Con la Divina Voluntad
Material al ritmo de nuestros encuentros
22 septiembre- «semáforos» 1
29 septiembre- «semáforos» 2
13 octubre- «semáforos» 3
27 octubre- «semáforos» 4
3 noviembre- «semáforos» 5
10 noviembre- «semáforos» 6
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Es nuestra misión de anunciar toda la voluntad de Dios, en su totalidad y última simplicidad. […] Y pienso que el mundo de hoy tiene curiosidad de conocer todo. […] Esta curiosidad debería ser también la nuestra: […] la de conocer verdaderamente toda la voluntad de Dios y de conocer cómo podemos y cómo debemos vivir, cual es el camino de nuestra vida
BENEDICTO XVI
Grabación del encuentro 3 de noviembre Intención y Apoyos
Lecturas como complemento
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En este nuevo país, Reino, no se admiten ciertas actitudes, comportamientos, sentimientos que, dejarlas entrar, serían un deshonor para su Rey, Quien no podría orgullecerse de tener hijos semejantes a El, como El, otros El. Estos tales comportamientos serían los «semáforos» en rojo. Estos se encienden cuando empezamos a centrar todo alrededor de uno mismo por encima del amor a Dios. Si advertimos que se pone en rojo el semáforo…..¿qué haré? ¡NO DARLE PASO!
SEMÁFOROS
Para disfrutar de todos los bienes divinos, el hombre DEBÍA AMAR a Dios.
20-17
(1) Estaba continuando mi giro en toda la Creación para seguir cada acto de la Voluntad Suprema en cada una de las cosas creadas y mi siempre amable Jesús ha salido de dentro de mi interior para acompañarme en todo el espacio de la bóveda de los cielos, y conforme llegábamos a cada una de las cosas creadas, Jesús tenía sobresaltos de alegría y de amor, y después deteniéndose me ha dicho:
(2) “Hija mía, Yo creé el cielo y concentré mi amor hacia el hombre en el cielo, y para darle mayor deleite lo cubrí de estrellas, Yo no amé el cielo, sino al hombre en el cielo, y para él lo creé; cómo fue fuerte y grande mi amor al extender sobre la cabeza del hombre esta bóveda azul, adornada de fulgidísimas estrellas, como un pabellón que ni reyes, ni emperadores pueden tener uno igual. Pero no me contenté con concentrar mi amor hacia
el hombre en el cielo, que debía servir para puro deleite, sino que queriéndome deleitar en amor con él quise crear el sol, concentrando hacia el hombre tanto amor en el sol, Yo amaba al hombre en el sol, no al sol, y por eso Yo ponía en él, amor de necesidad, porque era necesario el sol para la tierra, pues debía servir a las plantas y al bienestar del hombre; amor de luz que debía iluminarlo; amor de fuego que debía calentarlo; en todos los efectos que produce este astro, que son innumerables, milagro continuo que está en la bóveda de los cielos y que desciende con su luz para bien de todos, tantas especialidades de amor concentré en el sol hacia el hombre por cuantos bienes y efectos produce, ¡oh, si la criatura al menos pusiera atención a mi amor que le lleva el sol, cómo me sentiría feliz y correspondido por el gran amor que he puesto en este mi relator divino y portador de mi amor, de mi luz! Si mi Suprema Voluntad obraba constituyéndose vida en cada cosa creada, para darse también por medio de ellas como vida a las generaciones humanas, mi amor haciendo su camino en mi Eterno Fiat se concentraba para amarlo, así que en cada cosa creada, en el viento, en el mar, en la pequeña flor, en el pajarito que canta, en todo, Yo concentraba mi amor, a fin de que todos le llevaran amor, pero para sentir, comprender y recibir este mi lenguaje de amor, el hombre debía amarme, de otra manera toda la Creación habría sido como muda para él y sin vida. Ahora, después de que creé todo, formé la naturaleza del hombre con mis mismas manos creadoras, y conforme formaba los huesos, extendía los nervios, formaba el corazón, así concentraba mi amor, y después que lo vestí de carne formándolo como la más bella estatua que ningún otro artífice podía jamás hacer, lo miré, lo amé tanto, que no pudiendo contenerlo, mi amor se derramó, y dándole mi aliento le infundí la vida; pero no estuvimos contentos, la Trinidad Sacrosanta dando en excesos de amor quiso dotarlo, dándole inteligencia, memoria y voluntad, y según su capacidad de criatura lo enriquecimos con todas las partículas de nuestro Ser Divino. Toda la Divinidad estaba atenta a amar y a verterse en el hombre; desde el primer instante de su vida sintió toda la fuerza de nuestro amor y desde el fondo de su corazón expresó con su voz el amor a su Creador. ¡Oh! cómo nos sentimos felices al oír que nuestra obra, la estatua hecha por Nosotros hablaba, nos amaba y con amor perfecto. Era el reflejo de nuestro Amor que salía de él, este amor no había sido contaminado por su voluntad y por eso su amor era perfecto, porque poseía la plenitud de nuestro Amor. Hasta entonces, de todas las cosas creadas por Nosotros, ninguna cosa nos había dicho que nos amaba, así que al oír que el hombre nos amaba, nuestra alegría, nuestro contento fue tan grande, que por cumplimiento de nuestra fiesta lo constituimos rey de todo el universo y como el más bello joyel de nuestras manos creadoras. Cómo era bello el hombre en los primeros tiempos de su creación, era nuestro reflejo, y estos reflejos le daban tanta belleza que raptaba nuestro amor y lo volvía perfecto en todos sus actos: Perfecta era la gloria que daba a su Creador, perfecta su adoración, su amor, sus obras, su voz era tan armoniosa que resonaba en toda la Creación, porque poseía la armonía divina y de aquel Fiat que le había dado la vida. Todo era orden en él, porque nuestro Querer le llevaba el orden de su Creador, lo volvía feliz y lo hacía crecer a nuestra semejanza, según nuestras palabras: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza’. Cada acto suyo hecho en la unidad de la luz del Fiat Supremo era una tinta de belleza divina que adquiría, cada palabra suya era una nota armoniosa de más que tocaba; todo era amor en él, en todo nos ensalzaba nuestra Gloria, nuestra Potencia y Sabiduría infinita, y todo, cielo, sol y tierra le llevaban las alegrías, felicidad y amor de Aquél que lo había creado. Si tú pudieras formar una estatua según te gustara más, y después verterte toda tú misma en ella dándole todos los humores vitales, y con el imperio de tu amor darle la vida, ¿cuánto no la amarías, y cuánto no querrías que te amase? ¿Cuál no sería tu celo de amor de que toda estuviese a tu disposición y que ni siquiera un latido tolerarías que no fuera hecho para ti? ¡Ah! tú en tu estatua te mirarías a ti misma, y por lo tanto, en cada pequeña cosa no hecha para ti sentirías un desgarro hecho a ti misma. Tal soy Yo, todo lo que la criatura no hace para Mí son tantos desgarros que siento, mucho más que la tierra que la sostiene es mía, el sol que la ilumina y calienta es mío, el agua que bebe, el alimento que toma es mío, todo es mío, vive a mis expensas y mientras todo le doy, ella, mi bella estatua no es para Mí. ¿Cuál no
2- 86 El hombre es una reproducción del Ser Divino
Hija mía, el hombre es una reproducción del Ser Divino, y como nuestro alimento es el amor, siempre recíproco, conforme y constante entre las Tres Divinas Personas, por eso, el hombre habiendo salido de nuestras manos y del amor puro y desinteresado, es como una partícula de nuestro alimento. Ahora, esta partícula se ha vuelto amarga; no sólo eso, sino que la mayor parte, separándose de Nosotros se ha hecho pasto de las llamas infernales y alimento del odio implacable de los demonios, nuestros y sus capitales enemigos. He aquí la causa principal de nuestro descontento por la pérdida de las almas: Porque son nuestras, son cosa que nos pertenece; y también la causa que me empuja a castigarlos es el gran amor que tengo por ellos, para poder poner a salvo sus almas”.
16-9,6
(1) “Hija mía, tú me has dado la habitación en ti en la tierra, y Yo te tengo en el Cielo, en mi corazón, así que mientras estás en la tierra, estás Conmigo en el Cielo. La Divinidad se deleita con la pequeña hija del Supremo Querer teniéndola con Ellos en el Cielo, y como tenemos a nuestra pequeña hija en el Cielo y en la tierra, no nos conviene destruir la tierra como la justicia quisiera hacer, mereciéndolo las criaturas, a lo más desaparecerán muchas ciudades, la tierra abrirá vorágines en diferentes puntos haciendo desaparecer lugares y personas, las guerras la diezmarán, pero por consideración de nuestra pequeña hija no la destruiremos, habiendo dado a ella la tarea de hacer vivir nuestra Voluntad sobre la tierra. Por eso ten valor, no te abatas demasiado en mi ausencia; debes saber que no podré durar mucho sin hacerme ver, Yo mismo no lo puedo, y tú no ceses jamás, jamás de amarme, no sólo por ti sino también por todos nuestros queridos hermanos.
En efecto, ¿quieres tú saber por qué Adán pecó? Porque olvidó que Yo lo amaba y olvidó amarme, fue éste el primer germen de su culpa, si hubiese pensado que Yo lo amaba mucho y que él estaba obligado a amarme, jamás se habría decidido a desobedecerme, así que primero cesó el amor, después comenzó el pecado; y en cuanto cesó de amar a su Dios, cesó el verdadero amor a sí mismo; sus miembros y sus potencias se rebelaron a él mismo; perdió el dominio, el orden y se volvió temeroso, no sólo esto, sino cesó el verdadero amor hacia las demás criaturas, mientras que Yo lo había creado con el mismo amor que reinaba entre las Divinas Personas, en el cual uno debía ser la imagen del otro, la felicidad, la alegría, la vida del otro, por eso, viniendo a la tierra, la cosa a la cual le di más importancia fue que se amasen el uno al otro como eran amados por Mí, para darles mi primer amor, para hacer aletear sobre la tierra el amor de la Santísima Trinidad. Por eso en todas tus penas y privaciones no olvides jamás que Yo te amo mucho, para no olvidarte jamás de amarme, y como hija de nuestro Querer tienes la tarea de amarme por todos, así estarás en el orden y no tendrás temor de nada”.
La voluntad humana es la profanadora….
16-36 , 4 Y Jesús: “Hija mía, tú no has entendido aún que todo el mal está en la voluntad. La voluntad arrolló al hombre, es decir a su naturaleza, no la naturaleza arrolló a la voluntad del hombre, así que la naturaleza quedó en su lugar, tal como fue creada por Mí, nada cambió, fue su voluntad la que se cambió y se puso, nada menos, que contra una Voluntad Divina y esta voluntad rebelde arrastró su naturaleza, la debilitó, la contaminó y la volvió esclava de vilísimas pasiones; sucedió como a un recipiente lleno de perfumes o de cosas preciosas, si se vaciara de eso y se llenase de podredumbre o de cosas viles, ¿acaso cambia el recipiente? Cambia lo que se pone dentro, pero él es siempre lo que es, a lo más se vuelve más o menos apreciable según lo que contiene, así fue del hombre.
23-30 “Pobre hija, ánimo, no te abatas, es verdad que el martirio de mi privación es terrible, y si Yo escondido no te sostuviese, tú no habrías podido quedar viva. Mucho más que Aquella que te martiriza es mi Voluntad Divina, la cual siendo inmensa y eterna, tu pequeñez siente todo el peso de su inmensidad y se siente triturar bajo de Ella, pero debes saber hija mía que es su gran amor por ti, pequeña hija suya, y por eso su luz no quiere sólo restaurar tu alma, sino también tu cuerpo, quiere como pulverizarlo y animando los átomos de tu polvo con su luz, con su calor, quiere quitar cualquier germen y humores de voluntad humana, para hacer que tanto tu alma como tu cuerpo, todo sea sagrado en ti, nada quiere tolerar, ni siquiera un átomo de tu ser que no esté animado y consagrado por mi Voluntad, por eso tu duro martirio no es otra cosa que la consumación de lo que no le pertenece. ¿No sabes tú que la voluntad humana es la profanadora de la criatura? Ella cuando tiene sus pequeños caminos, los agujeros más pequeños para entrar en la criatura, profana las cosas más santas, las más inocentes, y mi Querer que hizo del hombre su sagrado y vivo templo donde poner su trono, su morada, su régimen, su gloria, si la criatura da las pequeñas entradas al querer humano, se siente profanar su templo, su trono, su morada, su régimen y su misma gloria. Por eso mi Querer quiere quitarte todo, aun mi misma presencia, para ver si su dominio es absoluto sobre de ti y te contentas con que Ella sola domine y tenga la primacía en ti. Todo debe ser en ti Voluntad Divina para que Ella pueda decir: Estoy segura, nada me ha negado, ni siquiera el sacrificio de la presencia de su Jesús, al que amaba más que a sí misma, así que mi reino está al seguro”.
En las escrituras: Mateos 15
La verdadera contaminación: corazón=voluntad=sede de los deseos, afectos, gustos…de donde brotan las acciones….movidas por la voluntad.
(Mc 7.1-23)
10Luego, Jesús convocó a la multitud y les dijo: «Escúchenme, y entiendan:11Lo que contamina al hombre no es lo que entra por su boca. Por el contrario, lo que contamina al hombre es lo que sale de su boca.»
12Entonces sus discípulos se le acercaron y le preguntaron: «¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron estas palabras?»
13Él les respondió: «Toda planta que mi Padre celestial no ha plantado, será arrancada de raíz.
14Déjenlos, pues son ciegos que guían a otros ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.»15Pedro le dijo: «Explícanos esta parábola.»
16Jesús les dijo: «¿Tampoco ustedes han podido entender?
17¿No entienden que todo lo que entra por la boca se va al vientre, y luego se echa en la letrina? 18Pero lo que sale de la boca, sale del corazón; y esto es lo que contamina al hombre.
Niégate a ti mismo: niégate todo lo que no pertenece a este Reino.
Muérete….triguito
18-20 “Hija mía, en mi Voluntad no hay muertos ni abortos, y quien vive en Ella contiene por vida la Vida de mi Voluntad, y aunque se sienta morir, o aun muerta, se encuentra en mi Voluntad, la cual conteniendo la vida la hace resurgir a cada instante a nueva luz, a nueva belleza, gracia y felicidad, deleitándose en conservarla siempre pequeña en sí, para tenerla grande con Ella; pequeña pero fuerte, pequeña pero bella, recién nacida apenas, a fin de que nada de humano tenga, sino todo divino, así que su vida es sólo mi Voluntad, la cual llevará a cabo todos mis designios, sin que nada se pierda. Serás como la gota de agua sumergida en el gran mar, como un grano en las grandes masas de los graneros; por cuanto la gota de agua parezca como desaparecida en el mar y el grano en los innumerables granos, no se puede negar ni quitarle el derecho de que su vida existe. Por eso no temas, y haz de tal manera que pierdas tu vida para adquirir el derecho de tener por vida mi sola Voluntad”.
ASÍ QUE YA VEMOS QUE DIOS TIENE UNOS DERECHOS SOBRE NOSOTROS:
36-36,4 Nosotros sabíamos que la criatura era finita, su pequeñez no podía darnos ni amor ni gloria completa, y por eso exponíamos nuestro Ser Divino, la potencia de nuestro Querer, para recibir lo que a Nosotros era debido; y la criatura viviendo en nuestro Querer, era garantía de que por todos nos podía amar y glorificar. Por eso son derechos que exigimos, que la criatura viva en Él: Derechos de Creación, derechos de Redención, derechos de potencia, de justicia y de inmensidad, que al menos lo que no puede hacer por sí sola, lo haga unida con nuestro Querer, y así podamos decir: ‘La criatura nos ama y nos glorifica como Nosotros queremos y merecemos.’ Por lo tanto, si quieres darnos todo, amarnos por todos, vive siempre en nuestro Querer y Nosotros encontraremos todo en ti, y nuestros derechos serán satisfechos”.
Y POR ESO DICE: (pequeño juicio)
(1) 12-90, 2 “Hija mía, lo que es imposible a la criatura, todo es posible para Mí. Es verdad que es el prodigio más grande de mi omnipotencia y de mi amor, pero cuando quiero todo puedo, y lo que parece difícil para Mí es facilísimo, pero quiero el sí de la criatura, y que se preste como suave cera a todo lo que quiero hacer de ella. Es más, tú debes saber que antes de llamarla del todo a vivir en mi Querer, la voy llamando de vez en vez, la despojo de todo, le hago sufrir una especie de juicio, porque en mi Querer no hay juicios, las cosas quedan todas confirmadas Conmigo, el juicio está fuera de mi Voluntad, pues a todo lo que entra en mi Querer, ¿quién puede atreverse a hacerle juicio? Y Yo jamás me juzgo a Mí mismo, y no sólo eso, sino que muchas veces la hago morir, aun corporalmente, y después de nuevo la devuelvo a la vida, y el alma vive como si no viviera, su corazón está en el Cielo y el vivir es su más grande martirio; ¿cuántas veces no lo he hecho contigo? Éstas son disposiciones para disponer al alma a vivir en mi Querer. Y además, las cadenas de mis gracias, de mis visitas repetidas, ¿cuántas no te he hecho? Todo era para disponerte a la altura de vivir en el mar inmenso de mi Voluntad, por eso no quieras investigar, sino continúa tu vuelo”.
36-39 si quien vive en su Querer no hace vida junto con Él, no lo tolera, si no se la siente en su movimiento divino siente su santidad dividida, su amor detenido y sofocado, por eso, en quien vive en nuestro Fiat tenemos nuestro campito divino, donde podemos desarrollar nuestro trabajo; nuestra Voluntad nos suministra la materia adaptable para hacernos hacer las obras más bellas, porque Nosotros cuando queremos trabajar en el campito del alma, queremos encontrar la materia de nuestra santidad, porque Nosotros no ponemos jamás nuestras santas manos en el fango humano. Para hacer nuestras obras más bellas queremos encontrar nuestra pureza que nos atrae, nuestra belleza que nos rapta, nuestro amor que se impone sobre Nosotros para hacernos obrar, y sólo nuestra Voluntad sabe suministrar estas nuestras materias divinas para hacernos obrar; todo es adaptable para Nosotros, y por eso hacemos tales obras de dejar maravillados a Cielo y tierra. En cambio, donde no está nuestro Querer estamos obligados a no poder hacer nada, pues no hay materia nuestra que sea adaptable para Nosotros, y si algún bien hay, es bien aparente, corrompido por la propia estima y gloria, por torcidas intenciones, y Nosotros rehuimos el obrar en ella porque pondríamos en peligro nuestras obras más bellas; Nosotros primero nos aseguramos y después obramos
COSA QUE RECUERDA A LOS TRES AÑOS Y MEDIO A LOS QUE PUSO A LUISA A LUCHAR CON EL DEMONIO….para que sacara cualquier cosa escondida que ni siquiera ella sabía que podía tener. Por otro lado, aprendió a tratar al demonio, mundo y carne de la siguiente manera. Como bagatelas….a las que no hay que darle importancia cuando se está seguro de que no se quieren, que se detestan, etc.
En este nuevo país, Reino, no se admiten ciertas actitudes, comportamientos, sentimientos que, dejarlas entrar, serían un deshonor para su Rey, Quien no podría orgullecer se de tener hijos semejantes a El, como El, otros El. . La raíz de donde brota todo lo siguiente es el centrar todo alrededor de uno mismo. Por eso:
Lo primero que hace la DV es poner orden en el alma
Los 10 mandamientos
1.-Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2.- No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano.
3.-Santificarás las fiestas.
4.-Honrarás a tu padre y a tu madre.
5.-No matarás.
6.-No cometerás actos impuros.
7.-No robarás.
8.-No darás falso testimonio ni mentirás.
9.-No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10.No codiciarás los bienes ajenos.
7 pecados capitales (oglipea) :
orgullo, gula, lujuria, ira, pereza (acedia- cic 2094), envidia, avaricia.
Pertenencia a la Iglesia: sacramentos y sus leyes.
CUANDO NOS DEMOS CUENTA DE QUE ALGUNAS COSAS QUE SIGUEN SE ESTÁN DANDO, el semáforo está en rojo.
NO LE DOY PASO PARA DAR PASO A LA VIDA DIVINA
Son FORMAS DE ABORDAR LA VIDA, de comportarse en ella, DISTINTA DE LO INDICADO EN EL LIBRO DE CIELO). De estas maneras tenemos que huir como si fuera la peste.
A CONTINUACIÓN listado no exhaustivo —
FUNCIONAMIENTO/REINO DE LA DE LA VOLUNTAD HUMANA:
actos de voluntad humana (puro desorden). Son puertas abiertas….
1) AGRADAR /CONTENTAR A LOS DEMÁS,/ QUÉ PENSARÁN DE MÍ,/ QUEDAR BIEN, APARENTAR/ BÚSQUEDA DE RECONOCIMIENTO/ ESTIMA PROPIA
2) AMARGURAS. ………………………………………………………………
3) APEGOS. VS 3-93 (DIF. ENTRE VIVIR PARA DIOS Y VIVIR EN DIOS-DESAPEGOS)…
4) APOYOS HUMANOS. (VER LECCIÓN 27 DE ST) SE BUSCAN PORQUE HAY VACÍOS DEL AMOR A DIOS
5) CONCUPISCENCIA. …(TRIPLE: LOS OJOS, LA CARNE Y EL ORGULLO DE LA VIDA)………………………………………………………………………………………..
6) CONTEMPORIZAR…6-135…VS3-96,6 (BAGATELAS)………………………..
7) CURIOSIDAD (MALSANA)…12-160 (DÉJALES HACER) , QUERER SABER DE LOS DEMÁS, QUERER ADQUIRIR CONOCIMIENTOS NO REVELADOS…
8) DEBILIDAD. ……………………………………………………………………
9) DESALIENTO, DESCONFIANZA……………………………………………………………..
10) DESCONTENTOS 11-50 FASTIDIOS 6-122…………………………………………..
11) DESOBEDIENCIA………………………………………………………………………
12) DISTRACCIONES. ……………………………………………………….…………
13) ENCONTRARSE UNO MISMO EN LO QUE HACE, ETC………………………..………
14) ESCRÚPULOS. REMORDIMIENTO, CULPA 2-14…(BAGATELAS)……………….……….
15) GUSTOS PROPIOS NO DIVINOS, INCLUSO CON COSAS SANTAS…15-27 11-26 17-48 VS 11-3 TODO TIENE EL MISMO VALOR………………
16) INDECISIÓN. …………………………………………………………………………..
17) INTENCIONES HUMANAS…VS 2-44 4-85 VS 7-62 NO ES NECESARIO DISPONER 11-37…
18) OBRAR CALCULANDO, GANANCIA PROPIA- NO HAY RECTA INTENCIÓN…VS 8-52
19) OPRESIONES…13-53……………………………………………………………………….
20) PRUDENCIA HUMANA. RESPETOS HUMANOS ……………………….………………
21) QUERER QUE TODOS ACEPTEN LA DV…2-27 (SACERDOTE)………………………………
22) RACIONALISMO. …………………………………………………………………….
23) REFLEXIONES PERSONALES, PENSAMIENTO DE SÍ 7-40 11-35 12-135 16-46 29-30 34-43
24) SENTIR. O NO SENTIR 17-12,7 36-8,3………………………………………………..
25) SENSIBILIDAD………………………………………………………………………..
26) SOBERBIA……………………………………………………………………………..
27) TEDIOS. ABURRIMIENTO. ACEDIA (FALTA DE DESEO)…………………………………
28) TEMOR Y DUDAS 23-14. …………………………………………………………
29) TENTACIÓN. ……………………………………………………………………………
30) TRISTEZA, MELANCOLÍA …12-18 13-12 18-7……………………………………….
31) TURBACIÓN., INQUIETUD 6-123………………………………………………………….
Todo esto se convierte en el estiércol de la mejor calidad. No hay que tenerle miedo. Jesús no se escandaliza: ya lo sufrió-reparó-rehizo-divinizó. Humildad y confianza.
Saber lo que se quiere: (desarrollar la vida divina y no dar paso….23-20,2 qué dolor, hija, qué dolor!)
Los estados de ánimo no hacen daño, sólo el pecado. 9-23 (la culpa entra cuando el alma se sustrae de mi V. 15-24) 11-68,7 «sentirá repentinamente…»
Luisa pasa de un estado a otro:
“Para poseer es necesario concentrar. Y con el amor cambiar en bienes las penas, en luz las tinieblas, en fuego las frialdades…” 15-24
La Virgen también… pura fe 19-49,4
“ciertos estados, mejor callar y seguir adelante” 7-19
Cuando te encuentres….ofréceme esas penas, ven junto a Mí, límpiame esa sangre, ofréceme esas penas como alivio de mi amarguísima agonía. Haciendo así, encontrará el modo de entretenerte Conmigo después de la comunión; no que no sufras…pero tú, pensando que con tu sufrir me das consuelo, estarás contenta. Volumen 1 (modo de triunfar en las penas.)
Estos son harapos 13-53,2 a los que Jesús ordena a Luisa que los deje: 20-48,8 24-3
Si los quitamos todos….no nos vamos a reconocer!:
11-41….Si quieres reconocerte, en Mí
-REFLEXIONES PERSONALES, PENSAMIENTO DE SÍ 7-40 11-35 12-135 16-46 29-30 34-43
(1) 7-40 Hija mía, Yo te tengo siempre sobre mis rodillas, tan estrechada que no te doy tiempo de pensar en ti misma. Te tengo como un padre puede tener a su hijo pequeño sobre sus rodillas, que ahora le da un beso, ahora una caricia, ahora le da con sus manos el alimento, ahora, si el pequeño hijo inadvertidamente se ensucia, el mismo padre lo limpia. Pero si el padre está afligido, el pequeño lo consuela, le seca las lágrimas; si el padre está irritado, el pequeño lo calma; en suma, el padre es la vida del pequeño, y éste ningún pensamiento toma de sí mismo, ni si debe comer, ni si se mancha, ni si debe vestirse, ni siquiera si debe dormir, porque el padre haciendo con sus brazos una cuna lo arrulla para hacerlo dormir, y lo hace dormir en su propio seno; y el pequeño es todo el alivio y la vida del padre, mientras que los otros hijos grandes ponen atención en arreglar la casa, en lavarse ellos solos, y en todos los demás quehaceres. Así hago Yo contigo, como a una hija pequeña te tengo sobre mis rodillas, tan íntimamente unida a Mí que no te dejo sentirte a ti misma, y Yo pienso y me ocupo de todo lo tuyo, en limpiarte si estás manchada, en alimentarte si tienes necesidad de alimento, en suma, todo lo preveo desde antes, de modo que tú misma no adviertes tus necesidades, y con tenerte estrechada íntimamente a Mí es una gracia que te hago, porque así te libras de muchos y muchos defectos, mientras que si tuvieras el pensamiento de ti misma, ¡oh, en cuántos defectos habrías caído! Por eso piensa en hacer tu oficio hacia Mí, el de hija pequeña, y no pienses en nada más”.
11-35Las reflexiones, las preocupaciones sobre sí mismo, aun sobre el bien, para quien ama a Dios son tantos vacíos que forman al amor.
(1) Estaba diciendo a mi siempre amable Jesús: “Mi único temor es que Tú me pudieras dejar, retirándote de mí”.
(2) Y Jesús: “Hija mía, no puedo dejarte porque tú no haces ninguna reflexión sobre de ti misma, ni tomas ningún cuidado de ti; las reflexiones, los cuidados personales aun sobre el bien, para quien me ama de verdad son tantos vacíos que forma al amor, por lo tanto mi Vida no llena toda, toda el alma, estoy como al margen, en un rincón y me dan así ocasión de darme mis escapadas; en cambio quien no es llevado a las reflexiones de los cuidados propios, y piensa sólo en amarme, y toma cuidado sólo de Mí, Yo lo lleno todo, no hay punto de su vida en que no encuentre la mía, y queriendo darme mis escapadas debería destruirme a Mí mismo, lo cual no puede ser jamás.
(3) Hija mía, si supieran las almas el mal que hacen las reflexiones propias, encorvan al alma, la abajan, la hacen tener el rostro vuelto hacia sí mismas, y mientras más se miran más humanas se vuelven, más reflexionan, más sienten las miserias y más empobrecen, en cambio el solo pensamiento de Mí, en amarme, en estarse toda abandonada en Mí, hace recta al alma, y con tener el rostro dirigido a mirarme sólo a Mí, se elevan y crecen; más me miran más divinas se hacen, mientras más reflexionan sobre Mí más se sienten ricas, fuertes y valerosas”.
(4) Después ha agregado: “Hija mía, las almas que están unidas con mi Querer y que me hacen hacer mi Vida en ellas y piensan sólo en amarme, están unidas Conmigo como los rayos al sol; ¿quién forma los rayos? ¿Quién les da vida? El sol; si el sol no pudiera formar los rayos no podría extender su luz ni su calor, así que los rayos ayudan al sol a hacer su curso y lo embellecen de más. Así Yo, sólo por medio de estos rayos que forman una sola cosa Conmigo, me extiendo sobre todas las regiones y doy luz, gracia, calor, y me siento más embellecido que si no los tuviera.
(5) Ahora, ¿se podría preguntar a un rayo de sol cuántos caminos ha hecho, cuánta luz, cuánto calor ha dado? Si tuviera razón respondería: “No me quiero ocupar de esto, lo sabe el sol y basta; pero si hubiera otras tierras a las cuales dar luz y calor los daría, porque el sol que me da vida, a todo puede llegar”. Y si el rayo quisiera reflexionar, volverse hacia atrás a lo que ha hecho, perdería su curso y se oscurecería. Así son mis almas amantes, son mis rayos vivientes, no reflexionan sobre lo que hacen, estarse en el Sol Divino es toda su intención, y si quisieran reflexionar les sucedería a ellas como al rayo del sol y mucho perderían”.
16-46 Estaba pensando entre mí en todo lo que está escrito en estos días pasados, y decía entre mí que no eran cosas ni necesarias ni serias, y que podía no haberlas puesto en el papel, pero la obediencia lo ha querido y yo estaba en el deber de pronunciar el Fiat también en esto. Mientras esto pensaba, mi amado Jesús me ha dicho:
(6) “Hija mía, sin embargo todo era necesario para hacer conocer cómo se vive en mi Querer; no diciéndolo todo, tú harías faltar una cualidad del modo cómo vivir en Él, y por lo tanto no podrían tener el pleno efecto del vivir en mi Voluntad, como por ejemplo sobre el abandono del vivir en mi Querer, si el alma no viviese toda abandonada en mi Voluntad, sería como una persona que viviese en un suntuoso palacio, y ahora se asoma por una ventana, ahora por un balcón, ahora baja al portón, así que la pobrecita poco o a la ligera pasa por sus estancias, no toma interés ni del régimen, ni del trabajo que se necesita, ni de los bienes que hay, ni de lo que puede tomar ni de lo que puede dar; quién sabe cuántos bienes hay y ella no toma interés, por eso no ama como debería amar, ni tiene la estima que merece aquel palacio. Ahora, para el alma que vive en mi Voluntad y no está del todo abandonada en Ella, las reflexiones propias, los cuidados de sí misma, los temores, las turbaciones, no son otra cosa que ventanas, balcones, portones que se forma en mi Voluntad, y que saliendo frecuentemente está obligada a ver y sentir las miserias de la vida humana, y como las miserias son propiedad suya, y las riquezas de mi Voluntad son mías, se apega más a las miserias que a las riquezas, entonces no tomará amor ni gustará qué significa vivir en mi Querer; y habiéndose formado el portón, un día o el otro se irá para vivir en el miserable tugurio de su voluntad. Mira entonces cómo es necesario el pleno abandono en Mí para vivir en mi Voluntad; Ella no tiene necesidad de las miserias de la voluntad humana, la quiere para que viva junto con Ella, bella como la hizo salir de su seno, sin el miserable ajuar que se ha formado en el exilio de la vida, de otra manera habría disparidad que daría dolor a la mía e infelicidad a la voluntad humana.
11-40 Quien piensa en sí mismo empobrece, y siente necesidad de todo.
(1) Estando muy afligida por la privación de mi adorable Jesús, estaba rezando y reparando por todos, y en mi extrema amargura he dirigido el pensamiento hacia mí y he dicho: “Piedad de mí, Jesús perdona a esta alma, tu sangre, tus penas ¿no son también mías? ¿Valen acaso menos para mí?” Y mientras esto decía, mi amable Jesús desde dentro de mi interior me ha dicho:
(2) “¡Ah!, hija mía, ¿qué haces pensando en ti? Tú así desciendes y de dueña te reduces a la mísera condición de pedir, pobre hija, con pensar en ti misma te empobreces, pues estando en mi Voluntad tú eres dueña y por ti misma puedes tomar lo que quieras; si hay algo que hacer en mi Voluntad es rezar, reparar por los demás”.
(3) Y yo: “Dulcísimo Jesús, Tú amas tanto que quien está en tu Voluntad no piense en sí mismo, y Tú ¿piensas en ti mismo?” (Que pregunta tan disparatada)
(4) Y Jesús: “No, no pienso en Mí mismo, piensa en sí mismo quien tiene necesidad de alguna cosa, Yo no tengo necesidad de nada, Yo soy la misma santidad, la misma felicidad, la misma inmensidad, altura, profundidad, nada, nada me falta, mi Ser contiene en Sí mismo todos los bienes posibles e imaginables. Si algún pensamiento me pudiera ocupar es el pensamiento del género humano, que habiéndolo sacado de Mí quiero que regrese a Mí, y en tales condiciones pongo a las almas que quieren hacer verdaderamente mi Voluntad, son una sola cosa Conmigo,…… Por tanto te recomiendo que no salgas de mi Voluntad, y que continúes no pensando en ti misma sino en los demás, como has hecho hasta ahora, de otra manera vendrías a empobrecer y a sentir necesidad de todo”.
12-135 “Hija mía, ¿por qué quieres apartarte de mi semejanza? Yo jamás pensé en Mí mismo, la santidad de mi Humanidad fue el completo desinterés, nada hice para Mí, sino que todo lo sufrí y lo hice para las criaturas. Mi amor puede decirse verdadero porque estuvo sellado por mi propio desinterés, donde está el interés no se puede decir que hay una fuente de verdad; el alma con el desinterés propio se pone delante de todos, y mientras se pone delante, el mar de mi gracia la toma por detrás, inundándola, de manera que la hace quedar toda sumergida en él sin que ni siquiera ella lo advierta; en cambio quien piensa en sí misma es la última, y el mar de mi gracia le queda adelante y ella debe a fuerza de brazo surcar el mar, si es que lo logra, porque el pensamiento de sí misma le creará tantos obstáculos que le infundirá temor de arrojarse en mi mar y estará en peligro de quedarse en la orilla”.
29-30 “Hija mía buena, ánimo, aleja de tu mente toda duda y angustia, porque éstas te debilitan y te hacen interrumpir el vuelo hacia aquel Querer que tanto te ama; es verdad que ha habido reflexiones, miedos, faltas de pleno abandono, de modo que tú sentías el peso de tu voluntad como si quisiera salir en campo para hacer su camino, y te volvía como una niña pequeña que teme de todo, tiene miedo de todo, y tanto, que frecuentemente llora, y Yo te tenía estrechada entre mis brazos para sostenerte, y vigilaba más que nunca tu voluntad para tenerla segura.
34-43,2 “Hija bendita de mi Voluntad, tú debes saber que las reflexiones propias, las impresiones, las opresiones, las melancolías, las dudas, los pequeños temores, impiden las reflexiones divinas, las impresiones santas, el rápido vuelo hacia el Cielo, las alegrías del verdadero bien, la paz celestial;
ellas son como tantas piedras arrojadas dentro de un lago mientras la persona se está mirando reflejada en aquellas aguas limpias como dentro de un espejo, y ve toda entera su persona, bella y ordenada como es
; ahora, ¿qué sucede? Mientras se está mirando en aquellas aguas tersísimas, viene arrojada en aquel lago una pequeña piedra, el agua se encrespa, se enturbia y forma tantas ondas y ondas que se enturbia toda el agua, y de la pobre persona que se estaba mirando, ¿qué ha sucedido? Conforme se formaban las ondas en el agua, así se llevaban, quién un pie, quién un brazo, quién una mano, quién la cabeza, de modo que se veía toda destrozada por las ondulaciones de aquellas aguas; ¿quién ha sido la que ha hecho perder la limpieza de aquellas aguas de modo que no se ve más entera su imagen, sino en modo de dar piedad?
¿Quién ha sido? Una pequeña piedra. Tal es el alma creada por Dios, más que fuente tersísima, en la cual Dios debía mirarse en ella, y ella en Dios; ahora; las reflexiones, las opresiones, las dudas, temores, etc., son como tantas piedras arrojadas en el fondo de su alma, y Dios mirándose en ella, no lo siente todo entero, sino como dividido en tantas partes, por lo tanto dividida la fuerza, la alegría divina, la santidad, la unidad de la paz.
ESTO le impedirá conocer quién es Dios, cuánto la ama y qué quiere de ella; y queriéndose mirar ella en Dios, estas piedras le impedirán el paso haciéndola tropezar en el camino, impidiéndole el vuelo para mirarse en Aquél que la ha creado, mientras que parecen cosa de nada. No obstante en esto viene formado el conocimiento de Dios en la criatura, la unión, la santidad, el mirarse Dios en la criatura, y ella en Dios. Si el alma no es turbada por estas piedras que se pueden llamar bagatelas del alma, que faltando la solidez y sustancia del verdadero amor, están siempre enturbiadas y Dios no se puede espejear en ellas para formar su bella imagen, por eso sé atenta y busca siempre mi Voluntad”.
TODO ESTRIBA EN EL AMOR Y EL AMOR DIVINO, YA QUE EL HUMANO NO PUEDE NUNCA LLEGAR A DAR LA PLENITUD ni para Dios ni para la criatura. Su valor es muy escaso.
CARACTERÍSTICA DEL AMOR QUE BUSCA JESÚS
Lección 027
Sabemos que Dios, siendo amor, nos creó puro amor, no podía obrar diferente, pues eso no hubiera sido una obra digna de Él.
“Hija mía, Yo soy Amor, e hice a las criaturas todo amor: los nervios, los huesos, las carnes, son tejidos de amor; y después de haberlas tejido de amor hice correr en todas sus partículas, como cubriéndolas con un vestido, la sangre, para darles vida de amor, así que la criatura no es otra cosa que un complejo de amor, y no se mueve por ninguna otra cosa sino sólo por amor; a lo más puede haber diversidad de amores, pero siempre por amor se mueve, puede haber amor divino, amor de sí misma, amor de criaturas, amor perverso, pero siempre amor, no pude hacer de otra manera porque su vida es amor, creada por el Amor Eterno, por lo tanto, llevada por una fuerza irresistible al amor, así que la criatura, aún en el mal, en el pecado, en el fondo debe tener un amor que la empuja a hacer ese mal. (Febrero 26, 1912)
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Con lo anterior, podemos estar seguros del por qué nuestra naturaleza tiende siempre al amor. Sin embargo, desconocemos nuestro origen, y utilizamos nuestra sustancia, nuestra esencia en cosas que no lo merecen, amando no sólo a las criaturas semejantes a nosotros, sino a las inferiores a nosotros, negándole a nuestro Creador la correspondencia merecida, volviéndolo infeliz.
Nos hemos acostumbrado a vivir «amando todo lo que nos gusta, nos satisface y nos da placer» lo cual nos lleva a pensar que se puede vivir amando a varios sujetos al mismo tiempo, que pueden ser personas, cosas, deseos, satisfacciones, etc., y dentro de todo este marco injertamos el amor a Dios, dándole una prioridad relativa, condicionada al propio criterio.
Para el hombre el amar la diversidad y el mayor número, significa plenitud, madurez, y difícilmente entendemos que esta diversidad de “amores” no significa plenitud, sino escasez, vacío, pero sobre todo incapacidad de los objetos “amados” para satisfacer la necesidad de «AMAR» que el hombre recibió de su Creador.
Incapacidad, así es, como ejemplo: Si amamos una persona, dependiendo de quién sea ésta y cuál su relación con nosotros, podrá satisfacer una parte de nuestra afectividad, pero quedan otras más sin llenar; amamos al hijo, pero dicho amor no llena el vacío del amor a la mujer o al hombre (esposos), etc., y así podríamos poner muchos ejemplos, y es por eso que, como dice San Agustín, nuestra alma anda inquieta.
…¡Ah, hija mía! ¿Cuál no será mi dolor al ver en las criaturas la propiedad de mi Amor que he puesto en ellas, profanado, contaminado en otro uso? Yo, para custodiar este amor salido de Mí y dado a las criaturas, me estoy en torno a ellas como un pobre mendigo, y conforme la criatura se mueve, late, respira, obra, habla, camina, le voy mendigando todo, y le pido, le suplico y le ruego que me dé todo a Mí diciéndole: “Hija, no te pido sino lo que te he dado, es por tu bien, no me robes lo que es mío: El respiro es mío, respira sólo para Mí; el latido, el movimiento son míos, late y muévete sólo por Mí, y así de todo lo demás”. Pero con sumo dolor soy obligado a ver que el latido toma un camino, el respiro otro camino, y Yo, el pobre mendigo, me quedo en ayunas, mientras que el amor de sí misma, de las criaturas, de las mismas pasiones, quedan saciados; ¿puede haber injusticia mayor que ésta? Hija mía, quiero desahogar contigo mi Amor y mi dolor, pues sólo quien me ama me puede compadecer”. (Febrero 26, 1912)
Debido a tantos siglos de incorrespondencia, esta característica que Dios usó para crearnos se ha distorsionado, y las ideas que tenemos acerca del amor y del cómo usarlo (amar) se han alejado del verdadero amor que Él quiere encontrar en nosotros, así que vayamos a analizar algunas de las características del verdadero amor:
Esta mañana, habiendo recibido la santa comunión, por un poco he visto a mi adorable Jesús, y yo, en cuanto lo vi le dije: “Dulce Bien mío, dime, ¿continúas amándome?”
Y Él: “Sí, pero soy amante y celoso, celoso y amante, más bien te digo que para ser perfecto el amor debe ser triple, y en Mí hay esta triple condición de amor:
Primero, te amo como Creador, como Redentor y como Amante. Segundo, te amo en mi omnipotencia. Tercero, te amo ab eterno.
Ahora, tú estás obligada a corresponderme este triple amor, amándome como tu Dios, en el cual te debes fijar toda tú, y no hacer salir nada de ti que no sea amor por Mí; amándome por cuenta tuya y por el bien que a ti te viene; y amarme por todos y en todos”. (Enero 11, 1902)
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¿Qué lugar ocupa Dios en esta gama de amores? No importa en qué lugar esté, lo único es que no es un amor total, de ahí la necesidad de analizar un poco qué amor quiere Él recibir.
“…Hija mía, el verdadero amor se olvida de sí mismo y vive a los intereses, a las penas y a todo lo que pertenece a la persona amada”.
Y de nuevo ha agregado que ahí está el sacrificio del verdadero amor, porque mientras se tiene a sí mismo debe vivir a todo lo que pertenece a la persona amada, es más, si se recuerda de sí mismo, este recuerdo debe servir para ingeniarse mayormente en cómo poderse consumir por el objeto amado, y el amado si ve que el alma se da toda a Él, la sabrá recompensar bien dándole todo Sí mismo y haciéndola vivir de su Vida Divina; así que quien todo olvida, todo encuentra”. (Noviembre 10, 1903)
Jesús quiere de nosotros un amor puro, y Él mismo nos dice cómo saber si tenemos o no este amor:
…Después continuaba mi te amo en el Fiat Divino, y pensaba entre mí: “¿Pero es puro mi amor?” Y mi amado Jesús ha agregado:
• “Hija mía, para poderme dar un amor puro, una mirada a tu interior lo dice todo, si tu corazón palpita, suspira, desea sólo mi amor, si tus manos obran sólo por mi amor, si tus pies caminan sólo por amor, si tu voluntad quiere sólo mi amor, si tu inteligencia busca siempre cómo amarme; tu te amo con la palabra ¿sabes qué hace? Recoge todo el amor que tienes dentro de ti y hace uno sólo, y forma un acto de puro amor y completo a tu Jesús, así que tu palabra no hace otra cosa que externar la extensión del amor que tienes dentro de ti; pero si dentro no es todo amor, faltando la fuente pura de adentro, no puede ser ni amor puro, ni completo”. (Marzo 16, 1931)
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Otra característica del amor que desea, es que sea “SOLO”, ¿a qué se refiere?, veamos:
…“El verdadero amor debe ser solo; en cambio cuando está apoyado en algún otro, aunque sea santo, aunque sea persona espiritual, me da nausea y en lugar de contento me da amargura y fastidio, porque el amor sólo cuando es solo me da completo dominio y puedo hacer lo que quiero del alma; además el ser solo es de la naturaleza del verdadero amor. En cambio cuando no es solo, una cosa se puede hacer, pero otra no; es un dominio restringido que no me da plena libertad, y por lo tanto el amor se encuentra a disgusto y restringido”. (Julio 19, 1912)
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“Has comprendido como nadie me quiere, sin embargo esto es nada, dirijámonos a la clase religiosa y veamos si me quieren”.
Entonces me he encontrado en medio de sacerdotes, obispos, religiosas, consagrados; y Jesús con voz sonora ha repetido: “Ecce Homo”.
Y aquellos decían: “Lo queremos, pero queremos también nuestra conveniencia”. Otros: “Lo queremos, pero junto con el interés”. Respondían otros: “Lo queremos pero unido a la estima, al honor, ¿qué hace un religioso sin estima?” Replicaban otros: “Lo queremos, pero unido a alguna satisfacción de criatura, ¿cómo se puede vivir solo y sin que nadie nos satisfaga?” Y algunos llegaban a querer al menos la satisfacción en el sacramento de la confesión. Pero solo, solo, casi ninguno lo quería, no faltando también que alguno no se ocupara de hecho de Jesucristo.
Entonces todo afligido me ha dicho: “Hija mía, retirémonos, has visto cómo ninguno me quiere, o a lo más me quieren unido con alguna cosa que a ellos les agrada, Yo no me contento con esto, porque el verdadero reinar es cuando se reina solo”. (Marzo 6, 1903)
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Jesús quiere encontrar en el alma que lo ama, todo y a todos, o sea todas sus obras, pues si no es de esta manera, el amor se encontrará fragmentado, pero sobre todo no será “amor divino”, amor que salga de su Voluntad, y eso desea de nosotros, un amor a la par del suyo, por lo que sin su Voluntad, jamás podremos dárselo:
…»Hija mía e hija de mi Madre, cómo estoy contento de encontrar a la hija con mi Madre, y a la Mamá con la hija, porque Ella quiere que las criaturas me amen con su mismo amor, y se sirvan de su boca para besarme, y de sus brazos para abrazarme, quiere darles su maternidad para ponerme al seguro y hacer que me hagan de mamá. Encontrar a la Madre y a la hija que me aman con un solo amor, es para Mí el más grande contento, siento que ambas me dan un nuevo paraíso en la tierra. Pero esto no me basta, en quien vive en mi Voluntad quiero encontrar todo, si falta alguna cosa no puedo decir que esté completa mi Voluntad en la criatura; y no sólo quiero encontrar en su puesto de honor, de Reina y de Madre a mi Madre en ella, sino que quiero encontrar también a mi Celestial Padre y al Espíritu Santo, y haciendo suyo su Amor me ame con la inmensidad e infinitud de su Amor. Hija mía, dame el gusto de decirme que me amas con el Padre y con el Espíritu Santo.»
