Material al ritmo de nuestros encuentros
desde mayo 2020 – febrero 2021
La Divina Voluntad
En esta pestaña se encuentran todos los zooms que hemos tenido para profundizar en el concepto de Divina Voluntad.
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Los 25 primeros encuentros, abordan explicaciones «a vista de pájaro» de términos algo confusos por el significado nuevo que Jesús le da en el Libro de Cielo. Hemos querido hacerlo así antes de profundizar en la lectura del mismo.
En noviembre comenzamos una segunda etapa de profundización que hemos llamado Conceptos/lectura, donde profundizamos tal o cual concepto con lecturas del Libro de Cielo.
Audio que explica la DV para una primera toma de contacto con este concepto
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Este es un resumen gráfico de como abordamos el término DIVINA VOLUNTAD el d5 de mayo, 2020
Aviso→
La calidad de la grabación versión larga- no es la mejor. La subimos porque nos la han pedido. Ojalá sirva, de todas maneras para comprender mejor el término:
DIVINA VOLUNTAD
GRABACIÓN 5 de mayo LA DIVINA VOLUNTAD -2020
PRESENTACIÓN del Don de la Divina Voluntad, inicios
REPASO DE ESTA PRESENTACIÓN 17 agosto- 2021
en el minuto 40,10 explicamos como dar razón a quien nos pregunte qué es el Don de la Divina Voluntad
GRABACIÓN 17 de noviembre LA DIVINA VOLUNTAD
Concepto con sus lecturas: como POTENCIA/ SUSTANCIA y DON PRIMERO dado a Adán y que se nos rehabilita
GRABACIÓN 25 de noviembre LA DIVINA VOLUNTAD
Concepto con sus lecturas: como INDISPENSABLE para conseguir nuestro fin.
GRABACIÓN 2 de diciembre 2020 LA DIVINA VOLUNTAD
Concepto con sus lecturas: como MATERIA PRIMA suyacente a nuestro ser,, pensamiento divino!
GRABACIÓN 8 de diciembre 2020 LA DIVINA VOLUNTAD
Concepto con sus lecturas: como MOTOR que pone en movimiento todo lo que Dios es: Amor Divino .
GRABACIÓN 22 de diciembre 2020 LA DIVINA VOLUNTAD
Encuadrado a la Divina Voluntad, la Navidad– como plenitud del amor divino cuyo movimiento ha salido de la DV por medio del Fiat Divino.
GRABACIÓN 28 de diciembre 2020 LA DIVINA VOLUNTAD
Encuadrado a la Divina Voluntad: como DEPOSITARIA de todo el obrar divino, cuyos actos están suspendidos – Nacimiento de las almas en Jesús (1)
GRABACIÓN 12 de enero 2021 LA DIVINA VOLUNTAD
Encuadrado a la Divina Voluntad: el ETERNO PRESENTE
GRABACIÓN 19 de enero 2021 LA DIVINA VOLUNTAD
Encuadrado a la Divina Voluntad: ES UNIDAD-1
GRABACIÓN 02 de febrero 2021 LA DIVINA VOLUNTAD
Encuadrado a la Divina Voluntad: ES UNIDAD-2
GRABACIÓN 09 de febrero 2021 LA DIVINA VOLUNTAD
Encuadrado a la Divina Voluntad: ES UNIDAD-3
GRABACIÓN 16 de febrero 2021 LA DIVINA VOLUNTAD
¿Qué es la nada?
Lecturas como complemento
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“Hija mía bendita, cómo estoy contento cuando veo al alma dispuesta, que quiere escucharme y recibir el gran don del cual mi palabra es portadora. Yo no hablo jamás si no veo al alma dispuesta, porque si no está dispuesta mi palabra no puede entregarle el don del cual es generadora. Ahora, tú debes saber que por cuanto más la criatura busca mi Voluntad, la quiere conocer, la ama, no la deja escapar de ninguno de sus actos, tanto más crece su plenitud en ella; para hacerla crecer basta una atención de más, un suspiro, un deseo de querer su Vida y, ¡oh! cómo crece admirablemente y la eleva tan alto, hasta llegar a las alturas de las esferas divinas y conocer los más altos e íntimos secretos. Mi Voluntad es vida, y como vida no quiere detenerse sino que quiere siempre crecer, y para crecer espera el más pequeño acto, una invitación amorosa de la criatura, mucho más que no quiere crecer por la fuerza, sino quiere que también la criatura quiera que siempre crezca mi Voluntad y forme su plenitud en ella. Ahora, conforme crece su plenitud así crece la fuerza divina en el alma, la santidad, la belleza, la felicidad, el conocimiento, la plenitud de los bienes innumerables que posee mi Fiat Divino. Ve entonces qué significa un acto de más, un suspiro, un quererla, un llamarla: es adquirir más fuerza divina, embellecerse de más, pero tanto, que Nosotros mismos quedamos arrobados, la miramos, la volvemos a mirar y reconocemos en ella nuestra fuerza, nuestra belleza y, ¡oh! cómo la amamos, nos sentimos más felices porque ella es para Nosotros la portadora de nuestras alegrías, de nuestros bienes. Delante a esta criatura nuestro amor se ensancha, se desborda de Nosotros y se vierte tanto en ella, que la llena toda, hasta formar en torno y dentro de ella nuestro laberinto de amor, el cual le da las ansias, los deseos ardientes de hacer crecer la plenitud de nuestra Voluntad.
- Hija mía, hay gran diferencia entre quien es todo atención, todo ojo, todo corazón porque quiere mi Voluntad, y entre quien la quiere pero sin gran atención, que parece que no tienen ojo para mirarla en todas las cosas, corazón para amarla, voz para llamarla, tal vez éstos poseen mi Voluntad en pequeña parte, pero su plenitud está lejana de ellos”. 35-4
La Divinidad (Dios, Ente Supremo, Majestad Suprema)- LUZ INCREADA- lo ha hecho todo con una «Potencia» llamada Divina Voluntad cuya sustancia es luz.
26-10 «…He aquí el por qué tú sientes en ti dos potencias infinitas, fundidas en una: Mi Divina Voluntad y mi amor»
Esta potencia, la DV (lo más íntimo…27-28 en Dios como en el hombre) tiene una sustancia (defini: lo que subyace a algo)
SUSTANCIA: La sustancia de mi Divina Voluntad es luz. 29-37
ESENCIA: la DV, su esencia (defini: son características o propiedades que le son permanentes e invariables. ) El sol que vemos tiene propiedades invariables.
Lo suyo es producir otro Ser como El mismo, en un ser a su imagen.Por eso es lo único que le interesa a Jesús.
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27-28 (4) Y Jesús: “, porque la voluntad es la cosa más íntima que puede existir, tanto en Dios como en la criatura, es la parte esencial de la vida, es la dirigente…
El Ente Supremo al crear al hombre hizo salir en campo a mi Voluntad, 19-56
Con conquistar (cattivare) mi Voluntad, has conquistado (cattivato) toda la sustancia de mi Ser 12-44 (Luz, que como el sol, Sol que contiene todas la propiedades, capacidades, todo lo necesario para producir Vida Divina)
26-12 Nuestras mismas obras hechas con tanto amor y magnificencia, están bajo la opresión de un gemido inenarrable y casi bajo una humillación profunda, porque la Vida, la sustancia esencial que esconden, no es conocida aún, se conocen los velos, la exterioridad de la Creación y Redención, pero la Vida que esconden es ignorada;….La DV es la reveladora 32-28 Tal es nuestra Voluntad, se hace reveladora y pone al día a la criatura de lo que hace, de lo que quiere hacer, y le hace grandes sorpresas de nuestro Ser Divino; pero, ¿quién puede decirte hasta dónde puede llegar la criatura y qué cosa puede hacer con poseer como vida a nuestra Voluntad? Sucede la verdadera transformación y consumación de la criatura en Dios, y Dios toma la parte activa y dice: ‘Todo es mío y todo hago en esta criatura’.
ENTE SUPREMO, LA DIVINIDAD, de donde parte todo con la «potencia» de su Voluntad.
34-45 Agosto 2, 1937 Estaba haciendo mi giro en la Creación para seguir los actos de la Divina Voluntad en Ella, y ¡oh! cuántas sorpresas, cada una contenía tal felicidad, de poder volver felices a todo y a todos y mi siempre amable Jesús, viéndome sorprendida, todo bondad me ha dicho:
(2) “Hija mía, nuestro Ente Supremo posee la fuente de la felicidad, por eso de Nosotros no podían salir cosas o seres que no fuesen felices.
Esta palabra tan extraña que no conocíamos, ENTE SUPREMO denota la misma DIVINIDAD. En los siguientes textos, se aprecia
3-19 Diciembre 22, 1899 El cielo, las estrellas y todos los demás seres nos hablan, si bien en mudo lenguaje, de un Ente Supremo, de un Ser Increado, de su omnipotencia, porque el hombre más instruido, con toda su ciencia no puede llegar a crear el más vil mosquito, y esto nos dice que debe haber un Ser Increado potentísimo que ha creado todo y da vida y subsistencia a todos los seres.
12-86 Hija mía, entra en Mí, en mi Divinidad, y corre en mi eterna Voluntad….+17-48 Mi Voluntad Divina salió del seno eterno del Ente Supremo para bien del hombre…
19-56 Septiembre 7, 1926 El Ente Supremo al crear al hombre hizo salir en campo a mi Voluntad, y si bien como consecuencia y naturalmente todos nuestros atributos concurrieron, el Supremo Querer fue como acto primero el cual tomaba como máximo interés suyo la vida de toda la Creación, comprendido el hombre, y por eso se hacía vida de todos, dominando todo, haciendo todo suyo porque todo de Ella había salido y por justicia todo debía ser suyo. Mi Voluntad, más que sol, emanó sus rayos y con la punta de estos rayos, animando la naturaleza humana, formaba la voluntad en la criatura. ¿Ves entonces qué cosa es la voluntad en las generaciones humanas? Tantas múltiples puntas de rayos que eran como tantas chispas en las criaturas para formar la voluntad en ellos, pero sin separar estas chispas del rayo que se desprendía del centro del Sol del Querer Supremo. Así que todas las generaciones humanas giran en torno a este Sol, pues cada una de las criaturas contiene la punta de un rayo de este Sol eterno de mi Voluntad. Ahora, ¿cuál no será la afrenta de este Sol al ver la circunferencia de estos rayos, cuya punta forma la voluntad de cada una de las criaturas, convertidas, cambiadas en tinieblas, en naturaleza humana, desconociendo la luz, el dominio, la vida de aquel Sol que con tanto amor daba su Voluntad, a fin de que la suya y la de las criaturas fuese una sola, y así poder formar en ellas la Vida Divina?
35-6 Septiembre 6, 1937
Nuestro Ente Supremo habla y obra, la palabra llama a la obra y la obra manifiesta quiénes somos Nosotros y nos forma tales bienaventuranzas y alegrías de volvernos felices a Nosotros y a todos aquellos que conviven con Nosotros; así que cada palabra y obra nuestra es una nueva alegría y felicidad que nos creamos. He aquí por qué queremos formar en el hombre nuestra Vida hablante y obrante, porque debíamos formar tales maravillas de nuestro Ser Divino para crear nuevas y siempre más bellas creaciones, pues queríamos desahogar y dar curso a lo que podemos y sabemos hacer, y dar curso a las nuevas alegrías y felicidades, ¿y dónde sería todo esto? En nuestra habitación del hombre. ¿Pero quieres saber tú quién es nuestra palabra? Nuestra Voluntad, Ella es la obradora de nuestras obras, la narradora de nuestro Ser Divino, la portadora y la conservadora de nuestra Vida en la criatura; sin Ella Nosotros no nos movemos de nuestro trono ni formamos vida en ninguna habitación. (aquí sería como motor la DV) Ve entonces la gran necesidad de que se posea y se viva en nuestra Divina Voluntad, porque con Ella podemos hacer todo, poner fuera nuestras obras más bellas, mantener en vigor nuestra finalidad, formar de nuestro Ser cuantas Vidas queramos; sin Ella todo es obstáculo, queda impedido nuestro amor, nuestra potencia, quedan detenidas nuestras obras, se puede decir que quedamos el Dios mudo para las criaturas
——————–DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA—————————
253 La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: «la Trinidad consubstancial» (Cc. Constantinopla II, año 553: DS 421). Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: «El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza» (Cc. de Toledo XI, año 675: DS 530). «Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina» (Cc. de Letrán IV, año 1215: DS 804).
256 A los catecúmenos de Constantinopla, S. Gregorio Nacianceno,llamado también «el Teólogo», confía este resumen de la fe trinitaria:
Ante todo, guardadme este buen depósito, por el cual vivo y combato, con el cual quiero morir, que me hace soportar todos los males y despreciar todos los placeres: quiero decir la profesión de fe en el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Os la confío hoy. Por ella os introduciré dentro de poco en el agua y os sacaré de ella. Os la doy como compañera y patrona de toda vuestra vida. Os doy una sola Divinidad y Poder, que existe Una en los Tres, y contiene los Tres de una manera distinta. Divinidad sin distinción de substancia o de naturaleza, sin grado superior que eleve o grado inferior que abaje…Es la infinita connaturalidad de tres infinitos. Cada uno, considerado en sí mismo, es Dios todo entero…Dios los Tres considerados en conjunto…No he comenzado a pensar en la Unidad cuando ya la Trinidad me baña con su esplendor. No he comenzado a pensar en la Trinidad cuando ya la unidad me posee de nuevo…(0r. 40,41: PG 36,417).
209 Por respeto a su santidad el pueblo de Israel no pronuncia el Nombre de Dios. En la lectura de la Sagrada Escritura, el Nombre revelado es sustituido por el título divino «Señor» («Adonai», en griego «Kyrios»).Con este título será aclamada la divinidad de Jesús: «Jesús es Señor».
266 «La fe católica es esta: que veneremos un Dios en la Trinidad y la Trinidad en la unidad, no confundiendo las personas, ni separando las substancias; una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria, coeterna la majestad» (Symbolum «Quicumque»).
460 El Verbo se encarnó para hacernos «partícipes de la naturaleza divina» (2 P 1, 4): «Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: Para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios» (S. Ireneo, haer., 3, 19, 1). «Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios» (S. Atanasio, Inc., 54, 3). «Unigenitus Dei Filius, suae divinitatis volens nos esse participes, naturam nostram assumpsit, ut homines deos faceret factus homo» («El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos participantes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres») (Santo Tomás de A., opusc 57 in festo Corp. Chr., 1).
503 La naturaleza humana que ha tomado no le ha alejado jamás de su Padre …; consubstancial con su Padre en la divinidad, consubstancial con su Madre en nuestras humanidad, pero propiamente Hijo de Dios en sus dos naturalezas» (Cc. Friul en el año 796: DS 619).
515 A través de sus gestos, sus milagros y sus palabras, se ha revelado que «en él reside toda la plenitud de la Divinidad corporalmente» (Col 2, 9). Su humanidad aparece así como el «sacramento», es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y de la salvación que trae consigo: lo que había de visible en su vida terrena conduce al misterio invisible de su filiación divina y de su misión redentora
526 O admirabile commercium! El Creador del género humano, tomando cuerpo y alma, nace de una virgen y, hecho hombre sin concurso de varón, nos da parte en su divinidad (LH, antífona de la octava de Navidad).
2502 ….Cristo, «Resplandor de su gloria e Impronta de su esencia» (Hb 1,3), en quien «reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente» (Col 2,9)
Jesús juega con Luisa.
(2)Estaba diciendo a mi dulce Jesús: “Vida mía, que mala (cattiva) soy, pero si bien soy mala (cattiva), sé que Tú me quieres mucho”. Y mi amado Jesús me ha dicho:
“Conquistadora (cattivella) mía, ciertamente que eres cautivadora (cattiva), has conquistado (cattivato) mi Voluntad. Si conquistabas (cattivavi) mi amor, mi potencia, mi sabiduría, etc., conquistabas (cattivavi) parte de Mí, pero con conquistar (cattivare) mi Voluntad, has conquistado (cattivato) toda la sustancia de mi Ser, que corona todas mis cualidades, por eso me has tomado a todo Mí mismo. He aquí el por qué te hablo frecuentemente no sólo de mi Voluntad, sino del vivir en mi Querer, porque habiéndolo conquistado (cattivato), quiero que conozcas de Él sus cualidades y el modo de cómo vivir en mi Querer, para poder hacer junto Conmigo vida común e inseparable, y revelarte los secretos de mi Querer. ¿Podrías ser más conquistadora (cattiva)?”
(3)Y yo: “Mi Jesús, te burlas de mí; yo quiero decirte que de verdad soy mala (cattiva) y que me ayudes para poder volverme buena”. (4)Y Jesús: “Sí, sí”. (5)Y ha desaparecido.
29-37 Septiembre 16, 1931 Hija mía, cómo es bella mi Divina Voluntad ¿no es cierto? ¡Ah! es Ella sola la portadora de la verdadera felicidad, y de la más grande fortuna a la pobre criatura, la cual con hacer su voluntad no
hace otra cosa que interrumpir su felicidad, interrumpir la corriente de la luz, y cambiar su fortuna en la más grande desventura; y conforme la criatura se dispone a hacer mi Voluntad, así la va rehabilitando en los bienes perdidos, porque la sustancia de mi Divina Voluntad es luz, y todo lo que obra se puede llamar efectos de esta luz. Así que quien se hace dominar por Ella, uno será el acto, pero como posee sustancia de luz, sentirá sus tantos efectos, que producirá como efecto de su luz las obras, los pasos, la palabra, los pensamientos, los latidos de mi Voluntad en la criatura; por eso puede decir:
‘Soy un acto solo de Voluntad Suprema, todo el resto no es otra cosa que los efectos de su luz’. Los efectos de esta luz son admirables, toman todas las similitudes, todas las formas: de obras, de pasos, de palabras, de penas, de plegarias, de lágrimas, pero todas animadas por la luz, que forman tal variedad de bellezas, que tu Jesús queda raptado por ellas. Semejanza del sol que anima todo con su luz, pero no destruye ni cambia las cosas, sino pone en ellas de lo suyo y comunica la variedad de los colores, la diversidad de las dulzuras, haciéndolas conquistar una virtud y belleza que no poseían. Tal es mi Divina Voluntad, sin destruir nada de lo que hace la criatura, sino que las anima con su luz, las embellece y les comunica su potencia divina”.
11-118 Marzo 2, 1916 Ah! Todo está en mi Voluntad, y si el alma toma Ésta, toma toda la sustancia de mi Ser y me encierra a todo Yo en ella, y conforme va obrando el bien, teniendo en ella la sustancia de mi Vida, hace salir ese bien de Mí mismo, y saliendo de Mí, como rayo de luz corre para bien de todas las criaturas”.
18-21 Enero 28, 1926 Y así Adán antes de que pecara, con la sustancia de nuestra Voluntad condimentaba todos sus actos, y por lo tanto estimulaba el apetito de nuestro amor a tomar todos sus actos como el alimento más agradable para Nosotros, y Nosotros en correspondencia le dábamos nuestro alimento exquisito de nuestra Voluntad. Pero después del pecado, ¡pobrecito! perdió el camino directo de comunicación con su Creador, no reinaba más en él el puro amor; el amor fue dividido por el temor, por el miedo, y no conteniendo más el absoluto dominio de la Suprema Voluntad, sus actos de antes hechos después del pecado, no tenían más aquel valor.
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En el Vol. 1 uno de los modos del hablar de Jesús (importancia de la lectura directa de este Libro) correspondería a esta idea, pues estas verdades «comunican» vida divina y la esencia de lo que se lee:
El tercer modo con el que Jesús me habla es cuando hablando participa al alma su misma sustancia. A mí me parece como cuando el Señor creó el mundo, con una sola palabra fueron creadas las cosas, así, siendo su palabra creadora, en el acto mismo en que dice la palabra, crea en el alma aquella misma cosa que dice, como por ejemplo, Jesús dice al alma: “Mira como son bellas las cosas, por cuanto tus ojos puedan recorrer la tierra o el cielo, jamás encontrarán belleza similar a Mí”. En este hablar de Jesús, el alma siente entrar en ella un algo divino y queda muy atraída hacia esta belleza, y al mismo tiempo pierde el atractivo de todas las otras cosas, por cuán bellas y preciosas fueran no le causan ninguna impresión, lo que le queda fijo y casi transmutado en sí es la belleza de Jesús, en eso piensa, de esa belleza se siente investida, y queda tan enamorada, que si el Señor no obrara otro milagro se le rompería el corazón, y de puro amor por esta belleza de Jesús expiraría el alma para volar al Cielo a gozar de esta belleza de Jesús. Yo misma no sé si digo desatinos.
Para explicar mejor este hablar sustancial de Jesús digo otra cosa, Jesús dice: “Mira cuán puro soy, también en ti quiero pureza en todo”. En estas palabras el alma siente entrar en sí una pureza divina, esta pureza se trasmuta en ella misma y llega a vivir como si no tuviera más cuerpo, y así de las otras virtudes. ¡Oh, cómo es deseable este hablar de Jesús! Yo daría todo lo que está sobre la tierra, si fuera la dueña de todo, con tal de tener una sola de estas palabras de Jesús.
En Garabandal, Conchita que tuvo muchas locuciones, dijo que le hacían más bien estas locuciones que la vista sensible de Jesús porque infundían lo que decía. Este Libro todo de Cielo tiene la virtud de producir esto mismo
Esto da una idea de por donde va lo que estoy buscando. Si me interesa una frase, voy al LdC y en el buscador la pongo: ahí me aparecerá todo el contexto de esta oa aquella frase.
Estos pantallazos se han hecho del documento Word que te puedes descargar en el pestaña de «Libro de Cielo» . Si te interesa saber más de lo que tal o cual frase dice, en tu documento de word o en la web (https://fiatgarabandal.com/libro-de-cielo-36-volumenes-juntos-traduccion-salvador-thomassiny/) en tu recuadro de búsqueda la escribes.
estos
En filosofía, se denomina SUSTANCIA el fundamento de la realidad. De hecho, su etimología misma lo sugiere: la palabra se forma a partir del prefijo sub-, que significa ‘debajo’, y el verbo latino stare, que traduce ‘estar’, en suma: lo que está debajo, lo que subyace.
Aristóteles, en la Metafísica, se preguntaba qué era la sustancia, es decir, el ser en sí de las cosas, aquello que “es” sin necesidad de otra cosa para ser, como luego diría Descartes. Y consideraba que lo contrario a la sustancia era el accidente o el atributo. Así, la sustancia es aquello que no varía en el ser pese a las modificaciones producto de los accidentes. En este sentido, también se asocia la noción de sustancia con el concepto filosófico de esencia.
Como ESENCIA denominamos aquello que constituye la naturaleza de una cosa, aquellas características o propiedades que le son permanentes e invariables. La palabra, como tal, proviene del latín essentĭa.
2-1 . Ahora vayamos otra vez a la idea del alimento: El cuerpo, tomando el alimento no sólo se sostiene, sino que participa de la sustancia del alimento que se transforma en el mismo cuerpo. Ahora así el alma que vive de fe; como la fe es Dios mismo, el alma viene a vivir del mismo Dios, y alimentándose del mismo Dios viene a participar de la sustancia de Dios, y participando viene a semejarse a Él y a transformarse con el mismo Dios, por lo tanto al alma que vive de fe le sucede que santo es Dios, santa es el alma; potente Dios, potente el alma; sabio, fuerte, justo Dios, sabia, fuerte, justa el alma, y así de todos los demás atributos de Dios. En suma, el alma llega a ser un pequeño dios. ¡Oh, la bienaventuranza de esta alma en la tierra, para ser luego más bienaventurada en el Cielo!.
29-2 (4) “Hija mía, el amor es vida, y cuando este amor sale del alma que vive en mi Voluntad, tiene virtud de formar en Dios mismo la Vida de amor, y como la sustancia de la Vida Divina es el amor, por eso la criatura con su amor forma en Dios otra Vida Divina, y Nosotros sentimos en Nosotros mismos nuestra Vida formada por la criatura. (Nótese que no dice la sustancia de la Divina Voluntad sino de la Vida Divina) .
La DV se le dio a Adán como principio, medio y fin
Quien vive en la Divina Voluntad todo debe encerrar en sí. La Divina Voluntad es principio, medio y fin del hombre.
(7)Entonces me sentía inmersa en el Querer Supremo y Jesús ha continuado:
(8)“Hija mía, mi Voluntad es todo y contiene todo, y además es principio, medio, y fin del hombre. Por eso al crearlo no le di leyes ni instituí Sacramentos, sino sólo le di al hombre mi Voluntad, porque era más que suficiente, estando en el principio de Ella, para encontrar todos los medios para llegar no a una santidad baja, sino a la altura de la santidad divina, y así encontrarse en el puerto de su fin. Esto significa que el hombre no debía tener necesidad de otra cosa sino sólo de mi Voluntad, en la cual debía encontrar todo en modo sorprendente, admirable y fácil para hacerse santo y feliz en el tiempo y en la eternidad; y si le di una ley, después de siglos y siglos de creado, fue porque el hombre había perdido su principio, por lo tanto había extraviado los medios y el fin. Así que la ley no fue principio sino medio; pero viendo que con todo y la ley el hombre estaba perdido, al venir a la tierra instituí los Sacramentos, como medios más fuertes y potentes para salvarlo; pero cuántos abusos, cuántas profanaciones, cuántos se sirven de la ley y de los mismos Sacramentos para pecar más y precipitarse en el infierno. Mientras que con sólo mi Voluntad, que es principio, medio y fin, el alma se pone al seguro, se eleva a la santidad divina, alcanza en modo completo la finalidad para la que fue creada, y no hay ni la sombra de peligro de poder ofenderme. Así que el camino más seguro es sólo mi Voluntad, y los mismos Sacramentos, si no son recibidos en orden con mi Voluntad, pueden servir como medios de condenación y de ruina. Por eso inculco tanto mi Voluntad, porque el alma estando en su principio, los medios le serán propicios y recibirá los frutos que contienen; en cambio sin Ella, los mismos Sacramentos le pueden ser veneno que la conduzcan a la muerte eterna”.
Explicación de que la DV es principio, medio y fin del hombre:
29-11 (6) “Hija mía, pongo mi Divina Voluntad en tu alma como principio de vida, de la cual descenderán todos tus actos como de un solo punto, que difundiéndose en todo tu ser, en el alma y en el cuerpo, te harán sentir la Vida palpitante de mi Querer Divino en ti, el cual esconderá en Sí mismo, como dentro de un sagrario, todos tus actos, como compañía de su principio Divino. Ahora con tener mi Divina Voluntad como principio, quedarás toda ordenada en tu Creador, y reconocerás que todo principio viene de Dios, y nos darás la gloria y la correspondencia del amor de todas las cosas creadas que han salido de nuestras manos creadoras. Con hacer esto abrazarás la obra de la Creación, de la cual fuimos el principio, la vida y la conservadora de ella.
(7) Del principio pasarás al medio, tú debes saber que el hombre sustrayéndose de nuestra Voluntad Divina desconoció el principio y se desordenó, y quedó vacilante, sin apoyo, sin fuerza, a cada paso se sentía empujado a caer como si se sintiera faltar el terreno bajo sus pies, y el Cielo sobre su cabeza en acto de descargarse sobre él en una fiera tempestad. Ahora se requería un medio para reafirmar la tierra y hacer sonreír al Cielo, y he aquí mi venida sobre la tierra como medio para reunir Cielo y tierra, Dios y hombre. Por eso quien tiene mi Divina Voluntad como principio, le develará el medio y abrazará toda la obra de la Redención, y me dará la correspondencia del amor y la gloria de todas las penas que sufrí para redimir al hombre.
(8) Ahora, si está el principio y el medio, debe estar el fin; fin del hombre es el Cielo, y quien tiene mi Divina Voluntad como principio, todos sus actos corren en el Cielo, hasta donde debe llegar su alma y como principio de su bienaventuranza que jamás tendrá fin. Y si tú tienes mi Divina Voluntad como fin, me darás la gloria y la correspondencia del amor con que he preparado una Patria Celestial a las criaturas para su feliz estancia. Por eso sé atenta hija mía, y Yo sello en tu alma mi Divina Voluntad como principio, medio y fin, la cual te servirá de vida, de guía segura, de sostén, y te conducirá entre sus brazos a la Patria Celestial”.
Aquí una verdad muy consoladora.
13-6 » Hija de mi Querer, mi Querer te llena, y para custodiar mi Querer en ti me ofrezco Yo mismo como custodia de mi misma Voluntad. Es tan grande el don que he puesto en ti, que no quiero dejarlo a merced tuya, porque no tendrías atención suficiente para custodiarlo, por eso no sólo estaré como defensa, sino que te ayudaré a que se derrame fuera de ti, de manera que donde quiera se verá la marca de mi Voluntad”.
+ + + +
El verdadero amor llama siempre a aquél que ama, y lo encierra dentro. Sin la Divina Voluntad todo está velado. Ejemplo.
(1)Mi pobre mente se encuentra bajo las olas impetuosas del Querer Divino, impetuosas pero pacíficas, portadoras de felicidad, tanto que la pobre criatura se siente impedida e incapaz de poderlas recibir todas, y mientras seguía los actos del Fiat, he llegado al punto de la creación del hombre, y pensaba entre mí: “Con cuánto amor podía amar Adán inocente al Señor antes de pecar”. Y mi amado Jesús sorprendiéndome me ha dicho:
(2)“Hija mía, me amó tanto por cuanto a criatura es posible. Él era un complejo de amor, ni siquiera una fibra estaba vacía del amor hacia su Creador, sentía a lo vivo, palpitante en su corazón la Vida de su Creador, el verdadero amor llama a cada instante a Aquél que ama, y que dándole con su amor su vida, retoma por vida propia a Aquél que ama. Ahora, amando mi Voluntad Divina encuentra en la criatura a Sí misma, la facilidad de su régimen, nada se opone a su dominio, su puesto noble es de Rey dominante, forma su suspirado reino en ella. Cuando la criatura me ama cuanto más puede, ningún vacío de Dios se puede encontrar en ella, antes bien, con su amor me encierra en el centro de su alma, de modo que no puedo salir, ni puedo librarme de ella, y si pudiera salir, lo que Yo no hago jamás, se vendría junto a Mí, sin podernos ni Yo ni ella separarnos porque el amor soy Yo mismo. Por eso quien me ama en verdad puede decir: ‘He vencido a Aquél que me ha creado, lo tengo dentro de mí, lo poseo, es todo mío, ninguno me lo puede quitar’. Ahora hija mía, el amor en Adán antes de pecar era perfecto, total, mi Voluntad tenía su Vida en él, de modo que la sentía más que su misma vida; en cuanto pecó, la Vida de mi Fiat se retiró y le dejamos la luz, porque sin Él no podía vivir, habría regresado a la nada.
Al crearlo hicimos como un padre que pone en común sus bienes y su misma vida con su propio hijo. Ahora, éste desobedece, se rebela al propio padre, el padre con dolor es obligado a ponerlo fuera de sus habitaciones, no haciéndole más poseer ni sus bienes en común, ni su vida, pero es tanto su amor, que aunque lejano no le hace faltar las cosas necesarias, los medios de estricta necesidad, porque sabe que si el padre se retira, la vida del hijo se termina. Así hizo mi Divina Voluntad, retiró su Vida, pero dejó su luz como ayuda, sostén, y como medio necesario para que su hijo no pereciera del todo. Ahora, con retirar su Vida todas las cosas y obras de Dios quedaron veladas para el hombre, . Él mismo, velada la inteligencia, la memoria, la voluntad, quedó como aquellos pobres infelices moribundos, que cubriéndose la pupila con un velo delgado, no ven más clara la vida de la luz. Mi misma Divinidad al descender del Cielo a la tierra se veló de mi Humanidad. ¡Oh! si las criaturas poseyeran como vida mi Voluntad, súbito me hubieran conocido porque Ella misma habría develado quién soy Yo, mi Querer en ella y, aquél mismo Divino Querer en Mí, se habrían rápidamente conocido, amado, se habrían puesto a mi alrededor, no se habrían podido separar de Mí, reconociéndome bajo la semejanza de su parte humana como Verbo Eterno, Aquél que los amaba tanto, que se había vestido como uno de ellos. Así que Yo no hubiera tenido necesidad de manifestarme; mi Voluntad residiendo en ellos me habría develado, ni Yo habría podido ocultarme; en cambio, debí decirles quién era Yo, ¿y cuántos no me creyeron? Por eso hasta en tanto que no reine mi Voluntad en las criaturas, todo está velado, los mismos sacramentos que más que nueva creación con tanto amor dejé en mi Iglesia, están velados para ellas; cuántas sorpresas, cuántos bellos secretos y cosas maravillosas impide comprender, ver, gustar, una pupila velada, mucho más que este velo es el humano querer el que lo forma e impide ver las cosas cual son en sí mismas.
Entonces, mi Voluntad reinante en las criaturas como vida quitará este velo y todas las cosas serán develadas y entonces verán las caricias que les hacemos por medio de las cosas creadas, los besos, los abrazos amorosos. En cada cosa creada sentirán nuestro latido ardiente que los ama, verán en los sacramentos correr nuestra Vida para darse continuamente a ellos y sentirán la necesidad de darse a Nosotros. Este será el gran prodigio que hará mi Divina Voluntad, romper todos los velos, abundar de gracias inauditas, tomar posesión de las almas como vida propia, de modo que ninguno le podrá resistir y así tendrá su reino sobre la tierra”.
(3)Jesús, apresura y cumple lo que Tú dices y quieres, y tu Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra.
LO ÚNICO NECESARIO
- “Hija mía, hija amadísima de mi Voluntad, la razón, la causa, la finalidad por la que tanto suspiro que mi Divina Voluntad tome su puesto, su dominio y la haga de soberano en la criatura, es porque nuestro Ente Supremo va en busca de encontrarse a Sí mismo en la pequeñez Piensa bien qué significa un Dios que va en busca de Sí mismo, pero, ¿dónde? ¿Tal vez en la extensión de los cielos? No. ¿En la inmensidad de la luz que llena toda la tierra? No. ¿Acaso en la multiplicidad de las aguas del mar? No. Sino en el pequeño corazón humano, queremos esconder nuestra inmensidad, nuestra potencia, nuestra sabiduría y todo nuestro Ser Divino en la criatura; escondernos en las cosas grandes no es una gran cosa, pero en las pequeñas desahogamos más en amor, potencia, etc., y como podemos todo y hacer todo, nos deleita más y tomamos más gusto en el escondernos en la pequeñez humana que en las cosas grandes, y si no encontramos nuestra Voluntad en la criatura, no podemos ni buscarnos ni encontrarnos en ella, nos faltaría el lugar dónde poner todos nuestros atributos divinos, y se sentirían impotentes para esconder nuestra Vida Divina donde no está nuestra Voluntad. Mira entonces la razón por la que queremos, suspiramos que la criatura suspire y ruegue vivir del Querer Divino, es porque andamos en busca de Nosotros mismos en ella, y queremos encontrarnos como en nuestro propio centro.
(2) “Hija mía, Yo, al crear al hombre, para conservarle la vida formé en torno a él el aire del cuerpo y el aire del alma: ‘El aire natural para el cuerpo, el aire de mi Voluntad para el alma’. ¿Crees tú que el aire natural, sólo porque es aire tiene virtud de dar la respiración al hombre, la fuerza, el alimento, la frescura, la vida vegetativa a toda la naturaleza? Así que a pesar de que no se ve tiene todo en un puño y se constituye vida de todo ser creado, y por eso todos sienten la necesidad del aire, y él por todas partes hace su curso, de noche, de día, penetra en el latido del corazón, en la circulación de la sangre y por todas partes;
¿pero sabes por qué contiene tanta virtud? Porque en el aire está toda la sustancia de los bienes que produce, y fueron puestos por Dios en el aire la fuerza alimentadora, respiratoria, vegetativa, y él contiene como tantas semillas de todo el bien que encierra.
Ahora, si se necesitaba un aire para la conservación de toda la naturaleza, se necesitaba también un aire para la conservación del alma, y mi bondad no quiso confiar ni formar otro aire para el alma, sino que mi misma Voluntad se quiso constituir aire para el alma, y así toda aquella sustancia de los bienes que Ella contiene, pudiera, como aire que invisiblemente todo lo invade, penetrar en el fondo del alma y llevarle el alimento divino, la vegetación y todos los bienes, la virtud que respira todo lo que es Cielo, la fortaleza invencible, la fecundidad de todas las virtudes.
Esto del aire divino, el respirarlo, en la DV es literal!…: (esto que se dice del aire se puede aplicar a todo lo demás con lo que Dios ha dotado a la naturaleza humana pues todo fue inventado con Felicidad Divina. Dios no habría podido inventar el respiro con felicidad humana proque era una cosa qeu había salido de El (que no era Él). Tenía que inventar, diseñar el respiro huano bajo el acto inventado por El y ese acto venía dotado de Feoicidad Divina porque lo diseñó Dios, cuya sustancia es Luz y Felicidad) Hoy al respirar, tenemos la pequeña satisfacción de absorver aire que nos permite seguir viviendo…y eso es todo, pero por no tener la Dv no podemos aspiar y expirar la DV con todos los bienes que contiene. De esta carencia, nacen los gustos humanos….en busca de la felicidad….Los gustos humanos no tienen la fuerza de vaciar nuestra naturaleza de absorvernos por completo, incluso gustos ordenados (familia, trabajo, patria…)
23-10, (6) “Hija mía, este acto de formar y de infundir la vida en el hombre con nuestro aliento omnipotente, fue tan tierno, conmovedor y de alegría tan grande para Nosotros, que todo nuestro Ser Divino desbordó fuera tanto en amor, que con fuerza raptora raptó nuestras cualidades divinas para infundirlas en el hombre; al infundirle el respiro todo vertimos en él, y al darle nuestro aliento poníamos nuestro Ser Supremo en comunicación con él, en modo de volverlo inseparable de Nosotros. Este nuestro aliento no cesó jamás, porque si en la creación de todo el universo fue nuestra Voluntad la que se constituía vida de todo, en el hombre no sólo se daba nuestro Fiat, sino que junto con nuestro aliento se daba a él la misma Vida nuestra, y este nuestro aliento aún no cesa, para continuar la generación de las otras criaturas para volverlas inseparables de Nosotros. Es tanto nuestro Amor cuando hacemos una obra, que hecha una vez queda la actitud de hacerla siempre, por eso la ingratitud del hombre es grande, porque desconoce, desprecia, ofende esta nuestra Vida en él mismo y , así como cuando se emite el aliento para respirar se pone fuera y se vuelve a meter para poder nuevamente dar el aliento, en el acto de darle el aliento nos damos Nosotros a él, y al volver a meter el aliento metemos al hombre en Nosotros, y no sintiéndolo venir en Nosotros, porque su voluntad no está con Nosotros, sentimos todo el peso de la ingratitud humana. He aquí el por qué te llamamos a ti, para darte nuestro aliento incesante, a fin de que, conforme lo metamos para sacarlo de nuevo, te sintamos venir en Nosotros para recibir el cumplimiento de nuestra Voluntad en el acto solemne de sacar nuestro aliento regenerador para generar a las criaturas”.
14-30,6 (6) Como dentro de un solo respiro vendrás a absorber toda mi Voluntad con todos los bienes que Ella contiene, y de otro respiro la pondrás fuera, y mientras esto haces, cuantas veces la aspires y cuantas veces la emitas, tantas veces multiplicarás mi Vida, mis bienes. En el Cielo los bienaventurados gozan de toda la beatitud que contiene mi Querer, viven en Él como en su propio centro, pero no lo multiplican, pues en ellos están ya fijos sus méritos; pero tú eres más feliz que ellos pudiendo multiplicar mi Vida, mi Querer, mis bienes; en ellos mi Querer es felicitante, en ti es obrante y pido tus actos para multiplicarme. Cuando tú obras estoy mirando con ansias si obras en mi Querer para recibir el contento de verme multiplicado en tu acto. ¡Cuánto deberías estar atenta, y no dejar pasar nada!”
- “Hija, el acto más bello y que más me agrada es el abandono en mi Voluntad, pero tanto, que no se recuerde que existe el propio ser, sino que todo para ella sea el Divino Querer. Si bien el dolor de las propias culpas es bueno y laudable, pero no destruye el propio ser; en cambio el abandonarse del todo en mi Voluntad destruye el propio ser y readquiere el Ser Divino. Entonces, el alma con abandonarse en mi Voluntad, me da más honor, porque me da todo lo que Yo puedo exigir de la criatura, y vengo a readquirir en Mí lo que de Mí había salido, y el alma readquiere lo único que debería readquirir, a Dios con todos los bienes que el mismo Dios posee, sólo que, hasta que el alma está del todo en la Voluntad de Dios, readquiere a Dios, y si se sale de mi Voluntad readquiere su propio ser junto con todos los males de la corrompida naturaleza”.
Definición: «Son los elementos necesarios para la fabricación de productos, normalmente provienen de la propia naturaleza. Son usados en la primera fase del proceso de producción»
Cuando Dios nos piensa, pone como materia prima de nuestro ser, su Divina Voluntad. Este pensamiento de Dios de cada uno es un pensamiento de Vida Divina. Cuando Dios piensa, ya está hecho.Con la DV, Dios ha escrito ya la página de nuestra vida: es una página de Vida Divina a no ser que hagamos tachaduras….
*las lecturas con asterisco, denotan otro sentido para la materia prima en el LdC.
(4) “Hija mía, cuando nuestra Divinidad formó la Creación, puso como materia prima en todas las cosas la Divina Voluntad, y por eso todas las cosas tuvieron su forma, solidez, orden y belleza, y todo lo que hace el alma con esta materia prima de mi Voluntad, corriendo en ella un acto vital, da a todo lo que hace la forma de las bellas obras, todas ordenadas y sólidas, con la marca en cada obra de la Vida del Fiat Divino. En cambio quien no hace mi Voluntad y no la pone como materia prima en sus obras, tal vez hará muchas cosas, pero todas desordenadas, sin forma, sin belleza, todas desparpajadas, que ella misma no sabrá reunirlas; sucedería como si alguien quisiera hacer el pan sin el agua, quizá tenga mucha harina, pero faltando el agua faltaría la vida para poder formar el pan; otro tendría muchas piedras para construir, pero no tiene la cal que reúne y solidifica las piedras juntas, así que tendrá un desorden de piedras, pero jamás una habitación. Así son las obras sin la materia prima de mi Voluntad, solamente estorban, dan fastidio, disturbio, y si algún bien hacen es aparente, si se tocan se encuentran frágiles y vacías de todo bien”.
..Es tanto nuestro amor, que no queremos que ella haga otra cosa, sino lo que hemos hecho Nosotros, dándole el modelo de nuestro acto, a fin de que lo copie, y cuántas ayudas, asistencia no damos mientras hace la copia, dándole nuestra misma Voluntad como acto suyo, como materia prima, a fin de que la copia resulte según nuestro designio. Ahora, quien hace su voluntad, cada uno de sus actos no hacen otra cosa que arruinar nuestro proyecto, hacer tachaduras sobre nuestra página escrita…
(si quieres leer todo el capítulo:
La página escrita en la Divina Voluntad, historia de la criatura..
(1) Mi abandono continúa en el Querer Divino, me siento esconder por sus olas eternas, en las cuales todo esconde, nada se le escapa de su inmensidad así que quien quiere encontrar todo, abrazar todo, escuchar la historia de todos, debe entrar en este mar del Fiat Supremo. Pero mientras mi mente se perdía en Él, mi dulce Jesús, visitando mi pequeña alma me ha dicho:
(2) “Hija bendita, mi Voluntad encierra todo, mejor dicho, para cada criatura tiene su página escrita del cómo se debe desarrollar su historia y formar su vida, y esta página escrita fue ‘ab eterno’ escrita en la luz de nuestra Voluntad por lo que la vida de cada criatura, en el tiempo tuvo su principio, pero en nuestro Ente Supremo no tuvo principio, y fue amada por Nosotros con amor sin principio y sin fin. Así que la Creación todavía no existía y Nosotros ya la amábamos porque ya estaba dentro de Nosotros, teníamos encerrado dentro del sagrario de nuestra Divinidad el gran parto de todas las criaturas, veíamos en cada una de ellas nuestra página escrita, sus vicisitudes, su pequeña historia, y según lo que estaba escrito, lo más o menos que debía ser cumplida y glorificada nuestra Voluntad Santísima, así más intensamente la amábamos. Tú no existías pero nuestra Voluntad te encerraba y Nosotros amándote te dábamos el lugar, el descanso sobre nuestras rodillas paternas, te dábamos las diversas lecciones sobre nuestro Fiat, y ¡oh! cuánto gusto nos daba el verte escuchar y escribir en tu alma, como copiando, lo que estaba escrito en nuestra página eterna, porque tú debes saber que lo que queremos que la criatura haga de nuestra Voluntad, primero viene hecho por Nosotros, formado por Nosotros en nuestro mismo Querer, y después, desbordándose de Nosotros quiere hacerlo y formarlo en la criatura, haciendo de ella su campo de acción divina. Es tanto nuestro amor, que no queremos que ella haga otra cosa, sino lo que hemos hecho Nosotros, dándole el modelo de nuestro acto, a fin de que lo copie, y cuántas ayudas, asistencia no damos mientras hace la copia, dándole nuestra misma Voluntad como acto suyo, como materia prima, a fin de que la copia resulte según nuestro designio. Ahora, quien hace su voluntad, cada uno de sus actos no hacen otra cosa que arruinar nuestro proyecto, hacer tachaduras sobre nuestra página escrita, cada palabra nuestra escrita contenía un amor especial y eterno, contenía el desarrollo de su vida según nuestra semejanza, en la que debía encerrar su historia de amor y de cumplimiento de su Voluntad Divina hacia su Creador. El querer humano no hace otra cosa que desfigurar esta página, alterar nuestra semejanza, y en lugar de formar la copia de nuestra página escrita con tanto amor para ella, se ha formado su página escrita con notas de dolor, de confusión y con una historia tan vil y baja, que los siglos no la recordarán, y el Eterno no encontrará en ella el eco de la historia escrita en su página, en la cual debía ser ensalzada su historia divina en la criatura.
(3) Hija mía, hay un conocimiento equivocado en el bajo mundo, y creen que la criatura puede vivir como apartada de Nosotros, ¡qué equivocación! ¡Qué equivocación! Toda la Creación no es otra cosa que una herencia salida de Nosotros, por tanto es nuestra, nos pertenece, tanto, que si bien la hemos puesto fuera, pero la hemos dejado inseparable de Nosotros, y queremos el honor, la gloria de nuestra herencia, y que las criaturas no sean viles siervos nuestros, sino hijos y como tantos príncipes de nuestro reino, y este principado le venía dado de la inseparabilidad de nuestra Voluntad, tanto que la criatura no puede hacerse a un lado de ella, ni puede vivir, ni separarse, ni siquiera en el mismo infierno, a lo más, quién la tiene obrante y quién la tiene conservadora de su ser sin darle la oportunidad de hacerla obrar el bien. Vivir sin mi Voluntad sería como el vivir el cuerpo sin el alma, cosa que sería imposible, y se ve que cuando un miembro es amputado del cuerpo no tiene movimiento, pierde el calor y se pudre porque falta el alma, así sería si faltase mi Voluntad, todo se reduciría a la nada.
(4) Ahora, el vivir en mi Voluntad es exactamente esto, sentirse correr en todo el ser, en todos los actos, la luz, la fuerza divina, la Vida de mi Voluntad, porque donde no esta su Vida obrante, aquel acto permanece sin Vida, sin Calor, sin fuerza y luz divina, está como muerto para el bien, y cuando no tiene el bien adentro, se forma el mal y termina por pudrirse. ¡Oh! si la criatura se pudiese ver sin la Vida obrante de mi Querer, se vería tan deforme, que ella misma tendría horror a verse, por ello déjate llevar siempre por las olas eternas de mi Querer, en el cual encontrarás tu página escrita, tu historia tejida con tanto amor sobre ti, y así no te hará más impresión lo que de ti hemos dispuesto, encontrarás todo como cosas que te pertenecen y que por necesidad absoluta deben formar tu vida, llenar tu historia y satisfacer a nuestra necesidad de amor, que ‘ab eterno’ queríamos hacer conocer nuestra Voluntad. Sé fiel y no obstaculices nuestro amor, danos la libertad de realizar nuestros admirables designios formados sobre ti”.
(5) Después de esto continuaba mi abandono en el Fiat Divino, y mi dulce Jesús ha agregado:
(6) “Hija buena, quien hace y vive en mi Querer se eleva en la unidad de mi Voluntad, y desciende con Ella en todas las cosas para darnos su amor en cada una de ellas, en todas las criaturas y actos de ellas”.
(7) Y yo: “Amor mío, por cuanto hago por amarte en todas las criaturas y en todos sus actos, queriéndolos cubrir todos con mi amor, a fin de que Tú no recibas sino amor de todos, no obstante veo que no todos te aman, esto es un dolor para mí, porque pienso que mi amor no tiene fuerza vital, y por ello no sé hacerte amar por todos”.
(8) Y Jesús: “Hija mía, es la fuerza de la unidad de mi Querer que te arroja sobre todos y sobre todo, para amar en todo y darme la correspondencia del amor de todos, y si no me aman, no puedo decir que el tuyo no lo recibo, más bien en tu amor oigo las notas del amor que todos me deberían dar, y ¡oh, cómo estoy contento! Tú debes saber que éste es nuestro oficio divino: de la altura de nuestro único y solo acto que jamás interrumpimos, desciende nuestra luz, amor, potencia y bondad, y va buscando todos los actos, los latidos, los pasos, las palabras, los pensamientos, para plasmarlos, investirlos, sellarlos con nuestro amor; sentimos la irresistible necesidad de amor de ir en busca de todo y de todos, y no nos dejamos escapar nada, ni siquiera un latido, si no le damos un ‘te amo’ nuestro, sin embargo no nos aman, más bien hay quien escapa de la lluvia de nuestro amor, pero con todo esto continuamos, no nos detenemos, porque nuestra naturaleza divina es amor y debe amar, y sentimos el contento, la felicidad que nuestro amor nos da con el amar, que tiene virtud de amar a todos, de extenderse a todos y dondequiera; no habría plena felicidad en Nosotros si nuestro amor sufriera de impotencia de poder amar todo, o bien detenerse si no se viese correspondido. Así tú, continúa amándonos por todos, y a arrollar a todos en nuestro amor, y a pesar de que no obtengas todo tu intento, oirás las notas de nuestro amor felicitante, porque quieres amarnos por todos”.
Esto de la copia……………….:
20-52 (8) “Hija mía, esta es la verdadera imagen del vivir en mi Eterno Querer, el alma copia en sí la Divina Voluntad y la Voluntad Suprema copia al alma, de modo que tu Creador tiene la copia de tu imagen impresa en su seno, la tiene tan amada porque la ve tal como la hizo salir en su origen, nada ha perdido de su frescura y belleza, sus lineamientos paternos están impresos en esta copia; esta copia en el seno paterno de Dios le ensalza toda la Creación con todas sus obras, le susurra continuamente al oído: ‘Todo lo hiciste para mí, mucho me amaste y me amas, y yo todo, todo quiero convertir en amor para Ti’. Esta copia es el portento de Dios en su seno, es el recuerdo de todas sus obras; esta es la copia del alma en Dios y la copia de Dios en el alma y el desarrollo de la Vida Divina en la criatura. Qué bello es el Reino de mi Voluntad, la nada perdida en el Todo, el Todo fundido en la nada, la bajeza de la criatura que se eleva a la altura divina, la altura divina que desciende en la profundidad de la criatura, son dos seres unidos juntos, inseparables, transfundidos, ensimismados, que con trabajo se distingue que son dos vidas que palpitan juntas. Toda la magnificencia, la santidad, la sublimidad, los prodigios del Reino de mi Voluntad, será propiamente esto: ‘La copia fiel del alma en Dios y la copia íntegra y bella de Dios en el alma’. Por eso los hijos del Reino del Fiat Divino serán tantas imágenes de pequeños dioses en mi reino”.
Aquí es es hombre la materia prima para la DV:
(5) Tú debes saber que el primer modelo en la Creación fue el Ente Supremo, en el cual el hombre debía modelar todos sus actos con su Creador, el segundo debía ser Adán, en el cual debían modelarse todos sus descendientes, pero como se sustrajo de mi Voluntad, faltando Ella, su unidad en él, le faltaron los pinceles, los colores y la materia prima para poder hacer los modelos a semejanza de su Creador. ¡Pobrecito! ¿Cómo podía formar los modelos con la misma forma divina, si no estaba más en posesión de aquella Voluntad que le suministraba habilidad y todo lo necesario que se requería para poder formar los mismos modelos de Dios? Rechazando mi Fiat Divino rechazó la potencia que todo puede y sabe hacer; sucedió de Adán como sucedería de ti si no tuvieras ni papel, ni pluma, ni tinta para escribir, si esto te faltara no serías capaz de escribir una sola palabra, así él, no fue más capaz de formar los modelos sobre el molde divino. El tercer modelo lo debe hacer quien debe hacer regresar el reino de mi Voluntad, por eso tus deberes son grandes, a tus modelos serán modelados todos aquellos de los otros, y por eso en todos tus actos haz que corra la Vida de mi Querer Divino, a fin de que te suministre todo lo necesario que se requiere, y así todo irá bien, y tu Jesús estará junto contigo para hacerte llevar a cabo bien sus modelos divinos”
13-13 Agosto 20, 1921
¿Cómo no debo tener custodiada esta alma y ser sumamente celoso de ella, si uno solo de sus actos vale mucho más que la misma Creación? Porque el cielo, el sol, son sin inteligencia, por eso, por parte de ellos no tienen ningún valor, todo el valor es mío; en cambio para quien vive en mi Querer, conteniendo una inteligencia, está su querer que corre en el mío, y la potencia de mi Fiat se sirve de él como materia para extender estos nuevos cielos, así que, conforme el alma obra en mi Querer, me da el deleite de formar nuevas creaciones. Estos actos son el cumplimiento, el desarrollo de la Vida de mi Voluntad, los prodigios de mi Querer, mi Fiat repetido, ¿cómo no debo amar a esta alma?
Aquí asocia las verdades, conocimientos, como materia prima para hacer crecer esta Vida. Toda vida necesita sus alimentos. La Divina, lógicamente, alimentos divinos. Y Ella es la que proporciona estos alimentos:
(4) “Hija mía, toda vida tiene necesidad de alimento, no sólo esto, sino de materia adecuada para formarse aquella vida, debe tener su principio, su crecimiento. Sólo en Nosotros las cosas no tienen principio, pero en la criatura cada cosa tiene su principio, por lo tanto, para tener principio la Vida obrante de mi Divina Voluntad en la criatura, debía suministrar la materia prima para formarla, ¿pero sabes tú cuáles son estas materias primas? Los primeros conocimientos y verdades que te he manifestado sobre mi Divina Voluntad, ellos han formado el humor, el calor y el primer acto de vida para dar principio a su Vida. Ahora, después de haber formado el principio de esta Vida, era necesario formarla, hacerla crecer y alimentarla, así que conforme han seguido mis manifestaciones sobre mi Querer, quién ha servido para formarla, quién para hacerla crecer y quién para alimentarla. Si Yo no hubiera continuado mi decir sobre Él, podía quedar ahogada, o bien una Vida sin crecimiento, porque ella no se alimenta de otra cosa, sino sólo de verdades y conocimientos que le pertenecen. Mira entonces la necesidad de mi prolongado decir sobre mi Fiat, era necesario para hacerlo conocer a la criatura, era necesario para formar su Vida y no hacerle faltar el alimento divino de sus mismas verdades, que son las únicas que le pueden servir para alimentarse, porque fuera de la criatura mi Voluntad no tiene necesidad de nada y de ninguno, por Sí misma en su naturaleza es vida, alimento y todo, en cambio en la criatura, queriendo su parte concurrente, por vía de conocimientos y verdades que le pertenecen forma su Vida más o menos según ella conoce, y estos conocimientos forman una unión indisoluble entre el uno y la otra, la sustancia, el calor, el crecimiento, el alimento de la Vida de mi Voluntad en la criatura. He aquí por qué regreso a mi decir, porque sirve a mi misma Voluntad en ti, y a ti para hacértela conocer más, amar y apreciar.
Como caja (depósito) que contiene todo el obrar Divino.
32-2 Marzo 19, 1933
(4) Hija mía bendita, mi Divina Voluntad es depositaria de todo lo que ha sido hecho por Nosotros, y de todo lo que han hecho las criaturas, ni siquiera un pensamiento, una palabra, las obras más grandes como las más pequeñas, los pasos, los latidos, los respiros, las penas, todo lo tiene depositado en Ella, nada se le escapa, así que todo lo que tú haces toma puesto en mi Voluntad, ni tú puedes esconder nada, porque con su inmensidad te envuelve, con su potencia es actriz de todo lo que tú haces, y con sus derechos divinos es dueña de poseer, de conocer, y de conservar todo lo obrado por las generaciones humanas, y de premiarlas y de castigarlas según merezcan. Es tanta su bondad y potencia al mismo tiempo, que así como no pierde ni una estrella, ni una gota de luz que posee el sol, ni una gota de agua del mar, así no pierde ni siquiera un pensamiento de criatura, y aunque lo quisiera perder no lo puede, su omnividencia lo encuentra en acto en su Voluntad. ¡Oh! si las criaturas comprendiesen que una Voluntad Divina recibe en depósito todo lo que hacen y piensan, cómo estarían atentas a que todo fuese santo y recto, y llamarían a esta Voluntad Suprema como vida de todo lo que hacen, a fin de que ningún juicio desfavorable pudiesen recibir sus actos, porque estarían en depósito en el mismo Querer Divino como actos y efectos suyos, a los cuales nadie puede tener la audacia de juzgarlos, y serán premiados como actos de un Querer Divino obrante en la criatura.
