Material al ritmo de nuestros encuentros
15 de septiembre 2020
La Oración
Con la Divina Voluntad
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Lecturas como complemento
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Nuestro interior son los cielos nuevos y tierras nuevas ….gracias a la Vida Divina bilocada en nuestros actos. «La gloria de Dios es el hombre vivo; la vida del hombre es contemplar a Dios.» (C. H., libro 4,20:7) El contenido de nuestra oración es la propia Vida Divina para corresponder al modo de Jesús y María, para trabajar con Dios, hacer lo que hace El. Nuestra vida será amor y reparaciónes…..divinas.
CONTENIDO DE LA ORACIÓN – 15 SEPTIEMBRE 2020
Apocalipsis 21:22-22:6
22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
33-12 Ahora, tú debes saber que el alma en gracia es el templo de Dios, pero cuando el alma vive en nuestra Voluntad, Dios se hace templo del alma, y ¡oh! la gran diferencia entre la criatura templo de Dios, y entre Dios templo del alma; el primero es un templo expuesto a los peligros, a los enemigos, sujeto a pasiones, muchas veces nuestro Ente Supremo se encuentra en estos templos como en los templos de piedra, no cuidado, no amado como conviene, y la pequeña lamparita de su amor continuo que debía tener como homenaje a su Dios que reside en ella, sin el aceite puro está apagada, y si jamás sea, cae en pecado grave, nuestro templo se derrumba y queda ocupado por ladrones, nuestros enemigos y suyos, que lo profanan y de él hacen masacre. El segundo templo, es decir Dios templo del alma, no está expuesto a peligros, los enemigos no pueden acercarse, las pasiones pierden la vida, el alma en este nuestro templo divino es como la pequeña hostia que tiene consagrado en ella a su Jesús, la cual con el amor perenne que toma, recibe y se alimenta, forma la lámpara viva que siempre arde, sin que jamás se apague; este nuestro templo ocupa su puesto real, su Querer completo y es nuestra gloria y nuestro triunfo; y la pequeña hostia, ¿qué hace en este nuestro templo? Ruega, ama, vive de Voluntad Divina, suple a mi Humanidad sobre la tierra, toma mi puesto de penas, llama a todo el ejército de nuestras obras para hacernos cortejo, la Creación, la Redención las tiene como suyas y hace de comandante sobre ellas, y ahora nos las pone como ejército alrededor en acto de oración, de adoración, ahora como ejército en acto de amarnos y glorificarnos, pero ella siempre a la cabeza para hacer lo que quiere que hagan nuestras obras, y termina siempre con su estribillo tan agradable a Nosotros: ‘Tu Querer sea conocido, amado y reine y domine en el mundo entero’. Así que todas las ansias, los suspiros, los intereses, las premuras, las plegarias de esta pequeña hostia que vive en nuestro templo divino son: Que nuestro Fiat abrace a todos, haga a un lado todos los males de las criaturas, y con su soplo omnipotente se haga lugar en los corazones de todos para hacerse vida de cada criatura; ¿se puede dar oficio más bello, más santo, más importante, más útil al Cielo y a la tierra, que el de esta pequeña hostia que vive en nuestro templo? Además de esto, nuestro amor, nuestra potencia, hacen todos los desahogos, todas las industrias, todas las estratagemas con quien vive en nuestra Voluntad: Nuestro amor se hace pequeño y se encierra en el alma para formar su Vida, y de ésta quedan sólo los despojos para quedar cubierta; nuestra potencia se hace inmensa cual es, y se forma templo suntuoso para tenerla dentro, al seguro, y gozar de su compañía. Para quien hace nuestra Voluntad ella está siempre ocupada de Nosotros, y Nosotros siempre estamos ocupados de ella, por eso trata de encontrarte siempre en nuestra Voluntad”.
30-8, 5 Ahora queremos abrir estas nuestras puertas, después de tantos siglos, a quien quiera entrar, no forzarlas, sino libremente, para hacerlos poblar estos nuestros campos divinos, para dar una nueva forma, un modo de vida todo nuevo a la criatura, y poder recibir, no obras de ella, sino en cada acto suyo, vida formada en nuestra misma Vida.
18-1 (2) Ahora, mientras me estaba fundiendo en el Santo Querer Divino para corresponder en amor a Dios por todo lo que hizo en la Creación por amor de las criaturas, el pensamiento me decía que no era necesario hacerlo, ni era agradable a mi Jesús este modo de orar, me decía que todo era invención de mi cabeza. Y mi siempre amable Jesús, moviéndose en mi interior me ha dicho:
(3) “Hija mía, tú debes saber que este modo de orar, esto es, corresponder a Dios en amor por todas las cosas creadas por Él, es un derecho divino y entra en el primer deber de la criatura.
(4) que Aquélla que tomó a pecho toda nuestra gloria, nuestra defensa, nuestro interés, no hacía otra cosa que girar por doquier, desde la más pequeña hasta la más grande de las cosas creadas por Dios para imprimir su correspondencia de amor, de gloria, de agradecimiento por todos y a nombre de todas las generaciones humanas¡ Ah, sí, fue propiamente mi Mamá Celestial que llenó Cielos y tierra de correspondencia por todo lo que Dios había hecho en la Creación! Después de Ella fue mi Humanidad la que cumplió este deber tan sacrosanto, al cual la criatura había faltado tanto, tanto, así que fueron mis oraciones y las de mi inseparable Mamá lo que hizo propicio a mi Padre Celestial hacia el hombre culpable. ¿No quieres tú entonces repetir mis mismas oraciones? Es más, por esto te he llamado en mi Querer, a fin de que te asocies con Nosotros y sigas y repitas nuestros actos”.
El te amo divino es nuestro modelo- el que pronunció Adán
Para esto es NECESARIO fundirse, vivir fundidos:
18-12 Noviembre 9, 1925
Fundirse en el Querer Divino es el acto más grande y el que más honra a nuestro Creador.
(1) Estaba según mi costumbre fundiéndome en el Santo Querer Divino, para luego hacer mi adoración a mi crucificado bien, y como más de un vez mientras estaba haciendo mis actos en el Querer Supremo me había sorprendido el sueño, lo que antes jamás me sucedía, por eso no habiendo cumplido lo uno ni hecho la adoración, dije entre mí: “Primero hago la adoración al crucifijo, y si no me sorprende el sueño me fundiré en el Querer Divino para hacer mis acostumbrados actos”. Pero mientras esto pensaba mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior, y poniendo su rostro junto al mío me ha dicho:
(2) “Hija mía, quiero que primero te fundas en mi Querer, que vengas delante a la Majestad Suprema para reordenar todas las voluntades humanas en la Voluntad de su Creador, para reparar con mi misma Voluntad todos los actos de las voluntades de las criaturas opuestos a la mía.( 17-27 ver más abajo)
Voluntad ha salido de Nosotros para divinizar a la criatura, y voluntad queremos, y cuando esta Voluntad es rechazada por ellas para hacer la propia, es la ofensa más directa al Creador, es el desconocer todos los bienes de la Creación y alejarse de su semejanza. ¿Y te parece poco que tú, fundiéndote en mi Voluntad tomes como en tu regazo toda esta Voluntad mía, que si bien es una, a cada criatura lleva su acto divinizador y tú, reuniéndolos todos juntos estos actos de mi Voluntad me los traes ante la Majestad Suprema para corresponderlos con la tuya junto a la Mía, con tu amor rehaciendo todos los actos opuestos de las criaturas, y tomada esta mi misma Voluntad, que sorprenda de nuevo a las criaturas con actos más repetidos, a fin de que la conozcan, la reciban en ellas como acto primero, la amen y cumplan en todo esta Santa Voluntad? La adoración a mis llagas más de uno me la hace, pero devolver los derechos a mi Voluntad como acto primero que hice hacia el hombre, no me lo hace ninguno, por eso te toca a ti, que tienes una misión especial en mi Voluntad, el hacerlo. Y si mientras esto haces te sorprende el sueño, nuestro Padre Celestial te mirará con amor al verte dormir en sus brazos, viendo a su pequeña hija que aun durmiendo tiene en su pequeño regazo todos los actos de su Voluntad para repararlos, corresponderlos en amor y dar a cada acto de nuestra Voluntad el honor, la soberanía y el derecho que le conviene. Por eso, primero cumple tu deber, y después, si puedes, harás también la adoración a mis llagas”.
(3) Sea siempre dadas las gracias a Jesús, esta noche, por su bondad, he hecho lo uno y lo otro.
17-27 Enero 4, 1925, 2 -distintas cosas que ocurren al vivir fundidos-
Habiendo transcurrido todo el día, estaba pensando entre mí: “¿Qué más me queda por hacer?” Y en mi interior he oído decirme:
(2) “Tienes que hacer la cosa más importante, tu último acto de fundirte en la Voluntad Divina”.
(3) Entonces me he puesto, según mi costumbre, a fundir todo mi pobre ser en la Voluntad Suprema, y mientras esto hacía me parecía que se abriesen los Cielos y yo iba al encuentro de toda la corte celeste y todo el Cielo venía a mi encuentro, y mi dulce Jesús me ha dicho:
(4) “Hija mía, el fundirte en mi Voluntad es el acto más solemne, más grande, más importante de toda tu vida.
(añado aquí esta lectura de fundirse parte por parte: 11-55
(1) Mientras rezaba estaba uniendo mi mente a la de Jesús, mis ojos a los de Jesús, y así de todo lo demás, tratando de hacer lo que hacía Jesús con su mente, con sus ojos, con su boca, con su corazón, y así de todo de todo lo demás, y como parecía que la mente de Jesús, sus ojos, etc., se difundían para bien de todos, así parecía que yo uniéndome y ensimismándome con Jesús me difundía también para bien de todos. Entonces pensaba entre mí: “¿Qué meditación es ésta? ¿Qué oración? ¡Ah, no soy buena para nada, no sé ni siquiera meditar nada!” Pero mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús me ha dicho…. y sigue … Además, con unirse y ensimismarse Conmigo, se une con mi mente, y así tantas vidas de pensamientos santos produce en las mentes de las criaturas; conforme se une con mis ojos, así produce en las criaturas tantas vidas de miradas santas; así si se une con mi boca dará vida a las palabras; si se une a mi corazón, a mis deseos, a mis manos, a mis pasos, así a cada latido dará una vida, vida a los deseos, a las acciones, a los pasos, pero vidas santas, porque conteniendo en Mí la potencia creadora, junto Conmigo el alma crea y hace lo que hago Yo. Ahora, esta unión Conmigo, parte por parte, mente por mente, corazón por corazón, etc., produce en ti, en grado más alto, la Vida de mi Voluntad y de mi Amor, y en esta Voluntad viene formado el Padre, en el Amor el Espíritu Santo, y del obrar, de las palabras, de las obras, de los pensamientos y de todo lo demás que puede salir de esta Voluntad y de este Amor viene formado el Hijo, y he aquí la Trinidad en las almas, así que si debemos obrar, es indiferente obrar en la Trinidad en el
Cielo o en la Trinidad de las almas en la tierra. He aquí el por qué voy quitándote todo lo demás, si bien cosas buenas y santas, para poderte dar lo más bueno y lo más santo, que soy Yo mismo, y poder hacer de ti otro Yo mismo, en cuanto a criatura es posible. Creo que no te lamentarás más, ¿no es verdad?”
Y yo: “¡Ah, Jesús, Jesús!, yo en cambio siento que me he hecho mala, mala, y el mayor mal es que no sé encontrar esta maldad mía, porque encontrándola, al menos haría cuanto puedo para quitarla”.
Y Jesús: “Basta, basta, tú quieres adentrarte demasiado en el pensamiento de ti misma, piensa en Mí y Yo pensaré en tu maldad, ¿has entendido?”
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Sigue la lectura
Fundirte en mi Voluntad es entrar en el ámbito de la eternidad, abrazarla, besarla y recibir el depósito de los bienes que contiene la Voluntad Eterna; es más, en cuanto el alma se funde en el Supremo Querer todos van a su encuentro para deponer en ella todo lo que tienen de bienes y de gloria; los ángeles, los santos, la misma Divinidad, todos deponen, sabiendo que deponen en aquella misma Voluntad en la cual todo está al seguro. El alma con recibir estos bienes, con sus actos en la Voluntad Divina los multiplica y da a todo el Cielo doble gloria y honor, así que con el fundirte en mi Voluntad pones en movimiento Cielo y tierra, es una nueva fiesta para todo el empíreo. Y como el fundirse en mi Voluntad es amar y dar por todos y por cada uno, sin excluir a ninguno, mi bondad, para no dejarme vencer en amor por la criatura, pongo en ella los bienes de todos, y todos los bienes posibles que en Mí contengo; no puede faltar el espacio donde poner todos los bienes, porque mi Voluntad es inmensa y se presta a recibir todo. Si tú supieras qué haces y qué sucede con el fundirte en mi Voluntad, te derretirías por el deseo de fundirte continuamente”.
