Vídeo del encuentro:
Luisa relata lo que ocurre al hacer uno de los ejercicios principales del vivir en la DV: seguir los actos, buscar los actos divinos para …..(8 pasos)
33-30 Noviembre 18, 1934 – Amor de Dios en la Creación, la gloria que le habría dado si tuviera razón. Sacrificio que hace el amor de su gloria, su grito continuo. El ejército armado de amor, intercambio de amor entre Dios y la criatura.
(1) Estoy siempre en busca de los actos que continuamente hace la Divina Voluntad, y como no se encuentra jamás sin hacer nada, sino siempre en acto obrante, ¡oh! cómo es bello poder decir a mi Creador que su Fiat Divino me ama tanto, que está extendiendo el cielo, creando el sol, dando vida al viento y a todas las otras cosas porque me ama, y es tanto su amor que me dice con los hechos y con las palabras: “Por ti hago esto, no hice sino hago; a Nosotros tanto nos cuesta el crear como el conservar nuestras obras”. Después giraba en la Creación, y el cielo, las estrellas, el sol y todo, parecía que me venían al encuentro con su estribillo: “Por ti nos ha creado nuestro Creador, porque te ama, por eso ven a amar a quien tanto te ha amado”.
27-7 Octubre 18, 1929
1 Me sentía en la inmensidad de la luz del Fiat Divino, y en esta luz se veía alineada toda la Creación como parto de Él, que queriéndose recrear de sus obras, parecía como si estuviese en acto de crearlas y de hacerlas siempre con el conservarlas; y mi amable Jesús, saliendo de dentro de mi interior en acto de mirar la Creación para glorificarse por medio de sus obras, me ha dicho:
2 “Hija mía, cómo es bella la Creación, cómo nos glorifica, cómo alaba la potencia de nuestro Fiat; no es otra cosa que un acto solo de nuestro Querer Divino, y si se ven tantas cosas distintas la una de la otra, no son otra cosa que los efectos de su único acto que jamás cesa y que contiene su acto obrante continuo
Yo me perdía en las cosas creadas, y mi siempre amable Jesús haciéndose encontrar, deteniéndome me ha dicho:
(2) “Mi pequeña hija de mi Querer Divino, nuestro amor fue tanto, y lo es todavía en la Creación, que si la criatura pusiera atención quedaría ahogada por nuestro amor, y no sabría hacer otra cosa que amarnos. Escucha hija mía hasta dónde llega nuestro amor por la criatura, Nosotros creamos la Creación toda sin razón, ¡oh! si le hubiésemos dado la razón, ¿qué gloria no nos habría dado un cielo siempre extendido, sin jamás apartarse de su puesto, porque esa era nuestra Voluntad? Un sol que mientras actúa fielmente, sin jamás cambiarse de administrador de nuestra luz, de nuestro amor, de nuestra dulzura, de nuestros perfumes y de todos nuestros bienes, sin cambiar jamás acción, y sólo porque así queríamos Nosotros, si tuviese razón, ¿qué gloria no nos habría dado? Un viento que siempre sopla imperante en el gran vacío del universo, un mar que siempre murmura, si tuvieran razón, ¿qué gloria no nos habrían dado? Pero no, el grito de nuestro amor gritó más fuerte que nuestra gloria, y casi nos impidió dar la razón a la Creación, y gritando fuerte nos dijo: ‘Es por amor de la criatura que hemos creado todo, por eso a ella la razón, a fin de que venga al cielo para correspondernos en amor incesante y en perenne gloria porque extendemos un cielo sobre su cabeza, y en cada estrella oigamos su grito de amor que nos ama con amor inquebrantable; venga en el sol y transformándose en él como si fuera suyo, nos corresponda con amor de luz, con amor de dulzura, y nos dé la correspondencia de amor por la administración de nuestros bienes que el sol le da’. Por eso queremos a la criatura en todas las cosas creadas con derecho de justicia, para que nos dé la correspondencia que nos habría dado si toda la Creación tuviese razón. He aquí el por qué la dotamos de razón, y queremos que nuestra Voluntad la domine y tenga su puesto real como lo tiene en la Creación, a fin de que unificándola con todas las cosas creadas, comprendiese todas nuestras notas de amor hacia ella, y nos correspondiese con sus notas de amor incesante y de gloria perenne. Nosotros jamás cesamos de amarla con los hechos y con las palabras, y ella está obligada a amarnos siempre y no quedarse atrás, sino venirnos al encuentro y poner su amor sobre nuestras mismas notas amorosas.
