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\u00a0<\/h4>

(Dictada a Mar\u00eda Valtorta) 6 de julio de 1944
Dice Jes\u00fas:<\/h4>

\u201c\u00bfVes, alma m\u00eda, como ten\u00eda mucha raz\u00f3n al decir: \u201cEl conocimiento de mi tormento del Getseman\u00ed no ser\u00eda entendido y se convertir\u00eda en esc\u00e1ndalo?\u201d<\/h4>

La gente no admite al Demonio. Quienes lo admiten no admiten que el Demonio haya podido vejar el alma de Cristo hasta el punto de hacerle sudar sangre. Pero t\u00fa, que has tenido una migaja de esta tentaci\u00f3n, lo puedes comprender.<\/h4>

Hablemos, pues, juntos.<\/h4>

Me has preguntado: \u201c\u00bfCu\u00e1ntas agon\u00edas del Getseman\u00ed me das?\u201d<\/h4>

\u00a1Oh! \u00a1muchas! No por el gusto de atormentarte. Tan s\u00f3lo por bondad de Maestro y de Esposo. No podr\u00eda verter de una vez sobre ti, peque\u00f1a esposa, todo el c\u00famulo de desolaciones que me abati\u00f3 aquella noche y que nadie intuy\u00f3, que nadie comprendi\u00f3 salvo mi Madre y mi \u00c1ngel. Morir\u00edas enloquecida. Por eso te doy una migaja ahora y otra ma\u00f1ana, en modo tal de hacerte saborear todo mi alimento y obtener, de tu sufrimiento, el m\u00e1ximo amor de compasi\u00f3n por tu doliente Esposo y de redenci\u00f3n por tus hermanos.<\/h4>

Por eso te doy tantas horas de Getseman\u00ed. \u00danelas y, como el artesano uniendo las teselas poco a poco ve formarse el cuadro completo, t\u00fa, reuniendo en tu pensamiento el recuerdo de estas horas, ver\u00e1s la verdadera Agon\u00eda de tu Se\u00f1or.<\/h4>

Mira como te amo. La primera vez s\u00f3lo te he dado la visi\u00f3n de mi desasosiego f\u00edsico, y t\u00fa, s\u00f3lo por verme con el rostro descompuesto, ir y venir, alzar los brazos, retorcerme las manos, llorar y abatirme, has tenido tanta pena que por poco no te me mueres.<\/h4>

Te he presentado esa tortura visible en varias ocasiones hasta que la has conocido y la has podido soportar. Despu\u00e9s, poco a poco, te he desvelado mis tristezas. Mis tristezas.<\/h4>

De hombre. Todas las pasiones del hombre se han levantado como serpientes encolerizadas silbando sus derechos de existir, y Yo las he tenido que sofocar una a una para subir libremente a mi Calvario.<\/h4>

No todas las pasiones son malas. Ya te lo he explicado. Yo doy a este nombre sentido filos\u00f3fico, no el que vosotros le dais confundiendo el sentido con el sentimiento. Y las pasiones buenas tu Jes\u00fas\u2013Hombre las ten\u00eda como todos los hombres justos. Pero tambi\u00e9n las pasiones buenas pueden convertirse en enemigas en determinados momentos, cuando con su voz forman una cadena, cadena de dur\u00edsimo, fort\u00edsimo, animad\u00edsimo acero, para impedirnos cumplir la voluntad de Dios.<\/h4>

Amar la vida, don de Dios, es un deber, tanto es as\u00ed que quien se mata es tan culpable y a\u00fan m\u00e1s que quien mata, porque quien mata falta a la caridad con el pr\u00f3jimo pero puede tener la atenuante de una provocaci\u00f3n que lo ha enloquecido, mientras que quien se mata falta contra s\u00ed mismo y contra Dios que le ha dado la vida para que la viva hasta su llamada. Matarse es arrancarse de encima el don de Dios y arrojarlo, con alaridos de maldici\u00f3n, contra el Rostro de Dios. Quien se mata desespera de tener un Padre, un Amigo, un Bueno. Quien se mata niega todo dogma de fe y toda aserci\u00f3n de fe. Quien se mata niega a Dios. Por tanto la vida tiene que importarnos.<\/h4>

Pero c\u00f3mo: \u00bfamarla? \u00bfEsclaviz\u00e1ndonos a ella? No. La vida es una buena amiga. Amiga de la otra, de la Vida verdadera. \u00c9sta es la gran Vida. Aquella, la peque\u00f1a vida. Pero como una esclava sirve y provee el alimento para su se\u00f1ora, as\u00ed la peque\u00f1a vida sirve y nutre a la gran Vida, que alcanza la edad perfecta mediante los cuidados que la peque\u00f1a vida le proporciona.<\/h4>

Y es precisamente esta peque\u00f1a vida la que os proporciona el vestido adornado para poneros cuando se\u00e1is las se\u00f1oras del Reino de Vida. Es precisamente esta peque\u00f1a vida la que os fortalece con el pan amargo, empapado en vinagre, de las cosas de cada d\u00eda, y os hace adultos y perfectos para poseer la Vida que no acaba. Por esto hay que llamar \u201camada\u201d a esta triste existencia de exilio y de dolor. Es el banco en el que maduran los frutos de las riquezas eternas.<\/h4>

\u00bfEs medianamente buena? Alabad al Se\u00f1or. \u00bfEst\u00e1 rociada de penas? Decid \u201cgracias\u201d al Se\u00f1or. \u00bfEs excesivamente triste? No dig\u00e1is nunca: \u201cEs demasiado\u201d. No dig\u00e1is nunca: \u201cDios es malo\u201d.<\/h4>