(5)Además de esto, como la Divina Voluntad es depositaria de todos y de todo, así la voluntad humana es depositaria de todos sus pensamientos, palabras, obras y pasos, etc., nada pierde de todo lo que hace, más bien forman una sola cosa con ella, y queda escrito y sellado con caracteres imborrables cada uno de los pensamientos, palabras, penas sufridas, todo; se puede dar que la memoria no lleve cuenta de todo, muchas cosas las ha olvidado, pero la voluntad todo esconde y nada pierde, así que es la depositaria y portadora de todos sus actos. Así que el Querer Divino es depositario y portador de todos y de todo, y el querer humano es depositario y portador individual de sí mismo. ¡Qué triunfo será eternamente, qué honor y gloria de quien santamente ha pensado y obrado! Y qué confusión de quien ha depositado en el querer humano pecados, pasiones, obras indignas, y se volverá él mismo portador de sus mismos males. Y si los males son graves será pasto de las llamas infernales, y si menos graves, será pasto de las llamas purgantes, que por camino de fuego y de penas purificarán aquella voluntad humana ensuciada, pero no podrán restituirle el bien, las obras santas que no ha hecho. Por eso sé atenta, porque todo viene numerado y escrito, ni tú ni Nosotros perdemos nada, aun un pensamiento, una palabra, tendrá su vida perenne, y serán como fieles amigos e inseparables de la criatura, por eso es necesario que te formes los amigos santos y buenos, a fin de que puedan darte paz, felicidad y gloria perenne”.
A modo de repaso del día 5 de mayo:
32-2 Marzo 19, 1933
(4) Hija mía bendita, mi Divina Voluntad es depositaria de todo lo que ha sido hecho por Nosotros, y de todo lo que han hecho las criaturas, ni siquiera un pensamiento, una palabra, las obras más grandes como las más pequeñas, los pasos, los latidos, los respiros, las penas, todo lo tiene depositado en Ella, nada se le escapa, así que todo lo que tú haces toma puesto en mi Voluntad, ni tú puedes esconder nada, porque con su inmensidad te envuelve, con su potencia es actriz de todo lo que tú haces, y con sus derechos divinos es dueña de poseer, de conocer, y de conservar todo lo obrado por las generaciones humanas, y de premiarlas y de castigarlas según merezcan. Es tanta su bondad y potencia al mismo tiempo, que así como no pierde ni una estrella, ni una gota de luz que posee el sol, ni una gota de agua del mar, así no pierde ni siquiera un pensamiento de criatura, y aunque lo quisiera perder no lo puede, su omnividencia lo encuentra en acto en su Voluntad. ¡Oh! si las criaturas comprendiesen que una Voluntad Divina recibe en depósito todo lo que hacen y piensan, cómo estarían atentas a que todo fuese santo y recto, y llamarían a esta Voluntad Suprema como vida de todo lo que hacen, a fin de que ningún juicio desfavorable pudiesen recibir sus actos, porque estarían en depósito en el mismo Querer Divino como actos y efectos suyos, a los cuales nadie puede tener la audacia de juzgarlos, y serán premiados como actos de un Querer Divino obrante en la criatura.
(5)Además de esto, como la Divina Voluntad es depositaria de todos y de todo, así la voluntad humana es depositaria de todos sus pensamientos, palabras, obras y pasos, etc., nada pierde de todo lo que hace, más bien forman una sola cosa con ella, y queda escrito y sellado con caracteres imborrables cada uno de los pensamientos, palabras, penas sufridas, todo; se puede dar que la memoria no lleve cuenta de todo, muchas cosas las ha olvidado, pero la voluntad todo esconde y nada pierde, así que es la depositaria y portadora de todos sus actos. Así que el Querer Divino es depositario y portador de todos y de todo, y el querer humano es depositario y portador individual de sí mismo. ¡Qué triunfo será eternamente, qué honor y gloria de quien santamente ha pensado y obrado! Y qué confusión de quien ha depositado en el querer humano pecados, pasiones, obras indignas, y se volverá él mismo portador de sus mismos males. Y si los males son graves será pasto de las llamas infernales, y si menos graves, será pasto de las llamas purgantes, que por camino de fuego y de penas purificarán aquella voluntad humana ensuciada, pero no podrán restituirle el bien, las obras santas que no ha hecho. Por eso sé atenta, porque todo viene numerado y escrito, ni tú ni Nosotros perdemos nada, aun un pensamiento, una palabra, tendrá su vida perenne, y serán como fieles amigos e inseparables de la criatura, por eso es necesario que te formes los amigos santos y buenos, a fin de que puedan darte paz, felicidad y gloria perenne”.
SIN LA «CAJA DIVINA» NO PODEMOS CONTENER UN SÓLO ACTO DE VOLUNTAD DIVINA
22-22 Agosto 28, 1927 (6) “Hija mía, tú debes saber que mi Querer Divino no puede dejar entrar los actos de mi Voluntad en la criatura si no encuentra la suya, porque falta en ellas la capacidad, dignidad, santidad, espacio para poder contener un solo acto de la Voluntad Suprema. Y esto es otro dolor suyo; pero por la naturaleza de su bondad comunica sólo los efectos. Sucede como al sol que comunica sus efectos a la tierra pero no permanece en ella, de otra manera la tierra quedaría radiante, luminosa; en vez de esto, conforme pasa el sol así queda cuerpo oscuro cual es, pero los efectos sirven para conservarla y para hacerla producir plantas, flores y frutos. Sucede también como al agua que comunica sus efectos a la tierra, pero no la fuente de su vida; tan cierto que cuando no llueve la tierra queda seca y no tiene fuerza para producir un hilo de hierba. Y por eso la tierra no poseyendo ni la vida del sol, ni la del agua, tiene necesidad de que el sol comunique sus efectos diariamente, y que el agua frecuentemente la bañe para conservarse y poder producir. Así sucede para los actos de mi Querer Divino, Él quiere darse a fin de que la criatura se vuelva sol para poder formar su Vida, y no encontrando su Voluntad, en su dolor, llevado por los excesos de su bondad, comunica sus efectos que sirven para conservar el objeto de sus dolores. Ninguno puede decirte qué valor, qué potencia, qué santidad, luz e inmensidad contiene un acto de mi Fiat Divino sino tu Jesús, y sólo quien posee un Querer Divino puede contener los actos de Él, por eso sólo el Fiat puede elevar a la criatura a la Santidad y nobleza Divina que da la semejanza de su Creador; todos los demás, por cuan buenos y alabados por habilidad, ingenio, doctrina, actividad, quedarán siempre como tierra que, no poseyendo ni fuente de luz, ni de agua, les serán dados como a pobres mendigos los efectos de mi Supremo Querer”.
34-21 Enero 10, 1937 Además de esto, todo lo que hemos hecho, tanto en la Creación como en la Redención, está todo en acto de darse al hombre, penden sobre su cabeza, pero están como suspendidos, sin poderse dar, porque no los conoce, no los llama y no los ama, para encerrarlos en su alma para recibir tanto bien. Ahora, quien posee nuestro Querer, nuestras obras, toda mi Vida que pasé acá abajo, encuentra el refugio, el espacio, la estancia dónde poder continuar mi Vida, mis obras, y el alma adquiere el acto practicante y convierte en naturaleza suya mis obras y mi Vida. Así que esta criatura es el refugio de nuestra santidad, de nuestro amor y la Vida de nuestra Voluntad. Y cuando nuestro amor, no pudiendo contenerlo, quiere dar en excesos, nos refugiamos en ella y damos salida a nuestro amor y derramamos tales carismas de gracias, que los Cielos quedan estupefactos y temblando adoran nuestra Voluntad Divina obrante en la criatura”.
extra – actos suspendidos
18-5, 4 Octubre 4, 1925 (3) Después me he encontrado fuera de mí misma, y mi dulce Jesús me ha llevado girando en todos aquellos lugares donde había, estando Él en la tierra, obrado, sufrido, orado y también llorado; todo lo que había hecho, todo estaba en acto y mi amado Bien me ha dicho:
(4) “Hija mía, hija de mi Querer Supremo, mi Voluntad quiere hacerte participar en todo. Todo lo que tú ves son todas mis obras que hice estando en la tierra, las cuales mi Voluntad las tiene suspendidas en Ella porque las criaturas no se disponen a querer recibirlas, en parte porque no conocen aún lo que Yo hice.
Mira, aquí están mis oraciones que de noche hacía, cubiertas de lágrimas amargas y de suspiros ardientes por la salvación de todos, están todas en espera para darse a las criaturas, para darles los frutos que contienen. Hija, entra tú en ellas, cúbrete con mis lágrimas, vístete con mis oraciones, a fin de que mi Voluntad cumpla en ti los efectos que hay en mis lágrimas, oraciones y suspiros. Mi Voluntad tiene como alineadas en Sí las penas de mi infancia, todos mis actos internos de mi Vida oculta, que son prodigios de gracia y de santidad, todas las humillaciones, gloria y penas de mi Vida pública, las penas más escondidas de mi Pasión, todo está suspendido, el fruto completo no ha sido tomado por las criaturas y espero a quien debe vivir en mi Querer a fin de que no estén más suspendidos, sino que se viertan sobre ellos para darles el fruto completo. Sólo quien debe vivir en mi Voluntad hará que no continúen suspendidos mis bienes, por eso entra en cada uno de mis actos y de mis penas, a fin de que mi Voluntad se cumpla en ti. Entre tú y Yo no quiero cosas suspendidas, ni tolero no poderte dar lo que quiero, por eso quiero encontrar en ti mi misma Voluntad, a fin de que nada pueda oponerse a lo que quiere darte mi misma Voluntad”.
23-1 Septiembre 17, 1927 (7) “Hija mía, mi eterno Fiat tuvo un acto incesante hacia las criaturas desde que creó toda la Creación, pero estos actos suyos, porque faltaba en ellas mi Voluntad reinante, no fueron recibidos por ellas y por eso quedaron suspendidos en toda la Creación en mi mismo Querer Divino. Ahora, al venir Yo sobre la tierra mi primer interés fue el de retomar en Mí el acto incesante de Él, que había quedado suspendido en Sí mismo porque no había podido tomar su lugar en la criatura, y mi Humanidad unida al Verbo, primero debía dar lugar a este su acto incesante, darle la satisfacción, y esta fue mi Pasión desconocida, la más prolongada y dolorosa, y después me ocupé de la Redención. El primer acto en la criatura es la voluntad, todos los demás actos, sean malos o buenos entran en el orden secundario, y por eso Yo debí primero tener interés de poner a salvo, en Mí, todos los actos de mi Divina Voluntad, descender en lo bajo de los actos humanos para reunir juntas la una y la Otra, a fin de que viendo puestos a salvo sus actos, pudiese contentarla con las criaturas. Ahora, hoy te invito a retomar en ti estos actos rechazados por las criaturas, porque mi Querer continúa con su acto incesante y queda con el dolor de verlo suspendido en Sí mismo, porque no encuentra quien los reciba, ni quien los quiera, ni quien los conozca, por eso sé atenta en trabajar y sufrir junto Conmigo para el triunfo del reino de mi Divina Voluntad”.
…. en cambio los que pertenecían al reino de mi Fiat los retuve en Mí mismo, como suspendidos en mi misma Voluntad Divina
23-31 Enero 27, 1928 …si tú supieras qué significa un acto suspendido hecho por tu Jesús, ¡oh! cómo te apresurarías a recibir todo el depósito de mis actos para dar vida a estos actos suspendidos, porque ellos contienen tantas Vidas Divinas, y te apresurarías a hacerlos conocer a las otras criaturas”.
34-21 Enero 10, 1937 Además de esto, todo lo que hemos hecho, tanto en la Creación como en la Redención, está todo en acto de darse al hombre, penden sobre su cabeza, pero están como suspendidos, sin poderse dar, porque no los conoce, no los llama y no los ama, para encerrarlos en su alma para recibir tanto bien. Ahora, quien posee nuestro Querer, nuestras obras, toda mi Vida que pasé acá abajo, encuentra el refugio, el espacio, la estancia dónde poder continuar mi Vida, mis obras, y el alma adquiere el acto practicante y convierte en naturaleza suya mis obras y mi Vida. Así que esta criatura es el refugio de nuestra santidad, de nuestro amor y la Vida de nuestra Voluntad. Y cuando nuestro amor, no pudiendo contenerlo, quiere dar en excesos, nos refugiamos en ella y damos salida a nuestro amor y derramamos tales carismas de gracias, que los Cielos quedan estupefactos y temblando adoran nuestra Voluntad Divina obrante en la criatura”.
12-81 Febrero 4, 1919 4 “Hija amada, parto de mi Vida, ven en mi Voluntad, ven a ver cuánto hay que sustituir a tantos actos míos suspendidos aún y no sustituidos por parte de las criaturas
¿COMO SE ACTUALIZA LA VIDA DE JESÚS EN CADA ALMA, C ÓMO NOS HACE RENACER?
PARA CADA UNO Y PARA QUE DESARROLLEMOS LA VIDA DIVINA
33-46 Septiembre 28, 1935 (4) “Hija mía, escúchame aún, es tanto nuestro amor que , en cada obra que hacemos llamamos a todos, como si fueran uno solo, para dar a cada uno el bien de la obra que hacemos; no obraríamos como Dios si nuestros actos no tuvieran virtud de poderse dar a todos para dar el bien que ellos contienen. Ve entonces, mi Concepción en el seno de una Virgen fue la obra más grande de toda la historia del mundo, sólo que nuestro Fiat quiso y se encarnó, sin que ninguno nos forzara, sin que ninguno lo mereciera, sin tener Nosotros ninguna necesidad, la necesidad fue nuestro amor, y sólo porque quiso, fue un acto tan grande que encerraba y abrazaba a todos, y contenía tanto amor que llega a lo increíble, tanto, que Cielos y tierra están sorprendidos y raptados todavía y todos se sintieron invadidos de tanto amor, de poder sentir mi Vida concebida en todos. Mira entonces en donde mi amor me lleva a concebir, en cada alma, en cada instante y siempre, concebido una vez me concibo siempre. ¿No es como si me concibiera en la hostia consagrada el concebirme en cada acto de criatura que me ama y hace mi Divina Voluntad? Pero no es todo aún, si mi amor no da en excesos de poder decir: ‘Mira cuánto te he amado, no tenía nada más qué hacerte y darte para amarte’, no se contenta. Escucha hasta dónde llego, así cómo en el seno de la Virgen Santa respiraba a través de su respiro, era calentado por su calor, alimentado por su sangre, así espero de la criatura que me posee, el respiro, el calor, el crecimiento para desarrollar mi Vida. Pero ¿sabes tú en qué aprietos me pone mi amor? Cuando la criatura me ama, me da el respiro, me da el calor, cada bien que hace, si ruega, si sufre por Mí, si me adora y glorifica, me hace crecer, me da el movimiento, contribuye a formarme en su alma, así que si no me ama y nada me da, me siento faltar el respiro, el calor, el alimento, y no crezco; ¡ay de Mí! en qué condiciones me pone mi amor y la ingratitud de la criatura. Ahora, si ella me da el bien de hacerme crecer, de manera de hacerme llenar toda su alma de mi Vida, entonces desarrollo mi Vida en ella, camino en sus pies, obro en sus manos, hablo en su voz, pienso en su mente, amo en su corazón, y tengo mi contento, cómo soy feliz, de la criatura no queda otra cosa que un velo que me cubre, Yo soy el Señor, el Actor, formo mi campo de acción, puedo hacer lo que quiero, mi Voluntad Divina repite su Fiat Omnipotente continuamente, mi amor ha recibido su concepción, da en locura porque ha formado su Vida en la criatura. Por eso no hay cosa que haga, tanto en la Creación, en la Redención, en la Santificación, en mi Vida Sacramental, en el Cielo y en la tierra, en que mi amor con rápido vuelo no corra para dar a todos el bien que hago, la santidad de mis obras, por eso ninguno puede decir esto no lo ha hecho para mí, este bien no lo he recibido; que después ingratos no lo reciban, la culpa es toda de ellos, mi parte no le falta a ninguno. Pero ve hasta donde llega mi amor, apesar de que no me hacen crecer, haciéndome faltar el respiro de su amor, el alimento de mi Voluntad, me hacen temblar de frío porque sus voluntades no están Conmigo, llego a permanecer sin vestidos, como el más perverso y despreciable, porque sus obras no son rectas, santas y alejadas de complacerme a Mí solo, que me debían servir para cubrirme, sin embargo no me alejo, soportando tanta ingratitud humana y esperando con paciencia inquebrantable y preparando una sorpresa de amor, una gracia de más que lo golpee para hacerme dar lo que es necesario, para hacerme crecer en su alma, porque a cualquier costo quiero formar mi Vida en la criatura, uso todas las artes para obtener mi intento, y muchas veces estoy obligado a echar mano de los flagelos, para hacerme conocer que estoy en su alma. Hija mía, compadéceme y repárame tanta ingratitud humana, Yo que soy todo para ellos les doy el respiro y el latido continuo, el movimiento, el calor, el alimento, y ellos ingratos me niegan a Mí lo que doy a ellos, después de haberles dado el gran honor de formar de ellos mi templo vivo, mi morada real sobre la tierra. ¡Qué pena, qué dolor! Por eso te recomiendo que no me hagas faltar el respiro de tu amor, dame al menos lo que necesito para hacerme crecer, haz que mi Voluntad sea tu vida para hacerme estar en tu morada real con decoro y con la suntuosidad que merece tu Jesús”.
20-16 Octubre 26, 1926 En todos los actos que hizo Jesús, su finalidad era el reino del Fiat Divino.
- Continuaba uniéndome junto con los actos que Jesús hizo en la Redención, y mi siempre amable Jesús me ha dicho:
(2)“Hija mía, mira como todos los actos que hice al redimir al hombre, aun mis mismos milagros que hice en mi vida pública, no eran otra cosa que llamar el reino del Fiat Supremo en medio de las criaturas, en el actode hacerlos pedía a mi Padre Celestial que lo hiciera conocer y lo restableciera en medio de las generaciones humanas. Si daba la vista a los ciegos, mi primer acto era el de poner en fuga las tinieblas de la voluntad humana,causa primaria de la ceguera del alma y del cuerpo, y que la luz de la
mía iluminara las almas de tantos ciegos, a fin de que obtuvieran la vista para mirar mi Voluntad para amarla, a fin de que también sus cuerpos estuvieran exentos de perder la vista; si daba el oído a los sordos, primero pedía a mi Padre que adquirieran el oído para escuchar las voces, los conocimientos, los prodigios de mi Querer Divino, a fin de que entrase en sus corazones como camino para dominarlos, a fin de que no más sordos existieran en el mundo, ni en el alma ni en el cuerpo;
también cuando resucité a los muertos pedía que resucitasen las almas en mi Eterno Querer, también aquellas putrefactas y
vueltas más que cadáveres por la voluntad humana. Y cuando tomé las cuerdas para arrojar a los profanadores del templo,
era a la voluntad humana que arrojaba, a fin de que entrase la mía, reinante y dominante, para que fuesen verdaderamente ricos en el alma y no más sujetos a pobreza natural. Y hasta cuando entré triunfante en Jerusalén, en medio de la muchedumbre, rodeado de honor y de gloria, era el triunfo de mi Voluntad que establecía en medio de los pueblos, no hubo un acto que Yo hiciera estando en la tierra en que no pusiera mi Voluntad como acto primero para restablecerla en medio de las criaturas,
porque era la cosa que más me importaba. Y si no fuera así, que en todo lo que obré y sufrí no hubiera tenido como acto primero el reino del Fiat Supremo para restablecerlo en medio de las criaturas, mi venida a la tierra hubiera traído a las generaciones humanas un bien a la mitad, no completo, y la gloria de mi Padre Celestial no habría sido completamente reintegrada por Mí, porque como mi Voluntad es principio de todo bien, es finalidad única de la Creación y Redención, por lo tanto es fin de
cumplimiento de todas nuestras obras. Así que sin Ella nuestras obras más bellas quedan comenzadas y sin cumplimiento, porque es Ella sola la corona de nuestras obras y el sello de que nuestra obra está cumplida. He aquí por esto, que por honor y gloria de la misma obra de la Redención, debía tener como acto primero la finalidad del Reino de miVoluntad”. - 16-35 Diciembre 6, 1923... Otras veces me parecía que Jesús tomaba mi alma entre sus manos y la lanzaba
al vuelo en la inmensidad de su Voluntad diciéndome:
(2) “La recién nacida de mi Voluntad; en mi Voluntad has nacido, en Ella quiero que vivas. Vuela, vuela en el Eterno Querer, cumple tu oficio, mira que hay mucho qué hacer entre la Divinidad y las criaturas, gira por todas las generaciones, pero siempre en mi Querer, de otra manera no las encontrarás a todas, y amando, obrando, reparando, adorando por todos, te pondrás ante la Majestad Suprema para darle todo el amor, los homenajes de todos y de cada uno como verdadera hija primogénita de nuestro Querer”.
(3) Yo tomaba el vuelo y Jesús seguía con su mirada mi vuelo; ¿pero quién puede decir lo que hacía? En su Querer encontraba
todo el amor que su Voluntad debía dar a las criaturas, y no tomándolo ellas, estaba suspendido esperando que fuese tomado y yo lo hacía mío, e invistiendo a todas las inteligencias creadas, formaba por cada uno de los pensamiento un acto de amor, de adoración y de todo lo que cada inteligencia debía dar a Dios, y abrazando todo en mí, como si a todos los pusiera en mi regazo, tomaba el camino al Cielo para llevarlos al seno del Padre Celestial y le decía:
(4) “Padre Santo, vengo ante tu trono para traerte en mi regazo a todos tus hijos, tus queridas imágenes creadas por Ti, para ponerlos otra vez en tu seno divino, a fin de que aquella Voluntad, por ellos rota entre Tú y ellos, Tú la vincules y la anudes de nuevo. Es la pequeña hija de tu Querer quien esto te pide, soypequeña, es cierto, pero tomo la tarea de satisfacerte por todos, no me iré de tu trono si no me vinculas la voluntad humana con la Divina, y llevándola a la tierra, venga el reino de tu Querer a la tierra. A los pequeños nada se les niega, porque lo que piden no es otra cosa que el eco de tu mismo Querer y de lo que quieres Tú”.
(5) Después regresabacon Jesús que me esperaba en mi habitación, y Él me recibía en susbrazos, me colmaba de besos y de caricias ….
- 16-37 Diciembre 26, 1923 Hija mía, para quien hace mi Voluntad siempre es Navidad; en cuanto el alma entra en mi Querer Yo quedo concebido en su acto; conforme va cumpliendo su acto, Yo desarrollo mi Vida; cuando lo termina, Yo resurjo y el alma queda concebida en Mí, desarrolla su vida en la mía y resurge en mis mismos actos. Entonces, mira, las fiestas navideñas son para quien una vez al año se prepara, se pone en gracia, por lo tanto siente en sí algo de nuevo de mi nacimiento; pero para quien hace mi Voluntad siempre es Navidad, renazco en cada acto suyo. ¿Así que tú quisieras que Yo naciera en ti una vez al año? No, no, para quien hace mi Voluntad, mi nacimiento, mi Vida, mi muerte y mi Resurrección deben ser un acto continuado, nunca interrumpido, de otra manera, ¿cuál sería la diferencia, la desmedida distancia con las otras santidades?”
34-34 (6)Mayo 6, 1937 “Estoy dentro de ti, soy tuyo, estoy a tu disposición, mis llagas, mi sangre, todas mis penas, son tuyas, puedes hacer de Mí lo que quieras, es más, hazla de magnánima, de valiente, de amante, de verdadera imitadora mía, toma mi sangre para darla a quien quieras, toma mis llagas para sanar las llagas de los pecadores, toma mi Vida para dar vida de gracia, de santidad, de amor, de Voluntad Divina a todas las almas, toma mi muerte para hacer resucitar tantas almas muertas en el pecado; te doy toda la libertad, obra tú, aprende a obrar hija mía, me he donado y basta, pensarás tú en que todo me redunde en gloria, y en cómo hacerme amar, mi Voluntad te dará el vuelo para hacerte llevar mi sangre, mis llagas, mis besos, mis ternuras paternas, a mis hijos, a tus hermanos, por eso no te maravilles, es propiamente este el obrar divino, tener sus obras en acto de repetirlas continuamente para darlas, para hacer don a las criaturas, y así cada uno puede decir: ‘Todo es mío, aun el mismo Dios es mío’. Y ¡oh! cómo gozamos al verla dotada de nuestras obras, poseedora de su Creador, son los excesos de nuestro amor, que para ser amado queremos hacer ver cuánto la amamos y los dones que queremos darle. A quien viva en nuestro Querer, nos sentiríamos como si defraudásemos a la criatura si no le hacemos don de todo, y esto Nosotros no lo sabemos hacer, por eso sé atenta, haz que tu alma sea embalsamada por nuestra paz divina, que no conocemos qué cosa sea turbación, y todas las cosas te llevarán la sonrisa, la dulzura, el amor de tu Creador”.
Repaso: ACTOS SUSPENDIDOS:
16-52 Febrero 28, 1924 Tú debes saber que, en cuanto la Divinidad decretó la Creación, puso fuera de Sí todo lo que debía dar a la criatura, los dones, las gracias, las caricias, los besos, el amor que debía manifestarle; y así como puso fuera el sol, las estrellas, el cielo azul y todo lo demás, así puso fuera todos los dones con los cuales debía enriquecer a las almas. Ahora, en cuanto el hombre se sustrajo de la Voluntad Suprema, rechazó todos estos dones, pero la Divinidad no los retiró en Sí misma, sino que los dejó suspendidos en su Voluntad esperando que la voluntad humana se vinculara con la suya y entrara en el primer orden por Ella creado, para poner en corriente con la naturaleza humana los dones por Ella establecidos, así que están suspendidas en mi Voluntad todas las finezas de amor, los besos, las caricias, los dones, las comunicaciones y mis inocentes entretenimientos que debía haber tenido con Adán si no hubiera pecado. Mi Voluntad quiere entregar estos cúmulos de bienes que había establecido dar a las criaturas, y por eso quiero establecer la ley del vivir en mi Querer, para poner en vigor entre Creador y criatura todos estos bienes suspendidos, por eso estoy trabajando en ti, para reordenar tu voluntad con la Divina, así podré dar principio y poner en corriente los tantos bienes que hasta ahora están suspendidos entre Creador y criatura. Me interesa tanto este reordenamiento de la voluntad humana con la Divina y que del todo viva en Ella, que hasta en tanto que esto no obtenga me siento como si la Creación no tuviera mi finalidad primaria.
COMO TOMARLOS?
-Llamando a la Dv – 34-8 Abril 21, 1936 .»….más bien es una de nuestras felicidades: ‘Amar, dar, abundar a nuestras amadas criaturas’.
(3) Mira entonces la gran diferencia de quien vive en nuestra Voluntad, las otras criaturas se encuentran en nuestras obras, en la Concepción de la Virgen Santa, en la Encarnación del Verbo, en mis penas, en mi muerte y hasta en mi Resurrección, pero se encuentran en virtud de nuestra potencia e inmensidad, casi diría por necesidad, no por amor, ni porque conozcan nuestros bienes y amen el hacer su habitación en ellos para gozárselos, de hecho, es porque de nuestro Ser Divino ninguno puede huir, mientras quien vive en nuestro Querer es la criatura que busca nuestras obras, las conoce, las ama, las aprecia, y viene a tomar su puesto dentro de ellas, y ama y obra junto con Nosotros
14-55 (2) “Hija mía, todo lo que hizo mi Humanidad, oraciones, palabras, obras, pasos y penas, está en acto de darse al hombre, pero, ¿quién lo toma? ¿Quién recibe el injerto de mi obrar? Quien se acerca a Mí y uniéndose Conmigo reza, recibe el injerto de mi oración y los bienes que ella contiene; quien habla, enseña, unido Conmigo, recibe el injerto y los frutos de mis palabras; y así quien obra, quien sufre unido Conmigo, recibe el injerto y los bienes que hay en mis penas y obras, de otra manera todos los bienes que adquirí para la criatura quedan suspendidos, y no quedando injertada Conmigo, no disfruta de los bienes que mi Humanidad con tanto amor quiere dar; si no hay unión los bienes de uno quedan como muertos para el otro…
en otras palabras: es una real substitución, acto por acto, de la vida de Jesús (Dios) por la mía.
Dos ejemplos: DIMAS y los bebes.
-Otra manera para acostumbrarnos a esto: 11-29 Agosto 14, 1912 Hija mía, para que el alma pueda olvidarse de sí misma, debe hacer de manera que todo lo que hace y que le es necesario, lo haga como si Yo lo quisiera hacer en ella: Si reza debe decir, es Jesús que quiere rezar, y yo rezo juntamente con ella; si debe trabajar, es Jesús que quiere trabajar, es Jesús que quiere caminar, es Jesús que quiere tomar alimento, que quiere dormir, que quiere levantarse, que quiere divertirse, y así de todo lo demás de la vida. Sólo así puede el alma olvidarse de sí misma…
TODO ESTO ES POSIBLE PORQUE LA DIVINA VOLUNTAD SÓLO HA «PRODUCIDO UN ACTO»- QUE ES UN ETERNO PRESENTE .
-YO SOY EL QUE SOY-
Exodus 3, 13-14. “Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: «El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros»; cuando me pregunten: «¿Cuál es su nombre?», ¿qué les responderé?» Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy».
La frase “Yo Soy aquel que soy”, según las reglas de la gramática hebrea, significa “yo soy aquel que estaba, que está y que estará”, es decir “yo soy aquel que está siempre presente”, “yo estoy”.
El nombre no es una definición filosófica de la esencia divina, sino más bien una descripción de su actuar en el mundo a favor del hombre, del pueblo. El nombre indica en la Biblia la identidad del Dios que actúa en la historia.
Por lo tanto, Dios se revela a sí mismo sin ofrecer una imagen, pero buscando una relación con el hombre. Y en la plenitud de los tiempos se descubrirá que esta imagen asume todos los rasgos de un hombre, Jesús.
Este «Soy el que está siempre presente» se ilumina en los escritos de Luisa:
19-50 Agosto 25, 1926 2) “Hija mía, toda mi Vida fue un solo acto proveniente de aquel acto único del Eterno, que no tiene sucesión de actos, y si en mi Humanidad externamente se vieron poco a poco la sucesión de mis actos, esto es, concebir, nacer, crecer, obrar, caminar, sufrir, morir, en lo interno de mi Humanidad, mi Divinidad, el Verbo Eterno unido a mi alma, formaba un acto solo de toda mi Vida,
ejemplo: si yo abro la puerta, voy toda yo a hacer esa acción (con mi pasado, presente y futuro porque todo está «guardado en en mi voluntad» – soy formo una unidad conmigo↓
Si Dios hace algo, va todo El porque todo está depositado en su DV.
..así que la sucesión de los actos externos que se veían en mi Humanidad era la desembocadura del acto único, que desbordando fuera formaba la sucesión de mi Vida externa, pero en mi interior, conforme quedé concebido, al mismo tiempo nacía, lloraba, gemía, caminaba, obraba, hablaba, predicaba el evangelio, instituía los Sacramentos, sufría y quedaba crucificado. Así que todo lo que se veía en el exterior de mi Humanidad que sucedía poco a poco, dentro de Mí era un solo acto, largo y continuado, y que continúa aún.
Es lo mismo que el Acto Ünico de Dios
Así que conforme quedé concebido, partiendo del acto único del Eterno, quedé en acto de concebirme siempre, de nacer siempre, de gemir y llorar siempre,
Yo Soy el que Soy–estoy siempre presente pero EN ACTO!!
28-4 Marzo 9, 1930 (4) “Hija mía, cuando un alma recuerda lo que Yo hice y sufrí en el curso de mi Vida acá abajo, me siento renovar mi amor, por lo cual se inflama y desborda, y el mar de mi amor forma olas altísimas para verterse en modo duplicado sobre las criaturas. Si tú supieras con cuanto amor te espero cuando giras en mi Querer Divino en cada uno de mis actos, porque en Él todo lo que Yo hice y sufrí, está todo en acto como si realmente lo estuviese haciendo, y Yo con todo amor te espero para decirte: ‘Mira hija, esto lo hice para ti, lo sufrí por ti, ven a reconocer las propiedades de tu Jesús, que son también tuyas’… ¿no sería un dolor para el padre que tiene ocultas sus propiedades a estos hijos? Mientras que con hacerlas conocer cambiarían hábitos en el vivir, vestir, y usarían modos nobles según su condición. Si dolor sería para un padre terreno, mucho más para tu Jesús, que es Padre Celestial. Conforme te hago conocer lo que he hecho y padecido, y los bienes que posee mi Querer Divino, así mi amor crece hacia ti, y tu amor crece siempre más hacia Mí, y mi corazón se alegra al ver a la pequeña hija nuestra rica de nuestros mismos bienes. Por eso tu girar en mi Querer Divino es un desahogo de mi amor, y me dispone a hacerte conocer cosas nuevas y a darte una leccioncita de más de todo lo que nos pertenece, y te dispone a ti a escucharla y a recibir nuestros dones”.
12-94 Marzo 18, 1919 En cuanto fui concebido concebí junto Conmigo todas las almas, pasadas, presentes y futuras, como mi propia Vida….y como en mi Querer están en acto todas las almas y todas las cosas, así que no en modo abstracto o intencional como alguno puede pensar, sino en realidad, tenía en Mí a todas fundidas Conmigo, formaban mi misma Vida, en realidad moría por cada uno y sufría las penas de todos. ….
16-4 Julio 18, 1923...En cuanto la potencia divina formó esta pequeñísima Humanidad, tan pequeña que podía compararse al tamaño de una avellana, pero con los miembros todos proporcionados y formados, el Verbo quedó concebido en Ella, la inmensidad de mi Voluntad encerrando todas las criaturas pasadas, presentes y futuras, concibió en Ella todas las vidas de las criaturas, y conforme crecía la mía, así crecían ellas en Mí, así que mientras aparentemente parecía solo, visto con el microscopio de mi Voluntad se veían en Mí concebidas todas las criaturas
en suma, todo lo que hice quedó en acto y como acto continuo, porque todo lo que sale de Dios y queda en Dios no sufre mutaciones, ni incremento ni disminución, hecho el acto queda con la plenitud de la vida que jamás termina y que puede dar vida a todos, por cuantos la quieran;
en este momento, ahora (Dimas…)
así que mi Voluntad mantuvo y mantiene todo en acto, toda mi Vida, como mantiene en acto la vida del sol, sin hacerlo crecer ni disminuir en su luz, en el calor y en sus efectos;
El sol del 8 º siglo -antes de Cristo- es el mismo que el de ahora:
-Lo que hace es lo mismo
-lo que contiene es lo mismo y sus efectos son los mismos
-su tamaño , color, calor es el mismo
DIOS, en su obrar:
-Lo que hace es lo mismo («lo que hago una vez lo hago siempre») = GENERAR
-lo que contiene y sus efectos son los mismos (su Ser y lo que produce-bienes y Su Vida)
-Su tamaño es el mismo (eternidad presente???)
así como conserva la extensión del cielo con todas las estrellas, sin jamás restringirse o perder aun una sola estrella; y de tantas otras cosas creadas por Mí, así mi Supremo Querer mantiene la vida a todos los actos de mi Humanidad, sin perder ni siquiera un respiro. Ahora, mi Voluntad donde reina no sabe hacer actos separados, su naturaleza es un acto solo, múltiple en los efectos, pero en el acto es siempre único, por eso llama al alma que se hace dominar por Ella a la unión de su acto único,
ejemplo del ir a abrir al puerta….»llama al alma a la unión de su acto único – tomar conciencia de esta unidad
a fin de que encuentre todos los bienes, todos los efectos que solamente un acto único de un Dios puede poseer.
Por lo tanto, tu atención esté en permanecer unida a aquel acto único del Eterno si quieres encontrar en acto toda la Creación y toda la Redención,
osea, que lo que nos hará encontrar «en acto» -como si ahora se estuviera haciendo, para mí- es la ATENCIÓN (y esto hace que se desarrolle la conciencia de mi nueva identidad con sus capacidades!!)
en este acto único encontrarás la largura de mis penas, de mis pasos, mi continuada crucifixión, todo encontrarás, mi Voluntad no pierde nada y tú en Ella quedarás fundida en mis actos y tomarás el fruto de toda mi Vida.
Si esto no fuese así no habría gran diferencia entre mi obrar y el obrar de mis santos, en cambio con ser mi obrar un acto único, entre mi obrar y el de ellos hay la diferencia que existe entre el sol y la pequeña llamita, entre el gran mar y la gota de agua, entre la vastedad de los cielos y el pequeño agujero.
Sólo la potencia de mi acto único tiene el poder de darse a todos y abrazar todo, y mientras da no pierde jamás nada”.
Ejemplos:
*25-28 (Adán) – «renovar sobre cada criatura lo que hicimos osbre el 1er. hombre»
*25-16 (Luisa visita el Edén) «te espero en el Edén para renovar tu modesto interés, para renovar lo que hicimos…»
*25-28 «Nuestro Fiat creaba en Adán a todas las otras criaturas»…
*25-28 ,2 Marzo 3, 1929 “Hija mía, la creación del hombre fue el acto más bello, más solemne de toda la Creación. En la plenitud del arrebato de nuestro Amor creante, nuestro Fiat creaba en Adán a todas las otras criaturas, y en él quedaba en acto de crear siempre y de renovar sobre cada criatura lo que hicimos sobre el primer hombre…. eso nuestro Querer Divino tomaba el empeño de que conforme las criaturas salían a la luz, renovar nuestros desahogos de amor, poner fuera todas nuestras cualidades divinas y hacer nuevos desahogos de bellezas, de gracias, de santidad, de amor sobre cada una de ellas Así que cada criatura debía ser una nueva fiesta para Nosotros, la bien salida, la bienvenida, y la feliz agregada en la familia celestial. ¡Oh! cómo nuestro Fiat Divino gozó al ponerse en acto de dar siempre a la criatura y de renovar la magnificencia, la sublimidad y la insuperable maestría que debía tener sobre de cada criatura! Pero como Adán se salió de nuestro Querer Divino, sus descendientes perdieron el camino para venir al primer acto de la creación del hombre, y aunque nuestro Querer Divino no ha interrumpido su acto, porque Nosotros cuando decidimos hacer un acto no hay quién nos aparte, así que está siempre en acto de renovar los prodigios de la Creación, pero a pesar de esto no encuentra sobre quién renovarlos, y espera con una firmeza y paciencia divina que la criatura regrese en su Querer para poder renovar su acto, siempre en acto de poder repetir lo que hizo en la creación del hombre. Y aunque espera a todos, encuentra sólo a su pequeña hija, la recién nacida en mi Querer Divino, que cada día entra en el primer acto de la creación del hombre, cuando nuestro Ser Divino hizo desahogo de todas nuestras cualidades divinas para hacer del hombre el pequeño rey y nuestro hijo inseparable, embelleciéndolo con nuestras divisas divinas, para hacer que todos lo conocieran como el más grande portento de nuestro Amor. ¡Hija mía, si supieras con cuánto amor espera que cada día tú hagas tu pequeña visita en aquel edén donde nuestro Fiat, llevado por un ímpetu de amor se puso en actitud de fiesta para crear al hombre! ¡Oh, cuántos actos reprimidos tiene en sí, cuántos suspiros de amor sofocados, cuántas alegrías contenidas, cuántas bellezas encerradas en sí, porque no hay quién entre en este su acto creante para tomar los bienes inauditos que quiere dar! Y viéndote a ti que en su mismo Querer Divino tienes el camino para llegar al acto de la creación del hombre, ¡oh! cómo se alegra y se siente atraído como por un potente imán para hacerse conocer por las criaturas, a fin de que haciendo reinar mi Divina Voluntad en medio de ellas, encuentren el camino para llegar al primer acto de la creación del hombre, para no tener más reprimidos en sí los bienes que quiere dar a las criaturas. ¡Oh! si supieran las criaturas cuántos nuevos actos creantes, uno más bello que el otro, está por crear y sacar de sí mi Fiat Divino para verterlos sobre cada una de ellas, cómo se apresurarían por entrar en mi Querer para recomenzar su vida en Él y recibir sus bienes infinitos”.
«lo que hago una vez lo repito siempre»
* LUISA VISITA EL EDEN.
26-16,2 Junio 14, 1929 Y Yo cuando te veo venir al Edén para darme tu modesto interés, te miro y veo en ti a mi Divina Voluntad duplicada, una en ti y la otra en Mí, mientras es una, y me veo pagar el interés por mi misma Voluntad y Yo quedo satisfecho, y ¡oh! cómo estoy contento al ver que mi Fiat ha dado virtud a la criatura para hacerla duplicar mi Voluntad, para hacerla satisfacer a su Creador…….
- Estaba siguiendo mi giro en el Fiat Supremo, y mi pequeña mente habiendo llegado al Edén estaba diciendo: “Majestad adorable, vengo ante Ti para traerte el modesto interés de mi te amo, te adoro, te glorifico, te agradezco, te bendigo, para darte mi pequeño interés porque me has dado un cielo, un sol, un aire, un mar, una tierra florida y todo lo que has creado para mí. Tú me dijiste que cada día quieres hacer las cuentas conmigo y recibir éste mi modesto interés para estar siempre de acuerdo, y tener al seguro en el pequeño banco de mi alma toda la Creación, dada a mí por Ti como pequeña hija de tu Querer”. Pero mientras esto hacía, el pensamiento me ha dicho: “¿Pero cómo puedes tú satisfacer un interés tan grande?”
“éstos daban los derechos a la humanidad para reentrar al lugar de donde salió” (no es un lugar sino la DV, el DQ)…
He aquí por qué te espero en el Edén, para recibir tu modesto interés, para renovar lo que hicimos en la Creación y recibir la correspondencia de tanto amor no comprendido por las criaturas, y para encontrar un amoroso pretexto para dar el reino de nuestra Divina Voluntad. Por eso quiero que también a ti te sea querido este Edén, a fin de que nos pidas, nos apresures para que regrese el principio de la Creación, la Vida de nuestro Fiat en medio de la familia humana”.
(Lo que está en azul es comentario mío)
Repasando: Dios es un Eterno Presente
A.- YO SOY: ahora, presente, repitiendo lo mismo, como si lo estuviera haciendo…por lo tanto, sólo entrando en el Divino Querer:
1.- estoy ahí para reconocerlo…8 pasos) + aprender a trabajar con El
Este Don se nos da para ejercitarlo:
36-21 julio 24, 1938..ahora, es tanto mi amor por quien vive en mi Querer Divino, que lo que hago Yo se lo hago hacer a ella, le doy el derecho sobre mis actos como si fueran suyos y estoy esperando con ansia que tome mis pasos para hacerla caminar, que tome mis manos para hacerla obrar, mi voz para hacerla hablar, tanto, que si alguna vez deja de servirse de Mí, mi amor le reprocha dulcemente y con ternura indecible le digo: ‘hoy no me has hecho caminar, mis pasos estaban esperándote para caminar en ti, y tú me los has dejado parados; hoy mis obras están suspendidas, porque tú no me has dado el espacio para obrar en tus manos; hoy he estado siempre en silencio porque no me has hecho hablar en tu voz; mira, también mis lágrimas las tengo sobre mi rostro, porque tú no me las has quitado para servirte de ellas para lavarte, para refrescarte en mi amor y para hacer con ellas un baño para quien me ofende y yo ,por eso, me siento aún el rostro bañado en llanto.Hoy mis penas están sin los besos y los alivios de quien me ama y por eso me las siento más encrudecidas’ Por eso tómame todo, no me dejes nada, hazme apoyar mi Ser con todos mis actos sobre de ti y sobre todos tus actos y así te llamaré mi apoyo, mi refugio. Pondré en ti, en el banco de mi Voluntad que reina en ti, todo lo que hice y sufrí estando en la tierra, lo multiplicaré, lo centuplicaré, lo haré resurgir continuamente a nueva vida, a fin de que tomes para ti lo que quieras y me darás a todos para que todos me conozcan y me amen. (ejemplo de la nueva compañía…)
B.- Unidad: habíamos tocado este concepto desde el punto de vista de
-la unidad del Ser: si El se mueve, es todo El (como yo)
-como concentración de todo el obrar divino en un solo punto. (..así que la sucesión de los actos externos que se veían en mi Humanidad era la desembocadura del acto único, que desbordando fuera formaba la sucesión de mi Vida externa, pero en mi interior, conforme quedé concebido, al mismo tiempo nacía, lloraba, gemía, caminaba, obraba, hablaba, predicaba el evangelio, instituía los Sacramentos, sufría y quedaba crucificado. Así que todo lo que se veía en el exterior de mi Humanidad que sucedía poco a poco, dentro de Mí era un solo acto, largo y continuado, y que continúa aún.)
Definición de la palabra Unidad.
1.- En cuanto al Ser +(ser de los seres)=no se divide sin que su esencia de destruya o altere
2.-En cuanto al obrar del Ser +(o los seres)=la unidad es la cualidad de la obra en que sólo hay un asunto o pensamiento principal generador y lazo de unión de todo lo que ocurre, se dice o ser representa =UNIDAD DE ACCIÓN.
DONDE SE DA LA UNIDAD EN DIOS:
Juan 17, 20-26 En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: «Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y Yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que Tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y Tú en mí, para que su unidad sea perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como me amas a mí. Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has amado desde antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos han conocido que Tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos.» (en el punto `4 lo vemos con más detalle)
Veamos esto con más detenimiento. Vivir en la DV, significa vivir en esta Unidad, como Jesús le revela a Luisa P. en sus escritos:
1 .-ABSORCIÓN DEL SER DIVINO
La unidad en la Trinidad no es en las Divinas Personas, sino en la Divinidad-en esa Voluntad que tiene una Vida. La unidad está en la misma vida=en sus actos= estos velan sus atributos-y el conjunto de todos los atributos divinos forman son su vida. La unidad se da en la Vida=mismos actos =todos concurrentes.
Entendemos perfectamente el por qué quiere que vivamos en su Voluntad, pues teniéndola a Ella como vida, absorbemos en nosotros todos los atributos divinos, y llegamos a participar de su naturaleza, de su ser, de su divinidad, de su bondad, sabiduría, etc. (2pe 1:4) (cic,460) y formaremos “unidad”. Si Ella es mi vida, sus actos son mis actos (y estos actos están velando sus atributos–su Vida).
Cic 460 el Verbo se encarnó para hacernos «partícipes de la naturaleza divina» (2 p 1, 4): «porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios» (s. Ireneo, haer., 3, 19, 1). «porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios» (s. Atanasio, inc., 54, 3). «unigenitus dei filius, suae divinitatis volens nos esse participes, naturam nostram assumpsit, ut homines deos faceret factus homo» («el hijo unigénito de dios, queriendo hacernos participantes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres») (santo Tomás de Aquino., opusc 57 in festo corp. Chr., 1).
2.- CONCENTRACIÓN DE TODO
23-38 febrero 20, 1928 (4) “Hija mía, tú no has comprendido bien qué significa unidad. Unidad significa concentración y principio de todos los actos de las criaturas, pasadas, presentes y futuras. Así que Adán antes de pecar, cuando poseía nuestra unidad encerraba en sus pensamientos la unidad de todos los pensamientos de las criaturas, la unidad de todas las palabras, obras y pasos. Por tanto yo encontraba en él, en mi unidad, el principio, la continuación y el fin de todos los actos de las generaciones humanas; él en mi unidad encerraba a todos y poseía todo. Ahora hija mía, subiendo tú a aquella misma unidad dejada por él, tomas su puesto y poniéndote en el principio de todos y de todo, encierras en ti los mismos actos de adán, con todo el séquito de todos los actos de las criaturas. Vivir en mi voluntad significa:
‘soy el principio de todos, de mí todo desciende, como todo desciende del Fiat divino, así que soy el pensamiento, la palabra, la obra y el paso de todos, todo tomo y todo llevo a mi Creador.’ se entiende que Adán debía poseer y encerrar a todos si no se hubiese sustraído de nuestra voluntad y hubiese vivido siempre en nuestra unidad y entonces , las generaciones humanas si esto hubiera sido, habrían vivido todas en nuestro querer, por lo que una habría sido la voluntad, una la unidad, uno el eco de todos, que poniendo en común todo, cada uno habría encerrado todo en sí mismo”.
23-28 enero 13, 1928 (2) “Hija mía, nuestra divinidad al crear al hombre concentró todo en él; como si nada hubiésemos hecho en todo el resto de la creación, hicimos todo a un lado y nos ocupamos sólo de él, nuestro amor llegó al exceso, lo miramos, lo volvimos a mirar para ver si era bello, si trasparentaba nuestra belleza en él, nuestro ser divino llovía como aguacero sobre de él, ¿y sabes qué llovía? Santidad, luz, sabiduría, gracia, amor, belleza, fuerza, y mientras nos descargábamos sobre él, nuestras miradas estaban fijas sobre el hombre para ver si todas nuestras cualidades estaban concentradas en él, en modo que nada debía faltarle para amarlo y para ser reamado, tanto, que su belleza nos raptaba, su amor nos investía, todas nuestras cualidades puestas en él hacían eco en nuestro ser divino y nos ataban y nos llevaban a él. Qué tiempo solemne, qué punto inolvidable, qué hoguera de amor fue la creación del hombre, todas nuestras cualidades divinas desbordaron fuera y festejaron su creación, y para cumplimiento de nuestra fiesta, alegría y felicidad, sacudidos por nuestro mismo amor, miramos la máquina de todo el universo y le hicimos don de todo, constituyéndolo rey de todas las cosas creadas, para poder decir a nosotros y a él: ‘rey dominante somos nosotros, rey y dominante es la obra de nuestras manos, el amado hijo dado a luz en el desahogo de nuestro amor’. Habría sido inconveniente y no decoroso para nosotros hacer de nuestro hijo un siervo diferente de nosotros en la semejanza y en el dominio. … ¡oh! Cómo se alegra nuestro amor, hace fiesta al ver en ella la primera reina de las obras de nuestras manos creadoras, pero nuestro amor no contento con tener una sola reina, no fue esta nuestra voluntad en la creación, entonces nuestro amor desbordando fuertemente, y poniendo fuera sus olas contenidas, llama a otra y concentra en ella toda la obra de la creación, llueve sobre de ella como lluvia tupida, desborda sus cualidades divinas para tener la segunda hija reina, para hacerle formar los fundamentos del reino de nuestra voluntad, y así poder tener el séquito de nuestros hijos, todos reyes y reinas.
19-50 Agosto 25, 1926 en este Acto Unico encontrarás la largura de mis penas, de mis pasos, mi continuada crucifixión, todo encontrarás, mi Voluntad no pierde nada y tú en ella quedarás fundida en mis actos y tomarás el fruto de toda mi vida.
(en tiernaamada, este concepto de que Dios no pierde nada y está siempre presente está muy bien explicado- este es el enlace a los audios de youtube: https://www.youtube.com/watch?v=rsawhczw40e
3.- AL SER HECHO TODO DE GOLPE, LO QUE HACE ES REPETIR LO HECHO
14-74 Noviembre 16, 1922
Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre amable Jesús al venir me ha atraído toda en su Santísimo Querer, y yo como si tuviera ante mis ojos toda la obra de la Creación seguía todo lo que había hecho mi dulce Jesús para las criaturas. Y después que todo lo hemos seguido juntos me ha dicho:
- “Hija mía, mi Voluntad obra en diversos modos, una vez obra, otra vez conserva lo que ha obrado. En la Creación obré y todo lo ordené, y después de hecho todo, mi Voluntad es conservadora de todo; desde entonces en adelante nada ha hecho de nuevo en el orden de la Creación. Mi Voluntad nuevamente salió en campo para obrar al descender Yo del Cielo a la tierra para redimir al hombre; y ésta mi obra no fue por poco, como en la Creación, sino que duró por espacio de treinta y tres años, y de nuevo volví a conservar todo lo que obré en la Redención, así que, como existe un sol por virtud de mi Voluntad conservadora para bien de todos y de cada uno, así están en acto para todos y para cada uno los bienes de la Redención. Ahora, mi Voluntad quiere volver a la obra, ¿y sabes qué quiere hacer? Quiere obrar en la criatura lo que obró en mi Humanidad mi Voluntad, ésta será una obra mía extensísima, más que la Redención. Y así como para obrar la Redención me formé una Madre en la cual concebí mi Humanidad, así ahora te he escogido a ti para obrar lo que mi Voluntad obraba en mi Humanidad. Ve entonces hija mía, aquí se trata de obras, y obras de mi Querer Supremo; tú serás como el espacio que se ofreció para hacerme crear y poner en orden el sol, las estrellas, la luna, el aire, y todo lo bello que hay en la bóveda del cielo, y todo el bien que del cielo desciende; serás como mi Humanidad que a nada se opuso de todo lo que mi Querer quiso obrar, y Yo encerraré en ti lo que hizo en Mí el Supremo Querer, para tener de todo la repetición”.
- Más tarde estaba recibiendo la absolución y decía entre mí: “Mi Jesús, en tu Querer quiero recibirla”. Y Jesús, súbito, sin darme tiempo ha agregado:
- “Y Yo en mi Voluntad te absuelvo, y mientras te absuelvo a ti, mi Querer pone en camino las palabras de la absolución para absolver a quien quiera ser absuelto y para perdonar a quien quiera el perdón. Mi Querer toma a todos, no toma uno solo, sino que quien está dispuesto toma más que todos”.
Ejemplo :
25-28 ,2 marzo 3, 1929 “Hija mía, la creación del hombre fue el acto más bello, más solemne de toda la creación. En la plenitud del arrebato de nuestro amor creante, nuestro Fiat creaba en Adán a todas las otras criaturas, y en él quedaba en acto de crear siempre y de renovar sobre cada criatura lo que hicimos sobre el primer hombre…. Eso nuestro querer divino tomaba el empeño de que conforme las criaturas salían a la luz, renovar nuestros desahogos de amor, poner fuera todas nuestras cualidades divinas y hacer nuevos desahogos de bellezas, de gracias, de santidad, de amor sobre cada una de ellas así que cada criatura debía ser una nueva fiesta para nosotros, la bien salida, la bienvenida, y la feliz agregada en la familia celestial. ¡oh! Cómo nuestro Fiat divino gozó al ponerse en acto de dar siempre a la criatura y de renovar la magnificencia, la sublimidad y la insuperable maestría que debía tener sobre de cada criatura! Pero como Adán se salió de nuestro Querer Divino, sus descendientes perdieron el camino para venir al primer acto de la creación del hombre, y aunque nuestro querer divino no ha interrumpido su acto, porque nosotros cuando decidimos hacer un acto no hay quién nos aparte, así que está siempre en acto de renovar los prodigios de la creación, pero a pesar de esto no encuentra sobre quién renovarlos, y espera con una firmeza y paciencia divina que la criatura regrese en su Querer para poder renovar su acto, siempre en acto de poder repetir lo que hizo en la creación del hombre. Y aunque espera a todos, encuentra sólo a su pequeña hija, la recién nacida en mi querer divino, que cada día entra en el primer acto de la creación del hombre, cuando nuestro Ser Divino hizo desahogo de todas nuestras cualidades divinas para hacer del hombre el pequeño rey y nuestro hijo inseparable, embelleciéndolo con nuestras divisas divinas, para hacer que todos lo conocieran como el más grande portento de nuestro amor. ¡Hija mía, si supieras con cuánto amor espera que cada día tú hagas tu pequeña visita en aquel edén donde nuestro Fiat, llevado por un ímpetu de amor se puso en actitud de fiesta para crear al hombre! ¡oh, cuántos actos reprimidos tiene en sí, cuántos suspiros de amor sofocados, cuántas alegrías contenidas, cuántas bellezas encerradas en sí, porque no hay quién entre en este su acto creante para tomar los bienes inauditos que quiere dar! Y viéndote a ti que en su mismo querer divino tienes el camino para llegar al acto de la creación del hombre, ¡oh! Cómo se alegra y se siente atraído como por un potente imán para hacerse conocer por las criaturas, a fin de que haciendo reinar mi divina voluntad en medio de ellas, encuentren el camino para llegar al primer acto de la creación del hombre, para no tener más reprimidos en sí los bienes que quiere dar a las criaturas. ¡oh! Si supieran las criaturas cuántos nuevos actos creantes, uno más bello que el otro, está por crear y sacar de sí mi Fiat divino para verterlos sobre cada una de ellas, cómo se apresurarían por entrar en mi querer para recomenzar su vida en él y recibir sus bienes infinitos”.