Jesús ha hecho silencio para esperar que le dijese como Él quería, y yo, si bien indigna, para contentarlo le he dicho: «Te amo en la Potencia y Amor inmenso del Padre, con el Amor interminable del Espíritu Santo, te amo con el amor con el cual te aman todos los ángeles y santos, te amo con el amor con el cual te aman o deberían amarte todas las criaturas presentes, pasadas y futuras, te amo por todas las cosas creadas y con aquel amor con el cual las creaste.» El amado Jesús ha dado un largo suspiro y ha agregado:
«Finalmente siento apagadas mis ansias de encontrar todo en la criatura: Encuentro nuestros mares de Amor que jamás terminan, encuentro las delicias de mi Mamá que me ama, encuentro todo y a todos, así que en quien vive en mi Voluntad debo encontrar todo y a todos, y a esta criatura la debo encontrar en todos. Y además, mi Padre Celestial me Generó en el amor, y a quien me ama y no deja escapar nada de nuestro Amor, me lo siento conmigo en acto de darme y recibir amor continuo.» (Abril 10, 1938)
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Otras características de nuestro amor para ser grato a sus ojos es la siguiente:
«Hija mía, mi Amor está simbolizado por el sol: El sol surge majestuoso, pero mientras parece que surge, él está siempre fijo y no surge nunca. Con su luz invade toda la tierra, con su calor fecunda todas las plantas, no hay ojo que de él no goce, se podría decir que casi no hay bien que sobre la tierra se encuentre que no venga de su benéfico influjo, ¿cuántas cosas no tendrían vida sin él? No obstante hace todo sin estrépito, sin decir ni siquiera una palabra, sin pretender nada, no da fastidio a ninguno, es más, no ocupa espacio alguno de la misma tierra que invade con su luz, el hombre puede hacer lo que quiera con ella, es más, mientras gozan del bien del sol no le ponen ninguna atención y lo tienen inobservado en medio de ellos. Así es mi Amor simbolizado por el sol: Como sol majestuoso surge en medio a todos, no hay mente que no esté irradiada con mi Luz, no hay corazón que no sienta mi calor, no hay alma que no esté abrazada por mi Amor. Más que sol me estoy en medio a todos; pero, ¡ay!, cuán pocos me ponen atención, estoy casi inobservado en medio de ellos, no soy correspondido y continúo dando luz, calor, amor; pero si algún alma me pone atención, entonces Yo me vuelvo loco, pero sin estrépitos, porque mi Amor, siendo sólido, fijo, veraz no está sujeto a debilidades. Así quisiera tu amor hacia Mí; y si así fuera vendrías a ser también sol para Mí y para todos, porque el verdadero amor tiene todas las cualidades del sol, en cambio el amor no sólido, no fijo, no veraz, es símbolo del fuego de acá abajo, sujeto a variedad, su luz no es capaz de iluminar a todos, y es una luz muy débil, mezclada con humo, su calor es limitado, y si no se alimenta con la leña se apaga y se vuelve cenizas, y si la leña es verde hace estrépito y humo; así son las almas que no son todas para Mí, ni mis verdaderas amantes, si hacen un poco de bien es más el estrépito que hacen, y más el humo que sale de sus acciones que la luz, y si no son alimentadas con algún afán humano, aun bajo aspecto de santidad, de conciencia, se apagan y se vuelven frías, más que cenizas, su característica es la inconstancia: Ahora fuego, ahora cenizas.» (Agosto 12, 1912)
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Y así podríamos seguir enumerando casi hasta el infinito las características del verdadero amor, pero basten éstas para hacernos entender hacia dónde encaminar nuestros pasos para lograrlo.
Salvador Thomassiny
DE LAS HORAS DE LA PASIÓN, 1 HORA DEL HUERTO DE GETSEMANÍ:
.¡Ah hija mía! Es el amor que prevalece por entero sobre Mí y en Mí. El amor es para Mí clavo, el amor es para Mí flagelo, el amor es para Mí corona de espinas, el amor es para Mí todo, el amor es para Mí mi Pasión perenne, mientras que la Pasión que los hombres me darán es temporal…Ah hija mía, entra en mi corazón y vente a perder en mi Amor y sólo en mi Amor comprenderás cuánto he sufrido y cuánto te he amado, y aprenderás a amarme y a sufrir sólo por amor”.
Oh Jesús mío, ya que Tú me llamas adentro de tu Corazón para hacerme ver lo que el amor te hizo sufrir, yo entro en él, y al entrar encuentro los portentos del amor, que no te corona la cabeza con espinas materiales sino con espinas de fuego, que no te flagela con cuerdas sino con flagelos de fuego, que te crucifica no con clavos de hierro sino de fuego…todo él es fuego que te penetra en tus huesos hasta la médula, y que destilando en fuego a toda tu Santísima Humanidad te causa penas mortales, evidentemente más que en la misma Pasión, y prepara un baño de amor para todas las almas que hayan de querer lavarse de cualquier mancha y adquirir el derecho de ser hijas del amor.
¡Oh amor sin fin yo me siento retroceder ante tal inmensidad de amor, y veo que para poder entrar en el amor y comprenderlo, debo ser toda Amor! ¡Y, oh Jesús mío, no lo soy!
Pero ya que Tú quieres mi compañía y quieres que entre en Ti, te suplico que me hagas convertirme toda en amor; te suplico que corones mi cabeza y cada uno de mis pensamientos con la corona del amor; te pido, oh Jesús, que con el flagelo del amor flageles mi alma, mi cuerpo, mis potencias, mis sentimientos, mis deseos, mis afectos, en suma, todo, y en todo quede flagelada y sellada por el amor. Haz, oh amor interminable, que no haya cosa alguna en mí que no tome vida del amor…
Oh Jesús, centro de todos los amores, te suplico que claves mis manos y mis pies con los clavos del amor para que enteramente clavada por el Amor, en Amor me convierta, el amor entienda, de amor me vista, de amor me alimente, y el amor me tenga toda clavada en Ti a fin de que ninguna cosa, ni dentro ni fuera de mí, se atreva a desviarme y alejarme del amor, oh Jesús”.
Las Horas de la Pasión.
Luisa Picarreta.
(1) 18-20 “Hija mía, en mi Voluntad no hay muertos ni abortos, y quien vive en Ella contiene por vida la Vida de mi Voluntad, y aunque se sienta morir, o aun muerta, se encuentra en mi Voluntad, la cual conteniendo la vida la hace resurgir a cada instante a nueva luz, a nueva belleza, gracia y felicidad, deleitándose en conservarla siempre pequeña en sí, para tenerla grande con Ella; pequeña pero fuerte, pequeña pero bella, recién nacida apenas, a fin de que nada de humano tenga, sino todo divino, así que su vida es sólo mi Voluntad, la cual llevará a cabo todos mis designios, sin que nada se pierda. Serás como la gota de agua sumergida en el gran mar, como un grano en las grandes masas de los graneros; por cuanto la gota de agua parezca como desaparecida en el mar y el grano en los innumerables granos, no se puede negar ni quitarle el derecho de que su vida existe. Por eso no temas, y haz de tal manera que pierdas tu vida para adquirir el derecho de tener por vida mi sola Voluntad”.
Tomamos del artículo del Dr. Thomassiny, los aspectos que nos interesan para nuestro tema de «semáforos». SON FRAGMENTOS DEL VOLUMEN 1 CON OTROS TEXTOS DEL Libro de Cielo.
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COMIENZO DE LA NARRACIÓN
NOVENA DE LA SANTA NAVIDAD
1º Exceso de Amor: Jesús en el Seno Del Padre. El Decreto eterno de la Encarnación.
2º Exceso de Amor: Jesús en el Seno de su Madre Santísima. El Amor lo reduce a la estrechez y a la inmovilidad.
JESÚS EMPIEZA SU OBRA EN EL ALMA
Me enseñó el modo de como amar a las personas sin separarme de Él, esto es, con mirar a las criaturas como imagen de Dios, de modo que si recibía el bien de las criaturas, debía pensar que sólo Dios era el primer autor de aquél bien y que se había servido de la criatura para dármelo, entonces mi corazón se unía más a Dios; si recibía mortificaciones debía mirarlas también como instrumentos en las manos de Dios para mi santificación, por esto mi corazón no quedaba resentido con mi prójimo. Entonces, por este modo sucedía que yo miraba a las criaturas todas en Dios, por cualquier falta que viera en ellas jamás les perdía la estima, si se burlaban de mí, me sentía obligada con ellas pensando que me hacían hacer nuevas adquisiciones para mi alma; si me alababan, recibía con desprecio estas alabanzas diciendo: “Hoy esto, mañana pueden odiarme, pensando en su inconstancia.” En suma, mi corazón adquirió una libertad que yo misma no sé explicar. Vol. 1, Nº 5
OBEDIENCIA
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
144 Obedecer («ob-audire») en la fe, es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma. De esta obediencia, Abraham es el modelo que nos propone la Sagrada Escritura. La Virgen María es la realización más perfecta de la misma.
532 Con la sumisión a su madre, y a su padre legal, Jesús cumple con perfección el cuarto mandamiento. Es la imagen temporal de su obediencia filial a su Padre celestial. La sumisión cotidiana de Jesús a José y a María anunciaba y anticipaba la sumisión del Jueves Santo: «No se haga mi voluntad…» (Lc 22, 42). La obediencia de Cristo en lo cotidiano de la vida oculta inauguraba ya la obra de restauración de lo que la desobediencia de Adán había destruido (cf. Rm 5, 19).Cristo nos redimió obedeciendo la Voluntad del Padre. Fue obediente hasta la muerte y muerte de Cruz.
JESÚS A LUISA PICARRETA (Vol. 1 p. 1, 32, 34,36, 43, 44)
Luisa solicita la gracia de la obediencia:
Vol. 2 Agosto 17, 1899 Jesús habla de la obediencia.
La obediencia da muerte a todos los vicios.
No hay verdadera paz sin obediencia, y si parece que se goza de paz, es paz falsa, y digo parece, porque va de acuerdo con las propias pasiones pero jamás con las virtudes y se termina con arruinarse, porque separándose de la obediencia se separan de Mí, que fui el Rey de esta noble virtud. Además, la obediencia mata la propia voluntad y a torrentes vierte la Divina, tanto, que se puede decir que el alma obediente no vive de su voluntad, sino de la Divina, ¿y se puede dar vida más bella, más santa, que el vivir de la Voluntad de Dios mismo? Por eso, con las otras virtudes, aun con las más sublimes, puede estar junto el amor propio, pero con la obediencia, jamás.
Vol. 2 Octubre 3, 1899
“¿Pero qué cosa es esta obediencia? ¿De qué está formada? ¿Cuál es el alimento que la sostiene?” Y Jesús hace oír su armoniosa voz en mi oído que dice:
“¿Quieres saber qué cosa es la obediencia? La obediencia es la quintaesencia del amor; la obediencia es el amor más fino, más puro, más perfecto, extraído por el sacrificio más doloroso, cual es el destruirse a sí mismo para vivir de Dios. La obediencia, siendo nobilísima y Divina, no admite en el alma nada de humano y que no sea suyo, por eso toda su atención es destruir en el alma todo lo que no pertenece a su nobleza Divina, como es el amor propio; y hecho esto poco le interesa que sea ella sola la que se esfuerce y se fatigue por lo que debería hacer el alma, y a ésta la hace reposar tranquilamente. Finalmente, la obediencia soy Yo mismo.”
MORTIFICACIÓN – SACRIFICIO – SUFRIMIENTOS
CATECISMO
556 «…es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios» (Hch 14, 22):
Mortificación es matar o amortiguar en nosotros lo que se opone a la gracia; ya inclinándonos al mal ya dificultando y aun estorbando la perfección.
La mortificación evita la ocasión, defiende y más fácilmente de pecados y faltas, satisface a la Justicia Divina, preserva de tentaciones y amengua su violencia, ahuyenta al demonio, desarrolla y afianza las virtudes, alimenta y sostiene el fervor, acrecienta el mérito, acrecienta a la caridad, es condición para seguir a Cristo.
JESÚS A LUISA (Vol. 1 p. Nº 2, 7, 8, 9, 11, 13, 15)
Preparación:
Luisa comienza a prepararse practicando actos de virtud y mortificación.
El Señor hizo conmigo como un buen padre con un hijo que tiende a desviarse, y él usa todas las diligencias, los cuidados para mantenerlo en el recto camino, de modo de formar de él su honor, su gloria, su corona.
Me decía: También quiero que si las personas te mortifican, te injurian, te contradicen, la mirada también fija en Mí, pensando que con mi misma boca te digo: “Hija, soy propiamente Yo que quiero que sufras esto, no las criaturas, aleja la mirada de ellas, sino sólo Yo y tú siempre, todas las demás destrúyelas. Mira, quiero hacerte bella por medio de estos sufrimientos, te quiero enriquecer con méritos, quiero trabajar tu alma, volverte similar a Mí…” p .7 y 8.
“Quiero”, me decía, “que en todas tus cosas, hasta las necesarias sean hechas con espíritu de sacrificio”. p. 8
Entonces recibía otras luces sobre la aniquilación de mí misma y me decía:
“Tú no eres y no debes estimarte otra cosa que una sombra que pasa rápidamente, la cual, mientras vas a asirla, se te escapa. Por eso, si quieres llegar a ser en Mí algo grande, estímate siempre nada, complaciéndome en tu verdadera humillación, derramaré en ti Mi Todo…” (Vol. 1., Nº 10)
“Ponte junto a Mí, apóyate en mi brazo, Yo te sostendré con mis manos y tú recibirás fuerza. Tú estás ciega, pero mi luz te servirá de guía. Mira, me pondré delante y tú no harás otra cosa que mirarme para imitarme.” p. 9
Después me decía: “La primera cosa que quiero que mortifiques es tu voluntad, aquel “yo” se debe destruir en ti, quiero que la tengas sacrificada como víctima ante Mí para hacer que de tu voluntad y de la mía se forme una sola. Yo mismo te contradeciré en todo, y a veces por medio de las criaturas.” p.9
“No podrás verdaderamente asemejarte a Mí sino por medio de los sufrimientos…” p.13
“…me ofrecerás aquellas amarguras, angustias y tedios, pidiéndome que los acepte como un sacrificio de alabanza, de satisfacción por tus culpas, de reparación por las ofensas que me hacen. Haciendo así tu oración subirá ante mi trono como incienso olorosísimo, herirá mi corazón y atraerá sobre ti nuevas gracias y nuevos carismas…” p. 15
DESAPEGO
CATECISMO
259. El décimo mandamiento – «No codiciarás los bienes ajenos» – nos ordena al desapego de las riquezas y de los bienes terrenales.
262. A quien está desapegado o desprendido de las riquezas terrenas, al pobre de espíritu, está prometido el Reino de los cielos (Mt 5, 3).
JESÚS A LUISA (p. 3, 42)
El divino Maestro da principio, pone su mano para desapegar mi corazón de todas las criaturas, y con voz interior me decía:
“Yo soy el único que merece ser amado; mira, si tú no quitas este pequeño mundo que te rodea, esto es, pensamientos de criaturas, imaginaciones, Yo no puedo entrar libremente en tu corazón, este murmullo en tu mente sirve de impedimento para dejarte oír más clara mi voz, para derramar mis gracias y para hacerte enamorar verdaderamente de Mí. Prométeme ser toda mía y Yo mismo pondré manos a la obra; tú tienes razón en que no puedes nada, no temas, Yo haré todo, dame tu voluntad y eso me basta.” (p. 3)
“Quiero de ti perfecta conformidad a mi Voluntad, de tal modo de deshacer tu voluntad en la mía; desapego absoluto de toda cosa, tanto que todo lo que es tierra quiero que sea tenido por ti como estiércol y podredumbre que da horror al sólo mirarlo, y esto porque las cosas terrenas, aunque no se tuviera apego a ellas, sólo con
tenerlas en torno y mirarlas ensombrecen las cosas celestiales…” (p. 42)
“No amen al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo no ama al Padre; porque nada de lo que ofrece el mundo viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas…”
1Jn 2, 15-16
IMITACIÓN A JESÚS
CATECISMO
519 Toda la riqueza de Cristo «es para todo hombre y constituye el bien de cada uno». Cristo no vivió su vida para sí mismo, sino para nosotros, desde su Encarnación «por nosotros los hombres y por nuestra salvación» hasta su muerte «por nuestros pecados»
(1 Co 15, 3) y en su Resurrección «para nuestra justificación» (Rm 4,25). Todavía ahora, es «nuestro abogado cerca del Padre» (1 Jn 2, 1), «estando siempre vivo para interceder en nuestro favor» (Hb 7, 25). Con todo lo que vivió y sufrió por nosotros de una vez por todas, permanece presente para siempre «ante el acatamiento de Dios en favor nuestro» (Hb 9, 24).
JESÚS A LUISA
Invitación de Jesús a imitarlo (p. Nº 4 y 7)
¡Ah! imítame a Mí; cuando estaba en la casa de Nazaret mi mente no se ocupaba de otra cosa que de la gloria del Padre y de la salvación de las almas; mi boca no decía otra cosa que discursos santos, con mis palabras buscaba reparar las ofensas al Padre, trataba de saetear los corazones y atraerlos a mi amor, y primeramente a mi Madre y a San José, en una palabra, todo nombraba a Dios, todo se obraba por Dios y todo a Él se refería. ¿Por qué no podrías hacer tú otro tanto? (p.4)
Mira, la primera cosa que te dije que quería de ti era la imitación de mi Vida, así que veamos qué cosa te falta.”
“Señor”, le decía, “me falta todo, no tengo nada.” “Y bien”, me decía, “no temas, poco a poco haremos todo. Yo mismo conozco cuán débil eres, pero es de Mí que debes tomar fuerza.”
“Quiero que seas siempre recta en tu obrar, con un ojo me debes mirar a Mí y con el otro debes mirar lo que estás haciendo; quiero que las criaturas te desaparezcan del todo. Si te vienen dadas ordenes, no mires a las personas, no, sino debes pensar que Yo mismo quiero que tú hagas lo que te es ordenado, entonces con el ojo fijo en Mí no juzgarás a ninguno, no mirarás si la cosa te es penosa o te gusta, si puedes o no puedes hacerla; cerrando los ojos a todo esto los abrirás para mirarme sólo a Mí, me llevarás junto a ti pensando que te estoy mirando fijamente y me dirás: “Señor, sólo por Ti lo hago, sólo por Ti quiero obrar, no más esclava de las criaturas.” Así que si caminas, si obras, si hablas, en cualquier cosa que hagas, tu único fin debe ser de agradarme sólo a Mí.
¡Oh! cuántos defectos evitarás si haces así.” (p.7)
Me enseñó el modo de como amar a las personas sin separarme de Él, esto es, con mirar a las criaturas como imagen de Dios, de modo que si recibía el bien de las criaturas, debía pensar que sólo Dios era el primer autor de aquél bien y que se había servido de la criatura para dármelo, entonces mi corazón se unía más a Dios; si recibía mortificaciones debía mirarlas también como instrumentos en las manos de Dios para mi santificación, por esto mi corazón no quedaba resentido con mi prójimo. Entonces, por este modo sucedía que yo miraba a las criaturas todas en Dios, por cualquier falta que viera en ellas jamás les perdía la estima, si se burlaban de mí me sentía obligada con ellas pensando que me hacían hacer nuevas adquisiciones para mi alma.
HUMILDAD
CATECISMO
526 «Hacerse niño» con relación a Dios es la condición para entrar en el Reino (cf. Mt 18, 3-4); para eso es necesario abajarse (cf. Mt 23, 12), hacerse pequeño; más todavía: es necesario «nacer de lo alto» (Jn 3,7), «nacer de Dios» (Jn 1, 13) para «hacerse hijos de Dios».
(Jn 1, 12).
Aniquilamiento de sí mismo.
Necesario para purificar el alma. No atribuirse nada a sí mismo. Todo es Gracia
Dejarse hacer por Dios.
Significa: Acatar, aceptar, entregar.
JESÚS A LUISA (p. 5, 13)
Quiero hacer de ti una perfecta imagen mía!
La primera cosa que me decía que era necesaria para purificar el interior de mi corazón, era el aniquilamiento de mí misma, esto es, la humildad. Y continuaba diciéndome:
“Mira, para hacer que Yo derrame mis gracias en tu corazón, quiero hacerte comprender que por ti nada puedes, Yo me cuido muy bien de aquellas almas que se atribuyen a ellas mismas lo que hacen, queriéndome hacer tantos hurtos de mis gracias; en cambio con aquellas que se conocen a sí mismas Yo soy generoso en verter a torrentes mis gracias, sabiendo muy bien que nada refieren a ellas mismas, me agradecen y tienen la estima que conviene, viven con continuo temor de que si no me corresponden puedo quitarles lo que les he dado, sabiendo que no es cosa de ellas; todo lo contrario en los corazones que apestan de soberbia, ni siquiera puedo entrar en su corazón, porque inflado de ellos mismos no hay lugar donde poderme poner, las miserables no toman en cuenta mis gracias y van de caída en caída hasta la ruina. Por eso quiero que en este día hagas continuos actos de humildad, quiero que tú estés como un niño envuelto en pañales, que no puede mover ni un pie para dar un paso, ni una mano para obrar, sino que todo lo espera de la madre, así tú te estarás junto a Mí como un niño, rogándome siempre que te asista, que te ayude, confesándome siempre tu nada, en suma, esperando todo de Mí.” p. 5
FIDELIDAD
CATECISMO
1816 El discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella sino también profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla: “Todos […] vivan para confesar a Cristo ante los hombres y a seguirle por el camino de la cruz en medio de las persecuciones que nunca faltan a la Iglesia. El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación: “Todo […] aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos”. (Mt 10, 32-33).
JESÚS A LUISA (P. 17 Y 18)
…quiero purificar tu alma de todo mínimo defecto que pudiera impedir mi Amor en ti, quiero probar tu fidelidad, ¿pero cómo puedo ver si esto es verdad si no es poniéndote en medio de la batalla?
…jamás pongo a las almas en la batalla para hacer que perezcan, primero mido sus fuerzas, les doy mi Gracia y después las introduzco, y
si alguna alma se precipita es porque no se mantiene unida a Mí con la oración, y no sintiendo más la sensibilidad de mi Amor, van mendigando amor de las criaturas, mientras que sólo Yo puedo saciar el corazón humano; no se dejan guiar por el camino seguro de la obediencia, creyendo más en el juicio propio que en quien las guía en mi lugar, entonces, ¿qué maravilla si se precipitan? Por eso lo que te recomiendo es la oración, aunque debieras sufrir penas de muerte jamás debes descuidar lo que acostumbras hacer, es más, cuanto más te veas en el precipicio, tanto más invocarás la ayuda de quien puede liberarte.
EL PECADO
CATECISMO
1849 El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna”. Pero Dios misericordioso quiere perdonar los pecados: «¿Acaso quiero yo la muerte del impío, – dice el Señor Dios -, y no más bien que se convierta de su mal camino y viva?» (Ez 18,23).
¿Qué es el pecado?
606-607 El pecado es desobediencia a la Voluntad Divina. Para redimimos, Cristo se hizo «obediente hasta la muerte y muerte de Cruz» (Philip 2,8). Toda la vida de Cristo es cumplimiento de la Voluntad del Padre, y la entrega de su vida en la Cruz es la suprema manifestación de su obediencia a la Voluntad Divina (cfr. Le 22,42).
JESÚS A LUISA (p. Nº 6, 7. 29, 63, 68, 69, 70, 71)
Recuerdo que una mañana mientras me hablaba sobre la misma virtud, me dijo que por falta de humildad había cometido muchos pecados, y que si yo hubiera sido humilde me habría tenido más cerca de Él y no habría hecho tanto mal.
…Me hizo entender como era feo el pecado, la afrenta que este miserable gusano había hecho a Jesucristo, la ingratitud horrenda, la impiedad enorme, el daño que le había venido a mi alma.
No hacía otra cosa cuando me encontraba con Él que decirle la pena que sentía por haberlo ofendido:
“No quiero que pienses más en esto, porque cuando un alma se ha humillado, convencida de haber hecho mal y ha lavado su alma en el sacramento de la confesión y está dispuesta a morir antes que ofenderme, el pensar en ello es una afrenta a mi Misericordia, es un impedimento para estrecharla a mi Amor, porque siempre busca con su mente envolverse en el fango pasado y me impide hacerle tomar el vuelo hacia el Cielo, porque siempre con aquellas ideas se encierra en sí misma, si es que busca pensar en ellas; y además, mira, Yo no recuerdo ya nada, lo he olvidado perfectamente, ¿ves tú alguna sombra de rencor de parte mía?” p, 6 y 7
“…hasta cierto momento mis penas fueron ocultas, pero cuando llegó la Voluntad del Padre de sufrir en público, rápidamente salí a encontrar confusiones, oprobios, desprecios, hasta ser despojado de mis vestidos y estar desnudo en medio a un pueblo numerosísimo,
¿podrías tú imaginar confusión más grande que ésta? Mi naturaleza sentía mucho esta clase de sufrimientos, pero tenía los ojos fijos a la Voluntad del Padre y ofrecía esas penas en reparación de tantos que cometen las más nefastas acciones públicamente, ante los ojos de muchos y vanagloriándose sin la más mínima vergüenza”, y le decía:
“Padre, acepta mis confusiones y mis oprobios en reparación de tantos que tienen la desfachatez de ofenderte tan libremente sin el mínimo disgusto; perdónalos, dales luz a fin de que vean la fealdad del pecado y se conviertan.” También a ti te quiero hacer partícipe de esta clase de sufrimientos; ¿no sabes tú que los más bellos regalos que puedo dar a las almas que amo son las cruces y las penas? p. 29
“Hija, también la gente que se dice devota, mira cuántas ofensas me hacen, aun en los lugares más santos, al recibir los mismos sacramentos, en vez de salir purificados salen más enfangados.” p. 49
“Quiero Yo mismo disponerte a hacerte sentir el dolor de tus pecados, y así veas cuán feo es el pecado y qué acerbo dolor sufrió mi corazón. Por eso di junto conmigo:
“Si paso el mar, en el mar Tú estás aunque no te veo; piso la tierra y estás bajo mis pies, pequé.”
Luego Jesús, en voz baja agregó casi llorando:
“Sin embargo te amé y al mismo tiempo te conservé.” p. 63
“Esta vez quiero hacer Yo mismo el oficio de confesor, y tú me confesarás a Mí todas tus culpas, y en el momento en que hagas esto te haré comprender uno por uno los dolores que has dado a mi corazón al ofenderme, a fin de que comprendiendo tú, por cuanto puede una criatura, qué cosa es el pecado, tomes la resolución de preferir morir que
ofenderme. Mientras tanto tú entra en tu nada y recita el yo pecador.” p.68
“Señor, me acuso ante tu presencia de que he pecado de soberbia.” Y Él:
“Acércate a mi corazón, pon tu oído y oirás el desgarro cruel que has hecho a mi corazón con este pecado.”
Recuerdo que su corazón latía tan fuerte que parecía que quería romperle el pecho, luego me parecía que se despedazaba y por el dolor quedaba casi destruido. ¡Ah, si hubiera podido habría llegado a destruir al Ser Divino con la soberbia! (p.69)
¡Oh, si todos pudiesen ver quién es Dios y quién es el alma en el momento en que se peca, todos morirían de dolor y creo que el pecado sería exiliado de la tierra! (p.70)
REPARACIÓN ANTE EL PECADO
En cuanto a las visitas y actos de reparación, tú debes saber que todo lo que hice en el curso de los treinta y tres años, desde que nací hasta que morí, lo continúo en el Sacramento del altar, por eso quiero que me visites treinta y tres veces al día, honrando todos mis años y uniéndote conmigo en el Sacramento, con mis mismas intenciones, esto es, de reparación, de adoración… p. 16
LA PAZ
CATECISMO
2305 La paz terrenal es imagen y fruto de la paz de Cristo, el ‘Príncipe de la paz’ mesiánica (Is 9, 5). Por la sangre de su cruz, ‘dio muerte al odio en su carne’ (Ef 2, 16; cf Col 1, 20-22), reconcilió con Dios a los hombres le hizo de su Iglesia el sacramento de la unidad del género humano y de su unión con Dios. ‘Él es nuestra paz’ (Ef 2, 14). Declara ‘bienaventurados a los que construyen la paz’ (Mt 5, 9).
JESÚS A LUISA (P.15)
Yo soy espíritu de paz! Y la primera cosa que te recomiendo es no disturbar la paz del corazón; cuando en la oración no puedes recogerte, no quiero que pienses en esto o aquello, como es o como no es, haciendo así tú misma llamas a la distracción. Más bien, cuando te
encuentres en ese estado, la primera cosa es que te humilles, confesándote merecedora de esas penas, poniéndote como un humilde corderillo en manos del verdugo, que mientras lo mata le lame las manos; así tú, mientras te ves golpeada, abatida, sola, te resignarás a mis santas disposiciones, me agradecerás de todo corazón, besarás la mano que te golpea, reconociéndote indigna de esas penas, después me ofrecerás aquellas amarguras, angustias y tedios, pidiéndome que los acepte como un sacrificio de alabanza, de satisfacción por tus culpas, de reparación por las ofensas que me hacen. Haciendo así tu oración subirá ante mi trono como incienso olorosísimo, herirá mi corazón y atraerá sobre ti nuevas gracias y nuevos carismas. El demonio viéndote humilde y resignada, toda abismada en tu nada, no tendrá fuerza de acercarse. He aquí que donde tú creías perder, harás grandes adquisiciones.
“La naturaleza de la esperanza es paz, y lo que ella es por naturaleza, el alma que vive en el seno de esta madre pacífica lo consigue por gracia”. Octubre 14, 1899
LAS VIRTUDES
La adquisición de las virtudes es el único camino para ser verdaderamente libres, maduros, dueños de las propias acciones. Se comprende entonces la importancia vital del mandato de Jesús: «Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5, 48). Lo que significa: haceros virtuosos, es decir, buenos, haced el bien imitando a vuestro Padre celestial.
CATECISMO
1803 “Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta” (Flp 4, 8).
La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.
1804 Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien.
1841 Las virtudes teologales son tres: la fe, la esperanza y la caridad
(cf 1 Co 13, 13). Informan y vivifican todas las virtudes morales.
1842 Por la fe creemos en Dios y creemos todo lo que Él nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos propone como objeto de fe.
1843 Por la esperanza deseamos y esperamos de Dios con una firme confianza la vida eterna y las gracias para merecerla.
1844 Por la caridad amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. Es el “vínculo de la perfección” (Col 3, 14) y la forma de todas las virtudes.
JESÚS A LUISA (p. 8, 17)
FE (p. 56, 57, 58)
“Para obtenerla se necesita creer”
La FE se enciende en el alma a la primera noticia que ella tiene acerca del Ente Supremo; después crece y se desarrolla, gracias a la ascensión perenne que hace el alma hacia Dios, su Sumo Bien, con lo que viene a adquirir la luz intelectual que se difunde expansivamente de todo Atributo Divino a su criatura. Esta criatura iluminada por este esplendor de viva Fe, ambiciona lo alcanzable del objeto, el cual le da confianza de poder procurarse un Bien tan grande como es Dios; luego trata de investigar el camino más idóneo para la facilidad de una adquisición tan grande, y toda llena de ESPERANZA, va pasando de la mañana a la noche de un monte a otro monte, atravesando valles y extensísimas llanuras, vadea lagos y ríos, navega por los más altos e inmensos mares, por el espacio de meses y años, con el único fin de adquirir no solo la benevolencia sino también la posesión de su Dios, y este deseo operante de llegar a la posesión de Dios se llama AMOR, unido a las dos hermanas, la FE y la ESPERANZA. Vol. 1, Nº 44
Vol. 2. Junio 25, 1899
Jesús habla de la fe.
Esta mañana Jesús continúa haciéndose ver de vez en cuando, participándome un poco de sus sufrimientos y a veces veía al confesor con El, y como él me había dicho que rezara por ciertas necesidades suyas, viéndolo junto con Nuestro Señor he comenzado a rogar a Jesús que le concediera lo que él quería. Mientras yo le rogaba, Jesús, todo bondad se dirigió al confesor y le ha dicho:
“Quiero que la Fe te inunde por todas partes, como aquellas barcas que son inundadas por las aguas del mar, y como la Fe soy Yo mismo, siendo inundado por Mí, que todo poseo, puedo y doy libremente a quien en Mí confía, sin que tú pienses en lo que vendrá y al cuándo y el cómo y qué harás, Yo mismo, según tus necesidades me prestaré a socorrerte.”
Después ha agregado: “Si te ejercitas en esta Fe, casi nadando en ella, en recompensa te infundiré en el corazón tres gozos espirituales:
El primero es que penetrarás las cosas de Dios con claridad y al hacer cosas santas te sentirás inundado por una alegría, por un gozo tal, que te sentirás como empapado, y esto es la unción de mi gracia.
El segundo es un fastidio de las cosas terrenas y sentirás en tu corazón alegría por las cosas celestiales.
El tercero es un desapego total de todo, y en donde antes sentías inclinación, sentirás un fastidio, como desde hace tiempo lo estoy infundiendo en tu corazón, y tú ya lo estás experimentando. Y por esto tu corazón será inundado por la alegría que gozan las almas totalmente desapegadas, que tienen su corazón tan inundado de mi amor, que de las cosas que las rodean externamente no reciben ninguna impresión”.
ESPERANZA (p. 56, 57,58)
“La Esperanza,” decía Jesús, “suministra al alma una vestidura de fuerza, casi de hierro, de modo que todos los enemigos con sus flechas no pueden herirla, y no sólo herirla, sino que ni siquiera causarle la mínima molestia. Todo es tranquilidad en ella, todo es paz.
La Esperanza vuelve al alma firme y estable como aquellos montes altos que no se pueden mover ni un poco.
…el alma vestida por la Esperanza, ninguna cosa la puede dañar, ni la tribulación, ni la pobreza, ni todos los accidentes de la vida, a lo más la desaniman un instante, pero dice entre sí: “Yo todo puedo obrar, todo puedo soportar, todo sufrir esperando en Jesús, que es el objeto de todas mis esperanzas.” p. 57
La Esperanza da alas a la luz de la FE. Suministra una vestidura de fuerza. Es reina de las pasiones, regula todo su interior hacia las inclinaciones, deseos, latidos, pensamientos. Vuelve al alma firme y
estable. Supera la tribulación, la pobreza y todos los accidentes de la vida.
La Fe hace creer, la Esperanza hace esperar, la Caridad hace amar.
CARIDAD (p.56, 57, 58)
La CARIDAD es la sustancia de la que emerge la luz y el alimento de la Fe, sin la cual no se podría tener ni Fe ni Esperanza, como igualmente, sin el fuego no se podría tener ni la luz ni el calor. Y ella, como ungüento lenitivo se expande y penetra por todas partes, llevando a efecto de madurez las ansias de la Esperanza y las miras de la Fe, ya que en las dulzuras de su amor hace balsámico y dulce el padecer, y a tal punto que hace que el alma llegue a la avidez de este padecer.
Por tanto, el alma que posee la verdadera Caridad, al obrar ella en el amor y por el Amor de Dios, difunde en torno a sí el olor celestial que ha obtenido del mismo Dios, de modo que, si todas las virtudes vuelven al alma como solitaria y rústica, la Caridad por ser sustancia que emana luz, calor y olor suavísimo, no solo infunde en todos como ungüento balsámico los efectos más que aromáticos, sino que une, más aún, funde los corazones gracias al inmenso amor que ella tiene hacia Dios. Vol. 1, Nº 44.
Las virtudes más bellas, los sacrificios más grandes, se vuelven insípidos si no tienen principio en el Amor. p. 57
La Caridad, me decía, es una virtud que da vida y esplendor a todas las demás, de modo que sin ella todas están muertas y mis ojos no sienten ningún atractivo y no tienen ninguna fuerza sobre mi corazón; estate pues atenta y haz que tus obras, aun las mínimas estén investidas por la Caridad, esto es, en Mí, conmigo y por Mí.
Da vida y esplendor al alma. La Caridad hace AMAR.
LA GRACIA CATECISMO
1997 La gracia es una participación en la vida de Dios. Nos introduce en la intimidad de la vida trinitaria: por el Bautismo el cristiano participa de la gracia de Cristo, Cabeza de su Cuerpo. Como ‘hijo adoptivo’ puede
ahora llamar ‘Padre’ a Dios, en unión con el Hijo único. Recibe la vida del Espíritu que le infunde la caridad y que forma la Iglesia.
2001 La preparación del hombre para acoger la gracia es ya una obra de la gracia. (S. Agustín, grat. 17):
Una de las más bellas ilustraciones de esta actitud se encuentra en la respuesta de Santa Juana de Arco a una pregunta capciosa de sus jueces eclesiásticos: Interrogada si sabía que estaba en gracia de Dios, responde: «si no lo estoy, que Dios me quiera poner en ella; si estoy, que Dios me quiera conservar en ella».
Gracia es “Don”, “regalo” de Dios a la criatura.
JESÚS A LUISA (p, 13, 14, 33)
“Es que te quiero hacer comprender bien quién eres tú. Mira, lo hago por tu bien, no te entristezcas, quiero preparar tu corazón a recibir las gracias que he diseñado sobre ti. Hasta ahora te he asistido sensiblemente, ahora será menos sensible, te haré tocar con la mano tu nada, te cimentaré bien en la profunda humildad para poder edificar sobre ti muros altísimos, así que en vez de afligirte deberías alegrarte y agradecerme, pues cuanto más pronto te haga pasar el mar tempestuoso, tanto más pronto llegarás a puerto seguro; a cuantas más duras pruebas te sujetaré, tantas gracias más grandes te daré. Así que, ánimo, ánimo, y después pronto vendré.”
“Amada mía, mientras tú tengas tu mirada puesta, ahora a la derecha, ahora a la izquierda, y la dejes que se pose ahora en una cosa, ahora en otra, y no la mantengas fija en Mí, no podrás caminar libremente el camino del Cielo, sino que irás siempre tropezando y no podrás seguir el influjo de la Gracia. Por eso quiero que con santa indiferencia mires todas las cosas que suceden en torno a ti, estando toda atenta solamente a Mí.” p.33
LA CRUZ
CATECISMO
616 El Sacrificio de Cristo tiene «valor de redención y de reparación, de expiación y de satisfacción»
En la Cruz, Jesucristo nos da ejemplo de todas las virtudes:
de caridad: «nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos»; de obediencia: se hizo «obediente al Padre hasta la muerte y muerte de Cruz» (Philip 28); de humildad, de mansedumbre y de paciencia: soportó los sufrimientos sin evitarlos ni suavizarlos, como un manso cordero (Jer 11,19); y de desprendimiento de las cosas terrenas.
JESÚS A LUISA (p. 61, 67)
Las virtudes se vuelven débiles si no son corroboradas, fortificadas por el injerto de la Cruz, y esto porque ha recibido la divisa de Mí, Hijo de Dios… Antes de mi venida a la tierra, las penas, las confusiones, los oprobios, las calumnias, los dolores, la pobreza, las enfermedades, especialmente la Cruz, eran consideradas como oprobios, pero desde que fueron llevados por Mí, todos quedaron santificados y divinizados por mi contacto… p. 61
“Amada mía, la Cruz hace distinguir a los réprobos de los predestinados. Así como en el día del juicio los buenos se alegrarán al ver la Cruz, así desde ahora se puede ver si alguno se salvará o se perderá, si al presentarse la Cruz el alma la abraza, la lleva con resignación, con paciencia y besa y agradece a la mano que la envía, es señal de que es salvo; si al contrario, al presentarse la Cruz se irritan, la desprecian y llegan hasta ofenderme, puedes decir que es una señal de que esa alma se encamina por la vía del infierno; así harán los réprobos en el día del juicio, que al ver la Cruz se afligirán y blasfemarán. La Cruz dice todo, la Cruz es un libro que sin engaño y a claras notas te dice y te hace distinguir al santo del pecador, al perfecto del imperfecto, al fervoroso del tibio. La Cruz comunica tal luz al alma, que desde ahora no sólo hace distinguir al bueno del reo, sino hace conocer quién debe ser más o menos glorioso en el Cielo, quién debe ocupar un puesto superior o un puesto menor. Todas las otras virtudes están humildes y reverentes ante la virtud de la Cruz, e injertándose con ella reciben mayor lustre y esplendor.” p.67
MEDITACIÓN DE LA PASIÓN (p. 11, 12, 13,16, 73, 79)
“Amada mía, las cosas pasadas no han sido más que un preparativo, ahora quiero venir a los hechos, y para disponer tu corazón para hacer lo que quiero de ti, esto es, la imitación de Mi Vida, quiero que te internes en el mar inmenso de mi Pasión…”
Cuando te encuentres privada de Mí, afligida, vacía de todo consuelo, llena de tristezas, de afanes, de penas, ven junto a Mí, límpiame esa Sangre, ofréceme esas penas como alivio de mi amarguísima agonía. Haciendo así encontrarás el modo de entretenerte conmigo después de la comunión; no que no sufras, porque la pena más amarga que puedo dar a mis almas queridas es el privarlas de Mí, pero tú, pensando que con tu sufrir me das consuelo, estarás contenta. p. 16
LUCHA CONTRA LOS DEMONIOS
CATECISMO
392 La Escritura habla de un pecado de estos ángeles (2 P 2,4). Esta «caída» consiste en la elección libre de estos espíritus creados que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino. Encontramos un reflejo de esta rebelión en las palabras del tentador a nuestros primeros padres: «Seréis como dioses» (Gn 3,5). El diablo es «pecador desde el principio» (1 Jn 3,8), «padre de la mentira»,
(Jn 8,44).
397 El hombre, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su creador (cf. Gn 3,1-11) y, abusando de su libertad, desobedeció al mandamiento de Dios. En esto consistió el primer pecado del hombre (cf. Rm 5,19). En adelante, todo pecado será una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad.
JESÚS A LUISA (p. 17 a 27, 53)
Quiero purificar tu alma de todo mínimo defecto que pudiera impedir mi Amor en ti, quiero probar tu fidelidad, ¿pero cómo puedo ver si esto es verdad si no es poniéndote en medio de la batalla? p.17
Debes saber que quiero ponerte en medio de los demonios, les daré libertad de atormentarte y de tentarte a fin de que cuando hayas combatido los vicios con las virtudes opuestas, te encontrarás ya en posesión de esas mismas virtudes que creías perder, y después tu alma purificada, embellecida, enriquecida, será como un rey que regresa vencedor de una ferocísima guerra, que mientras creía perder lo que tenía, vuelve en cambio más glorioso y lleno de inmensas riquezas. Y entonces vendré Yo, formaré en ti mi morada y estaremos siempre juntos. p. 17
INSTRUCCIONES DE JESÚS
• No turbarse.
• Mantener el espíritu de Paz.
• Ofrecerle las amarguras, angustias, tedios, frialdades
ABANDONO EN DIOS
CATECISMO
410 Tras la caída, el hombre no fue abandonado por Dios. Al contrario, Dios lo llama (cf. Gn 3,9) y le anuncia de modo misterioso la victoria sobre el mal y el levantamiento de su caída (cf. Gn).
420 La victoria sobre el pecado obtenida por Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó el pecado: «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rm 5,20).
JESÚS A LUISA (p.27)
¿No quieres fiarte de Mí? ¿No sabes cuánto te amo y que todo lo que permito, o por medio de las criaturas o por medio de los demonios, o por medio mío directamente, es para tu verdadero bien y no sirve para otra cosa que para conducir a tu alma al estado al que la he elegido? Por eso quiero que a ojos cerrados te estés entre mis brazos, sin mirar ni investigar esto o aquello, fiándote enteramente de Mí y dejándome obrar libremente; si en cambio quieres hacer lo contrario, perderás tiempo y llegarás a lo opuesto de lo que quiero hacer de ti.
PROFUNDO SILENCIO
CATECISMO
1806 La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en
toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. “El hombre cauto medita sus pasos”
(Pr 14, 15). “Sed sensatos y sobrios para daros a la oración”
(1 P 4, 7). La prudencia es la “regla recta de la acción”, escribe santo Tomás (Summa theologiae, 2-2, q. 47, a. 2.)
JESÚS A LUISA (p. 27)
Ser benignos, dóciles, hacer actos continuos de reparación ofreciendo las molestias que ocasionan las criaturas. Entregar los sufrimientos.
Respecto a las criaturas usa un profundo silencio, sé benigna y dócil con todos; haz que tu vida, tu respiro, tus pensamientos y afectos sean continuos actos de reparación que aplaquen mi Justicia, ofreciéndome también las molestias que te dan las criaturas, que no serán pocas.” p.27
PENAS Y CRUCES
Toda la vida de Cristo es cumplimiento de la Voluntad del Padre, y la entrega de su vida en la Cruz es la suprema manifestación de su obediencia a la Voluntad Divina (cfr. Le 22,42).
JESÚS A LUISA
Las penas y las cruces son grandes regalos para el alma. (p. 29, 63). “Padre, acepta mis confusiones y mis oprobios en reparación de tantos que tienen la desfachatez de ofenderte tan libremente sin el mínimo disgusto; perdónalos, dales luz a fin de que vean la fealdad del pecado y se conviertan.” También a ti te quiero hacer partícipe de esta clase de sufrimientos; ¿no sabes tú que los más bellos regalos que puedo dar a las almas que amo son las cruces y las penas?
RESIGNACIÓN
El Espíritu Santo anima nuestra esperanza que no desfallezca:
Rom 5,1-5; 15,13.
Nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada,
esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» Rom 5, 2b-5.
Capacidad de aceptación de las adversidades.
JESÚS A LUISA (p. 22, 30, 44)
“Tu confianza debe estar sólo en Mí, estate resignada, pues la resignación hace al alma luminosa, hace estar en su lugar a las pasiones, de modo que Yo, atraído por esos rayos de luz voy al alma y la uniformo toda en Mí y la hago vivir de mi misma Vida.” p. 22
La verdadera resignación sabe cambiar la naturaleza de las cosas, y lo amargo lo convierte en dulce. p. 44
La resignación da luz al alma. Aquieta las pasiones. Resignación ante las contradicciones. Dios da las tinieblas y la Luz!
Ante las mortificaciones, mantener la mirada fija en El Señor.
PUREZA
215. La castidad es aquella parte de la virtud de la templanza que regula el uso de la sexualidad según el dictamen de la recta razón.
228. El sexto mandamiento nos enseña el respeto del cuerpo, propio y
ajeno, sede de un alma espiritual e inmortal destinada a ser templo vivo del espíritu Santo. Nos enseña además la ascesis, la renuncia, el espíritu de sacrificio para vencer nuestro egoísmo y poder amar a Dios, a nosotros mismos y al prójimo sin reservas y con todas nuestras fuerzas.
“Os exhorto, hermanos, por la Misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos como sacrificio viviente, santo y grato a Dios; éste es vuestro culto espiritual.” (Rom 12,1).
JESÚS A LUISA (p. 35, 40)
“Yo he dado los cuerpos a los hombres a fin de que fueran tantos santuarios donde debía ir a deleitarme, pero los han cambiado en cloacas de inmundicias, y es tanta la peste que me obligan a estar lejos de ellos. Ve la recompensa que recibo ante tanto amor y tantas penas que he sufrido por ellos. ¿Quién ha sido tratado como Yo? Ah, ninguno,
¿pero quién es la causa? Es el tanto Amor que les tengo. Por eso probaré con los castigos” p. 35
“Mira cuán puro Soy, también en ti quiero pureza en todo.” En estas palabras el alma siente entrar en sí una pureza Divina, esta pureza se trasmuta en ella misma y llega a vivir como si no tuviera más cuerpo, y así de las otras virtudes. p.40
El cuerpo es el Santuario del Espíritu Santo.
JUSTICIA
92:13 El justo florecerá como la palmera, crecerá como los cedros del Líbano.
JESÚS A LUISA (p. 35)
“Te pondré entre mi Justicia y las iniquidades de las criaturas, y
cuando mi Justicia se vea llena de las iniquidades, de modo que no pueda contenerlas y se vea obligada a mandar los flagelos para castigar a las criaturas, encontrándote tú en medio, en vez de golpearlos a ellos quedarás golpeada tú. Sólo de este modo podré contentarte en librar a los hombres, de otro modo, no.” p.35
MODOS DE HABLAR DE JESÚS (p. 38, 39, 40, 41, 48)
1) Alma sale fuera de sí.
2) Adormecimiento como petrificada. Dios habla. El mismo lo llama hablar intelectual: Luz o pocas palabras.
3) Jesús participa al alma Su sustancia. En la Potencia, encuentra la Fe, la Caridad y el Amor. Si recibe la sustancia de la Pureza Divina, el alma queda purificada y así de las otras virtudes.
4) Jesús habla al alma recogida sin articulación de voz o sonidos al oído del cuerpo (internamente) y/o como lo hacen las criaturas aun estando distraídas o hablando con otras personas.
FUNDAMENTOS DE LA IGLESIA
CATECISMO
553 Jesús ha confiado a Pedro una autoridad específica: «A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará
atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt 16, 19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús, «el Buen Pastor» (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su resurrección: «Apacienta mis ovejas» (Jn 21, 15-17). El poder de «atar y desatar» significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los Apóstoles (cf. Mt 18, 18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien Él confió explícitamente las llaves del Reino.
SANTA MISA. EUCARISTÍA
Jesús me hacía entender que en la Misa está todo el fundamento
de nuestra sacrosanta religión. ¡Ah! sí, la misa nos dice todo y nos habla de todo. La misa nos recuerda nuestra Redención, nos habla detalladamente de las penas que Jesús sufrió por nosotros, nos manifiesta también su Amor inmenso que no estuvo contento con morir sobre la Cruz, sino que quiso continuar el estado de víctima en la Santísima Eucaristía. La misa nos dice también que nuestros cuerpos deshechos, reducidos a cenizas por la muerte resurgirán en el día del juicio junto con Cristo a vida inmortal y gloriosa. Jesús me hacía comprender que la cosa más consoladora para un cristiano y los misterios más altos y sublimes de nuestra santa religión son: Jesús en el Sacramento y la resurrección de nuestros cuerpos a la Gloria. (p.50, 51).