(5) Después estaba pensando si debía o no escribir lo que está escrito aquí arriba, yo no lo veía necesario, ni una cosa importante, mucho más porque la obediencia no me había dado ninguna orden de hacerlo. Entonces mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(6) “Hija mía, ¿cómo que no es importante hacer conocer que el fundirse en mi Voluntad es vivir en Ella?
El alma recibe como en depósito todos mis bienes divinos y eternos;….. Mira entonces qué significa vivir, fundirse en mi Voluntad: ‘Ser el mártir continuado de mi Voluntad Suprema.’ ¿Y a ti te parece poco y cosa de nada?”
12-2 Marzo 18, 1917
Nuestro modelo:
(2) “Hija mía, mi Humanidad sobre la tierra no hacía otra cosa que unir cada pensamiento de criatura con los míos, así que cada pensamiento de criatura se repercutía en mi mente, cada palabra en mi voz, cada latido en mi corazón, cada acción en mis manos, cada paso en mis pies, y así de todo lo demás; con esto daba al Padre reparaciones divinas. Ahora, todo lo que hice en la tierra lo continúo en el Cielo, y conforme las criaturas piensan, sus pensamientos se vierten en mi mente; conforme miran, siento sus miradas en las mías, así que pasa entre ellas y Yo como una electricidad continua, como los miembros están en continua comunicación con la cabeza, y digo al Padre: “Padre mío, no soy sólo Yo que te ruego, que reparo, que satisfago, que te aplaco, sino que hay otras criaturas que hacen en Mí lo que hago Yo, más bien suplen con su sufrir a mi Humanidad, que gloriosa es incapaz de sufrir”.
12-2 Así que tu vida esté toda fundida en la mía, no hagas ningún acto que no lo hagas pasar en Mí, y cada vez que tú te fundas en Mí, Yo derramaré en ti nueva gracia y nueva luz, y me haré vigilante centinela de tu corazón, para tenerte alejada cualquier sombra de pecado, te custodiaré como a mi misma Humanidad, mandaré a los ángeles que te hagan corona, a fin de que quedes defendida de todo y de todos”.
CONTENIDO DE LA ORACIÓN EN DV PUES?
La contemplación de los actos divinos que están en acto para ser tomados (8 pasoso)
SEGUIR LOS ACTOS: el contenido de nuestra “oración”, contemplación son los ACTOS DIVINOS, cualesquiera que sean: Ad-intra o Ad-e xtra.
32-1 En cambio quien las mira como cosas pasadas, sólo tiene el recuerdo, y el recuerdo no ha formado ni Vida Divina, ni heroísmo de santidad. Por eso toma las cosas como en realidad son, siempre en acto, para amarte siempre y siempre amarme”.
(12-88 pero en mi Voluntad es libre, yo la dejo libre de amarme como quiera, es más, le digo: “Deja tus harapos humanos, toma lo divino, Yo no soy avaro ni celoso de mis bienes, quiero que tomes todo, ámame inmensamente, toma todo mi amor, haz tuyo mi poder, mi belleza hazla tuya, por cuanto más tomes tanto más estará feliz tu Jesús”.)
30-34-2 Mi Voluntad mueve todo alrededor de ella, a fin de que todos y todo la sirvan y la amen. Por eso quien vive en Ella da qué hacer a todos, y todos sienten la felicidad de poder extender su campo de acción dentro y fuera de la afortunada criatura. ¡Oh! si todas las criaturas comprendieran qué significa vivir en mi Divina Voluntad, ¡oh! cómo todos ambicionarían y harían competencia de hacer en Ella su celestial morada”.
12-11 (2) “Hija mía, la razón de tu vida la sé Yo, no te corresponde a ti investigarla, pero debes saber que el sólo fundirte en Mí todos los días y varias veces al día
LECTURA DEL PAJE….PONEMOS EN MOVIMIENTO SU VIDA!
24-3 Después de esto estaba siguiendo los actos de la Divina Voluntad en toda la Creación, para llevarlos como homenaje a mi Creador, y en todas las cosas creadas corría un movimiento de vida que las reunía a todas y movía todo. Yo he quedado sorprendida y mi dulce Jesús ha agregado:
(1) “Hija mía, este movimiento de vida en toda la Creación es mi Voluntad, que mueve todo y tiene como en su propio puño de vida todas las cosas. Cómo es grande su movimiento, y mientras es múltiple es uno, por eso la historia de mi Voluntad es larga, y tu trabajo de escribir su historia se vuelve larguísimo, y por cuanto quisieras restringir tu decir te resulta difícil, porque su movimiento que todo mueve continuamente, tiene tanto que decir de lo que ha hecho en su larguísima historia, que por cuanto ha dicho le parece que no ha dicho nada, y como los movimientos, todas las vidas, todos los campos son suyos, tiene tantos caminos para narrar su larga historia, y tú serás la narradora y portadora de la historia de un Querer eterno, que mientras dice su historia te pone dentro para darte la vida de sus actos y comunicarte, por cuanto te es posible, su movimiento y los bienes que Él contiene. Por eso tú debes saber que quien vive en mi Querer ofrece a la Majestad Eterna actos reales, actos que sólo se encuentran en la morada divina de mi Voluntad, y entonces Nosotros nos sentimos verdaderamente honrados por la criatura, cuando viene delante a Nosotros con los actos reales que hace nuestra Voluntad en toda la Creación, ellos son actos divinos y dignos de nuestra Majestad, en cambio quien no vive en nuestro Querer, por cuantos bienes pueda hacer, son siempre actos humanos que nos ofrece, no divinos, inferiores a Nosotros porque no corre en ellos el acto real de nuestro Fiat Divino. Sucede como a un rey que es servido por un paje, el cual le ofrece todas las cosas que se encuentran en la morada del rey, éste, a pesar de que son cosas suyas se siente honrado, porque si bebe, bebe su agua pura en vasos de oro, tersos y limpios; si come, el alimento es digno de él y le es servido en platos de plata; si viste, le son llevados vestidos reales como conviene a un rey; el rey se siente complacido y satisfecho porque es servido con las cosas reales que le pertenecen; en cambio otro paje que sirve al rey, cuando el rey quiere beber, va a su vil habitación a tomar agua turbia, la lleva en vasos de barro, no limpios; si come, va a tomar su alimento vulgar, vil y en platos que dan asco; si viste, le lleva vestidos sin adornos y no dignos de un rey; el rey no queda complacido ni honrado al ser servido por este paje, más bien queda con un dolor en el corazón y dice: ‘¿Cómo, tengo mis cosas reales y este paje se atreve a servirme con las cosas viles de su casa?’ El primer paje es quien vive en mi Voluntad, el segundo quien vive de voluntad humana, ¡qué gran diferencia entre el uno y el otro!”
6-110“Para no sentir turbaciones el alma debe fundirse bien en Dios, y toda sí misma tender a Dios como a un solo punto, y ver las otras cosas con ojo indiferente, pero si hace de otra manera, en cada cosa que haga, vea o sienta, el alma se sentirá investida de un malestar, como de una fiebre que vuelve al alma toda apartada, turbada, sin poderse entender ella misma.
6-42
(1) Continuando mi habitual estado, por poco tiempo se ha hecho ver desde dentro de mi interior, primero Él sólo y después las Tres Divinas Personas, pero todas en profundo silencio, y yo continuaba ante su presencia con mi acostumbrado trabajo interior, y parecía que el Hijo se unía conmigo, y yo no hacía otra cosa que seguirlo, pero todo era silencio, y no se hacía otra cosa en este silencio que fundirse con Dios, y todo el interior, afectos, latidos, deseos, respiros, se convertían en profundas adoraciones a la Majestad Suprema. Entonces, después de haber estado un poco de tiempo en este estado, parecía que las Tres hablaban, pero formaban una sola voz, y me han dicho:
(2) “Hija querida nuestra, ánimo, fidelidad y atención suma al seguir lo que la Divinidad obra en ti, porque todo lo que haces no lo haces tú, sino que no haces otra cosa que dar tu alma por habitación a la Divinidad. Te sucede a ti como a una pobre que teniendo un pequeño cuartucho, el rey lo pide por habitación, y ella lo da y hace todo lo que quiere el rey; entonces, habitando el rey aquel pequeño cuartucho, contiene riquezas, nobleza, gloria y todos los bienes, ¿pero de quién son? Del rey, y si el rey lo quiere dejar, a la pobre ¿qué cosa le queda? Le queda siempre su pobreza”.
12-2
Marzo 18, 1917
Efectos del fundirse en Jesús.
(1) Estaba rezando fundiéndome toda en Jesús, y quería en mi poder cada pensamiento de Jesús para poder tener vida en cada pensamiento de criatura, para poder reparar con el mismo pensamiento de Jesús, y así de todo lo demás. Y mi dulce Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, mi Humanidad sobre la tierra no hacía otra cosa que unir cada pensamiento de criatura con los míos, así que cada pensamiento de criatura se repercutía en mi mente, cada palabra en mi voz, cada latido en mi corazón, cada acción en mis manos, cada paso en mis pies, y así de todo lo demás; con esto daba al Padre reparaciones divinas. Ahora, todo lo que hice en la tierra lo continúo en el Cielo, y conforme las criaturas piensan, sus pensamientos se vierten en mi mente; conforme miran, siento sus miradas en las mías, así que pasa entre ellas y Yo como una electricidad continua, como los miembros están en continua comunicación con la cabeza, y digo al Padre: “Padre mío, no soy sólo Yo que te ruego, que reparo, que satisfago, que te aplaco,
1 Este libro ha sido traducido directamente del original manuscrito de Luisa Piccarreta.
sino que hay otras criaturas que hacen en Mí lo que hago Yo, más bien suplen con su sufrir a mi Humanidad, que gloriosa es incapaz de sufrir”.
(3) El alma con fundirse en Mí repite todo lo que hice y continúo haciendo, ¿pero cuál será el contento de estas almas que han hecho su vida en Mí, abrazando junto Conmigo todas las criaturas, todas las reparaciones, cuando estén conmigo en el Cielo? Su vida la continuarán en Mí, y conforme las criaturas piensen o me ofendan con los pensamientos, estos pensamientos se repercutirán en su mente y continuarán con las reparaciones que hicieron en la tierra; serán junto Conmigo ante el trono divino, los centinelas de honor, y conforme las criaturas me ofendan en la tierra, ellas harán los actos opuestos en el Cielo, vigilarán mi trono, tendrán su puesto de honor, serán las que más me comprenderán, las más gloriosas, su gloria estará toda fundida en la mía y la mía en la de ellas. Así que tu vida esté toda fundida en la mía, no hagas ningún acto que no lo hagas pasar en Mí, y cada vez que tú te fundas en Mí, Yo derramaré en ti nueva gracia y nueva luz, y me haré vigilante centinela de tu corazón, para tenerte alejada cualquier sombra de pecado, te custodiaré como a mi misma Humanidad, mandaré a los ángeles que te hagan corona, a fin de que quedes defendida de todo y de todos”.
12-6
Abril 18, 1917
El volcarse en la Divina Voluntad y fundirse en Jesús, forma benéfico rocío sobre todas las criaturas.
(1) Estaba fundiéndome en mi dulce Jesús para poderme difundir en todas las criaturas y fundirlas todas en Jesús, y yo me ponía entre las criaturas y Jesús para impedir que mi amado fuera ofendido y que las criaturas lo pudieran ofender. Ahora, mientras esto hacía me ha dicho:
(2) “Hija mía, en cuanto te vuelcas en mi Voluntad y te fundes en Mí, así en ti se forma un sol; conforme vas pensando, amando, reparando, etc., se forman los rayos, y mi Voluntad como fondo se hace corona de estos rayos y se forma el sol, el cual elevándose en el aire, se vuelve benéfico rocío sobre todas las criaturas, así que por cuantas más veces te fundes en Mí, tantos soles de más vas formando. ¡Oh, cómo es bello ver estos soles, que elevándose, elevándose, quedan fundidos en mi mismo Sol y hacen llover rocío benéfico sobre todos! ¿Cuántas gracias no reciben las criaturas? Yo estoy tan complacido y arrobado por esto, que en cuanto se funden en el mío, Yo lluevo sobre ellas abundantes rocíos de toda clase de gracias, de modo que puedan formar soles más grandes para poder derramar más abundantemente este benéfico rocío sobre todas las criaturas”.
(3) Y conforme yo me fundía, sentía llover sobre mi cabeza luz, amor, gracias.
12-11
? El alma queda separada de Mí cuando hace entrar alguna cosa que no me pertenece a Mí. Por eso, si Yo entro en el alma y encuentro su voluntad mía, sus deseos, sus afectos, los pensamientos, el corazón, todo mío, Yo la absorbo en Mí y voy fundiendo con el fuego de mi amor su voluntad con la mía, y de ellas hago una sola; fundo sus deseos con los míos, los afectos, los pensamientos con los míos, y cuando de todo he formado un solo líquido, como celestial rocío lo vierto sobre toda mi Humanidad, el cual, dividiéndose en tantas gotas de rocío por cuantas ofensas recibe, me
besan, me aman, me reparan, me embalsaman mis llagas irritadas. Y como estoy siempre en acto de hacer el bien a todos, este rocío desciende a bien de todas las criaturas. Pero si encuentro en el alma alguna cosa extraña, que no me pertenece, entonces no puedo fundir lo suyo en lo mío, porque solamente el amor es lo que tiene virtud de fundirse y hacerse uno solo; las cosas similares son las que pueden intercambiarse, y que tienen el mismo valor, por lo que, si en el alma hay fierro, espinas, piedras, ¿cómo se pueden fundir? Y entonces son las separaciones, la infelicidad. Así que si en tu corazón no ha entrado nada, ¿cómo puedo separarme?”