(3) Además de esto, nuestro amor que jamás dice basta quiere siempre dar a la criatura, no queda contento si no encuentra nuevas invenciones de amor para decirle: ‘Te he amado siempre con amor obrante’. Por eso en cada cosa creada nuestro Fiat ponía dentro y las investía de un amor distinto el uno del otro, dónde ponía la potencia de su amor para decirle te amo potentemente, en otra ponía la dulzura de nuestro amor, y dónde la amabilidad, y dónde la suavidad, y dónde nuestro amor que rapta, que ata, que vence, de modo que la criatura no nos habría podido resistir, en suma, en cada cosa creada poníamos el arma de nuestro amor distinto. Podemos decir que nuestro Fiat ponía en la Creación un ejército armado de amor, con armas, la una más potente que la otra, y dotando a la criatura de razón debía comprender y recibir todas estas armas de amor por medio de las cosas creadas, y quedando ella investida por estas especialidades de armas de amor, debía podernos decir, no sólo con las palabras, sino con los hechos, como hacemos Nosotros: ‘Te amo con amor potente, mi amor es dulce, es amable y suave para Ti, tanto que me siento languidecer, desfallezco, siento la necesidad de tus brazos para sostenerme, y sostenida por Ti siento que mi amor te rapta, te ata, te vence, son tus mismas armas de amor con las cuales me has armado que te aman, que mueven batalla para amarnos’. Hija mía, cuánto amor oculto contiene la Creación y como la criatura no se eleva en nuestra Voluntad, no viene a vivir en Ella, con todo y que tiene razón no comprende nada, y Nosotros quedamos sin la correspondencia debida a Nosotros con justicia; y nuestro amor, ¿qué hace? Con paciencia invencible espera y continúa su grito, pues quiere ser amado por la criatura, porque por amor suyo sacrificó una gloria interminable que habría recibido si hubiese dado la razón a toda la Creación. Por eso sé atenta a vivir en nuestro Querer Divino, a fin de que haciéndose revelador de nuestro amor te ceda las armas para hacernos amar con las cualidades de nuestro mismo amor, y ¡oh! cómo estaré contento, y también tú estarás contenta.
Haciéndose revelador: quiere decir, que el Querer Divino, la Divina Voluntad, el Fiat, me revelarán, me iluminarán, quitarán el velo de acto en acto, para que pueda apreciar este amor y continuar con lo que me toca (8 pasos)
24-35 Agosto 15, 1928
El vivir en el Fiat Divino es comunismo* entre Creador y criatura.
(1) Mi abandono en el Fiat es continuo, me parece que me quiere en todos sus actos, o como actora junto con Él, o al menos como espectadora de lo que hace, porque poseyendo el Querer eterno el acto incesante, es naturaleza suya el siempre hacer, jamás cesar de obrar, y yo siendo pequeña niña, se contenta con tal que esté junto, de tenerme o de un modo o en el otro. Después, siguiendo mi giro por toda la Creación pensaba para mí: “¿Será necesario, lo querrá propiamente Jesús que yo gire por todo?” Y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, el vivir en mi Divina Voluntad es hacerse encontrar por Dios en cada cosa creada, a fin de que el Ser Supremo encuentre en todas sus obras a aquélla que amó y que por amor suyo llamó de la nada y creó tantas variedades de obras bellas y maravillosas. No encontrándote en cada una de sus obras le faltaría el eco de tu amor, de tu reconocimiento y se encontraría como sin ti en aquellas obras en las cuales tú no girases, como si no las hubiera hecho por ti, mientras que es propiamente ésta nuestra finalidad de llamarte a vivir en nuestra Divina Voluntad, a fin de que Nosotros te encontremos a ti en nuestras obras y tú nos encuentres a Nosotros en cada cosa creada, dándonos tú el pequeño amor y Nosotros el gran amor que tuvimos al crear tantas cosas, y uniendo junto tu amor y el nuestro, formar de ellos uno solo para poder decir: ‘Cuánto nos ama la pequeña hija de nuestra Voluntad Divina’. De otra manera, nuestro amor y nuestras obras quedarían aisladas y sin la compañía de aquélla por la cual todo creamos, mientras que el vivir en la Divina Voluntad es comunismo* entre Creador y criatura, y volviéndose inseparables, donde se encuentra el uno se encuentra el otro, y en todo lo que hace Dios la criatura encuentra su pequeño puesto, ¿no quieres encontrar tú un lugarcito en todas las obras de la Creación y Redención? Por eso continúa tu vuelo y déjate llevar por los brazos de mi Fiat, y Él tendrá cuidado de poner a la pequeña recién nacida en cada una de sus obras”.