La Divina Voluntad es el milagro supremo, que supera a la misma Eucaristía:
“Sabía Yo que hacían falta muchas gracias para hacer el milagro más grande que puede haber en el mundo, como es el vivir continuo en mi Querer: el alma en su acto debe absorber a todo un Dios, para a su vez darlo de nuevo íntegro, como lo ha absorbido, y a continuación absorberlo de nuevo. Por eso supera al mismo milagro de la Eucaristía: los accidentes no tienen razón, ni voluntad, ni deseos que puedan oponerse a mi Vida Sacramental, de modo que la Hostia no aporta nada, toda la obra es mía; si Yo quiero, lo hago. Pero para que tenga lugar el milagro de vivir en mi Querer debo doblegar una razón, una voluntad humana, un deseo, un amor puramente libre, ¿y qué no hace falta? Por eso hay almas en abundancia que comulgan y toman parte en el milagro de la Eucaristía, porque no hay que sacrificarse, pero teniendo que sacrificarse más para que tenga lugar el milagro que mi Voluntad tenga vida en ellas, poquísimas son las que se disponen.” (Vol. 13, 26-11-1921).
“…Habiendo recibido la Comunión…, Jesús se ha dejado ver en mi interior y los velos Sacramentales formaban como un espejo, en el que estaba Vivo y Verdadero; y mi dulce Jesús me ha dicho:
“Hija mía, este espejo son los accidentes del pan, que me tienen prisionero en ellos. Yo formo mi vida en la Hostia, pero ella nada me da, ni un afecto, ni un latido, ni el más pequeño «Te amo». Es como muerta para Mí; permanezco solo sin la sombra de ninguna correspondencia. Y por eso mi amor está casi impaciente por salir, por romper este espejo, bajando a los corazones, para hallar en ellos la correspondencia que la Hostia ni sabe ni puede darme. ¿Pero sabes dónde encuentro mi verdadera correspondencia?, en el alma que vive en mi Voluntad. Yo, al bajar a su corazón, inmediatamente consumo los accidentes de la Hostia, sabiendo que accidentes más nobles y para Mí más queridos están listos para aprisionarme, para no dejarme salir de ese corazón, que no sólo me dará vida en él, sino vida por vida. No estaré solo, sino con mi más fiel compañía; seremos corazones palpitando juntos, amaremos juntos, nuestros deseos serán uno solo. Así que Yo permanezco en ella y hago vida, viva y verdadera, como la hago en el Santísimo Sacramento…” (Vol. 16, 5-11-1923).
PARAISO
CATECISMO
1027 Este misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que están en Cristo, sobrepasa toda comprensión y toda representación. La Escritura nos habla de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso: «Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman» (1 Co 2, 9).
JESÚS A LUISA (p.53)
A veces transportándome con Él me llevaba al paraíso, y ahí escuchaba los cánticos de los bienaventurados, veía a la Divinidad, a los diversos coros de los ángeles, las órdenes de los santos, todos inmersos, absorbidos e identificados en la Divinidad de Dios. Me parecía que en torno al trono había muchas luces, como si fueran más que soles resplandecientes y a claras notas estas luces denotaban todas las
virtudes y los atributos de Dios. Los bienaventurados reflejándose en una de estas luces quedaban raptados, pero no llegaban a penetrar toda la inmensidad de aquella luz, de modo que pasaban a una segunda luz sin comprender a fondo la primera. Así que los bienaventurados en el Cielo no pueden comprender perfectamente a Dios, porque es tanta la inmensidad, la grandeza, la Santidad de Dios, que mente creada no puede comprender a un Ser increado. Ahora, los bienaventurados reflejándose en estas luces, me parecía que venían a participar en las virtudes de estas luces, así que el alma en el Cielo se asemeja a Dios, con esta diferencia: Que Dios es aquel Sol grandísimo, y el alma es un pequeño sol.
NOVENA DE LA SANTA NAVIDAD (p. 77 a 83)
3º Exceso de Amor: El Amor devorador
4º Exceso de Amor: El Amor obrante, que le renueva a Jesús desde el primer instante de su Vida las penas de su Pasión.
5º Exceso de Amor: El Amor abandonado en amarga soledad.
6º Exceso de Amor: El Amor sofocado y confinado en las tinieblas del pecado y la ingratitud.
7º Exceso de Amor: El Amor no correspondido y herido por la ingratitud de las criaturas.
8º Exceso de Amor: El Amor mendicante, gimiente y suplicante. 9º Exceso de Amor El Amor agonizante que quiere ser vencedor.
FIAT!
Itinerario de transformación del alma en Dios
Obediencia Mortificación Desapego
Imitación Humildad Fidelidad El Pecado La Paz
Las Virtudes Fe Esperanza Caridad
La Gracia La Cruz La Pasión
Lucha con los demonios Abandono
Silencio
Penas y Cruces Resignación Pureza
Justicia
Modos de hablar de Jesús Fundamentos de la Iglesia La Eucaristía
Paraíso.
Cnf. Vol. 1 y Fragmentos de otros Volúmenes. Traducción: José Luis Acuña.
Salvador Tomassini
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SENTIR. O NO SENTIR
NO JUZGAMOS, NO ANALIZAMOS, NO DISCERNIMOS.
12-90 “Hija mía, lo que es imposible a la criatura, todo es posible para Mí. Es verdad que es el prodigio más grande de mi omnipotencia y de mi amor, pero cuando quiero todo puedo, y lo que parece difícil para Mí es facilísimo, pero quiero el sí de la criatura, y que se preste como suave cera a todo lo que quiero hacer de ella. Es más, tú debes saber que antes de llamarla del todo a vivir en mi Querer, la voy llamando de vez en vez, la despojo de todo, le hago sufrir una especie de juicio, porque en mi Querer no hay juicios, las cosas quedan todas confirmadas Conmigo, el juicio está fuera de mi Voluntad, pues a todo lo que entra en mi Querer, ¿quién puede atreverse a hacerle juicio? Y Yo jamás me juzgo a Mí mismo…… Todo era para disponerte a la altura de vivir en el mar inmenso de mi Voluntad, por eso no quieras investigar, sino continúa tu vuelo”.
16-51 La ley de mi Voluntad pondrá tal fuerza en el alma, de servirle de dulce encanto, de manera de adormecer los males de la naturaleza y sustituirlos con el dulce encanto de los bienes divinos. Recuerda cuántas veces me has visto escribir en el fondo de tu alma, era la nueva ley del vivir en mi Querer, en la cual Yo me deleitaba antes de escribirla para agrandar tu capacidad y luego me ponía de maestro para explicártela, ¿cuántas veces no me has visto taciturno, pensativo en el fondo de tu alma? Era el gran trabajo de mi Querer que estaba formando, y tú, no viéndome hablar, te lamentabas que Yo no te amaba más. ¡Ah, era precisamente entonces cuando mi Querer, derramándose en ti ensanchaba tu capacidad, te confirmaba en Él y te amaba de más. Por eso no quieras investigar nada de lo que hago, sino que segura repósate siempre en mi Voluntad”.
Volumen 1“No quieras afligirte por esto, lo que quiero de ti es que te abandones como muerta entre mis brazos. Hasta en tanto tú tengas los ojos abiertos para ver lo que Yo hago y lo que hacen y dicen las criaturas, Yo no puedo libremente obrar sobre ti. ¿No quieres fiarte de Mí? ¿No sabes cuánto te amo y que todo lo que permito, o por medio de las criaturas o por medio de los demonios, o por medio mío directamente, es para tu verdadero bien y no sirve para otra cosa que para conducir a tu alma al estado para el cual la he elegido? Por eso quiero que a ojos cerrados te estés entre mis brazos, sin mirar ni investigar esto o aquello, fiándote enteramente de Mí y dejándome obrar libremente. Si en cambio quieres hacer lo contrario, perderás tiempo y llegarás a lo opuesto de lo que quiero hacer de ti. Respecto a las criaturas usa un profundo silencio, sé benigna y dócil con todos, haz que tu vida, tu respiro, tus pensamientos y afectos, sean continuos actos de reparación que aplaquen mi Justicia, ofreciéndome también las molestias que te dan las criaturas, que no serán pocas”.
2-28 El alma que se ha conocido a sí, viendo que por sí misma no puede obrar nada de bien, esta sombra de su ser la transforma en Dios y de esto sucede que en Dios hace todas sus operaciones. Sucede que el alma está en Dios y camina junto a Él, sin mirar, sin investigar, sin hablar, en una palabra, como muerta, porque conociendo a fondo su nada no se atreve a hacer nada por sí misma, sino que ciegamente sigue las operaciones del Verbo”.
4-156 ; tú, sin embargo, en los conflictos y mortificaciones no tengas la mirada en ellos, sino fíjala en Mí que fui el centro de las contradicciones, y sufriéndolas tú vendrás a ser más semejante a Mí; así tu naturaleza no podrá separarse, sino que permanecerás calmada y tranquila. Quiero que de parte tuya hagas cuanto puedas por obedecerlos, el resto déjalo a mi cargo, sin turbarte”.
16-50 . Por eso no quieras investigar nada de lo que hago, sino que segura repósate siempre en mi Voluntad”.
El sentimiento no es un indicador de nada. Como no sentimos nos dedicamos a investigar, analizar, dudar… ¿qué he hecho mal….etc? Y estas son las puertas por donde continúan entrando míseras, harapos, depojos… Cuando queremos vivir esta vida, en cuanto nos salimos de ese ambiente, enseguida recobramos esa “sensación de lo humano”
14-36 Ahora, mi Voluntad no ha cambiado, tal cual era, es y será, mucho más pues habiendo venido Yo a la tierra, vine a atar nuevamente la Voluntad Divina a la humana, y quien no huye de este nudo y se da en poder de Ella, haciéndose preceder, acompañar y seguir, encerrando su acto dentro de mi Querer, lo que sucedió de Mí sucede del alma. Mira, a medida que tú fundías tus pensamientos, tus palabras, tus obras, tus reparaciones, tu pequeño amor en mi Querer, los extendía, los multiplicaba y se hacían antídoto de cada pensamiento, de cada palabra, de cada obra, se hacían reparación de cada ofensa, amor por cada amor que se me debe, y si esto no sucede es por defecto de la voluntad humana, que no dejándose del todo en poder de la Voluntad Divina, no toma todo ni puede darse a todos, por lo tanto siente las sensaciones de lo humano que la hacen infeliz, la limitan, la empobrecen y la hacen parcial. He aquí el por qué todo mi interés es que tu querer haga vida en el mío, y que comprendas bien qué significa vivir en Él, por cuanto a criatura es posible, porque si haces esto habrás obtenido todo y me darás todo”.
11-68,7 “Hija mía, quien verdaderamente hace mi Voluntad, puede decir que todo lo que se desarrolla en ella, tanto en el alma como en el cuerpo, lo que siente, lo que sufre, puede decir: “Jesús sufre, Jesús está oprimido”. Porque todo lo que las criaturas me hacen me llega hasta en el alma en la cual habito, porque hace mi Voluntad, así que si las frialdades de las criaturas me llegan, mi Voluntad las siente, y siendo mi Voluntad vida de esa alma, por consecuencia sucede que también el alma las siente, así que en vez de afligirse por estas frialdades como suyas, debe estar en torno a Mí para consolarme y repararme por las frialdades que mandan las criaturas; así si siente distracciones, opresiones y otras cosas, debe estar en torno a Mí para aliviarme y repararme, no como cosas suyas sino como mías, por eso el alma que vive de mi Voluntad sentirá muy diversas penas, según las ofensas que me hacen las criaturas, pero las sentirá repentinamente y casi de sobresalto, como también sentirá gozos y contentos indescriptibles, y si en las penas debe ocuparse en consolarme y en repararme, en las alegrías y en los contentos debe ocuparse en gozárselos, y entonces mi Voluntad encuentra su compensación, de otra manera quedará contristada y sin poder desarrollar lo que contiene mi Querer”.
A María Valtorta le dice que le participa de los estados que sufrió en Getsemaní.
FE
La vida en la Divina Voluntad se vive descansando en las palabras dichas por Jesús, que resuenan en el corazón con fuerza, comunicando lo que expresan: su propia Vida. A este descanso se le llama FE, porque no es Fe teologal sino existencial. Esta fe descansa en Aquel que es el objeto de mi fe.
19-49, 4 “Hija mía, tú te equivocas, la privación de Mí no es separación, sino dolor, y tú tienes razón al decir que es un dolor más que mortal, y este dolor tiene la virtud, no de separar, sino de unir con ataduras más fuertes y más estables la unión inseparable Conmigo, y no sólo esto, sino que cada vez que el alma queda como privada de Mí, sin culpa suya, Yo resurjo de nuevo para ella a nueva vida de conocimiento, haciéndome comprender más de nuevo amor, amándola de más, y doy nueva gracia para enriquecerla y embellecerla, y ella resurge a nueva Vida Divina, a nuevo amor y a nueva belleza, porque es justo; sufriendo el alma penas mortales, viene substituida con nueva Vida Divina, si esto no fuese así, me dejaría vencer por el amor de la criatura, lo que no puede ser. Y además, no es verdad que la Soberana Reina no haya quedado jamás privada de Mí, inseparable jamás, pero privada sí, esto no perjudicaba la altura de su santidad, más bien la acrecentaba. Cuantas veces la dejé en el estado de pura fe, porque debiendo ser la Reina de los dolores y la Madre de todos los vivientes, no podía faltarle el adorno más bello, la gema más refulgente que le daba la característica de Reina de los mártires y Madre Soberana de todos los dolores, esta pena de ser dejada en el estado de pura fe la preparó a recibir el depósito de mi doctrina, el tesoro de los sacramentos y todos los bienes de mi Redención, porque siendo mi privación la pena más grande, pone al alma en condición de merecer ser la depositaria de los dones más grandes de su Creador, de sus conocimientos más altos y de sus secretos. ¿Cuántas veces no lo he hecho contigo? Después de una privación mía te he manifestado los conocimientos más altos sobre mi Voluntad, y con esto venía a hacerte depositaria no sólo de sus conocimientos, sino de mi misma Voluntad. Y además, la Soberana Reina como Madre debía poseer todos los estados de ánimo, por lo tanto también el estado de pura fe, para poder dar a sus hijos aquella fe irremovible que hace arriesgar la sangre y la misma vida para defender y atestiguar la fe. Si este don de la fe no lo hubiera poseído, ¿cómo lo podía dar a sus hijos?”
(En el proceso de canonización de la M. Teresa de Calcuta, se tuvo en cuenta que desde que comenzó su servicio a Dios en Calculta, dejó de sentir a Dios)
FE QUE NOS DARÁ TRES GOZOS: 2-43
“Esta mañana Jesús continúa haciéndose ver de vez en cuando, participándome un poco de sus sufrimientos y a veces veía al confesor con Él y como él me había dicho que rezara por ciertas necesidades suyas, viéndolo junto con Nuestro Señor, he comenzado a rogar a Jesús que le concediera lo que él quería. Mientras yo le rogaba, Jesús, todo bondad se dirigió al confesor y le ha dicho:
Quiero que la fe te inunde por todas partes, como aquellas barcas que son inundadas por las aguas del mar, y como la fe soy Yo mismo, siendo inundado por Mí que todo poseo, puedo y doy libremente a quien en Mí confía sin que tú pienses en lo que vendrá y al cuándo y el cómo y qué harás. Yo mismo, según tus necesidades, me prestaré a socorrerte”.
Después ha agregado: “Si te ejercitas en esta fe, casi nadando en ella, en recompensa te infundiré en el corazón tres gozos espirituales:
1.-El primero, que penetrarás las cosas de Dios con claridad y al hacer cosas santas te sentirás inundado por una alegría, por un gozo tal, que te sentirás como empapado, y esto es la unción de mi gracia.
2.-El segundo es un fastidio de las cosas terrenas y sentirás en tu corazón alegría por las cosas celestiales.
3.- El tercero es un desapego total de todo y en donde antes sentías inclinación, sentirás un fastidio, como desde hace tiempo lo estoy infundiendo en tu corazón y tú ya lo estás experimentando. Y por esto tu corazón será inundado por la alegría que gozan las almas totalmente desapegadas que tienen su corazón tan inundado de mi amor que de las cosas que las rodean externamente no reciben ninguna impresión”.
3-107 Así es la conducta de las almas que ponen atención sólo a sí mismas, esto es, a su satisfacción, a los fervores y a todo lo que les agrada, diciendo que esto es amor por Mí, mientras que todo es satisfacción de ellas, porque se ve con los hechos que no ponen atención a mis intereses y a las cosas que me pertenecen, y si llega a faltar lo que les satisface, no ponen más atención de Mí, y llegan aun a ofenderme. ¡Ah! hija, sólo el amor obrante es el que distingue a los verdaderos de los falsos amantes, porque todo lo demás es humo”.
TODO LO QUE NO SEA ESTA FE Y LA VIDA SEGÚN ESTA FE…. PERTENECERÍA AL MUNDO DE LOS HARAPOS HUMANOS.
El silencio de los sentidos
La virtud del silencio abarca los diversos niveles del ser humano.
La virtud del silencio abarca los diversos niveles del ser humano. Reflexionemos, primeramente, sobre el silencio exterior, el silencio de los sentidos.
¿Cómo vivir este silencio que es la puerta para todos los demás?
Hoy todo es brillo, propaganda que excita la imaginación y los sentidos. Actualmente se habla mucho y de todo. El desorden y el derroche externo reclaman y hablan a los sentidos, pero no se piensa, no se reflexiona, no se pesan las cosas, todo pasa.
Pablo VI había advertido que “El silencio es una condición admirable e indispensable del espíritu cuando nos encontramos envueltos en tantos clamores y gritos provenientes de esta ruidosa e hipersensibilizada vida moderna”. (Nazareth, 5 de enero de 1964).
El segundo capítulo del Génesis nos presenta un pasaje que nos puede hacer entender la necesidad del silencio: “Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser vivo”. El hombre está hecho de arcilla, es decir, tiene un cuerpo, y recibe un soplo, que es su espíritu. Así, nuestra arcilla está hecha para llenarla de vida, para llenarla de Dios.
Había una vez…
Nuestro cuerpo es nuestro hogar. En él podemos acoger a Dios o podemos invitar las diversas cosas del mundo.
Cuentan de un rey muy rico que, cosa extraña para un personaje de su categoría, tenía fama de ser indiferente ante las riquezas materiales y, a la vez, ser un hombre de profunda espiritualidad. Movido por la curiosidad un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.
– Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar su vida espiritual en medio de tanta riqueza?
– Te lo revelaré –respondió el rey–, pero antes tendrás que superar una prueba. Recorrerás mi palacio para que conozcas la magnitud de mi riqueza. Durante el recorrido, llevarás en tu mano una vela encendida. Si durante el trayecto se te apaga, te decapitaré.
El vasallo no tenía más remedio que aceptar la prueba después de su osadía. Recorrió todo el palacio y logró llegar nuevamente ante el rey con la llama encendida. Le preguntó el rey:
– ¿Que te han parecido mis riquezas?
– No vi nada –respondió el osado curioso–, he estado todo el tiempo preocupado de que la llama no se apagara.
– Ese es mi secreto –afirmó satisfecho el rey–. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera.
En efecto, muchas veces deseamos vivir como buenos cristianos y tener una más rica vida espiritual, pero sin decidirnos a apartar la mirada de las cosas, que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza, y de las trivialidades y preocupaciones de la vida, que nos roban la paz y la serenidad interior. Si queremos esa paz y serenidad interior, necesitamos concentrarnos en la llama. Y cuanto más concentrados en la llama, menos nos preocuparemos o distraeremos de las cosas de fuera.
Callarse, abstenerse del ruido, no es el silencio; es únicamente un aspecto externo del silencio. El silencio es un hábito de interiorización, mediante el cual podemos recogernos en nosotros mismos. Se trata, como dueños de nuestro cuerpo, de invitar a nuestro hogar solamente aquellas realidades que nosotros queremos, que nosotros necesitamos.
Qué es el silencio exterior
Silencio exterior, silencio en relación al ambiente que nos rodea, es la capacidad de ser libres frente a las cosas que quieren seducirnos. Estar distraídos es estar separados de nosotros
mismos y dejarse llevar por lo que se ve y se oye. Cuando nos dejamos atraer por lo exterior, perdemos nuestra libertad y nuestra identidad de ser dueños de nuestro cuerpo.
Seremos libres si, poco a poco, nos destacamos de las criaturas. Es éste el primer paso para un silencio fecundo, repleto de vitalidad espiritual. Es preciso anteponer el silencio al ruido, a las noticias, a las preocupaciones del mundo. En este silencio nos distanciamos de la publicidad y nos aproximamos a nuestro fundamento. No tenemos que verlo todo. Lo superficial adquiere su perfil y fisonomía sólo si es capaz de manifestar esas profundidades.
Silencio de la vista
Los ojos son las ventanas del alma. El control de la vista es de una importancia y trascendencia extraordinarias. Cerrar los ojos ayuda en muchas ocasiones a cortar la atención de cosas que, a través de la vista, pueden influenciarnos, es decir, hacernos ruido. No tenemos que verlo todo, no lo necesitamos. Tampoco debemos ser unos ciegos. Dios nos dio la vista para ver.
Necesitamos ver el bien. Hay mucho bien en el mundo. Veámoslo con ojos abiertos y alabemos a Dios. Y evitemos ver el mal. Así el silencio de la vista nos será provechoso.
Silencio del oído
El sentido del oído debe estar regido por la virtud del silencio. La curiosidad nos incita a oír cosas, muchas veces sin ninguna trascendencia. No tenemos qué oírlo todo, no lo
necesitamos. Tampoco podemos ser sordos. Lo inconveniente, lo nocivo, lo destructivo no nos sirve. Debemos desecharlo, dejarlo. Sólo así podremos escuchar en la actividad apostólica todo lo bueno que hay en cada persona y comprender, a la vez, sus errores.
Silencio de la lengua
El apostolado exige el silencio de la lengua. Las almas sólo abren sus problemas a quienes saben callar para escuchar. Los hombres y mujeres de hoy necesitan confiar sus preocupaciones, sus dichas… y es preciso que el apóstol sea digno de confianza. Debe callar no
solamente como cristiano, sino también como persona. El mucho hablar cuadra tan mal al ciudadano sensato, como el hablar de modo jactancioso. Callar y usar la lengua siempre para el bien es el deber de toda persona.
Silencio exterior que propicia el silencio interior
Silenciar las cosas no significa que uno se aleje de ellas o que evada la realidad; al contrario, el silencio nos hace más sensibles a las cosas y personas. San Juan de la Cruz decía que uno debe mantenerse en paz, pero con advertencia amorosa. Y santa Teresa: “se cierran los ojos del cuerpo para que despierten los ojos del alma”.
Los cantineros ordinariamente son personas silenciosas porque saben tratar a los borrachos y de allí el dicho: “a palabras de borracho, oídos de cantinero”. Silenciar algo interiormente no equivale a rechazar lo que vemos o sentimos. Simplemente hay que dejar estar todas las cosas: oyendo todo, pero sin escuchar algo particular; ver todo, pero sin mirar algo en
especial. Los ruidos físicos y psicológicos exteriores a nosotros, no nos afectarían si nuestro interior no vibrara con ellos. Por eso el ruido más nocivo es el que ellos producen en nuestro interior, porque este es ruidoso. Muchos de los ruidos que no dejan dormir no están en la casa del vecino, sino en la propia, en nuestro propio ser. Tanto es así que hay quienes pueden dormir con ruidos hirientes, porque su ser no reacciona sensiblemente a los ruidos; un ejemplo es el sueño apacible y distendido de muchos niños que duermen en medio de grandes ruidos.
Seamos como niños, viviendo el silencio en medio de
los ruidos.
Por: P. Juan Carlos Ortega, L.C.
6-16 ¿pero sabes tú cuál es el oro que quiero ahora de las almas? No el oro material, no, sino el oro espiritual, esto es, el oro de su voluntad, el oro de los afectos, de los deseos, de los propios gustos, el oro de todo el interior del hombre, este es todo el oro que el alma tiene, y lo quiero todo para Mí
19-11 Abril 9, 1926 Tender a volver a prácticas conocidas….”paladar sin purgar” “habituados a alimentos ordinarios de este bajo mundo”.
(1) Estaba pensando entre mí: “Mi dulce Jesús dice tantas cosas grandes, admirables, altísimas, maravillosas de la Voluntad de Dios, y no obstante a mí me parece que las criaturas no tienen de Ella el concepto que merece, ni tienen la gran impresión de las maravillas que en Ella hay, más bien parece que la ponen a la par de las virtudes, y tal vez tengan en más aprecio a estas virtudes que a la Santísima Voluntad de Dios”. Y mi siempre amable Jesús, moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, ¿quieres saber el por qué? Porque no tienen el paladar purgado, y están habituados a los alimentos ordinarios de este bajo mundo, como son las virtudes, y no a los alimentos celestiales y divinos como es mi Querer. Este alimento celestial es gustado solamente por aquél que tiene a la tierra, a las cosas y a las mismas personas como una nada, o bien, todas en orden a Dios. Las virtudes que se pueden practicar sobre la tierra raramente están excluidas de fines humanos, de estima propia, de propia gloria, amor por exhibirse ante las personas y de agradar a éstas, y todos estos fines son como tantos gustos al paladar ordinario del alma, y muchas veces se obra más por estos gustos que por el bien que contiene la virtud. He aquí por qué hacen más impresión las virtudes, porque la voluntad humana gana siempre alguna cosa; en cambio mi Voluntad, la primera cosa que echa por tierra es la voluntad humana, y no tolera ningún fin que sea humano, Ella es de Cielo y quiere poner en el alma lo que es Divino y pertenece al Cielo, así que el propio ‘yo’ queda en ayunas y se siente morir; pero si sintiéndose morir y perdiendo la esperanza de que algún otro alimento le quede, se decide a tomar el alimento de mi Voluntad, en cuanto lo toma, estando ya su paladar purgado, entonces siente el gusto del alimento de mi Voluntad, tanto, que no lo cambiaría aun a costa de la propia vida. Mi Voluntad no sabe congeniar con las cosas bajas y pequeñas que se pueden hacer sobre la tierra, como hacen las virtudes, sino que Ella quiere tener todo y a todos como escabel a sus pies, y cambiar todo el interior del alma y a las mismas virtudes en Voluntad Divina, en una palabra, quiere su Cielo en el fondo del alma, de otra manera quedaría impedida y no podría desenvolver su Vida Divina. Por eso la gran diferencia que hay entre las virtudes y mi Voluntad, entre la santidad de la una y de la otra, las virtudes pueden ser de las criaturas y pueden formar a lo más una santidad humana, mi Voluntad es de Dios y puede formar una santidad toda divina; ¡qué diferencia! Pero como las criaturas están habituadas a mirar en lo bajo, por eso le hacen más impresión las pequeñas lamparitas de las virtudes, que el gran Sol de mi Voluntad”.
14-33 “Hija mía, cuando se tienen gustos mayores, los gustos menores pierden su deleite, su atractivo, y por eso se ven con indiferencia……. Este fundirte en mi Voluntad sin ningún interés personal, sino sólo para darme lo que todos deberían darme, y para dar a todos todo el bien que mi Querer contiene, es sólo de la Vida Divina, no de la humana; así que sólo mi Voluntad es la que forma esta Santidad divina en el alma. …..mi mira sobre ti no era la santidad humana, si bien era necesario que primero hiciera las cosas pequeñas en ti, y por eso me deleitaba tanto.
6-87 ….sino que quiero llenarlas de los bienes, de los sufrimientos, de las virtudes que tuvo mi Humanidad en la tierra, por eso las despojo no sólo de los gustos materiales, que el alma llega a considerar como estiércol, sino también de los gustos espirituales, para llenarlas todas de mis bienes y darles el principio de la verdadera bienaventuranza”.
7-75 Hija mía, es tanto el apego de las criaturas al propio gusto, que estoy obligado a contener en Mí mis dones, porque en lugar de apegarse al Donador, se apegan a mis dones, idolatrando mis dones con ofensa al Donador; así que si encuentran su propio gusto hacen algo, más bien, no hacen, sino que satisfacen el propio gusto; si no hay gusto no hacen nada, así que el propio gusto forma una segunda vida en las criaturas. Miserables, no saben que donde está el propio gusto, difícilmente puede estar el gusto divino, aun en las cosas santas. Así que recibiendo mis dones, las gracias, los favores, no deben apropiárselos como cosas suyas, formando de ellos un gusto propio, sino tenerlos como gustos divinos, sirviéndose de ellos para amar mayormente al Señor y prontos a sacrificarlos al mismo amor”.
7-72 Hija mía, como la Divina Voluntad es el único alimento sustancioso, que contiene todos los sabores y los gustos adecuados al alma, en Ella el alma encuentra su alimento exquisito y se tranquiliza; el deseo encuentra su alimento y piensa en apacentarse lentamente, y se forma sin desear otra cosa; la inclinación no tiene hacia donde tender, porque ha encontrado el alimento que la satisface; la propia voluntad no tiene otra cosa que querer, porque se ha dejado a sí misma, que formaba su tormento y ha encontrado la Voluntad Divina que forma su felicidad; ha dejado la pobreza y ha encontrado la riqueza, no humana sino Divina; en suma, todo el interior del alma encuentra su alimento, es decir su trabajo en el cual queda ocupada y absorbida, tanto que no puede hacer nada más, porque en este alimento y trabajo, mientras encuentra todos los contentos, encuentra tanto qué hacer y aprender, y gustar siempre nuevas cosas, que el alma de una ciencia menor aprende ciencias mayores, y siempre queda qué aprender; de cosas pequeñas pasa a cosas grandes, de un gusto pasa a otros gustos, y siempre queda algo más de nuevo por gustar en este ambiente de la Divina Voluntad”.
+ 8-8 “Hija mía, pon mucha atención cuando hablas de mi Voluntad, porque mi Voluntad es tan feliz, que forma nuestra misma bienaventuranza, y la voluntad humana es tan infeliz, que si pudiese entrar en la nuestra destruiría nuestra felicidad y nos haría guerra; por eso en mi Voluntad no entran ni arideces, ni tentaciones, ni defectos, ni inquietudes, ni frialdades, porque mi Voluntad es luz y contiene todos los gustos posibles; la voluntad humana no es otra cosa que una gotita de tinieblas, toda llena de disgustos. Así que si el alma está ya dentro de mi Querer, antes de entrar, al contacto con mi Querer la luz le ha disipado la gotita de las tinieblas para poderla tener en sí, el calor ha derretido el hielo y la aridez, los gustos divinos han quitado los disgustos, mi felicidad la ha liberado de todas las infelicidades”.
15-27 Hija mía, la señal de que no hay nada de mal y que el interior del alma está todo lleno de Dios, es que nada le haya quedado que no sea todo mío, y que en todo lo que pueda suceder dentro y fuera de ella, no siente más gusto de nada, sino que su gusto es sólo por Mí y de Mí, y no sólo de las cosas profanas o indiferentes, sino aun de cosas santas, de personas piadosas, de funciones, de músicas, etc., todo para ella es frío, indiferente, y como cosas que no le pertenecen, y la razón es natural: si el alma está toda llena de Mí, entonces está llena también de mis gustos, el gusto mío es el suyo, los demás gustos no encuentran lugar donde ponerse, por eso por cuán bellos puedan ser, para el alma no tienen ningún atractivo, más bien para ella están como muertos. En cambio el alma que no es toda mía, está vacía, y a medida que las cosas la circundan, así siente en ella tantos gustos si son cosas que le agradan; si son cosas que no le agradan, siente disgusto, así que está en continua alternancia de gustos y de disgustos, y como el gusto que no ha salido de Mí no es duradero, muchas veces los gustos se convierten en disgustos, y por eso se notan tantas variaciones de carácter, ahora demasiado triste, ahora demasiado alegre, ahora todo iracundo, en otra ocasión todo afable, es el vacío que tiene de Mí en el alma lo que le da tantas variaciones de carácter, nada semejante al mío, que soy siempre igual y jamás me cambio. Ahora, ¿sientes tú algún gusto de lo que existe acá abajo? ¿Por qué temes que haya algún mal en ti, por el cual Yo desagradado me oculte? Donde estoy Yo, males no puede haber».
Y yo: «Amor mío, yo no siento tomar gusto de ninguna cosa, por cuan buena fuera, y además Tú lo sabes mejor que yo, ¿cómo puedo sentir gusto por otras cosas, si la pena de tu privación me absorbe, me amarga hasta la médula de los huesos, me hace olvidar todo, y sólo me está presente y fijo en el corazón el clavo de que estoy privada de Ti?»
Y Jesús: «Y esto te dice que eres mía y que estás llena de Mí, porque el gusto tiene este poder: ‘Si es gusto mío transforma a la criatura en Mí, si es gusto natural la envuelve en las cosas humanas, si es gusto de pasiones la arroja en la corriente del mal. El gusto parece que sea cosa de nada, sin embargo no es así, es el acto primero, o del bien, o del mal, mira cómo es así: Adán, ¿por qué pecó? Porque separó su mirada del atractivo divino, y en cuanto Eva le presentó el fruto para hacerlo comer, miró el fruto y la vista sintió placer al mirarlo, el oído sintió deleite al oír las palabras de Eva, de que si comía el fruto se volvería semejante a Dios, la garganta sintió gusto al comerlo, así que el gusto fue el primer acto de su ruina. Si en cambio hubiese sentido desagrado al mirarlo, aburrimiento, fastidio al oír las palabras de Eva, disgusto al comerlo, Adán no habría pecado, más bien habría hecho el primer acto heroico en su vida, resistiendo y corrigiendo a Eva por haber hecho eso, y él habría permanecido con la corona imperecedera de la fidelidad hacia Aquél a quién tanto debía y que tenía todos los derechos de su sujeción. ¡Oh! cómo se necesita estar atento sobre los diversos gustos que surgen en el alma, si son gustos puramente divinos, darles vida; si son gustos humanos o de pasiones, darles la muerte, de otra manera hay peligro de precipitarse en la corriente del mal».
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16-20 Septiembre 9, 1923
La Divina Voluntad es infierno para el demonio, y él la conoce sólo para odiarla.
(1) Me sentía con un cierto temor todavía, ¿quién sabe si no fuera mi adorable Jesús quien se dignara hablarme, manifestándome tantas sublimes verdades, especialmente sobre la Voluntad Divina, sino el enemigo para arrastrarme al engaño, y mientras parece que con tantas verdades me eleva en alto, luego me precipitará en el abismo. Y decía entre mí: “Jesús mío, líbrame de las manos del enemigo, yo no quiero saber nada, lo único que me interesa es salvar mi alma”. Entonces el bendito Jesús, moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, ¿por qué temes? ¿No sabes tú que lo que menos sabe de Mí la serpiente infernal es de mi Voluntad? Porque no quiso hacerla, y no haciéndola ni la conoció ni la amó, mucho menos penetró en los secretos de mi inescrutable Querer para conocer sus efectos, el valor de mi Voluntad, y si no los conoce, ¿cómo puede hablar de Ella? Más bien la cosa que más aborrece es que el alma haga mi Voluntad; a él no le importa si el alma reza, si se confiesa, si comulga, si hace penitencia, si hace milagros, sino la cosa que más lo daña es que el alma haga mi Voluntad, porque en cuanto se rebeló a mi Voluntad fue creado en él el infierno, su estado infeliz, la rabia que lo corroe, así que mi Voluntad es infierno para él, y cada vez que ve al alma sujeta a mi Querer, conocer los méritos, el valor, la santidad de Ella, se siente duplicar el infierno, porque ve en el alma crear el paraíso, la felicidad, la paz por él perdidas; y por cuanto más mi Querer es conocido, tanto más queda atormentado y furibundo. Por tanto, ¿cómo te podría hablar de mi Querer si forma su infierno? Y si te hablase, sus palabras formarían en ti el infierno, porque él conoce mi Voluntad sólo para odiarla, no para amarla, y lo que se odia no lleva nunca la felicidad, la paz, y además, su palabra está vacía de gracia, por lo tanto no puede conferir la gracia de hacer mi Voluntad”.
12-89 En el edén terrestre tuvo acceso el enemigo y fue cometido el primer pecado, en el edén divino está cerrada la entrada al demonio, a las pasiones, a las debilidades, más bien el demonio no quiere entrar sabiendo que mi Querer lo quemaría más que el mismo fuego del infierno, y sólo al sentir su sensación huye; y darás principio a los primeros actos en modo divino, los cuales son inmensos, eternos e infinitos, que abrazan todo y a todos”.
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COMO HACER USO de los bienes:
(1) 11-38 Hija mía, ¿quieres saber el porqué? Heme aquí para contentarte. Primero, al alma para hacerla toda mía, para vaciarla de todo lo sensible y ponerle todo lo celestial, lo divino, la alejo aun de la necesidad del alimento, de modo que casi no tiene necesidad de éste, así que encontrándose en estas condiciones, toca con la mano que sólo Jesús basta, que nada más le es necesario, y el alma se eleva a lo alto, desprecia todo, no se preocupa de nada, su vida es celestial. Después de haberla fundado bien por años y años, no teniendo Yo más temor de que lo sensible le lleve la sombra de las impresiones, porque después de haber gustado lo celestial es casi imposible que el alma guste los desechos, el estiércol, Yo entonces la restituyo a la vida ordinaria, porque quiero que mis hijos tomen parte en las cosas creadas por Mí por amor de ellos según mi Voluntad, no según la de ellos, y es sólo por amor de estos hijos que estoy obligado a alimentar a los otros; y no sólo esto, sino que es para Mí la más bella reparación por todos aquellos que no usan de las cosas naturales según mi Voluntad, el ver a estos hijos celestiales tomar las cosas necesarias con sacrificio, con desapego y según mi Voluntad. ¿Cómo quieres decir tú que por esto hay maldad en ti? Nada en absoluto, ¿qué mal hay en el tomar un poco de más o de menos en mi Voluntad de lo que no es sino escoria? Nada, nada. En mi Voluntad nada puede haber de mal, sino siempre bien, hasta en las cosas más indiferentes”.
LA DESTRUCCIÓN DEL YO.
Lo primero que necesitamos intentar saber es qué es el yo. ¿Qué concepto tienen ustedes del “yo”? Cuando nos preguntan ¿quién eres? Respondemos con el nombre, el apellido, edad, profesión, domicilio, etc. cómo es nuestro carácter, etc.
Somos creados a imagen y semejanza de Jesús. En el momento que Dios creó al hombre, si recordamos las escrituras, le dice a Luisa “le dimos Vida Divina, vida humana, Voluntad Divina unida a la voluntad humana, para manejar a un hombre-dios. Nos podemos incluir porque somos creados a imagen y semejanza de Jesús.
¿Jesús tendrá un yo? Él es el YO SOY. No tiene ninguna dependencia con el mundo exterior. Todo Él es Él mismo, todo viene de Él, todo lo formó Él. Él es la sustancia, el principio de todo y de todos nosotros. No tiene ninguna interferencia en conocerse a sí mismo. Es el único ser que puede decir que se conoce a sí mismo. Puede decir YO SOY (el Yo Soy de los judíos). Él habla muchas veces de Yo SOY, pero no lograron entenderlo y, si lo entendieron, era para atacarle.
Si entendemos que fuimos creados como Jesús, el ser humano es concebido con Voluntad Divina, Vida Divina formando la vida de la persona, por tanto, el Yo de Adán es igual al Yo Soy de Dios, se lo compartían, pero en Adán no era por naturaleza.
Había un don, de los que se perdieron, que era el don de la unidad con Dios. El ser humano tenía el Yo Soy como propiedad. Había otro don que era el de la ciencia infusa, el conocimiento de todas las cosas creadas y la relación que estas cosas tienen con Dios y para qué servían las cosas creadas, sus cualidades. Esta ciencia se pierde con la desobediencia. Así que tenemos un hombre creado con la misma imagen de Dios, de Jesús, que no tiene ninguna duda de quién es, de cómo es.
La Vida Divina se va con el pecado, lo mismo que los dones. Se queda sólo la voluntad humana. El hombre pierde la Ciencia Infusa, no tiene conocimiento de Dios, tampoco de quien es él. Se queda sin la parte fundamental, la Vida Divina en él. Se resquebraja el interior psíquico de Él. Se enfrenta con un mundo hostil a él ya que el mundo no reconoce que aquel ser es aquel a quien tenía que servir. Toma a aquel ser como extraño.
El hombre no permanece en la Voluntad de Dios. La Creación sí permanece, por eso ve a hombre como a un ser hostil. Por eso ahora tiene que trabajar “con el sudor de su frente”
Ahí comienza Adán a conocer el mundo a través de sus atributos, a darse cuenta de que hay cosas nocivas, otras más útiles, etc. Empieza a aprender a manejar todo su entorno y empieza a tener conciencia de sí mismo, pero distorsionada, ya no es a imagen y semejanza de Jesús. Empieza a tener una idea errónea de lo que es él. Empieza a querer olvidar las experiencias dolorosas, a aficionarse a algunas cosas. El instinto se vuelve algo muy fuerte. Al no tener el orden en él, el instinto toma las riendas. Empieza a fraccionar cosas en él, por un lado cosas que le son útiles, otras que le son necesarias, otras que no y decide guardar en el subconsciente las cosas que le son dañinas en el aspecto moral, espiritual y material y las esconde en el inconsciente, pero están dentro del hombre. Se va formando una nueva personalidad, pero nada que ver con lo que Dios había creado, de lo que íbamos a ser y del entorno. El entorno ya no puede manejarlo y empieza a indagar medios y maneras para controlar ese mundo.
Ya no tiene conocimiento de sí mismo. Ya no lo tiene. Se queda como un animal racional. Su punto fuerte había sido la unión con la Voluntad Divina.
Entonces a la pregunta, ¿quién eres? Sólo sabemos dar el nombre, apellidos… alto/bajo.. empezamos a describirnos, cómo nos sentimos, lo que hemos estudiado, lo que hemos logrado, de dónde somos, el trabajo, si somos alegres o tristes, etc. Si nos damos cuenta estamos describiendo cosas que le gustan al YO, cosas que vemos. Estás describiendo lo que estás viendo de ti. Todo lo que podamos decir de nosotros es lo que podemos ver. ¿Quién lo ve?. Yo nunca me puedo ver a mí misma.
Al “yo” verdadero nunca lo puedo ver. Describo lo que el yo ve, pero no puedo describir al “yo” verdadero. Como un espectador de mi propia persona, nunca me alcanzo a ver yo, confundo lo que veo con lo que SOY. Entonces, a mi verdadero yo no lo conozco (y menos al de los demás)
Hay atributos de mí que heredo y forman mi temperamento y mi forma de reaccionar ante el mundo exterior. Según esto hay categorías de temperamentos: flemático, colérico, sanguinario y melancólico. Lo más normal es que de un padre colérico, el hijo herede esas características o formas de reaccionar hacia el mundo exterior. Luego se añaden las costumbres, la cultura, la tradición, la educación, etc.. Eso sería la manita de pintura que se le da al temperamento y se llama carácter. Si imaginamos un tabique hecho de ladrillos, el tabique sería el temperamento, y luego si yo lo decoro con pintura, o con otras cosas, el resultado sería el carácter de la persona, pero en el fondo queda el temperamento (colérico, flemático, sanguinario o melancólico).
Cuando nos definimos a nosotros mismos, estamos describiendo el exterior, lo que nos gusta, lo que me conviene. No estoy describiendo mi yo. Estoy confundiendo mi yo que veo con el yo que soy. El yo que soy nunca lo podremos encontrar porque está fragmentado. Es decir, tiene fragmentada la parte divina porque fuimos creados con Voluntad Divina, y sin esa parte no tenemos un conocimiento del yo. Tantos problemas de identidad, existenciales.. tanto psicólogo.. Nuestro conocimiento del yo nunca lo podremos tener, porque va unido a esa cualidad que hemos perdido (la Vida Divina). El mundo espiritual lo veo alejado, por eso veo a Dios alejado de mí y a un Dios al que tengo que recurrir con prácticas externas. Tengo que ir poco a poco acercándome a algo que no siento sensiblemente.
Para encontrar el propio yo, para empezar a recobrar tu identidad, hay que añadir esa parte que te falta. Es como si a un coche le quitas el carburador. Lo llevas a arreglar, pero si no le pones el carburador o las piezas que le faltan, no va a funcionar.
Lo que tenemos que hacer es matar al yo ficticio que hemos formado. Ir quitando los espejismos que tenemos del yo. ¡Eso no soy yo! es algo que me gusta, que practico, pero no soy yo. El desengaño del yo es un don.
Hay que practicar la fe. Cuando la fe nos inunde por todos lados. (la Fe es Dios) nos va a conceder tres gozos espirituales:
1.- Penetrar las cosas de Dios con claridad
2.- Fastidio de todo lo que antes me llamaba la atención
3.- Desapego total de todo
El yo ficticio se va a quitar. Ya no es el yo al que le gustaba la música, el golf, adicto al trabajo, etc.. Ya no soy el yo que tiene todo basado en la familia, en las comidas, en las compras, etc. En la medida en que Dios va entrando en ti, el yo verdadero se va revelando.
Pregunta: ¿Es regla directa que a medida que el yo-ficticio va cayendo, el yo-auténtico va apareciendo, o no necesariamente?
Salvador: No necesariamente, porque aquí es en la medida que Dios va entrando en ti o sea, qué tanto Dios entró en ti, es tanta la unidad que tienes contigo misma.
El yo verdadero es cuando la Vida Divina y la Voluntad Divina empiezan a formar parte integral de la persona. Cuando no sea por conocimiento o por fe, sino una realidad.
Pregunta: Entonces, cuando ya se hace Vida Divina o cuando se está funcionando con el préstamo del don ¿va poco a poco?
Salvador: En el momento en el que tienes el préstamo tienes la integridad porque no podrías hacer un acto divino si no lo tuvieras como fundido en ti, pero eso te va preparando poco a poco , por eso Jesús dice que Él se quedó en la Eucaristía, para irnos preparando para su Reino, nos va acostumbrando a su presencia en nosotros y la Eucaristía debería de ser todo un momento en el que estuviéramos fusionados con este Jesús que acaba de entrar en nosotros aunque sea por pocos instantes, y por eso dice que si tuviéramos consciencia de lo que estamos recibiendo en el momento de la Comunión, sentiríamos un fuego interno que nos quemaría y que incluso los males físicos desaparecerían, porque estaríamos entrando en esa unidad con nuestro Creador y estaríamos entrando en esa unidad para volvernos nosotros mismos, que es lo que decía Benedicto XVI “El día que el hombre adopte la voluntad de Dios como propia, ese día el hombre llega a ser él mismo, y se hace divino”
Entonces éste es el punto, llegar a ese momento de la fusión con Él, cosa que se ha logrado en parte, pero aun no llega a la total fusión en Él ni a la de la Voluntad Divina como propia, sino que se ha llegado simplemente a la unión de voluntades, a la conformidad de voluntades por ejemplo con San Juan de la Cruz, Conchita Cabrera de Armida, etc. pero no es fusión todavía. Sin embargo ya están muy cerca de lograrlo y por eso es que ellos todavía tienen dudas, momentos de oscuridad, porque no están totalmente conformados en la Vida Divina.
Por el contrario la Virgen es el modelo perfecto de lo que el hombre debería de haber sido. Por tanto este modelo de lo que el hombre debería de haber sido es la Virgen teniendo un conocimiento total, pleno desde el momento de su concepción de quién es ella, de quién es su Hijo, de cuál es la misión de ella, cuál es la misión de su Hijo y sobre todo qué quiere el Padre de ellos, porque la misma Voluntad del Padre es la misma Voluntad de ellos. En ese momento la persona llega a hacerse una con Dios, y entonces María podría haber dicho: Yo soy.
Pregunta: Poco a poco la persona llega en la medida en que esa VD es parte del ser ya, la persona llega a decir con el Señor, Yo Soy?
Salvador: Así es.
Pregunta: Esa es la verdadera naturaleza que desconocemos o la verdadera esencia del auténtico yo?