12-16
(6) Y Jesús: “Tú debes saber que el acto más noble, más sublime, más grande, más heroico, es hacer mi Voluntad y obrar en mi Querer, por eso, a este acto al que ningún otro podrá igualar, Yo le hago gala de todo mi amor y generosidad, y en cuanto el alma se decide a hacerlo, Yo, para darle el honor de tenerla en mi Querer, en el acto en el que los dos quereres se encuentran para fundirse el uno en el otro y hacerse uno solo, si está manchada la purifico, y si las espinas de la naturaleza humana la envuelven, las destrozo; si algún clavo la traspasa, esto es, el pecado, Yo lo pulverizo, porque nada puede entrar de mal en mi Voluntad; es más, todos mis atributos la invisten y le cambian la debilidad en fortaleza, la ignorancia en sabiduría, la miseria en riqueza, y así de todo lo demás. En los otros actos permanece siempre alguna cosa de sí, pero en éstos queda el alma despojada de toda sí misma, y Yo la lleno toda de Mí”.
12-11 (2) “Hija mía, la razón de tu vida la sé Yo, no te corresponde a ti investigarla, pero debes saber que el sólo fundirte en Mí todos los días y varias veces al día, sirve para mantener el equilibrio de todas las reparaciones, porque sólo quien entra en Mí y toma de Mí el principio de todo lo que hace, puede equilibrar las reparaciones de todos y de todo, puede equilibrar por parte de las criaturas la gloria del Padre, porque estando en Mí un principio eterno, una Voluntad eterna, pude equilibrar todo: satisfacciones, reparaciones y gloria completa del Padre Celestial por parte de todos, así que conforme tú entras en Mí vienes a renovar el equilibrio de todas las reparaciones y de la gloria de la Majestad Eterna. ¿Te parece poco esto? ¿No sientes tú misma que no puedes hacer menos, y que Yo no te dejo si antes no te veo fundirte en todas mis partículas para recibir de ti el equilibrio de todas las reparaciones, sustituyéndote a nombre de toda la familia humana? Busca por cuanto está en ti repararme por todo. Si supieras cuánto bien recibe el mundo cuando un alma, sin la sombra del interés personal, sino sólo por mi amor, se eleva entre el Cielo y la tierra, y unida Conmigo equilibra las reparaciones de todos”.
12-155
(1) Mientras rezaba estaba fundiéndome toda en la Divina Voluntad, y mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior, y poniendo un brazo en el cuello me ha dicho:
(2) “Hija mía, mi Mamá con su amor, con sus oraciones y con su aniquilamiento, me llamó del Cielo a la tierra a encarnarme en su seno. Tú, con tu amor y con el perderte siempre en mi Querer, llamarás a mi Voluntad a hacer vida en ti en la tierra, y después me darás vida en las demás criaturas. Ahora, has de saber que mi Mamá con haberme llamado del Cielo a la tierra en su seno, siendo esto que hizo, acto único, que no se repetirá, Yo la enriquecí de todas las gracias, la doté de tanto amor, de hacerla sobrepasar el amor de todas las criaturas unidas juntas, la hice ser primera en los privilegios, en la gloria, en todo, podría decir que todo el Eterno se redujo a un solo punto y se vertió en Ella a torrentes, a mares inmensos, tanto, que todos quedan muy por debajo de Ella.
(3) Tú, con llamar a mi Voluntad en ti, es también acto único, por tanto, por decoro de mi Voluntad que debe habitar en ti, debo derramar tanta gracia y tanto amor de hacerte superar a todas las demás criaturas, y como mi Voluntad tiene la supremacía sobre todo, es eterna, inmensa, infinita, donde debe tener principio y cumplimiento la vida de mi Voluntad, debo comunicarle, enriquecerla y dotarla con las mismas cualidades de mi Voluntad, dándole la supremacía sobre todo. Mi Querer eterno tomará el pasado, el presente y el futuro, los reducirá en un solo punto y lo derramará en ti. Mi Voluntad es eterna y quiere tomar vida donde encuentre lo eterno, es inmensa y quiere vida en la inmensidad, es infinita y quiere encontrar la infinitud, ¿y cómo puede encontrar todo esto si primero no lo pongo en ti?”
(4) Yo, al escuchar todo esto he quedado espantada y aturdida, y si lo he escrito es porque la obediencia se ha impuesto, y he dicho: “Jesús, ¿qué dices? Quieres confundirme y humillarme hasta el polvo, siento que ni siquiera puedo aguantar lo que dices, siento un terror que toda me espanta”.
(5) Y Jesús ha agregado: “Lo que te digo me servirá a Mí mismo, es necesario a la santidad y a la dignidad de mi Voluntad; Yo no me abajo a habitar donde no encuentro las cosas que me pertenecen, tú no serás otra cosa que la depositaria de un bien tan grande, y debes ser celosa en custodiarlo, por eso ten ánimo y no temas”.
12-46 (2) “Hija mía, funde tu inteligencia con la mía, a fin de que circule en todas las inteligencias de las criaturas, y reciba el vínculo de cada uno de los pensamientos de ellas para sustituirlos con tantos otros pensamientos hechos en mi Querer, y Yo reciba la gloria como si todos los pensamientos fuesen hechos en modo divino. Ensancha tu querer en el mío, ninguna cosa debe escapar que no quede atrapada en la red de la tuya y mía Voluntad; mi Querer en Mí y mi Querer en ti deben confundirse juntos y tener los mismos confines interminables, pero tengo necesidad de que tu querer se preste a extenderse en el mío y no se le escape ninguna cosa creada por Mí, a fin de que en todas las cosas escuche el eco de la Voluntad Divina en la voluntad humana, a fin de que ahí genere mi semejanza. Mira hija mía, Yo sufrí doble muerte por cada una de las criaturas, una de amor y la otra de pena, porque al crearla la creé un complejo todo de amor, por lo cual no debía salir de ella otra cosa que amor, tanto que mi amor y el suyo debían estar en continuas corrientes, pero el hombre no sólo no me amó, sino que ingrato me ofendió, y Yo debía rehacer a mi Divino Padre de esta falta de amor, y debí aceptar una muerte de amor por cada uno, y otra de dolor por las ofensas”.
(3) Pero mientras esto decía, veía a mi dulce Jesús todo una llama, que lo consumía y le daba muerte por cada uno, es más, veía que cada pensamiento, palabra, movimiento, obra, paso, etc., eran tantas llamas que consumían a Jesús y lo vivificaban.
(4) Entonces Jesús ha agregado: “¿No quisieras tú mi semejanza? ¿No quisieras tú aceptar las muertes de amor como aceptaste las muertes de dolor?”
(5) Y yo: “¡Ah! mi Jesús, yo no sé qué me haya sucedido, siento aún gran repugnancia por haber aceptado las de dolor, ¿cómo podría aceptar las de amor que me parecen más duras? Yo tiemblo al sólo pensarlo, mi pobre naturaleza se aniquila más, se deshace. Ayúdame, dame la fuerza porque siento que no puedo seguir adelante”.
(6) Y Jesús todo bondad y decidido ha agregado: “Pobre hija mía, ánimo, no temas ni quieras turbarte por la repugnancia que sientes; es más, para tranquilizarte te digo que también ésta es una semejanza mía. Debes saber que también mi Humanidad, por cuan santa, deseosa a lo sumo de sufrir, sentía esta repugnancia, pero no era mía, eran todas las repugnancias de las criaturas que sentían en hacer el bien, en aceptar las penas que merecían, y Yo debía sufrir estas penas que me torturaban no poco, para dar a ellas la inclinación al bien y hacerles más dulces las penas, tanto, que en el huerto grité al Padre: ‘Si es posible pase de Mí este cáliz”. ¿Crees tú que fui Yo? ¡Ah no! Te engañas, Yo amaba el sufrir hasta la locura, amaba la muerte para dar vida a mis hijos, era el grito de toda la familia humana que resonaba en mi Humanidad, y Yo, gritando junto con ellos para darles fuerzas repetí tres veces: ‘Si es posible pase de Mí este cáliz’. Yo hablaba a nombre de todos, como si fueran cosa mía, pero me sentía aplastar; así que la repugnancia que sientes no es tuya, es el eco de la mía, si fuera tuya me habría retirado, por eso hija mía, queriendo generar de Mí otra imagen mía, quiero que aceptes, y Yo mismo quiero imprimir en tu voluntad ensanchada y consumida en la mía estas mis muertes de amor”.
(7) Y mientras esto decía, con su santa mano me las imprimía, y ha desaparecido. Sea todo para gloria de Dios.
17-17 (2) “Hija mía, cómo es bello ver a un alma fundirse en mi Voluntad, en cuanto el alma se funde en Ella, el latido creado toma lugar y vida en el latido increado y forman uno solo, y corre y late junto con el latido eterno. Esta es la más grande felicidad del corazón humano, latir en el latido eterno de su Creador. Mi Querer lo pone en vuelo y el latido humano se arroja en el centro de su Creador”.
(3) Entonces yo le he dicho: “Dime amor mío, ¿cuántas veces gira tu Querer en todas las criaturas?”
(4) Y Jesús: “Hija mía, mi Querer, en cada latido de criatura forma su giro completo en toda la Creación, y así como el latido en la criatura es continuo, y si cesa el latido cesa la vida, así mi Voluntad, más que latido, para dar Vida Divina a las criaturas gira y forma el latido de mi Voluntad en cada corazón. Mira entonces cómo está mi Voluntad en cada criatura, como latido primario, porque el suyo es secundario.
13-16
(1) Estaba fundiéndome toda en el Santo Querer de mi dulce Jesús, y le decía: “Amor mío, entro en tu Querer y aquí encuentro todos los pensamientos de tu mente y todos los de las criaturas, y yo hago corona con mis pensamientos y con los de todos mis hermanos en torno a los tuyos, y después los uno todos y hago de todos uno solo, para darte el homenaje, la adoración, la gloria, el amor, la reparación de tu misma inteligencia”. Y mientras esto decía, mi Jesús se ha movido en mi interior y poniéndose de pie me ha dicho:
(2) “Hija inseparable de mi Voluntad, cómo estoy contento al oír repetir lo que hacía mi Humanidad en mi Voluntad, y Yo beso tus pensamientos en los míos, tus palabras en las mías, tu latido en el mío”.
(3) Y mientras esto decía me cubría toda de besos. Luego le dije: “Vida mía, ¿por qué gozas tanto y haces fiesta cada vez que manifiestas otro efecto de tu Voluntad?”
(4) Y Jesús: “Tú debes saber que cada vez que te manifiesto una verdad de más sobre mi Voluntad, es una unión de más que formo entre tú y Yo y con toda la familia humana; es una unión mayor, un vínculo más estrecho, es un mayor participar en mi herencia, y conforme las manifiesto formo la escritura de donación, y viendo a mis hijos más ricos y que toman parte en la herencia, siento nuevos contentos y hago fiesta. Me sucede a Mí como a un padre, el cual posee muchas posesiones, pero estas posesiones no son conocidas por los hijos, así que no saben que son hijos de un padre tan rico. Ahora, el padre, llegados los hijos a edad mayor, día tras día les va diciendo que posee tal y tal hacienda; los hijos al oírlo hacen fiesta y se estrechan con un mayor vínculo de amor en torno al padre; éste, al ver la fiesta de los hijos, hace también fiesta y les prepara una sorpresa mayor y les dice: Tal provincia es mía, luego tal reino. Los hijos quedan encantados y no sólo hacen fiesta, sino que se sienten afortunados de ser hijos de un tal padre. Pero el padre no sólo hace conocer sus posesiones a los hijos, sino que los constituye herederos de sus bienes. Así me sucede a Mí, hasta ahora he hecho conocer lo que hizo mi Humanidad, sus virtudes, sus penas, para constituir a la familia humana heredera de los bienes de mi Humanidad, pero ahora quiero ir más allá, quiero hacerles conocer lo que hacía mi Voluntad en mi Humanidad para constituir herederas de mi Voluntad, de los efectos, del valor que Ella contiene a las nuevas generaciones, por eso sé atenta en escucharme y no pierdas nada de los efectos y del valor de mi Voluntad, para que puedas ser fiel relatora de estos bienes y primer vínculo de unión con mi Querer y de comunicación para las demás criaturas”.
17-27
Enero 4, 1925
Todo el Cielo va al encuentro del alma que se funde en la Voluntad de Dios, y todos quieren depositar en ella sus bienes. Cómo se forma el noble martirio del alma.
