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EL MISTERIO DE SU VOLUNTAD – LA VOLUNTAD DE DIOS EN LA IGLESIA- Cristina
CIC 66-67
66 «La economía cristiana, por ser alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo» (DV 4). Sin embargo, aunque la Revelación esté acabada, no está completamente
explicitada: corresponderá a la fe cristiana comprender gradualmente todo su 94 contenido en el transcurso de los siglos.
67 A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas «privadas», algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es la de «mejorar» o «completar» la Revelación definitiva de Cristo sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sentir de los fieles (sensus 93 fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
La fe cristiana no puede aceptar «revelaciones» que pretenden superar o corregir la Revelación de la que Cristo es la plenitud. Es el caso de ciertas religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en semejantes «revelaciones».
- En las Escrituras
EFESIOS 1, 9-10
En Cristo, Dios nos ha dado a conocer EL MISTERIO DE SU VOLUNTAD….para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los Cielos y LO QUE ESTÁ EN LA TIERRA.
COLOSENSES 2, 2
«para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios, en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.»
COLOSENSES:1,17-17…
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual
- NECESARIO CONOCER TODA LA VOLUNTAD DE DIOS:
BENEDICTO XVI
Es nuestra misión de anunciar toda la voluntad de Dios, en su totalidad y última simplicidad. […] Y pienso que el mundo de hoy tiene curiosidad de conocer todo. […] Esta curiosidad debería ser también la nuestra: […] la de conocer verdaderamente toda la voluntad de Dios y de conocer cómo podemos y cómo debemos vivir, cual es el camino de nuestra vida. Benedicto XVI
A LUISA: 4 TIPOS DE VOLUNTAD
30-11 Enero 7, 1932
Hija mía, mi Voluntad tiene modos sorprendentes y diferentes de obrar, y obra según las disposiciones de las criaturas.
1.- Voluntad querida: Muchas veces hace conocer lo que Ella quiere, pero deja a decisión de las criaturas el hacerlo o no hacerlo, y ésta se llama Voluntad querida. (Ser piloto o ser cocinero)
2.- Voluntad ordenada: Otras veces, al querer agrega la orden, y da gracias duplicadas para hacer que se cumpla dicha orden, y esto es de todos los cristianos, el no hacer esto significa no ser ni siquiera cristianos (es la de los 10 mandamientos, leyes de la Iglesia, deberes de estado)
- Voluntad permisiva: . , tú debes saber que mi Voluntad Divina obra en dos modos, en modo querido y en modo permisivo; 28-35 Febrero 8, 1931 (Dios lo permite todo, pero no es el modo que le agrada cuando permite hasta el mal)
3.- Voluntad operante u obrante: El otro modo es obrante, en éste, desciende en el acto de la criatura y obra como si el acto de la criatura fuera acto suyo, y por eso como acto suyo pone en él su Vida, su santidad, su virtud operativa;
pero para llegar a esto, el alma debe estar habituada a la Voluntad querida y ordenada, éstas preparan el vacío en el acto humano para recibir el acto obrante del Fiat Divino, pero no se detiene ahí, el acto obrante llama al acto cumplido y completo, y éste es el acto más santo, más potente, más bello, más refulgente de luz que puede hacer mi Divina Voluntad, y siendo su acto completo, todo lo que ha hecho viene encerrado en este acto, de modo que se ve correr y encerrado en él: El cielo, el sol, las estrellas, el mar, las bienaventuranzas celestiales, todo y todos”.
HASTA QUE NO ADOPTE LA VOLUNTAD DE DIOS COMO PROPIA NO SEREMOS COMO EL HOMBRE: JESÚS
- VERDADES REVELADAS DE LA IGLESIA SOBRE EL VERDADERO HOMBRE
1-La imagen y semejanza-nuestra esencia
2-Nuestra finalidad en la mente Divina: para tener una compañía a su amor
CIC 1701 Nuevo Adán manifiesta el hombre al propio hombre….ha sido imagen restaurada
Cristo, […] en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación” (GS 22, 1). En Cristo, “imagen del Dios invisible” (Col 1,15; cf 2 Co 4, 4), el hombre ha sido creado “a imagen y semejanza” del Creador. En Cristo, redentor y salvador, la imagen divina alterada en el hombre por el primer pecado ha sido restaurada en su belleza original y ennoblecida con la gracia de Dios (GS 22).