26-16,2 junio 14, 1929 y yo cuando te veo venir al edén para darme tu modesto interés, te miro y veo en ti a mi divina voluntad duplicada, una en ti y la otra en mí, mientras es una, y me veo pagar el interés por mi misma voluntad y yo quedo satisfecho, y ¡oh! Cómo estoy contento al ver que mi Fiat ha dado virtud a la criatura para hacerla duplicar mi Voluntad, para hacerla satisfacer a su Creador…….
- Estaba siguiendo mi giro en el Fiat Supremo, y mi pequeña mente habiendo llegado al edén estaba diciendo: “Majestad adorable, vengo ante Ti para traerte el modesto interés de mi te amo, te adoro, te glorifico, te agradezco, te bendigo, para darte mi pequeño interés porque me has dado un cielo, un sol, un aire, un mar, una tierra florida y todo lo que has creado para mí. Tú me dijiste que cada día quieres hacer las cuentas conmigo y recibir éste mi modesto interés para estar siempre de acuerdo, y tener al seguro en el pequeño banco de mi alma toda la Creación, dada a mí por ti como pequeña hija de tu Querer”. Pero mientras esto hacía, el pensamiento me ha dicho: “¿pero cómo puedes tú satisfacer un interés tan grande?”
He aquí por qué te espero en el edén, para recibir tu modesto interés, para renovar lo que hicimos en la creación y recibir la correspondencia de tanto amor no comprendido por las criaturas, y para encontrar un amoroso pretexto para dar el reino de nuestra divina voluntad. Por eso quiero que también a ti te sea querido este edén, a fin de que nos pidas, nos apresures para que regrese el principio de la creación, la vida de nuestro fiat en medio de la familia humana”.
«lo que hago una vez lo repito siempre» 25-2 Octubre 10, 1928,9
2 DE FEBRERO UNIDAD 2
Este audio del Dr. Thomassiny y Guille
Repasando: Dios nos llama a la misma unidad que reina en las tres Divinas Personas: en la Voluntad. Vivir en la unidad querida por Dios significa TRANSFORMACIÓN de la vida de la criatura en Vida Divina.
DONDE SE DA LA UNIDAD EN DIOS:
Juan 17, 20-26 para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y Yo en ti somos uno,…
La unidad en la Trinidad no es en las Divinas Personas, sino en la Divinidad. Si Ella es mi vida, sus actos son mis actos (y estos actos están velando sus atributos–su Vida). Ahí encuentro mi unidad con la Divinidad.
4.-CONSUMACIÓN EN LA UNIDAD DE VOLUNTADES forma la unidad suprema. (En el libro de Cielo )
9-52 Nov 1, 1910 (2 9-52 Nov 1, 1910 (2)“Hija mía, la unidad suprema es cuando el alma llega a tal estrechez de unión con mi Voluntad, que consume cualquier sombra de su querer (recordemos aquí el sentido de la palabra “Querer” en el Ldc—Vida Divina), de modo que no se discierne más cuál sea mi Querer (Vida) y cuál el suyo (vida) . Así que mi Querer (mi Vida Acto Unico-todo lo hecho para esta alma) es la vida de esta alma, de manera que cualquier cosa que dispongo tanto sobre ella como sobre los demás, en todo está contenta; cualquier cosa le parece conveniente para ella: la muerte, la vida, la cruz, la pobreza, etc., las mira todas como cosas suyas y que sirven para mantener su vida (todo lo que me pasa es efecto del Acto Unico o su Querer). Llega a tanto, que aun los castigos no la asustan más, sino que en todo está contenta del Querer Divino, tanto que le parece que si Yo lo quiero ella lo quiere, y si ella lo quiere el Señor lo hace, Yo hago lo que quiere ella y ella hace lo que quiero Yo. Éste es el último punto de la consumación de tu voluntad en la mía, que tantas veces te he pedido…y que la obediencia y la caridad hacia el prójimo no te lo han permitido, tanto, que muchas veces Yo he cedido ante ti en no castigar, pero tú no has cedido a Mí, por eso estoy obligado a esconderme de ti, para estar libre cuando la justicia me forza y los hombres llegan a provocarme para tomar el flagelo en mi mano para castigar a la gente. Si te tuviera Conmigo, con mi Voluntad en el acto de flagelar, tal vez habría disminuido el flagelo, porque no hay potencia mayor ni en el Cielo ni en la tierra, que un alma que en todo y por todo está consumada en mi Voluntad; ésta llega a debilitarme y me desarma como le place. Esta es la unidad suprema; además está la unidad baja, en la cual el alma está resignada, sí, pero no ve mis disposiciones como cosa suya, como vida suya, ni se hace feliz en ella, ni pierde su voluntad en la mía. A ésta la veo, sí, pero no llega a enamorarme, ni llego a enloquecer por ella como lo hago con aquellas de la unidad suprema”.
18-18 Diciembre 25, 1925
(4) Después de esto, mi pobre mente se perdía en el Querer Supremo, y hacía cuanto más podía por hacer todos mis actos en la Divina Voluntad; me sentía investida por una luz suprema, y mis pequeños actos, en cuanto salían de mí, tomaban lugar en aquella luz y se convertían en luz, y yo no podía ver ni el punto de la luz en el cual los había hecho, ni dónde encontrarlos, sólo veía que se habían incorporado en aquella luz interminable y no más, y a mí me resultaba imposible poder navegar en toda aquella luz inaccesible, estarme dentro sí, pero atravesarla toda no le era dado a mi pequeñez. Mientras estaba en esto, mi amable Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
(5) “Hija mía, cómo es bello el obrar del alma en mi Voluntad, su acto se une al acto único de su Creador que no conoce sucesión de actos, porque la luz eterna no es divisible, y si se pudiera dividir, lo que no puede ser, la parte dividida se volvería tinieblas, así que el acto divino, siendo luz, de todo su obrar forma un solo acto. Por eso el alma obrando en la luz de mi Querer se une a aquel acto único de su Creador y toma lugar en el ámbito de la luz de la eternidad, por eso no puedes verlos, ni en la parte de la luz donde los has hecho, ni donde se encuentran, porque la luz eterna de Dios, para la criatura, es intraspasable y no se puede abarcar toda, pero ten por seguro que su acto está en aquella luz, el cual toma lugar en el pasado, en el presente y en el futuro…….., por eso digo que el vivir en el Querer Supremo es la cosa más grande, es el vivir Vida Divina. El Celestial Creador en cuanto ve al alma en su Voluntad, la toma entre sus brazos y poniéndola en su seno, la hace obrar con sus mismas manos y con aquella potencia de aquel Fiat con el cual fueron hechas todas las cosas; hace descender sobre la criatura todos sus reflejos para darle la semejanza de su obrar; he ahí por qué el obrar de la criatura se vuelve luz y se une a aquel acto único de su Creador y se constituye gloria eterna y alabanza continua de su Creador. Por eso sé atenta y haz que el vivir en mi Querer sea para ti tu todo, a fin de que jamás puedas descender de tu origen, es decir del seno de tu Creador”.
19-24 Mayo 27, 1926
(1) Estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Querer Supremo, y una luz inaccesible envolvía mi pequeño ser, y haciéndome como presentes todas las obras de mi Creador, yo tenía un “te amo” por cada cosa creada, un movimiento por cada movimiento, una adoración y un gracias de reconocimiento por toda la Creación; sin embargo comprendía que era la misma luz la que me suministraba aquel te amo por cada cosa, aquel movimiento, aquella adoración, yo sólo estaba en poder de la luz y ella me engrandecía, me empequeñecía y hacía de mi pequeñez lo que quería. Ahora, mientras me encontraba en este estado, yo estaba doliente porque no veía a mi dulce Jesús y pensaba entre mí: “Jesús me ha dejado, y en esta bendita luz yo no sé hacia dónde volver mis pasos para encontrarlo, porque no se ve ni dónde comienza ni dónde termina; ¡oh luz santa, hazme encontrar a Aquél que es toda mi vida, mi sumo Bien”! Pero mientras me desahogaba por el dolor de la privación de Jesús, todo bondad ha salido de dentro de mi interior, y todo ternura me ha dicho:
(2) “Hija mía, ¿por qué temes? Yo no te dejo, más bien es el Querer Supremo que me eclipsa en ti. La luz de mi Voluntad es interminable, infinita, no se encuentran sus confines, ni dónde comienza ni dónde termina, en cambio mi Humanidad tiene sus confines, sus límites, y por eso siendo mi Humanidad más pequeña que mi Eterna Voluntad, Yo quedo envuelto en Ella y como eclipsado, y mientras estoy contigo doy el campo de acción a mi Querer y gozo de su obrar divino en la pequeñez de tu alma, y preparo una nueva lección que darte para hacerte conocer siempre más las maravillas de mi Supremo Querer; por eso cuando nades en Él está segura de que estoy contigo, más bien hago contigo lo que haces tú, y para darle todo el campo de acción Yo estoy en ti como escondido, para gozarme sus frutos. Ahora, tú debes saber hija mía que la verdadera luz es inseparable; mira, también el sol que está en la atmósfera tiene esta prerrogativa y posee la unidad de la luz, tiene tan compactada a la luz en su esfera, que no pierde ni un átomo, y a pesar de que desciende a lo bajo llenando de luz toda la tierra, la luz no se divide jamás, es tan compacta en sí misma, unida, inseparable, que jamás pierde nada de su luz solar, tan es verdad, que expande sus rayos todos juntos haciendo huir por todas partes de la tierra a las tinieblas, y al retirar su luz retira todos sus rayos, no dejando ni siquiera las huellas de sus átomos. Si la luz del sol fuese divisible, desde hace mucho tiempo se hubiese empobrecido de luz y no tendría más la fuerza para iluminar a toda la tierra, y se podría decir: ‘luz dividida, tierra desolada’. Así que el sol puede cantar victoria y posee toda su fuerza y todos sus efectos en la unidad de su luz, y si la tierra recibe tantos admirables e innumerables efectos, de poderse llamar al sol vida de la tierra, todo esto sucede por la unidad de la luz que posee, que desde hace tantos siglos no ha perdido ni siquiera un átomo de luz de los que Dios le confió, y por esto es siempre triunfante, majestuoso y fijo, siempre estable en alabar en su luz el triunfo y la gloria de la luz eterna de su Creador. Ahora hija mía, el sol es el símbolo de mi Eterno Querer, y si este símbolo posee la unidad de la luz, mucho más mi Voluntad que no es símbolo, sino la realidad de la luz, y el sol se puede llamar la sombra de la luz inaccesible de mi Voluntad. Tú has visto su inmensidad, y que no sólo se ve un globo de luz como en el sol, sino una vastedad inmensa, la cual el ojo humano no puede llegar a ver ni dónde comienza ni dónde termina, sin embargo toda esta interminabilidad de luz es un acto solo del Eterno Querer. …..
Mira, la unidad de esta luz de mi Voluntad que está en el centro de las Tres Divinas Personas, está ya fijada en ti, así que una es la luz y el acto, una es la Voluntad. Ahora, mientras hagas tus actos en esta unidad, están ya incorporados a aquel acto solo del centro de las Tres Divinas Personas, y la Divinidad está ya contigo para hacer lo que haces tú; la Mamá Celestial, los santos y ángeles y toda la Creación, todos en coro repiten tu acto y sienten los efectos de la Voluntad Suprema. Mira, escucha el prodigio nunca visto de aquel acto solo que llena Cielo y tierra, y que la misma Trinidad, unificándose con la criatura, se pone como primer acto del acto de la criatura”.
(3) Mientras estaba en esto veía la luz eterna fijada en mí, y oía el coro de todo el Cielo y de toda la Creación en su mudo lenguaje, ¿pero quién puede decirlo todo, y lo que comprendía de la unidad de la luz del Supremo Querer? Y Jesús ha agregado: (sigue el día 09.febrero. 2021..Ver en esa pestaña)
VERDADERA ADORACIÓN: la DIVINA
Continuamos con el concepto de UNIDAD SUPREMA, lo que significa: verdadera adoración divina en el alma
Funcionar fundidos, en unidad de obras con la Divinidad (quiere decir que Sus obras son las mías y viceversa) , constituye el acto más profundo que la criatura puede hacer de verdadera adoración:
(4) “Hija mía, cada acto para ser bueno y santo, su principio debe venir de Dios, y he aquí que el alma que vive en mi Querer, en la unidad de esta luz, su adoración, su amor, su movimiento y todo lo que pueda hacer comienza en la Trinidad Divina, así que recibe el principio de sus actos de Dios mismo, y he aquí que su adoración, su amor, su movimiento, es la misma adoración que tienen entre Ellas las Tres Divinas Personas, y el mismo amor recíproco que reina entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo…
(al modo divino, adoración es IGUALDAD DE OBRAS, REPETIR LAS MISMAS OBRAS. Si la misma Divinidad es la que obra en la Trinidad, es la misma Divinidad la que obra en nosotros-y no puede hacer cosas distintas de las que Ella hace: la igualdad de obras entre Ellos, es ahora igualdad mía.: UNIDA DE VIDA, UNIDAD DE OBRA. Queremos adorar a Dios???? Repite su vida (y eso lo hacemos llamando a la DV, entrando en el DV, fundiéndonos con Jesús, sabiendo qué injerto está ocurriendo en mis actos). Con este mismo Amor (con los tres movimientos del Amor que se manifiesta en sus obras), es con el que le amamos. Ahora sabemos conqué amor lo podemos mar.
su movimiento es aquel movimiento eterno que jamás cesa y que da movimiento a todos. La unidad de esta luz pone todo en común, y lo que hace Dios hace el alma, y lo que hace el alma hace Dios, Dios por virtud propia, el alma en virtud de la unidad de la luz que la envuelve;
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ADORACIÓN: COMUNMENTE ENTENDIDO
Adoración es una noción que proviene del vocablo latino adoratĭo. Esta palabra latina puede traducirse como “acción y efecto de rendir culto a Dios” y es fruto de la suma de tres partes claramente delimitadas:
-El prefijo “ad-”, que es equivalente a “hacia”.
-El verbo “orare”, que significa “expresarse”, “dar un discurso” o “rendir culto a Dios”.
-El sufijo “-cion”, que puede traducirse como “acción y efecto”.
Se trata del acto de adorar: rendir tributo y homenaje o hacer reverencia a una persona o a una divinidad.
El uso más habitual del concepto se encuentra en el terreno de la religión. La adoración puede asociarse a un estado del espíritu que implica el sobrecogimiento de la persona ante Dios o ante otra figura de relevancia espiritual. Al adorar a la divinidad, el sujeto se entrega a ella, poniéndose simbólicamente a su disposición y cumpliendo con lo que entiende que son sus mandatos.
La adoración puede manifestarse a través de rezos o de distintas acciones vinculadas a un culto. Los preceptos de una religión pueden indicar a los fieles cómo desarrollar la adoración hacia la deidad (asistiendo a rituales, pronunciando ciertas oraciones, etc.).
Las personas religiosas consideran que adorar a Dios no solo es una demostración del amor que se siente hacia él y también del compromiso que se le manifiesta, es mucho más. En concreto, exponen que es la mejor manera posible de poder conseguir reunir la fortaleza suficiente para poder llevar a cabo el cumplimiento de todos y cada uno de los mandamientos establecidos. (Osea, mi adoración se concreta en obediencia)
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Vamos a ahondar en porqué esta adoración de la que Jesús habla es IGUALDAD DE OBRAS.
Lecturas–verdadera adoración (16-61, 6-11, 19-12, 33-41)
16-61 Mayo 13, 1924 La verdadera adoración consiste en el acuerdo de la voluntad humana con la Divina. El verdadero modelo de la adoración es la Santísima Trinidad.
(1) Estaba haciendo mis habituales oraciones, y mientras toda me abandonaba en los brazos de la Voluntad Suprema, intentaba hacer en Ella mis adoraciones a la Majestad Divina, y mi Jesús moviéndose en mi interior tomaba mi pobre alma en sus brazos, y elevándola entre el Cielo y la tierra adoraba junto conmigo al Ente Supremo, y después me ha dicho:
RECONOCER PARA CUMPLIRLA
(2) “Hija mía, la verdadera y perfecta adoración está en el acuerdo completo de la unión de la Voluntad de Dios con el alma. Por cuanto más el alma hace una su voluntad con la de su Creador, tanto más es completa y perfecta su adoración, y si la voluntad humana no es una con la Divina, mucho más si está de Dios lejana, no se puede decir que es adoración, sino sombra, o bien como una tinta sin color, que no deja ni siquiera el rastro; y si la voluntad humana no está dispuesta a recibir el beso de la unión de la Voluntad Suprema, en vez de adoración puede ser insulto y desprecio. El primer acto de adoración es el de reconocer la Voluntad de su Creador para cumplirla, si esto no está, con las palabras se adora pero con los hechos se insulta y se ofende. Si quieres conocer el verdadero y perfecto modelo de la adoración, ven Conmigo en medio a las Tres Divinas Personas”.
(3) Yo no sé cómo, Jesús me ha estrechado más y me ha elevado más en alto, en medio de una luz interminable. Yo me sentía aniquilar, pero sobre mi aniquilamiento venía sustituida una Vida Divina, que haciendo salir de Sí tantas variadas tintas de belleza, de santidad, de luz, de bondad, de paz, de amor, etc., (esto es lo mismo que decir, haciendo salir de Si vidas divinas) de modo que mi nada quedaba transformada por aquellas tintas divinas, tanto, de no reconocerse más y de enamorar a Aquél mismo que me había embellecido tanto. Y mi dulce Jesús ha continuado diciéndome:
AQUÍ EXPLICA EL MODELO TRINITARIO-
-ENTRE ELLOS: acuerdo, igualdad (cualidades-VIDA)= orden y paz
(4) “Mira hija mía, el primer acto de las Divinas Personas es el acuerdo perfecto de nuestra Voluntad, y está tan unificada nuestra Voluntad, que no se puede discernir cuál sea la Voluntad de Uno o del Otro, tanto que si bien nuestras Personas son distintas, somos Tres, pero la Voluntad es una, y esta Voluntad una produce un acto continuado de perfecta adoración entre las Divinas Personas; la Una adora a la Otra. Este acuerdo de Voluntad produce igualdad de santidad, de luz, de bondad, de belleza, de potencia, de amor, y establece en Nosotros el verdadero reino del orden y de la paz, dándonos alegrías y felicidad inmensas y bienaventuranzas infinitas.
-EN NOSOTROS: UNIÓN CON TODO LO CREADO
33-41, 4… “Hija mía, el primer deber de la criatura es adorar a Aquél que la ha creado, el primer acto que habla de santidad es el deber; el deber llama al orden, y el orden hace surgir la más bella armonía entre el Creador y la criatura, armonía de voluntad, armonía de amor, de modos y de imitaciones, el deber es la sustancia de la santidad,
y como todas las cosas creadas poseen y tienen como en naturaleza la marca de la verdadera adoración (sería vida conservante de la DV que contiene cualidades…), por eso la criatura unida con ellas puede dar la más perfecta adoración a Aquél que la ha creado.
(sin que se de cuenta….sin que ella lo perciba…se encuentra en las alturas de mis actos, de mis oraciones, del modo como Yo hacía estando sobre esta tierra 12-28,2 …es decir, Luisa sentía. Si no sentimos como Luisa…por la fe..y basta J)
Lectura que REFLEJA LO QUE ES ESTE ACUERDO:
26-2 Abril 12, 1929 La Creación, acto de adoración profunda de la Divina Trinidad.
- Estaba toda abandonada en el Fiat Divino, su luz eclipsaba mi pequeñez y me transportaba arriba, hasta el seno del Eterno, donde no se veía otra cosa que luz, santidad, belleza, que infundía adoración profunda, tanto, de sentir cambiada mi pequeña existencia en un acto solo de adoración hacia aquel Dios que tanto me ha amado y me ama. Entonces, mientras mi mente se perdía en la luz del Divino Querer, mi amable Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
(2) “Hija mía,
-la santidad de nuestro Ser Divino,
-la potencia única de nuestra Voluntad de la cual estamos investidos, de modo que somos distintos en las Personas pero nuestra Voluntad es siempre una que obra en Nosotros, que domina, que rige;
– nuestro amor igual, recíproco e incesante,
produce en Nosotros la más profunda adoración entre las Divinas Personas,
así que todo lo que sale de Nosotros no es otra cosa que actos de adoración profunda de todo nuestro Ser Divino.
Por eso, cuando nuestro Fiat Divino quiso sacar en campo a toda la Creación con su potencia creadora, obradora y vivificadora, en cuanto nuestro Fiat se pronunciaba, así salían de Nosotros actos de adoración profunda, así que
el cielo no es otra cosa que un acto de adoración profunda de la inmensidad de nuestro Ser Divino, y por eso por todas partes se ve cielo, de noche y de día, la inmensidad de nuestro Ser hacía salir de nuestro seno la inmensidad de nuestra adoración y extendía sobre el universo el azul cielo para llamar a todos aquellos que habrían habitado la tierra en nuestra única Voluntad, para unificarlos en la inmensidad de nuestra adoración, de modo que en virtud de nuestro Fiat, el hombre se debía extender en la inmensidad de su Creador para formar su cielo de adoración profunda a Aquél que lo había creado.
El sol es un acto de adoración de nuestra luz interminable, el cual es tal y tanto el ímpetu de su adoración profunda, que no se contenta con hacerse ver en lo alto, bajo la bóveda del cielo, sino que del centro de su esfera hace descender sus rayos de luz hasta lo bajo de la tierra, plasmando y tocando todo con sus manos de luz, inviste todo y a todos con su adoración de luz, y llama a plantas, flores, árboles, pájaros y criaturas a formar una sola adoración en la Voluntad de quien las ha creado.
El mar, el aire, el viento, y todas las cosas creadas, no son otra cosa que actos de adoración profunda de nuestro Ser Divino, que, quién de lejos y quién de cerca llaman a la criatura en la unidad de nuestro Fiat a repetir los actos profundos de nuestra adoración, y haciendo suyo lo que es nuestro, puede darnos el sol, el viento, el mar, la tierra florida, como adoraciones profundas que sabe y puede producir nuestra Voluntad única en la criatura. ¿Qué cosa no puede hacer nuestro Fiat? Con su fuerza única puede todo, une todo, tiene en acto todo, y une Cielo y tierra, Creador y criatura, y de ellos forma uno solo”.
(3) Dicho esto se ha retirado en la profundidad de su luz y ha hecho silencio. Entonces yo he seguido mi giro en la Creación, para seguir aquella adoración profunda de mi Creador en todas las cosas creadas. ¡Oh! cómo se sentía en cada cosa el perfume de la adoración divina, se tocaba con la mano su aliento adorado, se sentía en
el viento la adoración penetrante, imperante de nuestro Creador, que invistiendo toda la tierra, ahora como soplo ligero, ahora con oleadas impetuosas, ahora con alientos acariciadores, nos inviste y nos llama a la adoración que el viento posee de su Creador; ¿quién puede decir la fuerza del viento? Él en pocos minutos recorre todo el mundo, y ahora con imperio, ahora con gemidos, ahora con voces débiles y ahora fuertes, nos inviste y nos llama a unirnos a aquella adoración divina que da a su Creador.
Y siguiendo mi giro veía el mar, en aquellas aguas cristalinas, en aquel murmullo continuo, en sus olas altísimas, Jesús decía que aquel mar no era otra cosa que un acto de profunda adoración de la pureza divina, adoración de su amor que murmura continuamente, y en las olas la adoración de la fuerza divina que mueve como ligera paja a todo y a todos.
¡Oh! si el Fiat Divino reinase en las criaturas, a todos haría leer en cada cosa creada la adoración distinta que cada cosa posee de nuestro Creador, y unificándonos con toda la Creación, una debía ser la adoración, uno el amor, una la gloria al Ente Supremo. ¡Oh Voluntad Divina, ven a reinar y haz que una sea la Voluntad de todos…
(EL SIGUIENTE TEXTO ES CONTI. DE 16-61) Así que el acuerdo de la voluntad humana con la Divina es el primer anillo de conjunción entre el Creador y la criatura, y de éste descienden en ella como por un canal, las virtudes divinas y producen en ella la verdadera adoración, el perfecto amor hacia su Creador, que elevándose desde dentro del mismo canal de conjunción, Él recibe las varias tintas de las cualidades divinas. Y cada vez que el alma se eleva para sumergirse en esta Voluntad Eterna, tantas variedades de más de belleza divina la embellecen y adquiere.
Por eso digo que el alma que hace mi Voluntad es mi entretenimiento y mi contento…….
EJEMPLO DE ESTE ACUERDO LLEVADO A CABO POR LUISA:
33-41 Junio 10, 1935 (3) Después seguía mi abandono en el Querer Supremo, y girando en la extensión del cielo que sirve como pavimento y escabel de la Patria Celestial y como bóveda a los viadores de aquí abajo, aquella bóveda azul me parecía que hacía doble oficio, servía como suntuoso piso a los habitantes del Cielo y como lugar real a los viadores, unificando a unos y a otros juntos para hacer que una fuera la voluntad y el amor de todos. Por eso postrándome junto con el cielo, llamaba a los de allá arriba y a los de la tierra a adorar a mi Creador, postrándonos todos juntos, para que una fuera la adoración, la voluntad, el amor de todos. Entonces, mientras esto hacía, mi dulce Jesús ha continuado:
(4) “Hija mía, el primer deber de la criatura es adorar a Aquél que la ha creado, el primer acto que habla de santidad es el deber; el deber llama al orden, y el orden hace surgir la más bella armonía entre el Creador y la criatura, armonía de voluntad, armonía de amor, de modos y de imitaciones, el deber es la sustancia de la santidad, y como todas las cosas creadas poseen y tienen como en naturaleza la marca de la verdadera adoración , por eso la criatura unida con ellas puede dar la más perfecta adoración a Aquél que la ha creado. Por eso cada cosa creada es una adoración profunda que mandan a Aquél que las ha creado, y la criatura uniéndose junto en virtud de nuestro Querer, las pone todas en adoración (ellas no tienen voz ni razón), dando a Dios lo que cada una debiera, y elevándose sobre todas nos lleva a todos y viene a latir en nuestro latido y a respirar en nuestro respiro. ¡Oh! cómo es dulce y agradable este latido y respiro en el nuestro, y Nosotros para corresponderlo palpitamos en su corazón y respiramos en su respiro, dándole el latido y el respiro divino como Vida, patrimonio, y crecimiento de nuestro Ser Supremo en ella. Y por eso al deber de la adoración, surge el primer deber del acto de la Creación, el de dar vida a su Creador en la propia alma, dándole el dominio, la libertad de formarse, de palpitar y respirar, llenarla de amor para poder decir con hechos: ‘Esta criatura es la portadora de su Creador, y me deja hacer lo que Yo quiero’. Tan es verdad, que su latido lo poseo Yo, nada tiene de suyo, lo que es suyo es mío y lo que es mío es suyo, Yo tengo mi puesto de amor en ella, y ella tiene el puesto de honor en el mío. Así que Cielo y tierra se dan el beso de paz y de unión permanente”.
EJEMPLO DE LA VIRGEN:
6-11 Diciembre 17, 1903
El verdadero espíritu de adoración consiste en esto: que la criatura se pierda a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, adore todo lo que Dios obra y se una con Él.
(1) Continuando mi habitual estado, por pocos instantes he visto al bendito Jesús con la cruz sobre la espalda, en el momento de encontrarse con su Santísima Madre, y yo le he dicho: “Señor, ¿qué cosa hizo tu Madre en este encuentro dolorosísimo?”
(2) Y Él: “Hija mía, no hizo otra cosa que un acto de adoración profundísimo y simplísimo, y como el acto por cuanto más simple tanto más fácil para unirse con Dios, Espíritu simplísimo, por eso en este acto se fundió en Mí y continuó lo que obraba Yo mismo en mi interior; y esto me fue sumamente más grato que si me hubiese hecho cualquier otra cosa más grande, porque el verdadero espíritu de adoración consiste en esto, que la criatura se pierda a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, y adore todo lo que obra Dios, y con Él se una. ¿Crees tú que sea verdadera adoración aquella en que la boca adora mientras la mente está en otra parte, o sea, la mente adora y la voluntad está lejos de Mí? O bien, ¿que una potencia me adora y las otras están todas desordenadas? No, Yo quiero todo para Mí, y todo lo que le he dado en Mí, y éste es el acto de culto y de adoración más grande que la criatura puede hacerme”.
19-12 Abril 16, 1926 Para vivir en el Divino Querer se necesita el pleno abandono en los brazos del Padre Celestial. La nada debe ceder la vida al Todo.
- Me sentía tan pequeña e incapaz de hacer nada, que he llamado en mi ayuda a mi Reina Mamá, a fin de que juntas pudiésemos amar, adorar, glorificar a mi sumo y único Bien por todos y a nombre de todos. Mientras estaba en esto me he encontrado en una inmensidad de luz y toda abandonada en los brazos de mi Padre Celestial, más bien tan fundida como si formase una sola cosa con Él, de modo que no sentía más mi vida sino la de Pero, ¿quién puede decir lo que sentía y hacía? Después de esto mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
(2) “Hija mía, todo lo que has sentido, tu pleno abandono en los brazos de nuestro Padre Celestial, el no sentir más tu misma vida, es la imagen del vivir en mi Querer, porque para vivir en Él se debe vivir más de Dios que de sí misma, más bien, la nada debe ceder la vida al Todo para poder hacer todo, y tener su acto en la cima de todos los actos de cada una de las criaturas. Así fue la Vida de mi Mamá Divina, Ella fue la verdadera imagen del vivir en mi Querer, su vivir fue tan perfecto en Él, que no hacía otra cosa que recibir continuamente de Dios lo que le convenía hacer para vivir en el Supremo Querer, así que recibía el acto de la adoración suprema, para poderse poner en la cima de cada adoración que todas las criaturas estaban obligadas a hacer hacia su Creador, porque la verdadera adoración tiene vida en la Tres Divinas Personas: Nuestra concordia perfecta, nuestro amor mutuo, nuestra única Voluntad, forman la adoración más profunda y perfecta en la Trinidad Sacrosanta. Por lo tanto, si la criatura me adora y su voluntad no está en acuerdo Conmigo, es palabra vana pero no adoración. Por eso mi Mamá todo tomaba de Nosotros, para poderse difundir en todo y ponerse en la cima de cada acto de criatura, en la cima de cada amor, de cada paso, de cada palabra, de cada pensamiento, en la cima de cada cosa creada. Ella ponía su acto primero sobre todas las cosas y esto le dio el derecho de Reina de todos y de todo, y superó en santidad, en amor, en gracia, a todos los santos que han sido y serán y a todos los ángeles unidos juntos. El Creador se vertió sobre de Ella para darle tanto amor, para que tuviera amor suficiente para poderlo amar por todos, le comunicó la suma concordia y la Voluntad única de las Tres Divinas Personas, de modo que pudo adorar en modo divino por todos y suplir a todos los deberes de las criaturas; si esto no hubiese sido así, no sería una verdad que la Mamá Celestial superó a todos en la santidad, y en el amor, sino un modo de decir, pero Nosotros cuando hablamos, son hechos y no palabras. Por eso todo encontramos en Ella, y así habiendo encontrado todo y a todos, todo le dimos, constituyéndola Reina y Madre del mismo Creador.
(3) Ahora hija de mi Suprema Voluntad, quien quiere todo debe encerrar todo y ponerse en la cima, como acto primero de los actos de todos, así que el alma debe estar en la cima de cada amor, de cada adoración, de cada gloria de cada una de las criaturas. Mi Voluntad es todo, he aquí por qué la misión de la Soberana Reina y la tuya se puede decir que es una sola, y tú debes seguir paso a paso el modo como Ella estaba con Dios para poder recibir la capacidad divina, para poder tener en ti un amor que dice amor por todos, una adoración que adora por todos, una gloria que se difunde por todas las cosas creadas. Tú debes ser nuestro eco, el eco de mi Mamá Celestial; y porque solamente Ella vivió perfecta y plenamente en el Supremo Querer, por eso te puede ser guía y hacerte de maestra. ¡Ah, si tú supieras con cuánto amor te estoy alrededor, con cuánto celo te vigilo a fin de que no sea interrumpido tu vivir en mi eterno Querer!
//Tú debes saber que estoy haciendo más contigo que con mi misma Mamá Celestial, porque Ella no tenía tus necesidades, ni tendencias, ni pasiones que pudiesen mínimamente impedir el curso de mi Voluntad en Ella, con suma facilidad el Creador se vertía en Ella y Ella en Él, así que mi Voluntad estaba siempre triunfante en Ella, por eso no tenía necesidad ni de empujarla ni de amonestaciones; en cambio contigo debo tener más atención, y cuando veo que alguna pasioncilla, alguna pequeña tendencia quiere surgir en ti, y también cuando tu voluntad humana quisiera tener algún acto de vida propia en ti, debo amonestarte, la potencia de mi Querer debe estar en acto de demoler lo que surge en ti y que no le pertenece a Él, y mi gracia y mi amor deben correr en aquello podrido que la voluntad humana va formando, o bien impedir con gracias anticipadas que esta podredumbre se pueda formar en tu alma, porque Yo amo tanto, me cuesta tanto el alma en la cual reina mi Querer y en la cual tiene su campo de acción divina el Fiat Supremo, fin único de toda la Creación y de la misma Redención, que la amo y me cuesta más que toda la Creación y que la misma Redención, porque la Creación fue el principio de nuestra obra hacia las criaturas, la Redención fue el medio, el Fiat será el final, y las obras cuando están cumplidas se aman más y adquieren el valor completo. Mientras que una obra no está cumplida hay siempre qué hacer, qué trabajar, qué sufrir, no se puede calcular su justo valor, en cambio a completar la gloria de Aquél que la ha formado, por eso la Creación y la Redención deben cuando está cumplida solamente queda el poseer y el gozar la obra hecha, y su valor completo viene encerrarse en el Fiat Supremo. ¿Ves entonces cuánto me cuestas y cuánto siento amarte? El Fiat obrante y triunfante en la criatura es para Nosotros la cosa más grande, porque la gloria que Nosotros habíamos establecido recibir por medio de la Creación nos viene dada, nuestro fin, nuestros derechos, adquieren su pleno poder. He aquí por qué mis premuras todas para ti, mis manifestaciones a ti, mi amor por toda la Creación y Redención, todo concentrado en ti, porque en ti quiero ver el triunfo de mi Voluntad”.
El que no se niegue a sí mismo, tome su cruz….y sígame…..
- Vimos el día 9 que cada vez que Luisa la llevaba el Señor al seno de la Stma. Trinidad, usa expresiones como:
16-61, 3 Yo no sé cómo, Jesús me ha estrechado más y me ha elevado más en alto, en medio de una luz interminable. Yo me sentía aniquilar, pero sobre mi aniquilamiento venía sustituida una Vida Divina, que haciendo salir de Sí tantas variadas tintas de belleza, de santidad, de luz, de bondad, de paz, de amor, etc., de modo que mi nada quedaba transformada por aquellas tintas divinas, tanto, de no reconocerse más y de enamorar a Aquél mismo que me había embellecido tanto.
19-12 Mientras estaba en esto me he encontrado en una inmensidad de luz y toda abandonada en los brazos de mi Padre Celestial, más bien tan fundida como si formase una sola cosa con Él, de modo que no sentía más mi vida sino la de Dios. Pero, ¿quién puede decir lo que sentía y hacía? Después de esto mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho:
(2) “Hija mía, todo lo que has sentido, tu pleno abandono en los brazos de nuestro Padre Celestial, el no sentir más tu misma vida, es la imagen del vivir en mi Querer, porque para vivir en Él se debe vivir más de Dios que de sí misma, más bien, la nada debe ceder la vida al Todo para poder hacer todo, y tener su acto en la cima de todos los actos de cada una de las criaturas.
- Para que Dios pueda depositar su Ser en la criatura, esta debe llegar a este vacío total vacío de todo lo que no es Dios” (lo vemos en un momento)
3-73 Mayo 21, 1900 Entonces el alma debe espiritualizar todo y llegar a volverse invisible para poder hacer fácilmente una su voluntad con mi Voluntad, porque lo que es invisible puede ser absorbido en otro objeto. De dos objetos con los que se quiere formar uno solo, es necesario que uno pierda la propia forma, de otra manera jamás se llegaría a formar un solo ser. Qué fortuna sería la tuya si destruyéndote a ti misma, hasta hacerte invisible, pudieras recibir una forma toda divina! Es más, tú con quedar absorbida en Mí y Yo en ti, formando un solo ser, vendrías a retener en ti la fuente divina, y como mi Voluntad contiene todo el bien que puede existir, vendrías a retener todos los bienes, todos los dones, todas las gracias, y no tendrías que buscarlos en otra parte sino en ti misma. …Es tanta la altura de la perfección del alma deshecha en mi Querer…
Más expresiones:
3-72 Silencio de todo lo que no es Dios, de lo que no llame a Dios
3-105 Cuando tú me quieras encontrar entra en ti, llega hasta tu nada y ahí, sin ti, en el brevísimo giro de tu nada
5-24 porque el alma le presta su nada escombrada, donde mi Querer se sirve de ella como espacio para crear lo que quiere
Vol 1“Tú no eres otra cosa que una sombra, que mientras quieres tomarla te huye, tú eres nada”
La preguntas serían:
1.-¿Qué es la nada para Dios? 2.- ¿Cómo me aniquilo, llego a mi nada, me olvido de mí?
- QUÉ ES ESTA NADA
11-25…3– Hija mía, todas las cosas tienen principio de la nada; esta misma máquina del universo que tú ves con tanto orden, si antes de crearla hubiera estado llena de otras cosas, no habría podido poner mi mano creadora para hacerla con tanta maestría y dejarla tan espléndida y adornada a lo más, habría podido deshacer todo lo que podía estar y después rehacerla como a Mí me agradaba; pero estamos siempre ahí, en que todas mis obras tienen principio de la nada, y cuando hay mezcla de otras cosas, no es decoroso para mi Majestad descender y obrar en el alma
Entonces: la nada es el vacío de TODO LO QUE NO ES DIOS y no llama a Dios
- AHORA VAMOS AL COMO -¡PRAXIS DIFERENTE! ¡VIDA NUEVA-DE CIELO!
-3-72 Mayo 20, 1900 Reposo en Dios y silencio
1.Encontrándome fuera de mí misma, me parecía que fuese de noche y veía todo el universo, todo el orden de la naturaleza, el cielo estrellado, el silencio nocturno, en suma, me parecía que todo tenía un significado. Mientras esto miraba, me parecía que veía a Nuestro Señor, que tomando la palabra acerca de lo que veía ha dicho:
(2) “Toda la naturaleza invita al reposo, ¿pero cuál es el verdadero reposo? Es el reposo interior y el silencio de todo lo que no es Dios. Mira, las estrellas centelleantes de luz moderada, no deslumbrante como el sol; el sueño y el silencio de toda la naturaleza, de los hombres y hasta de los animales, y que todos buscan un lugar, una cueva donde estarse en silencio y reposarse del cansancio de la vida. Si esto es necesario para el cuerpo, mucho más para el alma es necesario reposarse en su propio centro que es Dios.
Aquí pensemos en el segundo capítulo del Génesis, que nos presenta un pasaje – para ilustranos como fuimos hechos:
“Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser vivo”.
El hombre está hecho de arcilla, es decir, tiene un cuerpo, y recibe un soplo, que es su espíritu. Así, nuestra arcilla está hecha para llenarla de vida, para llenarla de Dios.
Pero para poderse reposar en Dios (acallar todo lo que no es El) es necesario el silencio interior, como al cuerpo le es necesario el silencio exterior para poderse plácidamente adormecer. ¿Pero cuál es este silencio interior? Es hacer callar las propias pasiones teniéndolas en su lugar, es imponer silencio a los deseos*, a las inclinaciones, a los afectos, en suma, a todo lo que no llama a Dios. Ahora, ¿cuál es el medio para llegar a esto? El único medio y de absoluta necesidad es deshacer el propio ser y reducirse a la nada, como era antes de que fuera creada, y cuando haya reducido a la nada su ser, retomarlo en Dios.
- Hija mía, todas las cosas tienen principio de la nada, esta misma máquina del universo que tú ves con tanto orden, si antes de crearla hubiera estado llena de otras cosas, no habría podido poner mi mano creadora para hacerla con tanta maestría y dejarla tan espléndida y adornada, a lo más habría podido deshacer todo lo que podía estar, y después rehacerla como a Mí me agradaba; pero estamos siempre ahí, en que todas mis obras tienen principio de la nada, y cuando hay mezcla de otras cosas, no es decoroso para mi Majestad descender y obrar en el alma, pero cuando alma se reduce a la nada y sube a Mí, y toma su ser en el mío, entonces Yo obro como el Dios que soy, y el alma ahí encuentra el verdadero reposo. He aquí cómo todas las virtudes tienen principio en la humildad y en el aniquilamiento de sí mismo”.
(4) ¿Quién puede decir cuánto comprendía sobre lo que me decía el bendito Jesús? ¡Oh, cómo sería feliz mi alma si pudiese llegar a deshacer mi pobre ser, para poder recibir de mi Dios su Ser Divino! ¡Oh, cómo me ennoblecería, cómo quedaría santificada! ¿Pero qué tontería es la mía, dónde tengo el cerebro si aún no lo hago? ¡Qué miseria humana, que en vez de buscar su verdadero bien y de emprender su vuelo a lo alto, se contenta con arrastrarse por tierra y vivir en el fango y en la podredumbre!
Ahora da una pista de cómo conseguirlo:
(5) Después de esto mi amado Jesús me ha transportado dentro de un jardín en el que había mucha gente que se preparaba para asistir a una fiesta, pero sólo aquellos que recibían una divisa podían asistir, pero eran pocos los que recibían esta divisa; a mí me vino un gran deseo de recibirla, y tanto hice que logré mi propósito. Después, habiendo llegado al punto donde los recibían, una matrona venerable primero me vistió de blanco, después me puso una banda celestial de la cual pendía una medalla marcada con el rostro de Jesús, y que mientras era rostro al mismo tiempo era espejo, que al contemplarse en él se descubrían las más pequeñas manchas, y que el alma con la ayuda de una luz que venía de dentro de aquel rostro, fácilmente se podía quitar. Me parecía que esa medalla encerraba un significado misterioso. Después ha tomado un manto de oro finísimo y me cubrió toda. Me parecía que vestida así podía competir con las vírgenes bienaventuradas. Mientras esto sucedía Jesús me ha dicho:
(6) “Hija mía, volvamos a ver lo que hacen los hombres, por ahora basta con que estés vestida, cuando sea la fiesta entonces te llevaré para asistir”.
(7) Así, después de haber girado un poco, me ha transportado a mi cama.
-33-36 Enero 14, 1934 … Dejarse suministrar lo necesario: circunstancias, mociones, firmeza
- Me siento el pequeño átomo, más bien la nada perdida en el Todo del Querer Divino. ¡Oh! cómo este Todo siente en la nada de la criatura su Vida libre, la potencia obrante, su virtud creadora que todo lo que quiere puede hacer dentro de esta nada. Se puede decir que esta nada es el juego del Fiat Divino, que con su dominio la inviste, la atrae, la rapta, la llena, y la nada todo se deja hacer, y nada pierde de los bienes que recibe. Mientras esto pensaba, mi dulce Jesús haciéndome su breve visita me ha dicho:
(2) “Hija mía, cuando el alma vive en mi Divina Voluntad, deja sus despojos, se vacía de todo, de modo que queda la pura nada, y mi Querer la inviste, la llena del Todo, la domina y forma en ella los prodigios de santidad, de gracia, de belleza, dignos de su potencia creadora. Pero lo que es más, en este vacío de la nada genera su amor, y ahí forma su Vida Divina, y se vuelve dominadora de la nada y de su misma Vida Divina formada en ella, y ¡oh! su amor por esta nada llega a tanto, que la vuelve al mismo tiempo dominadora junto con el Fiat Supremo, y como su dominio le viene del Todo que posee, siente su misma virtud dominadora, y domina a la misma Divina Voluntad, así que ambas son dominantes, pero con sumo acuerdo, poseyendo un solo amor y una sola Voluntad. El querer humano siente su vida en la mía, y no hace nada si no siente mi acto obrante que quiere obrar, para hacerlo junto, y la mía siente mi Vida en la suya, y con su dominio se impone sobre la nada para hacerla obrar en el Todo. Así que en cuanto la criatura se decide con una firme voluntad a vivir en la mía, mi Querer da principio a formar su Vida en ella, no hay voluntad que no posea su vida, por medio de la cual desarrolla su bondad, su potencia, su santidad, la plenitud de su amor; la vida es la manifestación de la voluntad que posee, es el vestido que la cubre, es el sonido de su voz, es la narradora de sus maravillas, de su infinitud, de su potencia, por eso mi Divina Voluntad no se contenta con hacer vivir a la criatura en Ella, la nada en el Todo, no, no, sólo se contenta cuando encierra el Todo en el nada y ahí forma su Vida obrante y dominadora, y hace de la nada lo que quiere. He aquí el por qué cuando te hablo de mi Voluntad, es tu Jesús que te habla, porque Yo soy su Vida, su voz, su representante, el narrador de mi Fiat que esconde en Mí. Por esto el prodigio más grande es formar mi Vida Divina en la nada de la criatura, y que sólo mi Querer tiene esta virtud, porque poseyendo la fuerza creadora, se puede crear a Sí misma, su Vida en quien la quiere recibir. Ahora, poseyendo mi Vida, el alma toma parte en mi santidad, en mi amor, y ¡oh! cómo es bello oír que la nada dice junto con el Todo, amor, gloria y con la fuerza dominadora que siente, se difunde en los actos divinos y domina junto con mi Voluntad. Para Nosotros no hay contento mayor que sentir la nada obrante y dominante en nuestro Ser Divino, por eso sé atenta de vivir siempre en mi Voluntad”.
11-57 Agosto 20, 1913 (3) En cuanto el alma se decide a vivir en mi Querer, mi Voluntad me crea a Mí mismo en el alma, y a medida que mi Querer corre en la voluntad, en las obras, en los pasos del alma, tantas creaciones mías recibe. Sucede propiamente como a un cáliz lleno de partículas consagradas, por cuantas partículas hay, tantos Jesús están, uno en cada partícula. Así el alma, en virtud de mi Voluntad me contiene en todo y en cada parte de su ser; quien hace mi Voluntad hace la verdadera comunión eterna, y comunión con fruto completo”
-4-109 Febrero 19, 1902 – Colocarse interiormente- aprender a ver sin velos- pura fe
(1) Encontrándome en mi habitual estado, mi adorable Jesús se hacía ver que dormía en mi interior, irradiando de Sí muchos rayos de luz dorados. Yo estaba contenta de verlo, pero al mismo tiempo descontenta por no poder oír la dulzura y suavidad de su voz creadora. Entonces, después de mucho esperar ha vuelto a hacerse ver, y viendo mi descontento me ha dicho:
(2) “Hija mía, en el ministerio público es necesario el uso de la voz para hacerme entender, pero en el ministerio privado mi sola presencia basta para todo, porque verme y entender la armonía de mis virtudes para copiarlas en sí misma, es lo mismo, por lo tanto la atención del alma debe estar en verme y en uniformarse en todo a las operaciones interiores del Verbo, porque cuando Yo atraigo al alma a Mí, se puede decir, al menos por ese tiempo, que la tengo en mi presencia, que hace vida divina. Siendo mi luz como pincel para pintar, mis virtudes suministran los diferentes colores, y el alma es como tela que recibe en sí el retrato de la imagen divina. Sucede como aquellos puentes altos, que por cuanto más altos tanto más precipitan a lo bajo una lluvia abundante; así el alma, ante mi presencia se pone en el estado que le conviene, o sea en lo bajo, en la nada, tanto que se siente destruir, y la Divinidad a torrentes hace llover la gracia sobre ella y llega a sumergirla en Sí mismo, por eso debes estar contenta de todo, si hablo, y contenta si no hablo”.
(3) Mientras esto decía me he sentido como sumergir en Dios, y después me he encontrado en mí misma.
Por lo tanto:
11-25 Julio 4, 1912 – tomar, tomar, tomar (vivir a expensas) (herencia)
- Esta mañana, después de la comunión estaba diciendo a mi siempre amable Jesús: “¡A que estado me he reducido, parece que todo me huye, sufrimientos, virtudes, todo!” (ya no tengo nada mío!)
(2) Entonces Jesús: “Hija mía, ¿qué tienes? ¿Quieres perder el tiempo? ¿Quieres salir de tu nada? Ponte en tu puesto, en tu nada, a fin de que el Todo pueda tener su lugar en ti. Has de saber que toda tú debes morir en mi Voluntad, el sufrir, las virtudes, todo; mi Querer debe ser la tumba del alma y así como en la tumba la naturaleza se consume hasta en realidad desaparecer, y de esa misma consumación resurgirá a vida más bella y nueva, así el alma sepultada en mi Voluntad como dentro de una tumba, morirá al sufrir, a sus virtudes, a sus bienes espirituales y resurgirá en todo a la Vida Divina.
(3) ¡Ah! hija mía, parece que quieres imitar a los mundanos que son llevados a lo que está en el tiempo y termina, y a lo que es eterno no lo toman en cuenta. Amada mía, ¿por qué no quieres aprender a vivir sólo de mi Querer? ¿Por qué no quieres vivir sólo de la vida del Cielo aun estando en la tierra? Mi Querer es el Amor, lo que no muere jamás, así que para ti el sepulcro debe ser mi Voluntad, la lápida que te debe encerrar, lapidar, sin darte la esperanza de salir es el amor. Y además, cada pensamiento que se refiere a sí mismo, aun sobre las mismas virtudes, es siempre un ganar para sí mismo y huir de la Vida Divina; en cambio, si el alma piensa sólo en Mí, me ve sólo a Mí, toma en ella la Vida Divina, y tomando la Vida Divina huye la humana y toma todos los bienes posibles. *****¿Nos hemos entendido?”*****
-16-52 Febrero 28, 1924 retornar al principio y vincularse para seguir a Jesús
es necesario que nos rehagamos de nuestros derechos, que la criatura regrese a nuestro seno para recomenzar nuestros entretenimientos, pero debe retornar donde el hombre hizo comenzar nuestro dolor y ***vincularse con nudo indisoluble con nuestra Voluntad Eterna***, debe dejar la suya para vivir de la Nuestra. Por eso estoy trabajando en tu alma, ***tú sigue el trabajo de tu Jesús*** que quiere poner en corriente los dones, las gracias suspendidas que hay en mi Voluntad”.
7-13 Abril 29, 1906 .El alma vacía de todo es como el agua que corre siempre.
(1) Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús, llenando todo mi interior de Sí mismo me ha dicho:
(2) “Hija mía, el alma vacía es como el agua que corre siempre, y sólo se detiene cuando llega al centro de donde ha salido; y así como el agua que no tiene color puede recibir en sí todos los colores que en ella se reflejen, así el alma vacía, corre siempre hacia el centro divino de donde salió, y sólo se detiene cuando llega a llenarse toda, toda de Dios, porque estando vacía nada se le escapa del Ser Divino, y como no tiene color propio recibe en sí todos los colores divinos. Ahora, sólo el alma vacía, porque está vacía de todo, comprende las cosas según la verdad, por ejemplo: La preciosidad del sufrir, el verdadero bien de la virtud, la sola necesidad de lo eterno, porque para amar una cosa es de absoluta necesidad que se odie la cosa contraria a la que se ama, y sólo el alma vacía es la que llega a tanta felicidad”.
– 13-41 Diciembre 15, 1921 – Fundiéndote
Sólo los actos hechos en el Divino Querer se restituyen al principio donde el alma fue creada, y toman vida en el ámbito de la eternidad.
Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre amable Jesús al venir me ha dicho:
(2) “Hija mía, reordénate en Mí, ¿pero sabes cómo puedes reordenarte en Mí? Fundiéndote enteramente en mi Querer; aun el respiro, el latido, el aire que respiras, no deben ser otra cosa que fusiones en mi Querer, así entra el orden entre Creador y criatura y ésta regresa al principio de donde salió. Todas las cosas están en el orden, tienen su lugar de honor, son perfectas, cuando no se apartan del principio de donde han salido; separadas de este principio todo es desorden, deshonor e imperfección. Sólo los actos hechos en mi Querer se restituyen al principio en donde el alma fue creada, y toman vida en el ámbito de la eternidad, llevando a su Creador los homenajes divinos, la gloria de su mismo Querer, todos los demás actos quedan en lo bajo, esperando la última ora de la vida para sufrir cada uno su juicio y la pena que merece, porque no hay acto hecho fuera de mi Voluntad, aun bueno, que pueda decirse puro, solamente con no tener por objeto a mi Voluntad es echar lodo sobre las obras más bellas, y además, con el solo separarse de su principio merece una pena. La Creación salió sobre las alas de mi Querer, y sobre las mismas alas quisiera que regresara a Mí, pero en vano la espero, he aquí por qué todo es desorden y confusión. Por eso ven en mi Querer, para darme a nombre de todos la reparación de tanto desorden”.
6-11 Diciembre 17, 1903 …el acto por cuanto más simple, tanto más fácil para unirse con Dios, Espíritu simplísimo, por eso en este acto ***se fundió en Mí y continuó lo que obraba Yo mismo en mi interior***; y esto me fue sumamente más grato que si me hubiese hecho cualquier otra cosa más grande, porque el verdadero espíritu de adoración consiste en esto, que la criatura se pierda a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, y ***adore todo lo que obra Dios, y con Él se una***. ¿Crees tú que sea verdadera adoración aquella en que la boca adora mientras la mente está en otra parte, o sea, la mente adora y la voluntad está lejos de Mí? O bien, ¿que una potencia me adora y las otras están todas desordenadas? No, Yo quiero todo para Mí, y todo lo que le he dado en Mí, y éste es el acto de culto y de adoración más grande que la criatura puede hacerme”.
-11-49 Marzo 21, 1913 (2) ¡Es fácil! Tomar mucho “opio”
“Hija mía, el opio del alma es mi Voluntad, mi opio es la voluntad del alma abandonada en la mía, unida al puro amor . Este opio que el alma me da tiene la virtud de que las espinas pierdan en Mí la virtud de pinchar, los clavos de perforar, las llagas de dar dolor, todo me calma y adormece, así que si tú me has dado el opio, ¿cómo quieres que te haga parte de mis penas? Si no las tengo para Mí menos para ti”.
(3) Y yo: “Ah Jesús, cómo te sabes salir, parece que quieres jugar y para no contentarme te zafas con esas palabras”.
Jesús nos ayuda a reducirnos a la nada….:
(5) Y ha desaparecido. Poco después ha regresado y ha agregado: (y si el alma no quiere la DV, o la quiere a medias…)
(6) “Hija mía, muchas veces sucede a las almas lo que sucede en el aire: El aire, por los hedores que exhala la tierra se ensucia y se siente un aire pesado, oprimente y nauseante, de modo que son necesarios los vientos para limpiar el aire, de manera que purificado el aire se respira después un vientecillo finísimo, que se estaría a boca abierta para respirar este aire purificado. Todo esto sucede en las almas, muchas veces la complacencia, la estima propia, el yo y todo lo que es humano ensucian el aire del alma, y Yo me veo obligado a mandarles el viento de la frialdad, el viento de la tentación, de la aridez, de la calumnia, de modo que estos vientos limpian el aire del alma y la purifican, la reducen a la nada, y la nada abre la puerta al Todo, a Dios, y el Todo hace soplar tantos vientecillos perfumados, de modo que a boca abierta toma este aire y la deja toda santificada”.
-4-40 Diciembre 23, 1900 – Haciendo paradas
Delante a la Santidad de la Divina Voluntad, las pasiones no osan presentarse, y pierden por sí mismas la vida.
(1) Después de haber pasado largos días de silencio entre el bendito Jesús y yo, sentía un vacío en mi interior; y esta mañana al venir me ha dicho:
(2) “Amada mía, ¿qué cosa quieres decirme que tanto ansías hablar Conmigo?”
(3) Y yo avergonzándome toda he dicho: “Mi dulce Jesús, quiero decirte que ansío ardientemente el quererte a Ti y a tu Santo Querer, y si esto me concedes me harás totalmente feliz y contenta”. Y Él ha agregado:
(4) “Tú en una palabra has aferrado todo, pidiéndome lo más grande que hay en el Cielo y en la tierra, y Yo, en este Santo Querer deseo y quiero mayormente conformarte, y para hacer que te sea más dulce y gustoso mi Querer, ponte en el círculo de mi Voluntad y observa en Ella sus diversas virtudes y cualidades, deteniéndote ahora en la Santidad de mi Querer, ahora en la bondad, ahora en la humildad, ahora en la belleza, ahora en la pacífica morada que produce mi Querer, y en estas paradas que hagas adquirirás siempre más nuevas e inauditas noticias de mi Santo Querer, y por eso quedarás tan atada y enamorada, que no saldrás nunca más de Él, y esto te traerá un gran provecho, porque estando tú en mi Voluntad no tendrás necesidad de combatir con tus pasiones y de estar siempre en armas contra ellas, pues mientras parece que mueren renacen nuevamente más fuertes y vivas, sino que sin combatir, sin estrépito, dulcemente se mueren, porque ante la Santidad de mi Voluntad las pasiones no se atreven a presentarse, y pierden por sí mismas la vida, y si el alma siente los movimientos de sus pasiones, es señal que no hace morada continua en los confines de mi Querer, que hace sus salidas, sus escapaditas a su propio querer, y está obligada a sentir la peste de la naturaleza corrupta. Mientras que si estás fija en mi Voluntad, estarás libre del todo y tu única ocupación será el amarme y ser amada por Mí”.