(1) Habiendo transcurrido todo el día, estaba pensando entre mí: “¿Qué más me queda por hacer?” Y en mi interior he oído decirme:
(2) “Tienes que hacer la cosa más importante, tu último acto de fundirte en la Voluntad Divina”.
(3) Entonces me he puesto, según mi costumbre, a fundir todo mi pobre ser en la Voluntad Suprema, y mientras esto hacía me parecía que se abriesen los Cielos y yo iba al encuentro de toda la corte celeste y todo el Cielo venía a mi encuentro, y mi dulce Jesús me ha dicho:
(4) “Hija mía, el fundirte en mi Voluntad es el acto más solemne, más grande, más importante de toda tu vida. Fundirte en mi Voluntad es entrar en el ámbito de la eternidad, abrazarla, besarla y recibir el depósito de los bienes que contiene la Voluntad Eterna; es más, en cuanto el alma se funde en el Supremo Querer todos van a su encuentro para deponer en ella todo lo que tienen de bienes y de gloria; los ángeles, los santos, la misma Divinidad, todos deponen, sabiendo que deponen en aquella misma Voluntad en la cual todo está al seguro. El alma con recibir estos bienes, con sus actos en la Voluntad Divina los multiplica y da a todo el Cielo doble gloria y honor, así que con el fundirte en mi Voluntad pones en movimiento Cielo y tierra, es una nueva fiesta para todo el empíreo. Y como el fundirse en mi Voluntad es amar y dar por todos y por cada uno, sin excluir a ninguno, mi bondad, para no dejarme vencer en amor por la criatura, pongo en ella los bienes de todos, y todos los bienes posibles que en Mí contengo; no puede faltar el espacio donde poner todos los bienes, porque mi Voluntad es inmensa y se presta a recibir todo. Si tú supieras qué haces y qué sucede con el fundirte en mi Voluntad, te derretirías por el deseo de fundirte continuamente”.
(5) Después estaba pensando si debía o no escribir lo que está escrito aquí arriba, yo no lo veía necesario, ni una cosa importante, mucho más porque la obediencia no me había dado ninguna orden de hacerlo. Entonces mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(6) “Hija mía, ¿cómo que no es importante hacer conocer que el fundirse en mi Voluntad es vivir en Ella? El alma recibe como en depósito todos mis bienes divinos y eternos; los mismos santos hacen competencia para deponer sus méritos en el alma fundida en mi Voluntad, porque sienten en ella la gloria, la potencia de mi Voluntad, y se sienten glorificados en modo divino por la pequeñez de la criatura. Escucha hija mía, el vivir en mi Voluntad sobrepasa en mérito al mismo martirio; es más, el martirio mata al cuerpo, el vivir en mi Voluntad es hacer con una mano divina, que la propia voluntad quede muerta, y le da la nobleza de un martirio divino. Y cada vez que el alma se decide a vivir en mi Voluntad, mi Querer prepara el golpe para matar la voluntad humana y así forma el noble martirio del alma, porque voluntad humana y Voluntad Divina no hacen alianza juntas, una debe ceder el puesto a la otra, y la voluntad humana debe contentarse con permanecer extinguida bajo la potencia de la Voluntad Divina, así que cada vez que te dispones a vivir en mi Querer, te dispones a sufrir el martirio de tu voluntad. Mira entonces qué significa vivir, fundirse en mi Voluntad: ‘Ser el mártir continuado de mi Voluntad Suprema.’ ¿Y a ti te parece poco y cosa de nada?”
13-18 (3) Después, habiendo venido nuevamente, y como yo estaba fundiéndome toda en el Divino Querer, me ha dicho:
(4) “Hija queridísima de mi Querer, Yo estoy esperando con ansia tus fusiones en mi Voluntad; tú debes saber que conforme Yo pensaba en mi Voluntad, así iba modelando tus pensamientos en Ella, preparándoles su lugar; al obrar, modelaba tus obras en mi Querer, y así de todo lo demás. Ahora, lo que Yo hacía no lo hacía para Mí, porque no tenía necesidad, sino para ti, y por eso te espero en mi Voluntad para que vengas a tomar los lugares que te preparó mi Humanidad, y sobre las obras que preparé ven a hacer las tuyas, y entonces por ello estaré contento y recibiré completa gloria cuando te vea hacer lo que Yo hice”.
14-17 (1) Continuando mi habitual estado, estaba fundiéndome toda en el Santo Querer de mi amable Jesús, y Él me ha dicho:
(2) “Hija de mi Querer, si supieras los portentos, los prodigios que suceden cuando te fundes en mi Querer, tú quedarías estupefacta; escucha un poco: Todo lo que Yo hice sobre la tierra está en continua actitud de darse al hombre, haciéndole corona: Mis pensamientos forman corona en torno a la inteligencia de la criatura, mis palabras, mis obras, mis pasos, etc., forman corona en torno a sus palabras, a sus obras y a sus pasos, a fin de que entrelazando sus cosas con las mías pueda decir a mi Padre Celestial que su obrar es como el mío. Ahora, ¿quién toma esta mi actitud continua? ¿Quién se deja entrelazar por mis obras con las que coroné a toda la familia humana? Quien vive en mi Querer. Conforme tú fundías tus pensamientos en mi Querer, mis pensamientos que te hacían corona sentían el eco de los míos en tu mente, y fundiéndose junto con los tuyos, multiplicaban los tuyos con los míos y formaba una doble corona en torno a la inteligencia humana, y mi Padre recibía no sólo de Mí, sino también de ti la gloria divina por parte de todas las inteligencias creadas, y así de las palabras y de todo lo demás. Y no sólo por parte de las criaturas rescata esta gloria divina, sino por parte de todas las otras cosas creadas, porque todas las cosas fueron creadas para hacer correr continuo amor hacia el hombre, y el hombre por justicia debería dar por cada cosa creada, homenaje, amor a su Creador. Ahora, ¿quién suple a esto? ¿Quién hace suyo este Fiat por el cual todas las cosas fueron hechas, para difundir sobre todo un homenaje, una adoración, un amor Divino a su Creador? ¡Quien vive en mi Querer! Casi a cada palabra suya hace suyo aquel Fiat Omnipotente, el eco del Fiat eterno hace eco en su Fiat Divino en el cual vive y se difunde, corre, vuela, y en cada cosa creada imprime otro Fiat, y da nuevamente a su Creador el homenaje, el amor por Él queridos. Esto lo hice Yo cuando estuve en la tierra, no hubo cosa alguna por la que Yo no correspondiera a mi Divino Padre por parte de todas las criaturas; ahora lo hace, lo quiero, lo espero, de quien vive en mi Querer. Si tú vieras cómo es bello ver en cada parpadeo de estrella, en cada gota de luz del sol mi gloria, mi amor, mi profunda adoración unida a la tuya, ¡oh! cómo corre, cómo vuela sobre las alas de los vientos llenando toda la atmósfera, cómo recorre las aguas del mar, cómo se apoya en cada planta, en cada flor, cómo se multiplica en cada movimiento; es una voz que hace eco sobre todo y dice: ‘Amor, gloria, adoración a mi Creador’. Por eso quien vive en mi Voluntad es el eco de mi voz, la repetidora de mi Vida, la perfecta gloria de mi Creación,
¿cómo no debo amarla? ¿Cómo no debo darle todo lo que debería dar a todas las otras criaturas juntas, y hacerla tener el primado sobre todo? ¡Ah! mi amor se metería en estrechuras si no lo hiciera!”
15-33 (1) Estaba fundiéndome en el Santo Querer Divino para girar en cada inteligencia de criatura, para dar a mi Jesús la correspondencia de amor de cada pensamiento de criatura; pero mientras esto hacía, el pensamiento me ha dicho: “¿De qué sirve rezar en este modo? Más bien me parece que sean desatinos en vez de oraciones». Y mi siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) «Hija mía, ¿quieres saber de qué sirve y cuál es el efecto de ello? La criatura que viene a arrojar en el mar inmenso de mi Divinidad la piedrita de su voluntad, en cuanto la arroja, si su voluntad quiere amar, el mar infinito de las aguas de mi amor se encrespa, se agita, y Yo siento las olas de mi amor que exhalan su celestial perfume, y Yo siento el placer, las alegrías de mi amor agitadas por la piedrita de la voluntad de la criatura; si adora mi santidad, la piedrita de la voluntad humana agita el mar de mi santidad, y Yo me siento recrear por las auras purísimas de mi santidad; en suma, cualquier cosa que quiere hacer la voluntad humana en la mía, como piedrita se arroja en el mar de cada uno de mis atributos, y agitándolos y encrespándolos, Yo siento darme mis mismas cosas y los honores, la gloria, el amor que en modo divino puede darme la criatura. Sucede como a una persona que siendo muy rica tiene todos los bienes en su casa, fuentes fresquísimas, fuentes perfumadas, fuentes calientes, y una persona que entra en esta casa no tiene qué darle, porque aquélla posee todo, pero quiere agradarla, quiere amarla, entonces, ¿qué hace? Toma una piedrita y la arroja en la fuente fresca, las aguas agitadas exhalan una delicadísima frescura, y el señor de esa casa goza el placer de la frescura de su fuente, goza de sus mismos bienes que posee, ¿pero por qué? Porque aquella otra persona ha tenido el pensamiento de agitar esa fuente, porque las cosas agitadas exhalan más intenso el perfume, la frescura o el calor que contienen. Esto es lo que significa entrar en mi Voluntad, agitar, remover mi Ser y decirme: ‘Mira cómo eres bueno, amable, amante, santo, inmenso, potente, eres el Todo, y yo quiero moverte todo para amarte y darte placer’. ¿Y a ti te parece poco?”
16-1- (1) Estaba rezando fundiéndome toda en la Santísima Voluntad de Dios, pero tenía en mi mente alguna duda acerca de todo lo que mi dulce Jesús me va diciendo sobre este Santísimo Querer, y Él, estrechándome a Sí, con una luz que arrojaba en la mente me ha dicho:
(2) “Hija mía, mi Voluntad es principio, medio y fin de toda virtud; sin el germen de mi Voluntad no se puede dar el nombre de verdadera virtud, Ella es como la semilla a la planta, que después de que ha profundizado sus raíces bajo tierra, cuanto más profundas son, tanto más alto se forma el árbol que la semilla contiene. Así que primero está la semilla, ésta forma las raíces, las raíces tienen la fuerza de hacer brotar de bajo la tierra la planta, y conforme se van profundizando las raíces así se forman las ramas, las cuales van creciendo tan alto, de formar una bella corona, y ésta formará la gloria del árbol, el que dando abundantes frutos formará la utilidad y la gloria de aquél que sembró la semilla. Ésta es la imagen de mi Iglesia: La semilla es mi Voluntad, en la cual nació y creció, pero para que crezca el árbol se necesita el tiempo, y para dar fruto en algunos árboles se necesita la duración de siglos; cuanto más preciosa es la planta tanto más tiempo se necesita. Así el árbol de mi Voluntad, siendo el más precioso, el más noble y divino, el más alto, se necesitaba el tiempo para hacer crecer y hacer conocer sus frutos, así que la Iglesia ha conocido la semilla, y no hay santidad sin ella; luego ha conocido las ramas, pero siempre en torno a este árbol se ha girado; ahora deben conocerse los frutos para nutrirse de ellos y gozárselos, y ésta será toda mi gloria, mi corona, y de todas las virtudes y de toda la Iglesia. Ahora, ¿por qué te maravillas de que en vez de manifestar primero los frutos de mi Querer, te los he manifestado a ti después de tantos siglos? Si el árbol no se había formado aún, ¿cómo podía hacer conocer los frutos? Todas la cosas son así: Si se debe hacer un rey, no se corona primero al rey si antes no se forma el reino, el ejército, los ministros, el palacio real, y al último se corona; y si se quisiera coronar al rey sin formar el reino, el ejército, etc., sería un rey de burla. Ahora, mi Voluntad debía ser corona de todo, cumplimiento de mi gloria por parte de las criaturas, porque sólo en mi Voluntad se puede decir: ‘Todo he cumplido’. Y Yo, encontrando en ella cumplido todo lo que quiero, no sólo le hago conocer los frutos, sino que la nutro y la hago llegar a tal altura de sobrepasar a todos; he aquí porqué amo tanto y tengo tanto interés en que los frutos, los efectos, los bienes inmensos que hay en mi Querer, y el gran bien que el alma recibe con vivir en Él sean conocidos, pues si no se conocen, ¿cómo se pueden desear? Mucho menos pueden nutrirse con ellos, y si Yo no hiciera conocer el vivir en mi Querer, qué cosa significa, los valores que contiene, faltaría la corona a la Creación, a las virtudes, y mi obra sería una obra sin corona. Mira entonces cuán necesario es que todo lo que te he dicho sobre mi Querer salga fuera y sea conocido, y también la razón por la que tanto te incito a ti, y el por qué a ti te parece que te hago salir del orden que he tenido con los demás, haciendo conocer a éstos y las gracias a ellos hechas después de su muerte, y en cambio contigo permito que aún en vida, lo que te he dicho acerca de mi Querer sea conocido. Si no se conoce no será ni apreciado ni amado, el conocimiento será como el abono al árbol, que hará madurar los frutos, de los cuales, bien maduros se nutrirán las criaturas. ¿Cuál no será mi contento y el tuyo?”