Lo he dicho mil veces: \u201cEl mal \u2013\u00bfy las tristezas qu\u00e9 son sino el fruto del mal?\u2013 el mal no viene de Dios. Es el hombre, el malvado el que hace sufrir\u201d.<\/h4>

Lo he dicho mil veces: \u201cDios sabe hasta d\u00f3nde pod\u00e9is sufrir y si ve que es demasiado lo que el pr\u00f3jimo os proporciona, interviene no s\u00f3lo aumentando vuestra capacidad de soportar, sino con consuelos celestiales, y cuando es el momento destruyendo a los malvados, porque no es l\u00edcito torturar desmedidamente al pr\u00f3jimo mejor\u201d.<\/h4>

La vida es amada por las honestas satisfacciones que proporciona. Dios no las desaprueba. \u00c9l ha puesto el trabajo como castigo, pero tambi\u00e9n como distracci\u00f3n para el hombre culpable. \u00a1Ay de vosotros si hubierais tenido que vivir en el ocio! Desde hace siglos la Tierra ser\u00eda un enorme manicomio de gente furiosa y se despedazar\u00edan unos a otros. Ya lo hac\u00e9is, porque todav\u00eda est\u00e1is demasiado ociosos. El honesto cansancio tranquiliza y da alegr\u00eda y sereno reposo.<\/h4>

La vida es a\u00fan m\u00e1s querida por los afectos santos con los que se adorna. Dios no los condena. \u00bfC\u00f3mo podr\u00eda Dios, que es Amor, condenar un amor honesto? \u00a1Oh la alegr\u00eda de ser hijos y la alegr\u00eda de ser padres! \u00a1Oh la alegr\u00eda de encontrar una compa\u00f1era que engendra hijos con el propio nombre e hijos para Dios! \u00a1Oh la alegr\u00eda de tener una dulce hermana, un buen hermano y amigos sinceros! No, estas dulzuras honestas Dios no las condena.<\/h4>

Ha sido \u00c9l quien ha puesto el amor, y no sobre la Tierra, como el trabajo, para castigo y distracci\u00f3n del culpable, sino en el Para\u00edso terrestre como base de la gran alegr\u00eda de ser hijos de Dios. \u201cNo es bueno que el hombre est\u00e9 solo\u201d ha dicho. Rey de lo creado, el hombre habr\u00eda estado en un desierto sin una compa\u00f1era. Buenos todos los animales con su rey, pero inferiores, siempre demasiado inferiores al hijo de Dios. Bueno, infinitamente bueno Dios con su hijo, pero siempre demasiado superior a \u00e9l. El hombre habr\u00eda padecido la soledad de estar igualmente lejos del divino y del animal. Y Dios le dio la compa\u00f1era.<\/h4>

Y no s\u00f3lo eso, sino que del casto amor con ella le habr\u00eda concedido hijos bien amados para que el hombre y la mujer pudieran decir la palabra m\u00e1s dulce despu\u00e9s del Nombre de Dios: \u201c\u00a1Hijo m\u00edo!\u201d, y los hijos pudieran decir la palabra m\u00e1s santa despu\u00e9s del Nombre de Dios: \u201c\u00a1Madre!\u201d.<\/h4>

\u00a1Madre! Quien dice \u201cmadre\u201d ya est\u00e1 orando.<\/h4>

Decir \u201cmadre\u201d quiere decir dar gracias a Dios por su Providencia, que da una madre a los hijos del hombre y hasta a los peque\u00f1os hijos de las fieras y de los animales dom\u00e9sticos y de los p\u00e1jaros voladores y de los mudos peces, para que el hombre no conociera el terror de crecer solo y no cayera por falta de apoyo cuando a\u00fan era demasiado d\u00e9bil para conocer el Bien y el Mal. Decir \u201cmadre\u201d quiere decir bendecir a Dios que nos hace conocer lo que es el amor a trav\u00e9s del beso de una madre y de las palabras de sus labios. Decir \u201cmadre\u201d quiere decir conocer a Dios que nos da un reflejo de su principal atributo, la Bondad, mediante la indulgencia de una madre. Y conocer a Dios quiere decir esperar, creer y amar. Quiere decir salvarse.<\/h4>

Tener un hermano \u00bfno es como tener, para una planta, la planta gemela que sostiene en las horas de borrasca, trenzando las ramas, y que en las horas de alegr\u00eda aumenta su floraci\u00f3n con el polen de su amor?<\/h4>

Por esto he querido que los cristianos se llamasen \u201chermanos\u201d unos a otros, porque es justo, dado que ven\u00eds todos de un Dios y de una sangre de hombre, y porque es santo, porque es un consuelo para los que no tienen hermanos de carne el poder decir al vecino: \u201cHermano, yo te amo. \u00c1mame\u201d.<\/h4>

Tener un amigo sincero \u00bfno es como tener un compa\u00f1ero en el camino? Caminar solos es demasiado triste. Cuando Dios elige para la soledad de v\u00edctima a un alma, \u00c9l se hace su compa\u00f1ero, porque solos no se puede estar sin capitular.<\/h4>

