sabe hasta que punto puedo llevar la prueba para cada uno de mis hijos. Si rebasase esa se\u00f1al ser\u00eda imprudente, por tanto dejar\u00eda de ser perfecto, por tanto no ser\u00eda Dios.
No tem\u00e1is, os digo, no tem\u00e1is. Creed en M\u00ed y en mi nombre\u00bb.<\/p>
31 de diciembre<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abDos reflexiones que hay que hacerse siempre, y a\u00fan m\u00e1s ahora que vuestros corazones, bajo el flagelo del demonio, son llevados a vacilar en la duda, primer paso hacia la desesperaci\u00f3n. Eso es lo que quiere Satan\u00e1s. A \u00e9l no le importan tanto las ruinas materiales que produce, sino los efectos espirituales que \u00e9stas tienen en vosotros. Por eso conviene que Yo, Maestro, os repita una vez m\u00e1s 1 la lecci\u00f3n acerca del modo de comportarse para merecer.
Dice Marcos en el cap\u00edtulo 62 de su Evangelio, vers\u00edculo: \u00abY no pod\u00eda (Jes\u00fas) hacer alg\u00fan milagro y s\u00f3lo cur\u00f3 a algunos enfermos\u00bb.
Con cu\u00e1nto amor hab\u00eda ido a mi patria, s\u00f3lo puede comprenderlo quien piensa en la perfecci\u00f3n del Hombre Dios, que ha sublimado las pasiones humanas haci\u00e9ndolas santas como conven\u00eda a su naturaleza. Dios no niega ni proh\u00edbe vuestros sentimientos cuando \u00e9sos son, honestos y santos. Condena \u00fanicamente aquellos que err\u00f3neamente llam\u00e1is<\/p>
234 En la monumental obra sobre la vida del Se\u00f1or<\/p>
sentimientos pero que en realidad son perversiones.
Yo, pues, amaba mi patria, y en ella, con especial amor, mi pueblo. A Nazaret, de donde hab\u00eda partido para evangelizar, regresaba mi coraz\u00f3n cada d\u00eda con pensamiento de amor y tambi\u00e9n volv\u00eda Yo, porque habr\u00eda querido socorrerla y santificarla, a pesar de que supiera que estaba cerrada y hostil conmigo. Si prodigu\u00e9 por doquier la potencia del milagro, en Nazaret habr\u00eda querido que esa potencia no dejase sin resolver ning\u00fan caso de enfermedad f\u00edsica, de enfermedad moral, de enfermedad espiritual, habr\u00eda querido consolar cada miseria, iluminar cada coraz\u00f3n.
Pero la incredulidad de mis paisanos estaba contra M\u00ed. Por eso el milagro les fue concedido s\u00f3lo a aquellos pocos que se acercaron a M\u00ed con fe y sin soberbia de juicio.
Vosotros me acus\u00e1is muchas, muchas veces, de que no os escucho y no os satisfago. Pero examinaos, hijos. \u00bfC\u00f3mo ven\u00eds a M\u00ed? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 en vosotros esa fe constante, absoluta, semejante a la de un ni\u00f1o inocente que sabe que el hermano mayor, el padre amoroso, el abuelo paciente pueden ayudarle y contentarle en sus necesidades infantiles, porque le quieren mucho? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 esa fe en vosotros hacia M\u00ed? \u00bfAcaso no soy Yo entre vosotros extranjero como lo era en Nazaret, porque la incredulidad y la cr\u00edtica me expulsaban en cuanto ciudadano?
Vosotros or\u00e1is. Queda a\u00fan quien ora. Pero mientras que me ped\u00eds una gracia pens\u00e1is, sin dec\u00edroslo siquiera a vosotros mismos, pero lo pens\u00e1is con lo profundo del esp\u00edritu: \u00abDios no me escucha. Dios no puede concederme esta gracia\u00bb.
\u00a1No puede! \u00bfQu\u00e9 es lo que no puede Dios? Pensad que ha creado el Universo de la nada, pensad que desde hace milenios lanza los planetas en los espacios y regula el recorrido, pensad que contiene a las aguas en sus playas sin barreras de diques, pensad que ha hecho del barro ese organismo que sois, pensad que en este organismo una semilla y unas pocas gotas de sangre que se mezclan crean un nuevo hombre, que al formarse est\u00e1 en relaci\u00f3n con fases astrales, lejanas miles de kil\u00f3metros, pero que en cambio no est\u00e1n ausentes en la obra de la formaci\u00f3n de un ser, as\u00ed como regulan, con sus \u00e9teres y su surgir y ponerse sobre vuestros cielos, el germinar de las mieses y el florecer de los \u00e1rboles; pensad que con su sabio poder ha creado las flores dotadas de \u00f3rganos apropiados para fecundar otras flores a las que hacen de intermediarios los vientos y los insectos. Pensad que no hay nada que no haya sido creado por Dios, tan perfectamente creado, del sol al protozoo, que vosotros no pod\u00e9is a\u00f1adir nada a tal perfecci\u00f3n. Pensad que su sabidur\u00eda ha ordenado, del sol al protozoo, todas las leyes para vivir, y convenceos de que nada hay imposible para Dios, quien puede disponer a su gusto de todas las fuerzas del cosmos, aumentarlas, pararlas, hacerlas m\u00e1s veloces, tan s\u00f3lo con que su Pensamiento lo piense.
\u00bfCu\u00e1ntas veces en el curso de los milenios los habitantes de la Tierra se han quedado asombrados por fen\u00f3menos estelares de inconcebible grandeza: meteoros de extra\u00f1as luces, sol en la noche, cometas y estrellas que nacen como flores en un jard\u00edn, en el jard\u00edn de Dios, y que son lanzadas a los espacios como por un juego de ni\u00f1os para asombraros?
Los cient\u00edficos han dado ponderosas explicaciones de disgregaci\u00f3n y de composici\u00f3n de c\u00e9lulas o de cuerpos estelares para volver humanos los incomprensibles brotes de los cielos. No. Callad. Decid s\u00f3lo una palabra: Dios. \u00a1He aqu\u00ed al formador de esas relucientes, rotantes, ardientes vidas! Dios es quien, como advertencia para los olvidadizos, os dice que \u00c9l es a trav\u00e9s d\u00e9 las auroras boreales, a trav\u00e9s de los veloces meteoros que vuelven de zafiro, de esmeralda, de rub\u00ed o de topacio el \u00e9ter que surcan, a trav\u00e9s de las cometas con sus colas llameantes similares al manto de una reina celeste que cruza en vuelo los firmamento s, a trav\u00e9s del abrirse de otro ojo estelar en la c\u00fapula del cielo, a trav\u00e9s del girar del sol perceptible en F\u00e1tima para persuadiros sobre la voluntad de Dios. Vuestras otras inducciones<\/p>
son humo de ciencia humana y en el humo se envuelve el error.
Todo es posible para Dios. Pero en lo que os concierne sabed que a vosotros Dios exige \u00fanicamente fe para actuar. Vosotros conten\u00e9is el poder de Dios con vuestra desconfianza. Y vuestras oraciones est\u00e1n contaminadas de desconfianza. No calculo adem\u00e1s los que no rezan sino blasfeman.
Otro punto del evangelio de Marcos es el vers\u00edculo 13 del mismo cap\u00edtulo 6\u00b0: \u00ab…y ung\u00edan con \u00f3leo a los enfermos y los curaban\u00bb. En la medicina pr\u00e1ctica de entonces el \u00f3leo ten\u00eda un papel primordial. No se puede decir que fuese m\u00e1s nocivo o menos eficaz que vuestras complicadas medicinas de ahora. Al contrario, seguro que era m\u00e1s inofensivo. Pero no era en el \u00f3leo donde resid\u00eda el poder de curaci\u00f3n para los enfermos a los que mis ap\u00f3stoles hac\u00edan las unciones.
Como siempre, la pesantez humana necesitaba un signo visible. \u00bfQuien habr\u00eda podido creer que el toque de la mano de aquellos pobres hombres que eran mis ap\u00f3stoles, conocidos como pescadores y hombres de pueblo, pudiera curar? Si lo hubieran cre\u00eddo habr\u00edan dicho: \u00abSan\u00e1is por poder del pr\u00edncipe de los demonios\u00bb, como lo han dicho a M\u00ed 235. Y les habr\u00edan acusado como pose\u00eddos por los demonios. Esto no deb\u00eda ser. Por eso a ellos les di el medio, humano, para ser cre\u00eddos, por lo menos, emp\u00edricos. Pero el poder era Dios quien lo infund\u00eda en ellos para ganar pros\u00e9litos para su doctrina.
Yo lo he dicho: \u00abQuienes creen en M\u00ed podr\u00e1n caminar sobre serpientes y escorpiones y realizar las obras que Yo hago\u00bb 236. Yo no miento nunca, y puedo infundir poder divino en la mano de un ni\u00f1o que cree y vive en M\u00ed. \u00bfNo est\u00e1 colmada la historia del cristianismo de estos milagros? Los primeros siglos est\u00e1n cubiertos de ellos, y su florecimiento se ha ido disminuyendo no porque haya disminuido el poder de Dios, sino porque vosotros sois insuficientes en la tarea de ser los ministros de Dios.
Tened, tened, tened fe. Ella os salvar\u00e1\u00bb.<\/p>
235 Mt 12, 24
236 Mc 16, 17-18; Lc 10, 19<\/p><\/div>\n\t\t\t\t\t\t\t\t\t
Maria Valtorta<\/p>
LOS CUADERNOS 1944<\/p>
Traducci\u00f3n del italiano de<\/p>
A. Carmen Massari Acquavella<\/p>
\u00a0<\/p>
CENTRO EDITORIALE VALTORTlANO<\/p>
Todos lo derechos reservados. T\u00edtulo original: I Quaderni del 1944.
\u00a9 1976 by Emilio Pisani.<\/p>
\u00a9 1985 by Centro Editoriale Valtortiano srl. Traducci\u00f3n del italiano de
A. Carmen Massari Acquavella<\/p>
\u00a9 2003 by Centro Editoriale Valtortiano srl.<\/p>
Viale Piscicelli 89-91 03036 Isola del Liri (Fr) – Italy<\/p>
\u00a0<\/p>
ISBN 978-88-7987-092-4<\/p>
Fotocomposici\u00f3n e impresi\u00f3n: Centro Editoriale Valtortiano srl. Reprinted in Italy, 2008<\/p>
\u00a0<\/p>
1 \u00b0 de marzo
Hacia las 17, Jes\u00fas me dice:<\/p>
\u00abNo ten\u00eda la intenci\u00f3n de evocarte esta visi\u00f3n esta tarde. Ten\u00eda la intenci\u00f3n de hacerte vivir otro episodio de los \u201cevangelios de la fe\u201d 1. Pero alguien, que merece ser contentado, ha expresado un deseo. Y Yo le contento. Nota, observa, describe, a pesar de tus dolores. Tus dolores me los ofreces a M\u00ed y la descripci\u00f3n a los hermanos\u00bb.<\/p>
Y, por lo tanto, escribo a pesar de mis dolores, que son tan fuertes que me parece tener la cabeza estrechada por una mordaza que parte de la nuca y sube hasta la frente y desciende hacia la espina dorsal: es un dolor tan terrible que he pensado que estaba por venirme una meningitis y luego me he desmayado. Tambi\u00e9n en este momento el dolor es muy fuerte, pero Jes\u00fas permite que logre escribir para obedecerle. Despu\u00e9s… que sea lo que tiene que ser.<\/p>
Mientras tanto, le aseguro que voy de sorpresa en sorpresa porque, ante todo, me veo frente a africanos – \u00e1rabes por lo menos – mientras que, al no tener la m\u00ednima noci\u00f3n de su condici\u00f3n social y f\u00edsica y de su martirio, siempre he cre\u00eddo que estos santos eran europeos. De In\u00e9s conoc\u00eda la vida y la muerte 2, \u00a1pero de \u00e9stos, nada! Era como si leyera una narraci\u00f3n desconocida.<\/p>
Lo primero que he visto, antes de desmayarme, ha sido un anfiteatro m\u00e1s o menos como el Coliseo (aunque no tan deteriorado), en ese momento completamente vac\u00edo, a excepci\u00f3n de una bell\u00edsima joven morena: est\u00e1 all\u00ed en el medio, suspendida en el aire, mientras de su cuerpo moreno y del ropaje oscuro que lo cubre se desprende una luz beat\u00edfica que le da una apariencia radiante.
Parece el \u00e1ngel de ese lugar. Me mira y sonr\u00ede. Despu\u00e9s me desmayo y ya no veo nada m\u00e1s.<\/p>
Ahora la visi\u00f3n se completa. Me encuentro en un edificio que, por la ausencia de cualquier comodidad y por su aspecto severo, me parece una fortaleza destinada a prisi\u00f3n. No es el subterr\u00e1neo de la c\u00e1rcel Tulliana que v\u00ed ayer. Aqu\u00ed hay celdas y pasillos sobre el nivel del suelo, pero son tan escasos el espacio y la luz y hay tantas rejas y puertas atrancadas llenas de cerrojos, que el beneficio de su mejor posici\u00f3n respecto a la de ayer, queda anulado por su rigor, que elimina aun la m\u00e1s peque\u00f1a idea de libertad.<\/p>
\u00a0<\/p>
1 V\u00e9ase el trozo del 28 de febrero.<\/p>
2 Como refiere en las visiones del 13 y del 20 de enero. 194
En uno de estos tugurios, est\u00e1 la joven morena que he visto en el anfiteatro; est\u00e1 sentada en un jerg\u00f3n que le sirve de lecho, asiento y mesa. Ahora de ella ya no se desprende luz alguna, pero emana tanta paz. Tiene en su regazo a un ni\u00f1ito de pocos meses, al que est\u00e1 amamantando. Le mece, le mima con infinito amor. El peque\u00f1uelo juega con su joven madre y frota su carita tan cetrina contra el moreno seno materno; se prende y se desprende de \u00e9ste con avidez y con s\u00fabitas risitas rebosantes de leche.<\/p>
La joven es muy hermosa. Tiene un rostro regular, m\u00e1s bien redondo, bell\u00edsimos ojos grandes, negros y aterciopelados, boca carnosa y peque\u00f1a en la que resaltan los dientes blanqu\u00edsimos y parejos; los cabellos son negros y algo rizados y est\u00e1n sujetados en trenzas estrechas que lleva envueltas alrededor de la cabeza. Su tez es morena, oliv\u00e1cea, aunque no lo es excesivamente.
Tambi\u00e9n entre nosotros, en Italia y sobre todo en el sur, se nota esta tonalidad, s\u00f3lo un poco m\u00e1s clara. Cuando se levanta para pasear al ni\u00f1o por la celda a fin de hacerle dormir, noto que es alta y
que su cuerpo es atractivo y escultural, pues no tiene formas excesivas pero est\u00e1 bien modelado. Por su porte lleno de dignidad parece una reina. Lleva ropas simples y casi tan oscuras como su piel, que se deslizan en muelles pliegues a lo largo de su hermoso cuerpo.<\/p>
Entra un viejo; tambi\u00e9n \u00e9l es moreno. El carcelero abre la pesada puerta y le hace entrar. Luego se retira. La joven se vuelve y sonr\u00ede. El anciano la mira y llora. Por algunos instantes permanecen as\u00ed.<\/p>
Luego estalla todo el dolor del anciano. Suplica acongojado a la hija que tenga piedad de su sufrimiento. Le dice: \u201cNo te di la vida para esto. Te am\u00e9 entre todos mis hijos como luz y alegr\u00eda de mi casa. Y ahora quieres perderte y perder a tu pobre padre, que siente la muerte en el coraz\u00f3n por el dolor que le das. Hace meses que te suplico, hija m\u00eda. Te has obstinado en resistir y t\u00fa, que naciste en la holgura, has conocido la c\u00e1rcel. Doblegu\u00e9 mi espalda ante los poderosos y logr\u00e9 que, si bien como prisionera, pudieras estar a\u00fan en tu casa. Le hab\u00eda prometido al juez que conseguir\u00eda plegarte con mi autoridad paterna. Ahora \u00e9l se burla de m\u00ed porque ve que de esa autoridad no te import\u00f3 nada. No es esto lo que tendr\u00eda que ense\u00f1arte la doctrina que, seg\u00fan tu opini\u00f3n, es perfecta.
\u00bfQu\u00e9 Dios es el que sigues, si te inculca que no respetes a quien te dio la vida y que no le ames, pues si me amaras no me dar\u00edas este enorme dolor? Gracias a tu obstinaci\u00f3n, que ni siquiera la piedad por ese pobre inocente logr\u00f3<\/p>
195<\/p>
vencer, te arrebataron de tu casa y te encerraron en esta prisi\u00f3n. Pero ahora ya no se habla de prisi\u00f3n, se habla de muerte. Es atroz. \u00bfMorir por qu\u00e9 causa? \u00bfMorir por qui\u00e9n? \u00bfPor qui\u00e9n quieres morir? \u00bfNecesita tu Dios tu sacrificio, nuestro sacrificio, el m\u00edo y el de tu criatura, que quedar\u00e1 sin madre? \u00bfPara lograr su triunfo tiene necesidad de tu sangre y de mi llanto? Pero, \u00bfc\u00f3mo es posible? El animal feroz ama a sus cachorros y los ama tanto m\u00e1s cuanto m\u00e1s los ha amamantado. Yo ten\u00eda esta esperanza y por eso obtuve que te permitieran nutrir a tu ni\u00f1o. Pero no cambias: tras haberle nutrido, tras haberle abrigado, tras haber hecho de ti almohada para su sue\u00f1o, ahora le rechazas, le abandonas sin a\u00f1oranzas. No te suplico por m\u00ed. Te suplico en su nombre. No tienes el derecho de dejarle hu\u00e9rfano. Tampoco tu Dios tiene ese derecho. \u00bfC\u00f3mo puedo creer que es m\u00e1s bueno que nuestros dioses, si pretende sacrificios tan crueles? T\u00fa haces que no le ame, que le maldiga cada vez m\u00e1s. \u00a1Pero no, no! \u00bfQu\u00e9 estoy diciendo? \u00a1Perd\u00f3name, Perpetua! Perdona a tu anciano padre, al que el dolor hace perder la raz\u00f3n. \u00bfQuieres que ame a tu Dios? Le amar\u00e9 m\u00e1s que a m\u00ed mismo, pero qu\u00e9date con nosotros. Dile al juez que obedecer\u00e1s. Luego amar\u00e1s al que quieras entre los dioses terrenos. Luego har\u00e1s de tu padre lo que quieras. No te llamar\u00e9 hija, no ser\u00e9 m\u00e1s tu padre. Ser\u00e9 tu siervo, tu esclavo; t\u00fa ser\u00e1s mi ama. Se\u00f1ora m\u00eda, ordena y te obedecer\u00e9. Pero ten piedad, piedad.
S\u00e1lvate mientras puedas hacerlo. Ya no se puede aguardar m\u00e1s. Sabes que tu compa\u00f1era ya ha dado a luz a su criatura y que ahora nada puede detener la sentencia. Te arrebatar\u00e1n a tu hijo, no le volver\u00e1s a ver. Puede ocurrir ma\u00f1ana, quiz\u00e1s hoy mismo. \u00a1Ten piedad, hija! \u00a1Ten piedad de m\u00ed y de \u00e9l, que a\u00fan no sabe hablar pero que ya ves c\u00f3mo te mira y sonr\u00ede! \u00a1Ves c\u00f3mo invoca tu amor! \u00a1Oh, se\u00f1ora, se\u00f1ora m\u00eda, luz y reina de mi coraz\u00f3n, luz y alegr\u00eda de tu hijo, piedad, piedad!\u201d.<\/p>
El anciano est\u00e1 de rodillas y besa el ruedo del vestido de su hija, le abraza las rodillas, intenta cogerle la mano que ella tiene apoyada en el coraz\u00f3n para reprimir su congoja. Pero nada la doblega.<\/p>
Responde: \u201cPermanezco fiel a mi Se\u00f1or propio por el amor que siento por ti y por \u00e9l. Ninguna gloria terrena otorgar\u00e1 a tu cabeza blanca y a este inocente tanta dignidad como mi muerte.
Vosotros alcanzar\u00e9is la Fe. \u00bfY, entonces, qu\u00e9 dir\u00edais de m\u00ed si, por la vileza de un momento, hubiera renunciado a la Fe? Para triunfar, mi Dios no tiene necesidad de mi sangre ni de tus l\u00e1grimas. Pero, en cambio, t\u00fa tienes necesidad de la sangre y el llanto para alcanzar la Vida. Y tambi\u00e9n este ino-
196<\/p>
cente los necesita para permanecer en ella. Por la vida que me diste y por el j\u00fabilo que mi hijo me ha dado, obtengo para vosotros la Vida verdadera, eterna, bienaventurada. No, mi Dios no ense\u00f1a el desamor hacia los padres y hacia los hijos. Ense\u00f1a el amor verdadero. Padre, en este momento el dolor te hace delirar. Pero luego la luz se har\u00e1 en ti y me bendecir\u00e1s. Desde el Cielo, yo te la enviar\u00e9. En cuanto a este inocente, no es que le ame menos ahora que he dado mi sangre para nutrirle. Si la crueldad pagana no se hubiera ensa\u00f1ado con nosotros, los cristianos, habr\u00eda sido para \u00e9l una madre amant\u00edsima y \u00e9l habr\u00eda sido la finalidad de mi vida. Pero Dios es m\u00e1s grande que la carne que ha nacido de m\u00ed y el amor que hay que consagrarle es infinitamente mayor. Ni siquiera en nombre de la maternidad puedo posponer el amor hacia \u00c9l por el amor de una criatura. No. No eres el esclavo de tu hija. Sigo siendo, siempre, tu hija, que te obedece en todo menos en esto: en renunciar por ti al verdadero Dios. Deja que se cumpla la voluntad humana.Y, si me amas, s\u00edgueme en la Fe. En ella encontrar\u00e1s a tu hija, y ser\u00e1 para siempre, porque la verdadera Fe concede el Para\u00edso y mi Pastor santo ya me ha dado la bienvenida en su Reino\u201d.<\/p>
Aqu\u00ed cambia la visi\u00f3n, porque veo entrar en la celda a otros personajes: son tres hombres y una mujer muy joven. Se besan y abrazan rec\u00edprocamente. Tambi\u00e9n entran los carceleros para llevarse al hijo de Perpetua. \u00c9sta vacila como si hubiera recibido un golpe. Pero reacciona.<\/p>
Su compa\u00f1era la consuela; le dice: \u201cYo tambi\u00e9n he perdido a mi criatura. Pero no est\u00e1 perdida. Dios ha sido bueno conmigo. Me ha concedido que la engendrase para \u00c9l y su bautismo se engalana con mi sangre como con piedras preciosas. Era una ni\u00f1a… hermosa como una flor.
Tambi\u00e9n tu ni\u00f1o es hermoso, Perpetua. Pero para hacerles vivir en Cristo, estas flores necesitan nuestra sangre. De este modo, les daremos doblemente la vida\u201d.<\/p>
Perpetua coge al peque\u00f1uelo, que hab\u00eda acostado en el jerg\u00f3n y que ahora duerme contento y saciado, y se lo da al padre, tras haberle besado levemente para no despertarle. Luego le bendice, ba\u00f1a sus dedos en las l\u00e1grimas que brotan de sus ojos y traza una cruz sobre la frente y otra sobre las manecitas, sobre los piececitos, sobre el pecho. Hace todo esto con tal dulzura, que el ni\u00f1o sonr\u00ede en el sue\u00f1o como si recibiera una caricia.<\/p>
Luego los condenados salen, los soldados les rodean y les acompa\u00f1an a una oscura c\u00e1vea del anfiteatro a la espera del martirio. Trans-<\/p>
197<\/p>
curren las horas rezando y cantando himnos sacros y exhort\u00e1ndose rec\u00edprocamente al hero\u00edsmo.<\/p>
Ahora me parece que tambi\u00e9n yo estoy en ese anfiteatro, que ya he visto antes. Est\u00e1 abarrotado de gente de piel oscura, aunque tambi\u00e9n hay muchos romanos. La multitud rumorea sobre las gradas, se agita. A pesar del velario que han tendido de la parte en que da el sol, la luz es intensa.<\/p>
Me parece que en la arena ya ha habido juegos crueles porque est\u00e1 manchada de sangre; hacen entrar en ella a los seis m\u00e1rtires, van en fila. La multitud silba e impreca. Perpetua est\u00e1 a la cabeza de los m\u00e1rtires, que avanzan cantando. Se detienen en medio de la arena y uno de ellos se dirige a la multitud.<\/p>
\u201cSer\u00eda mejor que demostrarais vuestro coraje sigui\u00e9ndonos en la Fe, en lugar de insultar a gente inerme que devuelve vuestro odio rezando por vosotros y am\u00e1ndoos. \u00a1Oh, embusteros que
pretend\u00e9is ser civiles y aguard\u00e1is que una mujer d\u00e9 a luz para matarla luego tanto en el cuerpo como en el alma, porque la separ\u00e1is de su criatura! \u00a1Oh, crueles que ment\u00eds para matar, porque sab\u00e9is que ninguno de nosotros os hace da\u00f1o y que menos que nadie os lo har\u00e1 una madre, pues piensa s\u00f3lo en su criatura! Las varas con que nos hab\u00e9is azotado, la prisi\u00f3n, las torturas, el haber arrebatado los hijos a dos madres, no mudar\u00e1n nuestro coraz\u00f3n; no lo cambiar\u00e1n en cuanto al amor a Dios y tampoco en cuanto al amor al pr\u00f3jimo. Tres veces, siete veces, cien veces, dar\u00edamos la vida por nuestro Dios y por vosotros; la ofrecer\u00edamos para que llegarais a amarle. Por eso rezamos por vosotros mientras el Cielo ya se abre sobre nuestras cabezas: Padre nuestro que est\u00e1s en los cielos…\u201d. Los seis santos m\u00e1rtires rezan de rodillas.<\/p>
Se abre una puerta baja e irrumpen las fieras; creo que son toros o b\u00fafalos salvajes por lo impetuoso de su carrera, que les hace asemejar a b\u00f3lidos. Embisten el grupo inerme como si fuera una catapulta adornada por puntiagudos cuernos. Levantan los cuerpos con sus cuernos, los arrojan por el aire como si fueran harapos, vuelven a estrellarlos contra el suelo, los pisotean. Como ebrios por la luz y el clamor, huyen y luego vuelven a embestir.<\/p>
Con una cornada, un toro alza a Perpetua como si fuera una pajuela y la arroja a muchos metros de distancia. Pero, a pesar de estar herida, se levanta y su primer gesto es el de ajustarse las ropas, desgarradas a la altura del seno. Sosteniendo la t\u00fanica con la mano derecha, se arrastra hacia Felicitas, que est\u00e1 tendida cara al cielo, con<\/p>
198<\/p>
el cuerpo desgarrado, y la cubre, la sostiene, haciendo escudo a la herida con su cuerpo. Las fieras vuelven a herir hasta que los seis agonizantes quedan tendidos en la arena. Entonces los bestiarios hacen volver a las fieras a sus cubiles y los gladiadores rematan la obra.<\/p>
Pero el que le toca a Perpetua no sabe matar; no se comprende si es por piedad o inexperiencia. La hiere, pero no en el punto justo. Con un hilo de voz y una sonrisa dulc\u00edsima, Perpetua le dice: \u201cVen aqu\u00ed, hermano, a que te ayude\u201d. Luego apoya la punta de la espada contra la car\u00f3tida derecha, dice: \u201c\u00a1Jes\u00fas, me encomiendo a Ti! Empuja, hermano, yo te bendigo\u201d y vuelve la cabeza hacia la espada para ayudar al inexperto y turbado gladiador.<\/p>
Dice Jes\u00fas:<\/p>
\u00ab\u00c9ste es el martirio de mi m\u00e1rtir Perpetua, de su amiga Felicitas y de sus compa\u00f1eros. S\u00f3lo era rea de ser cristiana, aunque a\u00fan era catec\u00famena. Mas, \u00a1cu\u00e1n intr\u00e9pido era su amor por M\u00ed! Al martirio de la carne uni\u00f3 el del coraz\u00f3n, y as\u00ed tambi\u00e9n Felicitas. Si sab\u00edan amar a sus verdugos,
\u00bfc\u00f3mo habr\u00e1n sabido amar a sus propios hijos?<\/p>
Eran j\u00f3venes y felices con el amor del esposo y de los padres, en el amor de su criatura. Mas hay que amar a Dios por sobre todas las cosas. Y ellas le aman as\u00ed. Se desgarran las entra\u00f1as al separarse de su peque\u00f1uelo, mas la Fe no muere. Ellas creen, creen firmemente, en la otra vida.
Saben que s\u00f3lo la lograr\u00e1 quien fue fiel y vivi\u00f3 seg\u00fan la Ley de Dios.<\/p>
El amor es ley en la ley, ya sea el amor a Dios o el amor al pr\u00f3jimo. \u00bfQu\u00e9 amor puede ser m\u00e1s grande que el de dar la vida por quienes se ama, as\u00ed como la dio el Salvador por la humanidad que amaba? Ellas ofrecen su vida porque me aman y para llevar a otros a amarme y a poseer, de este modo, la Vida eterna. Ellas quieren que alcancen la Vida de mi Reino los hijos, los padres, los esposos, los hermanos, y todos aquellos a quienes aman – por amor vinculado a la sangre o por amor vinculado al esp\u00edritu – y, entre ellos, tambi\u00e9n los verdugos, pues Yo he dicho: \u201cAmad a quienes os persiguen\u201d 3. Y para guiarles a mi Reino, trazan con su sangre un signo que va de la
Tierra al Cielo, un signo que resplandece, un signo que llama.<\/p>
\u00bfQu\u00e9 es sufrir? \u00bfQu\u00e9 es morir? Es s\u00f3lo un instante fugaz. En cambio, la vida eterna no acaba.
Ese instante de dolor no es nada respec-<\/p>
\u00a0<\/p>
3 Mateo 5, 43-44; Lucas 6 ,27.<\/p>
199<\/p>
to al futuro de gozo que las espera. \u00bfQu\u00e9 son las fieras? \u00bfQu\u00e9 son las espadas? \u00a1Son algo bendito, porque dan la Vida!<\/p>
La \u00fanica preocupaci\u00f3n que las inquieta – pues el que es santo debe serlo en todo – es la de conservar la pudicia. En el momento del martirio, no se cuidan de la herida sino de las ropas desordenadas pues, aunque no son v\u00edrgenes, no por eso dejan de ser p\u00fadicas. El verdadero cristianismo lleva siempre a la virginidad del esp\u00edritu. Por eso esta sublime pureza se mantiene aun donde el matrimonio y la prole han quitado ese sello que hace \u00e1ngeles a los v\u00edrgenes.<\/p>
El cuerpo humano lavado por el Bautismo es un templo del Esp\u00edritu Santo. Por lo tanto, no debe ser violado con modas inverecundas, con inverecundos usos. Sobre todo de la mujer que no respeta a s\u00ed misma, no puede descender sino una prole viciosa y una sociedad corrupta; de ella se aparta Dios y en ella Satan\u00e1s ara y siembra sus tormentos, que os llevan a la desesperaci\u00f3n\u00bb.<\/p>
2 de marzo Dice Jes\u00fas:
\u00abMis m\u00e1rtires poseyeron la Sabidur\u00eda. Tambi\u00e9n la poseyeron mis confesores. Y, adem\u00e1s, la poseen todos los que me aman y hacen de ese amor la raz\u00f3n de su vida.<\/p>
Esto no es evidente a los ojos del mundo. Por el contrario, el ser justo parece debilidad, parece algo que ya no se usa, como si, a trav\u00e9s de los siglos, hubiera mudado la relaci\u00f3n entre Dios y los fieles.<\/p>
No es as\u00ed. Si he atenuado el rigor de la ley mosaica y os he dado recursos de incalculable potencia para ayudaros a practicar la Ley y alcanzar la Perfecci\u00f3n, no ha mudado la obligaci\u00f3n de respeto y obediencia que deb\u00e9is observar hacia el Se\u00f1or Dios vuestro. Si \u00c9l se hizo Bueno hasta el punto de donarse a S\u00ed mismo para haceros buenos, vosotros deb\u00e9is serlo a\u00fan m\u00e1s y, por eso, no deb\u00e9is decir: \u201cQue se encargue \u00c9l de salvarnos; por nuestra parte, gocemos\u201d. \u00c9sta no es sabidur\u00eda; \u00e9sta es necedad y blasfemia. \u00c9sta es la sabidur\u00eda del mundo, es decir, un saber reprobable, no es la Sabidur\u00eda divina.<\/p>
Mis m\u00e1rtires fueron divinamente sabios. No se dijeron a s\u00ed mismos, como el imp\u00edo: \u201cGocemos del presente porque no se repite y, con la muerte, terminan todos los placeres. Y, para gozar, hagamos de la prepotencia un derecho; usurpemos a los d\u00e9biles y a los buenos lo<\/p>
200
que no es l\u00edcito usurpar y con el fruto de estas extorsiones llenemos la bolsa para llenar m\u00e1s tarde el vientre y saciar la concupiscencia de la carne y de la mente\u201d. No se dijeron, como el imp\u00edo: \u201cSer justos es un sacrificio, ser justos agota. La vista del justo es un reproche para nosotros. Por lo tanto, quit\u00e9mosle de en medio porque su justicia nos recuerda a Dios y nos reprocha nuestro modo bestial de vivir\u201d.<\/p>
En cambio, mis m\u00e1rtires invirtieron la teor\u00eda del mundo y siguieron \u00fanicamente la de Dios. Debido a eso, el mundo les puso a prueba, les ultraj\u00f3, les atorment\u00f3, les mat\u00f3, con la esperanza de turbar su virtud. Pero el mundo, en su necedad, no sab\u00eda que cada golpe que les daba para disgregar su alma, era como un golpe de mazo, que a ellos les hac\u00eda penetrar en M\u00ed y a M\u00ed en ellos con un amor que era una fusi\u00f3n perfecta, hasta el punto que, aun estando en la c\u00e1rcel o en el circo, ya estaban en el Cielo y me ve\u00edan tal como, tras el instante de dolor y de muerte, me ver\u00edan por la bienaventurada eternidad.<\/p>
No estaban muertos, ni destruidos, ni torturados, ni desesperados. As\u00ed como no dan muerte los sufrimientos del parto ni son destrucci\u00f3n, ni tortura, ni desesperaci\u00f3n pues, al contrario, son vida que engendra vida, son un desdoblamiento de la carne – que, de una, se convierte en dos -, son la satisfacci\u00f3n, la esperanza de ser madre y de recibir de la maternidad goces inefables que duran toda la vida, del mismo modo, ese dolor era para ellos esperanza, seguridad, vida, que les convert\u00eda en bienaventurados.<\/p>
El mundo no pod\u00eda comprender a estos locos santos, cuya locura era amar a Dios con toda la perfecci\u00f3n de que era capaz la criatura humana, lo que significaba hacer de s\u00ed voluntarias est\u00e9riles – pues las \u00fanicas bodas eran las celebradas conmigo, su Dios -, convertirse en eunucos que por un amor espiritual amputaban la propia sensualidad humana y viv\u00edan en castidad como los \u00e1ngeles. El mundo no pod\u00eda comprender a estos locos sublimes que, aun conociendo las dulzuras del t\u00e1lamo y de la prole, sab\u00edan renunciar al uno y a la otra y volar hacia el tormento, tras haber lacerado voluntariamente su coraz\u00f3n al abandonar a los hijos y a los consortes, por el amor hacia M\u00ed, su infinito amor.<\/p>
Mas, de este modo, salvaron el mundo. Si, a pesar de tantos ejemplos y tantos ba\u00f1os de sangre purificadora, os hab\u00e9is convertido en las fieras que sois hoy, \u00bfen qu\u00e9 os habr\u00edais convertido sin la santa y bendita generaci\u00f3n de mis m\u00e1rtires? \u00bfCu\u00e1nto tiempo antes habr\u00eda aumentado vuestra bestialidad? Mis m\u00e1rtires evitaron que os precipita-<\/p>
201<\/p>
rais a Satan\u00e1s mucho antes del momento fomentado por vuestra lujuria. A\u00fan hoy os invitan a deteneros, a retomar el camino que sube, dejando de lado el sendero que precipita. A\u00fan hoy os dicen palabras de salvaci\u00f3n. Os las dicen con sus heridas, con sus reflexiones a los tiranos, con su caridad, con el cuidado de su pudicia y con su paciencia, su pureza, su fe, su constancia. Os explican que s\u00f3lo una ciencia es necesaria, la ciencia que surge de la eterna Sabidur\u00eda.<\/p>
Fueron a\u00fan m\u00e1s sabios que Salom\u00f3n y prefirieron esta Sabidur\u00eda a todos los tronos y riquezas de la tierra. Y para obtenerla y conservarla, desafiaron persecuciones y tormentos; para no perderla, abrazaron la muerte. Amaron esta Sabidur\u00eda m\u00e1s que la salud y la belleza y quisieron que fuera su luz, porque su resplandor viene directamente de Dios, porque poseer esa luz significa anticiparle al alma la Luz beat\u00edfica del d\u00eda eterno. La aprendieron con un coraz\u00f3n honesto; la comunicaron hasta a sus enemigos con la caridad. No temieron que se les privara de ella porque la participaban a las multitudes que no la pose\u00edan y Ella, que viv\u00eda en su interior, les recordaba que \u201cdar es recibir\u201d 1 y que, cuanto m\u00e1s distribu\u00edan las aguas celestes que la Fuente divina volcaba en ellos, tanto m\u00e1s esas aguas aumentaban hasta colmarles como c\u00e1lices de una Misa santa, que el Sacerdote eterno
celebraba por el bien del mundo.<\/p>
El rey sabio enumera las dotes de la Sabidur\u00eda, cuyo esp\u00edritu es inteligente, santo, \u00fanico, m\u00faltiple, sutil… pero mis m\u00e1rtires poseyeron todas esas cualidades. En ellos estaba lo que Salom\u00f3n llama \u201csoplo de la virtud de Dios y emanaci\u00f3n de la gloria del Omnipotente\u201d 2. Por lo tanto, ellos reflejaban en s\u00ed a Dios como nadie en el mundo pod\u00eda hacerlo; reflejaban a Dios en sus cualidades y a M\u00ed, el Cristo Salvador, en mi holocausto.<\/p>
\u00a1Oh, c\u00f3mo podr\u00edan ponerse en los labios de cada m\u00e1rtir las palabras de Salom\u00f3n, que proclamaba que desde la juventud hab\u00eda amado y buscado la Sabidur\u00eda, que la hab\u00eda pretendido por esposa, que hab\u00eda querido que fuera su maestra y su riqueza 3! \u00a1Y c\u00f3mo pod\u00e9is pensar, sin temor a equivocaros, que en sus labios floreci\u00f3 esa plegaria para obtener la Sabidur\u00eda, que ya hab\u00eda florecido en los labios de Salom\u00f3n 4 !<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Lucas 6, 38; Hechos 20, 35.<\/p>
2 Sabidur\u00eda 7, 22-30.<\/p>
3 Sabidur\u00eda 8.<\/p>
4 Sabidur\u00eda 9.<\/p>
202<\/p>
Y, sobre todo, \u00a1oh vosotros a quienes la avidez de la carne hizo retroceder a tinieblas paganas mucho m\u00e1s profundas de las que recibieron la Luz llevada por mis m\u00e1rtires!, c\u00f3mo deber\u00edais esforzaros en haceros amantes de la Sabidur\u00eda, deseosos de Ella, y en rezar para que os sea dada como gu\u00eda en las empresas singulares y colectivas, de modo que no se\u00e1is m\u00e1s los que sois hoy, es decir, maniacos crueles que os tortur\u00e1is rec\u00edprocamente y as\u00ed perd\u00e9is sea la vida y las riquezas – dos cosas que os importan -, sea la salvaci\u00f3n del esp\u00edritu que, en cambio, me importa a M\u00ed, que perec\u00ed para salvar vuestro esp\u00edritu.<\/p>
Por la Sabidur\u00eda \u201cse enderezaron los caminos de los habitantes de la tierra y los hombres aprendieron lo que le agrada a Dios\u201d. Record\u00e1oslo. Y recordad tambi\u00e9n que a Dios no le agrada ninguna otra cosa m\u00e1s que vuestro bien. Por eso, si le conoc\u00e9is y segu\u00eds este camino que a \u00c9l le agrada, har\u00e9is vuestro bien tanto en la Tierra como en el Cielo\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
5 Sabidur\u00eda 9, 18.<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
3 de marzo Viernes.
Dice Jes\u00fas:<\/p>
\u00abEscribe solamente esto.<\/p>
D\u00edas atr\u00e1s dijiste que ibas a morir sin colmar tu deseo de conocer los Lugares Santos. En realidad, t\u00fa los ves como eran cuando Yo los santificaba con mi presencia. Ahora, despu\u00e9s de veinte siglos de profanaciones, causadas por el odio o el amor, ya no son como eran. Por eso tienes que pensar que t\u00fa los ves y quien va a Palestina no los ve. Por lo tanto, no te entristezcas.<\/p>
En segundo lugar, te quejas de que los libros que hablan de M\u00ed, hoy te parecen insulsos mientras antes los amabas tanto. Tambi\u00e9n esto es una consecuencia de tu condici\u00f3n actual. \u00bfC\u00f3mo quieres que te parezcan perfectas las obras humanas, cuando conoces la verdad de las que hice Yo? Es lo mismo que pasa con las traducciones, aun con las buenas: mutilan siempre la fuerza de la frase original. Las descripciones humanas, ya sean de lugares o de hechos o de sentimientos, son \u201ctraducciones\u201d y, por eso, son obras incompletas, inexactas; si no lo son en las palabras o en los hechos, lo son en los sen-<\/p>
203<\/p>
timientos, especialmente ahora que el racionalismo lo ha empobrecido todo. Es por eso que para aqu\u00e9l a quien Yo llevo a ver y a conocer, cualquier otra descripci\u00f3n es fr\u00eda y le deja insatisfecho y disgustado.<\/p>
En tercer lugar, hoy es viernes. Quiero que revivas \u201cmi\u201d sufrimiento. Hoy quiero esto de ti.
Quiero que lo revivas en la mente y en la carne.<\/p>
Basta. Ahora sufre en paz y en el amor. Te bendigo\u00bb.<\/p>
4 de marzo<\/p>
9 de la ma\u00f1ana. Jes\u00fas me dice:
\u00abHoy hay que trabajar mucho para recuperar el tiempo, que no ha sido tiempo perdido, pero que ha sido empleado de otra manera, seg\u00fan mi voluntad 1.<\/p>
Ya sabes desde la primera hora de este d\u00eda, es decir, desde la una de la madrugada, en qu\u00e9 hecho tendr\u00e9 fija tu mente, porque el primero y \u00fanico punto que se ha iluminado en ella te ha demostrado d\u00f3nde posar\u00e1s los ojos del esp\u00edritu. Y ese desconocido nombre femenino, que resuena dentro de ti como si fuera una campana que repica y no se placa hasta que recibe respuesta, te ha dicho que conocer\u00e1s tambi\u00e9n eso. Mas entre mi virgen y el Maestro, debes elegir al Maestro y anteponer mi episodio a aqu\u00e9l.<\/p>
Te har\u00e9 conocer a muchas criaturas celestes. Todas imparten su lecci\u00f3n, que es \u00fatil para vosotros, que os hab\u00e9is hecho conocedores de todo, lectores de todo, pero no de la ciencia para conquistar el Cielo.<\/p>
Escribe\u00bb.
Escribo, o mejor, describo.<\/p>
Esta noche, entre sufrimientos enloquecedores le preguntaba a Jes\u00fas c\u00f3mo hab\u00eda logrado soportar ese terrible dolor en su cabeza. Se lo preguntaba porque a m\u00ed me causaba un tormento tal que ten\u00eda que apretar los dientes para no gritar al m\u00ednimo rumor o movimiento del lecho; me parec\u00eda tener un coraz\u00f3n – que lat\u00eda velozmente, estremecido por el dolor – por cada diente, por la lengua, los labios, la nariz,<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Esta voluntad est\u00e1 expresada en el tercer punto del dictado que antecede. 204
las orejas, los ojos. Me parec\u00eda tener en medio de la frente una mara\u00f1a de clavos que me penetraban en el cr\u00e1neo; una faja de fuego y de dolor, que apretaba como una mordaza, sub\u00eda desde la nuca y se difund\u00eda. Me parec\u00eda que en el parietal derecho, cada tanto un objeto pesado me daba golpes que me clavaban dicha faja en la cabeza cada vez m\u00e1s y me aturd\u00eda completamente. Mientras padec\u00eda e interrogaba a Jes\u00fas y en mi tormento le contemplaba desde el Huerto al Calvario, de pronto, despu\u00e9s de la tercera ca\u00edda, se produjo una pausa de alivio f\u00edsico y espiritual, pues se me apareci\u00f3 sano, hermoso, sonriente sobre las aguas encrespadas del Mar de Galilea.<\/p>
Luego volvi\u00f3 el tormento hasta que, hacia las dos, ces\u00f3 la contemplaci\u00f3n de la Pasi\u00f3n del Se\u00f1or, se calm\u00f3 un poco el tremendo dolor de cabeza (no crea que disminuy\u00f3 mucho, \u00bfeh?) y reson\u00f3 dentro de m\u00ed un nombre: Santa Fen\u00edcula.<\/p>
\u00bfQui\u00e9n es? Una desconocida. \u00bfExisti\u00f3 realmente? \u00bf\u00a1Qui\u00e9n sabe!? Nunca se ha o\u00eddo hablar de ella. Trataba de dormir. \u00a1Ni por asomo! Segu\u00eda resonando ese nombre: Santa Fen\u00edcula, Santa Fen\u00edcula, Santa Fen\u00edcula.<\/p>
Me he dicho: no hay caso, no podr\u00e9 dormir si antes no logro saber qui\u00e9n es. Y, gracias a que el dolor hab\u00eda disminuido (tras haberme abatido e inmovilizado desde las 15 hasta pasada la medianoche con espasmos tan fuertes que ni siquiera pod\u00eda abrir los ojos, como puede atestiguar Paola 2) y ahora lograba moverme, cog\u00ed el \u00edndice de los santos y encontr\u00e9, junto a S. Petronila virgen, S. Fel\u00edcula virgen. En realidad, o\u00ed Fen\u00edcula, pero probablemente entend\u00ed mal.<\/p>
Contempor\u00e1neamente con este hallazgo, vi a una joven desnuda atada a una columna de modo atroz. Luego no vi nada m\u00e1s.<\/p>
Y ahora con obediencia escribo sin postergaciones lo que el Maestro me hace ver, aunque la cabeza me da vueltas como si fuera una perinola.<\/p>
El martirio de Santa Fen\u00edcula.<\/p>
Veo a dos mujeres, j\u00f3venes, que est\u00e1n rezando una plegaria muy vehemente, que seguramente debe penetrar en el cielo. Una de ellas es m\u00e1s madura; tendr\u00e1 casi treinta a\u00f1os, mientras la otra debe de haber pasado los veinte desde hace poco. Parece que ambas gozan de<\/p>
\u00a0<\/p>
2 Se trata de Paola Belfanti. V\u00e9ase la nota 4 en el texto del 2 de enero
205<\/p>
perfecta salud. Cuando terminan de rezar se levantan y preparan un peque\u00f1o altar sobre el que disponen flores y linos preciosos.<\/p>
Entra un hombre, vestido como un antiguo romano, al que las dos j\u00f3venes saludan con gran veneraci\u00f3n. De la bolsa que guarda en su pecho, extrae todo lo necesario para celebrar Misa. Luego viste los h\u00e1bitos sacerdotales e inicia el Sacrificio.<\/p>
No comprendo muy bien el Evangelio pero me parece que es el de Marcos: \u201cY le presentaron unos ni\u00f1os… el que no reciba el reino de Dios como un ni\u00f1o, no entrar\u00e1 en \u00e9l\u201d 3. Las dos j\u00f3venes, arrodilladas junto al altar, rezan cada vez con m\u00e1s fervor.<\/p>
El Sacerdote consagra la Sagrada Forma y luego se vuelve para dar la Comuni\u00f3n a las dos fieles; comienza por la mayor, cuyo rostro refleja un ser\u00e1fico ardor. Luego le da la Comuni\u00f3n a la otra. Tras haber recibido la Sagrada Forma, ambas quedan postradas en el suelo, sumidas en una profunda plegaria y, al parecer, permanecen as\u00ed por pura devoci\u00f3n.<\/p>
La celebraci\u00f3n del rito es igual que la de Pablo en el Tullianum 4, solo que el celebrante habla m\u00e1s bajo porque aqu\u00ed se trata de dos fieles \u00fanicamente y \u00e9ste es el motivo por el que entiendo menos las palabras del Evangelio. Pero cuando el Sacerdote se vuelve para bendecir y baja del altar, que est\u00e1 colocado sobre una tarima de madera, s\u00f3lo una de las j\u00f3venes se mueve; la otra permanece postrada. Su compa\u00f1era la llama, la sacude. Tambi\u00e9n el Sacerdote se inclina hacia ella. La levantan. La palidez de la muerte ya asoma en su rostro, los ojos est\u00e1n como apagados bajo los p\u00e1rpados, la boca respira con dificultad. Mas, \u00a1cu\u00e1nta beatitud est\u00e1 reflejada en ese rostro!<\/p>
La depositan en una especie de largo asiento, colocado junto a una ventana que da al patio, donde canta una fuente. Tratan de auxiliarla. Pero ella, reuniendo las \u00faltimas fuerzas, alza una mano, se\u00f1ala el cielo y dice solamente dos palabras: \u201cGracia… Jes\u00fas\u201d, y luego expira serenamente.<\/p>
Todo esto no me aclara qu\u00e9 tiene que ver el hecho con la joven atada a la columna que he visto esta noche y que, aunque era mucho m\u00e1s p\u00e1lida y delgada, y se la ve\u00eda despeinada y torturada, me parece que se asemeja mucho a la superviviente que ahora llora junto a la muerta. Y me quedo as\u00ed, en esta incertidumbre, por algunas horas.<\/p>
\u00a0<\/p>
3 Marcos 10, 15; Lucas 18, 17.<\/p>
4 Se refiere a la visi\u00f3n del 29 de febrero. 206
S\u00f3lo ahora que ya es de noche, vuelvo a encontrar a la joven que antes lloraba y que ahora est\u00e1 erguida junto a la fuente del austero patio, donde se han cultivado \u00fanicamente peque\u00f1os cuadros de azucenas y rosales, completamente en flor, que trepan por sus muros.<\/p>
La doncella habla con un joven romano: \u201cEs in\u00fatil que insistas, Flaco. Agradezco tu respeto y el recuerdo que conservas de mi amiga muerta. Pero no puedo consolar tu coraz\u00f3n. Si Petronila ha muerto, es se\u00f1al de que no deb\u00eda ser tu esposa. Y tampoco yo puedo serlo. Hay tantas j\u00f3venes de Roma que estar\u00edan dichosas de llegar a ser las amas de tu casa. Yo, no; no puedo serlo. Y no por ti,
sino porque he decidido no contraer nupcias\u201d.<\/p>
\u201c\u00bfTambi\u00e9n t\u00fa eres v\u00edctima del necio frenes\u00ed de tantos secuaces de un pu\u00f1ado de hebreos?\u201d. \u201cHe decidido no contraer nupcias, y no creo estar loca\u201d.
\u201c\u00bfY si yo te quisiera?\u201d.<\/p>
\u201cSi es verdad que me amas y respetas, no creo que quieras forzar mi libertad de ciudadana romana; creo que me dejar\u00e1s seguir mi deseo y que retribuir\u00e1s la buena amistad que siento por ti\u201d.<\/p>
\u201c\u00a1Ah, no! Ya se me ha escapado una. T\u00fa no me escapar\u00e1s\u201d.<\/p>
\u201cElla ha muerto, Flaco. La muerte es una fuerza superior a nosotros, no es una fuga que decidimos para huir de nuestro destino. Ella no se ha matado. Ha muerto…\u201d.<\/p>
\u201cHa muerto por culpa de vuestros sortilegios. S\u00e9 que sois cristianas y tendr\u00eda que haberos denunciado al Tribunal de Roma. Pero he preferido pensar en vosotras como en esposas m\u00edas. Ahora te lo pido por \u00faltima vez: \u00bfquieres ser la esposa del noble Flaco? Te juro que es mejor para ti entrar como ama en mi casa y abandonar el culto demoniaco de tu pobre dios, en lugar de conocer el rigor de Roma, que no permite que sus dioses sean insultados. S\u00e9 mi esposa y ser\u00e1s feliz. De lo contrario…\u201d.<\/p>
\u201cNo puedo ser tu esposa. Estoy consagrada a Dios, a mi Dios. Yo, que adoro al verdadero Dios, no puedo adorar los \u00eddolos. Haz de m\u00ed lo que quieras. De mi cuerpo puedes hacer todo lo que quieras. Pero mi alma es de Dios y no la vendo por las dichas de tu casa\u201d.<\/p>
\u201c\u00bfEs tu \u00faltima palabra?\u201d. \u201cEs la \u00faltima\u201d.
\u201c\u00bfSabes que mi amor puede mudarse en odio?\u201d.<\/p>
\u201cDios te lo perdone. Por mi parte, te amar\u00e9 siempre como a un hermano y rezar\u00e9 por tu bien\u201d. 207
\u201cY yo har\u00e9 tu mal. Te denunciar\u00e9. Te torturar\u00e1n. Entonces me llamar\u00e1s. Entonces comprender\u00e1s que es mejor la casa de Flaco que las necias doctrinas de que te nutres\u201d.<\/p>
\u201cComprender\u00e9 que el mundo necesita de estas doctrinas para no tener m\u00e1s a otros Flacos. Y har\u00e9 tu bien rezando por ti desde el Reino de mi Dios\u201d.
\u201c\u00a1Maldita cristiana! \u00a1Ir\u00e1s a la c\u00e1rcel! \u00a1Morir\u00e1s de hambre! \u00a1Que te sacie tu Cristo, si puede!\u201d. Me parece que la prisi\u00f3n est\u00e1 bastante cerca de la casa de la virgen porque el camino es breve,
y que el noble Flaco es, ni m\u00e1s ni menos, un sabueso del Cuestor de Roma, porque cuando la visi\u00f3n cambia de aspecto y me lleva a la sala que ya he visto, en la que est\u00e1 la joven atada a la columna, veo que es un tribunal como aqu\u00e9l en que fue juzgada In\u00e9s 5. Hay muy pocas diferencias; tambi\u00e9n aqu\u00ed hay un feo individuo que juzga y condena, al que Flaco hace de ayudante e instigador.<\/p>
Han sacado a Fen\u00edcula de la prisi\u00f3n en que se encontraba y ahora la llevan al centro de la sala.
Se la ve agotada, sin fuerzas, pero a\u00fan conserva tanta dignidad. Debido a su debilidad y tambi\u00e9n a que ya se ha acostumbrado a la oscuridad de la prisi\u00f3n, la luz la deslumbra; pero, por mucho que lo haga, no le impide estar erguida y sonre\u00edr.<\/p>
Se oyen las consabidas preguntas y las consabidas ofertas y luego las consabidas respuestas : \u201cSoy cristiana. No hago sacrificios a ning\u00fan otro dios que no sea mi Se\u00f1or Jesucristo\u201d.<\/p>
La condenan a la columna.<\/p>
Ante el pueblo, le desgarran las vestiduras y la atan de manos y pies, completamente desnuda, detr\u00e1s de una de las columnas del Tribunal. Pero, para hacerlo, le dislocan la cadera y los brazos.
Debe de ser una tortura atroz. Y no se detiene all\u00ed: retuercen las sogas en las mu\u00f1ecas y los tobillos, la golpean con varas y flagelos en el pecho y en el vientre desnudo, le atormentan las carnes con tenazas, practican otros suplicios atroces que no me detengo a describir aqu\u00ed.<\/p>
Cada tanto le preguntan si quiere dedicar sacrificios a los dioses. Fen\u00edcula responde con voz cada vez m\u00e1s d\u00e9bil: \u201cNo, hago sacrificios a Cristo. Los hago solamente a \u00c9l. \u00bfQuer\u00e9is que le pierda ahora que empiezo a verle y que cada tortura me le acerca m\u00e1s? Cumplid vuestra obra. Que se cumpla tambi\u00e9n mi amor: \u00a1dulces bodas en las que Cristo<\/p>
\u00a0<\/p>
8 Se refiere a la visi\u00f3n del 13 de enero. 208
es el esposo y yo su esposa! \u00a1Que se cumpla el sue\u00f1o de toda mi vida!\u201d.<\/p>
Cuando la desatan, cae al suelo como muerta. Los miembros dislocados o, quiz\u00e1s, fracturados, ya no la sostienen, no responden a ninguna orden de la- mente. Las pobres manos, que la soga ha ce\u00f1ido fuertemente hasta formar dos brazaletes de sangre viva, penden como muertas. Tambi\u00e9n los pies presentan los mal\u00e9olos lacerados hasta el punto de descubrir los nervios y los tendones y, por el modo innatural con que est\u00e1n plegados, es evidente que los han fracturado. Pero el rostro refleja una felicidad angelical y total. Las l\u00e1grimas ruedan por las mejillas, pero los ojos r\u00eden, absortos en una visi\u00f3n que los extas\u00eda.<\/p>
Los carceleros, o mejor, los verdugos, le dan de puntapi\u00e9s y a puntapi\u00e9s la empujan hacia el estrado del Cuestor, como si fuera un saco tan inmundo que no se lo puede tocar.<\/p>
\u201c\u00bfA\u00fan est\u00e1s viva?\u201d.<\/p>
\u201cS\u00ed, lo estoy por voluntad de mi Se\u00f1or\u201d.<\/p>
\u201c\u00bfA\u00fan insistes? \u00bfDe verdad quieres la muerte?\u201d.<\/p>
\u201cQuiero la Vida. \u00a1Oh, Jes\u00fas m\u00edo, \u00e1breme el Cielo! \u00a1Ven, Amor eterno!\u201d. \u201c\u00a1Arrojadla al T\u00edber! El agua calmar\u00e1 sus ardores\u201d.