18-12 Noviembre 9, 1925
Fundirse en el Querer Divino es el acto más grande y el que más honra a nuestro Creador.
(1) Estaba según mi costumbre fundiéndome en el Santo Querer Divino, para luego hacer mi adoración a mi crucificado bien, y como más de un vez mientras estaba haciendo mis actos en el Querer Supremo me había sorprendido el sueño, lo que antes jamás me sucedía, por eso no habiendo cumplido lo uno ni hecho la adoración, dije entre mí: “Primero hago la adoración al crucifijo, y si no me sorprende el sueño me fundiré en el Querer Divino para hacer mis acostumbrados actos”. Pero mientras esto pensaba mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior, y poniendo su rostro junto al mío me ha dicho:
(2) “Hija mía, quiero que primero te fundas en mi Querer, que vengas delante a la Majestad Suprema para reordenar todas las voluntades humanas en la Voluntad de su Creador, para reparar con mi misma Voluntad todos los actos de las voluntades de las criaturas opuestos a la mía. Voluntad ha salido de Nosotros para divinizar a la criatura, y voluntad queremos, y cuando esta Voluntad es rechazada por ellas para hacer la propia, es la ofensa más directa al Creador, es el desconocer todos los bienes de la Creación y alejarse de su semejanza. ¿Y te parece poco que tú, fundiéndote en mi Voluntad tomes como en tu regazo toda esta Voluntad mía, que si bien es una, a cada criatura lleva su acto divinizador y tú, reuniéndolos todos juntos estos actos de mi Voluntad me los traes ante la Majestad Suprema para corresponderlos con la tuya junto a la Mía, con tu amor rehaciendo todos los actos opuestos de las criaturas, y tomada esta mi misma Voluntad, que sorprenda de nuevo a las criaturas con actos mas repetidos, a fin de que la conozcan, la reciban en ellas como acto primero, la amen y cumplan en todo esta Santa Voluntad? La adoración a mis llagas más de uno me la hace, pero devolver los derechos a mi Voluntad como acto primero que hice hacia el hombre, no me lo hace ninguno, por eso te toca a ti, que tienes una misión especial en mi Voluntad, el hacerlo. Y si mientras esto haces te sorprende el sueño, nuestro Padre Celestial te mirará con amor al verte dormir en sus brazos, viendo a su pequeña hija que aun durmiendo tiene en su pequeño regazo todos los actos de su Voluntad para repararlos, corresponderlos en amor y dar a cada acto de nuestra Voluntad el honor, la soberanía y el derecho que le conviene. Por eso, primero cumple tu deber, y después, si puedes, harás también la adoración a mis llagas”.
(3) Sea siempre dadas las gracias a Jesús, esta noche, por su bondad, he hecho lo uno y lo otro.
19-31 Ahora, este empeño, nuestro Querer Supremo lo quiere dar como herencia a quien debe vivir en la unidad de su luz, porque no sería conveniente vivir en su luz y no fundirse en los actos del Fiat Supremo, por eso mi pequeña hija, todas las cosas creadas, y mi Voluntad, te esperan en cada cosa para repetir sus mismos actos, para glorificar y ensalzar con la misma Voluntad Divina a tu Creador”.
20-27 (1) Estaba según mi costumbre haciendo mi giro en la Creación para seguir los actos de la Voluntad Suprema en Ella, pero mientras esto hacía, mi siempre amable Jesús haciéndome oír su voz dulcísima en cada una de las cosas creadas me decía:
(2) “Quien llama a mi amor para hacer, o que mi amor descienda en ella o que el suyo suba en el mío para fundirse juntos, y formar un solo amor y dar el campo de acción a mi amor para hacer surgir en el alma el nuevo marecillo de su amor, hace triunfar a mi amor, y éste festeja porque le es dado su desahogo y su campo de acción”.
(3) Y conforme pasaba por el sol, por el cielo, por el mar, así oía su voz que decía:
(4) “¿Quién llama mi luz eterna, mi dulzura infinita, mi inigualable belleza, mi firmeza irremovible, mi inmensidad, para cortejarlas y darles el campo de acción para hacer surgir en la criatura otros tantos mares de luz, de dulzura, de belleza, de firmeza y demás, para darle el contento de no hacerla estar inactiva y servirse de la pequeñez de la criatura para encerrar en ella sus cualidades? ¿Quién es entonces aquella? ¡Ah, es la pequeña hija de nuestro Querer!”
(5) Entonces, después de que en cada cosa creada oía decirme: “¿Quién es la que me llama?” Mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y estrechándome toda a Sí me ha dicho:
(6) “Hija mía, conforme giras en mi Voluntad para seguirla en cada cosa creada, así todos mis atributos escuchan tu llamada y salen al campo de acción para formar cada uno el marecillo de sus cualidades. ¡Oh! así como triunfan al verse obrantes y poder formar cada uno su marecillo, así crece su sumo gusto y deleite al poder formar en la pequeña criatura sus mares de amor, de luz, de belleza, de ternura, de potencia y demás. Mi sabiduría hace de artífice experto y de ingenio maravilloso al poner en la pequeñez sus cual(3) Después ha agregado: “Si quieres estar al seguro repara siempre y repara junto conmigo, fúndete tanto Conmigo de formar un solo eco entre tú y Yo de reparaciones; donde hay reparaciones el alma está como bajo techo, donde está defendida del frío, del granizo y de todo; en cambio donde no hay reparación, es como quien se encuentra en medio de la calle, expuesta a los rayos, al granizo y a todos los males. Los tiempos son tristísimos, y si el cerco de las reparaciones no se ensancha, hay peligro de que los que están al descubierto queden fulminados por los rayos de la Divina Justicia”.idades inmensas e infinitas, ¡oh! cómo armoniza el alma que vive en mi Querer con mis atributos, cada uno de ellos se pone en su oficio para establecer sus cualidades divinas; si tú supieras el gran bien que te viene al seguir mi Voluntad en todos sus actos y el trabajo que desarrolla en ti, también tú sentirías la alegría de una fiesta continua”.
12-49, 3
(3) Después ha agregado: “Si quieres estar al seguro repara siempre y repara junto conmigo, fúndete tanto Conmigo de formar un solo eco entre tú y Yo de reparaciones; donde hay reparaciones el alma está como bajo techo, donde está defendida del frío, del granizo y de todo; en cambio donde no hay reparación, es como quien se encuentra en medio de la calle, expuesta a los rayos, al granizo y a todos los males. Los tiempos son tristísimos, y si el cerco de las reparaciones no se ensancha, hay peligro de que los que están al descubierto queden fulminados por los rayos de la Divina Justicia”.
19-18 (1) Estaba según mi costumbre fundiéndome en el Santo Querer Divino y pedía a la Mamá Celestial que viniera junto conmigo, que me diese su mano, a fin de que guiada por Ella pudiera corresponder a mi Dios por todo aquel amor, aquella adoración y gloria que todos le deben. Ahora, mientras esto decía, mi amado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
(2) “Hija mía, tú debes saber que los primeros delante a la Majestad Suprema son aquellos que han vivido en mi Querer y que jamás han salido de mi Voluntad. Mi Mamá vino al mundo después de cuatro mil años, sin embargo delante a Dios fue primero que Adán; sus actos, su amor, están en el primer orden de las criaturas, así que sus actos están primero que todos los actos de las criaturas, porque fue Ella la más cercana a Dios, vinculada con los vínculos más estrechos de santidad, de unión y de semejanza, y con el vivir en nuestro Querer sus actos se volvían inseparables de los nuestros, y como son inseparables se vuelven los actos más cercanos, como cosas connaturales a su Creador. El primero y el después en nuestra Voluntad no existen, sino todo es como acto primero, por eso quien vive en mi Voluntad, a pesar de que venga al último es siempre antes que todos. Así que no se mirará la época en la cual las almas saldrán a la luz del tiempo, sino que se verá si la Vida de mi Voluntad ha estado en ellas como centro de vida, reinante y dominante en todos sus actos, tal como reina y domina en el seno de la Divinidad, éstas serán las primeras, sus actos hechos en nuestro Querer se elevarán sobre todos los actos de las otras criaturas, y todos quedarán detrás, por eso estas almas serán nuestra corona. Mira, conforme tú llamabas a mi Mamá en mi Querer para corresponderme en amor, adoración y gloria, mi Querer os ha unido juntas, y el amor, la gloria, la adoración que hacía la Soberana Reina se han vuelto actos tuyos, y los tuyos se han vuelto actos de mi Mamá, mi Voluntad todo ha puesto en común, y los unos se han vuelto inseparables de los otros, y Yo oía en ti la voz de mi Mamá, sentía su amor, su adoración, su gloria, y en mi Mamá oía tu voz que me amaba, me adoraba, me glorificaba; cómo me sentía feliz, encontrar y sentir a la Mamá en la hija y a la hija en la Mamá. Mi Voluntad une a todos y a todo, no sería verdadero vivir en mi Querer, ni obrar de mi Voluntad, si todo lo que a Ella pertenece y todo su eterno obrar no lo concentra en el alma que en Ella vive y donde tiene su Reino y dominio. Si esto no fuera, el Reino de mi Voluntad sería un Reino dividido, lo que no puede ser, porque mi Voluntad une todo junto su obrar y de él hace un solo acto, y si se dice que crea, redime, santifica y otras cosas, son los efectos de aquel solo acto que jamás cambia acción. Por eso, quien vive en mi Querer su origen es eterno, inseparable de su Creador y de todos aquellos en los cuales mi Voluntad ha tenido su Reino y su dominio”.
FUNDIRSE
Continúa diciendo otros modos de fundirse en la Divina Voluntad, para dar la correspondencia a nombre de todos de amor y gloria por la obra de la Creación, de la Redención y de la Santificación…..
Fundirse en el Querer Divino es el acto más grande y el que más honra a nuestro Creador. el carácter del obrar humano es tan disímil del obrar de la unidad divina y de quien obra en ella, porque fácilmente queda anulada y sin germen de fecundidad. He aquí el por qué quiero que el alma viva en la unidad de mi Voluntad, para hacer adquirir los caracteres divinos, que son incancelables y eternos y como luz se difunden, se extienden, se multiplican, se dan a todos, es más, tienen el primado sobre los actos de todos. Y sólo estos actos se alinean para dar continuo homenaje a Dios mismo, porque los que más dan gloria a Dios y homenaje continuo, son los actos hechos en el Fiat, porque son actos hechos por Dios mismo, y toman parte en su acto incesante.” (ver oración final para divinizar los actos)
11-65 Octubre 2, 1913
Continuando mi habitual estado, el bendito Jesús se hacía ver dentro de mí, pero tan fundido conmigo que veía sus ojos en los míos, su boca en la mía, y así de todo lo demás; y mientras así lo veía me ha dicho:
“Hija mía, mira a quien hace mi Voluntad y como me fundo y me hago una sola cosa con ella, me hago su vida propia, porque mi Voluntad está dentro y fuera del alma, se puede decir que es como el aire que ella respira, que da vida a todo en ella; como luz que hace ver todo y hace comprender todo; calor que calienta, que fecunda y hace crecer; corazón que palpita; manos que obran; pie que camina, y cuando la voluntad humana se une a mi Querer, se forma mi Vida en el alma.”
Noviembre 15, 1916
“Hija mía, por cuanto más te fundes en Mí, tanto más Yo me fundo en ti, así que el alma, su paraíso se lo forma en la tierra según se ha llenado de pensamientos santos, de afectos, de deseos, de palabras, de obras, de pasos santos, así va formando su paraíso. A un pensamiento santo de más, a una palabra, corresponderá un contento de más y tantas variedades de belleza, de contentos y de gloria por cuanto bien de más habrá hecho. ¿Y cuál no será la sorpresa del alma cuando rota la cárcel del cuerpo se encuentre en el océano de tantos placeres, felicidad, luz, belleza, por cuanto de bien hizo, aunque haya sido un solo pensamiento?”
Mayo 10, 1925
Ahora, obligada por la obediencia digo lo que me sucede en este fundirme en el Divino Querer.
Mientras me fundo en Él, frente a mi mente se hace presente un vacío inmenso, todo de luz, en el cual no se encuentra hasta dónde llega la altura, ni dónde llega la profundidad, ni los confines a la derecha ni a la izquierda, ni enfrente ni atrás. En medio de esta inmensidad, en un punto altísimo, me parece ver a la Divinidad, o bien las Tres Divinas Personas que me esperan, pero esto siempre mentalmente, y yo no sé cómo, pero una pequeña niña sale de mí, pero soy yo misma, tal vez es la pequeña alma mía, pero es conmovedor ver a esta pequeña niña ponerse en camino en este vacío inmenso, toda sola, que camina tímida, de puntitas, con los ojos siempre dirigidos adonde ve a las Tres Divinas Personas, porque teme que si baja la mirada a ese vacío inmenso no sabe a qué punto irá a terminar. Toda su fuerza está en la mirada fija en lo alto, que siendo correspondida con la mirada de la Alteza Suprema, toma fuerzas en el camino. Ahora, cuando llega frente a Ellas, se postra con la cara al vacío para adorar a la Majestad Divina, pero una mano de las Divinas Personas levanta a la pequeña niña y Ellas le dicen:
“Nuestra hija, la pequeña hija de nuestra Voluntad, ven en nuestros brazos.”