CIC 295 Participar a las criaturas de su Ser, sabiduría y bondad
Creemos que Dios creó el mundo según su sabiduría (cf. Sb 9,9). Este no es producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar. Creemos que procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer participar a las criaturas de su ser, de su sabiduría y de su bondad: «Porque tú has creado todas las cosas; por tu voluntad lo que no existía fue creado» (Ap 4,11). «¡Cuán numerosas son tus obras, Señor! Todas las has hecho con sabiduría» (Sal 104,24). «Bueno es el Señor para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras» (Sal 145,9).
CIC 759: Participación en la Vida Divina en el Hijo
«El Padre eterno creó el mundo por una decisión totalmente libre y misteriosa de su sabiduría y bondad. Decidió elevar a los hombres a la participación de la vida divina» a la cual llama a todos los hombres en su Hijo
Pedro II, 1 Partícipes de su naturaleza Divina
SIMÓN Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo: 2 Gracia y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús. 3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud: 4 Por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos partícipes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que esta en el mundo por concupiscencia.
CIC 460 Hacernos Dios
El Verbo se encarnó para hacernos «partícipes de la naturaleza divina» (2 P 1, 4): «Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 3, 19, 1). «Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios» (San Atanasio de Alejandría, De Incarnatione, 54, 3: PG 25, 192B). Unigenitus […] Dei Filius, suae divinitatis volens nos esse participes, naturam nostram assumpsit, ut homines deos faceret factus homo («El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres») (Santo Tomás de Aquino, Oficio de la festividad del Corpus, Of. de Maitines, primer Nocturno, Lectura I).
1 Juan 3,2
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como El es.
CIC 521 Llamados a ser una con El-Vivir sus misterios en nosotros
Todo lo que Cristo vivió hace que podamos vivirlo en Él y que Él lo viva en nosotros. «El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido en cierto modo con todo hombre»(GS 22, 2). Estamos llamados a no ser más que una sola cosa con Él; nos hace comulgar, en cuanto miembros de su Cuerpo, en lo que Él vivió en su carne por nosotros y como modelo nuestro:
«Debemos continuar y cumplir en nosotros los estados y misterios de Jesús, y pedirle con frecuencia que los realice y lleve a plenitud en nosotros y en toda su Iglesia […] Porque el Hijo de Dios tiene el designio de hacer participar y de extender y continuar sus misterios en nosotros y en toda su Iglesia […] por las gracias que Él quiere comunicarnos y por los efectos que quiere obrar en nosotros gracias a estos misterios. Y por este medio quiere cumplirlos en nosotros» (San Juan Eudes, Tractatus de regno Iesu).
CIC 260 Fin último / Desde ahora
El fin último de toda la economía divina es la entrada de las criaturas en la unidad perfecta de la Bienaventurada Trinidad (cf. Jn 17,21-23). Pero desde ahora somos llamados a ser habitados por la Santísima Trinidad: «Si alguno me ama —dice el Señor— guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» (Jn 14,23).
- COMO PARTICIPAR DE LA NATURALEZA DIVINA
Juan 17-21,26- Siendo Uno con la Divinidad
para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Hay mucho que no pueden con ello pero ya llegó el tiempo: el Espíritu Santo les llevará hasta la verdad plena: Jesús pleno pues es el Camino, LA VERDAD y la Vida.
EL ORDEN DE MI PROVIDENCIA (A luisa Picarreta) 12-80
12-80 Enero 29, 1919 Dios cumplirá la tercera renovación de la humanidad manifestando lo que hacía su Divinidad en su Humanidad.
“Hija amada mía, quiero hacerte saber el orden de mi providencia. En cada período de dos mil años he renovado al mundo, en los primeros lo renové con el diluvio; en los segundos dos mil lo renové con mi venida a la tierra, en la que manifesté mi Humanidad,de la cual como de tantas fisuras se traslucía mi Divinidad, y los buenos y los mismos santos de estos terceros dos mil años han vivido de los frutos de mi Humanidad, y como a gotas han gozado de mi Divinidad. Ahora estamos cerca del final de los terceros dos mil años y habrá una tercera renovación, he aquí el por qué de la confusión general, no es otra cosa que la preparación a la tercera renovación, y si en la segunda renovación manifesté lo que hacía y sufría mi Humanidad y poquísimo lo que obraba la Divinidad, ahora en esta tercera renovación, después de que la tierra haya sido purgada y en gran parte destruida la presente generación, seré aún más magnánimo con las criaturas y llevaré a cabo la renovación con manifestar lo que hacía mi Divinidad en mi Humanidad, cómo obraba mi Querer Divino con mi querer humano, cómo todo quedaba concatenado en Mí, cómo hacía y rehacía todo, y hasta un pensamiento de cada criatura era rehecho por Mí y sellado con mi Querer Divino.