Entonces vamos entendiendo cuando Jesús habla de destruir el yo, cuando dice, ahora vamos a los hechos y ahora no se trata de quitar el mundo exterior, sino se trata de destruir tu yo. No se refiere a la destrucción del “yo” que se va a unir al “yo” de Él, es destruir el “yo” que veo, porque lo que yo veo es a todo lo que yo me he aficionado durante toda mi vida, entonces, yo pienso que soy esto, yo pienso que soy aquello, a mí me gusta esto, o sea voy quitando lo mío, y por eso es que vivir en la DV aparte del cambio de vida, Jesús nos dice, es también un cambio de temperamento. Ahora ya no vas a tener un temperamento heredado de la parte física, de la parte materna o paterna que te domina, ahora vas a tener Mi temperamento
Pregunta: antes de que sigas con cual es el temperamento de Jesús, entonces, para destruir este yo-ficticio en DV sería un continuo estar atento a meterte en los actos, a hacerlo tuyo, en fin, a estar atento a Jesús continuamente para que vaya desapareciendo, porque uno dice, ¿cómo destruyo yo todo a lo que me aficionado por dentro y por fuera? Para que ello vaya muriendo, hay que quitar los ojos de lo que uno siente, para estar siempre atento a Jesús, en sus actos, a Dios en sus actos. ¿Sería esa la manera mejor para destruir este yo?
Salvador: No pongas tu vista en los actos de Jesús. Pon tu vista en que es Jesús el que va a estar en tus actos, es más sencillo.
A Jesús le gustaría ir a un antro? No. Mejor entonces, pon a Jesús en tu acto y eso es más sencillo. María se pondría un bikini?
Pregunta. La dificultad que yo veo aquí es de las cosas santas, las cosas del bikini, ir al antro.. lo tenemos claro, pero, ¿cómo saber realmente que el apostolado que estamos haciendo le agrada a Jesús? porque yo puedo decir: es Jesús que viene conmigo a rezar la D Misericordia, o es Jesús que va conmigo a predicar?
Porque a veces esas cosas santas pueden salir de nuestra voluntad humana
Salvador: Totalmente de acuerdo y eso también es muy sencillo. A ver, ¿Iría Jesús a gritar y a bailar Aleluia! Aleuia!? Se lo imaginan levantando los brazos y bailando? Se imaginan a Jesús y María haciéndole una novena a San Judas Tadeo?
Hay que entender esto. Todas las devociones, todas las prácticas están hechas con la finalidad de agradarle a Él, todas. No son malas, lo que decimos es que son un acercamiento, no es un distintivo definitivo de estar con Él. Cuando yo voy, me acerco a los Carismáticos, para pedir el Espíritu Santo, no me acerco porque llevo en mí el Espíritu Santo, sino me acerco para pedirle que venga, para pedirle que me de dones, inteligencia, y me abra la mente para comprenderlo, para acercarme más a Él, pero eso ya no lo haría el E. S. Yo no me imagino al E. S. chillando, gritando y diciendo: Ven Espíritu, ven, ven. Ya lo tienes en ti!!
K: Y tenemos que creer que lo tenemos, no?
S: Por supuesto, por eso es que esos gozos espirituales que dijimos, el fundamento de esos gozos es la FE. Debemos tener la fe total, completa de que esto es una realidad, de que esto no es una cosa ficticia que puede llegar a ser. No, no, esto ES. El día que yo tenga esto como hecho, como es, ese día todo lo demás va a desaparecer, todos los gustos, porque son gustos, son apegos, todo lo que hacemos para acercarnos a Dios lo estamos haciendo desde nuestro gusto. ¿Qué devoción es mejor? La de San Carlos o la de Santa Margarita? La que a mí me gusta. No hay una mejor para acercarse, es la que a mí me gusta. Por lo tanto no es lo que Dios quiere, es lo que yo quiero.
¿Qué orden es mejor, los carmelitas, los jesuitas, los franciscanos? La que le guste al que se quiera meter ahí.
Los santos han tenido este acercamiento a Dios en práctica de virtudes, o sea están incorporando en ellos toda una vida de imitación a Jesús, una vida Eucarística, de unión con este Jesús que se nos da continuamente pero no llegaron a la fusión con Jesús. Dios no lo había dado todavía, no era el momento.
Volvemos al tema de la destrucción del yo
El yo que estamos conociendo no es el yo verdadero. El yo que yo tengo es ficticio, es un yo fantasma. Por lo tanto, ¿qué tengo que ir haciendo para quitar esto? ir supliendo la parte que me agrada de este yo, lo que yo estoy viendo lo tengo que ir supliendo con lo que Jesús me va enseñando.
Cuando yo empiezo a entender, cuando yo empiezo a penetrar en las verdades, Él me va alimentando, voy viendo la grandeza de lo que es Dios, voy viendo la grandeza de lo que Él quiere darme. Voy entendiendo todo lo que Él es y eso me va poco a poco acercando cada vez más a Él, y eso me va ampliando mi deseo hacia Él, empiezo a sentirme atraído hacia Él y las demás cosas empiezan a quedar un poco relegadas. La destrucción del yo la puedo hacer de dos formas:
- De una forma violenta, que es por medio de las virtudes, la destrucción cruenta de mi yo ficticio, que es renunciando por medio de las virtudes a todo lo que a mí me gusta o mejor lo que me separa de Dios.
- El camino del Amor es que me ha enseñado Jesús, como si nos dijera: entérate de lo que yo quiero, entérate de quién soy y enamórate de mí y yo te voy a ir dando Gracias, te voy a ir dando dones. No me deja solo ¿Qué son las gracias y los dones? Son como los gustos por lo divino. Porque en realidad no nos gusta lo divino. Si a una persona del mundo, normal, le hablas de lo divino, al poco te dice que cambies de tema, no? Por lo tanto nos tienen que dar una ayuda y esa ayuda es el gusto divino, y eso es lo que
hemos oído que Jesús nos da como Gracias, que necesitamos Gracias grandes para entender una Voluntad Divina obrante en la criatura.
Pregunta: El don de la DV comienza con pequeñas gracias?
Salvador: Con grandes Gracias, grandes Gracias. Las pequeñas gracias son las habituales que tenemos, que Dios da a todos, pero cuando empezamos a caminar en este ambiente de la DV son grandes Gracias para empezar a entender esto. Esto que estamos hablamos lo oye un psicólogo y nos manda al manicomio, se acabó su trabajo! estamos destruyendo toda la teoría de la psique, del yo, del super ego. Todo esto que se ha ido conformando poco a poco pero que no es más que el desconocimiento de lo que somos. Estamos partiendo de un hombre fragmentado, estamos partiendo de un hombre que es incapaz de conocer, de comprender, de manejar su entorno, por lo tanto tenemos que ir creando ideas, fantasías para irme explicando lo que pasa en mí y esta es la necesidad porque aquí voy a entrar en otro rubro que es muy difícil el poderlo comprender.
Todos los daños, todas las cosas que necesitan sanarse, que necesitamos liberarnos de ello son yos-ficticios que se van incrustando en nuestro interior.
Todos los daños, todos los males, todas esas mentiras, bueno, dicen que se escribe una mentira en nuestro interior, que el demonio escribe una mentira, por ejemplo el odio al padre, a la figura del padre y que por eso algunas personas no se pueden acercar o tener cierta devoción al Padre Celestial, porque ven en ese Padre Celestial la figura del padre terreno y que por eso necesitan sanarse, bueno sí y no. Sí desde el punto de vista humano es necesario una sanación, si desde el punto de vista humano se necesita hacer todo un taller de perdón y, a la larga, vamos a acabar con el famoso dicho: “Perdono pero no olvido” pero eso no es nuestra finalidad, porque ahí queda arraigada mi voluntad humana, con mi inteligencia humana, con mi memoria humana, por lo tanto es mi alma la que queda arraigada todavía a aquello, dolida por aquello y eso no me va a permitir nunca llegar a mi yo, que mi yo es la unión con la Vida Divina, ése es mi verdadero yo, cuando ese yo mío lo pueda identificar con Jesús. Por eso San Juan nos dice que “lo que vamos a ser no lo conocemos, pero que cuando lo veamos (a Jesús) tal cual es, entonces sabré lo que debo ser porque lo veré tal cual es”. Carta de San Juan.
Ahora lo vamos a traducir en lenguaje normal, ¿Qué necesita este yo que ve fantasmas de yos para conocerse? Necesita un espejo. Si no hubiera espejos, si no hubiera vidrios, si no hubiera charcos de agua, nada de esto en el mundo, no sabríamos cómo somos, no nos veríamos. Entonces, ¿qué necesito para verme? Un espejo. ¿Quién es el espejo del yo-verdadero? Jesús. Mi espejo es Jesús. En el momento en que yo tenga a Jesús completo enfrente de mí voy a decir, ahhh ¡ese soy yo! Cuando suceda eso, habrá también un intercambio de temperamento. Ahora ya no actuaremos con lo nuestro porque la Voluntad Divina se manifiesta en Vida Divina. Es necesario el intercambio de temperamento ¿Cuál es el temperamento de Jesús? Jesús no tiene un temperamento, tiene atributos divinos, en cada situación Jesús va a responder a través de sus atributos. Aquí usará la Bondad, allí la Belleza, allí la Sabiduría, donde tendrá que ser justo usará la Justicia y eso es lo mismo que va a suceder en nosotros, vamos a tener en nosotros todos los atributos divinos para que sea la Voluntad Divina la que los esté moviendo, por lo tanto, todas nuestras acciones responderán con un atributo divino a la situación que se esté presentando y no con el temperamento propio. Por eso es que en ese momento, ahora sí, ya tengo mi verdadero yo, ya me veo por primera vez, ya no veo lo exterior, ya no son fantasmas del yo, este yo es mi verdadero yo, es Jesús.
-Pregunta: perdón, entonces, a través del cambio de voluntades, o sea cuando hacemos intercambio de voluntad, llego a tener todos los atributos Divinos?
-Salvador: Cuando llegues a tener la Vida Divina, ya como tuya, o sea cuando ya te sea concedido el don de la Vida Divina – y eso depende de la disposición de cada uno, depende de qué tanto estemos dispuestos a renunciar a esos yos-ficticios nuestros. Ese yo-ficticio que he pensado que es mi yo verdadero es esclavitud! Somos esclavos. Yo soy esclavo del futbol, soy esclavo del trabajo, porque me gusta, porque ese soy yo, soy esclavo de la familia porque la finalidad de mi vida es la familia, soy esclavo del vicio, etc. el yo-que yo veo es esclavitud, yo-verdadero, es el yo-soy, es libertad, porque ya no estoy atado a nada, ya estoy libre de todo y puedo espaciarme en todos lados, sin tener que estar pensando cómo actuar, actúo como Dios, porque es Dios mismo en mí que está respondiendo a todo lo que me sucede.
Pregunta: Ven Jesús a vivir en mí, en cada momento, y al final Él lo logrará? S: Claro en la medida en la que nos esforcemos.
Entonces, esto de hablar de la destrucción del yo, hay que tener presente que no se trata de anularlo. Se trata de anular todo lo que es ficticio, todo lo que es fantasma, Ver, entender que en el fondo, ese no soy yo. Nos tenemos que reconocer en Jesús.
Hay una lectura, 3-87 “El alma debe reconocerse en Jesús, no en sí misma”
Dice: “Hija mía, lo que quiero de ti es que no te reconozcas más en ti misma, sino que te reconozcas solamente en Mí; así que de ti no te recordarás nada, ni tendrás más reconocimiento de ti, sino te recordarás de Mí, y desconociéndote a ti misma adquirirás sólo mi reconocimiento, y a medida que te olvides y te destruyas a ti misma, así avanzarás en mi conocimiento y te reconocerás solamente en Mí”
8-60 Sobre la comunión: “Para estrecharte más íntimamente conmigo hasta llegar a perder tu ser en Mí. Yo me transfundo en el tuyo”
En 11-41 “ Estoy aquí dentro de ti, si quieres reconocerte ven en Mí, y dentro de Mí ven a reconocerte; si vienes en Mí a reconocerte te pondrás en el orden, porque en Mí encontrarás tu imagen hecha por Mí y semejante a Mí, encontrarás todo lo que se necesita para conservar y embellecer esta imagen y viniendo a reconocerte en Mí, reconocerás también al prójimo en Mí, y viendo cómo te amo a ti y cómo amo al prójimo, te elevarás al grado del verdadero amor divino, y todo, dentro y fuera de ti, las cosas tomarán el verdadero orden, que es el orden divino. En cambio si te quieres reconocer dentro de ti, en primer lugar no te reconocerás en verdad, pues te faltará la luz divina; en segundo lugar, todas las cosas las encontrarás en desorden y reñirán entre ellas; la miseria, la debilidad, las tinieblas, las pasiones y todo lo demás, será el desorden que encontrarás dentro y fuera de ti, que no sólo te harán la guerra a ti, sino también entre ellas para ver cuál te hace más mal, e imagínate tú misma en qué orden te pondrán al prójimo. Y no sólo quiero que debas reconocerte en Mí, sino que si quieres recordarte de ti debes venir a hacerlo en Mí, de otra manera si quieres recordarte de ti sin Mí, harás más mal que bien”
Esto es exactamente lo que hemos estado tratando de explicar.
Todo lo que yo creo que es real de mí, es espejismo es total y absoluta mentira. Es lo que yo veo pero desde dentro de mí, sin conocerme a mí, por lo tanto estoy perdido y por eso es que me aficiono a las cosas de afuera. En el momento en que yo entienda quien soy, en ese momento lo que esté fuera perderá importancia y no tendré que hacerme fuerza para renunciar a todo lo que creo que soy yo, porque ahorita tenemos que hacernos mucha fuerza para renunciar a lo que creo que soy yo, y decimos siempre, así soy yo, es que ese soy yo.. perdón, pero te has equivocado, ése no eres tú.
Pregunta: cuando Jesús dice “y vosotros haréis cosas mayores que yo”, a qué se refiere?
R: ¿Quién hizo cosas mayores, el Padre o el Hijo? El Padre dio todo, creó todo, pero en pensamiento, en materia prima, en idea. El que lo llevó a cabo fue el Hijo. La Palabra fue el Fiat. El Verbo Eterno, Jesús hizo cosas mayores. El Padre creó todo a través de la Palabra, a través de Jesús. El Padre da todo, el Hijo da vida, crea todo, es el que hace el trabajo y vive la vida de todos.
Conclusión: el yo, eso que nosotros vemos de nosotros no es real. No somos nada, esa es la nada a la que Jesús quiere que lleguemos.
¡¡¡Feliz muerte a mi yo!!!
(De un encuentro que se mantuvo con el Dr. Salvador Thomassiny)
Se contemporiza con el mundo, la carne y el demonio porque se quiere algo para sí. No hay total entrega. La entrega de Jesús es ahora nuestra. Podremos ir entregándonos completamente en la medida que el amor de Dios, su entrega nos atrapa, nos arrebata, nos enamora. Esta es la llave para poder darlo TODO.
Continuando donde lo dejamos hablando de los gustos propios (que no nos dio tiempo a terminar). Entonces, si los gustos propios hacen que el semáforo se ponga en rojo, qué es lo que voy a degustar? No puedo tener preferencias de gustos?
15-27…¡Oh! cómo se necesita estar atento sobre los diversos gustos que surgen en el alma, si son gustos puramente divinos, darles vida; si son gustos humanos o de pasiones, darles la muerte, de otra manera hay peligro de precipitarse en la corriente del mal».
En su Voluntad no hay gustos particulares
11-3 Febrero 14, 1912 Jesús dice que en su Voluntad, todas las cosas tienen el mismo valor y habla de su Voluntad.+
(1) Continuando mi habitual estado, mi siempre amable Jesús ha venido y le he dicho: “Dime, ¡oh! Jesús, ¿cómo es que después de que has dispuesto al alma a sufrir, y de que ella conociendo el bien que hay en el sufrir, ama el sufrir y sufre casi con pasión, y cuando cree que su patrimonio es el sufrir, en lo más bello Tú le quitas este tesoro?”
(2) Y Jesús: “Hija mía, mi Amor es grande, mi régimen es insuperable, mis enseñanzas son sublimes, mis instrucciones son divinas, creadoras e inimitables;entonces, para hacer que todas las cosas, sean grandes o pequeñas, sufrir o gozar, naturales o espirituales, adquieran un solo color y tengan un solo valor, permito que cuando el alma se ha adiestrado a sufrir y llega a amarlo, Yo le hago pasar el sufrir como propiedad en la voluntad, así que cada vez que Yo le mande el sufrir, teniendo la propiedad, las disposiciones en la voluntad, se encontrará siempre dispuesta a sufrir y a amar el sufrimiento.
Así que Yo miro las cosas en la voluntad, y entonces es para el alma como si siempre sufriera, a pesar de que no sufra; y a fin de que el gozar tenga el mismo valor que el sufrir, y el rezar, el obrar, el comer, el dormir, en suma, todo, porque el todo está en si las cosas son de mi Voluntad;
para hacer que cualesquiera que sean las cosas tengan un solo valor, permito que el alma se adiestre a todas las cosas en mi Voluntad con santa indiferencia. Así que para el alma parece que mientras Yo le doy una cosa, luego se la quito, pero no es verdad, más bien es que en un principio, cuando el alma no está bien adiestrada, siente la sensibilidad en el sufrir, en el rezar, en el amar, pero cuando con el adiestrarse pasan como propiedad en la voluntad, cesa la sensibilidad, pero al llegarle la ocasión de tener necesidad de servirse de estas propiedades divinas que le he hecho adquirir, con paso firme y con ánimo imperturbable se pone a ejercitarse en la ocasión que se presenta , como por ejemplo: ¿Se presenta el sufrir? Entonces encuentra en ella la fuerza, la vida del sufrir; ¿debe rezar? Encuentra en ella la vida de la oración, y así de todo lo demás”.
4.- …Jesús ha continuado: “En mi Voluntad todas las cosas se dan la mano entre ellas, todas se asemejan, todas están en sumo acuerdo, así que el sufrir da su lugar al gozar y dice: “He hecho mi parte en la Voluntad de Dios, haz ahora la tuya, y sólo cuando Jesús lo quiera me pondré de nuevo a obrar”. El fervor dice a la frialdad: “Tú serás más ardiente que yo si te contentas con estar en la Voluntad de mi eterno Amor”. Y así la oración al trabajo, el sueño a la vigilia, la enfermedad a la salud, todas, todas las cosas entre ellas, parece que una cede su puesto a la otra para estar en acto, pero todas tienen su puesto distinto. Además, quien vive en mi Voluntad no es necesario que haga el camino para ponerse en actitud de hacer lo que Yo quiero, sino que como cable eléctrico se encuentra ya en Mí haciendo lo que Yo quiero”.
8-38 Junio 22, 1908 La Divina Voluntad triunfa sobre todo.
(1) Esta mañana me sentía muy oprimida por la privación de mi adorable Jesús, y decía entre mí: “No puedo más, ¿cómo puedo vivir sin mi Vida? ¡Qué paciencia se necesita sin Ti! ¿Cuál será la virtud que podrá inducirlo a venir?” Mientras estaba en esto, ha venido y me ha dicho:
(2) “Hija mía, la virtud que triunfa sobre todo, que conquista todo, que allana todo, que endulza todo, es la Voluntad de Dios, porque ésta contiene tal potencia que no hay cosa que pueda resistirle”.
(3) Mientras esto decía aparecía ante mí un camino todo lleno de piedras, de espinas y de montes escarpados. Todo esto, puesto en la Voluntad de Dios, con su potencia las piedras quedaban pulverizadas, las espinas cambiadas en flores y los montes allanados, así que en la Voluntad de Dios todas las cosas tienen un solo aspecto, todas toman el mismo color. ¡Sea siempre bendita su Santísima Voluntad!
+ + + +
7-13 Abril 29, 1906
El alma vacía de todo es como el agua que corre siempre.
(1) Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús, llenando todo mi interior de Sí mismo me ha dicho:
(2) “Hija mía, el alma vacía es como el agua que corre siempre, y sólo se detiene cuando llega al centro de donde ha salido; y así como el agua que no tiene color puede recibir en sí todos los colores que en ella se reflejen, así el alma vacía, corre siempre hacia el centro divino de donde salió, y sólo se detiene cuando llega a llenarse toda, toda de Dios, porque estando vacía nada se le escapa del Ser Divino, y como no tiene color propio recibe en sí todos los colores divinos. Ahora, sólo el alma vacía, porque está vacía de todo, comprende las cosas según la verdad, por ejemplo: la preciosidad del sufrir, el verdadero bien de la virtud, la sola necesidad de lo eterno, porque para amar una cosa es de absoluta necesidad que se odie la cosa contraria a la que se ama, y sólo el alma vacía es la que llega a tanta felicidad”.
17-48 ….Porque para vivir en Ella no hay términos medios, vidas a mitad de virtudes y vicios, sino que es necesario sacrificar todo para convertir todas las cosas en Voluntad de Dios; la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros
Los frutos (algunos) de este vivir según los gustos propios:
Descontentos:
Marzo 24, 1913Jesús es el contento de los contentos.
(1) Sentía un cierto descontento por las privaciones de mi siempre amable Jesús, y Él en cuanto ha venido me dijo:
(2) “Hija mía, ¿qué haces? Yo soy el contento de los contentos; estando en ti y sintiendo algunos descontentos vengo a reconocer que eres tú, y por lo tanto no me reconozco solo en ti, porque los descontentos son parte de la naturaleza humana, no de la divina, mientras que mi Voluntad es que lo humano no exista más en ti, sino sólo mi Vida Divina”.
(3) Agrego que pensaba entre mí en la dulce Mamá, y Jesús me ha dicho:
(4) “Hija mía, a mi querida Mamá nunca se le escapó el pensamiento de mi Pasión, y a fuerza de repetirla se llenó toda, toda de Mí. Así sucede al alma, a fuerza de repetir lo que Yo sufrí viene a llenarse de Mí”.Curiosidad:
12-160
Abril 23, 1921El Amor de Dios triunfará sobre todos los males de las criaturas.
Dios mirará los actos de las criaturas a través de los actos del alma hechos en el Divino Querer.(1) Paso días amarguísimos, mi siempre amable Jesús se ha casi eclipsado. ¡Qué pena, qué desgarro! Siento mi mente más allá de las estrellas, en su Voluntad, y que quisiera tomar este Santo Querer y hacerlo bajar en medio de los hombres y darlo a cada uno como vida propia. Mi pobre mente se debate entre el Querer Divino y el querer humano de todos, para hacer de ellos uno solo. Ahora, estando en lo sumo de la amargura, mi dulce Jesús apenas se ha movido en mi interior, y sacando sus manos ha tomado las mías en las suyas, y en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, ánimo, vendré, vendré, tú no te ocupes de otra cosa que de mi Querer; dejemos a un lado la tierra, se cansaran en el mal, por todas partes irán sembrando terrores, espantos y matanzas, pero llegará el fin, mi amor triunfará sobre todos los males de ellos, por eso tú extiende tu querer en el mío, el cual como un segundo cielo, con tus actos vendrás a extenderlo sobre la cabeza de todos, y Yo miraré los actos de las criaturas a través de tus actos divinos, divinos porque todos parten de mi Querer, y obligarás a mi Querer Eterno a descender por debajo de las esferas celestiales para triunfar sobre la maldad de la voluntad humana, por eso, si quieres que mi Querer descienda y mi amor triunfe, tú debes subir más allá de las esferas celestiales, morar ahí, extender tus actos en mi Voluntad, y después descenderemos juntos, asaltaremos a las criaturas con mi Querer, con mi amor, las confundiremos en tal modo que no nos podrán resistir, por eso, por ahora dejémoslos hacer y tú vive en mi Querer y ten paciencia”.Impaciencia:
4-53 4-53
Enero 31, 1901Jesucristo le explica la grandeza de la virtud de la paciencia.
(1) Encontrándome en mi habitual estado, mi dulce Jesús no venía, y después de mucho esperar, en cuanto lo he visto me ha dicho:
(2) “Hija mía, la paciencia es superior a la pureza, porque sin paciencia el alma fácilmente se desenfrena y es difícil mantenerse pura, y cuando una virtud tiene necesidad de otra para tener vida, se dice que ésta es superior a aquella, es más, se puede decir que la paciencia es custodia de la pureza, y no sólo, sino es escalera para subir al monte de la fortaleza, de modo que si uno subiera sin la escalera de la paciencia, pronto se precipitaría de lo más alto a lo más bajo. Además de esto, la paciencia es germen de la perseverancia, y este germen produce unas ramas llamadas firmeza. ¡Oh! cómo es firme y estable en el bien emprendido el alma paciente, no toma en cuenta ni la lluvia, ni la escarcha, ni el hielo, ni el fuego, sino que toda su atención está en llevar a término el bien comenzado, porque no hay insensatez mayor de aquel que hoy, porque le gusta hace un bien, y mañana porque no encuentra más gusto lo deja. ¿Qué se diría de un ojo que a cierta hora posee la vista, y a otra hora queda ciego? ¿De una lengua que ahora habla, y ahora queda muda?
¡Ah sí, hija mía, sólo la paciencia es la llave secreta para abrir el tesoro de las virtudes, sin el secreto de esta llave, las otras virtudes no salen para dar vida al alma y ennoblecerla!”.Distracciones:
(1) 20-30,8 “Hija mía, no te distraigas, ¿no ves que el fundamento del reino del Eterno Fiat en ti está formado por mis pasos, por mis obras, por mi corazón palpitante de amor, por el honor de mi Voluntad, por mis suspiros ardientes y por las lágrimas encendidas de mis ojos? Toda mi Vida está extendida en ti para formar el fundamento, por lo tanto no conviene que tu pequeño obrar sobre de este fundamento tan sólido y tan santo, sea hecho con distracción, ni que tus giros en el Supremo Querer sean hechos sombríos, no, no hija mía, no quiero esto en ti, no temas, quedarás sepultada en el Sol de mi Querer, ¿quién más que Él podrá eclipsarte de modo que ninguno te preste atención? El Sol del Fiat Supremo tendrá tanto cuidado de la pequeña lucecita de tu alma, que circundada por sus rayos el Sol aparecerá y la lucecita la tendrá escondida en Sí, por eso quédate en paz si quieres contentar a tu Jesús, abandona todo en Mí y yo pensaré en todo”.
+ + + +
Fastidios:
6-122
Julio 22, 1905Dios no mira la obra, sino la intensidad del amor en el obrar.
(1) Estando molesta por no poder hacer ciertas mortificaciones, pareciendo que el Señor me aborrecía y por eso no permitía que las hiciera, el bendito Jesús al venir me ha dicho:
(2) “Hija mía, quien verdaderamente me ama no se molesta jamás de nada, y busca convertir todas las cosas en amor. ¿Por cuál motivo querías tú mortificarte? Ciertamente por amor mío, y Yo te digo: “Por amor mío mortifícate, por amor mío toma los consuelos, y el uno y el otro serán ante Mí de igual peso”. De acuerdo a la dosis de amor que contiene una acción, aunque sea indiferente, así se aumenta el peso, porque Yo no miro la obra, sino la intensidad del amor que el obrar contiene, por eso no quiero ningún fastidio en ti, sino siempre paz, porque los fastidios, las turbaciones, es siempre el amor propio que quiere salir a reinar, o el enemigo para hacer daño”.Aburrimiento:
La turbación, sus efectos. Todo sale de los dedos de Dios.
(1) Estaba sumamente afligida por la privación de mi amable Jesús, y habiendo recibido la comunión me lamentaba de su ausencia, y Jesús me ha dicho en mi interior:
(2) “Hija mía, están sucediendo y sucederán cosas tristes, tristísimas”.
(3) Yo quedé aterrorizada. Después he pasado varios días sin Jesús, sólo que frecuentemente oía que me decía:
(4) “Hija mía buena, paciencia porque no vengo, después te diré el por qué”.
(5) Entonces me la pasaba amargada, sí, pero pacífica; luego tuve un sueño que me ha entristecido mucho y también turbado, mucho más que no viendo a Jesús, no tenía a quién dirigirme para ser circundada por la atmósfera de paz que sólo Jesús posee. ¡Oh! cuánto es de compadecer un alma turbada, la turbación es un aire infernal que se respira, y este aire de infierno hace salir el aire celestial de la paz y toma el puesto de Dios en el alma; laturbación resoplando este aire infernal en el alma la domina tanto, que aún las cosas más santas, más puras, con su soplo infernal las hace aparecer como las cosas más feas y perniciosas, pone todo en desorden, y el alma cansada de este desorden es infectada por este aire de infierno, se fastidia de todo y siente aburrimiento y tedio hasta del mismo Dios.
Amarguras:
8-7
Julio 17, 1907Verdadera señal para conocer si se vive en la Divina Voluntad.
(1) Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, la verdadera señal para conocer si el alma vive en mi Voluntad, es que todo lo que le sucede, en cualquier cosa se desenvuelve la paz, porque mi Voluntad es tan perfecta y santa que no puede producir ni siquiera la sombra de la turbación. Así que si en los conflictos, mortificaciones, amarguras, se siente turbada, no puede decir que está dentro de mi Voluntad; a lo más, si se siente resignada y al mismo tiempo turbada, puede decir que está a la sombra de mi Voluntad, porque estando fuera es dueña de sentirse a sí misma, pero adentro no”.
SIGINIFICADO DE ESTA PALABRA:
Acomodarse al gusto o dictamen ajeno por algún respeto o fin particular.
Osea, que si ya es dañino vivir según los propios gustos, que no será plegarse, por encima de Dios, a los gustos ajenos.
Los frutos malos de contemporizar:
RESPETOS HUMANOS, ESTIMA PROPIA
- 10-7 Continuando mi habitual estado, veía ante mi mente a varios sacerdotes, y el bendito Jesús decía:
- “Para ser hábil en obrar cosas grandes para Dios, es necesario destruir la estima propia, el respeto humano y la propia naturaleza, para revivir de la Vida Divina y preocuparse sólo de la estima de Nuestro Señor y de lo que corresponde al honor y gloria suya; es necesario triturar, pulverizar lo que concierne a lo humano para poder vivir de Dios; y he aquí que, no ustedes, sino Dios en ustedes hablará, obrará, y las almas y las obras a ustedes confiadas tendrán espléndidos efectos, y tendrán los frutos deseados por ustedes y por Mí, como la obra de las reuniones de los sacerdotes que te dije antes, y uno de estos podría ser hábil para promover y también efectuar esta obra, pero un poco de estima propia, de vano temor, de respeto humano lo vuelve inhábil, y la gracia cuando encuentra al alma circundada por estas bajezas, vuela y no se detiene y el sacerdote queda hombre y obra como hombre, y tiene en su obrar los efectos que puede tener un hombre, no ya los efectos que puede tener un sacerdote animado por el Espíritu de Jesucristo”
- 7-54 Encontrándome en mi habitual estado, me he encontrado fuera de mí misma con Jesús niño, y parecía que decía a un sacerdote:
- “La estima propia envenena la Gracia en ti y en los demás, porque debiendo por tu oficio suministrar la Gracia, si las almas advierten, porque fácilmente se advierte cuando hay este veneno, que lo que dices y haces lo haces para ser estimado, la Gracia ya no entra sola, sino junto con el veneno que tú tienes, y por lo tanto en vez de resurgir a la vida encuentran la muerte”.
- Después ha agregado: “Es necesario vaciarte de todo para poderte llenar del Todo que es Dios, y teniendo en ti el Todo, darás el Todo a todos aquellos que vendrán a ti, y dando el Todo a los demás encontrarás todo a tu disposición, de modo que ninguno sabrá negarte nada, ni siquiera la estima, es más, de humana la tendrás divina como conviene al Todo que habita en ti”.
MEDIOCRIDAD
30-14, 6 . Por eso repite siempre tus actos, y no retrocedas, el retroceder es de los viles, de los mediocres, de los inconstantes, no de los fuertes, mucho menos de los hijos de mi Voluntad”.
30-32,5 Pero con toda la ley el hombre no se rehizo, y como nuestro ideal de la Creación había sido el hombre, y sólo por él todo fue hecho, por eso quise venir a la tierra en medio a ellos, y para darles apoyos más válidos, medicinas más saludables, medios más seguros, ayudas más potentes, instituí los santos Sacramentos, y éstos obran a tiempos y circunstancias, y según las disposiciones de las criaturas, como efectos y obras de mi Divina Voluntad. Pero si con todo este gran bien el alma no hace entrar a la Divina Voluntad en ella como vida, tendrá siempre sus miserias, una vida mediocre, sentirá a lo vivo sus pasiones, la santidad, la misma salvación estarán siempre peligrando, porque sólo mi Voluntad que se da como vida continua forma el dulce encanto a las pasiones, a las miserias y forma los actos opuestos de santidad, de fortaleza, de luz, de amor, en los males de las criaturas, de manera que el querer humano, sintiendo el dulce encanto, siente correr en sus males lo bello, lo bueno, lo santo del acto continuo de vida, que bajo su suave y dulce imperio le da mi Voluntad y se deja hacer lo que Ella quiere, porque un acto continuo que da vida perenne no puede jamás ser alcanzado por otros actos, ayudas y medios, por cuan fuertes y santos sean, para hacer el bien que puede hacer un acto continuo. Por eso no hay mal mayor que la criatura pueda hacerse, ni ofensa más grande que pueda hacer a nuestra paterna bondad, que el no hacer reinar a nuestra Voluntad en ella
INTERES, CÁLCULOS
4-52
- Esta mañana al venir el bendito Jesús me ha transportado fuera de mí misma, en medio de muchas personas de diferentes condiciones: Sacerdotes, monjas, seglares, y Jesús dando un doloroso lamento ha dicho:
- “Hija mía, el veneno del interés ha entrado en todos los corazones, y como esponjas han quedado empapados de este veneno. Este veneno pestífero ha penetrado en los monasterios, en los sacerdotes, en los seglares. Hija mía, lo que no cede a la luz de la verdad y a la potencia de la virtud, cede ante un vilísimo interés, y las virtudes más sublimes y excelsas, ante este veneno, como frágil vidrio caen hechas pedazos”.
- Y mientras esto decía lloraba amargamente. Ahora, ¿quién puede decir el desgarro de mi alma al ver llorar a mi amorosísimo Jesús? No sabiendo qué hacer para que dejara de llorar he dicho disparates: “Amado mío, ¡ah! no llores, si los demás no te aman, te ofenden y tienen los ojos cegados por el veneno del interés, de modo que por él quedan todos embebidos, estoy yo que te amo, te alabo, y miro como inmundicia todo lo que es terreno, y no anhelo más que a Ti, por eso deberías quedar contento con mi amor y dejar de llorar, y si te sientes amargado derrama en mí tus amarguras, que estaré más contenta, antes que verte llorar”.
COMO AMAR A LOS DEMÁS (NO BUSCAR EL AGRADarLOS POR BENEFICIO PROPIO quererlos fuera de la Voluntad Divina)
- 4-119 “Hija mía, tú sufres mucho cuando te privo de mi presencia, y esto por necesidad te debe suceder, porque habiendo estado por tanto tiempo cercana, identificada con el contacto de la Divinidad, has gozado a tus anchas todo lo agradable de la luz divina, y por cuanto más uno ha gozado la luz, tanto más siente la privación de dicha luz, y los aburrimientos, los fastidios y las penas que llevan consigo las tinieblas”.
- Después ha repetido: “Pero la cosa principal de cada uno es que en cada pensamiento suyo, palabra y obra, no busque el propio interés, ni la estima y el agradar a los demás, sino sólo y únicamente el agradar a Dios”.
22-1 Ahora tus condiciones se dan la mano con la inigualable Reina del Cielo, debiendo tú formar el reino del Fiat Supremo no debes querer sino lo que quiere y hace mi Divina Voluntad, ni tu voluntad debe tener vida, aunque te parezca de hacer un bien a las criaturas y así como mi Mamá no quiso hacer otros milagros sino sólo aquél de dar su Jesús a las criaturas, así tú, el milagro que quiere mi Voluntad Divina que tú hagas es el de dar mi Voluntad a las criaturas, de hacerla conocer para hacerla reinar; con este milagro harás más que todo, pondrás al seguro la salvación, la santidad, la nobleza de las criaturas y desterrarás también los males corporales de ellas, causados porque no reina mi Voluntad Divina, no solo esto, sino que pondrás a salvo una Voluntad Divina en medio a las criaturas y le restituirás toda la gloria, el honor que la ingratitud humana le ha quitado. Por esto no he permitido que le hicieras el milagro de curarlo, pero le has hecho el gran milagro de hacerlo conocer mi Voluntad, y ha partido de la tierra con la posesión de Ella y ahora goza en el océano de la luz de la Divina Voluntad, y esto es más que todo”.
NO HACER ENTRAR NADA DEL MUNDO
6-135 (1) “Hija mía, el conocimiento de sí misma vacía al
alma de sí misma y la llena de Dios; y no sólo esto, en el alma hay muchos
armarios, y todo lo que en el mundo se ve, de acuerdo al concepto que se forma
de ello, así, quién más, quién menos, toman su lugar en estos armarios. Ahora,
el alma que se conoce a sí misma y está llena de Dios, conociendo que ella es
nada, más bien se sabe un vaso frágil, putrefacto, fétido, se cuida bien de
hacer entrar en su interior otras podredumbres fétidas, como son las cosas que
se ven en el mundo. Sería un loco aquél que teniendo una llaga putrefacta va
juntando más podredumbre para ponerla sobre su llaga; conocerse a sí misma
lleva consigo el conocimiento de las cosas del mundo, por eso, como todo es
vanidad, fugacidad, bienes sólo disfrazados, engaños, inconstancia de criatura,
entonces conociendo cuáles son las cosas en sí mismas, se cuida bien de
hacerlas entrar en sí misma, y todos aquellos armarios quedan llenos de las
virtudes de Dios”.
PRUDENCIA MERAMENTE HUMANA
I quaderni del 1943
16 de junio de 1943
La prudencia humana os guía. La lleváis a todas partes. Hasta en las obispalías, hasta en los conventos. ¡Cómo habéis cambiado en relación con los primeros cristianos que no tenían en cuenta nada de cuanto fuera humano y miraban solamente el Cielo!
Es verdad que Yo he dicho que seáis prudentes como las serpientes, pero no con una prudencia humana. Os he dicho también que para seguirme hay que ser audaces contra todos. Contra el amor a sí mismos; contra el poder, cuando os persigue porque sois mis seguidores; contra el padre, la madre, la esposa, los hijos, cuando éstos quieren, por afecto humano y preocupación terrena, impediros que sigáis mi Camino, porque sólo una cosa es necesaria: salvar la propia alma incluso perdiendo la vida de la carne para obtener la Vida eterna».
24-37, 4 ¡Oh, cómo deberían haber codiciado el recibir y el hacer conocer un bien tan grande, en cambio, todo lo contrario! En la Redención los evangelistas se sintieron honrados de hacer conocer quiénes eran aquellos que ponían fuera el Evangelio, para que fuera conocido por todo el mundo, y con gloria señalaron su nombre, tanto, que al predicar el Evangelio primero se dice el nombre de quien lo escribió y después se dice el Evangelio, así quiero que se haga sobre las verdades de mi Voluntad, que de todos se sepa quiénes son aquellos que han llevado tanto bien al mundo. Pero créelo, todo es por causa de la prudencia humana, ¡ah! cuántas obras divinas ha hecho malograr en medio a las criaturas la prudencia humana, que han llegado como holgazanes a retirarse de las obras más santas, pero mi Voluntad sabrá triunfar sobre todo y burlarse de ellos, pero no puedo esconder el dolor de tanta ingratitud humana a un bien tan grande”.
Otros semáforos….para no dar paso a la acción de la voluntad humana, destruyendo -en caso contrario- vidas divinas que se habrían encerrado en los actos humanos desconectados de la Divina Voluntad.
SEMÁFOROS 5- INTENCIÓN Y APOYOS
INTENCIONES (EN LA LECCIÓN DE UNA SOLA INTENCIÓN SE
AHONDA EN ESTE TEMA.) https://fiatgarabandal.com/16-de-junio/
2-63 Agosto 21, 1899 Efectos de agradar sólo a Jesús.
Después de haber pasado dos días de sufrimientos, mi benigno Jesús se mostraba todo afabilidad y dulzura. En mi interior yo decía: “Cómo es bueno conmigo el Señor, sin embargo no encuentro en mí nada bueno que le pueda agradar”. Y Jesús respondiéndome me ha dicho:
“Amada mía, así como tú
no encuentras otro placer ni otro contento,
que entretenerte y conversar Conmigo y darme gusto sólo a Mí, de
modo que todas las otras cosas que no son mías te disgustan, así Yo, mi placer
y mi consolación es el venir a entretenerme y hablar contigo. Tú no puedes entender la fuerza
que tiene sobre mi corazón, de atraerme a ella, un alma que tiene la única finalidad de
agradarme sólo a Mí; me siento tan unido con ella que estoy
obligado a hacer lo que ella quiere”.
Mientras Jesús así decía, comprendí que hablaba en el modo como en días pasados, mientras sufría
acerbos dolores, en mi interior iba diciendo: “Jesús mío, todo por amor tuyo, estos dolores sean tantos actos de
alabanza, de honor, de homenaje que te ofrezco, estos dolores sean tantas voces
que te glorifiquen y tantos testimonios que digan que te amo”.
APOYOS HUMANOS
4-52 Enero 30, 1901
Las virtudes, los méritos
de Jesús, son tantas torres de fuerza, en las cuales cada uno puede apoyarse en el camino a la Eternidad.
4 Al oírme dejó de llorar, derramó un poco y luego me participó los dolores de la cruz, y después ha agregado:
5“Mis virtudes y los méritos adquiridos para el hombre en mi Pasión, son tantas
torres de fortaleza en las cuales cada uno puede apoyarse en el camino hacia la
Eternidad, pero el hombre ingrato, huyendo de estas torres de fortaleza, se
apoya en el fango, y se conduce por el camino de la perdición”.
36-13,3
Junio 12, 1938 Quien vive abandonada en los brazos de
Jesús es su preferida.
3
Después ha agregado con ternura indecible: “Hija mía buena, Yo amo mucho a
las criaturas, pero me siento más atraído a amar, raptado y vencido, por el alma que vive abandonada
en mis brazos como si ninguno hubiese en el mundo sino sólo su Jesús, se
fía sólo de Mí, y si le vienen
ofrecidos otros apoyos, los rechaza, para tener sólo el apoyo de su Jesús que
la tiene estrechada entre sus brazos, la defiende y sobre de ella toma todos los cuidados.
Estas son
las almas que amo mucho, mucho, mis preferidas, a las que circundo con mi
potencia divina, a ellas les formo a su alrededor el muro de mi amor, de modo
que, ¡ay, de quien me las toque, mi amor las sabrá defender y mi
potencia sabrá echar por tierra a aquellos que me las quieran disgustar!
Las almas abandonadas en Mí viven sólo de Mí,
y Yo vivo sólo de ellas, como si viviésemos de un solo aliento y de
un solo amor, y si
algún apoyo humano se presenta, miran si estoy Yo en aquél apoyo, si no
estoy, huyen para venirse a refugiar en mis brazos. Solamente de estas almas
puedo fiarme, confiarles mis secretos, apoyarme también Yo sobre de ellas;
estoy seguro de que no salen de mi Voluntad porque están siempre junto Conmigo.
En cambio quienes no viven todos abandonados en Mí, escapan de mis brazos, no rechazan los
apoyos humanos, más bien sienten gusto
por ellos; son inconstantes, ahora me buscan a Mí, ahora a las criaturas;
están obligadas a sentir el desengaño de las criaturas, lo que abre en sus
almas desgarros profundos; sienten la tierra en sus corazones, y mi Voluntad
como vida está lejana de ellas.
¡Oh! si se abandonasen en mis brazos, la tierra desaparecería para ellas, no tomarían cuidado de ninguno, porque sólo Yo
basto por todos. Amo tanto a quien vive abandonado en mis brazos, que le
manifiesto mis excesos de amor más grandes, mis finezas de amor, mis caricias
son para ellos, llego a inventar nuevas estratagemas de amor para tenerlos ocupados y todos ensimismados
en mi amor. Por eso, vive sola, abandonada en mis brazos, y en
todas las cosas encontrarás a tu Jesús que te defiende, te ayuda y te
sostiene”.
2-48 –
Julio 22, 1899
Después
de esto me ha transportado fuera de mí misma y me he encontrado sobre una escalera
altísima, bajo la cual había un precipicio, y por añadidura los escalones de
esta escalera eran movibles, y tan estrechos, que apenas se podía apoyar la
punta de los pies; lo que más daba terror era el precipicio y el no poder
encontrar apoyo de ningún tipo, y queriéndose aferrar de los escalones, estos
se caían junto; el ver que casi todas las demás personas se caían
infundía escalofrío en los huesos; sin embargo no se podía evitar el pasar por
aquella escalera. Entonces lo he
intentado, pero en cuanto subí dos o tres escalones, viendo el gran peligro que
corría de caer en el abismo, he comenzado a llamar a Jesús para que viniera en
mi ayuda, entonces, sin saber cómo he encontrado a Jesús junto a mí y me ha
dicho:
«Hija mía, esto que tú has visto es el camino que recorren todos los hombres en esta tierra; los
escalones móviles sobre los que no pueden apoyarse para tener un sostén son
los apoyos humanos, las cosas terrenas, que queriéndose apoyar sobre ellas,
en vez de darles una ayuda les dan un empujón para precipitarse más pronto en
el infierno. El medio más seguro
es el caminar casi volando, sin apoyarse sobre la tierra, a fuerza de los
propios brazos, con los ojos en sí mismos, sin mirar a los demás y también
teniéndolos todos atentos a Mí, para tener ayuda y fuerza, así se podrá
fácilmente evitar el precipicio.»
+ + +
11-33 –
Agosto 28, 1912
Después
ha agregado: «¡Oh! si todos conocieran mi
amor y mi Querer, dejarían de apoyarse en ellos mismos, y mucho más en los
demás, los apoyos humanos terminarían. ¡Oh! cómo los encontrarían insignificantes,
dolorosos, incómodos, todos se apoyarían solamente en mi amor, porque siendo
espíritu purísimo, no conteniendo materia, se encontrarían muy a gusto apoyados
en Mí, y los efectos queridos por ellos.
Hija mía, el amor quiere encontrar a las almas liberadas de todo, de otra manera no
puede vestirlas con el vestido del amor; sucedería como a alguien que queriendo
ponerse un vestido lo encuentre lleno de estorbos por dentro, y por lo tanto no
se lo puede poner, quiere sacar un brazo por la manga pero encuentra un
estorbo; así que el pobrecito, o debe dejar de intentarlo o hace el
ridículo. Así el amor, cuando quiere
vestir al alma de sí, si no encuentra al alma escombrada del todo,
amargado se retira.»
(«Hija mía, las otras virtudes, por cuanto altas y sublimes sean hacen siempre
distinguir a la criatura y al Creador, sólo el amor es lo que transforma al
alma en Dios y la forma una sola cosa con Él. Así que sólo el
amor es lo que triunfa sobre todas las imperfecciones humanas, el único que
consume lo que impide que el alma llegue a tomar Vida Divina en Dios. Pero no puede haber verdadero
amor si no recibe vida, alimento de mi Voluntad, así que mi Voluntad unida al
amor es la que forma la verdadera transformación Conmigo, pues el alma está
en continuo contacto con mi potencia, con mi santidad y con todo lo que Yo soy,
así que puede decir que es otro Yo. Todo es precioso, todo es santidad para
aquella alma; se puede decir que su respiro, el contacto con la tierra que pisa
es precioso, es santo, porque no son otra cosa que efectos de mi Querer.»)
JESÚS COMO EJEMPLO Vol.
12 –
Junio 10, 1920
«Hija mía, mi Humanidad cuando vivía sobre la tierra, vivía a medio aire, entre el
Cielo y la tierra, teniendo toda la tierra debajo y todo el Cielo sobre de Mí y
viviendo de este modo, Yo buscaba atraer a toda la tierra en Mí y a todo el
Cielo y hacer de ellos una sola cosa. Si Yo hubiera querido vivir a ras de tierra no habría podido atraer todo en Mí, a
lo más algún punto. Es cierto que el vivir a medio aire me costó mucho, no tenía ni dónde apoyarme ni en quién
apoyarme y sólo las cosas de estrecha necesidad eran dadas a mi Humanidad;
por lo demás, estaba siempre solo y sin ningún consuelo pero esto era
necesario, primero por la nobleza de mi persona a la que no convenía vivir
en lo bajo, con apoyos humanos viles e inconstantes; segundo, por el gran
oficio de la Redención que debía tener la supremacía sobre todo. Por lo tanto,
me convenía vivir en lo alto, sobre todos.
Ahora,
a quien llamo
a mi semejanza la pongo en las mismas condiciones en las que puse a mi
Humanidad: por eso tu apoyo soy Yo, mis brazos son tu sostén, y haciéndote
vivir en mis brazos a medio aire, te pueden llegar sólo las cosas de extrema
necesidad. Para quien vive en mi Querer,
desapegada de todos, dedicada toda a Mí, todo
lo que no es de extrema necesidad son cosas viles y un degradarse de su nobleza,
y si le vienen dados los apoyos humanos, siente el mal olor de lo humano y ella
misma los aleja.»