Y ella al oír esto se pone en fiesta y pone en fiesta a las Tres Divinas Personas, que esperan el desempeño de su oficio que le han confiado, y ella con una gracia propia de niña dice: “Vengo a adoraros, a bendeciros, a agradeceros por todos, vengo a atar a vuestro trono todas las voluntades humanas de todas las generaciones, desde el primero hasta el último hombre, a fin de que todos reconozcan vuestra Voluntad Suprema, la adoren, la amen y le den vida en sus almas. Majestad Suprema, en este vacío inmenso están ———————todas las criaturas, y yo quiero tomarlas todas para ponerlas en vuestro Santo Querer, a fin de que todas regresen al principio del cual salieron, es decir, a vuestra Voluntad, por eso he venido en vuestros brazos paternos para traeros a todos vuestros hijos, mis hermanos, y atarlos todos con vuestra Voluntad, y yo a nombre de todos y por todos quiero repararos y daros el homenaje y la gloria como si todos hubieran hecho vuestra Santísima Voluntad. Pero ¡ah! os ruego que ya no haya más separación entre Voluntad Divina y humana, es una pequeña niña la que esto os pide, y a los pequeños yo sé que Vosotros no sabéis negar nada.”
Otras veces, mientras me fundo en el Divino Querer, quiero dolerme de todas las ofensas hechas a mi Dios, y retomando mi giro en aquel vacío inmenso para encontrar todo el dolor que mi Jesús tuvo por todos los pecados, lo hago mío y giro por todos lados, en los lugares más recónditos y secretos, en los lugares públicos, sobre todos los actos humanos malos para dolerme por todas las ofensas y por cada pecado, siento que quisiera gritar a cada movimiento de la criatura: “Dolor, perdón.” Y para hacer que todos lo oigan lo imprimo en el rumor del trueno, a fin de que truene en todos los corazones: “Dolor por haber ofendido a mi Dios; perdón en el estallido del rayo; dolor en el silbido del viento; dolor, perdón en el tintineo de las campanas; dolor y perdón, en suma en todo.” Luego llevo a mi Dios el dolor de todos e imploro perdón por todos y digo: “Gran Dios, haced descender vuestra Voluntad a la tierra a fin de que el pecado no tenga más lugar. Es la voluntad humana la que produce tantas ofensas que parece que inunda toda la tierra de pecados; vuestra Voluntad será la que destruya todos los males, por eso os pido que contentéis a la pequeña hija de vuestra Voluntad, que no quiere otra cosa que vuestra Voluntad sea conocida y amada y reine en todos los corazones.”
Recuerdo que un día estaba fundiéndome en el Santo Querer Divino, y yo miraba el cielo que llovía a cántaros y sentía gusto al ver caer el agua a la tierra, y mi dulce Jesús, moviéndose en mi interior, con amor y ternura indecibles me decía:
“Hija mía, en esas gotas de agua que ves descender del cielo está mi Voluntad, Ella corre rápidamente junto con el agua, va para quitar la sed a las criaturas, para descender en las vísceras humanas, en sus venas, para refrescarlas y constituirse vida de las criaturas y llevarles mi beso, mi Amor; va para regar la tierra, para fecundarla y prepararle el alimento a las criaturas y para tantas otras necesidades de ellas. Mi Voluntad quiere tener Vida en todas las cosas creadas para dar vida celestial y natural a todas las criaturas, pero Ella, mientras va como en fiesta, llena de amor hacia todas, no recibe la adecuada correspondencia y queda com en ayunas por parte de las criaturas. Hija mía, tu voluntad fundida en la mía corre también en esa agua que llueve del cielo, corre junto, dondequiera que Ella va no la dejes sola y dale la correspondencia de tu amor, y por todos.”
Pero mientras esto decía, mis ojos quedaban encantados, no los podía apartar de dentro del agua que llovía, mi voluntad corría junto y veía en aquella agua las manos de mi Jesús, multiplicadas en tantas, para llevar con sus manos el agua a todos. ¿Quién puede decir lo que sentía en mí? Lo puede decir sólo Jesús, que es el autor. ¿Pero quién puede decir los tantos modos de fundirme en su Santísimo Querer? Por ahora basta, si Jesús quiere que siga me dará las palabras y la gracia de decir más, y yo seguiré escribiendo.
Noviembre 9, 1925
“Hija mía, quiero que primero te fundas en mi Querer, que vengas delante a la Majestad Suprema para reordenar todas las voluntades humanas en la Voluntad de su Creador, para reparar con mi misma Voluntad todos los actos de las voluntades de las criaturas opuestos a la mía. Voluntad ha salido de Nosotros para divinizar a la criatura, y voluntad queremos, y cuando esta Voluntad es rechazada por ellas para hacer la propia, es la ofensa más directa al
Creador, es el desconocer todos los bienes de la Creación y alejarse de su semejanza. ¿Y te parece poco que tú, fundiéndote en mi Voluntad tomes como en tu regazo toda esta Voluntad mía, que si bien es una, a cada criatura lleva su acto divinizador y tú, reuniéndolos todos juntos estos actos de mi Voluntad me los traes ante la Majestad Suprema para corresponderlos con la tuya junto a la mía, con tu amor rehaciendo todos los actos opuestos de las criaturas, y tomada esta mi misma Voluntad, que sorprenda de nuevo a las criaturas con actos mas repetidos, a fin de que la conozcan, la reciban en ellas como acto primero, la amen y cumplan en todo esta Santa Voluntad? La adoración a mis llagas más de uno me la hace, pero devolver los derechos a mi Voluntad como acto primero que hice hacia el hombre, no me lo hace ninguno, por eso te toca a ti, que tienes una misión especial en mi Voluntad, el hacerlo. Y si mientras esto haces te sorprende el sueño, nuestro Padre Celestial te mirará con amor al verte dormir en sus brazos, viendo a su pequeña hija que aun durmiendo tiene en su pequeño regazo todos los actos de su Voluntad para repararlos, corresponderlos en amor y dar a cada acto de nuestra Voluntad el honor, la soberanía y el derecho que le conviene. Por eso, primero cumple tu deber, y después, si puedes, harás también la adoración a mis llagas.”
………….. eso mi pequeña hija, todas las cosas creadas y mi Voluntad te esperan en cada una de las cosas para repetir sus mismos actos, para glorificar y ensalzar con la misma Voluntad Divina a tu Creador.”
……………… Y conforme pasaba por el sol, por el cielo, por el mar, así oía su voz que decía: “¿Quién llama mi Luz eterna, mi dulzura infinita, mi inigualable Belleza, mi Firmeza irremovible, mi Inmensidad, para cortejarlas y darles el campo de acción para hacer surgir en la criatura otros tantos mares de luz, de dulzura, de belleza, de firmeza y demás, para darle el contento de no hacerla estar inactiva y servirse de la pequeñez de la criatura para encerrar en ella sus cualidades? ¿Quién es entonces aquella? ¡Ah, es la pequeña hija de nuestro Querer!”
………….. Después he tratado de fundirme en mi Jesús, en su Querer, multiplicando mis pensamientos en los suyos para reparar y sustituirme por todas las inteligencias creadas, presentes, pasadas y futuras, y decía de corazón a mi Jesús: “Cuánto quisiera darte con mi mente toda la gloria, el honor, la reparación por toda la familia humana, aun por las mismas almas perdidas, que con su inteligencia no te han dado.”
Y Él, como complaciéndose me ha besado en la frente y me ha dicho: “Y Yo con mi beso sello todos tus pensamientos con los míos, a fin de que siempre encuentre en ti todas las mentes creadas, y a nombre de ellas Yo reciba continua gloria, honor y reparación.”
………… Estaba lamentándome con mi dulce Jesús por mi pobre estado y porque me he vuelto un ser inútil que no hago ningún bien, entonces, ¿para qué sirve mi vida? Y mi amable Jesús me ha dicho: “Hija mía, la razón de tu vida la sé Yo, no te corresponde a ti investigarla, pero debes saber que el sólo fundirte en Mí todos los días y varias veces al día, sirve para mantener el equilibrio de todas las reparaciones, porque sólo quien entra en Mí y toma de Mí el principio de todo lo que hace, puede equilibrar las reparaciones de todos y de todo, puede equilibrar por parte de las criaturas la gloria del Padre, porque estando en Mí un principio eterno, una Voluntad eterna, pude equilibrar todo:
satisfacciones, reparaciones y gloria completa del Padre Celestial por parte de todos, así que conforme tú entras en Mí vienes a renovar el equilibrio de todas las reparaciones y de la gloria de la Majestad Eterna. ¿Te parece poco esto? ¿No sientes tú misma que no puedes hacer menos, y que Yo no te dejo si antes no te veo fundirte en todas mis partículas para recibir de ti el equilibrio de todas las reparaciones, sustituyéndote a nombre de toda la familia humana? Busca por cuanto está en ti repararme por todo. Si supieras cuánto bien recibe el mundo cuando un alma, sin la sombra del interés personal, sino sólo por mi amor se eleva entre el Cielo y la tierra y unida conmigo equilibra las reparaciones de todos.”
…… «Ahora, la criatura sabiendo que no tiene un amor que jamás cesa, ni obras múltiples para dármelas para amarme, ¿qué hace? Entra en los interminables recintos de mi Querer, ve el gran teatro de la Creación, la suntuosidad y la magnificencia del Amor del cual están investidas nuestras obras, y corre de una obra nuestra a otra y va recogiendo todo nuestro Amor que hemos esparcido en toda la Creación, se lo pone como en su regazo y viene delante a nuestra Majestad para darnos las tantas variedades distintas de Amor que hemos puesto en lo creado, y hace resonar sus notas de amor en las múltiples notas de amor de nuestro Amor creante, y ¡oh, los contentos que nos da, las fiestas que nos abre entre el Cielo y la tierra, los mares de amor con los que circunda nuestro trono! Luego, después de que nos ha hecho la fiesta de toda la Creación, para amarnos mayormente y con duplicado amor, desciende de nuestro trono y va esparciendo de nuevo sobre todas las cosas creadas nuestro duplicado Amor,
La única actividad de la creatura debe ser: estar FUNDIDA.
28-3,4 «Hija mía, el vivir en mi Querer Divino es la llamada a todos los actos de las criaturas en la unidad de Ella. Todo ha salido de dentro de su unidad, de nuestro acto único que da vida a todos los actos, por eso es derecho nuestro, de justicia, que todo nos regrese para reconocer de dónde han salido. El reconocer de dónde viene un acto, quién es quien hace salir la vida a tantos actos, en qué modo y cómo, es el más bello homenaje a nuestra Potencia y Sabiduría, que con un solo acto es vida de todos los actos. Y sólo quien vive en mi Fiat, abrazando todo junto con Él, toma como en un puño todo, y encerrando todo en aquel Querer en el cual vive, sube a nuestra unidad para traernos todo, y darnos los verdaderos homenajes de todos los efectos de nuestro único acto. He aquí por qué el girar en nuestra Voluntad Divina no sólo recoge todo, sino comunica tu acto a todas las cosas creadas,
de modo que todo el cielo se pone en actitud de adoración junto con tus adoraciones, el sol en actitud de amarnos junto con tu amor, el viento a glorificar junto contigo, en suma, todas las cosas creadas, sintiendo en mi Voluntad de la cual están todas investidas, tu acto que haces en Ella, todas se ponen en actitud de amarnos, de adorarnos, darnos gloria y agradecimientos, de modo que sentimos que en nuestro Fiat Divino, la criatura nos da la plenitud del amor, la totalidad de la adoración, la gloria completa. Por eso sigue tu vuelo en mi Querer Divino y no te ocupes de otra cosa, porque en Él tienes mucho qué hacer.»
12-103 Estaba pensando cómo puede ser que un solo acto hecho en el Querer Divino se multiplique en tantos para hacer bien a todos. Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior, y con una luz que me enviaba a la mente me ha dicho:
«Hija mía, una imagen de esto la encontrarás en el sol. Uno es el sol, uno el calor, una la luz, sin embargo este sol se multiplica en todos, dando a cada uno su luz y su calor según las diversas circunstancias: Para el hombre es luz de cada ojo, de cada acción, de cada paso, y si la criatura cambia la acción o el camino, la luz la sigue, pero uno es el sol. El sol se multiplica en toda la naturaleza, dando a cada cosa sus diversos efectos; al despuntar embellece toda la naturaleza y su luz multiplicándose en la escarcha nocturna forma el rocío, extendiendo sobre todas las plantas un manto argentino que da tal realce y belleza a toda la naturaleza de dejar atónita y encantada la mirada humana, tanto, que el hombre con toda su industria no tiene poder de formar una sola gota de rocío; pasa más adelante, a las flores les da su color y su perfume, pero no un solo color, sino que a cada una su color y su perfume distinto; en cambio a los frutos, con su calor y luz les da la dulzura y la maduración, y a cada fruto diversidad de dulzura, pero uno es el sol; fecunda y hace crecer otras plantas; así que toda la naturaleza recibe vida del sol y cada cosa tiene el distinto efecto que le conviene.