*Comunismo según el diccionario de la lengua italiana Zingarelli: Sistema político, económico y social fundado en la abolición de toda forma de propiedad privada mediante la colectivización de los bienes y la distribución de los productos según las necesidades de cada uno
16-66 Junio 6, 1924
5- Y Jesús ha agregado: “No obstante estoy en tu corazón guiando todo, y todos estos caminos fueron recorridos por Mí; todo encerré, no dejé escapar ni siquiera un latido, ni una pena de cada una de las criaturas, y tú debes saber que debiendo encerrar en ti como centro de vida a mi Voluntad, es necesario que mi Supremo Querer encuentre en ti todos los caminos y todo lo que hizo tu Jesús, porque le son inseparables; basta no aceptar una sola cosa de lo que Él contiene para que no pueda formar su centro ni tener su pleno dominio, ni puede tener su punto de partida en ti para hacerse conocer y dominar a los demás; lo tendrá por Sí mismo, pero no por ti. Ve entonces cuán necesario es que tú abraces a todos y hagas el camino de todos, tomando sobre de ti las fatigas, las penas y los actos de todos, si quieres que la Majestad de mi Querer descienda en ti para hacer desde ti su curso”.
Interesante: basta no aceptar una sola cosa….basta con no creerme una sílaba de lo que le dice a Luisa…
29-21 Junio 8, 1931
3-Después continuaba pensando en la Divina Voluntad y en el gran bien que se recibe con vivir toda abandonada en sus brazos. Y mi dulce Jesús ha agregado:
4-“Hija buena, el gran bien de vivir de un Querer Divino es sorprendente y casi incomprensible a la criatura humana. Tú debes saber que todo lo que se hace de bueno, de santo en mi Divina Voluntad, no son otra cosa que semillas que germinan en el campo del alma, poniendo como tantas semillas de luz divina, que ponen un principio que no tendrá fin, porque todo lo que se hace en mi Divina Voluntad se siembra, germina, crece de manera admirable sobre la tierra mientras se vive, pero el cumplimiento será formado en el Cielo, el último desarrollo, la variedad de las bellezas, los matices, los colores más bellos y hermosos, le serán dados en la patria celestial. Así que cada acto hecho en la tierra será un tomar más puesto en el Cielo, un derecho de más, y una posesión anticipada en la morada Celestial. La criatura, por cada acto de más que haya hecho, llevará consigo nuevas beatitudes, nuevas alegrías comunicadas por mi Querer. Mi Fiat Divino jamás dice basta a la criatura, la quiere hacer crecer en santidad, en gracia, en belleza, hasta el último respiro de la vida acá abajo, y por eso se reserva de dar la última pincelada y cumplimiento como su pleno triunfo en las regiones Celestiales. Así que en mi Voluntad no hay pausas, y las circunstancias de la vida, ahora de penas, ahora de humillaciones, y ahora de gloria, forman las carreras para poder siempre correr en Ella, para darle el campo libre de hacerla poner en la criatura nuevas semillas divinas, que el Fiat Divino tomará el empeño de cultivarlas y hacerlas crecer de manera admirable, y darles el cumplimiento en la gloria Celestial. Así que en el Cielo nada se inicia, sino que todo se comienza en la tierra, y en el Cielo se cumple”.
Todo lo que hago en el DQ es como decir que estoy viviendo de El porque a todo lo que hago El lo inviste con virtud divina. Esto queda hecho por El pero se me da a mí como propiedad, es decir, lo que se ha generado en el acto, es ahora propiedad mía y se va convirtiendo en vida mía. Así voy viviendo de un Querer Divino.
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