Los verdugos la levantan de mal modo. La tortura que provocan los miembros destrozados debe de ser atroz. Pero ella sonr\u00ede. La envuelven en sus vestidos; por cierto, no lo hacen por pudor sino para impedir que pueda sostenerse en el agua. \u00a1Es un cuidado in\u00fatil! Con los miembros en ese
estado no se puede nadar. S\u00f3lo la cabeza queda fuera de la mara\u00f1a de las ropas. Su pobre cuerpo, que un verdugo se ha echado sobre los hombros, pende como si ya estuviera muerta. Pero a la luz de las antorchas, que han encendido porque ya ha ca\u00eddo la noche, se la ve sonre\u00edr.<\/p>
Cuando llegan al T\u00edber, la cogen y la arrojan a las aguas oscuras desde lo alto del puente, como si fuera un animal que deben suprimir; vuelve a aflorar por dos veces y luego se hunde en las profundidades sin un grito.<\/p>
Dice Jes\u00fas:<\/p>
\u00abHe querido hacerte conocer a mi m\u00e1rtir Fen\u00edcula para impartir algunas ense\u00f1anzas a ti y a todos.<\/p>
En la muerte de Petronila, que era mucho mayor que Fen\u00edcula y fue su maestra y compa\u00f1era, has comprobado el poder de la plegaria y el fruto de una santa amistad.<\/p>
209<\/p>
Petronila, hija espiritual de Pedro, hab\u00eda absorbido de la viva palabra de mi Ap\u00f3stol, el esp\u00edritu de Fe. Petronila era el j\u00fabilo, la perla romana de Pedro. Era su primera conquista romana. Era la que, por la respetuosa y amorosa devoci\u00f3n al Ap\u00f3stol, lo consol\u00f3 de todos los dolores de su evangelizaci\u00f3n romana.<\/p>
Por amor hacia M\u00ed, Pedro hab\u00eda dejado su casa y a su familia. Pero El que no miente le hab\u00eda hecho encontrar consuelo, cuidados, dulzuras femeninas, en esta jovencita, y, seg\u00fan mis promesas, todo eso le hab\u00eda sido dado en medida exuberante, apretada, colma 6. En casa de Petronila encontraba ayuda, hospitalidad y, sobre todo, amor, tal como a M\u00ed me hab\u00eda sucedido en Betania. Para bien o para mal, la mujer es igual bajo todos los cielos y en todas las \u00e9pocas. Petronila fue la Mar\u00eda 7 de Pedro, con el agregado de su pureza adolescente que el Bautismo, que recibi\u00f3 cuando a\u00fan la inocencia no hab\u00eda sido ultrajada, hab\u00eda elevado a perfecci\u00f3n ang\u00e9lica.<\/p>
Escucha, Mar\u00eda. Petronila quer\u00eda amar al Maestro con todo su ser, sin que su hermosura y el mundo pudieran turbar ese amor; por eso, hab\u00eda rogado a Dios que la hiciera una crucificada. Y Dios se lo concedi\u00f3. La par\u00e1lisis crucific\u00f3 sus miembros angelicales. En la larga invalidez florecieron a\u00fan con mayor belleza, en el terreno ba\u00f1ado por el dolor, las virtudes y, sobre todo, el amor hacia mi Madre.<\/p>
Escucha tambi\u00e9n esto, Mar\u00eda. Cuando fue necesario, su enfermedad tuvo una pausa, para demostrar que Dios es amo del milagro. Y luego, cuando ese momento termin\u00f3, volvi\u00f3 a crucificarla.<\/p>
Mar\u00eda, \u00bfconoces acaso a alguna otra a quien su Maestro, cuando es necesario, le dice – como Pedro a Petronila -: \u201cLev\u00e1ntate, escribe, s\u00e9 fuerte\u201d y que, una vez que ha cesado la necesidad del Maestro, vuelve a ser una pobre enferma en perpetua agon\u00eda?<\/p>
Cuando muri\u00f3 el Ap\u00f3stol y Petronila san\u00f3, \u00e9sta comprendi\u00f3 que su vida ya no le pertenec\u00eda, que pertenec\u00eda a Cristo. No era como las que, una vez que han obtenido el milagro, lo usan para ofender a Dios; por el contrario, emple\u00f3 su salud en el inter\u00e9s de Dios.<\/p>
Vuestra vida me pertenece siempre. Yo os la doy. Tendr\u00edais que recordarlo. Os la doy como vida animal, desde el momento que os hago nacer y os mantengo vivos. Os la doy como vida espiritual con la Gracia y los Sacramentos. Tendr\u00edais que recordarlo siempre y utilizar<\/p>
\u00a0<\/p>
6 Lucas 6, 38.<\/p>
7 Se refiere a Mar\u00eda de Magdala, hermana de L\u00e1zaro y Marta de Betania. 210
bien este privilegio.Y cuando os restituyo la salud, cuando casi os hago renacer tras una enfermedad mortal, a\u00fan m\u00e1s tendr\u00edais que recordar que es m\u00eda esa vida vuelta a florecer cuando ya la carne ol\u00eda a tumba. Y, por gratitud, tendr\u00edais que emplear dicha vida para el Bien.<\/p>
Petronila supo hacerlo. No fue in\u00fatil que conociera mi Doctrina. Ella es como sal que protege de la maldad, de la corrupci\u00f3n; es llama que calienta e ilumina; es alimento que nutre y fortifica; es fe que da seguridad. Llega la prueba, el asedio de la tentaci\u00f3n, la amenaza del mundo. Petronila ruega. Llama a Dios. Quiere pertenecer a Dios. \u00bfEl mundo la pretende? Pues que Dios la defienda del mundo.<\/p>
Cristo lo ha dicho: \u201cSi tuvierais fe, aun tan peque\u00f1a como un grano de mostaza, podr\u00edais decir a este monte: \u2018Qu\u00edtate y ve m\u00e1s all\u00e1\u2019 \u201d 8. Pedro se lo ha repetido muchas veces. Ella no le pide al monte que se mueva. Le pide a Dios que la quite del mundo antes de que la aplaste una prueba superior a sus fuerzas. Y Dios la escucha. La hace morir en \u00e9xtasis. La hace morir en \u00e9xtasis, Mar\u00eda, antes de que la prueba la aplaste. Recu\u00e9rdalo, mi peque\u00f1a disc\u00edpula.<\/p>
Fen\u00edcula era su amiga o, m\u00e1s que amiga, era hija o hermana, dada la escasa diferencia de edad, que era de unos diez a\u00f1os. No se vive junto a un santo sin convertirse en santo. Como no se vive junto al depravado sin depravarse. \u00a1Si el mundo recordara esta verdad! Pero, en cambio, el mundo descuida a los santos o les tortura, y sigue a los demonios y, cada vez m\u00e1s, se convierte en demonio.<\/p>
Has visto la firmeza y la dulzura de Fen\u00edcula. \u00bfQu\u00e9 es el hambre para el que tiene por alimento a Cristo? \u00bfQu\u00e9 es la tortura para quien ama al M\u00e1rtir del Calvario? \u00bfQu\u00e9 es la muerte para el que sabe que la muerte abre las puertas de la Vida?<\/p>
Mi m\u00e1rtir Fen\u00edcula es una desconocida para los cristianos de hoy. Pero, en cambio, la conocen muy bien los \u00e1ngeles de Dios, que la ven risue\u00f1a en el Cielo, detr\u00e1s del divino Cordero. He querido que t\u00fa la conocieras para poder hablarte tambi\u00e9n de su maestra espiritual y para impulsarte al sufrimiento.<\/p>
Repite con ella: \u201cAhora s\u00ed que, en medio de estos dolores, empiezo a ver a Jes\u00fas, mi esposo, en quien he depositado todo mi amor\u201d, y piensa que tambi\u00e9n para ti he hecho surgir a un Nicomedes 9, para<\/p>
\u00a0<\/p>
8 Mateo 17, 20; Marcos 11, 23; Lucas 17, 6.<\/p>
9 Es el nombre del presb\u00edtero que recuper\u00f3 el cuerpo de la santa m\u00e1rtir Felicul\u00e0, cuyos datos hist\u00f3ricos parecen corresponder a la narraci\u00f3n sobre la m\u00e1rtir Fen\u00edcula, que hemos transcrito aqu\u00ed. El \u201cNicomedes\u201d despertado para la recuperaci\u00f3n espiritual de la escritora es el Padre Migliorini.<\/p>
211
salvar de las aguas de la pasi\u00f3n a tu \u201cyo\u201d que quer\u00eda para M\u00ed y para recoger lo que merece ser conservado de ti, lo que es m\u00edo, lo que puede obrar el bien en el alma de los hermanos\u00bb.<\/p>
5 de marzo Dice Jes\u00fas:
\u00ab\u00a1Oh, vosotros, los cristianos del siglo veinte, que escuch\u00e1is como si fueran f\u00e1bulas las narraciones de mis m\u00e1rtires y os dec\u00eds: \u201c\u00a1No puede ser verdad! \u00bfC\u00f3mo podr\u00eda serlo? \u00a1Al fin de cuentas, tambi\u00e9n ellos eran hombres y mujeres! Es toda una leyenda\u201d, deb\u00e9is saber que no es una leyenda, sino que es historia. Si cre\u00e9is en las virtudes c\u00edvicas de los antiguos atenienses, espartanos, romanos, y sent\u00eds que vuestro esp\u00edritu se exalta por el hero\u00edsmo y la grandeza de los h\u00e9roes civiles,
\u00bfpor qu\u00e9 no quer\u00e9is creer en estas virtudes sobrenaturales y no sent\u00eds que vuestro esp\u00edritu se exalta y es impulsado a una selecta imitaci\u00f3n al escuchar la narraci\u00f3n de las grandezas y los hero\u00edsmos de mis h\u00e9roes?<\/p>
Dec\u00eds que, en resumidas cuentas, eran hombres y mujeres. Lo eran, por cierto. Eran hombres y mujeres. Dec\u00eds una gran verdad pero os impon\u00e9is una gran condena. Eran hombres y mujeres y vosotros sois brutos. Sois seres degradados de la semejanza con Dios, de la condici\u00f3n de hijos de Dios; degradados a nivel de animales guiados s\u00f3lo por el instinto y emparentados con Satan\u00e1s.<\/p>
Eran hombres y mujeres. Hab\u00edan vuelto a ser \u201chombres y mujeres\u201d por medio de la Gracia, as\u00ed como eran el Primero y la Primera en e1 Para\u00edso Terrestre.<\/p>
\u00bfAcaso no se lee en la G\u00e9nes\u00eds que Dios hizo al Hombre dominador sobre todo lo que exist\u00eda en la Tierra, o sea, sobre todo excepto que sobre Dios y sus ang\u00e9licos ministros? \u00bfAcaso no se lee que hizo a la Mujer para que fuera la compa\u00f1era del Hombre en el j\u00fabilo y en el dominio sobre todos los seres vivos? \u00bfAcaso no se lee que pod\u00edan comer de todo menos del \u00e1rbol de la ciencia del Bien y el Mal 1? \u00bfPor qu\u00e9? \u00bfQu\u00e9 significado se esconde bajo la expresi\u00f3n \u201cpara que domine\u201d? \u00bfY cu\u00e1l se oculta en el del \u00e1rbol del Bien y el Mal? \u00bfOs lo hab\u00e9is preguntado alguna vez, vosotros, los que pregunt\u00e1is tantas cosas in\u00fa-<\/p>
\u00a0<\/p>
1 G\u00e9nesis 1, 26-28; 2, 15-25; 3, 1-3.<\/p>
212<\/p>
tiles y no sab\u00e9is interrogar jam\u00e1s a vuestra alma sobre las verdades celestiales?<\/p>
Si estuviera viva, vuestra alma os lo dir\u00eda. Os lo dir\u00eda vuestra alma que, cuando vive en la Gracia, est\u00e1 sostenida como una flor entre las manos de vuestro \u00e1ngel; vuestra alma que, cuando vive en la Gracia, es como una flor besada por el sol y regada por el roc\u00edo, porque el Esp\u00edritu Santo le da calor y la ilumina, la riega y la orna con luces celestiales.<\/p>
\u00a1Cu\u00e1ntas verdades os dir\u00eda vuestra alma si supierais conversar con ella, si la amarais consider\u00e1ndola la que introduce en vosotros la semejanza con Dios, que es Esp\u00edritu, como esp\u00edritu es vuestra alma! \u00a1Qu\u00e9 espl\u00e9ndida amiga tendr\u00edais, si amarais vuestra alma en lugar de odiarla hasta matarla! \u00a1Qu\u00e9 grande y sublime amiga tendr\u00edais, para hablar con ella de cosas celestes, oh vosotros,
los que ten\u00e9is avidez de palabras y os arruin\u00e1is rec\u00edprocamente con amistades que pueden no ser ignominiosas (aunque algunas veces lo son), pero que son casi siempre in\u00fatiles y se transforman en un vano o nocivo estruendo de palabras y m\u00e1s palabras, referidas totalmente a cosas terrenas!<\/p>
\u00bfNo he dicho acaso: \u201cEl que me ama guardar\u00e1 mi Palabra y mi Padre le amar\u00e1 y vendremos a \u00e9l y en \u00e9l haremos morada\u201d 2? El alma que vive en la Gracia posee el amor y, al poseer el amor, posee a Dios, o sea, al Padre, que la conserva; al Hijo, que la instruye; al Esp\u00edritu, que la ilumina. Por lo tanto, posee el Conocimiento, la Ciencia, la Sabidur\u00eda. Posee la Luz.<\/p>
Por eso, pensad qu\u00e9 conversaciones sublimes podr\u00eda entablar con vosotros vuestra alma. Son las conversaciones que han poblado el silencio de las prisiones, el silencio de las celdas, el silencio de las ermitas, el silencio del aposento de los enfermos santos. Son las conversaciones que han consolado a los prisioneros que esperaban el martirio; a los que viv\u00edan en el claustro buscando la Verdad; a los ermita\u00f1os, que anhelaban conocer anticipadamente a Dios; a los enfermos, que anhelaban la tolerancia – mas, \u00bfqu\u00e9 estoy diciendo? -, que anhelaban el amor de su cruz.<\/p>
Si supierais interrogar a vuestra alma, ella os dir\u00eda que el significado verdadero, exacto, vasto como toda la creaci\u00f3n, de la expresi\u00f3n \u201cque domine\u201d es \u00e9ste: \u201cPara que el Hombre domine sobre todo, sobre<\/p>
\u00a0<\/p>
2 Juan 14, 23.<\/p>
213<\/p>
sus tres estratos: el estrato inferior, el animal; el estrato central, el moral; el estrato superior, el espiritual y para que dirija los tres a un \u00fanico fin: \u2018Poseer a Dios\u2019 \u201d. Poseer a Dios mereci\u00e9ndole por obra de este f\u00e9rreo dominio que tiene sujetas todas las fuerzas del yo y las convierte en servidoras de este \u00fanico fin: merecer la posesi\u00f3n de Dios.<\/p>
Vuestra alma os dir\u00eda tambi\u00e9n que Dios hab\u00eda prohibido conocer el Bien y el Mal porque el Bien se lo hab\u00eda prodigado gratuitamente a sus criaturas y, en cuanto al Mal, no quer\u00eda que lo conocierais, porque es un fruto dulce para el paladar pero, cuando su zumo desciende y llega a la sangre, despierta en ella una fiebre que produce sequedad, una fiebre que mata por lo que, cuanto m\u00e1s se bebe ese zumo enga\u00f1oso, m\u00e1s acucia la sed.<\/p>
Vosotros objetar\u00e9is: \u201cPues, \u00bfpor qu\u00e9 ha puesto all\u00ed ese \u00e1rbol?\u201d. \u00a1Por qu\u00e9! Porque el Mal es una fuerza que nace por s\u00ed sola, como ciertas enfermedades monstruosas en el cuerpo m\u00e1s sano.<\/p>
Lucifer era un \u00e1ngel, era el m\u00e1s bello de todos. Era un esp\u00edritu perfecto, inferior solamente a Dios. Y, sin embargo, en su ser luminoso naci\u00f3 un vaho de soberbia, que \u00e9l no disip\u00f3; que, por el contrario, condens\u00f3 al incubarlo. Y de esta incubaci\u00f3n, naci\u00f3 el Mal. El Mal ya exist\u00eda antes que el hombre. Dios hab\u00eda arrojado fuera del Para\u00edso a este maldito Incubador del Mal, a este truh\u00e1n que enlodaba el Para\u00edso. Pero, aun as\u00ed, sigui\u00f3 siendo el eterno Incubador del Mal y, al no poder enlodar el Para\u00edso, enlod\u00f3 la Tierra 3.<\/p>
Esta simb\u00f3lica planta representa tal verdad. Dios hab\u00eda dicho al Hombre y a la Mujer: \u201cConoc\u00e9is todas las leyes y los misterios de la creaci\u00f3n. Mas no pretend\u00e1is usurparme el derecho de ser el Creador del hombre. Para propagar la estirpe humana ser\u00e1 suficiente mi Amor, que circular\u00e1 en vosotros y que, sin la lujuria de los sentidos mas con el solo palpitar de la caridad, suscitar\u00e1 los nuevos Adanes de la estirpe. Os lo doy todo. Reservo para M\u00ed solamente el misterio de la formaci\u00f3n
del hombre\u201d.<\/p>
Satan\u00e1s quiso quitarle al Hombre esta virginidad intelectual y embeles\u00f3 y acarici\u00f3 con su lengua serpentina los miembros y los ojos de Eva y suscit\u00f3 en ellos agudezas y repercusiones que antes no ten\u00edan, porque la Malicia no los hab\u00eda envenenado. Eva \u201cvio\u201d. Y habiendo visto, quiso probar. La carne se hab\u00eda despertado.<\/p>
\u00a0<\/p>
3 Isa\u00edas 14, 9-21.<\/p>
214<\/p>
\u00a1Oh, si hubiera llamado a Dios! Si hubiera corrido hacia \u00c9l para decirle: \u201c\u00a1Padre! Estoy enferma. La serpiente me ha acariciado y todo mi ser est\u00e1 turbado\u201d. El Padre la habr\u00eda purificado y sanado con su aliento puesto que, del mismo modo que le hab\u00eda infundido la vida, pod\u00eda infundirle de nuevo la inocencia, quit\u00e1ndole el recuerdo del veneno y, a\u00fan m\u00e1s, originando en ella la repugnancia hacia la Serpiente, tal como sucede en quienes, tras haber padecido una enfermedad, sienten hacia \u00e9sta una instintiva repugnancia cuando vuelven a estar sanos.<\/p>
Pero Eva no va al Padre. Eva vuelve a la Serpiente. La sensaci\u00f3n que le suscit\u00f3 es dulce para ella. \u201cComo viese que el fruto del \u00e1rbol era bueno para comer, apetecible a la vista y de aspecto excelente, lo cogi\u00f3 y comi\u00f3 de \u00e9l\u201d 4.<\/p>
Y \u201ccomprendi\u00f3\u201d. La malicia ya hab\u00eda descendido a morderle las v\u00edsceras. Vio con ojos nuevos, oy\u00f3 con o\u00eddos nuevos, los gestos y las voces de los brutos. Y los dese\u00f3 ardientemente, con insano deseo.<\/p>
Comenz\u00f3 sola a pecar. Y llev\u00f3 a cabo totalmente el pecado con su compa\u00f1ero. He aqu\u00ed por qu\u00e9 sobre la mujer pesa una condena mayor 5. Por su culpa, el hombre se rebel\u00f3 a Dios y conoci\u00f3 la lujuria y la muerte. Por su culpa, ya no supo dominar sus tres reinos: el del esp\u00edritu, porque permiti\u00f3 que el esp\u00edritu desobedeciera a Dios; el moral, porque permiti\u00f3 que las pasiones le dominaran; el de la carne, porque la envileci\u00f3 someti\u00e9ndola a las leyes instintivas de los brutos.<\/p>
\u201cLa Serpiente me ha seducido\u201d dice Eva. \u201cLa mujer me ha ofrecido el fruto y lo he comido\u201d dice Ad\u00e1n 6. Y desde entonces, la triple concupiscencia ci\u00f1e opresivamente los tres reinos del hombre.<\/p>
S\u00f3lo la Gracia consigue aflojar el apret\u00f3n de este monstruo despiadado. Y hasta llega a estrangularlo y a que no se deba temer nada m\u00e1s, si es una Gracia viva, viv\u00edsima, mantenida cada vez m\u00e1s viva por voluntad del hijo fiel. Entonces, ya no habr\u00e1 temor a los tiranos interiores, o sea, los de la carne y las pasiones; ni habr\u00e1 temor a los tiranos exteriores, o sea, los del mundo y de los poderosos del mundo. Entonces, no habr\u00e1 temor a las persecuciones, ni tampoco a la muerte.<\/p>
As\u00ed lo dice el ap\u00f3stol Pablo: \u201cNo temo ninguna de estas cosas ni me importa mi vida, con tal de cumplir mi misi\u00f3n y el ministerio que<\/p>
\u00a0<\/p>
4 G\u00e9nesis 3, 6.<\/p>
5 G\u00e9nesis 3, 14-19.
6 G\u00e9nesis 3, 8-13.<\/p>
215<\/p>
he recibido del Se\u00f1or Jes\u00fas: dar testimonio del Evangelio de la Gracia de Dios\u201d 7.<\/p>
A mis m\u00e1rtires les import\u00f3 cumplir su misi\u00f3n y el ministerio que recibieron de M\u00ed, o sea, santificar el mundo y dar testimonio del Evangelio. No les preocup\u00f3 ninguna otra cosa. Ellos hab\u00edan vuelto a ser \u201chombres y mujeres\u201d, no ya brutos, debido a la Gracia que viv\u00eda en ellos y que ellos tutelaban con un cuidado que no ten\u00edan por la pupila de sus ojos y por la propia vida, que consum\u00edan con risue\u00f1a prontitud, porque sab\u00edan que consum\u00edan corruptibles despojos y adquir\u00edan en cambio una vida incorruptible de infinito valor. Y viv\u00edan y obraban como hombres y mujeres hijos del Padre celestial.<\/p>
Como dice Pablo, ellos \u201cno codiciaron ni oro, ni plata, ni vestidos de nadie\u201d8; al contrario, se dejaron despojar y se despojaron voluntariamente de toda riqueza, y hasta de la vida, \u201cpara seguirme\u201d en la Tierra y en el Cielo.<\/p>
Y, como sigue diciendo el ap\u00f3stol, \u201ccon sus manos proveyeron a sus necesidades y a las ajenas\u201d 9, dieron la Vida a s\u00ed mismos y llevaron a la Vida tambi\u00e9n a los otros.<\/p>
\u201cTrabajando socorrieron a los enfermos\u201d de esa tremenda enfermedad que es el vivir fuera de la verdadera Fe y para este fin se prodigaron con todo su ser y lo dieron todo: afectos, sangre, vida, fatigas, con el recuerdo de mis palabras, las que te dije hace tres d\u00edas 10: \u201cDar es recibir\u201d, \u201cDar es mejor que recibir\u201d; esas palabras que hoy, cuando te he hecho abrir el Libro en el cap\u00edtulo 20 de los Hechos, en el vers\u00edculo 35, has le\u00eddo con un estremecimiento porque te has acordado de que las hab\u00edas o\u00eddo hac\u00eda poco y, de prisa, has ido a buscarlas. Y cuando las has encontrado, has llorado, porque as\u00ed has tenido una prueba de que quien habla soy Yo.<\/p>
S\u00ed, soy Yo. No temas. T\u00fa ni siquiera sospechas de qu\u00e9 verdades te conviertes en cauce. Como la avecilla que, en la rama, canta feliz ese canto que Dios puso en su peque\u00f1a garganta desde hace miles de a\u00f1os, y no sabe por qu\u00e9 emite precisamente esas notas y no otras diferentes, y tampoco sabe que por medio de ellas dice su nombre y el nombre de su Creador, as\u00ed tambi\u00e9n t\u00fa repites esa Palabra que resuena en ti y ni siquiera sabes cu\u00e1n profundo es su significado.<\/p>
\u00a0<\/p>
7 Hechos 20, 24.<\/p>
8 Hechos 20, 33.<\/p>
9 Hechos 20, 34.<\/p>
10 Se refiere al 2 de marzo. 216
Pero sigue siendo as\u00ed: una ni\u00f1a. Amo tanto a los ni\u00f1os. Lo viste. Me has visto re\u00edr solamente con ellos. Para M\u00ed eran mi alegr\u00eda en cuanto Hombre. La Madre y el Disc\u00edpulo eran mi alegr\u00eda de Hombre-Dios y de Maestro. El Padre era mi alegr\u00eda de Dios. Pero los ni\u00f1os eran mi jubiloso alivio en la tierra tan amarga.
Sigue siendo as\u00ed: una ni\u00f1a. Tu Salvador, a quien tantos hombres han abofeteado, necesita refrescar sus mejillas en las mejillas infantiles. Necesita apoyar su frente en cabecitas amorosas y sin malicia.<\/p>
Peque\u00f1o Juan, ven junto a tu Jes\u00fas. Y qu\u00e9date siempre as\u00ed, sigue siendo ni\u00f1a para M\u00ed. El reino de los Cielos es de quien sabe conservar un alma de ni\u00f1o y acoger la Verdad con la confiada viveza de un ni\u00f1o.<\/p>
Soy Yo, no temas. Soy Yo quien te habla y te bendice. Ve en paz, peque\u00f1o Juan. Ma\u00f1ana te enviar\u00e9 a Juan\u00bb.<\/p>
6 de marzo Dice Juan:
\u00abSoy yo. No me temas tampoco a m\u00ed. Yo soy caridad. La he predicado tanto, la he absorbido tanto y, por eso, estoy tan fundido en Ella, que soy caridad que habla.<\/p>
\u00a1Oh, peque\u00f1a hermana!, nosotros podemos decirlo: \u201cNuestras manos tocaron la Palabra de vida porque la Vida se manifest\u00f3 y nosotros la vimos y damos testimonio\u201d 1.<\/p>
Nosotros podemos decirlo; nosotros, los que repetimos las palabras que en su bondad, que supera toda otra bondad, nos dice nuestro amor Jesucristo y nos conduce por senderos florecidos, en los que cada flor es una verdad y una bienaventuranza celestial.<\/p>
Nosotros podemos decirlo; nosotros, los que estamos saturados, como una colmena fecunda, de la dulzura que fluye de los labios divinos, de esos labios sant\u00edsimos que, tras haber partido el pan de la doctrina para las turbas de Galilea, de toda Palestina, supieron consagrar el Pan para convertirlo en Carne divina y partirse a S\u00ed mismo para nutrir el esp\u00edritu del hombre. Son esos labios infinitamente inocentes que viste sangrar, contraerse, hacerse r\u00edgidos en la Pasi\u00f3n y en la Muerte que sufri\u00f3 por nosotros 2.<\/p>
\u00a0<\/p>
1 1 Juan 1, 1-3.<\/p>
2 Se refiere a las visiones del 11 y del 18 de febrero. 217
Nosotros podemos decirlo: \u201c\u00c9ste es el mensaje que hemos recibido de \u00c9l y que os anunciamos: Dios es Luz y en \u00c9l no hay tiniebla alguna\u201d 3. Su luz est\u00e1 en nosotros porque su Palabra es Luz. Vivimos en la Luz y o\u00edmos su celestial armon\u00eda.<\/p>
Ven, peque\u00f1a hermana. Quiero hacerte o\u00edr la armon\u00eda de las esferas celestes, la armon\u00eda de la luz, pues el Para\u00edso es Luz. La luz desborda y se expande desde el Esplendor Trino e inunda de S\u00ed todo el Para\u00edso. Vivimos en la Luz y de la Luz. Ella es nuestro gozo, nuestro alimento, nuestra voz.<\/p>
Canta el Para\u00edso con palabras de luz. Es la luz, son los destellos de la luz, los que provocan
estos acordes solemnes, potentes, suaves, que encierran gorjeos de ni\u00f1os, suspiros de v\u00edrgenes, besos de amantes, hosannas de adultos, gloria de serafines. No son cantos como los de la pobre Tierra, en los que hasta las cosas m\u00e1s espirituales tienen que revestirse de formas humanas. Aqu\u00ed es la armon\u00eda de destellos lo que produce el sonido. Es un arpegio de notas luminosas que sube y baja con variante centelleo, y es eterno y siempre nuevo, porque en este eterno Presente nada adquiere la pesadez de lo viejo.<\/p>
Escucha esta indescriptible armon\u00eda y s\u00e9 feliz. Une a ella tu estremecimiento de amor. Es lo \u00fanico que puedes unirle sin profanar el Cielo. A\u00fan eres un ser humano, hermana, y aqu\u00ed la humanidad no puede entrar. Pero puede entrar el amor. El amor te precede. Precede tu esp\u00edritu.
Canta con \u00e9l. Cualquier otro canto ser\u00eda como el zumbido de un insecto en el gran coro celestial. El amor es ya un suspiro arm\u00f3nico en el dulce canto.<\/p>
Que la paz de nuestro amor Jes\u00fas sea contigo\u00bb.<\/p>
Padre, no puedo describir la luminosidad canora que veo y oigo. Estoy embriagada por esta belleza, por esta dulzura.<\/p>
Si, por acaso, una rosa inmensa, ilimitada, hecha de una luz tal que la de todos los astros y planetas es apenas como una chispa del hogar, moviera al viento del amor sus p\u00e9talos y produjera sonidos, ser\u00eda algo que podr\u00eda asemejar a lo que oigo y veo y que es el Para\u00edso sumergido en la luz dorada de la Sant\u00edsima Trinidad con sus habitantes, hechos de luz adamantina.<\/p>
Basta, basta. Debo callar porque la palabra humana es una blasfemia cuando intenta describir la eterna Belleza de Dios y de su Reino.<\/p>
\u00a0<\/p>
3 1 Juan 1, 5<\/p>
218<\/p>
7 de marzo Por la noche.
\u00bfA qui\u00e9n puedo decirle lo que sufro? A ning\u00fan habitante de esta tierra, porque no se trata de un sufrimiento terreno y, por lo tanto, no lo entender\u00eda.<\/p>
Es un sufrimiento que es dulzura y una dulzura que es sufrimiento. Quisiera sufrir diez, cien veces m\u00e1s. Por nada del mundo quisiera dejar de padecer este sufrimiento. Pero eso no significa que yo no sufra como quien est\u00e1 aferrado por el cuello, o ce\u00f1ido con una mordaza, o abrasado en un horno o traspasado hasta el coraz\u00f3n.<\/p>
Si se me consintiera moverme, aislarme de todo, para poder desahogar con el movimiento y con el canto mi sentimiento – pues es un dolor que ata\u00f1e al sentimiento -, sentir\u00eda alivio. Pero estoy como Jes\u00fas en la cruz. No se me consiente ni movimiento ni aislamiento y tengo que apretar los labios para que mi dulce agon\u00eda no d\u00e9 p\u00e1bulo a los curiosos.<\/p>
\u00a1No digo por decir que tengo que apretar los labios! En verdad, tengo que hacer un gran esfuerzo para dominar el impulso de exhalar mi grito de j\u00fabilo y de dolor sobrenatural, que bulle
dentro de m\u00ed y que sube con el \u00edmpetu de una llama o de un surtidor.<\/p>
Me atraen como un im\u00e1n los ojos velados de dolor de Jes\u00fas: Ecce Homo. Erguido sobre las gradas del Pretorio, est\u00e1 frente a m\u00ed y me mira; lleva la corona en la cabeza, tiene las manos atadas sobre el blanco indumento de los locos, con el que han querido burlarle. Y as\u00ed, en cambio, le han vestido con el candor digno del Inocente.<\/p>
No habla. Pero todo en \u00c9l habla y me llama y pide. \u00bfQu\u00e9 es lo que pide? Me pide que le ame. Eso lo s\u00e9 y eso es lo que le ofrezco hasta sentirme morir, como si llevara una cuchilla clavada en el pecho. Pero me pide adem\u00e1s algo que no entiendo. Es algo que quisiera entender. \u00c9sta es mi tortura. Quisiera darle todo lo que puede desear, a costa de morir de dolor. Pero no lo consigo.<\/p>
Su Rostro dolorido me atrae y me fascina. Cuando es el Maestro o cuando es Cristo Resucitado, es hermoso y verle me causa solamente j\u00fabilo. En cambio, este rostro me causa un amor profundo, que no es inferior al amor mismo de una madre por el hijo que sufre.<\/p>
S\u00ed, comprendo. El amor de compasi\u00f3n 1 es la crucifixi\u00f3n de la cria-<\/p>
\u00a0<\/p>
1 V\u00e9ase el dictado del 13 de febrero. 219
tura que sigue al Maestro hasta la tortura final. Es un amor desp\u00f3tico que nos impide cualquier otro pensamiento que no sea el de su dolor. Ya no pertenecemos a nosotros mismos. Vivimos para consolar su tortura y su tortura es nuestro tormento que nos mata, y no es s\u00f3lo una met\u00e1fora. Y, sin embargo, cada una de las l\u00e1grimas que nos hace derramar ese dolor nos es m\u00e1s preciosa que una perla, y cada dolor que nos parece semejante al suyo es m\u00e1s anhelado y amado que un tesoro.<\/p>
Padre, me he esforzado por explicarle lo que siento. Pero es in\u00fatil. De todos los \u00e9xtasis a que Dios puede conducirme, el de su sufrimiento ser\u00e1 siempre el que ha de llevar mi alma a mi s\u00e9ptimo cielo. Creo que la muerte m\u00e1s bella es morir de amor mirando a mi Jes\u00fas doliente.<\/p>
12-15 de marzo<\/p>
El d\u00eda 12 no hay dictado. El 13 no quise escribir. Y Ud. sabe el motivo.<\/p>
El 14, aunque a\u00fan estoy malhumorada, cedo porque… porque si le dejo hablar sin fijar sus pensamientos, siento que me faltan el aire y la vida. Pero a\u00fan estoy enfadada, seguramente. Y si no fuera porque hoy es mi cumplea\u00f1os 1 y porque sus palabras son el regalo m\u00e1s bello para la pobre Mar\u00eda, no ceder\u00eda todav\u00eda, para ver si de este modo me hace la gracia que pido para todos.<\/p>
Desde ayer por la noche Jes\u00fas va repitiendo (y ya lo dec\u00eda cuando Ud. vino):<\/p>
\u00ab\u00bfNo has comprendido que he permitido que conocieras la angustia de Mar\u00eda para que sea gu\u00eda y consuelo para ti en esta hora 2?.<\/p>
Envolv\u00ed la pasi\u00f3n de mi Madre en un velo, porque es algo tan santo que no puede echarse a los puercos 3. Y conced\u00ed las palabras de mi Madre en esa hora tremenda, inferior \u00fanicamente a la
m\u00eda del Getseman\u00ed, s\u00f3lo para el Padre 4, para que tuviera una gu\u00eda al juzgar y ab-<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Dado que naci\u00f3 el 14 de marzo de 1897, ese d\u00eda la escritora cumpl\u00eda 47 a\u00f1os. 2 Se refiere a la visi\u00f3n del 19 de febrero.
3 Mateo 7, 6.<\/p>
4 Se refiere al Padre Migliorini, a quien se dirige a menudo. 220
solver las almas que el dolor hace delirar; s\u00f3lo para ti, para que supieras en tu sufrimiento que la Madre te comprende porque sufri\u00f3 y para que aprendieras c\u00f3mo se reza mientras arde en el coraz\u00f3n una hoguera de dolor y c\u00f3mo se doma el sentimiento que surge contra una voluntad de la que no se conocen los fines, postr\u00e1ndolo bajo la persuasi\u00f3n del esp\u00edritu de la bondad de Dios, o sea, bajo la persuasi\u00f3n que el esp\u00edritu inculca a la raz\u00f3n y al sentimiento, que impone como un yugo a estos dos rebeldes, para su bien. Y conced\u00ed las palabras de mi Madre s\u00f3lo para otras pocas almas, queridas y benditas, de este \u201cpeque\u00f1o reba\u00f1o\u201d m\u00edo.<\/p>
\u00a1Y no has entendido! Si no te conociera como t\u00fa misma no te conoces, tendr\u00eda que ser severo contigo. En cambio, te acaricio y no te dejo ir, \u00a1oh, pobre ovejita m\u00eda envuelta en las espinas! Mira: te las quito una por una, las desenredo entre tus vellones, me pincho Yo para impedir que te pinchen a ti.<\/p>
Aunque no quieres mirarme, estoy aqu\u00ed. Y ya veremos qui\u00e9n gana\u00bb.<\/p>
Despu\u00e9s, esta ma\u00f1ana, tras una noche de agon\u00eda que me muestra por la ma\u00f1ana con un aspecto poco diferente del de la ni\u00f1a de Jairo 5, \u00c9l dice:<\/p>
\u00ab\u00bfVes que no puedes estar sin M\u00ed? \u00bfVes que no puedes estar sin tu Misa, cuyo Evangelio es cantado y comentado por tu Jes\u00fas, cuya bendici\u00f3n es dada por tu Jes\u00fas?<\/p>
\u00a1Oh, pobre, pobre Mar\u00eda, que te encuentras tan mal en la tierra! Es imprescindible que te traiga a M\u00ed. No eres apta para los choques brutales del mundo. Pero a\u00fan tengo necesidad de ti. Piensa en la Madre. Tuvo que quedarse a\u00fan por alg\u00fan tiempo para servir a Jes\u00fas. \u00bfNo quieres quedarte para servir a Jes\u00fas? \u00a1Vamos, vamos! Tus reproches son a\u00fan amor y fe, porque piensas que Jes\u00fas lo puede todo y que tu amor y tu fe total tienen que obrar el milagro.<\/p>
Tambi\u00e9n Marta y Mar\u00eda, en Betania, me reprocharon que no hubiera apresurado el regreso, que me hubiera alejado mientras L\u00e1zaro estaba muriendo 6. Mas Yo las am\u00e9 tambi\u00e9n por esto, porque en ese reproche hab\u00eda amor y fe: \u201cSi T\u00fa hubieras estado aqu\u00ed, nuestro her-<\/p>
\u00a0<\/p>
5 Se refiere al episodio de la \u201cHemorro\u00edsa y la hija de Jairo\u201d, escrito el 11 de marzo y omitido en el presente texto por pertenecer al ciclo del Segundo a\u00f1o de vida p\u00fablica de la vasta obra sobre el Evangelio.<\/p>
6 Juan 11, 20-32.
221<\/p>
mano no habr\u00eda muerto\u201d, dijeron las dos hermanas. Y en ese reproche era evidente su convicci\u00f3n de que Yo pod\u00eda obrar el milagro, como era evidente su gran amor en esa confianza por la que osaban hacer un reproche, tan luego a M\u00ed.<\/p>
\u00a1Que haya paz, paz, alma m\u00eda! \u00a1Que haya paz entre Yo y t\u00fa! Y a quienes podr\u00edan comentar de modo irreverente las palabras de la Madre 7, diles en mi Nombre que en esa hora, Ella era la Mujer. Diles que era la Mujer que reun\u00eda en s\u00ed todos los dolores de la mujer – esos dolores provocados en la mujer por culpa de la primera de ellas – y que deb\u00eda expiarlos, como Yo hab\u00eda reunido en M\u00ed todos los dolores del hombre para poder expiarlos.<\/p>
Diles a quienes niegan que Mar\u00eda haya podido sufrir porque es santa, que Ella lo sufri\u00f3 todo, como ninguna de sus hermanas de sexo ha sufrido; que lo sufri\u00f3 todo, excepto los dolores del parto (porque en Ella no estaba la culpa y la maldici\u00f3n de Eva) y los de la agon\u00eda f\u00edsica, por la misma raz\u00f3n 8. Dio a luz al Hijo de sus entra\u00f1as inmaculadas y entreg\u00f3 a Dios su esp\u00edritu sin mancha, tal como el Creador hab\u00eda decretado que lo hicieran todos los hijos de Ad\u00e1n, si la culpa no les hubiera injertado en el Dolor.<\/p>
Diles que Yo, por ser el principal Expiador, tuve que sufrir inmensamente tambi\u00e9n el dolor de la muerte, \u00a1y de aquella Muerte!, aun siendo el Santo de los santos.<\/p>
Diles a quienes niegan que en las horas expiatorias de la Pasi\u00f3n Mar\u00eda haya podido sufrir en su alma, en su mente y en su carne, que si Yo puedo hacer participar de mis sufrimientos y marcar con mis llagas a un siervo o a una sierva m\u00edos – que son criaturas que me aman, aunque su amor es algo relativo – \u00bfc\u00f3mo podr\u00eda no haber asociado a estos sufrimientos y hacer part\u00edcipe de ellos a mi Madre, a Mar\u00eda la Santa, a Mar\u00eda que es la Caridad, a Mar\u00eda que es inferior \u00fanicamente a Dios, a La que me amaba a la perfecci\u00f3n, ya como Madre – porque, por lo inmaculado de su ser, era perfecto su sentimiento – ya como creyente, porque en su santidad me am\u00f3 como nadie? De este modo, el sufrimiento del Hijo de Dios era aumentado por el valor del sufrimiento de la Llena de Gracia.<\/p>
\u00a1Oh, hombres!, Ella era Madre. Me hab\u00eda llevado en s\u00ed, me hab\u00eda engendrado, dado a luz, criado. No estaba hecha de estopa; estaba<\/p>
\u00a0<\/p>
7 Por lo que se refiere a la angustia de la Madre, como en la nota 2. 8 G\u00e9nesis 3.
222<\/p>
dotada de nervios y de un coraz\u00f3n. Era carne y no s\u00f3lo esp\u00edritu. Era carne pura, mas era carne a\u00fan. Si Yo llor\u00e9, si Yo sud\u00e9 sangre, \u00bfacaso Ella no habr\u00e1 llorado, y llorado sangre?<\/p>
\u00a1Oh, hombres!, Yo era su Hijo. Yo no era el fantasma de un hombre. Yo era Carne, era su Carne. Y en esa Carne, sobre esa Carne, Ella, por su perfecta presciencia, ve\u00eda abatirse los flagelos, penetrar las espinas, descender los azotes, golpear las piedras y penetrar los clavos y, por su santidad, los recib\u00eda en s\u00ed.<\/p>
\u00a1Oh, hombres!, reflexionad. \u00bfDec\u00eds que cre\u00e9is en la Comuni\u00f3n de los Santos, que es la uni\u00f3n de
las plegarias y los sufrimientos a los m\u00e9ritos infinitos de Cristo, en favor de las necesidades de los esp\u00edritus, y no pod\u00e9is admitir que la primera que particip\u00f3 en ella fue Mar\u00eda, mi Santa y la vuestra?<\/p>
\u00a1Oh, peque\u00f1o Juan que est\u00e1s enfurru\u00f1ado!, di esto a los hombres que tienen una fe y unas ideas falseadas por un racionalismo que ni advierten y que, como la grama, ha invadido solapadamente hasta los esp\u00edritus que con m\u00e1s sincero deseo anhelan vivir en la verdad. Mas recuerda que Juan no pon\u00eda cara larga nunca, ni siquiera cuando Yo le reprend\u00eda o le desatend\u00eda y los dem\u00e1s rivalizaban con \u00e9l.<\/p>
Ve en paz. Te bendigo aunque hoy eres tan obstinada como una cabrita. \u00a1S\u00e9 buena! \u00a1S\u00e9 buena! Piensa que te he amado tanto que he hecho de ti mi portavoz. Ve en paz. Te bendigo una vez m\u00e1s\u00bb.<\/p>
16 de marzo<\/p>
Hebreos 5, 7.8.12.14; 6, 1.4.6.8.<\/p>
Dice Jes\u00fas:<\/p>
\u00abQuiero que t\u00fa y muchos otros consider\u00e9is una virtud de la que os ha derivado un gran bien, el bien m\u00e1s grande, as\u00ed como de su contrario os ha venido tanto mal, el mal mayor. Ya te he hablado de ello, mas tu sufrimiento no te ha hecho recordar las palabras. Te las repito porque me urge que las conozc\u00e1is.<\/p>
Dado que os amaba infinitamente, Yo quise ser vuestro Redentor. Mas no lo fui \u00fanicamente por la Sabidur\u00eda, ni por la Potencia ni por la Caridad. \u00c9stas son tres caracter\u00edsticas, tres dotes divinas, y las tres obraron en la Redenci\u00f3n del g\u00e9nero humano, pues os instruyeron, os conmovieron con milagros, os redimieron con el Sacrificio.<\/p>
Mas Yo era el Hombre. Y, por serlo, deb\u00eda poseer esa virtud cuya 223
p\u00e9rdida hab\u00eda perdido al hombre, y redimiros con ella. El hombre se hab\u00eda perdido por haber desobedecido al deseo de Dios. Yo; el Hombre, he debido salvaros obedeciendo al deseo de Dios.<\/p>
Dice Pablo que Yo, \u201ctras haber ofrecido, en los d\u00edas de mi vida mortal, plegarias y s\u00faplicas con fuertes gritos y con l\u00e1grimas para salvar al hombre de la muerte espiritual, fui escuchado por mi reverencia\u201d. Y agrega que, habiendo alcanzado la perfecci\u00f3n porque hab\u00eda aprendido (o sea, porque hab\u00eda cumplido por obediencia), me convert\u00ed en la causa de salvaci\u00f3n eterna para todos los que me obedecen.<\/p>
Por lo tanto, Pablo dice – con palabras que el Esp\u00edritu hace verdaderas – que Yo, el Hijo de Dios hecho Hombre, alcanc\u00e9 la perfecci\u00f3n por medio de la obediencia y pude ser Redentor gracias a ella. Yo, el Hijo de Dios, alcanc\u00e9 la perfecci\u00f3n con la obediencia. Yo redim\u00ed con la obediencia.<\/p>
Si medit\u00e1is profundamente acerca de esta verdad, ten\u00e9is que sentir lo que siente el que est\u00e1 prono sobre una elevada ensenada marina y, desde all\u00ed, mira fijamente la profundidad y la inmensidad del mar y le parece hundirse en ese abismo l\u00edquido del que no conoce ni la profundidad ni los confines.
\u00a1Es la obediencia! Es ese mar ilimitado y abismal en el que me sumerg\u00ed antes que vosotros para volver a la Luz a los que hab\u00edan naufragado en la culpa. Es el mar en el que tendr\u00edan que sumergirse los verdaderos hijos de Dios para ser redentores de s\u00ed mismos y de sus hermanos. Es el mar que no tiene solamente grandes profundidades y grandes olas, sino tambi\u00e9n playas bajas y peque\u00f1as olas que parecen bromear con la arena de la orilla, esas olitas que tanto les gustan a los ni\u00f1os que juegan con ellas.<\/p>
La obediencia no est\u00e1 hecha solamente de horas excelsas en las que obedecer significa morir como hice Yo, en las que obedecer significa arrancarse del lado de una Madre como hice Yo, en las que obedecer significa renunciar a la propia morada como hice Yo, al dejar el Cielo por vosotros.
La obediencia est\u00e1 hecha tambi\u00e9n de cosas min\u00fasculas de cada hora, que van cumpli\u00e9ndose sin refunfu\u00f1os a medida que se presentan.<\/p>
\u00bfQu\u00e9 es el viento? \u00bfEs siempre un torbellino que inclina la cima de los \u00e1rboles seculares y la dobla, la quiebra, la echa al suelo? No, no es s\u00f3lo eso. Tambi\u00e9n es viento cuando, con mayor levedad que una caricia materna, peina las hierbas del prado y el trigo en el que bro-<\/p>
224<\/p>
tan los reto\u00f1os y los hace ondular apenas, como si la cima de sus verdes tallos se estremeciera de alegr\u00eda al ser rozados por la brisa ligera. Las peque\u00f1as cosas son la brisa ligera de la obediencia.
\u00a1Son peque\u00f1as, mas cu\u00e1nto bien hacen!<\/p>
Ahora es primavera. \u00a1Qu\u00e9 dulce ser\u00eda esta estaci\u00f3n, si la sangre no la manchara 1! Las plantas, que saben amar y obedecer al Creador, est\u00e1n poni\u00e9ndose su nuevo atav\u00edo hecho de esmeraldas y se engalanan con flores como una novia. Los prados parecen un encaje, un terciopelo bordado de flores y los bosques muestran su felpa perfumada bajo una b\u00f3veda de cimas verdes y sonoras. Mas, si no existieran los tenues vientos de abril y tambi\u00e9n las alocadas r\u00e1fagas de marzo, \u00a1cu\u00e1ntas flores quedar\u00edan sin fecundar y cu\u00e1ntos prados sin agua! Por lo tanto, las flores y las hierbas habr\u00edan nacido para morir sin un objeto. El viento empuja las nubes y, de este modo, riega flores e hierbas; el viento hace que las flores se besen – lleva a las plantas lejanas el beso de otras, igualmente lejanas
– y en su alegre carrera de ramo en ramo, de \u00e1rbol en \u00e1rbol, de huerto en huerto, fecunda y hace que esas flores se conviertan en fruto.<\/p>
Tambi\u00e9n la menuda obediencia a todas las cosas que Dios os presenta a trav\u00e9s de los acontecimientos del d\u00eda, hace lo que el viento con las plantas y las hierbas de los prados y huertos. De vosotros, que sois flores, hace frutos, frutos de vida eterna.<\/p>
\u00a1Bienaventurados los que, atrapados en el torbellino del Amor y de su amor, cumplen el sacrificio total de s\u00ed mismos; los peque\u00f1os redentores que me perpet\u00faan y que llegan a la obediencia suprema al beber mi mismo c\u00e1liz de dolor! Mas, bienaventurados tambi\u00e9n los que, aun sin tener el coraje de decirle al torbellino del Amor: \u201cTe amo; heme aqu\u00ed, t\u00f3mame\u201d, saben doblarse al viento leve del Amor, del Amor que sabe graduar las fuerzas del hombre, su hijo, y dar a cada uno esa presi\u00f3n determinada que es capaz de soportar.<\/p>
\u00a1Oh, hijos!, os parece que la prueba es muchas veces superior a vuestra fuerza. Y nunca como ahora os parece que es as\u00ed. Pero eso os sucede porque os empecin\u00e1is, porque sois soberbios y desconfiados. Quer\u00e9is obrar por vosotros mismos y no os abandon\u00e1is a M\u00ed. No soy un verdugo. Soy El que os ama. Soy un Padre bueno. Y si no puedo anular la Justicia, al menos aumento, para compensar, la Misericordia. Y la aumento tanto m\u00e1s, cuanto m\u00e1s crece la necesidad de Justi-
<\/p>
1 Se refiere a la segunda guerra mundial, que por entonces no habia terminado. 225
cia debido a la marea de delitos, de blasfemias, de desobediencias a la Ley, que cubre la Tierra.<\/p>
Naufrag\u00e1is en esa marea. Naufrag\u00e1is los inocentes, los casi inocentes, los culpables, los grandes culpables. Mas, si para estos \u00faltimos la profundidad del naufragio estar\u00e1 en las profundidades de Satan\u00e1s (y esto ya en vida porque, aunque fingen vivir en paz, est\u00e1n destruidos por una conciencia que les acosa y no les deja en paz), para las otras dos categor\u00edas esa profundidad estar\u00e1 en mi Misericordia, est\u00e1 en ella para los que son casi inocentes y est\u00e1 en mi Coraz\u00f3n para los inocentes. Mas, como Misericordia y Coraz\u00f3n ya son Cielo, para \u00e9stos, tras los consuelos que no les niego en la Tierra – como t\u00fa sabes -, ya est\u00e1 preparado el Cielo.<\/p>
Tambi\u00e9n le dije otra cosa a tu esp\u00edritu, y tu esp\u00edritu no pudo hac\u00e9rsela escribir a tu carne agotada; te la repito ahora.<\/p>
En toda esta ense\u00f1anza m\u00eda, no hay lecci\u00f3n o visi\u00f3n que os haya dado sin seguir un dise\u00f1o educativo m\u00edo, que no comprend\u00e9is o que comprend\u00e9is con atraso y de modo parcial. Si meditarais con la lucidez de la intuici\u00f3n, ver\u00edais que las lecciones que os doy por medio de los dictados o las contemplaciones del portavoz, est\u00e1n relacionadas siempre con hechos que est\u00e1n a punto de producirse. Lo hago para daros una ayuda sobrenatural. Suponiendo que el mundo no se degrade total y bestialmente, estas p\u00e1ginas har\u00e1n mucho bien a las almas tambi\u00e9n en el futuro, porque contienen ense\u00f1anzas de Ciencia eterna; mas, para vosotros que viv\u00eds en esta hora fatal, son tambi\u00e9n una gu\u00eda y un consuelo en las horas que est\u00e1is viviendo.<\/p>
Tambi\u00e9n vosotros, como los primeros cristianos de Pablo, \u201cos hab\u00e9is hecho algo d\u00e9biles en entender… y a\u00fan ten\u00e9is necesidad, de nuevo, de que os ense\u00f1en los primeros rudimentos de la palabra de Dios, y est\u00e1is obligados a alimentaros con leche y no con un alimento s\u00f3lido\u201d. Os hab\u00e9is vuelto ni\u00f1os, pero no lo sois por la inocencia y la ingenuidad, no lo sois por la fe segura, sino por vuestra incapacidad de caminar en la fe y de comprender sus verdades.<\/p>
\u00a1Hab\u00e9is retrocedido tanto! Las palabras de la Justicia son s\u00f3lo un sonido que resuena en vuestro o\u00eddo y, a veces, ni siquiera lo percib\u00eds. No es para vosotros alimento de Vida. No puede serlo, porque no lo asimil\u00e1is. Por vuestra culpable indiferencia, por vuestra culpable simpat\u00eda hacia la culpa, vuestro esp\u00edritu est\u00e1 atacado de infantilismo y ya no posee ese zumo que lo hace capaz de convertir en propia nutrici\u00f3n el alimento robusto de los adultos en la fe. O no ten\u00e9is reli-<\/p>
226<\/p>
gi\u00f3n o ten\u00e9is una religi\u00f3n que consiste en una coreograf\u00eda de formalidades y sentimentalismo.<\/p>
Mas, \u00bfsab\u00e9is qu\u00e9 quiere decir: \u201cReligi\u00f3n\u201d? Quiere decir seguir a Dios y su Ley; no es s\u00f3lo cantar bellos himnos, hacer bellas procesiones o bellas funciones religiosas, concurrir a pr\u00e9dicas elegantes, ser el miembro A o B de una determinada asociaci\u00f3n. Todas \u00e9stas son cosas que estimulan vuestro sentimiento, y nada m\u00e1s. Religi\u00f3n quiere decir hacer del hombre-animal el hombre semidios. A trav\u00e9s de la religi\u00f3n es necesario anular la animalidad en sus muy variadas formas, que van de la carne al pensamiento. \u00a1Abajo la gula, abajo la lujuria! \u00a1Fuera la avaricia!
\u00a1Abajo la apat\u00eda! \u00a1Que se mate a la mentira y a la soberbia! Sed castos, caritativos, humildes, honestos; en fin, sed como Dios quiere y como Yo os he ense\u00f1ado a ser. Entonces ser\u00e9is adultos en
la religi\u00f3n, en la fe; ser\u00e9is hombres verdaderamente formados, que \u201cten\u00e9is aleccionadas vuestras facultades al discernimiento del bien y el mal por la pr\u00e1ctica\u201d.<\/p>
Por este motivo, dejo de lado las ense\u00f1anzas elementales y vengo a instruiros sobre lo m\u00e1s perfecto, porque quiero llevaros a ese nivel. Ser\u00e9is pocos: se tratar\u00e1 s\u00f3lo de los que tienen sed de Justicia, sed de Verdad, sed de Saber. Mas a \u00e9stos, mis bienaventurados, les doy un pan que les ayuda a gustar cada vez mejor el otro Pan, que soy Yo-Eucarist\u00eda. Tambi\u00e9n en mi vida p\u00fablica hice preceder el pan de la Palabra al pan del Sacramento 2, pues Aqu\u00e9l siempre debe preparar para \u00c9ste. La Iglesia docente existe para eso, para perpetuar mi ministerio de Maestro y haceros capaces de extraer del Sacramento el m\u00e1ximo poder vital.<\/p>
Mas \u00a1ay de quienes, tras haber sido iluminados, prefieren volver a las tinieblas! \u00a1Ay de los que, tras haber saboreado el alimento celestial, prefieren los bocados de Satan\u00e1s! \u00a1Ay de los que, luego que el Esp\u00edritu Santo les dio la conciencia de la Verdad, volvieron a ser brutos, deshonr\u00e1ndose a s\u00ed mismos! No es posible que, tras haber precipitado, vuelvan por penitencia. Pues, si es verdad que Yo concedo abundantemente mi perd\u00f3n a la debilidad del hombre, soy inexorable con quien quiere permanecer en el Mal, tras haber elegido el Mal, espont\u00e1neamente, como propio rey.<\/p>
Y vosotros, a quienes hago gustar la dulzura de la palabra de Dios, que se difunde nuevamente para hacer frente a la excesiva mu-<\/p>
\u00a0<\/p>
2 Lucas 24, 27-31.<\/p>
227<\/p>
dez sacerdotal, a la excesiva ceniza tibia, cuando tendr\u00eda que ser fuego vivo; que se difunde para neutralizar en mis noveles disc\u00edpulos el veneno de Satan\u00e1s, que circula por la Tierra; vosotros, por quienes levanto los velos que ocultan los secretos de mi jornada humana y los misterios del futuro siglo; vosotros, sed dignos de tal don. Convert\u00edos en espigas lozanas y no en \u00e1rida paja, lista para el fuego. Ser\u00e9is espigas para el trigo eterno. Renacer\u00e9is en el Cielo.<\/p>
\u00a1Oh, la alegr\u00eda de estar fuera del mundo, la alegr\u00eda de estar donde est\u00e1 Dios! Cuando exhal\u00e9 mi esp\u00edritu y pude volver a ver al Padre, experiment\u00e9 una beatitud como no la hab\u00eda experimentado nunca por la eternidad. Y a\u00fan perdura porque ahora s\u00e9 qu\u00e9 quiere decir estar separado del Cielo, estar separado de Dios. Sufr\u00ed en M\u00ed todas las experiencias para poder defenderos ante el Alt\u00edsimo.
Mas en verdad os digo que mi misma bienaventuranza ser\u00e1 la vuestra cuando est\u00e9is aqu\u00ed, fuera del exilio, conmigo, junto al Padre, en la Patria del Amor.<\/p>
\u00a1Oh, hijos!, estar\u00e9is en la Patria del Amor, all\u00ed donde no hay m\u00e1s odio ni delitos, donde no hay m\u00e1s llanto ni terror\u00bb.<\/p>
Jes\u00fas me dice que escriba tambi\u00e9n esas palabras sobre la funci\u00f3n de ciertas almas en el mundo. Lo hago aunque, por estar tan d\u00e9bil y atormentada, me da vueltas la cabeza como una perinola.<\/p>
\u00ab\u00bfHas comprendido ahora el por qu\u00e9 de los conventos de clausura, su raz\u00f3n de ser?<\/p>
No todos tienen tiempo de rezar, visto que est\u00e1n tan empe\u00f1ados en la vida activa. Es verdad que la actividad honesta es ya plegaria y, por eso, los que rezan mientras trabajan est\u00e1n justificados.
Mas son muchas las necesidades del hombre y son muchos los hombres que no rezan en absoluto. Los que viven en el claustro rezan por todos los que no quieren o no pueden rezar, de modo que cada d\u00eda aporte ese n\u00famero de homenajes que requiere la Divinidad (pensad que en el Cielo no existen pausas para el Gloria a Dios). Le rezan a Dios para honrarle, le rezan para aplacarle, le rezan para impetrarle. Son los brazos que est\u00e1n alzados sobre los que combaten, y piden por todos.<\/p>
T\u00fa, en tu casa, eres la peque\u00f1a enclaustrada que reza por todos. Mas tu caridad debe ser vasta como el mundo. M\u00e1s a\u00fan: debe ser vasta como toda la Creaci\u00f3n, debe invadir tambi\u00e9n el Cielo. O mejor: debe comenzar por \u00e9l.<\/p>
Rezar para elevar alabanzas y ofrecer reparaciones a Dios, que es insultado por tantos seres. 228
Rezar por quien no reza. Rezar por la Iglesia.
Rezar por el Sacerdocio que, si no vuelve a ostentar el esplendor de un m\u00e1rtir como Lorenzo, os har\u00e1 cada vez m\u00e1s propensos a la idolatr\u00eda.<\/p>
Rezar por la sociedad humana, para que venga a Dios si quiere salvarse. Rezar por la Patria, para que goce de paz y bien.
Rezar por quien sufre, por quien tiene hambre, por quien no tiene un techo. Rezar por quien duda y se siente aferrar por la desesperaci\u00f3n.
Rezar, rezar, rezar.<\/p>
Por \u00faltimo, rezar por ti.<\/p>
No teng\u00e1is temor. Si vosotros que rez\u00e1is por todos no rez\u00e1is por vosotros, rezo Yo por vosotros al Padre. Quedaos tranquilos.<\/p>
Las almas que oran en el mundo, las que saben convertir su enfermedad no en un ocio forzado sino en una actividad santa, son las peque\u00f1as clausuras que Yo desparramo en el mundo como flores para ayudar a las grandes clausuras y para aplacar al Padre y llevar alivio a la humanidad con esta suma de incansables plegarias\u00bb.<\/p>
Y ahora, Padre, le dir\u00e9 que estoy conmovida por la bondad de Dios, de la cual ha derivado la suya. Jes\u00fas se lo ha inspirado. Yo deseaba tanto entrar en la Orden Tercera de la Dolorosa. Si no hubiera sido desde ni\u00f1a muy devota de S. Francisco de As\u00eds y no hubiera sufrido muchas experiencias dolorosas con sacerdotes pertenecientes a los Siervos de Mar\u00eda, me habr\u00eda dirigido a la Orden de la Dolorosa o a la del Carmen cuando, en 1926, decid\u00ed entrar en una Orden Tercera.
Porque quer\u00eda ser de Mar\u00eda aun cuando… era una cabrita, como dice Jes\u00fas 3. Como la conoc\u00eda poco, la amaba mal, pero instintivamente yo iba hacia Ella. Ahora, desde que la he visto sufrir, la amo como amo a su Hijo: \u201ccon todas mis fuerzas\u201d 4 y, por eso, se hab\u00eda agudizado mi deseo de pertenecer a la Dolorosa. No lo dec\u00eda, pero llevaba clavada en la garganta la espina del deseo.<\/p>
Doy gracias a Jes\u00fas y a su Madre porque se lo han dicho a Ud. y le agradezco a Ud. por
haberlo comprendido. Es in\u00fatil. Ya desde el a\u00f1o<\/p>
\u00a0<\/p>
3 Lo dice as\u00ed en los dictados del 4 y del 24 de junio en \u201cLos cuadernos. 1943\u201d y en el \u00faltimo p\u00e1rrafo del dictado del 15 de marzo de 1944.<\/p>
4 Como dice al final del dictado del 8 de diciembre en \u201cLos cuadernos. 1943\u201d. 229
pasado he dicho que la Virgen Dolorosa ha obrado siempre de modo prepotente para conmigo. Ha querido que fuera guiada por un hijo suyo 5; ha querido para su altar la labor que yo hab\u00eda hecho para otros altares6; ahora quiere que yo muera con su atav\u00edo7.<\/p>
Pues bien: esperemos que quiera de su Hijo lo que le pido para todos (la paz) y lo que le pido para m\u00ed: la salvaci\u00f3n de mi pobre alma. Y, de este modo, tambi\u00e9n Ud. tendr\u00e1 a su Fernanda Lorenzoni 8.<\/p>
Y ahora basta; de lo contrario, me desmayo.<\/p>
\u00a0<\/p>
5 Se trata del P Romualdo M. Migliorini. V\u00e9ase la nota 1 en el texto del 1\u00b0 de enero. 6 Se trataba de un bordado realizado por la escritora para un mantel de altar.
7 Se refiere al atav\u00edo de terciaria de la Orden de los Siervos de Mar\u00eda.<\/p>
8 Se trata de Fernanda Paola Lorenzoni, terciaria de la Dolorosa (1906-1930).<\/p>
\u00a0<\/p>
18 de marzo<\/p>
Mateo 23, 19.<\/p>
Ayer, viernes, hubo s\u00f3lo silencio. Hubo s\u00f3lo dolor recibido como don y ofrecido como don. Hoy Jes\u00fas dice esto:
\u00abUna de las desviaciones de vuestro pensamiento de cat\u00f3licos, de cristianos en general, consiste en esto: vosotros confund\u00eds la ofrenda con el altar. Vosotros cre\u00e9is que la ofrenda es m\u00e1s grande que el altar. Y esto les sucede tambi\u00e9n a los que entre vosotros son buenos hijos del Se\u00f1or. Os hablo de esto para corregiros.<\/p>
Amo mucho vuestras ofrendas de plegarias y de sacrificios y s\u00f3lo cuando est\u00e9is en el Para\u00edso, ver\u00e9is c\u00f3mo las us\u00e9 y cu\u00e1nto bien hice con ellas.<\/p>
Me ofrec\u00e9is vuestras pobres cosas siempre impregnadas de vuestra condici\u00f3n humana, siempre manchadas de imperfecciones. Nada ten\u00e9is, algo m\u00e1s bello, que ofrecerme. Aun el mejor de
los hombres, mientras sea hombre, estar\u00e1 sujeto siempre a ser imperfecto. Cuando est\u00e9is aqu\u00ed, conmigo, ya no ser\u00e9is tales.<\/p>
A mis ojos vuestras acciones son imperfectas siempre. Mas Yo noto vuestro esfuerzo y el afecto, la rectitud, con que las ofrec\u00e9is. Y no las desde\u00f1o. Al contrario, las acojo con amor y las santifico, las purifico con mi contacto y, una vez que las he hecho santas y puras, las uso para el bien del mundo y para vuestro bien.<\/p>
230<\/p>
\u00a1Oh! Yo soy un banquero honesto y bueno. No dejo estancados vuestros ahorros. No los uso para M\u00ed o para otros, priv\u00e1ndoos de los provechos. Por el contrario, los atesoro para vosotros y, aun gastando vuestras monedas para las necesidades del mundo, acumulo con amor el fruto de las mismas para que lo encontr\u00e9is en la hora de la muerte y sea vuestra dote para entrar en mi Reino.<\/p>
Pues bien, vosotros me dais vuestras pobres cosas siempre imperfectas pero muy amadas por M\u00ed. Me las dais a M\u00ed, porque todas las obras buenas que hac\u00e9is al pr\u00f3jimo y para el pr\u00f3jimo vuestro, me las hac\u00e9is a M\u00ed. As\u00ed lo he dicho 1. Y dar al pr\u00f3jimo significa tanto dar el pan, el agua, la hospitalidad, el vestido, el consuelo, la ense\u00f1anza, el ejemplo, como dar por \u00e9l la vida, ofreci\u00e9ndomela por la salvaci\u00f3n de uno o de muchos y por el triunfo del bien, de mi bien, en el mundo.<\/p>
Mas, me deis lo que me deis, pensad siempre que no es por ello que obten\u00e9is lo que ped\u00eds. Lo obten\u00e9is por vuestro Dios. Yo soy quien os hace la gracia; Yo, que soy el altar, porque el altar representa el trono de Dios. Yo soy quien santifica la ofrenda; no es la ofrenda la que me santifica. Yo soy quien quiere y puede; no sois vosotros los que quer\u00e9is y pod\u00e9is.<\/p>
Por eso, cuando dec\u00eds en el Pater: \u201cFiat voluntas tua\u201d, ten\u00e9is que pensar que tambi\u00e9n en vuestras peticiones deb\u00e9is aceptar mi voluntad de escucharos y de concederos lo que ped\u00eds. Y no ten\u00e9is que decir: \u201cVisto que he dado, debo recibir\u201d. Hab\u00e9is dado y la fe que ten\u00e9is en M\u00ed, esta confianza en M\u00ed, que son tan grandes que os parece imposible que Yo no intervenga para satisfaceros, es para M\u00ed m\u00e1s dulce que una caricia filial. Mas, si por un motivo que no pod\u00e9is entender, Yo no concedo, ten\u00e9is que darme un beso, forma de amor m\u00e1s profunda que la caricia, en lugar de \u00e9sta; ten\u00e9is que darme el beso de vuestra inmediata, risue\u00f1a, humilde, santa obediencia y resignaci\u00f3n a mi voluntad.<\/p>
El altar es mucho m\u00e1s que la ofrenda que est\u00e1 sobre \u00e9l y lo que habla es el altar. Por lo tanto, no confund\u00e1is la cosa con Aquello a lo que se da la cosa.<\/p>
No quiero llamaros fariseos, porque en esta leve culpa incurr\u00eds justo vosotros, los que sois m\u00e1s generosos, los m\u00e1s deseosos de amarme con coraz\u00f3n honesto. En el obrar de los fariseos hay multiformes errores; en vuestra conducta hacia Dios, est\u00e1 solamente \u00e9ste. Mas,<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Mateo 25, 31-46.<\/p>
231<\/p>
puesto que os he dicho: \u201cSed perfectos\u201d 2, quitaos del coraz\u00f3n tambi\u00e9n este error.<\/p>
Una vez que hay\u00e1is depositado en el altar vuestro don, una vez que me hay\u00e1is dado a M\u00ed,
vuestro Dios, vuestras ofrendas, dejad que el altar las eleve, dejad que Dios las consagre. Acordaos de cuando Yo hac\u00eda descender el fuego divino sobre las pobres ofrendas para que se consumieran en un sacrificio de grato aroma 3. Ning\u00fan sacerdote, ning\u00fan fuego es m\u00e1s que Yo, que tomo vuestro don y lo consagro y lo consumo y lo uso para lo que me parece \u00fatil, aun cuando a vosotros no os lo parece; ning\u00fan don es m\u00e1s bello que el que se da no s\u00f3lo como forma, sino tambi\u00e9n con el pensamiento; ninguno es m\u00e1s bello que el don que se da y que, una vez que se ha dado, no es recordado con altaner\u00eda a El que lo ha recibido. Me basta mi inteligencia para acordarme de vosotros. Me basta vuestra sonrisa, vuestro llamado: \u201c\u00a1Jes\u00fas!\u201d, vuestro decirme: \u201c\u00a1Padre!\u201d, me basta eso, para tener presente vuestra ofrenda, como si vuestro \u00e1ngel la elevara a la altura de mi mirada.<\/p>
\u00a1Coraje, hijos m\u00edos!, el mundo es feroz. Pero eso pasa y no vuelve. Yo permanezco con mi bondad y, conmigo, permanece mi mundo paradisiaco, donde se os espera para que olvid\u00e9is, en el gozo eterno, todos los horrores de la Tierra\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
2 Mateo 5, 48.<\/p>
3 1 Reyes 18, 36-39.<\/p>
19 de marzo<\/p>
Juan 21, 19. Dice Jes\u00fas:
\u00abHe aqu\u00ed otra breve ense\u00f1anza para los que casi han llegado a la meta, pero tienen necesidad de cumplir los \u00faltimos esfuerzos para alcanzar victoriosamente la conclusi\u00f3n de la prueba.<\/p>
He dicho: \u201cSed perfectos\u201d 1. La perfecci\u00f3n comienza a partir de las cosas m\u00e1s gravosas y se cumple con las m\u00e1s ligeras. Comienza dominando la carne, comienza enmendando el pensamiento de esas ideas que no constituyen pecado, pero que encierran la tara de una injusticia mental que no le agrada a Dios; una tara que despierta la piedad<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Mateo 5, 48, como ya se ha aclarado en el dictado precedente. 232
de Dios, que es misericordioso, pero que no le agrada. Entonces, \u00bfpor qu\u00e9 quer\u00e9is venir a M\u00ed no con las ropas envilecidas por las manchas pero, de todos modos, con un ropaje que no es fresco e intacto como el de la azucena, que se quita el polvo con el roc\u00edo matutino?<\/p>
Yo soy vuestro roc\u00edo y me derramo para quitaros aun los m\u00e1s leves ofuscamientos de vuestra \u00edndole humana y de error, y para engalanaros con mi Gracia para convertiros en las joyas del trono del Padre. Os di mi Amor y mi Sangre. Os di mi Palabra y mi Cuerpo. Mas quiero daros a\u00fan m\u00e1s que la Palabra. Quiero daros mi Pensamiento.<\/p>
\u00bfQu\u00e9 es el pensamiento? Es el alma de la palabra. Cuando dos seres se aman, no se contentan
con decirse las palabras necesarias, sino que se comunican tambi\u00e9n los pensamientos \u00edntimos. \u00a1Oh, qu\u00e9 j\u00fabilo poder confiar a quien nos ama lo que, como una chispa, una m\u00fasica, un latido, bulle en nuestra mente, este fervor que nos diferencia de los brutos, cuyos impulsos mentales se limitan a las necesidades rudimentales de la vida!<\/p>
El hombre piensa y su pensamiento engendra obras de arte, de talento, de belleza. El hombre piensa y su pensamiento es como un \u00edntimo amigo, que colma con su compa\u00f1\u00eda aun la soledad del ermita\u00f1o. El pensamiento del hombre, por su \u00edndole espiritual, se mueve libremente por todo el universo. Se sume en la memoria de las edades lejanas; se sumerge en la previsi\u00f3n de los tiempos futuros; estudia, contempla y medita las admirables obras de Dios en la Creaci\u00f3n; reflexiona sobre los misterios humanos, pues cada hombre es un misterio encerrado en un ropaje mortal; un misterio que es luminoso o sombr\u00edo, seg\u00fan sea su \u00e1nimo santo o sat\u00e1nico; un misterio que s\u00f3lo Dios conoce, porque \u00c9l nada ignora. Y el pensamiento del hombre, de la contemplaci\u00f3n de las cosas y los hombres, asciende a la contemplaci\u00f3n de Dios. Como \u00e1guila veloz que se lanza cual saeta del valle a las cimas y de \u00e9stas asciende a\u00fan m\u00e1s para volar libremente en el cielo, para subir hacia el sol, para buscar las estrellas, as\u00ed el pensamiento humano puede subir, volar libremente, sumergirse en la pureza radiosa de Dios, tras haber meditado sobre la capacidad humana; ascender a la inmensidad divina tras haber reflexionado sobre la relatividad humana; meditar sobre la eternidad divina tras haber contemplado la labilidad humana; ascender a la Perfecci\u00f3n tras haber observado, exento de la soberbia que enceguece, la humana imperfecci\u00f3n.<\/p>
Pues bien, \u00a1cu\u00e1n dulce es comunicar a quien se ama este pensa- 233
miento nuestro! \u00a1Cu\u00e1n dulce es ofrecer a los seres m\u00e1s queridos las luces de este pensamiento como si fueran gemas! Es el amor del amor, o sea, el amor m\u00e1s puro, el elegido por sobre los dem\u00e1s.<\/p>
Quiero daros mi Pensamiento. Quiero haceros comprender el Pensamiento oculto en la Palabra. Es como si os cogiera y os introdujera en mi Mente y os hiciera conocer los tesoros que ella encierra, para haceros cada vez m\u00e1s semejantes a M\u00ed y, por lo tanto, m\u00e1s gratos al Padre m\u00edo y vuestro.<\/p>
En el Evangelio de Juan, que es el perfecto poseedor del Pensamiento del Verbo de Dios hecho Carne, del pensamiento de su Jes\u00fas, su Maestro y Amigo, est\u00e1 escrita esta frase: \u201cEntonces dijo esto para denotar con qu\u00e9 muerte rendir\u00eda gloria a Dios\u201d 2.<\/p>
Dice: \u201ccon qu\u00e9 muerte rendir\u00eda gloria a Dios\u201d. \u00a1Oh, hijos! Todas las muertes denotan la gloria rendida a Dios, si se las acepta y se las padece con santidad. Que est\u00e9 lejos de vosotros la santa envidia de \u00e9sta o aquella muerte. Que est\u00e9 lejos el juicio humano sobre el valor de \u00e9sta o aquella muerte. La muerte es el cumplimiento de una voluntad de Dios. Aunque la ejecute un hombre feroz, que se erige en \u00e1rbitro del destino ajeno y que, por su adhesi\u00f3n a Satan\u00e1s, se convierte en instrumento del mismo para atormentar a sus semejantes y asesinarles, aunque sea maldecido por M\u00ed, la muerte siempre significa la extrema obediencia a Dios, que orden\u00f3 la muerte del hombre debido a su pecado 3.<\/p>
Conoc\u00e9is tantas indulgencias y existen almas peque\u00f1as (peque\u00f1as no en cuanto a lo menudas, sino en cuanto a lo mezquinas) que practican una religi\u00f3n estrecha, fajada por las formalidades como una momia en las tinieblas del hipogeo y que, por eso, hacen la suma diaria de los d\u00edas de indulgencia que obtienen con \u00e9sta y aquella plegaria. Es verdad que las indulgencias existen para que las goc\u00e9is en la vida futura. Mas, iluminaos, poned alas a vuestra alma y a vuestra religi\u00f3n, que
son cosas celestes. No hag\u00e1is de ellas esclavas encerradas en una oscura prisi\u00f3n. \u00a1Dadles luz y m\u00e1s luz, alas y m\u00e1s alas! \u00a1Elevaos! \u00a1Amad! Rezad para amar, sed buenos para amar, vivid para amar.<\/p>
Las dos mayores indulgencias son plenarias y vienen de Dios, de M\u00ed, que soy el Pont\u00edfice eterno. Una es la del Amor, que cubre la to-<\/p>
\u00a0<\/p>
2 Juan 12, 33.<\/p>
3 G\u00e9nesis 3, 17-19.<\/p>
234<\/p>
talidad de los pecados, los destruye en su fuego. El que ama con todas sus fuerzas consume de instante en instante sus humanas imperfecciones; el que ama no comete sino imperfecciones. La segunda indulgencia plenaria concedida por Dios, es la de una muerte resignada, una muerte deseosa de cumplir la extrema obediencia a Dios, cualquiera que sea el tipo de muerte.<\/p>
La muerte siempre es un calvario, grande o peque\u00f1o, pero siempre es un calvario. Adem\u00e1s, la muerte siempre es \u201cgrande\u201d, aunque aparentemente nada la haga aparecer as\u00ed, porque Dios la adec\u00faa a las fuerzas de cada uno (de cada uno de mis hijos, no de los hijos de Satan\u00e1s), a las fuerzas que Dios aumenta en la medida de la muerte a la que est\u00e1 destinada su criatura. Y tambi\u00e9n es grande porque, si se cumple santamente, asume la grandeza de lo que es santo. Por lo tanto, toda muerte santa es gloria que se rinde a Dios.<\/p>
\u00a1Qu\u00e9 bello es ver la rosa que se abre, erguida sobre su tallo! Hela ah\u00ed: est\u00e1 encerrada como un rub\u00ed en su engarce de esmeralda, pero separa las l\u00e1minas de dicho engarce y, como los labios que se ensanchan en la sonrisa, abre los p\u00e9talos purp\u00fareos. Con su sonrisa de seda responde al beso del sol. Se abre. Es una aureola de terciopelo vivo en torno al oro de los pistilos. Con su color y su perfume, canta la gloria de El que la cre\u00f3 y luego, de noche, se inclina cansada y muere exhalando un perfume a\u00fan m\u00e1s penetrante, que es su extrema alabanza al Se\u00f1or.<\/p>
\u00a1Qu\u00e9 bello es o\u00edr en los bosques, al caer la tarde, el coro de las avecillas que, antes de ir a descansar, cantan con todos los trinos de su garganta, una oraci\u00f3n de loas al Se\u00f1or, que los ha nutrido! Parece que el coro se aten\u00faa, pero siempre hay una de ellas, la m\u00e1s enamorada, que lanza un nuevo gorjeo e incita a las dem\u00e1s a seguirla, porque el sol a\u00fan no se ha puesto y la luz es algo tan bello que hay que saludarla para que las ame y vuelva por la ma\u00f1ana; porque el buen Dios permite que a\u00fan se vea un grano ca\u00eddo en la tierra, un mosquito extraviado, un mech\u00f3n de lana que llevar a los peque\u00f1uelos o que dar a su diminuto buche que el buen Se\u00f1or sacia. Y el coro prosigue hasta que la luz muere y entonces, las avecillas, con gratitud, se recogen sobre la rama como diminutos ovillos de tibieza y dejan o\u00edr a\u00fan, bajo el plumaje, un p\u00edo p\u00edo que dice: \u201c\u00a1Gracias, oh Creador!\u201d.<\/p>
La muerte del justo es como la de la rosa, es como el sue\u00f1o del pajarillo: es dulce, bella, grata al Se\u00f1or. Ya sea en la arena de un circo o en la oscuridad de la prisi\u00f3n, entre los afectos familiares o en la sole-<\/p>
235<\/p>
dad de quien no tiene a nadie, r\u00e1pida o prolongada en medio de tormentos, la muerte es siempre, siempre, siempre, gloria rendida a Dios.