Ahora, si esto hace el sol porque está en lo alto y se hace vida de toda la Creación que vive en lo bajo, a pesar de que el sol es uno, mucho más los actos hechos en mi Voluntad, porque el alma sube en Mí y obra en la altura de mi Voluntad, y más que sol se ponen a guardia de todas las criaturas para darles vida;
a pesar de que uno es el acto, como sol dardea sobre todas las criaturas y a quién embellece, a quién le fecunda la Gracia, a quién lo libra del frío, a quién le ablanda el corazón, a quién le disipa las tinieblas, a quién la purifica y la enfervoriza, dando a cada una los diversos efectos que se necesitan y según las disposiciones mayores o menores de cada una.
Esto sucede también con el sol que resplandece sobre el horizonte, si el terreno es estéril, el sol da poco desarrollo a las plantas; si la semilla de la flor no está, el sol con toda su luz y calor no la hace brotar; si el hombre no quiere activarse en su obrar, el sol nada le hace ganar, así que el sol produce los bienes en la Creación según la fecundidad de los terrenos y de la actitud del hombre. Así estos actos hechos en mi Querer, a pesar de que corren para bien de todos, obran según las disposiciones de cada uno y según la actitud del alma que vive en mi Querer, así que un acto de más hecho en mi Querer, es un sol de más que resplandece sobre todas las criaturas.
20-34 Después suspirando ha agregado: «Hija mía, si el sol tuviera razón y viera una planta, un ser que quisiera llegar a ser sol, el sol concentraría toda su luz, su calor y todos sus efectos sobre este ser para hacerlo llegar a ser sol, y esto a pesar de que no negaría a los demás seres su luz y sus efectos, porque es de la naturaleza de la luz que dondequiera que se encuentre se expande y hace el bien a todos; pero sol se volvería el ser afortunado que recibiera todos los reflejos y todos los bienes juntos que el sol contiene. ¿Qué gloria, qué contento no recibiría el sol al poder formar otro sol? Toda la tierra, por tantos siglos, jamás le ha ofrecido tanta gloria, tanto amor, con recibir sus tantos efectos como este único ser que se ha cambiado en sol.
El alma con vivir en nuestro Fiat no hace otra cosa que imitar a su Creador, y el Sol Eterno concentra sobre de ella todos sus reflejos, de modo de llegar a ser el pequeño sol a semejanza del Sol divino. ¿No fue propiamente ésta nuestra finalidad y nuestro dicho: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza«? Hacerlo sin que nos debiese semejar y no debiese llevar en él la imagen de Aquél que lo había creado, no era ni decoroso ni digno de una obra de nuestras manos; ni hubiera sido Potencia de aquel soplo regenerador que salió de nuestro seno el generar un ser desemejante de Nosotros. ¿Qué se diría de una madre que generase no un niño que tuviese ojos, boca, manos, pies y todos los miembros semejante a ella, a lo más un poco más pequeño en todos los miembros, pero sin faltarle nada de todos los órganos de la madre, sino que generase una planta, un pájaro, una piedra, cosas desemejantes de ella? Sería increíble, cosas contra natura e indignas de una madre, porque no habría sabido infundir en su parto su imagen y todos sus miembros. Ahora, si todas las cosas, si generan, forman cosas similares a ellas, mucho más Dios, primer generador, formando a las criaturas era honor y gloria suya formarlas semejantes a Sí.
Por eso hija mía, tu vuelo en mi Querer sea continuo a fin de que concentre sus rayos sobre ti, y dardeándote forme de ti su pequeño sol.
18-9 La Divina Voluntad es un acto solo, inmenso y eterno que contiene todo junto: Creación, Redención, Santificación. Quien vive en la Divina Voluntad posee este acto solo y toma parte en todas sus obras, formando un acto solo con su Dios.
- Encontrándome en mi habitual estado, sentía a mi dulce Jesús moverse en mi interior, en acto de extenderse en mí, como si me pusiera en agonía; yo oía su estertor de agonizante y me sentía también yo agonizar junto con Él. Después de haber sufrido un poco junto con Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, el pensar en mi Pasión, el compadecerme en mis penas me es muy grato, siento que no estoy solo en mis penas, sino que tengo junto Conmigo la compañía de la criatura, por causa de la cual Yo sufro y a la que amo tanto, y teniéndola junto Conmigo el sufrir se me hace más dulce. ¡Cómo es duro el aislamiento en el sufrir! Cuando me veo solo no tengo a quién confiar mis penas, ni a quién dar el fruto que mis penas contienen, y por eso quedo como ahogado de penas y de amor, y por eso mi amor no pudiendo más, vengo a ti para sufrir en ti y tú sufres junto Conmigo las penas de mi Pasión en acto, para repetir lo que Yo hice y sufrí en mi Humanidad. El repetir mi Pasión en acto en la criatura difiere de quien sólo piensa y compadece mis penas; lo primero es un acto de mi Vida que se pone en lugar mío para repetir mis penas, y Yo siento darme de nuevo los efectos, el valor de un Vida Divina; en cambio el pensar en mis penas y el compadecerme, es sólo la compañía que siento de la criatura. ¿Pero sabes tú en quién puedo repetir mis penas en acto de mi Pasión? En quien está como centro de vida mi Voluntad.
Sólo mi Voluntad es un acto solo, que no tiene sucesión de actos; este acto único está como fijado en un punto que jamás se cambia, este punto es la eternidad, y mientras es un acto solo, es acto primero, acto interminable, sin embargo su circunferencia es tan inmensa que nada le puede escapar, abraza todo y a todos con un solo abrazo, partiendo todo de aquel acto primero como un solo acto; así que la Creación, la Redención y Santificación es un acto único para la Divinidad, y solamente porque es un acto solo tiene la potencia de hacer suyos todos los actos como si fueran uno solo.
Ahora, quien vive en mi Voluntad posee este acto único, y no es maravilla el que tome parte en las penas de mi Pasión como en acto; en este acto único encuentra como en acto a su Creador que crea la Creación, y ella, formando un acto solo con su Dios, crea junto con Él, corriendo como un solo acto en todas las cosas creadas, y forma la gloria de la Creación a su Creador; su amor brilla sobre todas las cosas creadas, goza y toma placer de ellas, las ama como cosas suyas y de su Dios. En aquel acto solo ella tiene una nota que hace eco a todo el obrar divino, y dice en su énfasis de amor: ‘Lo que es tuyo es mío, y lo que es mío es tuyo; sean dados gloria, honor y amor a mi Creador’. En este acto solo encuentra en acto la Redención, la hace toda suya, sufre mis penas como si fueran suyas, corre en todo lo que Yo hice, en mis oraciones, en mis obras, en mis palabras, en todo tiene una nota de reparación, de compadecimiento, de amor y de sustitución a mi Vida’. En este acto solo encuentra todo, todo lo hace suyo y por doquier pone su correspondencia de amor; por eso el vivir en mi Voluntad, es el prodigio de los prodigios, es el encanto de Dios y de todo el Cielo porque ven correr la pequeñez de la criatura en todas las cosas de su Creador y como rayo solar unido a este acto solo, se difunde por doquier y en todos. Por eso te recomiendo que jamás, aun a costa de tu vida, salgas de este acto solo de mi Voluntad, a fin de que repita en ti como en acto, la Creación, Redención y Santificación.
(3) Mira, también la naturaleza contiene la semejanza de este acto solo: En la atmósfera el sol tiene un acto único, desde que fue creado por Dios hace siempre un acto solo, su luz, su calor están tan fundidos juntos que se vuelven inseparables el uno del otro, y está siempre en acto, desde lo alto, de mandar luz y calor, y mientras desde lo alto no sabe hacer otra cosa que un solo acto, la circunferencia de su luz que desciende a lo bajo es tan grande, que abraza toda la tierra, y con su abrazo produce innumerables efectos, se constituye vida y gloria de todas las cosas creadas. En virtud de este acto único tiene virtud de encerrar en sí cada planta, y suministra: a quién el desarrollo, a quién la maduración de los frutos, a quién la dulzura, a quién el perfume; se puede decir que toda la tierra mendiga del sol la vida, y cada planta, aun el más pequeño hilo de hierba implora del sol su crecimiento y cada fruto que deben producir, pero el sol no cambia jamás acción, se gloría de hacer siempre un acto solo.
(4) También la naturaleza humana contiene la semejanza de un acto solo, y ésta lo contiene el latido del corazón. Comienza la vida humana con el latido; éste hace siempre un acto único, no sabe hacer otra cosa que latir, pero la virtud de este latido, los efectos, son innumerables sobre la vida humana: Conforme late y a cada latido hace circular la sangre en los miembros, hasta en las partes extremas, y conforme late da la fuerza a los pies para caminar, a las manos para obrar, a la boca para hablar, a la mente para pensar; suministra el calor y la fuerza a toda la persona, todo depende del latido, tan es verdad, que si el latido es un poco débil se pierde la energía, las ganas de obrar; la inteligencia se disminuye, se llena de dolores y llega un malestar general; y si cesa el latido cesa la vida. La potencia de un acto solo continuamente repetido es grande, mucho más el acto único de un Dios Eterno, que tiene virtud de hacer todo con un solo acto. Por eso ni el pasado ni el futuro existen en este acto, y quien vive en mi Voluntad se encuentra ya en este acto único, y así como el corazón hace siempre un latido en la naturaleza humana, que se constituye vida de ella, así mi Voluntad en el fondo del alma late continuamente, pero con un latido único, y a medida que late le da la belleza, la santidad, la fortaleza, el amor, la bondad, la sabiduría. Este latido encierra Cielo y tierra, es como circulación de sangre, como circunferencia de luz se encuentra en los puntos más altos y en las partes más extremas. Donde este acto único, este latido del alma tiene pleno vigor y reina completamente, es un prodigio continuado, es el prodigio que sólo un Dios sabe hacer y por eso se descubren en el alma nuevos cielos, nuevos abismos de gracias, verdades sorprendentes. Pero si se le pregunta, ¿de dónde tanto bien? Respondería unida con el sol, junto con el latido humano y con el acto solo del Dios eterno: Hago una sola cosa, hago siempre la Voluntad de Dios y vivo en Ella, este es todo mi secreto y toda mi fortuna”.
En los escritos de la Divina Voluntad, Jesús habla frecuentemente de «FUNDIRSE» en su Voluntad o en su Querer, lo que da como resultado el vivir en el Reino de Dios en la tierra, analizado en la lección pasada, y que se concreta en aquello a lo que se le ha dado el nombre de «GIRAR»
Toda la actividad del alma que se funde en esta Divina Voluntad o Querer Divino, tiene únicamente dos líneas de acción: hacia Dios la primera, y hacia el hombre la segunda, lo que también fue mencionado en la lección anterior. Pero ¿qué es fundirse? Lo podríamos definir en una sola frase: es un intercambio de Vida, que Jesús menciona de muchas maneras para nuestra mejor compresión, veamos algunas:
1.- ¡Ah! sí, la esperanza hace llegar al alma hasta donde quiere, la esperanza es la puerta del Cielo, así que sólo por su medio se abre, porque quien todo espera, todo obtiene. Entonces el alma, cuando haya llegado a hacer suyo al mismo Dios, súbito, sin ningún obstáculo se encontrará en el océano inmenso de la caridad, y ahí llevando consigo la fe y la esperanza, se sumergirá dentro y hará una sola cosa Conmigo, su Dios”.
2.- La mira que tengo sobre ti no es de cosas prodigiosas, y de tantas otras cosas que podría obrar en ti para mostrar mi obra, sino que mi mira es absorberte en mi Voluntad y hacerte una sola cosa con Ella.
3.- las otras virtudes, por cuan altas y sublimes sean, hacen siempre distinguir a la criatura y al Creador, sólo el amor es lo que transforma al alma en Dios y la forma una sola cosa con Él.
4.- Si algún pensamiento me pudiera ocupar es el pensamiento del género humano, que habiéndolo sacado de Mí quiero que regrese a Mí, y en tales condiciones pongo a las almas que quieren hacer verdaderamente mi Voluntad, son una sola cosa Conmigo, las vuelvo dueñas de mis bienes.
5.- Mira a quien hace mi Voluntad y cómo me fundo y me hago una sola cosa con ella, me hago su vida propia, porque mi Voluntad está dentro y fuera del alma, se puede decir que es como el aire que ella respira, que da vida a todo en ella; como luz que hace ver todo y hace comprender todo; calor que calienta, que fecunda y hace crecer; corazón que palpita; manos que obran, pie que camina, y cuando la voluntad humana se une a mi Querer, se forma mi Vida en el alma.
