No se puede vivir en la Divina Voluntad sin estar en plena comunión con el cuerpo místico de Jesús, su Iglesia, en su Magisterio y Tradición. Ella es la encargada por el Maestro para la salvaguarda de la Verdad. Católico, ¡conoce tu fe!
La lectura 19-41 es muy clara por sí misma pero el Dr. Salvador nos enriquece mucho con sus explicaciones. ¡Muchas gracias!
En este Reino, no se admiten ciertas actitudes, comportamientos, sentimientos que, dejarlas entrar, serían un deshonor para su Rey, Quien no podría orgullecer se de tener hijos semejantes a El, como El, otros El. . La raíz de donde brota mal es la búsqueda de uno mismo por el olvido del amor a Dios por encima de todo. Los semáforos nos indican si podemos o no podemos permanecer en este Reino . Nada de lo propiamente "humano" entra en la Vida Divina
«La gloria de Dios es el hombre vivo; la vida del hombre es contemplar a Dios.» (C. H., libro 4,20:7)
Orar, sufrir, obrar....actos todos de la criatura que deben entrar en el ambiente divino para recibir el "acto obrante" de la Divina Voluntad y así adquirir el valor de actos divinos, como si la propia Divinidad los hubiera hecho. Esto se lleva a cabo con este Don de dones el cual, al invocarlo encierra, acto por acto, su propia vida en la criatura. La oración también debe revestirse de la intención de "dar vida a la DV".
La oración ha sufrido cambios, desde Adán hasta hoy, tiempo ya del cumplimiento del FIAT VOLUNTAS TUA como en el Cielo así EN LA TIERRA. Guillermina hace un recorrido por este proceso.
Como siempre, el Dr. Thomassiny nos ayuda a profundizar en estas verdades, todas DE CIELO
15-31 Hija mía, sin embargo hay gran diferencia entre quien reza u obra porque mi Voluntad lo envuelve y por su naturaleza se encuentra en todas partes, y entre quien por su propia voluntad, teniendo en sí conocimiento de lo que hace,
entra en el ambiente divino de mi Voluntad para obrar y rezar.
Fundirse con la DV o con Jesús, es la llave que abre las puertas a todos los bienes de esta nueva vida, de esta nueva forma de vivir.
Tras estos primeros 10 encuentros, hemos abordado los conceptos básicos para comenzar a adentrarnos con más facilidad, enla lectura del Libro de Cielo. De ahora en adelante, teníéndolos claros, será cuestión de deseo, perstistencia, fidelidad a lectura/práctica/Vida en la Divina Voluntad.