Aceptadla en paz. Deseadla en paz. Cumplidla en paz. Que mi paz est\u00e9 en vosotros tambi\u00e9n en esta prueba, en este deseo, en esta consumaci\u00f3n. Que desde ahora y para este paso extremo, mi paz eterna est\u00e9 ya en vosotros.<\/p>
Pensad que para M\u00ed no es diferente la muerte cruenta de \u00c1gata de la de Liduina, ni la muerte de Teresa Mart\u00edn de la de Domingo de Guzm\u00e1n, ni la de Tom\u00e1s Moro de la de Contardo Ferrini 4.<\/p>
Ya he dicho que el que cumple la voluntad de mi Padre es bienaventurado. He dicho que es bienaventurado y que es mi hermano, mi hermana y mi madre 5. Esto he dicho, porque Yo rend\u00ed gloria a mi Padre haciendo su voluntad en la vida y en la muerte. Imitad, pues, a vuestro Maestro y Yo os llamar\u00e9: \u201cHermanos m\u00edos, hermanas m\u00edas\u201d\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
4 Se trata de: S. \u00c1gata, que vivi\u00f3 en el tercer siglo y muri\u00f3 martirizada; S. Liduina (1380- 1433), que muri\u00f3 por enfermedad; S. Teresa del Ni\u00f1o Jes\u00fas (1873-1897), que muri\u00f3 de consunci\u00f3n en la clausura; S. Domingo (1175 – 1221), fundador de los frailes predicadores, que muri\u00f3 agotado por las fatigas de sus viajes; S. Tom\u00e1s Moro (1118-1170), que muri\u00f3 asesinado, y del beato Contardo Ferrini (1859-1902), que muri\u00f3 de tifus.<\/p>
5 Mateo 12, 46-50; Marcos 3, 31-35; Lucas 8, 19-21.<\/p>
\u00a0<\/p>
22 de marzo Dice Jes\u00fas:
\u00abEl dictado de ayer 1 induce al sucesivo.<\/p>
Las familias en las que no domina Dios sino la sensualidad y el inter\u00e9s y, por lo tanto, las derivaciones de Satan\u00e1s, no son familias; ellas son el origen de graves desgracias que, desde el interior de la c\u00e9lula familiar, se irradian y arruinan los grupos nacionales y, a partir de \u00e9stos, tambi\u00e9n la paz mundial. Sucede as\u00ed porque est\u00e1n creadas sobre una base de sensualidad e inter\u00e9s y, por lo tanto, no se elevan hacia lo que es santo; por el contrario, como hierbas malsanas nacidas en el barro, se arrastran siempre por el suelo.<\/p>
Dice el \u00e1ngel a Tob\u00edas: \u201cTe mostrar\u00e9 qui\u00e9nes son \u00e9sos sobre los<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Se trata del que comenta el episodio de la \u201cPrimera lecci\u00f3n de trabajo a Jes\u00fas\u201d, que se encuentra en la vasta obra sobre el Evangelio.<\/p>
236<\/p>
cuales tiene poder el demonio\u201d 2.<\/p>
\u00a1Oh, en verdad hay c\u00f3nyuges que desde la primera hora de su uni\u00f3n est\u00e1n bajo el poder demoniaco! Es m\u00e1s, lo est\u00e1n ya antes de ser c\u00f3nyuges. Lo est\u00e1n desde que toman la decisi\u00f3n de buscar un compa\u00f1ero o una compa\u00f1era, pero no lo hacen con un recto fin, sino con solapados
c\u00e1lculos en los que imperan de modo soberano el ego\u00edsmo y la sensualidad.<\/p>
Nada hay m\u00e1s sano y m\u00e1s santo que dos seres que se aman honestamente y se unen para perpetuar la raza humana y ofrendar almas al Cielo.<\/p>
La dignidad del hombre y la mujer que se convierten en padres es la segunda dignidad, despu\u00e9s de la de Dios. Ni siquiera la dignidad real es semejante a ella, porque aun el m\u00e1s sabio de los reyes no hace m\u00e1s que gobernar a sus s\u00fabditos. En cambio, los padres atraen sobre s\u00ed la mirada de Dios y raptan a esa mirada una nueva alma, que encierran en la envoltura de la carne nacida de ellos. Casi dir\u00eda que en ese momento tienen a Dios como s\u00fabdito, porque Dios crea inmediatamente una nueva alma para el honrado amor de ambos, que se une para dar a la Tierra y al Cielo un nuevo ciudadano.<\/p>
\u00a1Oh, si pensaran en el poder que tienen y al que Dios asiente inmediatamente! Los \u00e1ngeles no tienen tanto poder. Pero los \u00e1ngeles, a igual que Dios, est\u00e1n dispuestos a adherir de inmediato al acto de los esposos fecundos y a convertirse en custodios de la nueva criatura. Mas, como dice Rafael, son muchos los que abrazan el estado conyugal de modo tal que arrojan a Dios de s\u00ed y de su propia mente y se abandonan a la libido. Sobre \u00e9stos el demonio ejerce su poder 3.<\/p>
\u00bfQu\u00e9 diferencia hay entre el lecho del pecado y el lecho de dos c\u00f3nyuges que no rechazan el placer pero rechazan la prole? No hagamos acrobacias de palabras y de razonamientos embusteros. La diferencia es muy poca pues, si por enfermedades o imperfecciones es aconsejable o se concede el no tener hijos, en estos casos es necesario saber ser continentes y vedarse esas satisfacciones est\u00e9riles, que no son m\u00e1s que la satisfacci\u00f3n de los sentidos. En cambio, si nada se opone a la procreaci\u00f3n, \u00bfpor qu\u00e9 transform\u00e1is una ley natural y sobrenatural en un acto inmoral, que falsea su finalidad?<\/p>
Cuando cualquier reflexi\u00f3n honesta os aconseja no aumentar la<\/p>
\u00a0<\/p>
2 Tob\u00edas 6, 16 (vulgata).<\/p>
3 Tob\u00edas 6, 16-22 (vulgata).<\/p>
237<\/p>
prole, sabed vivir como esposos castos y no como simias lujuriosas. \u00bfC\u00f3mo pretend\u00e9is que el \u00e1ngel de Dios vele sobre vuestra casa, cuando la convert\u00eds en una cueva de pecado? \u00bfC\u00f3mo quer\u00e9is que Dios os proteja, si le oblig\u00e1is a apartar con disgusto la mirada de vuestro nido mancillado?<\/p>
\u00a1Oh, qu\u00e9 m\u00edseras son las familias que se forman sin una preparaci\u00f3n a lo sobrenatural, las familias de las que se ha desterrado a priori toda b\u00fasqueda de la Verdad y donde, a\u00fan peor, se burla la palabra de la Verdad que ense\u00f1a qu\u00e9 es y por qu\u00e9 existe el Matrimonio! \u00a1Qu\u00e9 m\u00edseras son las familias que se forman sin elevar ning\u00fan pensamiento hacia las alturas, que se forman estimuladas \u00fanicamente por el aguij\u00f3n de un apetito sexual y de una consideraci\u00f3n financiera! \u00a1Cu\u00e1ntos c\u00f3nyuges aceptan la inevitable costumbre de la ceremonia religiosa! He dicho costumbre y lo repito, porque para la mayor parte no es m\u00e1s que una costumbre y no una aspiraci\u00f3n del alma a tener a Dios consigo en ese momento. Mas, despu\u00e9s de la ceremonia, \u00a1no piensan m\u00e1s en Dios y hacen del Sacramento un fest\u00edn y del fest\u00edn un desahogo de bestialidad! Pero, seg\u00fan mi pensamiento, el Sacramento no termina con la ceremonia religiosa; al contrario, comienza con ella y dura tanto como la vida de los c\u00f3nyuges, as\u00ed como el acto de profesar no dura cuanto la ceremonia
religiosa sino tanto como la vida del religioso o la religiosa.<\/p>
El \u00e1ngel le ense\u00f1a a Tob\u00edas que, si antepone al acto la plegaria, el acto ser\u00e1 un acto santo, bendito, fecundo de j\u00fabilos verdaderos y de prole 4.<\/p>
Esto es lo que habr\u00eda que hacer: ir al matrimonio impulsados por el deseo de tener prole, pues \u00e9sa es la finalidad de la uni\u00f3n humana, adem\u00e1s de tener presente a Dios en toda hora. Cualquier otra finalidad es una culpa deshonrosa para el hombre en cuanto ser con uso de raz\u00f3n, y ofensiva para el esp\u00edritu, que es templo de Dios y huye indignado. Dios no es un carcelero opresivo. Dios es un Padre bueno, que se alegra con la honrada alegr\u00eda de los hijos y que responde a los santos abrazos de los mismos con bendiciones celestiales y con la aprobaci\u00f3n evidenciada en la creaci\u00f3n de un alma nueva.<\/p>
Mas, \u00bfqui\u00e9n comprender\u00e1 esta p\u00e1gina? La leer\u00e9is sin advertir su sabor santo, como si hubiera empleado el idioma de un planeta desconocido. Os parecer\u00e1 un tema trillado y es, en cambio, doctrina ce-<\/p>
\u00a0<\/p>
4 Tob\u00edas 6, 16-22; 8, 4-10 y 15-17 (vulgata).<\/p>
238<\/p>
lestial. Os mofar\u00e9is de ella vosotros, los sabios del momento. Y no sab\u00e9is que Satan\u00e1s se r\u00ede de vuestra estupidez, pues ha logrado convertir en condena lo que Dios hab\u00eda creado para vuestro bien, o sea, el matrimonio como uni\u00f3n humana y como Sacramento. Y esto ha sido m\u00e9rito de vuestra incontinencia, de vuestra bestialidad.<\/p>
Os repito las palabras de Tob\u00edas a su mujer, para que las record\u00e9is y las teng\u00e1is como ejemplo, si a\u00fan pod\u00e9is hacerlo porque sobrevive en vosotros un resto de dignidad humana. Las palabras son \u00e9stas: \u201cNosotros somos hijos de santos y no podemos unirnos como los gentiles, que no conocen a Dios\u201d 5.<\/p>
Que estas palabras sean vuestra norma pues, aunque hab\u00e9is nacido all\u00ed donde la santidad ya hab\u00eda muerto, el Bautismo hizo siempre de vosotros hijos de Dios, que es el Santo de los santos y, por eso, pod\u00e9is decir siempre que sois hijos de santos, del Santo, y pod\u00e9is comportaros de acuerdo con ello. Entonces, tendr\u00e9is \u201cuna descendencia en la que se bendecir\u00e1 el nombre del Se\u00f1or\u201d y se vivir\u00e1 en su Ley.<\/p>
Y cuando los hijos viven en la Ley divina, se benefician los padres, porque dicha Ley ense\u00f1a virtud, respeto, amor, y los primeros que se benefician, despu\u00e9s de Dios, son los afortunados progenitores, los c\u00f3nyuges santos, que han sabido hacer de su uni\u00f3n un rito perpetuo y no un vergonzoso vicio\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
5 Tob\u00edas 4, 12.<\/p>
23 de marzo
Contemplo la siguiente visi\u00f3n, de la que tuve una se\u00f1al en la aparici\u00f3n de L\u00e1zaro de la que le habl\u00e9 personalmente.<\/p>
Un hombre se acerca al grupo de los ap\u00f3stoles, reunido en una casa sumamente pobre de un lugar que ni siquiera puede llamarse poblado, dado lo insignificante que es. Ya se le concede mucho llam\u00e1ndolo caser\u00edo. Es un pu\u00f1ado de chozas miserables (que parecen estar hechas justo de barro y ca\u00f1as) de un solo piso, levantadas en un terreno llano, que no presenta ning\u00fan aspecto agradable; est\u00e1n diseminadas a lo largo de un senderillo polvoriento que termina en un susurrante ca\u00f1averal, como se ven cerca del curso de los r\u00edos. Las ca\u00f1as no son como las nuestras; son, m\u00e1s o menos, como las que se ven junto a los arrozales, no s\u00e9 el nombre exacto de estas hierbas que pre-<\/p>
239<\/p>
sentan un tallo largo y cil\u00edndrico, hojas lanceoladas y una baya de un dedo de largo, que debe de ser la flor o el fruto de esta planta lacustre.<\/p>
El hombre le habla a Pedro y \u00e9ste se encamina hacia un segundo ambiente, seguido por dicho hombre. Entra en el cuarto, donde est\u00e1 Jes\u00fas sentado en el borde de un camastro, que es el \u00fanico mueble de esa pieza peque\u00f1a y baja.<\/p>
El hombre saluda y Jes\u00fas le responde sonriendo. Comprendo que conoce a ese hombre, porque le pregunta: \u201c\u00bfQu\u00e9 nuevas me traes?\u201d.<\/p>
\u201cMis amas me mandan decirte que vayas enseguida a su casa porque L\u00e1zaro est\u00e1 muy enfermo y el m\u00e9dico dice que morir\u00e1. Marta y Mar\u00eda te suplican. Ven, porque solamente T\u00fa puedes sanarle\u201d.<\/p>
\u201cDiles que est\u00e9n tranquilas. No es una enfermedad que lleva a la muerte; es gloria de Dios, para que su potencia sea glorificada en su Hijo\u201d.<\/p>
\u201cPero est\u00e1 muy grave, Maestro. En su carne va avanzando la gangrena y \u00e9l ya no se alimenta.
He reventado el caballo para llegar m\u00e1s r\u00e1pido aqu\u00ed\u201d. \u201cNo importa. Es como Yo lo digo\u201d.
\u201c\u00bfPero vendr\u00e1s?\u201d.<\/p>
\u201cIr\u00e9. Diles que ir\u00e9 y que tengan fe\u201d.<\/p>
El hombre saluda y se va. Pedro le acompa\u00f1a y Jes\u00fas se queda solo.<\/p>
La primera parte de la visi\u00f3n llega hasta aqu\u00ed. La segunda parte es \u00e9sta.<\/p>
Estamos a\u00fan en la miserable choza de antes. Anochece. Ya se encienden en el cielo las primeras estrellas y, al final del sendero, las ca\u00f1as ondulan en la brisa nocturna haciendo entrechocar sus extra\u00f1os frutos, que suenan como peque\u00f1as casta\u00f1uelas, y sacudiendo las cintas de sus hojas, que crujen como seda.<\/p>
Los ap\u00f3stoles despiden a las \u00faltimas personas que a\u00fan se obstinan en permanecer all\u00ed para seguir escuchando a Jes\u00fas, y les cierran la puerta en la cara. En el interior, una l\u00e1mpara de aceite ilumina las paredes oscuras, en las que se reflejan las sombras movedizas de los ap\u00f3stoles, que est\u00e1n preparando una frugal cena.
Jes\u00fas est\u00e1 sentado junto a una r\u00fastica mesa; apoya el codo en la mesa y la frente en la mano.
Piensa. Y, en su pensamiento, se abstrae de las palabras y los gestos de los dem\u00e1s.<\/p>
Pedro quita el polvo de la mesa con un pu\u00f1ado de hojas que es- 240
parcen un olor ligeramente acre, y apoya un pan, una vasija llena de agua, un vaso para Jes\u00fas – que enseguida se vierte de beber, como si le ardiera la garganta tras haber hablado por todo el d\u00eda a la muchedumbre – y un vaso para todos. Luego Andr\u00e9s deposita en el centro de la mesa algunos peces asados y unos panes. Juan coge la l\u00e1mpara, que estaba cerca de la lumbre, y la coloca tambi\u00e9n en el centro de la mesa.<\/p>
Mientras todos se acercan a la mesa, Jes\u00fas se levanta. Todos rezan de pie. En verdad, Jes\u00fas reza por todos, sosteniendo el pan con las manos alzadas al cielo, mientras los dem\u00e1s siguen mentalmente la plegaria. Luego se sientan como pueden, porque el moblaje es muy escaso, y Jes\u00fas reparte el pan y los peces.<\/p>
Comen y hablan de los hechos del d\u00eda, y Juan r\u00ede de buena gana cuando recuerda la indignaci\u00f3n de Pedro por la pretensi\u00f3n de aquel hombre que quer\u00eda que Jes\u00fas fuera a su casa para curar sus ovejas enfermas. Jes\u00fas sonr\u00ede y calla.<\/p>
Hacia el final de la comida, Jes\u00fas parece tomar una decisi\u00f3n y, para anunciarla, separa las manos que hab\u00eda apoyado en la mesa y, abriendo los brazos (como para decir: \u201cDominus vobiscum\u201d 1), dice: \u201cY, sin embargo, tenemos que irnos\u201d.<\/p>
\u201c\u00bfAd\u00f3nde, Maestro?\u201d pregunta Pedro. \u201c\u00bfA casa del de las ovejas?\u201d. Se entiende que no soporta el asunto de las ovejas.<\/p>
\u201cNo, Sim\u00f3n. A casa de L\u00e1zaro. Volvemos a Judea\u201d. \u201cMaestro, recuerda que los jud\u00edos te odian\u201d dice Pedro. \u201cHace poco quer\u00edan lapidarte\u201d, le recuerda Santiago. \u201cPero Maestro, es una imprudencia\u201d, exclama Mateo. \u201c\u00bfNo te importa de nosotros?\u201d, pregunta Judas Iscariote.
\u201c\u00a1Oh, Maestro, protege tu vida! \u00bfQu\u00e9 ser\u00eda de m\u00ed, que ser\u00eda de todos nosotros, si no te tuvi\u00e9ramos m\u00e1s?\u201d. Juan es el \u00faltimo que habla claramente. Los otros siete cuchichean entre ellos y no ocultan su desaprobaci\u00f3n.<\/p>
\u201cPaz, paz\u201d, responde Jes\u00fas. \u201c\u00bfNo tiene, acaso, el d\u00eda doce horas? Si uno camina de d\u00eda, no tropieza porque ve la luz de este mundo; pero si camina de noche, tropieza porque no ve. Yo s\u00e9 lo que hago porque la Luz est\u00e1 en M\u00ed. Dejaos guiar por El que ve. Y, adem\u00e1s, ten\u00e9is que saber que hasta que no llegue la hora de las tinieblas, no po-<\/p>
\u00a0<\/p>
1 \u201cDominus vobiscum\u201d significa: \u201cEl Se\u00f1or sea con vosotros\u201d y es el saludo que el sacerdote dirige a los fieles durante la celebraci\u00f3n de la Santa Misa, que en la \u00e9poca de la escritora se dec\u00eda en
lat\u00edn.<\/p>
241<\/p>
dr\u00e1 ocurrir nada tenebroso. Y cuando llegue esa hora, nada podr\u00e1 salvarme de los jud\u00edos, ninguna distancia, ninguna fuerza, ni siquiera el ej\u00e9rcito de C\u00e9sar. Pues lo que est\u00e1 escrito debe suceder y las fuerzas del mal ya obran en la oscuridad para cumplir su cometido. Por lo tanto, dejadme obrar y hacer el bien mientras tengo la posibilidad de hacerlo. Ya llegar\u00e1 la hora en que no podr\u00e9 mover ni un dedo, ni decir una palabra para obrar el milagro. En el mundo estar\u00e1 ausente mi fuerza. Ser\u00e1 una tremenda hora de castigo para el hombre. No lo ser\u00e1 para M\u00ed, lo ser\u00e1 para el hombre, que no ha querido amarme. Ser\u00e1 una hora que se repetir\u00e1 por voluntad del hombre, pues rechazar\u00e1 la Divinidad hasta convertirse en un ser sin Dios, un secuaz de Satan\u00e1s y de su hijo maldito. Ser\u00e1 una hora que vendr\u00e1 cuando est\u00e9 pr\u00f3ximo el fin del mundo. La falta de fe imperante entonces, har\u00e1 nulo mi poder de obrar milagros, no porque Yo pueda perder dicho poder, sino porque no puede ser concedido el milagro donde no hay fe ni voluntad de obtenerlo; donde el milagro ser\u00eda objeto de burla, instrumento del mal; donde se usar\u00eda el bien recibido para causar un mal mayor. Por ahora, a\u00fan puedo seguir obrando milagros y hacerlos para dar gloria a Dios. Por lo tanto, vayamos a casa de nuestro amigo L\u00e1zaro, que est\u00e1 durmiendo. Vayamos a despertarle de ese sue\u00f1o para que est\u00e9 descansado y listo para servir a su Maestro\u201d .<\/p>
\u201cPero si duerme es provechoso. As\u00ed completar\u00e1 su cura. El sue\u00f1o es reparador. \u00bfPor qu\u00e9 hemos de despertarle?\u201d.<\/p>
\u201cL\u00e1zaro ha muerto. He esperado a que muriera para ir a su casa. No lo he hecho por \u00e9l ni por sus hermanas; lo he hecho por vosotros, para que cre\u00e1is, para que crezc\u00e1is en la fe. Vayamos a casa de L\u00e1zaro\u201d.
\u201cEst\u00e1 bien. Vayamos, pues. Moriremos todos como ha muerto \u00e9l y como quieres morir T\u00fa\u201d. \u201c\u00a1Oh, Tom\u00e1s, Tom\u00e1s, y todos vosotros, que en vuestro interior critic\u00e1is y refunfu\u00f1\u00e1is, deb\u00e9is
saber que el que quiere seguirme debe tener por su vida el mismo cuidado que tiene la avecilla por la nube que pasa. O sea, debe dejarla pasar, seg\u00fan la lleva el viento. El viento es la voluntad de Dios, que puede daros o quitaros la vida a su gusto y vosotros no deb\u00e9is lamentaros, como no se lamenta el ave por la nube que pasa, y sigue cantando igualmente, pues est\u00e1 segura que, despu\u00e9s, volver\u00e1 el buen tiempo, porque la nube es un accidente y el cielo es la realidad. Y aunque parece que las nubes lo hacen gris, el cielo siempre es azul, m\u00e1s<\/p>
242<\/p>
all\u00e1 de las nubes. Tambi\u00e9n sucede as\u00ed con la Vida verdadera: aunque la vida humana decaiga, la Vida verdadera existe y permanece. El que quiere seguirme, no debe padecer ansiedad en la vida ni temor por la vida. Os mostrar\u00e9 c\u00f3mo se conquista el Cielo. Mas, \u00bfc\u00f3mo podr\u00e9is imitarme, si ten\u00e9is miedo de ir conmigo a Judea, justo vosotros, a quienes no se les har\u00e1 ning\u00fan mal ahora? \u00bfTen\u00e9is reparos en haceros ver conmigo? Sois libres d\u00e9 abandonarme. Mas, si quer\u00e9is quedaros, deb\u00e9is aprender a desafiar el mundo, con sus cr\u00edticas, sus insidias, sus burlas, sus tormentos, para conquistar mi Reino. Vayamos\u201d.<\/p>
As\u00ed termina la segunda parte de la visi\u00f3n. He aqu\u00ed la tercera.<\/p>
Por un bello y amplio jard\u00edn que, a los lados, se transforma en huerto – aunque ahora est\u00e1 privado de hojas y de frutas porque a\u00fan debe de ser invierno – se entra en la morada de L\u00e1zaro. Por los senderos del jard\u00edn hay mucha gente que va y viene. Son jud\u00edos pudientes y sus cabalgaduras
est\u00e1n atadas en la entrada de la finca, que est\u00e1 rodeada por un muro y adornada con una pesada cancela de hierro, labrada como si fuera un enrejado \u00e1rabe.<\/p>
Al ver entrar a Jes\u00fas, algunos jud\u00edos se introducen en la vasta y bella casa que surge en medio del jard\u00edn y vuelven con una mujer \u00e1lta y morena, con un perfil m\u00e1s bien acentuado, pero no por eso feo. Parece tener unos cuarenta a\u00f1os. Echa a correr hacia Jes\u00fas y le dice inclin\u00e1ndose y rompiendo a llorar copiosamente: \u201cMaestro, que la paz sea contigo. Aunque para tu sierva ya no existe la paz.
L\u00e1zaro ha muerto. Si hubieras estado aqu\u00ed, no habr\u00eda muerto. \u00bfPor qu\u00e9 no has venido antes, Maestro? \u00a1L\u00e1zaro, nuestro hermano, te llam\u00f3 tanto! Y ahora, ya lo ves: yo estoy desolada y Mar\u00eda llora y no encuentra consuelo y \u00e9l ya no est\u00e1 aqu\u00ed. Sabes cu\u00e1nto le am\u00e1bamos. Lo esper\u00e1bamos todo de Ti. Pero a\u00fan ahora sigo esperando porque s\u00e9 que, pidas lo que pidas al Padre, te lo conceder\u00e1\u201d.<\/p>
\u201cTu hermano resurgir\u00e1\u201d.<\/p>
\u201cYa lo s\u00e9, Maestro. Resurgir\u00e1 el \u00faltimo d\u00eda\u201d.<\/p>
\u201cYo soy la Resurrecci\u00f3n y la Vida. Todo el que cree en M\u00ed, aun muerto, vivir\u00e1. Y el que cree y vive en M\u00ed, no morir\u00e1 eternamente. \u00bfLo crees de verdad?\u201d. Jes\u00fas pronuncia estas palabras con plena majestad y bondad. Tiene la mano apoyada en el hombro de Marta que, a pesar de ser alta, es mucho m\u00e1s baja que \u00c9l y alza levemente su rostro afligido para mirarle.<\/p>
\u201cS\u00ed, Se\u00f1or, lo creo. Creo que T\u00fa eres Cristo, el Hijo de Dios vivo, venido al mundo. Creo que puedes todo lo que quieres. Lo creo. Aho-<\/p>
243<\/p>
ra voy a advertir a Mar\u00eda\u201d.<\/p>
Jes\u00fas espera en el jard\u00edn. Se acerca a una hermosa fuente, cuyo surtidor riega el cuadro que la circunda y canta al caer en la taza donde los peces, al deslizarse velozmente, producen reflejos de oro y plata. Jes\u00fas no se preocupa de los jud\u00edos; para \u00c9l es como si no existieran, ni siquiera les mira. Cuando ha entrado, tampoco ha dicho, como siempre: \u201cQue la paz sea en esta casa\u201d.<\/p>
Acude Mar\u00eda y se echa a sus pies, los besa mientras solloza impetuosamente. La han seguido Marta y muchos jud\u00edos, que ahora acompa\u00f1an su dolor.<\/p>
Tambi\u00e9n Mar\u00eda, como Marta, se lamenta: \u201c\u00a1Oh, Se\u00f1or! \u00bfPor qu\u00e9 no has venido antes? \u00bfPor qu\u00e9 te has alejado tanto de nosotros? Sab\u00edas que L\u00e1zaro estaba enfermo. Si hubieras estado aqu\u00ed, mi hermano no habr\u00eda muerto. \u00bfPor qu\u00e9 no has venido? \u00c9l ten\u00eda que vivir. Yo deb\u00eda mostrarle que iba perseverando en el bien. \u00a1Ya le hab\u00eda angustiado tanto a mi pobre hermano! Y ahora, justo ahora que pod\u00eda hacerle feliz, me le han quitado. T\u00fa pod\u00edas dej\u00e1rmelo. T\u00fa pod\u00edas darle a la pobre Mar\u00eda la dicha de consolarle tras haberle causado tanto dolor. \u00a1Oh, Jes\u00fas, Jes\u00fas! \u00a1Maestro m\u00edo! \u00a1Mi Salvador! \u00a1Mi esperanza! \u201c.<\/p>
\u201c\u00a1No llores, Mar\u00eda! Tambi\u00e9n tu Maestro sufre por la muerte de su amigo fiel. Mas te digo: no llores. \u00a1\u00c1lzate! \u00a1M\u00edrame! \u00bfCrees que Yo, que te he amado tanto, he hecho esto sin una raz\u00f3n?
\u00bfPuedes creer que te he dado este dolor in\u00fatilmente? Ven. Vayamos junto a L\u00e1zaro. \u00bfD\u00f3nde le hab\u00e9is dejado?\u201d.<\/p>
\u201cVen y ver\u00e1s\u201d. `<\/p>
Jes\u00fas aferra el codo de Mar\u00eda y la obliga a levantarse y, sosteni\u00e9ndola de ese modo, se
encamina junto con Marta, que le ense\u00f1a el camino.<\/p>
Van hacia el l\u00edmite del huerto. En ese punto, el terreno muestra anfractuosidades rocosas, porque no es un suelo llano y su composici\u00f3n es calc\u00e1rea, como en muchas zonas de nuestros Apeninos.<\/p>
\u201cMaestro, tu amigo est\u00e1 enterrado all\u00ed\u201d, dice Marta llorando e indica una especie de portillo oblicuo – es decir, ni horizontal ni vertical – en un saliente de la roca.<\/p>
Jes\u00fas observa y llora. Al verle llorar, las dos hermanas sollozan a\u00fan m\u00e1s fuerte, sobre todo Mar\u00eda.<\/p>
\u201cQuitad esa piedra\u201d, ordena Jes\u00fas.<\/p>
\u201cNo es posible, Maestro\u201d, responde Marta. \u201cEst\u00e1 all\u00ed abajo desde hace ya cuatro d\u00edas. Y sabes de qu\u00e9 mal muri\u00f3. S\u00f3lo nuestro amor<\/p>
244<\/p>
pod\u00eda acudirle. Ahora, ya hiede muy fuerte, a pesar de los ung\u00fcentos. \u00bfQu\u00e9 quieres ver, su podredumbre?\u201d.
\u201c\u00bfAcaso no te he dicho que, si crees, ver\u00e1s la gloria de Dios? \u00a1Alzad esa piedra, lo quiero!\u201d. Unos criados levantan la pesada piedra. Aparece una especie de galer\u00eda oscura y en declive.
No se ve nada m\u00e1s despu\u00e9s que han levantado la tapia de esa especie de portillo.<\/p>
Jes\u00fas alza los ojos, abre los brazos en cruz y reza en voz alta, mientras todos contienen el aliento: \u201cPadre, te agradezco porque me has escuchado. Ya sab\u00eda que t\u00fa me escuchas siempre. Mas lo he dicho para quienes me rodean. Por eso he obrado como he obrado, para que crean en Ti, en M\u00ed, para que crean que T\u00fa me has mandado\u201d.<\/p>
Por algunos minutos queda como extasiado, en \u00edntima coexistencia con el Padre. Su rostro se transfigura. Parece m\u00e1s espiritual y luminoso. Su estatura parece a\u00fan m\u00e1s alta.<\/p>
Luego avanza hasta el borde de la galer\u00eda; ya no tiene los brazos en cruz, sino extendidos hacia adelante, con la palma de las manos vueltas hacia el suelo, \u00a1esas largas manos de las que fluye tanto bien!, y luego, con voz estent\u00f3rea y ojos que relumbran como vivos zafiros, exclama: \u201c\u00a1Sal, L\u00e1zaro!\u201d.<\/p>
Est\u00e1 erguido en la entrada de la gruta y por eso, su voz retumba en la cavidad rocosa y su eco se difunde por todo el jard\u00edn.<\/p>
La emoci\u00f3n estremece a los presentes, cuyo rostro empalidece, cuya mirada denota estupor y atenci\u00f3n. Tambi\u00e9n las dos hermanas observan. Marta est\u00e1 de pie y Mar\u00eda, de rodillas, sostiene en su mano, sin darse cuenta, una extremidad del manto de Jes\u00fas.<\/p>
Una larga forma blanca se delinea en la oscura cavidad. Y el que hab\u00eda muerto, a\u00fan envuelto en las vendas y con el rostro cubierto, avanza hasta la entrada, mientras Jes\u00fas retrocede. El muerto avanza un paso y un paso retrocede Jes\u00fas, de modo que Mar\u00eda se ve obligada a dejarle el manto.<\/p>
Cuando el resucitado est\u00e1 ya en la entrada y se detiene all\u00ed, con el aspecto de una momia de
pie, espectral y macabro contra el fondo oscuro de la gruta, Jes\u00fas ordena: \u201cQuitadle las vendas y dejadle ir. Dadle vestidos y comida\u201d.<\/p>
Marta quiere decir algo y comienza: \u201cMaestro…\u201d.<\/p>
Pero Jes\u00fas la interrumpe exclamando: \u201cVenid aqu\u00ed enseguida. Traed una t\u00fanica. Vestidle delante de todos y dadle de comer\u201d.<\/p>
Los criados se apresuran, uno le lleva la t\u00fanica, otro suelta las 245
vendas, uno le da el agua y otro la comida.<\/p>
Las vendas van desenrosc\u00e1ndose como una cinta. Son metros y metros de vendas estrechas, cuyo peso recargan los ung\u00fcentos y los humores humanos. Caen al suelo como un mont\u00f3n de escorias. Tambi\u00e9n dejan caer el lienzo que est\u00e1 bajo las vendas, y que queda a\u00fan prendido en las vendas subyacentes, de modo que va desliz\u00e1ndose despacio a medida que dichas vendas caen.<\/p>
L\u00e1zaro emerge lentamente de su capullo mortal y, precisamente, parece una cris\u00e1lida que perfora el capullo. Aparecen el rostro, sumamente delgado, c\u00e9reo y los cabellos embadurnados por los aromas, que tambi\u00e9n le mantienen cerrados los ojos. Luego quedan libres las manos, que estaban unidas sobre el pubis.<\/p>
Los criados y Marta se apresuran a asear los miembros, a medida que quedan al descubierto, por medio de una esponja impregnada en agua caliente aromatizada con algo que no conozco y que le da un aspecto r\u00f3seo y opaco. Cuando L\u00e1zaro est\u00e1 limpio hasta la cadera y todos pueden ver que su cuerpo delgad\u00edsimo respira, Marta le viste con una escasa t\u00fanica que le llega hasta los muslos.
Luego, amorosamente, le hace sentar y le desatan y lavan tambi\u00e9n las piernas. \u00c9stas muestran cicatrices de un rojo l\u00edvido, como si se tratara de heridas apenas cerradas. Marta y los criados profieren un \u201c\u00a1Oh!\u201d de asombro. Jes\u00fas sonr\u00ede.<\/p>
Tambi\u00e9n los jud\u00edos observan. Se acercan, aunque conservan cierta distancia por temor a contaminarse con las vendas, seg\u00fan me parece, y miran, miran a Jes\u00fas, que sigue sin preocuparse de ellos, como si no estuvieran all\u00ed.<\/p>
Le ponen las sandalias a L\u00e1zaro y \u00e9l se levanta con firmeza y por s\u00ed mismo se pone la larga t\u00fanica que le alcanza Marta. Ahora, excepto por estar tan p\u00e1lido y delgado, su apariencia es como la de todos los dem\u00e1s. Por s\u00ed solo se lava otra vez las manos; luego cambia el agua y se lava de nuevo el rostro y toda la cabeza. Se seca. Y una vez que est\u00e1 bien limpio, va a postrarse a los pies de Jes\u00fas y se los besa.<\/p>
Jes\u00fas le dice: \u201cBienvenido otra vez aqu\u00ed, amigo. Que la paz y la alegr\u00eda sean contigo. Vive para cumplir tu dichoso destino. Lev\u00e1ntate, para que te d\u00e9 el beso de saludo\u201d. Y los dos se besan en las mejillas.<\/p>
Luego el mismo Jes\u00fas le ofrece un trozo de pastel, untado de miel seg\u00fan me parece, y una manzana y le sirve vino blanco.<\/p>
Los jud\u00edos se quedan at\u00f3nitos al ver que L\u00e1zaro come con el ape- 246
tito de una persona sana. Las hermanas le acarician y dirigen amorosas miradas de adoraci\u00f3n a Jes\u00fas.<\/p>
La visi\u00f3n termina aqu\u00ed.<\/p>
25 de marzo<\/p>
Isa\u00edas 7,10-16.<\/p>
Dice Jes\u00fas 1:<\/p>
\u00abLo que mi antiqu\u00edsimo hijo 2, prudentemente, no quiso hacer debido al santo temor a Dios, por lo que resisti\u00f3 a las tentaciones que le mand\u00e9 como prueba, lo ped\u00eds vosotros ahora y no se debe a una tentaci\u00f3n m\u00eda, sino al arranque de vuestro esp\u00edritu rebelde, guiado por las fuerzas del Mal, instigado por vuestro Enemigo, al que am\u00e1is m\u00e1s que a M\u00ed, vuestro Se\u00f1or Altis\u00edmo, por encima del cual no hay ning\u00fan otro.<\/p>
Ped\u00eds un signo. Lo ped\u00eds con vuestro coraz\u00f3n impuro y con vuestros labios blasfemos. Es decir, que lo ped\u00eds de modo tal que es una mofa a mi potencia, que es la negaci\u00f3n de mi existencia. Me provoc\u00e1is para que d\u00e9 un signo que me evidencie, porque dud\u00e1is de mi existencia.<\/p>
Tambi\u00e9n en tiempos de mi Hijo, los jud\u00edos le provocaron pidi\u00e9ndole un signo de su Naturaleza 3 porque, en su interior, negaban que fuera el Hijo de Dios. Y el \u00fanico signo que les demostr\u00f3 su deicidio fue el que se produjo despu\u00e9s de la muerte de mi Verbo. Y nunca ser\u00e1 perdonado el castigo de quienes fueron sordos y ciegos a los prodigios y a las palabras de mi Cristo.<\/p>
No ten\u00e9is un signo de vuestro Dios porque Yo no me manifiesto a quien me niega. En cambio, ten\u00e9is m\u00faltiples signos del que ador\u00e1is como esclavos. \u00c9l, el Enemigo, multiplica sus se\u00f1ales y vosotros, que ya est\u00e1is pr\u00f3ximos al tiempo de la adoraci\u00f3n de la Bestia apocal\u00edptica 4, os qued\u00e1is hechizados por ellas y juzg\u00e1is que el creador de tales se\u00f1ales es m\u00e1s grande que Yo, juzg\u00e1is que es el \u00fanico que existe. Os pregunt\u00e1is: \u201c\u00bfQui\u00e9n es Dios? \u00bfQu\u00e9 es?\u201d, y en vuestro interior os res-<\/p>
\u00a0<\/p>
1 En cambio, quien habla es el Padre Eterno, como est\u00e1 escrito al final del dictado. 2 Se refiere a Ajaz, rey de Judea.
3 Mateo 16, 1-4; Marcos 8, 11-13; Lucas 11, 29-32.<\/p>
4 Apocalipsis 13, 1-18.<\/p>
247<\/p>
pond\u00e9is, para justificar vuestros pecados: \u201cDios no existe\u201d.<\/p>
Yo soy el que soy 5. Soy tan superior a vosotros, que ya ninguna manifestaci\u00f3n m\u00eda ser\u00eda comprendida por ese mundo que ha descendido a las tinieblas y a la necedad m\u00e1s espantosas. Lo que cre\u00e9is progreso es, en realidad, vuestro retroceso hacia el crep\u00fasculo de los primeros tiempos en
los que los hombres, al perder a su Dios y su Para\u00edso, se convirtieron en seres muy poco superiores a las bestias y llevaron su corrupci\u00f3n hasta tal punto que me decid\u00ed a exterminar la raza que provocaba mi desd\u00e9n 6.<\/p>
El fin ser\u00e1 como el principio. El c\u00edrculo se cierra uniendo uno al otro los dos mu\u00f1ones tenebrosos. El nuevo diluvio, es decir, la ira de Dios, llegar\u00e1 bajo otra forma. Mas siempre se tratar\u00e1 de ira. Fiel a mi palabra 7, ya no mandar\u00e9 el diluvio, sino que dejar\u00e9 que las fuerzas sat\u00e1nicas manden el diluvio de las sat\u00e1nicas crueldades.<\/p>
Recibisteis la Luz. Os mand\u00e9 mi Luz para que la par\u00e1bola de la humanidad fuera iluminada por Ella. Os la mand\u00e9 para que no pudiera decirse que quise manteneros en el crep\u00fasculo de la espera. Si la hubierais acogido, la otra parte del c\u00edrculo que unir\u00e1 el camino del hombre, desde su comienzo hasta su fin, habr\u00eda estado iluminada por la Luz de Dios, y la humanidad habr\u00eda quedado envuelta en esa Luz de salvaci\u00f3n que, sin dolores y sin sobresaltos, os habr\u00eda conducido a la Ciudad de la Luz eterna.<\/p>
Mas vosotros rechazasteis la Luz. Y Ella brill\u00f3 en lo alto del c\u00edrculo y luego permaneci\u00f3 cada vez m\u00e1s alejada de vosotros, que descendisteis por el otro camino sin decirle: \u201cSe\u00f1or, qu\u00e9date con nosotros, pues ya llega la noche de los tiempos y no queremos perecer sin tu Luz\u201d. Como sucede en el curso del d\u00eda, \u00a1oh hombres!, vosotros vinisteis hacia la Luz, la obtuvisteis, mas luego volvisteis a las tinieblas. Y Ella, mi Luz, mi Verbo, se qued\u00f3 como un Sol inm\u00f3vil en su Cielo, al que volvi\u00f3 porque de nuevo all\u00ed la condujo no por cierto la muerte, sino vuestro rechazo.<\/p>
Ella, mi Luz, mi Verbo, qued\u00f3 siendo Maestro s\u00f3lo para los pocos que la aman y que han acogido en s\u00ed su Luz, que ninguna tiniebla puede apagar porque ellos defienden, aun a costa de su propia vida, esta Luz, que es su amor. Por este amor tan fiel que manifiestan, \u00e9stos tendr\u00e1n la Vida en M\u00ed, pues ya poseen mi Emanuel y, por eso, ya tie-<\/p>
\u00a0<\/p>
5 \u00c9xodo 3, 14.<\/p>
6 G\u00e9nesis 6, 7.<\/p>
7 G\u00e9nesis 9, 11.<\/p>
248<\/p>
nen a Dios consigo. Es ese Emanuel que concibi\u00f3 y dio a luz la Virgen, mi allegada; es el \u00fanico signo que Dios envi\u00f3 a la casa de David, al reino de Judas; para que tuviera la seguridad de su perduraci\u00f3n, que habr\u00eda sido eterna si mi pueblo no hubiera rechazado a mi Emanuel.<\/p>
En la profec\u00eda de mi profeta est\u00e1 dicho: \u201cSe nutrir\u00e1 con miel y mantequilla hasta que sepa rehusar lo malo y elegir lo bueno\u201d 8.<\/p>
Por su sabidur\u00eda – que perdur\u00f3 en \u00c9l a pesar de su condici\u00f3n de Hombre en quien se hab\u00eda aniquilado la Naturaleza divina -, bajo la exigencia de un amor tan grande que era incomprensible para vosotros – ese amor que le impuls\u00f3 a \u00c9l, que es lo Infinito, a envilecerse en la miseria delimitada de una carne mortal -, \u00c9l supo distinguir siempre el Bien del Mal. No le hac\u00edan falta a\u00f1os para llegar a poseer la raz\u00f3n y la facultad de discernimiento. Y si, para no alterar el orden, quiso seguir las fases comunes de la vida humana, bajo la apariencia de la incapacidad infantil y de la semiincapacidad adolescente, escond\u00eda los tesoros de su Sabidur\u00eda infinita.
Pero esas palabras del profeta quieren decir que se nutrir\u00eda de humildad y recato hasta el momento en que llegara su hora y se convirtiera en Maestro de Israel, Maestro del mundo, Testimonio m\u00edo, Defensor de la causa del Padre y, como verdad que ya no debe estar oculta, brillara en la potencia de su Luz y de su Naturaleza mesi\u00e1nica, usando la dulzura con los buenos, la severidad con los malvados, sacudiendo, inundando, fecundando los corazones, dando al hombre ese don, que \u00c9l no necesitaba, del discernimiento que le permitiera diferenciar el Bien del Mal, sin que quedara duda o sombra alguna en cuanto a ello.<\/p>
\u00c9l vino para perfeccionar la Ley, para hacerla m\u00e1s clara con sus ense\u00f1anzas, para hacerla m\u00e1s f\u00e1cil de seguir con su ejemplo. Vino y am\u00f3 tanto el Bien y rechaz\u00f3 tanto el Mal, que acept\u00f3 morir para que el Bien triunfara en el mundo y en los corazones y el Mal fuera derrotado por su Sangre divina.<\/p>
Ya no hubo miel y mantequilla para mi Cristo cuando lleg\u00f3 a la edad adulta. Hubo s\u00f3lo vinagre e hiel. Hubo vinagre e hiel en la hora extrema, pero ya fue precedido por el vinagre y la hiel que, metaf\u00f3ricamente, predominaron en sus tres a\u00f1os de vida p\u00fablica, en la que siempre hubo contrastes con sus enemigos y dificultades por el peso que significaban sus amigos y disc\u00edpulos.<\/p>
\u00a0<\/p>
8 Isa\u00edas 7, 15.<\/p>
249<\/p>
Los labios de mi Cristo conservan a\u00fan la amargura de la hiel y el vinagre de esta raza arrogante. Y el Padre est\u00e1 entristecido por el dolor de su Hijo. Y su pena se convierte en ira por vosotros, que sois hombres que han perdido el esp\u00edritu fiel hacia el propio Dios. El Sacrificio que se repite en los altares terrenos ya no es salvaci\u00f3n para vosotros. Mas as\u00ed como en el G\u00f3lgota la Sangre del Hijo cay\u00f3 sobre sus asesinos grit\u00e1ndome su dolor y provocando mi castigo, del mismo modo ahora cae sobre vosotros, \u00a1oh, hip\u00f3critas y blasfemos, viciosos que neg\u00e1is, que odi\u00e1is a Dios y al hombre, vuestro hermano!, y os marca a sangre y fuego prepar\u00e1ndoos para la condena.<\/p>
La Tierra grita como una criatura aterrorizada por los monstruos que se anidan en ella; el Universo tiembla de horror al ver los delitos que pueblan la Tierra; Yo, vuestro Dios, tiemblo de ira divina por vuestra corrupci\u00f3n en la carne, en la mente, en el esp\u00edritu. Y ni la piedad del Salvador, ni la de la Virgen y los Santos, logran aplacar con sus plegarias mi ira.<\/p>
En verdad Yo digo como en tiempos de Mois\u00e9s: \u201cCancelar\u00e9 de mi Libro a los que han pecado contra M\u00ed y, si por una sola vez descendiera entre vosotros, os exterminar\u00eda\u201d 9. En verdad Yo digo que hablo como a un amigo s\u00f3lo a los hijos que me quedan, porque por su fidelidad han merecido mi gracia y a ellos les mostrar\u00e9 mi Bien y tendr\u00e9 misericordia de ellos. Y ser\u00e9 a\u00fan m\u00e1s indulgente que con mi siervo Mois\u00e9s, pues mi Hijo sant\u00edsimo os ha tra\u00eddo su benevolencia y ha establecido el Reino de la Clemencia; por eso Yo, sin esperar el d\u00eda de vuestra venida al Cielo, har\u00e9 que resplandezca en vosotros el Rostro de mi Cristo, \u00a1oh, fieles hijos m\u00edos, que me ador\u00e1is con santo respeto y con amor filial!<\/p>
Amad ese rostro porque quien lo ama, me ama. Amadlo porque es vuestra salvaci\u00f3n. La Estrella no surgi\u00f3 solamente para Jacob 10, sino para todos los que aman a Dios con todas sus fuerzas. Y la Estrella-Cristo, tras las luchas en la Tierra, me los conducir\u00e1 al Cielo, donde ya est\u00e1 preparado el puesto para vosotros, \u00a1oh bienaventurados para quienes mi Verbo no se encarn\u00f3 en vano y mi Cristo no muri\u00f3 in\u00fatilmente!\u00bb.
Despu\u00e9s de tanto tiempo he vuelto a escuchar la voz del Padre.<\/p>
\u00a0<\/p>
9 \u00c9xodo 32, 33-34.<\/p>
10 N\u00fameros 24, 17.<\/p>
250<\/p>
Cre\u00eda que era Jes\u00fas quien desde esta ma\u00f1ana me hac\u00eda escuchar su comentario de este trozo de Isa\u00edas, que no fue tratado en noviembre, cuando el Maestro me coment\u00f3 a los Profetas 11. En cambio, era el Padre Eterno. Y me siento muy feliz, a pesar de que este dictado es muy severo con la humanidad en general.<\/p>
\u00a1Que el Padre quiera aumentar cada vez m\u00e1s mi amor hacia \u00c9l, de modo que tambi\u00e9n yo logre el Cielo!<\/p>
Despu\u00e9s de haber escrito este dictado me he puesto a descansar; eran ya las dos de la madrugada del 26. He visto a la Madre, pero no en una visi\u00f3n sino como si estuviera en mi cuarto.
\u00a1Hac\u00eda tanto tiempo que no la ve\u00eda as\u00ed, para m\u00ed sola, y esto me dol\u00eda mucho! Me he dormido sinti\u00e9ndola junto a m\u00ed propiamente como una mam\u00e1 y me he despertado sonri\u00e9ndole a\u00fan a esa dulce presencia, que todav\u00eda me acompa\u00f1a.<\/p>
\u00a1Qu\u00e9 bella es! \u00a1Cuanto m\u00e1s se la mira y cuanto m\u00e1s se la ama, tanto m\u00e1s aumenta su belleza!<\/p>
\u00a0<\/p>
11 V\u00e9anse \u201cLos cuadernos. 1943\u201d, especialmente a partir del 11 de noviembre.<\/p>
28 de marzo Dice Jes\u00fas:
\u00abPor leer el Evangelio tan distra\u00eddamente como hac\u00e9is, se os escapan demasiadas verdades. Y tampoco asimil\u00e1is mejor las grandes ense\u00f1anzas, que adapt\u00e1is a vuestro modo de ver actual.<\/p>
En tanto, deb\u00e9is saber que el Evangelio no debe adaptarse a vosotros, sino que vosotros deb\u00e9is adaptaros al Evangelio. El Evangelio es como es. Su ense\u00f1anza es tal en su primer siglo de vida y ser\u00e1 igual tambi\u00e9n en el \u00faltimo, aun cuando ese \u00faltimo siglo llegase dentro de miles de millones de a\u00f1os. Por entonces no sabr\u00e9is vivir seg\u00fan el Evangelio – y, en verdad, ya sab\u00e9is hacerlo muy poco – pero no por eso el Evangelio cambiar\u00e1. \u00c9l os dir\u00e1 siempre las mismas verdades vitales.<\/p>
Ese deseo vuestro de adaptar el Evangelio a vuestro modo de vivir es una confesi\u00f3n de vuestra miseria espiritual. Si tuvierais fe en las verdades eternas y en M\u00ed, que las proclam\u00e9, os esforzar\u00edais por vivir de modo integral el Evangelio, tal como lo hac\u00edan los primeros cris-<\/p>
251
tianos. Y no dig\u00e1is: \u201cPero la vida de hoy es tal que no podemos seguir a la perfecci\u00f3n estas ense\u00f1anzas. Las admiramos pero somos demasiado diferentes de ellas como para poder seguirlas\u201d.<\/p>
Tambi\u00e9n los paganos de los primeros siglos eran muy diferentes, demasiado diferentes del Evangelio y, sin embargo, supieron seguirlo. Eran lujuriosos, \u00e1vidos, cr\u00e1pulas, crueles, esc\u00e9pticos, viciosos, pero supieron arrancar de s\u00ed mismos todas estas mezquindades, supieron dejar al desnudo su alma, hacerla sangrar para arrebatarla a los tent\u00e1culos de la vida pagana y, heridos de este modo en las ideas, en los afectos, en sus costumbres, supieron venir a M\u00ed a decirme: \u201cSe\u00f1or, si T\u00fa quieres, puedes sanarme\u201d 1. Y Yo les san\u00e9. Yo cicatric\u00e9 sus heroicas heridas.<\/p>
Ya que es hero\u00edsmo saber arrancar de s\u00ed el mal por amor de una ley que se ha aceptado totalmente. Es hero\u00edsmo mutilarse de todo lo que es un obst\u00e1culo para seguirme. Es el hero\u00edsmo que Yo he indicado: \u201cEn verdad os digo que, para seguirme, hay que dejar la casa, los campos, las riquezas, los afectos. Mas al que sepa dejarlo todo para venir a M\u00ed, por el amor hacia mi Nombre, le ser\u00e1 dado cien veces m\u00e1s en la otra vida. En verdad os digo que el que se regenere al seguirme poseer\u00e1 el Reino y el \u00faltimo d\u00eda vendr\u00e1 conmigo a juzgar a los hombres\u201d2.<\/p>
\u00a1Oh, verdaderos fieles m\u00edos! Estar\u00e9is conmigo, conmigo, como una multitud jocunda y refulgente en la hora de mi triunfo, de vuestro triunfo, pues todo lo que es m\u00edo es vuestro, es de mis hijos, es de mis amados amantes, de mis bienaventurados, de mi j\u00fabilo.<\/p>
Mas, \u00a1oh, hombres!, hay que \u201cregenerarse\u201d para ser m\u00edos. Hay que regenerarse. Citando mis palabras tambi\u00e9n lo dice Juan, mi predilecto, al hablar de Nicodemo, como lo dice Mateo al hablar del joven rico 3. Hay que renacer. Hay que regenerarse. Hay que hacerse un alma nueva, \u00a1oh, nuevos gentiles del siglo veinte! Hay que hacerse un alma nueva despoj\u00e1ndose de los compromisos y de las ideas del mundo, para abrazar mi Idea y vivirla, vivirla verdaderamente, integralmente.<\/p>
As\u00ed lo hicieron los gentiles de los primeros siglos y se convirtieron en los gloriosos santos del Cielo y dieron civilizaci\u00f3n a la Tierra. As\u00ed ten\u00e9is que hacer vosotros si es verdad que me am\u00e1is, si es verdad que<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Como le dijo el leproso, seg\u00fan Mateo 8, 2; Marcos 1, 40; Lucas 5, 12.<\/p>
2 Mateo 19, 28-29; Marcos 10, 29-30; Lucas 18, 29-30.<\/p>
3 Mateo 19, 16-30 (y tambi\u00e9n Marcos 10, 17-27; Lucas 18, 18-30); Juan 3, 1-21.<\/p>
252<\/p>
anhel\u00e1is la otra Vida, si es verdad que trabaj\u00e1is para civilizar la Tierra. \u00a1Esta Tierra que ahora es m\u00e1s incivil que una tribu sepultada en las florestas v\u00edrgenes! \u00bfPor qu\u00e9 lo es? Porque me rechaz\u00f3. El llamarse cristianos no quiere decir ser cristianos. El haber recibido un bautismo pro forma no lo significa. Ser cristianos quiere decir ser como Cristo dijo que hay que ser, como lo repite el Evangelio.<\/p>
Mas vosotros le\u00e9is poco el Evangelio, lo le\u00e9is mal, le quit\u00e1is todo lo que os molesta en las grandes ense\u00f1anzas. Y ni siquiera not\u00e1is las ense\u00f1anzas m\u00e1s delicadas.<\/p>
Mas decidme, cuando un artista se dispone a realizar una obra, \u00bfse limita a desbastar el m\u00e1rmol si es escultor, a hacer un bosquejo si es pintor, a alzar muros si es arquitecto? Claro que no.
Tras la parte fundamental de la tarea, se dedica a los detalles. Y \u00e9stos requieren un trabajo mucho m\u00e1s largo que la tarea principal, pero son los que crean la obra de arte.<\/p>
\u00a1Con cu\u00e1nto amor, con el cincel y el mazo, el escultor trabaja el m\u00e1rmol – que al profano parece ya vivo – para llevar a la perfecci\u00f3n su obra! Parece un orfebre por lo minucioso y esmerado de su labor. Observad c\u00f3mo ese rostro de piedra adquiere vida bajo la caricia (es tan diligente y leve que no puede ser m\u00e1s que una caricia) de la herramienta. Parece que en los ojos brilla la mirada, que la nariz se infla por la respiraci\u00f3n, que la boca se ablanda en la curva de los tibios labios y los cabellos, \u00a1oh! los cabellos ya no est\u00e1n endurecidos en la piedra; por el contrario, parecen d\u00f3ciles y aireados como si el viento los moviera y una mano amorosa los despeinara.<\/p>
Mirad a ese pintor. La tela ya est\u00e1 acabada. Es bella, parece bella y perfecta. Pero \u00e9l no se detiene. Bien, aqu\u00ed se necesita una sombra azulada, casi negra, y all\u00ed un toque de carm\u00edn. En esta flor que resplandece en la mano de esa virgen se necesita una chispa de sol para que resalte a\u00fan m\u00e1s su candor de perla. En esta mejilla se necesita una gota de llanto para evidenciar el gozo est\u00e1tico, que sobrevive en medio de los tormentos. Hay que regar de roc\u00edo este campo florecido, por el que pasan y pacen los reba\u00f1os, para hacer resaltar m\u00e1s la seda de las corolas. El pintor no se detiene hasta que su obra es tan perfecta que hace exclamar: \u201c\u00a1Es verdadera!\u201d. Y del mismo modo hacen el arquitecto y el m\u00fasico y todos los verdaderos artistas que quieren dar al mundo obras de arte.<\/p>
Y del mismo modo ten\u00e9is que hacer vosotros con la obra de arte de vuestra vida espiritual. 253
\u00bfQu\u00e9 cre\u00e9is, que Yo, que era tan contrario a los discursos, agregu\u00e9 palabras s\u00f3lo por el gusto de decirlas? No; Yo dije lo absolutamente necesario para llevaros a la perfecci\u00f3n. Y si en la gran ense\u00f1anza evang\u00e9lica est\u00e1 lo que puede dar la salvaci\u00f3n a vuestra alma, en los toques m\u00e1s menudos est\u00e1 lo que puede llevaros a la perfecci\u00f3n.<\/p>
El primer toque se refiere a los mandos; desobedecerlos significa morir para la Vida. El segundo, a los consejos; obedecerlos significa alcanzar una santidad cada vez m\u00e1s sol\u00edcita y acercarse cada vez m\u00e1s a la Perfecci\u00f3n del Padre.<\/p>
En el Evangelio de Mateo est\u00e1 dicho: \u201cAl multiplicarse la iniquidad, la caridad de muchos se enfriar\u00e1\u201d 4. \u00a1Oh, hijos!, he aqu\u00ed una verdad que se medita muy poco.<\/p>
\u00bfDe qu\u00e9 sufr\u00eds ahora?: sufr\u00eds de falta de amor. En el fondo, \u00bfqu\u00e9 son las guerras? Son odio. Y,
\u00bfqu\u00e9 es el odio? Es la ant\u00edtesis del amor. Lo dem\u00e1s: las razones pol\u00edticas, el espacio vital, las fronteras injustas, una afrenta pol\u00edtica, son excusas, solamente excusas.<\/p>
No os am\u00e1is. No os sent\u00eds hermanos. No os acord\u00e1is que proven\u00eds todos de una misma sangre, que nac\u00e9is todos del mismo modo, que mor\u00eds todos del mismo modo, que todos ten\u00e9is hambre, sed, fr\u00edo, sue\u00f1o, del mismo modo; que todos necesit\u00e1is pan, vestidos, un techo, calor, del mismo modo. No os acord\u00e1is que Yo he dicho: \u201cAmaos. Por el modo en que os amar\u00e9is, se comprender\u00e1 si sois mis disc\u00edpulos. Amad al pr\u00f3jimo como a vosotros mismos\u201d 5.<\/p>
Cre\u00e9is que estas palabras son embustes. Cre\u00e9is que mi doctrina es la de un loco. La sustitu\u00eds con muchas doctrinas humanas, doctrinas pobres o malvadas seg\u00fan quien las cre\u00f3. Mas, a\u00fan las m\u00e1s perfectas de ellas son imperfectas, si son diferentes de la m\u00eda. Buena parte de ellas ser\u00e1 de metal preciado, como la m\u00edtica estatua 6: pero la base ser\u00e1 de fango y, al final, causar\u00e1 el derrumbe de toda la doctrina. Y, con el derrumbe, causar\u00e1 la ruina de los que se hab\u00edan apoyado en ella. Mi doctrina no se derrumba. Quien se apoya en ella no se arruina; por el contrario, asciende a una
seguridad cada vez mayor: sube al Cielo, a la alianza con Dios en la Tierra, al goce de Dios m\u00e1s all\u00e1 de la Tierra.<\/p>
Mas la caridad no puede existir donde existe la iniquidad, porque la caridad es Dios y Dios no convive con el Mal. Por eso, el que ama<\/p>
\u00a0<\/p>
4 Mateo 24, 12.<\/p>
5 Juan 13, 34-35; 15, 12.<\/p>
6 Daniel 2, 31-45.<\/p>
254<\/p>
el Mal odia a Dios y, al odiar a Dios, aumenta sus iniquidades y se separa cada vez m\u00e1s de Dios- Caridad. \u00c9ste es el c\u00edrculo del que no se sale y que se estrecha para torturaros.<\/p>
Los potentes y los humildes, todos hab\u00e9is aumentado vuestras culpas, hab\u00e9is desatendido el Evangelio, hab\u00e9is escarnecido los Mandamientos, os hab\u00e9is olvidado de Dios – pues no puede afirmar recordarle el que vive siguiendo la carne, el que vive siguiendo la soberbia de la mente, el que vive siguiendo los consejos de Satan\u00e1s -; hab\u00e9is pisoteado la familia, hab\u00e9is robado, blasfemado, asesinado, dado falso testimonio, mentido, fornicado. Hab\u00e9is hecho l\u00edcito lo il\u00edcito robando aqu\u00ed un puesto, una esposa, un patrimonio; robando all\u00ed, a\u00fan m\u00e1s arriba, el poder o la libertad nacional y hab\u00e9is aumentado vuestro latrocinio con la culpa de la mentira, para justificar ante el pueblo vuestras acciones que lo env\u00edan a la muerte. \u00a1Hab\u00e9is enga\u00f1ado a esas pobres gentes que no piden m\u00e1s que vivir tranquilas! Y que en cambio, vosotros incit\u00e1is, con venenosas mentiras, las unas contra las otras para aseguraros un bienestar que no es l\u00edcito conseguir con el precio de la sangre, de las l\u00e1grimas, del sacrificio de naciones enteras.<\/p>
Mas \u00a1cu\u00e1nta culpa individual existe en la gran culpa de los potentes! La base de la Culpa est\u00e1 formada por el c\u00famulo de las peque\u00f1as culpas individuales. Si cada uno viviera santamente, sin la avidez de la carne, del dinero, del poder, \u00bfc\u00f3mo podr\u00eda originarse la Culpa? A\u00fan existir\u00edan los delincuentes, pero ser\u00edan inocuos pues nadie les secundar\u00eda. Como locos aislados convenientemente, seguir\u00edan delirando tras sus obscenos sue\u00f1os de abusos, pero esos sue\u00f1os nunca llegar\u00edan a ser realidad. Por mucho que Satan\u00e1s les ayudara, su ayuda quedar\u00eda anulada por la uni\u00f3n contraria de toda la humanidad santificada por vivir seg\u00fan la doctrina de Dios. Y, adem\u00e1s, la humanidad tendr\u00eda consigo a Dios, a Dios que es clemente con sus hijos obedientes y buenos. Por lo tanto la caridad, viva y santificante, reinar\u00eda en los corazones y desaparecer\u00eda la iniquidad.<\/p>
\u00bfComprend\u00e9is, \u00a1oh, hijos!, la necesidad de amar para no ser inicuos, y la necesidad de no ser inicuos para poseer el amor? Esforzaos en amar. \u00a1Si amarais… s\u00f3lo un poquito! \u00a1Si comenzarais a amar! Bastar\u00eda comenzar y luego todo progresar\u00eda por s\u00ed mismo.<\/p>
No puede cosecharse la mies si la espiga no madura. La espiga no puede madurar si no se forma. Y la espiga no puede formarse si no se forma el brote. Mas, si el campesino no arrojara la peque\u00f1a semilla<\/p>
255<\/p>
en el terr\u00f3n, \u00bfpodr\u00eda surgir de ese surco el verde brote que, como una copa viva, sostiene la
gloria de las espigas? \u00a1Es tan peque\u00f1a la semilla! Y, sin embargo, rompe el terr\u00f3n, penetra en la tierra, la sorbe como una boca \u00e1vida y luego alza al sol su pompa bendita de futuro pan y, sea con su color de esperanza o con su oro que murmura al viento y esplende al sol, canta la bendici\u00f3n a El que da al hombre el Pan y el pan. Si ya no existiera esa semilla, tan peque\u00f1a que hacen falta muchas de ellas para colmar el buche de un gorri\u00f3n, tampoco tendr\u00edais la Hostia en el altar. Morir\u00edais de hambre f\u00edsica y de inedia espiritual.<\/p>
Poned en cada coraz\u00f3n una semilla, una peque\u00f1a semilla de caridad. Dejadla penetrar en vosotros. Haced que crezca en vosotros. Mudad vuestra desnuda avidez en ub\u00e9rrimo florecer de obras santas, nacidas todas ellas de la caridad. La tierra, que ahora est\u00e1 toda cubierta de abrojos y espinas, mudar\u00eda su aspecto y su aspereza, que hoy os tortura y se convertir\u00eda en una buena y pl\u00e1cida morada, como una anticipaci\u00f3n del bienaventurado Cielo. Amarse los unos a los otros ya es estar en el Cielo, porque el Cielo es solamente amor.<\/p>
Leed, leed el Evangelio, leed aun sus frases m\u00e1s breves. Vividlo en estos toques suyos de perfecci\u00f3n. Comenzad por el amor. Parece ser el precepto y el consejo m\u00e1s dif\u00edcil, pero es la clave de todo: de todo el Bien, de todo el Gozo, de toda la Paz\u00bb.<\/p>
29 de marzo<\/p>
11 de la ma\u00f1ana. Dice Jes\u00fas:
\u00abEscribe: \u201cContra el poder del Demonio, cada poder tiene la Cruz\u201d, y luego describe lo que ver\u00e1s.<\/p>
Es la semana de Pasi\u00f3n, la que prepara para el triunfo de la Cruz. Sobre los altares, la Cruz est\u00e1 velada mas, para quien lo ama y lo invoca, el Crucifijo obra m\u00e1s que nunca en su glorioso pat\u00edbulo, detr\u00e1s de su velo.<\/p>
Describe\u00bb.<\/p>
Veo a una joven, algo m\u00e1s que adolescente, que est\u00e1 con un joven de unos treinta a\u00f1os. La joven es bell\u00edsima: es alta, morena, bien formada. Tambi\u00e9n el joven es muy hermoso pero, del mismo modo que<\/p>
256<\/p>
en el aspecto de la joven, aun en su gravedad, hay tanta dulzura, es poco simp\u00e1tico el aspecto del joven, no obstante su forzada sonrisa. Parecer\u00eda que, bajo una apariencia ben\u00e9vola, albergara un \u00e1nimo odioso y siniestro.<\/p>
Est\u00e1 insistiendo en sus declaraciones de afecto y afirma que est\u00e1 dispuesto a hacer de ella una esposa feliz, la reina de su coraz\u00f3n y de su casa. Pero la joven, a la que oigo llamar \u201cJustina\u201d, rechaza estas propuestas amorosas con serena constancia.<\/p>
\u201cPero t\u00fa, Justina, podr\u00edas hacer de m\u00ed un santo de tu Dios, visto que, como s\u00e9, eres cristiana.