6.- Hija mía, en este breve giro de la hostia Yo encierro todo, y por esto quise recibirme a Mí mismo, para hacer actos completos que glorificaran al Padre dignamente, porque las criaturas recibían a un Dios, y daba a las criaturas el fruto completo de mi Vida Sacramental, de otra manera habría sido incompleto para la gloria del Padre y para el bien de las criaturas, y por eso en cada hostia están mis oraciones, mis agradecimientos, y todo lo demás que se necesitaba para glorificar al Padre, y lo que la criatura debía hacerme; así que si la criatura falta, Yo en cada hostia continúo mi labor como si por cada alma me recibiera otra vez a Mí mismo, entonces el alma debe transformarse en Mí y hacerse una sola cosa Conmigo, y hacer suya mi Vida, mis oraciones, mis gemidos de amor, mis penas, mis latidos de fuego con los que quisiera hacerlas arder.
7.- Por eso, si te he llamado a mi semejanza, ¿qué maravilla que mientras me sientes en ti me ves espectador de tus penas que Yo mismo te infrinjo y te sientes como separada de Mí? No obstante tu pena no es otra cosa que la sombra de la mía, Y ASÍ COMO MI HUMANIDAD NO QUEDÓ JAMÁS SEPARADA DE LA DIVINIDAD, ASÍ TE ASEGURO QUE JAMÁS QUEDAS SEPARADA DE MÍ, son los efectos lo que sientes, pero entonces más que nunca formo una sola cosa contigo, por eso ánimo, fidelidad y no temas.
Esta última lectura nos dice algo muy importante: nos volvemos una sola cosa con Jesús, y solamente a través de Él nos unimos a la Divina Voluntad, a la Divinidad, no es «nosotros y la Divinidad directamente» Recordemos aquello de “Nadie va al Padre si no es por Mí” (Jn: 14-6 Jesús le dice: “Nadie va al Padre, sino por Mí”)
8.- Y como para ella todo es Voluntad nuestra, así para Nosotros, nos la sentimos en todo nuestro Ser Divino, en el latido, en el movimiento, no sabemos hacer nada, ni queremos hacer nada sin quien vive en nuestro Querer; nuestro amor es tanto que la hacemos correr en todas nuestras obras, y junto con Nosotros mantiene y participa en nuestro acto creante y conservante, así que está junto con Nosotros para hacer lo que hacemos Nosotros, y querer lo que queremos Nosotros; no podemos dejarla a un lado siendo una la Voluntad que poseemos, uno el amor, uno el acto que hacemos, y es propiamente esto el vivir en nuestro Querer, vivir siempre juntos, hacer una sola cosa; era esta la necesidad que sentía nuestro amor, tener la compañía de la criatura, alegrarnos juntos, tenerla en nuestro regazo para hacernos felices juntos, y como la criatura es pequeña le queremos dar nuestra Voluntad para tener ocasión en cada acto suyo de darle nuestra Vida, nuestro acto, nuestros modos, Nosotros por naturaleza y ella por gracia; y ésta es nuestra alegría, la gloria más grande para Nosotros, ¿te parece poco dar nuestro Ser y que la criatura no pudiendo contenerlo, porque es pequeña, nos lo dé nuevamente junto con ella, y Nosotros de nuevo volvemos a darnos? Es un continuo darnos mutuamente, y esto hace surgir tal amor y gloria que nos sentimos como pagados por ella por haberle dado la vida. Por eso en cada cosa que hace en la que no hace entrar a nuestra Voluntad, es un desgarro que sentimos, un derecho que nos sentimos quitar, una gloria, una alegría que perdemos. Por eso sé atenta y haz que todo se vuelva para ti Voluntad Divina.
9.- Para quien vive completamente en mi Querer Divino, es tanto su amor que transforma las acciones de la criatura, y sucede un intercambio de vida entre Dios y ella, intercambio de acciones, de pasos, de latidos. Dios queda unido a la criatura y la criatura a Dios, se vuelven seres inseparables, y en este intercambio de acciones y de vida se forma el juego entre Creador y criatura, uno se da en poder del otro, y en este darse en poder mutuamente juegan con modo divino, se hacen felices, hacen fiesta, y Dios y la criatura se glorían, se sienten victoriosos porque ninguno ha perdido, pero uno ha vencido al otro, porque en mi Divina Voluntad ninguno pierde, las pérdidas no existen en Ella.
En estas dos últimas lecturas se ve claramente que al estar unidos en la Divina Voluntad, existe unificación de actos, o sea, la criatura se vuelve una con Jesús y con sus actos, ¿cómo podría ser que se unificara a la vida si ésta no lleva sus propios actos? Lo que sigue a esto es totalmente previsible, una Vida, un acto, mismos efectos. Ahora sí ya sabemos que significa «FUNDIRSE»
Por eso para Jesús este acto es tan importante, es su finalidad, el tener Vida en el “ad extra” para entablar esa relación de amor con la Divinidad, y a través de la criatura. Cosa importantísima es que la criatura no se disuelve, no se pierde su individualidad. Fuimos creados con ciertas características específicas para que pudiéramos vivir determinados aspectos de su Vida, así que Él lo vive pero a través de mis propios actos, no quedamos anulados, sino «FUNDIDOS», para lo cual es indispensable el que seamos del mismo material, como dos llamas, que se unen, mientras están unidas parece una sola, actúan como una sola, pero ahí están las dos, no se han diluido, y si se llegaran a separar se vería que no se han perdido, no se han diluido. Esto es lo que pasa con la fusión de la Voluntad Divina con la humana.
Jesús dice a Luisa:
«Hija mía, el fundirte en mi Voluntad es el acto más solemne, más grande, más importante de toda tu vida. Fundirte en mi Voluntad es entrar en el ámbito de la eternidad, abrazarla, besarla y recibir el depósito de los bienes que contiene la Voluntad eterna; es más, en cuanto el alma se funde en el Supremo Querer, todos van a su encuentro para deponer en ella todo lo que tienen de bienes y de gloria; los ángeles, los santos, la misma Divinidad, todos deponen, sabiendo que deponen en aquella misma Voluntad en la cual todo está al seguro. El alma con recibir estos bienes, con sus actos en la Voluntad Divina los multiplica y da a todo el Cielo doble gloria y honor, así que con el fundirte en mi Voluntad pones en movimiento Cielo y tierra, es una nueva fiesta para todo el empíreo. Y como el fundirse en mi Voluntad es amar y dar por todos y por cada uno, sin excluir a ninguno, mi Bondad, para no dejarme vencer en amor por la criatura, pongo en ella los bienes de todos y todos los bienes posibles que en Mí contengo; no puede faltar el espacio donde poner todos los bienes, porque mi Voluntad es inmensa y se presta a recibir todo. Si tú supieras qué haces y qué sucede con el fundirte en mi Voluntad, te derretirías por el deseo de fundirte continuamente”.
Después estaba pensando si debía o no escribir lo que está escrito aquí arriba, yo no lo veía necesario ni una cosa importante, mucho más porque la obediencia no me había dado ninguna orden de hacerlo. Entonces mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
«Hija mía, ¿CÓMO QUE NO ES IMPORTANTE HACER CONOCER QUE EL FUNDIRSE EN MI VOLUNTAD ES VIVIR EN ELLA? El alma recibe como en depósito todos mis bienes divinos y eternos; los mismos santos hacen competencia para deponer sus méritos en el alma fundida en mi Voluntad, porque sienten en ella la gloria, la Potencia de mi Voluntad y se sienten glorificados en modo divino por la pequeñez de la criatura. Escucha hija mía, EL VIVIR EN MI VOLUNTAD SOBREPASA EN MÉRITO AL MISMO MARTIRIO; ES MÁS, EL MARTIRIO MATA AL CUERPO, EL VIVIR EN MI VOLUNTAD ES HACER CON UNA MANO DIVINA, QUE LA PROPIA VOLUNTAD QUEDE MUERTA Y LE DA LA NOBLEZA DE UN MARTIRIO DIVINO. Y cada vez que el alma se decide a vivir en mi Voluntad, mi Querer prepara el golpe para matar la voluntad humana y así forma el noble martirio del alma, porque voluntad humana y Voluntad Divina no hacen alianza juntas, una debe ceder el puesto a la otra y la voluntad humana debe contentarse con permanecer extinguida bajo la Potencia de la Voluntad Divina, así que cada vez que te dispones a vivir en mi Querer, te dispones a sufrir el martirio de tu voluntad. Mira entonces qué significa vivir, fundirse en mi Voluntad: ‘Ser el mártir continuado de mi Voluntad Suprema.’ ¿Y a ti te parece poco y cosa de nada?» (17-27)
Estaba según mi costumbre fundiéndome en el Santo Querer Divino, para luego hacer mi adoración a mi crucificado bien, y como más de un vez mientras estaba haciendo mis actos en el Querer Supremo me había sorprendido el sueño, lo que antes jamás me sucedía, por eso no habiendo cumplido lo uno ni hecho la adoración, dije entre mí: “Primero hago la adoración al crucifijo, y si no me sorprende el sueño me fundiré en el Querer Divino para hacer mis acostumbrados actos”. Pero mientras esto pensaba mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior, y poniendo su rostro junto al mío me ha dicho:
“Hija mía, quiero que primero te fundas en mi Querer, que vengas delante a la Majestad Suprema para reordenar todas las voluntades humanas en la Voluntad de su Creador, para reparar con mi misma Voluntad todos los actos de las voluntades de las criaturas opuestos a la mía. Voluntad ha salido de Nosotros para divinizar a la criatura, y voluntad queremos, y cuando esta Voluntad es rechazada por ellas para hacer la propia, es la ofensa más directa al Creador, es el desconocer todos los bienes de la Creación y alejarse de su semejanza. ¿Y te parece poco que tú, fundiéndote en mi Voluntad tomes como en tu regazo toda esta Voluntad mía, que si bien es una, a cada criatura lleva su acto divinizador y tú, reuniéndolos todos juntos estos actos de mi Voluntad me los traes ante la Majestad Suprema para corresponderlos con la tuya junto a la Mía, con tu amor rehaciendo todos los actos opuestos de las criaturas, y tomada esta mi misma Voluntad, que sorp renda de nuevo a las criaturas con actos mas repetidos, a fin de que la conozcan, la reciban en ellas como acto primero, la amen y cumplan en todo esta Santa Voluntad? La adoración a mis llagas más de uno me la hace, pero devolver los derechos a mi Voluntad como acto primero que hice hacia el hombre, no me lo hace ninguno, por eso te toca a ti, que tienes una misión especial en mi Voluntad, el hacerlo. Y si mientras esto haces te sorprende el sueño, nuestro Padre Celestial te mirará con amor al verte dormir en sus brazos, viendo a su pequeña hija que aun durmiendo tiene en su pequeño regazo todos los actos de su Voluntad para repararlos, corresponderlos en amor y dar a cada acto de nuestra Voluntad el honor, la soberanía y el derecho que le conviene. Por eso, primero cumple tu deber, y después, si puedes, harás también la adoración a mis llagas”. (18-12)
Después de haber leído lo anterior, aparecen en la mente algunas preguntas: ¿Fundirse es un acto que debemos hacer en nuestro día? ¿Cuánto tiempo debe durar? ¿Y el resto del día qué debo hacer?
Al parecer son dos actos que parecen simultáneos, sin embargo el «GIRAR» no debería suspenderse, pues de hacerlo terminaría la vida en la Divina Voluntad, cosa que Jesús no quisiera que pasara. Pero aquí se nos pone el fundirnos como UN ACTO, el más importante, sí, pero no da la idea de continuidad.
Fundirse es la aceptación del intercambio de Vida con Jesús, lo que se continúa girando, y esto se puede llevar a cabo aunque estemos ocupados en nuestras acciones cotidianas, basta la intención NO RETRACTADA de vivir unido, fundido en Él.
El «FUNDIRSE» del que se habla aquí, es el detenernos por un tiempo X en nuestras actividades, y poner toda nuestra atención en la convivencia íntima con nuestro Creador, llevar a cabo un diálogo personal con Él. Esto es exactamente lo que Jesús hacía cuando se apartaba por las noches a “orar” a solas en el monte de los olivos, sin las interrupciones del mundo.
De esto deducimos que existen dos actos del «FUNDIRSE»: El primero es la decisión firme de intercambiar la Vida con Jesús, y que se continuará con el continuo girar, y que aunque se me llegue a olvidar, Él continuará haciendo lo que me correspondería hacer a mí, y una vez que advierta el olvido, haciendo el acto “actual” me lo dará como si no hubiera existido dicha omisión. El segundo es este momento de intimidad, sin distracciones.
No se nos olvide, el acto más importante de nuestro día es este «FUNDIRSE».
A continuación, concordancia del término "suspendido, etc."
A continuación, concordancia del término "ofrecer, ofrecido, etc"
A continuación, concordancia del término "Fundirse, fundiéndome, etc"
— En el círculo de su Voluntad —
Su Acto Unico, su Vida, su Querer
La cosa más esencial de un alma es el no salir jamás del círculo de la verdad. 4-17 LdC
VÍDEO
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