Después ha agregado: «Conforme el alma entra en mi Querer, su querer queda atado con mi Querer eterno, y a pesar de
que ella no piense en esto, habiendo quedado atado su querer al mío**, lo que hace mi Querer hace el suyo y corre junto
Conmigo para bien de todos.»
**12-147 Enero 10, 1921 segundo “sí” en su Querer: El Fiat de Luisa. (El primero el de la
Virgen)
(1) Estaba pensando acerca de lo que
está escrito en el capítulo anterior, y decía entre mí: “Yo no sé que querrá
Jesús de mí, Él sabe cuan mala soy y cómo no soy buena para nada”. Y Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, recuérdate que años
atrás te pregunté si querías hacer vida en mi Querer, y como te quería en
mi Querer, quise que en mi mismo Querer pronunciaras tu “sí”; este “sí” quedó atado a un punto
eterno y a una Voluntad que no tendrá fin; este “sí” está en el centro
de mi Querer y rodeado por una inmensidad infinita, y queriéndose salir no
encuentra el camino, por eso me río y me divierto con tus pequeñas oposiciones
y descontentos, viéndote como una persona atada en el fondo del mar por su
propia voluntad, que queriéndose salir no encuentra sino agua por todas partes,
y como está atada en el fondo del mar siente la molestia de quererse salir, y
para estarse tranquila y feliz se arroja más en el fondo del mar. Así Yo,
viéndote inquieta, como si quisieras salir, y no pudiendo, atada por tu mismo
“sí”, te arrojas más en el fondo de mi Querer, y Yo me río y me divierto. Y
además, ¿crees tú que sea cosa de nada y fácil salirse de dentro de mi Querer?
Te saldrías de un punto eterno, y si supieras qué significa apartarse de un
punto eterno, temblarías de espanto por ello”.
(3) Luego ha agregado: “El primer “sí”
en mi Fiat lo he pedido a mi querida Mamá, y ¡oh
potencia de su Fiat en mi Querer! En cuanto el Fiat Divino se encontró
con el Fiat de mi Mamá, se hicieron uno solo; mi Fiat la elevó, la divinizó, la
cubrió, y sin obra humana me concibió a Mí,
Hijo de Dios. Sólo en mi Fiat podía concebirme; mi Fiat le comunicó la
inmensidad, la infinitud, la fecundidad en modo divino, y por eso pude quedar
concebido en Ella, Yo, el inmenso, el eterno, el infinito. En cuanto dijo “Fiat
Mihi”, no sólo se posesionó de Mí, sino cubrió también a todas las
criaturas, a todas las cosas creadas, sentía todas las vidas de las criaturas en Ella, y desde
entonces comenzó a hacerla de Madre y de Reina de todos. ¡Cuántos portentos no contiene este “sí” de
mi Mamá! Si los quisiera decir todos, jamás terminarías de escucharlos!
(4) Ahora, un segundo
“sí” en mi Querer te lo he pedido a ti, y tú, si bien temblando, lo
pronunciaste; ahora este “sí” en mi Querer tendrá también sus portentos, tendrá
un cumplimiento divino. Tú sígueme y
profundízate más en el mar inmenso de mi Voluntad, y Yo me pensaré en todo. Mi
Mamá no pensó cómo habría hecho para concebirme en Ella, sino sólo dijo “Fiat
Mihi” y Yo pensé en el modo cómo concebirme. Así harás tú”.
17-12
(1)
Y yo, espantada por el hablar de Jesús he dicho: “Amor mío, ¿qué dices? ¿Es
posible todo este mal? Tu hablar me hace morir de pena, ¡ah! perdóname, ten
misericordia de mí que soy tan mala, y confirma mi ‘sí’ con ataduras más
fuertes en tu Voluntad, es más, hazme
morir antes que hacerme salir de tu Voluntad”.
Y Jesús de nuevo: “Hija mía, cálmate, como inmediatamente
te has puesto de nuevo en mi Querer, todas las cosas se han calmado y se han
puesto en actitud de nueva fiesta. Tu ‘sí’ continúa sus veloces
giros en la inmensidad de mi Voluntad. ¡Ah! hija, ni tú ni los que te dirigen han conocido qué significa
vivir en mi Querer, por eso no lo aprecian y se tiene como cosa de ninguna
importancia, –y esto es un dolor mío– mientras que es la cosa que más me interesa
y que debería más que cualquier cosa interesar a todos; pero, ¡ay de Mí! se pone atención a otras cosas, a cosas
que para Mí son menos agradables o indiferentes, en lugar de lo que más me
glorifica y que da a ellos, aun sobre esta tierra, bienes inmensos y eternos, y
los hace propietarios de los bienes que mi Voluntad posee
+ + +
13-32
–
Noviembre 12, 1921
Ahora,
la santidad en mi Querer, simbolizando al sol, saldrá del centro de mi
Santidad, será un rayo parido por mi Santidad que no tiene principio, así que
estas almas existían en mi Santidad, existen y existirán; estaban junto Conmigo
en el bien que hacía, jamás salían del rayo en el cual las había hecho salir a
la luz; no alejándose jamás de mi Querer Yo me entretenía con ellas y me
entretengo todavía ahora, mi unión con ellas es permanente; las veo sobrevolar sobre todo;
los apoyos humanos para ellas no existen, igual que el sol no se apoya en
ningún punto, vive en lo alto como aislado, pero con su luz todo encierra en
sí. Así estas almas, viven en lo alto
como el sol, pero su luz desciende hasta lo más bajo, se extiende a todos. Yo me sentiría como si las defraudara si no
las hiciera partícipes y no las hiciera hacer lo que hago Yo, así que no hay bien que de
ellas no descienda. En esta
santidad Yo veo mis sombras, mis imágenes sobrevolar sobre toda la tierra, en
el aire, en el Cielo, y por esto es que amo y amaré al mundo, porque espero que
mi Santidad tenga su eco sobre la tierra, que mis rayos salgan fuera, a la luz,
y me den gloria completa, restituyéndome el amor, el honor que los demás no me
han dado. Pero al igual que el sol, serán las más inobservadas,
sin ningún estrépito, pero si las querrán mirar será tanto mi celo, que
correrán peligro de quedar cegadas y estarán obligados a bajar la mirada para
recuperar la vista. ¿Ves cómo es
bella la santidad en mi Querer? Es la
santidad que más se acerca a tu Creador, por eso tendrá el primado sobre todas las
demás santidades, encerrará en sí todas las otras santidades juntas, y será
vida de todas las otras santidades.
¡Qué
gracia para ti el conocerla! ¡Ser la
primera, como rayo solar
en salir del centro de mi Santidad sin separarse jamás! Gracia más grande no podría hacerte, milagro
más portentoso no podría obrar en ti, sé atenta hija mía, rayo mío, porque cada vez que entras en mi Querer y obras, sucede como el sol
cuando toca los cristales, tantos soles en ellos se forman, así tantas veces
repites mi Vida, la multiplicas, das nueva vida a mi amor.»
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36-13,3 –
Junio 12, 1938
«Hija
mía buena, Yo amo mucho a las criaturas, pero me siento más atraído a amar, raptado y
vencido por el alma que vive abandonada en mis brazos como si ninguno
hubiese en el mundo sino sólo su Jesús, se fía sólo de Mí, y si le vienen
ofrecidos otros apoyos los rechaza, para tener sólo el apoyo de su Jesús que la
tiene estrechada entre sus brazos, la defiende y sobre de ella toma todos los
cuidados. Estas son las almas que amo mucho, mucho, mis
preferidas, a las que circundo con mi potencia divina, a ellas les formo a su
alrededor el muro de mi amor, de modo que ¡ay! de quien me las toque, mi amor
las sabrá defender y mi potencia sabrá echar por tierra a aquellos que me las
quieran disgustar. Las almas
abandonadas en Mí viven sólo de Mí, y Yo vivo sólo de ellas, como si viviésemos
de un solo aliento y de un solo amor, y si algún apoyo humano se presenta,
miran si estoy Yo en aquél apoyo, si no estoy huyen para venirse a refugiar en
mis brazos. Solamente de
estas almas puedo fiarme, confiarles mis secretos, apoyarme también Yo sobre de
ellas, estoy seguro de que no salen de mi Voluntad porque están siempre junto
Conmigo. En cambio quienes no viven todas
abandonadas en Mí, escapan de mis brazos, no rechazan los apoyos humanos, más bien sienten gusto por ellos, son
inconstantes, ahora me buscan a Mí, ahora a las criaturas, están obligadas a
sentir el desengaño de las criaturas, lo que abre en sus almas desgarros
profundos, sienten la tierra en su corazón, y mi Voluntad como vida está lejana
de ellas. ¡Oh! si se abandonasen en mis brazos, la
tierra desaparecería para ellas, no tomarían cuidado de ninguno, porque sólo Yo
basto por todos. Amo tanto a quien
vive abandonado en mis brazos, que le manifiesto mis excesos de amor más
grandes, mis finezas de amor, mis caricias son para ellos, llego a inventar
nuevas estratagemas de amor para tenerlos ocupados y todos ensimismados en mi amor. Por eso, vive sola, abandonada en mis brazos,
y en todas las cosas encontrarás a tu Jesús que te defiende, te ayuda y te
sostiene.»
4-55 Febrero 6, 1901 La perfecta
complacencia de Jesús, es al encontrarse a Sí mismo en el alma.
(1) Encontrándome en mi
habitual estado, el bendito Jesús al venir me ha dicho:
(2)
“Hija mía, cuando mi gracia se encuentra en posesión de muchas personas,
festeja más; sucede como con aquellas reinas que por cuantas más doncellas
están atentas de sus órdenes y les hacen corona alrededor, tanto más gozan y
hacen fiesta. Tú quédate
fija en Mí y mírame, y quedarás tan adherida a Mí, que todo lo material quedará muerto para ti, y tanto debes
fijarte en Mí, hasta atraerme todo en
ti, porque Yo encontrando en ti a Mí mismo, puedo encontrar en ti mi perfecta
complacencia. Ahora, encontrando en ti todos mis placeres posibles que
puedo encontrar en una criatura humana, no puede disgustarme tanto lo que me
hacen los demás”.
(3)
Y mientras esto decía se ha internado dentro de mí y todo se complacía.
Cómo sería afortunada si llegara a atraer en mí a todo mi amado Jesús.
Las almas existimos para cumplir la Voluntad de Dios y
para hacer desarrollar su Vida en nosotros
17-48
la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que
deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer
desarrollar su Vida en nosotros.
todo lo
que no sea esta fe y la vida según esta fe…. pertenecería al mundo de los
harapos humanos.
(1) HARAPOS: 13-53 “Hija mía, ¿por qué te oprimes? ¿Sabes cómo son en mi Voluntad las
cosas propias? Como tantos viles
harapos, trapos viejos que son más un deshonor que un honor para el alma, y que
le hacen recordar que ella era una pobre y que ni siquiera un solo vestido
decente poseía. Yo cuando quiero llamar un alma a mi Querer para hacer que
establezca en Él su morada, hago como un gran señor que quisiera llevar a su
palacio a una de las más pobres, para hacer que dejando sus harapos de pobre se
vistiese a la altura de su condición de él, haciendo vida junto con él y
haciéndola partícipe de todos sus bienes. Pues bien, este señor va por todas
las calles de la ciudad y cuando encuentra una de las más pobres, sin techo,
sin cama, cubierta sólo con repugnantes harapos, la toma y la lleva como
triunfo de su caridad a su palacio, sin embargo le ordena que deje sus harapos, que se lave y se
vista con los más hermosos vestidos, y que para no tener memoria de su pobreza,
queme sus harapos, porque siendo él muy rico no admite en su casa cosas que signifiquen pobreza.
Ahora, si la pobre llora por sus harapos y se aflige porque no ha llevado nada
suyo, ¿no ofendería la bondad, la magnanimidad de ese señor? Así soy Yo,
y si aquel señor recorre una ciudad, Yo recorro todo el mundo y tal vez todas
las generaciones, y cuando encuentro a la más pequeña, la más pobre, la tomo y la pongo en el ámbito eterno de
mi Querer y le digo: “Trabaja junto Conmigo en mi Voluntad, lo que es mío es
tuyo, si tienes alguna cosa propia déjala, porque en la santidad e inmensas
riquezas de mi Voluntad no son otra cosa que míseros harapos”. El querer
tener méritos propios es de siervos, de esclavos, no de los hijos, lo que es
del padre es de los hijos, y además, ¿qué cosa son todos los méritos que
podrías adquirir en comparación con un acto solo de mi Voluntad? Todos los
méritos tienen su pequeño valor, peso y medida, ¿pero quién podría jamás medir
un acto solo de mi Voluntad? Ninguno,
ninguno, y además,
¿qué son tus méritos en
comparación de los míos? En mi Querer los encontrarás todos, y de ellos Yo te hago
dueña, ¿no estás contenta?
20-48,8 Hija mía, el alma para
vivir en mi Voluntad debe subir, y
para subir a Ella debe dejar lo que a mi Voluntad no pertenece, debe dejar sus míseros harapos, sus
costumbres vulgares, sus alimentos viles, sus miserias, todo debe dejar para servirse de vestiduras
reales, de costumbres divinas, de alimentos preciosos y substanciosos, de
riquezas infinitas, en suma, de todo lo que pertenece a mi Voluntad; lo
que has escrito por ahora te sirve a ti, sirve al Reino del Fiat Supremo, después será norma para quien debe vivir en él, así como
también deben servirse de todos los actos obrantes de mi Voluntad para mantenerse
en los confines de mi Reino. Por eso lo que a ti no te parece necesario, es
necesario para la formación de mi Reino Supremo”.
SI ME QUITO LOS HARAPOS…..¿¿¿con qué me quedo??? No me
reconozco:
11-41 Continuando
mi aflicción decía entre mí: “No me reconozco más, dulce vida mía,
¿dónde estás? ¿Qué cosa
debería hacer para reencontrarte? Faltando Tú, amor mío, no encuentro la
belleza que me embellece, la fortaleza que me fortifica, la vida que me
vivifica, me falta todo, todo es muerte para mí, y la misma vida sin Ti es más
desgarradora que cualquier muerte, ¡ah, es siempre morir! Ven Jesús, no puedo
más. ¡Oh luz suprema, ven, no me hagas esperar más! Me haces sentir los toques
de tus manos, y mientras hago por asirte me huyes; me haces ver tu sombra, y
mientras hago por mirar dentro de la sombra la majestad, la belleza de mi Sol
Jesús, pierdo sombra y Sol. ¡Ah, piedad, mi corazón está atormentado, está
desgarrado en pedazos, no puedo vivir más! ¡Ah, si pudiera morir al menos!”
Mientras esto decía, en cuanto ha venido mi siempre amable Jesús me ha dicho:
“Hija mía, estoy aquí dentro de ti, si quieres reconocerte ven en Mí, y dentro de Mí ven a reconocerte; si vienes en Mí a reconocerte te pondrás
en el orden, porque en
Mí encontrarás tu imagen hecha por Mí y semejante a Mí, encontrarás todo lo que se necesita para conservar y
embellecer esta imagen, y viniendo a reconocerte en Mí, reconocerás también al prójimo en Mí, y
viendo cómo te amo a ti y cómo amo al prójimo, te elevarás al grado del verdadero amor divino, y todo,
dentro y fuera de ti, las cosas tomarán el verdadero orden, que es el orden
divino. En cambio si te quieres reconocer dentro de ti, en primer lugar
no te reconocerás en verdad, pues te faltará la luz divina; en segundo lugar,
todas las cosas las encontrarás en desorden y reñirán entre ellas; la miseria,
la debilidad, las tinieblas, las pasiones y todo lo demás, será el desorden que
encontrarás dentro y fuera de ti, que no sólo te harán la guerra a ti, sino
también entre ellas para ver cuál te hace más mal, e imagínate tú misma en que
orden te pondrán al prójimo. Y no sólo quiero que debas reconocerte en Mí, sino que si quieres recordarte de ti
debes venir a hacerlo en Mí, de otra
manera si quieres recordarte de ti sin Mí, harás
más mal que bien”.
3-87
“Hija mía, lo que quiero de ti
es que no te reconozcas más en ti misma, sino que te reconozcas solamente en Mí; así que de ti no te recordarás más, ni
tendrás más reconocimiento de ti, sino te recordarás de Mí, y desconociéndote a ti misma adquirirás sólo mi
reconocimiento, y a medida que te olvides y te destruyas a ti misma, así
avanzarás en mi conocimiento y te reconocerás solamente en Mí, cuando hayas hecho esto, no más
pensarás con tu mente sino con la mía, no mirarás con tus ojos, no más hablarás
con tu boca, ni palpitarás con tu corazón, ni obrarás con tus manos, ni
caminarás con tus pies, sino todo con lo mío, porque para reconocerse solamente
en Dios, el alma tiene necesidad de ir a su origen y regresar a su principio,
Dios, esto es, de donde salió, y que se uniforme toda sí misma a su Creador; y
que todo lo que retiene de sí misma y que no es conforme a su principio, lo
debe deshacer y reducirse a la nada. Sólo en este modo, desnuda, deshecha,
puede regresar a su origen y reconocerse sólo en Dios, y obrar según el fin para
el cual ha sido creada. He aquí entonces que para uniformarse toda en Mí, el alma debe volverse indivisible Conmigo”.
8-17 Y Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿y
tú te afliges porque te sientes reducida en la nada? Más bien te digo que por cuanto más la criatura se reduce en la
nada, tanto más es llenada del Todo, y si fuera aun una sombra de sí que deja,
esa sombra impide que Yo me pueda dar todo, todo al alma; y tu regresar siempre
en la nada significa que vas perdiendo tu ser humano para readquirir el Divino”.
3-28 “Hija mía, sólo los
pequeños se dejan manejar como se quiere, no aquellos que son pequeños de razón
humana, sino aquellos que son pequeños pero llenos de razón divina. Sólo Yo
puedo decir que soy humilde, porque en el hombre lo que se dice humildad, más
bien se debe decir conocimiento de sí mismo, y quien no se conoce a sí mismo
camina ya en la falsedad”.
Amarguras:
8-7
Julio 17, 1907
Verdadera señal para
conocer si se vive en la Divina Voluntad.
(1) Continuando mi habitual
estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús me ha dicho:
(2)
“Hija mía, la verdadera señal para conocer si el alma vive en mi Voluntad,
es que todo lo que le sucede, en cualquier cosa se desenvuelve la paz, porque
mi Voluntad es tan perfecta y santa que no puede producir ni siquiera la sombra
de la turbación. Así que si en los conflictos, mortificaciones, amarguras, se siente turbada, no
puede decir que está dentro de mi Voluntad; a lo más, si se siente resignada
y al mismo tiempo turbada, puede
decir que está a la sombra de mi Voluntad, porque estando fuera es dueña de sentirse a sí misma, pero adentro no”.
El alma se vuelve transparente:
12-26 . ¡Ah, Yo lloro por las almas! Por la tierra han desconocido el
Cielo, Yo destruiré la tierra, haré desaparecer las cosas más bellas que como
cadenas atan al hombre”.
(1)
Y yo: “Jesús, ¿qué dices?”
(2) Y Él: “Ánimo, no te
abatas, seguiré adelante; tú ven en mi Querer, vive en Él, a fin de que la
tierra no sea más tu habitación, sino que tu habitación sea Yo mismo, así
estarás del todo al seguro. Mi Querer
tiene el poder de volver al alma transparente, y entonces, como el alma es
transparente, lo que Yo hago se refleja en ella: si Yo pienso, mi pensamiento
se refleja en su mente y se hace luz, y el suyo como luz se refleja en el
mío; si miro, si hablo, si amo, etc.,
como tantas luces se reflejan en ella, y ella en Mí, así que estamos en continuos reflejos, en comunicación
perenne, en amor recíproco, y como Yo me encuentro en todas partes, los
reflejos de estas almas me llegan en el Cielo, en la tierra, en las hostias
Sacramentales, en los corazones de las criaturas; dondequiera y siempre luz doy
y luz me envían, amor doy y amor me dan, son mis habitaciones terrestres donde
me refugio de las náuseas que me dan las demás criaturas. ¡Oh! el bello vivir
en mi Querer, me agrada tanto, que haré desaparecer todas las demás
santidades, bajo cualquier otro aspecto de virtud en las futuras generaciones, y haré reaparecer la santidad del vivir en mi Voluntad, que son y serán no
las santidades humanas, sino divinas, y su santidad será tan alta, que como
soles eclipsarán las estrellas más bellas de los santos de las pasadas
generaciones, por esto quiero purgar la tierra, porque es indigna de estos
portentos de santidad”.
2-48 Esta mañana mi adorable Jesús se hacía ver
con una cruz de oro colgada del cuello, toda resplandeciente, y que al mirarla
se complacía inmensamente. De repente se ha encontrado presente el confesor y
Jesús le ha dicho: “Los sufrimientos de los días pasados han acrecentado el
resplandor a la cruz, tanto, que mirándola siento mucho agrado”.
Después se ha dirigido a
mí y me ha dicho: “La cruz comunica tal resplandor al alma, de volverla
transparente y así como cuando un objeto es transparente se le pueden dar todos
los colores que se quiera, así la cruz, con su luz da todos los lineamientos y
formas más bellas que jamás se puedan imaginar, no sólo por los demás sino
también por la misma alma que los experimenta. Además de esto, en un objeto
transparente enseguida se descubre el polvo, las pequeñas manchas y hasta
cualquier oscurecimiento; así es la cruz, como hace transparente al alma,
enseguida le descubre los pequeños defectos, las mínimas imperfecciones, tanto
que no hay mano maestra más hábil que la cruz, para tener al alma preparada
para volverla digna habitación del Dios del Cielo”.
4-64 Entonces,
encontrándome en este estado, por poco tiempo he visto a mi adorable Jesús en
el momento de su Resurrección, con un rostro tan resplandeciente que no se
puede comparar a ningún otro esplendor, y me parecía que la Humanidad Santísima
de Nuestro Señor, si bien era carne viva, pero estaba resplandeciente y
transparente de modo que se veía con claridad la Divinidad unida a la
Humanidad. Ahora, mientras lo veía tan glorioso, una luz que venía de Él,
parecía que me dijera:
“Tanta gloria le vino a
mi Humanidad por medio de la perfecta obediencia, que destruyendo del todo la
naturaleza antigua Me dio la nueva naturaleza gloriosa e inmortal. Así el alma
por medio de la obediencia puede formar en sí la perfecta resurrección a las
virtudes, como por ejemplo: Si el alma está afligida, la obediencia la hará
resurgir a la alegría; si está agitada, la obediencia la hará resurgir a la
paz; si tentada, la obediencia le suministrará la cadena más fuerte para atar
al enemigo y la hará resurgir victoriosa de las insidias diabólicas; si
asediada por pasiones y vicios, la obediencia matándolos la hará resurgir a las
virtudes. Esto al alma, y a su tiempo formará también la resurrección del
cuerpo”.
Extras
Para contemplar
36-8, 4 “Hija mía bendita, tú debes saber
que es tanto nuestro amor y el deseo ardiente de tener junto con Nosotros a la
criatura, que no apenas creada le asignamos el puesto real en nuestra Voluntad Divina, así que cada una
de las criaturas tiene su puesto de honor en nuestra morada divina, así que su
principio, su primer acto de vida, tanto
en la eternidad como en el tiempo, es en nuestro Fiat; ella no estaba en el
mundo y Nosotros la amábamos, y mirándola con amor, no sólo le dábamos el
puesto, sino que poníamos en su cortejo a nuestro amor, nuestra santidad,
nuestra potencia, luz y belleza, ella es la noble princesa que desciende de la
altura de los Cielos para navegar el exilio, pero nuestro Querer no la deja,
desciende junto con ella, se cierra a su alrededor, navega el exilio junto con
ella, en cada acto que hace, penas o alegrías, o encuentros, pone en ellos su
primer acto divino, a fin de que mantenga su nobleza y su estado de princesa, y
cuando la ha llenado de todos los bienes, tanto que no tiene más espacio dónde
poner más bienes, la lleva nuevamente al Cielo, en las alturas de las esferas,
y como triunfador la muestra a toda la
corte celestial. Es esto lo que quiere hacer y sabe hacer mi Voluntad
Divina de la criatura, pero con nuestro dolor vemos que en cuanto desciende
en el exilio, no piensa más en su puesto regio, ni en la nobleza de su origen,
y quisiera desvincularse de nuestra Voluntad, que más que tierna madre la lleva
estrechada entre sus brazos, y sirviéndose de las puertas de los sentidos que le hemos dado, desciende
en lo bajo de su voluntad humana; estas puertas se las habíamos dado para que volviera a
subir a Nosotros, a fin de que desde su exilio pudiese hacer sus escapaditas al
seno de su Creador, ella en cambio se sirve de ellos para hacer sus
escapaditas en las miserias, en las debilidades, en las pasiones, las cuales le
quitan su nobleza y no se reconoce más
que es la princesa del Cielo, sino la sierva de la tierra. Pero a pesar de
esto no cerramos nuestras puertas, las cuales son nuestro amor, nuestra paterna
bondad, nuestra compasiva misericordia, las
expectativas que hacemos, y no apenas vemos que cierra sus puertas para
venir en nuestra Voluntad, vamos a su encuentro, abrimos las nuestras, y mirándola de bella fea, con los
vestidos de princesa desgarrados, sucios, no le hacemos ningún reproche,
sino con compasión toda paterna le decimos: ‘¿Dónde has estado?’ Pobre hija,
cómo te has reducido, ¿has visto cuánto mal has hecho con vivir en
lo bajo de tu voluntad humana, desunida de la nuestra? Has caminado sin
guía, sin luz, sin alimento, sin defensa, por eso no lo hagas más, a fin de que encontrándote rehagas el bien
perdido’. Nosotros lo sabemos, que la criatura sin nuestra Voluntad Divina
no puede hacer ningún bien, es como si quisiera ver sin ojos, caminar sin pies,
vivir sin alimento. Por eso sé atenta en no salir jamás de mi Querer Divino si
quieres encontrar la fuerza, la luz, el apoyo y a tu mismo Jesús a tu disposición”
Paje – dejar lo propio:
…24-3,4 tú serás la narradora y portadora de la
historia de un Querer eterno, que mientras dice su historia te pone dentro para
darte la vida de sus actos y comunicarte, por cuanto te es posible, su
movimiento y los bienes que Él contiene. Por eso tú debes saber que quien vive en mi Querer
ofrece a la Majestad Eterna actos reales, actos que sólo se encuentran en la
morada divina de mi Voluntad, y entonces Nosotros nos sentimos
verdaderamente honrados por la criatura, cuando viene delante a Nosotros con
los actos reales que hace nuestra Voluntad en toda la Creación, ellos son actos
divinos y dignos de nuestra Majestad, en cambio quien no vive en nuestro
Querer, por cuantos bienes pueda hacer, son siempre actos humanos que nos ofrece,
no divinos, inferiores a
Nosotros porque no corre en ellos el acto real de nuestro Fiat Divino. Sucede
como a un rey que es servido por un paje, el cual
le ofrece todas las cosas que se encuentran en la morada del rey, éste, a pesar
de que son cosas suyas se siente honrado, porque si bebe, bebe su agua pura en
vasos de oro, tersos y limpios; si come, el alimento es digno de él y le es
servido en platos de plata; si viste, le son llevados vestidos reales como
conviene a un rey; el rey se siente complacido y satisfecho porque es servido
con las cosas reales que le pertenecen; en cambio otro paje que sirve al rey,
cuando el rey quiere beber, va a su vil habitación a tomar agua turbia, la
lleva en vasos de barro, no limpios; si come, va a tomar su alimento vulgar,
vil y en platos que dan asco; si viste, le lleva vestidos sin adornos y no
dignos de un rey; el rey no queda complacido ni honrado al ser servido por este paje, más bien queda con un dolor en
el corazón y dice: ‘¿Cómo, tengo mis cosas
reales y este paje se atreve a servirme con las cosas viles de su casa?’
El primer paje es quien vive en mi Voluntad, el segundo quien vive de voluntad
humana, ¡qué gran diferencia entre el uno y el otro!”
Sin miedo a no tener méritos propios:
(1)
Escucha hija mía, quiero que dejes todo a un lado, tu misión es grandísima,
y más que el decir es el hacer
lo que espero de ti, quiero que toda tú estés en continuo acto en mi Querer, quiero el paseo
de tus pensamientos en mi Querer, para que paseando sobre todas las
inteligencias humanas extiendas el manto de mi Querer sobre todas las mentes
creadas, y elevándote hasta el trono del Eterno ofrezcas todos los pensamientos
humanos sellados con el honor y la gloria de mi Voluntad Divina, después
extiende el manto de mi Querer sobre todas las miradas humanas, sobre todas las
palabras, como si hicieras pasear tus ojos y tus palabras sobre todas las de
ellas, y sellándolas con mi Querer te eleves de nuevo ante la Majestad Suprema,
y ofrezcas el homenaje como si todos hubiesen
hecho uso de la vista y de las palabras
según mi Querer, y lo mismo si obras, si respiras,
si tu corazón palpita, tu paseo será continuo; tu camino es larguísimo, es toda
la eternidad lo que debes recorrer; si supieras cuanto pierdes cada vez que
te detienes y que me privas a Mí no de un honor humano, sino
de un honor divino. Estos son los méritos que tú deberías temer perder, no tus harapos
y tus miserias, por eso más atención en hacer tus giros en mi Querer”.
SEMÁFOROS 5- INTENCIÓN Y APOYOS
INTENCIONES (EN LA LECCIÓN DE UNA SOLA INTENCIÓN SE AHONDA EN ESTE TEMA.) https://fiatgarabandal.com/16-de-junio/
2-63 Agosto 21, 1899 Efectos de agradar sólo a Jesús.
Después de haber pasado dos días de sufrimientos, mi benigno Jesús se mostraba todo afabilidad y dulzura. En mi interior yo decía: “Cómo es bueno conmigo el Señor, sin embargo no encuentro en mí nada bueno que le pueda agradar”. Y Jesús respondiéndome me ha dicho:
“Amada mía, así como tú no encuentras otro placer ni otro contento, que entretenerte y conversar Conmigo y darme gusto sólo a Mí, de modo que todas las otras cosas que no son mías te disgustan, así Yo, mi placer y mi consolación es el venir a entretenerme y hablar contigo. Tú no puedes entender la fuerza que tiene sobre mi corazón, de atraerme a ella, un alma que tiene la única finalidad de agradarme sólo a Mí; me siento tan unido con ella que estoy obligado a hacer lo que ella quiere”.
Mientras Jesús así decía, comprendí que hablaba en el modo como en días pasados, mientras sufría acerbos dolores, en mi interior iba diciendo: “Jesús mío, todo por amor tuyo, estos dolores sean tantos actos de alabanza, de honor, de homenaje que te ofrezco, estos dolores sean tantas voces que te glorifiquen y tantos testimonios que digan que te amo”.
APOYOS HUMANOS
4-52 Enero 30, 1901
Las virtudes, los méritos de Jesús, son tantas torres de fuerza, en las cuales cada uno puede apoyarse en el camino a la Eternidad. El veneno del interés.
4 Al oírme dejó de llorar, derramó un poco y luego me participó los dolores de la cruz, y después ha agregado:
5“Mis virtudes y los méritos adquiridos para el hombre en mi Pasión, son tantas torres de fortaleza en las cuales cada uno puede apoyarse en el camino hacia la Eternidad, pero el hombre ingrato, huyendo de estas torres de fortaleza, se apoya en el fango, y se conduce por el camino de la perdición”.
36-13,3
Junio 12, 1938 Quien vive abandonada en los brazos de
Jesús es su preferida.
3 Después ha agregado con ternura indecible: “Hija mía buena, Yo amo mucho a las criaturas, pero me siento más atraído a amar, raptado y vencido, por el alma que vive abandonada en mis brazos como si ninguno hubiese en el mundo sino sólo su Jesús, se fía sólo de Mí, y si le vienen ofrecidos otros apoyos, los rechaza, para tener sólo el apoyo de su Jesús que la tiene estrechada entre sus brazos, la defiende y sobre de ella toma todos los cuidados. Estas son las almas que amo mucho, mucho, mis preferidas, a las que circundo con mi potencia divina, a ellas les formo a su alrededor el muro de mi amor, de modo que, ¡ay, de quien me las toque, mi amor las sabrá defender y mi potencia sabrá echar por tierra a aquellos que me las quieran disgustar! Las almas abandonadas en Mí viven sólo de Mí, y Yo vivo sólo de ellas, como si viviésemos de un solo aliento y de un solo amor, y si algún apoyo humano se presenta, miran si estoy Yo en aquél apoyo, si no estoy, huyen para venirse a refugiar en mis brazos. Solamente de estas almas puedo fiarme, confiarles mis secretos, apoyarme también Yo sobre de ellas; estoy seguro de que no salen de mi Voluntad porque están siempre junto Conmigo. En cambio quienes no viven todos abandonados en Mí, escapan de mis brazos, no rechazan los apoyos humanos, más bien sienten gusto por ellos; son inconstantes, ahora me buscan a Mí, ahora a las criaturas; están obligadas a sentir el desengaño de las criaturas, lo que abre en sus almas desgarros profundos; sienten la tierra en sus corazones, y mi Voluntad como vida está lejana de ellas.
¡Oh! si se abandonasen en mis brazos, la tierra desaparecería para ellas, no tomarían cuidado de ninguno, porque sólo Yo basto por todos. Amo tanto a quien vive abandonado en mis brazos, que le manifiesto mis excesos de amor más grandes, mis finezas de amor, mis caricias son para ellos, llego a inventar nuevas estratagemas de amor para tenerlos ocupados y todos ensimismados en mi amor. Por eso, vive sola, abandonada en mis brazos, y en todas las cosas encontrarás a tu Jesús que te defiende, te ayuda y te sostiene”.
2-48 – Julio 22, 1899
Después de esto me ha transportado fuera de mí misma y me he encontrado sobre una escalera altísima, bajo la cual había un precipicio, y por añadidura los escalones de esta escalera eran movibles, y tan estrechos, que apenas se podía apoyar la punta de los pies; lo que más daba terror era el precipicio y el no poder encontrar apoyo de ningún tipo, y queriéndose aferrar de los escalones, estos se caían junto; el ver que casi todas las demás personas se caían infundía escalofrío en los huesos; sin embargo no se podía evitar el pasar por aquella escalera. Entonces lo he intentado, pero en cuanto subí dos o tres escalones, viendo el gran peligro que corría de caer en el abismo, he comenzado a llamar a Jesús para que viniera en mi ayuda, entonces, sin saber cómo he encontrado a Jesús junto a mí y me ha dicho:
«Hija mía, esto que tú has visto es el camino que recorren todos los hombres en esta tierra; los escalones móviles sobre los que no pueden apoyarse para tener un sostén son los apoyos humanos, las cosas terrenas, que queriéndose apoyar sobre ellas, en vez de darles una ayuda les dan un empujón para precipitarse más pronto en el infierno. El medio más seguro es el caminar casi volando, sin apoyarse sobre la tierra, a fuerza de los propios brazos, con los ojos en sí mismos, sin mirar a los demás y también teniéndolos todos atentos a Mí, para tener ayuda y fuerza, así se podrá fácilmente evitar el precipicio.»
+ + +
11-33 – Agosto 28, 1912
Después ha agregado: «¡Oh! si todos conocieran mi amor y mi Querer, dejarían de apoyarse en ellos mismos, y mucho más en los demás, los apoyos humanos terminarían. ¡Oh! cómo los encontrarían insignificantes, dolorosos, incómodos, todos se apoyarían solamente en mi amor, porque siendo espíritu purísimo, no conteniendo materia, se encontrarían muy a gusto apoyados en Mí, y los efectos queridos por ellos.
Hija mía, el amor quiere encontrar a las almas liberadas de todo, de otra manera no puede vestirlas con el vestido del amor; sucedería como a alguien que queriendo ponerse un vestido lo encuentre lleno de estorbos por dentro, y por lo tanto no se lo puede poner, quiere sacar un brazo por la manga pero encuentra un estorbo; así que el pobrecito, o debe dejar de intentarlo o hace el ridículo. Así el amor, cuando quiere vestir al alma de sí, si no encuentra al alma escombrada del todo, amargado se retira.»
(«Hija mía, las otras virtudes, por cuanto altas y sublimes sean hacen siempre distinguir a la criatura y al Creador, sólo el amor es lo que transforma al alma en Dios y la forma una sola cosa con Él. Así que sólo el amor es lo que triunfa sobre todas las imperfecciones humanas, el único que consume lo que impide que el alma llegue a tomar Vida Divina en Dios. Pero no puede haber verdadero amor si no recibe vida, alimento de mi Voluntad, así que mi Voluntad unida al amor es la que forma la verdadera transformación Conmigo, pues el alma está en continuo contacto con mi potencia, con mi santidad y con todo lo que Yo soy, así que puede decir que es otro Yo. Todo es precioso, todo es santidad para aquella alma; se puede decir que su respiro, el contacto con la tierra que pisa es precioso, es santo, porque no son otra cosa que efectos de mi Querer.»)
JESÚS COMO EJEMPLO Vol. 12 – Junio 10, 1920
«Hija mía, mi Humanidad cuando vivía sobre la tierra, vivía a medio aire, entre el Cielo y la tierra, teniendo toda la tierra debajo y todo el Cielo sobre de Mí y viviendo de este modo, Yo buscaba atraer a toda la tierra en Mí y a todo el Cielo y hacer de ellos una sola cosa. Si Yo hubiera querido vivir a ras de tierra no habría podido atraer todo en Mí, a lo más algún punto. Es cierto que el vivir a medio aire me costó mucho, no tenía ni dónde apoyarme ni en quién apoyarme y sólo las cosas de estrecha necesidad eran dadas a mi Humanidad; por lo demás, estaba siempre solo y sin ningún consuelo pero esto era necesario, primero por la nobleza de mi persona a la que no convenía vivir en lo bajo, con apoyos humanos viles e inconstantes; segundo, por el gran oficio de la Redención que debía tener la supremacía sobre todo. Por lo tanto, me convenía vivir en lo alto, sobre todos.
Ahora, a quien llamo a mi semejanza la pongo en las mismas condiciones en las que puse a mi Humanidad: por eso tu apoyo soy Yo, mis brazos son tu sostén, y haciéndote vivir en mis brazos a medio aire, te pueden llegar sólo las cosas de extrema necesidad. Para quien vive en mi Querer, desapegada de todos, dedicada toda a Mí, todo lo que no es de extrema necesidad son cosas viles y un degradarse de su nobleza, y si le vienen dados los apoyos humanos, siente el mal olor de lo humano y ella misma los aleja.»
Después ha agregado: «Conforme el alma entra en mi Querer, su querer queda atado con mi Querer eterno, y a pesar de que ella no piense en esto, habiendo quedado atado su querer al mío**, lo que hace mi Querer hace el suyo y corre junto Conmigo para bien de todos.»
**12-147 Enero 10, 1921 segundo “sí” en su Querer: El Fiat de Luisa. (El primero el de la Virgen)
(1) Estaba pensando acerca de lo que está escrito en el capítulo anterior, y decía entre mí: “Yo no sé que querrá Jesús de mí, Él sabe cuan mala soy y cómo no soy buena para nada”. Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, recuérdate que años atrás te pregunté si querías hacer vida en mi Querer, y como te quería en mi Querer, quise que en mi mismo Querer pronunciaras tu “sí”; este “sí” quedó atado a un punto eterno y a una Voluntad que no tendrá fin; este “sí” está en el centro de mi Querer y rodeado por una inmensidad infinita, y queriéndose salir no encuentra el camino, por eso me río y me divierto con tus pequeñas oposiciones y descontentos, viéndote como una persona atada en el fondo del mar por su propia voluntad, que queriéndose salir no encuentra sino agua por todas partes, y como está atada en el fondo del mar siente la molestia de quererse salir, y para estarse tranquila y feliz se arroja más en el fondo del mar. Así Yo, viéndote inquieta, como si quisieras salir, y no pudiendo, atada por tu mismo “sí”, te arrojas más en el fondo de mi Querer, y Yo me río y me divierto. Y además, ¿crees tú que sea cosa de nada y fácil salirse de dentro de mi Querer? Te saldrías de un punto eterno, y si supieras qué significa apartarse de un punto eterno, temblarías de espanto por ello”.
(3) Luego ha agregado: “El primer “sí” en mi Fiat lo he pedido a mi querida Mamá, y ¡oh potencia de su Fiat en mi Querer! En cuanto el Fiat Divino se encontró con el Fiat de mi Mamá, se hicieron uno solo; mi Fiat la elevó, la divinizó, la cubrió, y sin obra humana me concibió a Mí, Hijo de Dios. Sólo en mi Fiat podía concebirme; mi Fiat le comunicó la inmensidad, la infinitud, la fecundidad en modo divino, y por eso pude quedar concebido en Ella, Yo, el inmenso, el eterno, el infinito. En cuanto dijo “Fiat Mihi”, no sólo se posesionó de Mí, sino cubrió también a todas las criaturas, a todas las cosas creadas, sentía todas las vidas de las criaturas en Ella, y desde entonces comenzó a hacerla de Madre y de Reina de todos. ¡Cuántos portentos no contiene este “sí” de mi Mamá! Si los quisiera decir todos, jamás terminarías de escucharlos!
(4) Ahora, un segundo “sí” en mi Querer te lo he pedido a ti, y tú, si bien temblando, lo pronunciaste; ahora este “sí” en mi Querer tendrá también sus portentos, tendrá un cumplimiento divino. Tú sígueme y profundízate más en el mar inmenso de mi Voluntad, y Yo me pensaré en todo. Mi Mamá no pensó cómo habría hecho para concebirme en Ella, sino sólo dijo “Fiat Mihi” y Yo pensé en el modo cómo concebirme. Así harás tú”.
17-12
(1) Y yo, espantada por el hablar de Jesús he dicho: “Amor mío, ¿qué dices? ¿Es posible todo este mal? Tu hablar me hace morir de pena, ¡ah! perdóname, ten misericordia de mí que soy tan mala, y confirma mi ‘sí’ con ataduras más fuertes en tu Voluntad, es más, hazme morir antes que hacerme salir de tu Voluntad”.
Y Jesús de nuevo: “Hija mía, cálmate, como inmediatamente te has puesto de nuevo en mi Querer, todas las cosas se han calmado y se han puesto en actitud de nueva fiesta. Tu ‘sí’ continúa sus veloces giros en la inmensidad de mi Voluntad. ¡Ah! hija, ni tú ni los que te dirigen han conocido qué significa vivir en mi Querer, por eso no lo aprecian y se tiene como cosa de ninguna importancia, –y esto es un dolor mío– mientras que es la cosa que más me interesa y que debería más que cualquier cosa interesar a todos; pero, ¡ay de Mí! se pone atención a otras cosas, a cosas que para Mí son menos agradables o indiferentes, en lugar de lo que más me glorifica y que da a ellos, aun sobre esta tierra, bienes inmensos y eternos, y los hace propietarios de los bienes que mi Voluntad posee
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13-32
– Noviembre 12, 1921
Ahora, la santidad en mi Querer, simbolizando al sol, saldrá del centro de mi Santidad, será un rayo parido por mi Santidad que no tiene principio, así que estas almas existían en mi Santidad, existen y existirán; estaban junto Conmigo en el bien que hacía, jamás salían del rayo en el cual las había hecho salir a la luz; no alejándose jamás de mi Querer Yo me entretenía con ellas y me entretengo todavía ahora, mi unión con ellas es permanente; las veo sobrevolar sobre todo; los apoyos humanos para ellas no existen, igual que el sol no se apoya en ningún punto, vive en lo alto como aislado, pero con su luz todo encierra en sí. Así estas almas, viven en lo alto como el sol, pero su luz desciende hasta lo más bajo, se extiende a todos. Yo me sentiría como si las defraudara si no las hiciera partícipes y no las hiciera hacer lo que hago Yo, así que no hay bien que de ellas no descienda. En esta santidad Yo veo mis sombras, mis imágenes sobrevolar sobre toda la tierra, en el aire, en el Cielo, y por esto es que amo y amaré al mundo, porque espero que mi Santidad tenga su eco sobre la tierra, que mis rayos salgan fuera, a la luz, y me den gloria completa, restituyéndome el amor, el honor que los demás no me han dado. Pero al igual que el sol, serán las más inobservadas, sin ningún estrépito, pero si las querrán mirar será tanto mi celo, que correrán peligro de quedar cegadas y estarán obligados a bajar la mirada para recuperar la vista. ¿Ves cómo es bella la santidad en mi Querer? Es la santidad que más se acerca a tu Creador, por eso tendrá el primado sobre todas las demás santidades, encerrará en sí todas las otras santidades juntas, y será vida de todas las otras santidades.
¡Qué gracia para ti el conocerla! ¡Ser la primera, como rayo solar en salir del centro de mi Santidad sin separarse jamás! Gracia más grande no podría hacerte, milagro más portentoso no podría obrar en ti, sé atenta hija mía, rayo mío, porque cada vez que entras en mi Querer y obras, sucede como el sol cuando toca los cristales, tantos soles en ellos se forman, así tantas veces repites mi Vida, la multiplicas, das nueva vida a mi amor.»
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36-13,3 – Junio 12, 1938
«Hija mía buena, Yo amo mucho a las criaturas, pero me siento más atraído a amar, raptado y vencido por el alma que vive abandonada en mis brazos como si ninguno hubiese en el mundo sino sólo su Jesús, se fía sólo de Mí, y si le vienen ofrecidos otros apoyos los rechaza, para tener sólo el apoyo de su Jesús que la tiene estrechada entre sus brazos, la defiende y sobre de ella toma todos los cuidados. Estas son las almas que amo mucho, mucho, mis preferidas, a las que circundo con mi potencia divina, a ellas les formo a su alrededor el muro de mi amor, de modo que ¡ay! de quien me las toque, mi amor las sabrá defender y mi potencia sabrá echar por tierra a aquellos que me las quieran disgustar. Las almas abandonadas en Mí viven sólo de Mí, y Yo vivo sólo de ellas, como si viviésemos de un solo aliento y de un solo amor, y si algún apoyo humano se presenta, miran si estoy Yo en aquél apoyo, si no estoy huyen para venirse a refugiar en mis brazos. Solamente de estas almas puedo fiarme, confiarles mis secretos, apoyarme también Yo sobre de ellas, estoy seguro de que no salen de mi Voluntad porque están siempre junto Conmigo. En cambio quienes no viven todas abandonadas en Mí, escapan de mis brazos, no rechazan los apoyos humanos, más bien sienten gusto por ellos, son inconstantes, ahora me buscan a Mí, ahora a las criaturas, están obligadas a sentir el desengaño de las criaturas, lo que abre en sus almas desgarros profundos, sienten la tierra en su corazón, y mi Voluntad como vida está lejana de ellas. ¡Oh! si se abandonasen en mis brazos, la tierra desaparecería para ellas, no tomarían cuidado de ninguno, porque sólo Yo basto por todos. Amo tanto a quien vive abandonado en mis brazos, que le manifiesto mis excesos de amor más grandes, mis finezas de amor, mis caricias son para ellos, llego a inventar nuevas estratagemas de amor para tenerlos ocupados y todos ensimismados en mi amor. Por eso, vive sola, abandonada en mis brazos, y en todas las cosas encontrarás a tu Jesús que te defiende, te ayuda y te sostiene.»
4-55 Febrero 6, 1901 La perfecta complacencia de Jesús, es al encontrarse a Sí mismo en el alma.
(1) Encontrándome en mi habitual estado, el bendito Jesús al venir me ha dicho:
(2) “Hija mía, cuando mi gracia se encuentra en posesión de muchas personas, festeja más; sucede como con aquellas reinas que por cuantas más doncellas están atentas de sus órdenes y les hacen corona alrededor, tanto más gozan y hacen fiesta. Tú quédate fija en Mí y mírame, y quedarás tan adherida a Mí, que todo lo material quedará muerto para ti, y tanto debes fijarte en Mí, hasta atraerme todo en ti, porque Yo encontrando en ti a Mí mismo, puedo encontrar en ti mi perfecta complacencia. Ahora, encontrando en ti todos mis placeres posibles que puedo encontrar en una criatura humana, no puede disgustarme tanto lo que me hacen los demás”.
(3) Y mientras esto decía se ha internado dentro de mí y todo se complacía. Cómo sería afortunada si llegara a atraer en mí a todo mi amado Jesús.
Las almas existimos para cumplir la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros
17-48 la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros.
TODO LO QUE NO SEA ESTA FE Y LA VIDA SEGÚN ESTA FE…. PERTENECERÍA AL MUNDO DE LOS HARAPOS HUMANOS.