No soy un enemigo de los cristanos. No permanezco incr\u00e9dulo en cuanto a las verdades de ultratumba. Creo en la otra vida y en la existencia del esp\u00edritu. Creo que hay seres espirituales que
velan sobre nosotros y se manifiestan y nos ayudan. Me ayudan tambi\u00e9n a m\u00ed. Como ves, creo en lo que t\u00fa crees y jam\u00e1s podr\u00eda acusarte, pues entonces tendr\u00eda que acusarme de tu mismo pecado. A diferencia de muchos, no creo que los cristianos sean hombres que ejercitan malvadas hechicer\u00edas. Y estoy convencido de que nosotros dos, juntos, haremos cosas importantes\u201d.<\/p>
\u201cNo insistas, Cipriano. No discuto tus creencias. Y tambi\u00e9n quiero creer que juntos haremos cosas importantes. Tampoco niego que soy cristiana y llego a admitir que amas a los cristianos.
Rezar\u00e9 porque llegues a amarles hasta el punto de convertirte en un palad\u00edn entre ellos. Entonces, si Dios as\u00ed lo quiere, estaremos unidos en una misma suerte, pero en una suerte completamente espiritual, pues me niego a otro tipo de uniones: quiero conservar toda m\u00ed misma para el Se\u00f1or, al fin de obtener esa Vida en la que afirmas creer t\u00fa tambi\u00e9n, y as\u00ed llegar a poseer la amistad de esos esp\u00edritus que velan sobre nosotros – como t\u00fa mismo admites – y que realizan, en nombre del Se\u00f1or, obras de bien\u201d.<\/p>
\u201c\u00a1Pon atenci\u00f3n, Justina! Mi esp\u00edritu protector es potente. Te obligar\u00e1 a ceder\u201d.<\/p>
\u201c\u00a1Oh, no! Si es un esp\u00edritu del Cielo, querr\u00e1 s\u00f3lo lo que Dios quiere. Y Dios quiere para m\u00ed la virginidad y, espero, tambi\u00e9n el martirio. Por lo tanto, tu esp\u00edritu no podr\u00e1 inducirme a algo que es contrario a la voluntad de Dios. Y si no fuera un esp\u00edritu del Cielo, nada podr\u00eda contra m\u00ed, pues sobre m\u00ed se alza el signo vencedor. Ese signo est\u00e1 vivo en la mente, en el coraz\u00f3n, en el esp\u00edritu, en la carne y, por eso, la carne, la mente, el coraz\u00f3n, el esp\u00edritu, saldr\u00e1n victoriosos sobre todas las voces que no sean la de mi Se\u00f1or. Ve en paz, hermano, y que<\/p>
257<\/p>
Dios te ilumine para que conozcas la verdad. Rezar\u00e9 por la luz de tu alma\u201d.<\/p>
Cipriano abandona la casa mascullando amenazas que no comprendo bien. Justina derrama l\u00e1grimas de piedad mientras le ve partir. Luego se retira para rezar, pero antes tranquiliza a dos viejecitos, que seguramente son sus padres y que han acudido tan pronto como el joven se ha marchado. \u201cNo tem\u00e1is. Dios nos proteger\u00e1 y har\u00e1 que Cipriano sea de los nuestros. Rezad tambi\u00e9n vosotros y tened fe\u201d.<\/p>
La visi\u00f3n tiene dos partes, como si el lugar estuviera dividido en dos zonas. En una veo el cuarto de Justina y en la otra una habitaci\u00f3n de la casa de Cipriano.<\/p>
Justina reza postrada ante una cruz desnuda, trazada entre dos ventanas como si fuera un ornato y coronada por la figura del Cordero que, de una parte est\u00e1 flanqueada por el pez y de la otra por una fuente que parece recibir su l\u00edquido de las gotas de sangre que brotan de la garganta desgarrada del Cordero m\u00edstico. Comprendo que son figuras del simbolismo cristiano en auge en esos tiempos crueles. En el aire, sobre Justina que est\u00e1 rezando de rodillas, veo suspendida una dulce claridad que, a pesar de ser incorp\u00f3rea, tiene la apariencia de un ser angelical.<\/p>
En cambio, en el cuarto de Cipriano se encuentra \u00e9ste en medio de instrumentos y signos cabal\u00edsticos y m\u00e1gicos; est\u00e1 ocupado en echar en un tr\u00edpode unas substancias, que me parecen resinosas, que provocan densas espirales de humo. Sobre ellas Cipriano traza ciertos signos mientras murmura las palabras de alg\u00fan rito misterioso. El ambiente se satura de una niebla azulada que vela los contornos de las cosas y hace aparecer el cuerpo de Cipriano como tras lejanas aguas tr\u00e9mulas. Entonces, en este \u00e1mbito se forma un punto fosforescente, que poco a poco va agrand\u00e1ndose hasta alcanzar un volumen semejante al de un cuerpo humano. Oigo algunas palabras, pero no comprendo su significado. En cambio, veo que Cipriano se arrodilla y hace gestos de veneraci\u00f3n, como si le rogara a un ser potente. La niebla desaparece lentamente y Cipriano vuelve a
estar solo.<\/p>
Mientras tanto, en el cuarto de Justina se produce un cambio. Un punto, que brilla y danza como un fuego fatuo, traza c\u00edrculos cada vez m\u00e1s estrechos en torno a la joven que est\u00e1 rezando. Mi amonestador interior me advierte que \u00e9sta es la hora de la tentaci\u00f3n para Justina y que tras esa luz se oculta un ser maligno que, suscitando sen-<\/p>
258<\/p>
saciones y visiones mentales, intenta despertar los sentidos de la virgen de Dios.<\/p>
No veo lo que ella est\u00e1 viendo. Veo solamente que sufre y que, cuando est\u00e1 por ser avasallada por la potencia oculta, la vence haci\u00e9ndose la se\u00f1al de la cruz y repiti\u00e9ndola en el aire con una peque\u00f1a cruz que lleva en el seno. Y cuando por tercera vez sufre la tentaci\u00f3n – y en este caso debe de ser violenta -, Justina se apoya a la cruz trazada en el muro y con las dos manos levanta ante s\u00ed la otra cruz, la peque\u00f1a. Parece un luchador aislado que se defiende a la espalda apoy\u00e1ndose a un reparo indestructible y por delante con un escudo invencible. La luz fosforescente no resiste a este doble signo y desaparece. Justina sigue rezando.<\/p>
Aqu\u00ed hay una laguna pues la visi\u00f3n est\u00e1 truncada, pero la recupero luego con los mismos personajes. Veo siempre a la virgen y a Cipriano, que mantienen un intenso coloquio en presencia de muchos individuos, que se han unido a Cipriano para rogarle a la joven que ceda y se case para liberar a la ciudad de la epidemia.<\/p>
Justina responde: \u201cNo soy yo quien debe cambiar idea, sino vuestro Cipriano. \u00c9l debe despojarse de la esclavitud de su esp\u00edritu malvado y entonces la ciudad estar\u00e1 a salvo. En cuanto a m\u00ed, ahora m\u00e1s que nunca permanezco fiel al Dios en que creo y a \u00c9l lo sacrifico todo por el bien de todos vosotros. Y ahora se ver\u00e1 si el poder de mi Dios es superior al de vuestros dioses y al del Malvado que \u00e9ste adora\u201d.<\/p>
La muchedumbre se agita, una parte est\u00e1 contra Cipriano y otra contra la joven…<\/p>
…que luego veo junto a Cipriano, ahora mucho m\u00e1s adulto y con los signos sacerdotales: lleva el palio y sus cabellos ya no son m\u00e1s bien largos, como antes, ni est\u00e1n adornados: ahora tiene la t\u00edpica tonsura redondeada.<\/p>
Est\u00e1n esperando el suplicio en la prisi\u00f3n de Antioqu\u00eda y Cipriano recuerda a su compa\u00f1era una vieja conversaci\u00f3n.<\/p>
\u201cPues bien, ahora va a cumplirse lo que, de modo diverso, profetizamos que suceder\u00eda. Ha triunfado tu cruz, Justina. Has sido mi maestra y no mi esposa. Me has librado del Mal y me has conducido a la Vida. Lo comprend\u00ed cuando el siniestro esp\u00edritu que yo adoraba me confes\u00f3 que su poder no era suficiente para vencerte. Me dijo: \u2018Ella triunfa por la Cruz. Mi poder queda anulado ante ella. Su Dios Crucificado es m\u00e1s potente que todo el Infierno reunido. Ya me venci\u00f3 infinitas veces y me vencer\u00e1 siempre. Quien cree en \u00c9l y en su Signo<\/p>
259<\/p>
est\u00e1 a salvo de toda insidia. S\u00f3lo el que no cree en \u00c9l y desprecia su Cruz cae en nuestro poder y perece en nuestro fuego\u2019. No quise arder en ese fuego; quise conocer el Fuego de Dios, que te hac\u00eda tan bella y pura, tan potente y santa. Eres la madre de mi alma y, puesto que lo eres, te ruego que en esta hora nutras mi debilidad con tu fuerza para que juntos subamos a Dios\u201d.
\u201cHermano m\u00edo, ahora t\u00fa eres mi obispo. En nombre de Cristo, nuestro Se\u00f1or, absu\u00e9lveme de toda culpa para precederte, m\u00e1s pura que un lirio, en la gloria\u201d.<\/p>
\u201cYo no te absuelvo porque en ti no hay culpa, te bendigo. Y t\u00fa, perdona a tu hermano todas las insidias que te tendi\u00f3. Ruega por m\u00ed, que comet\u00ed tantos errores\u201d.<\/p>
\u201cTu sangre y tu amor actual lavan toda huella de error. Recemos juntos: Pater noster…\u201d. Pero entran los carceleros y turban la augusta plegaria.
\u201c\u00bfA\u00fan no os bastan los tormentos? \u00bfResist\u00eds a\u00fan? \u00bfNo ofrecer\u00e9is sacrificios a los dioses?\u201d.<\/p>
\u201cOfrecemos a Dios el sacrificio de nuestro proprio ser; se lo ofrecemos al Dios verdadero, \u00fanico, eterno, santo. Dadnos la Vida, la que queremos. Dadnos la muerte por Jesucristo, Se\u00f1or del mundo y de Roma; por el rey potente ante quien C\u00e9sar es s\u00f3lo polvo mezquino; por el Dios ante el cual se inclinan los \u00e1ngeles y tiemblan los demonios\u201d.<\/p>
Los verdugos, airados, les arrojan al suelo, les arrastran sin lograr separarles, pues las manos de los dos h\u00e9roes de Cristo est\u00e1n como saldadas la una a la otra.<\/p>
As\u00ed van al lugar del martirio, que parece ser una de las usuales aulas de los Cuestores. Los dos mandobles, asestados por dos musculosos justicieros, cortan las dos heroicas cabezas y dan alas para el Cielo a las almas.<\/p>
La visi\u00f3n termina de este modo. Dice Jes\u00fas:
\u00abLa historia de Justina de Antioqu\u00eda y de Cipriano es una de las m\u00e1s bellas en favor de mi
Cruz.<\/p>
Ella, el pat\u00edbulo regado con mi Sangre, obr\u00f3 infinitos milagros a lo largo de los siglos. Y los obrar\u00eda a\u00fan si vosotros tuvierais fe en ella. El milagro de la conversi\u00f3n de Cipriano, cuya alma estaba en poder de Satan\u00e1s y que luego se convirti\u00f3 en un m\u00e1rtir de Jes\u00fas, es uno de los m\u00e1s poderosos y bellos.<\/p>
260<\/p>
\u00a1Oh, hombres!, \u00bfqu\u00e9 es lo que veis? Veis a una joven sola, con una peque\u00f1a cruz entre las manos y otra ligeramente trazada en el muro. Veis a una joven, cuyo coraz\u00f3n est\u00e1 convencido verdaderamente del poder de la Cruz y que en ella se refugia para vencer.<\/p>
Frente a ella veis a un hombre, cuyos tratos il\u00edcitos con Satan\u00e1s le colman de todos los vicios capitales. En \u00e9l albergan la lujuria, la ira, la mentira, la ceguera espiritual, el error. En \u00e9l tienen lugar el sacrilegio y el connubio con las fuerzas infernales. En su ayuda acude el se\u00f1or del Infierno con todas sus seducciones.<\/p>
Pues bien: vence la joven. Y no basta: constre\u00f1ido por una fuerza invencible, Satan\u00e1s debe confesar la verdad y perder a su secuaz. La virgen fiel obtiene el triunfo no s\u00f3lo para s\u00ed, sino tambi\u00e9n para su ciudad y libra a Antioqu\u00eda del maleficio que, bajo forma de peste, se difunde y mata a los ciudadanos. Y obtiene el triunfo tambi\u00e9n para Cipriano que, de siervo de Satan\u00e1s, se hace
siervo de Cristo. La mano de una jovencita que sostiene la cruz vence pues al demonio, al hombre y vence tambi\u00e9n la enfermedad.<\/p>
Conoc\u00e9is poco a esta m\u00e1rtir m\u00eda. Sin embargo, tendr\u00edais que representarla con su peque\u00f1a mano armada con la cruz, erguida sobre la piedra que cierra el Infierno, bajo la cual Satan\u00e1s gru\u00f1e, ya vencido y prisionero. Tendr\u00edais que recordarla as\u00ed, tendr\u00edais que imitarla as\u00ed, visto que Satan\u00e1s hoy m\u00e1s que nunca recorre la Tierra y desencadena sus fuerzas perversas para haceros perecer. Lo \u00fanico que puede vencerle es la Cruz. Recordad que \u00e9l mismo confes\u00f3: \u201cEl Dios Crucificado es m\u00e1s potente que todo el Infierno. Me vencer\u00e1 siempre. Quien cree en \u00c9l est\u00e1 a salvo de toda insidia\u201d.<\/p>
\u00a1Hijos m\u00edos, hay que tener fe, fe! Es una cuesti\u00f3n vital para vosotros. O cre\u00e9is y recibir\u00e9is el bien o no cre\u00e9is y conocer\u00e9is el mal cada vez m\u00e1s.<\/p>
\u00a1Oh vosotros, los que cre\u00e9is!, usad con veneraci\u00f3n este signo. \u00a1Oh vosotros, los que dud\u00e1is!, y con la duda lo hab\u00e9is cancelado de vuestro esp\u00edritu, como si \u00e1cidos corrosivos lo hubieran carcomido (en efecto, la duda es tan corrosiva como un \u00e1cido), volved a esculpir en vuestra mente y en vuestro coraz\u00f3n este signo que os asegura la protecci\u00f3n divina.<\/p>
Si ahora la cruz est\u00e1 velada para simbolizar mi muerte 1, que no lo<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Durante la semana de Pasi\u00f3n, en las iglesias se usaba proceder de este modo, como se recuerda al principio, en el breve dictado.<\/p>
261<\/p>
sea jam\u00e1s en vuestro coraz\u00f3n; que resplandezca en \u00e9l como sobre un altar; que sea para vosotros la luz que os gu\u00eda al puerto; que sea el estandarte en el que se fije vuestra mirada dichosa en el \u00faltimo d\u00eda, cuando por ese signo Yo separar\u00e9 las ovejas de los cabrones y a \u00e9stos los arrojar\u00e9 a las Tinieblas eternas y me llevar\u00e9 conmigo, a la Luz, a mis bienaventurados\u00bb.<\/p>
Luego Jes\u00fas me dice:<\/p>
\u00abT\u00fa has probado el poder de la Cruz. No tienes dudas acerca de la veracidad de la visi\u00f3n, porque tambi\u00e9n t\u00fa viste huir a Satan\u00e1s cuando tu mano alz\u00f3 mi cruz2. \u00a1Mas, cu\u00e1n pocos son los que creen de este modo! Y, dado que no creen, ni siquiera recurren a este signo bendito.<\/p>
Tambi\u00e9n esta visi\u00f3n debe ser incluida en los evangelios de la Fe 3. No es Evangelio, pero es Fe. Y, en el fondo, tambi\u00e9n es Evangelio, puesto que Yo he dicho: \u201cAl que crea en M\u00ed, le dar\u00e9 el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones y sobre el poder del Enemigo y nada podr\u00e1 hacerle da\u00f1o\u201d 4.<\/p>
Que tu fe aumente con cada latido de tu coraz\u00f3n. Y si \u00e9ste, por cansancio, hace m\u00e1s lentos sus latidos, que no se haga m\u00e1s lenta tu creencia.<\/p>
Cuanto m\u00e1s se acerca la hora de la reuni\u00f3n con Dios, tanto m\u00e1s es necesario aumentar la fe porque en la hora de la muerte, el astuto, feroz, adulador Satan\u00e1s – que no se ha cansado nunca de turbaros con sus insidias y ha intentado plegaros con sonrisas, con cantos, con rugidos y silbidos, con caricias y u\u00f1azos – aumenta sus iniciativas para arrancaros al Cielo. \u00c9sta es justamente la hora de abrazarse a la Cruz para que las ondas de la \u00faltima tempestad sat\u00e1nica no os sumerjan. Luego llegar\u00e1 la Paz eterna.
\u00a1\u00c1nimo, Mar\u00eda!, que la Cruz sea tu fuerza ahora y en la hora de la muerte.<\/p>
Que la cruz de la muerte, la \u00faltima cruz del hombre, tenga dos brazos: uno mi misma Cruz y el otro el nombre de Mar\u00eda. Entonces la muerte acontecer\u00e1 en la paz de los que est\u00e1n libres hasta de la cercan\u00eda de Satan\u00e1s, porque \u00e9ste, el Maldito, no soporta la Cruz ni el nombre de mi Madre.<\/p>
\u00a0<\/p>
2 Se trata de una probable alusi\u00f3n al episodio que se lee en la Autobiograf\u00eda, en las p\u00e1gs. 273-
278.<\/p>
3 Son los introducidos con el breve dictado del 28 de febrero. 4 Lucas 10, 19.
262<\/p>
Es necesario que muchos sepan esto, porque todos deb\u00e9is morir y todos necesit\u00e1is de esta ense\u00f1anza para salir victoriosos de la extrema infamia de quien os odia infinitamente\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
30 de marzo<\/p>
Veo una gruta pedregosa en la que hay un jerg\u00f3n formado por hojas secas amontonadas sobre una r\u00fastica armaz\u00f3n de ramas entrelazadas y atadas por juncos. \u00a1Debe de ser tan c\u00f3modo como un instrumento de tortura! En la gruta hay, adem\u00e1s, una piedra grande que sirve como mesa y otra m\u00e1s peque\u00f1a como asiento. En la zona m\u00e1s profunda de la gruta hay otra piedra; se trata de un fragmento saliente de la roca, que tiene una superficie bastante lisa, bru\u00f1ida; no s\u00e9 si este aspecto es natural o si es el resultado de una paciente y fatigosa labor humana. En realidad, parece un r\u00fastico altar, sobre el que est\u00e1 apoyada una cruz hecha con dos ramas atadas con mimbres. Adem\u00e1s, el habitante de la gruta ha plantado una hiedra en una grieta terrosa del terreno y ha extendido sus ramos hasta abrazar y enmarcar la cruz, mientras que en dos toscos vasos, que parecen modelados en la arcilla por una mano inexperta, hay algunas flores silvestres que ha recogido en las cercan\u00edas y, justo al pie de la cruz, en una concha gigantesca, hay una peque\u00f1a planta de ciclamen silvestre, con sus hojitas lustradas y dos gemas a punto de florecer. Al pie de este altar hay un haz de ramos espinosos y un flagelo hecho con sogas anudadas. Tambi\u00e9n hay una tosca tinaja con agua, y nada m\u00e1s.<\/p>
Por la estrecha y baja abertura se ven al fondo los montes y, dada la oscilante claridad que se entrev\u00e9 a\u00fan m\u00e1s lejos, se dir\u00eda que desde este punto se divisa el mar, pero no puedo asegurarlo.
Sobre dicha abertura cuelgan ramos de hiedra, madreselvas y rosales silvestres, es decir, todo el fasto vegetal de los lugares monta\u00f1osos, y forman como un velo movedizo que separa el interior del exterior.
Una mujer enjuta, que lleva un r\u00fastico vestido oscuro y sobre \u00e9ste, una piel de cabra que le sirve de manto, entra en la gruta apartando los ramos colgantes. Parece exhausta. Su edad es indefinible. A juzgar por su rostro ajado, se le dar\u00edan muchos a\u00f1os, m\u00e1s de sesenta. A juzgar por la cabellera, a\u00fan bella, abundante, dorada, no se le dar\u00edan m\u00e1s de cuarenta. Lleva el cabello anudado en dos trenzas que caen sobre los hombros curvos y flacos: son lo \u00fanico que reluce en<\/p>
263<\/p>
medio de ese ambiente escu\u00e1lido. Habr\u00e1 sido hermosa, por cierto: su frente se conserva a\u00fan lisa y erguida, la nariz est\u00e1 bien delineada y el contorno del rostro, a pesar de estar enflaquecido por las penurias, es regular. Pero sus ojos ya no brillan, est\u00e1n hundidos profundamente en las \u00f3rbitas y cercados por dos c\u00e1rdenas ojeras: son dos ojos que han vertido muchas l\u00e1grimas. Dos arrugas como dos cicatrices esculpidas desde el \u00e1ngulo de los ojos y a lo largo de la nariz, se pierden en otra arruga, t\u00edpica de los que han sufrido mucho, que desciende, como un acento circunflejo, desde las fosas nasales hasta la comisura de los labios. Las sienes parecen hundidas y en su intensa palidez se dise\u00f1an las venas azules. Un pliegue de desaliento curva su boca, de un rosa palid\u00edsimo: anta\u00f1o debe de haber sido una boca espl\u00e9ndida, pero ahora es una boca marchita en la que la curva de los labios se asemeja a la de dos alas rotas que penden. Es una boca doliente.<\/p>
La mujer se arrastra hasta la piedra que sirve de mesa y apoya en ella ar\u00e1ndanos y fresas silvestres. Luego va hacia el altar y se arrodilla, pero est\u00e1 tan agotada que, al hacerlo, casi se cae y tiene que sostenerse en la piedra con una mano. Reza mirando la cruz mientras sus l\u00e1grimas descienden por el surco de las arrugas hasta los labios, que las beben. Luego deja caer la piel de cabra de modo que queda cubierta solamente con su burda t\u00fanica, y coge el flagelo y los espinos. Estrecha en torno a la cabeza y las caderas los ramos espinosos y se flagela con las cuerdas, pero est\u00e1 demasiado d\u00e9bil para lograrlo; deja caer el flagelo y, apoy\u00e1ndose al altar con ambas manos, dice: \u2018ti Oh Rab\u00ed, ya no puedo, no puedo sufrir m\u00e1s en recuerdo de tu dolor!\u201d.<\/p>
Reconozco su voz. Es Mar\u00eda de Magdala. Estoy en su gruta de penitente.<\/p>
Mar\u00eda llora. Llama a Jes\u00fas amorosamente. Ya no puede sufrir m\u00e1s, pero puede amar a\u00fan. Su carne mortificada por la penitencia ya no resiste el agobio de la flagelaci\u00f3n, pero su coraz\u00f3n a\u00fan experimenta latidos de pasi\u00f3n y consume amando sus \u00faltimas fuerzas. Y, por eso, con la frente coronada de espinas y la cintura estrechada por ellas, ama habl\u00e1ndole a su Maestro en una continua profesi\u00f3n de amor y en un renovado acto de dolor.<\/p>
Resbala hasta quedar con la frente contra el suelo. Es la misma postura que ten\u00eda en el Calvario, frente a Jes\u00fas tendido en el regazo de Mar\u00eda; la misma que ten\u00eda en la casa de Jerusal\u00e9n cuando la Ver\u00f3nica desplegaba su velo; la misma que ten\u00eda en el huerto de Jos\u00e9 de<\/p>
264<\/p>
Arimatea cuando Jes\u00fas la llam\u00f3 y ella le reconoci\u00f3 y ador\u00f3 1. Pero ahora llora porque Jes\u00fas no est\u00e1.<\/p>
\u201cMaestro m\u00edo, la vida se me escapa. \u00bfTendr\u00e9 que morir sin volver a verte? \u00bfCu\u00e1ndo podr\u00e9 deleitarme con tu rostro? Mis pecados est\u00e1n frente a m\u00ed y me acusan. T\u00fa me has perdonado y por eso creo que el infierno no me alcanzar\u00e1. Mas \u00a1cu\u00e1nto debo esperar en la expiaci\u00f3n antes de vivir de Ti! \u00a1Oh, buen Maestro, por el amor que me has dado, consuela mi alma! La hora de la muerte ha llegado. \u00a1Por tu muerte desolada en la cruz, conforta a tu criatura! T\u00fa me engendraste, no lo hizo mi madre. T\u00fa me resucitaste m\u00e1s que a L\u00e1zaro, mi hermano, porque \u00e9l ya era bueno y no pod\u00eda m\u00e1s que esperar la muerte en tu Limbo. Yo estaba muerta en el alma y, por eso, morir quer\u00eda decir morir
para la eternidad. \u00a1Jes\u00fas, en tus manos encomiendo mi esp\u00edritu! Es tuyo, porque T\u00fa lo has redimido. Como \u00faltima expiaci\u00f3n acepto conocer, como T\u00fa, la dureza de morir abandonada. Pero dame una se\u00f1al que me demuestre que mi vida ha servido para expiar mi pecado\u201d 2.<\/p>
\u201c\u00a1Mar\u00eda!\u201d. Aparece Jes\u00fas. Se dir\u00eda que baja de la r\u00fastica cruz, pero ya no est\u00e1 moribundo y cubierto de llagas: ahora es tan hermoso como en la ma\u00f1ana de la Resurrecci\u00f3n. Desciende del altar y va hacia la mujer arrodillada. Se inclina hacia ella. Vuelve a llamarla y, dado que ella cree que esa Voz resuena porque la percibe en su esp\u00edritu y sigue con la frente contra el suelo, sin ver la luz que irradia Cristo, \u00c9l la toca pos\u00e1ndole una mano sobre la cabeza y tom\u00e1ndola por el brazo para ayudarla a levantarse, como en Betania 3.<\/p>
Cuando ella percibe ese roce y reconoce esa mano afilada, exhala un alarido, alza su rostro transfigurado por el j\u00fabilo y vuelve a bajarlo para besar los pies de su Se\u00f1or.<\/p>
\u201c\u00c1lzate, Mar\u00eda. Soy Yo. La vida huye, es verdad. Mas Yo vengo a decirte que Cristo te espera. Mar\u00eda no debe esperar. Todo le ha sido perdonado. Le fue perdonado desde el primer momento. Mas ahora est\u00e1 m\u00e1s que perdonado: tu lugar ya est\u00e1 listo en mi Reino. He venido a dec\u00edrtelo, Mar\u00eda. No le orden\u00e9 al \u00e1ngel que lo hiciera porque Yo doy cien veces m\u00e1s de lo que recibo y recuerdo todo lo que recib\u00ed de<\/p>
\u00a0<\/p>
1 Se refiere a las visiones del 18 de febrero, del 19 de febrero y del 21 de febrero respectivamente.<\/p>
2 En los escritos de Mar\u00eda Valtorta y, en particular, en la vasta obra sobre el Evangelio, Mar\u00eda de Magdala, hermana de Marta y de L\u00e1zaro, est\u00e1 identificada con la pecadora sin nombre de Lucas 7, 36-50.<\/p>
3 V\u00e9ase la visi\u00f3n del 23 de marzo. 265
ti. Mar\u00eda, revivamos juntos esa hora pasada. Acu\u00e9rdate de Betania 4. Era la tarde sucesiva al s\u00e1bado. Faltaban seis d\u00edas para mi muerte. \u00bfRecuerdas tu casa? Era hermosa, envuelta en la cerca florecida de su huerto. El agua cantaba en la fuente y las primeras rosas perfumaban en torno a sus muros. L\u00e1zaro me hab\u00eda invitado a su cena y t\u00fa hab\u00edas despojado el jard\u00edn de sus flores m\u00e1s bellas para adornar la mesa donde tu Maestro iba a tomar su alimento. Marta no hab\u00eda osado reprocharte porque recordaba mis palabras 5 y te miraba con dulce envidia, porque resplandec\u00edas de amor yendo y viniendo para los preparativos. Y luego llegu\u00e9. T\u00fa, m\u00e1s veloz que una gacela, precediste a los criados y corriste a abrir la cancela con tu grito habitual que parec\u00eda, siempre, el grito de una prisionera liberada. En efecto, Yo era tu liberaci\u00f3n y t\u00fa una prisionera liberada. Los ap\u00f3stoles ven\u00edan conmigo. Ven\u00edan todos, tambi\u00e9n el que ya era como un miembro gangrenoso del cuerpo apost\u00f3lico. Pero all\u00ed estabas t\u00fa para tomar su puesto y no sab\u00edas que, al mirar tu cabeza inclinada para besar mis pies y tu mirada sincera y llena de amor, al mirar sobre todo tu esp\u00edritu, Yo olvidaba el disgusto de tener a mi lado al traidor. Por eso te quise en el Calvario. Por eso te quise en el huerto de Jos\u00e9. Porque verte significaba estar seguro de que mi muerte no carec\u00eda de objeto y mostrarme a ti era el agradecimiento por tu fiel amor. \u00a1Oh Mar\u00eda, bendita seas, t\u00fa que no has traicionado nunca, que me has confirmado mi esperanza de Redentor; t\u00fa, en quien vi a todos los que se salvaron por mi muerte! Mientras todos com\u00edan, t\u00fa adorabas. Me hab\u00edas dado agua perfumada para mis pies cansados, besos castos y ardientes para mis manos y, a\u00fan no contenta con ello, quisiste romper el \u00faltimo vaso precioso que te quedaba y ungirme y ordenarme el cabello como una madre, y ungirme
las manos y los pies para que todo en tu Maestro perfumara como los miembros de un Rey consagrado… Y Judas, que te odiaba porque ahora eras honesta y, con tu honestidad, rechazabas la avidez de los machos, te reproch\u00f3… Mas Yo te defend\u00ed porque todo eso lo hab\u00edas hecho por amor, un amor tan grande que su recuerdo me acompa\u00f1\u00f3 en la agon\u00eda, desde la tarde del jueves hasta la hora de nona… Ahora, por ese acto de amor que me diste en los umbrales de mi muerte, Yo vengo a devolverte amor en los umbrales de tu muerte. Mar\u00eda, tu Maestro te ama. \u00c9l est\u00e1 aqu\u00ed para dec\u00edrtelo.<\/p>
\u00a0<\/p>
4 Mateo 26, 6-13; Marcos 14, 3-9; Juan 12, 1-11.<\/p>
5 Lucas 10, 38-42.<\/p>
266<\/p>
No temas, no te angusties con la idea de otra muerte. Tu muerte no es diferente de la de quien derrama su sangre por M\u00ed. \u00bfQu\u00e9 ofrece el m\u00e1rtir? Ofrece su vida por amor de su Dios. \u00bfQu\u00e9 ofrece el penitente? Ofrece su vida por amor de su Dios. \u00bfQu\u00e9 ofrece el que ama? Ofrece su vida por amor de su Dios. Como ves, no hay diferencia. El martirio, el amor, la penitencia, cumplen el mismo sacrificio y lo cumplen por el mismo fin. Por lo tanto, el martirio se cumple en ti, que eres penitente y amante, como en quien perece en la arena. Mar\u00eda, te precedo en la gloria. B\u00e9same la mano y reposa en paz. Reposa. Ya es tiempo para ti de reposar. Dame tus espinas. Ahora es tiempo de rosas. Reposa y espera. Te bendigo, \u00a1oh, bienaventurada! \u201c.<\/p>
Jes\u00fas ha obligado a Mar\u00eda a echarse en su jerg\u00f3n.Y la santa, con el rostro lavado por el llanto de su \u00e9xtasis, ha obedecido la voluntad de su Dios y ahora parece dormir con los brazos cruzados sobre el pecho, mientras las l\u00e1grimas siguen brotando pero la boca r\u00ede.<\/p>
Se incorpora cuando la gruta se ilumina por un viv\u00edsimo resplandor a la llegada de un \u00e1ngel; \u00e9ste sostiene un c\u00e1liz que apoya en el altar y luego permanece en adoraci\u00f3n. Tambi\u00e9n Mar\u00eda, que est\u00e1 arrodillada junto a su m\u00edsero lecho, est\u00e1 en adoraci\u00f3n. Ya no puede moverse. Sus fuerzas van disminuyendo, pero se siente feliz. El \u00e1ngel coge el c\u00e1liz y le da la comuni\u00f3n. Luego sube otra vez al Cielo.<\/p>
Como una flor abrasada por el sol excesivo, Mar\u00eda se dobla, se dobla con los brazos a\u00fan cruzados sobre el pecho y cae hundiendo el rostro en la hojarasca del jerg\u00f3n. Ha muerto. El \u00e9xtasis eucar\u00edstico ha cortado la \u00faltima fibra vital.<\/p>
Mientras Jes\u00fas hablaba, yo ve\u00eda la escena descrita: la casa de Betania, toda florecida y de fiesta; la sala del banquete, preparada fastosamente. Ve\u00eda a Marta, empe\u00f1ada en los quehaceres y a Mar\u00eda, que se ocupaba de las flores.<\/p>
Y luego ve\u00eda la llegada de Jes\u00fas con los doce y el encuentro con Mar\u00eda, que le conduce a la casa; prontamente L\u00e1zaro va al encuentro del Maestro y entra con \u00c9l en la casa, en una sala que precede la del banquete. Mar\u00eda lleva una jofaina con agua y quiere lavar ella misma los pies de Jes\u00fas. Luego cambia el agua y sostiene la jofaina hasta que Jes\u00fas termina de lavarse las manos y cuando \u00c9l le devuelve la toalla, le coge las manos y se las besa. Luego se sienta en el suelo, sobre un tapiz que cubre el piso, a los pies de Jes\u00fas, y le escucha hablar con su hermano; \u00e9ste muestra a Jes\u00fas unos rollos: son obras que ha<\/p>
267
comprado recientemente en Jerusal\u00e9n. Jes\u00fas discute con L\u00e1zaro acerca del contenido de dichas obras y seg\u00fan me parece, le explica los errores doctrinales contenidos en ellas o las diferencias entre esas doctrinas pertenecientes a la gentilidad y las doctrinas verdaderas. Debe de tratarse de obras literarias que L\u00e1zaro, que es rico y culto, ha querido conocer. Mar\u00eda no habla nunca. Escucha y ama.<\/p>
Luego van a cenar. Las dos hermanas sirven a la mesa. No comen. Comen solamente los hombres. Tambi\u00e9n los criados van y vienen transportando los platos, que son costosos y hermosos y que apoyan sobre el aparador. De all\u00ed los cogen las dos hermanas para llevarlos personalmente a la mesa, as\u00ed como las \u00e1nforas, que llenan con vino. Jes\u00fas bebe agua y s\u00f3lo al final acepta un poco de vino.<\/p>
Pero cuando el banquete est\u00e1 por terminar y el ritmo de la cena disminuye para mudarse m\u00e1s bien en conversaci\u00f3n, mientras pasan las frutas y los dulces, vuelve Mar\u00eda – que hab\u00eda desaparecido por unos minutos – con un \u00e1nfora de alabastro cuyo cuello rompe contra la esquina de un mueble para poder extraer su contenido m\u00e1s f\u00e1cilmente, lo coge a manos llenas y, de pie detr\u00e1s de Jes\u00fas, le unge los cabellos y ordena los rizos de las puntas enrosc\u00e1ndolos en sus dedos mech\u00f3n por mech\u00f3n. Parece una mam\u00e1 que est\u00e1 peinando a su ni\u00f1o. Cuando termina, besa levemente la cabeza de Jes\u00fas y luego le coge las manos, las perfuma con b\u00e1lsamos, las besa y sucesivamente hace lo mismo con los pies.<\/p>
Los disc\u00edpulos miran. Juan le sonr\u00ede a Mar\u00eda, como para darle \u00e1nimo; Pedro mueve la cabeza pero… al fin tambi\u00e9n \u00e9l esboza una sonrisa disimulada por la barba y los dem\u00e1s hacen m\u00e1s o menos lo mismo. Tom\u00e1s y otro medio viejo refunfu\u00f1an en voz baja. Con una mirada indefinible pero que, por cierto, no anuncia nada bueno, Judas estalla con malhumor: \u201c\u00a1Qu\u00e9 necedad! Basta ser mujer para ser necia. \u00bfPara qu\u00e9 sirve todo ese derroche? El Maestro no es ni un publicano ni una meretriz y, por tanto, no tiene necesidad de semejantes afeminaciones. Hasta es un deshonor para \u00c9l. \u00bfQu\u00e9 dir\u00e1n los jud\u00edos sinti\u00e9ndole perfumado como un efebo? Maestro, me sorprende que permitas a una mujer semejantes necedades. Si tiene riquezas por derrochar, que me las d\u00e9 a m\u00ed para los pobres. Y as\u00ed ser\u00e1 m\u00e1s juiciosa. Mujer, te estoy hablando a ti: ac\u00e1bala, que me das asco\u201d.<\/p>
Mar\u00eda le mira estupefacta, se sonroja y est\u00e1 dispuesta a obedecer. Pero Jes\u00fas posa su mano sobre la cabeza, que la joven ha bajado, y luego la desliza hasta el hombro, acerc\u00e1ndola ligeramente a S\u00ed como para<\/p>
268<\/p>
defenderla. Y dice: \u201cD\u00e9jala tranquila. \u00bfPor qu\u00e9 le haces estos reproches? Nadie debe reprochar una obra buena y ver en ella significados que s\u00f3lo la malicia puede sugerir. Ella ha hecho una buena acci\u00f3n hacia M\u00ed. Los pobres existir\u00e1n siempre. Yo ya no estar\u00e9 entre vosotros y los pobres seguir\u00e1n estando. Podr\u00e9is seguir prodig\u00e1ndoles el bien. A M\u00ed ya no podr\u00e9is, porque ya est\u00e1 cerca el momento en que os dejar\u00e9. Ella ha anticipado el homenaje a mi Cuerpo sacrificado por todos vosotros y ya me ha ungido para la sepultura porque para ese entonces no podr\u00e1 hacerlo. Y, por cierto, mucho le doler\u00eda no haber podido perfumarme con sus b\u00e1lsamos. En verdad os digo que hasta el fin del mundo y en todo lugar donde se predique el Evangelio, se recordar\u00e1 cuanto ella acaba de hacer. Y su acto servir\u00e1 de lecci\u00f3n para que las almas me den su amor, que es el b\u00e1lsamo que Cristo ama, y cobren coraje en el sacrificio, pensando que cada sacrificio es un b\u00e1lsamo que perfuma al Rey entre los reyes, al Ungido de Dios, a Aqu\u00e9l, del que desciende la Gracia – como este perfume de nardos se expande de mis cabellos – para fecundar los corazones hacia el amor, y a quien el amor asciende en un continuo flujo y reflujo de amor, de M\u00ed hacia las almas m\u00edas y de las almas m\u00edas hacia M\u00ed. Judas, im\u00edtala, si puedes, si a\u00fan puedes hacerlo. Y respeta a Mar\u00eda y, con ella, a M\u00ed. Tambi\u00e9n resp\u00e9tate a ti mismo, puesto que el hombre no se deshonra aceptando un puro amor con amor puro, sino albergando hast\u00edo y haciendo insinuaciones bajo el impulso de los sentidos. Hace ya tres a\u00f1os,
Judas, que te prodigo mis ense\u00f1anzas, pero a\u00fan no he logrado mudarte. Y ya est\u00e1 cerca la hora, \u00a1oh, Judas, Judas!… Gracias, Mar\u00eda. Persevera en tu amor\u201d.<\/p>
Dice Jes\u00fas:<\/p>
\u00abPor mucho que una criatura pueda dar amor con total generosidad y retribuir de modo igualmente absoluto a quien la ha amado, ese sentimiento ser\u00e1 siempre muy relativo. Mas vuestro Jes\u00fas supera todo anhelo humano, aun el m\u00e1s vasto, y todo l\u00edmite en la satisfacci\u00f3n del mismo, pues es Dios, vuestro Jes\u00fas y, con mi generosidad de Dios – y de Dios bueno – Yo doy a vosotros, que sois generosos y amantes, pues dedico esta p\u00e1gina especialmente a vosotras, \u00a1oh, almas que no os content\u00e1is con obedecer el precepto, sino que acog\u00e9is el consejo y llev\u00e1is vuestro amor a hero\u00edsmos santos!<\/p>
Creo el milagro para vosotros, para retribuir con un hecho jubiloso todo el gozo que me dais. Suplo Yo mismo todo lo que os falta o produzco todo lo que os necesita. Mas no os hago faltar nada a voso-<\/p>
269<\/p>
tros que, por amor m\u00edo, os despojasteis de todo hasta llegar a vivir en la soledad material o moral, en medio de un mundo que no os comprende, que os burla y que, repitiendo el antiguo insulto que otrora me dirigieron a M\u00ed 6, a vuestro Maestro, os grita: \u201c\u00a1Locos!\u201d, y confunde vuestras penitencias y vuestras luces con se\u00f1ales diab\u00f3licas, porque el mundo sometido a Satan\u00e1s cree que los sat\u00e1nicos son los santos, o sea, los que han puesto el mundo bajo sus pies y de \u00e9l se han servido para subir a\u00fan m\u00e1s hacia M\u00ed y sumirse en mi Luz.<\/p>
Dejad que os llamen \u201clocos y demonios\u201d. Yo s\u00e9 que sois los posesores de la verdadera sabidur\u00eda, de la recta inteligencia y que alberg\u00e1is un alma ang\u00e9lica en un cuerpo mortal. Yo recuerdo, sin que se me haya olvidado ni siquiera un suspiro de amor vuestro, cu\u00e1nto hab\u00e9is hecho por M\u00ed y, del mismo modo que os defiendo del mundo – porque a los mejores del mundo les hago saber lo que signific\u00e1is a mis ojos -, os recompenso tambi\u00e9n cuando llega la hora y juzgo que es tiempo de infundir en vuestro c\u00e1liz la dulzura.<\/p>
S\u00f3lo Yo lo beb\u00ed hasta el fondo sin mitigarlo con la miel. Lo beb\u00ed s\u00f3lo Yo, que tuve que aferrarme al pensamiento de los que me amar\u00edan en el porvenir, para poder resistir hasta el fin sin llegar a maldecir al hombre por quien derramaba mi Sangre y sin conocer, o m\u00e1s que conocer, sin dejarme llevar por la desesperaci\u00f3n de mi condici\u00f3n de abandonado de Dios 7.<\/p>
Mas no quiero que sufr\u00e1is lo que Yo padec\u00ed. Mi experiencia fue demasiado cruel como para impon\u00e9rosla y con ello no har\u00eda m\u00e1s que tentaros m\u00e1s all\u00e1 de vuestras propias fuerzas. Dios nunca es imprudente. Quiere salvaros, no perderos. Imponeros horas demasiado crueles, ser\u00eda llevar a la perdici\u00f3n vuestra alma, que ceder\u00eda como una rama sobrecargada y terminar\u00eda por quebrarse y conocer el fango tras haber conocido tanto Cielo.<\/p>
Nunca desilusiono a quien espera en M\u00ed. D\u00edselo, d\u00edselo, d\u00edselo a todos\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
6 Mateo 12, 24; Marcos 3, 22 y 30; Lucas 11, 15; Juan 10, 20.<\/p>
7 Mateo 27, 46; Marcos 15, 34.
270<\/p><\/div>\n\t\t\t\t\t\t\t\t\t
Maria Valtorta<\/p>
\u00a0<\/p>
LOS CUADERNOS
1945-1950<\/p>
Traducci\u00f3n del italiano de
A. Carmen Massari Acquavella<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
CENTRO EDITORIALE VALTORTlANO<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a9 1984 by Emilio Pisani.
Todos lo derechos reservados.
T\u00edtulo original: I Quaderni dal 1945 al 1950.
\u00a9 1985 by Centro Editoriale Valtortiano srl.<\/p>
Traducci\u00f3n del italiano de
A. Carmen Massari Acquavella
\u00a9 2005 by Centro Editoriale Valtortiano srl.
Viale Piscicelli 89-91 03036 Isola del Liri (Fr) \u2013 Italy
www.mariavaltorta.com<\/p>
\u00a0<\/p>
ISBN 978-88-7987-095-5<\/p>
\u00a0<\/p>
Fotocomposici\u00f3n e impresi\u00f3n:
Centro Editoriale Valtortiano srl.<\/p>
Reprinted in Italy, 2009<\/p>
LOS CUADERNOS 1945-1950
2 de enero de 1945<\/p>
No tengo una visi\u00f3n particular. Pero al amanecer, mientras digo el Rosario, con los misterios dolorosos porque es martes, Jes\u00fas me ilustra nuovamente sus sufrimientos de los 4 primeros misterios. Y todas las torturas del Getseman\u00ed, de la flagelaci\u00f3n – ese sufrimiento siempre atroz pero que, yo dir\u00eda, es tanto m\u00e1s atroz cuanto m\u00e1s se la ve -, de la coronaci\u00f3n con el cerco de espinas, pasan ante m\u00ed y me hacen sufrir por los sufrimientos de Jes\u00fas.
Del cuarto misterio he visto solamente a Jes\u00fas que, tambale\u00e1ndose, iba subiendo por una callejuela estrecha y mal empedrada que conduce a la Puerta Judicial, uno de los consabidos altibajos de Jerusal\u00e9n. All\u00ed, para sobrepasar un fuerte desnivel, hay dos toscos pelda\u00f1os. Para Jes\u00fas, que estaba exhausto e iba cargado con la larga y pesada cruz, subirlos significaba un esfuerzo enorme. Sudaba, le faltaba el aliento, parec\u00eda estar a punto de desplomarse.
Luego no vi nada m\u00e1s.<\/p>
10 de enero de 1945<\/p>
Tan pronto como me despierto se me presenta una visi\u00f3n singular.
Veo un cuarto estrecho, largo, oscuro, con el techo bajo. En uno de los lados estrechos hay una peque\u00f1a ventana; es la \u00fanica. En el fondo de la pared opuesta hay una puertecita entreabierta que deja ver un m\u00edsero pasillo, iluminado apenas por la escasa luz que penetra por alguna ventanita que no veo. En ese cuarto, que m\u00e1s bien parece un pasillo, hay una mesa larga y r\u00fastica; no es m\u00e1s que una tabla espesa y lisa, del color natural de la madera que, ciertamente, se ha oscurecido por el uso prolongado; est\u00e1 sostenida por cuatro pares de patas: son soportes cil\u00edndricos dispuestos de esta manera
\/ \\ en los dos extremos y en la cuarta parte de la mesa. En la pared hay un Crucifijo muy grande.
7
A esa mesa est\u00e1n sentados siete franciscanos: San Francisco, a quien se le ve p\u00e1lido y demacrado como siempre; fray El\u00eda, alto, bello, joven, con ojos negros y fieros y negros cabellos rizados… \u00a1ay! sus rasgos y, sobre todo, sus gestos tienen una semejanza muy fea con los de Judas. Tambi\u00e9n fray Le\u00f3n es joven y no muy alto, pero su rostro expresa bondad y jovialidad. Estos frailes est\u00e1n a uno y otro lado de San Francisco. Luego, junto a Le\u00f3n, est\u00e1 fray Maseo, un fraile corpulento, calmo, m\u00e1s bien anciano. Adem\u00e1s hay tres frailecillos, que me parecen novicios o conversos; est\u00e1n siempre en silencio, con actitud t\u00edmida y casi inc\u00f3moda y est\u00e1n vestidos a\u00fan m\u00e1s pobremente que los otros cuatro, pues ni siquiera llevan manto. Est\u00e1n comiendo, en platos de esta\u00f1o, verduras hervidas (me parece que se trata de br\u00f3coles o de repollo) y pan de un color ceniciento.
\u00ab\u00a1Qu\u00e9 rico es este pan! Tiene uip sabor especial. No s\u00e9 c\u00f3mo decirlo, casi parece un dulce…\u00bb, dice fray El\u00eda.
Y fray Maseo le responde: \u00abEso es, \u00a1un dulce! Y, adem\u00e1s, es jugoso como la carne. Nutre, tonifica. Es un alimento tan completo como una comida entera\u00bb.
Fray Le\u00f3n prosigue: \u00ab\u00a1\u00bfY qu\u00e9 decir de la santa Hostia?! Jam\u00e1s he sentido un sabor como \u00e9se: Es una levedad incons\u00fatil que se disuelve en dulzura… \u00a1Oh! \u00a1es una dulzura paradisiaca!\u00bb.
\u00abOs har\u00e9 conocer a la que hace este pan y estas hostias. No os fij\u00e9is en su aspecto: es rozagante y alegre, mas bajo la sonrisa afable oculta su austeridad. Es una conversa que hace
el pan y se ocupa de la comida de las monjas. Mas s\u00e9 con seguridad que es bien poco el alimento que ingiere y que se trata siempre del que las otras rechazan, del que a las otras repugna. Si escasea la comida, la deja para las que son m\u00e1s d\u00e9biles f\u00edsica y espiritualmente y para su hambre y su cansancio destina s\u00f3lo lo que al hombre le asquea… \u00a1Tendr\u00edamos que llamarla Juana Bautista! En este desierto suyo de verdadera enclaustrada – desierto en s\u00ed misma, porque la clausura es desierto s\u00f3lo si as\u00ed se lo quiere, es decir, si en ella se sabe vivir con el Solo – se alimenta solamente de langostas y de caracoles arrancados de las verduras del huerto y luego asados en la llama. Y aun as\u00ed r\u00ede y canta como una alondra libre. Hela aqu\u00ed\u00bb.
Los frailes, llevados por la curiosidad, se vuelven hacia la puertecita entreabierta. Entra una monja bella, joven (tendr\u00e1 unos 30 a\u00f1os), robusta. Sonriendo, apoya sobre la mesa una jarra de agua y una escudilla de madera. Lleva un h\u00e1bito derecho, de color herrum-
8
bre, con amplias mangas; por delante y por detr\u00e1s, el monjil le cae hasta el suelo. No veo cord\u00f3n alguno. Ni tampoco veo un cintur\u00f3n, porque lleva un peque\u00f1o manto corto, circular, que le llega a las caderas y que est\u00e1 ajustado al cuello por un trocito de madera. La cabeza est\u00e1 fajada por las vendas que le estrechan la frente – cubri\u00e9ndosela hasta las cejas – y tambi\u00e9n las mejillas y que luego descienden por debajo del monjil.
Por encima lleva el velo negro puesto como un manto, de este modo ~ . Tiene un rostro bello, redondo, la tez rosada; ojos negros, risue\u00f1os y brillantes, y hermosos dientes, sanos y fuertes. Su estatura es normal y su aspecto robusto.
\u00abHe aqu\u00ed a Sor Amata Diletta de Jes\u00fas\u00bb, dice Francisco. Y luego prosigue: \u00abA mis compa\u00f1eros les gustar\u00eda saber qu\u00e9 sueles poner en tu pan, que es tan bueno, y c\u00f3mo haces las hostias para la santa Misa, que son diferentes de todas las dem\u00e1s\u00bb.
La monja r\u00ede y responde inmediatamente: \u00abEl aroma me lo da mi vendedor de especias\u00bb.
\u00abPues, \u00bfde qu\u00e9 aroma se trata?\u00bb.
\u00abDe la Caridad de \u00c9l, de Jes\u00fas, mi Se\u00f1or, mi Esposo\u00bb.
No veo nada m\u00e1s. La visi\u00f3n termina con el rostro de Sor Amata Diletta de Jes\u00fas, que resplandece al decir estas palabras.
Mientras a\u00fan sigue hablando el P. Migliorini1, antes de la Comuni\u00f3n, tambi\u00e9n habla el Maestro. Y su tono es tan imperioso que planto al sacerdote y me ocupo de Jes\u00fas. Dicta:
\u00abYo soy tu Superior. \u00bfSientes mi Gracia en ti? \u00bfMe sientes en tu coraz\u00f3n, sientes que te apruebo? Y entonces, \u00bfqu\u00e9 pasa? \u00bfNo soy acaso Yo el Superior de los superiores? \u00bfNo soy Yo tu Clausura? \u00bfTu amor hacia M\u00ed y mi Amor por ti no son acaso barreras y cancelas?
\u00bfHay quien se empecina en la dureza de las necesidades? \u00bfPor qu\u00e9 lo hace? Lo hace por soberbia y ego\u00edsmo. \u00a1Oh, santa Humildad que ya fue m\u00eda! \u00a1Oh, santa Pobreza que ya fue m\u00eda!
\u00a1Oh, santa Caridad que soy Yo mismo!
A ti, que sufres, te he dado una luz: Sor Amata Diletta de Jes\u00fas, que es m\u00e1s tuya que de los franciscanos\u00bb.<\/p>
1 Se trata del padre Romualdo M. Migliorini perteneciente a la orden de los Siervos de Mar\u00eda, director espiritual de la escritora desde 1942 hasta 1946. Para su biograf\u00eda, v\u00e9ase la nota 2 del 22 de abril en \u201cLos cuadernos. 1943\u201d.<\/p>
9
Ayer por la noche Jes\u00fas me dict\u00f3 esto para Sor Gabriella2:
\u00abAve, Maria Gabriella de mi Madre. No conozco un saludo m\u00e1s dulce.
S\u00ed, es la \u201cpalabra de oro\u201d. La coloco donde hay alg\u00fan sufrimiento, alg\u00fan sufrimiento que a\u00fan conserva algo humano… que Yo quiero abolir. Por eso lo abraso con el oro encendido de mi Caridad. A los que prefiero les doy como suerte no s\u00f3lo la de ser amados sino tambi\u00e9n temidos y no comprendidos, para que as\u00ed se asemejen m\u00e1s a M\u00ed y para que no amen m\u00e1s que a M\u00ed. Todo afecto que se da o se recibe, que humanamente se da y se recibe, es como una mol\u00e9cula de impureza en la amalgama de una vara de oro.
Dir\u00e1s que el oro nunca es puro. Se lo une siempre a otros metales para poder elaborarlo. Ya lo s\u00e9. A\u00f1\u00e1dele plata, o sea, llanto. A\u00f1\u00e1dele platino, o sea, dolor. Pero nunca le a\u00f1adas cobre, que es rencor. Nunca le a\u00f1adas esta\u00f1o, que es cansancio. Nunca, nunca, nunca le a\u00f1adas hierro ni carb\u00f3n, que representan el deseo de ser amada y el de ser comprendida. Si lo hicieras, ensuciar\u00edas tu oro.
Cuando seas solamente oro, platino y plata, atraer\u00e1s a todos hacia ti. Cr\u00e9eme, Gabriella de Mar\u00eda: les atraer\u00e1s porque s\u00f3lo cuando no se es m\u00e1s que una llama que arde por arder, sin preocuparse por qui\u00e9n ni tampoco por qu\u00e9 se arde, s\u00f3lo entonces todo se vuelve para mirar la luz. \u00bfY sabes por qu\u00e9? Porque esa luz que arde del modo que dec\u00eda tu Francisco: \u201cSin deseo de ser amado\u201d, refleja el Cielo y el Rostro de Dios, se funde con el fuego que es Dios, ama todas las cosas en Dios, y por eso resplandece de Dios. Ya no es un alma que ama; es Dios que ama en un alma. Yo puedo dec\u00edrtelo: entonces todo converge en nosotros. Converge \u201ctodo\u201d lo bueno. Tambi\u00e9n algo de lo menos bueno y menos todav\u00eda de lo malvado. Mas siempre se vuelve con estupor.
\u00bfEst\u00e1s cansada? Heme aqu\u00ed. Digo siempre: \u201cHeme aqu\u00ed\u201d cuando alguien me quiere a su lado. S\u00f3lo Yo, que aunque calle, s\u00e9, puedo aliviar el cansancio y aquietar el dolor.<\/p>
2 Se trata de Sor Gabriella cuyo nombre secular es Emma Federici, superiora en Camaiore de la congregaci\u00f3n de las Pobres hijas de los estigmas de San Francisco (Stimmatine). Sor Gabriella est\u00e1 mencionada varias veces en este volumen. Su deseo era fundar un instituto para acoger la vocaci\u00f3n religiosa de mujeres cuyo nacimiento no hab\u00eda sido reconocido leg\u00edtimamente. Termin\u00f3 por salir de la Congregaci\u00f3n a la que pertenec\u00eda, pero no logr\u00f3 realizar su misi\u00f3n y se la consider\u00f3 una figura discutible. V\u00e9ase tambi\u00e9n los textos del 22 de junio y del 30 de diciembre en \u201cLos cuadernos.
1944\u201d.<\/p>
10
\u00bfCu\u00e1l es la gu\u00eda para obrar, para obrar bien? Es el amor. Mi Juan era joven e
ignorante, hasta un poco tozudo, como dices, y perezoso como son por lo general los orientales. Mas lo entend\u00eda todo enseguida porque amaba tanto que el amor supl\u00eda todo lo que faltaba. No te preguntes nunca: \u201c\u00bfPodr\u00e9 hacer esto?\u201d. Si te lo inspiro, quiere decir que puedes hacerlo.
Lo dem\u00e1s te lo dir\u00e1 el Amor.
Que mi paz sea contigo. Te digo a\u00fan: \u00bfquerr\u00edas que te dijera: \u201cVen\u201d? Mas Yo he caminado hoy, ma\u00f1ana y tambi\u00e9n pasado ma\u00f1ana, por a\u00f1os… un paso tras otro, sosteniendo la Cruz, cuesta arriba, arriba, arriba… Mira cu\u00e1ntos golpes… Mira cu\u00e1nta Sangre…
Camina: hoy, ma\u00f1ana, y a\u00fan pasado ma\u00f1ana… las \u00faltimas horas ser\u00e1n las m\u00e1s angustiosas… Mas luego… luego tu esp\u00edritu vendr\u00e1 a descansar en las manos de tu Jes\u00fas\u00bb.<\/p>
16 de enero de 1945
A las 6 de la ma\u00f1ana.
Escribo a la luz de la buj\u00eda y no s\u00e9 c\u00f3mo estar\u00e9 escribiendo. Pero no quiero padecer lo que padec\u00ed ayer. Mientras estaba diciendo el \u201cVeni Sancte Spiritus\u201d, se me aparece esta visi\u00f3n de modo tan prepotente que comprendo que es in\u00fatil insistir en re- zar. Por lo tanto, sigo la visi\u00f3n y, al advertir que es tan compleja, comienzo a escribirla como puedo con esta luz.
De seguro me encuentro en las catacumbas. \u00bfEn cu\u00e1l? \u00bfEn qu\u00e9 siglo? No lo s\u00e9.
Estoy en una iglesia de las catacumbas hecha de este modo: [croquis]
Es decir, tiene forma rectangular y termina en una vasta aula circular en cuyo centro est\u00e1 el altar constituido por una mesa rectangular, separada de la pared, cubierta por un verdadero mantel, o sea, un pa\u00f1o de lino con un ancho dobladillo en los cuatro lados, pero sin encajes o bordados.
En el muro del \u00e1bside est\u00e1 pintada una escena evang\u00e9lica con el Buen Pastor. Por cierto, no es una obra de arte. Se ve un sendero campestre que parece de fango amarillo; m\u00e1s all\u00e1 del sendero, a la derecha de quien mira, una mancha verdosa viene a ser el prado; al borde del prado, siete ovejas – tan api\u00f1adas que parecen un solo
11
bloque y de las que s\u00f3lo se ve el hocico de las dos primeras, mientras las otras parecen hatillos panzudos – van caminando por el sendero en direcci\u00f3n de quien mira. A su lado, hacia el fondo, est\u00e1 el Buen Pastor, vestido de blanco y con un manto rojo deste\u00f1ido. Sobre los hombros lleva una ovejilla que sostiene por las patitas. El pintor, o mosaiquista, hizo todo lo que pudo… pero por cierto no puede decirse que a Jes\u00fas se le ve hermoso. Tiene el caracter\u00edstico rostro de las pinturas y mosaicos de las primeras \u00e9pocas del cristianismo: un rostro achatado, m\u00e1s ancho que largo porque se le representa de frente, con los cabellos lisos y untosos, demasiado oscuros y opacos. Ni siquiera lleva barba. Pero, a pesar de su fealdad, tiene una mirada triste y amorosa que atrae y en los labios la mueca de una sonrisa dolorosa que hace pensar.
En el punto se\u00f1alado con un\u00e0 peque\u00f1a cruz hay una abertura, pero es tan baja que s\u00f3lo un ni\u00f1o podr\u00eda pasar por ella sin golpearse la cabeza. Por encima de la abertura, una l\u00e1pida de la altura de un hombre, indica un nicho. En la l\u00e1pida est\u00e1 escrito el \u201cPax\u201d que se usaba en ese entonces y debajo, en lat\u00edn: \u201cHuesos del beato m\u00e1rtir Valente\u201d. A los lados de la inscripci\u00f3n hay dos grafitos: una ampolla y una hoja de palma.
Al fondo de la iglesia hay otra baja abertura, indicada con el c\u00edrculo, y junto a ella veo a cuatro excavadores muy robustos, armados de palas y picos. Cerca de ellos se ven dos montones de arenisca de desmonte. Deduzco que es \u00e9poca de persecuciones y que est\u00e1n listos para derribar la pared y ocultar la iglesia con esa avalancha y con los montones de arenisca ya preparados.
La iglesia est\u00e1 iluminada, como de costumbre, por la tr\u00e9mula claridad rojo- amarillenta de las l\u00e1mparas de aceite. Hacia el altar, la luz es m\u00e1s viva. En cambio, hacia el fondo apenas es una claridad en la que se pierden los contornos de las personas que, por lo general, est\u00e1n vestidas de oscuro.
Sobre el altar se ve el c\u00e1liz, a\u00fan cubierto. Pero la Misa ya debe de haber empezado. Ante el altar est\u00e1 un viejecito de rostro asc\u00e9tico y palid\u00edsimo, que parece estar esculpido en antiguo marfil. La tonsura se pierde en la calvicie, que deja en torno a la cabeza s\u00f3lo una corona de vaporosas canas que descienden hasta las orejas. Todo lo dem\u00e1s queda descubierto y la frente parece inmensa. Y debajo de ella hay dos claros ojos celestes, mansos, tristes, pero l\u00edmpidos como los de un ni\u00f1o. La nariz es larga y fina, la boca presenta la caracter\u00eds-
12
tica arruga de vejez y en las mand\u00edbulas hay muy pocos dientes. Es un rostro de santo, afilado y austero. Lo veo bien porque est\u00e1 vuelto hacia m\u00ed, pues est\u00e1 celebrando el rito del otro lado del altar. Lleva la casulla usada en esa \u00e9poca, es decir, en forma de peque\u00f1o manto y, por
encima, el palio y la estola.