La vida es un camino abrupto, pedregoso, interrumpido frecuentemente por quebradas y corrientes vertiginosas. V\u00edboras y espinas desgarran y muerden en los escollos del terreno. Estar solos significar\u00eda perecer. Por esto Dios ha creado la amistad. Entre dos crece la fuerza y el valor. Tambi\u00e9n un h\u00e9roe tiene instantes de debilidad. Si est\u00e1 solo
\u00bfd\u00f3nde se apoya? \u00bfEn las zarzas? \u00bfD\u00f3nde se agarra? \u00bfA las v\u00edboras? \u00bfD\u00f3nde se recuesta? \u00bfEn el torrente vertiginoso o en el barranco oscuro? Por todas partes<\/h4>

encontrar\u00eda una nueva herida y un nuevo peligro. Pero he aqu\u00ed al amigo. Su pecho es apoyo, su brazo soporte, su afecto descanso. Y el h\u00e9roe recobra fuerza. El caminante vuelve a caminar seguro.<\/h4>

Para valorar la amistad Yo he querido llamar \u201camigos\u201d a mis ap\u00f3stoles, y he apreciado tanto este afecto que en la hora del dolor he pedido a los tres m\u00e1s queridos que estuviesen conmigo en el Getseman\u00ed. Les he rogado que velaran y oraran conmigo, por M\u00ed… y al verles incapaces de hacerlo he sufrido tanto que me he debilitado a\u00fan m\u00e1s siendo, por ello, m\u00e1s susceptible a las seducciones sat\u00e1nicas. Una palabra, si hubiera podido intercambiar al menos una palabra con amigos sol\u00edcitos y comprensivos de mi estado, no habr\u00eda llegado a desangrarme, antes de la tortura, en la lucha por repeler a Satan\u00e1s.<\/h4>

Pero vida y afectos no deben volverse enemigos. Nunca. Si tales llegan a ser hay que romperlos.<\/h4>

Los he roto, uno a uno.<\/h4>

Ya hab\u00eda roto la agitaci\u00f3n humana de desprecio hacia el Traidor. Y un nervio de mi Coraz\u00f3n se hab\u00eda lacerado en el esfuerzo.<\/h4>

Ahora surg\u00eda el miedo de perder la vida. \u00a1La vida! Ten\u00eda treinta y tres a\u00f1os. Era hombre en aquel momento. Era el Hombre. Ten\u00eda por ello el amor virgen a la vida como lo hab\u00eda tenido Ad\u00e1n en el Para\u00edso terrestre. La alegr\u00eda de estar vivo, de estar sano, de ser fuerte, bello, inteligente, amado, respetado. La alegr\u00eda de ver y de o\u00edr, de poder expresarme. La alegr\u00eda de respirar el aire puro y perfumado, de o\u00edr el arpa del viento entre los olivos y del r\u00edo entre las piedras, y la flauta de un ruise\u00f1or enamorado; de ver resplandecer las estrellas en el cielo como ojos de fuego que me miraban con amor; de ver platearse la tierra por la luna tan blanca y resplandeciente que cada noche vuelve virgen el mundo, y parece imposible que bajo su ola de c\u00e1ndida paz pueda actuar el Delito.<\/h4>

Y todo eso ten\u00eda que perderlo. No volver a ver, no volver a o\u00edr, no moverme m\u00e1s, no volver a estar sano, no volver a ser respetado. Hacerme el aborto purulento que se esquiva con el pie volviendo la cabeza con repugnancia, el aborto expulsado de la sociedad que me condenaba para quedar libre de darse a sus vergonzosos amores.<\/h4>

\u00a1Los amigos!… Uno me hab\u00eda traicionado. Y mientras que Yo esperaba la muerte \u00e9l se apresuraba a tra\u00e9rmela. Cre\u00eda que iba a alegrarse con mi muerte… Los otros dorm\u00edan. Y a\u00fan as\u00ed les amaba. Habr\u00eda podido despertarles, huir con ellos, a otro sitio, lejos y salvar vida y amistad. Y en cambio ten\u00eda que callar y quedarme. Quedarme quer\u00eda decir perder los amigos y la vida. Ser un repudiado, eso es lo que quer\u00eda decir.<\/h4>

\u00a1La Madre! \u00a1Oh amor de Madre! \u00a1Invocado amor inclinado sobre mi dolor! \u00a1Amor que he rehusado para no hacerte morir con mi dolor! \u00a1Amor de mi Madre!<\/h4>

S\u00ed, lo s\u00e9. Te llegaba cada sollozo, \u00a1oh Santa! Cada vez que te llamaba cada una de mis invocaciones atravesaba el espacio y penetraba como esp\u00edritu en el aposento en que t\u00fa, como siempre, pasabas tu noche orando, y en aquella noche, orando no con \u00e9xtasis sino con tormento en el alma. Lo s\u00e9, y me prohib\u00eda a m\u00ed mismo llamarte, para no hacerte llegar el lamento de tu Hijo, \u00a1oh Madre m\u00e1rtir que iniciabas tu Pasi\u00f3n, solitaria como Yo solitario, en la noche del Jueves pascual!<\/h4>

El hijo que muere entre los brazos de su madre no muere: se adormece acunado por una nana de besos que contin\u00faan los \u00e1ngeles hasta el momento en que la visi\u00f3n de Dios quita de la memoria del hijo el deseo de su madre. Pero Yo ten\u00eda que morir entre los brazos de los verdugos y en un pat\u00edbulo, y cerrar los ojos y los o\u00eddos al griter\u00edo de maldiciones y gestos de amenazas.<\/h4>