(5) Después de esto, mirando al bendito Jesús, vi que tenía la corona de espinas y se la he quitado poco a poco y la he puesto sobre mi cabeza, y Él me la encajó y desapareció, y yo me he encontrado en mí misma, con un deseo ardiente de estar siempre en su Santísima Voluntad.
11-49 (4) Y Él: “No, no, es verdad, es exactamente así. Tengo necesidad de mucho opio, y te quiero tan abandonada en Mí que no te sienta más a ti misma, así que no reconoceré más quién eres tú, sino que solamente me reconoceré a Mí en ti, así que te diré que eres mi alma, mi carne, mis huesos. En estos tiempos tengo necesidad de mucho opio, porque si me despierto, en diluvio haré caer los flagelos”.
– 30-1 Noviembre 4, 1931 – Con confianza ilimitada
Mi pequeña hija, por cuanto más abandonada estés en Mí, tanto más sentirás mi Vida en ti, y Yo tomaré el puesto de vida primaria en tu alma. Debes saber que la verdadera confianza en Mí forma los brazos del alma, y los pies para subir hasta Mí y estrecharme tan fuerte, de no poderme separar de ella, por lo tanto quien no tiene confianza no tiene brazos ni pies, así que es una pobre lisiada, por eso tu confianza será tu victoria sobre Mí, y Yo te tendré estrechada en mis brazos, pegada a mi pecho para darte la leche continua de mi Divina Voluntad.
Y del abandono nos vamos al desapego:
2-20 Mayo 7, 1899 Desapego
“Hija mía, ¿qué será de tantas obras, aun buenas, hechas sin recta intención, por costumbre y con fines de interés? ¿Cuál no será su vergüenza en el día del juicio, al ver tantas obras buenas en sí mismas, pero marchitas por su intención, que en vez de darles honor como a tantos otros, las mismas acciones les producirán vergüenza? Porque no son las obras grandes lo que miro, sino la intención con la cual se hacen, aquí está toda mi atención”.
Por un rato Jesús ha hecho silencio y yo pensaba en las palabras que había dicho, y mientras las estaba rumiando en mi mente, especialmente sobre la pureza de intención y cómo haciendo el bien a las criaturas, las mismas criaturas deben desaparecer, haciendo una a la criatura con el mismo Señor, y hacer como si las criaturas no existieran, Jesús ha vuelto a hablar diciéndome:
“No obstante así es. Mira, mi corazón es grandísimo, pero la puerta es estrechísima, ninguno puede llenar el vacío de este corazón, sino sólo las almas desapegadas, desnudas y simples, porque como tú ves, siendo la puerta pequeña, cualquier impedimento, aun mínimo, es decir, *** una sombra de apego, de intención errónea, una obra sin el fin de agradarme, impide que entren a deleitarse en mi corazón***. El amor del prójimo mucho le agrada a mi corazón, pero debe estar tan unido al mío, que debe formar uno solo, sin poderse distinguir uno del otro; pero aquel otro amor al prójimo que no está transformado en mi amor, Yo no lo miro como cosa que me pertenezca”.
– Hrª del rey riquísimo y la vela- ilustra la mejor manera de desapegarse de ¡todo!
24-20 Junio 12, 1928 “Hija mía, mi Voluntad lo puede todo, y así como de la nada hizo al hombre, así puede de sus miserias sacar al nuevo hombre, y sin cambiar sistema de como lo creamos, dejándole su libre arbitrio usaremos otra industria amorosa, la luz de nuestra Voluntad hará vibrar más fuerte sus rayos brillantísimos, se acercará en modo de mirar a la cara a la voluntad humana, la cual recibirá el encanto de una luz penetrante, que deslumbrándola dulcemente la atrae a sí, y ésta, atraída por una luz tan resplandeciente y de rara belleza, tendrá deseos de ver qué cosa hay de bello en aquella luz, con mirar sufrirá el encanto, se sentirá feliz y amará, no forzada, sino espontánea el vivir en nuestra Voluntad. ¿No tiene acaso esta virtud la luz del sol, que si se quiere mirarla fijamente, la pupila del ojo humano queda deslumbrada en la luz, y si quiere mirar no verá otra cosa que luz, y la fuerza de la luz impide a la pupila el mirar las cosas que le hay alrededor? Y si el hombre es obligado a bajar los ojos para deshacerse de la luz, es porque la demasiada luz lo vuelve inútil y no se siente feliz, pero si se sintiera feliz, no fácilmente retiraría la pupila de dentro de la luz del sol. En cambio la luz de mi Querer no obstaculizará la pupila del alma, más bien, tendrá el bien de ver los mismos actos humanos convertidos en luz, y amará el que esta luz haga vibrar más fuerte sus rayos para ver sus actos con el encanto y belleza de esta luz divina; mi Voluntad tiene potencia de resolver el problema del hombre, pero debe usar un acto más excesivo de magnanimidad más grande de nuestro Fiat Supremo, por eso ruega e implora una causa tan santa para las pobres criaturas”.
29-41 Octubre 8, 1931 – Colocar una intención (LA ÚNICA VÁLIDA) a cada acto
(4) “Hija mía, un acto, una oración, un pensamiento, un afecto, una palabra, para ser aceptos, perfectos, ordenados, completos, deben elevarse a la misma finalidad querida por Dios mismo. Porque conforme la criatura en su acto se eleva a la finalidad querida por el Ente Supremo, abraza el principio y toma en su acto la finalidad con que Dios la ha creado, Dios y la criatura se dan la mano y quieren y hacen la misma cosa; con hacer esto entra en el acto de la criatura el orden divino, el acto divino, y la misma finalidad con la cual Dios quiere que se haga aquel acto. Entonces, entrando la finalidad divina, el acto por sí mismo se vuelve completo, santo, perfecto y todo ordenado. Tal como es el autor de la finalidad de aquel acto, tal se vuelve el acto; en cambio si la criatura no se eleva a la finalidad querida por Dios en su acto, desciende del principio de su creación y no sentirá la vida del acto divino en el suyo, quizá hará muchos actos, pero incompletos, imperfectos, desordenados; serán como actos extraviados de la finalidad de su Creador. Por eso la cosa que más nos agrada es ver nuestra misma finalidad en el acto de la criatura; se puede decir que ella continúa nuestra Vida sobre la tierra, y nuestra Voluntad obrante en sus actos, palabras, y en todo”.
ATENTOS
TODA ATENCIÓN!
36-1, 4 Abril 12, 1938 En nuestra Voluntad la vista es larga y ella es toda atención, toda ojos para ver qué cosa queremos y cómo puede amarnos de más”.
36-10, 4 Mayo 19, 1938 …. te hago sentir todo esto a fin de que tú me ames de más y uses Conmigo aquella misma ternura que uso Yo contigo, para tenerme custodiado y con un celo de amor, por el cual tú seas toda ojo, toda atención para darme tu vida a cada instante para amarme, para volverme feliz y contento en tu alma, como Yo te vuelvo contenta y feliz en mi corazón. El amor quiere reciprocidad; si ama y no es amado siente la infelicidad, la amargura por quien lo debería amar y no lo ama. Por eso ámame siempre, y si quieres amarme de verdad, ámame en mi Querer, en el cual encontrarás el amor que no cesa jamás, y me formarás cadenas tan grandes de amor, de llegar a aprisionarme, de modo tal que no sabré desaprisionarme de tu amor”.
6-71 Septiembre 13, 1904 (2) “Hija mía, cuando un alma me ha dado su voluntad, no es dueña de hacer más lo que le place, de otra manera no sería verdadera donación. Mientras que la verdadera donación es tener sacrificada continuamente la propia voluntad a Aquél que le fue donada, y esto es un martirio de atención continua que el alma hace a Dios. ¿Qué dirías tú de un mártir que hoy se ofrece a sufrir cualquier tipo de penas, y mañana se retira? Dirías que no tenía verdadera disposición al martirio, y que un día u otro terminará por renegar de la fe. Lo mismo digo Yo al alma que no me deja hacer de su voluntad lo que me place, y ahora me la da y luego me la quita, y le digo: ‘Hija, no estás dispuesta a sacrificarte y martirizarte por Mí, porque el verdadero martirio consiste en la continuación, podrás decirte resignada, uniformada, pero no mártir, y un día u otro podrás terminarla retirándote de Mí, haciendo un juego de niños de todo”. Por eso está atenta y dame la plena libertad de hacer contigo según el modo que más me plazca”.
31-25 Enero 22, 1933 Así hacemos Nosotros, más aún, cuando la vemos toda atención, pronta a cualquier sacrificio, Nosotros no la dejamos sola, sino que trabajamos junto, le prestamos todo lo que se necesita, Voluntad, santidad, nuestros actos, todo, para tener el contento de ver a nuestra hija poseedora de muchas propiedades”.
Este vacío, nada, incluso de pecado:
8-3 Julio 1, 1907 En la Divina Voluntad se olvidan los pecados.
- Estaba leyendo de una santa que siempre pensaba en las propias culpas, y que pedía a Dios dolor y perdón. Y yo en mi interior decía: “Señor, qué diferencia entre esta santa y yo, yo nunca pienso en los pecados, y ella que siempre piensa en ellos, se ve que me he equivocado”. En ese instante lo he sentido moverse en mi interior y se hizo como un relámpago de luz en mi mente, y oí que me decían:
(2) “Necia, necia que eres, ¿no quieres entenderlo? ¿cuándo mi Voluntad ha producido pecados, imperfecciones? Mi Voluntad es siempre santa, y quien vive en Ella queda ya santificado, y goza, se alimenta y piensa en todo lo que mi Voluntad contiene, y aunque en el pasado haya cometido pecados, encontrándose en la belleza, en la santidad, en la inmensidad de los bienes que contiene mi Voluntad, olvida lo feo de su pasado y se recuerda sólo del presente, con la condición de que no salga de mi Querer; pero si llegara a salir, regresando al propio ser, no es de asombrarse que recuerde pecados y miserias. Ten presente en tu mente que en mi Voluntad no entran ni pueden entrar estos pensamientos de pecados y de sí misma, y si el alma los siente significa que no es estable ni está fija dentro de Mí, sino que se da sus escapadas”.
15-24, 2 «Dime amor mío, ¿en qué te he ofendido que huyes lejos de mí? ¡Ah! mi corazón sangra por la intensidad del dolor».
(3) Y Jesús: «¿Te has sustraído acaso de mi Voluntad?”
(4) Y yo: «No, no, el Cielo me libre de tal desgracia».
(5) Y Él: «¿Y por qué entonces me preguntas en qué me has ofendido? La culpa entra cuando el alma se sustrae de mi Voluntad. ¡Ah! hija mía, para tomar plena posesión de mi Voluntad debes concentrar en ti todos los estados de ánimo de todas las criaturas, y conforme pases un estado de ánimo, así tomas el dominio.
(San Jerónimo…por Navidad…)
ENTONCES, ¿A MEDIAS CON LA DV? PUES NI UNA SOMBRA QUE DEJA DE SÍ…
RAZONES PARA NO LLEGAR A LA NADA:
11-57 Agosto 20, 1913 Quiero retener para mí…
Hija mía, en mi Voluntad están todos los bienes posibles, y el alma que vive en Ella es necesario que esté con confianza obrando junto Conmigo como dueña. Todo esperan las criaturas de esta alma, y si no lo tienen se sienten defraudadas; ¿y cómo puede dar si no está con toda confianza obrando junto Conmigo? Por eso al alma que vive en mi Voluntad le es necesaria la confianza para dar, la simplicidad para comunicarse a todos, con el desinterés de sí para poder vivir toda para Mí y para el prójimo. Tal soy Yo”.
(3) Luego ha agregado: “Hija mía, a quien en verdad hace mi Voluntad le sucede como al árbol injertado, que la fuerza del injerto tiene virtud de hacer destruir la vida del árbol que recibe el injerto, así que no más los frutos, las hojas del primer árbol se ven, sino los del injerto, y si el primer árbol dijera al injerto, “quiero retener para mí al menos una pequeña ramita para poder dar también yo algún fruto para poder hacer conocer a todos que yo existo aún”, el injerto le respondería: “Tú no tienes ya razón de existir, después de que te has sometido a recibir mi injerto la vida será toda mía”. Así el alma que hace mi Voluntad puede decir: “Mi vida ha terminado, no más mis obras saldrán de mí, mis pensamientos, mis palabras, sino las obras, los pensamientos, las palabras de Aquél cuya Voluntad es mi vida
4-181 Marzo 6, 1903 Los religiosos
(2) “¿Quieres que vayamos a ver si las criaturas me quieren?”
(3) Y yo: “Seguro que te querrán; siendo Tú el Ser más amable, ¿quién tendrá la osadía de no quererte?”
(4) Y Él: “Vayamos y después verás lo que harán”.
(5) Nos hemos ido, y cuando llegamos a un punto donde había mucha gente, a sacado su cabeza de dentro de mi interior y ha dicho aquellas palabras que dijo Pilatos cuando lo mostró al pueblo: “Ecce Homo”. Y comprendía que aquellas palabras significaban si querían que el Señor reinase como su Rey, y tuviese el dominio en sus corazones, en las mentes, y obras; y aquellos respondieron: “Quítenlo, no lo queremos, más bien crucifíquenlo, a fin de que sea destruida toda memoria suya”. ¡Oh, cuántas veces se repiten estas escenas! Entonces el Señor ha dicho a todos: “Ecce Homo”.
(6) Al decir esto sucedió un murmullo, una confusión, quién decía: “No lo quiero por Rey mío, quiero la riqueza, otro el placer, otro el honor, quién las dignidades y quién tantas otras cosas más. Con horror yo escuchaba estas voces y el Señor me ha dicho:
(7) “Has comprendido como nadie me quiere, sin embargo esto es nada, dirijámonos a la clase religiosa y veamos si me quieren”.
(8) Entonces me he encontrado en medio de sacerdotes, obispos, religiosas, consagrados; y Jesús con voz sonora ha repetido: “Ecce Homo”.
(9) Y aquellos decían: “Lo queremos, pero queremos también nuestra conveniencia”. Otros: “Lo queremos, pero junto con el interés”. Respondían otros: “Lo queremos pero unido a la estima, al honor, ¿qué hace un religioso sin estima?” Replicaban otros: “Lo queremos, pero unido a alguna satisfacción de criatura, ¿cómo se puede vivir solo y sin que nadie nos satisfaga?” Y algunos llegaban a querer al menos la satisfacción en el sacramento de la confesión. Pero solo, solo, casi ninguno lo quería, no faltando también que alguno no se ocupara de hecho de Jesucristo.
(10) Entonces todo afligido me ha dicho: “Hija mía, retirémonos, has visto cómo ninguno me quiere, o a lo más me quieren unido con alguna cosa que a ellos les agrada, Yo no me contento con esto, porque el verdadero reinar es cuando se reina solo”.
(11) Mientras esto decía me he encontrado en mí misma.
8-17 Noviembre 18, 1907 Una sombra de sí que deja …impide…
(1) Encontrándome en mi habitual estado ha venido el bendito Jesús, y en cuanto lo he visto he dicho: “Dulce vida mía, cómo me he hecho mala, me siento reducida en la nada, nada siento en mí, todo es vacío, sólo siento en mi interior un embeleso, y en este embeleso te espero a Ti, que me llenes, pero en vano espero este llenarme, más bien me siento regresar siempre en la nada”.
(2) Y Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿y tú te afliges porque te sientes reducida en la nada? Más bien te digo que por cuanto más la criatura se reduce en la nada, tanto más es llenada del Todo, y si fuera aun una sombra de sí que deja, esa sombra impide que Yo me pueda dar todo, todo al alma; y tu regresar siempre en la nada significa que vas perdiendo tu ser humano para readquirir el Divino”.
La DV no admite:
2-80 |
10-15,2 |
13-53,2 |
21-27,6 |
22-2 |
23-4 |
23-20,2 |
“ |
28-14,2 |
29-4,1 |
23-4 |
LA DV NO ADMITE:
BUENA SEÑAL:
11-27 No sintiendo más nada de tus mismos contentos y de la vida de tu corazón, vengo Yo mismo a gozar de tu contento y de tu misma vida
16-52 Febrero 28, 1924 Mira entonces cómo es necesario que nos rehagamos de nuestros derechos, que la criatura regrese a nuestro seno para recomenzar nuestros entretenimientos, pero debe retornar donde el hombre hizo comenzar nuestro dolor y vincularse con nudo indisoluble con nuestra Voluntad Eterna, debe dejar la suya para vivir de la Nuestra.
Por eso estoy trabajando en tu alma, tú sigue el trabajo de tu Jesús que quiere poner en corriente los dones, las gracias suspendidas que hay en mi Voluntad”.
*TERMINAMOS CON EL EJEMPLO DE JESÚS:
12-46 Mayo 20, 1918 “Hija mía, Yo no tengo deseos, afectos, sino que el todo está concentrado en mi Voluntad, mi Voluntad es todo en Mí. Desea quien no puede, pero Yo todo puedo; quisiera amar quien no tiene amor, pero en mi Voluntad está la plenitud, la fuente del verdadero amor, y siendo infinito, en un acto simple de mi Voluntad poseo todos los bienes, que desbordándose de mi Ser descienden para bien de todos. Si Yo tuviera deseos sería infeliz, me faltaría alguna cosa, pero Yo todo poseo, por eso soy feliz y hago felices a todos. Infinito significa poder todo, poseer todo, hacer felices a todos.
Vh:La criatura, porque es finita, no posee todo, ni puede abrazar todo, he aquí por qué contiene deseos, ansias, afectos, etc., que como tantos escalones puede servirse de ellos para subir al Creador y tomar en ella las cualidades divinas y llenarse tanto, hasta desbordarse para bien de los demás.
Vd: Si después el alma se concentra toda ella en mi Voluntad, perdiéndose toda en mi Querer, entonces no copiará mis cualidades, sino que de un solo sorbo me absorberá en sí, y
no tendrá más en ella deseos y afectos propios, sino sólo la Vida de mi Querer, que dominándola toda, le hará desaparecer todo y le hará reaparecer en todo mi Voluntad”.
+++FIAT+++
El que no se niegue a sí mismo, tome su cruz….y sígame….
MEDIOS PARA LLEGAR A LA NADA (REPASANDO)
REPOSO EN DIOS- SILENCIO!
RECIBIR DIVISA INDISPENSABLE – SU HUMANIDAD Y SU DIVINIDAD (traje de bodas)
DEJARSE SUMINISTRAR LO NECESARIO: (circunstancias- vida normal, sin cambiar de acción + mociones interior)
FIRMEZA
COLOCACIÓN INTERIOR: en mi nada, aprendiendo a ver todo sin velo, por la fe
TOMAR, TOMAR, TOMAR- (vivir a expensas…mi herencia…)
RETORNAR AL PRINCIPIO DE DONDE SALÍ, ese es mi puesto y VINCULARME para SEGUIR AL VERBO
REORDENARSE: fundiéndome, abandono, confianza que lleva
DESAPEGO: ojos fijos en la “mecha” de la vela para que no se apague
Hoy vamos a ver una manera muy positiva de llegar a nuestra nada. Con esta manera, todo lo anterior se va a dar por sí mismo:
11-49 Marzo 21, 1913 (2) ¡Es fácil! Tomar mucho “opio” J
“Hija mía, el opio del alma es mi Voluntad, mi opio es la voluntad del alma abandonada en la mía, unida al puro amor . Este opio que el alma me da tiene la virtud de que las espinas pierdan en Mí la virtud de pinchar, los clavos de perforar, las llagas de dar dolor, todo me calma y adormece, así que si tú me has dado el opio, ¿cómo quieres que te haga parte de mis penas? Si no las tengo para Mí menos para ti”.
(3) Y yo: “Ah Jesús, cómo te sabes salir, parece que quieres jugar y para no contentarme te zafas con esas palabras”.
4-40 Diciembre 23, 1900 Haciendo paradas
Delante a la Santidad de la Divina Voluntad, las pasiones no osan presentarse, y pierden por sí mismas la vida.
(1) Después de haber pasado largos días de silencio entre el bendito Jesús y yo, sentía un vacío en mi interior; y esta mañana al venir me ha dicho:
(2) “Amada mía, ¿qué cosa quieres decirme que tanto ansías hablar Conmigo?”
(3) Y yo avergonzándome toda he dicho: “Mi dulce Jesús, quiero decirte que ansío ardientemente el quererte a Ti y a tu Santo Querer, y si esto me concedes me harás totalmente feliz y contenta”. Y Él ha agregado:
(4) “Tú en una palabra has aferrado todo, pidiéndome lo más grande que hay en el Cielo y en la tierra, y Yo, en este Santo Querer deseo y quiero mayormente conformarte, y para hacer que te sea más dulce y gustoso mi Querer, ponte en el círculo de mi Voluntad y
observa en Ella sus diversas virtudes y cualidades, deteniéndote ahora en la Santidad de mi Querer, ahora en la bondad, ahora en la humildad, ahora en la belleza, ahora en la pacífica morada que produce mi Querer, y en estas paradas que hagas adquirirás siempre más nuevas e inauditas noticias de mi Santo Querer, y por eso quedarás tan atada y enamorada, que no saldrás nunca más de Él, y esto te traerá un gran provecho, porque estando tú en mi Voluntad no tendrás necesidad de combatir con tus pasiones y de estar siempre en armas contra ellas, pues mientras parece que mueren renacen nuevamente más fuertes y vivas, sino que sin combatir, sin estrépito, dulcemente se mueren, porque ante la Santidad de mi Voluntad las pasiones no se atreven a presentarse, y pierden por sí mismas la vida, y si el alma siente los movimientos de sus pasiones, es señal que no hace morada continua en los confines de mi Querer, que hace sus salidas, sus escapaditas a su propio querer, y está obligada a sentir la peste de la naturaleza corrupta. Mientras que si estás fija en mi Voluntad, estarás libre del todo y tu única ocupación será el amarme y ser amada por Mí”.
11-49 (4) Y Él: “No, no, es verdad, es exactamente así. Tengo necesidad de mucho opio, y te quiero tan abandonada en Mí que no te sienta más a ti misma, así que no reconoceré más quién eres tú, sino que solamente me reconoceré a Mí en ti, así que te diré que eres mi alma, mi carne, mis huesos. En estos tiempos tengo necesidad de mucho opio, porque si me despierto, en diluvio haré caer los flagelos”.
Jesús nos ayuda a reducirnos a la nada….:
(5) Y ha desaparecido. Poco después ha regresado y ha agregado: (y si el alma no quiere la DV, o la quiere a medias…)
(6) “Hija mía, muchas veces sucede a las almas lo que sucede en el aire: El aire, por los hedores que exhala la tierra se ensucia y se siente un aire pesado, oprimente y nauseante, de modo que son necesarios los vientos para limpiar el aire, de manera que purificado el aire se respira después un vientecillo finísimo, que se estaría a boca abierta para respirar este aire purificado. Todo esto sucede en las almas, muchas veces la complacencia, la estima propia, el yo y todo lo que es humano ensucian el aire del alma, y Yo me veo obligado a mandarles el viento de la frialdad, el viento de la tentación, de la aridez, de la calumnia, de modo que estos vientos limpian el aire del alma y la purifican, la reducen a la nada, y la nada abre la puerta al Todo, a Dios, y el Todo hace soplar tantos vientecillos perfumados, de modo que a boca abierta toma este aire y la deja toda santificada”.
30-1 Noviembre 4, 1931 Con confianza ilimitada
Mi pequeña hija, por cuanto más abandonada estés en Mí, tanto más sentirás mi Vida en ti, y Yo tomaré el puesto de vida primaria en tu alma. Debes saber que la verdadera confianza en Mí forma los brazos del alma, y los pies para subir hasta Mí y estrecharme tan fuerte, de no poderme separar de ella, por lo tanto quien no tiene confianza no tiene brazos ni pies, así que es una pobre lisiada, por eso tu confianza será tu victoria sobre Mí, y Yo te tendré estrechada en mis brazos, pegada a mi pecho para darte la leche continua de mi Divina Voluntad.
Y del abandono nos vamos al desapego:
2-20 Mayo 7, 1899 Desapego
“Hija mía, ¿qué será de tantas obras, aun buenas, hechas sin recta intención, por costumbre y con fines de interés? ¿Cuál no será su vergüenza en el día del juicio, al ver tantas obras buenas en sí mismas, pero marchitas por su intención, que en vez de darles honor como a tantos otros, las mismas acciones les producirán vergüenza? Porque no son las obras grandes lo que miro, sino la intención con la cual se hacen, aquí está toda mi atención”.
Por un rato Jesús ha hecho silencio y yo pensaba en las palabras que había dicho, y mientras las estaba rumiando en mi mente, especialmente sobre la pureza de intención y cómo haciendo el bien a las criaturas, las mismas criaturas deben desaparecer, haciendo una a la criatura con el mismo Señor, y hacer como si las criaturas no existieran, Jesús ha vuelto a hablar diciéndome:
“No obstante así es. Mira, mi corazón es grandísimo, pero la puerta es estrechísima, ninguno puede llenar el vacío de este corazón, sino sólo las almas desapegadas, desnudas y simples, porque como tú ves, siendo la puerta pequeña, cualquier impedimento, aun mínimo, es decir, *** una sombra de apego, de intención errónea, una obra sin el fin de agradarme, impide que entren a deleitarse en mi corazón***. El amor del prójimo mucho le agrada a mi corazón, pero debe estar tan unido al mío, que debe formar uno solo, sin poderse distinguir uno del otro; pero aquel otro amor al prójimo que no está transformado en mi amor, Yo no lo miro como cosa que me pertenezca”.
– Hrª del rey riquísimo y la vela- ilustra la mejor manera de desapegarse de ¡todo!
24-20 Junio 12, 1928
“Hija mía, mi Voluntad lo puede todo, y así como de la nada hizo al hombre, así puede de sus miserias sacar al nuevo hombre, y sin cambiar sistema de como lo creamos, dejándole su libre arbitrio usaremos otra industria amorosa, la luz de nuestra Voluntad hará vibrar más fuerte sus rayos brillantísimos, se acercará en modo de mirar a la cara a la voluntad humana, la cual recibirá el encanto de una luz penetrante, que deslumbrándola dulcemente la atrae a sí, y ésta, atraída por una luz tan resplandeciente y de rara belleza, tendrá deseos de ver qué cosa hay de bello en aquella luz, con mirar sufrirá el encanto, se sentirá feliz y amará, no forzada, sino espontánea el vivir en nuestra Voluntad. (ESTO SON LOS CONOCIMIENTOS)
29-41 Octubre 8, 1931 Colocar una intención (LA ÚNICA VÁLIDA) en/a cada acto
(4) “Hija mía, un acto, una oración, un pensamiento, un afecto, una palabra, para ser aceptos, perfectos, ordenados, completos, deben elevarse a la misma finalidad querida por Dios mismo. Porque conforme la criatura en su acto se eleva a la finalidad querida por el Ente Supremo, abraza el principio y toma en su acto la finalidad con que Dios la ha creado, Dios y la criatura se dan la mano y quieren y hacen la misma cosa; con hacer esto entra en el acto de la criatura el orden divino, el acto divino, y la misma finalidad con la cual Dios quiere que se haga aquel acto. Entonces, entrando la finalidad divina, el acto por sí mismo se vuelve completo, santo, perfecto y todo ordenado. Tal como es el autor de la finalidad de aquel acto, tal se vuelve el acto; en cambio si la criatura no se eleva a la finalidad querida por Dios en su acto, desciende del principio de su creación y no sentirá la vida del acto divino en el suyo, quizá hará muchos actos, pero incompletos, imperfectos, desordenados; serán como actos extraviados de la finalidad de su Creador. Por eso la cosa que más nos agrada es ver nuestra misma finalidad en el acto de la criatura; se puede decir que ella continúa nuestra Vida sobre la tierra, y nuestra Voluntad obrante en sus actos, palabras, y en todo”.
Esta era tu voluntad….
Ejemplo: si yo digo, es mi voluntad que todo lo que haga hoy te ofenda….así será por la intención. Si es al contrario, con La DV…dice Jesús….”porque esta era tu voluntad”.
11-132 Octubre 2, 1916 (2) “¡Hija mía, cómo estoy contento de que hayas venido a recibirme unida con mi Humanidad, mi Divinidad y mi Voluntad! Me has renovado todo el contento que sentí al recibirme en comunión a Mí mismo, y mientras tú me besabas y me abrazabas, estando en ti todo Yo mismo, contenías todas las criaturas, y Yo sentía darme el beso de todas, los abrazos de todas, porque ésta era tu voluntad, igual que fue la mía al recibirme en la
comunión, rehacer al Padre por todo el amor de las criaturas y a pesar de que muchos no lo amarían, y el Padre se rehacía en Mí del amor de todas las criaturas, y Yo me rehago en ti del amor de todas las criaturas,…..
ATENTOS
TODA ATENCIÓN!
36-1, 4 Abril 12, 1938 En nuestra Voluntad la vista es larga y ella es toda atención, toda ojos para ver qué cosa queremos y cómo puede amarnos de más”.
36-10, 4 Mayo 19, 1938 …. te hago sentir todo esto a fin de que tú me ames de más y uses Conmigo aquella misma ternura que uso Yo contigo, para tenerme custodiado y con un celo de amor, por el cual tú seas toda ojo, toda atención para darme tu vida a cada instante para amarme, para volverme feliz y contento en tu alma, como Yo te vuelvo contenta y feliz en mi corazón. El amor quiere reciprocidad; si ama y no es amado siente la infelicidad, la amargura por quien lo debería amar y no lo ama. Por eso ámame siempre, y si quieres amarme de verdad, ámame en mi Querer, en el cual encontrarás el amor que no cesa jamás, y me formarás cadenas tan grandes de amor, de llegar a aprisionarme, de modo tal que no sabré desaprisionarme de tu amor”.
6-71 Septiembre 13, 1904 (2) “Hija mía, cuando un alma me ha dado su voluntad, no es dueña de hacer más lo que le place, de otra manera no sería verdadera donación. Mientras que la verdadera donación es tener sacrificada continuamente la propia voluntad a Aquél que le fue donada, y esto es un martirio de atención continua que el alma hace a Dios. ¿Qué dirías tú de un mártir que hoy se ofrece a sufrir cualquier tipo de penas, y mañana se retira? Dirías que no tenía verdadera disposición al martirio, y que un día u otro terminará por renegar de la fe. Lo mismo digo Yo al alma que no me deja hacer de su voluntad lo que me place, y ahora me la da y luego me la quita, y le digo: ‘Hija, no estás dispuesta a sacrificarte y martirizarte por Mí, porque el verdadero martirio consiste en la continuación, podrás decirte resignada, uniformada, pero no mártir, y un día u otro podrás terminarla retirándote de Mí, haciendo un juego de niños de todo”. Por eso está atenta y dame la plena libertad de hacer contigo según el modo que más me plazca”.
31-25 Enero 22, 1933 Así hacemos Nosotros, más aún, cuando la vemos toda atención, pronta a cualquier sacrificio, Nosotros no la dejamos sola, sino que trabajamos junto, le prestamos todo lo que se necesita, Voluntad, santidad, nuestros actos, todo, para tener el contento de ver a nuestra hija poseedora de muchas propiedades”.
17-27 Enero 4, 1925 Mira entonces qué significa vivir, fundirse en mi Voluntad: ‘Ser el mártir continuado de mi Voluntad Suprema.’ ¿Y a ti te parece poco y cosa de nada?”
Este vacío, nada, incluso de pecado:
8-3 Julio 1, 1907 En la Divina Voluntad se olvidan los pecados.
- Estaba leyendo de una santa que siempre pensaba en las propias culpas, y que pedía a Dios dolor y perdón. Y yo en mi interior decía: “Señor, qué diferencia entre esta santa y yo, yo nunca pienso en los pecados, y ella que siempre piensa en ellos, se ve que me he equivocado”. En ese instante lo he sentido moverse en mi interior y se hizo como un relámpago de luz en mi mente, y oí que me decían:
(2) “Necia, necia que eres, ¿no quieres entenderlo? ¿cuándo mi Voluntad ha producido pecados, imperfecciones? Mi Voluntad es siempre santa, y quien vive en Ella queda ya santificado, y goza, se alimenta y piensa en todo lo que mi Voluntad contiene, y aunque en el pasado haya cometido pecados, encontrándose en la belleza, en la santidad, en la inmensidad de los bienes que contiene mi Voluntad, olvida lo feo de su pasado y se recuerda sólo del presente, con la condición de que no salga de mi Querer; pero si llegara a salir, regresando al propio ser, no es de asombrarse que recuerde pecados y miserias. Ten presente en tu mente que en mi Voluntad no entran ni pueden entrar estos pensamientos de pecados y de sí misma, y si el alma los siente significa que no es estable ni está fija dentro de Mí, sino que se da sus escapadas”.
15-24, 2 «Dime amor mío, ¿en qué te he ofendido que huyes lejos de mí? ¡Ah! mi corazón sangra por la intensidad del dolor».
(3) Y Jesús: «¿Te has sustraído acaso de mi Voluntad?”
(4) Y yo: «No, no, el Cielo me libre de tal desgracia».
(5) Y Él: «¿Y por qué entonces me preguntas en qué me has ofendido? La culpa entra cuando el alma se sustrae de mi Voluntad. ¡Ah! hija mía, para tomar plena posesión de mi Voluntad debes concentrar en ti todos los estados de ánimo de todas las criaturas, y conforme pases un estado de ánimo, así tomas el dominio.
(San Jerónimo…por Navidad…darle todo, hasta los pecados)
ENTONCES, ¿A MEDIAS CON LA DV? PUES NI UNA SOMBRA QUE DEJA DE SÍ…
“Tú no eres otra cosa que una sombra, que mientras quieres tomarla te huye, tú eres nada”. Vol. 1
RAZONES PARA NO LLEGAR A LA NADA:
11-57 Agosto 20, 1913 Quiero retener para mí…
Hija mía, en mi Voluntad están todos los bienes posibles, y el alma que vive en Ella es necesario que esté con confianza obrando junto Conmigo como dueña. Todo esperan las criaturas de esta alma, y si no lo tienen se sienten defraudadas; ¿y cómo puede dar si no está con toda confianza obrando junto Conmigo? Por eso al alma que vive en mi Voluntad le es necesaria la confianza para dar, la simplicidad para comunicarse a todos, con el desinterés de sí para poder vivir toda para Mí y para el prójimo. Tal soy Yo”.
(3) Luego ha agregado: “Hija mía, a quien en verdad hace mi Voluntad le sucede como al árbol injertado, que la fuerza del injerto tiene virtud de hacer destruir la vida del árbol que recibe el injerto, así que no más los frutos, las hojas del primer árbol se ven, sino los del injerto, y si el primer árbol dijera al injerto, “quiero retener para mí al menos una pequeña ramita para poder dar también yo algún fruto para poder hacer conocer a todos que yo existo aún”, el injerto le respondería: “Tú no tienes ya razón de existir, después de que te has sometido a recibir mi injerto la vida será toda mía”. Así el alma que hace mi Voluntad puede decir: “Mi vida ha terminado, no más mis obras saldrán de mí, mis pensamientos, mis palabras, sino las obras, los pensamientos, las palabras de Aquél cuya Voluntad es mi vida
4-181 Marzo 6, 1903 Los religiosos
- “¿Quieres que vayamos a ver si las criaturas me quieren?”
(3) Y yo: “Seguro que te querrán; siendo Tú el Ser más amable, ¿quién tendrá la osadía de no quererte?”
(4) Y Él: “Vayamos y después verás lo que harán”.
(5) Nos hemos ido, y cuando llegamos a un punto donde había mucha gente, a sacado su cabeza de dentro de mi interior y ha dicho aquellas palabras que dijo Pilatos cuando lo mostró al pueblo: “Ecce Homo”. Y comprendía que aquellas palabras significaban si querían que el Señor reinase como su Rey, y tuviese el dominio en sus corazones, en las mentes, y obras; y aquellos respondieron: “Quítenlo, no lo queremos, más bien crucifíquenlo, a fin de que sea destruida toda memoria suya”. ¡Oh, cuántas veces se repiten estas escenas! Entonces el Señor ha dicho a todos: “Ecce Homo”.
(6) Al decir esto sucedió un murmullo, una confusión, quién decía: “No lo quiero por Rey mío, quiero la riqueza, otro el placer, otro el honor, quién las dignidades y quién tantas otras cosas más. Con horror yo escuchaba estas voces y el Señor me ha dicho:
(7) “Has comprendido como nadie me quiere, sin embargo esto es nada, dirijámonos a la clase religiosa y veamos si me quieren”.
(8) Entonces me he encontrado en medio de sacerdotes, obispos, religiosas, consagrados; y Jesús con voz sonora ha repetido: “Ecce Homo”.
(9) Y aquellos decían: “Lo queremos, pero queremos también nuestra conveniencia”. Otros: “Lo queremos, pero junto con el interés”. Respondían otros: “Lo queremos pero unido a la estima, al honor, ¿qué hace un religioso sin estima?” Replicaban otros: “Lo queremos, pero unido a alguna satisfacción de criatura, ¿cómo se puede vivir solo y sin que nadie nos satisfaga?” Y algunos llegaban a querer al menos la satisfacción en el sacramento de la confesión. Pero solo, solo, casi ninguno lo quería, no faltando también que alguno no se ocupara de hecho de Jesucristo.
(10) Entonces todo afligido me ha dicho: “Hija mía, retirémonos, has visto cómo ninguno me quiere, o a lo más me quieren unido con alguna cosa que a ellos les agrada, Yo no me contento con esto, porque el verdadero reinar es cuando se reina solo”.
(11) Mientras esto decía me he encontrado en mí misma.
Visión de Luisa de un sacerdote con un velo que lo cubre:
(6) “El vestido plateado que le ves es su pureza en el obrar, y el velo negro es porque mezcla de lo humano, y esto de humano que mezcla es como velo que cubriéndole la luz de la verdad que le resplandece en la mente, lo hace obrar algunas veces con temor, o bien para contentar a algún otro, y no según la verdad que mi Gracia le hace resplandecer en su mente”.
(7) Y yo: “Señor, escúchalo y concédele lo que me ha dicho, pues es cosa que concierne tanto a tu Gloria”.
(8) Y Él: “El contemporizar, a un alma indecisa, da tiempo y lugar a los enemigos de hacerle la guerra; mientras que no dando tiempo y mostrándose resuelto e irremovible se cierran las puertas a los enemigos, y se tiene el bien de no exponerse ni siquiera a la disputa, así que si quiere llegar pronto al fin, éstos son los medios, y Yo estaré con Él y saldrá victorioso; y después, los mismos que ahora le son contrarios le serán más favorables y lo admirarán más al ver que destruyó sus consideraciones humanas”.
8-17 Noviembre 18, 1907 Una sombra de sí que deja …impide…
Encontrándome en mi habitual estado ha venido el bendito Jesús, y en cuanto lo he visto he dicho: “Dulce vida mía, cómo me he hecho mala, me siento reducida en la nada, nada siento en mí, todo es vacío, sólo siento en mi interior un embeleso, y en este embeleso te espero a Ti, que me llenes, pero en vano espero este llenarme, más bien me siento regresar siempre en la nada”.
(2) Y Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿y tú te afliges porque te sientes reducida en la nada? Más bien te digo que por cuanto más la criatura se reduce en la nada, tanto más es llenada del Todo, y si fuera aun una sombra de sí que deja, esa sombra impide que Yo me pueda dar todo, todo al alma; y tu regresar siempre en la nada significa que vas perdiendo tu ser humano para readquirir el Divino”.
(ampliar esto de que Jesús no admite nada de lo humano en la pestaña que pone NO ADMITE. Ahí hay lecturas)
Ejemplo de Luisa de lo único que ocurre cuando ya no queda nada más que hacer:
11-55 Junio 12, 1913 (1) Mientras rezaba estaba uniendo mi mente a la de Jesús, mis ojos a los de Jesús, y así de todo lo demás, tratando de hacer lo que hacía Jesús con su mente, con sus ojos, con su boca, con su corazón, y así de todo de todo lo demás, y como parecía que la mente de Jesús, sus ojos, etc., se difundían para bien de todos, así parecía que yo uniéndome y ensimismándome con Jesús me difundía también para bien de todos. Entonces pensaba entre mí:
“¿Qué meditación es ésta? ¿Qué oración? ¡Ah, no soy buena para nada, no sé ni siquiera meditar nada!”
Pero mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, ¿cómo es que te afliges por esto? En vez de afligirte deberías alegrarte, porque cuando tú meditabas y tantas bellas reflexiones surgían en tu mente, tú no hacías otra cosa que tomar de Mí parte de mis cualidades y de mis virtudes; ahora, habiéndote quedado sólo el poder unirte y ensimismarte a Mí, tomas de Mí todo, y no siendo buena para nada, Conmigo eres buena para todo….
Los frutos:
Además, con unirse y ensimismarse Conmigo, se une con mi mente, y así tantas vidas de pensamientos santos produce en las mentes de las criaturas; conforme se une con mis ojos, así produce en las criaturas tantas vidas de miradas santas; así si se une con mi boca dará vida a las palabras; si se une a mi corazón, a mis deseos, a mis manos, a mis pasos, así a cada latido dará una vida, vida a los deseos, a las acciones, a los pasos, pero vidas santas, porque conteniendo en Mí la potencia creadora, junto Conmigo el alma crea y hace lo que hago Yo. Ahora, esta unión Conmigo, parte por parte, mente por mente, corazón por corazón, etc., produce en ti, en grado más alto, la Vida de mi Voluntad y de mi Amor….
13-53 Enero 20, 1922 Escucha hija mía, quiero que dejes todo a un lado, tu misión es grandísima, y más que el decir es el hacer lo que espero de ti, quiero que toda tú estés en continuo acto en mi Querer…«
¿Qué cosa es esto? Y no lo dice: ‘no quiero que pienses’, sino le dice: «quiero el paseo continuo de tus pensamientos en mi Querer».
Esta actitud la podemos tener porque todos pensamos, ¿qué nos cuesta – si ya de por sí pensamos, bueno, por nosotros pensamos -qué nos cuesta hacer que nuestros pensamientos continuos, que todos tenemos, se paseen en el Querer Divino,tomen lugar en el Querer Divino? ¿Qué necesitamos para esto?
Tres cosas: primera, pensar; y segunda, quererlo ;Tercero tener la voluntad fundida con Dios para que nuestro querer, es decir, nuestro pensar, corra en el Querer Divino.:
¿Ven? Esta es una actitud práctica. Y tenemos que tener esta intención: todos estos pensamientos que estamos teniendo, desde el principio de la charla podríamos haber dicho: ‘quiero que todos mis pensamientos vuelen en el Querer Divino y se hagan uno con los pensamientos de todos y quiero llevar al Padre Celestial la gloria de todos los pensamientos, como si todos hubieran sido hechos en la Voluntad de Dios.
‘Y Dios recibe la gloria, porque la Voluntad de Dios es capaz de hacer esto, lo que la voluntad humana no es capaz de hacer, la Voluntad Divina sí lo puede hacer, todo está en entrar dentro de esa Voluntad Divina y tomar esos modos divinos y esas formas y posibilidades y capacidades – por así decir – que tiene y que posee la Voluntad Divina.
Una de las cualidades del obrar de la Voluntad Divina es: de un solo acto, multiplicar tantos, por cuantos se quiere.
Entonces, «quiero el paseo de tus pensamientos en mi Querer para que hagan el siguiente oficio: para que paseando por todas las inteligencias humanas, extiendas el manto de mi Querer sobre todas las mentes creadas y elevándote hasta el Trono del Eterno ofrezcas todos los pensamientos humanos de todos los tiempos, sellados con el Honor y la Gloria de mi Voluntad. Después, extiende el manto de mi Querer sobre todas las miradas humanas, sobre todas las palabras, etcétera.»
Como ven, esta actitud del alma de hacer estas cosas en el Divino Querer, la puede tener mientras va manejando el coche, mientras está barriendo la casa, mientras está atendiendo a la cama…
Esto es olvidarse de sí mismo y Vivir en el Querer Divino, porque si estás tendiendo la cama o barriendo y estás pensando en quién sabe qué cosas, no estás haciendo que todo tú o toda tú estés en acto en el Querer Divino,
porque estás distraído y sin la intención; si tú tienes esa intención y tú haces todo lo posible por tener esta actividad interior eso es lo que te da la Vida en el Querer Divino.
Como ven, este Vivir en la Divina Voluntad está en el interior. porque se puede ejercer
En la Santidad de Vivir en la Divina Voluntad no les va a dar tiempo para estar criticando a otra persona, porque están ocupados en hacer volar sus pensamientos en el Querer Divino, y en este sentido están muriendo a sí mismas y a sus propios pensamientos y están resurgiendo en la Vida del Querer Divino
“quiero que toda tú estés en continuo acto en mi Querer”
La santidad en la criatura como se forma:
32-14 Junio 15, 1933… pero si se quita el velo del querer humano se encuentra encerrada la Virtud obrante de la acción divina, y esto forma la santidad de la criatura, no la diversidad de las acciones, no las obras que hacen rumor, no, sino la vida común…
las acciones necesarias de la vida, de las cuales la criatura no puede prescindir, todas son velos que pueden esconder nuestra Voluntad, y hacerse campo donde Dios mismo se abaja para hacerse actor escondido de sus acciones divinas. Y así como el cuerpo vela al alma, así la voluntad vela a Dios, lo esconde y forma por medio de sus acciones ordinarias la cadena de las acciones extraordinarias de Dios en su alma. Por eso sé atenta, llama en todo lo que haces a mi Voluntad, y Ella no te negará jamás su acto, para formar en ti, por cuanto a criatura es posible, la plenitud de su santidad”.
BUENA SEÑAL
11-27 No sintiendo más nada de tus mismos contentos y de la vida de tu corazón, vengo Yo mismo a gozar de tu contento y de tu misma vida
16-52 Febrero 28, 1924
Por eso estoy trabajando en tu alma, tú sigue el trabajo de tu Jesús que quiere poner en corriente los dones, las gracias suspendidas que hay en mi Voluntad”.
*TERMINAMOS CON EL EJEMPLO DE JESÚS:
12-46 Mayo 20, 1918 “Hija mía, Yo no tengo deseos, afectos, sino que el todo está concentrado en mi Voluntad,….
no tendrá más en ella deseos y afectos propios, sino sólo la Vida de mi Querer, que dominándola toda, le hará desaparecer todo y le hará reaparecer en todo mi Voluntad”.
***sean felices en su nada***
+++FIAT+++
2 marzo 2021, La nada- listos para construir la casa….. |
Vimos el como llegar a la nada:
REPOSO EN DIOS- SILENCIO!
RECIBIR DIVISA INDISPENSABLE – SU HUMANIDAD Y SU DIVINIDAD (traje de bodas)
DEJARSE SUMINISTRAR LO NECESARIO: (circunstancias- vida normal, sin cambiar de acción + mociones interior)
FIRMEZA
COLOCACIÓN INTERIOR: en mi nada, aprendiendo a ver todo sin velo, por la fe
TOMAR, TOMAR, TOMAR- (vivir a expensas…mi herencia…)
RETORNAR AL PRINCIPIO DE DONDE SALÍ, ese es mi puesto y VINCULARME para SEGUIR AL VERBO
REORDENARSE: fundiéndome, abandono, confianza que lleva
DESAPEGO: ojos fijos en la “mecha” de la vela para que no se apague
¡Es fácil! Tomar mucho “opio” J “Hija mía, el opio del alma es mi Voluntad
HACIENDO PARADAS …»tan atada y enamorada, que no saldrás nunca más de Él, no tendrás necesidad de combatir…»
ABANDONA EN DIOS «te quiero tan abandonada en Mí que no te sienta más a ti misma»
CONFIANZA… ilimitada «tu confianza será tu victoria sobre Mí, y Yo te tendré estrechada en mis brazos, pegada a mi pecho para darte la leche continua de mi Divina Voluntad»
DESAPEGADAS. «mi Corazón es grandísimo, pero la puerta es estrechísima, ninguno puede llenar el vacío de este corazón, sino sólo las almas desapegadas, desnudas y simples. ,… una sombra de apego, de intención errónea, una obra sin el fin de agradarme, impide que entren a deleitarse en mi corazón..hasta el amor al prójimo, en Dios
INTENCIÓN CORRECTA «una oración, un pensamiento, un afecto, una palabra, para ser aceptos, perfectos, ordenados, completos, deben elevarse a la misma finalidad querida por Dios mismo… Entonces, entrando la finalidad divina, el acto por sí mismo se vuelve completo, santo, perfecto y todo ordenado… eso la cosa que más nos agrada es ver nuestra misma finalidad en el acto de la criatura. (por el simple hecho de querer que así sea -la intención de dar vida en todo a la DV- «Esta era tu voluntad…») 11-132 Octubre 2, 1916 (2) “¡Hija mía, cómo estoy contento de que hayas venido a recibirme unida con mi Humanidad, mi Divinidad y mi Voluntad! Me has renovado todo el contento que sentí al recibirme en comunión a Mí mismo, y mientras tú me besabas y me abrazabas, estando en ti todo Yo mismo, contenías todas las criaturas, y Yo sentía darme el beso de todas, los abrazos de todas, porque ésta era tu voluntad, igual que fue la mía al recibirme en la comunión, rehacer al Padre por todo el amor de las criaturas y a pesar de que muchos no lo amarían, y el Padre se rehacía en Mí del amor de todas las criaturas, y Yo me rehago en ti del amor de todas las criaturas,…..
CONOCIMIENTOS…»que deslumbrándola dulcemente la atrae a sí, y ésta, atraída por una luz tan resplandeciente y de rara belleza, tendrá deseos de ver qué cosa hay de bello en aquella luz, con mirar sufrirá el encanto, se sentirá feliz y amará, no forzada, sino espontánea el vivir en nuestra Voluntad»
Jesús nos ayuda a reducirnos a la nada….:
Yo me veo obligado a mandarles el viento de la frialdad, el viento de la tentación, de la aridez, de la calumnia, de modo que estos vientos limpian el aire del alma y la purifican, la reducen a la nada, y la nada abre la puerta al Todo, a Dios…..
ATENTOS
36-10, 4 Mayo 19, 1938 …. seas toda ojo, toda atención para darme tu vida a cada instante… ámame en mi Querer
6-71 Septiembre 13, 1904 (2) está atenta y dame la plena libertad de hacer contigo según el modo que más me plazca”.
31-25 Enero 22, 1933 Así hacemos Nosotros, más aún, cuando la vemos toda atención, pronta a cualquier sacrificio, Nosotros no la dejamos sola, sino que trabajamos junto, le prestamos todo lo que se necesita, Voluntad, santidad, nuestros actos, todo, para tener el contento de ver a nuestra hija poseedora de muchas propiedades”.
RAZONES PARA NO LLEGAR A LA NADA:
11-57 Agosto 20, 1913 «quiero retener para mí al menos una pequeña ramita para poder dar también yo algún fruto para poder hacer conocer a todos que yo existo aún…Así el alma que hace mi Voluntad puede decir: “Mi vida ha terminado, no más mis obras saldrán de mí, mis pensamientos, mis palabras, sino las obras, los pensamientos, las palabras de Aquél cuya Voluntad es mi vida»
Continuamos hoy donde lo dejamos: ———————————
Esta nada es nada, ni siquiera el pecado. Nuestro pasado ha quedado asumido por Jesús. La vida en la DV no admite pecados. Cometerlos a sabiendas sería salirse y señal de una decisión firme. En ese caso, perdón, confesión.
Este vacío, nada, incluso de pecado:
8-3 Julio 1, 1907 En la Divina Voluntad se olvidan los pecados.
- Estaba leyendo de una santa que siempre pensaba en las propias culpas, y que pedía a Dios dolor y perdón. Y yo en mi interior decía: “Señor, qué diferencia entre esta santa y yo, yo nunca pienso en los pecados, y ella que siempre piensa en ellos, se ve que me he equivocado”. En ese instante lo he sentido moverse en mi interior y se hizo como un relámpago de luz en mi mente, y oí que me decían:
(2) “Necia, necia que eres, ¿no quieres entenderlo? ¿cuándo mi Voluntad ha producido pecados, imperfecciones? Mi Voluntad es siempre santa, y quien vive en Ella queda ya santificado, y goza, se alimenta y piensa en todo lo que mi Voluntad contiene, y aunque en el pasado haya cometido pecados, encontrándose en la belleza, en la santidad, en la inmensidad de los bienes que contiene mi Voluntad, olvida lo feo de su pasado y se recuerda sólo del presente, con la condición de que no salga de mi Querer; pero si llegara a salir, regresando al propio ser, no es de asombrarse que recuerde pecados y miserias. Ten presente en tu mente que en mi Voluntad no entran ni pueden entrar estos pensamientos de pecados y de sí misma, y si el alma los siente significa que no es estable ni está fija dentro de Mí, sino que se da sus escapadas”.
15-24, 2 «Dime amor mío, ¿en qué te he ofendido que huyes lejos de mí? ¡Ah! mi corazón sangra por la intensidad del dolor».
(3) Y Jesús: «¿Te has sustraído acaso de mi Voluntad?”
(4) Y yo: «No, no, el Cielo me libre de tal desgracia».
(5) Y Él: «¿Y por qué entonces me preguntas en qué me has ofendido? La culpa entra cuando el alma se sustrae de mi Voluntad. ¡Ah! hija mía, para tomar plena posesión de mi Voluntad debes concentrar en ti todos los estados de ánimo de todas las criaturas, y conforme pases un estado de ánimo, así tomas el dominio.
Pecado???
11-75 Abril 10, 1914 (5) Después ha continuado: “El amor
tiene sus ansias, sus deseos, sus ardores, sus inquietudes; mi Voluntad es
reposo perpetuo, ¿y sabes por qué?….,mi Voluntad obra en un acto simple,
dando el alma toda la actitud de la obra a mi Voluntad, y mientras mi Voluntad
obra el alma reposa, por lo tanto, no obrando el alma sino mi Voluntad en ella,
no hay ansias ni inquietudes, y está libre de cualquier imperfección”.
(San Jerónimo…por Navidad…darle todo, hasta los pecados)
———————————-actividad del vivir desde la nada EN la DV———————–
Ejemplo de Luisa de lo único que ocurre cuando ya no queda nada más que hacer:
11-55 Junio 12, 1913 (1) Mientras rezaba estaba uniendo mi mente a la de Jesús, mis ojos a los de Jesús, y así de todo lo demás, tratando de hacer lo que hacía Jesús con su mente, con sus ojos, con su boca, con su corazón, y así de todo de todo lo demás, y como parecía que la mente de Jesús, sus ojos, etc., se difundían para bien de todos, así parecía que yo uniéndome y ensimismándome con Jesús me difundía también para bien de todos. Entonces pensaba entre mí:
“¿Qué meditación es ésta? ¿Qué oración? ¡Ah, no soy buena para nada, no sé ni siquiera meditar nada!”
Pero mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, ¿cómo es que te afliges por esto? En vez de afligirte deberías alegrarte, porque cuando tú meditabas y tantas bellas reflexiones surgían en tu mente, tú no hacías otra cosa que tomar de Mí parte de mis cualidades y de mis virtudes; ahora, habiéndote quedado sólo el poder unirte y ensimismarte a Mí, tomas de Mí todo, y no siendo buena para nada, Conmigo eres buena para todo….
HABIENDO ABARCADO TANTAS MARAVILLAS, ESTAMOS EN EL PUNTO IDEAL: SÓLO TENEMOS UN DESEO
Y ahora, sí, la casa ya “podemos” construirla:
2-43 Junio 25, 1899 La FE
Quiero que la fe te inunde por todas partes, como aquellas barcas que son inundadas por las aguas del mar, y como la fe soy Yo mismo, siendo inundado por Mí, que todo poseo, puedo y doy libremente a quien en Mí confía, sin que tú pienses en lo que vendrá, y al cuándo y el cómo y qué harás, Yo mismo, según tus necesidades me prestaré a socorrerte”.
Después ha agregado: “Si te ejercitas en esta fe, casi nadando en ella, en recompensa te infundiré en el corazón tres gozos espirituales:
El primero, que penetrarás las cosas de Dios con claridad y al hacer cosas santas te sentirás inundado por una alegría, por un gozo tal, que te sentirás como empapado, y esto es la unción de mi gracia.
El segundo es un fastidio de las cosas terrenas y sentirás en tu corazón alegría por las cosas celestiales.
El tercero es un desapego total de todo, y en donde antes sentías inclinación, sentirás un fastidio, como desde hace tiempo lo estoy infundiendo en tu corazón, y tú ya lo estás experimentando. Y por esto tu corazón será inundado por la alegría que gozan las almas totalmente desapegadas, que tienen su corazón tan inundado de mi amor, que de las cosas que las rodean externamente no reciben ninguna impresión”.