(1) HARAPOS: 13-53 “Hija mía, ¿por qué te oprimes? ¿Sabes cómo son en mi Voluntad las cosas propias? Como tantos viles harapos, trapos viejos que son más un deshonor que un honor para el alma, y que le hacen recordar que ella era una pobre y que ni siquiera un solo vestido decente poseía. Yo cuando quiero llamar un alma a mi Querer para hacer que establezca en Él su morada, hago como un gran señor que quisiera llevar a su palacio a una de las más pobres, para hacer que dejando sus harapos de pobre se vistiese a la altura de su condición de él, haciendo vida junto con él y haciéndola partícipe de todos sus bienes. Pues bien, este señor va por todas las calles de la ciudad y cuando encuentra una de las más pobres, sin techo, sin cama, cubierta sólo con repugnantes harapos, la toma y la lleva como triunfo de su caridad a su palacio, sin embargo le ordena que deje sus harapos, que se lave y se vista con los más hermosos vestidos, y que para no tener memoria de su pobreza, queme sus harapos, porque siendo él muy rico no admite en su casa cosas que signifiquen pobreza. Ahora, si la pobre llora por sus harapos y se aflige porque no ha llevado nada suyo, ¿no ofendería la bondad, la magnanimidad de ese señor? Así soy Yo, y si aquel señor recorre una ciudad, Yo recorro todo el mundo y tal vez todas las generaciones, y cuando encuentro a la más pequeña, la más pobre, la tomo y la pongo en el ámbito eterno de mi Querer y le digo: “Trabaja junto Conmigo en mi Voluntad, lo que es mío es tuyo, si tienes alguna cosa propia déjala, porque en la santidad e inmensas riquezas de mi Voluntad no son otra cosa que míseros harapos”. El querer tener méritos propios es de siervos, de esclavos, no de los hijos, lo que es del padre es de los hijos, y además, ¿qué cosa son todos los méritos que podrías adquirir en comparación con un acto solo de mi Voluntad? Todos los méritos tienen su pequeño valor, peso y medida, ¿pero quién podría jamás medir un acto solo de mi Voluntad? Ninguno, ninguno, y además,
¿qué son tus méritos en comparación de los míos? En mi Querer los encontrarás todos, y de ellos Yo te hago dueña, ¿no estás contenta?
20-48,8 Hija mía, el alma para vivir en mi Voluntad debe subir, y para subir a Ella debe dejar lo que a mi Voluntad no pertenece, debe dejar sus míseros harapos, sus costumbres vulgares, sus alimentos viles, sus miserias, todo debe dejar para servirse de vestiduras reales, de costumbres divinas, de alimentos preciosos y substanciosos, de riquezas infinitas, en suma, de todo lo que pertenece a mi Voluntad; lo que has escrito por ahora te sirve a ti, sirve al Reino del Fiat Supremo, después será norma para quien debe vivir en él, así como también deben servirse de todos los actos obrantes de mi Voluntad para mantenerse en los confines de mi Reino. Por eso lo que a ti no te parece necesario, es necesario para la formación de mi Reino Supremo”.
SI ME QUITO LOS HARAPOS…..¿¿¿con qué me quedo??? No me reconozco:
11-41 Continuando mi aflicción decía entre mí: “No me reconozco más, dulce vida mía,
¿dónde estás? ¿Qué cosa debería hacer para reencontrarte? Faltando Tú, amor mío, no encuentro la belleza que me embellece, la fortaleza que me fortifica, la vida que me vivifica, me falta todo, todo es muerte para mí, y la misma vida sin Ti es más desgarradora que cualquier muerte, ¡ah, es siempre morir! Ven Jesús, no puedo más. ¡Oh luz suprema, ven, no me hagas esperar más! Me haces sentir los toques de tus manos, y mientras hago por asirte me huyes; me haces ver tu sombra, y mientras hago por mirar dentro de la sombra la majestad, la belleza de mi Sol Jesús, pierdo sombra y Sol. ¡Ah, piedad, mi corazón está atormentado, está desgarrado en pedazos, no puedo vivir más! ¡Ah, si pudiera morir al menos!” Mientras esto decía, en cuanto ha venido mi siempre amable Jesús me ha dicho:
“Hija mía, estoy aquí dentro de ti, si quieres reconocerte ven en Mí, y dentro de Mí ven a reconocerte; si vienes en Mí a reconocerte te pondrás en el orden, porque en Mí encontrarás tu imagen hecha por Mí y semejante a Mí, encontrarás todo lo que se necesita para conservar y embellecer esta imagen, y viniendo a reconocerte en Mí, reconocerás también al prójimo en Mí, y viendo cómo te amo a ti y cómo amo al prójimo, te elevarás al grado del verdadero amor divino, y todo, dentro y fuera de ti, las cosas tomarán el verdadero orden, que es el orden divino. En cambio si te quieres reconocer dentro de ti, en primer lugar no te reconocerás en verdad, pues te faltará la luz divina; en segundo lugar, todas las cosas las encontrarás en desorden y reñirán entre ellas; la miseria, la debilidad, las tinieblas, las pasiones y todo lo demás, será el desorden que encontrarás dentro y fuera de ti, que no sólo te harán la guerra a ti, sino también entre ellas para ver cuál te hace más mal, e imagínate tú misma en que orden te pondrán al prójimo. Y no sólo quiero que debas reconocerte en Mí, sino que si quieres recordarte de ti debes venir a hacerlo en Mí, de otra manera si quieres recordarte de ti sin Mí, harás más mal que bien”.
3-87
“Hija mía, lo que quiero de ti es que no te reconozcas más en ti misma, sino que te reconozcas solamente en Mí; así que de ti no te recordarás más, ni tendrás más reconocimiento de ti, sino te recordarás de Mí, y desconociéndote a ti misma adquirirás sólo mi reconocimiento, y a medida que te olvides y te destruyas a ti misma, así avanzarás en mi conocimiento y te reconocerás solamente en Mí, cuando hayas hecho esto, no más pensarás con tu mente sino con la mía, no mirarás con tus ojos, no más hablarás con tu boca, ni palpitarás con tu corazón, ni obrarás con tus manos, ni caminarás con tus pies, sino todo con lo mío, porque para reconocerse solamente en Dios, el alma tiene necesidad de ir a su origen y regresar a su principio, Dios, esto es, de donde salió, y que se uniforme toda sí misma a su Creador; y que todo lo que retiene de sí misma y que no es conforme a su principio, lo debe deshacer y reducirse a la nada. Sólo en este modo, desnuda, deshecha, puede regresar a su origen y reconocerse sólo en Dios, y obrar según el fin para el cual ha sido creada. He aquí entonces que para uniformarse toda en Mí, el alma debe volverse indivisible Conmigo”.
8-17 Y Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿y tú te afliges porque te sientes reducida en la nada? Más bien te digo que por cuanto más la criatura se reduce en la nada, tanto más es llenada del Todo, y si fuera aun una sombra de sí que deja, esa sombra impide que Yo me pueda dar todo, todo al alma; y tu regresar siempre en la nada significa que vas perdiendo tu ser humano para readquirir el Divino”.
3-28 “Hija mía, sólo los pequeños se dejan manejar como se quiere, no aquellos que son pequeños de razón humana, sino aquellos que son pequeños pero llenos de razón divina. Sólo Yo puedo decir que soy humilde, porque en el hombre lo que se dice humildad, más bien se debe decir conocimiento de sí mismo, y quien no se conoce a sí mismo camina ya en la falsedad”.
Amarguras:
8-7
Julio 17, 1907
Verdadera señal para conocer si se vive en la Divina Voluntad.
(1) Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, la verdadera señal para conocer si el alma vive en mi Voluntad, es que todo lo que le sucede, en cualquier cosa se desenvuelve la paz, porque mi Voluntad es tan perfecta y santa que no puede producir ni siquiera la sombra de la turbación. Así que si en los conflictos, mortificaciones, amarguras, se siente turbada, no puede decir que está dentro de mi Voluntad; a lo más, si se siente resignada y al mismo tiempo turbada, puede decir que está a la sombra de mi Voluntad, porque estando fuera es dueña de sentirse a sí misma, pero adentro no”.
El alma se vuelve transparente:
12-26 . ¡Ah, Yo lloro por las almas! Por la tierra han desconocido el Cielo, Yo destruiré la tierra, haré desaparecer las cosas más bellas que como cadenas atan al hombre”.
(1) Y yo: “Jesús, ¿qué dices?”
(2) Y Él: “Ánimo, no te abatas, seguiré adelante; tú ven en mi Querer, vive en Él, a fin de que la tierra no sea más tu habitación, sino que tu habitación sea Yo mismo, así estarás del todo al seguro. Mi Querer tiene el poder de volver al alma transparente, y entonces, como el alma es transparente, lo que Yo hago se refleja en ella: si Yo pienso, mi pensamiento se refleja en su mente y se hace luz, y el suyo como luz se refleja en el mío; si miro, si hablo, si amo, etc., como tantas luces se reflejan en ella, y ella en Mí, así que estamos en continuos reflejos, en comunicación perenne, en amor recíproco, y como Yo me encuentro en todas partes, los reflejos de estas almas me llegan en el Cielo, en la tierra, en las hostias Sacramentales, en los corazones de las criaturas; dondequiera y siempre luz doy y luz me envían, amor doy y amor me dan, son mis habitaciones terrestres donde me refugio de las náuseas que me dan las demás criaturas. ¡Oh! el bello vivir en mi Querer, me agrada tanto, que haré desaparecer todas las demás santidades, bajo cualquier otro aspecto de virtud en las futuras generaciones, y haré reaparecer la santidad del vivir en mi Voluntad, que son y serán no las santidades humanas, sino divinas, y su santidad será tan alta, que como soles eclipsarán las estrellas más bellas de los santos de las pasadas generaciones, por esto quiero purgar la tierra, porque es indigna de estos portentos de santidad”.
2-48 Esta mañana mi adorable Jesús se hacía ver con una cruz de oro colgada del cuello, toda resplandeciente, y que al mirarla se complacía inmensamente. De repente se ha encontrado presente el confesor y Jesús le ha dicho: “Los sufrimientos de los días pasados han acrecentado el resplandor a la cruz, tanto, que mirándola siento mucho agrado”.
Después se ha dirigido a mí y me ha dicho: “La cruz comunica tal resplandor al alma, de volverla transparente y así como cuando un objeto es transparente se le pueden dar todos los colores que se quiera, así la cruz, con su luz da todos los lineamientos y formas más bellas que jamás se puedan imaginar, no sólo por los demás sino también por la misma alma que los experimenta. Además de esto, en un objeto transparente enseguida se descubre el polvo, las pequeñas manchas y hasta cualquier oscurecimiento; así es la cruz, como hace transparente al alma, enseguida le descubre los pequeños defectos, las mínimas imperfecciones, tanto que no hay mano maestra más hábil que la cruz, para tener al alma preparada para volverla digna habitación del Dios del Cielo”.
4-64 Entonces, encontrándome en este estado, por poco tiempo he visto a mi adorable Jesús en el momento de su Resurrección, con un rostro tan resplandeciente que no se puede comparar a ningún otro esplendor, y me parecía que la Humanidad Santísima de Nuestro Señor, si bien era carne viva, pero estaba resplandeciente y transparente de modo que se veía con claridad la Divinidad unida a la Humanidad. Ahora, mientras lo veía tan glorioso, una luz que venía de Él, parecía que me dijera:
“Tanta gloria le vino a mi Humanidad por medio de la perfecta obediencia, que destruyendo del todo la naturaleza antigua Me dio la nueva naturaleza gloriosa e inmortal. Así el alma por medio de la obediencia puede formar en sí la perfecta resurrección a las virtudes, como por ejemplo: Si el alma está afligida, la obediencia la hará resurgir a la alegría; si está agitada, la obediencia la hará resurgir a la paz; si tentada, la obediencia le suministrará la cadena más fuerte para atar al enemigo y la hará resurgir victoriosa de las insidias diabólicas; si asediada por pasiones y vicios, la obediencia matándolos la hará resurgir a las virtudes. Esto al alma, y a su tiempo formará también la resurrección del cuerpo”.
Extras
Para contemplar
36-8, 4 “Hija mía bendita, tú debes saber que es tanto nuestro amor y el deseo ardiente de tener junto con Nosotros a la criatura, que no apenas creada le asignamos el puesto real en nuestra Voluntad Divina, así que cada una de las criaturas tiene su puesto de honor en nuestra morada divina, así que su principio, su primer acto de vida, tanto en la eternidad como en el tiempo, es en nuestro Fiat; ella no estaba en el mundo y Nosotros la amábamos, y mirándola con amor, no sólo le dábamos el puesto, sino que poníamos en su cortejo a nuestro amor, nuestra santidad, nuestra potencia, luz y belleza, ella es la noble princesa que desciende de la altura de los Cielos para navegar el exilio, pero nuestro Querer no la deja, desciende junto con ella, se cierra a su alrededor, navega el exilio junto con ella, en cada acto que hace, penas o alegrías, o encuentros, pone en ellos su primer acto divino, a fin de que mantenga su nobleza y su estado de princesa, y cuando la ha llenado de todos los bienes, tanto que no tiene más espacio dónde poner más bienes, la lleva nuevamente al Cielo, en las alturas de las esferas, y como triunfador la muestra a toda la corte celestial. Es esto lo que quiere hacer y sabe hacer mi Voluntad Divina de la criatura, pero con nuestro dolor vemos que en cuanto desciende en el exilio, no piensa más en su puesto regio, ni en la nobleza de su origen, y quisiera desvincularse de nuestra Voluntad, que más que tierna madre la lleva estrechada entre sus brazos, y sirviéndose de las puertas de los sentidos que le hemos dado, desciende en lo bajo de su voluntad humana; estas puertas se las habíamos dado para que volviera a subir a Nosotros, a fin de que desde su exilio pudiese hacer sus escapaditas al seno de su Creador, ella en cambio se sirve de ellos para hacer sus escapaditas en las miserias, en las debilidades, en las pasiones, las cuales le quitan su nobleza y no se reconoce más que es la princesa del Cielo, sino la sierva de la tierra. Pero a pesar de esto no cerramos nuestras puertas, las cuales son nuestro amor, nuestra paterna bondad, nuestra compasiva misericordia, las expectativas que hacemos, y no apenas vemos que cierra sus puertas para venir en nuestra Voluntad, vamos a su encuentro, abrimos las nuestras, y mirándola de bella fea, con los vestidos de princesa desgarrados, sucios, no le hacemos ningún reproche, sino con compasión toda paterna le decimos: ‘¿Dónde has estado?’ Pobre hija, cómo te has reducido, ¿has visto cuánto mal has hecho con vivir en lo bajo de tu voluntad humana, desunida de la nuestra? Has caminado sin guía, sin luz, sin alimento, sin defensa, por eso no lo hagas más, a fin de que encontrándote rehagas el bien perdido’. Nosotros lo sabemos, que la criatura sin nuestra Voluntad Divina no puede hacer ningún bien, es como si quisiera ver sin ojos, caminar sin pies, vivir sin alimento. Por eso sé atenta en no salir jamás de mi Querer Divino si quieres encontrar la fuerza, la luz, el apoyo y a tu mismo Jesús a tu disposición”
Paje – dejar lo propio:
…24-3,4 tú serás la narradora y portadora de la historia de un Querer eterno, que mientras dice su historia te pone dentro para darte la vida de sus actos y comunicarte, por cuanto te es posible, su movimiento y los bienes que Él contiene. Por eso tú debes saber que quien vive en mi Querer ofrece a la Majestad Eterna actos reales, actos que sólo se encuentran en la morada divina de mi Voluntad, y entonces Nosotros nos sentimos verdaderamente honrados por la criatura, cuando viene delante a Nosotros con los actos reales que hace nuestra Voluntad en toda la Creación, ellos son actos divinos y dignos de nuestra Majestad, en cambio quien no vive en nuestro Querer, por cuantos bienes pueda hacer, son siempre actos humanos que nos ofrece, no divinos, inferiores a Nosotros porque no corre en ellos el acto real de nuestro Fiat Divino. Sucede como a un rey que es servido por un paje, el cual le ofrece todas las cosas que se encuentran en la morada del rey, éste, a pesar de que son cosas suyas se siente honrado, porque si bebe, bebe su agua pura en vasos de oro, tersos y limpios; si come, el alimento es digno de él y le es servido en platos de plata; si viste, le son llevados vestidos reales como conviene a un rey; el rey se siente complacido y satisfecho porque es servido con las cosas reales que le pertenecen; en cambio otro paje que sirve al rey, cuando el rey quiere beber, va a su vil habitación a tomar agua turbia, la lleva en vasos de barro, no limpios; si come, va a tomar su alimento vulgar, vil y en platos que dan asco; si viste, le lleva vestidos sin adornos y no dignos de un rey; el rey no queda complacido ni honrado al ser servido por este paje, más bien queda con un dolor en el corazón y dice: ‘¿Cómo, tengo mis cosas reales y este paje se atreve a servirme con las cosas viles de su casa?’ El primer paje es quien vive en mi Voluntad, el segundo quien vive de voluntad humana, ¡qué gran diferencia entre el uno y el otro!”
Sin miedo a no tener méritos propios:
(1) Escucha hija mía, quiero que dejes todo a un lado, tu misión es grandísima, y más que el decir es el hacer lo que espero de ti, quiero que toda tú estés en continuo acto en mi Querer, quiero el paseo de tus pensamientos en mi Querer, para que paseando sobre todas las inteligencias humanas extiendas el manto de mi Querer sobre todas las mentes creadas, y elevándote hasta el trono del Eterno ofrezcas todos los pensamientos humanos sellados con el honor y la gloria de mi Voluntad Divina, después extiende el manto de mi Querer sobre todas las miradas humanas, sobre todas las palabras, como si hicieras pasear tus ojos y tus palabras sobre todas las de ellas, y sellándolas con mi Querer te eleves de nuevo ante la Majestad Suprema, y ofrezcas el homenaje como si todos hubiesen hecho uso de la vista y de las palabras según mi Querer, y lo mismo si obras, si respiras, si tu corazón palpita, tu paseo será continuo; tu camino es larguísimo, es toda la eternidad lo que debes recorrer; si supieras cuanto pierdes cada vez que te detienes y que me privas a Mí no de un honor humano, sino de un honor divino. Estos son los méritos que tú deberías temer perder, no tus harapos y tus miserias, por eso más atención en hacer tus giros en mi Querer”.
17-55 Oh, si tú supieras qué significa vivir en mi Voluntad, significa que no hay división entre ella y el Cielo, donde está mi Voluntad ella se encuentra, sus actos, sus penas, sus palabras, están en acto y obrantes en cualquier lugar donde se encuentra mi Voluntad, y como se encuentra por todas partes, el alma se pone en el orden de la Creación, y está, gracias a la electricidad del Supremo Querer, en comunicación con todas las cosas creadas, y así como las cosas creadas están en orden y armonía entre ellas, la una es el sostén de la otra, ni siquiera una puede apartarse; y jamás sea, si se apartara una sola cosa creada por Mí la Creación se trastornaría toda; hay un secreto entre ellas, una fuerza misteriosa, que mientras viven suspendidos en el aire, sin ningún apoyo, con la fuerza de la comunicación que tienen entre ellas una sostiene a la otra; así quien hace mi Voluntad está en comunicación con todos, está sostenida por todas las obras de su Creador, por eso todos la reconocen, la aman y le prestan la electricidad, el secreto de vivir junto con ellas suspendida entre el Cielo y la tierra, toda sostenida por la sola fuerza de la Suprema Voluntad”.
Las almas existimos para cumplir la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros
17-48 la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros.
TODO LO QUE NO SEA ESTA FE Y LA VIDA SEGÚN ESTA FE…. PERTENECERÍA AL MUNDO DE LOS HARAPOS HUMANOS.
(1) HARAPOS: 13-53 “Hija mía, ¿por qué te oprimes? ¿Sabes cómo son en mi Voluntad las cosas propias? Como tantos viles harapos, trapos viejos que son más un deshonor que un honor para el alma, y que le hacen recordar que ella era una pobre y que ni siquiera un solo vestido decente poseía. Yo cuando quiero llamar un alma a mi Querer para hacer que establezca en Él su morada, hago como un gran señor que quisiera llevar a su palacio a una de las más pobres, para hacer que dejando sus harapos de pobre se vistiese a la altura de su condición de él, haciendo vida junto con él y haciéndola partícipe de todos sus bienes. Pues bien, este señor va por todas las calles de la ciudad y cuando encuentra una de las más pobres, sin techo, sin cama, cubierta sólo con repugnantes harapos, la toma y la lleva como triunfo de su caridad a su palacio, sin embargo le ordena que deje sus harapos, que se lave y se vista con los más hermosos vestidos, y que para no tener memoria de su pobreza, queme sus harapos, porque siendo él muy rico no admite en su casa cosas que signifiquen pobreza. Ahora, si la pobre llora por sus harapos y se aflige porque no ha llevado nada suyo, ¿no ofendería la bondad, la magnanimidad de ese señor? Así soy Yo, y si aquel señor recorre una ciudad, Yo recorro todo el mundo y tal vez todas las generaciones, y cuando encuentro a la más pequeña, la más pobre, la tomo y la pongo en el ámbito eterno de mi Querer y le digo: “Trabaja junto Conmigo en mi Voluntad, lo que es mío es tuyo, si tienes alguna cosa propia déjala, porque en la santidad e inmensas riquezas de mi Voluntad no son otra cosa que míseros harapos”. El querer tener méritos propios es de siervos, de esclavos, no de los hijos, lo que es del padre es de los hijos, y además, ¿qué cosa son todos los méritos que podrías adquirir en comparación con un acto solo de mi Voluntad? Todos los méritos tienen su pequeño valor, peso y medida, ¿pero quién podría jamás medir un acto solo de mi Voluntad? Ninguno, ninguno, y además,
¿qué son tus méritos en comparación de los míos? En mi Querer los encontrarás todos, y de ellos Yo te hago dueña, ¿no estás contenta?
20-48,8 Hija mía, el alma para vivir en mi Voluntad debe subir, y para subir a Ella debe dejar lo que a mi Voluntad no pertenece, debe dejar sus míseros harapos, sus costumbres vulgares, sus alimentos viles, sus miserias, todo debe dejar para servirse de vestiduras reales, de costumbres divinas, de alimentos preciosos y substanciosos, de riquezas infinitas, en suma, de todo lo que pertenece a mi Voluntad; lo que has escrito por ahora te sirve a ti, sirve al Reino del Fiat Supremo, después será norma para quien debe vivir en él, así como también deben servirse de todos los actos obrantes de mi Voluntad para mantenerse en los confines de mi Reino. Por eso lo que a ti no te parece necesario, es necesario para la formación de mi Reino Supremo”.
SI ME QUITO LOS HARAPOS…..¿¿¿con qué me quedo??? No me reconozco:
11-41 Continuando mi aflicción decía entre mí: “No me reconozco más, dulce vida mía,
¿dónde estás? ¿Qué cosa debería hacer para reencontrarte? Faltando Tú, amor mío, no encuentro la belleza que me embellece, la fortaleza que me fortifica, la vida que me vivifica, me falta todo, todo es muerte para mí, y la misma vida sin Ti es más desgarradora que cualquier muerte, ¡ah, es siempre morir! Ven Jesús, no puedo más. ¡Oh luz suprema, ven, no me hagas esperar más! Me haces sentir los toques de tus manos, y mientras hago por asirte me huyes; me haces ver tu sombra, y mientras hago por mirar dentro de la sombra la majestad, la belleza de mi Sol Jesús, pierdo sombra y Sol. ¡Ah, piedad, mi corazón está atormentado, está desgarrado en pedazos, no puedo vivir más! ¡Ah, si pudiera morir al menos!” Mientras esto decía, en cuanto ha venido mi siempre amable Jesús me ha dicho:
“Hija mía, estoy aquí dentro de ti, si quieres reconocerte ven en Mí, y dentro de Mí ven a reconocerte; si vienes en Mí a reconocerte te pondrás en el orden, porque en Mí encontrarás tu imagen hecha por Mí y semejante a Mí, encontrarás todo lo que se necesita para conservar y embellecer esta imagen, y viniendo a reconocerte en Mí, reconocerás también al prójimo en Mí, y viendo cómo te amo a ti y cómo amo al prójimo, te elevarás al grado del verdadero amor divino, y todo, dentro y fuera de ti, las cosas tomarán el verdadero orden, que es el orden divino. En cambio si te quieres reconocer dentro de ti, en primer lugar no te reconocerás en verdad, pues te faltará la luz divina; en segundo lugar, todas las cosas las encontrarás en desorden y reñirán entre ellas; la miseria, la debilidad, las tinieblas, las pasiones y todo lo demás, será el desorden que encontrarás dentro y fuera de ti, que no sólo te harán la guerra a ti, sino también entre ellas para ver cuál te hace más mal, e imagínate tú misma en que orden te pondrán al prójimo. Y no sólo quiero que debas reconocerte en Mí, sino que si quieres recordarte de ti debes venir a hacerlo en Mí, de otra manera si quieres recordarte de ti sin Mí, harás más mal que bien”.
3-87
“Hija mía, lo que quiero de ti es que no te reconozcas más en ti misma, sino que te reconozcas solamente en Mí; así que de ti no te recordarás más, ni tendrás más reconocimiento de ti, sino te recordarás de Mí, y desconociéndote a ti misma adquirirás sólo mi reconocimiento, y a medida que te olvides y te destruyas a ti misma, así avanzarás en mi conocimiento y te reconocerás solamente en Mí, cuando hayas hecho esto, no más pensarás con tu mente sino con la mía, no mirarás con tus ojos, no más hablarás con tu boca, ni palpitarás con tu corazón, ni obrarás con tus manos, ni caminarás con tus pies, sino todo con lo mío, porque para reconocerse solamente en Dios, el alma tiene necesidad de ir a su origen y regresar a su principio, Dios, esto es, de donde salió, y que se uniforme toda sí misma a su Creador; y que todo lo que retiene de sí misma y que no es conforme a su principio, lo debe deshacer y reducirse a la nada. Sólo en este modo, desnuda, deshecha, puede regresar a su origen y reconocerse sólo en Dios, y obrar según el fin para el cual ha sido creada. He aquí entonces que para uniformarse toda en Mí, el alma debe volverse indivisible Conmigo”.
8-17 Y Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿y tú te afliges porque te sientes reducida en la nada? Más bien te digo que por cuanto más la criatura se reduce en la nada, tanto más es llenada del Todo, y si fuera aun una sombra de sí que deja, esa sombra impide que Yo me pueda dar todo, todo al alma; y tu regresar siempre en la nada significa que vas perdiendo tu ser humano para readquirir el Divino”.
3-28 “Hija mía, sólo los pequeños se dejan manejar como se quiere, no aquellos que son pequeños de razón humana, sino aquellos que son pequeños pero llenos de razón divina. Sólo Yo puedo decir que soy humilde, porque en el hombre lo que se dice humildad, más bien se debe decir conocimiento de sí mismo, y quien no se conoce a sí mismo camina ya en la falsedad”.
Amarguras:
8-7
Julio 17, 1907
Verdadera señal para conocer si se vive en la Divina Voluntad.
(1) Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, la verdadera señal para conocer si el alma vive en mi Voluntad, es que todo lo que le sucede, en cualquier cosa se desenvuelve la paz, porque mi Voluntad es tan perfecta y santa que no puede producir ni siquiera la sombra de la turbación. Así que si en los conflictos, mortificaciones, amarguras, se siente turbada, no puede decir que está dentro de mi Voluntad; a lo más, si se siente resignada y al mismo tiempo turbada, puede decir que está a la sombra de mi Voluntad, porque estando fuera es dueña de sentirse a sí misma, pero adentro no”.
El alma se vuelve transparente:
12-26 . ¡Ah, Yo lloro por las almas! Por la tierra han desconocido el Cielo, Yo destruiré la tierra, haré desaparecer las cosas más bellas que como cadenas atan al hombre”.
(1) Y yo: “Jesús, ¿qué dices?”
(2) Y Él: “Ánimo, no te abatas, seguiré adelante; tú ven en mi Querer, vive en Él, a fin de que la tierra no sea más tu habitación, sino que tu habitación sea Yo mismo, así estarás del todo al seguro. Mi Querer tiene el poder de volver al alma transparente, y entonces, como el alma es transparente, lo que Yo hago se refleja en ella: si Yo pienso, mi pensamiento se refleja en su mente y se hace luz, y el suyo como luz se refleja en el mío; si miro, si hablo, si amo, etc., como tantas luces se reflejan en ella, y ella en Mí, así que estamos en continuos reflejos, en comunicación perenne, en amor recíproco, y como Yo me encuentro en todas partes, los reflejos de estas almas me llegan en el Cielo, en la tierra, en las hostias Sacramentales, en los corazones de las criaturas; dondequiera y siempre luz doy y luz me envían, amor doy y amor me dan, son mis habitaciones terrestres donde me refugio de las náuseas que me dan las demás criaturas. ¡Oh! el bello vivir en mi Querer, me agrada tanto, que haré desaparecer todas las demás santidades, bajo cualquier otro aspecto de virtud en las futuras generaciones, y haré reaparecer la santidad del vivir en mi Voluntad, que son y serán no las santidades humanas, sino divinas, y su santidad será tan alta, que como soles eclipsarán las estrellas más bellas de los santos de las pasadas generaciones, por esto quiero purgar la tierra, porque es indigna de estos portentos de santidad”.
2-48 Esta mañana mi adorable Jesús se hacía ver con una cruz de oro colgada del cuello, toda resplandeciente, y que al mirarla se complacía inmensamente. De repente se ha encontrado presente el confesor y Jesús le ha dicho: “Los sufrimientos de los días pasados han acrecentado el resplandor a la cruz, tanto, que mirándola siento mucho agrado”.
Después se ha dirigido a mí y me ha dicho: “La cruz comunica tal resplandor al alma, de volverla transparente y así como cuando un objeto es transparente se le pueden dar todos los colores que se quiera, así la cruz, con su luz da todos los lineamientos y formas más bellas que jamás se puedan imaginar, no sólo por los demás sino también por la misma alma que los experimenta. Además de esto, en un objeto transparente enseguida se descubre el polvo, las pequeñas manchas y hasta cualquier oscurecimiento; así es la cruz, como hace transparente al alma, enseguida le descubre los pequeños defectos, las mínimas imperfecciones, tanto que no hay mano maestra más hábil que la cruz, para tener al alma preparada para volverla digna habitación del Dios del Cielo”.
4-64 Entonces, encontrándome en este estado, por poco tiempo he visto a mi adorable Jesús en el momento de su Resurrección, con un rostro tan resplandeciente que no se puede comparar a ningún otro esplendor, y me parecía que la Humanidad Santísima de Nuestro Señor, si bien era carne viva, pero estaba resplandeciente y transparente de modo que se veía con claridad la Divinidad unida a la Humanidad. Ahora, mientras lo veía tan glorioso, una luz que venía de Él, parecía que me dijera:
“Tanta gloria le vino a mi Humanidad por medio de la perfecta obediencia, que destruyendo del todo la naturaleza antigua Me dio la nueva naturaleza gloriosa e inmortal. Así el alma por medio de la obediencia puede formar en sí la perfecta resurrección a las virtudes, como por ejemplo: Si el alma está afligida, la obediencia la hará resurgir a la alegría; si está agitada, la obediencia la hará resurgir a la paz; si tentada, la obediencia le suministrará la cadena más fuerte para atar al enemigo y la hará resurgir victoriosa de las insidias diabólicas; si asediada por pasiones y vicios, la obediencia matándolos la hará resurgir a las virtudes. Esto al alma, y a su tiempo formará también la resurrección del cuerpo”.
Lo que es necesario a ti – Luisa – que debes formar el árbol con toda la plenitud de las ramas y multiplicidad de los frutos, no será necesario a quien debe ser solo rama o fruto, su trabajo será de estar incorporado al árbol para recibir los humores vitales que él contiene, o sea, hacerse dominar por mi Voluntad, no dando jamás vida al propio querer en todas las cosas, sean internas o externas. 19-46,6
SEMÁFOROS 6- ASCESIS
DIVINA
A
modo de resumen de este “curso” introductorio de nuestro café:
La gota
en el mar y el mar en la gota:
Todo gracias
a JESÚS. Mucho nos ahorraremos en
velocidad de comprensión cuando hemos visto y creido lo que Jesús le explica a
Luisa sobre Sí mismo: en qué
consistió su vida, qué vino a hacer, que nos deja hecho y que nos regala.
Nosotros somos herederos de lo que han hecho nuestros
“Progenitores: Jesús, María y Luisa”. Las batallas están finalizadas, ganadas, vencidas. Nuestra batalla ahora consiste en mantenernos
con los ojos fijos en esto, FUNDIDOS, VIVIENDO DE, A EXPENSAS DE….recibiendo
esta herencia de la VIDA DIVINA. Nosotros no lo conquistamos. Ya está
conquistado. 14-69 (Jesús
tiene su propia herencia hijo sde la luz la segunda generación
19-49,6 Hija mía, quien es llamado como cabeza de una misión debe abrazar no sólo todos los miembros,
sino debe regirlos, dominarlos y constituirse vida de cada uno de ellos;
mientras que los miembros no son los que dan vida a la cabeza ni hacen todo lo que hace ella,
sino que cada uno hace su
oficio. Así quien es
llamado como cabeza de una misión, abrazando todo lo que conviene para poder
desarrollar el trabajo que le ha sido confiado, sufriendo más que todos y amando a todos, prepara el
alimento, la vida, las lecciones, los oficios, según la capacidad de quien
querrá seguir su misión. Lo que es necesario a ti que debes formar el
árbol con toda la plenitud de las ramas y multiplicidad de los frutos, no será necesario a quien debe ser solo rama o
fruto, su trabajo será
de estar incorporado al árbol para recibir los humores vitales que él contiene,
o sea, hacerse dominar por mi Voluntad, no dando jamás vida al propio
querer en todas las cosas, sean
internas o externas; conocer mi Voluntad y recibirla como vida propia para hacerla desarrollar su Vida Divina, en suma,
hacerla reinar y dominar como Reina. Así hija mía, quien debe ser cabeza conviene
que sufra, que trabaje y que haga él solo todo lo que los demás harán todos
juntos. Esto es lo que hice Yo, porque como cabeza de la Redención puedo
decir que hice todo por amor de todos,
para darles la vida y ponerlos a todos a salvo, como también la Virgen Inmaculada, porque como Madre y Reina de todos, ¿cuánto no sufrió?
¿Cuánto no amó y obró
por todas las criaturas? Ninguno puede decir que nos haya igualado, ya sea en
el sufrir como en el amar, a lo más nos semejan en parte, pero igualarnos,
ninguno. Pero con el haber estado a la cabeza de todos, tanto Yo como la Soberana
Reina, encerrábamos todas las gracias y todos los bienes, la fuerza estaba en
nuestro poder, el dominio era nuestro, Cielo y tierra obedecían a nuestras
señas y temblaban delante a nuestra potencia y santidad. Los redimidos han
tomado nuestras migajas y han comido nuestros frutos, se han sanado con
nuestros remedios, se han revigorizado con nuestros ejemplos, han aprendido
nuestras lecciones, han resucitado a costa de nuestra vida, y si han sido
glorificados ha sido en virtud de nuestra gloria, pero el poder es siempre
nuestro, la fuente viva de todos los bienes brota siempre de Nosotros, tan es verdad, que si los redimidos se alejan
de Nosotros pierden todos los bienes y vuelven a estar enfermos y pobres más que
antes. He aquí lo que significa ser cabeza, es verdad que se sufre mucho, se
trabaja demasiado, se debe preparar el bien a todos, pero todo lo que se posee
sobrepasa todo y a todos, hay tal distancia entre quien es cabeza de una misión y entre quien
debe ser miembro, como si se comparara al sol como cabeza y a una pequeña luz
como miembro. Por eso te he dicho tantas veces que tu misión es grande, porque no se trata de la sola
santidad personal, sino se trata de abrazar todo y a todos, y preparar el Reino
de mi Voluntad a las generaciones humanas”.
…..Hija mía, para preparar este Reino se necesita el trabajo, se requieren
leyes celestiales, que son leyes todas de amor; en Él no entrarán las leyes de
temor, de penas, de condena, porque las leyes de amor de mi Voluntad serán
amigables, filiales, de recíproco amor entre Creador y criatura, así que los
temores, las condenas, no tendrán ni vigor ni vida, y si habrá algún sufrimiento, será pena de triunfo
y de gloria. Por eso sé atenta, porque
se trata de hacer conocer un Reino
celestial, de manifestar sus secretos, sus prerrogativas, sus bienes, para
atraer a las almas a amarlo, a
suspirarlo y a hacerles tomar la posesión de
él”.
4-156…. tú, sin embargo, en los conflictos y
mortificaciones no tengas la mirada en ellos, sino fíjala en Mí que fui el centro de las contradicciones, y
sufriéndolas tú vendrás a ser más semejante a Mí;
así tu naturaleza no podrá separarse, sino que permanecerás calmada y
tranquila. Quiero que de parte tuya hagas cuanto puedas por obedecerlos, el
resto déjalo a mi cargo, sin turbarte”.
Osea, la mirada no en las circunstancias
diarias con sus dificultades, sufrimientos, etc sino en que 17-48 la voluntad humana y las cosas
humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas
la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros
4-55 Encontrándome en mi habitual estado, el
bendito Jesús al venir me ha dicho:
…… Tú quédate fija en Mí y mírame, y quedarás tan adherida a Mí, que todo lo material quedará muerto
para ti, y tanto debes fijarte en Mí, hasta
atraerme todo en ti, porque Yo encontrando en ti a Mí mismo, puedo encontrar en
ti mi perfecta complacencia.
30-14,6
Hija mía, mi
Divina Voluntad en el acto de la criatura cuando es invocada, quita la aspereza
a la voluntad humana, endulza sus modos, reprime los modos violentos, y con su
luz calienta las obras entumidas por el frío del humano querer
28-1 “Hija mía, si tú supieras
qué significa darse en poder de mi
Divina Voluntad. El alma queda circundada por nuestra inmutabilidad, y
todo se vuelve para ella inmutable: ‘La santidad, la luz, la gracia, el amor’. Así que no siente más lo
cambiante de los modos humanos, sino la estabilidad de los modos divinos,
EN OTRAS PALABRAS…..
4-40 Delante a la Santidad de la Divina Voluntad,
las pasiones no osan presentarse, y pierden por sí mismas la vida.
(1)
Después de haber pasado largos días de silencio entre el bendito Jesús y
yo, sentía un vacío en mi interior; y esta mañana al venir me ha dicho:
(2)
“Amada mía, ¿qué cosa quieres decirme que tanto ansías hablar Conmigo?”
(3)
Y yo
avergonzándome toda he dicho: “Mi dulce Jesús, quiero decirte que ansío
ardientemente el quererte a Ti y a tu Santo Querer, y si esto me concedes me
harás totalmente feliz y contenta”. Y Él ha agregado:
(4)
“Tú en una palabra has
aferrado todo, pidiéndome lo más grande que hay en el Cielo y en la
tierra, y Yo, en este Santo Querer deseo y quiero mayormente conformarte, y para hacer que te sea más dulce y gustoso mi Querer, ponte en el círculo
de mi Voluntad y observa en Ella sus diversas virtudes y
cualidades, deteniéndote
ahora en la Santidad
de mi Querer, ahora en la bondad,
ahora en la humildad,
ahora en la belleza,
ahora en la pacífica
morada que produce
mi Querer, y en estas paradas que hagas adquirirás siempre más nuevas e
inauditas noticias de mi Santo Querer, y por eso quedarás tan atada y
enamorada, que no saldrás
nunca más de Él, y esto te traerá un gran provecho, porque estando tú en
mi Voluntad no tendrás necesidad de combatir con
tus pasiones y de estar
siempre en armas contra ellas, pues mientras parece que mueren renacen
nuevamente más fuertes y vivas, sino que sin combatir, sin estrépito, dulcemente se mueren, porque ante la Santidad de mi Voluntad las
pasiones no se atreven a presentarse, y pierden por sí mismas la vida, y si el alma siente
los movimientos de sus pasiones, es señal que no hace morada continua en los
confines de mi Querer, que hace sus salidas, sus escapaditas a su propio
querer, y está obligada a sentir la peste de la naturaleza corrupta. Mientras que si estás fija en mi
Voluntad, estarás libre del todo y tu única ocupación será el amarme y ser
amada por Mí”.
TENTACIONES-modo de triunfar en las pruebas
8-31Marzo 25, 1908 Las
tentaciones se vencen fácilmente. Donde hay pasión el demonio tiene más fuerza.
(1) Continuando mi habitual
estado, en cuanto ha venido Jesús me ha dicho:
(2)
“Hija, las tentaciones se vencen
fácilmente, porque el demonio es la criatura más vil que pueda existir, y
basta un acto en contra, un desprecio,
una oración, para hacerlo huir, porque estos actos lo hacen aún más vil de
lo que es, y él para no tener que soportar aquella confusión, en cuanto ve al
alma resuelta que no quiere
hacer caso a su vileza, huye aterrorizado.
(3) Ahora, si el alma no se
puede liberar fácilmente, significa que no es sólo tentación, sino pasión radicada en el alma, que la
tiraniza unida a la tentación, por eso no puede liberarse, y donde hay pasión
el demonio tiene más fuerza para hacer del alma un juguete”.
Qué haré entonces? Busco que oren
por mí? Depende…Cada uno evalúa sus fuerzas para vivir en la fe…entregarse a Jesús.
Recordemos como entrenó a Luisa Luisa – la puso los tres años y
medio….aprender como resistir….: ignorar, hasta reírse del Mal. No tuvo a nadie que viniera a orar por ella,
a liberarla, etc. Y todo para hacer como Jesús: vencerlo todo por nosotros.
Luisa: (Modo de triunfar en las pruebas, del vol. 1) :
….
“¿Verdaderamente estás dispuesta a todo lo que
quiero?”.
Yo entonces me sentía más confundida y
anonadada, y decía: “Sí, estoy dispuesta”. Pero casi temblando, y Él
compadeciéndome seguía diciendo: “No temas, seré tu fuerza, no sufrirás tú, sino seré Yo quien
sufrirá y combatirá en ti. Mira, quiero purificar tu alma de todo mínimo defecto que pudiera impedir
mi Amor en ti, quiero probar tu fidelidad,
(1)
¿pero cómo puedo ver si esto es verdad, si no es poniéndote en medio de la batalla? Debes saber que quiero ponerte
en medio de los demonios, les daré libertad de atormentarte y de tentarte a fin
de que cuando hayas combatido los vicios
con las virtudes opuestas, te encontrarás ya en posesión de esas mismas
virtudes que creías perder, y después, tu alma purificada, embellecida,
enriquecida, será como un rey que regresa vencedor de una ferocísima guerra,
que mientras creía perder lo que tenía, vuelve en cambio más glorioso y lleno
de inmensas riquezas. Y entonces vendré Yo, formaré en ti mi morada, y
estaremos siempre juntos. Es verdad que será doloroso tu estado, los
demonios no te darán paz, ni de día ni de noche, estarán siempre en acto de
hacerte ferocísima guerra, pero tú ten siempre en la mira lo que
quiero hacer de ti, esto es, hacerte semejante a Mí, y que no
podrás llegar a esto sino por medio de muchas y grandes tribulaciones, y así
tendrás más ánimo para soportar las penas”.
****
23-7 Mi Fiat Divino en lugar de despojar
llena hasta el borde al alma de sus bienes, le da el dominio de sí misma, convierte las pasiones en virtudes, las
debilidades en fuerza divina, mi Fiat da alegrías y felicidad sin número, da por gracia lo que Él es por naturaleza:
Firmeza, irremovilidad perenne. Exilio es
para quien es tiranizado por las pasiones, sin dominio de sí mismo, sin poderse espaciar en su Dios, y si
algún bien piensa está mezclado, circundado por tinieblas, así que las virtudes
del pobre exiliado son forzadas, inconstantes, es esclavo de sus mismas
miserias, y esto lo vuelve infeliz. Todo al contrario para quien vive en mi
Voluntad Divina.
6-102 “Hija mía, el alma puede
conocer si ha dominado sus pasiones, si cuando es tocada por las tentaciones o
por las personas, no las toma en cuenta, como por
ejemplo: Es tentada por la impureza; si ha dominado esta pasión el alma no hace
caso y la misma naturaleza queda en su puesto; si no la ha dominado, el alma se
acongoja, se aflige, y en su cuerpo siente correr un río purulento. O bien una
persona mortifica, injuria a otra; si ésta ha dominado la pasión de la soberbia
se queda en paz, si no es así, siente correr un río de fuego, de desprecio, de
altanería, que la pone toda alterada, porque la pasión cuando existe, al llegar
la ocasión sale, y así de todo lo demás”.
¿Porqué en el
“círculo de Mi Voluntad”?
11-47 Febrero 19, 1913 La
Voluntad de Dios es opio que adormece lo humano en el alma
(1) Continuando mi habitual
estado, y habiendo hecho la Santa Comunión, mi siempre amable Jesús me ha dicho:
(2)
“Hija mía, mi Voluntad es como el
opio al cuerpo. Los pobres pacientes debiendo
sufrir una operación, la amputación de una pierna, de un brazo, los adormecen
con el opio, con esto no sienten la
agudeza del dolor, y después, ya despiertos, se encuentran con los
efectos de la operación hecha; y si no han sufrido tanto, la virtud ha sido solamente del opio. Tal es mi Voluntad, es opio del
alma que adormece la inteligencia, el amor propio, la propia estima, todo lo
que es humano, y no deja penetrar hasta el fondo un disgusto, la
calumnia, el sufrimiento, un estado de penas internas del alma, porque el opio
de mi Voluntad la tiene como adormecida, pero con todo y esto se encuentran los
mismos efectos y los mismos méritos, es más, ¡oh! cuánto los supera, como si hubiese sentido muy bien aquel
sufrimiento, pero con esta diferencia: Que el opio para el cuerpo se compra y
no se puede usar frecuentemente, ni todos los días, y si se quisiera abusar
quedaría la persona entontecida, especialmente si es de constitución débil; en
cambio el opio de mi Voluntad lo doy gratis y se puede tomar en
todos los momentos, y por cuanto más frecuentemente lo tome, tanta más luz de
razón adquiere, y si es débil adquiere la fortaleza divina”.
(3)
Después de esto me parecía ver a varias personas a mi alrededor y le he
dicho a Jesús: ¿Quiénes son?”
(4) Y Jesús: “Son las que te
confié desde hace algún tiempo, te las recomiendo, vigila sobre ellas, por esto quiero formar este nudo de unión
entre tú y ellas, para tenerlas siempre en torno a Mí”.
(5)
Y me ha señalado a una en modo especial. Y yo: “¡Ah!, Jesús, ¿has olvidado
mi miseria y nulidad, y la necesidad extrema que tengo? ¿Qué haré?”
(6)
Y Jesús: “Hija mía, tú no harás
nada, como nada has hecho jamás. Yo hablaré y haré en ti, y hablaré por
medio de tu boca, basta con que me dejes hacerlo tú y que haya buena
disposición en ellas, y Yo me prestaré a todo, y aunque te tenga adormecida en
mi Voluntad, cuando sea necesario te despertaré y te haré hablarles a ellas, y
Yo me deleitaré más en ti oyéndote hablar, ya sea en la vigilia o en el sueño
de mi Voluntad”.
17-48 DE UN SOLO GOLPE….lo que se encierra en la criatura. Es más lento el proceso consciente del amoldarse a esos modos.
Estaba según mi costumbre fundiéndome en el Santo Querer Divino, y haciéndose delante de
mi mente aquel vacío inmenso de la Santísima Voluntad Suprema, pensaba entre mí: …….por tanto, ¿cómo podrá ser
que el hombre dé la muerte como de un solo golpe a todos los vicios para dar
vida a todas las virtudes, como se requiere para vivir en este ambiente
de la Voluntad Suprema? Porque para
vivir en Ella no hay términos medios, vidas a mitad de virtudes y vicios, sino que es necesario
sacrificar todo para convertir todas las cosas en Voluntad de Dios; la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida,
sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer
desarrollar su Vida en nosotros.