Delante del altar (donde he puesto tres puntos) est\u00e1n arrodillados tres j\u00f3venes. Los que est\u00e1n en los extremos llevan la casaca de los di\u00e1conos, con las mangas anchas y largas hasta m\u00e1s abajo del codo. El que est\u00e1 en el medio lleva ya la casulla, con las mangas constituidas por una peque\u00f1a capa que va desde la espalda hasta los hombros; tiene la estola en bandolera. Al ver la estola deduzco que no se trata de una escena de los primeros tiempos, pues si bien me acuerdo no la vi en las primeras Misas. Pienso que estamos al final del siglo II\u00b0 o a pricipios del III\u00b0. Pero podr\u00eda equivocarme porque se trata de una idea m\u00eda y en cuanto a arqueolog\u00eda cristiana y a ceremonias de aquellos tiempos soy una verdadera ignorante.
El Pont\u00edfice – creo que lo es, dado que lleva el palio – pasa por delante del altar para ponerse frente a los tres j\u00f3venes arrodillados. Impone las manos al primero y al tercero mientras pronuncia plegarias en lat\u00edn. Luego se coloca delante del que est\u00e1 en el medio, el que lleva la estola en bandolera, y tambi\u00e9n a \u00e9l le impone las manos; luego, con la ayuda de uno vestido de di\u00e1cono, moja los dedos en un vaso de plata y unge la frente y las palmas de las manos del joven, le sopla en el rostro, o mejor, primero sopla y luego unge las manos, se las junta y las ata con un borde de la estola del joven, que el ayudante ha desatado, y le pasa la otra parte alrededor del cuello como si fuera un yugo. Luego le obliga a levantarse y tom\u00e1ndole las manos atadas, le hace subir los tres pelda\u00f1os que conducen al altar y le hace besar dicho altar y tambi\u00e9n un voluminoso rollo atado con una cinta roja, que supongo que sea el Evangelio.
Luego lo besa a su vez, conduce consigo al joven hacia el lado opuesto y prosigue la Misa. Ahora entiendo bien que la Misa ha comenzado desde no hace mucho tiempo porque poco despu\u00e9s llega al Evangelio (es una Misa casi igual a la nuestra y esto me confirma que estamos por lo menos a finales del siglo II\u00b0). Canta el Evangelio el sacerdote ne\u00f3fito (en efecto, creo que se trata de una ordenaci\u00f3n sacerdotal). Vuelve otra vez ante el altar y los dos que a\u00fan estaban arrodillados se levantan: uno coge una peque\u00f1a l\u00e1mpara, el otro el rollo del Evangelio, que le alcanza el que ya estaba sirviendo en el altar. El di\u00e1cono lo desen-
13
rolla y lo abre en el punto exacto mientras est\u00e1 frente al nuevo sacerdote, a cuyo lado est\u00e1 el que tiene la l\u00e1mpara. El nuevo sacerdote es alto, moreno, de cabellos m\u00e1s bien ondulados y rostro de rasgos t\u00edpicamente romanos; tendr\u00e1 unos treinta a\u00f1os y canta con hermosa voz el Evangelio de Jes\u00fas y del joven que le pregunta qu\u00e9 debe hacer para seguir al Se\u00f1or1. Su voz decidida, sonora, bien entonada, colma la iglesia.
Mientras entona su canto firme, hay en su rostro una sonrisa luminosa y cuando llega al \u00abAnda, vende lo que tienes y d\u00e1selo a los pobres, y tendr\u00e1s un tesoro en los cielos; luego ven, y s\u00edgueme\u00bb, su voz es un trino de gozo y de amor.
Besa el Evangelio y regresa hacia el Pont\u00edfice, que ha escuchado el Evangelio de pie, vuelto hacia el pueblo y rezando con las manos juntas. Ahora el nuevo sacerdote se arrodilla y el Pont\u00edfice pronuncia su homil\u00eda.
\u00abEl nuevo hijo de la Iglesia Apost\u00f3lica Romana y hermano nuestro, bautizado en el d\u00eda natal del m\u00e1rtir Valente, ha querido tomar el nombre del m\u00e1rtir beato, mas con la modificaci\u00f3n que le ha dictado la humildad tomada del Evangelio; la humildad, que es una de las ra\u00edces de la santidad. Y por eso ha querido ser llamado Valentino y no Valente.
\u00a1Mas, en verdad, es Valente! Mirad cu\u00e1nto camino ha recorrido el pagano que ten\u00eda por religi\u00f3n el vicio y la prepotencia. Vosotros le conoc\u00e9is tal como es ahora, en el seno de la Iglesia. Algunos de vosotros (especialmente los que fueron para \u00e9l padres y madres que le generaron verdaderamente porque con la palabra y el ejemplo le hicieron concebir por la Santa Madre Iglesia, a fin de que \u00e9sta le diera a luz para el altar y para el Cielo) saben qu\u00e9 era, no como el cristiano Valente sino como el pagano anterior, cuyo nombre ni siquiera \u00e9l
mismo quiere recordar, como no queremos recordarlo nosotros.
El pagano ha muerto. Y el cristiano ha renacido del agua lustral. Y ahora es vuestro sacerdote. \u00a1Cu\u00e1nto camino ha recorrido! \u00a1Cu\u00e1nto! Ha pasado de las org\u00edas a los ayunos; de los triclinios a la iglesia; de la dureza, de la impureza, de la avaricia, al amor, a la castidad, a la generosidad absoluta.
Era un joven rico y un d\u00eda encontr\u00f3 a Jes\u00fas, nuestro Se\u00f1or bendito; fue llevado a \u00c9l por el coraz\u00f3n de los santos que, aun sin palabras, ilustran a Cristo, pues \u00c9l se revela a trav\u00e9s del \u00e1nimo de sus<\/p>
1 Mateo 19, 16-30; Marcos 10, 17-27; Lucas 18, 18-30.
14
santos. Los ojos dulc\u00edsimos del Maestro se detuvieron en el rostro del pagano. Y el pagano experiment\u00f3 una seducci\u00f3n que ning\u00fan placer le hab\u00eda provocado hasta entonces, una emoci\u00f3n nueva, cuyo nombre desconoc\u00eda, que le daba una sensaci\u00f3n indescriptible. Era algo suave como la caricia de una madre; algo honesto como el olor del pan apenas cocido; algo puro como el alba de primavera; algo sublime como un sue\u00f1o ultraterrenal.
\u00a1Oh, espectros del mundo y del Olimpo pagano!, ca\u00e9is cuando el Sol Jes\u00fas besa a quien ha llamado. Os disolv\u00e9is como niebla. Hu\u00eds como pesadillas demoniacas. \u00bfQu\u00e9 queda de vosotros, de vosotros que parec\u00edais algo tan espl\u00e9ndido? Queda s\u00f3lo un mont\u00f3n de inmundas escorias mal quemadas, que a\u00fan expanden el mal olor de la co- rrupci\u00f3n.
El joven pregunt\u00f3: \u201cMaestro bueno, \u00bfqu\u00e9 debo hacer para seguirte y obtener la vida eterna?\u201d. Y el dulce Maestro divino con pocas palabras le imparti\u00f3 la ense\u00f1anza de la Vida: \u201cSigue estos dictados\u201d. \u00a1Oh, no pod\u00eda decirle: \u201cSigue la Ley!\u201d, porque el pagano no la conoc\u00eda. Entonces le dijo: \u201cNo mates, no robes, no jures en falso, no seas lujurioso, honra a tus parientes y ama a Dios y al pr\u00f3jimo como a ti mismo\u201d. \u00a1Eran palabras nuevas, metas nunca imaginadas, horizontes infinitos plenos de luz, de su
luz !
El pagano no pod\u00eda dar la respuesta propia del joven rico. No pod\u00eda, porque en el paganismo existen todos los pecados y todos esos pecados estaban en su coraz\u00f3n. Mas quiso dar una respuesta. Y fue hacia un pobre viejo, hacia el Pont\u00edfice perseguido, y le dijo llorando: \u201c\u00a1Dame la Luz, dame la Ciencia, dame la Vida! \u00a1Dale un alma a mi cuerpo, a este cuerpo de bruto!\u201d.
Y el pobre viejo, que soy yo, tom\u00f3 el Evangelio y en \u00e9l encontr\u00f3 la Luz, la Ciencia, la Vida para el afligido mendigo. Lo encontr\u00e9 todo para \u00e9l en el Evangelio de Jes\u00fas nuestro Se\u00f1or. Y pude darle el alma. Pude evocar a la vida el alma muerta y decirle: \u201cHe aqu\u00ed tu alma.
Cust\u00f3diala para la vida eterna\u201d.
Entonces, vuelto c\u00e1ndido por el ba\u00f1o bautismal, se dio a buscar al Maestro bueno, volvi\u00f3 a encontrarle y le dijo: \u201cAhora puedo decirte que hago lo que me has dicho. \u00bfQu\u00e9 me falta a\u00fan para seguirte?\u201d. Y el Maestro bueno respondi\u00f3: \u201cVe. Vende todo lo que tienes y d\u00e1selo a los pobres. S\u00f3lo entonces ser\u00e1s perfecto y podr\u00e1s seguirme\u201d.
\u00a1Oh, entonces Valentino super\u00f3 al joven de Palestina! No se fue, pues era incapaz de separarse de todos sus bienes, pero me los trajo
15
para los pobres de Cristo y, ya libre del pesado yugo de las riquezas que impide seguir a Jes\u00fas, me pidi\u00f3 el yugo luminoso, alado, paradisiaco del Sacerdocio.
Hele aqu\u00ed. Bajo ese yugo, con las manos atadas, prisionero de Cristo, le hab\u00e9is visto subir a su altar. Ahora partir\u00e1 para vosotros el Pan eterno y saciar\u00e1 vuestra sed
con el Vino divino. Mas tanto \u00e9l como yo, para ser perfectos a los ojos del Maestro bueno, deseamos una cosa a\u00fan. Deseamos hacernos pan y vino: deseamos inmolarnos, partirnos, exprimirnos hasta la \u00faltima gota, reducirnos a harina para ser hostias.
Deseamos vender la \u00faltima, la \u00fanica riqueza que nos queda: la vida, mi caduca vida de viejo, su floreciente vida de joven.
\u00a1Oh, Pont\u00edfice eterno, no nos desilusiones! \u00a1Conc\u00e9denos el beato martirio!
Queremos escribir con sangre tu Nombre: Jes\u00fas, nuestro Salvador. Para nuestra estola, qu\u00e9 la imperfecci\u00f3n humana corrompe siempre, queremos otro bautismo: el de la sangre. \u00a1Lo queremos para subir a Ti con la estola inmaculada y seguirte, oh Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, que los has quitado con tu Sangre! Beato m\u00e1rtir Valente, en cuya iglesia estamos, p\u00eddele al Pont\u00edfice eterno tu misma palma y tu misma corona para tu Pont\u00edfice Marcello y para tu hermano sacerdote\u00bb.
Y no se ve nada m\u00e1s.<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
A las 20.
26 de enero de 1945<\/p>
Si no estuvi\u00e9ramos en tiempos de toque de queda, le habr\u00eda mandado a llamar1,
pues hasta tal punto me aterroriz\u00f3 la aparici\u00f3n del demonio. Se trataba de un verdadero demonio, sin ning\u00fan disfraz especial. Era un enigm\u00e1tico personaje alto, delgado, con la frente baja y estrecha, rostro afilado, ojos profundos y de mirada tan perversa, ir\u00f3nica y falsa que poco falt\u00f3 para que me pusiera a gritar pidiendo auxilio.
Estaba rezando en la oscuridad de mi cuarto mientras Marta2<\/p>
1 La escritora se dirige a menudo al P. Migliorini, su director espiritual. V\u00e9ase la nota 1 del diario del 10 de enero de 1945.
2 Si no se lo aclara de otra manera, este nombre se refiere siempre a Marta Diciotti, cuyos datos biogr\u00e1ficos est\u00e1n en la nota 8 del diario del 10 de enero en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.<\/p>
16
estaba en la cocina, y le rezaba precisamente al Coraz\u00f3n Inmaculado de Mar\u00eda, cuando se me apareci\u00f3 cerca de la puerta cerrada. Era una imagen oscura en medio de esa oscuridad pero, a pesar de ello, pude ver todos los detalles de su cuerpo desnudo y feo, no por ser deforme sino por un no s\u00e9 qu\u00e9 feroz y serpentino que trasluc\u00eda de todos sus miembros. No vi cuernos ni cola ni pie b\u00edfido ni alas, todo eso con que le representan por lo general. Todo su aspecto monstruoso estaba en la expresi\u00f3n. Si tuviera que definirla, dir\u00eda: Falsedad, Iron\u00eda, Ferocidad, Odio, Enga\u00f1o. Eso era lo que dec\u00eda su expresi\u00f3n enga\u00f1osa y malvada. Se burlaba de m\u00ed y me insultaba. Pero no osaba acercarse. Estaba all\u00ed, como clavado junto a la puerta. Permaneci\u00f3 all\u00ed por unos diez minutos y luego se fue. Pero en tanto me invad\u00edan sudores fr\u00edos y candentes al mismo tiempo.
Mientras me preguntaba consternada por qu\u00e9 hab\u00eda venido, Jes\u00fas me dijo:
\u00abPorque t\u00fa le hab\u00edas rechazado tan duramente en su principal elemento\u00bb. (Mientras le rezaba a Mar\u00eda, se me present\u00f3 insistentemente la… no s\u00e9 c\u00f3mo definirla porque no es una voz ni una idea ni un pensamiento y, sin embargo, es algo que dice: \u00abSi t\u00fa no hubieras estado aqu\u00ed, habr\u00eda sucedido algo. No sucedi\u00f3 gracias a ti. Porque eres muy amada por el Se\u00f1or\u00bb. No s\u00e9 si hago bien o mal, aunque me parece que hago bien si, cuando oigo esto, digo: \u00abVete Satan\u00e1s. No me tientes. Porque si es Jes\u00fas quien dice
estas cosas, lo acepto. Pero no debe decirlas ning\u00fan otro para provocar en m\u00ed la complacencia hacia m\u00ed misma\u00bb). Por eso, Jes\u00fas dijo:
\u00abPorque t\u00fa le hab\u00edas rechazado tan duramente en su principal elemento: la soberbia. \u00a1Oh, si \u00e9l pudiera hacerte caer en ese pecado!
\u00bfLe has visto bien? \u00bfNo has notado c\u00f3mo su aspecto, casi dir\u00eda su soberan\u00eda o su autoridad de padre, se evidencia y se trasluce en quienes le sirven aunque sea tempor\u00e1neamente? No te fijes si en una persona se te muestra con el aspecto repugnante de un animal sucio y libidinoso, de un monstruo hinchado por el fermento, por la levadura de la lujuria. Esto sucede porque esa pobre criatura es una pocilga llena de numerosos vicios y pecados y, entre ellos, los pecados carnales son los mayores. Piensa en todos los que, de otras maneras, te han llevado a sobresaltarte y a sufrir; piensa en los que, quiz\u00e1s por una hora, fueron instrumentos de Satan\u00e1s para atormentar un alma fiel, para causarle dolor, para llevarla a la desolaci\u00f3n.
Mientras her\u00edan \u00bfno ten\u00edan acaso la misma expresi\u00f3n de cruel despecho que viste a la perfecci\u00f3n en \u00e9l? \u00a1Oh, \u00e9l se revela en sus siervos!
17
Mas no temas. Si te quedas junto a M\u00ed y a Mar\u00eda, no puede hacerte mal. \u00a1Oh, te odia desmesuradamente! Pero no tiene poder para da\u00f1arte. Si no quieres tu alma de vuelta para darla a ti misma, si la dejas en el refugio de mi Coraz\u00f3n, \u00bfc\u00f3mo quieres que pueda hacerle mal a tu alma?
Escribe estas cosas y escribe tambi\u00e9n las otras visiones menores que has tenido. El Padre debe conocerlas todas y conocerlas tiene una finalidad. Debes saber que est\u00e1 llegando el tiempo de mi primavera, la primavera que otorgo a mis predilectos. En primavera, las violetas y las pr\u00edmulas constelan los prados. La coparticipaci\u00f3n en mis dolores constela en mis amigos los d\u00edas de preparaci\u00f3n para la Pasi\u00f3n.
Ve en paz. Para terminar de disipar tus restantes temores, te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Esp\u00edritu Santo\u00bb.
Las otras visiones se produjeron hace ocho d\u00edas a esta misma hora.
Vi a Jes\u00fas que, cargado con una enorme cruz, iba como hacia La Spezia (para que Ud. entienda la direcci\u00f3n), pero no cog\u00eda Via Fratti. Iba en diagonal, siguiendo una senda recta ideal de aqu\u00ed hasta ese punto. Llevaba la t\u00fanica blanca y corta de Herodes sobre la suya, roja, y caminaba agobiado por el dolor, sudado y sollozando. S\u00ed, lloraba de verdad. Y me dec\u00eda, mientras yo estaba angustiada por verle llorar: \u00ab\u00bfVes? No basta el dolor de los suplicios… tambi\u00e9n tengo otros, otros dolores m\u00e1s fuertes.
Compad\u00e9ceme, alma. Tu Jes\u00fas est\u00e1 agobiado completamente por una suma de desventuras demasiado fuertes\u00bb.
Luego, el domingo por la noche, cuando casi me hab\u00eda adormecido rezando el rosario de los siete dolores de Mar\u00eda, la Madre me sacude llorando y dici\u00e9ndome: \u00abNo duermas. Llora conmigo. \u00bfNo sabes que han matado a mi Hijo?\u00bb. \u00a1Oh, c\u00f3mo lloraba mientras pronunciaba estas palabras!
En cambio, el martes por la noche tuve una enorme tristeza porque vi a mi madre… tambi\u00e9n el I\u00b0 de enero la vi as\u00ed. Pero ahora me parec\u00eda m\u00e1s angustiada, m\u00e1s viva pero m\u00e1s angustiada. Se lo explico mejor: el I\u00b0 de enero la ve\u00eda m\u00e1s o menos como el D\u00eda de Todos los Santos: sin brillo, sola, absorta, como quien est\u00e1 asombrada de hallarse donde est\u00e1 y, al mismo tiempo, apesadumbrada por ello. Me miraba pero segu\u00eda como atontada. En cambio, el martes me parec\u00eda menos atontada aunque estaba siempre en ese lugar y siempre
18
eran opacos su color y sus vestidos. Por el contrario, sus ojos ten\u00edan una expresi\u00f3n m\u00e1s viva y parec\u00eda que quer\u00eda decirme algo y no pod\u00eda hacerlo. Era como una invocaci\u00f3n, una disculpa, un llamado… Si tuviera que traducir esa mirada, tendr\u00eda que
deducir que me dec\u00eda: \u00abPerd\u00f3name y ay\u00fadame. A\u00fan tengo necesidad de ti, la tengo aqu\u00ed como la ten\u00eda cuando estaba all\u00ed. Ay\u00fadame. Estoy tan sola… No tengo m\u00e1s que a ti\u00bb. Yo le dec\u00eda: \u00ab\u00bfEsto es lo que quieres decir, mam\u00e1?\u00bb y ella, moviendo la cabeza, dec\u00eda \u201cs\u00ed, s\u00ed\u201d mientras sonre\u00eda tristemente, muy tristemente. Llor\u00e9 y me qued\u00e9 triste tambi\u00e9n yo. Vino otra vez. Le dije: \u00ab\u00bfNo bastan los sufragios?\u00bb y ella segu\u00eda diciendo con movimientos de cabeza: \u201cs\u00ed, s\u00ed\u201d, pero al mismo tiempo me ped\u00eda algo que no entend\u00ed. Le dije: \u00abYa sabes que te quiero\u00bb y, aunque ella asent\u00eda, manten\u00eda siempre esa mirada. \u00abNo conservo ning\u00fan rencor, mam\u00e1, y quisiera que estuvieras aqu\u00ed todav\u00eda\u00bb y ella sonre\u00eda, pero no estaba contenta. Sufr\u00ed. No la siento tranquila.
Esto es lo que ten\u00eda que decir y que nunca hab\u00eda escrito porque me parec\u00eda algo s\u00f3lo m\u00edo y tan triste, demasiado triste…<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
4 de febrero de 1945<\/p>
Esta ma\u00f1ana he vuelto a pensar en su expresi\u00f3n cuando ayer le le\u00eda la visi\u00f3n. Estaba Ud. pasmado. Se lo dije a Jes\u00fas, que estaba cerca de m\u00ed y \u00c9l me respondi\u00f3:
\u00abDoy las visiones por este motivo. No puedes imaginar el inmenso gozo con que me hago luz para mis verdaderos amigos. Me concedo as\u00ed a mi Romualdo, por amor, para su gozo, para ayudarle y porque Yo le veo. Yo no ten\u00eda secretos para con Juan. No los tengo para con los Juanes. Dile al anciano Juan que le otorgo mucha paz y buena pesca. Para ti no hay pesca. A ti te conf\u00edo solamente la tarea femenina de trenzar las redes con el hilo que te doy. Trabaja, trabaja… Y no te enfades si no te queda tiempo para hacer nada m\u00e1s. Todo est\u00e1 en este trabajo. Ni te enfades tampoco si no vengo a decirte: \u201cQue la paz sea contigo\u201d. Se saluda cuando se llega o cuando se parte. Mas cuando se est\u00e1 presente siempre no se saluda. La permanencia, mi permanencia, ya es paz en s\u00ed misma. Y para ti Yo no soy un hu\u00e9sped. Yo te tengo en mis brazos y no te poso ni siquiera por un momento. \u00a1Tengo tanto por decirte de mi tiempo mortal! Mas he aqu\u00ed que hoy, para que te quedes satisfecha, te digo: \u201cQue mi paz sea contigo\u201d\u00bb.
19<\/p>
11 de febrero de 1945
A las 20.<\/p>
En medio de mis sufrimientos veo estos otros sufrimientos.
Hay una especie de pozo circular de varios metros cuadrados de superficie. Debe de tener un di\u00e1metro de unos cuatro o cinco metros a lo m\u00e1s y una altura semejante; no hay ventanas. En el robusto muro de casi un metro de espesor est\u00e1 empotrada una peque\u00f1a y estrecha puerta de hierro. En el centro del techo hay una abertura circular de medio metro de di\u00e1metro al m\u00e1ximo, que sirve para la aereaci\u00f3n de dicho pozo. En su piso de tierra batida el pozo presenta otra abertura, de la que llega el borbotear de aguas profundas, como si all\u00ed cerca hubiera un r\u00edo, y un notable hedor, como si all\u00ed abajo pasara una cloaca que va a desembocar en el r\u00edo. Es un lugar malsano, h\u00famedo, f\u00e9tido. Los muros trasudan agua, el suelo est\u00e1 impregnado de materias repugnantes,
pues me doy cuenta de que el orificio del techo es el desaguadero de los deshechos de la celda superior.
En esta c\u00e1rcel horrible, envuelta en una densa penumbra que permite ver apenas lo esencial, hay dos personas. Una est\u00e1 acostada en el h\u00famedo suelo, cerca de la pared, y est\u00e1 encadenada por un pie. No se mueve. La otra est\u00e1 sentada all\u00ed cerca, con la cabeza entre las manos. Se trata de un viejo, pues veo que la parte alta de la cabeza es completamente calva.
Arriba, en la otra celda, debe de haber m\u00e1s personas, porque oigo voces y traqueteo. Son voces de hombre y de mujer. Son voces de ni\u00f1os y de viejos mezcladas con frescas voces juveniles y sonoras voces de adultos.
De tanto en tanto cantan melanc\u00f3licos himnos que, aun en su tristeza, tienen un dejo de aut\u00e9ntica paz. Contra esas paredes espesas, las voces resuenan como en una sala arm\u00f3nica. Es muy bello el himno que dice:<\/p>
\u00abGu\u00edanos a tus frescas aguas. Ll\u00e9vanos a tus huertos florecidos.
Concede tu paz a los m\u00e1rtires
Que esperan, que esperan en Ti.
En tu santa promesa Hemos fundado nuestra fe.
\u00a1Oh, Jes\u00fas Salvador!, no nos desilusiones, 20
porque hemos esperado en Ti.
Vamos gozosos al martirio
Para seguirte en el hermoso Para\u00edso. Lo dejamos todo por esa Patria
Y lo \u00fanico que queremos, lo \u00fanico que queremos eres T\u00fa\u00bb.
Cuando este \u00faltimo canto se va extinguiendo lentamente, aparece una luz en el orificio y se asoma, balance\u00e1ndose, un brazo que sostiene una peque\u00f1a l\u00e1mpara y tras \u00e9l el rostro de un hombre. Mira hacia abajo. Advierte que el hombre acostado no se mueve y que el otro que tiene la cabeza entre las manos no ve la luz, y entonces llama: \u00ab\u00a1Diomede! \u00a1Diomede! Ha llegado la hora\u00bb.
El que estaba sentado se levanta y, arrastrando su larga cadena, se sit\u00faa debajo de la abertura. Dice: \u00abQue la paz sea contigo, Alejandro\u00bb.
\u00abY contigo, Diomede\u00bb.
\u00ab\u00bfTienes todo?\u00bb.
\u00abS\u00ed, todo. Priscila ha osado venir, disfrazada de hombre. Se ha rapado para parecer un sepulturero. Nos ha tra\u00eddo lo necesario para celebrar el Misterio. \u00bfQu\u00e9 hace Agapito?\u00bb.
\u00abYa no se lamenta. No s\u00e9 si duerme o si ha expirado. Quisiera poder ver… para decir sobre su cuerpo las plegarias de los m\u00e1rtires\u00bb.
\u00abEspera. Te bajamos la l\u00e1mpara. Ser\u00e1 un gozo para \u00e9l recibir el Misterio\u00bb.
Con un cord\u00f3n formado por cinturones anudados, bajan la l\u00e1mpara hasta las manos de Diomede que, ahora que le veo bien, es un anciano de rostro afilado y austero. Tiene pocos cabellos, ojos que a\u00fan conservan una luminosa expresi\u00f3n y est\u00e1 muy p\u00e1lido. Aun en su m\u00edsera situaci\u00f3n de prisionero encadenado en esa f\u00e9tida cueva, tiene la majestad de un rey. Desata la l\u00e1mpara del cord\u00f3n y va hacia su compa\u00f1ero. Se inclina. Le observa. Le toca. Y, tras haber posado la l\u00e1mpara en el suelo, abre los brazos en un amplio gesto de conmiseraci\u00f3n. Luego toma las manos ya casi r\u00edgidas del cad\u00e1ver y las cruza sobre el pecho.
Son pobres manos amarillentas y esquel\u00e9ticas de un viejo muerto de privaciones.
Se vuelve hacia el que est\u00e1 esperando cerca del orificio y dice: \u00abAgapito ha muerto. \u00a1Gloria al m\u00e1rtir de la p\u00fatrida fosa! \u00bb.
21
Los de la celda superior responden: \u00ab\u00a1Gloria! \u00a1Gloria! Gloria al fiel en Cristo\u00bb.
\u00abBajad lo necesario para el Misterio. No nos falta el altar. El sost\u00e9n ya no lo forman sus manos extendidas, pero lo hace su pecho inm\u00f3vil, que hasta la \u00faltima hora palpit\u00f3 por Jes\u00fas, nuestro Se\u00f1or\u00bb.
Bajan una bolsa de tela preciosa y Diomede extrae de ella un peque\u00f1o pa\u00f1o de lino, un pan achatado, un \u00e1nfora y un peque\u00f1o c\u00e1liz. Lo prepara todo sobre el pecho del muerto, celebra y consagra diciendo de memoria las oraciones mientras los que est\u00e1n arriba responden. Deben de ser los primeros tiempos de la Iglesia porque la Misa es m\u00e1s o menos como la de Pablo en el Tullianum1.
Despu\u00e9s de celebrar la Consagraci\u00f3n, Diomede vuelve a vertir en el \u00e1nfora el vino del c\u00e1liz (que tiene una ligera forma de jarra y que quiz\u00e1s han elegido as\u00ed para esta funci\u00f3n); pone el Pan en la bolsa y lleva todo al punto donde el cord\u00f3n est\u00e1 esperando para volver a llevar arriba la bolsa. Y mientras \u00e9sta va siendo alzada con la debida precauci\u00f3n, Diomede absuelve a sus compa\u00f1eros. Entonces reinicia el canto con un coro casi exclusivamente de j\u00f3venes voces femeninas y, mientras tanto, los cristianos comulgan.
Cuando cesa el canto, Diomedes habla:
\u00abHermanos, comprendo que ha llegado la hora del circo y de la victoria eterna. Para Agapito ya ha llegado. Para vosotros, ser\u00e1 ma\u00f1ana. Sed fuertes, hermanos. El tormento durar\u00e1 s\u00f3lo un instante. La beatitud no tendr\u00e1 pausas. Jes\u00fas est\u00e1 con vosotros. No os abandonar\u00e1 ni siquiera cuando en vosotros ya las Especies est\u00e9n consumidas. \u00c9l no abandona nunca a sus confesores. Por el contrario, se queda con ellos para recibir sin vacilaciones el alma de cada uno de ellos, lavada por el amor y la sangre. Id. En la hora de la muerte rezad por los verdugos y por vuestro sacerdote. Por mi mano el Se\u00f1or os da la \u00faltima absoluci\u00f3n. No tem\u00e1is. Vuestras almas son m\u00e1s c\u00e1ndidas que un copo de nieve que desciende del cielo\u00bb.
\u00ab\u00a1Adi\u00f3s, Diomede!\u00bb, \u00ab\u00a1Oh t\u00fa, santo, as\u00edstenos con tus plegarias!\u00bb, \u00abLe diremos a Jes\u00fas que venga por ti\u00bb, \u00abVamos antes que t\u00fa para prepararte el camino\u00bb, \u00abRuega por nosotros\u00bb. Los cristianos se asoman a turno al orificio, saludan, son saludados a su vez y desaparecen…
Al final vuelven a subir la peque\u00f1a l\u00e1mpara y la oscuridad se 1 V\u00e9ase el diario del 29 de febrero en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.
22
hace a\u00fan mayor en ese antro en el que uno muere lentamente junto al que ya est\u00e1 muerto, entre el hedor y el profundo borboteo de las aguas subterr\u00e1neas. Arriba vuelven a cantar los himnos lentos y suaves.
En cuanto a m\u00ed, no s\u00e9 d\u00f3nde se desarrolla la escena. Dir\u00eda que acaece en Roma, en tiempos de las persecuciones. Pero no s\u00e9 en qu\u00e9 c\u00e1rcel. Ni tampoco s\u00e9 qui\u00e9n es este sacerdote llamado Diomede, de tan venerable figura. Pero, por su misma tristeza, esta visi\u00f3n me impresiona m\u00e1s que la del Tullianum.<\/p>
12 de febrero de 1945<\/p>
M\u00e1s tarde dice Jes\u00fas:
\u00abDebes acogerles a todos con infinita caridad y con sutil prudencia. Si te
encerraras en ti misma, aguzar\u00edas la curiosidad. Si les rechazaras, ser\u00eda anticaridad. Ya te lo he dicho: \u201cSer\u00e1s la ciudad buscada\u201d. \u00bfNo todos llegan con fines honestos? \u00bfY con eso? T\u00fa eres prudente y eso es suficiente. \u00bfTemes perder tiempo? Pues, \u00bfqui\u00e9n es el due\u00f1o del tiempo? Soy Yo. Y entonces \u00bfqu\u00e9 problemas puedes tener? Vamos, vamos, no tengas miedo, ni inquietud, ni impaciencia. \u00bfHas visto cu\u00e1ntas veces Yo he tenido que cambiar mi programa? Y se trataba de M\u00ed… Hay que dar paz, paz y caridad para todos y, en tercer lugar, hay que tener prudencia; es suficiente\u00bb.
Le dir\u00e9 personalmente cu\u00e1l es el origen de esta leccioncilla.<\/p>
20 de febrero de 1945<\/p>
Siento que Jes\u00fas quiere presentarse con el Evangelio que vivi\u00f3 y no s\u00e9 c\u00f3mo har\u00e9 para escribir tanto pues sufr\u00ed toda la noche para recordar la siguiente visi\u00f3n, de la que garabate\u00e9 como pude las palabras que escuch\u00e9, para no olvidarlas.
Es tiempo de persecuciones, pero de una de las m\u00e1s grandes persecuciones, porque los cristianos son torturados en masa y no individualmente. El lugar es la c\u00e1vea de un Circo (\u00bfse la llama as\u00ed?). En resumen, es un local que de seguro est\u00e1 situado bajo las gradas del Circo y sirve como reparo para los gladiadores, los bestiarios, etc., en fin, para todos los que trabajan en el Circo. Anticipo que me equivocar\u00e9 los nombres porque hace 35 a\u00f1os que no leo nada de historia
23
romana y por lo tanto…
Es un local amplio y oscuro, porque la luz entra solamente por una puerta que da a un pasillo (que, a su vez, lleva seguramente al interior del Circo y puede que tambi\u00e9n al exterior) y por una peque\u00f1a ventana, que m\u00e1s parece un tragaluz, que est\u00e1 al nivel del suelo del Circo y por la que llega el rumor de la multitud. En este local amplio y oscuro est\u00e1n amontonados numerosos cristianos de todas las edades, desde ni\u00f1os peque\u00f1\u00edsimos, todav\u00eda en los brazos de las respectivas madres (hay dos que, a pesar de aparentar dos a\u00f1os m\u00e1s o menos, a\u00fan maman de los exhaustos senos), hasta viejos decr\u00e9pitos.
Tambi\u00e9n hay gladiadores, ya vestidos con el yelmo y esa coraza que tendr\u00eda que defender y, en realidad, no defiende porque deja al descubierto partes vitales como la yugular y zonas del abdomen vecinas al h\u00edgado y al bazo. Llevan esta armadura parcial sobre la piel desnuda y tienen en la mano la corta y ancha daga, de forma semejante a la de la hoja del casta\u00f1o. Son hombres hermos\u00edsimos, no tanto en cuanto al rostro sino por el cuerpo robusto y armonioso que, en cada movimiento, me permite ver el \u00e1gil vibrar de los m\u00fasculos. Algunos muestran las cicatrices de viejas heridas; en otros no se advierte ninguna huella de herida. Hablan entre ellos y noto que deben de provenir de pa\u00edses sometidos a Roma (de seguro son prisioneros de guerra), porque emplean solamente un lat\u00edn esp\u00fareo, pronunciado con voz dura y gutural, cuando se dirigen a los cristianos que, esperando la muerte, entonan sus dulces y tristes himnos.
Veo a un gladiador de casi dos metros de altura, un verdadero coloso rubio como la miel, de ojos claros entre azul y gris, de mirada mansa a pesar del reflejo met\u00e1lico que produce en su rostro la visera del yelmo. Se dirige a un anciano completamente vestido de blanco, muy digno y austero; dir\u00eda m\u00e1s a\u00fan: un anciano asc\u00e9tico al que todos los cristianos veneran con el m\u00e1ximo respeto. \u00abPadre blanco, tendr\u00e9 que matarte si las fieras no lo hacen. Tal es la orden. Y me duele, porque en Panonia dej\u00e9 a un viejo padre como t\u00fa\u00bb.
\u00abNo te duelas, hijo. T\u00fa me abres el Cielo. Y en mi larga vida, nadie me ha hecho un don m\u00e1s hermoso que el que me haces\u00bb.
\u00abTambi\u00e9n en el Cielo, donde por cierto estar\u00e1 tu Dios como en el m\u00edo est\u00e1n nuestros dioses y
en el de Roma est\u00e1n los de los romanos, todav\u00eda hay muerte y lucha. \u00bfAcaso quieres sufrir por el odio de los dioses como sufres aqu\u00ed?\u00bb.
\u00abMi Dios es uno solo. En su Cielo, reina con amor y justicia. Y el 24
que llega a su Cielo, conoce solamente el gozo eterno\u00bb,
\u00abYa les he o\u00eddo decir esto a miles de cristianos durante esta persecuci\u00f3n. Y le dije a una doncella que me sonre\u00eda mientras yo estaba a punto de herirla con mi daga… y a la que fing\u00ed matar pero que no mat\u00e9 para salvarla, porque era tierna y rubia como un joven brezo de mis bosques… mas fue in\u00fatil… No pude sacarla fuera de aqu\u00ed y el d\u00eda despu\u00e9s… ese cuerpo de leche y de rosas fue arrojado a las serpientes…\u00bb. El hombre calla y su rostro refleja pesadumbre.
El viejo le pregunta: \u00ab\u00bfQu\u00e9 le dijiste, hijo?\u00bb.
\u00abLe dije: \u201c\u00bfVes? No soy malo. Pero \u00e9sta es mi tarea. Soy un esclavo de guerra. Si es verdad que tu Dios es justo, dile que se acuerde de \u00c1lbulo – en Roma me llaman as\u00ed
– y que se manifieste con todo su bien\u201d. Me dijo: \u201cS\u00ed\u201d. Pero hace d\u00edas que muri\u00f3 y a\u00fan no ha venido nadie\u00bb.
\u00abHasta que no se es cristiano, Dios se muestra s\u00f3lo a trav\u00e9s de sus siervos.
\u00a1Cu\u00e1ntos de ellos te ha tra\u00eddo! Cada cristiano es un siervo de Dios, cada m\u00e1rtir es un amigo y lo es hasta tal punto que vive entre los brazos de Dios\u00bb.
\u00ab\u00a1Oh s\u00ed! me ha tra\u00eddo a muchos… y no s\u00f3lo yo, sino tambi\u00e9n Dacio e Il\u00edrico y otros de entre nosotros que compartimos esta triste suerte, hemos sido contagiados por vuestro j\u00fabilo… y lo quisi\u00e9ramos tambi\u00e9n nosotros… Vosotros est\u00e1is encadenados… nosotros no. Pero ni siquiera nuestro aliento es libre. Si C\u00e9sar lo quiere, encadenan tambi\u00e9n nuestro aliento mat\u00e1ndonos. \u00bfTe disgusta hablarnos de Dios?\u00bb.
\u00abEs mi \u00fanico gozo en la tierra, hijo m\u00edo, y es un gozo inmenso. Que Jes\u00fas, mi Dios y Maestro, te bendiga por este gozo. \u00c1lbulo, yo soy sacerdote y me he pasado la vida predicando su nombre y llevando a \u00c9l tantas criaturas. Y ya no esperaba volver a tener este gozo. Escucha…\u00bb y el viejo comienza a repetirles, tanto a \u00e9l como a los dem\u00e1s gladiadores que se han agrupado a su alrededor, la vida de Jes\u00fas desde el nacimiento hasta la muerte en la cruz y a explicarles concisamente los dict\u00e1menes esenciales de la Fe. Est\u00e1 sentado sobre una piedra que le sirve de banco y habla serenamente, solemnemente; hay un absoluto candor en sus largos cabellos, en la barba mosaica, en la t\u00fanica y hay un absoluto ardor en la mirada y en la palabra. Se interrumpe solamente dos veces para bendecir a dos grupos de cristianos llevados a la arena para ser arrojados a los cocodrilos durante los juegos n\u00e1uticos. Luego vuelve a hablar circundado por esos
25
robustos gladiadores – casi todos rubios y rubicundos – que le escuchan con la boca abierta.
Ese doctor de la Iglesia se llama Cris\u00f3stomo. Mas entonces \u00bfqu\u00e9 nombre le daremos a \u00e9ste, que no se nombra?
Termina dici\u00e9ndoles: \u00abEsencialmente, esto es lo que hay que creer para recibir el Bautismo y el Cielo\u00bb.
Las voces sonoras de unos diez gladiadores retumban en la baja b\u00f3veda: \u00abLo creemos. Danos a tu Dios\u00bb.
\u00abAqu\u00ed no tengo nada para rociaros, ni siquiera unas gotas de agua o de otro l\u00edquido, y ha llegado mi hora. Pero ya vais a encontrar el modo… \u00a1No! \u00a1Me lo dice Dios! Hay un l\u00edquido ya listo para vosotros\u00bb.
El carcelero ordena: \u00ab\u00a1Que todos los cristianos sean arrojados a los leones!\u00bb.
Todos entran cantando en la arena; a la cabeza va el anciano sacerdote, los otros van detr\u00e1s y, entre ellos est\u00e1n las madres, que llevan a sus peque\u00f1os dormidos sobre el pecho.
\u00a1Cu\u00e1n grande es la multitud! \u00a1y qu\u00e9 luz, qu\u00e9 vocer\u00edo, cu\u00e1ntos colores! La arena est\u00e1 repleta hasta lo inveros\u00edmil de gente de todas las clases sociales. En la zona en la que pega el sol, est\u00e1n los de bajo rango, que son los m\u00e1s rumorosos; a la sombra est\u00e1n los patricios. Togas y m\u00e1s togas, abanicos de avestruz, joyas, conversaciones ir\u00f3nicas en voz baja. En el centro de la zona en penumbra, est\u00e1 el podio imperial con su baldaqu\u00edn purp\u00fareo, su balaustrada, cubierta por lienzos y toda llena de flores y sus muelles asientos para el descanso del C\u00e9sar y de los patricios y cortesanos, que son sus invitados. En los extremos de esta balaustrada humean dos tr\u00edpodes de oro que expanden ex\u00f3ticas esencias. A los cristianos se les empuja hacia la parte soleada.
Me he olvidado de algo. En el medio de la arena hay un… no s\u00e9 c\u00f3mo definirlo. Es una construcci\u00f3n de m\u00e1rmol, de la que se elevan hacia el cielo sutiles e impalpables surtidores. En la plataforma de esta construcci\u00f3n, de forma m\u00e1s bien oblonga y de unos dos metros de altura, hay estatuillas de oro que representan a dioses y, delante de ellas, tr\u00edpodes en los que arde el incienso.
Pues bien, los cristianos est\u00e1n amontonados en la zona soleada. Le har\u00e9 un bosquejo como pueda. [croquis] Los leones irrumpen del punto X. En primer lugar, solo, avanza el anciano sacerdote con los brazos abiertos. Dice: \u00ab\u00a1Oh, romanos!, que la paz y la bendici\u00f3n sean con
26
mis hermanos y conmigo. Que por este gozo que nos dais al permitirnos confesarlo con nuestra sangre, Jes\u00fas os conceda Luz y Vida eterna. Nosotros le rezamos para que as\u00ed sea, porque os estamos agradecidos por la p\u00farpura eterna con la que nos vest\u00eds con…\u00bb.
Un le\u00f3n, que se le ha acercado arrastr\u00e1ndose casi aplastado contra el suelo, se le abalanza, le hace caer y le clava los dientes en el hombro. Y en un instante se enrojecen la t\u00fanica y los cabellos blancos como la nieve.
\u00c9sta es la se\u00f1al para el feroz ataque. Las fieras se lanzan en tropel con furiosos saltos sobre el reba\u00f1o de los mansos. Con un zarpazo, una leonesa arrebata a una madre uno de los ni\u00f1itos adormecidos y su ara\u00f1azo es tan fuerte que arranca tambi\u00e9n parte del seno de la mujer y, probablemente, desgarra su coraz\u00f3n, porque se desploma en la arena y muere. La fiera defiende su tierna comida con zarpazos y golpes de cola y se la devora en un abrir y cerrar de ojos. En la arena queda una peque\u00f1a mancha roja como \u00fanica huella del m\u00e1rtir peque\u00f1ito, mientras la fiera se levanta lami\u00e9ndose el hocico.
Pero, en comparaci\u00f3n, los cristianos son numerosos y las fieras pocas. Puede que ya est\u00e9n saciadas pues, m\u00e1s que devorar, matan por matar. Derriban, deg\u00fcellan, destripan, lamen un poco y luego se van, pasan a otra presa.
La multitud se inquieta por la falta de reacci\u00f3n de los cristianos y porque las bestias no son lo bastante feroces. Y por eso gritan: \u00ab\u00a1A muerte! \u00a1A muerte! \u00a1A muerte tambi\u00e9n el intendente!
\u00a1\u00c9stos no son leones, son perros bien nutridos! \u00a1Muerte a los traidores de Roma y de C\u00e9sar!\u00bb.
El emperador imparte una orden y se hace volver a los animales a su antro. Entran los gladiadores para dar el golpe de gracia. La multitud repite a gritos el nombre de los preferidos: \u00ab\u00c1lbulo, Il\u00edrico, Dacio, H\u00e9rcules, Polifemo, Tracio\u00bb y a\u00fan otros m\u00e1s. No se trata solamente de aquellos a quienes habl\u00f3 el anciano m\u00e1rtir, que ahora agoniza en la arena con un pulm\u00f3n casi puesto al descubierto por un zarpazo. Hay tambi\u00e9n otros, que entran por otros accesos.
27
\u00c1lbulo corre hacia el anciano sacerdote. La muchedumbre grita: \u00ab\u00a1Hazle sufrir!
\u00a1\u00c1lzale, que se pueda ver la herida! \u00a1\u00c1nimo, \u00c1lbulo!\u00bb. Pero, en cambio, \u00c1lbulo se inclina para pedirle algo al anciano y, cuando \u00e9ste le hace un gesto de asentimiento, llama a esos compa\u00f1eros que antes hab\u00edan escuchado las palabras del viejo sacerdote.
No logro entender lo que hacen, si se hacen bendecir o si sucede otra cosa, porque
sus recios cuerpos forman una especie de techo sobre el viejo postrado. Pero por fin lo entiendo cuando veo que una mano senil ya vacilante se alza sobre el grupo de cabezas estrechadas la una a la otra y las roc\u00eda con la sangre que le colma la mano como si fuera una copa. Luego vuelve a caer.
Rociados por esa sangre, los gladiadores se ponen de pie de golpe y levantan la daga, que brilla a la luz. Gritan con fuerza: \u00abAve C\u00e9sar, emperador. Los triunfadores te saludan\u00bb y luego, veloces como un rayo, se precipitan hacia la construcci\u00f3n que est\u00e1 en medio del circo, saltan sobre ella, derriban los \u00eddolos y los tr\u00edpodes, los pisotean.
La muchedumbre vocea como si estuviera enloquecida. Algunos querr\u00edan defender al gladiador preferido; otros invocan una muerte atroz para los nuevos cristianos. Por su parte, \u00e9stos han vuelto a la arena y est\u00e1n all\u00ed, alineados, serenos, como magn\u00edficas estatuas de gigantes, con una sonrisa nueva en el rostro intr\u00e9pido.
C\u00e9sar est\u00e1 rodeado por sus patricios, que visten completamente de blanco, excepto algunos que llevan una franja roja; se levanta. Es un hombre feo, obeso, c\u00ednico, coronado de flores y vestido de p\u00farpura. La multitud calla esperando su palabra. C\u00e9sar (no s\u00e9 qui\u00e9n es \u00e9ste que tiene un rostro lascivo y achatado) tiene a todos en suspenso por unos instantes y luego, con el pulgar hacia abajo, exclama: \u00abQue reciban la muerte por mano de sus compa\u00f1eros\u00bb.
Mientras tanto, los gladiadores no convertidos han degollado a los cristianos moribundos con la exactitud con la que un carnicero deg\u00fcella a los corderos. Y ahora se vuelven y con la misma frialdad y exactitud les cortan la garganta a los compa\u00f1eros, a la altura de la yugular. Como un manojo de espigas que la hoz corta tallo por tallo, los diez cristianos nuevos, rociados por la sangre del sacerdote m\u00e1rtir, se visten de p\u00farpura eterna con su propia sangre y caen boca arriba, con una sonrisa, mirando el cielo en el que ya amanece el d\u00eda beato de todos ellos.
No s\u00e9 de qu\u00e9 Circo se trata. No s\u00e9 qu\u00e9 \u00e9poca del cristianismo ser\u00e1. No tengo datos. Veo y digo lo que veo. Nunca he pisado nin-
28
guna Arena o Circo o Coliseo; por eso, no puedo darle el menor indicio. Dada la enorme multitud y la presencia del C\u00e9sar, creo que se trata de Roma. Pero no lo s\u00e9 de seguro. En mi coraz\u00f3n queda la visi\u00f3n del viejo sacerdote m\u00e1rtir y de los \u00faltimos que ha bautizado y nada m\u00e1s.<\/p>
1\u00b0 de marzo de 1945<\/p>
\u00a1Es un d\u00eda cuyo recuerdo no puede perderse! El Rostro velado se ha descubierto. El \u201cDesconocido\u201d se ha dado a conocer. El Maestro ha llamado a \u201cMar\u00eda\u201d… y Mar\u00eda se ha vuelto Juan. \u00a1Mi llanto ha sido enjugado por tu beso y tu promesa!… Mi esp\u00edritu \u201crenace\u201d por tu voluntad.
La gente no lo sabe. Pero yo lo s\u00e9. Y Ud., Padre, lo sabe. \u00bfC\u00f3mo puedo dejar de celebrar esta fecha?… La celebro al servicio de Dios, bendiciendo el peso y la pena de este servicio porque… \u00a1oh!, esa hora del 1\u00b0 de marzo de 1943 es tan grande que hasta el peso de la cruz no es nada.<\/p>
\u00a0<\/p>
4 de marzo de 1945
Jes\u00fas me dice:
\u00abTen paciencia, alma m\u00eda, por la doble fatiga. Es tiempo de sufrimientos. \u00a1Ni imaginas qu\u00e9 cansado estaba en los \u00faltimos d\u00edas! \u00bfVes? En el camino me apoyo en Juan, en Pedro, en Sim\u00f3n, tambi\u00e9n en Judas… As\u00ed es. \u00a1Y Yo, de quien emanaba el milagro tan s\u00f3lo con rozar mi t\u00fanica, no pude mudar ese coraz\u00f3n! Peque\u00f1o Juan1, deja que me apoye en ti para repetir las palabras ya dichas en los \u00faltimos d\u00edas a esos obtusos malvados en los que el anuncio de mi tormento resbalaba sin penetrar. Y deja tambi\u00e9n que el Maestro haga sus horas de predicaci\u00f3n en el triste llano del Agua Especiosa2. Yo te bendecir\u00e9 dos veces: por tu fatiga y por tu piedad. Cuento tus esfuerzos, recojo tus l\u00e1grimas. A los esfuerzos realizados por amor de los<\/p>
1 A menudo se llama a la escritora \u201cpeque\u00f1o Juan\u201d porque, por su espiritualidad y su misi\u00f3n, est\u00e1 cerca del gran evangelista Juan. V\u00e9ase tambi\u00e9n el dictado del 15 de junio en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.
2 En la obra \u201cEl Evangelio como me ha sido revelado\u201d.
29
hermanos se les otorgar\u00e1 la recompensa de los que se consumen para hacer que los hombres conozcan a Dios. A tus l\u00e1grimas, derramadas por mi sufrimiento de la \u00faltima semana, se les conceder\u00e1 el premio del beso de Jes\u00fas. Escribe y recibe mi bendici\u00f3n\u00bb.<\/p>
8 de marzo de 1945
Por la noche.<\/p>
Tras haber escrito buena parte de la \u00faltima Cena1, me pregunto c\u00f3mo puedo entender hasta las cosas m\u00e1s oscuras mientras habla Jes\u00fas. Y me digo: \u00ab\u00bfTambi\u00e9n a los dem\u00e1s les habr\u00e1 pasado lo mismo?\u00bb. Defino \u201clos dem\u00e1s\u201d a los m\u00edsticos y m\u00edsticas de estos 20 siglos de cristianismo, a los doctores, etc.
Oigo que una voz me habla y siento que un inmenso regocijo me invade. Sin embargo, en esos momentos por cierto no estaba alegre porque sobre m\u00ed pesaba la pena de las \u00faltimas horas de Jes\u00fas y esa pena me agobiaba hasta provocarme un sufrimiento f\u00edsico. La voz me dice: \u00ab\u00bfSabes qui\u00e9n soy?\u00bb. Mas no lo s\u00e9. Siento solamente esa paz y veo solamente una luz clara, lunar, bell\u00edsima, que define un cuerpo, pero de modo tan inmaterial que no distingo qui\u00e9n es. \u00abSoy Catalina\u00bb.
Me digo: \u00ab\u00a1Qu\u00e9 raro! La otra vez2 ten\u00eda una voz diferente. \u00c9sta es una voz cristalina, joven, aguda, pero no tiene nada que ver con la hermosa voz de la santa de Siena\u00bb.
\u00abNo soy la que imaginas. Tambi\u00e9n ella es doctora por obra de la divina Sabidur\u00eda. Pero yo soy Catalina de Alejandr\u00eda, la m\u00e1rtir de Cristo, y te protejo. Y quiero decirte que tambi\u00e9n en nosotros todo se transformaba en luz bajo la luz de Jes\u00fas. Nos hemos convertido en doctores del Se\u00f1or por obra sobrehumana y no por el estudio humano, para amarle as\u00ed, para servirle as\u00ed, para alabarle as\u00ed y para hacerle amar, servir y alabar a trav\u00e9s de esta doctrina que proven\u00eda de lo alto y que, aun siendo incomprensible para los humanos en las partes m\u00e1s sublimes, era simple como las palabras de un ni\u00f1o si la o\u00edamos estando con \u00c9l, el Esposo.
Adi\u00f3s. Te he respuesto. Te amo. Eres una peque\u00f1a hermana. Que el Amor Trino sea contigo\u00bb.<\/p>
1 En la obra \u201cEl Evangelio como me ha sido revelado\u201d. 2 Fue el 9 de noviembre de 1944. V\u00e9ase \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.<\/p>
30
La luz se desvanece y la voz calla. No sucede nada m\u00e1s. Me duermo contenta por
haber conocido a esta nueva amiga del Cielo.<\/p>
19 de marzo de 1945<\/p>
Le habl\u00e9 de la visita poco agradable y de la profec\u00eda que tuve ayer noche. Y cuando Ud. entr\u00f3 me not\u00f3 una expresi\u00f3n \u201casustada\u201d y as\u00ed me lo dijo. No s\u00e9 qu\u00e9 reflejaba mi rostro pero por cierto estaba impresionada. Y con el pasar del tiempo el susto no me pasa.
Como Ud. sabe, no es la primera vez que Satan\u00e1s me importuna tent\u00e1ndome con una u otra cosa. Y ahora que ya no tienta la carne, tienta el esp\u00edritu. Hace ya un a\u00f1o que, cada tanto, me importuna. La primera vez lo hizo en los d\u00edas tremendos para m\u00ed del mes de abril de 1944, cuando me prometi\u00f3 su ayuda si yo le adoraba. La segunda vez fue cuando me asalt\u00f3 con una aguda, violenta y larga tentaci\u00f3n el 4 de julio de 1944, induci\u00e9ndome a imitar burlonamente el lenguaje del Maestro para aniquilar a quien me hab\u00eda ofendido. La tercera fue cuando me sugiri\u00f3 que publicara como m\u00edas las palabras que me hab\u00edan sido dictadas, para recibir as\u00ed m\u00e9ritos y dinero. La cuarta fue en febrero de este a\u00f1o (me parece que ya est\u00e1bamos en febrero) cuando se me apareci\u00f3 (y era la primera vez que le ve\u00eda, porque las otras s\u00f3lo le sent\u00ed) y me aterroriz\u00f3 con su aspecto y su odio. La quinta fue ayer noche.
\u00c9stas son las grandes manifestaciones de Satan\u00e1s. Pero tambi\u00e9n le atribuyo todas las dem\u00e1s cosas m\u00e1s peque\u00f1as que me llegan de los otros y que quieren obligarme a envanecerme, a sentirme satisfecha de m\u00ed misma o a buscar la falsedad de las apariencias o, si no, a persuadirme de que soy s\u00f3lo una enferma y que todo es fruto de mi turbaci\u00f3n ps\u00edquica.
Tambi\u00e9n las dificultades con mis parientes, con las autoridades y hasta con los camionistas1, las atribuyo a Satan\u00e1s. Hace lo que puede, y lo hace lo mejor que puede, con tal de molestar- me y provocar en m\u00ed inquietud y rebeli\u00f3n y llevarme a la persuasi\u00f3n de que rezar es in\u00fatil y de que todo es mentira.
Pero le confieso que ayer noche me turb\u00f3 mucho. No es la primera vez que suscita en m\u00ed el temor de haber sido enga\u00f1ada y de tener<\/p>
1 Alude a los acontecimientos relacionados con el periodo b\u00e9lico y que puede decirse que se concluyeron en febrero de 1945. V\u00e9ase el diario del 24 de abril, nota 1, en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.<\/p>
31
que dar cuentas de ello, un d\u00eda, a Dios y a los hombres. Ud. bien sabe que \u00e9ste es mi terror… y que, aunque Jes\u00fas y Ud., Padre m\u00edo, me confort\u00e1is siempre, ese terror resurge siempre. Pero hasta ahora se trataba de ideas \u201cm\u00edas\u201d, ideas instigadas por Satan\u00e1s pero pensadas por m\u00ed. En cambio, ayer noche fue una amenaza expl\u00edcita, directa.
Me dijo: \u00ab\u00a1Sigue adelante, sigue adelante! Estoy esperando que llegue el momento oportuno, el \u00faltimo momento. Y entonces lograr\u00e9 persuadirte de tal modo que siempre le has mentido a Dios, a los hombres y a ti y que eres una embustera, que te invadir\u00e1 el terror y la desesperaci\u00f3n de ser condenada. Y lo expresar\u00e1s con tales pa-
labras que quien te asista pensar\u00e1 que haces una retractaci\u00f3n final para poder ir a Dios menos manchada por el pecado. T\u00fa y los que est\u00e9n contigo quedar\u00e9is persuadidos de ello. Y morir\u00e1s en esta situaci\u00f3n… y los dem\u00e1s quedar\u00e1n impresionados… S\u00ed, te espero… Esp\u00e9rame t\u00fa tambi\u00e9n. Nunca prometo sin mantener. Ahora tu conducta me molesta desmesuradamente. Pero luego ser\u00e9 yo quien te moleste. Me vengar\u00e9 de todo lo que me est\u00e1s haciendo… Me vengar\u00e9 como s\u00f3lo yo s\u00e9 vengarme\u00bb. Y se fue, dej\u00e1ndome muy mal…
Luego vino la dulce Madre, apacible y amorosa, con su t\u00fanica blanca, y me sonri\u00f3 y me acarici\u00f3. Mi Jes\u00fas me sonri\u00f3 con su sonrisa m\u00e1s jubilosa. Pero tan pronto como me dejaron sola, volv\u00ed a caer en mi extenuaci\u00f3n… Y a\u00fan dura. Cuando este pensamiento me acosa, siento la tentaci\u00f3n de decir: \u201cNo escribir\u00e9 una palabra m\u00e1s, a pesar de cualquier presi\u00f3n\u201d. Pero luego reflexiono y me digo: \u201cEso es lo que quiere Satan\u00e1s\u201d y no obedezco a este deseo.
Es \u00e9poca de Pasi\u00f3n \u00bfno es verdad? Ya sea entre los que – por la idolatr\u00eda tan inculcada en los hombres, aun en los buenos – adoran al portavoz, al \u00eddolo, olvidando que \u00e9ste s\u00f3lo es un instrumento y que el que debe ser adorado es Dios; ya sea entre los que me escarnecen, habr\u00e1 quienes esperen – de igual modo aunque con fines diversos – hechos maravillosos de parte m\u00eda, especialmente en este tiempo de Pasi\u00f3n. Quiz\u00e1s los espere Ud. mismo, como algo natural en mi caso. En Ud. se trata de una espera justa. En los otros se trata de escarnio o de idolatr\u00eda. Y puedo asegurarle que prefiero el escarnio a Mar\u00eda Valtorta a la idolatr\u00eda hacia ella. Esto me molesta de un modo indescriptible. Me parece que me desnudan en medio de una plaza, que me despojan de mi precioso secreto… \u00bfqu\u00e9 s\u00e9 yo? La verdad es que me hace sufrir. El escarnio causa menos mal si est\u00e1 dirigido a Mar\u00eda Valtorta. Lo importante es que no da\u00f1e los \u201cdictados\u201d y no los haga
32
considerar una burla o una locura…
Pero por encima del deseo m\u00e1s o menos santo y honesto de mucha gente, est\u00e1 la voluntad, o mejor, la bondad de Dios, que escucha a su pobre Mar\u00eda, a esa Mar\u00eda que ha rezado siempre y que sigue rezando y diciendo: \u00abHe aqu\u00ed a tu \u201cv\u00edctima\u201d. Que recaiga sobre m\u00ed todo lo que quieras, pero sin se\u00f1ales exteriores\u00bb. Yo no habr\u00eda que- rido ni siquiera esta manifestaci\u00f3n de Dios en m\u00ed, yo… Mas \u00c9l ha querido que yo fuera su fon\u00f3grafo… \u00a1paciencia! Pero no quiero nada m\u00e1s, no, no, no. Que me lleguen todas las enfermedades, diagnosticables o no diagnosticables si no tienen caracter\u00edsticas conocidas. Que me lleguen todos los sufrimientos que me hagan padecer lo que \u00c9l padeci\u00f3. Que me llegue la agon\u00eda que me haga estar curvada sobre su agon\u00eda. Pero que todo eso sea conocido s\u00f3lo por \u00c9l, por Ud. – que es un padre para m\u00ed – y por m\u00ed y basta.
Si en este tiempo de Pasi\u00f3n desilusiono al que idolatra y al que escarnece porque no soy materialmente \u201cla apasionada\u201d, le aseguro que vivo igualmente mi pasi\u00f3n. Pero m\u00e1s que el mayor sufrimiento f\u00edsico del cuerpo transido y magullado por los golpes y el cansancio del G\u00f3lgota, de la cabeza dolorida por el cerco cruel, de los estirones y los calambres, del af\u00e1n y la congesti\u00f3n de esta tortura, de la sed y la fiebre, de la languidez y la excitaci\u00f3n del suplicio, \u201cpasi\u00f3n\u201d significa siempre para m\u00ed lo que llamo \u201cmi Getseman\u00ed\u201d, es decir, la oscuridad que aumenta, densa de fantasmas y temores… el temor y el terror del futuro y de Dios… y la cercan\u00eda del Odio y la ausencia del Amor. Esto s\u00ed que lleva a la sed, a la fiebre, a las l\u00e1grimas de sangre, a los gemidos y el agotamiento. Le aseguro que es algo tan fuerte como la hora que viv\u00ed el a\u00f1o pasado cuando Dios me dej\u00f3 sola2. Y a\u00fan m\u00e1s; puedo decirle: \u00abEs m\u00e1s fuerte\u00bb, porque duele igualmente a pesar de que Dios est\u00e1 conmigo.
Espero haberme explicado bien, aunque ciertas torturas se explican muy mal y se
comprenden peor, tanto por parte de quien es padre espiritual como de quien es id\u00f3latra, de quien es curioso o estudioso o escarnecedor del… fen\u00f3meno. Pero los \u00faltimos tres tendr\u00edan que experimentar por una hora lo que nosotros experimentamos… Y tambi\u00e9n tendr\u00edan que probarlo los id\u00f3latras, que puede que sientan envidia. \u00a1Pero no!, es mejor que no lo prueben. Los id\u00f3latras se escapar\u00edan qui\u00e9n sabe ad\u00f3nde por temor de que se repitiera otro<\/p>
2 V\u00e9ase \u201cLos cuadernos. 1944\u201d, desde el 9 de abril al 10 de mayo.
33
momento semejante y los curiosos, los estudiosos y los escarnecedores llegar\u00edan hasta a maldecir a Dios… Por eso… impongamos el yugo a mis espaldas y quitemos el veneno… \u00a1adelante!
Se\u00f1or, que se haga tu voluntad y no la m\u00eda. He aqu\u00ed a tu sierva y a tu v\u00edctima. Que se haga de m\u00ed lo que T\u00fa quieras. Pero, en nombre de tu bondad, te pido \u00fanicamente que me des la fuerza para poder sufrir. No me dejes sola. \u00abQu\u00e9date con nosotros, porque atardece y el d\u00eda ya ha declinado… \u00bb3.
Estoy muy agitada, en medio de una tormenta como \u00e9stas de marzo que alternan momentos luminosos de sol a la oscuridad de las nubes borrascosas. Tengo la impresi\u00f3n de ser una peque\u00f1a barca en medio de las olas enfurecidas; a veces estoy arriba, en la cresta de las olas y en pleno sol, y otras estoy abajo, oprimida entre dos monta\u00f1as de agua que parecen querer sumergirme en un tenebroso abismo. Me parece que paso alternativamente de un oc\u00e9ano borrascoso al m\u00e1s pl\u00e1cido de los puertos y que, siempre alternativamente, me sumerjo en la hiel y en la miel. \u00a1Cu\u00e1n grande es mi sufrimiento desde ayer por la noche!
Hay momentos en que estoy en el Cielo gracias a las breves y dulces palabras y a las beatas sonrisas de Jes\u00fas y Mar\u00eda y por la fuerza que de ellas me deriva. Entonces digo: \u00ab\u00a1Oh!, estoy absolutamente segura de que no he sido enga\u00f1ada y que no soy una pecadora\u00bb (se entiende que me refiero a los dictados y a las visiones). Pero luego hete aqu\u00ed que vuelvo a precipitar en el sombr\u00edo abismo en el que resuena el espantoso fragor de las palabras amenazadoras de ayer por la noche. Y tras el Para\u00edso, ahora experimento el infierno. Luego vuelve a socorrerme la bondad de Jes\u00fas y de Mar\u00eda y mi pobre alma es alzada en el sol hacia el cielo, en un estado de beatitud que me colma de dulzura. Y despu\u00e9s nuevamente precipito en la amargura, en la oscuridad, en el espanto. Tengo miedo… Ay\u00fademe a superar esta batalla.
Hoy he visto a una se\u00f1ora que me conoce desde ni\u00f1a y que me ha dado su amistad materna por muchos a\u00f1os; luego, por una voluntad ajena a la m\u00eda, tuve que abandonarla y ahora, por fin, he podido volver a acercarme a ella. La se\u00f1ora me ha hablado de la Marina… y de mis dictados, de los que ha le\u00eddo algunos fasc\u00edculos.
Como si yo no<\/p>
3 Lucas 24, 29
34
supiera nada, le he preguntado qu\u00e9 diferencia nota entre las dos personas, de las cuales una es conocida y la otra casi an\u00f3nima, porque se la cree un servita o una se\u00f1orita enferma, etc… Me ha respondido que, seg\u00fan ella, los de la M… est\u00e1n escritos en trance, mientras los otros son: \u00absublimes, pero atemorizan porque en lugar de hacer sentir la misericordia de Dios hacen sentir su justicia. Pero reconoce que encierran palabras de luminosa claridad y de una elevaci\u00f3n espiritual que impresiona. Hay una maravillosa
oraci\u00f3n a la Virgen\u00bb. Y ha terminado diciendo: \u00abHaz que te los den para leerlos. No pude obtener otros pero, te digo la verdad, deseo obtenerlos\u00bb.
No puedo decirle si cree o no que se trata de m\u00ed o si cree que no conozco los dictados. Pero para m\u00ed ha sido como una gota de miel porque es una mujer religiosa y culta, que siempre me ha parecido muy equilibrada. Por eso, su juicio y su deseo me han confirmado que en los dictados las almas sienten a Dios.
\u00a1Dios! \u00a1Dios!… \u00c9ste es mi dolor: Tener como \u00fanico fin servirle y hacerle amar y temer que \u00c9l me aborrezca. Pero es tiempo de Pasi\u00f3n… \u00a1Oh! Ay\u00fademe porque bajo la calma aparente, soy una doliente herida.<\/p>
20 de marzo de 1945<\/p>
Habla el Padre Sant\u00edsimo:
\u00abOs parece dura la palabra que expresa la verdad. Querr\u00edais solamente palabras misericordiosas. \u00bfPod\u00e9is reconocer que merec\u00e9is misericordia? \u00bfAcaso no es misericordia tambi\u00e9n la Voz severa que os habla de castigo y os incita a arrepentiros?