Humildad vs. Nada:
3-28 Enero 12, 1900 Sólo Jesús puede llamarse el único verdaderamente humilde
- (1) Encontrándome en mi habitual estado, mi amable Jesús ha venido en un estado que daba compasión. Tenía las manos atadas fuertemente y el rostro cubierto de salivazos, y algunas personas lo abofeteaban horriblemente, y Él permanecía quieto, plácido, sin hacer ni un movimiento ni emitir un lamento, ni siquiera un movimiento de pestañas, para demostrar que Él quería sufrir estos ultrajes, y esto no sólo externamente, sino también internamente. ¡Qué espectáculo tan conmovedor, de hacer despedazar los corazones más duros! ¡Cuántas cosas decía aquel rostro con los salivazos en él, ensuciado de fango! Yo me sentía horrorizar, temblaba, me veía toda soberbia delante de Jesús. Mientras estaba en este aspecto, Él me ha dicho:
(2) “Hija mía, sólo los pequeños se dejan manejar como se quiere, no aquellos que son pequeños de razón humana, sino aquellos que son pequeños pero llenos de razón divina. Sólo Yo puedo decir que soy humilde, porque en el hombre lo que se dice humildad, más bien se debe decir conocimiento de sí mismo, y quien no se conoce a sí mismo camina ya en la falsedad”.
(3) Durante algunos minutos Jesús hizo silencio y yo lo contemplaba. Mientras esto hacía he visto una mano que traía una luz, que hurgando en mi interior, en los más íntimos escondites, quería ver si había en mí el conocimiento de mí misma y el amor a las humillaciones, a las confusiones y a los oprobios; aquella luz encontraba un vacío en mi interior, y yo también veía que debía ser llenado con humillaciones y confusiones a ejemplo del bendito Jesús. ¡Oh, cuántas cosas me hacía comprender aquella luz y aquel rostro santo que estaba frente a mí! Decía entre mí: “Un Dios, humillado por amor mío, confundido, y yo, pecadora, sin estas divisas. Un Dios estable, firme en soportar tantas injurias, tanto que no se mueve ni un poquito para liberarse de esos escupitajos fétidos, –
¡ah! me parece ver su interior ante la Divinidad y el exterior ante los hombres – sin embargo, si quiere lo puede hacer, porque no son las cadenas las que lo atan, sino su estable Voluntad, que a cualquier costo quiere salvar al género humano. ¿Y yo? ¿Y yo?
- ¿Dónde están mis humillaciones, dónde la firmeza, la constancia en el hacer el bien por amor de mi Jesús y por amor de mi prójimo? ¡Ay, qué diferentes víctimas somos yo y Jesús, porque de hecho no nos parecemos en nada!” Mientras mi pequeño cerebro se perdía en esto, mi adorable Jesús me ha dicho:
- (4) “Mi Humanidad estuvo llena solamente de oprobios y humillaciones, tanto, de derramarse fuera, he aquí por qué ante mis virtudes tiembla el Cielo y la tierra, y las almas que me aman se sirven de mi Humanidad como escalera para subir a probar algunas gotitas de mis virtudes. Dime, ante mi humildad, ¿dónde está la tuya? Sólo Yo puedo gloriarme de poseer la verdadera humildad: mi Divinidad unida a mi Humanidad podía obrar prodigios en cada paso, palabra y obra, en cambio voluntariamente me restringía en el cerco de mi Humanidad y me mostraba como el más pobre y llegaba a confundirme con los mismos pecadores.
- (5) La obra de la Redención en poquísimo tiempo podía hacerla, aun con una sola palabra, pero quise durante el curso de tantos años con tantos trabajos y sufrimientos, hacer mías las miserias del hombre; quise ejercitarme en tantas diversas acciones para hacer que el hombre fuese todo renovado, divinizado, aun en las mínimas obras, porque realizadas por Mí, que era Dios y Hombre, recibían nuevo esplendor y quedaban con la marca de obras divina Mi Divinidad escondida en mi Humanidad, con descender a tanta bajeza, sujetarse al curso de las acciones humanas mientras que con un solo acto de Voluntad habría podido crear infinitos mundos, con sentir las miserias, las debilidades de otros como si fuesen suyas, con verse cubierta de todos los pecados de los hombres ante la divina justicia, y que debía pagar con el precio de penas inauditas y con el desembolso de toda su sangre, ejercitaba continuos actos de profunda y heroica humildad.
- (6) He aquí oh hija mía, la diferencia grandísima de mi humildad con la humildad de las criaturas, que ante la mía, apenas es una sombra; aun la de todos mis santos, porque la criatura es siempre criatura y no conoce cuánto pesa la culpa como la conozco Yo, aunque sean almas heroicas que a mi ejemplo se han ofrecido a sufrir las penas de otros, pero éstas no son diferentes de aquellas, de las otras criaturas, no son cosas nuevas para ellas, porque están formadas del mismo barro. Además, el sólo pensar que esas penas son causa de nuevas adquisiciones y que glorifican a Dios, es un gran honor para ellas. Además de esto, la criatura está restringida en el cerco donde Dios la ha puesto, y no puede salir de esos límites con los que Dios la rodeó. ¡Oh! si estuviese en su poder el hacer y el deshacer, cuántas otras cosas harían, cada uno llegaría a las estrellas. Pero mi Humanidad divinizada no tenía límites, sino que voluntariamente se restringía en Sí misma, y esto era un entretejer todas mis obras de heroica humildad. Había sido esta la causa de todos los males que inundan la tierra, esto es, la falta de humildad, y Yo con el ejercicio de esta virtud debía atraer de la divina justicia todos los bienes. ¡Ah, sí, que no parten de mi trono rescritos de gracias sino por medio de la humildad! Ningún billete puede ser recibido por Mí, si no contiene la firma de la humildad, ninguna oración escuchan mis oídos y mueve a compasión mi corazón, si no está perfumada con el aroma de la humildad. Si la criatura no llega a destruir el germen de honor, de estima, y esto se destruye con llegar a amar el ser despreciada, humillada, confundida, sentirá un entrelazamiento de espinas alrededor de su corazón, advertirá un vacío en su corazón que le dará siempre fastidio y la volverá muy desemejante de mi Santísima Humanidad, y si no llega a amar las humillaciones, a lo más podrá conocerse un poco a sí misma, pero no resplandecerá ante Mí vestida por la bella y agradable vestidura de la humildad”.
- (7) ¿Quién puede decir cuántas cosas comprendía sobre esta virtud y la diferencia entre el conocerse a sí mismo y la humildad? Me parecía tocar con la mano la diferencia de estas dos virtudes, pero no tengo palabras para explicarme. Para decir alguna cosa me sirvo de una idea, por ejemplo:
Un pobre dice que es pobre, y aun a personas que no lo conocen y que tal vez pueden creer que posee alguna cosa, él les manifiesta con franqueza su pobreza, se puede decir que se conoce a sí mismo y dice la verdad, y por esto es más amado, mueve a los demás a compasión de su miserable estado y todos lo ayudan, esto es el conocerse a sí mismo. Si después, aquel pobre avergonzándose de manifestar su pobreza se jactara de que él es rico, mientras que todos saben que no tiene ni siquiera vestidos para cubrirse y que se muere de hambre, ¿qué sucedería? Todos lo desprecian, nadie lo ayuda y llega a ser sujeto de burla y de ridiculez a cualquiera que lo conoce, y el miserable, yendo de mal en peor, termina con perecer. Tal es la soberbia ante Dios y aun ante los hombres, y he aquí que quien no se conoce a sí mismo, ya está fuera de la verdad y se precipita por el camino de la falsedad.
(8) Ahora, la diferencia con la humildad, si bien me parece que son dos hermanas nacidas en un mismo parto y que jamás se puede ser humilde si no se conoce a sí mismo, es por ejemplo un rico, que despojándose por amor a las humillaciones de sus nobles vestiduras, se cubre con miserables harapos, vive desconocido, a nadie manifiesta quien es él, se confunde con los más pobres, vive con los pobres como si fuera igual que ellos, hace de los desprecios y confusiones sus delicias, y esta es la bella hermana del conocimiento de sí mismo, esto es la humildad. ¡Ah! sí, la humildad llama a la gracia; la humildad rompe las cadenas más fuertes, como son el pecado; la humildad supera cualquier muro de división entre el alma y Dios, y a Él la regresa. La humildad es la pequeña planta, pero siempre verde y florida, no sujeta a ser roída por los gusanos, ni los vientos, ni las granizadas, ni el calor podrán hacerle daño ni marchitarla mínimamente. La humildad, si bien es la más pequeña planta, siempre saca ramas altísimas que penetran hasta en el cielo y se entrelazan entorno al corazón de Nuestro Señor, y sólo las ramas que salen de esta pequeña planta tienen libre la entrada en ese corazón adorable. La humildad es el ancla de la paz en las tempestades de las olas del mar de esta vida. La humildad es sal que condimenta todas las virtudes, y preserva al alma de la corrupción del pecado. La humildad es la hierba que brota en el camino pisado por los caminantes, que mientras es pisoteada desaparece, pero enseguida se ve surgir de nuevo más bella que antes. La humildad es como injerto noble que ennoblece a la planta silvestre. La humildad es el ocaso de la culpa. La humildad es la recién nacida de la gracia. La humildad es como luna que nos guía en las tinieblas de la noche de esta vida. La humildad es como aquel avaro negociante que sabe negociar bien sus riquezas, y no despilfarra ni siquiera un centavo de la gracia que le viene dada. La humildad es la llave de la puerta del Cielo, así que ninguno puede entrar en él si no tiene bien custodiada esta llave. Finalmente, de otra manera no terminaría nunca y me alargaría demasiado, la humildad es la sonrisa de Dios y de todo el Empíreo, y el llanto de todo el infierno.
12-28 Diciembre 6, 1917 ……
y además….el alma se pone en su verdadera nada, no en la humildad, en la cual siempre se siente algo de sí misma, y como nada entra en el Todo y obra Conmigo, en Mí y como Yo, toda despojada de sí, no poniendo atención ni al mérito ni al interés propio, sino toda atenta en darme contento, dándome dominio absoluto en sus actos, sin querer saber lo que hago con ellos, sólo un pensamiento la ocupa, el vivir en mi Querer, pidiéndome que le dé tal honor. He aquí por qué la amo tanto, y todas mis predilecciones, mi amor, son para esta alma que vive en mi Querer; y si amo a las demás es en virtud del amor con el que amo a esta alma y que desciende de ella, igual que como el Padre ama a las criaturas en virtud del amor con el que me ama a Mí”.
(3) Y yo: “Cómo es cierto lo que Tú dices, que en tu Querer no se quiere nada, ni se quiere saber nada. Si se quiere hacer algo es sólo porque lo has hecho Tú, se siente el deseo ardiente de repetir las cosas tuyas, todo lo demás desaparece, no se quiere hacer más nada!”.
(4) Y Jesús: “Y Yo la hago hacer todo, y le doy todo”.
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3-53 Enero 20, 1922 Escucha hija mía, quiero que dejes todo a un lado, tu misión es grandísima, y más que el decir es el hacer lo que espero de ti, quiero que toda tú estés en continuo acto en mi Querer…«
¿Qué cosa es esto? Y no lo dice: ‘no quiero que pienses’, sino le dice: «quiero el paseo continuo de tus pensamientos en mi Querer».
Esta actitud la podemos tener porque todos pensamos, ¿qué nos cuesta – si ya de por sí pensamos, bueno, por nosotros pensamos -qué nos cuesta hacer que nuestros pensamientos continuos, que todos tenemos, se paseen en el Querer Divino,tomen lugar en el Querer Divino? ¿Qué necesitamos para esto?
Tres cosas: primera, pensar; y segunda, quererlo ;Tercero tener la voluntad fundida con Dios para que nuestro querer, es decir, nuestro pensar, corra en el Querer Divino.:
¿Ven? Esta es una actitud práctica. Y tenemos que tener esta intención: todos estos pensamientos que estamos teniendo, desde el principio de la charla podríamos haber dicho: ‘quiero que todos mis pensamientos vuelen en el Querer Divino y se hagan uno con los pensamientos de todos y quiero llevar al Padre Celestial la gloria de todos los pensamientos, como si todos hubieran sido hechos en la Voluntad de Dios.
‘Y Dios recibe la gloria, porque la Voluntad de Dios es capaz de hacer esto, lo que la voluntad humana no es capaz de hacer, la Voluntad Divina sí lo puede hacer, todo está en entrar dentro de esa Voluntad Divina y tomar esos modos divinos y esas formas y posibilidades y capacidades – por así decir – que tiene y que posee la Voluntad Divina.
Una de las cualidades del obrar de la Voluntad Divina es: de un solo acto, multiplicar tantos, por cuantos se quiere.
Entonces, «quiero el paseo de tus pensamientos en mi Querer para que hagan el siguiente oficio: para que paseando por todas las inteligencias humanas, extiendas el manto de mi Querer sobre todas las mentes creadas y elevándote hasta el Trono del Eterno ofrezcas todos los pensamientos humanos de todos los tiempos, sellados con el Honor y la Gloria de mi Voluntad. Después, extiende el manto de mi Querer sobre todas las miradas humanas, sobre todas las palabras, etcétera.»
Como ven, esta actitud del alma de hacer estas cosas en el Divino Querer, la puede tener mientras va manejando el coche, mientras está barriendo la casa, mientras está atendiendo a la cama…
Esto es olvidarse de sí mismo y Vivir en el Querer Divino, porque si estás tendiendo la cama o barriendo y estás pensando en quién sabe qué cosas, no estás haciendo que todo tú o toda tú estés en acto en el Querer Divino,
porque estás distraído y sin la intención; si tú tienes esa intención y tú haces todo lo posible por tener esta actividad interior eso es lo que te da la Vida en el Querer Divino.
Como ven, este Vivir en la Divina Voluntad está en el interior. porque se puede ejercer en cualquier estado de vida, cualquier circunstancia.
En la Santidad de Vivir en la Divina Voluntad no les va a dar tiempo para estar criticando a otra persona, porque están ocupados en hacer volar sus pensamientos en el Querer Divino, y en este sentido están muriendo a sí mismas y a sus propios pensamientos y están resurgiendo en la Vida del Querer Divino
“quiero que toda tú estés en continuo acto en mi Querer”
La santidad en la criatura como se forma:
32-14 Junio 15, 1933… pero si se quita el velo del querer humano se encuentra encerrada la Virtud obrante de la acción divina, y esto forma la santidad de la criatura, no la diversidad de las acciones, no las obras que hacen rumor, no, sino la vida común…
las acciones necesarias de la vida, de las cuales la criatura no puede prescindir, todas son velos que pueden esconder nuestra Voluntad, y hacerse campo donde Dios mismo se abaja para hacerse actor escondido de sus acciones divinas. Y así como el cuerpo vela al alma, así la voluntad vela a Dios, lo esconde y forma por medio de sus acciones ordinarias la cadena de las acciones extraordinarias de Dios en su alma. Por eso sé atenta, llama en todo lo que haces a mi Voluntad, y Ella no te negará jamás su acto, para formar en ti, por cuanto a criatura es posible, la plenitud de su santidad”.
BUENA SEÑAL
11-27 No sintiendo más nada de tus mismos contentos y de la vida de tu corazón, vengo Yo mismo a gozar de tu contento y de tu misma vida
16-52 Febrero 28, 1924
Por eso estoy trabajando en tu alma, tú sigue el trabajo de tu Jesús que quiere poner en corriente los dones, las gracias suspendidas que hay en mi Voluntad”.
*TERMINAMOS CON EL EJEMPLO DE JESÚS:
12-46 Mayo 20, 1918 “Hija mía, Yo no tengo deseos, afectos, sino que el todo está concentrado en mi Voluntad,….
no tendrá más en ella deseos y afectos propios, sino sólo la Vida de mi Querer, que dominándola toda, le hará desaparecer todo y le hará reaparecer en todo mi Voluntad”.
+++FIAT+++
2-80 Octubre 3, 1899
….A veces cedía la obediencia, a veces yo, y así parece que hemos estado de acuerdo. Cuánta paciencia se necesita con esta bendita señora obediencia, verdaderamente señora, porque basta que se le dé el derecho de dominar, y cambia su aspecto por el de un mansísimo cordero, ella misma hace el sacrificio del trabajo y hace reposar al alma con su Señor, poniéndose ella alrededor con ojo vigilante, para hacer que nadie ose molestarla ni interrumpir su sueño; y mientras el alma duerme, esta noble señora ¿qué hace? Ella está sudando de su frente, apurándose en el trabajo que le tocaba al alma, cosa que verdaderamente hace asombrar a cualquier mente humana inteligente, y mueve a los corazones a amarla.
Ahora, mientras esto digo, en mi interior pienso: “¿Pero qué cosa es esta obediencia?
¿De qué está formada? ¿Cuál es el alimento que la sostiene?” Y Jesús hace oír su armoniosa voz en mi oído que dice:
“¿Quieres saber qué cosa es la obediencia? La obediencia es la quintaesencia del amor; la obediencia es el amor más fino, más puro, más perfecto, extraído por el sacrificio más doloroso, cual es el destruirse a sí mismo para vivir de Dios. La obediencia, siendo nobilísima y divina, no admite en el alma nada de humano y que no sea suyo, por eso toda su atención es destruir en el alma todo lo que no pertenece a su nobleza divina, como es el amor propio, y hecho esto, poco le interesa que sea ella sola la que se esfuerce y se fatigue por lo que debería hacer el alma, y a ésta la hace reposar tranquilamente. Finalmente, la obediencia soy Yo mismo”.
10-15,2 Febrero 3, 1912 |
(2) “Hija, deléitate de mi corazón, el amor quiere sus desahogos, de otra manera no se podría seguir adelante, especialmente para quien me ama verdaderamente y no admite en sí otro placer, otro gusto, otra vida que el amor. Yo me siento tan atraído hacía ellos, que el amor mismo me fuerza a romper los velos de la fe, y me revelo y le hago gustar aun desde acá el paraíso a intervalos; el amor no me da tiempo a esperar la muerte para quien me ama de verdad, sino que lo anticipo aun desde esta vida. Goza, siente mis delicias, mira cuántos contentos hay en mi corazón, toma parte en todo, desahógate en mi amor a fin de que el tuyo se ensanche de más y pueda amarme más”.
13-53,2 Enero 20, 1922 |
(2) “Hija mía, ¿por qué te oprimes? ¿Sabes cómo son en mi Voluntad las cosas propias? Como tantos viles harapos, trapos viejos que son más un deshonor que un honor para el alma, y que le hacen recordar que ella era una pobre y que ni siquiera un solo vestido decente poseía. Yo cuando quiero llamar un alma a mi Querer para hacer que establezca en Él su morada, hago como un gran señor que quisiera llevar a su palacio a una de las más pobres, para hacer que dejando sus harapos de pobre se vistiese a la altura de su condición de él, haciendo vida junto con él y haciéndola partícipe de todos sus bienes. Pues bien, este señor va por todas las calles de la ciudad y cuando encuentra una de las más pobres, sin techo, sin cama, cubierta sólo con repugnantes harapos, la toma y la lleva como triunfo de su caridad a su palacio, sin embargo le ordena que deje sus harapos, que se lave y se vista con los más hermosos vestidos, y que para no tener memoria de su pobreza, queme sus harapos, porque siendo él muy rico no admite en su casa cosas que signifiquen pobreza. Ahora, si la pobre llora por sus harapos y se aflige porque no ha llevado nada suyo, ¿no ofendería la bondad, la magnanimidad de ese señor? Así soy Yo, y si aquel señor recorre una ciudad, Yo recorro todo el mundo y tal vez todas las generaciones, y cuando encuentro a la más pequeña, la más pobre, la tomo y la pongo en el ámbito eterno de mi Querer y le digo: “Trabaja junto Conmigo en mi Voluntad, lo que es mío es tuyo, si tienes alguna cosa propia déjala, porque en la santidad e inmensas riquezas de mi Voluntad no son otra cosa que míseros harapos”. El querer tener méritos propios es de siervos, de esclavos, no de los hijos, lo que es del padre es de los hijos, y además, ¿qué cosa son todos los méritos que podrías adquirir en comparación con un acto solo de mi Voluntad? Todos los méritos tienen su pequeño valor, peso y medida, ¿pero quién podría jamás medir un acto solo de mi Voluntad?
Ninguno, ninguno, y además, ¿qué son tus méritos en comparación de los míos? En mi Querer los encontrarás todos, y de ellos Yo te hago dueña, ¿no estás contenta?
21-27,6 Mayo 26, 1927 |
(6) “Hija mía, mi Voluntad quiere ser libre en el alma y por eso no quiere ceder ni un punto, ni una coma de lo que el alma quiere, aunque fuera santo, en ella no quiere encontrar límites, quiere extender su dominio en todo, quiere que lo que quiere y hace mi Voluntad, lo debe querer y hacer el alma, por eso hace sentir todo el peso de su inmutabilidad para volverla inmutable, de modo que no debe estar sujeta a mudarse porque ve sufrir a las criaturas, o porque las ve privadas de un bien temporal, o porque lo quiere dar, esto sería salir de su inmutabilidad, esta es santidad humana; la santidad de mi Voluntad es Santidad Divina y no admite estas debilidades, si mi Voluntad estuviese sujeta a esto, nuestra justicia debería estar sin vida en nuestro Ser Supremo, lo que no puede ser.
Si tú supieras en qué punto se encuentra nuestra justicia en estos tiempos, y si quisiera desagravarse del todo sobre ti quedarías triturada, y mi Voluntad no quiere triturarte, sino que quiere que las criaturas también sufran en parte la pena para hacerlos abrir los ojos en la gran ceguera en la que han caído.
Casi todas las naciones viven a costa de las deudas, si no contraen deudas no pueden vivir, y con todo y eso festejan, no se ahorran en nada, están formando planes de guerras, haciendo gastos enormes; ¿no ves tú misma la gran ceguera y locura en la cual han caído? Y tú pequeña niña, quisieras que mi justicia no los golpease, que fuera magnánimo en los bienes temporales, así que quisieras que se volvieran más ciegos y más locos. Y viendo que no cedo a todas tus peticiones te lamentas y sintiendo que mi Voluntad ha tomado puesto en toda tu alma sin dejarte libre en nada, sientes toda la fuerza de la santidad e inmutabilidad de mi Voluntad Divina y además, te lo he dicho tantas veces, que mis privaciones no son otra cosa que vacíos que está haciendo mi justicia para golpear a los pueblos. Por eso hija mía no te abatas, tú no sabes cuanto te amo y cuantos tesoros he puesto en ti, no puedo dejarte, debo mirar todos los dones que he puesto en ti, debes saber que cada palabra mía es un don divino, y ¿cuántas te he dicho? Y cuando Yo doy jamás vuelvo a tomar el don, y para estar seguro que mis dones están al seguro, me estoy a guardia de mis dones y del alma que los posee; por eso déjame hacer y haz que mi Voluntad reine libremente en ti”.
23-20,2 Diciembre 6, 1927 |
“(2) “Hija de mi Querer, ¿por qué quieres turbar tu paz, tu felicidad? Debes saber que donde reina mi Voluntad, Ella, cual noble Reina Divina posee alegrías inmensas y felicidad sin fin; el dolor, las lágrimas, las amarguras, han nacido en el tiempo, son partos de la voluntad humana, no han nacido en la eternidad ni son partos suyos, son limitados y finitos, por eso no tienen poder para entrar mínimamente en el océano de las felicidades de mi Querer Divino; este es el modo Divino. En este estado se encontró la Reina del Cielo, y mi misma Humanidad, en que todos nuestros dolores, y fueron demasiados y de toda clase, no pudieron disminuir ni penetrar en el colmo de nuestras interminables alegrías y felicidades. Así que al principio tus desvaríos, tus lágrimas y disturbios cuando por un poco no me veías, eran residuos de tu voluntad humana, la mía no admite estas debilidades, y como Ella por naturaleza no las posee, donde reina, como Reina domina el dolor, lo hace correr, pero no admite que entre en la felicidad con la cual ha llenado a su criatura al reinar en ella, el dolor no encontraría lugar donde ponerse en el mar interminable de la felicidad de mi adorable Voluntad. Entonces tú no quieres que Ella reine en ti, ya que te preocupas del cambio que sientes en tu alma. Mi Voluntad Divina tiene su Vida, y cuando el alma abre las puertas de su voluntad para hacerla entrar y dominar, Ella entra en el alma y desenvuelve su Vida toda Divina en ella, y como Reina que es forma en ella su Vida de luz, de paz, de santidad, de felicidad, y la criatura siente como propiedades suyas todos sus bienes, y si siente el dolor, lo siente en modo divino, que no le ocasiona ningún daño a todo lo que mi Voluntad Divina le ha comunicado; en cambio, en quien no le abre las puertas para hacerle entrar y dominar, la Vida de Ella queda suspendida en la criatura, obstaculizada, sin desarrollo. Sucede para mi Fiat Divino como podría suceder para una criatura que quiere llevar todos sus bienes a otra, y ésta con ingratitud horrenda le ata los pies y las manos para no dejarla acercar, le cierra la boca para no dejarla hablar, le venda los ojos para no dejarse mirar; reducida en tal modo, ¿cómo puede hacerle el bien que querría hacerle si le ata los pies para no dejarla acercar, las manos para no recibir el bien que le lleva, la boca para no dejarla decir lo que le lleva, si le venda los ojos para no dejarse atraer por sus miradas y abrirle las puertas? ¿Qué dolor no sería esto para esta portadora de tanto bien? En este estado viene puesta mi Voluntad por parte de las criaturas cuando no abren las puertas de su voluntad para dejarla desarrollar su Vida. |
28-14,2 Junio 2, 1930
Además hija mía, ¿por qué ¿por qué te afliges tanto por lo que han dicho? Yo soy el autor de las leyes y ninguno me puede someter a ninguna ley, y por eso hago lo que quiero y lo que más me agrada. (2) “Hija mía, tranquilízate, tranquilízate, tú sabes que jamás he tolerado en ti dudas y temores, porque son harapos viejos de la voluntad humana; mi Fiat Divino, donde Él reina no admite estas miserias, porque por su naturaleza es paz y seguridad, y así vuelve al alma que se hace dominar por su luz. Por eso Yo no quiero nada más de ti, sino que tu respiro, tu latido, todo tu ser, no sea otra cosa que Voluntad mía y amor. El amor y la Divina Voluntad unidos juntos forman el más grande ofrecimiento, el más bello homenaje que la criatura puede hacer a su Creador, el acto que más se asemeja a nuestro acto. Por eso estémonos en nuestro puesto de amarnos siempre y de no interrumpir jamás nuestro amor. Una Voluntad Divina siempre cumplida y un amor nunca interrumpido, es la cosa más grande que se puede encontrar en el cielo y en la tierra, y esto es sólo de nuestro Ser Divino y de quien se da en poder de nuestro Querer.
El disponer de las almas, el cumplir en quién un designio mío, en quién algún otro, es derecho que he reservado para Mí solo, y además, ¿qué es más, el recibirme Sacramentado cada día, entrar en su boca, descender en el estómago incluso en personas llenas de pasiones para comunicar mi Vida, mi sangre para mezclarla con la sangre de ellos, o dar un beso, un abrazo a quien me ama y vive sólo para Mí? ¡Oh! cómo es verdad que la vista humana es corta, y hacen grandes las cosas pequeñas, y las cosas grandes las hacen pequeñas por la sola razón de que no son comunes a todos……..el oír mis tantas condescendencias amorosas debía servir para hacer comprender cuánto amo a la criatura, y cuánto puedo amarla, para elevar a la criatura a mi puro amor y a la plena confianza que debe tener hacia quien tanto la ama, porque si entre la criatura y Yo no hay plena confianza, no se pueden elevar a vivir en mi Divina Voluntad. La desconfianza siempre pone obstáculo a la unión entre Creador y criatura, es la que le impide el vuelo hacia quien tanto la ama, la hace vivir a ras de tierra, y a pesar de que no caiga, le hace sentir a lo vivo sus pasiones.
Mucho más que la desconfianza ha sido el acto débil en el curso de los siglos, y a veces aun las almas buenas han retrocedido en el camino de las virtudes por causa de la desconfianza, y Yo para quitar este entorpecimiento que produce el espectro de la desconfianza, he querido mostrarme contigo todo amor, y a lo familiar más que padre e hija, para volver a llamar no sólo a ti, sino a todos los demás a vivir como hijos, como arrullados en mis brazos, y Yo he gustado, y también tú, cómo es bello tener a la criatura toda amor y toda confianza Conmigo.
Yo puedo dar lo que quiero, y ella no tiene ningún temor de no recibir lo que quiere, así que puesta en orden la verdadera confianza entre la criatura y Yo, viene quitado el mayor obstáculo para hacer reinar mi Divina Voluntad en sus almas. Entonces hija mía, Yo sé hacia dónde tienden mis miras, y a qué deben servir, sé lo que hago de grande y bello cuando elijo a una criatura, y ¿ellos qué saben? Y además, siempre tienen algo que decir sobre mi obrar, mi breve vida acá abajo no fue perdonada cuando mi Santísima Humanidad estaba en medio a ellos y Yo era todo amor para ellos, no obstante si me acercaba demasiado a los pecadores tenían qué decir, decían que no era decoroso para Mí tratar con ellos, y Yo los dejaba decir, y sin dar importancia a su hablar hacía mis actos, me acercaba más a los pecadores, los amaba de más para atraerlos a amarme; si hacía milagros tenían qué decir, pues como me creían hijo de San José decían que no podía salir de un artesano el Mesías prometido, e iban suscitando dudas sobre mi Divina Persona, tanto de formar nubes en torno al Sol de mi Humanidad, y Yo suscitaba los vientos para desembarazarme de las nubes y reaparecía más refulgente en medio a ellos para cumplir la finalidad de mi venida a la tierra, la cual era la Redención. Por eso no te maraville el que hayan encontrado qué decir sobre el modo como me he comportado contigo, y si bien han formado nubes en torno al modo de obrar que he usado contigo, pero Yo suscitaré mis vientos para desembarazarme de estas nubes, y si aman la verdad conocerán que el modo como me he comportado contigo, a pesar de que no lo he usado con otras almas, era necesario para nuestro amor, porque debía servir a nuestra misma Voluntad para hacerla conocer y hacerla reinar”.
29-44 Octubre 26, 1931
(1) Estoy siempre en los brazos de la Divina Voluntad, la cual forma su día de luz en mi pequeña alma, y si bien alguna nube se asoma en este día, la potencia de su luz la fija, y la nube viéndose fijada escapa, se disipa, y parece que dice: “Se ve que no hay lugar para mí en este día que forma la Voluntad Divina en la criatura”. Y Ella parece que le responde: “Donde estoy Yo no hay lugar para ninguna, porque de la criatura quiero hacer un acto solo de mi Voluntad, la cual no admite nada que a Mí no pertenezca”. ¡Oh! Voluntad Divina, cómo eres admirable, potente y amable, y sumamente celosa donde Tú reinas, ¡ah! ponme siempre en fuga mis miserias, las debilidades, las nubes de mi voluntad, a fin de que mi día sea siempre perenne, y el cielo de mi pequeña alma sea siempre sereno. Pero mientras esto pensaba, mi amable Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, el bien es luz, y si este bien se hace en mi Divina Voluntad, se forman tantos rayos por cuantos actos buenos se hacen, y mi Fiat fija estos rayos de luz en la circunferencia de su luz eterna. Así que estos actos toman lugar en nuestros actos y hacen doble oficio, de alabanza, de adoraciones, de amor perenne hacia nuestra Majestad adorable, y de defensa, de misericordia, de ayuda, de luz hacia el género humano, de acuerdo a las circunstancias en que se encuentra. Por el contrario si los actos buenos no son hechos en mi Voluntad y con su potencia, por cuanto son luz, no tienen la fuerza de extenderse para fijarse en la circunferencia de nuestra luz, y quedan sin sostén y como rayos divididos, y por eso no tienen vida perenne, y faltando la fuente de la luz hay peligro de que poco a poco se extingan”.
(3) Después de esto, siguiendo mi abandono en el Querer Divino, me sentía toda afligida por la privación de mi dulce Jesús, …..Pero mientras desahogaba mi dolor, mi dulce Jesús ha regresado y abrazando mi pobre alma me ha dicho:
(4) “Hija, estoy aquí, abandónate en mis brazos y repósate en Mí, tu abandono en Mí llama a mi abandono en ti y forma mi dulce reposo en tu alma. El abandono en Mí forma la dulce y potente cadena que me ata tanto al alma, que no puedo desvincularme de ella, hasta volverme su amado y dulce prisionero. El abandono en Mí da a luz la verdadera confianza, y ella tiene confianza en Mí, y Yo tengo confianza en ella, tengo confianza en su amor que jamás disminuirá, tengo confianza en sus sacrificios que no me rechazará jamás nada de lo que quiero, y tengo toda la confianza de que puedo cumplir mis designios. El abandono en Mí dice que me da libertad y soy libre de hacer lo que Yo quiero, y Yo confiándome a ella le manifiesto mis más íntimos secretos. Por eso hija mía, te quiero toda abandonada en mis brazos, y cuanto más abandonada en Mí, más sentirás mi abandono en ti”.
(5) Y yo: “Amor mío, ¿cómo puedo abandonarme en ti si me huyes? Y Jesús ha agregado:
(6) “El abandono sólo es perfecto cuando viéndome huir te abandonas más, esto no me da lugar para dejarme huir, más bien me ata más”.
(7) Después ha agregado: “Hija mía, la vida, la santidad, consisten en dos actos: Dios en dar su Voluntad, y la criatura en recibirla, y después que ha formado la vida en sí de aquel acto de Voluntad Divina que ha recibido, darlo de nuevo como acto de su voluntad, para recibirla de nuevo, dar y recibir, recibir y dar, en esto está todo. Dios no podría dar de más que su acto continuo de su Voluntad a la criatura; la criatura no podría dar de más a Dios, por cuanto a criatura es posible, que su Voluntad Divina recibida en ella como formación de Vida Divina. En este modo, dar y recibir, recibir y dar, mi Fiat Divino toma el dominio y ahí forma su reino, y todo el interior de la criatura forma como el pueblo del reino de la Divina Voluntad: La inteligencia, pueblo fiel que se gloría de ser dirigida por el Soberano Comandante del Fiat Divino, y la multitud de los pensamientos que se estrechan en torno y ambicionan conocer siempre más y amar al gran Rey que se sienta como en un trono en el centro de la inteligencia de la criatura; los deseos, los afectos, los latidos que salen del corazón, aumentan el número al pueblo de mi reino, y ¡oh! cómo se juntan alrededor de su trono, están todos atentos para recibir las órdenes divinas, y poner aun la vida para seguirlas; qué pueblo obediente, y ordenado, es el pueblo del reino de mi Fiat, no hay discusiones, no divergencias, sino toda esta multitud de pueblo del interior de esta afortunada criatura quieren una sola cosa, y como ejército aguerrido se ponen en la fortaleza del reino de mi Querer Divino. Entonces, cuando el interior de la criatura se convierte todo en pueblo mío, sale fuera del interior y aumenta el pueblo de las palabras, el pueblo de las obras, de los pasos, se puede decir que cada acto que forma este pueblo celestial, contiene la palabra de orden escrita con caracteres de oro: ‘Voluntad de Dios’. Y cuando esta multitud de pueblo se mueve para ejercitar cada uno su oficio, ponen enfrente la bandera con el emblema Fiat, seguido de las palabras escritas de viva luz: ‘Pertenecemos al gran Rey del Fiat Supremo’. Ve entonces, cada criatura que se hace dominar por mi Querer forma un pueblo para el reino de Dios”.
23-4 Septiembre 28, 1927 (2) mas bien lo que tú dices son impresiones de fealdad, de imperfecciones, de maldades, y mi Voluntad se sirve de ellas como escabel o tierra que se tiene debajo de los pies, que ni siquiera las mira y sólo piensa en gozarse a su pequeña hija y en ponerle en su regazo sus actos, sus alegrías, sus riquezas para volverla feliz, y así poder gozar de la felicidad de ella. Mi Voluntad da lo que tiene y no admite en Ella cosas que no le pertenezcan, aun mínimas, por eso quien quiere vivir en Ella debe entrar desnudo del todo, porque la primera cosa que hace mi Querer es vestir al alma de luz, embellecerla con adornos divinos, imprime sobre la frente el beso de la paz perenne, de la felicidad y de la firmeza; lo humano no tiene nada que hacer en Ella, no tiene ni vida ni lugar, y el alma misma siente tal rechazo hacia lo que no pertenece a mi Querer, que daría la vida antes que tomar parte en lo que no pertenece a la santidad de mi Divina Voluntad”.(1) Me sentía toda abandonada en el Fiat Supremo, pero en medio a la Santidad de un Querer tan santo me sentía imperfecta, mala y pensaba entre mí: “¿Cómo puede ser que mi amado Jesús me dice que me hace vivir dentro de su Querer Divino, y sin embargo me siento tan mala?” Y mi adorado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, en mi Voluntad Divina no puede haber ni imperfecciones ni maldades, Ella tiene la virtud purificadora y destructora de todos los males, su luz purifica, su fuego destruye hasta la raíz del mal, su Santidad santifica y embellece, de manera que debe servir para hacerla feliz y tomarse todas sus delicias con quien vive en Ella, no admite a vivir en mi Querer Divino a criaturas que puedan llevar en ellas imperfecciones, amarguras, serían cosas contra su naturaleza, y por eso jamás podría admitirlas a vivir en Ella;
El silencio de los sentidos (Primera parte)
La virtud del silencio abarca los diversos niveles del ser humano.
La virtud del silencio abarca los diversos niveles del ser humano. Reflexionemos, primeramente, sobre el silencio exterior, el silencio de los sentidos.
¿Cómo vivir este silencio que es la puerta para todos los demás?
Hoy todo es brillo, propaganda que excita la imaginación y los sentidos. Actualmente se habla mucho y de todo. El desorden y el derroche externo reclaman y hablan a los sentidos, pero no se piensa, no se reflexiona, no se pesan las cosas, todo pasa.
Pablo VI había advertido que “El silencio es una condición admirable e indispensable del espíritu cuando nos encontramos envueltos en tantos clamores y gritos provenientes de esta ruidosa e hipersensibilizada vida moderna”. (Nazareth, 5 de enero de 1964).
El segundo capítulo del Génesis nos presenta un pasaje que nos puede hacer entender la necesidad del silencio: “Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser vivo”. El hombre está hecho de arcilla, es decir, tiene un cuerpo, y recibe un soplo, que es su espíritu. Así, nuestra arcilla está hecha para llenarla de vida, para llenarla de Dios.
Nuestro cuerpo y alma es nuestro hogar. En ellos podemos acoger a Dios o podemos invitar las diversas cosas del mundo.
Había una vez..
Cuentan de un rey muy rico que, cosa extraña para un personaje de su categoría, tenía fama de ser indiferente ante las riquezas materiales y, a la vez, ser un hombre de profunda espiritualidad. Movido por la curiosidad un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.
– Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar su vida espiritual en medio de tanta riqueza?
– Te lo revelaré –respondió el rey–, pero antes tendrás que superar una prueba. Recorrerás mi palacio para que conozcas la magnitud de mi riqueza. Durante el recorrido, llevarás en tu mano una vela encendida. Si durante el trayecto se te apaga, te decapitaré.
El vasallo no tenía más remedio que aceptar la prueba después de su osadía. Recorrió todo el palacio y logró llegar nuevamente ante el rey con la llama encendida. Le preguntó el rey:
– ¿Que te han parecido mis riquezas?
– No vi nada –respondió el osado curioso–, he estado todo el tiempo preocupado de que la llama no se apagara.
– Ese es mi secreto –afirmó satisfecho el rey–. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera.
En efecto, muchas veces deseamos vivir como buenos cristianos y tener una más rica vida espiritual, pero sin decidirnos a apartar la mirada de las cosas, que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza, y de las trivialidades y preocupaciones de la vida, que nos roban la paz y la serenidad interior. Si queremos esa paz y serenidad interior, necesitamos concentrarnos en la llama. Y cuanto más concentrados en la llama, menos nos preocuparemos o distraeremos de las cosas de fuera.
Callarse, abstenerse del ruido, no es el silencio; es únicamente un aspecto externo del silencio. El silencio es un hábito de interiorización, mediante el cual podemos recogernos en nosotros mismos. Se trata, como dueños de nuestro cuerpo, de invitar a nuestro hogar solamente aquellas realidades que nosotros queremos, que nosotros necesitamos.
Qué es el silencio exterior
Silencio exterior, silencio en relación al ambiente que nos rodea, es la capacidad de ser libres frente a las cosas que quieren seducirnos. Estar distraídos es estar separados de nosotros
mismos y dejarse llevar por lo que se ve y se oye. Cuando nos dejamos atraer por lo exterior, perdemos nuestra libertad y nuestra identidad de ser dueños de nuestro cuerpo.
Seremos libres si, poco a poco, nos destacamos de las criaturas. Es éste el primer paso para un silencio fecundo, repleto de vitalidad espiritual. Es preciso anteponer el silencio al ruido, a las noticias, a las preocupaciones del mundo. En este silencio nos distanciamos de la publicidad y nos aproximamos a nuestro fundamento. No tenemos que verlo todo. Lo superficial adquiere su perfil y fisonomía sólo si es capaz de manifestar esas profundidades.
Silencio de la vista
Los ojos son las ventanas del alma. El control de la vista es de una importancia y trascendencia extraordinarias. Cerrar los ojos ayuda en muchas ocasiones a cortar la atención de cosas que, a través de la vista, pueden influenciarnos, es decir, hacernos ruido. No tenemos que verlo todo, no lo necesitamos. Tampoco debemos ser unos ciegos. Dios nos dio la vista para ver.
Necesitamos ver el bien. Hay mucho bien en el mundo. Veámoslo con ojos abiertos y alabemos a Dios. Y evitemos ver el mal. Así el silencio de la vista nos será provechoso.
Silencio del oído
El sentido del oído debe estar regido por la virtud del silencio. La curiosidad nos incita a oír cosas, muchas veces sin ninguna trascendencia. No tenemos qué oírlo todo, no lo
necesitamos. Tampoco podemos ser sordos. Lo inconveniente, lo nocivo, lo destructivo no nos sirve. Debemos desecharlo, dejarlo. Sólo así podremos escuchar en la actividad apostólica todo lo bueno que hay en cada persona y comprender, a la vez, sus errores.
Silencio de la lengua
El apostolado exige el silencio de la lengua. Las almas sólo abren sus problemas a quienes saben callar para escuchar. Los hombres y mujeres de hoy necesitan confiar sus preocupaciones, sus dichas… y es preciso que el apóstol sea digno de confianza. Debe callar no
solamente como cristiano, sino también como persona. El mucho hablar cuadra tan mal al ciudadano sensato, como el hablar de modo jactancioso. Callar y usar la lengua siempre para el bien es el deber de toda persona.
Silencio exterior que propicia el silencio interior
Silenciar las cosas no significa que uno se aleje de ellas o que evada la realidad; al contrario, el silencio nos hace más sensibles a las cosas y personas. San Juan de la Cruz decía que uno debe mantenerse en paz, pero con advertencia amorosa. Y santa Teresa: “se cierran los ojos del cuerpo para que despierten los ojos del alma”.
Los cantineros ordinariamente son personas silenciosas porque saben tratar a los borrachos y de allí el dicho: “a palabras de borracho, oídos de cantinero”. Silenciar algo interiormente no equivale a rechazar lo que vemos o sentimos. Simplemente hay que dejar estar todas las cosas: oyendo todo, pero sin escuchar algo particular; ver todo, pero sin mirar algo en
especial. Los ruidos físicos y psicológicos exteriores a nosotros, no nos afectarían si nuestro interior no vibrara con ellos. Por eso el ruido más nocivo es el que ellos producen en nuestro interior, porque este es ruidoso. Muchos de los ruidos que no dejan dormir no están en la casa del vecino, sino en la propia, en nuestro propio ser. Tanto es así que hay quienes pueden dormir con ruidos hirientes, porque su ser no reacciona sensiblemente a los ruidos; un ejemplo es el sueño apacible y distendido de muchos niños que duermen en medio de grandes ruidos.
Seamos como niños, viviendo el silencio en medio de
los ruidos.
Por: P. Juan Carlos Ortega, L.C.
36-28(3) Septiembre 5, 1938 Tú debes saber que en cuanto la criatura entra en nuestro Querer, todo se transforma, las tinieblas se cambian en luz, la debilidad en fuerza, la pobreza en riqueza, las pasiones en virtud, sucede tal mutación que no se reconoce más aquélla de antes, su estado no es más de vilísima esclava, sino de noble reina, nuestro Ser Divino la ama tanto, que corre en sus actos para hacer lo que ella hace, y como nuestro movimiento es continuo, nos movemos y la amamos, nos movemos y la abrazamos; nuestro movimiento se mueve y la besa, la vuelve más bella, la santifica de más, en cada movimiento le damos de lo nuestro y en el énfasis de nuestro amor, le hablamos de nuestro Ente Supremo, nos hacemos conocer quienes somos y cuánto la amamos, hay tal identificación entre ella y Nosotros, siendo una nuestra Voluntad con la suya, que la sentimos en nuestro movimiento divino, y haciendo suyo lo que es nuestro nos ama con nuestro amor, nos da nuestra luz inaccesible para glorificarnos, nuestra santidad para alabarnos y decirnos: ‘Santo, Santo, tres veces Santo eres Tú, Tú encierras todo, eres todo’. Cómo es bello ver a la pequeñez humana en nuestro Querer, que tiene en su poder todo nuestro Ser Divino para dárnoslo nuevamente a Nosotros para amarnos y glorificarnos como Nosotros queremos y justamente merecemos. En nuestro Querer las partes se hacen iguales, las desemejanzas desaparecen, nuestra unidad une todo y a todos, y vuelve uno solo el acto de todos, para hacerse acto de todos”
En Dios… puede expresarse, manifestarse, conocerse, multiplicarse gracias a la DV. La Stma. Trinidad sería la expresión total del “Dios es amor”. Este amor, para ser completo, requiere de 3 movimientos, cuyo origen e impulso parte de la DV. Pero primero la DV y después el Amor.
Analizaremos este Motor en Dios y en la criatura. Por lo tanto, la DV no es una “cosa” que se nos está dando…De nuevo, es aquello que es Indispensable, la Materia Prima, el mismo Motor Divino para llegar al “puerto de nuestro fin”: ser igual a Dios a medida de criatura para ser DESAHOGO DIVINO y poder completar en nosotros el movimiento del amor: RECIBIR, CORRESPONDER Y COMUNICAR.
La DV es Motor tanto en Dios como en la criatura. DIOS ES AMOR y gracias a su VOLUNTAD, puede expresarse.
En Dios: con este Motor, puede expresarse, manifestarse, conocerse, multiplicarse gracias a la DV. La Stma. Trinidad sería la expresión total del “Dios es amor”. Este amor, para ser completo, requiere de 3 movimientos (por eso tenemos a la Trinidad), cuyo origen e impulso parte de la DV. Pero primero la DV y después el Amor.
Analizaremos este Motor en Dios y en la criatura. Por lo tanto, la DV no es una “cosa” que se nos está dando…De nuevo, es aquello que es Indispensable, la Materia Prima, lo más íntimo en la Majestad Suprema, el mismo Motor Divino para llegar al “puerto de nuestro fin”: ser igual a Dios a medida de criatura para ser DESAHOGO DIVINO y poder completar en nosotros el movimiento del amor: RECIBIR, CORRESPONDER Y COMUNICAR.
Primero voy a explicar estos tres movimientos del Amor. El amor, sin el Motor no podría manifestarse. En Dios, este motor que lo mueve todo (y todo queda revestido de un movimiento TOTAL de amor) es la DV.
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9-50 (7) Después, la noche siguiente veía que del Cielo descendía agua como un diluvio y que hacía mucho daño inundando pueblos enteros, y era tanta la impresión del sueño que yo no quería ver nada. En ese momento una paloma que volaba a mi alrededor me dijo:
(8) “El moverse de las hojas, de la hierba, el murmullo de las aguas, la luz que invade la tierra, el motor de toda la naturaleza, todo, todo sale de los dedos de Dios, piensa tú si sólo tu estado no debe salir de los dedos de Dios”.
11-85 (2) “Hija mía, también tú puedes formar hostias y consagrarlas. ¿Ves la vestidura que me cubre en el Sacramento? Son los accidentes del pan con los cuales es formada la hostia. La Vida que existe en esta hostia es mi cuerpo, mi sangre y mi Divinidad; la actitud que contiene esta Vida es mi Suprema Voluntad y esta Voluntad desarrolla el amor, la reparación, la inmolación y todo lo demás que hago en el Sacramento, el cual no se separa ni un punto de mi Querer; no hay cosa que salga de Mí de la cual mi Querer no vaya delante. Y he aquí cómo también tú puedes formar la hostia: la hostia es material y hechura del todo humana; también tú tienes un cuerpo material y una voluntad humana, este cuerpo tuyo y esta tu voluntad. Si los mantienes puros, rectos, alejados de cualquier sombra de pecado son los accidentes, los velos para poderme consagrar y vivir escondido en ti. Pero esto no basta, sería como en la hostia sin la consagración; por eso se necesita mi Vida; mi Vida está compuesta de santidad, de amor, de sabiduría, de potencia, etc., pero el motor de todo es mi Voluntad, por eso después de que has preparado la hostia, debes hacer morir tu voluntad en esa hostia, la debes cocer bien, bien, para hacer que no renazca más y debes hacer entrar en todo tu ser a mi Voluntad, y Ésta, que contiene toda mi Vida, formará la verdadera y perfecta consagración. Así que no tendrá más vida el pensamiento humano sino el pensamiento de mi Querer y esta consagración creará mi sabiduría en tu mente, no más vida de lo humano, la debilidad, la inconstancia porque mi Voluntad formará la consagración de la Vida Divina: de la fortaleza, de la firmeza y de todo lo que Yo soy. Entonces, cada vez que hagas correr tu voluntad en la mía, en tus deseos y en todo lo que eres y puedes hacer, Yo renovaré la consagración, y como en hostia viviente, no muerta como son las hostias sin Mí Yo continuaré mi Vida en ti. Pero esto no es todo, en las hostias consagradas, en los copones, en los sagrarios, todo está muerto, mudo, no hay sensiblemente un latido, un ímpetu de amor que pueda responder a tanto amor mío. Si no fuera porque espero a los corazones para darme a ellos Yo sería bien infeliz, quedaría defraudado en mi Amor y sin finalidad mi Vida Sacramental; y si esto lo tolero en los tabernáculos, no lo toleraré en las hostias vivientes. A la vida le es necesaria la nutrición y Yo ,en el Sacramento, quiero ser alimentado pero quiero ser nutrido y alimentado con mi mismo alimento, esto es, el alma hará suya mi Voluntad, mi Amor, mis oraciones, las reparaciones, los sacrificios y me los dará a Mí como cosas suyas y Yo me nutriré. El alma se unirá Conmigo, escuchará atenta para oír lo que estoy haciendo para hacerlo junto Conmigo y , conforme repita mis mismos actos, me dará su alimento y Yo por ello seré feliz y sólo en estas hostias vivientes, encontraré la compensación de la soledad, del ayuno y de lo que sufro en los tabernáculos”.
11-126 (2) “Hija, derrámate en mi Querer para hacerme reparaciones completas, mi Amor siente la irresistible necesidad, ante tantas ofensas de las criaturas de que al menos haya una que, interponiéndose entre Yo y ellas, me dé reparaciones completas, amor por todas y arrebate de Mí gracias para todas, y esto lo puedes hacer sólo en mi Querer, donde me encontrarás a Mí y a todas las criaturas. ¡Oh! Con qué ansias estoy esperando que entres en mi Querer para poder encontrar en ti las complacencias y las reparaciones de todas, pues sólo en mi Querer encontrarás todas las cosas en acto, porque Yo soy motor, actor y espectador de todo”.
(3) Y mientras esto decía me he fundido en su Querer, ¿pero quién puede decir lo que veía? Me encontraba en contacto con cada pensamiento de criatura, cuya vida de cada pensamiento venía de Dios, y yo en su Querer me multiplicaba en cada pensamiento, y con la santidad de su Querer reparaba todo, tenía un gracias por todos, un amor por todos, y así me multiplicaba en las miradas, en las palabras y en todo lo demás, ¿pero quién puede decir cómo sucedía todo esto? A mí me faltan las palabras, tal vez las mismas lenguas angélicas serían balbucientes, por eso pongo punto.
12-81, 4 “Hija amada, parto de mi Vida, ven en mi Voluntad, ven a ver cuánto hay que sustituir a tantos actos míos suspendidos aún y no sustituidos por parte de las criaturas. Mi Voluntad debe ser en ti como la primera rueda del reloj, si ella camina todas las demás ruedas caminan, y el reloj señala las horas, los minutos, así que todo el acuerdo está en el movimiento de la primera rueda, y si la primera rueda no tiene movimiento, queda detenido. Así, la primera rueda en ti debe ser mi Voluntad, que debe dar movimiento a tus pensamientos, a tu corazón, a tus deseos, a todo, y como mi Voluntad es la rueda central de mi Ser, de la Creación y de todo, tu movimiento ,saliendo de este centro, vendrá a sustituir a tantos actos de las criaturas, multiplicándose en los movimientos de todos, como movimiento central, vendrá a poner a mi Trono por parte de las criaturas, los actos de ellas, sustituyéndose a todo. Por eso sé atenta, tu misión es grande, es toda divina”.
11-14 Hija mía, mi Voluntad es el centro, las otras virtudes son la circunferencia. Imagínate un rueda en la que en el centro están concentrados todos los rayos, si uno de estos rayos quisiera separarse del centro, ¿qué sería de él? Primero que haría el ridículo, y segundo quedaría inoperante, porque no estando más unido al centro no recibiría más vida y quedaría muerto, y la rueda al rodar se desharía de él, así es para el alma mi Voluntad, mi Voluntad es el centro, cualquier cosa, aun santa, virtudes, obras buenas que no son hechas en mi Voluntad y sólo para cumplir mi Querer, son como rayos separados del centro de la rueda, y son obras y virtudes sin vida, por tanto jamás pueden agradarme, más bien hago de todo para deshacerme de ellas y castigarlas”.
13-58 Continuando mi habitual estado, mi dulce Jesús al venir me ha dicho:
- “Hija mía, las almas que viven en mi Voluntad son las pequeñas ruedas que giran en la gran rueda de la eternidad. Mi Voluntad es el movimiento y la vida de la rueda de la eternidad interminable; conforme ellas entren en mi Querer para orar, para amar, para obrar, etc., la rueda de la eternidad las hace girar en su circunferencia interminable, y ellas, como en esa rueda encuentran todo lo que se ha hecho y lo que se debe hacer, todo lo que debería hacerse y no se hace, a medida que giran derraman luz y oleadas divinas en lo que se ha hecho y se debe hacer, dando a nombre de todos el honor divino a su Creador, y rehacen lo que no ha sido hecho por las criaturas. ¡Oh! Cómo es bello ver entrar a un alma en mi Querer, en cuanto entra, la gran rueda de la eternidad le da la cuerda para hacerla girar en su gran mole, y la pequeña rueda hace giros eternos; la cuerda de la gran rueda la pone en comunicación con todas las cuerdas divinas, y mientras gira hace lo que hace su mismo Creador, por eso estas almas son como las primeras creadas por Mí, y como las últimas, porque al girar se encuentran al principio, en medio y al final; así que serán la corona de toda la familia humana, la gloria, el honor y el suplemento de todo, y el regreso a Dios de todo el orden de las cosas creadas por Él. Por eso tus giros sean continuos en mi Querer, Yo te daré la cuerda y tú te prestarás a recibirla, ¿no es verdad?”
- Después ha agregado: “No has dicho todos los giros que hace la ruedecilla de tu voluntad en la gran rueda de la eternidad”.
- Y yo: “¿Cómo podía decirlos si no lo sé?”
- Y Él: “En cuanto el alma entra en mi Voluntad, aun con una simple adhesión, con un abandono, Yo le doy la cuerda para hacerla girar, ¿y sabes cuántas veces gira? Gira por cuantas inteligencias piensan, por cuantas miradas dirigen las criaturas, por cuantas palabras dicen, por cuantas obras y por cuantos pasos se hacen, giran a cada acto divino, a cada movimiento, a cada gracia que del Cielo desciende, en suma, en todo lo que se hace en el Cielo y en la tierra ellas forman el giro; los giros de estas ruedecillas son veloces, rápidos, así que son incalculables a ellas mismas, pero Yo los numero todos, primero para tomarme la gloria, el amor eterno que me dan, y después para fundir todo el bien eterno, para darles la capacidad de hacerlas sobrepasar todo, para poder abrazar a todos y hacerse corona de todo”.