\u00a1C\u00f3mo te am\u00e9, Madre, en aquella hora del Getseman\u00ed!<\/h4>

Todo el amor que te hab\u00eda dado y que me hab\u00edas dado durante treinta y tres a\u00f1os de vida estaban ante M\u00ed y sosten\u00edan su causa y me imploraban que tuviera piedad de ellos, record\u00e1ndome cada uno de tus besos, cada uno de tus cuidados, las gotitas de leche que me hab\u00edas dado, mis piececitos fr\u00edos de ni\u00f1o pobre en el hueco tibio de tus manos, las canciones de tu boca, la ligereza de tus dedos entre mis abundantes rizos, y tus sonrisas, y tu mirada y tus palabras, y tus silencios, y tu paso de paloma que posa sus rosados pies en el suelo pero tiene ya las alas entreabiertas, preparadas para el vuelo, y ni siquiera hace que se plieguen los tallos, de tan ligero que es su caminar, porque T\u00fa estabas en la Tierra para mi alegr\u00eda, \u00a1oh Madre! pero siempre ten\u00edas las alas tr\u00e9mulas de Cielo, \u00a1oh santa, santa, santa y enamorada!<\/h4>

Todas las l\u00e1grimas que ya te hab\u00eda costado y todas las que ahora flu\u00edan de tus ojos, y las que manar\u00edan en los tres d\u00edas sucesivos, las o\u00eda caer como lluvia de lamento. \u00a1Oh las l\u00e1grimas de mi Madre!<\/h4>

Pero \u00bfqui\u00e9n puede ver llorar, o\u00edr llorar a su madre y no tener presente, mientras le dure la vida, el tormento de aquel llanto? He tenido que anular, sofocar el amor humano por ti, Madre, y pisotear tu amor y mi amor para caminar por la v\u00eda de la Voluntad de Dios.<\/h4>

Y estaba solo. \u00a1Solo! \u00a1Solo! La Tierra y el Cielo no ten\u00edan ya habitantes para M\u00ed. Era el Hombre cargado de los pecados del mundo. Por ello odiado por Dios. Ten\u00eda que pagar para redimirme y volver a ser amado. Era el Hombre cargado de la Bondad del Cielo y por eso odiado por los hombres a los que la Bondad repugna. Ten\u00eda que ser matado como castigo por ser bueno.<\/h4>

Y tambi\u00e9n vosotras, las honestas alegr\u00edas del trabajo cumplido para dar el pan de cada d\u00eda, incluso a M\u00ed mismo antes, para despu\u00e9s dar el pan espiritual a los hombres, os hab\u00e9is puesto delante de M\u00ed para decirme: \u201c\u00bfPor qu\u00e9 nos dejas?\u201d.<\/h4>

\u00a1Nostalgia de la tranquila casa santificada por tantas oraciones de los justos, hecha Templo por haber acogido los esponsales de Dios, hecha Cielo por haber hospedado entre sus paredes a la trinidad encerrada en el alma del Cristo Dios!<\/h4>

\u00a1Nostalgia de las multitudes humildes y francas a las que daba luz y gracia y de las que recib\u00eda amor! \u00a1Voces de ni\u00f1os que me llamaban con una sonrisa, voces de madre que me llamaban con un sollozo, voces de enfermos que me llamaban con un gemido, voces de pecadores que me llamaban con temblor! Todas las o\u00eda y me dec\u00edan:<\/h4>

\u201c\u00bfPor qu\u00e9 nos abandonas? \u00bfYa no quieres acariciarnos? \u00bfQui\u00e9n podr\u00e1 acariciar como T\u00fa nuestros rizos rubios o morenos?\u201d.<\/h4>

\u201c\u00bfYa no quieres devolvernos las criaturas difuntas, curarnos las moribundas? \u00bfQui\u00e9n como T\u00fa podr\u00e1 tener piedad de las madres, Hijo santo?\u201d.<\/h4>

\u201c\u00bfYa no quieres sanarnos? Si T\u00fa desapareces \u00bfqui\u00e9n nos curar\u00e1?\u201d.<\/h4>

\u201c\u00bfYa no quieres redimirnos? S\u00f3lo T\u00fa eres la Redenci\u00f3n. Cada palabra tuya es fuerza que rompe una cuerda de pecado en nuestro oscuro coraz\u00f3n. Estamos m\u00e1s enfermos que<\/h4>

los leprosos, porque para ellos la enfermedad cesa con la muerte, para nosotros se acrecienta. \u00bfY T\u00fa te vas? \u00bfQui\u00e9n nos comprender\u00e1? \u00bfQui\u00e9n ser\u00e1 justo y piadoso?
\u00bfQui\u00e9n nos realzar\u00e1? \u00a1Qu\u00e9date, Se\u00f1or!\u201d.<\/h4>

\u201c\u00a1Qu\u00e9date! \u00a1Qu\u00e9date! \u00a1Qu\u00e9date!\u201d gritaba la multitud buena. \u201c\u00a1Hijo!\u201d gritaba mi Madre.
\u201c\u00a1S\u00e1lvate!\u201d gritaba la vida.<\/h4>

He tenido que quebrar estas gargantas que gritaban, sofocarlas para impedirles gritar, para tener la fuerza de destrozarme el coraz\u00f3n arrancando uno a uno sus nervios para cumplir la voluntad de Dios.<\/h4>

Y estaba solo. O sea: estaba con Satan\u00e1s.<\/h4>

La primera parte de la oraci\u00f3n hab\u00eda sido dolorosa, pero todav\u00eda pod\u00eda sentir la mirada de Dios y esperar en el amor de los amigos.<\/h4>

La segunda fue m\u00e1s dolorosa a\u00fan porque Dios se retiraba y los amigos dorm\u00edan. El silbo de Satan\u00e1s y la voz de la vida ratificaban: \u201cTe sacrificas para nada. Los hombres no te amar\u00e1n por tu sacrificio. Los hombres no entienden\u201d.<\/h4>