\u00bfAcaso os pent\u00eds?
Este deseo de o\u00edr solamente promesas de bondad, esta man\u00eda de recibir de Dios s\u00f3lo caricias, es la desviaci\u00f3n de la Religi\u00f3n. Hab\u00e9is convertido en epicure\u00edsmo tambi\u00e9n este principio sublime que es la Religi\u00f3n referida al Dios verdadero.
Pretend\u00e9is deleite de ella pero no quer\u00e9is dedicarle esfuerzo. Quer\u00e9is descansar en la c\u00f3moda transacci\u00f3n entre lo que os ordena la Religi\u00f3n y lo que os place. Y pretend\u00e9is que Dios se avenga a esta adaptaci\u00f3n. En otras \u00e9pocas, este vicio espiritual se llamaba \u201cquietismo\u201d y a\u00fan lo llaman as\u00ed los doctores del esp\u00edritu. Yo soy m\u00e1s severo y lo llamo epicure\u00edsmo del esp\u00edritu.
Querr\u00edais recibir de la Religi\u00f3n, de Dios, de su Palabra, s\u00f3lo lo que acaricia los sentidos, porque os hab\u00e9is rebajado tanto que hab\u00e9is
35
convertido en sensual hasta el esp\u00edritu. Por eso quer\u00e9is ofrecerle sensaciones y estremecimientos completamente humanos. Parec\u00e9is los enajenados de otras religiones que, con oportunas ceremonias, provocan un estado ps\u00edquico anormal para gozar de los falsos \u00e9xtasis de sus para\u00edsos.
Ya no comprend\u00e9is la grande, la mayor misericordia de Dios. Y llam\u00e1is dureza, espanto, amenaza, lo que es amor, consejo, invitaci\u00f3n al arrepentimiento para obtener gracias. Quer\u00e9is palabras misericordiosas. \u00bfDec\u00eds que las quer\u00e9is para que os den las fuerzas para resurgir? No mint\u00e1is. Os gustar\u00edan porque son dulces. Pero igualmente, para los labios de Dios, vuestro sabor ser\u00eda amargo como el veneno.
\u00bfDe qu\u00e9 sirven las palabras misericordiosas, las visiones plenas de amor que se os brindan desde hace un a\u00f1o como \u00faltima prueba de elevaci\u00f3n hacia Dios de vuestras almas paganizantes? A muchos les sirve para deleite, a algunos para su ruina y a un peque\u00f1o n\u00famero tremendamente exiguo para la santificaci\u00f3n. De este modo, contin\u00faa el destino de Cristo: el de ser un signo de contradicci\u00f3n para muchos.
Hoy hablo Yo. \u00a1Oh culpables m\u00e1s culpables que los sodomitasl!, hablo para demostrar que mi misericordia a\u00fan es infinita, visto que no os sepulta bajo una granizada de fuego.
Se ha dicho: \u201cCastigas a los descarriados poco por vez, les reprendes por sus faltas y les amonestas para que se aparten de la perfidia y crean en Ti\u201d’. \u00bfNo han ido aumentando poco a poco estos periodos tremendos? \u00bfOs he dejado azotar de un modo infernal en una sola vez? No es as\u00ed. Hace decenas y decenas de a\u00f1os que el castigo va aumentando en cuanto al modo y
la duraci\u00f3n, d\u00e1ndoos de tanto en tanto una milagrosa ayuda que os liberaba de \u00e9l y que usabais para preparar, por vuestra misma voluntad, un flagelo a\u00fan m\u00e1s cruel.
No mejorasteis nunca. \u00a1Oh, vosotros que escarnec\u00e9is a Dios!, siempre ha aumentado vuestra maldad y vuestra falta de fe. \u00bfY ahora qu\u00e9 he de hacer? Si no supiera c\u00f3mo os he creado, ahora me preguntar\u00eda si ten\u00e9is un alma, porque vuestras obras son peores que las de seres bestiales. \u00bfOs disgusta o\u00edroslo decir? \u00a1Pues no obr\u00e9is de modo tal de merecer estas palabras! En el Libro de la Sabidur\u00eda se leen estas palabras dirigidas a los Cananeos: \u201cAborrec\u00edas a los antiguos habitantes de tu tierra santa<\/p>
1 G\u00e9nesis 19, 24-25.
2 Sabidur\u00eda 12, 1-2.
36
porque sus obras, cumplidas con pr\u00e1cticas m\u00e1gicas y ritos sacr\u00edlegos, eran abominables ante Ti. Mataban sin piedad a sus peque\u00f1os, com\u00edan las entra\u00f1as de los hombres y beb\u00edan la sangre en tu sacra tierra. Quisiste destruir a esos padres, verdugos de almas indefensas…\u201d3.
\u00a1Oh generaci\u00f3n de hombres de esta \u00e9poca!, \u00bfno os reconoc\u00e9is en estos antepasados vuestros? Yo s\u00ed que os reconozco. Respecto a ellos, vuestra perfidia ha aumentado, se ha hecho m\u00e1s sat\u00e1nica. Pero segu\u00eds perteneciendo a esa ralea que detesto. El satanismo se ha difundido tanto hasta convertirse casi en la religi\u00f3n de los estados. Ya sea entre los grandes o entre los modestos, entre los cultos o entre los ignorantes, y hasta en la casa de los ministros de Dios, se quiere conocer y se cree conocer a trav\u00e9s de magias que tienen un sello inconfundible: el sello de Satan\u00e1s.
\u00bfNo realiz\u00e1is los sacrificios de los cananeos? \u00a1Los hac\u00e9is a\u00fan peores! No inmol\u00e1is las carnes sino vuestras almas y la de vuestros semejantes, conculcando el derecho de Dios y la libertad del hombre. En efecto, hab\u00e9is llegado hasta tal punto que, con la burla o con la fuerza, quebrant\u00e1is las conciencias que a\u00fan saben manten\u00e9rseme fieles, las arroj\u00e1is del trono de su fe, que las eleva a M\u00ed, y las corromp\u00e9is con doctrinas malditas o las mat\u00e1is, porque haci\u00e9ndolo cre\u00e9is despojarlas de la fe. No; por el contrario, de este modo las atavi\u00e1is con una fe incorruptible. Mas, que la maldici\u00f3n recaiga sobre vosotros porque sembr\u00e1is la corrupci\u00f3n para arrebatar fieles a Dios.
\u00bfY no os reconoc\u00e9is en esos antepasados vosotras, generaciones de padres que sin piedad mat\u00e1is moralmente a vuestros hijos al comunicar a esos inocentes vuestra incredulidad, vuestra sensualidad, toda la cohorte de racionalismo y de bestialidad de que est\u00e1is saturados y que ahora, ahora, ahora que estos hijos ya no est\u00e1n sostenidos por ninguna columna espiritual, termin\u00e1is de matarles en lo que les queda, es decir, en la carne, pues permit\u00eds qu\u00e9 de esa carne hagan mercanc\u00eda como bestias lujuriosas, y es m\u00e1s, aprob\u00e1is satisfechos porque ese mercado os permite satisfaceros y gozar con el sacrificio de vuestros hijos?
\u00a1No, no exagera el Libro de la Sabidur\u00eda cuando os llama verdugos de almas indefensas! Cuid\u00e1is m\u00e1s a la bestia que cri\u00e1is para venderla y a la planta que cultiv\u00e1is para obtener los frutos, que a<\/p>
3 Sabidur\u00eda 12, 3-7.
37
vuestros hijos. Ellos son d\u00e9biles mas no los fortific\u00e1is, pues no les dais ni la religi\u00f3n de Dios ni, al menos, la de la honestidad c\u00edvica y del amor familiar.
Padres, ya no sois los tutores de los menores. Madres, para vuestras criaturas no
sois \u00e1ngeles, sois \u00eddolos. No cumpl\u00eds el fin al que os he destinado. Abdic\u00e1is de vuestros deberes y de vuestros derechos. Me caus\u00e1is horror. Sois \u00eddolos id\u00f3latras: sois \u00eddolos, porque carec\u00e9is de esp\u00edritu. Sois id\u00f3latras, porque ador\u00e1is lo que es todo menos esp\u00edritu. Hab\u00e9is adorado al hombre; hab\u00e9is permitido que se llegara al culto del cuerpo, que se volviera al culto del cuerpo, tal como lo practicaban los paganos cuando Cristo les encontr\u00f3, o los neo paganos, que son culpables de paganismo doblemente, porque lo eran y porque siguieron si\u00e9ndolo a\u00fan despu\u00e9s de haber recibido la verdadera religi\u00f3n.
Y adem\u00e1s, en los lutos, en las alegr\u00edas, \u00bfqu\u00e9 hac\u00e9is? Practic\u00e1is la idolatr\u00eda. Vener\u00e1is, ador\u00e1is lo que es perecedero. No pens\u00e1is en el esp\u00edritu y en El que lo cre\u00f3. Y eso \u201ces un enga\u00f1o para la vida humana, pues los hombres, secundando la afici\u00f3n o la tiran\u00eda, dan a la piedra o al le\u00f1o o a la tela pintada el Nombre incomunicable\u201d4. Yo, s\u00f3lo Yo, soy Dios.
\u00bfOs parece que os fustigo? Y entonces o\u00edd: \u201cNi les bast\u00f3 haber errado en el conocimiento de Dios sino que, viviendo en la dura guerra de la ignorancia, llaman paz a tan graves males. Ya inmolan a los hijos, ya hacen misteriosos sacrificios, ya transcurren las noches en org\u00edas infames. No conservan puros ni la vida ni los matrimonios. Por el contrario, uno mata al otro por envidia o le humilla con adulterios. Todo es un caos de sangre, homicidios, robos, fraudes, corrupci\u00f3n, deslealtad, desorden, perjurio, vejaci\u00f3n de los buenos, olvido de Dios, contaminaci\u00f3n de las almas, inversi\u00f3n de los sexos, inconstancia en los matrimonios, adulterios, libertinaje, porque el abominable culto a los \u00eddolos es causa, principio y fin de todos los males. O se dan a fren\u00e9ticas juergas o vaticinan falsedades o viven en la injusticia y perjuran sin vacilar pues, dado que conf\u00edan en \u00eddolos inanimados, no temen que el jurar en falso pueda perjudicarles\u201d5.
Mas, \u00bfse trata de la Sabidur\u00eda dictada un siglo antes de Cristo o de algo dictado en los momentos actuales? \u00bfY a\u00fan pretend\u00e9is pala-<\/p>
4 Sabidur\u00eda 14, 21.
5 Sabidur\u00eda 14, 22-29.
38
bras de misericordia?
\u00bfNo hab\u00e9is visto nunca a un pueblo que huye bajo una colosal granizada? Huye veloz pero igualmente el granizo le azota porque los gruesos granos les persiguen por doquier. Si tuviera que hablar seg\u00fan lo merec\u00e9is y os hablara como quien soy, como Dios Padre, ser\u00edais como esas gentes azotadas por una colosal granizada.
Habla la Bondad y no entend\u00e9is. Habla la Justicia y la consider\u00e1is injusta. Ten\u00e9is miedo y no os correg\u00eds. \u00bfSois tontos o criminales? \u00bfSois locos o endemoniados? Que cada uno se examine. \u00bfY por gentes como \u00e9stas se mand\u00f3 a morir al Hijo del Padre?
En verdad, si fuera posible encontrar un error en Dios, se dir\u00eda que ese Sacrificio fue un error, porque su infinito valor es nulo para demasiada gente. S\u00ed, digo que fue un error. Un error que es testimonio de mi Naturaleza. S\u00ed, \u00a1oh, hombres que, a pesar de ser tan culpables, juzg\u00e1is que Yo no os trato con misericordia!, porque si Yo no fuera Amor, no os habr\u00eda concedido la Redenci\u00f3n. S\u00ed, porque si en verdad hubiera tenido que obrar como vosotros, que pretend\u00e9is el 100 por 100 y hasta el 1000 por 100 cuando hac\u00e9is aun el m\u00ednimo bien, Yo no habr\u00eda tenido que concederos la gracia jam\u00e1s. Porque desatend\u00e9is, burl\u00e1is, convert\u00eds en desgracias, todas las formas de gracia, empezando por la de la Sangre derramada por vosotros.
Hoy Jes\u00fas no habla y el peque\u00f1o Juan no ve. Hoy hablo Yo para deciros que hoy, como hace dos a\u00f1os, mi Pensamiento es el mismo6; para deciros que si callo es porque s\u00e9 que hablar es
in\u00fatil; para deciros que la palabra es amor, que el silencio es amor, que la severidad es amor. S\u00f3lo vosotros sois desamor, en medio del amor soberano que conforma todo lo que proviene de Dios. Y \u00e9sta es vuestra condena\u00bb.
Me faltaba s\u00f3lo este severo dictado para terminar de abrumarme…<\/p>
6 Probablemente es una referencia al dictado del 23 de abril en \u201cLos cuadernos.
1943\u201d.<\/p>
25 de marzo de 1945<\/p>
Hablo con la Madre y me lamento dici\u00e9ndole: \u00abPero de esta manera ya no puedo pensar en ti. Escribo, escribo y escribo… y despu\u00e9s me quedo como muerta e incapaz de decirte ni siquiera un Avemar\u00eda.
39
Ya lo ves: \u00a1me quedo con el rosario en la mano, justo ahora que quer\u00eda hacerte m\u00e1s compa\u00f1\u00eda en estos viernes de Cuaresma y de Pasi\u00f3n!\u00bb.
Oigo su respuesta n\u00edtidamente: \u00abNo importa. T\u00fa cantas el Evangelio de su Pasi\u00f3n y lloras sobre sus dolores y le acompa\u00f1as en ellos. Y, de este modo, enjugas mucho m\u00e1s mis l\u00e1grimas que si me hicieras compa\u00f1\u00eda directamente. \u00a1Oh, hija de la celeste Jerusal\u00e9n!, llora por los pecados del mundo y bendice al Se\u00f1or, que quiso que fueras est\u00e9ril, que no probaras los gozos humanos, para merecer la gloria de ser el \u201cpeque\u00f1o Juan\u201d. Di junto conmigo: \u201cHe aqu\u00ed a la doncella del Se\u00f1or. Que se haga de m\u00ed lo que \u00c9l desea\u201d. Te bendigo y no te retengo. Te espero en el camino del Calvario. Ve\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
29 y 30 de marzo de 1945<\/p>
Mis gozos.
Estaba muy triste desde el mediod\u00eda del Jueves porque pensaba: \u201cMa\u00f1ana no habr\u00e1 Comuni\u00f3n\u201d. Me causaba dolor quedarme sin mi Alimento, visto todo lo que sufro siempre, especialmente el viernes, y lo que, por lo general, significa para m\u00ed el viernes de Pasi\u00f3n desde hace 15 a\u00f1os. Pensaba: \u201cDos a\u00f1os atr\u00e1s, el P. M. me trajo la Comuni\u00f3n al amanecer del Viernes Santo. En ese entonces yo estaba mal y por eso \u00e9l pod\u00eda hacerlo\u201d. Le aseguro que habr\u00eda deseado estar a\u00fan peor para poder recibirla. Este sufrimiento, junto con el pesar por la reliquia de la Santa Cruz – que me fue quitada, tras hab\u00e9rmela donado, por una que, con Satan\u00e1s, contribuy\u00f3 a hacerme sufrir – cons- tituye mi pena secreta… mi pena m\u00e1s profunda.
Marta hab\u00eda salido para hacer la visita de las siete iglesias. Yo estaba sola.
Escrib\u00eda. Y, mientras tanto, la desolaci\u00f3n de Mar\u00eda se fund\u00eda con el llanto de la pobre Mar\u00eda…
Detiene mi pena la gozosa aparici\u00f3n de mi Jes\u00fas, pero no ya martirizado y sangrante, sino bell\u00edsimo, radiante en su t\u00fanica de c\u00e1ndido lino, tal como le veo en los momentos m\u00e1s jubilosos de las visiones. Viene hacia m\u00ed como si proviniese de un campo florecido y sonr\u00ede mientras sostiene algo bajo su manto blanco, que lleva cruza- do sobre el pecho y las manos.
Me dice: \u00abPeque\u00f1o Juan, en realidad quer\u00eda decirte \u201cpeque\u00f1o escriba\u201d, pero no te
lo digo porque si bien es cierto que eres un ser laico que, por no bastar los sacerdotes, ilustras la verdad de mi tiem-
40
po mortal, por el contrario, no eres la criatura dura y feroz que eran los escribas de mi \u00e9poca. Escucha, peque\u00f1o Juan. El Padre Migliorini no puede traerte la Comuni\u00f3n y sufres por ello. Yo soy tu Sacerdote. Te he tenido doblada sobre mis torturas, sobre mi agon\u00eda. Es justo que te d\u00e9 un premio. Mira: hace muchos a\u00f1os, a esta misma hora Yo me dirig\u00eda al Cen\u00e1culo para consumar la Pascua y distribuir la primera Eucarist\u00eda.
Peque\u00f1o Juan, ven y toma\u00bb.
Deja abrir el manto y me muestra la p\u00edxide que lleva en la mano. Dice solemnemente: \u00abYo soy el Pan vivo que desciende del Cielo. Quien coma este Pan, no tendr\u00e1 m\u00e1s hambre y vivir\u00e1 eternamente. \u00c9ste es mi Cuerpo, que te doy en memoria de M\u00ed. Toma y come\u00bb. Y me da una hostia muy grande. Digo que es grande porque tiene el di\u00e1metro de una vieja moneda, o sea, de un escudo. Su sabor material y espiritual es tan extraordinario que me colma de j\u00fabilo. Me acaricia y luego dice: \u00abAhora que has recibido tu Alimento, escribe. Ma\u00f1ana volver\u00e9\u00bb.
Y, en efecto, esta tarde, a la misma hora, vuelve a aparecer ante m\u00ed. Yo estaba mal ya cuando Ud. se encontraba aqu\u00ed; no lograba superar la crisis. Estaba p\u00e1lida como una muerta, envuelta en un sudor fr\u00edo, jadeaba, ten\u00eda continuos mareos y se me ofuscaba la vista. Sin embargo, escrib\u00eda porque ten\u00eda que escribir… La Madre Dolorosa demostraba gimiendo su tormento.
Por unos instantes Jes\u00fas me aparta de tanto dolor f\u00edsico y de coparticipaci\u00f3n. Mostrando claramente el c\u00e1liz colmo de sangre roja, vigorosa, la definir\u00eda densa, casi en hervor – porque borboteaba en espumantes burbujas como si apenas hubiera salido de una arteria – Jes\u00fas me dice: \u00ab\u00c9sta es mi Sangre, que he derramado por amor hacia vosotros. Toma y bebe\u00bb. Me avecina el c\u00e1liz a los labios mientras con la otra mano me acerca a \u00e9ste.
Siento el fr\u00edo metal contra mis labios y en mi nariz el olor de la sangre. Pero no me causa repulsi\u00f3n. Adhiero mis labios al liso borde del c\u00e1liz de plata y bebo un sorbo de esta Sangre divina, que presenta todas las caracter\u00edsticas de nuestra misma sangre en cuanto a fluidez, viscosidad y sabor, pero que al descender en m\u00ed provoca una delicia que me eleva a las cimas m\u00e1s altas del gozo. Quisiera beber m\u00e1s y m\u00e1s… porque cuanto m\u00e1s se bebe de esta Sangre, m\u00e1s se querr\u00eda beber. Pero me detiene la reverencia hacia Jes\u00fas y s\u00f3lo contemplo esa Sangre amada, aspiro su intenso olor, admiro el perfecto color rojo vivo. Jes\u00fas me hace beber otras dos veces… Luego se va… y
41
en m\u00ed permanecen el sabor y la fragancia de esa Sangre de mi Jes\u00fas.
Casi no quer\u00eda escribir esto aqu\u00ed. Prefer\u00eda hacerlo en una carta que no sab\u00eda bien si entreg\u00e1rsela enseguida a Ud. o dejarla para que fuera entregada despu\u00e9s de mi muerte. Porque, en verdad, ciertas cosas sublimes se expresan mal y se lo hace de mala gana. Pero luego prevaleci\u00f3 la idea de escribir esto en un cuaderno y, por lo tanto, hac\u00e9rselo saber a Ud. inmediatamente.
Me siento rebosante de una delicia sobrenatural.<\/p>
31 de marzo de 1945
A las 8.<\/p>
A\u00fan perdura esa delicia sobrenatural. En mi mente est\u00e1 presente siempre ese c\u00e1liz, como si todav\u00eda lo estuviera viendo, y todav\u00eda siento en mi paladar el sabor inefable de
la Sangre de mi Dios… \u00c9stas fueron mis Comuniones del Jueves y del Viernes Santo.<\/p>
1\u00b0 de abril de 1945
Pascua de Resurrecci\u00f3n. A las 23.<\/p>
Jes\u00fas dice lo siguiente para el Padre Migliorini, para Sor M. Gabriella y para m\u00ed:
\u00abAntes de que terminara el d\u00eda de la Resurrecci\u00f3n, me mostr\u00e9 a las mujeres fieles y a los amigos m\u00e1s queridos para que su j\u00fabilo fuera total, para que supieran que la prueba hab\u00eda terminado y que el Se\u00f1or hab\u00eda resurgido, para que su fe fuera confirmada con su paz y su perd\u00f3n. Antes de que termine este d\u00eda, vengo a vosotros. Vengo a vosotros que hab\u00e9is sabido hacer una Betania y un Cen\u00e1culo de vuestro coraz\u00f3n y que hab\u00e9is permanecido conmigo en la Pasi\u00f3n.
Que la paz y la bendici\u00f3n sean con la una y la otra Mar\u00eda. Que la paz y la bendici\u00f3n sean con su L\u00e1zaro y el m\u00edo. Que la paz y la bendici\u00f3n sean con quien convive con ellos en el amor hacia M\u00ed. Creced am\u00e1ndome. Que la Sangre y la Palabra engendren en vosotros fuerzas siempre renovadas. Venid sin temor a las Palmas heridas. Vosotros no ten\u00e9is necesidad de tocar para creer. Pero ten\u00e9is necesidad de caricias para gustar anticipadamente el Cielo y mis manos rebo-
42
san de caricias para mis amigos.
Os quise conmigo en la Pasi\u00f3n para que, conoci\u00e9ndola, la amarais cada vez m\u00e1s, pues este conocimiento es fuerza y santificaci\u00f3n. Gustad de \u00e9l hasta obtener mi misma fuerza tambi\u00e9n en los sufrimientos por amor de Dios y del hombre. Ahora venid conmigo hacia el gozo que el mundo no puede experimentar, o sea, hacia mi gozo.
Que la paz y la bendici\u00f3n del Se\u00f1or Resurgido sean con vosotros, \u00a1oh, amigos de mis Betanias, las que Yo solo conozco!\u00bb.<\/p>
10 de abril de 1945<\/p>
Dado que hace tres d\u00edas que descanso de los dictados, abro la Biblia1 en un punto cualquiera, tanto para leer algo que siga siendo palabras provenientes de Dios. El libro se me abre en la p\u00e1g. 769 y los ojos se detienen en los vers\u00edculos 25-26-27-28-29-30- 31 del salmo 17 del libro 1\u00b0 2 . Y entonces el Se\u00f1or habla:
\u00ab\u00bfNo es acaso lo que puedes decir de ti?
En un tiempo no merec\u00edas mi recompensa: Yo te amaba con mi perfecci\u00f3n, mas t\u00fa no me amabas con tu perfecci\u00f3n porque, aunque en tu coraz\u00f3n albergaba la inclinaci\u00f3n hacia M\u00ed, hab\u00eda en \u00e9l afectos m\u00e1s fuertes que el que me dedicabas. No merec\u00edas mi recompensa. Por cierto recuerdas ese tiempo y tambi\u00e9n Yo lo recuerdo. Acababas de salir de tu colegio completamente perfumada con el perfume de Dios como una virgen del Templo con los perfumes del incienso ritual. Y Yo ya te hab\u00eda elegido.
\u00bfQuieres saber cu\u00e1ndo te eleg\u00ed? En verdad, lo hice cuando se engendr\u00f3 en ti un alma, porque no hay ning\u00fan destino humano que sea desconocido para la Mente eterna. Y mi peque\u00f1a Mar\u00eda – que mi Voluntad mantuvo viva a pesar de las infelices circunstancias de su nacimiento, que la acompa\u00f1aron durante los meses en que era s\u00f3lo un \u00e1ngel que mamaba – fue m\u00eda cuando derram\u00f3 sus primeras l\u00e1grimas ante el divino Depuesto de la cruz. \u00c9l te pidi\u00f3 a M\u00ed. Y Yo te di con una sonrisa complacida. Y ya en el Cielo, \u00c9l repiti\u00f3 su exhorta-<\/p>
1 El texto que emplea la escritora es la Sacra Bibbia, traducci\u00f3n y comentario del
Padre Eusebio Tintori O.F.M., editado por el Istituto Missionario Pia Societ\u00e0 San Paolo, 1942.
2 Seg\u00fan el texto de la Vulgata. En cambio, seg\u00fan el texto hebraico es el salmo 18,25-31.<\/p>
43
ci\u00f3n en cuanto a ti: \u201cDejad que los ni\u00f1os vengan a M\u00ed\u201d. Y as\u00ed lo dijo al Padre y al Par\u00e1clito.
S\u00f3lo los labios de los ni\u00f1os quitan el dolor de sus heridas: labios de los que son ni\u00f1os por edad y de los que lo son porque lo quieren ser. O sea, de los que por su amor y por obediencia al Maestro, \u201cse hacen semejantes a ni\u00f1os para obtener el Reino de los Cielos\u201d3. Mar\u00eda, Virgen y Madre, Delicia de Dios, es la perfecta ni\u00f1a que vive jubilosa en el Reino de los Cielos. Las almas \u201cni\u00f1as\u201d de personas adultas son tan raras como perlas perfectamente redondeadas de asombroso grosor. Todos los adultos ni\u00f1os poseen un alma as\u00ed, como si a\u00fan no fuera profanada, que causa la delicia de Dios y el alivio de Cristo. Y por eso el Hijo te ha querido ya desde entonces. Por cada l\u00e1grima inocente derramada, recibiste un beso suyo; por cada beso, una gracia; por cada gracia, una uni\u00f3n con el Divino Amor.
No es un error mirar hacia atr\u00e1s para poder entonar el Magnificat y el Miserere.
T\u00fa pudiste entonar el Magnificat desde que saliste del colegio. Pertenec\u00edas por entero a Dios. En ti hab\u00eda un solo altar y un solo amor. El blanco lirio cuya corola se entreabr\u00eda apenas, rebosaba s\u00f3lo de celestial roc\u00edo y de rayos divinos. Luego lleg\u00f3 el mundo y con \u00e9l llegaron muchos otros altares y muchos otros amores, es decir, los usurpadores de \u201cmi\u201d lugar. Duraron hasta que Yo lo quise. Tambi\u00e9n habr\u00eda podido no quererlo.
Alguien dir\u00e1: \u201cFue un experimento peligroso\u201d. No es verdad; era necesario. Los ap\u00f3stoles fueron humillados con la deslealtad hacia Cristo y durante ese periodo les dominaron todas las formas de la corrupci\u00f3n humana y volvieron a ser aferrados, zarandeados, acuciados por todo lo que turba al hombre. Entonces comprendieron que todo lo que hab\u00edan logrado mejorar no lo hab\u00edan obtenido exclusivamente por su proprio m\u00e9rito, sino porque estaban con Jes\u00fas. Y, gracias a eso, en ellos qued\u00f3 destrozada totalmente la soberbia, esa fuerza que corrompe al hombre. Esto es lo que debe hacerse con todos los que han sido elegidos para un destino especial, a fin de que no pierdan tal elecci\u00f3n al no merecer m\u00e1s mi amor. Los que usurparon mi lugar en ti fueron cayendo uno a uno. Y \u00fanicamente tu Dios volvi\u00f3 a ser tu Rey, al que cantaste el Miserere de tu sabio arrepentimiento.
Hija, ahora considera el pasado y el presente. Considera aquel tiempo en que florec\u00edan tantos amores: hacia el hombre, hacia la<\/p>
3 Mateo 18, 1-5; Marcos 10, 13-15; Lucas 18, 15-17.<\/p>
44
ciencia, hacia ti misma, y considera el tiempo actual, en el que no hay nada nuevo sino un solo amor: el amor hacia M\u00ed. Y entonces dime, d\u00edmelo con el alma; d\u00edmelo escuchando solamente a tu alma, la \u00fanica que posee una voz preciosa y verdadera. \u00bfNo lo tienes todo ahora? \u00bfNo lo tienes todo desde que eres m\u00eda? Los tontos, que son muchos, dir\u00e1n: \u201c\u00a1Si no tiene nada! No tiene salud, no tiene alegr\u00eda, no tiene riqueza\u201d.
Pero tu alma, que ve con los ojos del esp\u00edritu, dice: \u201cAhora lo tengo todo, hasta lo que, aun siendo santo, es superfluo\u201d. Si puede llamarse superfluo todo lo que se aparta de lo estrictamente necesario para elevarse a Dios.
Tienes una misi\u00f3n especial: la de portavoz, que es un don y que no se necesita
tener para ser predilectos. Pero adem\u00e1s, tienes el consenso de Dios para tus deseos.
\u00bfPor qu\u00e9 lo tienes? Pues, porque como dice el salmo: \u201cEl Se\u00f1or me ha recompensado seg\u00fan mi justicia, seg\u00fan la pureza de mis manos ante tus ojos\u201d’.
Con los justos y los puros de coraz\u00f3n soy infinita y divinamente mun\u00edfico. Soy bueno con los d\u00e9biles, soy perfectamente bueno con los que saben ser fuertes por amor m\u00edo. Y, dado que soy Amor, debo esforzarme a M\u00ed mismo para no ser d\u00e9bil tambi\u00e9n con los que pecan. A \u00e9stos les concedo la misericordia de mi Hijo. A mis hijos les concedo la profusi\u00f3n de mis dones. Y les salvo, les ilumino, les doy la libertad, les fortifico cada vez m\u00e1s y, llev\u00e1ndoles de la mano, les conduzco por mi senda inmaculada y les instruyo con mi Palabra, forjada en el Fuego del Divino Amor.
As\u00ed hago contigo, alma m\u00eda, que has puesto en M\u00ed tu amor y toda tu confianza. No temas, \u00a1oh, flor de Dios! Desde las microsc\u00f3picas flores de los pa\u00edses sumidos en los hielos hasta las flores gigantescas de los pa\u00edses t\u00f3rridos, no hay una sola a la que Yo deje sin roc\u00edo, sin la luz y el calor necesarios para su tierna vida. \u00a1Y son vegetales! En- tonces, \u00bfqu\u00e9 cuidados dar\u00e1 su Creador a las flores de mis almas? No temas, \u00a1oh flor de Dios, perlada con la sangre y el llanto del Hijo y de la Virgen! Te quiero mucho, por estas gemas y por tu fidelidad. Canta por siempre el Magnificat.
El Padre, el Hijo y el Par\u00e1clito est\u00e1n contigo\u00bb.<\/p>
\u00a1Oh, Se\u00f1or, Se\u00f1or! Si T\u00fa lo dices, por cierto es verdad y, por lo tanto, todo eso habr\u00e1 sido necesario. Pero, \u00a1qu\u00e9 terrible fue para m\u00ed<\/p>
4 Salmo 18 (17), 25.
45
tu abandono del a\u00f1o pasado!’ T\u00fa lo ves, t\u00fa no ignoras las sensaciones de los corazones. Hay heridas que duelen al m\u00e1s ligero roce, aun despu\u00e9s de haber cicatrizado. A veces hasta duelen por simpat\u00eda nerviosa cuando se las toca o se toca el miembro opuesto.
Los nervios cercenados duelen a\u00fan despu\u00e9s de que la herida se ha cerrado. De este modo tu abandono, aun ahora que has vuelto a cobijarme junto a tu coraz\u00f3n, es una herida que sigue doliendo porque has cercenado el nervio que me un\u00eda a Ti. No te pregunto por qu\u00e9 lo has hecho. Te digo solamente: \u00ab\u00a1Sabes bien qu\u00e9 ha signicado para m\u00ed tu abandono! \u00bb.
Hoy me he estremecido al escribir: 10 de abril, porque hoy hace un a\u00f1o que T\u00fa dejaste a tu m\u00edsera flor sin roc\u00edo, sin luz, sin calor. Por poco no me he muerto. Te lo he dado todo, y si a\u00fan tuviera algo, te lo dar\u00eda. Pero no me sometas m\u00e1s a pruebas semejantes. Ya ves que mi m\u00edsero ser no puede soportarlas.
Es verdad, canto. \u00a1Canto mi Magnificat! Y tambi\u00e9n te digo: \u00abNo he merecido en absoluto que T\u00fa hicieras en m\u00ed \u201ccosas excelsas\u201d\u00bb. De todos modos, mi canto estar\u00e1 mezclado por siempre con el llanto; a igual que el ni\u00f1o que ha vivido una infancia desdichada no tiene la expresi\u00f3n serena de los ni\u00f1os felices, en m\u00ed siempre est\u00e1 presente tu abandono del a\u00f1o pasado. \u00a1Tiene raz\u00f3n Jes\u00fas! \u00a1Tiene raz\u00f3n Mar\u00eda! Lo que no se soporta en \u201cnuestra pasi\u00f3n\u201d es tu abandono,
\u00a1oh Padre!…
Mientras escribo esto, vuelve a encenderse la lucecilla que arde perennemente delante de la imagen de Jes\u00fas. Es una estrellita que, junto con mi coraz\u00f3n, resplandece ante mi Jes\u00fas crucificado. Hac\u00eda un a\u00f1o que estaba apagada… Mi celda, mi tabern\u00e1culo, mi para\u00edso ya no ten\u00edan luz. \u00a1Eso me causaba tanta congoja!…
Recib\u00ed todo de tu amor. Pero tambi\u00e9n recib\u00ed mucho de tu rigor: tinieblas, soledad y lo que tu Hijo ha definido \u201cinfierno\u201d… Me qued\u00e9 como un pajarillo que s\u00f3lo por acaso logr\u00f3 huir de sus torturadores. Tengo miedo… Por todas partes veo redes, prisiones, torturas… Se\u00f1or, ten
piedad…<\/p>
5 V\u00e9ase la nota 2 del diario del 19 de marzo de 1945<\/p>
46<\/p>
12 de abril de 1945
1
Dice Jes\u00fas:
\u00abEscribe solamente esto. Los designios de Dios tienen una continuidad y una necesidad misteriosa, santa, que s\u00f3lo en la otra vida comprender\u00e9is claramente. A veces parecen tener una extra\u00f1a incoherencia. Os parecen incoherentes, porque lo mir\u00e1is todo con ojos humanos. En cambio, cada variaci\u00f3n de su acaecer es una concatenaci\u00f3n arm\u00f3nica y justa, de la que proviene el destino humano y sobrehumano porque, seg\u00fan c\u00f3mo el alma se adec\u00faa al proyecto que le propone Dios, corresponde una especie de beatitud o de condena o, simplemente, de dolorosa expiaci\u00f3n en la otra vida y de ayudas o abandonos divinos en \u00e9sta.
La pronta obediencia y la jubilosa adhesi\u00f3n al designio de Dios son la se\u00f1al de la formaci\u00f3n espiritual de un coraz\u00f3n. En esta formaci\u00f3n Jesucristo fue perfecto. Ya lo era como Dios, lo fue tambi\u00e9n como hombre. Y, si como Dios no pod\u00eda ser alcanzado por las insidias del Tentador que inocula soberbia y desobediencia para arrebatar un esp\u00edritu al amor de Dios, como Hombre cuando vino a la Tierra, bien pudo recibir las numerosas exhortaciones del Tentador a la desobediencia. Considera, hija, a qu\u00e9 obediencia deb\u00eda someter a S\u00ed mismo. Ya se hab\u00eda impuesto el humillante yugo para \u00c9l, que era Dios, de asumir naturaleza humana. Y, con esa naturaleza, hab\u00eda tenido que soportar todo lo que implica tal condici\u00f3n. Adem\u00e1s, al final de ese doloroso camino humano, ve\u00eda la Cruz, la ignominiosa y atormentada muerte del crucifijo. No ignoraba su futuro y no se sustrajo a \u00e9l.
\u00a1Cu\u00e1ntas veces los hombres, aun sabiendo que de lo que Dios les propone deriva un bien para ellos y para sus semejantes, se niegan a dicha propuesta diciendo: \u201c\u00bfPor qu\u00e9 debo dejar lo que me procura provecho para dedicarme a lo que es penoso? \u00bfEn favor de qui\u00e9n tendr\u00eda que hacerlo?\u201d. Pues, hijos m\u00edos, \u00a1tendr\u00edais que hacerlo por amor!, por amor hacia M\u00ed. El Padre no puede pediros nada que no sea para vuestro bien, para un bien seguro, no fugaz. Si procedierais al amparo de la fe, no dudar\u00edais del Padre. Dir\u00edais: \u201cSi me propone esto, lo hace seguramente por mi bien. Por eso, lo har\u00e9\u201d. Si procedierais al amparo del amor, dir\u00edais: \u201c\u00c9l me ama. Lo amo\u201d. Y si fuerais p\u00edos y lo que os propone el Padre fuera beneficioso para el pr\u00f3jimo aunque implicara un sacrificio para vosotros, lo aceptar\u00edais ensegui-
47
da como lo acept\u00f3 mi Hijo para vuestro bien. Yo os dar\u00eda luego un refulgente premio.
Por lo tanto, cuando consideres el aparente contraste de tu vida, o mejor, los muchos contrastes de tu vida, y todo lo que tienes, di siempre: \u201cEse hecho, que aparentemente est\u00e1 en disonancia con el siguiente y con mi momento actual, ha preparado este otro hecho. Y tengo esto porque he aceptado aquello\u201d. Considera que, desde que has adoptado como norma no est\u00e9ril de tu vida las palabras presentes en la plegaria del Hijo: \u201cSea hecha tu voluntad\u201d, no s\u00f3lo no te has detenido sino que has caminado, y luego has corrido y, al final, has volado hacia lo alto. Se acentu\u00f3 tu voluntad, tu ansia de conocer, de mejorar, y al final aument\u00f3 tu jubilosa obediencia, pronta para mis designios.
No digo nada m\u00e1s. Qu\u00e9date con nuestra bendici\u00f3n\u00bb.
Cre\u00eda que se trataba de Jes\u00fas y, en cambio, quien me dice esta ma\u00f1ana tan dulces palabras y muestra tanta piedad por mi estado f\u00edsico, es el Padre Eterno.<\/p>
14 de abril de 1945<\/p>
Dice el Esp\u00edritu Divino:
\u00abHe herido tu mente con la frase: \u201cEn la \u00edntima uni\u00f3n con la Sabidur\u00eda est\u00e1 la inmortalidad\u201d (Sabidur\u00eda 8, 17). Ahora te explico esta verdad.
Comparemos el alma a una criatura cualquiera y la Sabidur\u00eda a un rey potente. Hasta que no sea m\u00e1s que un s\u00fabdito de dicho rey o solamente un ser que ve a ese rey en viaje por la Tierra, esta criatura ser\u00e1 s\u00f3lo una criatura cualquiera. Hoy vivir\u00e1 satisfecha de su exiguo bienestar; ma\u00f1ana temblar\u00e1 por temor al poder\u00edo exagerado; pasado ma\u00f1ana estar\u00e1 atareada en cosas de escaso valor y el d\u00eda despu\u00e9s llorar\u00e1 porque ver\u00e1 da\u00f1ados sus bienes. El rey siempre es el mismo: rico, potente, seguro de s\u00ed. En cambio, la pobre criatura nunca est\u00e1 segura. Mas, si el rey, desde lo alto de su carroza, baja la mirada hacia la criatura y, vi\u00e9ndola pulcra aun en su pobreza, se enamora de ella y dice: \u201cQuiero llevarla conmigo, instruirla para que no haga mal papel junto a m\u00ed y luego, una vez que haya aprendido el arte de reinar, quiero hacerla mi esposa\u201d y as\u00ed lo hace, \u00bfesa esposa no adquirir\u00e1 acaso, gracias a esta elecci\u00f3n, las dotes de poder, de riqueza, de
48
seguridad de su esposo-rey?
Un alma pasa de la condici\u00f3n de s\u00fabdito a la de uni\u00f3n con el poder, cuando la Sabidur\u00eda le dice: \u201cVen. S\u00e9 m\u00eda\u201d y le ense\u00f1a sus verdades, la hace su esposa y se concede a ella en continuos y apasionados abrazos, revelando en el sublime t\u00e1lamo toda su perfecci\u00f3n; cuando le abre sus cofres y le dice: \u201cToma mis joyas. Son para engalanarte\u201d; cuando su mano le tiende el c\u00e1liz del vino vital, que da pureza y vida eterna, dici\u00e9ndole: \u201cBebe de mi copa para quedar preservada de la corrupci\u00f3n y de la muerte\u201d. Entonces, si esta alma se mantiene fiel a su elecci\u00f3n, alcanza la inmortalidad, la verdadera inmortalidad, no la inmortalidad relativa que los hombres otorgan a otros hombres.
\u00a1Cu\u00e1ntos de los que en su \u00e9poca fueron llamados \u201cinmortales\u201d y as\u00ed se lo creyeron, ahora son s\u00f3lo \u201cdesconocidos\u201d, muertos aun para la memoria! La mayor parte de los hombres hasta ignora que han vivido y entre los que les han o\u00eddo nombrar
\u00bfqui\u00e9nes conocen exactamente sus obras? De seguro, las conoce s\u00f3lo una exigua minor\u00eda. La verdadera inmortalidad es la que es conocida por Dios y por sus bienaventurados; es la que ser\u00e1 proclamada en el d\u00eda del Juicio Final ante los ojos de la multitud resucitada. Es la que se conquista en la uni\u00f3n con la Sabidur\u00eda. Es la que se conquista en la uni\u00f3n conmigo, porque quien convive conmigo y me ama, quien se engalana con mis gemas, quien bebe de mis aguas, camina por las sendas de la santi- dad y conquista la inmortalidad al conquistar el Reino de Dios.
Yo no te abandono. Si el descanso del Hijo de Dios est\u00e1 en medio de los corazones que le aman, mi gozo est\u00e1 en mantener junto a M\u00ed a los que me aman. El Amor que se nutre de amor, que se siente sumergir en ese amor porque puede volcar s\u00f3lo en pocos las olas de su bien, se expande, de modo constante y rebosante como un caudaloso r\u00edo perenne, sobre las almas que le son fieles, las abraza con sus dulc\u00edsimas ondas, las eleva, las transporta, las lleva, en el vasto mar del conocimiento de Dios, hasta el golfo de la beatitud, o sea, hasta el regazo del Padre Eterno.
Qu\u00e9date tranquila, qu\u00e9date en paz. Sobre las ondas, la flor no hace resistencia. Navega en el
azul que quita su sed, brilla a los rayos del sol en virtud del agua que la adorna, y va hacia el mar abierto. Ve tambi\u00e9n t\u00fa del mismo modo. Te bendigo\u00bb.
49<\/p>
15 de abril de 1945<\/p>
Ezequiel 37, 1-14.
Dice Jes\u00fas: \u00abA igual que el Se\u00f1or le pregunt\u00f3 a Ezequiel, Yo te pregunto: \u201c\u00bfCrees que estos huesos revivir\u00e1n?\u201d\u00bb.
Yo, como Ezequiel, te respondo: \u00abT\u00fa lo sabes, Se\u00f1or Dios\u00bb, dado que entiendo el significado de la palabra \u201chuesos\u201d, que en este caso est\u00e1 usada en lugar de \u201chombres\u201d. Es decir, entiendo que Jes\u00fas no me pregunta si resucitar\u00e1n los muertos en el \u00faltimo D\u00eda. Eso pertenece a la fe, y sobre eso no hay ninguna duda. Pero \u00c9l llama \u201chuesos\u201d a la pobre humanidad actual, que es s\u00f3lo materia sin esp\u00edritu. Llego a entender esto porque, como ya le he explicado muchas veces, cuando Dios se apodera de m\u00ed para convertirme en su portavoz, mi inteligencia se dilata y se eleva a una potencia que es muy superior a la que le es consentida a los seres humanos. Y por eso, \u201cveo\u201d, \u201coigo\u201d, \u201ccomprendo\u201d, seg\u00fan el esp\u00edritu.
Jes\u00fas sonr\u00ede porque ve que he comprendido su pregunta y explica:
\u00abAs\u00ed es. Ahora la humanidad es s\u00f3lo huesos, restos calcinados, densos, muertos, hundidos en los f\u00e9tidos surcos de los vicios y las herej\u00edas. Ya no existe el esp\u00edritu, el esp\u00edritu que es vida en la carne y en la eternidad, el esp\u00edritu que es lo que diferencia al hombre del animal. El hombre se ha matado a s\u00ed mismo al matar la parte mejor de s\u00ed. \u00bfEs una m\u00e1quina? \u00bfEs un bruto? \u00bfEs un cad\u00e1ver? S\u00ed, es todo esto.
Es una m\u00e1quina porque cumple su jornada mec\u00e1nicamente, como un dispositivo que se mueve porque debe hacerlo, visto que sus partes han sido puestas en movimiento. Pero lo hace sin comprender la belleza de lo que hace. Del mismo modo, el hombre se levanta, se acuesta, tras haber comido, trabajado, paseado, hablado, sin comprender nunca la belleza, o la fealdad, de lo que hace. Y no lo comprende, simplemente porque, al estar privado del esp\u00edritu, ya no distingue lo bello de lo feo, el bien del mal.
Es un bruto porque est\u00e1 satisfecho con dormir, comer, acumular grasa en su cuerpo y provisiones en su cueva, ni m\u00e1s ni menos que como hace el animal, cuyo \u00fanico fin en la vida y cuya \u00fanica alegr\u00eda en la existencia son estas operaciones y que, por esta ley baja y brutal que establece la necesidad de saquear para quedar saciado, lo justifica todo: los ego\u00edsmos y los actos feroces.
Es un cad\u00e1ver porque lo que permite decir que un hombre est\u00e1 vivo es la presencia del esp\u00edritu en su carne. El hombre se convierte
50
en un cad\u00e1ver cuando exhala su alma. En verdad, el hombre actual es un cad\u00e1ver que est\u00e1 en pie y se mueve por un sortilegio de la mec\u00e1nica o del demonio. Pero no es m\u00e1s que un cad\u00e1ver.
Pues bien, Yo digo: \u201c\u00a1Oh, \u00e1ridos huesos!, infundir\u00e9 en vosotros e1 esp\u00edritu y revivir\u00e9is. Har\u00e9 que en vosotros vuelva a haber nervios y crezca la carne y otra vez os cubrir\u00e9 de piel y os dar\u00e9 el esp\u00edritu y revivir\u00e9is y sabr\u00e9is que Yo soy el Se\u00f1or\u201d. S\u00ed, lo har\u00e9. Vendr\u00e1 el tiempo en que volver\u00e9 a tener un pueblo de seres \u201cvivos\u201d y no de cad\u00e1veres.
Mientras tanto, a los mejores, a los que no est\u00e1n muertos mas s\u00f3lo est\u00e1n reducidos a esqueletos por la falta del alimento espiritual, les doy el sustento de mi palabra. No quiero que mur\u00e1is de consunci\u00f3n. \u00c9sta es la suculenta ambros\u00eda que, dulcemente, os da vigor. \u00a1Oh, nutr\u00edos con ella, hijos de mi amor y de mi sacrificio! \u00bfPor qu\u00e9 debo ver
que muchos tienen hambre y que, habiendo preparado el Salvador abundante alimento para ellos, no ha sido alcanzado por los que tienen hambre? Nutr\u00edos, poneos de pie, salid de los sepulcros. Sacud\u00edos la inercia, apartaos de los vicios del siglo, venid al conocimiento, venid a \u201creconocer\u201d al Se\u00f1or vuestro Dios.
Os lo he dicho al comienzo de esta obra y a mediados de esta tr\u00e1gica guerra1 y os lo repito: \u201c\u00c9sta es una de las guerras preparatorias de la \u00e9poca del Anticristo\u201d. Luego vendr\u00e1 la era del esp\u00edritu vivo. \u00a1Bienaventurados los que se preparen a recibirla!
No dig\u00e1is: \u201cNosotros no estaremos all\u00ed\u201d. No estar\u00e9is todos vosotros. Mas pensar solamente en s\u00ed mismos significa estupidez y anticaridad. De padres ateos nacen hijos ateos. De padres inertes nacen hijos inertes. \u00a1Y todos ellos, vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos, tendr\u00e1n una enorme necesidad de fuerza espiritual en esa hora! En el fondo, es una ley del amor humano proveer al bien de los hijos y de los nietos. No os mostr\u00e9is en lo que ata\u00f1e al esp\u00edritu inferiores a lo que ata\u00f1e a las cosas terrenas y, del mismo modo en que dais a vuestros hijos riquezas o consider\u00e1is c\u00f3mo poder d\u00e1rselas para que vivan d\u00edas m\u00e1s felices que los que vosotros hab\u00e9is vivido, dedicaos a prepararles una herencia de fuerza espiritual que ellos puedan modelar y multiplicar, para tener una gran cantidad de ella cuando los embates de las \u00faltimas batallas del mundo y de Lucifer flagelen de modo tan feroz la Humanidad que los hombres se preguntar\u00e1n si no<\/p>
1 V\u00e9ase, por ejemplo, en \u201cLos cuadernos. 1943\u201d, el diario del 4 y del 19 de junio y del 21 de agosto; en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d, el diario del 16 de mayo y del 12 de septiembre.<\/p>
51
ser\u00eda mejor el Infierno.
\u00a1Oh, el Infierno!: la Humanidad deber\u00e1 vivirlo. Luego, para los que permanecieron fieles al esp\u00edritu, vendr\u00e1 el Para\u00edso, vendr\u00e1 la Tierra que no es tierra: el Reino de los Cielos\u00bb.<\/p>
20 de abril de 1945<\/p>
Veo con insistencia los restos de un cuerpo humano carbonizado. Es un espect\u00e1culo que inspira piedad y temor. Est\u00e1 tan consumido por las llamas que parece una informe estatua de hierro extra\u00edda del fondo del mar. A\u00fan se identifican en la cabeza las l\u00edneas principales de la nariz, los p\u00f3mulos y la barbilla, pero en ese rostro faltan la redondez de las mejillas, la parte carnosa de la nariz, las orejas, los labios.
Todo est\u00e1 resecado o destruido. Por ejemplo, lo est\u00e1n las extremidades: tanto los brazos como las piernas semejan ramos semicarbonizados, a los que el calor ha mudado de aspecto: es como si la cera revistiese los tendones que, crispados por la combusti\u00f3n, han hecho contraer y retorcer los pies y las manos. Naturalmente faltan los cabellos y las cejas. No podr\u00eda decir si ese m\u00edsero ser que yace echado sobre los restos de un fuego que ya se ha apagado, fue un hombre o una mujer, si era joven o maduro, rubio o moreno. En cuanto al lugar, parece que se trata de los suburbios de una ciudad, un lugar donde ya empieza el campo, una zona desolada, pedregosa, l\u00fagubre.
Miro y remiro ese pobre cuerpo abandonado en semejante lugar y se me ocurre preguntar: \u00ab\u00bfQui\u00e9n eres?\u00bb.
Por muchas horas no me llega una respuesta. Pero ahora, aun encontr\u00e1ndome en
ese mismo lugar, lo veo animado por personas que visten a la antigua y que est\u00e1n preparando una formidable hoguera con fajinas mezcladas con peque\u00f1os troncos robustos, una hoguera s\u00f3lida, apta para arder debidamente. Veo tambi\u00e9n que, de la parte de la ciudad, est\u00e1 llegando un cortejo de soldados y gente del pueblo. No s\u00e9 de qu\u00e9 ciudad se trata, pero de seguro es una ciudad cercana al mar, que se ve brillar all\u00e1 en el fondo bajo el sol del mediod\u00eda.
En medio de este cortejo va una joven; es poco m\u00e1s que una adolescente. La llevan a la hoguera. La hoguera estaba destinada a ella. Se dirige all\u00ed, tranquila, segura, con la misma expresi\u00f3n so\u00f1adora, de paz suprema, que siempre he visto reflejada en el rostro de los m\u00e1rtires.
52
Una mujer, cubierta por un velo, la sigue hasta el pie de la hoguera y all\u00ed la saluda.
Por sus formas m\u00e1s bien abundantes y por lo poco que se ve cuando alza el velo para besar a la jovencita, se comprende que es anciana. No le dice ni una palabra.
Solamente la besa llorando. Intentan rechazarla y con dureza la obligan a alejarse mientras ya las primeras llamas, encendidas en los brezos secos de las fajinas, lamen la pila. Le dicen: \u00ab\u00bfPor qu\u00e9 tienes inter\u00e9s en esta rebelde? \u00bfEres pariente suya? Vete. No se puede consolar a los enemigos de C\u00e9sar\u00bb. Con dignidad no exenta de altivez, la anciana responde: \u00abSoy Anastasia, una dama romana, y ella es mi hermana. Tengo derecho a estar junto a ella como lo estuve junto a las hermanas de ayer. Dejadme aqu\u00ed o me apelar\u00e9 al emperador\u00bb.
Permiten que se quede y ella mira a la jovencita, hacia la que se elevan lenguas de fuego y oleadas de humo que por momentos la envuelven. Ve que est\u00e1 serena y sonr\u00ede a su sue\u00f1o espiritual, insensible a las llamas que la devoran comenzando por los cabellos, que arden en una humeante lengua de fuego, para pasar luego a sus vestidos… hasta que, en lugar de la blanca t\u00fanica, abrasada por las llamas, precisamente el instrumento del martirio le conforma un espl\u00e9ndido atav\u00edo de fuego vivo que la oculta a la mirada de la multitud.
\u00abAdi\u00f3s, Irene. Acu\u00e9rdate de m\u00ed cuando est\u00e9s en paz\u00bb, exclama Anastasia. Y, detr\u00e1s del velo de fuego, le responde la voz tranquila y juvenil: \u00abAdi\u00f3s. Ya estoy hablando de ti con…\u00bb. Pero no se oye nada m\u00e1s que el rugiente crepitar de las llamas…
Cuando comprenden que ha llegado la muerte, los soldados y los ejecutores de la sentencia se alejan y dejan que s\u00f3lo la hoguera cumpla la destrucci\u00f3n total.
Anastasia no se mueve. Firme en medio del ardor del fuego y del sol, que pega fuerte en esta zona tan \u00e1rida, espera… hasta que llegan las sombras del crep\u00fasculo, en las cuales brilla d\u00e9bilmente una que otra chispa que ha sobrevivido entre la le\u00f1a de la hoguera y que parece escribir palabras misteriosas, que narran en las sombras las glorias de la joven m\u00e1rtir.
Entonces, Anastasia se mueve. No va hacia la hoguera sino hacia una choza en ruinas que est\u00e1 poco distante, perdida en medio de un campo desnudo. A la luz del primer rayo de luna, entra decidida en un peque\u00f1o huerto abandonado, se inclina sobre el pozo y llama. Su voz resuena con ecos br\u00f3nceos en la cavidad del pozo. Le responden varias voces. Luego, una tras otra, van surgiendo del pozo – que debe
53
de estar seco – algunas sombras.
\u00abVenid. Ya no hay nadie. Venid antes de que la ultrajen. Ha muerto como un \u00e1ngel, tal como ha vivido. No he tocado las cenizas porque… le he dado todo, como el Padre de mi alma me ha ordenado. Pero… \u00a1oh, es demasiado horrible ver reducido a carb\u00f3n un joven lirio!\u00bb.
\u00abAp\u00e1rtate, se\u00f1ora. Lo haremos nosotros por ti\u00bb.
\u00abNo. Debo acostumbrarme a este suplicio. \u00c9l me lo ha dicho. Pero entonces no
estar\u00e9 sola. Ella y las hermanas, en compa\u00f1\u00eda de los \u00e1ngeles, estar\u00e1n a mi lado. Por ahora, \u00a1oh, hermanos de Tesal\u00f3nica!, quedaos vosotros conmigo\u00bb.
Van hacia la hoguera, que ahora est\u00e1 apagada definitivamente: es s\u00f3lo un mont\u00f3n de cenizas desparramadas, sobre el que est\u00e1 posado el cuerpo carbonizado que he visto antes. Anastasia llora quedamente mientras, con la ayuda de los cristianos, envuelve en un pa\u00f1o precioso el cuerpo que las llamas han momificado. Luego lo depositan en una parihuela y el peque\u00f1o y piadoso cortejo se encamina costeando el borde de la ciudad y llega a una hermosa casa, muy amplia. Entran y, en el cementerio excavado en el jard\u00edn, depositan el cad\u00e1ver, mientras uno de ellos, de seguro un sacerdote, lo bendice en medio de los pausados cantos de los presentes.<\/p>
24 de abril de 1945<\/p>
Por lo pronto, hago esta primera observaci\u00f3n, si no me la olvido.
El trozo del a\u00f1o pasado titulado \u201cSepultura de Jes\u00fas\u201d’, colocado en el \u00edndice de la Pasi\u00f3n, que suprimimos porque nos parec\u00eda una superflua repetici\u00f3n, en cambio era \u00fatil para explicar varias cosas a quienes tienen deseos de conocer (honestamente) todo lo que se refiere al Se\u00f1or y para explic\u00e1rselo tambi\u00e9n a los que niegan la real muerte de Cristo. Hacia el final de dicho trozo se describ\u00eda el modo en que hab\u00eda sido embalsamado el Cuerpo y envuelto luego en los pa\u00f1os. Y todo eso explicaba muchas cosas.
Paciencia, ya est\u00e1 hecho. Pero conv\u00e9nzase: cuando no estoy sostenida por Jes\u00fas, soy una perfecta tonta, no veo nada, no comprendo nada. Por eso, es perfectamente in\u00fatil venirme a preguntar algo des-<\/p>
1 En la obra \u201cEl Evangelio como me ha sido revelado\u201d.
54
pu\u00e9s de que mi deber ha terminado: no s\u00e9 nada m\u00e1s, no entiendo la utilidad de un trozo. Es la nada absoluta, la absoluta oscuridad.
Esta ma\u00f1ana, al amanecer, se me ha indicado la causa por la cual ese fragmento fue colocado en el \u00edndice de los trozos. Y as\u00ed, me he sorbido mi… medicina contra el orgullo del juicio humano. Ahora, yo har\u00eda una acotaci\u00f3n en una hoja adjunta para explicar c\u00f3mo fue preparado el Cad\u00e1ver. De este modo, dicha inclusi\u00f3n resultar\u00eda una \u00fatil aclaraci\u00f3n para los deseosos de saber y para los que niegan.
Y ahora vayamos adelante.<\/p>
\u00a0<\/p>
4 de mayo de 1945<\/p>
Esta ma\u00f1ana Jes\u00fas ha tenido una sonrisa tambi\u00e9n para m\u00ed1.
Mi desolaci\u00f3n era tan completa que me hab\u00eda echado a llorar por varios motivos y no era el menor el cansancio que me produc\u00eda escribir y escribir con la convicci\u00f3n de que tanta bondad de Dios y tanta fatiga del peque\u00f1o Juan eran completamente in\u00fatiles. He invocado llorando a mi Maestro y, dado que por su inmensa bondad ha venido para dedicarse todo \u00c9l a m\u00ed, le aclar\u00e9 mi pensamiento. Se ha encogido de hombros como queriendo decir \u201cdeja de lado el mundo y sus historias\u201d y luego, acarici\u00e1ndome, me ha dicho:
\u00ab\u00bfY entonces?, \u00bfno querr\u00edas ayudarme a\u00fan? \u00bfEl mundo no quiere conocer mis palabras? Pues bien, dig\u00e1monoslas entre nosostros, por mi alegr\u00eda al repet\u00edrselas a un coraz\u00f3n fiel, por tu alegr\u00eda al o\u00edrlas.
\u00a1Las fatigas del apostolado!… \u00a1abaten m\u00e1s que las de cualquier otra tarea! Quitan la luz al d\u00eda m\u00e1s sereno y la dulzura al m\u00e1s dulce alimento. Todo se transforma en fango y cenizas, en n\u00e1usea e hiel. Pero, alma m\u00eda, \u00e9stas son las horas en que nosotros cargamos con el cansancio, con las dudas, con la miseria de los hombres que se consumen por no poseer lo que nosotros tenemos. \u00c9stas son las horas en que hacemos m\u00e1s. Ya te lo dije el a\u00f1o pasado.
\u201c\u00bfA qu\u00e9 sirve?\u201d se pregunta el alma sumergida en lo que sumerge el mundo, o sea, en las ondas que env\u00eda Satan\u00e1s. El mundo se ahoga. Pero el alma clavada con su Dios en la cruz no se ahoga. Pierde la luz por un instante y queda sumergida bajo las olas nauseabundas<\/p>
1 El episodio que precede este dictado termina con la siguiente frase: Nadie responde y Jes\u00fas esboza una triste sonrisa de compasi\u00f3n, de modo que el presente trozo queda relacionado con el anterior.<\/p>
55
del cansancio espiritual, pero luego surge m\u00e1s fresca y m\u00e1s bella.
Tus palabras: \u201cYa no sirvo para nada\u201d, son una consecuencia de dicho cansancio.
Nunca servir\u00edas para nada. Mas Yo soy siempre Yo y, por lo tanto, siempre servir\u00e1s para tu deber de portavoz. Naturalmente, Yo dir\u00eda \u201cBasta\u201d si viera que mi don es ocultado con avaricia como si se tratara de un gema preciosa y maciza, o es usado imprudentemente, o que, con indolencia, no se intenta tutelarlo con esas garant\u00edas que la maldad humana obliga a usar en estos casos para proteger ya sea el don, ya sea a la criatura a trav\u00e9s de la cual se otorga el don. Yo dir\u00eda basta y esta vez sin volver atr\u00e1s. Dir\u00eda basta para todos, excepto que para mi peque\u00f1a alma, que hoy parece una florecilla bajo un aguacero.
\u00bfSi te brindo estas caricias, puedes dudar de que te ame? \u00a1\u00c1nimo! Me ayudaste en tiempos de guerra. Ay\u00fadame a\u00fan, ahora… \u00a1Hay tanto por hacer!\u00bb.
Bajo la caricia de la afilada mano y de la sonrisa tan dulce de mi Jes\u00fas, c\u00e1ndido como siempre cuando es completamente para m\u00ed, me he serenado.<\/p>
15 de mayo de 1945<\/p>
Esta noche se ha producido la aparici\u00f3n del horrible rostro del que Ud. est\u00e1 enterado, tal como lo veo siempre. Y ahora estoy aterrorizada por ello.<\/p>
17 de mayo de 1945<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abEst\u00e1s mal y te dejo tranquila. Te hago observar solamente c\u00f3mo puede cambiarlo todo s\u00f3lo una frase omitida o una palabra transcrita mal. Y t\u00fa, que escribes ahora, est\u00e1s viva y puedes reparar enseguida el error. Por lo tanto, piensa y considera de qu\u00e9 modo 20 siglos han podido privar de algunas partes el Evangelio apost\u00f3lico; partes que no son da\u00f1osas para la doctrina pero que lo son para la f\u00e1cil comprensi\u00f3n del Evangelio. Si nos remontamos a los or\u00edgenes, descubrimos que el Evangelio es una obra surgida en el Desorden que explica muchas cosas y que se presta a los hijos del Desorden para
56
muchas otras. Y ya ves qu\u00e9 f\u00e1cil es caer en errores de transcripci\u00f3n.
Qu\u00e9date tranquilo hoy, peque\u00f1o Juan. Eres una flor quebrada. Ya pasar\u00e9 m\u00e1s tarde a fortalecer tu tallo. Por hoy me sirven las l\u00e1grimas de tu herida. Dios est\u00e1 contigo\u00bb.<\/p>
20 de mayo de 1945<\/p>
Por la noche dice el Amor eterno:
\u00abNo te he hablado directamente. Pero me has o\u00eddo hablar por boca del Verbo, de la Virgen, del Ap\u00f3stol y as\u00ed habl\u00e9 a los que buscaban a Dios, a los que estudiaban la doctrina de Dios, a los que necesitaban a Dios. Para ti era una corriente de dulzura en medio de las ondas amargas de tu vida. Para los dem\u00e1s era algo incluido en lo mucho que se recibe. Soy Esp\u00edritu de Amor. Pero tambi\u00e9n soy Justicia. Me entrego m\u00e1s a quien m\u00e1s me es inmolado. A buen entendedor…
No hay que experimentar sensualidad en el amor espiritual. Las caricias de Dios no son dones que pod\u00e9is exigir. Son gracias que os son otorgadas. Y no hay que ser \u00e1vidos de ellas, como si fuerais avaros que acumulan afanosamente grandes riquezas. Y no hay que ser como los s\u00e1trapas, que transcurr\u00edan el tiempo mirando y remirando, sin ning\u00fan esfuerzo, las piedras preciosas con que los s\u00fabditos colmaban sus cofres, mientras que los portadores hab\u00edan sudado sangre para arrancar las gemas de las v\u00edsceras del mar y de la tierra. Que cada uno extraiga los pur\u00edsimos diamantes de la Sabidur\u00eda con el propio esfuerzo. No incurr\u00e1is en la f\u00e1cil desviaci\u00f3n que lleva de la espiritualidad al sentimentalismo. Yo soy el Fortalecedor y quiero que mis fieles tengan fortaleza. En religi\u00f3n, el sentimentalismo es como la creta y el hierro de los pies de la estatua so\u00f1ada por Nabucodonosor1. Basta que los golpee la piedrecilla de una desilusi\u00f3n para que todo peligre. Y si la piedra es grande, los aniquila.
\u00a1Sed fuertes, hijos! \u00a1Sed fuertes! La tierra es un campo de batalla. La bienaventuranza est\u00e1 aqu\u00ed, donde Yo estoy. Mas para alcanzarla… Es como una senda de diaspro hecho astillas. Es una tortura. Y toda tortura es un m\u00e9rito. Al Hijo de Dios le toc\u00f3 recorrer solamente \u00e9sa. \u00bfAcaso vosotros quer\u00e9is una mejor? Renovaos en mi Fuego\u00bb.<\/p>
1 Daniel 2, 31-36.
57<\/p>
21 de mayo de 1945
Lunes de Pentecost\u00e9s, a las 11.<\/p>
La onda de dulzura que el Par\u00e1clito me hab\u00eda prometido ayer noche ha llegado y la he recibido con l\u00e1grimas de alegr\u00eda. Ha llegado con una caricia completamente espiritual, con un soplo que era un beso liger\u00edsimo que apenas me ha rozado la frente, y ha provocado en m\u00ed un \u00edmpetu de amor tan profundo que mi coraz\u00f3n, el coraz\u00f3n concreto, ha sufrido por ello pero, al mismo tiempo, todo era dulzura y j\u00fabilo.