36-28 Tú
debes saber que en cuanto la criatura entra en nuestro Querer, todo se
transforma, las tinieblas se cambian en luz, la debilidad en fuerza, la pobreza en
riqueza, las pasiones en virtud, sucede tal mutación que no se reconoce más
aquélla de antes, su estado no es más de
vilísima esclava, sino de noble reina, nuestro Ser Divino la ama tanto, que
corre en sus actos para hacer lo que ella hace, y como nuestro movimiento es
continuo, nos movemos y la amamos, nos movemos y la abrazamos; nuestro
movimiento se mueve y la besa, la vuelve más bella, la santifica de más, en
cada movimiento le damos de lo nuestro, y en el énfasis de nuestro amor le
hablamos de nuestro Ente Supremo, nos hacemos conocer quienes somos y cuánto la
amamos, hay tal identificación entre ella y Nosotros, siendo una nuestra
Voluntad con la suya, que la sentimos en nuestro movimiento divino, y haciendo
suyo lo que es nuestro nos ama con nuestro amor, nos da nuestra luz inaccesible
para glorificarnos, nuestra santidad para alabarnos y decirnos: ‘Santo, Santo,
tres veces Santo eres Tú, Tú encierras todo, eres todo’. Cómo es bello ver a la
pequeñez humana en nuestro Querer, que tiene en su poder todo nuestro Ser Divino para dárnos lonuevamente a Nosotros para amarnos
y glorificarnos como Nosotros queremos y justamente merecemos. En nuestro
Querer las partes se hacen iguales, las desemejanzas desaparecen, nuestra
unidad une todo y a todos, y vuelve uno solo el acto de todos, para hacerse
acto de todos”.
Al oír esto comprendía
la santidad, la belleza, la grandeza del vivir en el Querer Divino, y pensaba entre mí: “Me
parece difícil el vivir en Él; ¿cómo puede la criatura llegar a tanto? Las debilidades humanas, las
circunstancias de la vida muchas veces demasiado dolorosas, los encuentros
inesperados, las tantas dificultades que no se sabe ni siquiera cómo hacer, ¿no
desvían a la pobre criatura de un vivir tan santo, en el cual se necesita
suma atención?” Y mi dulce Jesús retomando su palabra, con una ternura
indecible, que hacía rompérseme el corazón ha
agregado:
“Mi pequeña hija de mi Querer, es tanto mi interés, mi suspiro continuo por
querer que la criatura viva en mi Querer, que
cuando hemos tomado el acuerdo Yo y ella, con decisión firme de que debe vivir
en mi Fiat, siendo ésta mi Voluntad, el primero en hacer el sacrificio
soy Yo, para obtener el intento de que pueda vivir en Él me pongo a su
disposición, le doy todas las gracias, luz, amor, conocimientos de
mi misma Voluntad, de modo que ella misma debe sentir la necesidad de vivir en
Ella. Cuando Yo quiero una cosa y ella con prontitud acepta hacer lo que Yo
quiero, soy Yo el que piensa en todo, y cuando por debilidad, por
las circunstancias, no lo hace, no por voluntad o negligencia, Yo llego a
suplir y hago lo que ella debía hacer, y le cedo lo que he hecho como si lo hubiese hecho ella. Hija
mía, el vivir en mi Querer es vida que debo formar, no es virtud, y la vida
tiene necesidad de movimiento y de actos continuos; si esto no fuese no sería
más vida, a lo más podría ser obra, que no tiene necesidad de actos continuos,
pero no vida; por eso, cuando por indisposición involuntaria, por debilidad, no
hace lo que Yo quiero, no interrumpo la vida, sino que la continúo, y tal vez
en esas mismas indisposiciones está también mi Voluntad que permite esas
debilidades, pues la voluntad de la criatura corre ya en la mía, y además,
entre todo esto miro el acuerdo que hemos tomado juntos, la firme decisión
hecha, de la cual no ha habido ninguna otra decisión en contra, y en vista de
esto continúo el empeño de suplirla en lo que le falta; es más, le duplico las
gracias, la circundo de nuevo amor, de nuevas estratagemas amorosas, para hacerla
estar más atenta, y le suscito en el corazón una necesidad extrema de vivir en
mi Voluntad. Esta necesidad le sirve, porque conforme siente las debilidades,
así se lanza en los brazos de mi Voluntad, y le ruega que la tenga tan
estrechada, a fin de que pueda vivir siempre junto con Ella”.
EN EL CÍRCULO DE LA VERDAD: LA PROPIA NADA
3 -35 Febrero 5, 1900 Continuando el mismo estado, con un poco más de
ánimo, aunque no perfectamente libre, mi amadísimo Jesús al venir me ha dicho:
“Hija mía, a
veces el alma siente una lucha en alguna virtud, y el alma esforzándose supera
aquel combate; entonces la virtud queda más resplandeciente y más radicada en
el alma. Pero el alma debe estar atenta para evitar
que ella misma no suministre la cuerda para hacerse atar por
la desconfianza, y esto lo hará al
restringirse siempre, sin salir jamás, en el círculo
de la verdad, que es el conocimiento de la propia nada”.
8-17 Y
Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿y tú te afliges porque te sientes reducida en la nada? Más bien te digo que por cuanto más la criatura se reduce en la nada, tanto
más es llenada del Todo, y si fuera aun una sombra de sí que deja,
esa sombra impide que Yo me pueda dar todo, todo al alma; y tu
regresar siempre en la nada significa que vas perdiendo tu ser humano
para readquirir el Divino”.
3-28 “Hija mía, sólo los pequeños se dejan manejar
como se quiere, no aquellos que son pequeños de razón humana, sino aquellos que
son pequeños pero llenos de razón divina. Sólo Yo puedo decir que soy humilde,
porque en el hombre lo que se dice humildad, más bien se debe decir conocimiento
de sí mismo, y quien no se conoce a sí mismo camina ya en la falsedad”.
MODOS DIVINOS
(Desde el vol. 1 hasta el 10, toca muchos
puntos del “aspecto” más agradable para el Señor de la conducta de la criatura:
“Este es mi Hijo, en quien tengo mis complacencias”.
17-39 No se puede esconder una lámpara, pero el sol jamás; tal es mi
Voluntad, más que sol, y quererla tú esconder te resultará imposible. Por eso
calla hija mía, y haz que el Sol eterno de mi Voluntad haga su curso, sea por medio de los escritos, de la publicación, de
tus palabras y de tus modos
19-2 y es revestida por las
vestiduras del Adán nuevo y santo, su
vestidura es la luz de la misma Voluntad Suprema, en la cual le vienen
comunicados todos sus modos divinos, nobles y comunicativos a todos. Esta
luz le hace perder las facciones humanas y le restituye la
fisonomía de su Creador. ¿Qué maravilla entonces en que tome parte
en todo lo que posee el Divino Querer, siendo una la Vida y una la
Voluntad? Por eso sé atenta, te recomiendo que me seas fiel y tu Jesús mantendrá la batuta de hacerte vivir siempre en mi Querer, estaré
en guardia a fin de que jamás puedas salir de
Él”.
19-16 Hija mía, habiendo tú nacido en mi Querer, es necesario,
es justo y
decoroso que en Él vivas, crezcas y te alimentes, que adquieras las
prerrogativas de verdadera hija de mi Querer; ningún lineamiento extraño ni
cosa que no pertenezca a mi Querer se debe ver en ti, así que de tu fisonomía, de tus modos, de tu hablar y hasta del
modo como tú amas y rezas, se debe conocer que eres la hija de mi
Voluntad. ¿Ves entonces cómo te amo
y con qué celo te custodio y te alimento?
19-17 Hija mía, no te maravilles, es mi Voluntad
que bilocándose, mientras reina en
Dios, al mismo tiempo reina en el alma, y con
sus modos divinos reza, ama y obra en ella, por eso nos resulta imposible
no estimar, no amar, no escuchar nuestra
Voluntad bilocada en la criatura,
es más, sólo Ella nos lleva como en regazo nuestra alegría, la felicidad, el
amor que desbordó de nuestro seno en nuestra obra ‘ad extra’ de la Creación,
nos repite la fiesta, nos renueva
el gozo que sentimos al crear tantas cosas bellas dignas de Nosotros.
18-3 “Hija mía, en todas mis penas fui siempre igual, jamás cambié, mi mirada
fue siempre dulce, mi rostro siempre sereno, mis palabras siempre calmadas y
dignas; en toda mi persona había tal igualdad de modos, que si hubieran querido
conocerme como su Redentor, sólo por mi modo siempre igual en todo y por todo
me hubieran conocido. Es verdad que mis penas fueron tantas que me
eclipsaban, y como tantas nubes que me circundaban, pero esto era nada, después
de la intensidad de las penas Yo reaparecía en medio de mis enemigos como sol
majestuoso, con mi acostumbrada
serenidad y con mis mismos modos siempre iguales y pacíficos. Ser siempre igual es sólo
de Dios y de los verdaderos hijos de Dios, el modo siempre igual imprime
el carácter divino en el alma, y hace conocer qué puro y santo es el obrar de las criaturas. En
cambio, un carácter desigual es de las
criaturas y es señal de pasiones que se agitan en el corazón humano, que lo
tiranizan, de modo que también en el exterior muestran un carácter desagradable que desagrada a todos. Por eso te
recomiendo ser siempre igual Conmigo, contigo misma y con los demás; igual
en las penas y hasta en mi misma privación. El carácter igual en ti debe ser
imborrable, y si bien las penas de mi privación te aterran y forman dentro y
fuera de ti las nubes del dolor, tus
modos iguales serán luz que alejarán estas nubes y harán conocer que, si
bien escondido, Yo habito en ti”.
22-15,7 Ahora mi Voluntad, conforme late en el alma,
late y da Vida Divina, late y da su movimiento incesante, su fuerza que no
disminuye jamás; late y da su luz inextinguible. Cómo es bello ver el continuo
latido de mi Voluntad en la criatura, es el más grande milagro que existe en el Cielo y en la
tierra, es el orden perfecto entre Creador y criatura. Y Yo hago como un padre con el alma donde
reina el latido de mi Querer, el cual tiene siempre consigo a
su propio hijo, le comunica sus modos, le pone en la boca sus
palabras, quisiera palpitar en el hijo para darle su ingenio, su vida, y cuando
está seguro que el hijo es otro igual a sí mismo y pude hacer lo que sabe hacer
él, le dice: ‘Hijo mío, sal al campo de la vida y haz lo que hasta ahora ha
hecho tu padre; trabaja, desempeña nuestro quehacer, toma tú toda la obligación
de la familia, serás la repetición de mi vida y yo me reposo, te acompañaré con
mi latido a fin de que sientas en ti la vida de tu padre, y fielmente la
desarrolles, esperándote en mi reposo para gozar juntos los frutos de tus
fatigas.’ Más que padre hago con el alma donde reina mi Querer, es más, el
padre no puede dar el latido al hijo y Yo se lo doy, la tengo siempre junto
Conmigo, le enseño mis modos divinos, le comunico mis secretos, mi
fuerza, y cuando estoy seguro la lanzo en el campo de la Vida de mi
Voluntad a fin de que tome todo el empeño de la familia humana y le digo: ‘Hija
mía, déjame reposar, a ti confío todo, pero te espero frecuentemente en mi
reposo para gozar el fruto del trabajo que haces en el reino de mi Voluntad’.
¿No quieres tú que tu Padre, tu Jesús
descanse y tú trabajes, pero siempre con mi latido en vez de Mí?”
23-29 Estas almas tendrán su morada en el palacio
real divino, por eso adquirirán nobleza
de modos, de obras, de pasos, de palabras…
Verdadera señal para
conocer si se vive en la Divina Voluntad.
(1) Continuando mi habitual
estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús me ha dicho:
(2)
“Hija mía, la verdadera señal para conocer si el alma vive en mi Voluntad,
es que todo lo que le sucede, en
cualquier cosa se desenvuelve la paz,
porque mi Voluntad es tan perfecta y santa que no puede producir ni siquiera la
sombra de la turbación. Así que si en los
conflictos, mortificaciones, amarguras, se siente turbada, no puede decir
que está dentro de mi Voluntad; a lo más, si se siente resignada
y al mismo tiempo turbada, puede
decir que está a la sombra de mi Voluntad, porque estando fuera es dueña de sentirse a sí misma, pero adentro no”.
——————————————————————–
12-134,4…..Después ha agregado: «Conforme el alma entra en mi Querer,
su querer queda atado con mi Querer eterno, y a pesar de que ella no piense en esto, habiendo quedado atado su querer al mío**, lo que hace mi Querer hace el
suyo y corre junto Conmigo para bien de todos.»
LA
IMPORTANCIA DE UN SÍ CONSCIENTE: ¡buenas
noticias!
**12-147 Enero 10,
1921 segundo “sí” en su Querer: El Fiat
de Luisa. (El primero el de la Virgen)
(1) Estaba pensando acerca de lo que
está escrito en el capítulo anterior, y decía entre mí: “Yo no sé que querrá
Jesús de mí, Él sabe cuan mala soy y cómo no soy buena para nada”. Y Jesús
moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, recuérdate que años
atrás te pregunté si querías hacer vida en mi Querer, y como te quería en
mi Querer, quise que en mi mismo Querer
pronunciaras tu “sí”; este
“sí” quedó atado a un punto eterno y a una Voluntad que no tendrá fin; este “sí” está en el centro de
mi Querer y rodeado por una inmensidad infinita, y queriéndose salir no
encuentra el camino, por eso me río y me divierto con tus pequeñas oposiciones
y descontentos, viéndote como una persona atada en el fondo del mar
por su propia voluntad, que queriéndose salir no encuentra sino agua por
todas partes, y como está atada en el fondo del mar siente la molestia de
quererse salir, y para estarse tranquila y feliz se arroja más en el fondo del mar.
Así Yo, viéndote inquieta, como si quisieras salir, y no pudiendo, atada por
tu mismo “sí”, te arrojas más en el fondo de mi Querer, y Yo me río y me
divierto. Y además, ¿crees tú que sea cosa de nada y fácil salirse de dentro de
mi Querer? Te saldrías de un punto eterno, y si supieras qué significa
apartarse de un punto eterno, temblarías de espanto por ello”.
(3) Luego ha agregado: “El primer “sí”
en mi Fiat lo he pedido a mi querida Mamá, y ¡oh
potencia de su Fiat en mi Querer! En cuanto el Fiat Divino se encontró
con el Fiat de mi Mamá, se hicieron uno
solo; mi Fiat la elevó, la divinizó, la cubrió, y sin obra humana me
concibió a Mí, Hijo de Dios. Sólo en
mi Fiat podía concebirme; mi Fiat le
comunicó la inmensidad, la infinitud, la fecundidad en modo divino, y por eso pude
quedar concebido en Ella, Yo, el inmenso, el eterno, el infinito. En cuanto
dijo “Fiat Mihi”, no sólo se posesionó de Mí, sino cubrió también a todas las criaturas,
a todas las cosas creadas, sentía
todas las vidas de las criaturas en
Ella, y desde entonces comenzó a hacerla de Madre y de Reina de todos. ¡Cuántos portentos no contiene este “sí” de
mi Mamá! Si los quisiera decir todos, jamás terminarías de escucharlos!
(4)
Ahora, un segundo “sí” en mi Querer te lo he pedido a ti,
y tú, si bien temblando, lo pronunciaste; ahora este “sí” en mi Querer tendrá
también sus portentos, tendrá un cumplimiento divino. Tú sígueme y profundízate más en el mar inmenso de mi Voluntad, y Yo me
pensaré en todo. Mi Mamá no pensó cómo
habría hecho para concebirme en Ella, sino sólo dijo “Fiat Mihi” y Yo pensé en el modo cómo concebirme.
Así harás tú”.
17-12 Y
yo, espantada por el hablar de Jesús he dicho: “Amor mío, ¿qué dices? ¿Es
posible todo este mal? Tu hablar me hace morir de pena, ¡ah! perdóname, ten
misericordia de mí que soy tan mala, y confirma mi ‘sí’ con ataduras más
fuertes en tu Voluntad, es más, hazme
morir antes que hacerme salir de tu Voluntad”.
Y Jesús de nuevo: “Hija mía, cálmate, como inmediatamente
te has puesto de nuevo en mi Querer, todas las cosas se han calmado y se han
puesto en actitud de nueva fiesta. Tu ‘sí’ continúa sus veloces
giros en la inmensidad de mi Voluntad. ¡Ah! hija, ni tú ni los que te
dirigen han conocido qué significa vivir en mi Querer, por eso no lo
aprecian y se tiene como cosa de ninguna importancia, –y esto es un dolor mío– mientras que es la cosa que más me
interesa y que debería más que cualquier cosa interesar a todos; pero,
¡ay de Mí! se pone atención a otras
cosas, a cosas que para Mí son menos agradables o indiferentes, en lugar de lo
que más me glorifica y que da a ellos, aun sobre esta tierra, bienes inmensos y eternos, y los hace propietarios de los bienes que
mi Voluntad posee
Las almas existimos
para cumplir la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros
17-48 la voluntad humana y las cosas humanas no
deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad
de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros.
2-89
Octubre 29, 1899
Jesús la lleva en brazos y la instruye.
Continúa viniendo mi
adorable Jesús, pero esta mañana, en cuanto ha venido me ha tomado entre sus
brazos y me ha transportado fuera de mí misma; y yo, encontrándome en aquellos
brazos comprendía muchas cosas y especialmente que para poder estar libremente
en los brazos de Nuestro Señor y también para entrar buenamente en su corazón y
salir de él como al alma más le plazca, y para no ser de peso y fastidio al
bendito Jesús, es absolutamente necesario despojarse
de todo. Por tanto, con todo el corazón le he dicho: “Mi amado y único
Bien, lo que te pido para mí es que me despojes de todo, porque bien veo que
para ser revestida por Ti y vivir en Ti, y que Tú vivas en mí, es necesario que
no tenga ni siquiera la sombra de lo que no te pertenece”. Y Él todo
benignidad, me ha dicho:
“Hija mía, la cosa principal
para que Yo
entre en un alma y forme mi habitación en ella, es el desapego total de toda cosa. Sin esto no
sólo no puedo morar en ella, sino que ni siquiera alguna virtud puede tomar
habitación en el alma. Después que el alma ha hecho salir todo de sí, entonces
Yo entro en ella y unido con la voluntad del alma fabricamos una casa, los
cimientos de esta casa se basan en la humildad, y cuanto más profundos sean,
tanto más altos y fuertes resultan los muros; estos muros serán fabricados con
piedras de mortificación, cubiertos de oro purísimo de caridad. Después de que
se han construido los muros, Yo, como excelentísimo pintor, no con cal y agua,
sino con los méritos de mi Pasión, simbolizados por la cal, y con los colores
de mi sangre, simbolizados por el agua, los recubro y en ellos formo las más
excelentísimas pinturas, y esto sirve para protegerla bien de las lluvias, de
las nevadas y de cualquier golpe. Inmediatamente después vienen las puertas, y
para hacer que éstas sean sólidas como madera, no sujetas a la polilla, es
necesario el silencio, que forma la muerte de los sentidos exteriores. Para
custodiar esta casa es necesario un guardián que vigile por todas partes, por
dentro y por fuera, y éste es el santo temor de Dios, que la guarda de
cualquier inconveniente, viento, o cualquier otra cosa que pueda amenazarla.
Este temor será la salvaguardia de esta casa, que hará obrar al alma no por
temor de la pena, sino por temor de ofender al propietario de esta casa. Este
santo temor debe hacer que todo se haga para agradar a Dios, sin ninguna otra
intención. Enseguida se debe adornar esta casa y llenarla de tesoros, estos
tesoros no deben ser otra cosa que deseos santos, lágrimas; estos eran los
tesoros del Antiguo Testamento y en ellos encontraron su salvación, en el
cumplimiento de sus votos su consolación, la fuerza en los sufrimientos; en
suma, toda su fortuna la basaban en el deseo del futuro Redentor y en este
deseo obraban como atletas. El alma sin deseo obra casi como muerta; aun las
mismas virtudes, todo es tedio, fastidio, animadversión, ninguna cosa le
agrada, camina casi arrastrándose por el camino del bien. Todo lo contrario el
alma que desea, ninguna cosa le causa peso, todo es alegría, vuela, en las
mismas penas encuentra sus gustos, y esto porque había un anticipado deseo, y
las cosas que primero se desean, después vienen a amarse, y amándose, se
encuentran los placeres más agradables. Por eso este deseo debe acompañar al
alma desde antes de que se fabrique esta casa.
Los adornos de esta casa
serán las piedras más preciosas, las perlas, las gemas más costosas de esta mi vida, basada siempre en el sufrir y el puro sufrir; y como Aquel que la
habita es el dador de todo bien, pone en ella el ajuar de todas las virtudes,
la perfuma con los más suaves olores, siembra las flores más encantadoras y
perfumadas, hace sonar una música celestial de las más agradables, hace
respirar un aire de Paraíso.
He olvidado decir que se necesita ver si hay paz doméstica, y ésta no debe
ser otra cosa que el recogimiento y el silencio de los sentidos interiores”.
Después de esto, yo
continuaba estando en los brazos de Nuestro Señor y me encontraba despojada de
todo; mientras estaba en esto, veía al confesor presente y Jesús me ha dicho,
pero me parecía que quería hacer una broma para ver qué cosa decía yo:
“Hija mía, tú te has despojado de todo, y tú sabes que cuando uno se
despoja se necesita otra persona que piense en vestirlo, en alimentarlo y que
le dé un lugar donde vivir. Tú, ¿dónde quieres estar, en los brazos del
confesor o en los míos?”
Y mientras decía esto, hacía el intento de ponerme en los brazos del
confesor. Yo he comenzado a insistir que no quería ir, y Él que sí quería.
Después de un poco de disputa me ha dicho: No temas, te tengo en mis brazos”. Y así hemos quedado en paz.
3-72 Necesidad del
reposo y del silencio interior.
(1)
Encontrándome fuera de mí misma, me parecía que fuese de noche y veía todo
el universo, todo el orden de la naturaleza, el cielo estrellado, el silencio
nocturno, en suma, me parecía que todo tenía un significado. Mientras esto
miraba, me parecía que veía a Nuestro Señor, que tomando la palabra acerca de
lo que veía ha dicho:
(2) “Toda la naturaleza
invita al reposo, ¿pero cuál es el verdadero reposo? Es el reposo interior y el
silencio de todo lo que no es Dios. Mira, las estrellas centelleantes de luz
moderada, no deslumbrante como el sol; el sueño y el silencio de toda la
naturaleza, de los hombres y hasta de los animales, y que todos buscan un
lugar, una cueva donde estarse en silencio y reposarse del cansancio de la
vida. Si esto es necesario para el cuerpo, mucho más para el alma es necesario reposarse en su propio
centro que es Dios. Pero para poderse reposar en Dios es necesario el silencio
interior, como al cuerpo le es necesario el silencio exterior para
poderse plácidamente adormecer. ¿Pero cuál es este silencio interior? Es hacer callar las propias
pasiones teniéndolas en su lugar, es imponer silencio a los deseos, a las
inclinaciones, a los afectos, en suma, a todo lo que no llama a Dios. Ahora,
¿cuál es el medio para llegar a esto? El único medio y de absoluta necesidad es
deshacer el propio ser y reducirse a la nada, como era antes de que fuera
creada, y cuando haya reducido a la nada su ser, retomarlo en Dios.
(3)
Hija mía, todas las cosas tienen principio de la nada, esta misma máquina
del universo que tú ves con tanto orden, si antes de crearla hubiera estado
llena de otras cosas, no habría podido poner mi mano creadora para hacerla con
tanta maestría y dejarla tan espléndida y adornada, a lo más habría podido
deshacer todo lo que podía estar, y después rehacerla como a Mí me agradaba;
pero estamos siempre ahí, en
que todas mis obras tienen principio de la nada, y cuando hay mezcla de otras
cosas, no es decoroso para mi Majestad descender y obrar en el alma,
pero cuando el alma se reduce
a la nada y sube a Mí, y toma su ser
en el mío, entonces Yo obro como el Dios que soy, y el alma ahí encuentra el
verdadero reposo. He aquí cómo todas las virtudes tienen principio en la
humildad y en el aniquilamiento de sí mismo”.
(4)
¿Quién puede decir cuánto comprendía sobre lo que me decía el bendito
Jesús? ¡Oh, cómo sería feliz mi alma
si pudiese llegar a deshacer mi pobre ser, para poder recibir de mi Dios su Ser
Divino! ¡Oh, cómo me
ennoblecería, cómo quedaría santificada! ¿Pero
qué
tontería es la mía,
dónde tengo el cerebro si aún no lo hago? ¡Qué miseria humana, que en vez de
buscar su verdadero bien y de emprender su vuelo a lo alto, se contenta con
arrastrarse por tierra y vivir en el fango y en la podredumbre!
(5)
Después de esto mi amado Jesús me ha transportado dentro de un jardín en el
que había mucha gente que se preparaba para asistir a una fiesta, pero sólo aquellos que recibían una
divisa podían asistir, pero eran pocos los que recibían esta divisa; a
mí me vino un gran deseo de recibirla, y tanto hice que logré mi propósito.
Después, habiendo llegado al punto donde los recibían, una matrona venerable
primero me vistió de blanco, después me puso una banda celestial de la cual
pendía una medalla marcada con el rostro de Jesús, y que mientras era rostro al
mismo tiempo era espejo,
que al contemplarse en él se descubrían las más pequeñas manchas, y que el alma con la ayuda
de una luz que venía de dentro de aquel rostro, fácilmente se podía quitar. Me
parecía que esa medalla encerraba un significado misterioso. Después ha tomado
un manto de oro finísimo y me cubrió toda. Me parecía que vestida así podía
competir con las vírgenes bienaventuradas. Mientras esto sucedía Jesús me ha dicho:
(6)
“Hija mía, volvamos a
ver lo que hacen los hombres, por ahora basta conque estés vestida, cuando sea
la fiesta entonces te llevaré para asistir”.
(7) Así, después de haber
girado un poco, me ha transportado a mi cama.
Extra:
13-53 HARAPOS: “ ¿qué son tus méritos en
comparación de los míos? En mi Querer los encontrarás todos, y de ellos Yo te hago
dueña, ¿no estás contenta?
20-48,8 Hija mía, el alma para vivir en mi Voluntad debe subir, y para subir a Ella debe dejar lo que a mi Voluntad no
pertenece, dejar sus míseros harapos, sus costumbres
vulgares, sus alimentos viles, sus miserias, todo debe dejar para servirse de vestiduras reales, de
costumbres divinas, de alimentos preciosos y substanciosos, de riquezas
infinitas, en suma, de todo lo que pertenece a mi Voluntad; lo que has
escrito por ahora te sirve a ti, sirve al Reino del Fiat Supremo, después será norma para
quien debe vivir en él, así como también deben servirse de todos los actos obrantes de mi Voluntad
para mantenerse en los confines de mi Reino. Por eso lo que a ti no te
parece necesario, es necesario para la formación de mi Reino Supremo”.
SI ME QUITO LOS
HARAPOS…..¿¿¿con qué me quedo??? No me reconozco:
11-41
“Hija
mía, estoy aquí dentro de ti, si quieres reconocerte ven en Mí, y dentro de Mí ven a reconocerte; si vienes en Mí a reconocerte te pondrás
en el orden, porque en
Mí encontrarás tu imagen hecha por Mí y
semejante a Mí, encontrarás todo lo que se necesita para conservar y
embellecer esta imagen, y viniendo a reconocerte en Mí, reconocerás también al prójimo en Mí, y
viendo cómo te amo a ti y cómo amo al prójimo, te elevarás al grado del verdadero amor divino, y todo,
dentro y fuera de ti, las cosas tomarán el verdadero orden, que es el orden divino.
En cambio si te quieres reconocer dentro de ti, en primer lugar no te
reconocerás en verdad, pues te faltará la luz divina; en segundo lugar, todas
las cosas las encontrarás en desorden y reñirán entre ellas; la miseria, la
debilidad, las tinieblas, las pasiones y todo lo demás, será el desorden que
encontrarás dentro y fuera de ti, que no sólo te harán la guerra a ti, sino
también entre ellas para ver cuál te hace más mal, e imagínate tú misma en que
orden te pondrán al prójimo. Y no sólo
quiero que debas reconocerte en Mí, sino
que si quieres recordarte de ti debes venir a hacerlo en Mí, de otra manera si quieres recordarte de
ti sin Mí, harás más mal que bien”.
3-87 “Hija mía, lo que quiero de ti es que no te reconozcas
más en ti misma, sino que te reconozcas solamente en Mí; así que de ti no te recordarás más, ni tendrás más
reconocimiento de ti, sino te recordarás de Mí,
y desconociéndote a ti misma adquirirás sólo mi reconocimiento, y a medida que te olvides y te destruyas a ti misma, así
avanzarás en mi conocimiento y te reconocerás solamente en Mí, cuando hayas hecho esto; no más
pensarás con tu mente sino con la mía, no mirarás con tus ojos, no más hablarás
con tu boca, ni palpitarás con tu corazón, ni obrarás con tus manos, ni
caminarás con tus pies, sino todo con lo mío, porque para reconocerse solamente en Dios,
el alma tiene necesidad de ir a su origen y regresar a su principio, Dios, esto
es, de donde salió, y que se uniforme toda sí misma a su Creador; y que todo lo que retiene de
sí misma y que no es conforme a su principio, lo debe deshacer y
reducirse a la nada. Sólo en este modo, desnuda,
deshecha, puede regresar a su origen y reconocerse sólo en Dios, y obrar según
el fin para el cual ha sido creada. He aquí entonces que para uniformarse
toda en Mí, el alma debe volverse
indivisible Conmigo”.
Para contemplar….:
36-8, 4 “Hija mía bendita, tú debes saber
que es tanto nuestro amor y el deseo ardiente de tener junto con Nosotros a la
criatura, que no apenas creada le asignamos el puesto real en nuestra Voluntad Divina, así que cada una
de las criaturas tiene su puesto de honor en nuestra morada divina, así que su
principio, su primer acto de vida, tanto
en la eternidad como en el tiempo, es en nuestro Fiat; ella no estaba en el
mundo y Nosotros la amábamos, y mirándola con amor, no sólo le dábamos el
puesto, sino que poníamos en su cortejo a nuestro amor, nuestra santidad,
nuestra potencia, luz y belleza, ella es la noble princesa que desciende de la
altura de los Cielos para navegar el exilio, pero nuestro Querer no la deja,
desciende junto con ella, se cierra a su alrededor, navega el exilio junto con
ella, en cada acto que hace, penas o alegrías, o encuentros, pone en ellos su
primer acto divino, a fin de que mantenga su nobleza y su estado de princesa, y
cuando la ha llenado de todos los bienes, tanto que no tiene más espacio dónde
poner más bienes, la lleva nuevamente al Cielo, en las alturas de las esferas,
y como triunfador la muestra a toda la
corte celestial. Es esto lo que quiere hacer y sabe hacer mi Voluntad
Divina de la criatura, pero con nuestro dolor vemos que en cuanto desciende
en el exilio, no piensa más en su puesto regio, ni en la nobleza de su origen,
y quisiera desvincularse de nuestra Voluntad, que más que tierna madre la lleva
estrechada entre sus brazos, y sirviéndose de las puertas de los sentidos que le hemos dado, desciende
en lo bajo de su voluntad humana; estas puertas se las habíamos dado para que volviera a
subir a Nosotros, a fin de que desde su exilio pudiese hacer sus escapaditas al
seno de su Creador, ella en cambio se sirve de ellos para hacer sus
escapaditas en las miserias, en las debilidades, en las pasiones, las cuales le
quitan su nobleza y no se reconoce más
que es la princesa del Cielo, sino la sierva de la tierra. Pero a pesar de
esto no cerramos nuestras puertas, las cuales son nuestro amor, nuestra paterna
bondad, nuestra compasiva misericordia, las
expectativas que hacemos, y no apenas vemos que cierra sus puertas para
venir en nuestra Voluntad, vamos a su encuentro, abrimos las nuestras, y mirándola de bella fea, con los
vestidos de princesa desgarrados, sucios, no le hacemos ningún reproche,
sino con compasión toda paterna le decimos: ‘¿Dónde has estado?’ Pobre hija,
cómo te has reducido, ¿has visto cuánto mal has hecho con vivir en
lo bajo de tu voluntad humana, desunida de la nuestra? Has caminado sin
guía, sin luz, sin alimento, sin defensa, por eso no lo hagas más, a fin de que encontrándote rehagas el bien
perdido’. Nosotros lo sabemos, que la criatura sin nuestra Voluntad Divina
no puede hacer ningún bien, es como si quisiera ver sin ojos, caminar sin pies,
vivir sin alimento. Por eso sé atenta en no salir jamás de mi Querer Divino si
quieres encontrar la fuerza, la luz, el apoyo y a tu mismo Jesús a tu disposición”.
SEMÁFOROS 6- ASCESIS DIVINA
A modo de resumen de este “curso” introductorio de nuestro café:
La gota en el mar y el mar en la gota:
Todo gracias a JESÚS. Mucho nos ahorraremos en velocidad de comprensión cuando hemos visto y creido lo que Jesús le explica a Luisa sobre Sí mismo: en qué consistió su vida, qué vino a hacer, que nos deja hecho y que nos regala.
Nosotros somos herederos de lo que han hecho nuestros “Progenitores: Jesús, María y Luisa”. Las batallas están finalizadas, ganadas, vencidas. Nuestra batalla ahora consiste en mantenernos con los ojos fijos en esto, FUNDIDOS, VIVIENDO DE, A EXPENSAS DE….recibiendo esta herencia de la VIDA DIVINA. Nosotros no lo conquistamos. Ya está conquistado. 14-69 (Jesús tiene su propia herencia hijo sde la luz la segunda generación
19-49,6 Hija mía, quien es llamado como cabeza de una misión debe abrazar no sólo todos los miembros, sino debe regirlos, dominarlos y constituirse vida de cada uno de ellos; mientras que los miembros no son los que dan vida a la cabeza ni hacen todo lo que hace ella, sino que cada uno hace su oficio. Así quien es llamado como cabeza de una misión, abrazando todo lo que conviene para poder desarrollar el trabajo que le ha sido confiado, sufriendo más que todos y amando a todos, prepara el alimento, la vida, las lecciones, los oficios, según la capacidad de quien querrá seguir su misión. Lo que es necesario a ti que debes formar el árbol con toda la plenitud de las ramas y multiplicidad de los frutos, no será necesario a quien debe ser solo rama o fruto, su trabajo será de estar incorporado al árbol para recibir los humores vitales que él contiene, o sea, hacerse dominar por mi Voluntad, no dando jamás vida al propio querer en todas las cosas, sean internas o externas; conocer mi Voluntad y recibirla como vida propia para hacerla desarrollar su Vida Divina, en suma, hacerla reinar y dominar como Reina. Así hija mía, quien debe ser cabeza conviene que sufra, que trabaje y que haga él solo todo lo que los demás harán todos juntos. Esto es lo que hice Yo, porque como cabeza de la Redención puedo decir que hice todo por amor de todos, para darles la vida y ponerlos a todos a salvo, como también la Virgen Inmaculada, porque como Madre y Reina de todos, ¿cuánto no sufrió?
¿Cuánto no amó y obró por todas las criaturas? Ninguno puede decir que nos haya igualado, ya sea en el sufrir como en el amar, a lo más nos semejan en parte, pero igualarnos, ninguno. Pero con el haber estado a la cabeza de todos, tanto Yo como la Soberana Reina, encerrábamos todas las gracias y todos los bienes, la fuerza estaba en nuestro poder, el dominio era nuestro, Cielo y tierra obedecían a nuestras señas y temblaban delante a nuestra potencia y santidad. Los redimidos han tomado nuestras migajas y han comido nuestros frutos, se han sanado con nuestros remedios, se han revigorizado con nuestros ejemplos, han aprendido nuestras lecciones, han resucitado a costa de nuestra vida, y si han sido glorificados ha sido en virtud de nuestra gloria, pero el poder es siempre nuestro, la fuente viva de todos los bienes brota siempre de Nosotros, tan es verdad, que si los redimidos se alejan de Nosotros pierden todos los bienes y vuelven a estar enfermos y pobres más que antes. He aquí lo que significa ser cabeza, es verdad que se sufre mucho, se trabaja demasiado, se debe preparar el bien a todos, pero todo lo que se posee sobrepasa todo y a todos, hay tal distancia entre quien es cabeza de una misión y entre quien debe ser miembro, como si se comparara al sol como cabeza y a una pequeña luz como miembro. Por eso te he dicho tantas veces que tu misión es grande, porque no se trata de la sola santidad personal, sino se trata de abrazar todo y a todos, y preparar el Reino de mi Voluntad a las generaciones humanas”.
…..Hija mía, para preparar este Reino se necesita el trabajo, se requieren leyes celestiales, que son leyes todas de amor; en Él no entrarán las leyes de temor, de penas, de condena, porque las leyes de amor de mi Voluntad serán amigables, filiales, de recíproco amor entre Creador y criatura, así que los temores, las condenas, no tendrán ni vigor ni vida, y si habrá algún sufrimiento, será pena de triunfo y de gloria. Por eso sé atenta, porque se trata de hacer conocer un Reino celestial, de manifestar sus secretos, sus prerrogativas, sus bienes, para atraer a las almas a amarlo, a suspirarlo y a hacerles tomar la posesión de él”.
4-156…. tú, sin embargo, en los conflictos y mortificaciones no tengas la mirada en ellos, sino fíjala en Mí que fui el centro de las contradicciones, y sufriéndolas tú vendrás a ser más semejante a Mí; así tu naturaleza no podrá separarse, sino que permanecerás calmada y tranquila. Quiero que de parte tuya hagas cuanto puedas por obedecerlos, el resto déjalo a mi cargo, sin turbarte”.
Osea, la mirada no en las circunstancias diarias con sus dificultades, sufrimientos, etc sino en que 17-48 la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros
4-55 Encontrándome en mi habitual estado, el bendito Jesús al venir me ha dicho:
…… Tú quédate fija en Mí y mírame, y quedarás tan adherida a Mí, que todo lo material quedará muerto para ti, y tanto debes fijarte en Mí, hasta atraerme todo en ti, porque Yo encontrando en ti a Mí mismo, puedo encontrar en ti mi perfecta complacencia.
30-14,6 Hija mía, mi Divina Voluntad en el acto de la criatura cuando es invocada, quita la aspereza a la voluntad humana, endulza sus modos, reprime los modos violentos, y con su luz calienta las obras entumidas por el frío del humano querer
28-1 “Hija mía, si tú supieras qué significa darse en poder de mi Divina Voluntad. El alma queda circundada por nuestra inmutabilidad, y todo se vuelve para ella inmutable: ‘La santidad, la luz, la gracia, el amor’. Así que no siente más lo cambiante de los modos humanos, sino la estabilidad de los modos divinos,
EN OTRAS PALABRAS…..
4-40 Delante a la Santidad de la Divina Voluntad, las pasiones no osan presentarse, y pierden por sí mismas la vida.
(1) Después de haber pasado largos días de silencio entre el bendito Jesús y yo, sentía un vacío en mi interior; y esta mañana al venir me ha dicho:
(2) “Amada mía, ¿qué cosa quieres decirme que tanto ansías hablar Conmigo?”
(3) Y yo avergonzándome toda he dicho: “Mi dulce Jesús, quiero decirte que ansío ardientemente el quererte a Ti y a tu Santo Querer, y si esto me concedes me harás totalmente feliz y contenta”. Y Él ha agregado:
(4) “Tú en una palabra has aferrado todo, pidiéndome lo más grande que hay en el Cielo y en la tierra, y Yo, en este Santo Querer deseo y quiero mayormente conformarte, y para hacer que te sea más dulce y gustoso mi Querer, ponte en el círculo de mi Voluntad y observa en Ella sus diversas virtudes y cualidades, deteniéndote ahora en la Santidad de mi Querer, ahora en la bondad, ahora en la humildad, ahora en la belleza, ahora en la pacífica morada que produce mi Querer, y en estas paradas que hagas adquirirás siempre más nuevas e inauditas noticias de mi Santo Querer, y por eso quedarás tan atada y enamorada, que no saldrás nunca más de Él, y esto te traerá un gran provecho, porque estando tú en mi Voluntad no tendrás necesidad de combatir con tus pasiones y de estar siempre en armas contra ellas, pues mientras parece que mueren renacen nuevamente más fuertes y vivas, sino que sin combatir, sin estrépito, dulcemente se mueren, porque ante la Santidad de mi Voluntad las pasiones no se atreven a presentarse, y pierden por sí mismas la vida, y si el alma siente los movimientos de sus pasiones, es señal que no hace morada continua en los confines de mi Querer, que hace sus salidas, sus escapaditas a su propio querer, y está obligada a sentir la peste de la naturaleza corrupta. Mientras que si estás fija en mi Voluntad, estarás libre del todo y tu única ocupación será el amarme y ser amada por Mí”.
TENTACIONES-modo de triunfar en las pruebas
8-31Marzo 25, 1908 Las tentaciones se vencen fácilmente. Donde hay pasión el demonio tiene más fuerza.
(1) Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido Jesús me ha dicho:
(2) “Hija, las tentaciones se vencen fácilmente, porque el demonio es la criatura más vil que pueda existir, y basta un acto en contra, un desprecio, una oración, para hacerlo huir, porque estos actos lo hacen aún más vil de lo que es, y él para no tener que soportar aquella confusión, en cuanto ve al alma resuelta que no quiere hacer caso a su vileza, huye aterrorizado.
(3) Ahora, si el alma no se puede liberar fácilmente, significa que no es sólo tentación, sino pasión radicada en el alma, que la tiraniza unida a la tentación, por eso no puede liberarse, y donde hay pasión el demonio tiene más fuerza para hacer del alma un juguete”.
Qué haré entonces? Busco que oren por mí? Depende…Cada uno evalúa sus fuerzas para vivir en la fe…entregarse a Jesús.
Recordemos como entrenó a Luisa Luisa – la puso los tres años y medio….aprender como resistir….: ignorar, hasta reírse del Mal. No tuvo a nadie que viniera a orar por ella, a liberarla, etc. Y todo para hacer como Jesús: vencerlo todo por nosotros.
Luisa: (Modo de triunfar en las pruebas, del vol. 1) :
…. “¿Verdaderamente estás dispuesta a todo lo que quiero?”.
Yo entonces me sentía más confundida y anonadada, y decía: “Sí, estoy dispuesta”. Pero casi temblando, y Él compadeciéndome seguía diciendo: “No temas, seré tu fuerza, no sufrirás tú, sino seré Yo quien sufrirá y combatirá en ti. Mira, quiero purificar tu alma de todo mínimo defecto que pudiera impedir mi Amor en ti, quiero probar tu fidelidad,
(1) ¿pero cómo puedo ver si esto es verdad, si no es poniéndote en medio de la batalla? Debes saber que quiero ponerte en medio de los demonios, les daré libertad de atormentarte y de tentarte a fin de que cuando hayas combatido los vicios con las virtudes opuestas, te encontrarás ya en posesión de esas mismas virtudes que creías perder, y después, tu alma purificada, embellecida, enriquecida, será como un rey que regresa vencedor de una ferocísima guerra, que mientras creía perder lo que tenía, vuelve en cambio más glorioso y lleno de inmensas riquezas. Y entonces vendré Yo, formaré en ti mi morada, y estaremos siempre juntos. Es verdad que será doloroso tu estado, los demonios no te darán paz, ni de día ni de noche, estarán siempre en acto de hacerte ferocísima guerra, pero tú ten siempre en la mira lo que quiero hacer de ti, esto es, hacerte semejante a Mí, y que no podrás llegar a esto sino por medio de muchas y grandes tribulaciones, y así tendrás más ánimo para soportar las penas”.
****
23-7 Mi Fiat Divino en lugar de despojar llena hasta el borde al alma de sus bienes, le da el dominio de sí misma, convierte las pasiones en virtudes, las debilidades en fuerza divina, mi Fiat da alegrías y felicidad sin número, da por gracia lo que Él es por naturaleza: Firmeza, irremovilidad perenne. Exilio es para quien es tiranizado por las pasiones, sin dominio de sí mismo, sin poderse espaciar en su Dios, y si algún bien piensa está mezclado, circundado por tinieblas, así que las virtudes del pobre exiliado son forzadas, inconstantes, es esclavo de sus mismas miserias, y esto lo vuelve infeliz. Todo al contrario para quien vive en mi Voluntad Divina.
6-102 “Hija mía, el alma puede conocer si ha dominado sus pasiones, si cuando es tocada por las tentaciones o por las personas, no las toma en cuenta, como por ejemplo: Es tentada por la impureza; si ha dominado esta pasión el alma no hace caso y la misma naturaleza queda en su puesto; si no la ha dominado, el alma se acongoja, se aflige, y en su cuerpo siente correr un río purulento. O bien una persona mortifica, injuria a otra; si ésta ha dominado la pasión de la soberbia se queda en paz, si no es así, siente correr un río de fuego, de desprecio, de altanería, que la pone toda alterada, porque la pasión cuando existe, al llegar la ocasión sale, y así de todo lo demás”.
¿Porqué en el “círculo de Mi Voluntad”? 11-47 Febrero 19, 1913 La Voluntad de Dios es opio que adormece lo humano en el alma
(1) Continuando mi habitual estado, y habiendo hecho la Santa Comunión, mi siempre amable Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, mi Voluntad es como el opio al cuerpo. Los pobres pacientes debiendo sufrir una operación, la amputación de una pierna, de un brazo, los adormecen con el opio, con esto no sienten la agudeza del dolor, y después, ya despiertos, se encuentran con los efectos de la operación hecha; y si no han sufrido tanto, la virtud ha sido solamente del opio. Tal es mi Voluntad, es opio del alma que adormece la inteligencia, el amor propio, la propia estima, todo lo que es humano, y no deja penetrar hasta el fondo un disgusto, la calumnia, el sufrimiento, un estado de penas internas del alma, porque el opio de mi Voluntad la tiene como adormecida, pero con todo y esto se encuentran los mismos efectos y los mismos méritos, es más, ¡oh! cuánto los supera, como si hubiese sentido muy bien aquel sufrimiento, pero con esta diferencia: Que el opio para el cuerpo se compra y no se puede usar frecuentemente, ni todos los días, y si se quisiera abusar quedaría la persona entontecida, especialmente si es de constitución débil; en cambio el opio de mi Voluntad lo doy gratis y se puede tomar en todos los momentos, y por cuanto más frecuentemente lo tome, tanta más luz de razón adquiere, y si es débil adquiere la fortaleza divina”.
(3) Después de esto me parecía ver a varias personas a mi alrededor y le he dicho a Jesús: ¿Quiénes son?”
(4) Y Jesús: “Son las que te confié desde hace algún tiempo, te las recomiendo, vigila sobre ellas, por esto quiero formar este nudo de unión entre tú y ellas, para tenerlas siempre en torno a Mí”.
(5) Y me ha señalado a una en modo especial. Y yo: “¡Ah!, Jesús, ¿has olvidado mi miseria y nulidad, y la necesidad extrema que tengo? ¿Qué haré?”
(6) Y Jesús: “Hija mía, tú no harás nada, como nada has hecho jamás. Yo hablaré y haré en ti, y hablaré por medio de tu boca, basta con que me dejes hacerlo tú y que haya buena disposición en ellas, y Yo me prestaré a todo, y aunque te tenga adormecida en mi Voluntad, cuando sea necesario te despertaré y te haré hablarles a ellas, y Yo me deleitaré más en ti oyéndote hablar, ya sea en la vigilia o en el sueño de mi Voluntad”.
17-48 DE UN SOLO GOLPE….lo que se encierra en la criatura. Es más lento el proceso consciente del amoldarse a esos modos. (Lo de hacerlo de un solo golpe lo veremos en un encuentro aparte)
Estaba según mi costumbre fundiéndome en el Santo Querer Divino, y haciéndose delante de mi mente aquel vacío inmenso de la Santísima Voluntad Suprema, pensaba entre mí: …….por tanto, ¿cómo podrá ser que el hombre dé la muerte como de un solo golpe a todos los vicios para dar vida a todas las virtudes, como se requiere para vivir en este ambiente de la Voluntad Suprema? Porque para vivir en Ella no hay términos medios, vidas a mitad de virtudes y vicios, sino que es necesario sacrificar todo para convertir todas las cosas en Voluntad de Dios; la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros.
36-28 Tú debes saber que en cuanto la criatura entra en nuestro Querer, todo se transforma, las tinieblas se cambian en luz, la debilidad en fuerza, la pobreza en riqueza, las pasiones en virtud, sucede tal mutación que no se reconoce más aquélla de antes, su estado no es más de vilísima esclava, sino de noble reina, nuestro Ser Divino la ama tanto, que corre en sus actos para hacer lo que ella hace, y como nuestro movimiento es continuo, nos movemos y la amamos, nos movemos y la abrazamos; nuestro movimiento se mueve y la besa, la vuelve más bella, la santifica de más, en cada movimiento le damos de lo nuestro, y en el énfasis de nuestro amor le hablamos de nuestro Ente Supremo, nos hacemos conocer quienes somos y cuánto la amamos, hay tal identificación entre ella y Nosotros, siendo una nuestra Voluntad con la suya, que la sentimos en nuestro movimiento divino, y haciendo suyo lo que es nuestro nos ama con nuestro amor, nos da nuestra luz inaccesible para glorificarnos, nuestra santidad para alabarnos y decirnos: ‘Santo, Santo, tres veces Santo eres Tú, Tú encierras todo, eres todo’. Cómo es bello ver a la pequeñez humana en nuestro Querer, que tiene en su poder todo nuestro Ser Divino para dárnos lonuevamente a Nosotros para amarnos y glorificarnos como Nosotros queremos y justamente merecemos. En nuestro Querer las partes se hacen iguales, las desemejanzas desaparecen, nuestra unidad une todo y a todos, y vuelve uno solo el acto de todos, para hacerse acto de todos”.