Mi amor quiere desahogarse y quiere hacer conocer los excesos que obraba mi Divinidad en mi Humanidad en favor de las criaturas, que superan con mucho los excesos que externamente obraba mi Humanidad.
He aquí por qué a menudo te hablo del vivir en mi Querer, lo que hasta ahora no he manifestado a ninguno, a lo más han conocido la sombra de mi Voluntad, la gracia, la dulzura que contiene el hacerla, pero penetrar dentro de Ella, abrazar la inmensidad, multiplicarse Conmigo y penetrar dondequiera, aun estando en la tierra, en el Cielo y en los corazones, abandonar los modos humanos y obrar con modos divinos, esto no es conocido aún, tanto que a no pocos parecerá extraño, y quien no tiene abierta la mente a la luz de la verdad no comprenderá nada, pero Yo poco a poco me abriré camino manifestando ahora una verdad, ahora otra de este vivir en mi Querer, de tal manera que terminarán por comprenderlo. Ahora bien, el primer eslabón que conjuntó el verdadero vivir en mi Querer fue mi Humanidad, mi Humanidad fundida con mi Divinidad nadaba en el Querer Eterno e iba encontrando todos los actos de las criaturas para hacerlos suyos, y dar al Padre por parte de las criaturas una gloria divina, y dar a todos los actos de las criaturas el valor, el amor y el beso del Querer Eterno. En este ambiente del Querer Eterno Yo veía todos los actos de las criaturas posibles de hacerse y no hechos, los mismos actos buenos malamente hechos, y Yo hacía los no hechos y rehacía los malamente hechos. Ahora, estos actos no hechos y hechos sólo por Mí, están todos suspendidos en mi Querer, y espero a las criaturas que vengan a vivir en mi Querer y repitan en mi Voluntad lo que hice Yo. Por eso te he escogido a ti como segundo eslabón de conjunción con mi Humanidad, haciéndose uno solo con el mío, viviendo en mi Querer, repitiendo mis mismos actos, de otra manera por esta parte mi amor quedaría sin desahogo, sin gloria por parte de las criaturas por todo lo que mi Divinidad obraba en mi Humanidad, y sin la perfecta finalidad de la Creación, la cual debe encerrarse y perfeccionarse en mi Querer. Sería como si hubiera derramado toda mi sangre, sufrido tanto y nadie lo hubiera sabido, ¿quién me habría amado? ¿Qué corazón habría quedado emocionado? ¡Ninguno! Y por tanto en ninguno habría tenido mis frutos, la gloria de la Redención”.
Y yo interrumpiendo las palabras de Jesús he dicho: “Amor mío, si tanto bien hay en este vivir en el Querer Divino, ¿por qué no lo manifestaste antes?”
Y Él: “Hija mía, primero debía hacer conocer lo que hizo y sufrió mi Humanidad por fuera, para poder disponer a las almas a conocer lo que hizo mi Divinidad por dentro; la criatura es incapaz de comprender todo junto mi obrar, por eso voy manifestándome poco a poco. Después, a tu eslabón de conjunción Conmigo serán unidos los demás eslabones de las criaturas, y tendré una multitud de almas, que viviendo en mi Querer reharán todos los actos de las criaturas y tendré la gloria de tantos actos suspendidos hechos sólo por Mi, hechos también por las criaturas, y éstas de todas las clases: Vírgenes, sacerdotes, seglares, según su oficio no obrarán más humanamente, sino que penetrando en mi Querer sus actos se multiplicarán por todos en modo todo divino, y tendré la gloria divina por parte de las criaturas de tantos sacramentos recibidos y administrados en modo humano, otros profanados, otros enfangados por el interés, y de tantas obras buenas en las cuales quedo más deshonrado que honrado. Suspiro tanto este tiempo, tú reza y suspíralo junto Conmigo y no separes tu eslabón de unión con el mío, empezando tú la primera”.