Contempor\u00e1neamente, la Voz sin voz del Par\u00e1clito me ha hablado y sigue habl\u00e1ndome y me trae, para demostrarme el amor de Dios por m\u00ed, el lirio que me ha florecido1, \u201csu\u201d lirio: del Par\u00e1clito y de Dios… Dice:
\u00abDe este modo eres amada… de este modo eres sostenida… (espera que yo haya escrito esto y luego prosigue). Dios es tu fuerza. Observa cu\u00e1n firme es el tallo… No le falta nada, ni
siquiera las hojas, que no son in\u00fatiles sino necesarias para proteger la flor. Dios es tu tallo. Las virtudes divinas son tus hojas. Dios es tu finalidad. La flor est\u00e1 en la cima del tallo. Eres como el largo pistilo que se asoma del c\u00e1liz n\u00edveo, circundado por las doradas llamas de los estambres colmados de polen. Dios te ama as\u00ed. Te ha creado hundi\u00e9ndote en la tierra como el bulbo en el cuadro del jard\u00edn, pero te ha dado un alma, que es el centro de tu vida y, tras haber mortificado dicha alma haci\u00e9ndole probar la agobiante oscuridad de la tierra, la ha lle- vado hacia arriba, hacia arriba, cada vez m\u00e1s arriba, protegi\u00e9ndola con las virtudes que le ha otorgado para defenderla hasta elevarla al c\u00e1ndido abrazo de la Corola eterna, o sea, de nuestra Sant\u00edsima Trinidad. De este modo te circunda nuestro amor: con el candor y el fuego, con la paz y el regocijo. Observa: visto que eres \u201cnuestra\u201d peque\u00f1a Mar\u00eda, la que es completamente nuestra, tu esp\u00edritu, ese largo estilo encerrado en nuestro coraz\u00f3n, lleva nuestro signo: es un signo \u00fanico, marcado por tres separaciones que no lo dividen sino que, por el contrario, hacen que su estigma sea tric\u00faspide. \u00a1Oh Mar\u00eda, peque\u00f1a Mar\u00eda!…\u00bb.
La Voz calla pero la reemplaza un coro resonante de ang\u00e9licos hosannas sobrepasado por la jubilosa y l\u00edmpida voz de la Virgen, que canta el Magnificat… \u00a1Y c\u00f3mo lo canta! Nunca he o\u00eddo este salmo<\/p>
1 V\u00e9ase el diario del 10 de mayo en \u201cLos cuadernos. 1943\u201d.
58
cantado de esta manera. S\u00f3lo Ella puede cantarlo as\u00ed… No la veo. Veo solamente un inmenso y refulgente esplendor. Pero s\u00e9 que es Ella y me uno a su canto con el alma…<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
Para Paola1. Dice Mar\u00eda:
22 de mayo de 1945
\u00abPara ti no existir\u00e1n s\u00f3lo la sonrisa y las gracias de la Madre celeste sino a\u00fan m\u00e1s. Su sonrisa y sus gracias velar\u00e1n siempre sobre ti si sigues siendo la Paola de Jes\u00fas, la que Jes\u00fas ha querido apartar de los sitios tan lejanos y tristes, envueltos en la niebla, de los prados malsanos donde te consum\u00edas sin contento y sin provecho, para conducirla a regiones luminosas, al alimento santo con el que te has corroborado el alma sabiendo que existe la Vida, que nada est\u00e1 perdido, que nadie est\u00e1 separado para los que se aman en el Se\u00f1or. Ahora sabes c\u00f3mo se encuentran las almas de los vivos y las de los que \u201cviven\u201d, como del Cielo a la Tierra se tienden los incorp\u00f3reos brazos de los esp\u00edritus para intercambiarse palabras y caricias para que sea menos triste vuestra existencia y m\u00e1s feliz nuestra Morada. Ahora sabes qu\u00e9 es la bienaventurada comuni\u00f3n de los esp\u00edritus, de los santos, de quienes, a pesar de haber mudado de forma y de naturaleza, no han dejado de existir y que aman como no habr\u00edan podido amar en la vida terrenal, porque aman en Dios.
Y no s\u00f3lo yo, que soy la Madre de todos los hijos de mi Hijo, la Madre de todos los que sienten necesidad de amor, me inclino sobre ti, \u00a1oh hija!, en esta hora. Tambi\u00e9n lo hace otra madre, tu madre, la que buscabas donde no pod\u00eda estar, donde no pod\u00edas encontrarla porque fue buena y honesta y conoci\u00f3 lo m\u00e1s grande: el perd\u00f3n. Hija m\u00eda, tu madre no est\u00e1 ausente: mientras te bendigo, ella te besa para que tu coraz\u00f3n no est\u00e9 triste en esta hora; para que, por lo contrario, est\u00e9 sereno.
Gloria al Padre, al Hijo y al Esp\u00edritu Santo\u00bb.
Este dictado de la Madre me ha llegado despu\u00e9s de la carta que me anunciaba las pr\u00f3ximas bodas de Paola, y cuando yo acababa de terminar mi mensaje de felicidades
para la ocasi\u00f3n. Eran las 21 y 30. Para que escribiera este dictado, la Virgen, con decisi\u00f3n e insis-<\/p>
1 Se trata de Paola Belfanti. V\u00e9ase tambi\u00e9n la nota siguiente.
59
tencia, me ha hecho interrumpir la carta a Giuseppee, que yo estaba empezando en ese momento.<\/p>
2 Se trata de Giuseppe Belfanti, padre de Paola y primo de la madre de la escritora.<\/p>
30 de mayo de 1945<\/p>
(Hace 40 a\u00f1os que recib\u00ed la Confirmaci\u00f3n por mano del Cardenal Andrea Ferrari).<\/p>
\u00a0<\/p>
31 de mayo de 1945
Corpus Domini.<\/p>
Para Sor Gabriella. Dice Jes\u00fas:
\u00abPaz y bendici\u00f3n para la Gabriella de mi Madre. Haz que el coraz\u00f3n se dilate cada vez m\u00e1s, no s\u00f3lo por la cruz de tu enfermedad sino por abrirse completamente a M\u00ed. La invasi\u00f3n del Amor es borrascosa porque el Amor no es s\u00f3lo dulzura; es lo que ya ha sido cuando era Carne, es decir, Dolor. He muerto por los treinta y tres a\u00f1os de dolorosa dulzura que implic\u00f3 hacer la voluntad de Dios. El Amor es un cauterio que quema para sanar al esp\u00edritu de la parte humana que, como prol\u00edfica enfermedad, siempre intenta resurgir e instalarse en otras zonas para provocar da\u00f1os. Yo destruyo para crear. Y cuando est\u00e1n destruidos todos los lazos de lo humano, el alma, ya desde la Tierra, disfruta de la libertad superior y bienaventurada de los \u00e1ngeles\u00bb.<\/p>
Luego… luego, cogida de una oreja como se hace con una alumna negligente, se me obliga a escribir lo siguiente para la Se\u00f1ora A. P.1 que, en realidad, nunca me hab\u00eda pedido nada directamente.<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPor tu prudencia mereces la palabra que deseas y no pides. Que te sea dada y, con ella, que recibas tambi\u00e9n paz y bendici\u00f3n. Con-<\/p>
1 Se trata de Angelina Panigadi, amiga de la escritora ya desde la infancia, fallecida en 1960.<\/p>
60
serva esta certidumbre como consuelo de tus \u00faltimos a\u00f1os: no hay ninguno entre aquellos a quienes has estado cerca por v\u00ednculos de sangre, de afecto, de amistad, de caridad hacia el pr\u00f3jimo, que pueda reprocharte por haber perjudicado su alma. Son
pocos los que pueden o\u00edrse decir esto. Persevera hasta el principio de la vida eterna en M\u00ed. Encontrar\u00e1s a quien amaste juntamente con Dios. Que sean contigo la paz y mi bendici\u00f3n; vive gozosa por mi amor\u00bb.<\/p>
Hac\u00eda ya cuatro d\u00edas que Jes\u00fas me dec\u00eda: \u00abEscribe\u00bb. Pero convertirme en distribuidora de estos mensajes est\u00e1 tan… poco de acuerdo con mis sentimientos que, aun sinti\u00e9ndome contenta por esa se\u00f1ora amiga m\u00eda, no escrib\u00eda. Me dec\u00eda a m\u00ed misma: \u201cY si escribo \u00bfqu\u00e9 pasa? El mensaje escrito quedar\u00e1 all\u00ed, porque de seguro yo no se lo voy a dar. Entonces, tanto vale no escribirlo\u201d.
Esta ma\u00f1ana he merecido un lindo reproche por el que se me dec\u00eda:
\u00abSi te he aconsejado que hagas una excepci\u00f3n en cuanto a esta alma y que la llames a ti, es porque Yo veo en los corazones y conozco las necesidades. Te hago presente el Evangelio, donde se lee: \u201c\u00a1Ay de los solos!\u201d2. A\u00fan est\u00e1s demasiado sola. Tienes la tutela de un sacerdote y ya esto es much\u00edsimo, pues sirve para poner un sello de seguridad en tu misi\u00f3n. Pero tienes a tu alrededor a tantos que no son precisamente santos. Y, adem\u00e1s, necesitas amigos, como los necesitaba Yo. Del mismo modo que eleg\u00ed a mis amigos, elijo a los tuyos, para que cuentes con ellos. Si quiero darle un premio a esta persona que lo sabe todo perfectamente y que tiene la virtud rar\u00edsima de saber callar; a esta persona que pudo haberse resentido y no lo hizo, pues no manifest\u00f3 resentimiento ni te lo hizo pesar y volvi\u00f3 tan pronto como le dijiste: \u201cVenga\u201d; a esta persona que tiene un \u201cgran\u201d anhelo en el coraz\u00f3n y querr\u00eda satisfacerlo para ir al encuentro del \u201cgran paso\u201d m\u00e1s serena en su soledad, \u00bfpor qu\u00e9 rehusas hacerlo? Hace muchos meses3 te dije que estabas castigada por haber hecho m\u00e1s caso a los dem\u00e1s que a tu Director, que hablaba en mi nombre. \u00bfQuieres volver a empezar?
\u00bfNo te basta el castigo? \u00bfNo sabes que entre \u201clos otros\u201d que dicen lo contrario de lo que Yo digo, tambi\u00e9n est\u00e1 tu yo? Claro que<\/p>
2 Qoh\u00e8let (Eclesiast\u00e9s) 4, 10. Naturalmente, no es exacta la referencia al Evan- gelio, hecha por la escritora despu\u00e9s de alg\u00fan tiempo de haber escuchado el dictado.
3 Fue el 29 de junio de 1944. V\u00e9ase \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.
61
puede estar y est\u00e1 todas las veces en que te obstinas. Por eso mismo, escribe y luego habla con el P. M. Primero obed\u00e9ceme a M\u00ed y luego a \u00e9l. Y s\u00e9 extraordinariamente caritativa, caritativa de modo sobrenatural para con esta amiga que he vuelto a traerte para tu bien\u00bb.<\/p>
3 de junio de 1945<\/p>
Lo escribo porque debo decirle todo, pero son cosas tristes.
Ayer o\u00ed por radio la alocuci\u00f3n del Santo Padre dirigida al Colegio de los Cardenales. Las palabras de S. S. expresan su condena del nacionalsocialismo y su piedad hacia el pueblo alem\u00e1n. Es justo que lo haya hecho porque, si habla en nombre de la Misericordia, no debe ensa\u00f1arse con quienes ya han recibido su castigo, aunque estoy convencida de que los alemanes siempre ser\u00e1n los mismos, a pesar de toda la piedad, de todos los castigos y de todos los esfuerzos para mudar su psique. Eventualmente, aumentar\u00e1 su esp\u00edritu de venganza y, si los dem\u00e1s Estados permiten que se rearmen, la pr\u00f3xima vez ser\u00e1n peores que ahora.
Pero la condena del nacionalsocialismo, que hoy es expl\u00edcita, me lleva a recordar el gran sufrimiento que, como portavoz, tuve en el mes de noviembre de 1943. En ese
entonces obtuve, con l\u00e1grimas y plegarias, que se modificara un dictado tremendo. Es decir, tuve una copia integral del mismo, que est\u00e1 entre mis papeles secretos, y otra… moderada, que figura en los dictados1. El reproche del Se\u00f1or no recae sobre los alemanes y sus aliados sino sobre quienes, siendo depositarios de la Sabidur\u00eda y de los medios sobrenaturales de Dios, no los usan e inducen a las almas a pensar en una complicidad o en una debilidad culpable. Es un reproche que muchos pronunciaron y una conducta que result\u00f3 un arma en mano de los culpables para atemorizar y tener subyugados a su poder…
Ayer todo esto se volvi\u00f3 a presentar a mi memoria… e hice eco a la Voz que dec\u00eda: \u201c\u00a1Demasiado tarde!\u201d… \u00c9sta es una de las tristezas.
La otra es mi breve sue\u00f1o al amanecer… Fue un sue\u00f1o espantoso. Me record\u00f3 las previsiones que me turbaban mucho antes de la guerra y las revoluciones de 1915, etc., etc. hasta la actual y las<\/p>
1 Creemos que se trata del dictado del 30 de octubre de 1943 en \u201cLos cuadernos.
1943\u201d.<\/p>
62
relativas consecuencias de las mismas. Hoy me parec\u00eda vivir, junto con toda la ciudad, a la espera de un hecho espantoso. Y, en efecto, hemos tenido que huir en busca de un refugio donde cobijarnos porque el cielo estaba atestado de peque\u00f1os y oscuros aviones (parec\u00edan peque\u00f1os porque volaban muy alto), cuyas intenciones no se cono- c\u00edan. \u00bfIban a arrojar gases?, \u00bfbombas? \u00bfiban a ametrallarnos? Todos hu\u00edan. Las calles se vaciaban. Yo trataba de escrutar el cielo, pero me dec\u00edan: \u201c\u00a1Vamos, vamos, r\u00e1pido, al refugio!\u201d, y todos gritaban: \u201cComienza el castigo\u201d. Parec\u00edan aviones rusos. Yo dec\u00eda: \u201c\u00a1Pero si apenas acabamos de salir de una tormenta! \u00bfA\u00fan no es suficiente?\u201d.
Muchos me respond\u00edan: \u201c\u00c9sta acabar\u00e1 con todos. Ha llegado la hora tambi\u00e9n para la Monarqu\u00eda (\u00e9sa no es una profec\u00eda, porque lo saben hasta las piedras). Todos recibir\u00e1n su merecido\u201d. Me despert\u00e9 aterrorizada.
Cuando parec\u00eda que la grandeza de Italia iba a ser todav\u00eda mayor y que el rey estaba a punto de ser coronado como emperador, yo so\u00f1aba siempre con las desgracias que luego cayeron sobre nosotros: ataques, refugios, huidas, etc. y, entre los enemigos, ve\u00eda siempre a los rusos con sus pajarracos negros. Tambi\u00e9n ve\u00eda siempre que el rey, la reina y sus parientes descend\u00edan, en una fuga afanosa, entre escombros y montones de carb\u00f3n mineral. No parec\u00edan huir de un ataque inminente sino porque no pod\u00edan permanecer m\u00e1s debido al odio del pueblo. Mam\u00e1 se burlaba de m\u00ed porque yo dec\u00eda estas cosas… y yo lloraba por lo que ve\u00eda. Lamentablemente, los hechos ya han confirmado lo de la Monarqu\u00eda… \u00a1Pero Se\u00f1or!, \u00bfno basta a\u00fan?…<\/p>
2 de julio de 1945
A las 12.<\/p>
S\u00e9 lo que me has hecho, Se\u00f1or, llev\u00e1ndome contigo en tu venida a Jerusal\u00e9n y a Betania, tan dulce en su melancol\u00eda y en su paz… Lo s\u00e9. Despu\u00e9s de la visi\u00f3n del s\u00e1bado en el Getseman\u00ed, la verdad resplandeci\u00f3 ante m\u00ed improvisamente… Y tuve un sobresalto… pero no me detuve, porque te secund\u00e9 en tu amoroso intento. Me llevabas muy hacia lo alto, me ocupabas completamente por d\u00edas enteros, y luego me sumerg\u00edas en la niebla de mis torpores para no hacerme pensar en el significado de esos d\u00edas para m\u00ed. Por todo el mes de junio, un mes de angustias para tu pobre Mar\u00eda, me precipitaste
por 63
completo en tu torbellino para que el torbellino de mis recuerdos no me arrollase…
\u00a1Gracias, Dios m\u00edo! Ya ves: por temor de destruir tu piadosa tarea, ni siquiera escrib\u00ed en ese entonces, cuando comprend\u00ed el motivo de esas horas tan embelesadoras de las visiones… la visi\u00f3n de la Madre… del ni\u00f1o… tu amor hacia la Madre ni\u00f1a, tus palabras que la evocaban, tus palabras al ni\u00f1o recogido por tu amor… Si yo hubiera escrito que hab\u00eda entendido, habr\u00eda significado que mi mirada hab\u00eda advertido el tormento que tu amor, en cambio, envolv\u00eda en dulzuras para no hac\u00e9rmelo ver y para no hac\u00e9rmelo sentir… Por eso call\u00e9.
T\u00fa eres bueno; tu bondad es completa, total. Eres infinitamente bueno porque eres Dios, eres perfectamente bueno como Hombre-Dios. Comprendes que los recuerdos hacen mal, que ciertas cosas turban y no quieres que la muerte o la agitaci\u00f3n turben a tu portavoz, que ya est\u00e1 tan agotado, tan agotado… Por eso me has absorbido en Ti, en tu pasado de Jes\u00fas de Nazaret, peregrino y maestro en la Tierra; lo hiciste para que yo no pensara… para que no pensara en todas las fechas luctuosas para m\u00ed que se acumulan en el mes de junio… A pesar de ello, me aflig\u00eda el tormento… pero estaba mitigado. Exist\u00edan los sollozos de la pobre Mar\u00eda, que en este mes de junio ha asistido a las peores tormentas de su destino, las que la han despojado de los afectos m\u00e1s grandes, para que no volviera a florecer sino en Ti… Exist\u00edan esos sollozos, listos para estallar… pero T\u00fa los escond\u00edas bajo tu canto… y s\u00f3lo se advert\u00edan si la Mar\u00eda-alma consideraba por un instante su parte humana.
\u00a1Gracias, Dios m\u00edo! Hace diez a\u00f1os, a esta misma hora, mi pap\u00e1 estaba abandonando del todo mi casa1… y T\u00fa me has tra\u00eddo hasta aqu\u00ed, en estos d\u00edas, estrech\u00e1ndome a tu coraz\u00f3n. Como haces siempre en las horas peores desde que soy tu \u201cportavoz\u201d… Lo hiciste cuando muri\u00f3 mam\u00e12, en los d\u00edas m\u00e1s feroces de la guerra… y tambi\u00e9n ahora. Solamente el a\u00f1o pasado, en abril y en junio3, me hiciste beber toda la amargura, debido a un designio tuyo que, a mi parecer, lleva por nombre \u201creparaci\u00f3n de los momentos desesperados y alivio para los mismos\u201d. Es as\u00ed, me hiciste enloquecer para salvar a otros de la desesperaci\u00f3n. \u00bfQui\u00e9nes habr\u00e1n sido salvados de este modo? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1n ahora mis pobres hermanos desesperados?<\/p>
1 Se trata de Giuseppe Valtorta, fallecido el 30 de junio de 1935.
2 Se trata de Iside Fioravanzi, fallecida el 4 de octubre de 1943. 3 Ya aclarado en la nota 2 del diario del 19 de marzo de 1945.<\/p>
64
Esta ma\u00f1ana he estado a punto de morir… Desde las siete hasta 2 las 12, es decir,
hasta ahora, he soportado una crisis cardiaca… Pero ya desde ayer me estaba atenaceando la angina pectoris… Dado que no pod\u00eda hacer m\u00e1s de lo que hice, te he amado y he ofrecido tu Sangre y mis dolores por mi pap\u00e1 y por mis hermanos desesperados.<\/p>
8 de julio de 19451
\u00bfEs que, acaso, los enemigos de Cristo no siguen atacando y rodeando de asechanzas a Cristo ahora y siempre? \u00bfAcaso la Ciencia y la Herej\u00eda, el Odio y la Envidia, los enemigos de la
Humanidad, surgidos de la misma Humanidad como ramos envenenados de una planta sana, no hacen todo esto para que la Humanidad muera, visto que la odian m\u00e1s a\u00fan de lo que odian a Cristo, porque la odian activamente, priv\u00e1ndola de su gozo al descristianizarla, mientras que a Jes\u00fas no pueden quitarle nada porque \u00c9l es Dios y ellos son s\u00f3lo polvo? S\u00ed, lo hacen. Pero Cristo se refugia en los corazones fieles y desde all\u00ed mira, desde all\u00ed habla, desde all\u00ed bendice a la Humanidad y luego… y luego se dona a estos corazones y \u00e9stos… \u00e9stos, aun per- maneciendo aqu\u00ed, tocan el Cielo y su bienaventuranza y arden hasta experimentar un delicioso tormento en todo lo que constituye su ser: en los sentidos y en los \u00f3rganos, en los sentimientos y en el pensamiento y, en fin, en el esp\u00edritu…
Nuestros compa\u00f1eros son las l\u00e1grimas y las sonrisas, los gemidos y el canto, la extenuaci\u00f3n y, sin embargo, el imperioso deseo de vivir; m\u00e1s que compa\u00f1eros son nuestro mismo ser porque, as\u00ed como los huesos est\u00e1n amalgamados con la carne, y las venas y los nervios circulan bajo la piel y todo eso forma un solo hombre, del mismo modo todas estas cosas est\u00e1n en nosotros, en nuestra pobre condici\u00f3n humana y han nacido, han prendido en nosotros porque Jes\u00fas se ha dado a nosotros. Y en esos momentos – que son s\u00f3lo instantes, porque si fueran eternos morir\u00edamos abrasados y destrozados – \u00bfqu\u00e9 somos nosotros? Ya no somos hombres. Ya no somos los animales dotados de raz\u00f3n que pueblan la Tierra. \u00a1Oh, Se\u00f1or!, deja que lo diga<\/p>
1 Para comprender el trozo siguiente, hay que tener presente que implica la reflexi\u00f3n sobre un episodio en el que se habla de una multitud que se agolpa en torno a Jes\u00fas, no s\u00f3lo con el amor de los buenos sino tambi\u00e9n con la curiosidad de los malvados.<\/p>
65
una sola vez, no por soberbia sino para cantar tus glorias, porque tu mirada me quema y me hace delirar… En esos momentos somos serafines. Y me asombra que no se desprendan de nosotros llamas y calor a los que son sensibles las personas y la materia, as\u00ed como sucede en las apariciones de los condenados. Pues, si es verdad que el fuego del Infierno es tal que basta el reflejo que emana de un condenado para hacer arder el le\u00f1o y fundir los metales, \u00bfqu\u00e9 es entonces tu fuego, oh Dios, que eres totalmente infinito y perfecto?
No, no se muere de fiebre, no se arde por su causa, no nos consumimos de fiebre provocada por los males de la carne. \u00a1Amor, t\u00fa eres nuestra fiebre! Y por amor ardemos, morimos, nos consumimos; de amor y por amor se desgarran las fibras del coraz\u00f3n, que no puede resistir a tanto sentimiento. Pero no me he expresado bien, porque el amor es delirio, el amor es una cascada que rompe los diques y avanza demoliendo todo lo que no es amor, el amor es el tumulto en la mente de sensaciones absolutamente verdaderas, absolutamente presentes que, no obstante, la mano no puede transcribir por lo veloz que es la mente en traducir en pensamiento el sentimiento que experimenta el coraz\u00f3n. No es verdad que se muere. Se vive con una vida diez veces m\u00e1s vida y con un doble aspecto, porque se vive como hombres y como bienaventurados: con la vida de la Tierra y la vida del Cielo. \u00a1Oh, estoy segura de que se alcanza y se supera la vida sin taras, sin menoscabos ni limitaciones que T\u00fa, Padre, Hijo y Esp\u00edritu Santo; T\u00fa, Dios Creador, Uno y Trino, hab\u00edas dado a Ad\u00e1n y que es el preludio de la Vida despu\u00e9s de la asunci\u00f3n a Ti; una Vida que se goza en el Cielo tras un pl\u00e1cido pasaje del Para\u00edso terrestre al celestial y un recorrido en los amorosos brazos de los \u00e1ngeles, tal como fue el dulce sue\u00f1o y la dulce asunci\u00f3n al Cielo de Mar\u00eda para ir a Ti, a Ti, a Ti!
Se vive la verdadera Vida. Y luego volvemos a encontrarnos aqu\u00ed y, tal como estoy haciendo
ahora, nos asombramos, nos avergonzamos de haber ido tan lejos y decimos: \u201cSe\u00f1or, yo no soy digno de tanta gracia: Perd\u00f3name, Se\u00f1or\u201d, y nos golpeamos el pecho porque tememos haber cometido pecado de soberbia y se baja un espeso velo sobre el esplendor que, apiadado de nuestros l\u00edmites, no sigue brillando con consumado ardor, sino que se recoge en lo \u00edntimo de nuestro coraz\u00f3n, listo para volver a llamear en toda su potencia en un nuevo momento de beatitud establecido por voluntad de Dios. Se baja el velo sobre el sagrario en el que arden los fuegos, las luces, los amores de Dios… y agotados, pero regenerados, retomamos el cami-
66
no como… embriagados por el vino fuerte y suave, que no obnubila la raz\u00f3n y que, por el contrario, nos impide dirigir los ojos y el pensamiento hacia lo que no es el Se\u00f1or, o sea, T\u00fa, mi Jes\u00fas, eslab\u00f3n de conjunci\u00f3n entre nuestra miseria y la Divinidad, medio de redenci\u00f3n para nuestra culpa, creador de bienaventuranza para nuestra alma; T\u00fa, Hijo, que con las manos heridas pones nuestras manos entre las manos espirituales del Padre y del Esp\u00edritu para que estemos en Vosotros ahora y siempre. Am\u00e9n.
Mas \u00bfad\u00f3nde he ido mientras Jes\u00fas me encend\u00eda encendiendo a los ciudadanos de Yutt\u00e1 con su mirada plena de amor? Ud. habr\u00e1 notado que ya no hablo de m\u00ed o que lo hago muy rara vez. \u00a1Cu\u00e1ntas cosas podr\u00eda decir! Pero el cansancio y la debilidad f\u00edsica, que me oprimen inmediatamente despu\u00e9s de los dictados, y el pudor espiritual, que es m\u00e1s fuerte cuanto m\u00e1s avanzo, me persuaden, me obligan a callar. Pero hoy… he ascendido demasiado a lo alto y es sabido que el aire de la estratosfera hace perder el control… Yo he ido mucho m\u00e1s arriba que la estratosfera… y ya no he podido con- trolarme… Adem\u00e1s, creo que si nosotros, los que estamos envueltos por estos torbellinos de amor, call\u00e1ramos siempre, terminar\u00edamos por estallar como proyectiles, o mejor, como calderas archicaldeadas y herm\u00e9ticas.
Perd\u00f3neme, Padre. Y ahora vayamos adelante.<\/p>
9 de julio de 1945<\/p>
Porque me apiado de sus ojos, Padre, vuelvo a leer lo que escrib\u00ed ayer para aclarar ciertas palabras escritas de modo incomprensible. Releer este texto me desconsuela…
\u00a1es tan inferior a lo que sent\u00eda mientras describ\u00eda mi estado de \u00e1nimo! Y sin embargo, por el temor de expresarme mal y para que me ayudara a narrar lo que el Se\u00f1or me hac\u00eda sentir y me diera un poco de alivio – porque tambi\u00e9n es un sufrimiento, \u00bfsabe? – llam\u00e9 a mi San Juan. Le dije: \u201cConoces bien estas cosas. Las has experimentado.
Ay\u00fadame\u201d. Y no me falt\u00f3 su presencia ni su sonrisa de eterno ni\u00f1o bueno ni sus caricias. Pero ahora siento que mi pobre palabra es inferior, muy inferior al sentimiento que yo experimentaba en esos momentos… Todo lo humano es paja; oro es s\u00f3lo lo sobrenatural. Pero el lenguaje humano ni siquiera puede describirlo.
67<\/p>
16 de julio de 1945<\/p>
Ahora tendr\u00eda que decirle una cosa porque, si no, se me convierte en obsesi\u00f3n.
Hace unos 15 d\u00edas, o tal vez m\u00e1s, que la Voz querida incita a mi coraz\u00f3n de este modo:
\u00abAcu\u00e9rdate de los hermanos separados. Acu\u00e9rdate de que eres v\u00edctima tambi\u00e9n por ellos. Acu\u00e9rdate de que estaban sostenidos por tu amiga Gabriella della Trappa1. Acu\u00e9rdate de que el obst\u00e1culo de la guerra ha cesado. Acu\u00e9rdate de que no s\u00f3lo con la plegaria se ayuda a las almas. Acu\u00e9rdate de que Yo soy el Cristo de todos y que todos los cristianos son de Cristo. Acu\u00e9rdate de que tu misi\u00f3n va mucho m\u00e1s all\u00e1 de la
sangre y los afectos. Eres la portadora de la Voz y la Voz se dirig\u00eda a todos. No puedes negarla. Acu\u00e9rdate de que me aman con mayor veneraci\u00f3n – como t\u00fa misma has intuido – en las otras confesiones que entre vosotros. Hay que hacer un solo paso para formar un solo Redil bajo un \u00fanico pastor. Y se necesita una mano que se tienda m\u00e1s all\u00e1 del arroyo que divide, para ayudarles a venir. La sed de M\u00ed es muy intensa all\u00ed…\u00bb.
Mas, \u00bfqu\u00e9 puedo hacer? Por esta reprensi\u00f3n que es como un taladro que no calla nunca en mi mente, s\u00f3lo puedo perder todo el sue\u00f1o que me queda. S\u00f3lo puedo perder la tranquilidad, porque no s\u00e9 c\u00f3mo hacer, porque me opongo a hacer, porque siento que no haciendo desagrado a Jes\u00fas. Los \u00fanicos hermanos separados que conozco, de nombre, son los de la Nashdom Abbey. \u00bfC\u00f3mo puedo hacer? \u00bfQu\u00e9 tengo que decir? No s\u00e9 hablar ingl\u00e9s. \u00bfPor qu\u00e9 Jes\u00fas pretende de m\u00ed cosas tan superiores a mi capacidad y a mis tendencias? Ay\u00fademe Ud. porque debe saber que, cuando \u00c9l quiere algo, lo quiere y basta; y no se calma hasta que no se le satisface.
Dice Jes\u00fas: \u00abVisto que falta uni\u00f3n entre los pueblos, que haya al menos uni\u00f3n entre los cristianos, porque son inminentes los periodos anticristianos y es necesario que se cumpla lo antedicho\u00bb.
Muy bien… pero \u00bfc\u00f3mo hay que hacerlo?… Por lo pronto, yo ofrezco todos mis sufrimientos y dejo s\u00f3lo una pizca para otros motivos. Pero parece que no es suficiente y no puedo agregar otros su-<\/p>
1 Se trata de sor Maria Gabriella Sagheddu, trapense de Grottaferrata (1914- 1939), que se ofreci\u00f3 por la unidad de los cristianos y fue proclamada beata por el papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983.<\/p>
68
frimientos a los que son propios de la enfermedad. Entonces, \u00bfqu\u00e9 debo hacer?
21 de julio de 1945<\/p>
Son las 11 y mi coraz\u00f3n padece un nuevo dolor. Le confieso que, aunque ya desde hac\u00eda d\u00edas iba percibiendo este nuevo dolor, hoy he llorado. Las l\u00e1grimas iban derram\u00e1ndose mientras com\u00eda sin hacer tantos aspavientos, porque no me gusta dar demostraciones que a otros no les interesan.
A trav\u00e9s de un amigo suyo, mi t\u00edo1 me escribe su \u00faltimo saludo… Tambi\u00e9n este pariente ha muerto. Siempre hab\u00eda estado en mi coraz\u00f3n. \u00a1Estaba tan enfermo, tan necesitado de todo!, en primer lugar de afecto, de alguien que acariciara sus profundas heridas para quitarle esa acrimonia que le hab\u00edan hecho nacer en el coraz\u00f3n sus desventuras, demasiadas desventuras y demasiado dolorosas. \u00a1Y yo lograba cumplir muy bien ese prop\u00f3sito! He sufrido tambi\u00e9n por \u00e9l en estos meses en que me era imposible comunicar con los del norte. Su carta del mes de junio me hab\u00eda dejado muy contenta. Y enseguida pens\u00e9 en hacerle un peque\u00f1o regalo… inmediatamente despu\u00e9s, sent\u00ed que iba a ser el \u00faltimo… Lo recibi\u00f3… y creo que ser\u00e1 la \u00fanica flor afectuosa en su cabezal f\u00fanebre.
Las l\u00e1grimas siguen ba\u00f1ando mis ojos… \u00a1Se\u00f1or!… no digo nada m\u00e1s. T\u00fa ya sabes. Con este nudo de mudo dolor en mi coraz\u00f3n, me recuesto para dar un poco de alivio a mi cuerpo, que no quiere morir – mientras yo, en cambio, tengo tantos deseos de que llegue la muerte – y pienso en sor M. Gabriella2. Siento que ella tiene ganas de una dulce, de una peque\u00f1a compensaci\u00f3n… No se convence de que hay m\u00e1s hiel que miel en el c\u00e1liz de Jes\u00fas.
Y, dado que advierto que se avecina la llegada de dos hermanas de su orden para suplicar en su nombre una palabra, le digo a Jes\u00fas: \u00ab\u00bfNo hay nada para ella?, de modo
que no siga pidi\u00e9ndome frecuentemente si hay algo para darle\u00bb. Recibo una respuesta tajante como un fusilazo: \u00abNo\u00bb. Me quedo aniquilada por el efecto de ese \u201cno\u201d seco, que impide toda respuesta… me vuelvo hacia otra parte y<\/p>
1 Se trata de Aristide Fioravanzi, hermano de la madre de la escritora, fallecido en Bergamo el 14 de julio de 1945.
2 V\u00e9ase la nota 2 del dictado del 10 de enero de 1945.
69
sollozo por mi t\u00edo, mientras Marta dormita. Y hete aqu\u00ed que a las 16 llegan las monjas:
\u00ab\u00bfNo tiene nada que decirle a la Superiora?\u00bb. L\u00e9ase: nada que darle…
Habr\u00eda tenido que agradecerle por Cancogni. Pero me siento abrumada por demasiadas cosas y yo tambi\u00e9n digo: \u00abNo\u00bb. Pienso en lo mal que se va a quedar. \u00bfQu\u00e9 puedo hacerle? Le escribir\u00e9 una cartita de circunstancias apenas pueda. Pero el \u201cno\u201d de Jes\u00fas ha sido tan terminante que creo que sor Gabriella no va a recibir nada por mucho tiempo. Y eso me duele, porque me causan compasi\u00f3n las almas que no saben obrar por s\u00ed mismas… sin dulzuras… pues se las reservan todas para la eternidad. \u00bfEs acaso un modo de pensar con soberbia? Me lo pregunto y me parece que no. Es s\u00f3lo la verdad.
Padre, \u00bfpor qu\u00e9 se me hace cada vez m\u00e1s ligero el velo que envuelve las almas y las cosas? No quisiera que fuese as\u00ed… En pocos meses, es la cuarta vez que digo: \u201cSiento que \u00e9ste o \u00e9sta ha muerto\u201d y luego resulta que es verdad. As\u00ed pas\u00f3 con mi m\u00e9dico3, con la Soldarelli, con Annalina, con mi t\u00edo… Pienso en ellos y siento que est\u00e1n vivos y luego, un d\u00eda, digo: \u201cEs in\u00fatil que espere o que le escriba a \u00e9l o a ella. Ha muerto\u201d. Y han muerto verdaderamente.
Ve: en el caso de sor Giovannina yo sent\u00eda que no se hab\u00eda ido de Roma, que no se hab\u00eda muerto, que no estaba paralizada o atontada o cualquier otra cosa, y sab\u00eda cu\u00e1l era el verdadero nombre de este silencio. En cambio, de estos otros, de los cuales pod\u00eda y deb\u00eda creer que estaban vivos, sent\u00ed que hab\u00edan muerto. Naturalmente, el hecho no es agradable para nada…
… Jes\u00fas vuelve a adue\u00f1arse de m\u00ed para hablarme del Evangelio.<\/p>
3 Se trata del doctor Lamberto Lapi, a cuya muerte se refiere el 29 noviembre de 1944 en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.<\/p>
\u00a0<\/p>
23 de julio de 1945
Por la noche.<\/p>
Episodio de las m\u00e1rtires Flora y Mar\u00eda de C\u00f3rdoba.
Quiz\u00e1s para consolarme de la visi\u00f3n perdida1 y permitir que se<\/p>
1 Se refiere a una nota comprendida en unas p\u00e1ginas del cuaderno, que hemos suprimido porque tratan episodios ya contenidos en la vasta obra sobre el Evangelio. En dicha nota aclara que est\u00e1 obligada a resumir una visi\u00f3n en pocos renglones a causa de la confusi\u00f3n que ha habido en casa esta ma\u00f1ana, por lo que no he podido escribir mientras ve\u00eda.<\/p>
70
me pase la inquietud que me invade cuando, por inconvenientes absolutamente humanos, no puedo ocuparme de mi tarea, ahora se me presenta n\u00edtidamente la extra\u00f1a visi\u00f3n de un subterr\u00e1neo que, de seguro, es la prisi\u00f3n de alg\u00fan castillo. Se trata de un castillo musulm\u00e1n, porque veo un desagradable individuo vestido de turco o de \u00e1rabe, aunque m\u00e1s bien me parece vestido como un turco de \u00e9pocas pasadas, con un largo caft\u00e1n marr\u00f3n, por debajo del cual asoma un atav\u00edo de tela brillante como seda, de color rojo oscuro, y una especie de amplios pantalones ce\u00f1idos al tobillo. Calza babuchas rojas sin taco, de cuero marroqu\u00ed. En la cabeza lleva un sombrero marr\u00f3n de forma de cono truncado, con una faja de tela de color verde esmeralda arrollada a modo de turbante. La prisi\u00f3n o, mejor dicho, el subterr\u00e1neo – porque las ventanas est\u00e1n a nivel del suelo – est\u00e1 hecho de este modo: por una empinada escalerilla se desemboca en un bajo pasillo y, pasando por una arcada, se entra en un cuarto tambi\u00e9n bajo y, adem\u00e1s, oscuro como un s\u00f3tano. En el medio de la habitaci\u00f3n se ve un pesado bloque de piedra en cuyo centro hay un grueso anillo de hierro. El suelo est\u00e1 apisonado. Tal es el lugar que no logro describir absolutamente con un dibujo.
Conducen all\u00ed a una jovencita muy bella. Tiene las manos atadas a la espalda y la empujan, casi hasta hacerla caer, por los 5 pelda\u00f1os que llevan al pasillo que precede este l\u00fagubre cuarto, donde la espera paseando nerviosamente el personaje que he descrito antes. En esa ocasi\u00f3n me he olvidado de decir que lleva un ancho cintur\u00f3n que le sujeta las ropas y en el que est\u00e1 ensartada una larga y curva cimitarra con una empu\u00f1adura adornada de gemas y la vaina damasquinada en oro.
\u00abTe lo pregunto por \u00faltima vez: \u00bfquieres abandonar la religi\u00f3n de los perros hebreos y volver a la santa fe del Profeta?\u00bb.
\u00abNo\u00bb.
\u00abPi\u00e9nsalo bien. Sabes que en tierra de Moros no se venera m\u00e1s que a uno solo, a Mahoma, \u00a1el verdadero profeta de Al\u00e1! Y ya conoces la suerte que les espera a los ap\u00f3statas\u00bb.
\u00abYa lo s\u00e9. Mas permaneced fieles a vuestra fe, yo permanecer\u00e9 fiel a la m\u00eda.
Vosotros sois fieles a la vuestra, que es falsa; yo soy fiel a la m\u00eda, que es verdadera\u00bb. 71
\u00abHar\u00e9 que te quiten la vida por medio de tormentos\u00bb.
\u00abMas no me quitar\u00e1s el Cielo y sus gozos\u00bb.
\u00abPerder\u00e1s la salud, la vida, la alegr\u00eda, lo perder\u00e1s todo\u00bb.
\u00abPero encontrar\u00e9 a Dios y a su Madre, la Virgen Mar\u00eda, y a mi madre, que me engendr\u00f3 para Dios\u00bb.
El hombre patea el suelo con ira y ordena que la azoten con varas de hierro.
A la jovencita le arrancan los vestidos, queda desnuda hasta la cintura; las ropas se deslizan por sus flancos y le cubren las manos, dado que no se las han desatado. Le rodean el cuello con una soga como si fuera un collar y, tras haberla hecho arrodillar junto al pesado bloque, atan la soga al anillo, de modo que su barbilla toca la dura piedra; luego, dos fornidos verdugos, escogidos entre los de la escolta que la ha arrastrado hasta all\u00ed, comienzan a azotarla ferozmente en los tiernos hombros, en el cuello, en la cabeza. Cada golpe origina una ampolla sangrienta en las carnes blancas y delicadas. Cuando azotan la cabeza, la barbilla golpea duramente contra la piedra y se hiere y, por consiguiente, los dientes baten entre s\u00ed y le causan dolor. Como est\u00e1 arrodillada m\u00e1s bien lejos del bloque, con las manos atadas a la espalda y obligada a estar encorvada casi en \u00e1ngulo recto, no puede encontrar alivio de ning\u00fan modo; y, adem\u00e1s de los golpes, ya la misma posici\u00f3n es una tortura.
Pero el juez a\u00fan no est\u00e1 satisfecho y, mientras sigue controlando la tortura con los brazos cruzados y como si estuviera contemplando un agradable espect\u00e1culo, ordena que aumenten los golpes en la cabeza \u201cpara que sea m\u00e1s semejante a su maldito Cristo\u201d, dice riendo
sarc\u00e1sticamente.
Los verdugos golpean y golpean con las varas sutiles, casi flexibles – creo que son de metal – que, tras haber silbado en el aire, caen de plano sobre la pobre cabeza. Los cabellos se enredan en las varas y son arrancados a mechones; los que quedan van enrojeci\u00e9ndose por la sangre, pues la piel se resquebraja y deja ver el cr\u00e1neo, mientras la sangre cuela a lo largo del cuello, por detr\u00e1s de las orejas, hasta el pecho desnudo y se detiene en la cintura, donde la absorben las ropas.
\u00ab\u00a1Basta!\u00bb, ordena el juez.
La desatan, la vuelven a vestir, la depositan en el suelo porque est\u00e1 medio desvanecida. El juez la zarandea con el pie y cuando la joven abre los ojos con
72
una mirada mansa y dolorosa, como de cordero torturado, le dice: \u00ab\u00bfReniegas?\u00bb.
\u00abNo\u00bb. Ya no es el triunfal \u201cno\u201d de antes pero, aun en su debilidad, es una afirmaci\u00f3n segura.
\u00abYa se va a encargar tu hermano. Y ser\u00e1 peor que yo. Llamadle y entregadla a \u00e9l\u00bb. Tras haberle dado el \u00faltimo puntapi\u00e9, el juez se va…
… y la visi\u00f3n se concluye en un lugar nuevo que, por cierto, tambi\u00e9n en este caso es una prisi\u00f3n, porque hay patios con ventanas con poderosas rejas y, a trav\u00e9s de ellas, se oyen voces que blasfeman o dicen cosas triviales mezcladas con cantos cristianos.
Ahora la joven est\u00e1 con otra persona de su misma edad; ambas son conducidas a una suntuosa sala, donde vuelvo a ver al juez anterior, que est\u00e1 circundado por otros musulmanes, probablemente siervos o jueces de rango inferior.
\u00ab\u00a1Pues bien, a\u00fan tengo que interrogaros! Es la \u00faltima vez. \u00bfQu\u00e9 es lo que quer\u00e9is?\u00bb.
\u00abMorir por Jesucristo\u00bb.
\u00ab\u00a1Morir por Jesucristo! Pero t\u00fa, Flora, \u00bfsabes qu\u00e9 quiere decir tortura?\u00bb.
\u00abS\u00e9 qu\u00e9 quiere decir Jes\u00fas\u00bb.
\u00ab\u00bfSab\u00e9is que podr\u00eda teneros por toda la vida entre las… (aqu\u00ed escribo mujeres de mala vida, pero \u00e9l ha usado una palabra fea), as\u00ed como lo hab\u00e9is estado en estos d\u00edas?
\u00bfQu\u00e9 llevar\u00edais entonces a vuestro Cielo? Pues, llevar\u00edais fango y suciedad\u00bb.
Habla la otra joven: \u00abTe enga\u00f1as. La suciedad se queda aqu\u00ed, contigo. Yo creo firmemente que, por la gracia de nuestro Se\u00f1or Jesucristo, de su Madre Mar\u00eda Sant\u00edsima, de la que llevo el nombre, de todos los santos del Para\u00edso, el \u00faltimo de los cuales es mi hermano di\u00e1cono, que has hecho martirizar, una vez que hayamos subido al Cielo podremos hacer germinar la semilla echada en tantos pobres corazones encerrados en una carne infame y redimir de este modo a las desdichadas hermanas entre las cuales nos has hecho vivir esperando que nos corrompieran y que se quebrara la firmeza de nuestra fe. Debes saber que, por el contrario, hemos salido de all\u00ed a\u00fan m\u00e1s puras y firmes y m\u00e1s deseosas que nunca de morir para agregar nuesta sangre a la sangre de Cristo y redimir a nuestras infelices compa\u00f1eras\u00bb.
\u00abLlamad al verdugo. Que sean decapitadas\u00bb.
73
\u00abQue el Dios verdadero te recompense por abrirnos el Cielo y que toque tu
coraz\u00f3n. Ven, Flora. Encamin\u00e9monos cantando\u00bb.
Mientras salen, en medio de la escolta, cantan el Magnificat…
Jes\u00fas me dice: \u00abAhora has conocido la historia de las v\u00edrgenes y m\u00e1rtires Flora y Mar\u00eda de C\u00f3rdoba, en la \u00e9poca en que Espa\u00f1a estaba en manos de los moros; era el siglo noveno. Son santas m\u00e1rtires casi ignoradas. \u00a1Mas cu\u00e1n felices son en el Cielo!\u00bb.
28 de julio de 1945<\/p>
Y ahora, para obedecerle, voy a referirme a la precipitada fuga de los espiritistas que en junio qu\u00e8r\u00edan que les alquilara una habitaci\u00f3n y que, como se la negu\u00e9, se… alojaron en la casa de al lado para dedicarse a sus operaciones con el pretexto de que ambos eran cartom\u00e1nticos y quirom\u00e1nticos. Y, a pesar de que me molestan estas dos categor\u00edas, acept\u00e9 el hecho hasta el 18 de julio, cuando los sufrimientos que me acosaron esa noche, absolutamente semejantes a otros de ese tipo que experiment\u00e9 todas las veces en que estuve cerca de lugares o personas que se dedicaban a pr\u00e1cticas espiritistas, me hicieron comprender que en esa casa se hac\u00edan sesiones espiritistas.
Entonces me dije y se lo dije tambi\u00e9n a Ud., Padre: \u00abLes voy a dar su merecido y vamos a ver qui\u00e9n tiene los cuernos m\u00e1s duros\u00bb. Por lo tanto, esa noche me puse a practicar el exorcismo seg\u00fan la f\u00f3rmula de Le\u00f3n 13, que me dieron los Redentoristas de N\u00e1poles. Siempre me ha parecido potente contra tempestades, bombas, caracteres… infernales y contra toda pr\u00e1ctica espiritista.
Entonces, heme all\u00ed, arrodillada a duras penas, con mi crucecita en la mano, con toda el alma que se me escapaba del cuerpo para conducir la f\u00f3rmula m\u00e1s all\u00e1 de las dos paredes que me separaban del antro de los m\u00e9dium. Luego me desplom\u00e9 extenuada, como me sucede siempre cuando lo hago; es como si toda la fuerza se me saliera del cuerpo dej\u00e1ndome desfallecida… Segu\u00ed haci\u00e9ndolo por tres noches: el 18, el 19 y el 20. Pero el 20 tuve que hacerlo sentada porque estaba m\u00e1s muerta que viva.
Ayer la due\u00f1a de casa de los dos fulanos me dijo que uno de los dos, precisamente el que es m\u00e9dium – pues el otro es su ayudante – tom\u00f3 las de Villadiego \u00abporque no ganaban m\u00e1s que
1.000 0 1.500 por d\u00eda. \u00bfQu\u00e9 son mil o mil quinientas liras?\u00bb. En realidad, a m\u00ed me 74
parece que ya son algo… Y cuando le hago notar que 500 o 750 liras diarias para cada uno no son tan pocas, la se\u00f1ora a\u00f1ade: \u00abTambi\u00e9n dijo que no se queda porque est\u00e1 muy molesto, no por los rumores ni por las personas de la casa, porque nosotros ni decimos esta boca es m\u00eda cuando el profesor (?!) est\u00e1 trabajando, sino por otras cosas que no quiso explicar. Despu\u00e9s quiso saber un mont\u00f3n de cosas: qui\u00e9n es Ud., qu\u00e9 hace. Y cuando le dijimos: \u201cEs una se\u00f1orita enferma: lee, escribe, borda…\u201d, respondi\u00f3: \u201cNo, yo s\u00e9 qu\u00e9 es. Es una santa\u201d\u00bb. (Disculpe si, para reproducir exactamente lo que dijo, tengo que escribir esta palabra). Esa buena gente no entendi\u00f3 qu\u00e9 relaci\u00f3n tengo con los trabajos del profesor (?!) ni de qu\u00e9 modo \u00e9ste pod\u00eda saber algo a mi respecto; tanto es as\u00ed que me preguntaron: \u00ab\u00bfPero Ud. le conoce?\u00bb. Respond\u00ed: \u00abNo, gracias a Dios\u00bb. En cambio, he entendido perfectamente todas las correlaciones.
\u00a1Muy bien!, se repite el episodio de 19301. Lo importante es que el m\u00e9dium ha puesto pies en polvorosa y que el otro pronto har\u00e1 lo mismo, como espero… as\u00ed que en el aire, finalmente limpio, ya no quedar\u00e1 ese olor de azufre que mis pulmones espirituales no soportan. Ahora vamos a ver qu\u00e9 fastidios me causar\u00e1 Satan\u00e1s para vengarse… Por cierto, no es que me va a ir de rositas. Como Ud. bien sabe, en 1930 me dijo por boca del m\u00e9dium que yo hab\u00eda ahuyentado: \u00abUd. me echa, pero hace mal.
Porque el que me expulsa, encontrar\u00e1 dolores y dificultades en su camino…\u00bb. Y, en efecto, nunca m\u00e1s volv\u00ed a estar bien. Pero ellos tuvieron que irse a otro lado…<\/p>
1 V\u00e9ase la \u201cAutobiograf\u00eda\u201d, en las p\u00e1gs. 273-278.<\/p>
29 de julio de 1945
Dice Jes\u00fas:
\u00abY esto es para la Marta peque\u00f1a1, que no debe lamentarse de que nunca hay una palabra para ella y que debe estar segura de que su Se\u00f1or la ama mucho, sol\u00edcitamente, y ha pensado en protegerla desde que la puso debajo de la tienda donde \u00c9l encuentra reposo. Ya te amaba desde antes, porque el amor es su aliento. Pero cuando<\/p>
1 Se trata de Marta Diciotti. Ese mismo d\u00eda, fiesta de Santa Marta, la autora ha escrito un episodio, perteneciente al Evangelio, cuya protagonista es Marta de Betania.<\/p>
75
cre\u00edste que te hab\u00edas quedado sola, te am\u00e9 como una familia entera y te don\u00e9 la paz poni\u00e9ndote junto a Mar\u00eda. No te lamentes si no hay palabras para ti. Viiviendo junto a Mar\u00eda, ya las tienes todas. Las cartas se escriben a los que est\u00e1n lejos, no a quienes viven con nosotros. Y t\u00fa est\u00e1s donde Yo vivo. S\u00e9 buena. Anima tu actividad de Marta con la espiritualidad de Mar\u00eda, que ha elegido la parte mejor2 y que, por haberla elegido con dolor y con amor total y voluntario, ha recibido de M\u00ed la parte superlativa. T\u00fa te apoyas en el coraz\u00f3n de Mar\u00eda y Mar\u00eda est\u00e1 apoyada sobre mi coraz\u00f3n. Por eso, no te aflijas por demasiadas cosas, entre las que est\u00e1 el preguntarte si Yo pienso en ti. Descansa en el coraz\u00f3n de quienes te aman y ten fe. Dios no abandona a los que esperan en \u00c9l y practican la caridad. Que mi paz te acompa\u00f1e\u00bb.<\/p>
En cambio, lo que sigue lo digo yo, me lo digo a m\u00ed misma, recordando…
Hace dos a\u00f1os llegaban, como hoy, mis parientes de Calabria3, a los que di asistencia y afecto familiar y por quienes he emprendido la batalla m\u00e1s grande. Pero no estoy en las mismas condiciones que la Marta de L\u00e1zaro. No estoy segura de tener en las manos mi victoria, a pesar de todas las protestas de fe, etc., etc., que me escri- ben. De lo que estoy segura es de que sufr\u00ed mucho y sigo sufriendo y sufrir\u00e9 por esa causa que empez\u00f3 hace dos a\u00f1os. Dice Jes\u00fas: \u00abVale la pena perder una amistad para salvar un alma\u00bb4. Est\u00e1 bien. Creo que \u00e9se es, justamente, mi caso. Y confieso que mi disgusto es muy relativo. Creo que cuantos menos lazos tenga, estar\u00e9 m\u00e1s libre de volar hacia Jes\u00fas. Me refiero a los lazos del afecto humano. Siento que dichos lazos ya est\u00e1n tan desfibrados por el desgaste de la mezquindad y la miseria humanas, que no les queda m\u00e1s que una fibra ya deshilachada, una fibra que una nimiedad puede romper. De este modo, mi amor hacia los parientes se despoja de todo lo que es carne y sangre, o sea, de un placer ego\u00edsta, y se convierte en un amor espiritual \u00e1ureo y doloroso que, por amor de Jes\u00fas, no abandonar\u00e1 a estos esp\u00edritus. Dos a\u00f1os de \u00edntimo conocimiento han exprimido esta esencia del fruto de dicha vecindad…<\/p>
2 Lucas 10, 38-42.
3 V\u00e9ase \u201cLos cuadernos. 1944\u201d, nota 1 del diario del 24 de abril.
4 Lo dice en el segundo de los dos episodios pertenecientes al ciclo del Segundo a\u00f1o de vida p\u00fablica de la vasta obra sobre el Evangelio.<\/p>
76<\/p>
10 de agosto de 1945
Obtengo estas palabras para Sor Gabriella; las obtengo con l\u00e1grimas porque siento la intolerancia de este coraz\u00f3n:
\u00abHija, hija, hija m\u00eda, \u00bfno te has dejado coger por el anhelo de las grandes alturas donde se eleva la Cruz? \u00bfNo te dije la \u00faltima vez: \u201cQue mi paz te acompa\u00f1e y sea para ti sustento en tus grandes necesidades\u201d? Te lo dije porque Yo s\u00e9 lo que le toca a cada hombre; porque Yo sab\u00eda que necesitabas ese sustento; porque Yo s\u00e9 que un premio grande est\u00e1 reservado al que cumple la voluntad de Dios; porque Yo s\u00e9 qu\u00e9 significa la hora del Getseman\u00ed. Por todo el dolor que hay sobre la Tierra, por toda la gloria que hay en el Cielo para los generosos, te di mi paz como sustento. Y, dado que te has dejado coger por el anhelo de las grandes alturas donde se eleva la Cruz, aprende a repetir las palabras de la Cruz, especialmente en tu caso la primera y las dos \u00faltimas, unidas por la cadena de oro de la sed de expiar por el mundo. Que la paz sea contigo, Maria Gabriella, que la paz sea contigo; una vez m\u00e1s, que la paz sea contigo\u00bb.<\/p>
\u00a0<\/p>
12 de agosto de 1945
Santa Clara de As\u00eds.<\/p>
Veo algo que no parecer\u00e1 imposible de ver pues se trata de un hecho conocido por much\u00edsimas personas. Es el milagro que obr\u00f3 Santa Clara arrojando del convento de As\u00eds a los que lo hab\u00edan atacado. Ver este milagro me da una gran alegr\u00eda y no me importo de los dem\u00e1s. Le describo lo que veo.
Es un peque\u00f1o y humilde convento, muy bajo, con el techo muy inclinado y un claustrillo que en cada piedra parece gritar: \u00abPobreza\u00bb, la gran palabra franciscana; hay estrechos pasillos breves, oscuros, en los que se abren las puertecillas de las celdas. Miedo y dolor agitan esta pobre morada de paz. El convento resuena como una sonora colmena de voces que ruegan y gimen. Y, en verdad, este peque\u00f1o convento parece una colmena estupefacta ante una invasi\u00f3n. El rumor de la lucha exterior penetra en \u00e9l y sus ecos feroces se uner, a los acentos de piedad.
No s\u00e9 si es una profesa la que da la noticia que las hordas enemigas intentan invadir el convento o si es un habitante de As\u00eds quien
77
advierte del peligro a las Clarisas. S\u00e9 que el desconcierto llega al m\u00e1ximo mientras todas se precipitan a la celda de la Abadesa, que reza postrada al borde de su jerg\u00f3n, y se alza para recibir a sus atemorizadas hijas: su rostro est\u00e1 c\u00e9reo y extenuado, pero aun as\u00ed se la ve hermosa y solemne. Escucha a sus hijas y les ordena que desciendan al coro en orden y con fe, en el silencio que impone la Regla \u00abporque\u00bb – dice – \u00abninguna circunstancia, por tremenda que sea, debe hacer olvidar la santa Regla\u00bb. Luego las sigue y entra en el min\u00fasculo y humilde coro, m\u00e1s all\u00e1 del cual se ve la peque\u00f1a iglesia cerrada herm\u00e9ticamente, oscura, iluminada s\u00f3lo por dos buj\u00edas – una en la iglesia, la otra en el coro – que, ante el ciborio, resplandecen serenamente: hacia fuera, resplandecen por las almas del mundo que se acuerdan demasiado poco de Dios y, hacia adentro, por las almas de Jes\u00fas que en esa llamita perpetua ven el s\u00edmbolo de s\u00ed mismas.
Rezan y se sobresaltan ante cada grito m\u00e1s fuerte y m\u00e1s cercano. Y cuando una de ellas – seguramente una profesa – entra gritando sin cuidarse del respeto debido al lugar: \u00ab\u00a1Madre, ya est\u00e1n en la puerta!\u00bb, las clarisas se curvan como si ya las hubieran herido de muerte.
Pero Sor Clara no reacciona as\u00ed. Por el contrario, se pone de pie, va al centro del
coro y dice: \u00abNo tem\u00e1is. Ellos son hombres y est\u00e1n all\u00ed afuera. Nosotras estamos aqu\u00ed adentro y con Jes\u00fas. Acordaos de sus palabras: \u201cNo os tocar\u00e1n un cabello\u201d. Nosotras somos sus palomas. \u00c9l no permitir\u00e1 que las profanen los gavilanes\u00bb.
Como para desmentir sus palabras, afuera el clamor del tumulto se hace a\u00fan m\u00e1s fuerte. Mas ella no se desconcierta. Al ver que sus clarisas est\u00e1n demasiado aterrorizadas como para poder vencer las dudas y el terror, se vuelve a Dios: \u00abMi dulce Jes\u00fas, perdona si tu pobre Clara osa poner las manos donde s\u00f3lo un sacerdote puede hacerlo. Pero aqu\u00ed estamos solamente T\u00fa y nosotras. Por lo tanto, una de nosotras debe decirte: \u201cVen\u201d. Mis manos est\u00e1n lavadas por el llanto. Pueden tocar tu trono\u00bb. Se dirige resueltamente al tabern\u00e1culo, lo abre y no coge el ostensorio sino un estuche semejante a una p\u00edxide que, a lo que me parece por lo poco que permite ver la escasa luz, no es de metal precioso sino de marfil o madreperla, al menos en la parte exterior. Lo toma y lo tiene en sus manos con la misma veneraci\u00f3n con la que sostendr\u00eda al Dios ni\u00f1o. Desciende con aplomo los pocos pelda\u00f1os y, salmodiando, va hacia la puerta del convento; subyugadas, las monjas la siguen temblando.
\u00abHija, abre la puerta\u00bb.
78
\u00ab\u00a1Pero est\u00e1n all\u00ed afuera! \u00bfNo o\u00eds los gritos y los golpes?\u00bb.
\u00abHija, abre la puerta\u00bb.
\u00ab\u00a1Es que se precipitar\u00e1n aqu\u00ed adentro!\u00bb.
\u00abAbre la puerta. \u00a1Debes obediencia!\u00bb. Clara, que antes era dulce y persuasiva, asume ahora un tono imperioso que no admite contradicciones. En estos momentos es la antigua castellana acostumbrada a ordenar y la ilustre Abadesa que exhorta a la obediencia.
Gimiendo, la clarisa abre la puerta y su temblor retarda tal operaci\u00f3n; es el mismo temblor que agita a las dem\u00e1s, agrupadas detr\u00e1s de la Abadesa. Cerrando los ojos, se hacen la se\u00f1al de la cruz y, dispuestas al martirio, bajan el velo para morir con el rostro cubierto.
Por fin la puerta se entreabre. Los alaridos de los asaltantes se convierten en un grito de victoria; ya no usan las armas y se precipitan hacia la puerta entreabierta.
Con el rostro blanco a semejanza del estuche que lleva bien alzado como \u00fanico velo de su semblante de enclaustrada, Clara da dos, tres, cinco pasos m\u00e1s all\u00e1 del umbral. No s\u00e9 si ve a los que est\u00e1n frente a ella, o si ve su tierra, o a sus enemigos, pero no me parece nada de eso. Sus ojos s\u00f3lo adoran al Sant\u00edsimo que lleva en sus ma- nos. De ese modo, alta, delgad\u00edsima, consumida, c\u00e1ndida como una azucena, con su paso lento, parece m\u00e1s bien un \u00e1ngel o un fantasma. A m\u00ed me parece un \u00e1ngel, a los otros debe de parecer un fantasma. La arrogancia del enemigo se quebranta, se detiene y, al ver que Clara avanza un paso m\u00e1s, se convierte en una fuga desordenada.
Entonces Clara vacila, se dobla como si estuviera pr\u00f3xima a caer y se apresura a entrar de nuevo atravesando el umbral. \u00ab\u00a1Bendito sea Dios! Se han dado a la fuga. Ahora… ahora sostened a vuestra madre, para que pueda volver a colocarlo en su altar. Cantad, hijas, y sostenedme. \u00a1Ahora vuestra madre est\u00e1 muy cansada!\u00bb. En efecto, su rostro parece el de una moribunda, como si hubiera agotado todas sus fuerzas. \u00a1Pero, a pesar de ello, tiene una sonrisa dulc\u00edsima y en sus manos c\u00e9reas mucha fuerza para estrechar la custodia!
Entran cantando en coro y, mientras entona el \u201cTedeum\u201d, Clara deposita el estuche en el tabern\u00e1culo y luego queda tendida boca arriba sobre los dos pelda\u00f1os del altar como si estuviera muerta, mientras las clarisas siguen entonando el himno de gracias.
Esto es lo que veo. Y para m\u00ed, hay s\u00f3lo pocas palabras de Santa Clara, pero no ya en su condici\u00f3n de clarisa, sino bajo su aspecto paradisiaco:
79
\u00abCon \u00e9ste (e indica el Sant\u00edsimo Sacramento) se vence todo. Ser\u00e1 la excelsa
fuerza del Para\u00edso y de la Tierra hasta que existan las necesidades de esta Tierra. Gracias a los m\u00e9ritos infinitos del Sant\u00edsimo Cuerpo, aniquilado para nuestro provecho, nosotros, los santos del Cielo, obtenemos gracias para vosotros y por medio de \u00c9l vosotros obten\u00e9is victorias. \u00a1Que sea alabado el Cordero eucar\u00edstico! Y que el Se\u00f1or te conceda paz y bendiciones\u00bb.<\/p>
17 de agosto de 1945<\/p>
Recibo una carta insultante de mi primo que, al no poder justificarse y sinti\u00e9ndose aludido por la verdad que le expres\u00e9, me muerde. Sufro, no tanto por la ofensa sino porque vuelvo a reconocer en \u00e9l una vez m\u00e1s al viejo Giuseppe, tal como le conozco desde hace 25 a\u00f1os. Ni Satan\u00e1s ni Dios le han cambiado. Si leyera este juicio m\u00edo, se inquietar\u00eda, porque est\u00e1 convencido de que es la perfecci\u00f3n en persona… \u00a1Y el pobre desgraciado no sabe que, de los juicios referidos a \u00e9l, el m\u00edo fue el \u00faltimo en caer! A\u00fan despu\u00e9s de las severas palabras que el Se\u00f1or tuvo para con ellos1 para condenar duramente su conducta, segu\u00ed queri\u00e9ndoles con un afecto doloroso, pero que siempre fue un afecto verdadero. Una a una fueron cayendo las ramas del \u00e1rbol de este afecto bajo los met\u00f3dicos hachazos de su conducta extra\u00f1a y solapada, ego\u00edsta y malvada a mi respecto, y ahora el \u00e1rbol est\u00e1 muerto, como esas plantas petrificadas de las que hablaba Jes\u00fas.
\u00bfSi sufr\u00ed? S\u00ed, y tambi\u00e9n llor\u00e9. Pero decid\u00ed no responder a tono. No diga que lo hice por virtud. Lo hice simplemente porque he alcanzado ese nivel de n\u00e1usea y de cansancio que impide cualquier est\u00edmulo de apetito o de movimiento. \u00bfSi todo esto me causa molestias en mi particular condici\u00f3n? Me las causa inmensamente. Parece una exageraci\u00f3n, pero mi pobre f\u00edsico – ya tan torturado – y todav\u00eda m\u00e1s mi mente, que no est\u00e1 llevada a alterarse, se ofuscan ante el choque de la perversidad. Pero ya lo he dicho y vuelvo a repetirlo: si muere tambi\u00e9n este afecto, tanto mejor.
A este punto, vivo s\u00f3lo para el amor sobrenatural y en cuanto a los parientes, a los amigos o, simplemente, al pr\u00f3jimo que golpea como una ola contra mi lecho, los amo s\u00f3lo por su alma y mi \u00fanico<\/p>
1 Se trata de los parientes a los que ya se ha referido el 29 de julio de 1945.
80
anhelo es ayudar a estas almas. Todo lo dem\u00e1s, o sea, rostros, acciones, atav\u00edos, comodidades, miserias materiales, queda anulado para m\u00ed. Veo y siento las almas, s\u00f3lo las almas. Y tambi\u00e9n eso es un sufrimiento. Por eso le dec\u00eda esta ma\u00f1ana: \u00abLe he dicho a Jes\u00fas que, si soy un obst\u00e1culo para que las almas beban a su fuente, que quite el obst\u00e1culo quit\u00e1ndome la vida\u00bb. \u00a1Pero claro!, ser\u00eda tan lindo irse y dejar abiertos los pozos que Jes\u00fas ha dispuesto para todos y que est\u00e1n resta\u00f1ando all\u00ed, sin que beban en ellos los sedientos.