16-43 “Hija mía, mi Voluntad es vida y movimiento de todo, ¿pero sabes tú quién sigue su movimiento y toma el vuelo en mi Eterno Querer, de manera que gira como gira Él en el ámbito de la eternidad y se encuentra donde Él se encuentra y hace lo que Él hace? El alma del todo abandonada en mi Santa Voluntad; el abandono son las alas para volar junto con mi Querer, en cuanto cesa el abandono así pierde el vuelo y quedan destruidas las alas. Así que todos sienten el movimiento, la Vida de mi Voluntad, pero se quedan en el punto donde están, porque no hay movimiento que no parta de Mí, pero sólo quien tiene las alas del abandono en Mí, hace el mismo camino de mi Voluntad, sobrevuela sobre todo, sea en el Cielo o en la tierra, entra en el ámbito de la eternidad y gira en medio de las Tres Divinas Personas, penetra en los más íntimos lugares de Ellas, está al día de sus secretos y de sus bienaventuranzas. Sucede como a una máquina, donde en medio está la primera rueda y en torno a ella otras muchas pequeñas ruedecillas que son fijas; en cuanto se mueve la primera rueda todas las demás reciben el movimiento, pero nunca llegan a tocar a la primera rueda, ni saben nada de lo que ella hace ni de los bienes que contiene; en cambio otra pequeña ruedita que no esté fija, y que por medio de un mecanismo gire siempre por todas las ruedecillas para encontrarse en cada movimiento de la primera rueda, para hacer de nuevo su giro, esta ruedecilla girante sabe lo que hay en la primera rueda y toma parte en los bienes que ella contiene. Ahora, la primera rueda es mi Voluntad, las ruedecillas fijas son las almas abandonadas a sí mismas, lo que las vuelve inmóviles en el bien; la ruedecilla girante es el alma que vive en mi Voluntad, el mecanismo es el abandono todo en Mí, así que cada falta de abandono en Mí es un giro que pierdes en el ámbito de la Eternidad. ¡Si supieras qué significa perder un giro eterno!”
29-19 Todo es sostenido por el movimiento continuo de la DV…y la criatura?
4) “Hija mía, cuando mi Divina Voluntad hace un acto, Ella no lo retira jamás, más bien se hace vida perenne de su acto. La misma Creación lo dice, con el hacer continuamente aquellos actos que mi Querer puso en las cosas al crearlas, las cosas creadas se pueden llamar las repetidoras de los actos de mi Divina Voluntad, el cielo está siempre en su lugar, no se retira jamás de ningún punto y con el estar siempre extendido, hace siempre repetidos actos de Voluntad Divina; el sol da siempre luz y está todo afanado en cumplir los innumerables actos de Voluntad Divina que le fueron confiados en su luz y , conforme da el color y el perfume a cada flor, la múltiple dulzura y sabores a los frutos, el desarrollo a las plantas, la luz y el calor a cada criatura y tantos otros actos que hace, tantos actos de mi Voluntad va cumpliendo; parece que hace su curso con toda la majestad imperante al cumplir tantos actos confiados a él, verdadero símbolo del modo majestuoso e imperante de mi Voluntad. El mar cuando murmura, el agua cuando se da a las criaturas, la tierra cuando reverdece y produce plantas y flores, tantos múltiples actos de mi Voluntad cumplen, Ella es la motriz de todo y tiene a toda la Creación en acto de hacer cumplir su Voluntad y por eso son todos felices, no pierden jamás su lugar de honor ni están sujetos a morir, porque mi Voluntad obrante en las cosas creadas les da vida perenne. Sólo la criatura, quien debía ostentar más en el hacer un continuado acto de mi Voluntad, es la única que sale del motor de Ella y llega hasta ponerse en contra de un Querer tan Santo, ¡qué dolor! Y ¿qué cuentas no me dará?”
32-24 (2) “Hija mía bendita, mi Voluntad es el motor que con constancia férrea asalta a la criatura por todos lados, dentro y fuera, para tenerla Consigo, y formar el gran prodigio de formar su Vida Divina en la criatura; Ella, se puede decir que la ha creado para formar y repetir su Vida en ella y , a cualquier costo quiere lograr su intento: en todas las cosas gira en torno a ella y parece que le dice: ‘mírame, soy Yo, conóceme, vengo para formar mi Vida en ti, y haciéndola de asaltante, la asalta dentro y fuera, en modo que quien le presta atención siente a mi Divina Voluntad regurgitante dentro y fuera de sí, que está formando el prodigio de su Vida Divina, a la cual no le es dado de resistir a su potencia, y ¿sabes qué cosa hace esta mi Divina Voluntad? Da vida, llama a vida a todo, hace surgir en esta Vida todo lo que ha hecho y todo lo que ha sido hecho de bien por todas las criaturas, suscita el dulce recuerdo de sus obras, como presentes y en acto, como si las repitiera, nada huye de esta Vida, siente la plenitud de todo y ¡oh! cómo la criatura se siente feliz, rica, potente, santa, siente la compañía de todos los actos buenos de los demás y por todo ama, glorifica al Fiat Divino como si fueran suyos, y mi Querer se siente dar por ella sus obras, o sea el amor, la gloria de sus obras divinas, y repetir con el recuerdo la gloria y el amor de las otras criaturas. ¡Oh! cuántas obras puestas en el olvido, cuántos sacrificios, cuántos actos heroicos olvidados que han sido hechos por las generaciones humanas, que no se piensan más y por lo tanto, no hay ni la repetición continua de la gloria, ni quién renueve el amor de aquellos actos, y mi Divina Voluntad formando su Vida en la pequeñez humana, hace surgir el recuerdo de todo; para dar y para recibir todo, concentra todo en ella y forma su campamento divino. Por eso sé atenta a recibir estas olas de mi Querer. Elas se verterán sobre ti para cambiar tu suerte, y si tú las recibes, serás la más afortunada criatura”…. (5) Y así como la vida humana tiene su vida, sus miembros distintos, sus cualidades, así nuestro Ser Supremo tiene sus cualidades purísimas, no materiales porque en Nosotros, no existe materia que forme nuestra Vida; unidas juntas santidad, potencia, amor, luz, bondad, sabiduría, omnividencia de todo, inmensidad, etc., forman nuestra Vida Divina, ¿pero quién constituye el movimiento, quién regula, quién desarrolla con un movimiento incesante y eterno todas nuestras cualidades divinas? Nuestra Voluntad, Ella es el motor, la dirigente que da a cada una de nuestras cualidades la vida obrante, así que si no fuese por nuestra Voluntad, nuestra potencia estaría sin ejercicio, nuestro amor sin amar, y así de todo lo demás. Mira entonces cómo el todo está en la Voluntad, y por eso con darla a la criatura damos todo, y como son nuestras pequeñas imágenes creadas por Nosotros, nuestros alientos, las pequeñas llamitas de amor esparcidas por Nosotros en todo lo creado, por eso le dimos una voluntad libre unida a la nuestra, para formar nuestros facsímiles queridos por Nosotros, no hay cosa que más nos glorifique, que más nos ame, que nos vuelva contentos, que encontrar nuestra Vida, nuestra imagen, nuestra Voluntad en nuestra obra creada por Nosotros, por eso el todo lo confiamos a la potencia de nuestro Fiat para obtener el intento.
Esta es otra idea en el LdC: El alma como motor:
13-11 (1) Continuando mi habitual estado, me he encontrado fuera de mí misma en medio de un vastísimo mar y veía una máquina, que conforme se movía el motor, así el agua brotaba por todas las partes de la máquina, que elevándose hasta el cielo estas oleadas de agua cubrían a todos los santos y ángeles, y llegando hasta el trono del Eterno se derramaban con ímpetu a sus pies y después descendían de nuevo al fondo del mismo mar. Yo he quedado maravillada al ver esto y decía entre mí: “¿Qué será esta máquina?” Y una luz que venía del mismo mar me ha dicho:
(2) “El mar es mi Voluntad, la máquina es el alma que vive en mi Querer, el motor es la voluntad humana que obra en el Divino Querer. Cada vez que el alma hace sus intenciones especiales en mi Querer, el motor pone en movimiento la máquina, y como mi Voluntad es vida de los bienaventurados, como también lo es de la máquina, no es maravilla que mi Voluntad, que brota de esta máquina, entre en el Cielo y resplandezca de luz, de gloria, derramándose sobre todos, hasta en mi trono y después descienda de nuevo en el mar de mi Voluntad en la tierra para bien de los viadores. Mi Voluntad está por todas partes, y los actos hechos en mi Voluntad corren por todas partes, en el Cielo y en la tierra; corren al pasado, porque mi Voluntad existía; al presente, porque nada ha perdido de su actividad; al futuro, porque existirá eternamente. Cómo son bellos los actos en mi Voluntad, y así como mi Voluntad contiene siempre nuevos contentos, así estos actos son los nuevos contentos de los mismos bienaventurados, son los suplentes de los actos de los santos que no han sido hechos en mi Querer, son las nuevas gracias de todas las criaturas”.
(3) Después he quedado toda afligida porque no había visto a mi dulce Jesús, y Él, moviéndose en mi interior, me ha estrechado en sus brazos diciéndome:
(4) “Hija mía, ¿por qué tan afligida? ¿No soy Yo mismo el mar?”
Hija mía, estar en la habitación de mi Divina Voluntad es estar en su puesto de honor, dado por Dios cuando la criatura fue puesta fuera a la luz del día, y a quien está en su puesto Dios no le hace faltar nada, ni santidad, ni luz, ni fuerza, ni amor. Es más, pone a disposición de la criatura lo que quiere tomar de dentro de la fuente divina, así que vive en la abundancia de todos los bienes, todos los actos hechos en la Divina Voluntad tienen la virtud operativa de Dios, el Cual se siente, por su misma potencia, atraído a obrar en el acto de la criatura, y por eso estos actos tienen virtud de arrojarse con tal ímpetu e imperio en el mismo mar de la Divina Voluntad, para moverla y ponerla en actitud de duplicar su gloria, y hacerla obrar nueva bondad, nueva misericordia, nuevo amor y luz hacia todas las criaturas, así que con sus actos, no hace otra cosa que girar el motor divino para hacerlo obrar. Es verdad que por Nosotros mismos somos movimiento continuo que produce obras incesantes, pero también es verdad que con hacer ella sus actos en nuestro Querer, entra en este movimiento, pone en él de lo suyo, y nuestro movimiento se siente poner a girar y mover por la criatura para producir nuestras obras, y sentimos su acto inmediato con todas nuestras obras. Por eso sentirla junto con Nosotros, con nuestros actos, es la gloria y la felicidad más grande que podemos recibir. ¿Te parece poco que le demos a ella la virtud de mover todo nuestro Ser Divino? Y así como gozamos por que está en su puesto, así le hacemos hacer lo que quiere, porque estamos seguros que no hará sino lo que queremos Nosotros. Todo al contrario para quien vive de voluntad humana, sus actos no tienen poder divino, están sin impulso, quedan en lo bajo y muchas veces amargan a su Creador”.
33-1 (4) Ahora, el disponerse a hacer mi Voluntad forma el pasaporte, el comenzar el acto forma la vía que debe recorrer en Ella, vía de Cielo, santa, divina, por eso a quien entra en Ella Yo le susurro al oído del corazón: ‘Olvida la tierra, ya no es más tuya, de ahora en adelante no verás otra cosa que Cielo, mi reino no tiene confines, por lo tanto tu vía será larga, por eso conviene que con tus actos apresures el paso para formarte muchas vías y así tomar mucho de los bienes que hay en mi reino. Entonces, el comenzar el acto forma la vía, el cumplirlo forma el tren, y Yo cuando veo formado el tren hago de motor para ponerlo en veloz camino, y ¡oh! cómo me es bello, agradable, pasear en estas vías que la criatura se ha hecho en mi Voluntad. Estos actos hechos en mi Voluntad son siglos que encierran de méritos y de bienes incalculables, porque está el motor divino que camina, el cual tiene tanta velocidad que en minutos encierra los siglos, y vuelve de tal manera rica a la criatura, bella y santa, de darnos el honor ante toda la corte celestial, señalándola como el más grande prodigio de su arte creador. (5) Además de esto, conforme la criatura va formando su acto en mi Divina Voluntad, así las venas del alma se vacían de lo que es humano, y corre en ellas, podría decir, una sangre divina, la cual hace sentir en sustancia las virtudes divinas en la criatura, que tienen virtud de correr casi como sangre en la misma vida que anima a su Creador, que los vuelve inseparables Uno de la otra, tanto que quien quiere encontrar a Dios lo puede encontrar en su puesto de honor en la criatura, y quien quiere encontrar a la criatura la encontrará en el centro Divino”.
33-46 …en cada acto suyo está la cadena de tantos actos nuestros de amor, que envuelve el acto, el pensamiento, etc., de la criatura y este nuestro amor da vida, alimenta las repeticiones de todos los actos de ella, y
¡oh! cómo es bella en nuestra mente divina, porque ella viene formada por el soplo continuo de nuestro amor, amor querido, no forzado, amor no de necesidad, sino más bien virtud generativa de nuestro Ser Supremo, el cual genera siempre y pone su amor continuo sobre sus obras, virtud de nuestro Fiat Omnipotente que si no generase nuevas obras y no tuviese el acto continuo de amar, se sentiría como sofocado en sus llamas y paralizado en su movimiento continuo. Ahora, queriendo sacar a la criatura de nuestro seno divino, le hacemos hacer su pequeño camino en el tiempo, y nuestro amor no deja de asaltar, investir, cortejar todos sus actos con su amor especial, si esto faltara, faltaría la fuerza generativa, vivificadora y motriz del ser humano. ¡Oh! si las criaturas supieran que en cada pensamiento suyo corre un amor nuestro distinto, en cada palabra y obra, también en su respiro y latido, ¡oh! cómo nos amarían y no profanarían con actos indignos nuestro amor tan grande. Mira entonces cómo te ama y te sabe amar tu Jesús, por eso aprende de Mí a amarme. Esta es la prerrogativa de nuestro amor: todo lo que ha salido de Nosotros, amarlo siempre, hacer surgir de dentro de nuestro amor todos los actos de la criatura”.
Arrojo e imperio de los actos hechos en la Divina Voluntad. Intercambio de vida entre Creador y criatura. Dulce murmullo en el Ser Divino.
(1)Siento el santo deber, la fuerza irresistible, la necesidad extrema de vivir en la habitación dada a mí por el Celestial Jesús, esto es, su adorable Voluntad, y si alguna vez hago las pequeñas salidas, ¡oh! cuánto me cuestan, siento que todos los males me llueven encima, y sintiendo el gran contraste que hay entre el vivir en mi querida habitación donde el amado Jesús me ha dado mi lugar, y fuera de ella, me vuelvo a tomar mi lugar que Él me ha asignado, y bendigo a Aquél que me ha dado una habitación tan feliz y me ha dado el gran bien de hacerme conocer su Santísima Voluntad.
(2)Pero mientras mi pequeña inteligencia navegaba el gran mar del Fiat Supremo, mi amado Bien Jesús se ha hecho oír en mi pobre alma, y me ha dicho:
(3)“Hija mía, estar en la habitación de mi Divina Voluntad es estar en su puesto de honor, dado por Dios cuando la criatura fue puesta fuera a la luz del día, y a quien está en su puesto Dios no le hace faltar nada, ni santidad, ni luz, ni fuerza, ni amor. Es más, pone a disposición de la criatura lo que quiere tomar de dentro de la fuente divina, así que vive en la abundancia de todos los bienes, todos los actos hechos en la Divina Voluntad tienen la virtud operativa de Dios, el Cual se siente, por su misma potencia, atraído a obrar en el acto de la criatura, y por eso estos actos tienen virtud de arrojarse con tal ímpetu e imperio en el mismo mar de la Divina Voluntad, para moverla y ponerla en actitud de duplicar su gloria, y hacerla obrar nueva bondad, nueva misericordia, nuevo amor y luz hacia todas las criaturas, así que con sus actos, no hace otra cosa que girar el motor divino para hacerlo obrar. Es verdad que por Nosotros mismos somos movimiento continuo que produce obras incesantes, pero también es verdad que con hacer ella sus actos en nuestro Querer, entra en este movimiento, pone en él de lo suyo, y nuestro movimiento se siente poner a girar y mover por la criatura para producir nuestras obras, y sentimos su acto inmediato con todas nuestras obras. Por eso sentirla junto con Nosotros, con nuestros actos, es la gloria y la felicidad más grande que podemos recibir. ¿Te parece poco que le demos a ella la virtud de mover todo nuestro Ser Divino? Y así como gozamos por que está en su puesto, así le hacemos hacer lo que quiere, porque estamos seguros que no hará sino lo que queremos Nosotros. Todo al contrario para quien vive de voluntad humana, sus actos no tienen poder divino, están sin impulso, quedan en lo bajo y muchas veces amargan a su Creador”.
(4)Después de esto decía entre mí: “¡Oh! cómo quisiera dar a mi Jesús, para atestiguarle mi amor, tantas vidas por cuantos actos yo hago”. Y mi Jesús ha agregado:
(5)“Hija mía, tú debes saber que en cada cosa que hace la criatura, damos el acto de vida que sale de Nosotros, si piensa, le damos la vida del pensamiento de nuestra Inteligencia; si habla, le damos en su voz la vida de nuestra palabra; si obra, corre la vida de nuestras obras en la suya; si camina, damos la vida de nuestros pasos en los suyos; mira, son dos actos de vida que deben concurrir en cada uno de los actos de la criatura: Primero el acto de Vida Divina, e inmediatamente el acto de ella. Ahora, si en todas las cosas que hace, las hace por amor de Quien le da la vida, se forma un intercambio de vida; vida damos y vida recibimos. Y aunque hay gran diferencia entre los actos de Vida nuestra y los de la criatura, sin embargo quedamos glorificados y satisfechos, porque eso nos puede dar, y eso nos da, mucho más que todos los actos hechos por ella para darnos el intercambio de vida, quedan no fuera de Nosotros, sino dentro de Nosotros, como testimonios de vida perenne de la criatura; sentimos el intercambio de su vida a la Vida que le hemos dado. En nuestro Ser Divino, en nuestro Querer y en nuestro amor, nos lleva el dulce murmullo de la vida de sus pensamientos en nuestra Inteligencia, el suave murmullo de su palabra en nuestra voz, sus obras murmuran dulcemente en nuestras obras, y el pisar de sus pasos, conforme caminan, así murmuran amor y testimonios de vida a mi Creador. Y Nosotros, en nuestro énfasis de amor decimos: ‘¿Quién es quien murmura en nuestro Ser Divino con la vida de sus actos? Quien está en nuestro Querer y obra por puro amor nuestro’. Pero cuál no es nuestro dolor cuando damos vida a los actos de la criatura y nada recibimos, estos actos suyos quedan fuera de Nosotros y como dispersos, porque falta la corriente de nuestro Querer y de nuestro amor que nos los trae, y estos actos, la mayor parte llevan el sello de la ofensa a quien les ha dado la vida. ¡Oh! si las criaturas comprendieran con claridad qué significa hacer su voluntad, morirían de pena al comprender el gran mal en el cual se precipitan, y el gran bien que pierden con no hacer nuestra Voluntad Divina. Sé atenta hija mía si no quieres perder los ojos del alma, cual es mi Voluntad, y perdidos éstos, tú misma no comprenderás tu gran desventura, como no la comprenden tantas otras criaturas que se juegan la Divina Voluntad para hacer la propia; pero ¿para hacer qué? Para volverse infelices”.
La Virgen como motor:
34-9 Así que Ella es la Reina de mi Iglesia, la asiste, la protege, la defiende, así se pondrá en medio a los hijos de mi Voluntad, será siempre Ella el motor, la vida, la guía, el modelo perfecto, la Maestra del reino del Fiat Divino que tanto aprecia, son sus ansias, sus deseos ardientes, sus delirios de amor materno, que quiere a sus hijos en la tierra en el reino donde Ella vivió, no está contenta con tener a sus hijos en el Cielo en el reino de la Divina Voluntad, sino que los quiere también sobre la tierra, siente que la tarea dada a Ella por Dios como Madre y Reina no la ha completado, su misión no ha terminado hasta en tanto que no reine la Divina Voluntad sobre la tierra en medio a las criaturas. Quiere a sus hijos que la semejen y que posean la herencia de su Mamá, por eso la gran Señora es toda ojos para mirar, todo corazón para amar, para ayudar a quien ve en algún modo dispuesto a querer vivir de Voluntad Divina. Por eso en las dificultades piensa que Ella está junto a ti, te sostiene, te fortalece, toma tu querer en sus manos maternas para hacerlo recibir la Vida del Fiat Supremo”.
6-136 El amor como motor…usando la DV que lo lleva a cabo
(2) “Hija mía, cuanto más el alma llega al término, para acercarse a la fuente de todo bien, cual es el verdadero y perfecto amor de Dios, donde todo quedará sumergido y sólo el amor existirá para ser el motor de todo, así el alma perderá todas las virtudes que ha practicado en el viaje, para encerrar todo en el amor y reposarse de todo para sólo amar;
Vs al alma como motor:
27-25 En cambio quien vive fuera de mi Fiat Divino, sin su fuerza motriz, se puede llamar como aquellas estrellas errantes que se precipitan en el espacio, como si no hubiese un puesto fijo para ellas, y son obligadas, como estrellas errantes, a correr como al precipicio, como si se hubieran extraviado de la bóveda del cielo. Así es el alma que no hace ni vive en mi Divina Voluntad, ella se cambia a cada ocasión, siente en sí tanta variedad de cambios, que siente fastidio de repetir un bien continuado, y si algún resplandor de luz hace salir de sí, es como el centelleo de las estrellas errantes, que rápidamente desaparece. Se puede decir que la señal para conocer si se vive de Voluntad Divina es ésta: ‘La inmutabilidad en el bien’; y cambiarse a cada pequeña incitación, es la señal si es que se vive del querer humano”.
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La Divina Voluntad es el motor y la asaltante, da vida, llama a vida y hace surgir el recuerdo de todo. Campamento divino.
El movimiento de mi Voluntad Divina forma su Vida en la criatura.
(1)Estoy bajo las olas eternas del Querer Divino, y me parece que quiere que ponga atención a estas olas, las reconozca, las reciba en mí, las ame, para decirme: “Soy el
Querer eterno que te estoy encima, que te circundo por todas partes, invisto tu movimiento, tu respiro, tu latido, para hacerlos míos, para hacerme el lugar y así poder distender mi Vida en ti; soy el inmenso que me quiero restringir en la pequeñez humana, soy el potente que me deleito en formar mi Vida en la debilidad creada, soy el santo que quiero santificar todo, ponme atención y verás qué sé hacer, y qué haré en tu alma”. Pero mientras mi mente estaba toda ocupada por el Querer Divino, mi siempre amable Jesús, repitiendo su breve visita me ha dicho:
(2)“Hija mía bendita, mi Voluntad es el motor que con constancia férrea asalta a la criatura por todos lados, dentro y fuera, para tenerla Consigo, y formar el gran prodigio de formar su Vida Divina en la criatura; Ella, se puede decir que la ha creado para formar y repetir su Vida en ella, y a cualquier costo quiere lograr su intento, y en todas las cosas gira en torno a ella y parece que le dice: ‘Mírame, soy Yo, conóceme, vengo para formar mi Vida en ti, y haciéndola de asaltante, la asalta dentro y fuera, en modo que quien le presta atención siente a mi Divina Voluntad regurgitante dentro y fuera de sí, que está formando el prodigio de su Vida Divina, a la cual no le es dado de resistir a su potencia, y ¿sabes qué cosa hace esta mi Divina Voluntad? Da vida, llama a vida a todo, hace surgir en esta Vida todo lo que ha hecho y todo lo que ha sido hecho de bien por todas las criaturas, suscita el dulce recuerdo de sus obras, como presentes y en acto, como si las repitiera, nada huye de esta Vida, siente la plenitud de todo, y ¡oh! cómo la criatura se siente feliz, rica, potente, santa, siente la compañía de todos los actos buenos de los demás y por todo ama, glorifica al Fiat Divino como si fueran suyos, y mi Querer se siente dar por ella sus obras, o sea el amor, la gloria de sus obras divinas, y repetir con el recuerdo la gloria y el amor de las otras criaturas. ¡Oh! cuántas obras puestas en el olvido, cuántos sacrificios, cuántos actos heroicos olvidados que han sido hechos por las generaciones humanas, que no se piensan más, y por lo tanto no hay ni la repetición continua de la gloria, ni quién renueve el amor de aquellos actos, y mi Divina Voluntad formando su Vida en la pequeñez humana, hace surgir el recuerdo de todo; para dar y para recibir todo, concentra todo en ella y forma su campamento divino. Por eso sé atenta a recibir estas olas de mi Querer, ellas se verterán sobre ti para cambiar tu suerte, y si tú las recibes, serás la más afortunada criatura”.
(3)Después de esto continuaba pensando en la Divina Voluntad, y pensaba entre mí: “¿Pero cómo se puede formar esta Vida Divina en el alma? Y mi dulce Jesús ha agregado:
(4)“Hija mía, la vida humana está compuesta de alma y cuerpo, de miembros, distintos el uno del otro, pero ¿quién es el movimiento primario de esta vida? La voluntad, así que sin ella no podría hacer las bellas obras, ni adquirir ciencia, ni ser capaz de enseñarla, por eso todo lo bello de la vida desaparecería de la criatura, y si belleza, dote, valor, ingenio posee, se debe atribuir al movimiento de orden que tiene la voluntad sobre la vida humana. Ahora, si este movimiento de orden lo toma mi Divina Voluntad sobre la criatura, se forma dentro de ella la Vida Divina, así que con tal que la criatura se someta a recibir el movimiento de orden de mi Voluntad, dentro y fuera de sí, como movimiento primario de todos sus actos, ya viene formada mi Vida Divina, y toma su puesto regio en el fondo del alma. El movimiento dice vida, y si el movimiento tiene principio de una voluntad humana, se puede llamar vida humana, si en cambio el principio es de mi Voluntad, se puede llamar Vida Divina. Mira cómo es fácil formar esta Vida con tal que la criatura lo quiera: Yo no quiero, ni pido jamás de la criatura cosas imposibles, más bien primero las facilito, las vuelvo adaptables, factibles, y después las pido, y mientras las pido, para estar más seguro de que pueda hacer lo que quiero, me ofrezco Yo mismo a hacer junto con ella lo que quiero que haga, puedo decir que me pongo a su disposición a fin de que encuentre fuerza, luz, gracia, santidad no humana sino divina, Yo no pongo atención ni a lo que doy ni a lo que hago, cuando la criatura hace lo que quiero la abundo tanto, de hacerle sentir no el peso, sino la felicidad del sacrificio que sabe dar mi Divina Voluntad.
(5)Y así como la vida humana tiene su vida, sus miembros distintos, sus cualidades, así nuestro Ser Supremo tiene sus cualidades purísimas, no materiales, porque en Nosotros no existe materia que forme nuestra Vida; unidas juntas santidad, potencia, amor, luz, bondad, sabiduría, omnividencia de todo, inmensidad, etc., forman nuestra Vida Divina,¿pero quién constituye el movimiento, quién regula, quién desarrolla con un movimiento incesante y eterno todas nuestras cualidades divinas? Nuestra Voluntad, Ella es el motor, la dirigente que da a cada una de nuestras cualidades la vida obrante, así que si no fuese por nuestra Voluntad, nuestra potencia estaría sin ejercicio, nuestro amor sin amar, y así de todo lo demás. Mira entonces cómo el todo está en la Voluntad, y por eso con darla a la criatura damos todo, y como son nuestras pequeñas imágenes creadas por Nosotros, nuestros alientos, las pequeñas llamitas de amor esparcidas por Nosotros en todo lo creado, por eso le dimos una voluntad libre unida a la nuestra, para formar nuestros facsímiles queridos por Nosotros, no hay cosa que más nos glorifique, que más nos ame, que nos vuelva contentos, que encontrar nuestra Vida, nuestra imagen, nuestra Voluntad en nuestra obra creada por Nosotros, por eso el todo lo confiamos a la potencia de nuestro Fiat para obtener el intento.
(6)Hija mía, tú debes saber que tanto en nuestra Divinidad en el orden sobrenatural, cuanto en el orden natural de las criaturas, hay una virtud en naturaleza, una prerrogativa innata, de querer producir vida, imágenes que lo asemejen, y por eso una manía de amor, un deseo ardiente de derramarse a sí mismo en la vida y obra que se produce; en toda la Creación no hay cosa que no nos asemeje: El cielo nos asemeja en la inmensidad; las estrellas en la multiplicidad de nuestras alegrías y bienaventuranzas infinitas; en el sol está la semejanza de nuestra luz; en el aire la semejanza de nuestra Vida que se da a todos, es de todos y ninguno le puede huir, aunque lo quisieran; en el viento que mientras se hace sentir, ahora con ímpetu, ahora como acariciando dulcemente a las criaturas y a todas las cosas, pero no lo ven, nuestra potencia y omnividencia que todo vemos, todo sentimos y como en un puño encerramos todo, pero no nos ven; en suma no hay cosa en que no esté una similitud nuestra, todas nuestras obras dan de Nosotros, nos alaban y cada una tiene el oficio de hacer conocer cada una de las cualidades de su Creador. Ahora, en el hombre no era solamente obra que hacíamos, sino vida humana y Vida Divina que creamos en él, por eso anhelamos, queremos, suspiramos el reproducir en él la Vida y nuestra imagen, llegamos hasta ahogarlo de amor, y cuando no se deja ahogar, porque es libre de sí mismo, llegamos a perseguirlo de amor, no haciéndole encontrar paz en todo lo que huye de Nosotros; no encontrando a Nosotros mismos en él, le movemos guerra incesante, porque queremos nuestra imagen bella, nuestra Vida reproducida en él. Todas las cosas son hechas e injertadas por Nosotros, también en el orden natural hay esta virtud de querer producir cosas y vida similar; mira, una madre genera un niño, todas sus ansias y deseos es que lo quiere similar a sí, y suspira por verlo similar a sus padres, y si el niño es similar a ellos, ¡oh! cómo están contentos, es su orgullo, lo quieren hacer ver por todos, lo hacen crecer con sus costumbres, con sus modos, en suma, este niño se vuelve su preocupación y su gloria, pero si en cambio es desemejante de los padres, feo, deforme, ¡oh! cómo quedan amargados, atormentados y llegan a decir con sumo dolor: ‘Parece que no sea hijo nuestro, de nuestra sangre’. Casi quisieran esconderlo para no hacerlo ver a ninguno, sintiéndose humillados y confundidos, y este niño será la tortura de sus padres por toda la vida. Todas las cosas poseen la virtud de reproducir cosas similares, la semilla produce otra semilla, la flor otra flor, el pájaro otro pajarito, y así de todo lo demás; no producir cosas similares es ir contra naturaleza divina y humana. Por eso el no tener a la criatura similar a Nosotros es uno de nuestros más grandes dolores, y sólo quien viva de nuestra Voluntad podrá ser de alegría, y portadora de gloria y de triunfo para nuestra obra creadora”.
Arrojo e imperio de los actos hechos en la Divina Voluntad. Intercambio de vida entre Creador y criatura.
Dulce murmullo en el Ser Divino.
(1)Siento el santo deber, la fuerza irresistible, la necesidad extrema de vivir en la habitación dada a mí por el Celestial Jesús, esto es, su adorable Voluntad, y si alguna vez hago las pequeñas salidas, ¡oh! cuánto me cuestan, siento que todos los males me llueven encima, y sintiendo el gran contraste que hay entre el vivir en mi querida habitación donde el amado Jesús me ha dado mi lugar, y fuera de ella, me vuelvo a tomar mi lugar que Él me ha asignado, y bendigo a Aquél que me ha dado una habitación tan feliz y me ha dado el gran bien de hacerme conocer su Santísima Voluntad.
(2)Pero mientras mi pequeña inteligencia navegaba el gran mar del Fiat Supremo, mi amado Bien Jesús se ha hecho oír en mi pobre alma, y me ha dicho:
(3)“Hija mía, estar en la habitación de mi Divina Voluntad es estar en su puesto de honor, dado por Dios cuando la criatura fue puesta fuera a la luz del día, y a quien está en su puesto Dios no le hace faltar nada, ni santidad, ni luz, ni fuerza, ni amor. Es más, pone a disposición de la criatura lo que quiere tomar de dentro de la fuente divina, así que vive en la abundancia de todos los bienes, todos los actos hechos en la Divina Voluntad tienen la virtud operativa de Dios, el Cual se siente, por su misma potencia, atraído a obrar en el acto de la criatura, y por eso estos actos tienen virtud de arrojarse con tal ímpetu e imperio en el mismo mar de la Divina Voluntad, para moverla y ponerla en actitud de duplicar su gloria, y hacerla obrar nueva bondad, nueva misericordia, nuevo amor y luz hacia todas las criaturas, así que con sus actos, no hace otra cosa que girar el motor divino para hacerlo obrar. Es verdad que por Nosotros mismos somos movimiento continuo que produce obras incesantes, pero también es verdad que con hacer ella sus actos en nuestro Querer, entra en este movimiento, pone en él de lo suyo, y nuestro movimiento se siente poner a girar y mover por la criatura para producir nuestras obras, y sentimos su acto inmediato con todas nuestras obras. Por eso sentirla junto con Nosotros, con nuestros actos, es la gloria y la felicidad más grande que podemos recibir. ¿Te parece poco que le demos a ella la virtud de mover todo nuestro Ser Divino? Y así como gozamos por que está en su puesto, así le hacemos hacer lo que quiere, porque estamos seguros que no hará sino lo que queremos Nosotros. Todo al contrario para quien vive de voluntad humana, sus actos no tienen poder divino, están sin impulso, quedan en lo bajo y muchas veces amargan a su Creador”.
(4)Después de esto decía entre mí: “¡Oh! cómo quisiera dar a mi Jesús, para atestiguarle mi amor, tantas vidas por cuantos actos yo hago”. Y mi Jesús ha agregado:
(5)“Hija mía, tú debes saber que en cada cosa que hace la criatura, damos el acto de vida que sale de Nosotros, si piensa, le damos la vida del pensamiento de nuestra Inteligencia; si habla, le damos en su voz la vida de nuestra palabra; si obra, corre la vida de nuestras obras en la suya; si camina, damos la vida de nuestros pasos en los suyos; mira, son dos actos de vida que deben concurrir en cada uno de los actos de la criatura: Primero el acto de Vida Divina, e inmediatamente el acto de ella. Ahora, si en todas las cosas que hace, las hace por amor de Quien le da la vida, se forma un intercambio de vida; vida damos y vida recibimos. Y aunque hay gran diferencia entre los actos de Vida nuestra y los de la criatura, sin embargo quedamos glorificados y satisfechos, porque eso nos puede dar, y eso nos da, mucho más que todos los actos hechos por ella para darnos el intercambio de vida, quedan no fuera de Nosotros, sino dentro de Nosotros, como testimonios de vida perenne de la criatura; sentimos el intercambio de su vida a la Vida que le hemos dado. En nuestro Ser Divino, en nuestro Querer y en nuestro amor, nos lleva el dulce murmullo de la vida de sus pensamientos en nuestra Inteligencia, el suave murmullo de su palabra en nuestra voz, sus obras murmuran dulcemente en nuestras obras, y el pisar de sus pasos, conforme caminan, así murmuran amor y testimonios de vida a mi Creador. Y Nosotros, en nuestro énfasis de amor decimos: ‘¿Quién es quien murmura en nuestro Ser Divino con la vida de sus actos? Quien está en nuestro Querer y obra por puro amor nuestro’. Pero cuál no es nuestro dolor cuando damos vida a los actos de la criatura y nada recibimos, estos actos suyos quedan fuera de Nosotros y como dispersos, porque falta la corriente de nuestro Querer y de nuestro amor que nos los trae, y estos actos, la mayor parte llevan el sello de la ofensa a quien les ha dado la vida. ¡Oh! si las criaturas comprendieran con claridad qué significa hacer su voluntad, morirían de pena al comprender el gran mal en el cual se precipitan, y el gran bien que pierden con no hacer nuestra Voluntad Divina. Sé atenta hija mía si no quieres perder los ojos del alma, cual es mi Voluntad, y perdidos éstos, tú misma no comprenderás tu gran desventura, como no la comprenden tantas otras criaturas que se juegan la Divina Voluntad para hacer la propia; pero ¿para hacer qué? Para volverse infelices”.
CAFÉ – 22 diciembre- Navidad-El misterio escondido desde siglos
Navidad, la fiesta más grande:
12-101 Mayo 8, 1919
Causa y necesidad de las penas que la Divinidad dio a la Humanidad de Jesús. Causa por la que no las reveló antes.
- Encontrándome en mi habitual estado, estaba pensando en las penas de mi adorable Jesús, especialmente en aquellas que le hizo sufrir la Divinidad a la Santísima Humanidad de Nuestro Señor. Mientras estaba en esto me he sentido atraer al interior del corazón de mi Jesús, y en él tomaba parte en las penas de su corazón santísimo que le hacía sufrir la Divinidad en el curso de su Vida en la tierra. Estas penas son muy diversas de aquellas que el bendito Jesús sufrió en el curso de su Pasión por manos de los judíos, son penas que casi no se pueden decir. Yo, de aquél poco que tomaba parte, sé decir que sentía un dolor agudo, acerbo, acompañado de un desgarro del mismo corazón que me hacía sentir en realidad morir, pero después Jesús casi con un prodigio de su amor me daba nuevamente la vida. Entonces mi dulce Jesús, después de que he sufrido, me ha dicho:
(2) “Hija de mis penas, debes saber que las penas que me dieron los judíos fueron una sombra de las que me dio la Divinidad, y esto era justo para recibir plena satisfacción. El hombre, pecando, no sólo ofende a la Majestad Suprema externamente, sino también internamente, y desfigura en su interior la parte divina que le fue infundida al crearlo, así que el pecado se forma primero en el interior del hombre, y después sale al exterior, más bien, muchas veces lo que sale al exterior es la parte mínima, y la parte mayor queda en el interior. Ahora, las criaturas eran incapaces de penetrar en mi interior y hacerme satisfacer con penas la gloria del Padre, que con tantas ofensas de su interior le habían negado; mucho más que estas ofensas herían la parte más noble de la criatura, cual es la inteligencia, la memoria y la voluntad, donde está sellada la imagen divina. ¿Quién debía entonces tomar este empeño, si la criatura era incapaz? Por esto fue necesario que la Divinidad misma tomara este empeño y me hiciera de verdugo amoroso, pero por cuanto amoroso, más exigente para recibir plena satisfacción por todos los pecados hechos en el interior del hombre. La Divinidad quería la obra completa y la plena satisfacción de la criatura, tanto del interior como del exterior, así que en la Pasión que me dieron los judíos, di satisfacción a la gloria externa del Padre, que las criaturas le habían quitado; en la Pasión que me dio la Divinidad en todo el curso de mi Vida, di satisfacción al Padre por todos los pecados del interior del hombre. De esto podrás comprender que las penas que sufrí de manos de la Divinidad, superan grandemente a las penas que me dieron las criaturas, más bien, casi no pueden compararse y son menos accesibles a la mente humana. Así como entre el interior del hombre y el exterior hay una gran diferencia, mucho más diferencia hay entre las penas que me infligió la Divinidad y las que me dieron las criaturas el último día de mi Vida, las primeras eran desgarros crueles, dolores sobrehumanos, capaces de darme muerte y repetidas muertes en las partes más íntimas, tanto del alma como del cuerpo, ni siquiera una fibra quedaba excluida. En las segundas eran dolores acerbos, pero no desgarros capaces de darme muerte a cada pena, como sí era capaz la Divinidad teniendo el poder y el querer. ¡Ah, cuánto me cuesta el hombre! Pero el hombre ingrato no se ocupa de Mí y no busca comprender cuánto lo he amado y cuánto he sufrido por él, tanto que ni siquiera ha llegado a comprender todo lo que sufrí en la Pasión que me dieron las criaturas, y si no comprenden lo menos, ¿cómo pueden comprender lo más de lo que he sufrido por ellos? Por esto me he tardado en revelar las penas innumerables e inauditas que me dio la Divinidad por causa de ellos, pero mi amor quiere desahogo y correspondencia de amor, por eso te llamo a ti en la inmensidad y altura de mi Querer, donde todas estas penas están en acto, y tú no sólo tomas parte en ellas, sino que a nombre de toda la familia humana las honras y das la correspondencia de amor, y junto Conmigo te sustituyes a todo lo que las criaturas están obligadas, pero con sumo dolor mío y daño para ellas, ni siquiera lo piensan”.
2-81 Febrero 4, 1919
La Pasión interna que la Divinidad hizo sufrir a la Humanidad de Jesús en el transcurso de toda su Vida.
(1) Continuando mi habitual estado, por cerca de tres días me sentía perdida en Dios; muchas veces el buen Jesús me atraía dentro de su Santísima Humanidad, y yo nadaba en el mar inmenso de la Divinidad. ¡Oh! cuántas cosas se veían, cómo se veía claro todo lo que obraba la Divinidad en la Humanidad, y frecuentemente mi Jesús interrumpía mis sorpresas y me decía:
(2) “Mira hija mía con qué exceso de amor amé a la criatura, mi Divinidad fue celosa de confiar a las criaturas el trabajo de la Redención haciéndome sufrir la Pasión. La criatura era impotente para hacerme morir tantas veces por cuantas criaturas habían salido y deberían salir a la luz de lo creado, y por cuantos pecados mortales habrían tenido la desgracia de cometer. La Divinidad quería vida por cada vida de criatura, y vida por cada muerte que con el pecado mortal se daba. ¿Quién podría ser tan potente sobre Mí, para darme tantas muertes, sino mi Divinidad? ¿Quién habría tenido la fuerza, el amor, la constancia de verme morir tantas veces, sino mi Divinidad? La criatura se habría cansado y habría desfallecido. Y no creas que este trabajo de mi Divinidad empezó tarde, por el contrario, empezó en cuanto fue cumplida mi concepción, desde el seno de mi Mamá, la cual muchas veces tenía conocimiento de mis penas y quedaba martirizada y sentía la muerte junto Conmigo. Así que desde el seno materno mi Divinidad tomó el empeño de verdugo amoroso, pero precisamente por amoroso más exigente e inflexible, tanto, que ni siquiera una espina fue dispensada a mi gimiente Humanidad, ni un clavo, pero no como las espinas, los clavos, los flagelos que sufrí en la Pasión que me dieron las criaturas, que no se multiplicaban, cuantos me ponían, tantos quedaban; en cambio, los de mi Divinidad se multiplicaban por cada ofensa, así que tantas espinas por cuantos pensamientos malos, tantos clavos por cuantas obras indignas, tantos golpes por cuantos placeres, tantas penas por cuantas fueron las ofensas; por eso eran mares de penas, de espinas, de clavos, de golpes innumerables. Delante a la Pasión que me dio la Divinidad, la Pasión que me dieron las criaturas el último de mis días no fue otra cosa que sombra, imagen de lo que me hizo sufrir mi Divinidad en el curso de mi Vida, por eso amo tanto a las almas, son vidas que me cuestan, son penas inconcebibles a mente creada, por eso entra dentro de mi Divinidad y mira y toca con la mano lo que sufrí”.
(3) Yo no sé como me encontraba dentro de la inmensidad Divina, que erigía tronos de justicia por cada criatura, a lo cual el dulce Jesús debía responder por cada acto de criatura, sufrir las penas, la muerte, pagar el precio de todo; y Jesús como dulce corderito quedaba muerto por las manos divinas, para resurgir y sufrir otras muertes. ¡Oh, Dios!
¡Oh, Dios, qué penas tan desgarradoras, morir para resurgir y resurgir para someterse a muertes más dolorosas! Yo me sentía morir al ver muerto a mi dulce Jesús. Tantas veces hubiera querido evitar una sola muerte a Aquél que tanto me ama. ¡Oh, cómo comprendía bien que sólo la Divinidad podía hacer sufrir tanto a mi dulce Jesús, y que sólo Ella podía gloriarse de haber amado a los hombres hasta la locura y el exceso, con penas inauditas y con amor infinito! Por eso, ni el ángel ni el hombre tenían en su mano este poder, de poder amarnos con tanto heroísmo de sacrificio como un Dios. ¿Pero quién puede decirlo todo? Mi pobre mente nadaba en aquel mar inmenso de luz, de amor y de penas, y yo quedaba como ahogada sin saber salir de él; y si mi amable Jesús no me hubiera atraído al pequeño mar de su Santísima Humanidad, en el que la mente no quedaba tan sumergida sin poder ver ningún confín, yo no habría podido decir ni nada. Después de esto mi dulce Jesús ha agregado:
(4) “Hija amada, parto de mi Vida, ven en mi Voluntad, ven a ver cuánto hay que sustituir a tantos actos míos suspendidos aún y no sustituidos por parte de las criaturas. Mi Voluntad debe ser en ti como la primera rueda del reloj, si ella camina todas las demás ruedas caminan, y el reloj señala las horas, los minutos, así que todo el acuerdo está en el movimiento de la primera rueda, y si la primera rueda no tiene movimiento, queda detenido. Así, la primera rueda en ti debe ser mi Voluntad, que debe dar movimiento a tus pensamientos, a tu corazón, a tus deseos, a todo, y como mi Voluntad es la rueda central de mi Ser, de la Creación, y de todo, tu movimiento saliendo de este centro vendrá a sustituir a tantos actos de las criaturas, multiplicándose en los movimientos de todos, como movimiento central, vendrá a poner a mi Trono por parte de las criaturas, los actos de ellas, sustituyéndose a todo. Por eso sé atenta, tu misión es grande, es toda divina”.
15-30 Junio 18, 1923 (6) Ahora hija mía, quiero decirte otro exceso de mi amor: Quien hace mi Voluntad y vive en Ella, viene a abrazar el obrar de mi Humanidad, porque Yo amo mucho que la criatura se vuelva similar a Mí, y como mi Querer y el suyo son uno solo, Él toma placer y recreándose pone en la criatura todo el bien que contengo, y hago en ella el depósito de las mismas hostias sacramentales. Mi Voluntad que la criatura contiene le presta y la circunda con decoro, homenajes y honores divinos, y Yo todo a ella le confío, porque estoy cierto de poner al seguro mi obrar, porque mi Voluntad se hace actor, espectador y custodio de todos mis bienes, de mis obras y de mi misma Vida».
UN JESÚS PARA CADA UNO:
35-34 Febrero 20, 19382)“Mi pequeña hija de mi Querer, tú debes saber que mi amor es tanto, que siente la necesidad de desahogarse y de confiar sus secretos a quien vive en mi Querer, a fin de que estando al día de todo, amemos con un solo amor, y repita en ella lo que Yo hice en Mí mismo. Escucha entonces hija mía hasta dónde llega el exceso de mi amor, el cual me hacía hacer cosas inauditas e increíbles a las mentes creadas: Al venir Yo a la tierra, quise formar de Mí tantos Jesús por cuantas criaturas habían existido, existían y existirán, así que cada una debía tener a su Jesús todo suyo, a su disposición; por lo tanto debía tener mi concepción para quedar concebida en Mí, mi nacimiento para renacer, mis lágrimas para lavarse, mi edad infantil para restablecerse y dar principio a su nueva vida, mis pasos por vida y guía de los suyos, mis obras para hacer surgir sus obras en las mías, mis penas como bálsamo y fuerza de las suyas, y como satisfacción de cualquier deuda contraída con la Divina Justicia, mi muerte para reencontrar su vida, mi resurrección para resurgir del todo en mi Voluntad y a la gloria completa que debía dar a su Creador. Y esto con sumo amor, con razón, con justicia y con suma sabiduría.
INTENCIÓN DE SU VENIDA: PLENIFICAR SU AMOR CON TANTOS OTROS JESÚS. NO FUE VENIDA PARA LA MASA SINO INDIVIDUAL. NO VINO SÓLO POR NOSOTROS
35-34
Febrero 20, 1938
- Estoy entre los brazos del Querer Divino, el cual me ama mucho, y para hacerme ver cuánto me ama, me quiere decir siempre su larga y eterna historia de amor, agregando nuevas sorpresas, por las cuales queda uno tan arrobado que resulta imposible no amarlo, y solamente quien es ingrato y sin criterio podría hacerlo. Después, el Fiat Divino me hacía presente lo que había obrado en el descendimiento del Verbo a la tierra, y mi dulce Jesús repitiendo su acostumbrada visita, todo bondad me ha dicho:
(2) “Mi pequeña hija de mi Querer, tú debes saber que mi amor es tanto, que siente la necesidad de desahogarse y de confiar sus secretos a quien vive en mi Querer, a fin de que estando al día de todo, amemos con un solo amor, y repita en ella lo que Yo hice en Mí mismo. Escucha entonces hija mía hasta dónde llega el exceso de mi amor, el cual me hacía hacer cosas inauditas e increíbles a las mentes creadas: Al venir Yo a la tierra, quise formar de Mí tantos Jesús por cuantas criaturas habían existido, existían y existirán, así que cada una debía tener a su Jesús todo suyo, a su disposición; por lo tanto debía tener mi concepción para quedar concebida en Mí, mi nacimiento para renacer, mis lágrimas para lavarse, mi edad infantil para restablecerse y dar principio a su nueva vida, mis pasos por vida y guía de los suyos, mis obras para hacer surgir sus obras en las mías, mis penas como bálsamo y fuerza de las suyas, y como satisfacción de cualquier deuda contraída con la Divina Justicia, mi muerte para reencontrar su vida, mi resurrección para resurgir del todo en mi Voluntad y a la gloria completa que debía dar a su Creador. Y esto con sumo amor, con razón, con justicia y con suma sabiduría.
(3) Mi Padre Celestial debía encontrar en Mí, para satisfacerse, glorificarse, para ser correspondido por tanto amor suyo, tantas Vidas mías por cuantas criaturas había sacado y debía sacar a la luz del día, y aunque no todos tomen esta Vida mía, mi Padre Celestial exigía mi Vida para glorificarse por todo lo que había hecho en la obra de la Creación y de la Redención. Puedo decir que en cuanto el hombre se sustrajo de nuestra Voluntad cesó la gloria que le era debida a mi Divino Padre, por lo tanto, si no formaba de Mí tantos Jesús por cuantas criaturas existen, la gloria del Padre Celestial habría quedado incompleta, y Yo no podía hacer obras incompletas, mi amor me habría hecho la guerra si no hubiera formado de Mí tantos Jesús, primero por decoro y gloria nuestra, y después para dar el bien completo a cada una de las criaturas. Por eso nuestro sumo dolor es que a pesar de tantas Vidas mías que están a disposición de cada uno, quién no las reconoce, quién no las mira, quién no se sirve de ellas, quién las ofende, quién toma apenas las migajas de mi Vida. Pocos son aquellos que dicen:
‘Hago la Vida de Jesús, con Jesús, y amo como ama Jesús, y quiero lo que quiere Él’.
Estos últimos son la correspondencia, junto Conmigo, de la gloria y amor de la Creación y Redención, pero a pesar de que no todas estas Vidas mías sirven a la criatura, sin embargo sirven admirablemente a la gloria de mi Divino Padre, porque no vine a la tierra solamente por las criaturas, sino para reintegrar los intereses y la gloria de mi Padre Celestial. ¡Oh!, si tú pudieses ver qué bello cortejo forman tantas Vidas mías en torno a nuestra Divinidad, y cuánto amor y gloria salen de Ellas, tú quedarías de tal manera extasiada, que te resultaría difícil volver en ti misma”.
(4) Jesús ha hecho silencio, y yo veía ante mi mente a tantos Jesús por cuantas criaturas existían. Pero como tenía una espina en el corazón que me torturaba, me amargaba hasta la médula de mis huesos por una persona tan querida por mí, y necesaria a mi pobre existencia, pues estando en peligro de morir yo habría querido a cualquier costo salvarla, por eso tomaba la Divina Voluntad, la hacía toda mía y en mi dolor decía: “Jesús, tu Voluntad es mía, tu potencia e inmensidad están en mi poder, yo no quiero que muera, y también Tú no debes quererlo”. ¡Dios mío, sentía como si luchara con una potencia! Y para vencer, mi mente se ha puesto ante la Divinidad y ponía en torno a Ella la extensión del cielo con todas las estrellas en oración, la vastedad de la luz del sol con la fuerza de su calor, a la Creación toda en oración, además ponía los mares de amor, de potencia, de la Reina del Cielo, las penas, la sangre derramada por Jesús, como tantos mares en torno a la Divinidad, todo en oración, y además, a los tantos Jesús de cada una de las criaturas para que tuviesen un suspiro, una oración para obtener lo que yo quería. Pero ¿cuál no ha sido mi sorpresa y conmoción al mismo tiempo, al ver y oír que los tantos Jesús de cada una de las criaturas rogaban para obtener lo que yo quería? Yo he quedado confundida al ver tanta bondad y condescendencia divina.
(5) Sea siempre agradecido y bendecido, y todo sea para gloria suya.
EL REGIMEN DE ESTE REINO: LA PROPIA VIDA DE JESUS, EN ACTO
26-26 Agosto 7, 1929 Ahora, cuando los conocimientos sobre mi Fiat se hagan camino, disponiendo a aquellos que tendrán el bien de conocerlos, mi más que paterna bondad, para mostrar el exceso de mi amor, pondrá en cada criatura, a su disposición, a mi misma Humanidad, y todo el bien que obré, de modo que sentirán tal fuerza y gracia, de hacerse dominar por mi Divina Voluntad, y mi Humanidad estará en medio a los hijos de mi reino, como corazón en medio a ellos, para decoro y honor de mi Fiat, y por antídoto, gracia y defensa a todos los males que ha producido el querer humano. Es tal y tanto el arrebato de mi amor que quiere que Ella reine, que haré grandes excesos de amor para vencer las voluntades más rebeldes”.
ESTÁBAMOS CON EL EN SU ENCARNACIÓN.MARÍA ES VERDADERA MADRE
36-6 Mayo 6, 1938
Ahora, tú debes saber que estas almas que viven o vivirán en mi Fiat, siendo inseparables de Nosotros, cuando Yo, Verbo Eterno, en el exceso de mi amor descendía del Cielo a la tierra, ellas descendían junto Conmigo, y con la Celestial Reina a la cabeza formaban mi pueblo, mi ejército fiel, mi morada real viviente en la cual Yo me constituía verdadero Rey de estos hijos de mi Querer Divino; descender del Cielo sin el cortejo de mi pueblo, sin reino donde no pudiese dominar con mis leyes de amor, no lo habría hecho jamás. Para Nosotros todos los siglos son como un solo punto, en el cual todo es nuestro, todo encontramos como en acto, por eso Yo descendía del Cielo como dominador y Rey de mis hijos, me veía cortejado y amado como sabemos amar Nosotros mismos, y fue tanto mi amor que los hice quedar concebidos junto Conmigo, estar sin ellos me era imposible, no encontrar a mis hijos que me amasen no lo habría podido tolerar, por eso hicieron vida junto Conmigo en el seno de mi Mamá Soberana, nacieron junto Conmigo, lloraban junto, lo que hacía Yo hacían ellos: si caminaba, si obraba, si rezaba, si sufría, ellos lo hacían junto Conmigo, y puedo decir que aun sobre la cruz estaban Conmigo para morir y para resucitar a la nueva vida que Yo vine a traer a las generaciones humanas. Por eso el reino de nuestra Voluntad está ya establecido, sabemos su número, sabemos quienes son, su nombre, ya nuestra Voluntad nos los hace sentir palpitantes, ardientes de amor, ¡oh!, cómo los amamos y suspiramos por que llegue el tiempo de hacerlos salir a la luz del día en nuestra misma Voluntad sobre la tierra. Así que los hijos de mi Querer tendrán en su poder mi concepción, mi nacimiento, mis pasos, mis penas, mis lágrimas, y cuantas veces quieran quedar concebidos, renacidos, tantas veces lo podrán hacer; sentirán mis pasos, mis penas en las de ellos, porque en mi Voluntad, mi Vida, mi nacimiento, se repiten, se renuevan a cada instante y por eso los pueden tomar para ellos y los pueden dar a los demás. Haré lo que ellos quieran, sabiendo que ellos no harán jamás lo que Yo no quiero. Estos nuestros hijos renacidos, crecidos, formados, alimentados por nuestro Querer, serán la verdadera gloria de nuestra Creación, coronarán nuestra obra creadora y pondrán el sello de su amor en cada cosa creada para Aquél que todo ha hecho por ellos, y que tanto los ha amado”.
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12-104 Mayo 22, 1919
Las almas en la era del vivir en el Divino Querer, completarán la gloria por parte de la Creación.