La tercera… La tercera fue la locura, fue la desesperaci\u00f3n, fue la agon\u00eda, fue la muerte. La muerte de mi alma. No resucit\u00f3 solamente mi cuerpo. Tambi\u00e9n mi alma ha tenido que resucitar. Porque conoci\u00f3 la Muerte.<\/h4>

Que no os parezca herej\u00eda. \u00bfQu\u00e9 es la muerte del esp\u00edritu? La separaci\u00f3n eterna de Dios. Pues bien: yo estaba separado de Dios. Mi esp\u00edritu hab\u00eda muerto. Es la verdadera hora de eternidad que concedo a mis predilectos. La que t\u00fa, peque\u00f1a esposa, te has preguntado c\u00f3mo fuese desde que te han dicho que llevas una trayectoria similar a la de Ver\u00f3nica Giuliani, quien al final de su existencia conoci\u00f3 este desgarro, el mayor de todos los desgarros sobrehumanos.<\/h4>

Nosotros conocemos la muerte del esp\u00edritu, sin haberla merecido, para comprender el horror de la condenaci\u00f3n, que es el tormento de los pecadores impenitentes. La conocemos para poder salvarles, lo s\u00e9. El coraz\u00f3n se rompe. Lo s\u00e9. La raz\u00f3n vacila. Lo s\u00e9 todo, alma amada. Lo he pasado antes que t\u00fa. Es el horror infernal, estamos a la merced del Demonio porque estamos separados de Dios.<\/h4>

\u00bfT\u00fa crees que Marta, que venci\u00f3 al drag\u00f3n, tembl\u00f3 m\u00e1s que nosotros? No. Nuestro sufrimiento es mayor. La fiera vencida por Marta era una fiera espantosa pero era una fiera de la Tierra. Nosotros vencemos a la Fiera\u2013Lucifer. \u00a1Oh, no hay parang\u00f3n! Y la Fiera\u2013Lucifer viene cada vez m\u00e1s cerca cuando todo, en el Cielo y en la Tierra, se aleja de nosotros.<\/h4>

Ya hab\u00eda sido tentado en el desierto. Una leve tentaci\u00f3n porque entonces ten\u00eda tan solo la debilidad del alimento material. Ahora estaba hambriento de alimento espiritual y hambriento de alimento moral, y no hab\u00eda pan para mi esp\u00edritu ni pan para mi coraz\u00f3n. Ya no hab\u00eda Dios para mi esp\u00edritu. No hab\u00eda afectos para mi coraz\u00f3n.<\/h4>

Y he aqu\u00ed entonces, sutil como un cuchillo de viento, penetrante como aguij\u00f3n de avispa, irritante como veneno de culebra, la voz de Lucifer. Una flauta que suena en sordina, tan tenue, tan tenue que no suscita nuestra vigilante atenci\u00f3n. Penetra con la seducci\u00f3n de su m\u00e1gica armon\u00eda, nos hace dormitar, parece un consuelo, tiene el aspecto de consuelo sobrenatural.<\/h4>

\u00a1Oh Enga\u00f1ador eterno, qu\u00e9 sutil eres! El yo s\u00f3lo pide ayuda. Y parece que aquel sonido le ayude. Palabras de compasi\u00f3n y de comprensi\u00f3n, dulces como caricias sobre una frente febril, calmantes como ung\u00fcento sobre una quemadura, que aturden como el vino generoso dado a quien est\u00e1 en ayunas. El alma cansada se adormece.<\/h4>

Si no estuviera tan vigilante con su subconsciente, que vela tan s\u00f3lo en aquellos que se nutren de la constante uni\u00f3n al Amor, acabar\u00eda cayendo en un letargo que la dejar\u00eda totalmente en las manos de Satan\u00e1s, en un sue\u00f1o hipn\u00f3tico durante el cual Lucifer le har\u00eda cometer cualquier acci\u00f3n. Pero el alma que se ha nutrido constantemente del Amor no pierde la integridad de su subconsciente ni siquiera en la hora en que los hombres y Dios parece que se unan para enloquecerla. Y el subconsciente despierta al alma. Le grita: \u201cAct\u00faa. \u00c1lzate. Satan\u00e1s est\u00e1 detr\u00e1s de ti\u201d.<\/h4>

La tremenda lucha da comienzo. El veneno ya est\u00e1 en nosotros. Por eso es necesario luchar contra sus efectos y contra las oleadas aceleradas, cada vez m\u00e1s vehementes y aceleradas, del nuevo veneno de la palabra sat\u00e1nica que se derrama sobre nosotros.<\/h4>

El estruendo crece. Ya no hay sonido de flauta en sordina, ya no quedan caricias ni ung\u00fcentos. Es clangor de instrumentos a todo volumen, es un golpe, una pu\u00f1alada, una llama que ahoga y arde. Y en la llama he aqu\u00ed que la vida pasa ante tu mirada espiritual. Ya hab\u00eda pasado antes con su aspecto resignado de algo sacrificado. Ahora vuelve con vestido de reina prepotente y dice: \u201c\u00a1Ad\u00f3rame! \u00a1Soy yo quien reina! \u00c9stos son mis dones. Los dones que te he dado y a\u00fan te dar\u00e9 otros m\u00e1s hermosos si me eres fiel\u201d.<\/h4>

