Homenaje a San Aníbal María Di Francia
Lunes 5 de Julio, 2010
La imagen del apóstol de la oración por las vocaciones y del apóstol del Reino de la Divina Voluntad, ha sido colocada en el centro del Catolicismo: la Basílica de San Pedro en el Vaticano. El próximo miércoles 7 de julio, el Santo Padre Benedicto XVI Bendecirá la estatua, antes de su acostumbrada audiencia de los miércoles.
Dice Luisa:
Me ha hecho ver en medio de la Iglesia una mesa y todos los escritos sobre la Divina Voluntad puestos encima, muchas personas venerables rodeaban esa mesa y salían transformadas en luz y divinizadas, y conforme caminaban comunicaban aquella Luz a quien encontraban.
Y Jesús añadió: «Tú verás desde el Cielo el gran bien, cuando la Iglesia recibirá este alimento celestial, que fortificándola la hará resurgir en su pleno triunfo”.
Volumen 9. Marzo 23, 1910
Nihil Obstat
Canónico Annibale M. Di Francia Eccl.
Imprimatur
Arzobispo Giuseppe M. Leo Octubre de 1926
3
Siendo ya Censor Eclesiástico de la Arquidiócesis de Trani, escribe el Santo:
« Ayer viernes primero del mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, le doy la noticia de que le presenté a Nuestro Señor el Volumen 3 que terminé de revisar totalmente. Después entré a la sacristía y lo firmé con mi “Nihil Obstat” con la autoridad que me ha dado el Señor Arzobispo de Trani, nombrándome Censor Eclesiástico de sus tres diócesis.
De este modo se abre la autorización para publicar al mundo entero estos libros dictados por Nuestro Señor sobre la Divina Voluntad. Una vez que termine de revisar los demás volúmenes que no he leído les pondré mi “Nihil Obstat” y se los presentaré al Señor Arzobispo, para que, como me lo prometió, les ponga su “Imprimatur” a cada uno, como también a los que ya había yo revisado y que Ud. los tiene. De este modo todo estará listo para el futuro, quien sabe de quien se quiera servir Nuestro Señor.
¿Se da Ud. cuenta cómo aparece bien delineado el plan del cielo con la aprobación eclesiástica de estos escritos? ¿Quién puede ponerle resistencia al Querer Divino? »