Continuando mi habitual estado, mi pequeña mente se perdía en el Santo Querer de Dios, y no sé cómo, comprendía cómo la criatura no le da a Dios la gloria que está obligada a darle, y me sentía amargada. Y mi dulce Jesús queriéndome instruir y consolarme, con una luz intelectual me ha dicho:
(2) “Hija mía, todas mis obras son completas, así que la gloria que me debe dar la criatura será completa, y no llegará el último día si toda la Creación no me da el honor y la gloria querida y establecida por Mí mismo; y lo que no me dan los unos, me lo tomo de los otros, y duplico las gracias en éstos, gracias que los otros me rechazaron, y de éstos recibo doble amor y gloria; en otros, según su disposición llego a dar gracias que daría a diez, a otros la que daría a cien, a otros la de mil, y a veces doy gracias que daría a una ciudad, a provincias, y aun a reinos enteros, y éstos me aman y me dan gloria por diez, por cien, por mil, etc., así mi gloria viene completada por parte de la Creación, y cuando veo que la criatura no puede llegar a más, a pesar de su buena voluntad, la atraigo en mi Querer, donde encuentra virtud de multiplicar un solo acto por cuantos quiere, y me da la gloria, honor, amor, que los demás no me dan. Por eso estoy preparando la era del vivir en mi Querer, para que lo que no han hecho en las generaciones pasadas, y que no harán, en esta era de mi Voluntad completarán el amor, la gloria, el honor de toda la Creación, dándoles gracias sorprendentes e inauditas. He aquí por qué te llamo a ti en mi Querer y te susurro al oído:
“Jesús, pongo a tus pies la adoración, la sujeción de toda la familia humana; pongo en tu corazón el te amo de todos; en tus labios imprimo mi beso, para sellar con éste el beso de todas las generaciones; con mis brazos te estrecho, para estrecharte con los brazos de todos, para llevarte la gloria de todas las obras de las criaturas”. Y Yo siento en ti la adoración, el te amo, el beso, etc., de toda la familia humana. ¿Cómo no debería darte a ti el amor, los besos, las gracias que debería dar a los demás?
(3) Has de saber hija mía, que lo que hace la criatura en la tierra es el capital que se hace para el Cielo, así que si poco ha hecho, poco tendrá, si hace mucho, tendrá mucho, si una me ha amado y glorificado por diez, tendrá diez contentos de más, correspondientes a otra tanta gloria, y será amada por Mí diez veces más; si otra me ha amado y glorificado por cien, por mil, tendrá contentos, amor y gloria por cien o por mil. Así Yo daré a la Creación lo que he decidido dar, y la Creación me dará lo que Yo debo recibir de ella, y mi gloria será completada en todo”.
(2)“Mi pequeña hija, tú debes saber que nuestro amor se desbordó en la Creación, y desbordando fuera de Nosotros, sin que ninguno hubiera merecido tanto bien, ni siquiera con una sola palabra, nuestra suma bondad y liberalidad sin límites creó con tanta magnificencia, orden y armonía toda la máquina del universo por amor de quien aún no existía, después de esto nuestro amor desbordó más fuerte y creamos a aquél por el cual todas las cosas fueron creadas, y como Nosotros en el obrar obramos siempre con magnanimidad inalcanzable, y mientras damos todo no nos agotamos, de modo que nada debe faltar a nuestra obra de magnificencia, de grandeza y de todos los bienes, al crear al hombre, sin que él tuviera ningún mérito, por dote, por fundamento, por sustancia de todos los bienes, alegrías y felicidades, le dimos por reino nuestra Voluntad, a fin de que nada le faltase, teniendo a su disposición una Voluntad Divina, y junto con Ella nuestro Ser Supremo. ¿Qué honor hubiera sido para Nosotros si la obra de la Creación hubiese sido pobre, mísera de luz, sin la multiplicidad de tantas cosas creadas, sin orden y sin armonía, y nuestro amado joyel, nuestro amado hijo, cual es el hombre, sin la plenitud de los bienes de Aquél que lo había creado? No habría sido honor para quien todo posee y todo puede, el hacer una obra incompleta, mucho más que nuestro amor desbordando fuerte, fuerte, más que olas impetuosas quería dar, desahogar cuanto más podía, hasta llenar a nuestro amado joyel de todos los bienes posibles e imaginables y formar mares en torno a él, que desbordaban de él mismo, que habían sido puestos en él por su Creador.
29-39 4) “Hija mía, el vivir en mi Voluntad es un don que hacemos a la criatura, don grande que supera en valor, en santidad, en belleza y en felicidad todos los otros dones, en modo infinito e inenarrable. Cuando hacemos este don tan grande, no hacemos otra cosa que abrir las puertas para hacerla poseedora de nuestras posesiones divinas, lugar donde no tienen más vida las pasiones, los peligros, ni ningún enemigo la puede dañar o hacerle algún mal; este don confirma a la criatura en el bien, en el amor, en la misma Vida de su Creador, y el Creador queda confirmado en la criatura, por tanto se da la inseparabilidad entre uno y el otro; con este don la criatura sentirá cambiada su suerte: De pobre, rica; de enferma, perfectamente curada; de infeliz, sentirá que todas las cosas se cambian para ella en felicidad.
La paz es el perfume, el aire, el aliento de Jesús. Las obras de Dios están todas ordenadas. Cómo hace primero las cosas menores y después las mayores. Ejemplo de la Creación y de la Redención.
(1)Estaba pensativa por esta bendita impresión de las verdades acerca de la Divina Voluntad, y a cualquier costo habría querido impedir que publicaran cosas que me corresponden, y tantas otras cosas que me ha dicho mi amado Jesús; siento un clavo fijo en el alma que me amarga hasta la médula de mis huesos. Entonces pensaba entre mí: “El bendito Jesús podía hablar primero de su adorable Voluntad, y después todo lo demás, así me ahorraría este dolor que tanto me traspasa”. Pero mientras desahogaba mis amarguras, mi siempre amable Jesús, todo bondad me ha estrechado entre sus brazos y me ha dicho:
(2)“Hija mía, ánimo, no pierdas la paz, ella es mi perfume, mi aire, es el efecto que produce mi aliento. Así que en el alma en que no hay paz, Yo no me siento en mi morada real, me encuentro a disgusto, mi misma Divina Voluntad que en naturaleza es paz, se encuentra como el sol cuando las nubes se ponen frente a la luz e impiden que el sol resplandezca en su plenitud sobre la tierra. Se puede decir que cuando el alma no es toda paz, no importando cuales sean las circunstancias, es para ella una jornada lluviosa, y el Sol de mi Voluntad se siente como impedido de comunicarle su Vida, su calor, su luz. Por eso tranquilízate y no formes nubes en tu alma, ellas me hacen mal y no puedo decir: ‘Estoy en esta criatura con la paz perenne, con mis alegrías y con mi luz de mi patria celestial.’ Ahora hija de mi Querer, tú debes saber que Yo soy orden, y por eso todas mis obras son ordenadas; mira cómo la Creación es ordenada: La finalidad de la Creación era el hombre, no obstante no creé al hombre primero, si lo hubiera hecho no habría sido ordenado, ¿dónde poner a este hombre? ¿Dónde apoyarlo? Sin sol que lo iluminara, sin el pabellón del cielo que le hiciera de estancia, sin plantas que lo alimentaran, todo era desorden, y mi Fiat reordenó y creó todo, y después de que formó la más bella habitación, creó al hombre. ¿No se ve en esto el orden de tu Jesús? Ahora, también para ti debía tener el orden, y si bien nuestra primera finalidad era el hacerte conocer nuestra Voluntad Divina, a fin de que reinase en ti como Rey en su propia morada real, y dándote sus lecciones divinas pudieses ser portavoz para hacerla conocer a los demás, pero era necesario, como en la Creación, preparar el cielo en tu alma, adornarlo de estrellas con los tantos conocimientos de las bellas virtudes que te he manifestado, Yo debía descender en lo bajo de tu voluntad humana para vaciarla, purificarla, embellecerla y reordenarla en todo. Se puede decir que eran tantas especies de creaciones que hacía en ti, debía hacer desaparecer la antigua tierra desordenada de tu voluntad humana para volver a llamar el orden del Fiat Divino en el fondo de tu interior, que haciendo desaparecer la tierra antigua de todo tu ser, hiciera resurgir con su fuerza creadora, cielos, soles, mares de verdades sorprendentes. Y tú sabes cómo todo esto ha sido madurado con la cruz, con el segregarte de todo, haciéndote vivir en la tierra como si para ti no fuese tierra, sino Cielo, teniéndote siempre absorbida, o Conmigo, o en el Sol de mi Fiat Divino. Así que todo lo que he hecho en ti no ha sido otra cosa que orden que se necesitaba para darte el gran don de mi Voluntad Divina, como le fue dado al primer hombre en el principio de su creación, y por eso hubieron tantos preparativos, porque debían servir a aquel hombre que debía poseer el gran don de nuestra Voluntad como su predilecta heredad; símbolo éste de los grandes preparativos hechos en tu alma. Por eso adora mis disposiciones y agradéceme siendo fiel.
Deidad, Deidad, eterna Deidad! Confieso y no niego que eres mar de tranquilidad, donde se alimenta y nutre el alma que conforma su voluntad con tu elevada y eterna voluntad, que no desea sino nuestra santificación. Por eso, el alma que esto medita se despoja de su voluntad y se viste de la tuya. ¡Oh Amor dulcísimo! Me parece señal muy cierta de que se hallan en ti los que siguen tu voluntad a tu modo y no al suyo. De los Diálogos – Sta . Catalina de Siena, Dra. de la Iglesia
11-43 (6) Diciembre 14, 1912 “Hija mía, quien está del todo en mi Voluntad no está sujeto a tentaciones, porque el demonio no tiene el poder de entrar en mi Voluntad, y no sólo esto, sino que el demonio mismo no quiere entrar, porque mi Voluntad es luz, y el alma ante esta luz conocería muy bien sus astucias, por lo tanto se burlaría del enemigo, el cual no tolera estas burlas y le son más terribles que el mismo infiero, y con todas sus fuerzas las rehuye. Prueba a salir de mi Voluntad y verás cuantos enemigos te lloverán encima. Quien está en mi Voluntad lleva siempre en alto la bandera de la victoria, y de los enemigos ninguno osa hacer frente a esta bandera inexpugnable”.
(6) “Hija mía, mira el amor exuberante de mi Voluntad, siempre estable, siempre obrante, siempre en acto de dar, sin jamás retroceder en lo que estableció hacer cuando el Fiat Supremo resonó en la Creación, Ella tomó el empeño de hacer todas las artes, de desempeñar todos los oficios, de hacer todos los servicios, de tomar cualquier forma para volver feliz al hombre. Es más, hizo más que madre ternísima disponiendo todas las cosas creadas, casi como tantos pechos en los cuales Ella se escondía dentro para hacerse mamar por el hombre, así que se hizo sol para hacerle mamar su luz, se hizo cielo para hacerle mamar el amor vital de la inmutabilidad, se hizo estrellas para hacerle chupar la variedad de los bienes que contienen sus obras, se hizo agua, plantas y flores para hacerle mamar el agua de la gracia y quitarle la sed, para hacerle mamar su dulzura y sus castos perfumes; todas las formas tomó mi Voluntad: De ave, de cordero, de paloma, en suma, de todo, para ponerse en la boca del hombre y hacerse mamar por él para darle el bien que cada cosa creada contenía. Sólo una Voluntad Divina que en un desahogo de su amor creaba todo, podía tomar tantas formas, hacer tantos oficios, ser tan persistente sin jamás cesar de hacer sus actos. No obstante, ¿quién busca penetrar en cada cosa creada, para ver quién es Aquélla que le ofrece su pecho para dar su leche, para amamantar a las criaturas, para recrearlas y para volverlas felices? Casi ninguno, Ella se desentraña continuamente, da su Vida en cada cosa creada para dar vida, y no se dignan ni siquiera mirarla para ver quién es Aquélla que los ama tanto y es vida de su vida. Por eso el dolor de mi Voluntad es grande, por tantas ingratitudes de las criaturas. Por tanto con paciencia Divina e invencible espera a sus hijos, que conociéndola arranquen el velo a las cosas creadas que la esconden y reconozcan el pecho de su Mamá, y reconocientes y como verdaderos hijos suyos mamen esos pechos divinos. He aquí por qué la gloria de toda la Creación, de toda la Redención, de tu Jesús y del Eterno Fiat, sólo estará completa cuando se peguen a su pecho los hijos de su Reino, para mamar de ellos, y reconociéndola no se despegarán de su seno, y Ella dará todos los bienes y tendrá la gloria, el contento de ver a todos sus hijos felices, y estos hijos tendrán el honor, la gloria de copiar en ellos mismos a la Madre que con tanto amor los tiene en su seno para nutrirlos con su leche divina. Ahora, mi Voluntad se encuentra en las condiciones como se encuentra el sol cuando las nubes impiden que la plenitud de su luz, con toda su viveza, invista la tierra, por tanto el sol por causa de las nubes no puede desplegar toda su luz que contiene, como si las nubes impidiesen la gloria al sol de dar el curso de su luz siempre igual, siempre fija, como de hecho la da. Así las nubes de la voluntad humana impiden todo el curso que el Sol de mi Voluntad quisiera hacer hacia ellas, y no pudiendo comunicar todos los bienes que contiene, tanto por medio de la Creación como directamente, su gloria queda interceptada por las nubes de la voluntad humana. Pero cuando conozcan el Fiat Supremo y se den por hijos suyos, estas nubes serán quitadas y Ella podrá dar los bienes que posee, entonces nuestra gloria será completa en medio de las criaturas”.
Alimentadora vivificadora
(2) “Hija mía, si tú supieras con cuánto amor fue formada la creación del hombre. Al sólo recordarlo nuestro amor se inflama y forma nuevas inundaciones, y mientras se pone en actitud de fiesta al recordar nuestra obra, bella, perfecta, y donde se puso tal maestría de arte que ningún otro puede formar una similar, era tan bella que llegó a suscitar en nuestro amor el celo de que toda fuera para Nosotros. Además, el hombre había sido hecho por Nosotros, era nuestro, entonces el ser celoso era un derecho de nuestro amor; tan es verdad que nuestro amor llegó a tanto, que todos los primeros actos hechos en Adán fueron hechos por su Creador; así que el primer acto de amor fue creado y hecho por Nosotros en Adán, el primer latido, el primer pensamiento, la primera palabra, en suma, en todo lo que él pudo hacer después, estaban nuestros actos primeros hechos en él, y sobre nuestros primeros actos seguían los actos de Adán. Por eso, si amaba, surgía su amor de dentro de nuestro primer acto de amor; si pensaba, su pensamiento surgía de dentro de nuestro pensamiento; y así de todo lo demás. Si Nosotros no hubiésemos hecho los primeros actos en él, no habría podido ni hacer nada, ni saber hacer nada; en cambio, con el hacer el Ente Supremo los primeros actos, poníamos en Adán tantas fuentecitas por cuantos actos primeros hicimos en él, de modo que cada vez que quisiera repetir nuestros primeros actos, tuviese a su disposición estas fuentecitas, como tantas fuentes de amor, de pensamientos, de palabras, de obras y de pasos. Así que todo era nuestro, dentro y fuera del hombre, por eso nuestro celo no sólo era un derecho, sino también justicia que todo debía ser para Nosotros y todo nuestro. Mucho más que le dábamos nuestro Querer Divino a fin de que nos lo conservase bello, fresco y nos lo hiciera crecer con una belleza divina. Nuestro amor no estaba contento ni satisfecho con tanto que le había dado, quería continuar dando siempre, no quería decir basta, quería continuar su obra de amor, y para tenerlo Consigo, para tener qué hacer con el hombre, le daba nuestro mismo Querer, a fin de que lo volviese capaz de poder recibir siempre y de tenerlo siempre con Nosotros con una sola Voluntad, con Ella todo estaba garantizado y al seguro para él y para Nosotros. Así que debía ser nuestro entretenimiento, nuestra alegría y felicidad, objeto de nuestra conversación. Por eso al recuerdo de la creación del hombre, nuestro amor se pone en actitud de fiesta, pero al verlo sin el depósito de garantía de nuestro Fiat, sin seguridad y por lo tanto vacilante, desfigurado y como lejano de Nosotros, se pone en actitud de tristeza y siente todo el peso de nuestro amor infinito como encerrado en Sí mismo, porque no puede darse a él, pues no lo encuentra en nuestra Divina Voluntad. Pero esto no es todo, no fue sólo en Adán donde tanto se vertió nuestro amor, sino llegó a hacer todos los primeros actos de los cuales debían tener vida todos los actos humanos, cada criatura que debía venir a la luz del día estuvo presente en aquel acto de la creación del hombre, y nuestro Fiat unido a nuestro amor corría, corría, y abrazando a todos y amando con un solo amor a todos, ponía el primado de nuestros actos en cada una de las criaturas que habrían venido a la existencia, porque para Nosotros no hay pasado ni futuro, sino todo es presente y en acto, si esto no fuese, nuestro Fiat se encontraría restringido y obstaculizado, no podría engrandecer tanto sus llamas para encerrar a todos en su luz, de modo de hacer en todos lo que hace en una sola criatura. Por eso no fue sólo Adán el afortunado de la Creación, sino todas las otras criaturas venían enriquecidas de todos los bienes, y en él, poseedoras de sus mismos bienes. Mucho más que todo lo que Dios hace en una sola criatura, todas las otras criaturas adquieren el derecho de nuestros actos, a menos quien no quiera servirse de ellos. ¿No sucedió esto en la misma Redención? Como la Soberana del cielo tuvo el bien de concebirme y de darme a la luz, todas las otras criaturas adquirieron el derecho de los bienes de la Redención, y no sólo esto, sino de poderme recibir cada una en sus corazones, y sólo quien ingrata no me quiere, permanece privada de Mí. Ahora hija mía, Adán con desobedecer a nuestros quereres perdió nuestro reino, y todos los bienes de nuestro Fiat permanecieron para él sin la Vida alimentadora y vivificadora de nuestra Divina Voluntad. Se puede decir que fue como el destructor de los bienes del reino de mi Divina Voluntad en su alma, porque a todos los bienes, si les falta la virtud vivificadora y el alimento continuo, poco a poco pierden la vida.
(3) Ahora, tú debes saber que para llamar de nuevo a vida a estos bienes en la criatura, se necesitaba quién llamase de nuevo a mi Fiat en su alma y que nada le negase, haciéndolo dominar libremente, y así poderle suministrar de nuevo su virtud vivificadora y alimentadora, para llamar de nuevo a vida los bienes destruidos. He aquí por esto que mi Divina Voluntad con el dominarte, y tú con hacerte dominar, ha puesto nuevamente su virtud vivificante en tu alma y llamándote a su morada te alimenta, para volver a llamar en ti
todos sus bienes; y todos tus actos que haces en Ella, tus giros en sus actos, tu pedir continuamente su reino sobre la tierra, no son otra cosa que alimentos que te da, y constituye el derecho a las otras criaturas de poder recibir de nuevo el reino de mi Divina Voluntad con la vida de todos sus bienes. Yo cuando quiero hacer un bien a todas las criaturas, pongo la fuente surgidora en una criatura, de esta fuente abro tantos canales y doy el derecho a todos de tomar los bienes que la fuente posee. Por eso sé atenta y tu vuelo en mi Divina Voluntad sea continuo”.
La Divina Voluntad es madre de todas las voluntades humanas.
(1) Me sentía abandonada por el Cielo y por la tierra, y pensaba entre mí que Jesús me había dicho hace ya mucho tiempo, que yo debía vivir en el duro exilio de la vida como si no existiera nadie más que Jesús y yo, todos debían desaparecer de mi mente y de mi corazón. Y ahora, después de que todo me ha desaparecido y habituada a vivir sólo con Jesús, también Él ha huido dejándome sola en poder de amarguras indecibles en el duro estado de aislamiento. ¡Oh! Dios, qué pena, ten piedad de mí, regresa a quien siente necesidad de tu Vida más que de la vida propia. Ahora, mientras esto pensaba y otras cosas más desgarradoras aún, que sería demasiado largo el decirlas, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior, y suspirando me ha dicho:
(2) “Hija de mi Supremo Querer, ánimo en tu aislamiento, éste sirve como compañía a mi Voluntad abandonada por las criaturas; el dolor de su aislamiento, ¡oh, cómo es más duro que el tuyo! Mi Voluntad es la Madre de todas las voluntades de las criaturas, Ella, como Madre ternísima se ha quedado en el centro de la Creación para dar a luz a las voluntades humanas y tenerlas todas en torno a Ella, subirlas sobre sus rodillas, nutrirlas con la leche de sus enseñanzas celestiales y hacerlas crecer a su semejanza, dándoles toda la Creación donde entretenerse, y como mi Voluntad es centro de cada cosa creada, a cualquier parte que las criaturas fueran, Ella como centro de cada cosa les estaría más que madre afectuosa siempre cerca, para no hacerles faltar jamás sus cuidados maternos y para no dejarlas descender de su nobleza y semejanza. Pero, ¡ay de Mí! Estas hijas, estas voluntades humanas paridas por esta Madre Celestial de mi Voluntad, despreciando y no apreciando todos los cuidados maternos, su amor, sus ternuras y premuras, a pesar de que Ella esta junto a ellas, las voluntades humanas están lejanas de esta Madre, muchas ni siquiera la conocen, otras la desprecian y hacen de Ella mofa. Pobre Madre que es Voluntad, en medio de tantas hijas paridas por Ella queda aislada, abandonada, y mientas todas toman de lo suyo para vivir, se sirven de todo para crecer a su desemejanza y para ofenderla; ¿se puede dar dolor más grande para una madre que el abandono de sus propios hijos, no ser conocida por el parto de sus propias entrañas, y cambiándose en enemigas ofendan a Aquélla que las ha dado a luz? Por eso el dolor del aislamiento de mi Voluntad es grande e inconcebible. Por eso tu aislamiento sea la compañía de esta Madre aislada, que llora y busca a sus hijas, que por cuanto llora, grita y llama a sus hijas con las voces más tiernas, con las lágrimas más amargas, con los suspiros más ardientes y con las voces más fuertes de castigos, estas hijas ingratas se están lejanas del seno de Aquélla que las ha generado. Hija mía, ¿no quieres tomar parte, como verdadera hija fiel de mi Voluntad, en su dolor y en su aislamiento?”
(1) Me siento la pequeña hija, pero tan pequeña que siento la extrema necesidad de que la Divina Voluntad, más que Madre mía me lleve entre sus brazos, me ponga las palabras en la boca, me suministre el movimiento a mis manos, me sostenga el paso, me forme el latido en el corazón y el pensamiento en mi mente. ¡Oh! Voluntad Divina, cuánto me amas, me siento verter tu Vida en mí para darme vida, y siento cómo está en espera de querer los átomos de mis actos para investirlos con su fuerza creadora y decirme: “Los átomos de mi hija me igualan, porque poseen mi fuerza invencible”. Pero mientras mi mente quedaba sorprendida al ver los inventos amorosos y maternos de la Divina Voluntad, mi siempre amable Jesús que está siempre en guardia para ser espectador de lo que hace el Querer Divino en mí, me ha dicho:
(2) “Mi pequeña hija, tú debes saber que mi Supremo Querer mira a quien quiere vivir en Él como parto suyo, que quiere crecer en sus brazos, con sus cuidados maternos, y en cuanto ve que su pequeña quiere dar de sí con sus pequeñas obras para decirle que la ama, esta Madre Divina se estrecha al pecho a su hija y fortifica con su fuerza el movimiento, la palabra, el paso de su hija, esta fuerza la inviste toda, la transforma, y si bien pequeña, se ve pequeña y fuerte, pequeña y vencedora, y esta Madre toma gusto de hacerse vencer por su pequeña hija, así que se ve fuerte en el amor, fuerte en el sufrir, fuerte en el obrar, la fuerza es la aureola de esta criatura, ella es la invencible ante Dios y sobre de sí misma, sus debilidades y pasiones tiemblan ante esta pequeña vencedora, Dios mismo sonríe y cambia la justicia en amor, en perdón ante la infantil fuerza de esta criatura; es la fuerza de su Mamá, su cuidado continuo, que la vuelven fuerte e invencible. Por eso si quieres ser la vencedora sobre todo, crece en los brazos de mi Voluntad, Ella se verterá en ti y sentirás su Vida palpitante en ti, y te crecerá a su semejanza y serás su honor, su triunfo y su gloria”.
13-12
Agosto 13, 1921
(Tú debes saber que conforme piensas en mi Voluntad, conforme hablas, conforme obras, conforme amas, etc., tantos hijos pares a mi Querer por cuantos pensamientos haces, por cuantas palabras dices, por cuantas obras y actos de amor emites; estos hijos se multiplican al infinito en mi Querer y giran por el Cielo y por toda la tierra, llevando al Cielo nueva alegría, nueva gloria y contento, y a la tierra nueva gracia, girando por todos lo corazones les llevan mis suspiros, mis gemidos, las súplicas de su Madre que los quiere salvos y que les quiere dar su Vida. Ahora, estos hijos, partos de mi Querer, para ser reconocidos como hijos míos, deben semejar, tener los mismos modos de la Madre que los ha parido; si se ven tristes serán echados fuera del Cielo y se les dirá: “En nuestra morada no entra la tristeza”. Y a las criaturas no les harán impresión, porque viéndolos tristes dudarán que sean verdaderos hijos legítimos de mi Querer, y además, quien es triste no tiene la gracia de insinuarse en los demás, de vencerlos y dominarlos; quien es triste no es capaz de heroísmo ni de darse para bien de todos. Muchas veces estos hijos quedan abortados o mueren en el parto, sin salir a la luz del Divino Querer”.
DE NUESTRO SER DIVINO
(4) “Pobre hija, ánimo, tú no sabes realmente lo que significa vivir en mi Voluntad, Ella posee el perfecto equilibrio y todos los atributos están en suma concordia, uno no es inferior al otro, y cuando es necesario castigar a los pueblos por los tantos pecados, mi justicia exige estos vacíos de que tú estés privada de Mí para poderse equilibrar mandando los flagelos que merecen, por eso te pone como a un lado en mi Voluntad y hace su curso. Cuántas veces se encontró mi gimiente Humanidad con estos obstáculos de mi justicia, y Yo debí ceder por amor del equilibrio de mi Voluntad. ¿Quisieras tú desequilibrar, con tenerte en Ella, el orden de mis atributos? No, no, hija mía, deja que mi justicia haga su curso y tu Jesús estará como antes, siempre contigo. ¿No sabes tú que en mi Voluntad debes sufrir lo que sufrió mi Humanidad, donde Ella fue tan exigente e inexorable Conmigo por causa de la Redención? Así para ti, se vuelve exigente e inexorable por causa del Reino del Fiat Supremo. Por esto mi Humanidad se esconde, porque mi justicia quiere hacer su curso y mantener su equilibrio”.
(5) Jesús bendito ha hecho silencio y después ha agregado:
(6) “Hija mía, al poner fuera la Creación, mi Voluntad puso en vínculos de unión a todos los seres, así que todos estaban en relaciones entre ellos, cada uno poseía su hilo eléctrico de comunicación entre una y la otra; el hombre poseía tantos hilos eléctricos por cuantas cosas creadas existían, porque siendo el rey de todo, era justo y necesario que tuviese la comunicación con toda la Creación para tener dominio sobre ella. Ahora, en cuanto se sustrajo de la Divina Voluntad rompió el primer hilo de comunicación y quedó como una ciudad, que si se rompe el hilo primario que comunica la corriente eléctrica queda a oscuras, y a pesar de que existan los demás hilos eléctricos, no tienen más virtud de dar luz a toda la ciudad, porque la fuente de donde viene la luz, estando rota, ni ella puede darla ni los hilos recibirla. Por tanto quedó como una ciudad a oscuras, y sus relaciones, los hilos eléctricos de comunicación no funcionaban más. La fuente de la luz se había retirado de él, porque él mismo había roto la comunicación y quedó como un rey depuesto, destronado y sin dominio, su ciudad estaba carente de toda luz, envuelto en las tinieblas de la propia voluntad. Mi Voluntad cuando es poseída por el alma simboliza una ciudad llena de luz y que tiene comunicación con todas las partes del mundo, es más, sus comunicaciones se extienden en el mar, en el sol, en las estrellas, en el cielo; a esta ciudad llegan de todas partes provisiones de todo tipo, así que es la más rica, provista de todo y por medio de las comunicaciones es la más conocida del Cielo y de la tierra, todo a ella afluye y es la más amada. Todo lo contrario para quien no posee mi Voluntad: Vive en escasez, sufre hambre, apenas las migajas le son concedidas por piedad, frecuentemente es saqueada por los enemigos, sufre la oscuridad y vive en la más escuálida miseria”.Reino
Viviendo en mi Querer te equilibrarás a ti misma, estarás en el orden y en perfecta armonía entre Nosotros y todas las cosas creadas por Nosotros, así que armonizando todo, sentiremos en ti que corriendo en el ámbito de nuestra Voluntad nos darás el orden, la armonía de todas las inteligencias, de las palabras, obras y pasos de todos; constituiremos tus actos en nuestro Querer como regidores de todos los demás y nos reharemos del caos de la desventurada humanidad. Cada acto tuyo será el sello del orden que Nosotros recibiremos a nombre de todos los demás, mucho tienes que hacer en nuestro Querer, serás como reina que nos llevarás todas las conquistas, todas las armonías; nuestro Querer te suministrará todo lo que es necesario para poder suplir por todos y llenar el vacío del equilibrio de la voluntad humana, que tanto daño ha recibido al sustraerse del equilibrio de nuestra Voluntad”.
DE NUESTRO SER DIVINO
29-37 “Hija mía, cómo es bella mi Divina Voluntad ¿no es cierto? ¡Ah! es Ella sola la portadora de la verdadera felicidad, y de la más grande fortuna a la pobre criatura, la cual con hacer su voluntad no hace otra cosa que interrumpir su felicidad, interrumpir la corriente de la luz, y cambiar su fortuna en la más grande desventura; y conforme la criatura se dispone a hacer mi Voluntad, así la va rehabilitando en los bienes perdidos, porque la sustancia de mi Divina Voluntad es luz, y todo lo que obra se puede llamar efectos de esta luz. Así que quien se hace dominar por Ella, uno será el acto, pero como posee sustancia de luz, sentirá sus tantos efectos, que producirá como efecto de su luz las obras, los pasos, la palabra, los pensamientos, los latidos de mi Voluntad en la criatura; por eso puede decir: ‘Soy un acto solo de Voluntad Suprema, todo el resto no es otra cosa que los efectos de su luz’. Los efectos de esta luz son admirables, toman todas las similitudes, todas las formas: de obras, de pasos, de palabras, de penas, de plegarias, de lágrimas, pero todas animadas por la luz, que forman tal variedad de bellezas, que tu Jesús queda raptado por ellas. Semejanza del sol que anima todo con su luz, pero no destruye ni cambia las cosas, sino pone en ellas de lo suyo y comunica la variedad de los colores, la diversidad de las dulzuras, haciéndolas conquistar una virtud y belleza que no poseían. Tal es mi Divina Voluntad, sin destruir nada de lo que hace la criatura, sino que las anima con su luz, las embellece y les comunica su potencia divina”.
26-10 (2) “Hija mía, mi Divina Voluntad es luz, el amor es el calor. Luz y calor son inseparables entre ellos y forman la misma vida; así hay necesidad de la fusión de mi Voluntad y de mi amor, una voluntad que no ama no es operante, una amor que no tiene voluntad está sin vida. Empero mi Voluntad tiene el primer acto, se puede decir que su luz hace surgir elcalor, Ella hace el primer acto y llama en su luz la vida del amor, y de ellos forma una sola cosa. ¿Quién puede dividir el calor de la luz? Ninguno. Sin embargo, cuanto más grande es la luz, más fuerte es el calor, así que una pequeña luz, apenas si se siente la fuerza del calor; una luz grande da mucho calor y produce efectos admirables.
¿Cuántos y cuáles efectos produce el sol porque su luz es tanta que abraza toda la tierra? Se puede decir que es el rey de la tierra, con su luz y con su calor acaricia a todos, abraza todo y hace bien a todos, y sin que pida nada a nadie, porque: primero, no tiene necesidad de nada; segundo, porque todos se sentirían impotentes de corresponder al sol por el gran bien que hace a toda la tierra. He aquí el por qué tú sientes en ti dos potencias infinitas, fundidas en una: Mi Divina Voluntad y mi amor, y la luz de mi Querer te hace correr para hacerte poner su te amo, que hace salir del seno de su luz, sobre todas las cosas creadas, para ver toda la Creación adornada con su y tu te amo.
(3) Además de esto, la vida tiene necesidad de alimento; mi Voluntad Divina es Vida, mi amor es alimento, cada te amo tuyo es un sorbo de alimento que das a mi Fiat en ti, y cada acto tuyo hecho en mi Querer hace crecer la Vida de Él en ti. ¡Oh, cómo goza por ello, y crece admirablemente la Vida de mi Querer en la criatura cuando encuentra mucho amor divino, se puede decir que mi Fiat encuentra su alimento, y mi amor encuentra su vida”.
29-28, 4 Mi Voluntad es más que sol que eclipsa todo, fecunda todo, convierte todo en luz y forma la completa resurrección del alma en Dios”.
35-4 Mi Voluntad es vida, y como vida no quiere detenerse sino que quiere siempre crecer, y para crecer espera el más pequeño acto, una invitación amorosa de la criatura, mucho más que no quiere crecer por la fuerza, sino quiere que también la criatura quiera que siempre crezca mi Voluntad y forme su plenitud en ella. Ahora, conforme crece su plenitud así crece la fuerza divina en el alma, la santidad, la belleza, la felicidad, el conocimiento, la plenitud de los bienes innumerables que posee mi Fiat Divino.
Ejemplo de las consecuencias de nuestros actos en la DV. Aquí con el te amo:
28-11, 4 Hija mía, has olvidado que un ‘te amo’ en mi Divina Voluntad tiene la virtud de que dicho una vez no termina jamás de decir ‘te amo’; el ‘te amo’ en mi Divina Voluntad es vida, y como vida no puede cesar de vivir, debe tener su acto continuo. Mi Fiat no sabe hacer actos finitos, y todo lo que la criatura hace en Él adquiere vida continua, y así como a la vida le es necesario el respiro, el latido, el movimiento continuo para vivir, así los actos hechos en mi Voluntad Divina, teniendo su principio en Ella, se cambian en vida, y como vida adquieren la continuación del mismo acto, sin cesar jamás. Por tanto tu ‘te amo’ no es otra cosa que la continuación de tu primer ‘te amo’; él, como vida, quiere el alimento para crecer, el respiro, el latido, el movimiento para vivir, y con el repetir tu ‘te amo’ siente el latido, el respiro, el movimiento, y crece en la plenitud del amor, y sirve para multiplicar tantas vidas de amor por cuantos ‘te amo’ tú dices. ¡Si tú supieras cómo es bello el ver tantas vidas de amor esparcidas en toda la Creación por cuantos ‘te amo’ dices! Por eso un ‘te amo’ llama y reclama con insistencia al otro ‘te amo’. He aquí el por qué tú sientes una necesidad de amor de seguir la carrera del tu ‘te amo’ ; el verdadero bien jamás queda aislado, mucho más en mi Divina Voluntad que siendo Vida que no tiene principio ni fin, todo lo que en Ella se hace no está sujeto ni a terminar ni a ser interrumpido. Entonces un ‘te amo’ sirve para mantener y llamar a vida otro ‘te amo’, son pasos de vida de amor que la criatura hace en mi mismo Querer. Por eso no te detengas y sigue la carrera de tu ‘te amo’ para Quien tanto te ha amado”.
Jesús INSISTE EN QUE LA VIDA EN LA DV SEA CONTINUA: aquí razones:
30-30-4 Ahora, el vivir en mi Divina Voluntad, en cuanto el alma hace su primer acto, así siente la fuerza y la unión de todos los actos del Fiat Divino, así que un acto comprende y encierra todos los otros actos, y siente la necesidad de continuar sus actos para concatenarse juntos para desarrollar la fuerza de la Voluntad Divina que siente en sí, que como vida no sabe estar sin hacerse sentir, quiere respirar, latir, obrar, un acto llama al otro y así forma la secuencia de los actos con la unión de los actos de mi Voluntad. Para formar una vida no basta un acto, un respiro, un latido, no, se requiere el continuo respirar, palpitar y obrar, y conforme el alma vive en mi Voluntad Divina, así la hace respirar y palpitar, y mi Fiat forma su Vida entera de obras, por cuanto a criatura es posible de contener en sí. Por eso si quieres su Vida en ti, haz que tus actos sean continuos en Ella”.
31-20 (4) “Hija bendita, quiero decirte la razón por la que quiero que la criatura reciba el don de mi Voluntad en todos sus actos, y me dé otras tantas veces la suya, porque si en un acto sucede este intercambio y en otro no, en el acto donde no hay intercambio se forma el vacío en el alma, y este vacío es llenado de miserias, de debilidades, de pasiones, con esto, la Vida Divina queda despedazada y como separada en ella, así que los verdaderos renacimientos no pueden suceder, porque faltaría el alimento, la materia prima del acto continuo de mi Fiat que forma estos nuevos renacimientos en Dios, mucho más que sólo Ella posee y forma el acto continuo, por eso sin su acto continuo es imposible recibir tan grandes dones y bienes de hacer maravillar Cielos y tierra”.
(5) Entonces al escuchar esto he dicho: “Dime Amor mío, ¿por qué te interesa tanto el que quieres la voluntad de la criatura y quieres dar la tuya?” Y Jesús:
(6) “¿Quieres saber el por qué? Porque con tomar su voluntad pongo a la criatura al seguro, y con darle la mía la tomo por todos lados y pongo al seguro mi Vida en ella, y como mi Voluntad Divina no hay cosa o persona en que no tenga sus vínculos de dominio y de conservación, la afortunada criatura la siento junto Conmigo en todo y en todos, y entonces puedo decir con los hechos, no con las palabras: ‘Lo que es mío es tuyo, y todo lo he hecho por ti’. Con esto mi finalidad está realizada, mi obra creada con tanto amor, cual es la criatura, no me preocupa más, ni hay más peligro porque mi Divina Voluntad la tiene asediada en sus infinitos confines, así que no queda otra cosa que gozármela y volvernos felices, con una felicidad jamás interrumpida por ambas partes. He aquí por qué hasta en tanto no vea a la criatura dotada con el don de mi Fiat, no me doy paz, estoy en guardia continua, porque sé que su querer puede traicionarla a ella y a Mí, por eso debo utilizar estratagemas, industrias amorosas, debo trabajar siempre, para Mí no hay descanso. En cambio cuando su querer está en mi poder y el mío en su poder, Yo reposo sobre su suerte, no hay más peligro, y si quiero el intercambio continuo entre Yo y ella, es para tener ocasión de tener qué hacer, ocasión de decir y de entretenerse dulcemente en conversación, y como quiero darle siempre de lo mío, uso el pretexto de querer el intercambio de la suya para darle de nuevo mi Voluntad, pero la suya ya era mía, y la mía ya era suya, sólo que con darla de nuevo, acreciento nueva Vida Divina y gracias más sorprendentes. Por eso siempre en mi Querer te quiero, y así podremos estar seguros, tú de estar siempre Conmigo, y Yo contigo”.
29-37 “Hija mía, cómo es bella mi Divina Voluntad ¿no es cierto? ¡Ah! es Ella sola la portadora de la verdadera felicidad, y de la más grande fortuna a la pobre criatura, la cual con hacer su voluntad no hace otra cosa que interrumpir su felicidad, interrumpir la corriente de la luz, y cambiar su fortuna en la más grande desventura; y conforme la criatura se dispone a hacer mi Voluntad, así la va rehabilitando en los bienes perdidos, porque la sustancia de mi Divina Voluntad es luz, y todo lo que obra se puede llamar efectos de esta luz. Así que quien se hace dominar por Ella, uno será el acto, pero como posee sustancia de luz, sentirá sus tantos efectos, que producirá como efecto de su luz las obras, los pasos, la palabra, los pensamientos, los latidos de mi Voluntad en la criatura; por eso puede decir: ‘Soy un acto solo de Voluntad Suprema, todo el resto no es otra cosa que los efectos de su luz’. Los efectos de esta luz son admirables, toman todas las similitudes, todas las formas: De obras, de pasos, de palabras, de penas, de plegarias, de lágrimas, pero todas animadas por la luz, que forman tal variedad de bellezas, que tu Jesús queda raptado por ellas. Semejanza del sol que anima todo con su luz, pero no destruye ni cambia las cosas, sino pone en ellas de lo suyo y comunica la variedad de los colores, la diversidad de las dulzuras, haciéndolas conquistar una virtud y belleza que no poseían. Tal es mi Divina Voluntad, sin destruir nada de lo que hace la criatura, sino que las anima con su luz, las embellece y les comunica su potencia divina”….. Es más, tú debes saber que las bienaventuranzas del Cielo se derraman sobre la tierra y van a depositarse en el alma que vive y obra en mi Voluntad, porque no quieren dejarla privada de las alegrías y felicidad celestiales, mientras forma una sola Voluntad con el Cielo; los bienaventurados, mientras nadan en las alegrías divinas nada adquieren de mérito, en cambio para el alma viadora no sólo la felicitan, sino agregan el mérito, porque para quien hace mi Voluntad en la tierra, todo es meritorio, la palabra, la oración, el respiro y las mismas alegríasse convierten en mérito y en nuevas adquisiciones”.
8-8 “Hija mía, pon mucha atención cuando hablas de mi Voluntad, porque mi Voluntad es tan feliz, que forma nuestra misma bienaventuranza, y la voluntad humana es tan infeliz, que si pudiese entrar en la nuestra destruiría nuestra felicidad y nos haría guerra; por eso en mi Voluntad no entran ni arideces, ni tentaciones, ni defectos, ni inquietudes, ni frialdades, porque mi Voluntad es luz y contiene todos los gustos posibles; la voluntad humana no es otra cosa que una gotita de tinieblas, toda llena de disgustos. Así que si el alma está ya dentro de mi Querer, antes de entrar, al contacto con mi Querer la luz le ha disipado la gotita de las tinieblas para poderla tener en sí, el calor ha derretido el hielo y la aridez, los gustos divinos han quitado los disgustos, mi felicidad la ha liberado de todas las infelicidades”.
29-38 Mucho más que la criatura desde el principio de su creación fue puesta por Dios en el día feliz y pacífico de nuestra Voluntad Divina, dentro y fuera de ella todo era luz, mejor dicho pleno medio día, dentro de su corazón, ante sus ojos, sobre su cabeza, y hasta bajo de sus pasos veía y sentía la Vida palpitante de mi Santo Querer, el cual, mientras la tenía inmersa en la plenitud de la luz y de la felicidad, le cerraba todos los caminos y los pasos de la infelicidad humana. Y la criatura con hacer su voluntad humana se formó las salidas, los caminos infelices, los pasos dolorosos, las densas oscuridades, en las cuales ella misma se formaba la infelicidad, las torturas
29-43 Mi pequeña existencia gira siempre en el Santo Querer Divino, siento que me atrae siempre más a Sí, y cada palabra suya, luz o conocimiento de Él es una nueva Vida que me infunde, una alegría insólita que siento, y una felicidad sin fin, que no pudiendo contener más porque soy muy pequeña, me siento como si me quisiera estallar el corazón de alegría y de felicidad divina. ¡Oh! Voluntad Divina, hazte conocer, poseer y amar, para que todos sean felices, pero de felicidad celestial, no terrenal
Es el tema sobre el que más le gusta hablar a Jesús, por una razón:
15-7 Ahora, mientras esto decía mostraba tanta ternura y tanto amor, que yo maravillada le he dicho: “Amor mío, ¿por qué muestras tanto amor cuando hablas de tu Voluntad, que parece como si de dentro de Ti quisieras hacer salir otro Tú mismo por el gran amor que muestras, mientras que si hablas de otras cosas no se ve en Ti este exceso de amor?”
(6) Y Él: «Hija mía, ¿quieres saberlo? Cuando Yo hablo de mi Voluntad para hacerla conocer a la criatura, Yo quiero infundirle mi Divinidad, por eso otro Yo mismo, y mi amor se desborda todo para hacerlo, y la amo a ella como a Mí mismo. He aquí por qué tú ves que mientras hablo de mi Querer, mi amor parece como si se saliera de sus confines para formar la sede de mi Voluntad en el corazón de la criatura, en cambio cuando hablo de otra cosa, son mis virtudes que infundo, y según las virtudes que le voy manifestando, ahora la amo como Creador, ahora como Padre, ahora como Redentor, ahora como Maestro, ahora como Médico, etc., por lo tanto no hay aquella exuberancia de amor como cuando quiero formar otro Yo mismo».
DE NUESTRO SER DIVINO
29-37 “Hija mía, cómo es bella mi Divina Voluntad ¿no es cierto? ¡Ah! es Ella sola la portadora de la verdadera felicidad, y de la más grande fortuna a la pobre criatura, la cual con hacer su voluntad no hace otra cosa que interrumpir su felicidad, interrumpir la corriente de la luz, y cambiar su fortuna en la más grande desventura; y conforme la criatura se dispone a hacer mi Voluntad, así la va rehabilitando en los bienes perdidos, porque la sustancia de mi Divina Voluntad es luz, y todo lo que obra se puede llamar efectos de esta luz. Así que quien se hace dominar por Ella, uno será el acto, pero como posee sustancia de luz, sentirá sus tantos efectos, que producirá como efecto de su luz las obras, los pasos, la palabra, los pensamientos, los latidos de mi Voluntad en la criatura; por eso puede decir: ‘Soy un acto solo de Voluntad Suprema, todo el resto no es otra cosa que los efectos de su luz’. Los efectos de esta luz son admirables, toman todas las similitudes, todas las formas: de obras, de pasos, de palabras, de penas, de plegarias, de lágrimas, pero todas animadas por la luz, que forman tal variedad de bellezas, que tu Jesús queda raptado por ellas. Semejanza del sol que anima todo con su luz, pero no destruye ni cambia las cosas, sino pone en ellas de lo suyo y comunica la variedad de los colores, la diversidad de las dulzuras, haciéndolas conquistar una virtud y belleza que no poseían. Tal es mi Divina Voluntad, sin destruir nada de lo que hace la criatura, sino que las anima con su luz, las embellece y les comunica su potencia divina”.
26-10 (2) “Hija mía, mi Divina Voluntad es luz, el amor es el calor. Luz y calor son inseparables entre ellos y forman la misma vida; así hay necesidad de la fusión de mi Voluntad y de mi amor, una voluntad que no ama no es operante, una amor que no tiene voluntad está sin vida. Empero mi Voluntad tiene el primer acto, se puede decir que su luz hace surgir elcalor, Ella hace el primer acto y llama en su luz la vida del amor, y de ellos forma una sola cosa. ¿Quién puede dividir el calor de la luz? Ninguno. Sin embargo, cuanto más grande es la luz, más fuerte es el calor, así que una pequeña luz, apenas si se siente la fuerza del calor; una luz grande da mucho calor y produce efectos admirables.
¿Cuántos y cuáles efectos produce el sol porque su luz es tanta que abraza toda la tierra? Se puede decir que es el rey de la tierra, con su luz y con su calor acaricia a todos, abraza todo y hace bien a todos, y sin que pida nada a nadie, porque: primero, no tiene necesidad de nada; segundo, porque todos se sentirían impotentes de corresponder al sol por el gran bien que hace a toda la tierra. He aquí el por qué tú sientes en ti dos potencias infinitas, fundidas en una: Mi Divina Voluntad y mi amor, y la luz de mi Querer te hace correr para hacerte poner su te amo, que hace salir del seno de su luz, sobre todas las cosas creadas, para ver toda la Creación adornada con su y tu te amo.
(3) Además de esto, la vida tiene necesidad de alimento; mi Voluntad Divina es Vida, mi amor es alimento, cada te amo tuyo es un sorbo de alimento que das a mi Fiat en ti, y cada acto tuyo hecho en mi Querer hace crecer la Vida de Él en ti. ¡Oh, cómo goza por ello, y crece admirablemente la Vida de mi Querer en la criatura cuando encuentra mucho amor divino, se puede decir que mi Fiat encuentra su alimento, y mi amor encuentra su vida”.
29-28, 4 Mi Voluntad es más que sol que eclipsa todo, fecunda todo, convierte todo en luz y forma la completa resurrección del alma en Dios”.
35-4 Mi Voluntad es vida, y como vida no quiere detenerse sino que quiere siempre crecer, y para crecer espera el más pequeño acto, una invitación amorosa de la criatura, mucho más que no quiere crecer por la fuerza, sino quiere que también la criatura quiera que siempre crezca mi Voluntad y forme su plenitud en ella. Ahora, conforme crece su plenitud así crece la fuerza divina en el alma, la santidad, la belleza, la felicidad, el conocimiento, la plenitud de los bienes innumerables que posee mi Fiat Divino.
Ejemplo de las consecuencias de nuestros actos en la DV. Aquí con el te amo:
28-11, 4 Hija mía, has olvidado que un ‘te amo’ en mi Divina Voluntad tiene la virtud de que dicho una vez no termina jamás de decir ‘te amo’; el ‘te amo’ en mi Divina Voluntad es vida, y como vida no puede cesar de vivir, debe tener su acto continuo. Mi Fiat no sabe hacer actos finitos, y todo lo que la criatura hace en Él adquiere vida continua, y así como a la vida le es necesario el respiro, el latido, el movimiento continuo para vivir, así los actos hechos en mi Voluntad Divina, teniendo su principio en Ella, se cambian en vida, y como vida adquieren la continuación del mismo acto, sin cesar jamás. Por tanto tu ‘te amo’ no es otra cosa que la continuación de tu primer ‘te amo’; él, como vida, quiere el alimento para crecer, el respiro, el latido, el movimiento para vivir, y con el repetir tu ‘te amo’ siente el latido, el respiro, el movimiento, y crece en la plenitud del amor, y sirve para multiplicar tantas vidas de amor por cuantos ‘te amo’ tú dices. ¡Si tú supieras cómo es bello el ver tantas vidas de amor esparcidas en toda la Creación por cuantos ‘te amo’ dices! Por eso un ‘te amo’ llama y reclama con insistencia al otro ‘te amo’. He aquí el por qué tú sientes una necesidad de amor de seguir la carrera del tu ‘te amo’ ; el verdadero bien jamás queda aislado, mucho más en mi Divina Voluntad que siendo Vida que no tiene principio ni fin, todo lo que en Ella se hace no está sujeto ni a terminar ni a ser interrumpido. Entonces un ‘te amo’ sirve para mantener y llamar a vida otro ‘te amo’, son pasos de vida de amor que la criatura hace en mi mismo Querer. Por eso no te detengas y sigue la carrera de tu ‘te amo’ para Quien tanto te ha amado”.
Jesús INSISTE EN QUE LA VIDA EN LA DV SEA CONTINUA: aquí razones:
30-30-4 Ahora, el vivir en mi Divina Voluntad, en cuanto el alma hace su primer acto, así siente la fuerza y la unión de todos los actos del Fiat Divino, así que un acto comprende y encierra todos los otros actos, y siente la necesidad de continuar sus actos para concatenarse juntos para desarrollar la fuerza de la Voluntad Divina que siente en sí, que como vida no sabe estar sin hacerse sentir, quiere respirar, latir, obrar, un acto llama al otro y así forma la secuencia de los actos con la unión de los actos de mi Voluntad. Para formar una vida no basta un acto, un respiro, un latido, no, se requiere el continuo respirar, palpitar y obrar, y conforme el alma vive en mi Voluntad Divina, así la hace respirar y palpitar, y mi Fiat forma su Vida entera de obras, por cuanto a criatura es posible de contener en sí. Por eso si quieres su Vida en ti, haz que tus actos sean continuos en Ella”.
31-20 (4) “Hija bendita, quiero decirte la razón por la que quiero que la criatura reciba el don de mi Voluntad en todos sus actos, y me dé otras tantas veces la suya, porque si en un acto sucede este intercambio y en otro no, en el acto donde no hay intercambio se forma el vacío en el alma, y este vacío es llenado de miserias, de debilidades, de pasiones, con esto, la Vida Divina queda despedazada y como separada en ella, así que los verdaderos renacimientos no pueden suceder, porque faltaría el alimento, la materia prima del acto continuo de mi Fiat que forma estos nuevos renacimientos en Dios, mucho más que sólo Ella posee y forma el acto continuo, por eso sin su acto continuo es imposible recibir tan grandes dones y bienes de hacer maravillar Cielos y tierra”.
(5) Entonces al escuchar esto he dicho: “Dime Amor mío, ¿por qué te interesa tanto el que quieres la voluntad de la criatura y quieres dar la tuya?” Y Jesús:
(6) “¿Quieres saber el por qué? Porque con tomar su voluntad pongo a la criatura al seguro, y con darle la mía la tomo por todos lados y pongo al seguro mi Vida en ella, y como mi Voluntad Divina no hay cosa o persona en que no tenga sus vínculos de dominio y de conservación, la afortunada criatura la siento junto Conmigo en todo y en todos, y entonces puedo decir con los hechos, no con las palabras: ‘Lo que es mío es tuyo, y todo lo he hecho por ti’. Con esto mi finalidad está realizada, mi obra creada con tanto amor, cual es la criatura, no me preocupa más, ni hay más peligro porque mi Divina Voluntad la tiene asediada en sus infinitos confines, así que no queda otra cosa que gozármela y volvernos felices, con una felicidad jamás interrumpida por ambas partes. He aquí por qué hasta en tanto no vea a la criatura dotada con el don de mi Fiat, no me doy paz, estoy en guardia continua, porque sé que su querer puede traicionarla a ella y a Mí, por eso debo utilizar estratagemas, industrias amorosas, debo trabajar siempre, para Mí no hay descanso. En cambio cuando su querer está en mi poder y el mío en su poder, Yo reposo sobre su suerte, no hay más peligro, y si quiero el intercambio continuo entre Yo y ella, es para tener ocasión de tener qué hacer, ocasión de decir y de entretenerse dulcemente en conversación, y como quiero darle siempre de lo mío, uso el pretexto de querer el intercambio de la suya para darle de nuevo mi Voluntad, pero la suya ya era mía, y la mía ya era suya, sólo que con darla de nuevo, acreciento nueva Vida Divina y gracias más sorprendentes. Por eso siempre en mi Querer te quiero, y así podremos estar seguros, tú de estar siempre Conmigo, y Yo contigo”.
29-37 “Hija mía, cómo es bella mi Divina Voluntad ¿no es cierto? ¡Ah! es Ella sola la portadora de la verdadera felicidad, y de la más grande fortuna a la pobre criatura, la cual con hacer su voluntad no hace otra cosa que interrumpir su felicidad, interrumpir la corriente de la luz, y cambiar su fortuna en la más grande desventura; y conforme la criatura se dispone a hacer mi Voluntad, así la va rehabilitando en los bienes perdidos, porque la sustancia de mi Divina Voluntad es luz, y todo lo que obra se puede llamar efectos de esta luz. Así que quien se hace dominar por Ella, uno será el acto, pero como posee sustancia de luz, sentirá sus tantos efectos, que producirá como efecto de su luz las obras, los pasos, la palabra, los pensamientos, los latidos de mi Voluntad en la criatura; por eso puede decir: ‘Soy un acto solo de Voluntad Suprema, todo el resto no es otra cosa que los efectos de su luz’. Los efectos de esta luz son admirables, toman todas las similitudes, todas las formas: De obras, de pasos, de palabras, de penas, de plegarias, de lágrimas, pero todas animadas por la luz, que forman tal variedad de bellezas, que tu Jesús queda raptado por ellas. Semejanza del sol que anima todo con su luz, pero no destruye ni cambia las cosas, sino pone en ellas de lo suyo y comunica la variedad de los colores, la diversidad de las dulzuras, haciéndolas conquistar una virtud y belleza que no poseían. Tal es mi Divina Voluntad, sin destruir nada de lo que hace la criatura, sino que las anima con su luz, las embellece y les comunica su potencia divina”….. Es más, tú debes saber que las bienaventuranzas del Cielo se derraman sobre la tierra y van a depositarse en el alma que vive y obra en mi Voluntad, porque no quieren dejarla privada de las alegrías y felicidad celestiales, mientras forma una sola Voluntad con el Cielo; los bienaventurados, mientras nadan en las alegrías divinas nada adquieren de mérito, en cambio para el alma viadora no sólo la felicitan, sino agregan el mérito, porque para quien hace mi Voluntad en la tierra, todo es meritorio, la palabra, la oración, el respiro y las mismas alegríasse convierten en mérito y en nuevas adquisiciones”.
8-8 “Hija mía, pon mucha atención cuando hablas de mi Voluntad, porque mi Voluntad es tan feliz, que forma nuestra misma bienaventuranza, y la voluntad humana es tan infeliz, que si pudiese entrar en la nuestra destruiría nuestra felicidad y nos haría guerra; por eso en mi Voluntad no entran ni arideces, ni tentaciones, ni defectos, ni inquietudes, ni frialdades, porque mi Voluntad es luz y contiene todos los gustos posibles; la voluntad humana no es otra cosa que una gotita de tinieblas, toda llena de disgustos. Así que si el alma está ya dentro de mi Querer, antes de entrar, al contacto con mi Querer la luz le ha disipado la gotita de las tinieblas para poderla tener en sí, el calor ha derretido el hielo y la aridez, los gustos divinos han quitado los disgustos, mi felicidad la ha liberado de todas las infelicidades”.