Al oír esto comprendía la santidad, la belleza, la grandeza del vivir en el Querer Divino, y pensaba entre mí: “Me parece difícil el vivir en Él; ¿cómo puede la criatura llegar a tanto? Las debilidades humanas, las circunstancias de la vida muchas veces demasiado dolorosas, los encuentros inesperados, las tantas dificultades que no se sabe ni siquiera cómo hacer, ¿no desvían a la pobre criatura de un vivir tan santo, en el cual se necesita suma atención?” Y mi dulce Jesús retomando su palabra, con una ternura indecible, que hacía rompérseme el corazón ha agregado:
“Mi pequeña hija de mi Querer, es tanto mi interés, mi suspiro continuo por querer que la criatura viva en mi Querer, que cuando hemos tomado el acuerdo Yo y ella, con decisión firme de que debe vivir en mi Fiat, siendo ésta mi Voluntad, el primero en hacer el sacrificio soy Yo, para obtener el intento de que pueda vivir en Él me pongo a su disposición, le doy todas las gracias, luz, amor, conocimientos de mi misma Voluntad, de modo que ella misma debe sentir la necesidad de vivir en Ella. Cuando Yo quiero una cosa y ella con prontitud acepta hacer lo que Yo quiero, soy Yo el que piensa en todo, y cuando por debilidad, por las circunstancias, no lo hace, no por voluntad o negligencia, Yo llego a suplir y hago lo que ella debía hacer, y le cedo lo que he hecho como si lo hubiese hecho ella. Hija mía, el vivir en mi Querer es vida que debo formar, no es virtud, y la vida tiene necesidad de movimiento y de actos continuos; si esto no fuese no sería más vida, a lo más podría ser obra, que no tiene necesidad de actos continuos, pero no vida; por eso, cuando por indisposición involuntaria, por debilidad, no hace lo que Yo quiero, no interrumpo la vida, sino que la continúo, y tal vez en esas mismas indisposiciones está también mi Voluntad que permite esas debilidades, pues la voluntad de la criatura corre ya en la mía, y además, entre todo esto miro el acuerdo que hemos tomado juntos, la firme decisión hecha, de la cual no ha habido ninguna otra decisión en contra, y en vista de esto continúo el empeño de suplirla en lo que le falta; es más, le duplico las gracias, la circundo de nuevo amor, de nuevas estratagemas amorosas, para hacerla estar más atenta, y le suscito en el corazón una necesidad extrema de vivir en mi Voluntad. Esta necesidad le sirve, porque conforme siente las debilidades, así se lanza en los brazos de mi Voluntad, y le ruega que la tenga tan estrechada, a fin de que pueda vivir siempre junto con Ella”.
12-130 Mayo 15, 1920 ES CRUFIXION COMPLETA
(1) Me lamentaba con mi dulce Jesús diciéndole: “¿Dónde están tus promesas? No más cruz, no más semejanza Contigo, todo se ha esfumado y no me queda más que llorar mi doloroso fin”. Y Jesús, moviéndose me ha dicho en mi interior:
(2) “Hija mía, mi crucifixión fue completa, ¿y sabes por qué? Porque fue hecha en la Voluntad Eterna de mi Padre. En esta Voluntad la cruz se hizo tan larga y tan ancha, de abrazar todos los siglos, para penetrar en cada corazón presente, pasado y futuro, de modo que quedaba crucificado en cada corazón de criatura; esta Divina Voluntad ponía clavos a todo mi interior, a mis deseos, a los afectos, a mis latidos, puedo decir que no tenía vida propia, sino la Vida de la Voluntad eterna, que encerraba en Mí a todas las criaturas y quería que respondiera por todo. Jamás mi crucifixión podía estar completa y tan extendida para abrazar a todos, si el Querer eterno no fuera el actor. También en ti quiero que la crucifixión sea completa y extendida a todos. He aquí el por qué de las continuas llamadas que te hago en mi Querer, son las incitaciones para llevar ante la Majestad Suprema a toda la familia humana, y a nombre de todos hacer los actos que ellos no hacen. El olvido de ti, la falta de reflexiones personales, no son otra cosa que clavos que pone mi Voluntad. Mi Voluntad no sabe hacer cosas incompletas o pequeñas, y haciéndose corona en torno al alma, la quiere en Sí, y extendiéndola en todo el ámbito de su Querer eterno, pone el sello de su cumplimiento. Mi Querer vacía todo lo humano del interior de la criatura, y pone todo lo divino, y para estar más seguro va sellando todo el interior con tantos clavos por cuantos actos humanos pueden tener vida en la criatura, sustituyéndolos con otros tantos actos divinos, y así forma las verdaderas crucifixiones, y no por un tiempo, sino por toda la vida”.
36-28 Septiembre 5, 1938 La voluntad humana, cruz de la Divina, y la Divina, cruz de la humana.
Cómo en el Querer Divino las cosas cambian, las desemejanzas no existen. Cómo Jesús suple a todo lo que puede faltar a quien vive en su Querer.
(1) Siento la Vida del Fiat Divino en mi alma, la Cual quiere ser mi movimiento, mi respiro y latido, quiere tal unión con la voluntad humana, que ésta en nada se debe oponer a lo que quiere hacer, de otra manera se lamenta, se aflige y se siente puesta en la cruz por el querer humano. Mientras estaba en esto, mi amado Jesús repitiéndome su breve visita me ha dicho:
(2) “Hija mía bendita, cuánto sufre mi Voluntad en la criatura, basta decirte que cada vez que la criatura hace su voluntad, pone en la cruz a la mía, así que la cruz de mi Voluntad es el querer humano, pero no con tres clavos como Yo fui crucificado sobre la cruz, sino con tantos clavos por cuantas veces se opone a la mía, por cuantas veces no es reconocida, y mientras quiere hacer el bien es rechazada con los clavos de la ingratitud.
¡Cómo es desgarradora esta crucifixión de mi Voluntad en la criatura! Cuántas veces se siente poner los clavos a su respiro, a su latido, a su movimiento, porque no siendo conocida, y que Ella es vida del respiro, del latido y del movimiento, entonces el respiro, el latido y el movimiento humanos le sirven de clavos que le impiden desarrollar en ellos el bien que quiere. ¡Oh, cómo se siente poner en la cruz por el querer humano! Ella con su movimiento divino quiere hacer despuntar el día en el movimiento humano, y la criatura pone en la cruz al movimiento divino, y con su movimiento hace despuntar la noche y pone en la cruz a la luz; ¡cómo se duele mi luz al verse reprimida, crucificada, puesta en un estado de inhabilidad por el querer humano! Mi Voluntad con su respiro quiere hacer respirar al respiro de la criatura para darle la vida de su santidad, de su fuerza, y la criatura con no recibirla le pone el clavo del pecado, de sus pasiones y debilidades; pobre de mi Voluntad, en qué estado de dolor y de continua crucifixión se encuentra en el querer humano, éste no hace otra cosa que poner en la cruz a nuestro amor, y todos los bienes que queremos darle son llenados con sus clavos. Sólo quien vive en mi Voluntad no la pone en la cruz, más bien puedo decir que Yo formo su cruz, pero es muy diferente su cruz de la mía, mi Querer sabe poner clavos de luz, de santidad, de amor, para volverla fuerte con nuestra misma fuerza divina, estos clavos no dan dolor, más bien la vuelven feliz, bella, con una belleza encantadora, y son portadores de grandes conquistas; y quien los ha probado, es tanta la felicidad que siente, que nos ruega, nos suplica que la tengamos siempre en la cruz con nuestros clavos divinos. Esto no puede cambiar, si las dos voluntades, humana y Divina no están unidas, la suya formará nuestra cruz, y la nuestra la suya. Es más, es tanto nuestro amor y nuestro celo, que no le dejamos libre ni siquiera un respiro sin nuestro clavo de luz y de amor para tenerla siempre con Nosotros, para poder decir: Lo que hacemos Nosotros hace ella, y quiere lo que Nosotros queremos”.
EN EL CÍRCULO DE LA VERDAD: LA PROPIA NADA
3 -35 Febrero 5, 1900 Continuando el mismo estado, con un poco más de ánimo, aunque no perfectamente libre, mi amadísimo Jesús al venir me ha dicho:
“Hija mía, a veces el alma siente una lucha en alguna virtud, y el alma esforzándose supera aquel combate; entonces la virtud queda más resplandeciente y más radicada en el alma. Pero el alma debe estar atenta para evitar que ella misma no suministre la cuerda para hacerse atar por la desconfianza, y esto lo hará al restringirse siempre, sin salir jamás, en el círculo de la verdad, que es el conocimiento de la propia nada”.
8-17 Y Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿y tú te afliges porque te sientes reducida en la nada? Más bien te digo que por cuanto más la criatura se reduce en la nada, tanto más es llenada del Todo, y si fuera aun una sombra de sí que deja, esa sombra impide que Yo me pueda dar todo, todo al alma; y tu regresar siempre en la nada significa que vas perdiendo tu ser humano para readquirir el Divino”.
3-28 “Hija mía, sólo los pequeños se dejan manejar como se quiere, no aquellos que son pequeños de razón humana, sino aquellos que son pequeños pero llenos de razón divina. Sólo Yo puedo decir que soy humilde, porque en el hombre lo que se dice humildad, más bien se debe decir conocimiento de sí mismo, y quien no se conoce a sí mismo camina ya en la falsedad”.
MODOS DIVINOS (Desde el vol. 1 hasta el 10, toca muchos puntos del “aspecto” más agradable para el Señor de la conducta de la criatura: “Este es mi Hijo, en quien tengo mis complacencias”.
17-39 No se puede esconder una lámpara, pero el sol jamás; tal es mi Voluntad, más que sol, y quererla tú esconder te resultará imposible. Por eso calla hija mía, y haz que el Sol eterno de mi Voluntad haga su curso, sea por medio de los escritos, de la publicación, de tus palabras y de tus modos
19-2 y es revestida por las vestiduras del Adán nuevo y santo, su vestidura es la luz de la misma Voluntad Suprema, en la cual le vienen comunicados todos sus modos divinos, nobles y comunicativos a todos. Esta luz le hace perder las facciones humanas y le restituye la fisonomía de su Creador. ¿Qué maravilla entonces en que tome parte en todo lo que posee el Divino Querer, siendo una la Vida y una la Voluntad? Por eso sé atenta, te recomiendo que me seas fiel y tu Jesús mantendrá la batuta de hacerte vivir siempre en mi Querer, estaré en guardia a fin de que jamás puedas salir de Él”.
19-16 Hija mía, habiendo tú nacido en mi Querer, es necesario, es justo y decoroso que en Él vivas, crezcas y te alimentes, que adquieras las prerrogativas de verdadera hija de mi Querer; ningún lineamiento extraño ni cosa que no pertenezca a mi Querer se debe ver en ti, así que de tu fisonomía, de tus modos, de tu hablar y hasta del modo como tú amas y rezas, se debe conocer que eres la hija de mi Voluntad. ¿Ves entonces cómo te amo y con qué celo te custodio y te alimento?
19-17 Hija mía, no te maravilles, es mi Voluntad que bilocándose, mientras reina en Dios, al mismo tiempo reina en el alma, y con sus modos divinos reza, ama y obra en ella, por eso nos resulta imposible no estimar, no amar, no escuchar nuestra Voluntad bilocada en la criatura, es más, sólo Ella nos lleva como en regazo nuestra alegría, la felicidad, el amor que desbordó de nuestro seno en nuestra obra ‘ad extra’ de la Creación, nos repite la fiesta, nos renueva el gozo que sentimos al crear tantas cosas bellas dignas de Nosotros.
18-3 “Hija mía, en todas mis penas fui siempre igual, jamás cambié, mi mirada fue siempre dulce, mi rostro siempre sereno, mis palabras siempre calmadas y dignas; en toda mi persona había tal igualdad de modos, que si hubieran querido conocerme como su Redentor, sólo por mi modo siempre igual en todo y por todo me hubieran conocido. Es verdad que mis penas fueron tantas que me eclipsaban, y como tantas nubes que me circundaban, pero esto era nada, después de la intensidad de las penas Yo reaparecía en medio de mis enemigos como sol majestuoso, con mi acostumbrada serenidad y con mis mismos modos siempre iguales y pacíficos. Ser siempre igual es sólo de Dios y de los verdaderos hijos de Dios, el modo siempre igual imprime el carácter divino en el alma, y hace conocer qué puro y santo es el obrar de las criaturas. En cambio, un carácter desigual es de las criaturas y es señal de pasiones que se agitan en el corazón humano, que lo tiranizan, de modo que también en el exterior muestran un carácter desagradable que desagrada a todos. Por eso te recomiendo ser siempre igual Conmigo, contigo misma y con los demás; igual en las penas y hasta en mi misma privación. El carácter igual en ti debe ser imborrable, y si bien las penas de mi privación te aterran y forman dentro y fuera de ti las nubes del dolor, tus modos iguales serán luz que alejarán estas nubes y harán conocer que, si bien escondido, Yo habito en ti”.
22-15,7 Ahora mi Voluntad, conforme late en el alma, late y da Vida Divina, late y da su movimiento incesante, su fuerza que no disminuye jamás; late y da su luz inextinguible. Cómo es bello ver el continuo latido de mi Voluntad en la criatura, es el más grande milagro que existe en el Cielo y en la tierra, es el orden perfecto entre Creador y criatura. Y Yo hago como un padre con el alma donde reina el latido de mi Querer, el cual tiene siempre consigo a su propio hijo, le comunica sus modos, le pone en la boca sus palabras, quisiera palpitar en el hijo para darle su ingenio, su vida, y cuando está seguro que el hijo es otro igual a sí mismo y pude hacer lo que sabe hacer él, le dice: ‘Hijo mío, sal al campo de la vida y haz lo que hasta ahora ha hecho tu padre; trabaja, desempeña nuestro quehacer, toma tú toda la obligación de la familia, serás la repetición de mi vida y yo me reposo, te acompañaré con mi latido a fin de que sientas en ti la vida de tu padre, y fielmente la desarrolles, esperándote en mi reposo para gozar juntos los frutos de tus fatigas.’ Más que padre hago con el alma donde reina mi Querer, es más, el padre no puede dar el latido al hijo y Yo se lo doy, la tengo siempre junto Conmigo, le enseño mis modos divinos, le comunico mis secretos, mi fuerza, y cuando estoy seguro la lanzo en el campo de la Vida de mi Voluntad a fin de que tome todo el empeño de la familia humana y le digo: ‘Hija mía, déjame reposar, a ti confío todo, pero te espero frecuentemente en mi reposo para gozar el fruto del trabajo que haces en el reino de mi Voluntad’. ¿No quieres tú que tu Padre, tu Jesús descanse y tú trabajes, pero siempre con mi latido en vez de Mí?”
23-29 Estas almas tendrán su morada en el palacio real divino, por eso adquirirán nobleza de modos, de obras, de pasos, de palabras…
Verdadera señal para conocer si se vive en la Divina Voluntad.
(1) Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús me ha dicho:
(2) “Hija mía, la verdadera señal para conocer si el alma vive en mi Voluntad, es que todo lo que le sucede, en cualquier cosa se desenvuelve la paz, porque mi Voluntad es tan perfecta y santa que no puede producir ni siquiera la sombra de la turbación. Así que si en los conflictos, mortificaciones, amarguras, se siente turbada, no puede decir que está dentro de mi Voluntad; a lo más, si se siente resignada y al mismo tiempo turbada, puede decir que está a la sombra de mi Voluntad, porque estando fuera es dueña de sentirse a sí misma, pero adentro no”.
12-134,4…..Después ha agregado: «Conforme el alma entra en mi Querer, su querer queda atado con mi Querer eterno, y a pesar de que ella no piense en esto, habiendo quedado atado su querer al mío**, lo que hace mi Querer hace el suyo y corre junto Conmigo para bien de todos.»
LA IMPORTANCIA DE UN SÍ CONSCIENTE: ¡buenas noticias!
**12-147 Enero 10, 1921 segundo “sí” en su Querer: El Fiat de Luisa. (El primero el de la Virgen)
(1) Estaba pensando acerca de lo que está escrito en el capítulo anterior, y decía entre mí: “Yo no sé que querrá Jesús de mí, Él sabe cuan mala soy y cómo no soy buena para nada”. Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
(2) “Hija mía, recuérdate que años atrás te pregunté si querías hacer vida en mi Querer, y como te quería en mi Querer, quise que en mi mismo Querer pronunciaras tu “sí”; este “sí” quedó atado a un punto eterno y a una Voluntad que no tendrá fin; este “sí” está en el centro de mi Querer y rodeado por una inmensidad infinita, y queriéndose salir no encuentra el camino, por eso me río y me divierto con tus pequeñas oposiciones y descontentos, viéndote como una persona atada en el fondo del mar por su propia voluntad, que queriéndose salir no encuentra sino agua por todas partes, y como está atada en el fondo del mar siente la molestia de quererse salir, y para estarse tranquila y feliz se arroja más en el fondo del mar. Así Yo, viéndote inquieta, como si quisieras salir, y no pudiendo, atada por tu mismo “sí”, te arrojas más en el fondo de mi Querer, y Yo me río y me divierto. Y además, ¿crees tú que sea cosa de nada y fácil salirse de dentro de mi Querer? Te saldrías de un punto eterno, y si supieras qué significa apartarse de un punto eterno, temblarías de espanto por ello”.
(3) Luego ha agregado: “El primer “sí” en mi Fiat lo he pedido a mi querida Mamá, y ¡oh potencia de su Fiat en mi Querer! En cuanto el Fiat Divino se encontró con el Fiat de mi Mamá, se hicieron uno solo; mi Fiat la elevó, la divinizó, la cubrió, y sin obra humana me concibió a Mí, Hijo de Dios. Sólo en mi Fiat podía concebirme; mi Fiat le comunicó la inmensidad, la infinitud, la fecundidad en modo divino, y por eso pude quedar concebido en Ella, Yo, el inmenso, el eterno, el infinito. En cuanto dijo “Fiat Mihi”, no sólo se posesionó de Mí, sino cubrió también a todas las criaturas, a todas las cosas creadas, sentía todas las vidas de las criaturas en Ella, y desde entonces comenzó a hacerla de Madre y de Reina de todos. ¡Cuántos portentos no contiene este “sí” de mi Mamá! Si los quisiera decir todos, jamás terminarías de escucharlos!
(4) Ahora, un segundo “sí” en mi Querer te lo he pedido a ti, y tú, si bien temblando, lo pronunciaste; ahora este “sí” en mi Querer tendrá también sus portentos, tendrá un cumplimiento divino. Tú sígueme y profundízate más en el mar inmenso de mi Voluntad, y Yo me pensaré en todo. Mi Mamá no pensó cómo habría hecho para concebirme en Ella, sino sólo dijo “Fiat Mihi” y Yo pensé en el modo cómo concebirme. Así harás tú”.
17-12 Y yo, espantada por el hablar de Jesús he dicho: “Amor mío, ¿qué dices? ¿Es posible todo este mal? Tu hablar me hace morir de pena, ¡ah! perdóname, ten misericordia de mí que soy tan mala, y confirma mi ‘sí’ con ataduras más fuertes en tu Voluntad, es más, hazme morir antes que hacerme salir de tu Voluntad”.
Y Jesús de nuevo: “Hija mía, cálmate, como inmediatamente te has puesto de nuevo en mi Querer, todas las cosas se han calmado y se han puesto en actitud de nueva fiesta. Tu ‘sí’ continúa sus veloces giros en la inmensidad de mi Voluntad. ¡Ah! hija, ni tú ni los que te dirigen han conocido qué significa vivir en mi Querer, por eso no lo aprecian y se tiene como cosa de ninguna importancia, –y esto es un dolor mío– mientras que es la cosa que más me interesa y que debería más que cualquier cosa interesar a todos; pero, ¡ay de Mí! se pone atención a otras cosas, a cosas que para Mí son menos agradables o indiferentes, en lugar de lo que más me glorifica y que da a ellos, aun sobre esta tierra, bienes inmensos y eternos, y los hace propietarios de los bienes que mi Voluntad posee
Las almas existimos para cumplir la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros
17-48 la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros.
2-89
Octubre 29, 1899
Jesús la lleva en brazos y la instruye.
Continúa viniendo mi adorable Jesús, pero esta mañana, en cuanto ha venido me ha tomado entre sus brazos y me ha transportado fuera de mí misma; y yo, encontrándome en aquellos brazos comprendía muchas cosas y especialmente que para poder estar libremente en los brazos de Nuestro Señor y también para entrar buenamente en su corazón y salir de él como al alma más le plazca, y para no ser de peso y fastidio al bendito Jesús, es absolutamente necesario despojarse de todo. Por tanto, con todo el corazón le he dicho: “Mi amado y único Bien, lo que te pido para mí es que me despojes de todo, porque bien veo que para ser revestida por Ti y vivir en Ti, y que Tú vivas en mí, es necesario que no tenga ni siquiera la sombra de lo que no te pertenece”. Y Él todo benignidad, me ha dicho:
“Hija mía, la cosa principal para que Yo entre en un alma y forme mi habitación en ella, es el desapego total de toda cosa. Sin esto no sólo no puedo morar en ella, sino que ni siquiera alguna virtud puede tomar habitación en el alma. Después que el alma ha hecho salir todo de sí, entonces Yo entro en ella y unido con la voluntad del alma fabricamos una casa, los cimientos de esta casa se basan en la humildad, y cuanto más profundos sean, tanto más altos y fuertes resultan los muros; estos muros serán fabricados con piedras de mortificación, cubiertos de oro purísimo de caridad. Después de que se han construido los muros, Yo, como excelentísimo pintor, no con cal y agua, sino con los méritos de mi Pasión, simbolizados por la cal, y con los colores de mi sangre, simbolizados por el agua, los recubro y en ellos formo las más excelentísimas pinturas, y esto sirve para protegerla bien de las lluvias, de las nevadas y de cualquier golpe. Inmediatamente después vienen las puertas, y para hacer que éstas sean sólidas como madera, no sujetas a la polilla, es necesario el silencio, que forma la muerte de los sentidos exteriores. Para custodiar esta casa es necesario un guardián que vigile por todas partes, por dentro y por fuera, y éste es el santo temor de Dios, que la guarda de cualquier inconveniente, viento, o cualquier otra cosa que pueda amenazarla. Este temor será la salvaguardia de esta casa, que hará obrar al alma no por temor de la pena, sino por temor de ofender al propietario de esta casa. Este santo temor debe hacer que todo se haga para agradar a Dios, sin ninguna otra intención. Enseguida se debe adornar esta casa y llenarla de tesoros, estos tesoros no deben ser otra cosa que deseos santos, lágrimas; estos eran los tesoros del Antiguo Testamento y en ellos encontraron su salvación, en el cumplimiento de sus votos su consolación, la fuerza en los sufrimientos; en suma, toda su fortuna la basaban en el deseo del futuro Redentor y en este deseo obraban como atletas. El alma sin deseo obra casi como muerta; aun las mismas virtudes, todo es tedio, fastidio, animadversión, ninguna cosa le agrada, camina casi arrastrándose por el camino del bien. Todo lo contrario el alma que desea, ninguna cosa le causa peso, todo es alegría, vuela, en las mismas penas encuentra sus gustos, y esto porque había un anticipado deseo, y las cosas que primero se desean, después vienen a amarse, y amándose, se encuentran los placeres más agradables. Por eso este deseo debe acompañar al alma desde antes de que se fabrique esta casa.
Los adornos de esta casa serán las piedras más preciosas, las perlas, las gemas más costosas de esta mi vida, basada siempre en el sufrir y el puro sufrir; y como Aquel que la habita es el dador de todo bien, pone en ella el ajuar de todas las virtudes, la perfuma con los más suaves olores, siembra las flores más encantadoras y perfumadas, hace sonar una música celestial de las más agradables, hace respirar un aire de Paraíso.
He olvidado decir que se necesita ver si hay paz doméstica, y ésta no debe ser otra cosa que el recogimiento y el silencio de los sentidos interiores”.
Después de esto, yo continuaba estando en los brazos de Nuestro Señor y me encontraba despojada de todo; mientras estaba en esto, veía al confesor presente y Jesús me ha dicho, pero me parecía que quería hacer una broma para ver qué cosa decía yo:
“Hija mía, tú te has despojado de todo, y tú sabes que cuando uno se despoja se necesita otra persona que piense en vestirlo, en alimentarlo y que le dé un lugar donde vivir. Tú, ¿dónde quieres estar, en los brazos del confesor o en los míos?”
Y mientras decía esto, hacía el intento de ponerme en los brazos del confesor. Yo he comenzado a insistir que no quería ir, y Él que sí quería. Después de un poco de disputa me ha dicho: No temas, te tengo en mis brazos”. Y así hemos quedado en paz.
3-72 Necesidad del reposo y del silencio interior.
(1) Encontrándome fuera de mí misma, me parecía que fuese de noche y veía todo el universo, todo el orden de la naturaleza, el cielo estrellado, el silencio nocturno, en suma, me parecía que todo tenía un significado. Mientras esto miraba, me parecía que veía a Nuestro Señor, que tomando la palabra acerca de lo que veía ha dicho:
(2) “Toda la naturaleza invita al reposo, ¿pero cuál es el verdadero reposo? Es el reposo interior y el silencio de todo lo que no es Dios. Mira, las estrellas centelleantes de luz moderada, no deslumbrante como el sol; el sueño y el silencio de toda la naturaleza, de los hombres y hasta de los animales, y que todos buscan un lugar, una cueva donde estarse en silencio y reposarse del cansancio de la vida. Si esto es necesario para el cuerpo, mucho más para el alma es necesario reposarse en su propio centro que es Dios. Pero para poderse reposar en Dios es necesario el silencio interior, como al cuerpo le es necesario el silencio exterior para poderse plácidamente adormecer. ¿Pero cuál es este silencio interior? Es hacer callar las propias pasiones teniéndolas en su lugar, es imponer silencio a los deseos, a las inclinaciones, a los afectos, en suma, a todo lo que no llama a Dios. Ahora, ¿cuál es el medio para llegar a esto? El único medio y de absoluta necesidad es deshacer el propio ser y reducirse a la nada, como era antes de que fuera creada, y cuando haya reducido a la nada su ser, retomarlo en Dios.
(3) Hija mía, todas las cosas tienen principio de la nada, esta misma máquina del universo que tú ves con tanto orden, si antes de crearla hubiera estado llena de otras cosas, no habría podido poner mi mano creadora para hacerla con tanta maestría y dejarla tan espléndida y adornada, a lo más habría podido deshacer todo lo que podía estar, y después rehacerla como a Mí me agradaba; pero estamos siempre ahí, en que todas mis obras tienen principio de la nada, y cuando hay mezcla de otras cosas, no es decoroso para mi Majestad descender y obrar en el alma, pero cuando el alma se reduce a la nada y sube a Mí, y toma su ser en el mío, entonces Yo obro como el Dios que soy, y el alma ahí encuentra el verdadero reposo. He aquí cómo todas las virtudes tienen principio en la humildad y en el aniquilamiento de sí mismo”.
(4) ¿Quién puede decir cuánto comprendía sobre lo que me decía el bendito Jesús? ¡Oh, cómo sería feliz mi alma si pudiese llegar a deshacer mi pobre ser, para poder recibir de mi Dios su Ser Divino! ¡Oh, cómo me ennoblecería, cómo quedaría santificada! ¿Pero qué
tontería es la mía, dónde tengo el cerebro si aún no lo hago? ¡Qué miseria humana, que en vez de buscar su verdadero bien y de emprender su vuelo a lo alto, se contenta con arrastrarse por tierra y vivir en el fango y en la podredumbre!
(5) Después de esto mi amado Jesús me ha transportado dentro de un jardín en el que había mucha gente que se preparaba para asistir a una fiesta, pero sólo aquellos que recibían una divisa podían asistir, pero eran pocos los que recibían esta divisa; a mí me vino un gran deseo de recibirla, y tanto hice que logré mi propósito. Después, habiendo llegado al punto donde los recibían, una matrona venerable primero me vistió de blanco, después me puso una banda celestial de la cual pendía una medalla marcada con el rostro de Jesús, y que mientras era rostro al mismo tiempo era espejo, que al contemplarse en él se descubrían las más pequeñas manchas, y que el alma con la ayuda de una luz que venía de dentro de aquel rostro, fácilmente se podía quitar. Me parecía que esa medalla encerraba un significado misterioso. Después ha tomado un manto de oro finísimo y me cubrió toda. Me parecía que vestida así podía competir con las vírgenes bienaventuradas. Mientras esto sucedía Jesús me ha dicho:
(6) “Hija mía, volvamos a ver lo que hacen los hombres, por ahora basta conque estés vestida, cuando sea la fiesta entonces te llevaré para asistir”.
(7) Así, después de haber girado un poco, me ha transportado a mi cama.
Extra:
13-53 HARAPOS: “ ¿qué son tus méritos en comparación de los míos? En mi Querer los encontrarás todos, y de ellos Yo te hago dueña, ¿no estás contenta?
20-48,8 Hija mía, el alma para vivir en mi Voluntad debe subir, y para subir a Ella debe dejar lo que a mi Voluntad no pertenece, dejar sus míseros harapos, sus costumbres vulgares, sus alimentos viles, sus miserias, todo debe dejar para servirse de vestiduras reales, de costumbres divinas, de alimentos preciosos y substanciosos, de riquezas infinitas, en suma, de todo lo que pertenece a mi Voluntad; lo que has escrito por ahora te sirve a ti, sirve al Reino del Fiat Supremo, después será norma para quien debe vivir en él, así como también deben servirse de todos los actos obrantes de mi Voluntad para mantenerse en los confines de mi Reino. Por eso lo que a ti no te parece necesario, es necesario para la formación de mi Reino Supremo”.
SI ME QUITO LOS HARAPOS…..¿¿¿con qué me quedo??? No me reconozco:
11-41
“Hija mía, estoy aquí dentro de ti, si quieres reconocerte ven en Mí, y dentro de Mí ven a reconocerte; si vienes en Mí a reconocerte te pondrás en el orden, porque en Mí encontrarás tu imagen hecha por Mí y semejante a Mí, encontrarás todo lo que se necesita para conservar y embellecer esta imagen, y viniendo a reconocerte en Mí, reconocerás también al prójimo en Mí, y viendo cómo te amo a ti y cómo amo al prójimo, te elevarás al grado del verdadero amor divino, y todo, dentro y fuera de ti, las cosas tomarán el verdadero orden, que es el orden divino. En cambio si te quieres reconocer dentro de ti, en primer lugar no te reconocerás en verdad, pues te faltará la luz divina; en segundo lugar, todas las cosas las encontrarás en desorden y reñirán entre ellas; la miseria, la debilidad, las tinieblas, las pasiones y todo lo demás, será el desorden que encontrarás dentro y fuera de ti, que no sólo te harán la guerra a ti, sino también entre ellas para ver cuál te hace más mal, e imagínate tú misma en que orden te pondrán al prójimo. Y no sólo quiero que debas reconocerte en Mí, sino que si quieres recordarte de ti debes venir a hacerlo en Mí, de otra manera si quieres recordarte de ti sin Mí, harás más mal que bien”.
3-87 “Hija mía, lo que quiero de ti es que no te reconozcas más en ti misma, sino que te reconozcas solamente en Mí; así que de ti no te recordarás más, ni tendrás más reconocimiento de ti, sino te recordarás de Mí, y desconociéndote a ti misma adquirirás sólo mi reconocimiento, y a medida que te olvides y te destruyas a ti misma, así avanzarás en mi conocimiento y te reconocerás solamente en Mí, cuando hayas hecho esto; no más pensarás con tu mente sino con la mía, no mirarás con tus ojos, no más hablarás con tu boca, ni palpitarás con tu corazón, ni obrarás con tus manos, ni caminarás con tus pies, sino todo con lo mío, porque para reconocerse solamente en Dios, el alma tiene necesidad de ir a su origen y regresar a su principio, Dios, esto es, de donde salió, y que se uniforme toda sí misma a su Creador; y que todo lo que retiene de sí misma y que no es conforme a su principio, lo debe deshacer y reducirse a la nada. Sólo en este modo, desnuda, deshecha, puede regresar a su origen y reconocerse sólo en Dios, y obrar según el fin para el cual ha sido creada. He aquí entonces que para uniformarse toda en Mí, el alma debe volverse indivisible Conmigo”.
Para contemplar….:
36-8, 4 “Hija mía bendita, tú debes saber que es tanto nuestro amor y el deseo ardiente de tener junto con Nosotros a la criatura, que no apenas creada le asignamos el puesto real en nuestra Voluntad Divina, así que cada una de las criaturas tiene su puesto de honor en nuestra morada divina, así que su principio, su primer acto de vida, tanto en la eternidad como en el tiempo, es en nuestro Fiat; ella no estaba en el mundo y Nosotros la amábamos, y mirándola con amor, no sólo le dábamos el puesto, sino que poníamos en su cortejo a nuestro amor, nuestra santidad, nuestra potencia, luz y belleza, ella es la noble princesa que desciende de la altura de los Cielos para navegar el exilio, pero nuestro Querer no la deja, desciende junto con ella, se cierra a su alrededor, navega el exilio junto con ella, en cada acto que hace, penas o alegrías, o encuentros, pone en ellos su primer acto divino, a fin de que mantenga su nobleza y su estado de princesa, y cuando la ha llenado de todos los bienes, tanto que no tiene más espacio dónde poner más bienes, la lleva nuevamente al Cielo, en las alturas de las esferas, y como triunfador la muestra a toda la corte celestial. Es esto lo que quiere hacer y sabe hacer mi Voluntad Divina de la criatura, pero con nuestro dolor vemos que en cuanto desciende en el exilio, no piensa más en su puesto regio, ni en la nobleza de su origen, y quisiera desvincularse de nuestra Voluntad, que más que tierna madre la lleva estrechada entre sus brazos, y sirviéndose de las puertas de los sentidos que le hemos dado, desciende en lo bajo de su voluntad humana; estas puertas se las habíamos dado para que volviera a subir a Nosotros, a fin de que desde su exilio pudiese hacer sus escapaditas al seno de su Creador, ella en cambio se sirve de ellos para hacer sus escapaditas en las miserias, en las debilidades, en las pasiones, las cuales le quitan su nobleza y no se reconoce más que es la princesa del Cielo, sino la sierva de la tierra. Pero a pesar de esto no cerramos nuestras puertas, las cuales son nuestro amor, nuestra paterna bondad, nuestra compasiva misericordia, las expectativas que hacemos, y no apenas vemos que cierra sus puertas para venir en nuestra Voluntad, vamos a su encuentro, abrimos las nuestras, y mirándola de bella fea, con los vestidos de princesa desgarrados, sucios, no le hacemos ningún reproche, sino con compasión toda paterna le decimos: ‘¿Dónde has estado?’ Pobre hija, cómo te has reducido, ¿has visto cuánto mal has hecho con vivir en lo bajo de tu voluntad humana, desunida de la nuestra? Has caminado sin guía, sin luz, sin alimento, sin defensa, por eso no lo hagas más, a fin de que encontrándote rehagas el bien perdido’. Nosotros lo sabemos, que la criatura sin nuestra Voluntad Divina no puede hacer ningún bien, es como si quisiera ver sin ojos, caminar sin pies, vivir sin alimento. Por eso sé atenta en no salir jamás de mi Querer Divino si quieres encontrar la fuerza, la luz, el apoyo y a tu mismo Jesús a tu disposición”s
2-89
Octubre 29, 1899
Jesús la lleva en brazos y la instruye.
Continúa viniendo mi adorable Jesús, pero esta mañana, en cuanto ha venido me ha tomado entre sus brazos y me ha transportado fuera de mí misma; y yo, encontrándome en aquellos brazos comprendía muchas cosas y especialmente que para poder estar libremente en los brazos de Nuestro Señor y también para entrar buenamente en su corazón y salir de él como al alma más le plazca, y para no ser de peso y fastidio al bendito Jesús, es absolutamente necesario despojarse de todo. Por tanto, con todo el corazón le he dicho: “Mi amado y único Bien, lo que te pido para mí es que me despojes de todo, porque bien veo que para ser revestida por Ti y vivir en Ti, y que Tú vivas en mí, es necesario que no tenga ni siquiera la sombra de lo que no te pertenece”. Y Él todo benignidad, me ha dicho:
“Hija mía, la cosa principal para que Yo entre en un alma y forme mi habitación en ella, es el desapego total de toda cosa. Sin esto no sólo no puedo morar en ella, sino que ni siquiera alguna virtud puede tomar habitación en el alma. Después que el alma ha hecho salir todo de sí, entonces Yo entro en ella y unido con la voluntad del alma fabricamos una casa, los cimientos de esta casa se basan en la humildad, y cuanto más profundos sean, tanto más altos y fuertes resultan los muros; estos muros serán fabricados con piedras de mortificación, cubiertos de oro purísimo de caridad. Después de que se han construido los muros, Yo, como excelentísimo pintor, no con cal y agua, sino con los méritos de mi Pasión, simbolizados por la cal, y con los colores de mi sangre, simbolizados por el agua, los recubro y en ellos formo las más excelentísimas pinturas, y esto sirve para protegerla bien de las lluvias, de las nevadas y de cualquier golpe. Inmediatamente después vienen las puertas, y para hacer que éstas sean sólidas como madera, no sujetas a la polilla, es necesario el silencio, que forma la muerte de los sentidos exteriores. Para custodiar esta casa es necesario un guardián que vigile por todas partes, por dentro y por fuera, y éste es el santo temor de Dios, que la guarda de cualquier inconveniente, viento, o cualquier otra cosa que pueda amenazarla. Este temor será la salvaguardia de esta casa, que hará obrar al alma no por temor de la pena, sino por temor de ofender al propietario de esta casa. Este santo temor debe hacer que todo se haga para agradar a Dios, sin ninguna otra intención. Enseguida se debe adornar esta casa y llenarla de tesoros, estos tesoros no deben ser otra cosa que deseos santos, lágrimas; estos eran los tesoros del Antiguo Testamento y en ellos encontraron su salvación, en el cumplimiento de sus votos su consolación, la fuerza en los sufrimientos; en suma, toda su fortuna la basaban en el deseo del futuro Redentor y en este deseo obraban como atletas. El alma sin deseo obra casi como muerta; aun las mismas virtudes, todo es tedio, fastidio, animadversión, ninguna cosa le agrada, camina casi arrastrándose por el camino del bien. Todo lo contrario el alma que desea, ninguna cosa le causa peso, todo es alegría, vuela, en las mismas penas encuentra sus gustos, y esto porque había un anticipado deseo, y las cosas que primero se desean, después vienen a amarse, y amándose, se encuentran los placeres más agradables. Por eso este deseo debe acompañar al alma desde antes de que se fabrique esta casa.
Los adornos de esta casa serán las piedras más preciosas, las perlas, las gemas más costosas de esta mi vida, basada siempre en el sufrir y el puro sufrir; y como Aquel que lahabita es el dador de todo bien, pone en ella el ajuar de todas las virtudes, la perfuma con los más suaves olores, siembra las flores más encantadoras y perfumadas, hace sonar una música celestial de las más agradables, hace respirar un aire de Paraíso.
He olvidado decir que se necesita ver si hay paz doméstica, y ésta no debe ser otra cosa que el recogimiento y el silencio de los sentidos interiores”.
Después de esto, yo continuaba estando en los brazos de Nuestro Señor y me encontraba despojada de todo; mientras estaba en esto, veía al confesor presente y Jesús me ha dicho, pero me parecía que quería hacer una broma para ver qué cosa decía yo:
“Hija mía, tú te has despojado de todo, y tú sabes que cuando uno se despoja se necesita otra persona que piense en vestirlo, en alimentarlo y que le dé un lugar donde vivir. Tú, ¿dónde quieres estar, en los brazos del confesor o en los míos?”
Y mientras decía esto, hacía el intento de ponerme en los brazos del confesor. Yo he comenzado a insistir que no quería ir, y Él que sí quería. Después de un poco de disputa me ha dicho:
“No temas, te tengo en mis brazos”.
Y así hemos quedado en paz.
El silencio de los sentidos (Primera parte)
La virtud del silencio abarca los diversos niveles del ser humano.
La virtud del silencio abarca los diversos niveles del ser humano. Reflexionemos, primeramente, sobre el silencio exterior, el silencio de los sentidos.
¿Cómo vivir este silencio que es la puerta para todos los demás?
Hoy todo es brillo, propaganda que excita la imaginación y los sentidos. Actualmente se habla mucho y de todo. El desorden y el derroche externo reclaman y hablan a los sentidos, pero no se piensa, no se reflexiona, no se pesan las cosas, todo pasa.
Pablo VI había advertido que “El silencio es una condición admirable e indispensable del espíritu cuando nos encontramos envueltos en tantos clamores y gritos provenientes de esta ruidosa e hipersensibilizada vida moderna”. (Nazareth, 5 de enero de 1964).
El segundo capítulo del Génesis nos presenta un pasaje que nos puede hacer entender la necesidad del silencio: “Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser vivo”. El hombre está hecho de arcilla, es decir, tiene un cuerpo, y recibe un soplo, que es su espíritu. Así, nuestra arcilla está hecha para llenarla de vida, para llenarla de Dios.
Había una vez…
Nuestro cuerpo es nuestro hogar. En él podemos acoger a Dios o podemos invitar las diversas cosas del mundo.
Cuentan de un rey muy rico que, cosa extraña para un personaje de su categoría, tenía fama de ser indiferente ante las riquezas materiales y, a la vez, ser un hombre de profunda espiritualidad. Movido por la curiosidad un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.
– Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar su vida espiritual en medio de tanta riqueza?
– Te lo revelaré –respondió el rey–, pero antes tendrás que superar una prueba. Recorrerás mi palacio para que conozcas la magnitud de mi riqueza. Durante el recorrido, llevarás en tu mano una vela encendida. Si durante el trayecto se te apaga, te decapitaré.
El vasallo no tenía más remedio que aceptar la prueba después de su osadía. Recorrió todo el palacio y logró llegar nuevamente ante el rey con la llama encendida. Le preguntó el rey:
– ¿Que te han parecido mis riquezas?
– No vi nada –respondió el osado curioso–, he estado todo el tiempo preocupado de que la llama no se apagara.
– Ese es mi secreto –afirmó satisfecho el rey–. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera.
En efecto, muchas veces deseamos vivir como buenos cristianos y tener una más rica vida espiritual, pero sin decidirnos a apartar la mirada de las cosas, que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza, y de las trivialidades y preocupaciones de la vida, que nos roban la paz y la serenidad interior. Si queremos esa paz y serenidad interior, necesitamos concentrarnos en la llama. Y cuanto más concentrados en la llama, menos nos preocuparemos o distraeremos de las cosas de fuera.
Callarse, abstenerse del ruido, no es el silencio; es únicamente un aspecto externo del silencio. El silencio es un hábito de interiorización, mediante el cual podemos recogernos en nosotros mismos. Se trata, como dueños de nuestro cuerpo, de invitar a nuestro hogar solamente aquellas realidades que nosotros queremos, que nosotros necesitamos.
Qué es el silencio exterior
Silencio exterior, silencio en relación al ambiente que nos rodea, es la capacidad de ser libres frente a las cosas que quieren seducirnos. Estar distraídos es estar separados de nosotros
mismos y dejarse llevar por lo que se ve y se oye. Cuando nos dejamos atraer por lo exterior, perdemos nuestra libertad y nuestra identidad de ser dueños de nuestro cuerpo.
Seremos libres si, poco a poco, nos destacamos de las criaturas. Es éste el primer paso para un silencio fecundo, repleto de vitalidad espiritual. Es preciso anteponer el silencio al ruido, a las noticias, a las preocupaciones del mundo. En este silencio nos distanciamos de la publicidad y nos aproximamos a nuestro fundamento. No tenemos que verlo todo. Lo superficial adquiere su perfil y fisonomía sólo si es capaz de manifestar esas profundidades.
Silencio de la vista
Los ojos son las ventanas del alma. El control de la vista es de una importancia y trascendencia extraordinarias. Cerrar los ojos ayuda en muchas ocasiones a cortar la atención de cosas que, a través de la vista, pueden influenciarnos, es decir, hacernos ruido. No tenemos que verlo todo, no lo necesitamos. Tampoco debemos ser unos ciegos. Dios nos dio la vista para ver.
Necesitamos ver el bien. Hay mucho bien en el mundo. Veámoslo con ojos abiertos y alabemos a Dios. Y evitemos ver el mal. Así el silencio de la vista nos será provechoso.
Silencio del oído
El sentido del oído debe estar regido por la virtud del silencio. La curiosidad nos incita a oír cosas, muchas veces sin ninguna trascendencia. No tenemos qué oírlo todo, no lo
necesitamos. Tampoco podemos ser sordos. Lo inconveniente, lo nocivo, lo destructivo no nos sirve. Debemos desecharlo, dejarlo. Sólo así podremos escuchar en la actividad apostólica todo lo bueno que hay en cada persona y comprender, a la vez, sus errores.
Silencio de la lengua
El apostolado exige el silencio de la lengua. Las almas sólo abren sus problemas a quienes saben callar para escuchar. Los hombres y mujeres de hoy necesitan confiar sus preocupaciones, sus dichas… y es preciso que el apóstol sea digno de confianza. Debe callar no
solamente como cristiano, sino también como persona. El mucho hablar cuadra tan mal al ciudadano sensato, como el hablar de modo jactancioso. Callar y usar la lengua siempre para el bien es el deber de toda persona.
Silencio exterior que propicia el silencio interior
Silenciar las cosas no significa que uno se aleje de ellas o que evada la realidad; al contrario, el silencio nos hace más sensibles a las cosas y personas. San Juan de la Cruz decía que uno debe mantenerse en paz, pero con advertencia amorosa. Y santa Teresa: “se cierran los ojos del cuerpo para que despierten los ojos del alma”.
Los cantineros ordinariamente son personas silenciosas porque saben tratar a los borrachos y de allí el dicho: “a palabras de borracho, oídos de cantinero”. Silenciar algo interiormente no equivale a rechazar lo que vemos o sentimos. Simplemente hay que dejar estar todas las cosas: oyendo todo, pero sin escuchar algo particular; ver todo, pero sin mirar algo en
especial. Los ruidos físicos y psicológicos exteriores a nosotros, no nos afectarían si nuestro interior no vibrara con ellos. Por eso el ruido más nocivo es el que ellos producen en nuestro interior, porque este es ruidoso. Muchos de los ruidos que no dejan dormir no están en la casa del vecino, sino en la propia, en nuestro propio ser. Tanto es así que hay quienes pueden dormir con ruidos hirientes, porque su ser no reacciona sensiblemente a los ruidos; un ejemplo es el sueño apacible y distendido de muchos niños que duermen en medio de grandes ruidos.
Seamos como niños, viviendo el silencio en medio de
los ruidos.
Por: P. Juan Carlos Ortega, L.C.
Te amo más que a mi misma vida…..en tu Divina Voluntad
¡¡¡¡Te amor con tu mismo amor!!!!
no con el mío, pobre y carente
de verdadera entrega. ¡¡Gracias a nombre de todos!!
4-100 “Dulce Bien mío, dime, ¿continúas amándome?”
- Y Él: “Sí, pero soy amante y celoso, celoso y amante, más bien te digo que para ser perfecto el amor debe ser triple, y en Mí hay esta triple condición de amor:
- Primero, te amo como Creador, como Redentor y como Amante.
- Segundo, te amo en mi omnipotencia, que me sirvió para crearte y crear todo por amor tuyo, de modo que el aire, el agua, el fuego y todo lo demás te dicen que te amo y que por amor tuyo los hice. Te amo como mi imagen, y te amo por ti misma.
- Tercero, te amo ab eterno, te amo en el tiempo y te amo por toda la eternidad. Y esto no es otra cosa que un aliento que ha salido fuera de mi amor; imagina tú qué será aquel amor que contengo en Mí mismo.
- Ahora, tú estás obligada a corresponderme este triple amor, amándome como tu Dios, en el cual te debes fijar toda tú, y no hacer salir nada de ti que no sea amor por Mí, amándome por cuenta tuya y por el bien que a ti te viene, y amarme por todos y en todos”.
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