\u00a1Cu\u00e1nto advierto la sed de las almas! Porque es cierto que hay muchas almas muertas, pero tambi\u00e9n hay muchas, muchas, muchas que tienen sed… Jes\u00fas me lo hace entender. No se trata solamente de almas de personas que saben que existe el portavoz y tambi\u00e9n los dictados. Hay otras almas encerradas en seres que nada saben de esto y que, sin embargo, van buscando, bajo el peso del propio dolor, la palabra que se convierta en su Cireneo…
18 de agosto de 1945<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abPara Sor Gabriella de Mar\u00eda Inmaculada:
No soy propenso a conceder direcciones particulares y no lo hago por dureza de coraz\u00f3n sino por piedad hacia el portavoz y tambi\u00e9n por piedad hacia las almas. Para que se trate de aut\u00e9ntica fortaleza, hay que fortificarse por s\u00ed mismos. Pero en este caso se necesita una palabra y Yo la doy.
Has pronunciado la primera palabra de la Cruz por ti, a quien no comprenden y consideran con ligereza, y por M\u00ed, que he sido ofendido en mis hu\u00e9rfanos, en los que toda ofensa es medicada por M\u00ed.
Ya en tiempos de la antigua Ley se dec\u00eda: \u201cTened piedad de la viuda y del hu\u00e9rfano\u201d\u2018. Yo he dicho: \u201cYo ser\u00e9 el padre de los que no tienen padre y que el mundo desprecia\u201d.
Mi corte y mi ej\u00e9rcito han sido compuestos por humildes e infelices. En mi corte hab\u00eda pecadores, esclavos, campesinos, hu\u00e9rfanos y entre ellos no faltaban los m\u00e1rtires de los pecados ajenos: los bastardos. No faltaron nunca y no fueron inferiores a los dem\u00e1s en afirmar el Reino de Cristo entre los pueblos.<\/p>
1 \u00c9xodo 22, 21; Jerem\u00edas 22, 3; Zacar\u00edas 7, 10.<\/p>
81
\u00bfQui\u00e9n puede juzgar si el Cielo o el Sacerdocio o el Claustro son prerrogativa de
quienes han sido beneficiados con una familia regular? \u00bfAcaso aqu\u00ed se necesita partida de nacimiento y otros documentos para tener acceso al gozo del Cielo? Aqu\u00ed se necesita santidad para entrar, nada m\u00e1s que santidad. Porque la partida de nacimiento se detiene en lo que es perecedero, no se refiere al alma. El alma no nace cuando nac\u00e9is en la Tierra. Su nacimiento se produce el d\u00eda en que viene a Dios para alcanzar su paz eterna. Esto es lo que tendr\u00edan que tener presente los que est\u00e1n llamados a juzgar las circunstancias m\u00e1s delicadas. \u00bfQu\u00e9 pensar\u00edais de Dios si negara el Cielo a quien naci\u00f3 como bastardo? Pensar\u00edais que \u00e9sa es una injusticia. Y entonces, \u00bfpor qu\u00e9 neg\u00e1is a estas criaturas que aspiran a M\u00ed y que Yo aspiro a M\u00ed, el camino que para ellas es el camino del Cielo? El ni\u00f1o no ha pedido nacer. El delito no es suyo. Suya es s\u00f3lo la cruz. No se debe hacer caer sobre los hijos los pecados de los padres. Yo he dicho: \u201cNo juzgu\u00e9is\u201d. Lo he dicho, porque no conoc\u00e9is las circunstancias por las cuales uno ha cometido una culpa. El juicio me corresponde a M\u00ed, solamente a M\u00ed. Y entonces, \u00bfpor qu\u00e9 vosotros no s\u00f3lo juzg\u00e1is, sino que en este caso hasta juzg\u00e1is dos veces: una con respecto al hijo y otra en cuanto a los padres?
En verdad, el viejo Israel, con sus farise\u00edsmos sin caridad, resurgi\u00f3 m\u00e1s fuerte que antes, instigado por el racionalismo, que ofusca lo sobrenatural, y por el jansenismo, que hiela y pone obst\u00e1culos a las almas. Esto no es encaminarse hacia las luces del tiempo final, sino retroceder no s\u00f3lo hasta las \u00e9pocas precristianas sino hasta los m\u00e9- todos inhumanos y tenebrosos de los pueblos paganos, porque ahora se obstaculiza mi camino – ese camino hacia el cual Yo he llamado – y se erigen contra mi voluntad.
Vosotros predic\u00e1is que no es l\u00edcito oponerse a la vocaci\u00f3n de un hijo. Se lo dec\u00eds a los padres, aun cuando dichos padres tienen en el hijo todo el consuelo y la ayuda, porque dec\u00eds que Dios es m\u00e1s que un padre. Es justo. Tambi\u00e9n Yo lo dije. Mas entonces, \u00bfpor qu\u00e9 me disput\u00e1is estas criaturas? Si estuvierais iluminados por el Esp\u00edritu Santo y unidos a \u00e9l, tendr\u00edais que ver en este llamado toda mi misericordia. Si de dos seres de fango, que se unieron para procrear en el pecado, nace una flor que Yo reclamo para mi altar, tendr\u00edais que ver en ello toda mi potencia. En estas vocaciones
tenaces que despreci\u00e1is, tendr\u00edais que ver y sentir el signo de la paternidad de Dios, que exige sus derechos y abre sus brazos para llamar esposas de su
82
Unig\u00e9nito a \u00e9stas que el mundo profanar\u00eda y que vosotros alej\u00e1is.
\u00a1Pobres almas!, \u00bflas consider\u00e1is indignas de acercarse al altar, que es un objeto, cuando Yo no las juzgo indignas de acercarse a M\u00ed? Esto es lo que quiero decirles a los que me ofenden a trav\u00e9s de los inocentes que lloran y piden piedad sin obtenerla; a trav\u00e9s de los que con superficialidad rechaz\u00e1is hacia las turbias ondas del mundo y llam\u00e1is \u201cfrutos del mundo\u201d mientras que, si tuvierais caridad, justicia y prudencia, precisamente porque son frutos del mundo tendr\u00edais que recogerlos para cobijarlos en los graneros de Dios, al abrigo de ciertos llamados y herencias que podr\u00edan destruir lo que la buena voluntad ha construido. Esto es lo que querr\u00eda decir y, adem\u00e1s, querr\u00eda hacer reflexionar sobre el hecho de que estas flores – que en lo material tienen los apetitos comunes a todos los nacidos de mujer, agravados a veces por atavismos que s\u00f3lo la Gracia y la convicci\u00f3n del amor de Dios logran retener – reciben de vosotros, adem\u00e1s de las tentaciones del mundo, la desolaci\u00f3n de dudar de Dios y de su bondad.
Pero ser\u00eda in\u00fatil que dijera esto a los que niegan todo lo que no sea ellos mismos.
Por eso te hablo a ti, Gabriella de Mar\u00eda Inmaculada.
T\u00fa has doblegado tu humanidad para pedir, para explicar, para soportar el no verte comprendida. Y lo has hecho con humildad. T\u00fa te has sometido a la obediencia hacia los hombres. Y, por cierto, tu sufrimiento fue muy grande. Ahora esc\u00fachame. Yo soy mucho m\u00e1s que los hombres y mi sabidur\u00eda y mi justicia son perfectas.
Los que son superiores est\u00e1n para ense\u00f1ar la virtud. Mas Yo existo para coronarla. Intervengo porque ahora ya es tiempo de hacerlo, para que tu energ\u00eda no se convierta en algo no s\u00f3lo in\u00fatil sino nocivo al quedar comprimida en una misi\u00f3n sumamente circunscripta, en la que ser\u00edas una nulidad tan s\u00f3lo capaz de salvarte a ti misma y siempre a punto de no lograr salvarte, porque el imprudente rumbo y la amarga experiencia de estos d\u00edas crear\u00edan un estado, muy \u00edntimo pero brioso, de desconfianza y de juicio hacia los superiores ciegos y superficiales.
No es l\u00edcito para ti contribuir, junto con los soberbios de la nueva Israel, a la ruina de los corazones. Mas recoger estos corazones para que no se pierdan, quiere decir salir del lugar al que has entrado, ser arrancada de \u00e9l lacerando tus fibras, ir sola al encuentro del futuro, soportar agrias cr\u00edticas y ser acusada de desamor, de soberbia, de
83
volubilidad, por los superiores, por las compa\u00f1eras y por el mundo. Por uno que te entienda, mil te escarnecer\u00e1n. Pi\u00e9nsalo. Todo esto significa conocer la tremenda soledad de quien lucha solo contra las costumbres, los prejuicios y las obstinaciones. Si recoges los corazones que Yo he llamado y a los que Yo quiero dar una paternidad, un nombre, una casa, un esposo, hijos, te aguardan reproches, burlas, horas de duda, desilusiones, estrecheces, angustias. La paternidad es la de Dios; el nombre, el de hijas de Dios; una casa: la m\u00eda; un esposo: Yo; los hijos: \u00e9sos por los cuales rezar\u00e1n y trabajar\u00e1n. Debe ser as\u00ed porque quiero que sepan que Dios es bueno y para que nunca puedan pensar que Dios es igual a los que las condenan como objetos profanados, sin justicia ni caridad.
Recoger esos corazones quiere decir sufrimiento en todos los momentos, quiere decir consumirse m\u00e1s r\u00e1pidamente y con mayor padecimiento, quiere decir estar obligada a ceder ese dulce ministerio tras haber puesto en \u00e9l todo tu afecto, quiere decir conocer la responsabilidad de una verdadera madre que no tiene a sus espaldas una Casa Madre, ni Superiores, ni nada, sino que es justamente como una madre privada de ayuda, que se ha quedado sola en medio de la nidada de los hijos que debe
criar hasta la edad viril… Y por cierto es tremenda la angustia de una madre que muere dejando hu\u00e9rfanos a hijos que a\u00fan no son adultos. Es una agon\u00eda moral, y en tu caso tambi\u00e9n espiritual, insertada en la agon\u00eda f\u00edsica. Todo lo que has experimentado hasta ahora no es nada comparado con lo que podr\u00edas experimentar y con lo que experimentar\u00e1s si dices la segunda palabra de las que te he indicado, o sea: \u201c\u00a1Todo se ha cumplido!\u201d.
En mi Pasi\u00f3n le dije al Iscariote, ese representante perpetuo de todos los que tienen la misi\u00f3n de causar dolor a sus semejantes: \u201cLo que a\u00fan te queda por hacer, hazlo pronto\u201d. En el Calvario admit\u00ed que todo se hab\u00eda cumplido y no s\u00f3lo por lo que se refer\u00eda a M\u00ed. Tambi\u00e9n los hombres lo hab\u00edan cumplido todo respecto a lo que se deb\u00eda hacer para crear esa hora. Y tambi\u00e9n ahora los hombres han hecho todo lo que era necesario hacer para darte tu pasi\u00f3n. Ahora te toca a ti consumarla hasta poder decir: \u201cTodo se ha cumplido para salvar estos corazones para Dios\u201d. \u00bfTienes el coraje de decirlo? \u00bfTienes el coraje de hacerlo? Ten presente que hasta aqu\u00ed has bebido el c\u00e1liz, pero que ahora te espera la esponja con la hiel y el vinagre sobre las heridas sangrantes, en medio de la bruma, en el abandono. \u00bfTendr\u00e1s fuerzas suficientes para aferrarte solamente al Cielo, aunque el Cielo
84
te parezca lejano? Si te entregas a esta misi\u00f3n, conocer\u00e1s la pasi\u00f3n en toda su compleja aspereza.
Yo no enga\u00f1o, Yo expongo el cuadro con todas sus tintas para que no vengan a decir: \u201cYo no lo sab\u00eda\u201d y cometan falta por no saber. Te ayudo haci\u00e9ndote esta neta exposici\u00f3n del futuro as\u00ed como, a pesar de los tiempos actuales, he promovido ayudas econ\u00f3micas para la obra concebida. Y tambi\u00e9n te he dado mi consuelo para sostenerte, para confortarte, para calmarte, para templar tu tenacidad con mi mansedumbre.
Todos podr\u00e1n enga\u00f1arte, Gabriella de Mar\u00eda Inmaculada. Yo no te enga\u00f1o. Desde hace meses te formo para esta hora. Vuelve a leer mis mensajes, los que te di contra la voluntad de todos, hasta forz\u00e1ndome a M\u00ed mismo; los que te di s\u00f3lo porque t\u00fa eres t\u00fa, y te encuentras en particulares contingencias que interesan a la mujer y a la monja, a la enferma llena de vida y al alma que a\u00fan no ha encontrado el equilibrio estable, que es el abandono total e ingenuo en M\u00ed.
En el 1er escrito est\u00e1 dicho: \u201cAdonde vaya la esposa de Cristo, el anillo de la caridad ir\u00e1 con ella\u201d.
En el 2\u00b0: \u201cHay dos palabras tan sublimes que Yo, el Verbo, las he dicho en los momentos m\u00e1s solemnes de mi vida: \u2018He aqu\u00ed. C\u00famplase\u2019. Pero nunca fueron pronunciadas sin l\u00e1grimas\u201d.
En el 3\u00b0: \u201cPiensa siempre: \u2018\u00bfQu\u00e9 dir\u00e1 Jes\u00fas de lo que estoy haciendo?\u2019 y, si sientes que Jes\u00fas est\u00e1 contento, sigue adelante sin temor\u201d.
En el 4\u00b0 mi Madre ha dicho: \u201cVe hacia Jes\u00fas con la rosa de oro de tu caridad\u201d.
En el 5\u00b0 ya te he bendecido para esta hora diciendo: \u201cQue haya paz y bendiciones para quien con ellos convive en el amor hacia M\u00ed. Que la Sangre y la Palabra engendren siempre en vosotros nuevas fuerzas\u201d.
En el 6\u00b0, que no te fue dado por ser demasiado severo y porque no era la hora propicia para que lo gustaras, est\u00e1 dicho: \u201cQue cada uno extraiga con su esfuerzo los preciosos diamantes de la Sabidur\u00eda\u201d.
En el 7\u00b0: \u201cHaz que el coraz\u00f3n se dilate cada vez m\u00e1s para abrirse completamente a M\u00ed\u201d.
En el 8\u00b0 te dec\u00eda: \u201cVe con mi paz\u201d. No te lo habr\u00eda dicho si no hubiera aprobado tu camino.
En el 9\u00b0 te he vuelto a dar el consuelo de mi paz y te he indicado
85
las palabras de la Cruz.
Nunca me he desmentido como Amigo y Maestro y ahora hablo en calidad de Rey. La \u00faltima vez le hab\u00eda dicho tambi\u00e9n a Mar\u00eda la excelsa palabra: \u201cMujer, he aqu\u00ed a tus hijos\u201d. Mas luego le he dicho a Mar\u00eda: \u201cA\u00fan hay que derramar l\u00e1grimas antes de decirle esa palabra. Ser\u00e1 la \u00faltima para ella. Espera a\u00fan antes de escribirla\u201d.
Ahora te aconsejo aislarte con tu alma y conmigo. Te aconsejo aislarte, escucharte, contemplarte, analizarte y tambi\u00e9n contemplar a los dem\u00e1s y los d\u00edas futuros. En el silencio las ideas se ordenan y se hacen claras como un dibujo. Y si de ellas deduces la palabra: \u201cVe\u201d, entonces no sigas rehuyendo.
Encomienda tu esp\u00edritu al Padre y muere como Gabriella para resurgir como Madre de los hu\u00e9rfanos m\u00e1s infelices. Entonces te dir\u00e9: \u201cMadre, he aqu\u00ed a tus hijos, los hijos del dolor\u201d. Si quieres ser madre de verdad, debes saber estar erguida a los pies de la Cruz, en la cumbre del Calvario, entre las burlas y la curiosidad irrespetuosas, para acoger a los seres m\u00e1s infelices entre todos los humanos.
Llama esta obra: \u201cObra de Santa Veronica Giuliani\u201d, como para no cortar toda relaci\u00f3n con la Orden que recuerda a mi Francisco, que jam\u00e1s rechaz\u00f3 miseria alguna porque hab\u00eda comprendido a Jes\u00fas. Hazlo tambi\u00e9n para recordar a la que en el Calvario mereci\u00f3 mi Rostro estampado en el lino. Yo os dar\u00e9 mi Rostro impreso en el coraz\u00f3n, para que seais amantes, consoladoras y expiadoras como la primera y la segunda Ver\u00f3nica.
Ve en paz y que sean contigo la caridad de Dios, la gracia de Jes\u00fas, la luz del Esp\u00edritu Santo\u00bb.<\/p>
19 de agosto de 1945<\/p>
Mas yo no voy con ellos1. Despu\u00e9s de haber cumplido el acto de caridad de escribir a Sor Gabriella, sigo a Jes\u00fas que, desde las laderas del Carmelo se vuelve hacia m\u00ed y me dice las siguientes palabras para Sor Gabriella:<\/p>
1 Aqu\u00ed la escritora repite una nota referida al episodio \u201cRetiro de Jes\u00fas y Santiago de Alfeo en el Monte Carmelo\u201d, perteneciente al ciclo del Segundo a\u00f1o de vida p\u00fablica de la vasta obra sobre el Evangelio. \u201cEllos\u201d son los ap\u00f3stoles, citados en el texto. Las palabras que siguen se comprenden a la luz del dictado precedente, correspondiente al 18 de agosto.<\/p>
86
\u00abSiempre soy Aqu\u00e9l que amaba a los ni\u00f1os. Y estas criaturas son como ni\u00f1os para
M\u00ed. Y me gustar\u00eda que en la nueva Casa hubiera mucho amor para el Jes\u00fas amante de los ni\u00f1os, aun conservando el gran amor franciscano por el Jes\u00fas reci\u00e9n nacido y por el Jes\u00fas de la Pasi\u00f3n. Por eso os he citado a las Ver\u00f3nicas y os las he dado como patronas\u00bb.<\/p>
24 de agosto de 1945<\/p>
Esta ma\u00f1ana, despu\u00e9s de la Santa Comuni\u00f3n, he tenido el vivo deseo de darle a Sor Gabriella un objeto sacro, pero no ten\u00eda nada en absoluto. Se me presenta Jes\u00fas,
erguido en un peque\u00f1o prado, con su blanco atav\u00edo, a la sombra de los olivos, y me dice sonriendo: \u00abManda a comprar enseguida cinco medallas. Las bendecir\u00e9 y las mandar\u00e1s a Sor Gabriella para ella y para sus hijas\u00bb. \u00ab\u00a1Pero si las j\u00f3venes son tres!\u00bb.
\u00abHe dicho cinco, y que sean iguales\u00bb. \u00ab\u00bfAcaso hay dos de m\u00e1s para el Padre Migliorini y para Marta?\u00bb. \u00abS\u00ed, y apres\u00farate, que hay que trabajar\u00bb.
Mando a Marta a que vaya de prisa por las medallas. Mientras tanto disfruto de la presencia de Jes\u00fas, que sigue mir\u00e1ndome y sonriendo, para m\u00ed sola. Marta regresa.
Deposito las medallas en la palma de mi mano y las ofrezco; Jes\u00fas, que ten\u00eda los brazos cruzados, los abre, alza la mano derecha y las bendice. Me sonr\u00ede y me bendice tambi\u00e9n a m\u00ed… y siento que me invade un gozo, una palpitaci\u00f3n, una dulce inquietud tales que desahogar\u00eda cantando, caminando, si pudiera moverme… En cambio, estoy aqu\u00ed, en mi lecho… Luego me pongo a describir lo que veo… Pero el gozo que me ha provocado Jes\u00fas, tan condescendiente, Jes\u00fas que va bendiciendo, perdura por todo el d\u00eda aun en medio de los intensos espasmos de un dolor de cabeza que hasta me impide ver y que me saca de quicio.<\/p>
29 de agosto de 1945<\/p>
Siento la necesidad de se\u00f1alar aqu\u00ed1 un gesto bondadoso del Se-<\/p>
1 Inmediatamente despu\u00e9s del episodio perteneciente a la obra sobre el Evangelio.
87
\u00f1or. Se trata de la muerte cristiana de mi \u00fanico t\u00edo2, a quien una serie de enormes desventuras de todo tipo, adem\u00e1s de una enfermedad sumamente dolorosa y deprimente que dur\u00f3 cuarenta a\u00f1os exactos agrav\u00e1ndose cada vez m\u00e1s, hab\u00edan llevado a estar irritado con Dios.
De joven era muy devoto y practicante hasta el punto de que en casa, por broma, le llamaban \u201cel fraile\u201d. Luego se volvi\u00f3 tan contrario, tan inquieto y rebelde, que lleg\u00f3 a rayar en el odio y quiz\u00e1s hasta a alcanzarlo. Eso me hac\u00eda sufrir mucho. Las cartas que le escrib\u00eda a mam\u00e1, que era su hermana, eran una sarta de improperios, de agravios a Dios, de maldiciones a la vida, a esas dos desgraciadas que eran su mujer, que fue la causa primera de sus desventuras, y su hija, que le abandon\u00f3 despu\u00e9s de haberle quitado de nuestra casa para poder cumplir libremente sus… empresas. Tambi\u00e9n hab\u00eda maldiciones para el pr\u00f3jimo, para los m\u00e9dicos y enfermeras y otras cosas por el estilo. A m\u00ed todo eso me provocaba un disgusto tan grande que hasta llegaba a convertirse en un malestar f\u00edsico. Sin embargo, cuando pensaba en \u00e9l, yo sent\u00eda mucha piedad y mucho afecto precisamente porque le sab\u00eda tan infeliz, infeliz hasta el punto de recha- zar la \u00fanica riqueza y el \u00fanico alivio que les queda a los infelices:<\/p>
2 Se trata de Aristide Fioravanzi, de cuya muerte informa la escritora el 21 de julio de 1945, probablemente despu\u00e9s de haberlo sabido por medio de una lac\u00f3nica postal, que ha sido conservada, enviada por el \u201cP\u00edo Asilo\u201d de la Congregaci\u00f3n de Caridad de Bergamo. Vuelve a hablar de ello porque ha recibido una carta, que adjunta al cuaderno y cuyo texto transcribimos: Asilo. Bergamo 18-8-945. Se\u00f1orita, su t\u00edo muri\u00f3 el d\u00eda 14 de julio a las 13 y muri\u00f3 cristianamente. Aqu\u00ed, en el Asilo, para Navidad y para Pascuas se ha acercado siempre a los Sant\u00edsimos Sacramentos;
adem\u00e1s, en estos \u00faltimos meses lo ha hecho m\u00e1s frecuentemente. Algunos d\u00edas antes de morir alcanz\u00f3 a hacer la Santa Comuni\u00f3n una vez m\u00e1s. Qu\u00e9dese tranquila, pues se prepar\u00f3 bien para la muerte, la vio llegar, la dese\u00f3 porque (no) pod\u00eda m\u00e1s, dado que adem\u00e1s de los dolores por su artritis deformante, que aumentaban d\u00eda a d\u00eda, tuvo una alteraci\u00f3n intestinal que le hizo sufrir mucho y que le llev\u00f3 a la tumba. Acept\u00f3 la muerte con tranquilidad y serenidad, entendi\u00f3 casi hasta los \u00faltimos momentos, s\u00f3lo en las dos \u00faltimas horas qued\u00f3 inconsciente. Siempre le asistieron amorosamente el M\u00e9dico, la Hermana del pabell\u00f3n y los enfermeros. Tambi\u00e9n yo iba con frecuencia a visitarle, porque le conoc\u00eda desde hac\u00eda varios a\u00f1os por el servicio que ambos prest\u00e1bamos en el Hospital Mayor de la Ciudad y, por lo que me era posible dados los escasos medios, siempre he tratado de secundar sus deseos. Qu\u00e9dese tranquila, Se\u00f1orita; la Misericordia divina le habr\u00e1 acogido con bondad. Tratamos de sufragar su hermosa alma con Santas Misas, Santas Comuniones y Santos Rosarios. Rezar\u00e1 mucho tambi\u00e9n por Ud.; la quer\u00eda mucho y sufri\u00f3 inmensamente por Ud., sea porque sab\u00eda que bombardeaban la zona donde Ud. se hallaba, sea por la falta de noticias.
Rece Ud. tambi\u00e9n por m\u00ed y se lo retribuir\u00e9. La saludo respectuosamente. Su devota Superiora. Para los hechos y las personas que la escritora recuerda aqu\u00ed, v\u00e9ase la \u201cAutobiograf\u00eda\u201d.<\/p>
88
Dios. Adem\u00e1s, yo le quer\u00eda porque \u00e9l hab\u00eda sido la causa de un gran sufrimiento y
de una gracia grande para m\u00ed.
Cuando vino, ya enfermo, a nuestra casa en Voghera, su llegada fue acompa\u00f1ada por mis abundantes l\u00e1grimas. \u00c9l me quer\u00eda mucho, pero era una persona inquieta, nerviosa y no ten\u00eda ninguna indulgencia hacia todo lo que difer\u00eda de su modo de pensar. Hablaba perfectamente, con absoluto dominio, el franc\u00e9s, el ingl\u00e9s y el alem\u00e1n y pretend\u00eda que yo, que entonces ten\u00eda 10 a\u00f1os y ya estaba muy adelantada en franc\u00e9s, no s\u00f3lo hablara perfectamente este idioma sino que cumpliera progresos milagrosos en alem\u00e1n, que yo, entre par\u00e9ntesis, odiaba y apenas farfullaba. Adem\u00e1s, quer\u00eda ense\u00f1arme el ingl\u00e9s y le habr\u00eda gustado que lo dominara en el acto. Lo comprendo porque, dado que estaba paralizado, sus d\u00edas eran, de seguro, muy largos y \u00e9l no sab\u00eda adaptarse al ocio. Quer\u00eda colmar sus horas convirti\u00e9ndose en mi profesor de idiomas. Pero yo ya ten\u00eda que pensar en mis estudios… y si se considera que a los 16 a\u00f1os ya hab\u00eda terminado el ciclo cl\u00e1sico, se puede comprender cu\u00e1nto deb\u00eda estudiar… Pero \u00e9l no entend\u00eda nada. Era un ser original, como su hermana, y cuando quer\u00eda algo, no cejaba en su empe\u00f1o. Y el que manifestaba una opini\u00f3n contraria a la suya, deb\u00eda soportar sus caprichos, sus reproches, sus acusaciones, etc., etc. Sin embargo, me quer\u00eda. Me llamaba siempre \u00abPretty, Pobly, Darling, Mary\u00bb y con sus propias manos que, como los brazos, hab\u00edan quedado libres de la par\u00e1lisis que le hab\u00eda anquilosado los miembros inferiores, me hac\u00eda lindos cuadritos o me preparaba unos dulcecillos que yo, naturalmente, com\u00eda pero que ten\u00edan como az\u00facar mis l\u00e1grimas, pues no pasaba d\u00eda sin que \u00e9l, lament\u00e1ndose y acus\u00e1ndome de desgano, holgazaner\u00eda y testarudez, instigase a mi madre y me hiciera castigar por ella, cuya severidad a\u00fan hoy es legendaria…
Su venida agreg\u00f3 otro dolor a este dolor, pues me cost\u00f3 la separaci\u00f3n de mi casa y de mi pap\u00e1… En realidad, mi t\u00edo no ten\u00eda m\u00e1s que una par\u00e1lisis derivada de la fractura de las \u00faltimas v\u00e9rtebras, causada en Inglaterra. Pero los m\u00e9dicos, que ven y entienden lo que pueden – en realidad, muy poco – juzgaron que, adem\u00e1s del problema de la columna vertebral, estaba enfermo de los pulmones. Muri\u00f3 a los 84 a\u00f1os con una artritis deformante… y en los \u00faltimos 40 a\u00f1os no tuvo nunca problemas pulmonares… En resumidas cuentas, para los doctos
m\u00e9dicos ten\u00eda que estar enfermo de los pulmones y, por lo tanto, su cercan\u00eda era peligrosa para m\u00ed, dado que era a\u00fan
89
una ni\u00f1a. \u00a1Que Dios me perdone! Dado que los m\u00e9dicos que hab\u00edan pronunciado este veredicto eran personas \u00edntimas de mam\u00e1 desde su ni\u00f1ez y dado que el sue\u00f1o de mam\u00e1 era meterme en un colegio para \u00abmortificar mi car\u00e1cter\u00bb, como dec\u00eda ella (concepto que pap\u00e1 rebat\u00eda encarnizadamente, y s\u00f3lo en ese caso hac\u00eda frente a su mujer), pienso que mam\u00e1, con la complicidad de los m\u00e9dicos, se jugaba esta carta para obtener sus fines. Pap\u00e1 no tuvo tanta fuerza como para afirmar: \u00abEntonces, que se vaya mi cu\u00f1ado\u00bb. Se limit\u00f3 a hacerle escribir a mam\u00e1 una declaraci\u00f3n en la que dec\u00eda que era ella quien quer\u00eda mi alejamiento de casa. Esa declaraci\u00f3n la encontr\u00e9 entre los papeles de familia. De ese modo, me pusieron en un colegio… Cuatro meses m\u00e1s tarde, ingresaron a mi t\u00edo en el Hospital Civil de Bergamo, donde tambi\u00e9n le emplearon como secretario… Pero a m\u00ed me dejaron en el colegio… y as\u00ed perd\u00ed la alegr\u00eda de gozar de la compa\u00f1\u00eda de mi pap\u00e1 en los \u00faltimos meses de su integridad f\u00edsica y mental.
Despu\u00e9s se convirti\u00f3 en un ser bueno pero… cansado, de escasa memoria y voluntad… Y no me qued\u00f3 m\u00e1s que el consuelo de las caricias… y el tormento de verle tan disminuido.
Todo esto sucedi\u00f3 por culpa de mi t\u00edo. \u00c9stos fueron los sufrimientos que me caus\u00f3. La gracia fue encontrar en el colegio, como si hubiera vuelto desde muy lejos y me hubiera dado una cita de amor all\u00ed, a mi Jes\u00fas, que ya hab\u00eda entrevisto entre las brumas de la infancia en lo de las Orsolinas y que luego hab\u00eda perdido de vista. No le perd\u00ed en cuanto a la fe, pero le perd\u00ed de vista. Era mi Jes\u00fas doliente, que en el colegio se me mostr\u00f3 en todas las sonrientes y confortantes delicias de su dulc\u00edsimo Coraz\u00f3n, quiz\u00e1s porque entonces ya cargaba yo con una cruz demasiado pesada sobre mis espaldas… Y ahora soy lo que soy porque en esa \u00e9poca pertenec\u00ed s\u00f3lo a \u00c9l, totalmente y por largo tiempo. En el colegio me nutr\u00ed de vida profunda y fuertemente cristiana y me enamor\u00e9 conscientemente de Jes\u00fas en esa edad en la que ya sab\u00eda lo que quer\u00eda (10-16 a\u00f1os); por eso, despu\u00e9s pude resistir a todas las circunstancias que hac\u00edan presi\u00f3n en mi fe amorosa para derribarla y destruirla, iy s\u00ed que fueron muchas!…
Desde los 18 hasta los 25 a\u00f1os mi fe sufri\u00f3 muchas vacilaciones. Pero luego… Jes\u00fas vino por la tercera vez y ya no me ha dejado…
He aqu\u00ed el motivo por el cual le quer\u00eda a ese t\u00edo que ahora ha muerto. Cuando muri\u00f3 mi mam\u00e1
– que, como de costumbre, me hab\u00eda acusado anticipadamente de que yo no socorrer\u00eda ni amar\u00eda a mi t\u00edo -, me encargu\u00e9 inmediatamente de su cuidado. Le escrib\u00eda y
90
le mandaba dinero para sus peque\u00f1os caprichos de enfermo. Hasta dispuse en el testamento que mi heredero estuviera obligado a seguir mand\u00e1ndole el cheque mensual por toda la vida. Y, contempor\u00e1neamente, desde mi primera carta, le expliqu\u00e9 muy claro mi modo de pensar, mi fe, mi amor hacia el buen Dios, mi respeto hacia la Iglesia, etc., etc. \u00bfY sabe lo que termin\u00e9 por decirle? Pues: \u201cSoy as\u00ed y as\u00ed debes aceptarme. No juzgo tus ideas, aunque me duele saber que no tienes fe, porque s\u00e9 que eso te priva del \u00fanico consuelo que podr\u00edas tener. Pero te ruego que no faltes de respeto a las m\u00edas\u201d. Me entendi\u00f3 tan bien que se acerc\u00f3 inmediatamente a los Sacramentos y me mand\u00f3 la hojita de su Comuni\u00f3n, como har\u00eda un pobre ni\u00f1ito que quiere demostrar que se ha portado bien… \u00a1Pobre t\u00edo!
Ahora la Superiora me escribe cont\u00e1ndome que se hab\u00eda vuelto un ferviente cristiano y que como cristiano muri\u00f3 serenamente y que, hasta que pudo hablar, habl\u00f3 de m\u00ed con afecto. \u00bfAcaso no es un gesto de bondad del Se\u00f1or? \u00a1Me apenaba tanto pensar que pod\u00eda morir sin ser amigo de Dios! Y Dios me contenta, demostr\u00e1ndome
que no se ruega y se sufre sin obtener, y tambi\u00e9n que una franca profesi\u00f3n de fe puede dar un fuerte sacud\u00f3n a las personas y volverlas a Dios.
\u00a1Pobre t\u00edo, que ha muerto tan solo!… \u00bfTambi\u00e9n a m\u00ed me pasar\u00e1 as\u00ed? \u00a1Pobre t\u00edo, que estuvo sin noticias por tanto tiempo a causa de la guerra! Pero ahora sabr\u00e1 que yo experimentaba por \u00e9l la misma ansiedad que \u00e9l sent\u00eda por m\u00ed durante los meses de guerra y de imposibilidad de cartearnos. Ahora sabe todo y est\u00e1 en paz.
Y, dado que estoy dispuesta a contarle cosas m\u00edas, tambi\u00e9n le voy a referir un hecho, que no tiene relaci\u00f3n con lo del t\u00edo, y que, en pocos d\u00edas, ha sucedido tres veces. De repente, oleadas de un intenso perfume de flores y de fin\u00edsimos inciensos, como el benju\u00ed y otras resinas semejantes, inundan mi cuarto y luego, del mismo modo imprevisto, se van. Ayer las advirti\u00f3 tambi\u00e9n Marta, que estaba sentada lejos de m\u00ed. Cerca de mi lecho el perfume es fort\u00edsimo.
Hac\u00eda ya meses que no lo advert\u00eda.
91<\/p>
\u00a0<\/p>
\u00a0<\/p>
Jes\u00fas me dice1:
2 de septiembre de 1945
\u00abEl punto que trata de la re-posesi\u00f3n de Satan\u00e1s se refiere tambi\u00e9n a tu primo2. El demonio encontr\u00f3 la casa limpia y vac\u00eda y volvi\u00f3 con otros siete esp\u00edritus peores que el primero. Por ahora a\u00fan no ha entrado el esp\u00edritu mayor, el que lo domin\u00f3 en sus siervos por tantos a\u00f1os. Valen para \u00e9l tambi\u00e9n las frases finales de Jes\u00fas en la disputa con escribas y fariseos en Cafarna\u00fam: \u201cEste segundo estado de un convertido que vuelve a pervertirse es peor que el primero. Ya no hay m\u00e1s posibilidad de mejor\u00eda ni de cura\u201d. S\u00e9 que causa dolor. Pero es la verdad. Te habl\u00e9 de esto desde noviembre porque su ca\u00edda comenz\u00f3 desde que se alej\u00f3 de ti. Dices: \u201c\u00a1Sin embargo, todos me hab\u00edais dado esperanzas!…\u201d. S\u00ed, te las dimos para darte una hora de alivio en medio de la amargura que te rodeaba y que, en buena parte, proven\u00eda de ellos. Pero t\u00fa le has visto siempre tal como es. Recu\u00e9rdalo. \u00a1Oh, hay tantos as\u00ed!… \u00bfQuieres saber si tienes que seguir rezando? Debes hacerlo siempre. Porque es un deber rezar por los pecadores hasta que permanezcan en esta Tierra. Luego…\u00bb
Jes\u00fas no dice nada m\u00e1s. Mientras yo, que por muchas causas tengo el coraz\u00f3n oprimido, me echo a llorar.
Lloro desde ayer noche. He llorado ya antes de recibir estas palabras. Porque pienso que su ego\u00edsmo, su falso afecto y la bajeza de su \u00e1nimo han llegado al m\u00e1ximo y se han puesto al descubierto completamente, justo como hoy. He llorado tambi\u00e9n porque la presencia de la persona que se hospeda en mi casa – un se\u00f1or de Mantua, con la misma profesi\u00f3n, con muchas semejanzas con mi primo en el lenguaje, en los gestos, en las actitudes – evoca en m\u00ed de modo m\u00e1s vivo la imagen del Giuseppe de los mejores tiempos, cuando era no s\u00f3lo un pariente sino tambi\u00e9n un amigo m\u00edo, no un enemigo sin piedad alguna… Y, como a pesar de su conducta hacia m\u00ed, a\u00fan mantengo mi afecto por ellos, este doliente afecto – aturdido por los golpes que, cada vez m\u00e1s fuerte y de modo continuo le propinan desde hace dos a\u00f1os – se estremece, recuerda y sufre a\u00fan m\u00e1s. Ellos, en su inconmensurable soberbia, no lo creer\u00edan. Pero tampoco lo sabr\u00e1n… No lo sabr\u00e1n nunca. Ser\u00eda in\u00fatil.<\/p>
1 Despu\u00e9s del \u00faltimo trozo escrito el 2 de septiembre de 1945, perteneciente a la obra sobre el Evangelio.
2 Ya ha sido mencionado en la nota 2 del diario del 22 de mayo de 1945.
92
Cr\u00e9ame, la conducta que observan, cuyas causas y cuyos extremos materiales y
espirituales conozco, es para m\u00ed m\u00e1s dolorosa que los sufrimientos que ahora me atormentan tambi\u00e9n las manos y me impiden descansar aun durante el sue\u00f1o. \u00a1Pero hay que tener paciencia y seguir adelante! Con la inevitable comparaci\u00f3n que hago entre la conducta de mis parientes y la de los que no lo son, han conseguido envenenarme hasta las gentilezas que podr\u00edan procurarme un alivio… Am\u00e9n…<\/p>
8 de septiembre de 1945<\/p>
Es un d\u00eda de fiesta… un d\u00eda de recuerdos… y un d\u00eda de comparaciones. Por eso, es un d\u00eda que podr\u00eda hacerme sufrir. Desde ayer, Jes\u00fas le… suministra a mi sufrimiento la anestesia de su amor sensible. Para evitar que pensara en mis problemas, humanos y dolorosos, ayer se me acerc\u00f3 y me sirvi\u00f3 de maestro hasta en materias profanas.
Voy a explicarle. Hace unos d\u00edas, yo estaba hablando con mi joven inquilino1, que est\u00e1 a punto de ingresar en la Facultad de Filosof\u00eda y Letras y que est\u00e1 atravesando un periodo muy agitado por el contraste entre su vida de Joven Cat\u00f3lico, como era ayer, y la de hoy que… tiende a ser la de un Joven Comunista, a causa de la sugesti\u00f3n que obran sus compa\u00f1eros y de su disgusto por las faltas del clero, que se le han evidenciado de modo brutal en estos tiempos en que hay que evacuar las ciudades, tiempos de ego\u00edsmo y ruindad. Mientras habl\u00e1bamos de literatura y de filosof\u00eda, me pregunt\u00f3 si me gustaba S\u00f3crates.
\u00bfQue si me gusta? Por cierto; ya me ha gustado siempre por m\u00ed misma, pero desde que Jes\u00fas me instruye me gusta a\u00fan m\u00e1s, porque le entiendo mejor. Es verdad que de S\u00f3crates poseo solamente el Eutifr\u00f3n y la Apolog\u00eda. Pero cuando era… una borriquilla, me sirvieron para que no me degradara por m\u00ed misma. No degradarse ya es prepararse a elevarse.
El joven me trajo el Fed\u00f3n. Tengo poco tiempo y pocas ganas para leer, tanto cosas serias como tonter\u00edas. Pero, si bien no derrocho mi escaso tiempo leyendo tonter\u00edas, logro encontrar un momento para dedicarlo a lecturas serias lo que, adem\u00e1s, me es \u00fatil para apar-<\/p>
1 Puede que se trate del joven de Mantua mencionado el 2 de septiembre.<\/p>
93
tar mi mente de la acostumbrada tarea. Pues lo que parece extra\u00f1o – pero no lo es – es que, mientras deseo este trabajo con todo mi ser, cada tanto siento la necesidad de dejar vagar mi yo en otros pensamientos que no sean los sobrenaturales, como si fuera un descanso de la parte que no es espiritual, o mejor dicho, de la parte material y de la parte moral. Por lo tanto, acept\u00e9 el Fed\u00f3n dici\u00e9ndome a m\u00ed misma: \u201cSi Jes\u00fas permite que lo reciba, es se\u00f1al que obtendr\u00e9 beneficios de su lectura\u201d. \u00a1Jes\u00fas ha procedido siempre as\u00ed! Ha puesto en mis manos o me ha puesto en contacto con libros o personas de las que he obtenido beneficios para m\u00ed o para ellas.
Empec\u00e9, pues, la lectura. Pero la Mar\u00eda Valtorta que le\u00eda el Fed\u00f3n ya no era la Mar\u00eda Valtorta que tiempo atr\u00e1s hab\u00eda le\u00eddo el Eutifr\u00f3n. Ahora era y es el \u201cportavoz\u201d. Y, debido a ese fen\u00f3meno que me sucede cuando Jes\u00fas lo quiere, las palabras se iluminan con una luz sobrenatural y se enriquecen con referencias sobrenaturales.
\u00bfRecuerda cuando le\u00eda esos libros de Ubaldi2 y, dado que Dios as\u00ed lo quer\u00eda, extra\u00eda de ellos pensamientos profundamente cristianos? Ud. ha sonre\u00eddo ante esta… propiedad m\u00eda de ver, sentir, gustar, comprender solamente a Dios hasta en las obras de un
demonio. En cambio, yo me lo explico perfectamente. Es que Dios me ha puesto unas… lentes especiales, milagrosas, que anulan las palabras malvadas y las transforman en palabras buenas. Pienso en el Evangelio… \u201cPisar\u00e9is serpientes y escorpiones y no os har\u00e1n da\u00f1o\u201d’. \u00a1Dios es bueno!
Pero volvamos al Fed\u00f3n: yo le\u00eda y sent\u00eda tambi\u00e9n all\u00ed la presencia de lo sobrenatural, pero no sab\u00eda gustar su verdad. Jes\u00fas vino a mi lado, a la derecha de mi lecho, cerca de la cabecera, casi a mis espaldas y empez\u00f3 a se\u00f1alarme con la mano derecha, mientras ten\u00eda la izquierda sobre mi hombro izquierdo, los renglones que me explicaba y de ese modo me hizo una lecci\u00f3n hermos\u00edsima, tan hermosa que yo estaba extasiada. Me extasiaba sentirme estrechada a \u00c9l hasta sentir el calor de su cuerpo y me extasiaban sus explicaciones que resultar\u00edan s\u00f3lo una copia sumamente enrevesada si yo me propusiera repetirlas. Pero, en cambio, la luz ha quedado en m\u00ed.
Recuerdo bien solamente esa frase sobre la reminiscencia de la que le habl\u00e9:
\u00abHabl\u00e9 de esto en la Infancia de Mar\u00eda. Las almas recuerdan porque provienen de la Luz y as\u00ed como cuando se forma un<\/p>
2 V\u00e9ase la nota 5 del 14 de noviembre en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.
3 Lucas 10, 19.
94
rayo molecular amalgama los elementos esparcidos en el \u00e9ter y los lleva consigo, ellas, del mismo modo, llevan consigo part\u00edculas de la Inteligencia eterna. Y, cuanto m\u00e1s l\u00edmpida es el alma por obra de la Gracia y cuanto m\u00e1s activa es por obra de la Voluntad, tanto m\u00e1s recuerda. No recuerda como dice el fil\u00f3sofo griego – que posee s\u00f3lo una semirrevelaci\u00f3n, una religi\u00f3n apenas vislumbrada, y por lo tanto no puede poseer la Verdad total – sino como Yo lo digo. El alma no recuerda porque revive, sino que recuerda porque proviene de donde ya todo es conocido\u00bb. Tambi\u00e9n habl\u00f3 del renacer, pero no me acuerdo bien. S\u00e9 que dijo que S\u00f3crates sigui\u00f3 este pensamiento en l\u00ednea recta hasta que pudo y que luego, al faltarle el conocimiento de la Verdad divina, perdi\u00f3 la v\u00eda recta y repleg\u00f3 hacia lo bajo en lugar de proseguir la ascensi\u00f3n. Recuerdo que Jes\u00fas dijo: \u00abS\u00ed, se vive una segunda vida, pero ya no en la Tierra. Se vive con el esp\u00edritu, en otros reinos\u00bb, pero el resto se me ha olvidado.
Me gustar\u00eda que me dictara sus explicaciones porque luego ya no tendr\u00e9 el libro y… se me borrar\u00e1 todo. Pero m\u00e1s a\u00fan me gusta tenerle como maestro de escuela… de todo el saber. Es un maestro paciente y sagaz. Pero la alumna es una borrica y cuando \u00c9l cierra el libro, ya no s\u00e9 repetir nada… Quedo sumida en el gozo… y las maldades del mundo ya no existen…
Ayer noche sonre\u00eda con los ojos cerrados, con una expresi\u00f3n de beatitud tal que Marta crey\u00f3 que hab\u00eda ca\u00eddo en un ext\u00e1tico sopor. No era as\u00ed. Estaba bien despierta, pero o\u00eda palabras tan excelsas que llevaban al \u00e9xtasis y, en cuanto a ver, no me necesitaban ojos… Sigo estando, ahora y siempre, con el dulce Jes\u00fas a mi lado… y me siento bienaventurada… Es su regalo, su piedad hacia su Mar\u00eda en el d\u00eda de Santa Mar\u00eda Ni\u00f1a.<\/p>
14 de septiembre de 1945<\/p>
Miro pasar las horas de este d\u00eda de la Santa Cruz, despu\u00e9s del tremendo sufrimiento que casi me llev\u00f3 a la muerte, despu\u00e9s de tres d\u00edas de agon\u00eda, despu\u00e9s de la Confesi\u00f3n y la Comuni\u00f3n de esta ma\u00f1ana, mientras a\u00fan me siento muy mal, con un atroz dolor de cabeza y una pesadez somnolienta en el cuerpo agotado; la carne desea-
r\u00eda solamente descanso y silencio, a la vez que el alma tiende a la Palabra. 95
Pienso que en el tremendo periodo de Compito1 me aferr\u00e9 a la Cruz justo como al \u00faltimo apoyo para no hundirme. Pienso que, en el viaje de regreso, habr\u00eda querido entrar en la iglesia de San Mart\u00edn para dar \u201cgracias\u201d a mi Salvador. Pienso que el 10 por la ma\u00f1ana, mientras agonizaba, se me volvi\u00f3 a presentar la cumbre del Calvario con las tres cruces: una, despojada de su m\u00e1rtir; la otra, inclinada hacia el suelo bajo el peso del martirio, como para depositar su fruto atormentado, y la otra todav\u00eda en pie. Se me presentaron as\u00ed como las vi cuando estaba muriendo Antonietta Dal Bo2. Pienso tantas cosas. Pienso tambi\u00e9n que el otro d\u00eda Jes\u00fas, haci\u00e9ndome de enfermero, me ayud\u00f3 m\u00e1s que todos los dem\u00e1s pues, sin quitarme el dolor – que s\u00f3lo \u00c9l sabe cu\u00e1n grande es, un dolor inimaginable – me apacigu\u00f3. Pienso que, por cierto, sufr\u00eda al hacerme sufrir, pero que deb\u00eda hacerlo porque hab\u00eda un alma que deb\u00eda ser r\u00e9scatada o ayudada con este gran dolor. Y mientras Jes\u00fas me ayudaba, Satan\u00e1s intentaba turbarme… y lo intenta a\u00fan. Pienso, pienso…
Se me dejar\u00eda en paz enseguida y, a lo mejor, se me ayudar\u00eda materialmente, si accediera a no escribir m\u00e1s lo que Jes\u00fas quiere que escriba. Pero no puedo hacer eso. Si los que critican o niegan o se burlan reflexionaran sobre el hecho de que esta tarea de \u201cportavoz\u201d no significa para m\u00ed ni una ventaja econ\u00f3mica ni de otra especie, sino que implica s\u00f3lo cansancio y sufrimientos de todo tipo y, sobre todo, si experimentaran todo lo que sufro y siento yo, comprender\u00edan inmediatamente que debo hacer lo que hago porque Dios lo quiere y que lo hago sin obtener ning\u00fan beneficio material o moral.<\/p>
1 V\u00e9ase, en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d, el 24 de abril, nota 1.
2 V\u00e9ase \u201cLos cuadernos. 1944\u201d, nota 2 del diario del 4 de enero.
16 de septiembre de 1945<\/p>
\u00bfPodr\u00e9 escribir o describir por completo? \u00bfQu\u00e9 suceder\u00e1 despu\u00e9s? Cualquiera se har\u00eda estas preguntas. Yo no me lo pregunto y sigo adelante, pidi\u00e9ndole disculpas si mi escritura es m\u00e1s indescifrable que de costumbre.
96<\/p>
3 de octubre de 1945<\/p>
\u00a1Tambi\u00e9n hoy, con mucha paciencia por ambas partes, hemos terminado!1 Ayer tuve veintitr\u00e9s interrupciones; hoy he tenido catorce. Si no fuera porque la infinita paciencia de Jes\u00fas irradia y se difunde de \u00c9l a m\u00ed, le aseguro que me volver\u00eda hidr\u00f3foba. \u00a1Pero \u00c9l es tan paciente! Suspende, retoma y est\u00e1 siempre calmo y sonriente. Ya no logro perder la paciencia por las molestas interrupciones que me obligan a cerrar el cuaderno y dejar la pluma, a lo mejor por pocos minutos, para velar el misterio que se cumple tan dulce y secretamente y ocultarlo a las curiosidades in\u00fatiles. Y ya es un considerable milagro haber hecho de m\u00ed una persona paciente…
Claro que lo soy porque s\u00e9 que all\u00ed est\u00e1 \u00c9l dict\u00e1ndome sin perder el hilo. Porque, en cambio, cuando estoy escribiendo una carta u otra cosa, enseguida pierdo el hilo y la paciencia aunque s\u00f3lo est\u00e9n hablando cerca de m\u00ed, como ha sucedido esta ma\u00f1ana. Marta sabe muy bien cu\u00e1ntas veces exclamo: \u00ab\u00a1Silencio! \u00a1Cierra la puerta!\u00bb cuando estoy escribiendo por mi cuenta…<\/p>
1 Se rifiere al episodio que acaba de escribir en la obra sobre el Evangelio.<\/p>
4 de octubre de 1945<\/p>
Como el a\u00f1o pasado, Jes\u00fas me muestra en esta fecha1 \u201cuna viejecita que no rehuye a Jes\u00fas\u201d…
\u00bfComprende Ud. qu\u00e9 gran dolor es \u00e9ste para m\u00ed? S\u00f3lo ella, s\u00f3lo mi mam\u00e1, solamente ella, no acogi\u00f3 a Jes\u00fas… Se trata siempre del mismo dolor \u00bfsabe Ud.? Es un dolor m\u00e1s fuerte que el de la misma muerte. Es el dolor que siento siempre cuando veo un alma que rechaza al Se\u00f1or, que se aparta de \u00c9l. Pero en el caso de mi mam\u00e1 se acent\u00faa todav\u00eda m\u00e1s porque, debido al amor que siento por ella, habr\u00eda querido su total uni\u00f3n con mi Jes\u00fas… Por eso, no me faltaron l\u00e1grimas tambi\u00e9n este a\u00f1o… Y ni pregunto como el a\u00f1o pasado: \u00ab\u00bfPor qu\u00e9 ella no te quiso?\u00bb. Jes\u00fas ya me ha respuesto el a\u00f1o pasado2… Por eso lloro.<\/p>
1 Es el aniversario de la muerte de Iside Fioravanzi, su mam\u00e1, que falleci\u00f3 el 4 de octubre de 1943.
2 V\u00e9ase el diario del 27 de septiembre en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.<\/p>
97
Sin embargo, me llegan unas palabras no s\u00e9 desde qu\u00e9 profundidad celeste;
tampoco s\u00e9 qui\u00e9n las dice ni qui\u00e9n las evidencia pero, dado que es algo tan inmaterial que es a\u00fan mucho menos tangible que las \u201cvoces\u201d habituales, que es s\u00f3lo \u201cun pensamiento que se ilumina y aporta paz\u201d, pienso que me las trae mi \u00c1ngel custodio:
\u00abTus padres han sido confiados a manos clementes. Tu padre reclin\u00f3 la cabeza en el regazo del Ap\u00f3stol al que fueron conferidos todos los poderes absolutorios y del que conoces la franca, afectuosa bondad y llaneza. A tu padre vino a acogerle Pedro, porque Pedro pod\u00eda comprender muy bien la justicia de tu padre. Tiene a San Jos\u00e9, a San Pedro… \u00bfy a\u00fan tiemblas por \u00e9l? \u00a1No debes hacerlo! El Ser\u00e1fico, es decir, Francisco, el amado por Jes\u00fas, aqu\u00e9l a quien nada se niega en el Cielo y desde el Cielo, vino a recoger el alma de tu madre entre sus palmas heridas. En verdad, tu madre le veneraba y por eso, Francisco vino. \u00bfAcaso no recuerdas que se dice que salva a quienes le son devotos?…\u00bb.
Es verdad. Se reaviva la esperanza… \u00bfY a m\u00ed qui\u00e9n me recoger\u00e1? \u00bfA m\u00ed, que estoy tan mal; a m\u00ed, a quien el tormento de Satan\u00e1s roe como una carcoma? Este tormento no me da tregua.
Como no puede forzarme de otra manera, me fuerza as\u00ed: insinuando que quien escribe soy yo, o sea, que no es Jes\u00fas quien evoca las visiones y dicta. Sabe que, si yo pudiera persuadirme de semejante cosa, me encerrar\u00eda en la desolaci\u00f3n y en el terror de haber pecado y tendr\u00eda miedo de la muerte y del Juicio. \u00a1Oh, cu\u00e1nto me tortura! Me trastorna tanto con su voz ininterrumpida que, tan pronto como Jes\u00fas apaga las visiones y enmudece las palabras, pierdo cualquier posibilidad de gozar de todo lo que constituye mi vida, o sea, de lo sobrenatural que me envuelve y me convierte en \u201cportavoz\u201d.
\u00bfA vosotros, los que los le\u00e9is, os parecen tan hermosos estos episodios? Antes, tambi\u00e9n a m\u00ed me parec\u00edan as\u00ed. Ahora, aparte el aspecto art\u00edstico, no tienen otro atractivo. Busco y vuelvo a buscar in\u00fatilmente las frases que, mientras eran pronunciadas, me elevaban hacia lo alto, hacia la beatitud. Pienso y vuelvo a pensar in\u00fatilmente en esas actitudes cuya dulzura, mientras las ve\u00eda, me impresionaba tanto… Todo est\u00e1 apagado, todo es ceniza. El Para\u00edso – porque seguramente esto es ya un
para\u00edso – ha perdido sus fulgores; mejor dicho: se despliega ante m\u00ed mientras dura mi cotidiano servicio de portavoz y me inunda con toda su luz, sus cantos, su j\u00fabilo y dulzura. Luego, cuando termina la tarea, se cierra herm\u00e9ticamente y quedo envuelta 98
y sumergida en las tinieblas, en la oscuridad, sin m\u00e1s voces que las de la Duda y la Negaci\u00f3n que provoca y escarnece. \u00bfAcaso no es \u00e9sta una pena enorme? Sin embargo, no quiero desesperarme ni decir: \u201cDejo de hacerlo porque es una obra m\u00eda\u201d. \u00a1No, no lo es por cierto! Yo no podr\u00eda hacer esto, especialmente ahora que estoy agotada y abru- mada por tantas cosas y que ignoro muchas otras; en el estado de debilidad f\u00edsica y de profundo dolor moral en que me encuentro, todo esto s\u00f3lo podr\u00eda nausearme y no escribir\u00eda nada. Materialmente, me ser\u00eda imposible pensar; moralmente, me nausear\u00eda pensar…
Enciendo la radio al azar y la sintonizo en Radio Florencia, que transmite su programa de las 17 y 30. Nunca lo hago porque, a esa hora, Radio Florencia transmite solamente \u201cpalabras\u201d y, en cambio, prefiero escuchar m\u00fasica y no palabras. Oigo que la locutora dice: \u00abDentro de poco vamos a transmitir la funci\u00f3n desde la bas\u00edlica de As\u00eds, que terminar\u00e1 con la bendici\u00f3n impartida por el reverend\u00edsimo Cardenal Canali con la reliquia de la bendici\u00f3n escrita por San Francisco\u00bb. Escucho: es la paz que llega a m\u00ed. Me la trae mi San Francisco, el primero que me confort\u00f3 en Compito3…<\/p>
3 Se trata de la localidad en que vivi\u00f3 durante la evacuaci\u00f3n. V\u00e9ase el texto del 1\u00b0 de mayo en \u201cLos cuadernos. 1944\u201d.<\/p>
5 de octubre de 1945<\/p>
Acabo de salir de una crisis tremenda. Ud. mismo la ha visto y ya es suficiente.
Pero quiz\u00e1s pueda interesarle saber que, justo cuando me sent\u00eda morir y le he pedido la Santa Comuni\u00f3n como Vi\u00e1tico, no s\u00f3lo se han aliviado mis sufrimientos y mejorado mi grave condici\u00f3n, sino que he sido confortada primero solamente por Jes\u00fas, luego por Mar\u00eda y despu\u00e9s, sucesivamente, por San Juan Ap\u00f3stol, San Pedro Ap\u00f3stol, mi \u00c1ngel de la Guarda, San Francisco y, por \u00faltimo, San Jos\u00e9. Me habr\u00eda gustado tanto ver tambi\u00e9n a Santa Teresita del Ni\u00f1o Jes\u00fas, pero no ha venido. Todos los dem\u00e1s se han quedado conmigo aun despu\u00e9s de que Ud. se hab\u00eda ido. Jes\u00fas estaba a la derecha de mi cabecera; Mar\u00eda, a la izquierda y dec\u00edan: \u00abAsistamos a nuestra hijita enferma\u00bb. El \u00e1ngel estaba en adoraci\u00f3n. \u00a1Qu\u00e9 raro, siempre le veo junto a la Virgen! Cerca del escritorio estaba San Jos\u00e9, de pie, con su dulc\u00edsima mirada algo melanc\u00f3lica. Cerca de \u00e9l ve\u00eda a San Pedro,
99
sentado en una silla y algo inclinado hacia adelante. Entre San Pedro y el \u00e1ngel, estaba San Juan, de pie. No s\u00e9 si Ud. ha notado que yo sonre\u00eda: le estaba sonriendo al p\u00e1lido San Francisco que, con gran humildad, casi se escond\u00eda en un rinc\u00f3n junto a la puerta. Me sent\u00eda muy acudida, pero tambi\u00e9n \u00a1cu\u00e1n grandes eran los sufrimientos! Lo importante es que, al venir mis amigos, Satan\u00e1s se va.
Padre, estoy muri\u00e9ndome. Sor Saviane1 tiene raz\u00f3n. La corona casi est\u00e1 terminada y la mayor parte de mis sufrimientos ya se ha acabado. Pero, \u00bfpor qui\u00e9n estoy sufriendo tanto? He ofrecido mis sufrimientos por una madre, por Sor Saviane, por Sor Gabriella, por los \u201chermanos separados\u201d, por el joven que vive en mi casa, y luego por Ud., por Marta, por los parientes. Pero por ninguno de \u00e9stos debo sufrir de este modo. Entonces, \u00bfpor qui\u00e9n debo sufrir? He incluido en este fin tambi\u00e9n el perd\u00f3n otorgado a
Giuseppe. He dicho: perd\u00f3n. Lo que experimentaba antes, el aprecio, se ha perdido. Pero quiero irme sin guardar rencor hacia nadie. Estoy contenta de haber definido todo lo relativo a la casa. Cuando uno est\u00e1 agonizando, se le acuerda todo y todo le turba.
Tambi\u00e9n lo referente a Marta est\u00e1 en orden. Ahora todo est\u00e1 en orden en la Tierra. \u00bfY en mi alma estar\u00e1 todo en orden, de modo que est\u00e9 en paz al final de la vida?
El m\u00e9dico protesta porque escribo. Naturalmente, cree que mi tendencia a escribir es \u201cun romanticismo de vieja solterona\u201d. Y eso le lleva a desviarse de un diagn\u00f3stico exacto.
Terminar\u00e1 por inclinarse hacia un dictamen de histeria y en su mente este deseo m\u00edo de escri- bir tomar\u00e1 los nombres de \u201cman\u00eda reevocatoria\u201d o de \u201cdesahogos de mujer desilusionada\u201d que, al menos, quiere so\u00f1ar lo que la vida le ha negado y se cuenta a s\u00ed misma una linda historia. Dice que, de este modo, siempre consumo f\u00f3sforo… En verdad, es Jes\u00fas el que consume su f\u00f3sforo… yo no hago m\u00e1s que trazar signos en el papel para registrar su \u201cf\u00f3sforo\u201d. \u00bfPero c\u00f3mo puede dec\u00edrsele esto a un m\u00e9dico y encaminarle hacia una justa conclusi\u00f3n? \u00bfPuede decirme Ud. c\u00f3mo tenemos que hacer?
Por lo pronto, hoy descanso. Y de este modo, se va acabando la vida y tengo a\u00fan tanto por corregir y por o\u00edr…
He escrito estas p\u00e1ginas porque creo que era necesario escribirlas. \u00bfHa visto qu\u00e9 caligraf\u00eda?2…<\/p>
1 V\u00e9ase \u201cLos cuadernos. 1944\u201d, nota 3 del diario del 21 de julio.
2 Las dos p\u00e1ginas aut\u00f3grafas correspondientes al 5 de octubre est\u00e1n escritas con mano poco firme.<\/p>
100<\/p>
8 de octubre de 1945<\/p>
Dice Jes\u00fas:
\u00abVen Mar\u00eda, voy a consolarte con una luz que ser\u00e1 s\u00f3lo para ti. Te comentar\u00e9 un nuevo aspecto de la frase evang\u00e9lica: \u201cPisar\u00e9is serpientes y escorpiones y nada os har\u00e1 da\u00f1o\u201d1.
El que est\u00e1 colmado de M\u00ed puede pisar todas las doctrinas humanas y vivir sin da\u00f1o en medio de quienes est\u00e1n colmados del propio veneno. Se puede interpretar tambi\u00e9n de este modo.
Porque si, en realidad, en otras \u00e9pocas los bendecidos por M\u00ed estuvieron inmunizados de las mordeduras de las fieras, de los venenos y otros peligros hasta que as\u00ed lo quise, los que ahora est\u00e1n bendecidos por M\u00ed y viven en la atm\u00f3sfera corrupta de una sociedad id\u00f3latra y en- demoniada, del mismo modo est\u00e1n preservados de todo mal por mi voluntad. Ellos est\u00e1n en M\u00ed y Yo en ellos. No queda lugar para nada m\u00e1s. Ning\u00fan veneno arraiga donde mi amor, nuestro amor – el de Jes\u00fas y el del predilecto de Jes\u00fas – neutraliza todo veneno.
Peque\u00f1a predilecta, qu\u00e9date en paz. Yo recojo tus sufrimientos, tus l\u00e1grimas, tus plegarias por todos.
Te has conmovido porque cerca de Bel\u00e9n se ha encontrado una piedra con algunas referencias acerca de mi crucifixi\u00f3n. Se trata de una piedra. Sirve para los soberbios y nada m\u00e1s. La alta reevocaci\u00f3n de mi Pasi\u00f3n que Yo les he dado a los hombres de fe a trav\u00e9s de tu fatiga es mucho, mucho, much\u00edsimo m\u00e1s. Pero el hombre propenso a creer en la \u00e1rida e incierta piedra, ser\u00e1 \u00e1rido e inseguro ante ese documento de mi dolor que te he dado para \u00e9l.
Deja de lado las piedras y alim\u00e9ntate con el llanto de mi Pasi\u00f3n, que conoces tan bien. Que mi Pasi\u00f3n sea tu consuelo. Qu\u00e9date en paz\u00bb.<\/p>
1 Lucas 10, 19.<\/p>
\u00a0<\/p>
13 de octubre de 1945<\/p>
Ayer noche, a las 23, mientras todos dorm\u00edan y yo intentaba conciliar el sue\u00f1o y descansar, se me apareci\u00f3 Jes\u00fas, tal como siempre aparece ante m\u00ed, es decir, con una t\u00fanica de lana blanca. En la mano derecha sostiene un c\u00e1liz de metal, alargado y m\u00e1s bien estrecho. Se
101
me acerca por el lado derecho de mi cama. Sonr\u00ede tristemente. Pero su sonrisa me da coraje, porque comprendo que su melancol\u00eda no es por m\u00ed sino que, al contrario, viene a m\u00ed para encontrar alivio. Pone su mano izquierda en mi hombro izquierdo y me atrae hacia S\u00ed, mientras con la derecha me acerca el c\u00e1liz a los labios y me dice: \u00abBebe\u00bb. El c\u00e1liz est\u00e1 lleno de un l\u00edquido que parece agua pura. Lo entreveo en el instante en que Jes\u00fas me lo tiende y me obliga a beber.
Bebo. \u00a1Qu\u00e9 amargura! \u00a1Oh! \u00a1no es por cierto el embriagador c\u00e1liz del Jueves santo, rebosante de la Sangre viva de mi Se\u00f1or!, \u00a1de esa Sangre dulce, densa, de la que nunca habr\u00eda apartado los labios!1… En cambio, \u00e9sta es un agua de una amargura tan desagradable que ning\u00fan medicamento podr\u00eda igualarla. Roe la garganta; roe el es- t\u00f3mago, lo crispa por el disgusto; hace saltar las l\u00e1grimas; perdura como el ardor de un \u00e1cido que quema.
Jes\u00fas me hace beber solamente un sorbo… y luego aparta \u00c9l mismo el c\u00e1liz y explica: \u00ab\u00c9ste es el c\u00e1liz en que Yo beb\u00ed en el Getseman\u00ed. Pero lo beb\u00ed todo, hasta el fondo y en el fondo est\u00e1 lo m\u00e1s amargo. \u00c9ste es el c\u00e1liz que las culpas de los hombres colman todos los d\u00edas y que luego ellos tienden hacia el Cielo para que Yo beba siempre de \u00e9l. Mas Yo puedo beber solamente el Amor infinito. Y entonces, se lo ofrezco a los generosos, a los predilectos.
\u00a1Gracias por este sorbo!, ahora voy hacia otras almas dilectas. Te bendigo en el nombre del Padre, en Mi nombre y en nombre del eterno Amor\u00bb. Y se va dej\u00e1ndome la boca y el est\u00f3mago abrasados por el t\u00f3xico, pero el alma rebosante de paz.<\/p>
1 V\u00e9ase el texto del 29-30 de marzo y el del 31 de marzo de 1945.<\/p><\/div>\n\t\t\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/div>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/section>\n\t\t\t\t