29-38 Mucho más que la criatura desde el principio de su creación fue puesta por Dios en el día feliz y pacífico de nuestra Voluntad Divina, dentro y fuera de ella todo era luz, mejor dicho pleno medio día, dentro de su corazón, ante sus ojos, sobre su cabeza, y hasta bajo de sus pasos veía y sentía la Vida palpitante de mi Santo Querer, el cual, mientras la tenía inmersa en la plenitud de la luz y de la felicidad, le cerraba todos los caminos y los pasos de la infelicidad humana. Y la criatura con hacer su voluntad humana se formó las salidas, los caminos infelices, los pasos dolorosos, las densas oscuridades, en las cuales ella misma se formaba la infelicidad, las torturas
29-43 Mi pequeña existencia gira siempre en el Santo Querer Divino, siento que me atrae siempre más a Sí, y cada palabra suya, luz o conocimiento de Él es una nueva Vida que me infunde, una alegría insólita que siento, y una felicidad sin fin, que no pudiendo contener más porque soy muy pequeña, me siento como si me quisiera estallar el corazón de alegría y de felicidad divina. ¡Oh! Voluntad Divina, hazte conocer, poseer y amar, para que todos sean felices, pero de felicidad celestial, no terrenal
22-14, 2 ….Ahora nuestra Voluntad, vida y eco perfecto de nuestro Ser Divino, es movimiento incesante y por eso es bien perfecto, y es un bien que puede darse a todos.
Vimos lo que significa el término DIVINA VOLUNTAD, en el Libro de Cielo. Los textos que aparecen mas arriba no son todos. Esta seleccion es a modo de ejemplo. Apretando el botón que dice «Acceso a info sobre Luisa», vas a ver otro vídeo donde el responsable de sus escritos, ya fallecido hace dos años, nos hablaba de la situación de estos. Más abajo verás el bot’on » Status de Luisa en la Iglesia». Se añaden otros botones que pueden ser de tu interés para la profundización de este tema fascinante y maravilloso, la Divina Voluntad.
Una de las dificultades más frecuentes en la Divina Voluntad es considerar que se trata de una santidad al parejo de las otras existentes, una forma más en que Dios comunica sus bienes, sus gracias, de la misma manera que lo ha hecho durante tantos siglos a los demás santos y a toda la Iglesia.
Esto no es verídico, no se trata de más de lo mismo, no, aquí se perfila una época nueva, donde se manifieste el verdadero hombre, el hombre creado a imagen y semejanza de Dios en su Hijo Jesucristo, un bien que debe servir a toda la familia humana; se trata de hacer regresar al hombre a su origen, darle la misma imagen que le fue dada en el momento de su creación, pero que Adán perdió debido a su desobediencia.
Para lograr esto, Jesús nos deja una oración, donde es Él mismo quien se pone a la cabeza de toda la familia humana para rogar al Padre se digne decretar el regreso de esta santidad primigenia y es en ésta misma donde nos descubre de qué se trata dicha santidad, veamos:
“Padre nuestro que estás en los Cielos”. No dijo Padre mío, sino que lo llamó Padre de toda la familia humana, para comprometerlo en lo que debía agregar: ‘Que todos santifiquen tu nombre, a fin de que venga tu reino sobre la tierra y tu Voluntad se haga COMO en el Cielo así en la tierra.
He ahí el punto clave, el llegar a que se haga la Voluntad de Dios aquí en la tierra, mientras vivimos, pero que se haga COMO se hace en el Cielo.
Era ésta la finalidad de la Creación, y Jesús pedía al Padre que se cumpliera. Y ahora una gran pregunta, ¿cómo se hace esta Voluntad en el Cielo? Cuando nosotros hablamos de hacer la Voluntad de Dios nos referimos al obedecer, al vivir de acuerdo a los mandamientos de Dios, ¿así la vivirán en el Cielo? Y de ser así, ¿cómo llegar a saber cuál es y qué desea para mí en un determinado momento? Se podrían hacer muchísimas conjeturas, pero mejor oigamos lo que Jesús manifiesta a Luisa acerca de esto:
“Hija mía, no se quiere entender. El vivir en mi Voluntad es reinar, el hacer mi Voluntad es estar a mis órdenes; lo primero es poseer, lo segundo es recibir mis órdenes y cumplirlas. El vivir en mi Querer es hacer suya mi Voluntad como cosa propia, es disponer de Ella; el hacer mi Voluntad es tenerla en cuenta como Voluntad de Dios, no como cosa propia, ni poder disponer de Ella como se quiere. El vivir en mi Voluntad es vivir con una sola Voluntad, la cual es la de Dios, la cual, siendo una Voluntad toda Santa, toda pura, toda paz, y siendo una sola Voluntad la que reina, no hay contrastes, todo es paz; las pasiones humanas tiemblan ante esta Suprema Voluntad y quisieran rehuirla, no se atreven a moverse ni a oponerse, viendo que ante esta Santa Voluntad tiemblan Cielos y tierra. Así que el primer paso del vivir en el Querer Divino, ¿qué hace? Poner el orden divino en el fondo del alma, vaciarla de lo que es humano, de tendencias, de pasiones, de inclinaciones y de otras cosas. En cambio el hacer mi Voluntad es vivir con dos voluntades, y cuando doy las órdenes de seguir la mía, la criatura siente el peso de su voluntad que le pone contrastes, y a pesar de que siga las órdenes de mi Voluntad con fidelidad, siente el peso de la naturaleza rebelde, sus pasiones e inclinaciones. Y cuántos santos, a pesar que han llegado a la perfección más alta, sienten ésta su voluntad que les hace guerra, que los tiene oprimidos, y muchos están obligados a gritar: ‘¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Esto es, de esta mi voluntad que quiere dar muerte al bien que quiero hacer?
No te asombres si ves que no comprenden, para entender deberían disponerse al más grande de los sacrificios, cual es el de no dar vida, aun en las cosas santas a la propia voluntad, sólo entonces sentirían la posesión de la mía y tocarían con la mano qué significa vivir en mi Querer. Tú sé atenta y no te fastidies de las dificultades que te ponen, y Yo poco a poco me haré camino para hacer comprender el vivir en mi Voluntad”. (Septiembre 18, 1924)
Así que es muy diferente el vivir del hacer, sólo que nos mencionan de nuevo la necesidad de renunciar a nuestra voluntad. La voluntad, renunciar a la nuestra, adquirir la de Dios como nuestra, pero ¿qué es la voluntad?
Muy raras veces hemos meditado acerca de la Voluntad de Dios, siempre la hemos tomado como aquello que Él quiere que se haga, y nosotros debemos cumplirla fielmente, sin ni siquiera cuestionar, simplemente nos corresponde obedecer si es que queremos permanecer a su lado como hijos fieles, o ser considerados desobedientes en caso contrario. A esto nos ha llevado la misma relación que Dios ha tenido con sus criaturas, a las que siempre trata de enseñar a través de «mandatos», en un principio, con los Patriarcas, en forma oral; posteriormente, desde Moisés hasta la venida de Jesús a la tierra, por medio de la Ley. Toda la justificación del hombre se fundamentaba en el fiel seguimiento de esta Ley. Después de Jesús, se agrega a los mandamientos todo lo referido en el evangelio, y poco a poco se van clarificando las virtudes, los dones del Espíritu Santo y la ley de la Iglesia, que va dando forma a la institución.
Hasta la fecha, ésta ha sido la interpretación general, y en muchas ocasiones las personas se afanan en demasía tratando de averiguar cuál es la Voluntad de Dios para ellas, y así poder cumplirla.
Terrible equivocación, la Voluntad de Dios no es solamente un deseo, una orden, sino que es algo que va mucho más allá de un simple atributo de la inteligencia divina, de la capacidad que Él tiene de elegir y seguir lo que elige, o peor aún, la capacidad de querer algo y expresarlo para que el hombre lo siga, (del latín voluntas, derivado de velle, querer). Veamos cómo define Jesús en los escritos de Luisa a la voluntad:
…“La voluntad en el hombre es lo que más lo asemeja a su Creador; en la voluntad humana he puesto parte de mi Inmensidad y de mi Potencia y dándole el lugar de honor la he constituido reina de todo el hombre y depositaria de todo su obrar. Así como las criaturas tienen cajas para conservar sus cosas para tenerlas custodiadas, así el alma tiene su voluntad para conservar y custodiar todo lo que piensa, lo que dice y lo que obra, ni siquiera un pensamiento perderá. Lo que no puede hacer con los ojos, con, la boca, con las obras, lo puede hacer con la voluntad; en un instante puede querer mil bienes o mil males, la voluntad hace volar el pensamiento al Cielo, a las partes más lejanas y hasta en los abismos; a la criatura se le puede impedir que obre, que vea, que hable, que camine, etc., pero todo esto lo puede hacer en la voluntad. Todo lo que hace y quiere forma un acto y lo deja en depósito en su mismo querer; y como la voluntad se puede extender, ¿cuántos bienes o males no puede contener?
… “Hija mía, mi Voluntad contiene todo mi Ser, y quien en sí la posee, me posee a Mí más que si tuviera mi continua presencia, porque mi Voluntad penetra dondequiera, en las más íntimas fibras, cuenta los latidos, los pensamientos, se hace vida de la parte más bella de la criatura, esto es, de su interior, del cual brotan como de una fuente las obras externas, volviéndola inseparable de Mí; mientras que mi presencia, si no encuentra mi Voluntad en el alma, no puede ser vida de todo su interior y ella queda como dividida de Mí; ¿cuántas almas después de haber gozado de mis favores y de mi presencia, no estando en ellas la plenitud de mi Voluntad, su Luz, su Santidad, se han engolfado de nuevo en la culpa, han tomado parte en los placeres, se han separado de Mí porque no estaba en ellas esa Voluntad Divina que vuelve al alma intangible de cualquier culpa, aun mínima, por eso las obras más puras, más santas, más grandes, son formadas en quien posee toda la plenitud de mi Voluntad. Mira, también en la criatura la supremacía la tiene su voluntad; así que si está ésta, tiene vida y si ésta no está, parece como un árbol que mientras tiene tronco, ramas, hojas, está sin fruto. La voluntad en la criatura no es pensamiento, pero da la vida a la actitud de la mente; no es ojo, pero da la vida a la mirada, porque si tiene voluntad el ojo quiere ver, quiere conocer las cosas, de otro modo es como si el ojo no tuviera vida; no es palabra, pero da vida a cada una de las palabras; no es mano, pero da vida a la acción; no es paso, pero da vida al paso; no es amor, deseo, afecto, pero da vida al amor, al deseo, al afecto. Pero esto no es todo, mientras es vida de todos los actos humanos, con el cumplirlos la criatura queda despojada de sus mismos actos, como el árbol cargado de frutos queda despojado por las manos de quien los toma; en cambio, en la voluntad quedan como selladas las miradas que ha dado, los pensamientos que ha formado, las palabras que ha dicho, las acciones que ha hecho; así que la mano ha obrado, pero su acción no queda en sus manos, pasa más allá y quién sabe a donde va, pero en la voluntad queda, por eso todo queda escrito, formado, sellado en la voluntad humana; y si esto pasa en la voluntad humana sólo porque he puesto el germen, la semejanza de la mía, piensa tú misma cómo será la mía en Mí mismo, y cómo será si la criatura se hace poseer de mi Voluntad.” (Octubre 9, 1921)
Así que la voluntad no es un atributo, sino un recipiente donde están guardados todos nuestros actos, y en caso de la Divina, en Ella están todos los actos de la Divinidad.
¿Qué es la vida? La vida es el conjunto de actos que hemos hecho, todos están unidos, no se ha perdido ni siquiera uno solo, y el primero sirve de base al siguiente, y así sucesivamente. Por lo tanto, en nuestra voluntad se encuentran todos nuestros actos de la infancia, de la adolescencia, de la madurez, etc., y si nos quitaran alguno de ellos, si se pudiera, desapareceríamos, pues faltaría el sostén para todos los actos siguientes. Entonces, no es como hemos pensado hasta la actualidad, que los actos pasados ya se perdieron, ya pasaron, no, no es verdad. Igualmente la Voluntad Divina no ha perdido nada de lo que ha hecho, todo lo que ha ejecutado está presente en Ella, y como es un solo acto, no múltiples como en nosotros, por lo tanto la Divina Voluntad, podríamos decir que es la misma Vida Divina, no un atributo de Ella, sino la misma Vida.
Nosotros estamos compuestos de potencia y acto. La potencia es la capacidad de llevar a cabo una acción que no estamos realizando en el momento; acción es lo que estamos haciendo. Por lo tanto, nuestra voluntad también tiene la capacidad de pasar de una acción a otra, y para hacer eso, necesitamos que la acción que estamos haciendo se deje de hacer, o sea pase de acto a potencia, y empezar a hacer otra que no estaba en acción. Ejemplo: si estoy sentado, el acto en acción es el estar sentado, pero el caminar está en potencia, porque no lo estoy efectuando en ese momento; cuando mi voluntad lo decide, el estar sentado lo paso a potencia y el caminar lo pongo en acto. La Voluntad Divina no tiene esta dualidad, pues como es una Voluntad perfecta, no tiene potencia, sino que todo está en acto, porque el tener potencia equivale a no ser un ser completo, sino estar en camino de llegar a esa perfección, pues aún le falta el acto siguiente, y así sucesivamente. Recordemos que el nombre que Dios le da a Moisés, es “Yo soy”, o sea, soy el Ser completo, que no le falta nada para completarse, cosa que nosotros no podríamos decir, pues siempre nos falta algo, y así será hasta el día en que muriendo, pasemos a la eternidad, donde ya no hay tiempo, y por tanto tampoco habrá más actos.
Ésta es una de las razones por las que Dios quiere que vivamos en su Voluntad, que nuestra voluntad imperfecta haga un acto en que corra la Voluntad Divina, y así le demos la oportunidad de que su Voluntad vuelva a ponerse en acto y repita toda su Vida. Por eso siempre dice que cada acto hecho en su Voluntad es una Vida Divina que la criatura adquiere, pues como el movimiento de ese acto salió de la criatura, aunque el acto haya sido el acto único de Dios, por derecho y justicia se le debe dar en propiedad a esta criatura.
¿Raro? Oigamos a Jesús: …“Hija mía bendita, mi Voluntad es el motor que con constancia férrea asalta a la criatura por todos lados, dentro y fuera, para tenerla consigo, y formar el gran prodigio de formar su Vida Divina en la criatura; Ella, se puede decir que la ha creado para formar y repetir su Vida en ella, y a cualquier costo quiere lograr su intento.
Así que la Voluntad Divina la podemos equiparar casi a la mismísima Vida Divina
Jesús.- “Y así como la vida humana tiene su vida, sus miembros distintos, sus cualidades, así nuestro Ser Supremo tiene sus cualidades purísimas, no materiales, porque en Nosotros no existe materia que forme nuestra Vida; unidas juntas Santidad, Potencia, Amor, Luz, Bondad, Sabiduría, Omnividencia de todo, Inmensidad, etc., forman nuestra Vida Divina, ¿pero quién constituye el movimiento, quién regula, quién desarrolla con un movimiento incesante y eterno todas nuestras cualidades divinas? Nuestra Voluntad. Ella es el motor, la dirigente que da a cada una de nuestras cualidades la vida obrante, así que si no fuese por nuestra Voluntad, nuestra Potencia estaría sin ejercicio, nuestro Amor sin amar, y así de todo lo demás. Mira entonces cómo el todo está en la Voluntad, y por eso, con darla a la criatura damos todo.” Septiembre 17, 1933
Ya tenemos ahora una ligera idea de que la Voluntad de Dios es algo más que el simple deseo u orden de Dios para hacer algo que Él quiere, aunque debemos reconocerlo, existen cuatro diferentes modos de obrar de esta Voluntad, y obra según las disposiciones de las criaturas. En primer lugar se encuentra la Voluntad permisiva, o sea que permite todo, incluso el mal. Muchas veces hace conocer lo que Ella quiere, pero deja a decisión de las criaturas el hacerlo o no hacerlo, no llevando culpa ninguna el no hacerla, y ésta se llama Voluntad querida. Otras veces, al querer agrega la orden, y da gracias duplicadas para hacer que se cumpla dicha orden, y esto es de todos los cristianos, el no hacer esto significa no ser ni siquiera cristianos y conlleva una culpa. El último modo es el obrante, en éste, la misma Voluntad desciende en el acto de la criatura y obra como si el acto de la criatura fuera acto suyo, y por eso como acto suyo pone en él su Vida, su Santidad, su Virtud operativa; pero para llegar a esto, el alma debe estar habituada a la Voluntad querida y ordenada, éstas preparan el vacío en el acto humano para recibir el acto obrante del Fiat Divino. Esta es la Voluntad de Dios que debemos buscar con ahínco, para no sólo cumplirla, sino adueñarnos de Ella.
Paraiso reconquistado
Vivir en la Divina Voluntad es, para la criatura y para Dios, algo único, que el mismo Cielo no lo tiene.
La criatura, viviendo en Ella, le restituye a Jesús su paraíso, el amor, la gloria los gozos, alegrías, bienaventuranzas que la desobediencia le arrancó.
En Verdad, no sólo el hombre fue el corrido del paraíso, también Dios se vio obligado a desalojarlo.
En el hombre, la Divinidad se encontraba a Sí misma y ahí radicaba todo su contento, pues encontrándose a Sí, encontraba todo aquello que podía volverlo feliz, pero lo encontraba a través de una criatura con la cual entablaba una relación de amor, única finalidad para la cual había sido creada.
Para el hombre la presencia de su Creador en él, le proporcionaba todas las bienaventuranzas y gozos posibles e imaginables, con el agregado de poder dar a su Dios, lo que Éste no tiene: «Acto conquistante, creciente, la gloria de sus obras (creación y redencion), amor divino proveniente de una criatura, en una palabra, correspondencia total, y de forma divina».
Viviendo en el Cielo, todo es de Él, y es Él el que glorifica.
Luisa, sufriendo por la ausencia de Jesús, pide que la lleve al Cielo, pues también allá hará y vivirá de su Voluntad:
«Paso días amargos por la privación de mi dulce Jesús. ¡Oh! cómo lloro por su amable presencia, aun el solo recuerdo de sus dulces palabras son heridas a mi pobre corazón y digo entre mí: “¿Y ahora dónde está? ¿Adónde dirigió sus pasos? ¿Dónde podría encontrarlo? ¡Ay! todo ha terminado, no lo veré más, no escucharé más su voz, no más rezaremos juntos, ¡cómo es dura mi suerte, qué desgarro, qué pena! ¡Ah Jesús, cómo has cambiado! ¿Cómo has huido de mí? Pero si bien lejos, te mando en alas de tu Querer, donde estés, mis besos, mi amor, mi grito de dolor que te dice: Ven, regresa a la pobre exiliada, a la pequeña recién nacida que no puede vivir sin Ti”. Pero mientras esto y más decía, mi amable Jesús se ha movido en mi interior, y extendiéndome sus brazos me ha estrechado fuerte, fuerte, y yo le he dicho: “Mi vida, mi Jesús, no puedo más, ayúdame, dame la fuerza, no me dejes más, llévame Contigo, me quiero ir”. Y Jesús interrumpiendo mi hablar me ha dicho:
«Hija mía, ¿no quieres hacer mi Voluntad?»
Y yo: «Claro que quiero hacer tu Voluntad, pero también en el Cielo está tu Voluntad, así que si hasta ahora la he hecho en la tierra, de ahora en adelante quiero ir a hacerla en el Cielo. Por eso, pronto, llévame, no me dejes más, siento que no puedo más, ten piedad de mí.»
Y Jesús de nuevo:
«Hija mía, tú no sabes qué cosa es mi Voluntad en la tierra, se ve que después de tantas lecciones mías no lo has entendido bien. Debes saber que el alma que hace vivir mi Voluntad en ella, conforme reza, conforme sufre, obra, ama, etc., etc., forma un dulce encanto a las pupilas divinas, de manera que encierra en ese encanto, con sus actos, la mirada de Dios, de modo que raptado por la dulzura de este encanto, muchos castigos que se atraen las criaturas con sus graves pecados, este encanto tiene virtud de impedir que mi Justicia se derrame con todo su furor sobre la faz de la tierra, porque también mi Justicia siente el encanto de mi Voluntad que obra en la criatura. ¿Te parece poco que el Creador vea en las criaturas, viviendo aún sobre la tierra, su Voluntad obrante, triunfante, dominante, con esa misma libertad con la cual obra y domina en el Cielo? Este encanto no está en el Cielo, porque mi Voluntad en mi reino domina como en su casa y el encanto viene formado en Mí mismo, no fuera de Mí, así que soy Yo, es mi Voluntad la que encanta con una fuerza raptora a todos los bienaventurados, de manera que sus pupilas están encerradas en mi encanto para gozar eternamente; así que no ellos me forman el dulce encanto, sino Yo a ellos, así que mis pupilas están libres, no sufren ninguna fascinación. En cambio mi Voluntad, viviendo en la criatura que navega en el exilio, es obrante y dominante en casa de la criatura, y es por esto que me forma el encanto, me fascina y hace sentir a mi mirada un atractivo tal, que me rapta a fijar mis pupilas en ella, sin poder separarlas. ¡Ah! tú no sabes cuán necesario es este encanto en estos tiempos. Cuántos males vendrán, los pueblos se verán obligados a devorarse uno al otro, serán tomados de tal rabia de ensañarse el uno contra el otro, pero la culpa mayor es de los jefes y gobernantes. ¡Pobres pueblos! Tienen por jefes y gobernantes a verdaderos carniceros, diablos encarnados que quieren hacer carnicería de sus hermanos. (17-20)
SALVADOR THOMASSINY FRÍAS·THURSDAY, 7 JULY 2016·
Si quieres ahondar sobre el punto «que vivir en la DV es el mayor bien que podemos hacer para la humanidad» aquí hay un vídeo:
14-73
Noviembre 11, 1922
Jesús dio vida en la Divina Voluntad a los actos de todas las criaturas; en esta obra asoció a su Madre Santísima, y ahora llama al alma para repetirlo.
(1) Mi siempre amable Jesús al venir me ha atraído a Él, dentro de una luz inmensa y me ha dicho:
(2) “Pequeña hija de mi Querer, esta luz inmensa que ves es mi Suprema Voluntad, de la cual nada escapa. Tú debes saber que al crear el cielo, el sol, las estrellas, etc., a todo le fijé sus límites, su lugar, su número, no pueden crecer ni decrecer, todas las cosas las tengo como en un puño. Así al crear al hombre, al mismo tiempo creé todas las inteligencias y cada uno de los pensamientos, todas las palabras, las obras, los pasos y todo lo demás del hombre, desde el primero hasta el último que deberá existir, y esto era connatural en Mí, mucho más que Yo mismo debía ser actor y espectador hasta de un pensamiento, y si el hombre no lo podía hacer sin Mí, ¿cómo no debía Yo saberlo y conocer hasta el número? Así que en mi Voluntad nada todo el obrar de las criaturas, como los peces nadan dentro de un vasto mar. Pero habiendo creado al hombre no esclavo sino libre, porque no era decoroso para Mí, ni obra digna salida de mis manos, si hiciera salir a este hombre atado, sin libertad, ni podría decir hagámoslo a nuestra imagen y semejanza si no lo hacía libre, quería dotarlo con la libertad. Yo era libre, libre también él, pues no hay cosa que más torture a una persona que dar un amor forzado, y causa desconfianza, sospechas, temores y casi asco en quien lo recibe. Ve dónde tiene origen cada acto de criatura, aun un pensamiento, en la santidad de mi Voluntad, con esta diferencia, que si el hombre quiere, ese pensamiento, palabra, etc., puede hacerlo bien o mal, santo o perverso. Ahora, mi Voluntad tuvo un dolor al ver en tantos cambiados sus actos, de los cuales era actora, en actos mortales para Mí y para ellos, por eso quise que mi Voluntad haciéndose doblemente actora de cada acto, extendiera sobre todos otro acto divino, que debía corresponderme según la santidad de mi Voluntad con otros tantos actos divinos, pero se necesitaba alguien para hacer esto, y he aquí a mi Humanidad santa, libre también Ella, que no queriendo otra vida que la sola Voluntad Divina, nadando en este mar inmenso iba duplicando cada pensamiento, palabra y obra de criatura, y extendía sobre todo un acto de Voluntad Divina, y esto daba satisfacción y glorificaba al Padre Divino, de modo que Él pudo mirar al hombre y abrirle las puertas del Cielo, y Yo anudaba con más fuerza a la voluntad humana, dejándola siempre libre de no separarse de la Voluntad de su Creador, causa por la que se había precipitado en tantas desgracias. No estuve contento sólo con esto, sino que quise que mi Mamá, también santa, me siguiera en el mar inmenso del Querer Supremo y junto Conmigo duplicara todos los actos humanos, poniendo en ellos el doble sello, después del mío, de los actos hechos en mi Voluntad sobre todos los actos de las criaturas. Cómo me era dulce la compañía de mi inseparable Mamá en mi Voluntad; la compañía en el obrar hace surgir la felicidad, la complacencia, el amor de ternura, la competencia, el acuerdo, el heroísmo; en cambio el aislamiento produce lo contrario. Entonces, conforme obraba junto con mi amada Mamá, así surgían mares de felicidad, de complacencia de ambas partes, mares de amor que haciendo competencia, uno se arrojaba en el otro, y producían gran heroísmo. Y no para Nosotros solos surgían estos mares, sino también para quien nos habría hecho compañía en nuestra Voluntad; es más, podría decir que estos mares se convertían en tantas voces que llamaban al hombre a vivir en nuestro Querer, para restituirle la felicidad, su naturaleza primera, y todos los bienes que había perdido con sustraerse de nuestra Voluntad. Ahora vengo a ti, después de mi Madre Celestial te llamé a ti para hacer que todos los actos humanos tengan el primer sello hecho por Mí, el segundo hecho por mi Mamá, y el tercero por una criatura de la estirpe común, mi eterno amor no estaría contento si no hubiera elevado a una de la estirpe común, la cual debía abrir las puertas a quien se dispusiera a entrar por ellas para vivir en nuestro Querer; he aquí el por qué de mis tantas manifestaciones, los tantos valores y efectos que te he hecho conocer de mi Voluntad, estos serán imanes potentes para atraerte a ti, y después a los demás a vivir en Ella; pero para entrar en nuestra Voluntad y seguir el sublime vuelo de mis actos y los de mi indivisible Mamá, siendo tú de la estirpe común, no habrías podido entrar en nuestro Querer si no tuvieras, o al menos hubieras sido transformada en la naturaleza que salió de mis manos antes de que el hombre se sustrajera de nuestro Querer; esta es la razón de mis tantas gracias, para reducir tu naturaleza, tu alma, a aquel primer estado; conforme te iba dando esas gracias así te quitaba los gérmenes, las tendencias, las pasiones de la naturaleza rebelde, dejando siempre libre tu voluntad. Era necesario para mi decoro, santidad y dignidad, que debiéndote llamar al centro de mi Querer para hacer ahí vida común, para hacerte recorrer todos los actos hechos por Mí y que las criaturas no han conocido aún, reducir tu naturaleza a este estado feliz, de otra manera no habrías podido correr Conmigo en los interminables actos de mi Querer, ni estar Conmigo con la familiaridad que se necesita para obrar juntos. Las pasiones, los gérmenes de las tendencias no buenas, hubieran sido como tantas barreras de división entre tú y Yo, a lo más habrías estado a las órdenes de mi Querer, como tantos otros fieles míos, pero hacer lo que hice Yo, habrías estado muy lejana, y ni tú ni Yo hubiéramos sido felices, mientras que el vivir en mi Querer es propiamente esto, vivir plenamente feliz en la tierra, para después pasar a vivir más feliz en el Cielo. Por eso te digo, verdadera hija de mi Querer, primer parto feliz de mi Voluntad, seme atenta y fiel, ven en mi Eterno Querer, te esperan mis actos que quieren el sello de los tuyos, te esperan los actos de mi Mamá, te espera todo el Cielo porque quieren ver todos sus actos glorificados en mi Voluntad por una criatura de la estirpe de ellos, te esperan las presentes y las futuras generaciones, para que les sea restituida la felicidad perdida. ¡Ah! no, no, no terminarán las generaciones si no regresa el hombre a mi seno, bello, dominante, como salió de mis manos creadoras, no estoy contento con haberlo redimido; aun a costa de esperar, tendré paciencia todavía, pero debe regresar a Mí tal como lo hice, en virtud de mi Voluntad. Con hacer su voluntad descendió en el abismo y se transformó en feo; con hacer mi Voluntad subirá y adquirirá la nueva transformación en la naturaleza por Mí creada, y entonces podré decir: Todo lo he cumplido, el orden de toda la Creación me ha regresado y me reposaré en él”.
13-22, 5 Después ha agregado: “La voluntad en el hombre es lo que más lo asemeja a su Creador, en la voluntad humana he puesto parte de mi inmensidad y de mi Potencia, y dándole el puesto de honor la he constituido reina de todo el hombre y depositaria de todo su obrar. Así como las criaturas tienen cajas para conservar sus cosas para tenerlas custodiadas, así el alma tiene su voluntad para conservar y custodiar todo lo que piensa, lo que dice y lo que obra, ni siquiera un pensamiento perderá. Lo que no puede hacer con el ojo, con la boca, con las obras, lo puede hacer con la voluntad; en un instante puede querer mil bienes o mil males, la voluntad hace volar el pensamiento al Cielo, en las partes más lejanas y hasta en los abismos; a la criatura se le puede impedir que obre, que vea,
que hable, pero todo esto lo puede hacer en la voluntad, y todo lo que hace y quiere forma un acto y lo deja en depósito en su mismo querer; y como la voluntad se puede extender,
¿cuántos bienes y cuántos males no puede contener? Por eso, entre todo quiero el querer del hombre, porque si tengo esto, la fortaleza está vencida”.
28-5
Marzo 12, 1930
Dios no toma en cuenta el tiempo, sino los actos que hacemos.
Ejemplo de Noé. El bien que posee un sacrificio prolijo y
continuo. Cada acto de criatura posee su germen distinto.
(1) Mi vuelo en el Fiat Divino continúa, mi pobre mente no sabe estar sin girar en sus actos innumerables, siento que una fuerza suprema me la tiene como fijada en las obras de mi Creador, y ella gira y vuelve a girar siempre, sin cansarse jamás, y ¡oh! cuántas bellas sorpresas encuentra, ahora en la Creación, ahora en la Redención, y en las que me sorprenden el bendito Jesús se hace narrador, y esto no es otra cosa que una invención más grande de su amor. Después, mientras giraba en el Edén y en los tiempos antes de su venida a la tierra, pensaba entre mí: “¿Y por qué Jesús tardó tanto tiempo para venir a redimir al género humano?” Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, nuestra sabiduría infinita cuando debe dar un bien a la criatura, no cuenta el tiempo, sino los actos de las criaturas, porque ante la Divinidad no existen días y años, sino sólo un día perenne, y por eso no medimos el tiempo, sino que vienen contados por Nosotros los actos que han hecho. Así que en aquel tiempo que a ti te parece tan largo, no habían sido hechos los actos queridos por Nosotros para venir a redimir al hombre, y sólo los actos determinan hacer venir el bien, y no el tiempo. Mucho más que obligaban a nuestra Justicia a exterminarlos de la faz de la tierra, como sucedió en el diluvio, que sólo Noé mereció, con el obedecer a nuestra Voluntad y con la prolijidad de su largo sacrificio de fabricar el arca, el salvarse con su familia y encontrar en sus actos la continuación de la nueva generación en la cual debía venir el prometido Mesías. Un sacrificio prolijo y continuo posee tal atractivo y fuerza raptora sobre el Ente Supremo, que lo hacen decretar dar bienes grandes y continuación de vida al género humano. Si Noé no hubiese obedecido y no se hubiese sacrificado en cumplir un trabajo tan largo, habría sido arrollado también él en el diluvio, y no salvándose a sí mismo, el mundo, la nueva generación habría terminado. Mira qué significa un sacrificio prolijo y continuo, es tan grande que pone a salvo a sí mismo y hace surgir la vida nueva en los demás, y el bien que hemos establecido dar. He aquí el por qué para el reino de mi Divina Voluntad he querido tu largo y continuo sacrificio de tantos años de cama. Tu largo sacrificio te ponía a ti a salvo, más que arca en el reino de mi Divina Voluntad, e inclina a mi bondad a dar un bien tan grande, como es el de hacerla reinar en medio a las criaturas”.
(3) Después de esto continuaba mi giro en el Fiat Divino para llevar todos los actos de las criaturas en homenaje a mi Creador, y pensaba entre mí: “Si llego a recoger todo lo que ellas han hecho y encerrar todo en el Querer Divino, ¿no se cambiarán en actos de Divina Voluntad?” y mi dulce Jesús ha agregado:
(4) “Hija mía, todos los actos de las criaturas, cada uno de ellos posee su germen según como ha sido hecho, si no ha sido hecho en mi Fiat Divino no posee su germen, por lo tanto no podrá jamás ser acto de mi Voluntad, porque en el acto de hacerlo faltaba su germen de luz, que tiene la virtud de cambiarlo en sol, que pone su germen de luz como acto primero en el acto de la criatura. En los actos de las criaturas sucede como si una persona tiene la semilla de flores, sembrándola tendrá flores, y si siembra la semilla de frutos, tendrá frutos, y ni la semilla de flores dará frutos, ni la de los frutos dará flores, sino que cada una dará según la naturaleza de su semilla. Así los actos de las criaturas, si en el acto ha estado un fin bueno, una finalidad santa, para agradarme, para amarme, en cada uno de los actos se verá: en uno el germen de la bondad, en otro el germen de la santidad, el germen de agradarme, el germen de amarme; estos gérmenes no son luz, pero simbolizan: quién la flor, quién el fruto, quién una plantita y quién una gema preciosa, y Yo siento el homenaje de la flor, del fruto, y así de lo demás, pero no el homenaje que me puede dar un Sol; y recogiendo tú todos estos actos para encerrarlos en mi Fiat, quedan tal como son, cada uno la naturaleza que la semilla le ha dado, y se ven que son actos que puede hacer la criatura, no actos que puede hacer mi Divina Voluntad con su germen de luz en el acto de ellas. El germen de Voluntad Divina no viene cedido por Ella, sino cuando la criatura vive en Ella, y en sus actos le da el primer puesto de honor”.
30-2
Noviembre 9, 1931
Dios tiene establecidos los actos de la criatura. Acto obrante e incesante de la Divina Voluntad. Quien no hace la Divina Voluntad queda sin Madre y permanece huérfana y desamparada.
(1) Mi abandono en el Querer Divino continúa, ¡oh! con qué ternura me espera en su regazo materno para decirme: “Hija de mi Querer, no me dejes sola, tu Mamá te quiere junto; quiero tu compañía en el trabajo incesante que hago para todas las criaturas. Yo hago todo para ellas, no las dejo un instante, porque si las dejara perderían la vida. Sin embargo hay quien no me reconoce, es más, me ofenden, mientras que Yo soy toda para ellas. ¡Oh! cómo es dura la soledad, por eso te suspiro hija mía, ¡oh, cómo me es querida tu compañía en mis actos! La compañía vuelve dulce el trabajo, aligera el peso y es portadora de nuevas alegrías”.
(2) Pero mientras mi mente se perdía en la Divina Voluntad, mi amable Jesús haciéndome su breve visita me ha dicho:
(3) “Hija mía, mi Voluntad es incansable, queriendo mantener la vida, el orden, el equilibrio de todas las generaciones y del universo entero, no puede ni quiere cesar en su trabajo, mucho más que cada movimiento es como dado a luz por Ella y atado con vínculos inseparables. Imagen del aire que mientras ninguno lo ve, también da a luz el respiro en las criaturas, y es inseparable de la respiración humana, ¡oh! si el aire detuviera su trabajo de hacerse respirar, de un golpe cesaría la vida de todas las criaturas. Más que aire es mi Voluntad, el aire no es mas que un símbolo, imagen, y que produce la vida de la respiración por la virtud vital de mi Querer Divino, mientras que la mía es Vida en Sí misma e increada. Ahora, Dios tiene establecidos todos los actos de las criaturas y el número de
los actos de ellas; por eso el empeño de estos actos, porque establecidos por Dios vienen tomados por mi Divina Voluntad, los ordena y pone su Vida dentro de ellos, pero, ¿quién da el cumplimiento a estos actos establecidos por el Ser Supremo? Quien coopera y se hace dominar por la Voluntad Divina, con la cooperación y con su dominio siente el vínculo y la inseparabilidad de Ella, y siente correr su Vida Divina en sus actos. Mientras que cuando no coopera pierde el dominio de mi Voluntad Divina, y en vez de hacer la mía, hace su voluntad, y cada acto de voluntad humana forma un vacío para lo divino en el alma. Estos vacíos desfiguran a la pobre criatura, y como ha sido hecha para Dios, sólo Él puede llenar estos vacíos, porque los actos, cuyo número está establecido, debían servir para llenarla del Ser Divino. ¡Oh! cómo son horribles estos vacíos, se ven en ellos vías torcidas, actos sin principio divino y sin vida, por eso no hay cosa que arruine más a la criatura que su voluntad. Ahora, mi Voluntad es acto obrante e incesante dentro y fuera de la criatura, pero, ¿quién recibe su acto operante? Quien la reconoce en todos sus actos, quien la reconoce, la ama, la estima, la aprecia; con ser reconocida, mi Voluntad hace tocar con la mano su acto operativo e incesante, y la criatura siente los brazos de Ella en los suyos, la potencia de su movimiento en los suyos, su virtud vivificadora en su respiro, la formación de su Vida en el latido de su corazón, por todas partes, por dentro, por fuera, se siente vivificar, tocar, abrazar, besar por mi Voluntad. Y Ella, en cuanto ve que la criatura siente sus abrazos amorosos, se la estrecha más a su seno divino y va formando sus dulces cadenas de inseparabilidad entre Ella y su criatura amada. Parece que se siente pagada con ser reconocida por su trabajo incesante, y con su potencia quita el velo que la escondía a la criatura, y le hace conocer quién es quien forma la vida de todos sus actos. Por eso cuanto más la reconozcas, tanto más sentirás cuánto te ama y tú la amarás más.
(4) Además de esto, tú debes saber que el alma sin mi Divina Voluntad es como una flor cortada de la planta; pobre flor, le han quitado la vida, porque no está más unida a la raíz, y separada de ella no recibe más los humores vitales, que como sangre circulaban y la mantenían viva, fresca, bella, olorosa; ha perdido la raíz que como madre la amaba, la alimentaba y la tenía estrechada a su seno, y mientras la raíz se está bajo tierra, como sepultada viva para dar vida a las flores, hijas suyas, y hacerlas hacer una bella aparición, tanto de llamar la atención humana con su dulce encanto, pero como es cortada de la planta, como si hubiera perdido a la madre, parece que se pone en actitud de tristeza, pierde su frescura y termina por marchitarse. Tal es el alma sin mi Divina Voluntad, se separa de la raíz divina, que más que madre la amaba, la alimentaba, y mientras vive como sepultada, vive en todos sus actos y en el fondo de su alma para suministrarle los humores divinos, que como sangre hace circular en todos sus actos para mantenerla fresca, bella, perfumada por sus virtudes divinas, de formar el más bello y dulce encanto a la tierra y a todo el Cielo. Por lo tanto en cuanto se separa de mi Divina Voluntad, pierde a su verdadera Mamá, que con tantos cuidados maternos la custodiaba, la tenia estrechada a su seno, la defendía de todos y de todo, y termina por desfigurarse y marchitarse a todo lo que es bien, y llegan a sentir la triste melancolía porque viven sin Aquélla que la ha generado, sin la vida, las caricias de su Mamá. Así que se pueden llamar pobres huérfanas abandonadas, sin tutela, y quizá en manos de enemigos y tiranizada por las pasiones del propio yo. ¡Oh! si la raíz tuviera razón, ¿cuántos gritos desgarradores de dolor no emitiría al verse arrancar la vida de sus flores, y que la han obligado, como madre estéril, a permanecer sin la corona de sus hijos? Pero si no llora la planta, llora mi Voluntad al ver a tantos hijos suyos huérfanos, pero huérfanos voluntarios, que sienten todas las penas de la orfandad, mientras que su Madre vive y no hace otra cosa que llorar y llamar a la corona de sus hijos en torno a Sí”.
35-10
Octubre 3, 1937
Prodigios de la Creación. Dosis de potencia y de santidad que Dios ponía fuera por amor del hombre. Los actos hechos en el Fiat serán siempre nuevos, pero distintos y bellos uno más que el otro. Estos actos encerrarán todo y formarán los mares, las obras, los pasos hablantes de su Creador.
(1) Estaba haciendo mi giro en la Creación para encontrar todos los actos del Querer Divino para hacerlos míos, abrazarlos, adorarlos y poner en ellos mi pequeño te amo como reconocimiento de cuánto me ha amado y obrado por mí y por todos, y, ¡oh, cuántas sorpresas, cuántas cosas nuevas se comprenden, cuántos secretos divinos contienen las cosas creadas de su Creador! Y mi siempre amable Jesús visitando mi pequeña alma, viéndome sorprendida me ha dicho:
(2) “Hija mía, nuestras obras son siempre nuevas y armonizan con su Creador, hay tal armonía entre ellas y Nosotros, que siempre saben decir cosas nuevas de Aquél que las ha creado, mucho más, pues siendo inseparables de Nosotros reciben el nuevo contacto de nuestro Ser Divino, por eso tú al seguir los actos de mi Querer Divino encuentras siempre nuevas sorpresas y comprendes cosas nuevas que nuestras obras poseen. Ahora, tú debes saber que cuando sacamos la Creación de dentro del seno de nuestra Divinidad, porque ‘ab eterno’ estaba dentro de Nosotros, al sacarla fuera nuestro Fiat, dentro de un mar de amor poníamos fuera todo lo que la criatura debía hacer, así que todo salió de Nosotros, nos hacíamos proveedores de todo lo que ella debía hacer, por eso toda la Creación está llena de todas las obras que se deben hacer, hasta el último de los
hombres, y si bien invisibles a los ojos humanos, pero visibles y palpitantes para Nosotros en nuestra Voluntad, lo que forma una creación más bella que la misma Creación, por lo cual es tanto nuestro amor, que mientras ocupa toda la atmósfera, al mismo tiempo la llevamos en nuestro seno divino, y conforme sacamos a la luz del día a las criaturas, así comenzamos a proveerlas con nuestras manos creadoras de las obras que deben hacer; al principio de cada acto que la criatura debe hacer ponemos como fundamento la Vida de nuestro Fiat, y por alimento del acto nuestro amor, porque Nosotros no hacemos nada, ni damos nada, si no tiene por principio nuestro Querer y por alimento y ajuar a nuestro amor; no serían obras dignas de nuestra Majestad Suprema el proveer obras que no den Vida nuestra y que no posean nuestro alimento, cual es el amor. Toda la Creación era un parto, con todos los actos que debían hacer las generaciones humanas, que ‘ab eterno’ teníamos en nuestro Seno Divino, y que no pudiendo contenerlo más, porque nuestro amor sentía la necesidad de ponerlo fuera pues quería desahogarse, y como cuando hacemos un acto hacemos un acto completo, por eso poniendo fuera a la Creación sacábamos junto todo lo que debía hacer la criatura. Nuestro Fiat Divino encerrando todo en Sí mismo, Creación y actos humanos, se ponía a la expectativa de sacar a la criatura a la luz del día para suministrarle los actos que a ella le pertenecían. ¿No es esto un amor exuberante que solamente un Dios podía tener: Ordenar, formar los actos y después sacar a la luz a aquélla a la que debían servir estos actos como formación de santidad, de amor, de gloria, para sí y de Aquél que la había creado? Pero esto no es todo, nuestro amor no se detiene jamás, conforme sacó este parto nuestro, poníamos fuera de Nosotros una dosis de nuestra potencia para sostener a la criatura y a sus actos, armándola y cortejándola de potencia divina, así que tiene nuestra potencia que la sostiene; poníamos fuera también una dosis de nuestra sabiduría, con la cual debía estar animada su inteligencia y todos sus actos, por eso si en la criatura se ven nuevas ciencias, nuevos inventos, descubrimientos que llegan a lo increíble, es por nuestra sabiduría que la inviste; también poníamos fuera una dosis de amor, de santidad, de bondad y de todos nuestros atributos para suministrarle el amor, la santidad, la bondad y así de todo lo demás. La criatura no existía aún, y Nosotros ya estábamos ocupados en ella; mirábamos con complacencia en ella nuestra potencia, sabiduría, amor, santidad y bondad, nos poníamos a su disposición para hacerla lo más bella que podíamos, y poder decirle: ‘Nos semejas en todo, más bella no te podíamos hacer’. Este poner fuera nuestras cualidades divinas y todos sus actos que debía hacer, antes de que el hombre viniese a la luz del tiempo, fue para Nosotros un amor tan intenso que llega a lo increíble, e íbamos diciendo en nuestro delirio de amor: ‘¡Oh hombre, cuánto te amo! Te amo en mi potencia, te amo en mi sabiduría, en mi amor, en mi santidad, te amo en mi bondad, en los mismos actos que harás, te amo tanto que los pongo todos en espera de ti; mi Querer Divino al cual todo confiamos, nuestras dotes divinas y tus mismos actos que serán ya tuyos, está en acto de darlos como desahogo de su amor por ti’.
(3) Ahora, tú debes saber que nuestro Ser Supremo posee como en naturaleza suya un acto siempre nuevo, por lo cual estos actos establecidos para cada una de las criaturas serán nuevos y distintos uno del otro, distintos en la santidad, siempre nuevos en la belleza, uno más bello que el otro, nuevos en el amor, en la potencia, nuevos en la bondad, son actos formados y alimentados por Nosotros, por lo que poseen todas nuestras características, todos bellos, variados en la santidad, en el amor, en la belleza, pero el uno no es como el otro, serán ellos nuestro orden, el tipo de las variadas bellezas nuestras, la fecundidad de nuestro amor, la armonía de nuestra sabiduría, como se ve en la Creación, en que todas nuestras obras, todas, son bellas, pero el cielo no es sol, el viento no es mar, las flores no son frutos, pero por cuan distintas sean entre ellas, todas son bellas, es más, forman la armonía de las variadas bellezas, verdadera imagen de los actos y de las mismas criaturas. Tú debes saber que estos actos en mi Voluntad Divina forman un ejército de nuevas bellezas, de nuevo amor y santidad, que Nosotros sólo con mirarlos nos sentimos raptados, y esperamos con ansia que vengan las criaturas que poseyendo
nuestro Querer serán proveídas con ellas, y las poseerán. Ve entonces cómo es cierto que debe venir su reino a la tierra, pues ya están los actos, y entonces saldrán de su prisión de dentro de mi Querer como noble ejército que se harán poseer por las criaturas. Hija mía, de dentro de mi Fiat salió la Creación, y todos y todo en mi Querer me debe regresar como obra digna de nuestra potencia, entonces quedaremos plenamente glorificados cuando nos reconozcamos a Nosotros mismos en la criatura y en sus actos. Todo podemos dar y ella todo puede recibir, siempre y cuando reine nuestro Querer Divino en ella, en cambio si Él no reina se forma un abismo de distancia entre ella y Nosotros, y nada podemos darle. Pero no es todo aun hija mía, pues como es decisión firme el dar el reino de nuestro Querer a las criaturas, queremos que conozca los bienes que hay en Él, y hasta dónde pueden llegar sus actos hechos en nuestro Querer Divino, porque si no conocen sus bienes tendremos hijos ciegos, sordos, mudos, que no saben hablar de su Creador, y no conociéndolos, ni siquiera amarán y apreciarán los mismos bienes que poseen; en nuestro Querer todos tienen vista clara, oído fino y palabra animada por la fuerza creadora, por lo tanto tendrán un hablar que tendrá siempre qué decir, y todos quedarán estupefactos, y los mismos Cielos, complacidos, se abajarán a escucharlos. Los hijos de mi Voluntad serán la alegría de todos y los verdaderos narradores de su Creador, sólo entonces encontraremos quién sepa hablar de Nosotros, porque no hablarán ellos, sino nuestra misma Voluntad será la que hablará en ellos, la cual es la única que puede y sabe hablar de nuestro Ente Supremo, por eso continúa escuchándome. Cuando la criatura posea nuestro Querer, todos sus actos, pequeños y grandes, humanos y espirituales, serán animados por mi Voluntad, y así, animados por Ella se elevarán entre el Cielo y la tierra, investirán y entrelazarán juntos el cielo, el sol, las estrellas, la Creación toda; se elevarán más arriba e investirán todos los actos de la Reina del Cielo, fundiéndose con ellos, tendrán la potencia de investir los actos de nuestra Divinidad, nuestras alegrías y bienaventuranzas, las de todos los santos; y cuando todo hayan encerrado en sus actos, sin que nada quede fuera de ellos, victoriosos se presentarán ante nuestra Majestad Divina y nos los ofrecerán como actos completos a los que nada falta, y ¡oh, cuál será nuestra alegría, nuestra gloria, al encontrar en estos actos al cielo, al sol, todos los actos de la Reina del Cielo, el amor con el cual Ella nos amó, a todos nuestros actos, nuestras alegrías, nuestro amor que jamás cesa! Estos actos hechos en nuestro Querer Divino nos duplican la gloria de la Creación; duplican la gloria, el amor que nos dio la Soberana Reina; duplican nuestra gloria y la de todos los santos; basta decir que ha entrado nuestra Voluntad de por medio para decir todo y que encierra todo. Ella, donde entra sabe hacer furor de amor, de gloria y de concentración de todo, porque todo es suyo, y por eso tiene derecho sobre todo. Ahora, las maravillas que forman en el alma estos actos hechos en nuestro Querer, son indecibles, nuestro Fiat Divino se sirve de ellos para formar por su medio mares de amor, pero no mares que murmuran, sino mares que hablan, y hablan con tal elocuencia de nuestro amor, que nos agrada tanto que queremos estar siempre escuchándolos, sus voces son heridas que nos manda, sus palabras son dardos, tienen qué decir sobre la historia de nuestro amor, y como nos agrada tanto estamos siempre atentos para escucharla, porque nada queremos perdernos de lo que concierne a nuestro amor. Cómo es bello oír que la criatura tiene nuestro mar de amor hablante, que habla siempre de nuestro amor. Así que mi Voluntad siendo poseedora de quien vive en Ella, en ella hace de todos las formas, forma las obras que hablan de nuestras obras, los pasos que hablan de nuestros caminos, en suma, como nuestra Voluntad es palabra, donde Ella reina da la palabra a todo lo que hace la criatura y forma de esos actos un prodigio divino. Por eso no hay cosa más grande, más santa, más bella y que más nos glorifica, que el vivir en nuestra Voluntad, ni hay bien mayor que podamos dar a las criaturas que éste. Por eso sé atenta y sígueme si no quieres detener mi hablar”.32-8
Abril 29, 1933
Quien hace el querer humano toma tierra, y quien hace el Divino toma Cielo.
Cómo Jesús sabe hacer todas las artes. Gusto que toma en trabajar. La criatura es la noble princesa que desciende de la altura del Cielo.
(1) Mi abandono en el Fiat Divino continúa, siento que para mí es una extrema necesidad el vivir en Él, y si no lo hiciera me sentiría faltar la tierra bajo los pies, el cielo sobre la cabeza, el aire para respirar, el sol que me ilumina y calienta, el alimento que me nutre, así que, ¿cómo podría vivir? Y si viviese, ¿qué vida infeliz sería la mía? Dios mío, líbrame de vivir un solo instante fuera de tu Voluntad. Pero mientras esto pensaba, el siempre amable Jesús haciéndome su breve visita me ha dicho:
(2) “Hija mía, el vivir fuera de mi Divina Voluntad es vivir sin la conexión de la Vida Divina, apartada del Cielo, como si no tuviera conocimiento, amistad, relación con su Padre Celestial, se puede decir que mientras sabe que tiene Padre, pero no lo conoce, vive como lejano y por eso no participa en sus bienes divinos, mucho más, que en cada acto de voluntad humana que hace, siempre toma tierra, y a ésta conoce y ama, y participa en las infelicidades que produce el terreno que va adquiriendo con sus actos humanos, así que la voluntad humana sin la conexión con la Divina, sabe producir mucha tierra, la que siembra pasiones, espinas, pecados, y recoge miserias, tristezas, que le amargan la vida. Por eso, cada acto de voluntad humana no hace otra cosa que tomar un poco de tierra, en cambio cada acto que hace de mi Voluntad, la criatura pierde el terreno humano y adquiere el terreno del Cielo, por eso a cada acto que va haciendo de Querer Divino, toma Cielo y va agrandando sus propiedades celestiales, y Yo mismo le suministro la semilla, y haciéndome agricultor celestial siembro junto con ella las más bellas virtudes, y ahí formo mi habitación, mi refugio, mis delicias, y no encuentro diferencia en estarme en el Cielo junto con los santos en las regiones celestiales, o estarme en el cielo de esta criatura, es más, siento más placer en estarme en el cielo de la voluntad humana en la tierra, por la razón de que en él tengo que trabajar para poder engrandecer de más este cielo, así que puedo hacer nuevas adquisiciones, recibir nuevo amor, y el trabajo, si bien es sacrificio, pero tiene virtud de producir nuevas invenciones, nuevas bellezas, nuevas artes; es del trabajo de donde surgen las cosas más estrepitosas, las ciencias más altas y profundas, y Yo que entiendo de todas las artes, de todas las ciencias, trabajo en este cielo y en él
formo los trabajos más bellos, las invenciones más artísticas y nuevas, y comunico las ciencias más altas y profundas, así que ahora me hago maestro y enseño las ciencias más sublimes, ahora artífice y formo las estatuas vivas en este cielo, ahora la hago de agricultor y mis manos creadoras cambian, transforman el pequeño terreno de la criatura en cielo, siento gran placer en usar todas las artes y me divierto, porque ahora hago un trabajo y ahora otro, y ahora invento cosas nuevas, y las novedades llevan siempre más placer, más gusto y más gloria, y estos cielos terrestres servirán también de nueva sorpresa y contento a toda la corte celestial; donde reina mi Voluntad Divina como vida en la criatura, Yo todo puedo hacer, ella se vuelve en mis manos materia prima para poder desarrollar mis trabajos divinos, y el poder trabajar es para Mí la cosa más agradable, es el reposo más dulce, parece que se alternan juntos trabajo y reposo. Ahora, en el Cielo, en mi patria celestial no hay trabajos, ni de parte mía, ni de parte de las criaturas, quien entra en aquellas regiones celestiales pone su basta y se dice a sí misma: ‘Mi trabajo ha terminado, lo que he hecho está hecho, no puedo agregar ni siquiera una coma de más a mi trabajo, a mi santidad’. Y Yo no puedo hacer nuevas conquistas en sus almas, porque la muerte dice confirmación, no pueden hacer un paso más adelante, por eso no hay trabajos en la patria celestial, sino que todo es triunfo y gloria, puedo decir que toda la suntuosidad que hago de dar nuevas alegrías, nueva felicidad y bienaventuranzas continuadas, con las que tengo raptado a todo el Cielo, es todo por parte mía, pero de ellos no me es dado adquirir más nada. He aquí el por qué me agradan más, porque las conquistas, los trabajos, los gustos que encuentro en estos cielos terrestres del querer humano, no pueden existir donde todo es triunfo y gloria, ni siquiera en las regiones de mi patria divina, por eso sé atenta y no salgas nunca de mi Voluntad, y Yo te prometo no suspender jamás mis trabajos divinos en tu alma”.
29-21
Junio 8, 1931
(1) ,4 “Hija buena, el gran bien de vivir de un Querer Divino es sorprendente y casi incomprensible a la criatura humana. Tú debes saber que todo lo que se hace de bueno, de santo en mi Divina Voluntad, no son otra cosa que semillas que germinan en el campo del alma, poniendo como tantas semillas de luz divina, que ponen un principio que no tendrá fin, porque todo lo que se hace en mi Divina Voluntad se siembra, germina, crece de manera admirable sobre la tierra mientras se vive, pero el cumplimiento será formado en el Cielo, el último desarrollo, la variedad de las bellezas, los matices, los colores más bellos y hermosos, le serán dados en la patria celestial. Así que cada acto hecho en la tierra será un tomar más puesto en el Cielo, un derecho de más, y una posesión anticipada en la morada Celestial. La criatura, por cada acto de más que haya hecho, llevará consigo nuevas beatitudes, nuevas alegrías comunicadas por mi Querer. Mi Fiat Divino jamás dice basta a la criatura, la quiere hacer crecer en santidad, en gracia, en belleza, hasta el último respiro de la vida acá abajo, y por eso se reserva de dar la última pincelada y cumplimiento como su pleno triunfo en las regiones Celestiales. Así que en mi Voluntad no hay pausas, y las circunstancias de la vida, ahora de penas, ahora de humillaciones, y ahora de gloria, forman las carreras para poder siempre correr en Ella, para darle el campo libre de hacerla poner en la criatura nuevas semillas divinas, que el Fiat Divino tomará el empeño de cultivarlas y hacerlas crecer de manera admirable, y darles el cumplimiento en la gloria Celestial. Así que en el Cielo nada se inicia, sino que todo se comienza en la tierra, y en el Cielo se cumple”.
Tomad Señor toda mi Voluntad
VÍDEO
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