Y en el sonido de los instrumentos vuelven las voces de las cosas y de las personas. Ya no imploran. Mandan, imprecan, insultan, maldicen, porque los abandonamos. Todo vuelve para atormentarnos. Todo. Y el alma turbada lucha cada vez m\u00e1s d\u00e9bilmente.<\/h4>

Cuando vacila como un guerrero desangrado y busca en el Cielo o en la Tierra un apoyo para no sucumbir, entonces Lucifer le deja su hombro. Tan s\u00f3lo est\u00e1 \u00e9l… Se pide auxilio… Tan s\u00f3lo responde \u00e9l… Se busca una mirada de piedad… Tan s\u00f3lo se encuentra la suya…<\/h4>

\u00a1Ay de aquel que crea en su sinceridad! Con la poca energ\u00eda que sobrevive hay que apartarse de aquel apoyo, volver a entrar en la soledad, cerrar los ojos y contemplar el horror de nuestro destino antes que su falso aspecto, alzar las manos que tiemblan y apretarlas contra los o\u00eddos para obstaculizar la voz que enga\u00f1a.<\/h4>

Toda arma cae al hacer as\u00ed. Ya no se es m\u00e1s que una pobre cosa moribunda y sola. No se logra ya ni tan siquiera orar con la palabra porque el acre del aliento de Satan\u00e1s nos obstruye la faringe. Tan s\u00f3lo el subconsciente ora. Ora. Ora. Agita sus alas en la agon\u00eda como el convulso batir de una mariposa traspasada, y con cada batido de alas dice: \u201cCreo, espero, amo. A pesar de todo creo, a pesar de todo espero, te amo a pesar de todo\u201d.<\/h4>

No dice: \u201cDios\u201d. Ya no osa pronunciar su Nombre. Se siente demasiado inmundo por la cercan\u00eda de Satan\u00e1s. Pero ese nombre lo trazan las l\u00e1grimas de sangre del coraz\u00f3n sobre las alas ang\u00e9licas del esp\u00edritu, que vosotros llam\u00e1is subconsciente mientras que en realidad es el superconsciente y en cada batido de alas ese Nombre resplandece como un<\/h4>

rub\u00ed tocado por el sol, y Dios lo ve, y las l\u00e1grimas de piedad de Dios circundan con perlas el rub\u00ed de vuestra sangre que gotea en un llanto heroico.<\/h4>

\u00a1Oh almas que sub\u00eds hasta Dios con ese Nombre as\u00ed escrito con rub\u00edes y perlas!…
\u00a1Flores de mi Para\u00edso!<\/h4>

Satan\u00e1s me dec\u00eda, porque la voz entraba aunque Yo me reparara de ella:<\/h4>

\u201cMira. A\u00fan no has muerto y ya te han abandonado. Mira. Has ayudado y eres odiado. Lo ves. Ni siquiera el mismo Dios te socorre. Si Dios no te ama, y eres su Hijo, \u00bfc\u00f3mo puedes esperar que los hombres te agradezcan tu sacrificio?<\/h4>

\u00bfSabes lo que se merecen? La Venganza, no el Amor como T\u00fa crees. V\u00e9ngate, \u00a1oh Cristo!, de todos estos necios, de todos estos crueles. V\u00e9ngate. At\u00e1cales con un milagro que les fulmine. Mu\u00e9strate como eres: Dios. El Dios terrible del Sina\u00ed. El Dios terrible que me ha fulminado y que arroj\u00f3 a Ad\u00e1n fuera del Para\u00edso.<\/h4>

Hasta ahora has dicho tan s\u00f3lo palabras de bondad. Tus escasos reproches siempre eran demasiado dulces para estas bestias que tienen la piel m\u00e1s espesa que el cuero del hipop\u00f3tamo. Tu mirada curaba tus palabras. S\u00f3lo sabes amar. Odia. Y reinar\u00e1s. El odio tiene curvadas las espaldas bajo su azote y pasa triunfante sobre estas filas serviles. Las aplasta. Y est\u00e1n felices de serlo. No son m\u00e1s que s\u00e1dicos, y la tortura es la \u00fanica caricia que aprecian y que recuerdan.<\/h4>

\u00bfYa es tarde? No, no es demasiado tarde. \u00bfQu\u00e9 ya vienen los hombres armados? No importa. S\u00e9 que te preparas para ser manso. Te equivocas. Una vez te ense\u00f1\u00e9 a triunfar en la vida. No has querido escucharme y ahora ves que est\u00e1s vencido. Ahora esc\u00fachame. Ahora que te ense\u00f1o a triunfar sobre la muerte.<\/h4>

S\u00e9 Rey y Dios. \u00bfNo tienes armas? \u00bfNi milicias? \u00bfNi riquezas? Ya te dije una vez que un resto de amor, el poco que me puede haber quedado del tesoro de amor que era mi vida ang\u00e9lica, hay en m\u00ed por Ti que eres bueno. Te amo, mi Se\u00f1or, y te quiero servir.<\/h4>

Eres el Redentor de los hombres. \u00bfPor qu\u00e9 no quieres serlo de tu \u00e1ngel ca\u00eddo? Era tu predilecto porque era el m\u00e1s luminoso y T\u00fa eres la Luz. Ahora soy la Tiniebla. Pero las l\u00e1grimas de mi tormento son tan numerosas que han colmado el Infierno de fuego<\/h4>

l\u00edquido. Deja que yo me redima. Solamente un poco. Que de demonio me convierta en hombre. El hombre sigue siendo tan inferior a los \u00e1ngeles. Pero \u00a1cu\u00e1n superior es a m\u00ed, demonio!<\/h4>

Haz que me convierta en hombre. Dame una vida de hombre, tribulada, torturada, todo lo angustiada que quieras. Siempre ser\u00e1 un para\u00edso respecto de mi tormento demon\u00edaco y podr\u00e9 vivirla en modo tal de merecer el expiar por milenios y al fin poder llegar de nuevo a la Luz: a Ti<\/h4>

Deja que yo te sirva a cambio de esto que te pido. No hay arma que venza las m\u00edas, ni ej\u00e9rcito m\u00e1s numeroso que el m\u00edo. Las riquezas de las que dispongo no tienen medida, porque te har\u00e9 rey del mundo si aceptas mi ayuda, y todos los ricos ser\u00e1n tus esclavos. Mira: tus \u00e1ngeles, los \u00e1ngeles de tu Padre est\u00e1n ausentes. Pero los m\u00edos est\u00e1n preparados para vestirse con aspecto ang\u00e9lico para hacerte corona y dejar pasmada a la plebe ignorante y malvada.<\/h4>

\u00bfNo sabes decir palabras de mando? Yo te las sugerir\u00e9, estoy aqu\u00ed para esto. Brama y amenaza. Esc\u00fachame. Di palabras de mentira. Pero triunfa. Di palabras de maldici\u00f3n. Di que te las sugiere el Padre.<\/h4>

\u00bfQuieres que simule la voz del Eterno? Lo har\u00e9. Lo puedo hacer todo. Soy el rey del mundo y del Infierno. T\u00fa eres s\u00f3lo el Rey del Cielo. Por eso yo soy m\u00e1s grande que Tu. Pero todo lo pongo a tus pies si T\u00fa lo quieres.<\/h4>

\u00bfLa Voluntad de tu Padre? \u00bfPero c\u00f3mo puedes pensar que \u00c9l quiera la muerte de su Hijo? \u00bfPiensas que pueda forjarse ilusiones sobre su utilidad? T\u00fa ofendes a la Inteligencia de Dios.<\/h4>

Ya has redimido a los que pueden redimirse con tu santa Palabra. No hace falta m\u00e1s. Cree que quien no cambia por la Palabra no cambia por tu Sacrificio. Cree que el Padre te ha querido probar. Pero le basta tu obediencia. No quiere m\u00e1s.<\/h4>

\u00a1Le servir\u00e1s mucho m\u00e1s viviendo! Puedes recorrer el mundo. Evangelizar. Curar. Elevar. \u00a1Oh feliz destino! \u00a1La Tierra habitada por Dios! Esta es la verdadera redenci\u00f3n. Rehacer de la Tierra el Para\u00edso terrestre en el que el hombre vuelve a vivir en santa<\/h4>

amistad con Dios y oiga su voz y vea su semblante. Un destino a\u00fan m\u00e1s feliz que el de los Primeros. Porque te ver\u00edan a Ti: verdadero Dios, verdadero Hombre.<\/h4>

\u00a1La Muerte! \u00a1Tu Muerte! \u00a1El tormento de tu Madre! \u00a1La mofa del mundo! \u00bfPor qu\u00e9?
\u00bfQuieres ser fiel a Dios? \u00bfPor qu\u00e9? \u00bf\u00c9l te es fiel? No. \u00bfD\u00f3nde est\u00e1n sus \u00e1ngeles?
\u00bfD\u00f3nde su sonrisa? \u00bfQu\u00e9 es lo que tienes ahora por alma? Un andrajo desgarrado, debilitado, abandonado.<\/h4>

Dec\u00eddete. Dime: \u2018S\u00ed\u2019.<\/h4>

\u00bfOyes? Los sicarios salen del Templo. Dec\u00eddete. L\u00edbrate. S\u00e9 digno de tu Naturaleza.<\/h4>

Eres un sacr\u00edlego porque permites que manos asquerosas de sangre y lib\u00eddine te toquen: Santo de los santos. Eres el primer sacr\u00edlego del mundo. Dejas la Palabra de Dios en las manos de los puercos, en la boca de los puercos.<\/h4>

Dec\u00eddete. Sabes que te espera la muerte. Yo te ofrezco la vida, la alegr\u00eda. Te devuelvo a tu Madre.<\/h4>

\u00a1Pobre Madre! \u00a1Tan s\u00f3lo te tiene a Ti! M\u00edrala como agoniza… y T\u00fa te preparas para hacerla agonizar a\u00fan m\u00e1s. \u00bfPero qu\u00e9 hijo eres? \u00bfQu\u00e9 respeto tienes a la Ley? T\u00fa no respetas a Dios. No respetas a la que te ha generado. Tu Madre… Tu Madre… Tu Madre…\u201d.<\/h4>

He respondido… Mar\u00eda, he respondido reuniendo las fuerzas, bebiendo llanto y sangre que chorreaban de los ojos y de los poros, he respondido:<\/h4>

\u201cYa no tengo Madre. Ya no tengo vida. Ya no tengo divinidad. Ya no tengo misi\u00f3n. Ya no tengo nada. S\u00f3lo hacer la Voluntad del Se\u00f1or, mi Dios. \u00a1Al\u00e9jate, Satan\u00e1s! Lo he dicho la primera y la segunda vez. Lo repito la tercera: \u2018Padre, si es posible que pase de M\u00ed este c\u00e1liz. Pero no se haga mi voluntad sino la tuya\u2019. Vete, Satan\u00e1s. Yo soy de Dios!\u201d.<\/h4>

Mar\u00eda, he respondido as\u00ed… Y el Coraz\u00f3n se ha quebrado con el esfuerzo. El sudor se ha convertido de gotitas en regueros de sangre. No importa. He vencido.<\/h4>

Yo he vencido a la Muerte. Yo. No Satan\u00e1s. La Muerte se vence aceptando la muerte. Te hab\u00eda prometido un gran regalo. Como he concedido a pocos. Te lo he dado.
Has conocido la extrema tentaci\u00f3n de tu Jes\u00fas. Ya te la hab\u00eda desvelado. Pero todav\u00eda no ten\u00edas madurez para conocerla plenamente. Ahora lo puedes hacer.<\/h4>

\u00bfVes que tengo raz\u00f3n al decir que no habr\u00eda sido comprendida y admitida por aquellos peque\u00f1os cristianos que son larvas de cristianos y no cristianos formados?<\/h4>

Vete en paz, que Yo estoy contigo\u201d.<\/h4><\/blockquote>\t\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/section>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

165 Dialogos divinos-escucha 166 Dialogos divinos-escucha \u00a0 Todo el relato de la Pasi\u00f3n en audio +++ \u00a0 (Dictada a Mar\u00eda Valtorta) 6 de julio de 1944Dice Jes\u00fas: \u201c\u00bfVes, alma m\u00eda, como ten\u00eda mucha raz\u00f3n al decir: \u201cEl conocimiento de mi tormento del Getseman\u00ed no ser\u00eda entendido y se convertir\u00eda en esc\u00e1ndalo?\u201d La gente no admite […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":5919,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"aside","meta":{"ocean_post_layout":"","ocean_both_sidebars_style":"","ocean_both_sidebars_content_width":0,"ocean_both_sidebars_sidebars_width":0,"ocean_sidebar":"0","ocean_second_sidebar":"0","ocean_disable_margins":"enable","ocean_add_body_class":"","ocean_shortcode_before_top_bar":"","ocean_shortcode_after_top_bar":"","ocean_shortcode_before_header":"","ocean_shortcode_after_header":"","ocean_has_shortcode":"","ocean_shortcode_after_title":"","ocean_shortcode_before_footer_widgets":"","ocean_shortcode_after_footer_widgets":"","ocean_shortcode_before_footer_bottom":"","ocean_shortcode_after_footer_bottom":"","ocean_display_top_bar":"default","ocean_display_header":"default","ocean_header_style":"full_screen","ocean_center_header_left_menu":"0","ocean_custom_header_template":"0","ocean_custom_logo":0,"ocean_custom_retina_logo":0,"ocean_custom_logo_max_width":0,"ocean_custom_logo_tablet_max_width":0,"ocean_custom_logo_mobile_max_width":0,"ocean_custom_logo_max_height":0,"ocean_custom_logo_tablet_max_height":0,"ocean_custom_logo_mobile_max_height":0,"ocean_header_custom_menu":"5","ocean_menu_typo_font_family":"0","ocean_menu_typo_font_subset":"","ocean_menu_typo_font_size":0,"ocean_menu_typo_font_size_tablet":0,"ocean_menu_typo_font_size_mobile":0,"ocean_menu_typo_font_size_unit":"px","ocean_menu_typo_font_weight":"","ocean_menu_typo_font_weight_tablet":"","ocean_menu_typo_font_weight_mobile":"","ocean_menu_typo_transform":"","ocean_menu_typo_transform_tablet":"","ocean_menu_typo_transform_mobile":"","ocean_menu_typo_line_height":0,"ocean_menu_typo_line_height_tablet":0,"ocean_menu_typo_line_height_mobile":0,"ocean_menu_typo_line_height_unit":"","ocean_menu_typo_spacing":0,"ocean_menu_typo_spacing_tablet":0,"ocean_menu_typo_spacing_mobile":0,"ocean_menu_typo_spacing_unit":"","ocean_menu_link_color":"","ocean_menu_link_color_hover":"","ocean_menu_link_color_active":"","ocean_menu_link_background":"","ocean_menu_link_hover_background":"","ocean_menu_link_active_background":"","ocean_menu_social_links_bg":"","ocean_menu_social_hover_links_bg":"","ocean_menu_social_links_color":"","ocean_menu_social_hover_links_color":"","ocean_disable_title":"default","ocean_disable_heading":"on","ocean_post_title":"","ocean_post_subheading":"","ocean_post_title_style":"","ocean_post_title_background_color":"","ocean_post_title_background":0,"ocean_post_title_bg_image_position":"","ocean_post_title_bg_image_attachment":"","ocean_post_title_bg_image_repeat":"","ocean_post_title_bg_image_size":"","ocean_post_title_height":0,"ocean_post_title_bg_overlay":0.5,"ocean_post_title_bg_overlay_color":"","ocean_disable_breadcrumbs":"default","ocean_breadcrumbs_color":"","ocean_breadcrumbs_separator_color":"","ocean_breadcrumbs_links_color":"","ocean_breadcrumbs_links_hover_color":"","ocean_display_footer_widgets":"default","ocean_display_footer_bottom":"default","ocean_custom_footer_template":"0","ocean_post_oembed":"","ocean_post_self_hosted_media":"","ocean_post_video_embed":"","ocean_link_format":"","ocean_link_format_target":"self","ocean_quote_format":"","ocean_quote_format_link":"post","ocean_gallery_link_images":"off","ocean_gallery_id":[],"footnotes":""},"categories":[24],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6269"}],"collection":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6269"}],"version-history":[{"count":16,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6269\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":8678,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6269\/revisions\/8678"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/5919"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6269"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6269"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/fiatgarabandal.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6269"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}